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nal de las hojas. Al faltar muchas de éstas, el escultor tuvo
que establecer una plantilla para recortar en lámina de ho-jalata
las piezas individuales que se reintegraron al conjun-to
tras una soldadura con estaño.
Finalmente se repintó todo, devolviéndole a la lámpa-ra
monumental su colorido aspecto.
Letras de la Placa Conmemorativa del Nacimiento de
Tomás Morales.
Piedra y bronce.
Marco exterior: 97 × 117 cm.
Escudo interior: 49 × 40 cm.
Néstor Martín Fernández de la Torre.
1925.
Instalada en 1925, cuatro años después de su muerte,
la placa conmemorativa del nacimiento del poeta, fue
obra de su amigo y artista internacional, Néstor Martín
Fernández de la Torre. El deterioro natural de la intem-perie
causó el desprendimiento de algunas de las letras
originales que componen la leyenda de la placa: “En esta
casa nació el poeta Tomás Morales, Cantor del Atlántico,
Año 1925”.
La restauración de los caracteres perdidos fue con-fiada
al escultor Máximo Riol que recreando su plantilla
los fundió de nuevo en bronce que se patinó, subsanando
así el mal efecto que producía el estado de la placa. Es sig-nificativo
que Néstor eligiera, en primer lugar, un escudo
nobiliario para enmarcar la leyenda, y después, un marco
neobarroco en piedra de cantería azul, ornado por un
patrón simétrico de volutas y hojas. Estos escudos jalonan
los retratos más simbolistas y galantes de la década de
1910. Néstor traslada a la insignia la estética aristocrática y
barroquizante de su primera etapa art nouveau, confirién-dole
a la memoria del poeta un aura simbólica e ideal.