28 EN FEBRERO DE 1920 TOMÁS MORALES leía en el Ateneo de Ma-drid
una serie de poemas que integraban su poemario más
ambicioso hasta la fecha Las Rosas de Hércules. Entre el pú-blico
que quedó espontáneamente maravillado por la diná-mica
lectura moraliana se encontraba el escultor Victorio
Macho. En sus memorias el artista relata cómo oír al vate
grancanario aquella memorable noche y querer modelar
su rostro fue emoción simultánea. Sobre la autenticidad
pues de este arranque artístico no cabe duda.
La triunfal lectura de Las Rosas de Hércules produce una
ola de celebraciones que se materializan en una sincera
exaltación de la figura del poeta. Casi un siglo después, no
deja de sorprendernos el espíritu sin fisuras de este home-naje,
haciéndonos pensar en la decreciente trascendencia
de la palabra recitada que en la España de 1920 suscitaba
profunda sensación. Dos semanas después de este éxito,
los amigos y admiradores de Tomás Morales se reúnen pa-ra
festejearlo en un banquete ofrecido en el Hotel Metro-pole
de Las Palmas.
Macho ya ha realizado su busto en barro y lo lógico es
ahora llevarlo al bronce. Se organizan campañas de sus-cripción
popular en la prensa para sufragar los costes de
fundición. Macho se compromete a diseñar el pedestal en
“piedra canaria”. El 31 de marzo se eleva una instancia al
Alcalde de la ciudad para solicitar la ubicación idónea del
busto, en “el macizo del ángulo nordeste del antiguo Par-que
de San Telmo hoy de Cervantes”.
El busto que realiza Victorio Macho es una transcrip-ción
realista del rostro y del aura vital aún sana del poeta
canario, lejos de recursos grandilocuentes y poses artificia-les.
La semblanza creada es más íntima que oficial y trans-mite
la introspección lírica del creador. Al escultor le satis-face
la obra porque de buen grado consiente en que ocupe
la portada de la revista La Esfera. La elección de Macho pa-ra
ejecutar el busto monumental no sólo la condiciona su
fervorosa predisposición sino el hecho que también es él el
artista encargado de inmortalizar a Don Benito Pérez Gal-dós.
Cuando Victorio Macho recibe pocos años después la
Fotografía del
busto del poeta
Tomás Morales
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Fotografía original del Busto del Poeta Tomás Morales
en el Parque de San Telmo. Ca. 1923
23,5 × 17 cm
Fotografía en blanco y negro
Donación de la familia Torón Macario
30 noticia de la muerte de Tomás Morales, expresa, en su au-tobiografía,
el desasosiego y el dolor que le causa la inespe-rada
noticia, y piensa en la noche gloriosa de la lectura de
Las Rosas de Hércules en el Ateneo.
La fotografía donada por Dña. María Isabel Torón nos
recuerda las décadas en que el busto del poeta estuvo ubi-cado
en el Parque San Telmo. Un entorno vegetal ciñe el
pie del pedestal y la hiedra ha crecido serpeteante hacia
arriba, envolviendo el plinto en una halagüeña y ondulan-te
línea modernista. El busto está en la actualidad situado
en la plaza homónima que el Ayuntamiento de Las Palmas
de Gran Canaria ha restaurado y ampliado recientemente,
detrás de El Obelisco, en el entorno espiritual que le con-viene,
entre el Instituto que porta su nombre y el campus
de Humanidades de la ULPGC.
EXTENSA Y EMBLEMÁTICA ES LA ICONOGRAFÍA FOTOGRÁFICA de la
polifacética artista grancanaria Josefina de la Torre Milla-res.
Nacida en 1907, Josefina de la Torre será a lo largo de
su dilatada vida, que sigue casi en su integridad al siglo XX,
actriz de teatro y de cine, realizadora y directora teatral,
poeta y novelista, soprano e instrumentista, y cómo no, fe-mme
à la mode por excelencia, imagen de la “Eva moderna”
española y canaria, primero durante los años de la Repúbli-ca,
después durante el Frente Popular y después, dominan-do
siempre el glamour que toleraba el Régimen, hasta los
años de la democracia que vio instaurada y firme.
Josefina de la Torre nace en el seno de la mejor y más
avanzada tradición cultural canaria, en una familia que le
construye un teatro en el patio de su casa, el famoso “Tea-tro
Mínimo”, (que Enrique Díez Canedo calificará de
“Máximo Teatro Mínimo”, donde se escenifica a Bernard
Shaw, a Singe y a Claudio de la Torre, su hermano). En es-te
teatro casero oirán por primera vez sus versos la gene-ración
modernista de Gran Canaria: Domingo Rivero, To-más
Morales y Saulo Torón. La actriz adolescente, de rostro
dulce, cabellera rubia y aspecto nórdico, empieza a posar
Retrato de Josefina
de la Torre