40 Salvador Rueda en Canarias
Las manifestaciones culturales y artísticas canarias a finales
del siglo XIX y principios del XX se ven cada vez más influen-ciadas
por los efectos del desarrollo del arte y la cultura eu-ropea.
Se debía esencialmente al avance de los medios de
comunicación y de los transportes. Por otro lado los estu-diantes
y artistas canarios tenían más posibilidades de am-pliar
su formación y los estudios en Madrid y por extensión
recibir información acerca de las últimas tendencias cultu-rales.
De esta manera se iba superando el histórico aisla-miento
del Archipiélago respecto al resto de Europa.
La Literatura fue una de las manifestaciones culturales
más fructíferas. Así, en las postrimerías del siglo XIX las le-tras
canarias se incorporan al romanticismo. La exaltación
localista y la poetización de la naturale-za
serían los rasgos más destacables. El
poeta insular descubre los valores sen-timentales
del paisaje y de las costum-bres
populares. Otra tendencia literaria
es el realismo que representa la oposición
en el campo de la narrativa al romanti-cismo.
No obstante la estética románti-ca,
aunque en una concepción más uni-versal,
continúa con el modernismo. En
esta línea se desarrolla la obra de mu-chos
poetas canarios que toman como
referente a Salvador Rueda (Benaveque
1857 - Málaga 1933) al que se ha consi-derado
antecesor del modernismo en
España. La lírica de esta corriente se ca-racterizó
por el culto a la palabra, la mu-sicalidad
y el colorido.
El presente trabajo tiene como obje-tivo
exponer la visita de Rueda y su im-
GERMÁN JIMÉNEZ MARTEL
Montiano Placeres Torón.
(Telde 1885-1938).
41
portancia literaria entre los poetas canarios a principios
del siglo XX. Se tomó como referencia inicial un artículo
publicado por Montiano Placeres con motivo del falleci-miento
de Salvador Rueda. Los acontecimientos comenta-dos
transcurren durante la visita del poeta andaluz a Gran
Canaria a finales de 1909. Montiano describe las vicisitu-des
previas a la excursión a Telde así como el comienzo
del gran homenaje celebrado en el Teatro Pérez Galdós.
Los datos y comentarios del poeta teldense se han amplia-do
con la información publicada en la prensa grancanaria
durante los diecinueve días de estancia del Poeta en la isla.
Fue tal el interés suscitado que Salvador Rueda se convirtió
en todo un acontecimiento social y cultural.
Hay que señalar que el motivo de su visita se debió a la
invitación ofrecida por el Centro Andaluz de La Habana
para ir a Cuba. Indudablemente el paso por el Archipié-lago
era obvio lo que motivó a la sociedad El Recreo prepa-rar
una velada en su honor.1 En esta travesía le acompa-ñaba
el periodista Juan Perlé.2 Salieron de Cádiz el día 20
de diciembre de 1909 en el vapor Villaverde3 dirigiéndo-se
a Las Palmas de Gran Canaria.4 Ello despertó gran ale-gría
en el mundo literario insular debido a la estrecha re-lación
que tenía con poetas y literatos canarios. Ante este
acontecimiento, y como primera muestra de entusiasmo,
el periódico El Día editó en su homenaje un número espe-cial
el día 27 de diciembre. Participan con hermosos tex-tos
y bellos poemas Tomás Morales, Rafael Romero [Alo-nso
Quesada], Manuel Macías Casanova, Andrés González
Blanco, Sintes Reyes, Montiano Placeres y Saulo Torón, en-tre
otros. Sería precisamente el poema de Saulo uno de los
más triunfalistas que, por otra parte, el poeta parece que
no consideró digno de incluir en su obra editada y que re-cogen
sus poemas.
A SALVADOR RUEDA. SALUTACIÓN
Salud, regio monarca del Verso Omnipotente,
bienvenido a este suelo pletórico de sol;
el más rico y fecundo de las islas de Oriente,
1 “La entusiasta sociedad del Puer-to
de La Luz, a cuyas felices iniciati-vas
debemos la visita del insigne Rue-da,
tiene ya ultimado el programa
de la velada en honor del poeta”.
ANÓNIMO: “En honor de Rueda”. El
Día. Las Palmas de Gran Canaria.
11-I-1910.
2 ANÓNIMO: “El Vapor Villaverde”.
Diario de Las Palmas. Las Palmas de
Gran Canaria. 28-XII-1909.
3 ANÓNIMO: “Salvador Rueda. Su
viaje a Las Palmas”. (El Día, 21-XII-
1909).
4 “Una entusiasta, una cariñosa
acogida espera el cantor andaluz en
las islas españolas. Apréstanse sus
amigos y admiradores a rendirle tri-buto
de afecto, a ensalzar con fies-tas
esplendorosas sus grandes mé-ritos,
ofreciéndole frescos laureles
de aquellos hermosos campos. Rue-da
irá a Cuba aunque la primera tie-rra
americana que pisará sea Puerto
Rico, finalizando su ruta en La Ha-bana”.
ANÓNIMO. “Salvador Rueda a
América”. (Diario de Las Palmas, 30-
I-1910).
42 que hoy palpita de gozo al sentir en su frente
la pisada del padre del lirismo español.
Los mares de estas costas se coronan de espumas;
el ambiente se nutre de aromas de azahar;
los montes se empavesan con girones de brumas;
las aves se engalanan con sus más ricas plumas;
todo aquí se reanima al sentirte llegar.
Ruiseñor del idioma que forjó la armonía;
lírico milagroso del cerebro de luz,
tu inspiración es madre de la excelsa Poesía;
tú del Arte a la cumbre más enhiesta y bravía
has subido, y en ella levantando la Cruz.
Desátese tu musa en vibrantes raudales,
cantando las bellezas de esta simpar región
en estrofas sublimes de versos inmortales
que, unidos a los versos del gran Tomás Morales,
formen el canto máximo de nuestra redención.
Y cual áurea trompeta que difunda en el viento
los valientes acordes de una marcha triunfal,
sea ese canto gigante de vigoroso acento,
repercuta en los ámbitos de la esfera mundial.
Salud, pues, gran monarca del Verso Omnipotente,
bienvenido a este suelo pletórico del sol;
el más rico y fecundo de las islas de Oriente,
que hoy palpita de gozo al sentir en su frente
la pisada del padre del lirismo español.
Estas palabras son muestra indudable del cariño y la
admiración que el poeta andaluz despertaba en el am-biente
literario grancanario. El día 29 de diciembre por la
noche llegó al Puerto de La Luz aunque lo esperaban dos
días antes.5 Fue saludado a bordo por el Presidente de la
Asociación de la Prensa Luis Millares Cubas, el Presidente
de la sociedad El Recreo Salvador Pérez Miranda, José Fran-chy
y Roca y multitud de personas, entre las que estaba To-más
Morales que hizo las presentaciones a Néstor Martín,
5 “El domingo por la tarde llegará
a esta ciudad, en el vapor Villaverde,
el ilustre poeta Salvador Rueda. La
juventud canaria se apresta a hacer-le
un cariñoso recibimiento. Algu-nas
sociedades enviarán represen-taciones
para saludar al poeta que
disfruta de fama nacional. La socie-dad
canaria sabrá corresponder al
afecto que el poeta demuestra por
esta tierra, a la cual seguramente
cantará en sus versos inspirados”.
“Sección de Noticias”. (Diario de Las
Palmas, 24-XII-1909).
43
José Castro, Eduardo Millares, José Champsaur, Rafael
Romero y Macías de Casanova, director de El Día. Después
se trasladó en coche al Hotel Continental acompañado de
Pérez Miranda y Tomás Morales. A continuación hasta diez
coches que conducían a los demás amigos de Rueda y muchos ad-miradores
que acompañaron al ilustre poeta. En la puerta del
hotel le esperaba el Alcalde Francisco Bethencourt Ar-mas,
el periodista Francisco González Díaz y el escritor
Juan Téllez y López, que desde hacía un mes estaba en Las
Palmas de Gran Canaria.6 No obstante, muchos admira-dores
fueron a saludarle departiendo así hasta más de las
doce. Luego, y en compañía de varios amigos, dio un cor-to
paseo por la ciudad.7 Indudablemente Tomás Morales
estaba entre ellos. No hay que olvidar que la amistad entre
el Poeta del mar y Rueda surge hacia 1908 cuando comien-za
a participar en las tertulias celebradas en las casas de
Francisco Villaespesa y Carmen de Burgos. Todos ellos se
convertirían en los primeros valedores de Tomás en diver-sos
círculos de la vida literaria de Madrid. Así se compren-de
el cariño entre ambos poetas. Rueda quiere a Tomás Mo-rales
con un afecto que se desborda en ardientes palabras llenas de
emoción; culto de un gran poeta a otro gran poeta en quien reco-noce
mucho de sí mismo, la huella ideal, la iniciación del rumbo.
Morales recita fragmentos de un libro que está preparando, versos
maravillosos, sublimes; y Rueda casi se vuelve loco de entusiasmo.
—¡Qué orgullo! —exclama— Eres enorme, vales más que yo.8
Estas palabras expresadas en un artículo de González Díaz
fueron tomadas durante ese recorrido nocturno. Expresan
con claridad el mutuo afecto entre ambos poetas.
Los actos organizados en honor a Salvador Rueda du-rante
los días de estancia en Gran Canaria serían varios.
Sin duda alguna el acto preparado por la sociedad El Recreo
fue el más importante.9 Pero también el Casino La Unión
de Telde, con su presidente Montiano Placeres, preparó
una visita a la ciudad. Yo era a la sazón Presidente del Casi-no
de esta Ciudad. Cuando Rueda llegó a Gran Canaria le salu-dé
por telégrafo, en nombre del Casino y en mi nombre, señalaría
en el amplio artículo publicado en la revista España Nueva
6 ANÓNIMO. “Salvador Rueda en
Las Palmas”. (El Día, 30-XII-1909).
7 ANÓNIMO. “Salvador Rueda”. (Dia-rio
de Las Palmas, 30-XII-1909).
8 GONZÁLEZ DÍAZ, Francisco. “Un
hombre bueno”. (Diario de Las Pal-mas,
31-XII-1909).
9 “Reina gran entusiasmo con
motivo de la velada literario musi-cal
que en honor del gran Salva-dor
Rueda, nuestro huésped, orga-niza
la entusiasta sociedad El Recreo
contando con muchos y valiosos ele-mentos.
En la fiesta tomarán parte
los señores González Díaz, Millares
y Romero, el poeta Tomás Morales
y el notable violinista canario José
Avellaneda. Salvador Rueda recitará
su última composición que acaba de
escribir aquí con el título de Saluta-ción”.
“Sección de Noticias”. (Diario
de Las Palmas, 5-I-1910).
44 en 1933 y que dedica a este acontecimiento. A los pocos
días fue Montiano a Las Palmas de Gran Canaria con Ra-fael
Romero a saludar al poeta andaluz. “El Casino, por in-dicación
mía, había acordado invitarle a un almuerzo en Telde.
Se lo dije. Aceptó encantado”. De esta manera todo lo relacio-nado
con la excursión quedaba a cargo de ambos. Inicial-mente
se celebraría el 6 de enero, día de Reyes. Pero ese
día Rafael envió una carta por la mañana anulando la visi-ta.
10 El día 7 Montiano recibió otra misiva confirmando el
día de la excursión:
Sr. don Montiano Placeres. — Telde. Querido amigo: Ya se-rá
en el poder de V. mi carta de ayer, en la que exponía las
razones que nos impidieron ir a Telde. El domingo será la ex-cursión.
Iremos… 14 o 15. Ya detallaré mañana, sábado, en
un telegrama que mandaré a usted y que usted me ha de con-testar
inmediatamente dando su conformidad. Saldremos de
Las Palmas probablemente a las ocho de la mañana para al-morzar
ahí, aceptando el generoso ofrecimiento de ustedes, y
regresaremos a la tarde. A su cuidado dejamos todo: usted es
poeta y artista y sabe que llevamos al ilustre maestro de la ju-ventud
española, que siente. Conque quedamos en eso. Yo te-legrafío
a usted mañana por la mañana y usted me contesta
inmediatamente. Hasta el domingo. Un abrazo de su affmo
amigo.11
El día señalado —9 de enero— a las 8 de la mañana sa-lieron
acompañando a Rueda Tomás Morales, Rafael Ro-mero,
Néstor, Rafael Mesa, Manuel Macías Casanova, Juan
Perlé, Arturo Sarmiento, Juan Sintes Reyes, José Castro
Martín, León Romero y los periodistas peninsulares Juan
Téllez López y Salvador Cánovas y Cervantes, del periódico
Las Noticias.12 Llegaron a Telde de diez a diez y media. Fue-ron
recibidos en la plaza de San Juan por el Alcalde Juan
Castro Álvarez, el Secretario Luis Becerra, Montiano Pla-ceres,
Cristóbal Bonilla, Juan Hernández, Felipe Arbelo, y
Sres. Navarro Torón, Merlo, Izquierdo, Placeres —Ricardo
y Abraham—, Pascual, García, Bravo y admiradores deseo-sos
de conocer al Poeta. En el Ayuntamiento son espléndi-damente
recibidos siendo obsequiados con pastas y licores.
10 “Amigo Montiano: Le escribo
desde la cama. Con motivo de ha-ber
sido Rueda invitado hoy a ca-sa
de un señor, nos es imposible ir
a Telde. Iremos el domingo. Yo te-legrafiaré
a V. el sábado diciéndole
la hora y el número de expediciona-rios.
Mañana escribiré también a V.
rogándole me comunique inmedia-tamente
el estado de la carretera.
No sabe V. lo que sentimos no po-der
ir hoy, después de haberlo acor-dado
así. ¡Paciencia! Un abrazo de
su amigo, Rafael Romero. Hasta el
domingo”.
PLACERES, Montiano. “Rueda en Ca-narias:
Recuerdos de su excursión
a Telde”. Revista España Nueva. 10-
VII-1933. Las Palmas de Gran Cana-ria,
pág. 2.
11 Ibídem anterior.
12 ANÓNIMO. “Rueda”. (Diario de
Las Palmas, 11-I-1910).
45
Después almorzaron en el Hotel Victoria donde en adorable
intimidad deslizóse una hora deliciosa. Al final hablaron Rafael
Mesa, Ricardo Placeres así como Tomás Morales que recitó
Britania Máxima y Salutación a Rueda [Por la visita de Salva-dor
a nuestras Tierras Atlánticas]. Rafael Romero leyó asi-mismo
dos romances de clásico estilo e inimitable gracia.13
También Montiano Placeres y su padre don Ricardo, im-provisó
un brindis en verso.14 Arturo Sarmiento decía en la
reseña que hizo de la excursión: Fue el final del banquete una
fiesta de los poetas. Fue el reino de la poesía, ¡la poesía que es algo
que está muy hondo, en el misterio del alma humana!.15
A continuación el Poeta y sus acompañantes se dirigie-ron
a la Iglesia de San Juan Bautista, elogiando y admiran-do
el retablo del altar mayor. Rueda quiso subir al campa-nario
para admirar el hermoso paisaje oriental de la vega
teldense, y en aquel momento el campanario hacía sonar
las campanas anunciando el medio día. Todos queríamos
también tocar a rebato para saludar a la Naturaleza desbordante
de hermosura, fue un momento sublime en el que comulgaron to-dos
los espíritus. La esplendidez del día sugestionaba a todos co-mo
la brillante conversación del poeta, sarta de brillantes de es-plendorosas
imágenes que cantaban himnos de gloria al paisaje.
Después dieron un paseo por la población, visitando la fin-ca
de Juan Rodríguez Quegles en el lugar conocido por El
Lomo. Allí un fotógrafo que estaba de paso realizó unas fo-tografías.
16 A las cuatro de la tarde emprendieron el viaje
de regreso a Las Palmas de Gran Canaria, encantado de
Telde el Poeta, cuyos panoramas espléndidos le causaron
una grata impresión.
La fiesta del día 14 en el Teatro Pérez Galdós era in-dudablemente
el gran acto en homenaje a Salvador Rue-da.
Montiano Placeres acudiría a la velada literaria y musi-cal,
que no estuvo exenta de una simpática anécdota que
le acontecería al propio poeta teldense. Tras llegar a la
ciudad capitalina, se dirigió inicialmente a la casa de Ra-fael
Romero en la calle Buenos Aires para retirar su invita-ción.
Al no encontrarlo se encaminó al Hotel Continental
en busca de Rueda. En el zaguán saludé al periodista Salvador
13 ANÓNIMO. “Obsequios a Rue-da.
Excursión a Telde”. (El Día, 10-
I-1910).
14 ANÓNIMO. “En obsequio a Rue-da.
Gira a Telde”. La Defensa. Las
Palmas de Gran Canaria. 10-I-1910.
15 Ibídem nota 11.
16 Ibídem nota 13.
46 Cánovas, que salía. Le pregunté por Rueda. En el “hall”, donde
me indicó el tocayo del Poeta, se encontraba éste con el señor Per-lé.
Le conté lo que me ocurría y me dijo “No tengo ni la invita-ción
mía, se la llevó hace poco un señor, después que puse en ella
a petición suya, mi firma… Me han traído muchas para que las
firme. Pero usted por falta de invitación, no se queda esta noche
sin ir al teatro.
Después de tomar un papel de cartas del Hotel, escri-bió
lo siguiente: Permítase la entrada en el teatro a mi gran
amigo y compañero don Montiano Placeres, dador de estas pala-bras.
Lo estimará, Salvador Rueda. 14-I-1910. Tras entregár-selo
en un sobre le indicó que dándole aquello a la perso-na
encargada de recoger las invitaciones le dejaría el paso
libre. Montiano pensó: Le mostraré este papel, y si me exige que
se lo deje, no entro… Ya me las arreglaré para asistir a la fiesta.
Después de hablar unos momentos, Rueda le invitó a
cenar. No pudo aceptar porque había quedado hacerlo
con Saulo Torón, que le esperaba en el puerto. Cené, pues,
con Saulo y luego nos trasladamos a Las Palmas. Cuando llega-mos
a los alrededores del teatro nos dijeron que la Sociedad orga-nizadora
de la fiesta había acordado, en vista de la gran deman-da
de invitaciones, que la velada fuera pública. Y, claro, compré
una entrada.17
Los participantes en esta fiesta desprendieron un des-bordante
cariño y afecto. El acto comenzó con un brillan-te
discurso de Francisco González Díaz. Al levantarse el te-lón
se presentó en la escena Salvador Rueda con el Alcalde
de la ciudad Felipe Massieu y Falcón quién le entregó una
corona de laurel en nombre de Las Palmas de Gran Cana-ria.
18 Participaron, además, en esta velada Luis Millares, Jo-sé
Franchy y Roca, Rafael Romero y Tomás Morales. El mo-mento
culminante de la noche llegó con la Salutación del
Poeta del Mar, poema que ha sido transcrito tal cual fue
publicado en la prensa. El teatro se caldeaba con la luz vivísi-ma
que irradiaba el arte, soberano de las almas, haciendo comul-gar
a todos los corazones en su divino altar. La voz resonante de
un gran poeta vibró la sala, y sus estrofas, llenas de armonía, ca-yeron
sobre las cabezas inclinadas, extáticas, de la concurrencia co-
17 Ibídem nota 15.
18 “Sección de Noticias”. (Diario
de Las Palmas, 13-I-1910).
47
mo música melodiosa, como sublime canto. Tomás Morales, el can-tor
del mar y la gloria, nuestro inmenso poeta, se hizo más grande
anoche recitando con arte soberano las soberbias estrofas de su sa-lutación.
A Rueda le fueron dedicadas y en tan grandiosa fiesta dí-joselas
él con todo el fuego de su entusiasmo. Son así:
Salutación
Noble señor del plecto de oro y el verso todo florecido,
viajero ilustre, que a una secta diste el aliento precursor;
a nuestras tierras encantadas de sol y mar sé bien venido;
grande es, señor, el entusiasmo; pero más grande fue el honor.
Honor que todos te debemos por merecidos de tu alteza…
Tú que supiste —¡oh, gran caudillo!, de nuestra raza antemural—,
con la honradez de tus doctrinas, soldar en una sola pieza
un vasto ensueño de poeta y una virtud sacramental.
Llegas aquí cuando la tierra florece toda en armonía:
los viejos árboles se adornan con su uniforme juvenil,
y en las recónditas urdimbres del arpa viva de la umbría
se inicia el eco rumoroso de los salterios del abril.
El viento tiembla amedrentado sobre los trojes campesinos,
el agua clara entre las cañas teje su fabla musical,
Salvador Rueda, entre Tomás Mora-les
y Néstor de la Torre, en la finca
El Lomo propiedad de Juan Rodrí-guez
Quegles en Telde. Fotografía
realizada el 9 de enero de 1910.
48 todo el sendero está de rosas, todo el boscaje está de trinos,
y ayer surgió la Primavera de la floresta de un rosal…
Gentil parece para el acto de tu visita agalanada,
el viejo Horacio la amaría para ajustarla a su rabel;
entre sus manos resplandece, bajo la luz de su mirada,
una simbólica guirnalda de hojas de roble y de laurel.
Monologando entre las frondas pasaba el alma del latino…
Y al sol cadente, en el alarde de su brocado vesperal,
se iban hundiendo los rebaños en las revueltas del camino
con la serena mansedumbre de una leyenda pastoral…
¡Qué gran cantar para tu lira! Ella que, ardiendo en altos bríos,
supo también de los dulzores el sacratísimo fervor,
pues fue forjada a la ternura de una cantata de amoríos,
que al redoblar de los martillos iba cantando el forjador…
¡Qué gran visión para tu musa!, que al vendimiar el nuevo rito
surtió sus odres caudalosos en el hispánico tonel.
¡Oh Musa tuya, Musa tuya! Siempre de cara al infinito,
cual la quimera que remata la aguda proa de un bajel…
Noble señor: de tu elocuencia muéstranos hoy el don superbo
y ante el unánime concurso, como un estrépito orquestal,
a sus fastuosas sinfonías desate al fin tu “Órgano Verbo”
la maravilla de sus flautas sobre el estruendo comercial.
Ante tu vista el gran Atlántico se extiende todo en campo abierto,
donde el sol rudo de estos climas vierte su roja irradiación.
El Sol tonante que vio un día nacer hierático el Desierto
del gigantesco epitalamio que hubo la Esfinge y el León…
En él te inspira; y cuando huidas sean las horas meridianas
y te cautive del cansancio la perezosa esclavitud,
duerme al efluvio que te brindan las claras noches africanas,
que ellas serán para el poeta como un venero de salud…
Y mientras velan las estrellas, bajo el amparo de su égida,
grave reposo halle tu cuerpo, que de la Luna el puro ardor
para inspirarte ensueños gratos vertió en su lámpara encendida
el óleo triple que engendraron la Paz, el Sueño y el Amor.
Esta es, señor, la voz de todos que por mi boca se ha expresado…
Ahora, el amigo te hace un ruego pleno de espíritu cordial.
Ven; en mi casa y en mi mesa lugar tenemos sosegado
donde gozar serenamente de la dulzura convivial…19
19 VV.AA. “En honor de Salvador
Rueda. La gran fiesta de anoche”.
(Diario de Las Palmas, 15-I-1910).
49
Al publicarla en libro, Tomás realizó algunas variacio-nes
del poema.
Aunque este evento fue el más importante hubo otros
que ocuparon el tiempo de Salvador Rueda. Así, el Gabine-te
Literario lo obsequió con una gira por San Mateo y un
banquete en el Hotel Victoria,20 aunque al final sería en el
Santa Catalina.21 También la creación de unas Escuela Gra-duadas
para niños y niñas. Esta idea surgió de un artículo
firmado por Juan Sintes Reyes que pregunta al Poeta lo que
le gustaría que se realizara en la ciudad de Las Palmas de
Gran Canaria. Rueda contestaría en la prensa lo siguiente:
Me gustan las cosas en grande que satisfaría del todo a mi cora-zón,
es que, unidos en un solo vehemente propósito, se reuniera la
ciudad en masa, toda, absolutamente toda la ciudad, para que
pusiéramos en un sitio público la primera piedra de unas Escue-las
graduadas de niñas y niños, al son de las músicas de la ciu-dad
que recorrieran las calles, y con asistencia del Sr. Alcalde, del
Sr. Obispo, del Sr. representante del Gobernador, con asistencia
del glorioso plante de hombres jóvenes que son el orgullo de esta
tierra, en presencia de la fertilísima mata de mujeres que Dios pu-so
en este pedazo de paraíso, y que ante la ola alborotada del pue-blo
honrado, que es gala de esta maravilla del Atlántico”.22 Este
proyecto fue acogido con entusiasmo por la sociedad Nue-vo
Fomento del barrio de los Arenales. Se ofreció reunir el
dinero para pagar el solar, ya adquirido para una obra de
educación y de cultura.23 El domingo día 16 por la tarde se
colocaría la primera piedra,24 después de visitar Arucas por
la mañana. El mismo día de su partida, el Real Club Náutico
le invitó a la presentación del primer número de la revista
Canarias Turista. Por la noche y antes de embarcar rumbo a
Cuba, quiso visitar la sociedad Nuevo Fomento25 y despedirse
de El Recreo. Sería Francisco González Díaz quien despidie-ra
a Salvador Rueda con frases muy sentidas y de gran elo-cuencia.
Tomás Morales, el colosal y admirable Tomás Morales,
no pudo recitar versos, como le suplicaron, por hallarse muy afec-tado
con la marcha del poeta. Nos hizo sentir muy hondo cuando
con febril sinceridad dijo: ¡Adiós, maestro! ¡Adiós padre mío! ” 26
También estaban en esta emotiva partida Juan Téllez, Nés-
20 ANÓNIMO. “En honor del poeta
Rueda”. (La Defensa, 11-I-1910).
21 ANÓNIMO. “En honor a Rueda.
El Gabinete Literario”. (La Defensa,
17-I-1910).
22 RUEDA, Salvador. “Poema en-tre
todos”. (Diario de Las Palmas, 8-
I-1910).
23 “Sección de Noticias”. (Diario
de Las Palmas, 12-I-1910).
24 “El terreno estaba engalanado
con banderas. A un lado habíase le-vantado
la tribuna destinada a las
autoridades. En ella vistió el Obis-po
de pontifical y en unión del Al-calde
de Las Palmas, del General
Sierra, del Comandante de Marina,
del Delegado del Gobierno, del ilus-tre
Rueda, que al presentarse ante
el público fue saludado con una sal-va
de aplausos, bendijo y fue colo-cada
la primera piedra del que ha
ser templo de enseñanza para la ni-ñez”.
ANÓNIMO. “La Escuela Rueda.
La Primera Piedra”. (La Defensa, 17-
I-1910).
25 ANÓNIMO. “En honor de Salva-dor
Rueda”. (Diario de Las Palmas,
17-I-1910).
26 Artículo firmado con la inicial
S [Arturo Sarmiento] titulado “En
El Recreo”. (El Día, 19-I-1910).
50
tor Martín, Salvador S. Pérez, Romero, Casanova, Sarmien-to
y Castro.27
A modo de conclusión, diré que la figura de Salvador
Rueda fue un acicate para el desarrollo de la poesía canaria
de aquel momento. Aunque imbuida en el modernismo,
movimiento al que se considera fundador de la literatura
contemporánea en Canarias, ya contaba con sobresalien-tes
personalidades como Tomás Morales, Alonso Quesada,
Saulo y Julián Torón. Usted es maestro y artista y sabe que lle-vamos
al ilustre maestro de la juventud española, se siente. Es-to
le escribiría Alonso Quesada a Montiano con motivo de
la excursión a Telde. Ello expresa con rotundidad y clari-dad
el interés en la figura del poeta andaluz. Por otro lado
y respecto al propio Placeres, intelectual preocupado por
la educación y la cultura, significó el broche al momento
de esplendor en materia cultural que vivió la sociedad La
Unión bajo su presidencia. Lamentablemente, en un am-biente
de incultura pertinaz y general, sus logros siempre
serían limitados, aunque ello no fue óbice para alzar la voz
y participar en la vida social teldense. Como recuerdo de
ese día y muestra de afecto, Salvador Rueda le plasmó dos
dedicatorias en sendos libros custodiados actualmente en
la Casa Museo León y Castillo de Telde.
27 ANÓNIMO. “La despedida de
Rueda”. (Diario de Las Palmas, 18-
I-1910).