A Cí’lV-DADES
Televisión española, en 1~ pcnínsuln, en PI espxcin ge-neral
dedicado a Figwas e% SZI IMW~O, destina el corres-pondiente
al 18 de marzo de este año a Manolo Millares
y lo titula iWlnl*es. Según nuestras noticias In visión y la
audición fueron perfectas. No ocurrió lo mismo, unos dias
m8s tarde, cuando este programa se repitió aquí, en las
islas. Por ello, ya que hemos podido conseguir el texto
que ilustraba dicho reportaje, lo damos R continuación, en
la seguridad de que interesa a muchas personas yue no
pudieron oírlo.
<<Buenas tardes. Me Ilamo h’l~nolo hfillnres y n:lcí en
Las Palmas de Gran Canaria en el año 1926 en una heI=
mosa playa que se llama Las Canteras. Soy el primer pin-tor
salido de una familia de escritores y poetas, si no to-mamos
en cuenta a un viejo pariente que se llamó Juan
Carlo. Empece a hacer mis primeros dibujos en Lanzaro-te,
isla donde mi padre, Juan Millares Carlo, ejercía en
el Instituto de Enseñanza Media como profesor de Filoso-fía
y Letras.
AUn ahora recuerdo cuando, 8 los once años, salía por
las calles de Arrecife para copiar los lugares que me in-teresaban,
produciendo con ello la aprobación de los enten-didos
isleños a quienes les parecía asombroso que un niño
hiciera semejantes maravillas.
Isla negra, misteriosa isla la de Lanzarote, por la que
corria ya otro pintor amigo: Cfksar Manrique.
Como estudiante fui nulo. Mis maestros no sacaron
mucho partido de mí, lo que explica el que me enviaran,
como único remedio y bastante a menudo, a trazar monos
al encerado o a dibujar a la calle las fachadas de los co-legios
que luego decorarían sus paredes.
Nunca fueron separadas mis aficiones arqueológicas y
pUsticas. Pinté los paisajes y figuras de Canarias y copié
351
las vasijas y las geometrías neolíticas que se hdlabnn ex-puestas
en el Museo Canario de Las Palmas. Leía la his-toria
de las islas Canarias, cuyo autor fue un bisabuelo
mio, y me impresionaba ante las aguafuertes de Goya. Más
tarde, los símbolos que pintaran los aborigenes habrian de
servirme para una serie clave en mi pintura; las Pictogra-fías
Canarias, en cuyos espacios mdgicos se notaban no
pocas influencias mironianas.
El aflo 1953 registro tres momentos importantes cle mi
vida. Mi participación en el Congreso Internacional de Ar-te
Abstracto, en Santander; la invitación. para exponer en
el X Salõn de los Once que dirigía Eugenio D’Ors, y mi
casamiento con Elvireta Escobio, compañera hasta hoy
En 1954 renové mis visitas al Museo Canario. Allí, en
una sala malamente iluminada, me sacudió una presencia
que nunca olvide: la de las momias guanches. La belleza
de un ocre que sirviera para eternizar la muerte. La Muer-te:
burda trama de arpillera, vibración humana de un le-jano
pasado que se pierde entre los blancos y negros de
ia sa¡ y la lava. En el museo, la paz de los muertos, y
en la isla, la muerte recóndita de vivir en sosiego.
Me fui a vivir a Madrid el afro 1955, llevtlndome aque-llos
recuerdos que condicionarían -junto 51 la dmnu’ltica
austeridad castellana- toda mi obra posterior, los cuadros
de la arpillera, el recosido, el desgarramiento’de la mate-na,
el testimonio, en tin, de una realidad humana.
Por ese tiempo, ha& ahora diez años, el movimiento
plástico en la capital de EspaHa andaba disperso, pero
no escaso de aut&ticos valores jóvenes. Y fue, precisa-mente,
de esa necesiclad de unir: de coordinar actividades,
ideas y exposiciones, que nació el grupo El Paso, de in-dudable
importancia para el desarrollo de un auténtico arte
espar? Y universal y que aglutinó a una serie de pintnres,
escultores y arquitectos hoy de sobra conocidos en todo el
mundo. Como miembro que fui de El Paso, recuerdo muy
en particular mi primer encuentro, en nuestra exposición
de Barcelona, con el admirado Joan Miro uno de Los gran-des
maestros del arte contempordneo. En 1958, entré a
formar parte del equipo de pintores de una galería de Pa-rís
y, un año más tarde, quede incluido en la Pierre Ma-
352
tisse Gallery de New York exponiendo en estas dos ciuda-des
y en otras tantas de Inglaterra, Italia, Estados Unidos,
Japbn, Belgica, Brasil, Portugal, Suecia, Argentina, en fin..,
Y ahora, una vez terminada mi breve biografía, acom-páí’ienme,
por favor, a 1967.
* * :i;
Este es mi estudio. Aquí he trabajado y hasta respi-rado
mis obras de todos estos íiltimos años. Ahnra estR
vacío, ya que todos los cuadros figuran en mi actual ex-posición
de Madrid. Les mostraré, sin embargo, algunas
cosas pequeñas, a modo de ejemplo.
Estas pinturas sobre papel las llamo Ho~~zz~~tilos y
Ho~nbres Caidos y están ejecutadas con una gran libertad
de expresiõn.
(Lns inz&geewes $rese?ztalz en este naonze?zto n Eva,
Iczúnicn hzja ded pintor, que entra.)
Esta es mi hija, la pequeña Eva, Aunque lo parezca
por su cara, no es precisamente un angelito.
---(Que quieres, Eva?
-Vengo a buscar mi sillita.
-Allí ¡a tienes.
Pasamos ahora a mi exposición.
(La cánzara nzues& ahora Za Galería.)
Bueno. Estamos ahora ante mis objetos y cuadros que
expongo actualmente en la Galería Juana Mordó, de Ma-drid.
No es mi propósito dar una explicación sobre ellos,
ya que estimo que existen personas más autorizadas que
yo para hacerlo. Rafael Santos Torroella dice...
(~~~CZas~es Ges el texto q248 Smtos Iòwoeldn 72a escw
to para el cntcíZog0 de Za exposicifhz, mientras Za
pmztalln nos oj?ece un recorrido por Zas obras. Las
2.Utinzns secuencias Izurran wza corta esce~2n~amiZinr
e‘n In que inteuviewn Manolo, .W hija y sit esposa
EZvi?,eta Escobio, charlando. El fin ZZega cmndo el
pintor enseRa Za cm-peta de se?Ygrafáas cMutilados
$e Pasn COI< el poema de Rafael Alberti.)
El Diario de Las Palmas, 27 de diciembre 1966, en un
extenso artículo, anuncia la exposición que había de cele-brarse
en el &luseo Municipal de Santa Cruz de Tenerife,
353
organizada por la Universidnd dr La Lttgllnfi, y cn 12 ~IIP
intervinieron, junto con Manolo Millares el escultor Chiri-no
y el arquitecto Alba. Tuvo lugar en enero 1967.
§
En el número 168 de la revista Poesia Es%mGoZa, Ma-drid,
diciembre 1966, Leopoldo de Luis publicã un pierna
que titula Ante los cuad?,os de Manolo iWla?zs.
§
El mes de febrero último Carnegie Institute Museum
of Art, Pittsburgh, exhibe las obras, procedentes de la co-lección
G. David Thonpson, de Manuel Millares, que han
sido adquiridas por el MuSeo de Arte Contemporáneo,
ALCOA.
La Hoja deE Lunes, 9 de enero, p. 5, inserta el traba-jo
«El profesor Antonio Arbelo, en el Museo Canarioo es-crito
por Juan Bosch Millares. El mismo semanario publica
en su número del 20 de marzo otro artículo del mismo
autnr con el tituln ((T-1 prnfrsnr Tdnip y SII 7?mm’ZZete C?O
$oedasà.
La IV Xeunidn de Za Sociedad EspaBoZa de Psiquia-trfa
y el $foI+aenaje a k! wzeunoria de Rafan ~‘.%nnrrhnn
es otro trabajo aparecido en la prensa de esta provincia
firmado por Juan ‘Bosch Millares (El Ecu de Canarias, 7
de marzo).
Una celebración anual del día de la poesía viene rea-lizando
el Casino de la Luz, de Agaete, el 26 de marzo.
En la presente ocasidn participaron los poetas Manuel
Gonzãlez Barrera, Fernando Ramírez, Sos-6 Caballero y
Agustín Millares. Por cumplirse el día veintiocho anjver-sario
de la muerte de Miguel HernAndez, Millares consa-gró
el acto a su memoria y fueron leídos por su hijo,
Agustrn Millayes Cantero, dos poemas clel extraordinario
poeta de Orihuela.
Diario cle Las Palmns con fecha 30 de marzo publica
un trabajo en Cartel de Zas ktras y Zas artes de Alfonso
O’Shanahan, titulado <Luis Cernuda y Agustín Millares:
una idea y un verso>, donde el joven poeta expresa y
comenta ideas estéticas sobre la poesía.
Ep febrero pasado nació la colección Noy por Zzoy,
ediciones del poeta Manuel González Barrera y el escritor
Emilio Díaz Miranda, con su primer volumen Poesia Uná-
~zinze. Se trata de una antología de la obra de Agustín
Millares Sal1 con prólogo de Isidro Miranda.
§
El 23 de febrero se dio un recital poktico en el Círculo
de Amistad 12 de Enero, de Santa Cruz de Tenerife, para
presentar el libro resefiado en el párrafo anterior. Hizo la
presentacidn el profesor de la Universidad de la Laguna
don Jose Luis Escohotado. Agustin Millares recitó sus
poemas. En el comentario aparecido en el periddico cie
Tenerife EL Din, del 25 de febrero, p.3, se puede leer,
entre otras cosas: epoesía testimonial, comprometida, crí-tica,
con magníficos hallazgos formales de ritmo y expre-sión,
que causaron un fuerte impacto en el auditorion.
§
En el pa1aniuPu dc la Uuivtxsidacl de La Laguna, el
25 de febrero, tuvo lugar otra sesión poetica en la que
intervinieron además de Agustín Millares, Antonio García
Yskbal, Lázaro Santana y Manuel González Barrera. Con
motivo de este acontecimiento La Tarde, 9 de marzo, p.10,
da un articulo, del escritor tinerfeño Luis Alemany, de-dominado
«Poesía social, poesía popular y comunicación
(notas a un significativo recital)». El citado escrito es de
marcado interks.
§
Otro artículo, tratando el mismo asunto, publicado en
esta isla (La Provincia, 4 marzo, p.9), es el del poeta de
335
Smta CIU, Emilio Sdnchcz Ortiz, bt?jo el cpigrafc ~~~~~~
poetas de Las Pdmas en la Universidad de Ia Laguna.
El 15 de diciembre de 1966 se acabo de imprimir en
los talleres de Pedro Lezcano la antología P0e.k canaria
~iltima, ediciones El Museo Canario, al cuidado de Manuel
HernBndez Suárez y L&zaro Santana. EI libro comienza
con un excelente prólogo de Ventura Doreste. LOS poetas
que intervienen son Fernando Ramírez, Jos6 Caballero
Millares, Manuel GonzBlez Barrera, Baltasar Espinosa,
Antonio García Ys~bal, Juan Jiménez, Lbzaro Santana,
Eugenio Padorno, Jos& Luis Pernas, Jorge Rodríguez Pa-clrdn,
Alberto Pizarro y Alfonso O’Shnnahan.
s
Leopoldo de Luis habla ep el artículo (Uin?‘io de Las
Palmas) 23 de febrero, p. 24) titulado Doce poetas de la
antología mencionada mks arriba.
13
5t
I
Iwsulu (Madrid), en su número 241, p. 10, muestra un
trabajo extenso de José Domingo, ilustrado con una foto-grafía
de Saulo Torón, sobre el umovimiento literario en
las islas Canariasn, referido a las letras en Gran Canaria
concretamente, donde son citados los nombres, entre otros,
¿fe Josefinn y Claudio de la Torre, Juan Millares Carlo,
Agustín y Jose María Millares Sall, Pino Betancor y Juan
Marrero Bosch.
f
En el concurso de pintura y dibujo infantil organizado
por la Modern Art Gallery, hajo el patrocinio cle lr7 MTE,
ha obtenido José Martínez Marrero el segundo premio de
dibujo ex-acquo con Cristy SConchez Mayor. Jose Martínez
lienc í’ aíius clt: edücl y t?b rlielo de Ana Bosch Millares.
CwreG de DiaYiO ãe Las PaZrfaaS, 4 febrero, p. 10, da
una composición poética de Agustín Millares Sall, titulada
Cowviwvrcia. En la misma página Pedro Lezcano cnntestn
cu, atro preguntas de la encuesta, sobre «Poesía Canaria
Ultima», transcritas por Manuel Gonzhlez Sosa.
356
§
La «Cancidn de la calle» poema de Agustín Millares
Sal1 lo publica la p&gina especial, de <cEl Eco de Canarias»,
número 20, de fecha 22 de enero último. En idéntico es-pacio
(sección La nwin de @@el) se anuncia la entrada
en prensa de la obra de teatro premiada de Juan Marrero
Bosch <Germán o skbado de fiesta, que llevar-8 un pr6logo
de Claudio de la Torre.
§
S&ptimo dia, la p8gina que cuida en el citado diario
Fernando Ramírez, en SU aparición del 15 de enero, pu-blica
un cuento corto de Pedro Schlueter Caballero, de
matiz social, titulado Un plato be came.
Carlos Murciano ha publicado en La Vaugzdnydia Es-pnfiola,
un artículo (<Una interesante antología: POESIA
CANARIA ULTI~~~AP) en el y~w refiliMclose n JCJS~ Cnbüllero
Millares dice que este partiendo de la apoyatura en una
frase, que se repite a lo largo de sus poemas, consigue
un clima singular, señalando esta característica en todos
los poemas que de dicho poeta figuran en la mencionada
untolo@.
Lhhio de Las Pahas, en los números correspondien-tes
al 10 y 11 de marzo, pp. 16 y 13 respectivamente, da
a la luz un trabajo de Jose Bosch Millares que versa so-bre
EL problenza riel ngzla potable en Las Pahzes. Esta
denominación por sí misma expresa el interes del conte.
lliclu dt: los dos artículos de que hnblnmos. Los capítulos
que constituyen el conjunto del estudio son <Considera-ciones
generales>, <(El consumo del agua potable* «Balance
hidr&ulico» (primera publicación día lo), (~Remedios~,
«Costo del agua» y CIiepercusidn del agua potable en el
dcsnrrollo cconómitio de In provincia>> (segunda publica-cidn,
día ll).
El 27 de enero tuvo lugar en el Gabinete Literario
una sesii>n cle los didlogos de convivemt’a en la que Car-
357
los Bosch Millares pronunció la conferencia que, bajo el
título de Rmkmo publicamos en este número de MILLARES.
Amplias reseñas se encuentran en los cliarios locales El
Eco de Canarias y Diario de Lns Palmas del día 28 del
indicado mes, pp. 22 y 8 respectivamente.
s
Lnbou, soneto de José Caballero Millares, junto con
uns% sucinta biof;rnfía, se publica el 8 de PIIP~O en ECO de
Cartnrins, en Ia pagina (II) especial literaria del domingo.
De Isidro Mirand.a se pueden encontrar los siguientes
artículos en los periódicos que se nombran tambien a
continuación:
Banca y Ll’leratwu, El Eco de Canarias, 4 noviembre
1966, p.12; Ojeada n wz liBro de FemaMo Ra&yea, Dia-rio
de las Palmas, 16 de febrero, p. 22; E.¿ j~6eg0 de Za
podtlca (parte de un prólogo), Diario de Las Palmas, 2
marzo, p. 2-I.; Cuatro respuestas a la encuesta en torno a
Poesz’a Cana??a Úk%za, Diario de Las Palmas, 28 de
enero, p. 12 y El hizo no iiene fil<, Diario de Las Palmas,
p, 22.
El 4 de febrero pasado en el Instituto Femenino de
Enseíianza media se realizo uno de los actos de la campa-ña
mundial contra el hambre en forma de conferencia-co-loquio.
Intervinieron en el mismo los estucliantse César
Molyurclm y Agllstín Millitl cs Cantero, este lcycnclo LU
trabajo del doctor Arturo Gavilanes y el otro unas cuarti-llas
escritas por él que dieron comienzo a la sesibn. Luego
tomó la palabra Carlos Suarez Cabrera y, por último, Isidro
Miranda Millares, que, a continuación, mantuvo el coloquio.