...
Especies introducidas: Una amenaza para la flora_ autóctona.
Flora
Efraín Hemández.
(Servicio de Educación
y Concienciación Ambiental)
Cristóbal Rodríguez.
(Inspección de Disciplina Ambiental)
José García Casanova.
(Servicio de Planificación Ambiel).tal)
La flora canaria está compuesta
por casi 2000 especies de
plantas vasculares espontáneas
o subespontáneas, es decir no
cultivadas. De ellas, aproximadamente
1200 son autóctonas
(no introducidas), de las cuales
515 son exclusivas de nuestro
archipiélago. Por otra parte,
un número bastante elevado
de especies, alrededor de
400, han sido introducidas de
forma voluntaria o involunta-
-ria por el hombre, y en la actualidad
se encuentran asilvestradas
en mayor o menor grado.
Entre ·éstas últimas hay un
cierto número que pueden
considerarse de alto riesgo para
la naturaleza canaria, debido
a que compiten con las
plantas nativas y terminan des- ·
plazándolas. Se comportan como,
elementos altamente agresivos
y son capaces de proliferar
rápidamente en un corto
intervalo de tiempo gracias a
que disponen de sistemas de
reproducción y dispersión
muy eficaces, por lo que pueden
invadir y alterar los ecosistemas
insulares de forma irreversible.
Estas especies, una
vez asilvestradas, pueden cubrir
por completo ámplias zonas
(caso de las tuneras, la oreja
de gato, etc.), impidiendo el
desarrollo de las plantas nati- ·
vas y, en casos extremos, su re-
6
producción. Asimismo, estas
especies pueden transformar
las comunidades biológicas del
área afectada, alterando el balance
hídrico y la producción
de biomasa.
Otro de los posibles efectos
negativos sobre el medio es ·
que algunas ·(por ejemplo los
eucaliptos) liberan en el suelo
sustancias químicas que impiden
o dificultan el desarrollo
de otras plantas.
Como puede apreciarse, los
peligros potenciales que encierran
estas especies son · demasiado
importantes como para
no prestarles atención.
Medidas para erradicar.
las especies foráneas
Las actuaciones emprendidas
por las Administraciones Pú-
El Lirio de Flor Roja (Chasmanthe aelhiopica) es frecuente en algunas zonas forestales de Anaga (Tenerife). (4)
La planta crasa (Crassula multicava) puede aparecer tanto en zonas de laurisilva corno en cotas inferiores. (5).
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2016
blicas para la erradicación de
tales especies han sido, hasta la
fecha, escasas y bastante localizadas,
quizás por haberse
subestimado la magnitud del
problema. Pctr el momento el
!CONA sólo ha asumido formalmente
la . erradicación de
pinos, eucaliptos y la ya mencionada
oreja de gato (Tradescantia
fluminensis) en el
Parque Nacional del Garajonay.
Igualmente, en otros
Parques Nacionales del Archipiélago
se han realizado actuaciones
cuyo objetivo ha sido
controlar o eliminar especies
como el llamado bobo o venenero
(Nicotiana glauca) en Timanfaya
(Lanzarote), o el hediondo
o espumilla (Ageratina
adenophora) en la Caldera de ·
Taburiente (La Palma). Por otra
parte, nuestra Viceconsejería
ha ·puesto en marcha un
plan de sustitución del pino
insigne en los montes tinerfe-ños,
irriciándose dicha experiencia
en 1988 y continuándose
a mayor escala a partir de
1993. Igualmente, a principios
de la década de los noventa,
gracias al empeño de los ·
Agentes de Medio Ambiente
de La Orotava, se logró eliminar
un árbol exótico del género
denominado Pittosporum
(Pittosporum undulatum) que
empezaba a expandirse por las
inmediaciones de la piscifactoría
de Aguamansa.
Sin embargo, muchas otras especies,
potencialmente peligrosas,
se están extendiendo
sin que se adopten medidas al
respecto. Por ello, la actual
iniciativa de la Consejería de
llevar a cabo un Plan de Erradicación
de Plantas Exóticas
del Parque Rural de Anaga, iniciada
el pasado mes de di- .
ciembre por parte de la Viceconsejería,
constituye un paso
Crassula lycopoides crea céspedes más o menos compactos. (7,8)
7
esperanzador. Sería deseable
que este tipo de actuaciones se
hicieran extensivas a muchas
otros lugares del Archipiélago,
ya que la manera más efectiva
de atajar los problemas que
venimos planteando consiste
en controlar las poblaciones
incipientes. Desgraciadamente,
son numerosas las especies
que se han instalado en Canarias,
como por ejemplo las populares
tuneras ( Opuntia spp.)
o las ..... piteras (Agave americana),
las dos procedentes de
centroamerica que fueron traídas
· hace pocos siglos y que
iliora son prácticamente imposibles
de erradicar. No obstante,
aún estamos a tiempo
de impedir que esta situación
se repita con otros elementos,
potenciálmente más agresivos,
que conviene eliniinar lo antes
posible de los Montes de U tilidad
Pública y otros Espacios
Naturales Protegidos.
~unque el problema afecta
a todas las islas, en esta oportunidad
pasamos a cpmentar,
a modo de ejemplo,
el_ caso de algunas especies
exóticas que están asilvestradas
en amplias zonas
de Tenerife. Una de ellas
es el geranio (Pelargonium
zonale ), presente en
numerosos barrancos y acantilados
del norte de la
isla (Los Silos, Buenavista,
Icod, etc.); el lirio de flor
roja ( Chasmanthe aethiopica
), frecuente en zonas
forestales de Anaga (Cruz
del Carmen, Chamorga,
inmediaciones de la Casa
Forestál de Taganana, etc.)
y la planta crasa Crassula
multicava, qué puede aparecer
tanto en zonas de
laurisilva como a cotas inferiores.
En el caso del lirio,
la reproducción tiene lugar
a través de semillas, estolones
y bulbos, mientras que
en las dos restantes es más
espectacular si cabe, ya que
basta una s.imple hoja que
caiga al suelo para originar
otra planta.
Como se comprenderá, para
las labores de erradica-ción
es muy conveniente ser
cuidadosos y sumamente perseverantes,
procurando esmerarse
en la labor. Las plantas
extraídas deben introducirse
en bolsas herméticas que posteriormente
han de retirarse
del medio natural y, a ser posible,
quemarse. Además, si la
zona invadida no es muy extensa
es aconsejable cubrirla
con una capa de tierra de 20
cm. de espesor que impida el
. desarrollo de posibles brotes.
En cualquier caso, es necesario
repetir la operación cada cierto
tiempo, a fin de eliminar las
plantas que puedan volver a
salir.
Otros elementos exóticos cuya
erradicación es deseable incluyen
a todas las especies de acacias,
eucaliptos y tojos (espino
de flor amarilla}, que se reproducen
muy bien a partir de semillas,
especialmente después
de los incendios. También la
pitera o agave (Agave americana),
la sávila (Aloe vera), la
madreselva (Lonicera japónica),
la ya citada oreja de gato
(Tradescantia fluminensis) o el
pasto de elefante (Pennisetum
setaceum ), son plantas susceptibles
de ser erradicadas o ~al
menos- controladas en algunas_
zonas. donde no resultan
todavía especialmente abundantes.
A modo de conclusión, conviene
recordar que, para evitar
cometer equivocaciones de las
que tengamos que lamentarnos
en el futuro, es preciso evitar.
la introducción en el medio
natural de las especies ajenas
a cada isla o comarca, y
proceder a eliminar la flora exótica
instalada en los espacios
naturales bajo el necesario asesoramiento
técnico. Todo ello
nos va a ahorrar dinero y esfuerzos,
ya que --en la mayoría
de los casos-cuando se asientan
las especies exóticas en
el medio natural, no es posible "
erradicarlas o controlarlas con
la intervención de medios me- •
canizados o usando herbicidas,
sino a · mano, eliminando
planta a planta de forma lenta
y artesanal.
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2016