Los campos de golf
en Canarias, a debate
La ampliación de la oferta debería someterse a la
elaboración de un Plan Sectorial de Ordenación
El golf es una actividad
que ha experimentado un
gran auge en los últimos
tiempos: según la Federación
Canaria de Golf,
anualmente surgen 600.000
nuevos practicantes europeos
1. Sin embargo, las
condiciones climáticas de
sus países de origen limitan
la posibilidad de practicar
este deporte gran parte
del año.
Como consecuencia, se
ha detectado una demanda
de nuevos campos de golf,
volcada especialmente hacia
destinos turísticos que,
de materializarse, permitiría
cubrir parte de las necesidades
de esos golfistas
que en la actualidad se ven
obligados a realizar una
«parada estacional».
El Gobierno de Canarias
no ha pe~anecido ajeno a
Aspecto general del campo de golf de Bandama, en Gran
Canaria.
estas tendencias. A través
de su Consejería de Turismo
y Transportes ha protagonizado
diversas actuaciones,
campañas publicitarias
incluidas, en las que se
ha puesto de manifiesto su
voluntad de potenciar este
segmento turístico. Además,
está en marcha una
iniciativa para alumbrar la
Ley de Campos de Golf de
Canarias, instrumento normativo
que agilizará sobremanera
la implantación de
nuevas instalaciones golfísticas
en nuestra Comunidad
Autónoma.
Turismo de golf
y turismo de «sol
y playa»
Aun a sabiendas de que
resulta ampliamente conocido,
no nos resistimos a
poner nuevamente de manifiesto
que el turismo en
Canarias gira, casi monopolísticamente,
en tomo a
la denominada «oferta de
sol y playa», de la que acostumbramos
a oír que no
goza de la necesaria calidad.
De este modo, si tomamos
como indicador sintético
de la calidad turística
el gasto medio diario
«per cápita» tenemos que,
según datos del Cabildo
Insular de Tenerife, un turista
del golf gasta unas
31.000 pesetas al día, cua-
17 -
José Manuel Febles García*
Pedro Luis Rodríguez Re~l**
*Biólogo. GESPLAN.
**Economista. GESPLAN.
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© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2016
Disciplina Ambiental
tro veces más que un visitante
convencional de «sol
y playa» 2
• Este dato, que no
es el único que define la
calidad turística, aunque sí
es de los más importantes,
permitiría hablar del golf
como una oferta turística de
calidad frente al turismo
convencional al que nos
hemos referido.
Planificar y
evaluar la
actividad
Por lo tanto, si realmente
se abren nuevas oportunidades
de di versificación
de la actividad turística en
Canarias, éstas deberían ser
convenientemente aprovechadas.
Y cuando utilizamos
el término convenientemente
no es por casualidad.
Según se desprende de
un rápido recorrido por las
últimas tres décadas de turismo
en Canarias, la tónica
dominante ha sido su escasa
planificación. De hecho, es
habitual escuchar que no se
ha apostado por una estructura
acorde con la capacidad
de carga3 de nuestros territorios
insulares, sobre todo,
debido a que siempre hemos
caído en la tentación de favorecer
una fuerte actividad
creadora de oferta turística -
fundamentalmente inmobiliaria-,
cuando se producía
cualquier presión más o
menos coyuntural de la demanda.
Así, si hemos aprendido
la lección(¿?), debe tenerse
en cuenta que es imprescindible
la planificación
global de esta actividad
previamente a la ampliación
de la actual oferta de
campos de golf en Canarias
que, no debe olvidarse, está
dotada de una gran capacidad
de transformación del
territorio. Esta planificación
podría realizarse, por
ejemplo, a través de un Plan
Sectorial de Ordenación de
los Campos de Golf para
Canarias, que debería ir seguida
de una adecuada evaluación
ambiental con el
objetivo de determinar qué
número de campos de golf
somos capaces de soportar
en Canarias y en qué condiciones.
Evidentemente, este esquema
de planificación y
evaluación estratégica, previo
a cualquier ampliación
de la actual oferta de campos
de golf, ha de estar presidido
fundamentalmente
por criterios de sustentabilidad
de la actividad, y por un
enfoque solidario que permita
la generadón de beneficios,
privados y sociales, a
corto y a largo plazo.
Plan Sectorial de
Ordenación
Consideramos oportuno
que el citado Plan entre en
consideraciones tales
como: qué modificaciones
se producirían en el balance
contable de los recursos
naturales en Canarias con el
establecimiento de un mayor
número de campos de
golf; qué clases de suelo, de
las previstas en la Ley del
Suelo, deben destinarse
pri_oritariamente para acogerlos;
qué cantidades y
calidades de agua podemos
destinar a esta actividad sin
perjudicar otras cuya conservación
interesa como
atractivo turístico; qué número
de puestos de trabajo
-
CUADRO 1
Campos de golf: consumo medio
de los recusos suelo y agua4
Tamaño Superficie de suelo Volumen medio
(n2 de hoyos) consumida (has.) de agua consumida
9 hoyos 30
18 hoyos 50-60
36 hoyos 120-140
y de qué tipo se crearán; la
ubicación de los campos de
golf debería propiciar una
mejor distribución de las
rentas turísticas entre un
mayor número de municipios
, favoreciendo su localización
en municipios no
turísticos; qué volumen de
camas turísticas complementarias
a los campos de
golf pueden introducirse
sin que ello iQ.cida en la
generación de un exceso de
oferta alojativa crónica ...
El suelo y el agua
Muchos son los impactos
ambientales derivados
de la ejecución y funcionamiento
de un campo de golf
si bien los más significativos
son el consumo de considerables
cantidades de
suelo y agua, dos recursos
muy escasos en Canarias.
Empecemos por estimar
el consumo que hacen estas
instalaciones de dichos
recursos, advirtiendo que
no se incluye en estas cifras
el derivado de las urbanizaciones
que acostumbran
a desarrollarse junto a los
campos de golf. (Cuadro 1).
A partir de estos datos y,
a modo de ejemplo, es posible
aportar unos órdenes
(m3/día)
750-1.200
1.250-2 .400
3.000-5 .600
de magnitud del consumo
de suelo y agua de los campos
de golf operativos (en
cursiva) y los previstos a
corto plazo, solamente en la
isla de Tenerife. (Cuadro 2).
Para poder interpretar
adecuadamente las cifras
del Cuadro 2, se aportan las
siguientes equivalencias:
- Si tenemos en cuenta
que un campo de fútbol
ocupa una superficie aproximada
de una hectárea, los
campos de golf ejecutados
y los previstos en Tenerife,
consumirían el suelo necesario
para unos 4 7 5 campos
de fútbol.
- Por lo que respecta al
agua, si aceptamos que el
habitante de una ciudad en
una isla como las nuestras
consume diariamente una
media de 250 litros de
agua6 , los campos de golf
ejecutados y previstos en
Tenerife demandarían, si
sólo se regasen con agua
potable, el mismo consumo
diario que demanda una
población de unos 63.000
habitantes.
Impactos más
significativos
Si bien el suelo requerido
para la implantación de
18 - ·
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2016
Disciplina Ambiental
. '
los campos de golf en Te-nerife
consumiría una superficie
casi desestimable
en comparación con la ex -
tensión total de la Isla, esta
afirmación se relativiza si
se tiene en cuenta que los
suelos más apreciados para
este tipo de instalaciones
suelen ser aquéllos que
ofrecen unas excelentes
condiciones orográficas y
se sitúan a cotas bajas, prttcisamente
los suelo más
útiles y de mayor valor para
los usos agrícolas, pero
también, para los turísticoresidenciales.
En esta pugna
de usos, es el suelo agrícola
el que ha perdido habitualmente
sus superficies
tradicionales.
La utilización exclusiva·
de aguas depuradas para
regar campos de golf constituye
una alternativa Clue
compensaría el impacto
derivado del consumo de
aguas de calidad. Sin embargo,
nos inclinamos a
pensar que, si bien a corto
plazo puede ser una alternativa
válida y viable, parece
poco probable que lo
sea a medio plazo de un
modo generalizado. Su uso
· comporta no pocos inconvenientes,
fundamentalmente,
los relacionados con
los altos costes de inversión
y mantenimiento de las instalaciones
depuradoras y/o
desaladoras, sin olvidar la
salinización de los suelos y
los riesgos de aparición de
vectores infecciosos.
A ello se suma que el
sector turístico puede
competir en los mercados
del agua con ciertas ventajas,
lo que repercutiría
en una inflación de los
precios del agua. Si tene- .
mos en cuenta que los pre- ·
cios actúan co~o un me- .
canismo asignador de recursos,
resulta que el sector
turístico puede detraer
aguas de calidad de unos
sectores (p.e. la agricultura)
y asignarla a otros (p.e.
campos de golf). En defi-
CUADRO 2
nitiva, siguiendo. esta lógica
del mercado, el agua irá,
sencillamente, a aquél que
mejor la pague.
Conclusión
El debate sobre turismo
y sustentabilidad no ha encontrado
todavía un espacio
común de pacífica y
necesaria convivencia, y
los campos de golf no pueden
quedar excluidos de
este debate, de marcado
carácter territorial y ambiental.
De hecho, los dos
aspectos claves que se han
querido plasmar como
aportaciones para este debate
son:
- El consumo de suelo y
agua, dos recursos tan importantes
como escasos en
Canarias, pueden convertirse
en un impacto muy significativo
de no planificarse
y evaluarse globalmente
la implantación de nuevos
campos de golf en Canarias.
Consumo medio de suelo y agua por campos
de golf de Tenerife5
Denominación del N2 dehoyos • Superficie de Volumen medio
campo de golf suelo. (has.) de agua consumida
(m3/día)
E/Peñón 18 55 1.825
Amarilla Golf 18 55 1.825
Golf del Sur 18 55 1.825
Los Palos 9 30 975
Bco. de Las Torres 27 85 2.800
Golf Las Américos 18 55 1.825
Hoya Grande 18 55 1.825
Los Maguenes 18 55 1.825
Bahía del Duque 9 30 975
Total - 475 15.700
19
- Evidentemente, los órdenes
de magnitud estimados
para la isla de Tenerife
sobre el consumo de estos
recursos, son una invitación
a la reflexión sobre cómo,
cuándo y dónde se deberían
implantar las instalaciones
golfísticas que se proponen,
sobre todo, si se tiene en
cuenta su elevado poder
transformador. O
(1) Diario La Provincia, 17 de
agosto de 1996.
(2) El Día, 9 de junio de 1996.
(3) Por capacidad de carga de
un territorio se entenderá la
posibilidad de un territorio
para acoger y soportar un
nivel o intensidad de uso
determinado sin que ello
suponga una amenaza para
mantener en un futuro la
dotación y/b la calidad de
sus recursos ambientales.
(4) «Guía Metodológica para la
realización de Estudios de
Impacto de campos de golf
en Canarias». Viceconsejería
de Medio Ambiente del
Gobierno de Canarias, 1995.
(5) Selección de campos de golf
a partir de las «Propuestas
de ~ampoS de golf presentadas
en la Consejería de
Turismo en 1993», El Día, 9
de junio de 1996. Datos
medios obtenidos a partir de
la «Guía Metodológica para
la realización de Estudios de
Impacto de campos de golf
en Canarias». Viceconsejería
de Medio Ambiente del
Gobierno de Canarias, 1995.
(6) «Ecología, Medio Ambiente
y desarrollo turístico en
Canarias», Machado
Carrillo, A. Consejería de
Presidencia del GobierQO de
Canarias, 1990.
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