Mª Candelaria Gil-Rodríguez
Catedrática de Biología Vegetal.
Departamento de Biología Vegetal
(Botánica).
Universidad de La Laguna.
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Medio Ambiente Canarias n2 1 O
Las algas: una
alternativa de. futuro
En Ca~arias hay más de ·600 especies de
macroalgas y 3 fanerógamas marinas
Ejemplos de algas rojas y verdes Mª C. Gil-Rodríguez.
presentes en la flora marina canaria.
El agua salada o "marina"
relegada en importm;icia, dada
su condición de líquido abundante
e inagotable en el medio
oceánico, fue el caldo de cultivo
donde se desarrolló la vida
de nuestro planeta. Los primeros
organismos vivían sin
oxígeno, en un medio anóxico
en el que las bacterias fotosintéticas
consumían y producían
otros gases. Con posterioridad,
sus descendientes
mutaron y empezaron a producir
oxígeno, apareciendo según
registro fósil, hace aproximadamente
unos 3.500
millones de años, las algas
azules, cianobiontas o cianobacterias.
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El progresivo aumento del
oxígeno fue, sin lugar a dudas,
el detonante de la diversificación
animal y vegetal que hoy
observamos en los océanos y
en la tierra.
Las algas han sido, en
parte, las responsables de la
aparición de los organismos
aerobios cada vez más evolucionados.
Aún hoy, las algas
contribuyen a la formación de
una importante proporción del
oxígeno del planeta.
Diversidad
especifica
En los medios acuáticos,
la diversidad específica vege-tal
varía según los autores,
unos cifran en 45.000 las especies
descritas, otros en
100.000; datos recientes estiman
que excluyendo a los animales
y procariotas, la diversidad
que habita en medios
acuáticos del planeta alcanza
las 130.000 especies. Sin embargo,
y pese a esta disparidad
en cifras, todos coinciden en
que el conocimiento actual de
las algas "se ns u lato" y f anerógamas
marinas, representa
un tanto por ciento muy bajo
de la diversidad existente. De
cualquier manera, las algas
constituyen, desde el punto de
vista cuantitativo, una fracción
nada despreciable del total de
la materia orgánica vegetal.
Dadas las particularidades
geográficas y condiciones
oceanográficas de las Islas Canarias,
sus costas albergan una
combinación florística peculiar
resultante de la mezcla,
entre otros, de elementos tropicales
anfiatlánticos y pantropicales,
especies propias de
las regiones ·mediterránea y
macaronésica, así como una
pequeñísima representación
(menor del 15%) de elementos
endémicos.
Octubre 1998
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2016
Microfotografía de una estructura
reproductora en un alga roja.
Mª C. Gil-Rodríguez.
Esta combinación florís- gas, hongos y fanerógamas
tica da lugar a biocenosis pro- marinas se desarrollan en las
pías de nuestro archipiélago, costas y fondos canarios?
cuya variabilidad se ve favo- ¿Cómo se distribuyen? ¿Cuál
recida e incrementada por la es su biología y su ecología?
diversidad microambiental ¿Qué papel juegan en el eco-que
existe en cada isla como sistema? ¿Existe posibilidad
consecuencia de la orientación de cultivo rentable de algas en
y topografía. las Islas Canarias? ¿Se pueden
Las comuniill\des de algas usar las algas como biofiltros?
y fanerógamas marinas de los ¿Juega el "fouling" algal algún
fondos de Canarias, por lo papel en la dieta de los peces
tanto, no constituyen una uní- cultivados en t:allques? ¿Pue-dad
biogeográfica homogénea den ser las algas materia prima
sino, por el contrario, la varia- para la extracción de sustan-bilidad
de las características cías con actividad farmacoló-oceanográficas
de unas islas a gica? etc., ha propiciado en las
otras (ejemplo: gradientes de últimas décadas que diversos
aumento de temperatura de equipos de investigación per-más
de 2ºC de este a oeste) tenecientes a instituciones ca-permite
el desarrollo en las is- narias hayan contribuido al
las occidentales, en términos mejor conocimiento de las al-generales,
de una flora tropi- gas y fanerógamas marinas.
cal, mientras que en las islas
orientales dominan las espe- Taxonomía y Flora
cies,,atlántico-mediterráneas.
Investigaciones en Aquéllos que de alguna
Botánica Marina manera fuimos pioneros en las
enseñanzas e investigación en
La búsqueda de respues- el mundo de los vegetales ma-tas
a cuestiones como ¿Qué al- rinos en la Universidad de La
Medio Ambiente Canarias n2 1 O
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Medio Marino: Flora
Laguna, nos propusimos llegar
a un conocimiento lo más
exhaustivo posible de la singular
flora marina de nuestro litoral,
lo que ha quedado resumido
en el primer "Catálogo de
las algas marinas bentónicas
( Cyanophyta, Chlorophyta,
Phaeophyta y Rhodophyta)
para el Archipiélago Canario"
que recoge 458 especies de
macroalgas para todo el archipiélago
(Gil-Rodríguez &
Afonso Carrillo, 1980), en el
"Catastro algológico del Archipiélago
Canario" (Wtldpret
de la Torre, Gil-Rodríguez y
Afonso-Canillo, 1983) y en el
resumen final del proyecto
"Flora marina del Archipiélago
Canario" (Gil-Rodríguez,
Afonso-Carrillo, Wildpret de
la Torre, Haroun Tabraue, Sansón
Acedo, Reyes Hemández,
Medina Pérez y Rojas González,
1993).
La incorporación, a mediados
de la década de los 80,
de las enseñanzas de Botánica
Marina, como consecuencia
de la creación de la especialidad
de Biología Marina en la
Licenciatura de Biología, aumentó
considerablemente el
número de investigadores en
este medio. Consecuentemente,
la investigación y los
conocimientos florísticos y taxonómicos
sobre ciertos grupos
conflictivos de la flora marina
de Canarias se vieron
incrementados, pudiendo re-
' conocerse en las costas cana-rias
más de 600 especies de
macroalgas y 3 fanerógamas
marinas (Haroun Tabraue &
Afonso-Carrilo, 1997).
Vegetaci6n y
Cartografía
La variabilidad microclimática
de nuestras costas favorece
el desarrollo de comunidades
con diferentes ámbitos
de distribución. Con la idea de
caracterizar los campos de algas
y fanerógamas marinas canarias
entre O y 1 O metros de
profundidad se concluye, en
1987, un proyecto de investigación
en el que bajo el título
"Evaluación cuantitativa Y.cartográfica
de los campos de algas
y fanerógamas del litoral
canario" (Wtldpret de la Torre,
Gil-Rodríguez & Afonso-Carrillo,
1987) se puso de manifiesto,
entre otros resultados,
además de cartografiar las
principales comunidades de
algas instaladas en el submareal,
la pobreza de nuestros
fondos por debajo de los 10
metros de profundidad donde,
sin embargo, como posteriormente
pone de manifiesto Reyes
Hemández (1993) en su
Tesis Doctoral "Estudio de
praderas de Cymodácea nodosa
( Cymodoceaceae, lYf agnoliophyta)
y su comunidad
de epífitos en el Médano (Tenerife,
Islas Canarias)'', en ambientes
protegidos o semiexpuestos,
las praderas de
fanerógamas marinas ("sebadales")
se convierten en protagonistas
del paisaje de sustrato
arenoso, al tiempo que su
importancia como refugio de
Octubre 1998
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2016
Mecllo Marino: Flora
Proliferación de algas verdes en las
proximidades de un vertido al mar.
Mª C. Gil-Rodríguez.
crías de peces las convierte en
un ecosistema de extraordinario
interés e importancia.
Cultlvos
experimentales
Dado el interés tanto farmacológico
(presencia de sustancias
citostáticas) como industrial
(producción de agar)
que algunas algas canarias presentan
y de las que, por otra
parte, no conocíamos su biología
y respuesta bajo condiciones
de cultivo, en 1995 y
1996 el Cabildo Insular de Tenerife
subvencionó dos proyectos
de investigación rela- ·
cionados con el cultivo
experimental de algas. Uno
de ellos titulado " Cultivo experimental
de algas marinas.
Optimización de liberación y
germinación de esporas" que
se desarrolló íntegramente en
el Departamento de Biología
Vegetal de la Universidad de
La Laguna, permitió al equipo
investigador (Hemández-Gon-
Medio Ambiente Canarias n2 1 O
zález, Morales-Pérez y GilRodríguez)
ampliar sus cono'
cimientos sobre la bioJogía y
el cultivo de las rodofitas seleccionadas.
Interés
medioambiental
Es indudable que en el Archipiélago
~anario la actividad
humana, de manera poco
racional, ha conducido a una
preocupante reducción de los
recursos pesqueros y que esta
sobreexplotación ha llevado a
que estos rendimientos sean
bajos, por lo que no sólo resulta
de interés prioritario conservar
los recursos pesqueros
sino también proteger las praderas
de algas y fanerógamas
marinas ("sebadales"), lugares
de alimento, puesta y/o refugio
durante la reproducción
de una parte importante de la
ictiofauna.
Investigadores de las dos
universidades canarias han
participado conjuntamente y
de manera activa en programas
de arrecifes artificiales.
Al Departamento de Biología
Vegetal de la Universidad de
La Laguna le fue encargado el
estudio de seguimiento sucesional
de las comunidades algales
en las instalaciones del
arrecife instalado en la costa
de Tazacorte (La Palma). Los
resultados nada satisfactorios
en esta isla, se contraponen a
los obtenidos en el arrecife instalado
en Gran Canaria, poniéndose
de manifiesto la importancia
que un estudio
detallado y análisis previo
puede llegar a tener en la toma
de decisiones posteriores,
como en el caso de instalación
de arrecifes, reservas, espigones,
muelles, playas artificiales,
etc.
Por otra parte, la construc-
. ción y el tráfico marítimo en
muelles deportivos ha permitido
el desarrollo de una flora
marina, poco o nada conocida
hasta que en 1995 se llevó a
cabo por parte de investigadores
del Departamento de Biología
Vegetal de la Universidad
de La Laguna (Afonso-Carrillo,
Sansón Acedo, Reyes Hernández
y Rojas González) el
proyecto titulado "Estudio de
los ambientes portuarios como
lugares de aclimatación y dispersión
de algas bentónicas accidentalmente
introducidas en
las Islas Canarias", lo que aumentó
considerablemente el
número de especies catalogadas
en Canarias, al tiempo que
se comenzó a conocer un eco-
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sistema poco o nada explorado
en nuestra región.
Las modificaciones de
nuestros modos de vida y los
aportes terrestres al océano se
han incrementado considerablemente
en los últimos 1 O
años, provocando perturbaciones
en zonas costeras y la
proliferación de algas que detectan
el exceso de nitrógeno.
Estas proliferaciones constituyen
en muchos casos una
respuesta a las disfunciones
del medio y han de ser consideradas
como señales de
alarma.
El crecimiento urbanístico
en el litoral de algunas islas,
ha traído como consecuencia,
por un lado, la contaminación
por desechos sólidos y aguas
residuales que en la mayoría
de los casos se vierten al mar
sin control y escaso tratamiento
previo y, por otro, la
degradación de parajes naturales
costeros, en especial de
la zona de mareas y fondos
p~co profundos que han sido
sustituidos por la construcción
de espigones, playas artificiales,
etc.
A nuestro juicio, dada la
variabilidad y riqueza biológica
de las comunidades marinas
del Archipiélago, es
nuestro deber, una vez más, insistir
en la necesidad de tomar
urgentemente en todas las islas,
las medidas administrativas
necesarias para salvaguardar
los enclaves marinos
susceptibles aún de recuperación.
Octubre 1998
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2016