Caliclacl A•ltlental
Impactos ambientales provocados
por los equipamientos turísticos
en los ecosistemas dunares
Dr. Carlos Suárez Rodríguez*
Luis Hemández Calvento **
*Servicio de Planificación de
Recursós Naturales,
Viceconsejería de Medio Ambiente.
**Dpto. Arte , Ciudad y Territorio,
ULPGC.
Durante 1996, más de 8
millones de turistas extranjeros
han visitado el Archipiélago
Canario; ocupando
en estancias con una media
de 10 días, las 328.254 plazas
hoteleras y extrahoteleras
que, según el Instituto
Canario de Estadística, existen
actualmente en las islas.
· Nada ni nadie parece presagiar
cambios drásticos en
esta apuesta de la economía
canaria de las tres últimas
décadas. Pero ¿cómo repercuten
las actividades vinculadas
a este enorme ' negocio
turístico sobre los recursos
naturales insulares, especialmente
sobre aquellos espacios
que se pretende detraer
de esta actividad por su valor
ecológico, y cuáles .son
los mecanismos de los que
disponemos para controlar
sus efectos e impactos sobre
los mismos?.
Si bien su influencia
abarca todo el territorio insular,
el desarrollo urbanístico
y las urbanizaciones
que desde la década de los
60 dan cobijo a esta nueva .
actividad económica se han
concentrado en los ámbitos
litorales siendo a ellos a
donde tendremos que remitirnos
para contestar a la
anterior pregunta.
Los esP.acios
naturales litorales
· como territorios
residuales del
negocio turístico
«En el desarrollo turístico
de un espacio se requiere
un amplio conjunto
de recursos naturales,
pero sólo un grupo de
ellos son en sentido estricto
factores de atracción
turística. Es a éstos a los
que denominamos atractivos
turísticos naturales.
Al resto de elementos de
la naturaleza que se precisan
para el desarrollo turístico
pero que no son
factores de atracción, los
denominaremos simplemente
recursos naturales.
Así, dentro de los factores
ambientales con un
uso turístico de litoral se
cuenta el sol, la playa, el
clima, el paisaje ... » (Furio
Blasco, 1996, pg.113).
Esta definición ,sirve
para describir el papel de
la mayoría de los espacios
naturales litorales de las
Islas Canarias. No son
concebidos ni validados
socialmente en tanto ecoAlgunos
usos son verdaderos obstáculos que alteran la dinámica dunar. Carlos Suárez. s~stemas íntegros sino en
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© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2016
tanto son cáscara, marco
o teatro de operaciones
donde se desarrolla la ac-tividad
turística.
En esa medida, los espacios
naturales litorales
en Canarias se plantean
como espacios colindantes
y periféricos al desarrollo
turístico, siendo interpretados
como territorios
residuales de dicha
actividad.
En su mayoría, estos
espacios naturales han
sido desechados para la
qotación de infraestructuras
pesadas por sus dificultades
inherentes; dunas
inestables; arcillas y zonas
encharcadas, etc. Sin
embargo, sí admiten los
equipamientos contaminantes
o desagradables de
las urbanizaciones estableciéndose
en ellos plantas
depuradoras de aguas
residuales, desagüe de
aguas pluviales y de alcantarillados,
áreas de
aparcamientos, deposi-
. ción de escombros, etc.
Es por ello que muchos ·
espacios naturales en nuestro
archipiélago (Parque
Natural Dunas de Corralejo,
Parque Natural de Jandía,
Sitio de Interés Científico
de El Saladar, Sitio de
Interés Científico Charco
del Cieno, Reserva Natural
Especial Dunas de Maspalomas,
Reserva. N(Jtural
Especial de Montaña Roja)
pueden considerarse como
verdaderas trastiendas de
los territorios turísticos y su
uso entendido más como una
alternativa que ahorra suelo
para dotación de infraestructuras
que como espacios ecológicos
de gran valor a preservar
y proteger.
Efectos ambientales
directos e
inducidos por las
urbanizaciones y
equiP.amientos
turísticos
La primera consecuencia
ambiental .de las urbanizaciones
e infraestructuras
turísticas sobre los recursos
de estos espacios naturales
litorales es la inmediata y
a veces irrecuperable transformación
de hábitats por
su ocupación directa, la
cual afecta tanto a los componentes
del ecosistema
(desaparición · de flora y
fauna, degradación y ocupación
de hábitats frágiles)
como a los procesos vinculados
al mismo (flujos
hidrogeológicos, intercambios
litorales etc.).
Otros efectos sobre los
ecosistemas son de aparición
secundaria y cuyas
consecuencias se detectan
a más largo plazo.
U no de ellos es el impacto
de la morfología de las
propias edificaciones turísticas,
especialmente de los
hoteles de gran vdlumen,
sobre la geología y la geomorfología.
El más emblemático
es el descalzamiento
de los sistemas <lunares
y su impacto sobre la dinámica
y la geomorf ología de
estos sistemas <lunares.
Este fenómeno es observable
tanto en las Dunas de
Maspalomas, donde la urbanización
de la plataforma
del Inglés y la posterior
edificación a lo largo de la
Avenida de Tirajana de todo
un conjunto de hoteles
de 5 plantas que actúan de
pantalla a los efectos de los
vientos dominantes ha pro-
Callclacl Amlalental
vocado una voluminosa
pérdida de la masa de arenas
con aparición de la
paleobase lacustre y arcillosa
del ecosistema dunar.
Igual fenómeno se detecta
en las Dunas de Corralejo
donde la construcción de
varios hoteles de gran volumen
justo en el frente de
mayor influencia de los alisios
está produciendo una
fuerte modificación de los
sistemas de dunas.
Además del impacto que
se genera a raíz del diseño
de los edificios y su inadecuación
paisajística, su
volumetría también determina
la capacidad receptiva
de turistas y por ende su
potencial degradación de
recursos.
También 1.as infraestructuras
de comunicaciones
vinculadas al negocio turístico
y los modos de acceso
al litoral son una fuente
añadida de impactos sobre
los componentes y procesos
ecológicos como los
aparcamientos o las redes y
mallas de senderos del interior
de las dunas:
Efectos del tránsito
diario sobre los
ecosistemas
litorales
Las actividades de ocio
de los turistas, aunque más
difusas espacialmente, no
son por ello menos intensas.
Así, el continuo, diario
e indiscriminado tránsito a
pie a través del espacio
natural, dada la inexistencia
de viales, convierte a los
múltiples senderos y caminos
en verdaderas barreras
ecológicas en el interior de
las dunas, sobre todo para
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invertebrados en muchos
casos endémicos y con poblaciónes
reducidas.
Otros efectos se generan
sobre ia vegetación: corte
de ramas para creación de
goros; destrucción y mutilación,
pisoteo, etc., así
como sobre la fauna, principalmente
sobre la avifauna
por las continuas molestias
sobre sus áreas de nidificación
y por la pérdida ·de
hábitats lacustres, o encharcados
como lugares de
descanso y avituallamiento.
Otro impacto inducido
es la destrucción de la geomorfología
y microhábitats
por adecuación de las sendas
internas (eliminación
de piedras sueltas y callaos
para facilitar el tránsito) así
como la creación de goros
de protección contra vientos
utilizando los callaos de las
paleobarras litorales y la
consecuente aparición de
pasillos de sombra eólica.
Efectos inducidos
P.Or los servicios
Cle apoyo al ...,so
recreativo
En estos ecosistemas, la
climatología es un factor
determinante de la intensidad
y gravedad del impacto
generado por equipa~
entos y por infraestructuras
debido al efecto barrera
de los mismos frente al
viento dominante.
Uno de los más significativos
es, sin duda, el generado
por los kioscos de
servicios dé playa en la Playa
del Inglés, junto a los limites
de la Reserva Natural
Especial de Maspalomas.
Estos equipamientos
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© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2016
Callclacl Ambiental
1977 1987 1995
Evolución de los impactos generados por los equipamientos de kioscos en la Playa del Inglés,
Reserva Natural Especial de Maspalomas. Consejería de Política Territorial y Medio Ambiente
de servicio a los múltiples
usuarios de esta playa, lugar
clásico de concentración
turística en Gran Canaria,
se han localizado en
la línea de trasplaya, actuando
de freno y barrera al
efecto continuo de los vientos
del noreste.
Ya en la foto aérea del
año 1987, cuando estos
kioscos tenían superficies
en algunos casos superiores
a los 100 m2
, pueden detectarse
claramente los «pasillos
de sombra eólica»
creados detrás y en línea
con estas instalaciones, los
cuales alcanzan hasta 100
metros de longitud por 1 O
metros de anchura (Martínez
et al., 1986). Su morfología
rectangular y su alta
volumetría eran determinantes
del grave impacto
producido sobre las dunas,
las cuales se descalzaban y
no volvían a recuperarse.
A pesar de la eliminación
de aquellos voluminosos
kioscos, los efectos inducidos
por los mismos aún
perviven, lo que indica la
dificultad de restauración
de su impacto. La nueva
dotación de servicios a los
usuarios de las playas, aunque
más pequeños en volu- -
men (menos de 10 m2
), debido
a su permanencia, sigue
provocando efectos inducidos
por su presencia
frente al viento.
Frente a esta problemática
ambiental, desde la Viceconsejería
de Medio
Ambiente se ha pretendido
regular este tipo de impactos
sobre estos frágiles ecosistemas.
Así, con apoyo en la legislación
vigente, todo el
sector de playa colindante
con la Reserva Natural Especial
está declarado por la
Ley 1211994 de Espacios
Naturales de Canarias
como Área de Sensibilidad
Ecológica sometiéndose
todas las actividades que
allí se ubiquen al procedimiento
de Evaluación de
Impacto Ecológico.
Con· el fin de compatibilizar
la necesaria prestación
de aquellos servicios en una
zona de alto nivel de uso
pero de una gran fragilidad,
se han tomado en consideración
algunas medidas de
control para eliminar aquellos
impactos. Entre ellas
hay que destacar la obligatoriedad
de retirar diariamente
de la playa aquellos
kioscos que por su ubicación
se consideran los de
mayor gravedad en su impacto
y la vigilancia y evaluación
durante un periodo
de 2 años de las posibles
incidencias del resto sobre
la dinámica dunar.
Aunque a veces medidas
de control y restricción de
usos en entornos tan fuertemente
humanizados puedan
llevar pareja una fuerte
contestación por parte de
los sectores económicos
implicados, con las mismas
tan solo se pretende mantener
la pervi vencia del recurso
y aplicar las teorías
del desarrollo sostenible las
cuales, desde la firma en
1992 por parte del Estado
Español del Convenio de
Biodiversidad, todas las administraciones
tienen el
deber y obligación de cumplir.
O
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151 pgs.
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2016