Dinámica selvíCola
del Pino Canario
en Tamadaba
Las Islas Canarias cuentan nómico msular, caracteriza- suscrito con el Cabildo Insu-con
alrededor de 85 .300 hec- do por la dependencia del lar de Gran Canaria.
táreas de pinar canario ( Pinus turismo así como una alta
canariensis Chr.Sm.ex DC). densidad demográfica, los pi- Material y Métodos
De. éstas, 56.800 proceden de nares canarios juegan un pa-
La toma de datos se ha
regeneración natural y 28.500 pel paisajístico y de esparcí-concentrado
en la isla de Gran
de regeneración artificial. Es- miento fundamental.
Canaria y en concreto en el Pi-tas
masas se concentran en las - Los pinares canarios encie- nar de Tamadaba situado en el
islas cx:cidentales y centrales, rran un importante potencial noroeste insular. Se ha elegí-existiendo
a su vez pequeños como suministradores de do ~ste pinar por presentar
rodales de repoblación en Lan- materias primas de forma muy diversas estaciones, así
zarote y Fuerteventura. sostenida, pudiendo asimis- como rodales en distinto gra-
El pinar canario juega un mo suponer una fuente de do de evolución selvícola.
papel forestal fundamental en trabajo para las poblaciones Se han tomado parcelas
las islas al garantizar múltiples rurales aledañas. Este hecho rectangulares de muestreo de
funciones a la sociedad: · se manifiesta en las abun- 100 metros de longitud y 1 O
- Al crecer en zonas de pen- dantes muestras de actividad metros de ancho. Con ello se
diente extrema garantizan la económica en el pasado y ha querido barrer una superfi.-
calidad de los suelos. que hoy suponen un impor- cie que después permita una
- El carácter torrencial de gran tante patrimonio etnográfico representación gráfica de la
parte de las precipitaciones en forma de hoyas carbone- vegetación existente. Las dis-en
Canarias incrementa el ín- ras, hornos de pez y brea, tintas parcelas fueron tomadas
dice de infiltración con el caminos reales, etc. en las siguientes exposiciones:
consiguiente enriquecimien- Este trabajo pretende ana-dos
en la cara norte, dos en
to del acuífero. lizar el estado selvícola en que
fondo de barranco y una en las
- A diferencia de mu~has ma- se encuentran algunos pinares
caras sur, este y oeste, respec-tivamente.
En cada una de
sas de pino del resto de la de regeneración natural, ínter- ellas se han recogido los si-geografía
nacional, el cana- pretar su dinámica, predecir su guientes datos:
rio cr~ce en general dentro evolución y proponer líneas - Localización geográfica de
de su distribución original, de gestión forestal. La toma cada parcela dentro del pinar.
súponiendo por tanto la clí- de datos se ha realizado en el - Orientación y exposición de
max biológica, con la consi- marco de unas prácticas para la parcela.
guiente garantía de la biodi- estudiantes de la E.T.S de In- - Pendiente.
versidad de este ecosistema. genieros de Montes de Cór- - Determinación de las dife-
- Dentro del marco socio-eco- doba, gracias a un convenio rentes especies.
7 -
Antonio Luis Díaz Pérez*
Javier Ángel Fuentes Mejías
Javier Gutiérrez García
José Antonio Jiménez Maillo
Agustín Millares Valenzuela
Carlos Velázquez Padrón**
*Estudiantes en prácticas de la
E.T.S. de Ingenieros de Montes de
Córdoba.
**Ingeniero de Montes. Servicio
de Gestión Forestal del Área de
Planificación Estratégica y Medio
Ambiente del Cabildo de Gran Canaria.
ilustraciones: Julianne Freudl.
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2016
Temas Forestales
- Localización en la parcela
de todos los árboles con un
diámetro mayor de 10 centímetros.
- Altura y d~ámetro de cada
uno de los árboles.
- Determinación de los diámetros
de copa.
- Estimación de la regeneración
natural existente así
como del estado fitosanitario
de los árboles.
Para las mediciones de alturns
y pendientes se usó el
Relascopio de Bitterlich mientras
que para la determinación
de los diferentes diámetros se
utilizó la forcipula y la cinta
Pi. Con respecto a la situación
de cada pie dentro de la parcela
se midieron las distancias
al eje central de la parcela
como al origen del mismo.
Resultados
Se exponen los resultados
de cada parcela de muestreo
en forma de tablas y gráficas.
Las distintas parcelas
muestran una considerable
heterogeneidad en cuanto a sus
valores selvícolas, lo que hace
suponer que se encuentran en
un estado de evolución diferente.
Los bosques están
sometidos a una dinámica,, influida
por el tiempo y las
catástrofes naturales y antrópicas.
En el caso de l~ parcelas
estudiadas, todas tienen en
común que han. sido "rejuvenecidas"
por la acción antrópica.
Se observa la casi nula
existencia de necromasa
(indicador de facies selvícolas
avanzadas). Los estadios que
se presentan se pueden entender
como diferentes fases en
la regeneración de estos bosques.
Mayer H. (1984) define
cuatro fases principales en la
dinámica de bosques de montaña
de zonas templadas, como
se observa en la Figura 1.
El pinar de Pino Canario
comparte con éstos su forma
de regenerarse. Al ser un ecosistema
muy estable contra
plagas y catástrofes, se regenera
por pies aislados o por
bosquetes de reducido tamaño.
Esto le diferencia de otros
bosques de coníferas, como
los boreales, donde up. agente
biótico (insecto) o abiótico
(fuego, vientos huracanados)
dejan al descubierto extensas
superficies, donde comienza
de nuevo la fase de regeneración.
A continuación se interpretan
algunas parcelas, donde
se han detectado las fases
anteriormente descritas, debiéndose
hacer la salvedad de
que el inicio no fue una fase
de derrumbamiento natural,
sino un período de sobreexplotación
forestal.
Parcela 6
Este transecto concuerda
con una fase muy empobrecida
del pinar, donde escasea la
regeneración natural, sobre
todo a causa del último incendio
(1986) y de la exposición
desfavorable. La estructura es
análoga a la de una fase de derrumbamiento,
pero con la sal-
8
Transecto
2 (Total)
2 (Pinos)
2 (Brezos)
3
4
5
6
7
Pies/Ha.
920
1270
1120
150
200
440
250
110
180
Altura
(mts)
7.174
9.40
9.95
5.33
8.25
7.95
9.8
18.09
19.22
Diámetro Volumen
(cm) (m.c/Ha)
20 96
20.18 183.86
21.03 179.2
12.13 4.66
30.75 53.9
20.1 51.4
25.3 55.3
47.05 149.75
49.03 280.8
Figura 1
Fase óptima
Fase ajardinada Fase de derrumbamiento
Ciclos naturales de las masas boscosas de climas templado y frío. (A. H. Mayer, 1984).
vedad de que la necromasa es
practicamente inexistente y la
densidad extremadamente
baja (110 árboles por Ha, 149
Parcela 6
CID º
m3/Ha). Los árboles existentes
son los restos del bosque
original con un diámetro medio
considerable (47 cm).
Monte Tamadaba
Fondo de barranco
Exposición: E - O
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2016
Fase de regeneración: predominan los pies jóvenes, las existencias
en volumen son bajas, pero el número de pies es extrémadamente
alto. En esta fase se encuentran, aparte de muchos pinares
"rejuvenecidos", la práctica totalidad de los pinares de repoblación
artificial en las islas.
Parcela 2
Este transecto muestra una
típicafase de regeneración,
doIJ-de escasean los pies maduros
(50 pies/Ha), aunque éstos
tienen dimensiones considerables.
Dominan los pies de
regeneración natural (1.220
pies/Ha, entre pinos y brezos).
La intervención humana queda
patente por la inexistencia
de necromasa. Imágenes de
Tamadaba a principios de
siglo demuestran la importante
dinámica selvícola que
encierran estas masas, que
actualmente evolucionan hacia
un pinar mixto.
Parcela 2
Parcela 1
Esta parcela se caracteriza
por contener todas las clases
de edad, siendo su estructura
más típica de un bosque con
especies de sombra y media
Temas Forestales
Monte Tamadaba
Ladera: Norte
Exposición: NO - SE
sombra, que de un pinar, asemejándose
a unafase ajardinada.
Esta masa está evolucionando
hacia un estrato, por
lo que es de esperar que haya
una gran competencia ~ntre los
pinos codominantes.
Fase ajardinada: coexisten múltiples estratos y edades. Es para
muchos el modelo ideal, por su irregularidad y apariencia natural.
En bosques donde dominan especies de sombra pueden perdurar
estas estructuras durante decenios, pero en el pinar can.ario la competencia
por la luz no permite que los estratos dominados pervivan,
por lo que hay una tendencia general a la regularidad.
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2016
Temas Forestales
Parcela 1
Discusión
Los Pinares de Tamadaba
han sufrido una constante degradación
durante muchas décadas
debido a los altos niveles
de explotación en el uso de
su madera, así como a los numerosos
incendios forestales
que ha sufrido dicha zona.
Como consecuencia, se produjo
la degeneración del Pinar,
que se ha invertido en los
últimos decenios, existiendo
en general una importante regeneración
natural, apoyada
por repoblaciones puntuales.
Los altos niveles de intervención
se ponen de manifiesto
hoy día en la propia
masa, como puede observarse
a partir de los datos obtenidos
en el estudio. Se habla de
"pinares naturales", "pinares
viejos", etc., pero la edad media
de estas masas no sobrepasa
los 50 años, al predominar
considerablemente el
número de pinos jóvenes.
Las estructuras irregulares
que predominan, con_ un am- .
plio espectro de edades, altu-
Monte Tamadaba
ras y diámetros, no se corresponden
con la de pinares originales,
sino con pinares rejuvenecidos.
· El pino como
especie de luz no admite, a la
larga, múltiples estratos, por
lo que existe una tendencia natural
a la regularidad en cuanto
a la altura y área basimé- .
trica: las masas maduras de
pino canario hay que imaginárselas
de un solo estrato, a
pesar de poder variar la edad
y diámetro de los individuos
de una forma considerable.
En general, estas masas
aún se encuentran en una fase
de acumulación de existencias,
donde los ejemplares jóvenes
están luchando por ocupar los
espacios entre los pinos centenarios
y aumentar en altura
hasta alcanzar a éstos y crear
el citado estrato único.
No obstante, un aspecto
importante a tener en cuenta
es la frecuente aparición de incendios.
Éstos producen un
importante retraso en la evolución
del pinar, debido fundamentalmente
a las pérdidas
en la biodiversidad, en las al-teraciones
en el ciclo de los nutrientes
y en la eliminación de
los pinos más jóvenes.
A la hora de analizar la situación
actual del Pinar de Tamadaba
hay que afirmar que,
a pesar de encontrarse en fase
de acumulación de existencias,
presenta valores muy superiores
a los del resto de la isla
(ver Tabla).
Por comparación de los pinares
de Gran Canaria con los
de las Canarias Occidentales,
se observa que los primeros
se han visto durante largos
períodos de tiempo en una
situación de sobreexplotación
y, en la actualidad, a pesar de
los procesos de recuperación,
se encuentran en fases menos
evolucionadas que los anteriores.
A la hora de establecer una
propuesta de gestión para los
Pies
/Ha
l.F.N Í (Gran Canaria) 211.4
Monte de Tamadaba 460
10
Pinares de Tamadaba se deberán
favorecer las medidas
encaminadas a la mejora de la
regeneración natural, limitando
toda actuación selvícola,
salvo las necesarias por peligro
d.e incendios.
Tamadaba presenta dos
zonas bien diferenciadas: el
norte por un lado y las laderas
oeste, sur y este por otro. Su
gestión, dadas sus propias evoluciones,
debe ser bien diferente:
- La zona norte presenta una
elevada ~ensidad de pies y
cobertura, que ralentiza su
sucesión hacia un pinar mixto,
formación que estaría más
acorde con la clímax. Por
esto sería conveniente la
realización de claras en la
regeneración joven de pino,
para crear huecos de regeneración
de monteverde.
- En lo que se refiere al resto
de las exposiciones, éstas se
encuentran aún lejos de su
óptimo, siendo necesaria la
acumulación de existencias.
Las únicas medidas a realizar
en estas zonas son las encaminadas
a favorecer la regeneración
natural que la
conduzca en un futuro a su
estado óptimo.
Área Basimétrica Existencias
/Ha Vcc
7.4 43.05
23.21 123.76
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