1V CONGRESO Galdosiano
DOÑA EMILIA PARDO BAZAN
Y BENITO PEREZ Galdós EN 1889.
FECUNDA COMPENETRACION ESPIRITUAL
Y ¿ITERPLRiÁ
Julián Avila Arellano
En los resultados de la investigación realizada para este trabajo pretendo señalar algo
que es de sobra conocido y aceptado dentro de la historia literaria, la fuerza que tienen ciertas
experiencias vitales intensas de los dos escritores en la evolución de sus formas expresivas.
Es, pues, un estudio sin más pretensiones que las de analizar y exponer las circunstancias
-el medio según senaló ya hace un siglo Hyppolite Tainel, y en la línea histórico filológica
de Gustave Lansonz-, biográficas y socioculturales que empujan a ambos escritores fuera
de la retórica naturalista y en el sentido de la introspección psicológica y espiritualista qiie
les domina de un modo intenso y coincidente al menos hasta 189 1. Es una investigación de
tipo positivista, tan importante para el encuadramiento histórico-objetivo de los textos, del
que aun hoy día están bastante desatendidas ciertas épocas de la historia literaria española,
debido a las tan particulares circunstancias de nuestro desarrollo socioculturaP.
Resumiendo el contenido de estos resultados, se puede adelantar la consideraciónde que
las íntimas relacioncs afectivas que mantuvieron los dos escritores cntrc la primavera dc
1887 y la de 1890 provocaron en ellos experiencias tan extremadas y situaciones éticas tan
nuevas que vienen a resultar de conocimiento imprescindible para explicar la evolución
estilistica indicada. Es tal la intensidad de estas vivencias que por sí mismas explican el lono
de fuerte modernidad expresiva que caracteriza las creaciones de ambos en estos años,
modernidad señalada reiteradamente por los críticos de ambos para obras como Insolación
y Morriña, La incógnita y Realidad, Una cristiana y La prueba, Angel Guerra, Trzstana o
Memorias de un solterón. Y , en mi forma de ver, lo más significativo de esta modernidad es
precisamente esa salida de los convencionalismos naturalistas, aceptados casi como una
especie de reto científico, para conseguir una inesperada autonomía artística en la que
desaparecen las fronteras entre 1g forma y el contenido, o como bien dice el profesor don
Ricardo Gullón4 al definir el estilo epistolar de la obra de Galdós,
"se comprueba hasta qué punto la forma es el contenido; al escoger este modo de
presentación, el novelista opta por consentir al narrador escribir su novela. que va
BIBLIOTECA GaldósWYA
haciéndose conforme la escritura adelanta. Se crea una ilusión de realidad: las cartas
están ahí. las leemos, sentimos en ellas un pulso, Una pasión, una persona a quiennos
figuramos, y no sólo por lo que tengan de confesionales, sino porque los juicios sobre
hechos y personas, las reflexiones, comentarios y anticipaciones son otros tantos
modos de revelación".
Una desviación estilística similar reconocen los críticos en la escritora. D. Benito Varela
Jácome5, por ejemplo, distingue varios estilos, y este, al que llama "realismo moderado" lo
caracteriza así:
Son, pues, dos escritores que en estos pocos años evolucionan juntos en sus modos
expresivos estimulados por compartidas vivencias afectivas de liberación moral. Así se lo
dice doña Emilia a Galdós desde París el 28 de septiembre de 188g8, tres días después de
concluir su amoroso recorrido por la ruta turística del Rin:
"Hemos realizado un sueño, miquiño adorado: un sueño bonito, un sueño Fantástico
que a ios 30 años yo no creía posibie. Le hemos necno ia manoia ai mundo necio que
prohibe estas cosas; aMoisés que las prohibe también, con igual éxito, a la realidadque
nos encadena; alavida que huye; a los angelitos del cielo, que se creen los únicos felices,
porque esthn en el EnipIreo con cara de bobos locando el violln,. . Felices nosotros [...]
ciertas escapatorias en que burlamos a la sociedad impía y a sus mamarrachos de
representantesv7,
Sin embargo, lógica consecuencia de tan dispares temperamentos artísticos como son los
de ambos -mucho más apasionado e intuitivo doña Emilia frente al más mimético, artesanal
y d r d í t i ~ vde Gaiciós-, es preciso reconocer con toda justicia que es doña Emilia la que lleva
la inciativa y la que saca mhs partido literario de estas experiencias. Como veremos en la
documentación que sigue, ella, más joven y aprendiza casi cuando Gaidós ya ha publicado
una docena de obras, es la que busca la amistad de Galdóss; ella es la que sufre, de modo
fecundo para la creaciónliteraria, las servidumbres de la pasión en aquelverano de 1888 ante
el constante y delicado acoso del joven -entonces empleado de la fnmpañia Trasarlñntira
en Barcelona-don Josb Lázaro Galdeano, experiencia que, sin duda, quedará reelaborada en
Insolacións; ella es la que va a sufrir unos remordimientos no del todo justificados, cuando
Galdós viene a p ~ d i r !fi~de !jdx!es y CIjentaS &re :S ~=q y r t f imi ~ ; ; i~yf 10i qüc i;y icnia
ningún derecho y que, por otro lado, hasta que no tuvo noticias de la infidelidad parece que
no le había preocupado demasiado; finalmente ella es la que confiesa y analiza sus
sentimientos de modo más sincero dentro de sus obras, en especial miolación y Morriña
IV CONGRESO Galdosiano
(1889), mientras que Galdós, rasgo constante en la conformación de sus ficciones, asimila
estas experiencias dentro de los soportes psicológicos de sus personajes y las subordina así
a los objetivos pedagógicos transcendentes que pretende como finalidad principal de sus
creaciones.
Amistad y respetuosa intimidad
indudablemente son las preocupaciones intelectuales de la escritorat0 y su fuerte
personaidad sociocuirurai io yue forraiece una simpatía cacia vez más profunda enLre
ellos".
La adhesión de doña Emilia a Galdós es constante, casi filial. Las declaraciones más
explícitas se encuentran en el epistolario de dona Emilia, pero también he podido recoger
otros documentos directos hasta ahora desconocidos. Por ejemplo, de finales de 1886 es una
nota manuscrita de doña Emilia que se encuentra ahora en la sección de manuscritos de la
Biblioteca Nacional de Madrid en la que dice "1886. Hotel dlOrient. Rue Dannon. Le quiere
muy de veras su amiga. E"'?. Unos meses mas tarde, seguramente a raíz de las conferencias
de doña Emilia en el Ateneo de Madrid entre el 14 Y el 28 de abrilde 188713, estas relaciones
parecen ganar en intimidadL4G. aldós escribe sus breves pero casi apasionados elogios a las
conferencias de doña EmiliaI5. Deeste año, seguramente de septiembre, es otranotauntanto
más cálida de doña Emilia que dice. "1887. Plazuela de Santa Ana. ¿Cuándo viene? No
quisiera tardar en verle". Galdós ha pasado unos días del mes de julio en Toledo, y hasta
septiembre con su amigo Pepe Alcalá Galiano en Centroeuropa. La nota, pues, de doñaEmilia
debió producirse poco antes de quevolviera aMadrid amediados de septiembre0 a principios
de octubre.
De todos modos las referencias más importantes aeste periodo quevadesde la primavera
de 1887 hasta finales de mayo de 1888, se encuentran en el epistolario. De ellas se puede
deducir fácilmenteesa relación casi paternalque debía existir entreel novelistay la estudiosa
de la literatura por estas fechas. Una relación tan distante que coge a doña Ernilia realmente
desprevenida la reacción de apasionada de don Benito en estas fechas de febrero de 1889.
Y Galdós, como veremos cuando reinicie estas relaciones apasionadas de 1889, sin duda no
se encuentra muy lejos de los sentimientos que expresa Manuel Infante a su prima Augusta
Cisneros, transcritos en la carta del día 21 de febrero al final de La incbgnita:
"Quiéreme -le dije tratando de estrecharla en mis brazos-, quiéreme y ocúltame tu
falta, tu crimen o lo que sea. No te haré más preguntas; no deseo informarme de nada.
Pensé adorarte sincera, y callada te adoro más. Pero no me mates con esa amistad fría:
estoy loco por ti, y me muero si no me amas. Rota la ley, AugUSta; rota la ley, condénate
conmigo que ya no tengo salvación.. . No se me oculta que tu corazón está lastimado,
que está muy Fresca la herida para que puedas quererme; pero dame esperanzas,
dámelas o yo no ~ivire.,."~~.
Y esto es justamente lo que ocurría entre Galdós y Emilia por esas fechas del mes de
febrero de 1889. Así se lo recuerda la escritorael sábado 2 7 de abril desde La Coruiia a Galdós:
BIBLIOTECA GaldósWYA
"Ahora conozco que no había frialdad en ti durante aquella época en que se me figuró
verte un poco desaborío; pero también yo he de reconocer la verdad de los hechos:
cuando adquirí el convencimiento de que te inspiro verdadera pasión, con todos los
caracteres de tal, hasido de dos meses acá; mejor dicho, desde que me escribiste aquellas
epistolas que te restituí. Entonces pude cerciorarme de que ese amor moderno, nervioso
yhasta con sus ribetes idealistas (que es el misticismo que hoy puede gustarse) lo tenias
tú por esta princesagalaica. Ya ves que analizo y que te estudio como estudiaría uncaso
novelesco. Aquellas carcas17,e l encuentro a dos pasos del cand~k ro'ju~n,t o a aquellos
bancos en que yo creía buenamente que nos sentaríamos; tu actitud en el coche, en fin,
todas las circunstancias del paseíto, me demostraron que eras para mí, que me
pertenecía esd alma tan de piiino cartelio. En quererme antes no hacías nada de
extraordinario; pero en quererme así después ..."18
coirici&ri& de esids feciids pktiitea, adciiiás, pr0"u:ciiiEis cr~iiüiógicüms uy inieresan-tes.
Surge la tentación de pensar que La incógnita se ha escrito no en el momento de las
fechas de las cartas, como normalmente se ha aceptado sin ningun prueba exterior al texto
literario, sino precisamente a partir áei mes de febrero, cuando dan comienzo estas nuevas
y más intensas relaciones. No quisiera yo caer en esta posición extremada, a pesar de que
existen referencias de que Galdós solía utilizar estas confidencias para elaborar sus obras2Q.
Pero lo que sí resulta Fácilmente aceptable es que Galdós o escribió esta obra en la primavera
de 1889 o, por lo menos, la reelaboró al calor de esta experiencia con doña Emilia, entre otros
motivos, además de las importantes concomitancias Iéxicas y actitudinales que se pueden
rastrear en sus páginas, porque no la terminó ni laentregó a la imprenta por lo menos hasta
el mes de Agosto de 1889. Esto se deduce de la correspondencia de Galdós con sus amigos
Narciso Oller, "Clarín" y Peredaz', los cuales no saben nada de la obra hasta el mes de octubre
en que se pone a la venta (el día 9 de octubre, junto a Morriña de Emilia Pardo Bazánz2). Y
sobre todo por la misma ausencia de testimonio de la propia Pardo Bazán, con quien Galdós
comentaba sus proyectos literarios23 y la propia sorpresa de la cscritora al leer la obra:
"Me he reconocido en aquella señora más amada por infiel y por trapacera. iVálgame
mui:u--o , -ar,i-ri-a -ir,r iai h e d o asegurarte yuc yu iiiisiiia iiu iiic duy cuciiia dt: ~ u i ~iicu ii cgddu
a esto. Se ha hecho ello solo; se ha arreglado como se arregla la realidad, por sí y ante
sí, sin intervención de nuestra voluntad, o al menos por mera obra del sentimiento, que
?*A- 1- ,.=nmnm"24
L V U V I" LIII'LiILCL
Ernilia Pardo Bazán y José Lázaro Galdeano
Las reiaciones afectivas que mantiene la escritora con este joven a partir del último mes
de la primavera de 1888 son Kan ciertas como el definitivo impulso que él recibe de Emilia
hacia lo que va a ser la importante carrera como publicista y difusor cultural dentro de las
dos décadas de entre siglos hasta concluir en el magnífico museo-fundación que hoy lleva
su nombre2'. Ambos detentan el honor, no debidamente reconocido aún hoy por el gran
piiblico, de haber fundado -en cl caso de doña Emilia, estimulado- empresas publicistas
1V CONGRESO GaldósWYO
como la ya citada, la Revista Internacional, La Nueva Ciencia Jun'dica, y colecciones como
la Biblioteca de la/urisprudencia, Filosfía eí-listorkt, además de las promociones culturales
como el premio de 5.000 pts. en el Centenario dela publicación de la primera parte del Qugote
o las 10.000 para el concurso con motivo de la glerra de Melilla o la cátedra de Historia del
Arte que sigue funcionando en su Fundación de la calle Serrano; todo lo cual ha estado en
el centro del desarrollo artístico-literario y cultural de aquellos años28.
El testimonio más claro y objetivo del comienzo de estas relacionesloaportaNarciso Oller
de un modo reivindicativo en sus Memdries. Es un testimonio fidedigno que se viene a
corroborar después con las propias palabras de la escritora tanto en el epistolario sobre el
que estoy recomponiendo estos datos como en otras cartas del momento. A1 ser, pues, una
prueba tan evidente resulta necesario incluirla aquí a pesar de su extensión:
"Acabats els Jocs, pujarem al primer pis perveure l'eposició de pintura. Visitant estavem
la tercera o quarta sala, quan En Josep Lazaro Galdiano, conegut meu, castetlá -que jo
crec catala-, alleshores collocat a la Transatlántica o bé al Blanc Colonial i que era un
jove illustrat y molt aficionat a les arts i a les bones lletres, em crida un moment a part
per suplicar-me que el presentés a l'exímia novellista gallega, de qui era admirador
fervorosíssirn. Vaig Rr-ho ben volonter i tots tres plegats seguírem la visita molt
entretinguts.
En sortir, vaig invitar-lo a pujar alcotxe per acompanyar aquella senyora a l'hotel. Un
cop sols el1 i jo, En Lázaro va dir-me que si algun cop, agobiat de feina, necessitava
S~plenpt er acompanyar aquella senyora que tan simpatica acabava de ser-11, podla
disposar d'ell amb tota seguretat que no faria mes que procurar4 un gran placer.
Aquesta preferta [...] atrapatn-me un xic fatigat d'anar tants dies ha, fent de cmalier
semente i a Inés a mes arnb molta fem endarrerida al despatx, em vlnguC corn l'anell
aldit. Per tant vaig demanar-li que si empodia Fer aquel1 favor ja l'endemi, li ho agrairia
molt.
Aixo acordat, l'endema no em vig atansar a l'hotel on posava la Sra. Pardo, fins al
vespre; pero ella no hi era. Vaig tornar-hi el midgia següent i tampoc. A la nit va dir-me
que amb En Lázaro havien fet una excursio a Arenys de Mar d'on tornava encisada.
(Alguns volgueren suposar desprCs que Insolación n'és un reflex). 110 sigui o no, la
veritat és que la nova amistat a que jo generosament havia ajudat, ana augmentant tan
de pressa i fins a punt tan gran, que la cosagrada al meu cosi i a mi queda ben aviat
postergada perla sobrevinguada; inai trobavemla meva amiga a I'hote; els amics sardP,
GuimeraMatheu, Verdaguer, Vilanova, etc. etc., que joli havia fetconiixer i que anaven
sovint a visitar-la, tampoc. Sempre havia sortit amb el senyor Lázaro, i els decasa i jo
quasi no veiéren la riostra amiga Pins que ella tingué la cortesia de venira acomiadar-se.
Anarem a I'estacid a donar4 adeu un bon esto1 d'escriptors de totes edats, i fins de
senyores; i unes selrrianes després d'esser ella Fora, En Lazaro rn'invita a veurer una
reproducció en bronze del buidat directe que havia aconseguit fer-li treure aquí, de la
seva grassoneta rna en actitud d'escriure, i que li anava a enviar junt amb una allegoria
en rerru c o ~ uq,u e en sembla que contcnia cn bais relleii els retrats del Fillets d'ella. de
tot el que li feia el1 galant present.
No vull significar aiub aixo dit fa poc, que la bondadosa Ei-i~ilisae n'nn2s d'nqui qiiisosa
dels iicistir tiacte. No es drsprtn pas aisí, aliiieiiys de les seves lletres del 4 de jliliol i
BIBLIOTECA Galdosiana
20 d'agost que també lim copio; pero que sobrevingué m0it un gran refredanent
d'amistat pei seu cantó, res no ho prova can com que, d'aiesnores enca, no iie trobat
ja mes que tres epistoles espaiadissimes; una del 24 de desembre del mateix 88,
excusant la seva tardanca a contestar-me i a no haver complert la seva promesa de
tornar a Barcelona per veure millor i'Exposlcib; ariuriciaiil-me ei prdxlm envio del seu
nou llivre De mi tierra i dient-me que es proposava treballar tan per la revista "La
Espana Moderna" que funda Lázaro Galdiano; la del 19 d'avril de 1890 (en respuesta
al pesame que Oiier ie envía cori iiiuiivu de ¡a riiüei-ic de su padi-e); i la ciei 25 de
novembre del propi any [...l.
Leer que, sense el m& petit dissentiment en la nostra correspondéncia, ni la menor
incorreccib de cavaller de que ]o pugui acusar-me, trenca amb el seu silenci, ay~~ella
senyora, abans tan afectuosa amb mi com vmtt ha vist, la nostra bona amistat? ... E$
un mistri aquest que, per curtedat degeni O per un excés potser, de delicadesa, no em
vaig ernpeynar a escattir; pero jo sempre he temut que hagi ballant en aix6 alguna
sugestió malintencionada #En Lázaro. Vagi a saber si, perqd pel temor de fer-ho
malament en castellii, vaig excusar-me de collaborara La Espafia Moderna, empresa en
la qual, segons deien n Madrid, tenia per aquells temps molts diners ficats la illustre
gallega, o si potser, per haver-se permks aquell repetir a la interessada, ingerint-li un
verí que jo li juro que no duia, la brometa inofensiva que vaig fer-li en sentir4 dir que,
aquell estiu, s'havien ambdós topar casualment a Port~~gal"~~.
Doña Emilia y Lázaro pasaron juntos en Barcelona los dos últimos días del mes de junio
y la primera semana de julio. Emilia volvió a La Coruña pasando por Madrid, y desde allí
escribía en un tono respetuoso y cálido a la vez a Ldzaro el día 10 de julio casi proponiendo
un viaje veraniego. Viaje que el abogado debió aceptar enseguida y encantado, según se
&d-u-licdee ios i.egdos a de ticrii; prepaiados la escriioía, sc@i, d
testimonio de Oller que acabo de incluir.
En la carta aludida, Emilia, después de algunas noticias familiares y elogios a Cataluña, concluye:
"Si algún día logro cumplir el propósito de verlos [Tarragona, Baleares, Poblet, Ripoll],
espero que V., sacrificando sus sibaritismos y sus aficiones al confortz8, y resignado de
antemano a camas auras y palanganas tamanas como soperas, se aetermine a
acompafiarme. Dice Tebfilo Gautier que sólo debemos acordarnos del bienestar corporal
cuando no nos arrebata la fantasía, Aplíquese V. la máxima del excelso artista que tan
rnaraviiiosamence descri'oió España. ¿NO es una verguenza que sea v. más exigente y
remilgado que yo en punto a comidas y aiojamientos? Si va V. en la Romeríaz9, llega
a Roma difunto. Escríbame V. pronto, aunque yo no le haya dado el ejemplo, pues en
lo sucesivo seré más puntual"J0.
Galdósjl Ernilia Pardo Bazh
Galdós y Emilia no se encuentran durante este verano de 1888. De las cartas que
transcribe Oller en sus Memdries se deduce que la escritora debió pasar medio mes de agosto
en Portugal con Lazaro para detenerse un tiempo a tomar las aguas de Mondáxiz antes de
IV CONGRESO Galdosiano
volver a La Coruña. Galdós, que había firmado el final de Miau en el mes de abril, prepara
su edición que ya está en la calle a mediados de junioz'. Desde Santander sale para Newcastle
el 2 de septiembre y no vuelve a Madrid, también desde Santander, hasta el día 12 de
Desde noviembre de 1888 hasta enero de 1889 Emilia se encuentra en La
Coruña cuidando a su hijo mayor Jaime de unas fiebres tifoideas que le volverán a repetir en
noviembre de 1889. Por la correspondencia con Yxart sabemos que ya en el mes de enero
de 1889 la escritora tiene entregada Mornria, a los impresores catalanes y acaba de poner
casa en Madrid, en la calle Ancha de San Bernardo junto a la Universidad Central donde se
va a dar la ambientación argumenta1 de esa novela, también corta y de formas similares a
~nsolación. En esta situación, y seguramente tras el desencadenante de la aparición en
Madrid de Insolación, se produce la reacción de romanticismo desesperado de Galdós, que
ya h~ indiradn más atrás y recomienzan con este tono tan humano y moderno las
relaciones amorosas que van a durar hasta la primavera de 1890, no sin antes dejar las
fuertes influencias indicadas en las obras de ambos, y en especial en esas dos novelas puente
1- r - l A A n A a n A a nl hlntiirnliomn ni rnnrhrirtiamn rctrnrrnr;<itirir\ A- cir t a n t r n UI; UCIIUVI> uvour ri r r iubuiui iui i iu ui r u ~ i u u r r r v i r i vr u i u r ~ r i i v i r b vu u v u b r u b r v .
Es doña Emilia la que resume en varias ocasiones el proceso por el que han pasado su
sentimientos hacia Galdós durante los años que llevo reseñados:
"Cuando vuelvo los ojos a lo que sucedía antes del Corpus de sangre, deduzco que era
absurdo que tú no me quisieses muchísimo, porque logicanlente era dificil que para ti
hubiera otra niujer adecuada; pero estas lógicas que descubre la razón estableciendo un
juicio de ciertas oposiciones y constrastes llamados a resolverse en simpatia profunda,
en la realidad fallan muy a menudo, y por cualquier quisicosa, por una deficiencia de
.'..-.- -- :-^:--:C:^..-.^ -- -^ -^..l:-- 1- :-.:-- C..^:-- 2- ,^^ P.,
a j u b ~ t :G IL UI I LCLLCI IUI I LU~ $ J I I I I IL~ I ILCI,I U ac L C ~ I I L Ul a l l t u l l l a L U O ~ U LuLc LUU u u a & u L l c a . JUY
exigente y donde entro aspiro a llenarlo todo: y te confieso que muchas veces di en creer
que a pesar de nuestras similitudes, y con toda la estimación que hacías de mi, yo no
tefknaba, al menos pasado cierto tiempo. Pareciarne que habias querido de otra manera
más apasionada, y que ahora sólo experimentabas necesidad de afecto y comunicación
femenina, lo cual conmigo se unia a la santa amistad y al trato literario, formando un
todo gratísimo, pero no indi~pensable"~~.
"Ahora conozco que no había Frialdad en ti durante aquella época en que se me figuró
verte un poco desaborío; pero también yo he de reconocer la verdad de los hechos:
cu2fi.i~g ri,quiri e! ~ ~ f i ~ ~ e ? . ~ ~d~e inYe-i-w f i t i~n rrni-r-n ~ r ~ r t l a r l ~pr&a h , tnd.0- !os
caracteres de tal, ha sido de dos meses acá; mejor dicho, desdeque me escribiste aquellas
epístolas que te restituí. Entonces pude cerciorarme deque ese amor moderno, nervioso
y hasta con sus ribetes idealistas (que es el misticismo que hoy puedegustarse) lo tenias
tú por esta princesa g a l a i ~ a " ~ ~ .
"Antes de que me conocieses, cuando no nos unia sino ensoñadora amistad, ya me
fig~rahay n (cnn pureza ahcdnluta, que ahí está lo m5s sabroso de la fiyiración) las
delicias de un paseito ensemble por Alemania [...] pensaba yo para mi: "Qué bonito será
emigrar con este individuo. Me tratará como a una hermana, o mejor dicho, copo a un
amiy de cnnfianxa entera [...lo. ílespiiés del sillar LicJ mayor deseo de viaje.
Calculaba así: "Este pícaro que no me concede ahora sino tres o cuatro horas, entonces
me dará por fuerza el día todo. Y la noche también. Dormiremos juntitos y pasarenios
las horas de la mañana, esas horas tan íntimas, en brazos el uno del ~ t r o " ~ .
BIBLIOTECA GaldósIAMA
Las 38 cartas que publica Carmen Bravo VihSante en el epistoiario reiteradamente
ci~adoc, ubren el periodo que va desde el día 22 de febrero de 1889 hasta el 24 de abril de
1890. Se trata de un epistolario muy amplio y complejo. Walter T. P a t t i s ~ nes~tu~di a e
identifica cronológicamente tres cartas más que fueron publicadas en el Excelsior, periódico
mejicano, el 14 de noviembre de 1971. El mismo crílico Galdósiaiio ariade a este estudio
alguna carta más que permanecía inédita en la Casa-Museo Galdós de Las Palmas. En 1983
aparecieron, como ya he adelantadoJ7, otras 6 cartas de doña Emilia de las que las tres más
importantes pertenecen al otoño-invierno de 1891. Es, pues, un epistolario, el que
mantienen los dos escritores, que cubre, por lo menos, el periodo que va desde 1883 hasta
1894. Fueron unas relaciones que en circunstancias normales debieran haberse consolidado,
pero no fue así, a pesar de la extraordinaria adhesión y generosidad de doña Emilia, E]
motivo, sin duda, se encuentra en las graves malformaciones psicológicas de Galdós en lo
que L O C a~i ~GI I L *a fectivo y 5 las ic!üci~firsc oi, e! sexv cmtrrric! --!m!= MUY rombr,, i;orot;<;
lado, en la eduación sexual de entonces-. Para doña Emilia la experiencia debió terminar en
un doloroso sinsentido que ella respeta, a pesar de todo, como se puede ver en estas palabras
de una de sus últimas cartas ai escricor:
"De Lydiaa Horacio sobreel tema Eheu fugaces1 Mi caro Venusino, estoy en estos baños
por prescripcióndelarte de Esculapio. Ya mevoy encontrando sobradanlente sulfurada,
por lo cual el sábado pienso salir para Sancti Anderii. Estaré en esta ciudad lo
estrictamente preciso para no quedarme sin verla, puesto que me interesan los
pueblecillos donde hay antiguallas y los valles floridos como el de Toranzo.
LOS montañeses que ya conozco por aquí, suponen a priori que no veré a Pereda, y
también que no omitiré visitar su palacete de V. (Villa Venusiana), desde luego declaro
que han acertado en sus presunciones y que mi deseo es darle a V. esta seAalde afecto
y consideración proFunda (qué tal?). Pero, clterfiorace, la rnetamorbsis sufrida por mi
y algo provocada quizás por los sabios consejos de V., es causa de que antes de poner
por obra mi propósito, quiera enterarme de las disposiciones con que V., lo recibirá, y
si ve V. en él el más breve motivo dc contrariedad por cualquier concepto, en cuyo caso
yo declaro que renuncio a él, y que haré de modo que, sin extrañeza de nadie, no se realice.
Este espíritu de precaución que hoy guía todos mis pasos, acusa joh Postumoi la oora
triste de los años, que todo lo muestra al través de un prisma distinto. Sólo la
experiencia, y su comitiva de amargas lecciones, puede haber logrado modificar hasta
este punto mi nativa y quizás nociva espontaneidad. Mi sexo y mi situación me ooiigaii
a estudiar siempre el modo de no exponerme a que parezca inconsiderado ningún acto
de mi vida social. En plata, si V. no me contesta y no se adelanta a visitarme en
Santander. yo me abstendré de ir al Palacete.
Si V. no me contesta, entenderé que Lydia no debe hacerse presente a Horacio ... Y s@iL
Proceda V. con absoluta libertad y según sus propósitos y deseos.
Ya sabe V. que de todos modos le quiere mucho y no le admira menos Lydia-PorciaJa.
Volviendo al conjunto de las cartas publicadas por Carmen Bravo Villasante, lo primero
que llama la atención es la gran cantidad de resonancias humanas, directas de doña Emih
IV CONGRESO GaldósLAIYO
e indirectas, pero muy presentes, del propio Galdós y de todo el conjunto sociocultural del
momento. Las cartas contienen sobre todo un herrrioso proceso de liberación espiritual a
través del profundo análisis al que Galdós obliga aEmilia con susconsideraciones, liberación
de prejuicios morales propios y de formalismos sociales hasta llegar al pleno equilibrio
espiritual de esa semana central del mes de septiembre de 1889 que pudieron pasar ambos
en plena libertad afectiva por las bellas ciudades de las orillas del Rin. Después de entonces,
el alejamiento, la presencia de las respectivas familias, los incómodos y cercanos testigos de
la reducida sociedad madrileña, el propio temperamento personal -sobre todo en lo que se
refiere a Galdós-, todo se confabula para irlos alejando hasta la situación que se muestra
en la carta de Emilia citada más arriba.
Las cartas del epistolario vienen en su mayoría a cubrir las distancias que eventualmente
les separan. Dona Emilia esta lejos de Galdós durante todo el mes de abril que pasa eti La
Cnriiña (7 cartas!; el mes de junio y parte de jiilin se mruenr r a haciendn sii p r im~r av isita
a la Exposición Universal de París. De entonces son 4 cartas. En el mes de marzo y abril de
1890 permance en La Coruña con niotivo de la muerte de su padre. Deentonces son 8 cartas.
2 X J ~ Zs,e enC;entrl !ejes & rmi!ia &S& fig&s de q t i emh r v hastu e! &u 25 &
noviembre3g. Durante este tiempo Emilia escribe 10 cartas. Hasta las 38 faltan 9 cartas que
corresponden a envíos por el interior correspondientes a los meses de febrero y marzo, los
primeros en la renovación apasionada de sus relaciones afectivas que hasta este momento,
según declaraciones ya citadas de doña Emilia, habían sido bastante frías y distantes. En
estas cartas se produce la valiente, sincera y generosa confesión de doña Emilia sobre su
debilidad del verano anterior sobre el fondo del intenso apasionamiento de Galdós.
Compenetración literaria
En las obras literarias de ambos escritores se pueden distinguir dos tipos de reflejos
producidos en estas relaciones afectivas. Se produce una especie de contagio inconsciente,
como por ejemplo el que rezuma de este epistolario y de Insolación a La incógnita de Galdós,
según he indicado, quizás demasiado brevemente. antes40.
En el paso de La incógnita a Realidad se produce ia transmisión de parte del interés
indagatoria de Manuel Infante hacia la personalidad del marido de Augusta, Tomás Orozco.
.ffon!;llnd,2 si? vez, es ~ 1 1n2n ve!íi q e s e rce!ahorñ, según las nnrirías q1j.e se filtran a travkc
del epistolario de Emilia, desde el mes de octubre hasta diciembre de 1889 y justo al principio
de este periodo nos encontrarnos con estas palabras de Emilia en una carta del 25 de
---.:..-L~AI *8~~a:-: -. -. i--- 2 -..:L. r +f l , .~m. :m. . ~o~. . , . ;n~, , .&m~,mn., qi
UG~LlClLlUlC~;1 IUY 1C UIJU ILU UC YUIGII ~ J L&UlCAl i l \ r l i L \ r UL&UICLL L I L L i L I V i L C I U V UCi U16Ui iU i i i W i i b i U
con el matrimonio Pepe Alcalá Galiano y su mujer Mary] , ni dónde, que tú andabas por el
Rhin y que no se tenían noticias tuyas. Al participármelo añadió en broma diciendo que sin
duda sepias mis nueiias. Te io advieno, para que haya, cuando dei caso se iraie, ~uiúddu
en retrasar la fecha tuya y en variar el itinerario. Creo que muchas cosas son fáciles con un
pocode habilidad. También seriaconveniente, para prevenir todacontingencia, que al enviar
las pruebas de Realidad, pienses una carta maquiavélica, contando el viaje por colonia 1,
Shaffhouse y pidiendo consejos reservados sobre licalidud'.
BIBLIOTECA GaldósWYA
Emilia de hecho lleva varios años separada de Su marido. ES posible que ahora se halle
éste acciderital o temporalmente en París, donde se ha quedado Emilia tras la reciente
separación después del viaje por el Rin, sin embargo, se puede vislumbrar aquí una actitud
real que en gran parte se va a reproducir en Realidad, mientras que estaba ausente en La
incógnita. Este es hecho, sin saber si Galdós lo utilizó de modo consciente, si ya estaba en
el ambiente de sus relaciones con Emilia o si surgió de modo espontáneo dentro del
crecimiento propio del argumento narrativo.
Otras reFerencias son más conscientes, producto directo de sus conversaciones en la
intimidad. Pueden verse alusiones a ello en las páginas anteriores42. Véase también esta que
!p hace en carca desde La Cnriifia e! diii 30 ?e marzn de I88q:
"Porel camino he pensadouna novela; pero no se titula El Hombre; se tiene que titular
(src:s i tc e s t a ) I ~ ' ~ ' C S , ~ , ~E:sC !Za ,h istoria 4 : una srñcn :.!:~ULXÜ c iiitacMj:c; iiay
que variar la nota, no se canse el público de tanta cascabelera. El Hombre de todos
modos es muy buen titulo, He pensado también hacer una novela sobre el Verdugo; el
.;-,rdug= acku!. ;Qu& opinar?"
Ya apunta Carmen Bravo Villasante en el "Prólogo" a la edición de las cartas43 que estos -" --.--*--- "- --L.. -- ,T.-,. ---.. -...... " 1 A- -.".'-J-- ~ I V J L L L " ~S ( ~ a b a ~~ a1 V~1 i I I I ~LJLI UILU y I ~ ~ I L < C ~ Üpu, l ULI IZUU, ~ I [ I U ~ I C U I UL ( / ~ U / Ü /U,11 POCO
más tarde, en 1890 y 1891 re~pectivamente'~A. estas tres hay que añadirMemoriasde un
solterón (1891) y el manuscrito del boceto dramático ("Diálogo dramático" io llama la
escritora) de EZsacrCfcio para completar el grupo de las creaciones pardobazanianas que se
cuecen en el horno espiritual de esta experiencia sentimental. Son cinco obras en las que se
mantiene un acusado grado de parentesco con las de Galdós del mismo periodo, es decir,
Realidad, Angel Guerra, Tristana, La de San Quíntin, La loca de la casa, y el respeto de la
serie de tono espiritualista hasta finales de la década de los 90. Se puede distinguir, además,
un cierto viavén en el sentido predominante que llevan las influencias. Ya hemos visto, por
ejemplo, que al principio es Insolación de doña Emilia y las cartas del epistolario que he
estudiado para este trabajo motivos importantes en la desviación artística Galdosiana que
-CP- prod~cee nLn i.m@itny g mp xte du.~?e,n!id~~?,dp ero dropuév, o pürtir dc mcdiados dcl
mes de febrero de 1889, con la aparicibn de Torquemadaen lahoguera, es Galdós el que toma
la d e l a n ~ e r aE~s~te. personaje debió acompañarles en sus primeros apasionados encuentros
dürahic el iics de uiaizu dc ebit: dííu y en eiios debió adquirir ei gran pocenciai expresivo que
se va a realizar después en la mayor parte de las obras de ambos. Es un personaje que ha
nacido, como es fácil de comprender, desde los propios agobios financieron del escritory sus
crónicos desarreglos económicos. Suyo es este texto manuscrito inserto en su cuadernillo
de notas al final de las anotaciones correspondientes al itinerario de su largo periplo de dos
meses por las ciudades turísticas italianas del otoño de 1888: "Dificil por todo extremo es
mi situaciónen estemomento. Novoy a [pasar] undíamás". Y estos reproches del 6 de mayo
de 1893, aunque referidos a este periodo:
"Piense Vd. un poco en ello y recuerde todos sus propósitos del 90 aci, todos sus
ofrecimientos de hacer cinco obras por año, lo de las canteras (résinas de papel,
cuartillas), que a Vd. le tocaba explotar para atcndcr desahogadamente al pago de la
IV CONGRESO Galdosiano
casa [la finca y hotelito de San Quintín en el Sardinero santanderino]. y véngase a la
realidad y anote en papel negro lo producido con tal objeto, a lo que añadiré las
reimpresiones hechas y que constantemente me veo obligado a hacer tanto para que no
falten libros cuanto para entretener la imprenta ...
En fin, todo eso lo sabrá Vd. porque indudablemente habra pensado en ello cuando se
le ocurrió los caminos que queria abrirse para salir de pobre. El lQ el teatro; los miles
de duros que le iban a producir las obras puestas en escenas no deben haber resultado
sino en la imaginación de Vd., a no ser que sea eso lo que tenga que percibir de
Hidalg~"~~.
ES, pues, en la primavera de este ano-recordemosqueel traspaso de poderesdesdeDoña
Lupe a Torquemada (primer capítulo de Torquemada en la Cruz) se produce el día de San
tsidro. 15 de mayo, de este año de 1889-cuando Galdós configura la serie de los cuatro
~orquemaday también cuando compone su primera obra dramática teatral, La de San
QuinNd7. Enseguida la presencia de este personaje se hace evidente, La motivación
ecnnbmirñ SP int~nsifirae n la versi-bn d ~ r!o nflkto de F e d e r k ~V iera que propmciona.
Realidad frente a La incógnita anterior, y con Torquemada aparecen otros personajes como
Joaquín Viera o César Buendía de La de San Quintin, Pepet Cruz de La loca de la casa, los
administradores de las propiedades de Angel Guerra, el don Juan López Garrido de Tristana.
También aparecen en las obras de doña Emilia, aunque, sin lugar a dudas, con una función
mucho más secundaria dentro deun argumento que se centra más en el desarrollo espiritual
y psicológico de los personajes, sobre todo de los femeninos. La realización más inmediata
se encuentra en su primeracreación posterior aeste momento, el judío FelipeUnceta Cardoso
de Una cristiana y La prueba, personaje despreciable que mantiene un gran parecido
constitucionai y ~uncionaci on ei Cbar MoIIcada de Gaidos ( ~üea Sa n Quintinj. Ei segunao
personajede este tipo está traídodesdeLa Tnbunade 1882, por lo tantoes 10 años másviejo.
Se trata de Baltasar Sobrado, el que sedujo y abandonó a la que como consecuencia de esta
desgracia se convirtió en la Trib~na4~B.a ltasar Sobrado en las Memo??as de un solterón
( 189 1) ahora se encuentra entreteniendo a unade las hijas deenicio e r a el padre de Feíta,
la protagonista. Ella es ahora la que acabará rechazando al compañero Ramón Sobrado, el
hijo nacido de aquellas relaciones, el violento anarquista, primero, reeducado e integrado
socialmente al final, en Favor del sensato solterón Mauro Pareja en un argumento que se
~nriientraa m ~ d i nca mino entre 1.n de San Quintin y Los condenados de Galdós. Coincide
con el primero en el sordo enfrentamiento por Rosario entre César Buendía y su falso hijo,
el joven Víctor Barinaga, y con el segundo en la bondad y sensatez del personaje maduro,
Santiago Paternoy, pero la solución que plantea Emilia para Feíta no se realiza en ninguno
de ellos. Lo que en Emilia es una salida digna de Feita a sus propósitos de realización
personal, Galdós, fundamentado en la experiencia de sus relaciones con Concha Morell y en
ei fracaso personai de esta mujer, io coriveriirá eu Fiaicisu paia ei peisoiiajc de Tristaiia eii
la novela de este nombre, compuesta en la segunda mitad del año 18914s. El solterón
acomodado Mauro Pareja, a su vez, viene a reproducir las violencias pasionales del propio
Galdós o de Manolo Infante, cuando se siente apasionadamente motivado ante ia aparición
de un contrincante dentrodel campo de sus expectativas amorosas, en este caso, la presencia
del compañero Ramón Sobrado y las prinieras atenciones que Feita tiene hacia 61.
BIBLIOTECA GaldósM
1.a experiencia compartida del desorbitadocrimen de la calle de Fuencarral es pres~nt~ci_~
primero por Galdóc en La incógnita, de un modo casi inmediato a las diligencias judiciales
primeras, y en el momento de la sentencia final, al principio de Realidad. Emilia es más
sensible hacia el cumplimiento de la sentencia un año más tarde, en 1890 con la ejecución
de la principal inculpada Higinia Balaguer, ambientación siniestra de la pena de muerte que
va a quedar reflejada en el ambiente marinediano delapiedraangular (1 89 1). En esta obra,
además de la fuerte crítica de una sociedad que siente profundo desprecio hacia la función
del verdugo cuando es él precisamente el fundamento, la piedra angular en que se asienta
la seguridad social, debido al respeto y temor que su existencia, la existencia de la pena de
muerte, impone a los posibles delincuentes, reproduce Emilia el ambiente de partidismo y
de controversia social que se Formó en torno al proceso judicial de los delincuentes, aunque
la escritora, mucho más motivada que Galdós por los temas intelectuales, reduce estos
acaloramientos al enfrentamiento de las conciencias positivistas y tradicionales en el
enjuiciamiento de estos temas jurídicos y morales, las circunstancias, móviles y actitudes a
tomar ante el sangriento crimen de Erbeda. pequeña localidad cercana de Marineda.
Resta, en fin, tratar con cierta brevedadel Último tema importante compartido por ambos
escritores, procedente de sus íntimos "consentimientos" mutuos: la actitud espiritualista
que caracteriza el comportamiento de ~a rmi ñAa ldao en Una cristiana y La prueba, Leonor
"La Peri", Federico Viera y Tomás Orozco enRealidad, Leré y Angel Guerra en Angel Guerra,
~ictoria~oncadaenLalocaldaec asa, Santiago Paternoy y Santamona en Los condenados,
por no seguir con Nazarin, Halma, El abuelo y Misericordia, todas ellas de ~a ldós .L a
tendencia de Emilia hacia este espiritualismo es mucho más breve y, puede ser, subsidiaria
de los planteamientos simbólicos y transcendentales del propio Galdós. El es el que se ha
sentido especialmente cocado por las actlcude~de las santas modernas, e n palabrasde Uenah
LidaSoy, de otros santos como el médico amigo, el dr. Manuel Tolosa Latour, fundador del
asilo para niños de Chipiona, proyecto sobre el que debían estar tramando en estos años y
que de alguna manera está presente en la fundación toledana de Angel Guerra; Galdós es
sensible al sentido espiritualista que se va imponiendo durante estos últimos años de siglo.
Véase el ejemplo de Jacinto Verdaguer, la fundación posterior y santanderina del doctor
Enrique Diego Madrazo, gran amigo de Galdós. Recuérdese, además, la nueva actitud de la
lglesiaa través de LeónXIII en relación con los problemas sociales reflejada en la celebración
del Congeso Católico Español: inaiigirado el 3.4 de ahril de 1889 m Madrid al mismo tiempo
que en Oporto y enViena. De pronto, en fin, toda la atmósfera moral y cultural del momento
-recuérdese el éxito de la narrativa de Leon Tolstoi- se va impregnando de espiritualisrno
redentor, como otra posible alternativa para la solución dc los problemas que el positivismo
se ve incapaz de remediar. En esta nueva posibilidad de regeneración social debe insertarse
el esfuerzo creativo de Galdós en la línea espiritualistas1. Y es precisamente este compromiso
soiiucuituiai, esia exiroversión y airruismo ae sus personajes, ios efectos transcencientes
de sus comportamientos, lo que viene a establecer la diferencia más fuerte con las creaciones
de Emilia, mucho más personales y encerrados en su propia ascesis y mística interior.
De este modo, y para terminar, nos encontramos que el argumento de este breve diálogo
dramático, E1sacrficid2, nunca lo podría haber trazado Galdós. Se trata del reencuentro
espiritual de dos hermanas, Carlota y Victoria, que se han visto separadas y alteradas por
la presencia de un hombre, Rafael. Este hombre amaba apasionadamente a Victoria y, sir1
embargo, se casó con Carlota, quien, a su vez, le amaba del mismo modo. Error trágico en
la elección que le lleva a la muerte a él mismo, a Victoria al convento y a Carlota al engaño.
~l fin, muerto Rafael y descubierto espectacularnie~itel erigdño de sus exlsrencias, las dos
hermanas recuperan el equilibrio haciendo confluir sus amores en el descendientede Rafael
que pronto ha de nacer. Al fin, como suele ocurrir en la obra de Bazan, el personajes supera
la reaiidaa coniicdva y logra una nueva situación personal. Galdós no puede reducir tanto
el ámbito de influencia de sus personajes. Como él mismo le confesaba al periodista Luis
BELLO, sin duda por los años finales del siglo xix, cuando los modernistas le acusaban de
poco cuidado estilísticamente. "Yo sé que mi estilo no parece estilo a mucho que buscan
-también- buscan otra cosa. Creen que lo mío es fácil. Yo les entiendo; comprendo que
trabajen. Pero sería demasiada inocencia si yo me entretuviera en esos perfiles con tantas
cosas como tengo que contar. Para mi el estilo empieza en el plan"S3.
ES un tipo, pues, de argumento que no cuadra con ninguno de los muchos argumentos
ealdosianos, y que, por el contrario, viene a encajar perfectamente con el prototipo de los
argumentos de la escritora gallega. Como ya expuso en el estudio citado, el modelo
argumenta1 ideal al que se pueden reducir las 8 creaciones teatrales de dona Emilia es el
sigui~ntet 1 .- 1.a presencia de un hombre, relacionado n nn ron tina situaribn prnhl~mñtica
previa, que desencadena el enfrentamiento niás o menos abierto entre dos mujeres; 2.- La
equivocada y más o menos trágica decisión de este hombre, el cual, amando a una de ellas,
viene a casarse con la otra; 3.- La progresiva destrucción del personaje masculino víctima
de su propia equivocación; 4.- El sacrificio y fracaso personal que supone el error masculino
en las mujeres implicadas; 5.- Posible salida hacia la esperanza bien por la reconciliación de
ambas, por su regeneración espiritual o su realización afectiva en el descendiente que
sobrevive.
Todos estos pasos se cumplen en Elsacnf?cio, el cual, además, viene a ser el boceto o
primer desarrollo de otro drama de doña Emilia, Lasraíces. Es evidente la autoria, pues, de
la escritoragallega. Que lo tuviera Galdós entre sus papeles, así como resonancias nominales
en otras obras de Galdós, sólo viene a confirmar la evidencia de la comunidad espiritual y
literaria en que vivieron ambos escritores durante estos meses de inrimas relaciones
afectivas del año 1889. Esta obra dramática de doña Emilia apunta también a la evolución
común de ambos hacia el conductismo que era la salida normal para el agotado naturalismo
anterioP4. Galdós lo consiguió ayudado por el entusiasmo de su amiga5j. Emilia, a pesar de
este primer intento, fue mucho mas recatada. Estuvo mucho más condicionada por su nunca
tranquila situación sociocultural, y en los años que nos ocupan debió ser determinante la
breve polémica que en el mes de mayo de 1892 sostiene con el periodista Pedro Bofill acerca
de si había o no anunciado que pensaba presentar una obra para el teatro5". Doña Emilia,
como "Clarín". ni tenía el necesario temperamento exhibicionista que precisa la creación
teatral ni tampoco se encontraba en posición sociocultural adecuada para que el público,
sobre todo el "todo Madrid" pudiera contemplar desinteresadamente sus obras. Su presencia
en !os ~scenarjo~s I JPm ínima. 11n par de veres a partir dp los añns finales del siglo. Pero el
deseo, como en "Clarín" Fue muy Fuerte g ahí están sus 8 dramas para demostrar-lo%.
BIBLIOTECA CALDOSIAMA
1 Histoire de la littéramre anglaise, vol. 1. París, Hachette, 1895, p. XXVI.
1 Essajs de méthode de cn'rique et d 'liisto~reii rteraire. Paris, nachecre, i ~ o 5 .
3 Son notables y conocidas las reiteradas denuncias que se han hecho en este sentido. Recuérdese,
por citarun grupo ilustre a los intelectuales de IaEscuela de Madrid de losé Ortega y Gasset. Y por citar
unas palabras relativamente recientes, las de nuestro biblioógrafo y proresor don José Simbn Dlaz en
'Fuentes de la Literatura. Bibliotecas. Archivos. Bibliografia General. Peculiaridades de la literatura
española", AAW, Historia dela literatura española. Volumen k EdadMediayRenacimiento, planeada
y coordinada por Jost Marla Dlez Borque. Madrid, Universitaria Guadiana, [1974], pp. 11-12.
"Introducción" a Benito Pérez Galdós, La incógnita. [Madrid], Taums, 1976, p. 9.
ulntroducción" a EmiliaPardo Bazán, La Tribuna. Madrid, Cátedra, 1989, pp. 20-30, enespecial,
p. 25. Similares rasgos encuentran otros importantes investigadores como Claudio GUILL~N"E,n tre
la distancia y la ironía. De Los Pmos de Ulloa a Insolación" en AAVV, Estudios sobre "Los Patos de
Ulfoa". Madrid, Edcs. Cátedra/Ministerio de Cultura, 1989, pp. 103-128, en especial pp. 120-128;
S , - .F..- ~ q r ~ n*QTa-A--A~ . .-a: :-"..l.. -J:":A- A- r..mAl",,:A.. La-A..:d m..-m- P-l..- "-1 A,.-+-,.l + n o ?
L Y I ~ L L L L L ~ L Y ~ L V L ~ LII,L,L IVUULLLV~L a la r u ~ i w tuir ~~WL,L,UL,L,Li r,rI Iu. u i i u , u u y u u u ruip, r vi . i i u u r r u i , r ,vi ,
pp. 21 y SS.; Maurice HEMINGWAY, Emifia Pardo Bazán, The making gf a novelist. Cambridge,
University Press, 1983, pp. 52; José HESSE, "Introducción" a Insolación. Madrid, Taurus, 1970. Más
r.-L-:,.- -- - - - r : r i - m. ....-Anr r - n t v s - r an 1- h : h l : ~ n ~ ~ F : mr n r n n - tm& A n Drihnr* L A C P A D l
LIGVILJVD I;LL L i L C i C I I I I U V D i Y U C U C I L L L I U I I C O L 164 Y I V & I V & L U L I Y L i V I I I L i I L L U I U O U L i A.VUCLL <.l. UI1.i>i
(Biblio~rafldae scriptiva de eshrdios críticoss obre la obra de Emilia Pardo Bazán. Valencia, Albatros-
Hispanófila, 1982).
6 !vca!izari6u de fechas hu :ido pnsiY!e 2 p r t i r de los rxce!e.ltes y cudsgf &tos
aportados por el profesor Walter T. PATTISON en "Two women in the life of Galdós" en Anales
Caldosianos, VIII, 1973, pp. 23-31, en especial p. 24; y con la referencia de las fechas de las cartasdel
epistolario de la escritora a Galdós publicada por Carmen BRAVO VILLASANTE, cuya cronologia he
podido recomponer.
Véase Emilia Pardo Bazán, Cartas a Benito Pérez Galdós (1889-1890), prólogo y edición de
Carmen BRAVO VILLASANTE, Madrid, Turner, [1975], pp. 17 y 50. Vuelve sobre estas mismas
valoraciones en la p. 82.
Es Carmen BRAVO VILLASANTE en su interesante estudio biográfico sobre Galdós la que recoge
las referenciasmásantiguasde estaamistadque se encuentranen lacorrespondencia inédita en lacasa-
IV CONGRESO CrALDOSLAMO
Museo de Galdás del amigo de Galdós Pepe Alcalá Galiano. Este. consul espanol en la ciudad inglesa
de ~ewcastlel.e dice el 2 de marzo de 1884 (fecha equivocada en la edicion de las cartas de Emilia a
Galdós. op. cit., p. 1) "Si te comunicas aún con la Pardo Bazán de quien recordar& que hablamos en
Londres [...]" y el 28 de marzo siguiente, "Si te sigues carteando con la Bazán. mándala un ejemplar
de los versos de su primer admirador." (Galdós visto por simismo, segunda edición. Madrid, Novelas
y Cuentos. [1970], pp. 168-169).
Esta Fue una opinión bastantegeneralizada en Barcelona apartirde principiosde 1889cuandosalio
la novela. Esta opinión fue la que debió motivar el injusto enfrentamiento de las amistades entre la
escritora y Narciso Oller. porque debió atribuirlo a indiscrecionesde este escritor que Fue el testigo mas
cercano e indirecto de estas relaciones. Pero. como el mismo Oller sugiere con razón en susMemónPs,
las prolongadas e injustificadas ausenciasde Emilia en plena Exposicióncuando era el centro de interés
de los principales escritores catalanes del momento. y la inmediata aparición del manuscrito de la novela
en la imprenta de los Sucesores de N. Ramirez de Barcelona, fueron motivos más que suficientes para
suscitar las sospechas. Véase Narcis OLLER, MemóriesLiteranés. H i s f ó ~ a l i r e sBa.rc elona.
Aedm. 1962, pp. 108.1 10. Las cartas aludidas, en notas 8 y 9, pp. 122-123. M& datossobre la Uegadade Emiüa
y Galdás a la Exposición en nota 4. pp. 1 15-118. Más adelante también pp. 12-14 de este uabajo.
tu Puedeverse esta actitud claramente expresada porella en "Apuntes biograficos" edici0ndeHarry
L. KIRBY, Obras Completas, Cuentos/Cn.tika literaria. Madrid, Aguilar, 1973, pp. 698-732, en especial,
p. 71 1. Esun rasgo de intelectualismoadem~quevieneacompartircon"Clanny" c on Armando Palacio
Valdes. como escritores que son los mas jbvenes de la Generacibn de 1868. mucho menos afectados que
Pereda y Galdós por los principios ideológicos y sociopoliticos de aquella Revolución. Es tambikn una
faceta destacada normalmente por todos sus estudiosos, pero de un modo especial, aunque breve, por
la profesora Pilar PALOMO VAZQUEZ eii "Cuiiosidad iiitelectuai y eclecticismo critico en Emilia Pardo
Bazán", en Estudiossobre "Los Pazos de Ulfoa: op. cit., pp. 149-162.
1' No olvidemos lo que se deduce de las acertadas consideraciones de H. Chonon BERKOWITZ sobre
la psicología afectiva de Galdós. De los contenidos de la extcnse correspondencia que mantuvo con
numerosas mujeres se puede concluir que es principalmente atraido por dos tipos muy característicos,
o las varoniles, al estilo de su propia madre, actuando frente a ellas como contraste juicioso y pacificador.
o, por el contrario cs compañero sentimental y comprensivo de otras inseguras e indefensas para
quienes es un sacerdote-conFesor, Asi lo cuenta Berkowitz: "The idea seems to be that they wish to
confide inGaldós. to convert him into a sort ofglorifiedfatherconfessor. Frequently thesewomenspeak
with ardent conviction of the intuitive insight into the innermost recesses of the feminine heart which
Galdós reveals in his novels; hence therir own desire to unburden their heavy heart before him, and,
by thisvey act, atteint lo a species calmand a vague feeling that in him they have avicarious spiritual
champion [...l. In short. the most convincing comment on Galdós power to move the human heart is
contained in these "Cartas de mujeres desconocidas". They also constitute the documentary material
for the portrayal of feminine character in his works". (Vease en H. Chonon BERKOWITZ, "Gleannings
from Galdós' correspondence". Hispania, 16. 1933, pp. 260-261). Recordemos a la luz de estas
palabras la actitud de Francisca Asís de Taboada respeto a don Gabriel Pardo de la Lage en Insolaci~n
y en especial la conversación mantenida en los capitulas Xlii y XIV de la obra entre ambos personajes.
Pertenece. igual que la siguiente que cito. al grupo de documentos Galdosianos que se entregó
a la subasta de la casa Durjn de Madrid en la primavera de 1983. Ha sido un fondo Galdosiano
maltratado por la critica, publicado de modo apresurado. en medios. como la prensa diaria, poco o nada
adecuados y con múltiples errores tanto de trascripción conio de contenido. Entre los manuscritos
existen varias cartas de Emilia a Caldos. Alguna de ellas, las más extensas. han sido ya publicadas.
Véase Adelina BATLLES GARRIDO, "Tres cartas inéditas de Emilia Pardo Bazan a Galdds" I~lsiifai.i'
447. 1984. p. 4. y "Epistolario inédito. Galdós. padre cariñoso y caballetu amantisirno" en rlrlrlrrctc
BIBLIOTECA Galdosiana
Supleniento semanal de Diario 16, nP. 63, 22 de junio de 1986, pp. ]-VI. Del mismo depósito y con
simiiaics ,-aiactcr~sii,-aj iikiit;j i;pt;ri"i E!SÜC,P$~C~C breve texto d:umdtico ütíibUidü ellórleamellte
a ~ ~ l d ócusa,n do en realidad es obra de doña Emilia. Véase Maryellen BIEDER, "El sacrficio: un texto
inédito de Galdós" en Los domingos de ABC, 27 de noviembre de 1985, PP. 7, 10-1 9, y Julián AV~LA
ARELMNO, "Sobre la errónea atribución a Galdós de Elsacn3cio" ensegismundo, no. 43-44, Madrid,
1986, PP. 209-221
Lanota debió ser enviada a finales de 1886, pues KASABAL en SU artículo "Emilia Pardo Bazan,
Un banquete"E/Resumen, 12 de abril de 1887, cuenta que Emih ha pasado todo el invierno en París
recogiendo información para la Historia de la Literatura espafiola. El banquete se lo of~ecesu amiga
la Sra. de Rute, también llamada princesa Rattazzi.
13 Puede verse en la prensa del momento KASABAL, "Emilia Pardo Bazin. Un banquete", E/
Resumen, 12 de abril de 1887, "La señora Pardo Bazán en La Correspondencia deEspaña, 14 de abril
de 1887, "Emilia Pardo Bazán en el Ateneo", La Epoca, 14/04/87, "En el Ateneo. La revolución y la
!Be?ztcr-. pfi p.ccia. C ~ f i f e ~ ~yfri&c i$~a Emi!i~ ?pidn Razh", E!RPs!!.~~E1?4? ,d e abril de 1887, ";a
señora Pardo Bazánen el Ateneo (Segunda conferencia)"L a ~ p o c a2,1 de abril de 1887, "En elAteneo,
Tercera conferencia de la Sra. Pardo Bazán", El resumen, 28 de abril de 1887.
14 Ahnra-parece porprimeravez e! personaje don Gahrk1Pardn de !a Szge enLn,w,nnlro,?ar~;;;(~~~.
Novela. Segunda partede Los Pazos deUlloa. Barcelona, DanielCortezo yCa., 1887,2 tomos (Novelistas
Españoles Contemporáneos), tomada esta referencia de María del Carmen SIMON PALMER, "Aporta-ción
ala bibliografíade donaEmilia Pardo Bazán" en Documentación de las ciencias de la informació~,
X, d. Universidad Complutense, Madrid, 1986, pp. 45-67. La referencia en pq 52. Véase especialmente
el cap, VI11 de La madre naturaleza.
15 "Conferencias de Emiiia Pardo Bazán en el Ateneo", Benito Pérez Galdós, Obras inéditas.
VolumenII. ArteycrítrCa, Ordenadas y prologadas por Alberto Ghiraldo. Madrid, Renacimiento, 1923,
pp. 203-208.
l b La incógnita. op. tic, p. 247.
l7 La correspondencia comienza el 26 de febrero. Desde entonces hasta esta del 27 de abril Galdós
lehaescrito 130 14 cartas, pero Emiliase refiere alasegunda y tercerade Galdós enviadas el 1 dernarzq
que ella se las devuelve el día 3 (Ver el epistolario P. 42).
la El encuentro que inicia las relaciones más íntimas, ocurre el día 23 de marzo (Véase el concierto
de la cita en carta del día 21 de este mes, pp. 36-41).
Ig Epistolario op. cit., p. 69.
Recuérdese lacitaanterior número 11. Tambiénel estudio interesante de Gilbert SMITH, "Galdós,
Tnstuna, and letters from Concha Ruth-Morell", en Anales Galdosianos, X, 1975, pp. 91-120.
21 Las cartas de "Clarin" y de Peceda están en Soledad ORTEGA, Cartas a Galdós, Madrid, Revista
de Occidente, [1964], pp. 207-296 y 37-206 respectivamente. Puede verse especialmente en Pereda
quien eldia 9 de febrero de 1889 le dice "Mucho celebro que se halle V. metido en harina. Sobre lo que
han de salir, no me apuro porque de un buen troquel no puede salir obra mala" (p. 137). El estuvo en
Madrid a finales del mes de agosto y el 6 de septiernbrc le pregunta que cuando saldrá la obra al público.
Op. ciL, pp. 146-148, exactamente en p. 147. Para Narciso Oller, véase Williarn H. SHOEMAKER, "Una
amistad literaria: La correspondencia espistolar entre Galdós y Narciso Oller", en Boletin de la Red
Academia de Buenas Letras (Barcelona), pp. 247-306.
22 Véase el epistolario op. cit., pp. 22 y 80, cartas de los días 10 y 12 de octubre de ese año.
"NO deseo ciertamente que me hagas una infidelidad, no; pero aún concibo menos que te eches
una amiga espiritual aquien lecuentes tus argumentos de novelas." (Carta del día 30 de marzo de 1889.
p. 56). o cuando alude el 27 de abril a "El Angel de la Muerte" y al "Mártir del Gólgota" (p. 70). claras
alusiones. a nii ver. al protagonista de la siguiente novela Angel Guerra
1V CONGRESO Galdosiano
"' / m , p. SI. " Nacido en 1862, diez años más joven que doña Emilia, se dispone aún de muy pocosdatossobre
suvidaanteriora lade publicista.actividadquecomienzajusto a partirdesusrelacionesconlaescritora.
.\si se lo cuenta ella en carta del dia20 de abril (pp. 96-97) a Galdós. el úniro espdíiol que eriioncessupo
con certeza de las relaciones que habian existido entre ellos: "Dices que mi carta tiene busilis y hablas
de pactos y compromisos distintos de los lazos afectivos y que me sujetan con cierto carácter
niatriinonial. ES preciso que yo ponga eso bien en claro. para que no haya entre nosotros malcnrendu,
ni desconozcas mi situación o te formes de ella una idea errónea.
Aunque no entiendo mucho de negocios, siempre me ha parecido que el fundar una Revista es por
10 menos problemático. El fundador [losé Lázaro Galdeano], resuelto a marcharse de Barcelona y vivir
donde pudiese verme. me consultó varios empleos que pensaba dar a su capital y ocupaciones a que
pensaba dedicarse, dejando a mi arbitrio la resolución de su porvenir. Me negué a resolver en cosa tan
grave: y tocante a Revista, indiqué y señalé todas las dificultades, todos los obstáculos, todos los
problemas. Hablé de los repetidos fracasos. En fin. no omiti nada de lo que podia ser advertencia y
saludable consejo.
A pesar de esto y habiéndole dejado en libertad total para elegir, el optó por lo mismo que yo le
presentaba tan dudoso, aceptando que eso acercaba las órbitas y creaba una comunidad de trabajos y
pensamientos. Respetó esta iniciativa y ofreci mi cooperación decidida y completa, que no he
escatimado
Respecto a intereses. ;ni una palabra se habló! Creo firmemente que en el pensamiento de él hay
una cláusula no estipulada en el contrato, y que se alegraría mucho deganar mucho también para poner
a mi disposición loqueganase. Perocomo yono habiadeadrnitirsinoelpreciodemi trabajo, enconcepto
de colaboradora, y en otro concepto las delicadezas y obsequios que prescribe la galanteria tratándose
de una mujer, y nadamás. deahíque todaestacuestión de la Revistaseaaparte delade miemancipación
y no tenga nada que ver con ella.
ignoro si es cierto lo que dices del fracaso de la Revista: mis noticias no son esas. pero seria para
mi un gravisimo disgusto que el tal fracaso se realizase, por lo mismo que sólo intereses morales
representa para mi. Sobre que me dolería que nadie resultase arruinado poruna empresaacometida por
acercarse a mi. y sobre que a los ojos del público, que no está en interioridades. esto me dejaria en mal
lugar. hay otras razones de sentimiento y delicadeza que me llevan a pedir a Dios urgentemente cien
mil suscriptores para la revista".
Galdós se hace eco de la animadversión con que escritores como Pereda reciben La Espana
hioderna, acumulando sobre esta empresa de la escritora resentimientos literarios y humanos
acumulados con antelación. Puede verse en Soledad ORTEGA, op. cit, cartas del 29 de enero de 1889.
del6de marzosiguiente, del21 delmismomes (pp. 136,141 y 142). NarcisoOller (véaseacontinuaci6n
su testimonio) afirma tambien en contra de lo que dice Emilia que en ella "segons deien a Madrid. tenia
per aquells temps molts diners ficats la illustre gallega".
*%unque no hay mucha bibliografía sobre el tema, se puede ver Antonio RODRIGUEZ MONINO.
"Nota preliminar" aDon/oseL&aro (1862-1947) vistoporR~abénDan(o1 899)yMigueldeU namuno
(1909). Valencia, Castalia, 1951.
Narcis OLLER, MémoriesLiteraries, op. nt, pp. 108-1 10. Lascartas aludidas en notds 8 y 9, pp.
122-123. Más datos sobre la llegada de Emilia y Galdós a la Exposición en nota 4. PP. 115-1 18.
28 Recuérdese en relación a esta caracterización el porte refinado y selecto de Riego Pacheco en
fnsolación.
2"ealizada a Finales de 1887, acabo en la visita junto a lose Ortega y Munilla al pretendiente dan
Carlos VI1 en su palacio de Venecia. y fue recogido todo par la escritora en un lihro de viaies dfiromcrrn
(/icc¿rcrdos &¿M vrqe). Madrid, Imp. Rind. de N . Telio, 1888 (Refereticia tnniadn de Carrncn SlklQS
BIBLIOTECA GaldósW
~AJMER, op. cfr., p. 52) que suscitó grandes polémicas y deserciones importantes entre los carlistas
del momento.
30 Vana biblio~raphicnH. omenaje a/osé Simón Dím Zaragoza, Kassel Edition Reichenberger,
1988, PP. 521-524. Esta es una carta que tiene referencias cronológicas importantes, como por ejemplo,
las que se refieren a la composición de Insolación, novela de redacción rapidísima, pues se compone
casi al mismo tiempo que la experiencia sentimental, si aceptamos que existe tal motivación
extraliteratiay psicológica enestas relaciones. Entre las cosasque le encomienda existe esta: "si havisto
ya alguna galerada de Insolación, por cuya salud debe V. interesarse a fuer de padrino [...]". (vease
op. cit., p. 522).
Si esto es así, como parece que demuestran los hechos y como reconocerá después la escritora en
su cartas a Galdós, queda demostrado que la vivencia del acoso afectivo de Lázaro y sus repercusiones
espirituales en la escritora fueron sumamente v iy fe cundas e n l o S reFiere a la crea~ióniiterari~.
~mi l i aes cribib las 200 paginas que contienen 10s 32 capítulos de la obra en menos de una semana, la
primera del mes de julio de 1888. La novela, con iiuistraciones lo mismo que Morriña, no saldrla sin
embargo al público hasta mediados de Febrero de 1889. Datos precisos sobre las relaciones de Emilia
con los editores catalanes de sus obrasse pueden encontrar, por ejemplo, en el epistolario de la escritora
con Jose Yxart. Puede verse editado por DavidTORRES, "Veinte cartas inéditas de Emilia Pardo Ba2á.n
aJoseYxart (1883-1890)" en CuadernosdeEstudiosGallegos, ml, 93-95,1978-1980, pp. 423-442,
en especial, pp. 435441.
'1 M. de C., "Plato del día. Miau", El liberal, 13 de junio de 1888.
32 Esta cronologia, de aceptar que comenzara a escribir La incógnitaen las Fechas reales que pone
a las cartas que la componen, querría decir que Galdós comenzaría a escribir la obra ya en Santander,
continuando el diálogo recientemente interrumpido con su amigo. Esto es muy creíble, si se tiene en
cuenta el tono de desenfadado compañerismo que destilan las cartas de Pepe Alcalá Galiano a Galdós
(véanse las reFerencias ya mencionadas de la biografía de Carmen Bravo Villasante o también la
selección que realizaChononH. Berkowitzenel articulo de los+'tiieannings.. ."j y ias intensas relaciones
que acaban de mantener durante más de dos meses recorriendo las principales ciudades culturales
italianas con el interés que reflejará después el ya anciano Galdós de 1916 en sus "Memorias de un
desmemoriado" (0. NoveiasyMisceiánea. Madrld, Aguilar, 1977, [lPed., zP relmpresi6n], pp. 1.442-
1.452.), y que también recoge en una cronología casi minuciosa en el cuadernillo de notas que utilizó
durante todo este veraneotoño de 1888, existente ahora en la sección de manuscritos de la Biblioteca
Nacional de Madrld.
Emilia Pardo Bazán, Cartas. .. op. cit., 95.
Idem, p. 69.
"&m, p. 71-72.
3"Tw~ women in the life of Galdós". Anales Galdosianos, VIII, 1973, pp. 23-31.
Puede verse en nota 12.
Walter T. PAniSON, op. cit., yp. 26-27.
39 "Noticias", "Finalizada su estancia en Santander, ha llegado Galdós a Madrid". ElGlobo, 25 de
noviembre de 1889. Noticiaobtenidadentro del programa de documentación del Centro "Pérez Galdós",
Departamento de Filologia 111, Facultad de Ciencias de la Informaci6n. Universidad Complutense de
Madrid.
'O NO quiero decir con esto que sea esta la única motivación exterior de la obra. Existen, como es
sabido, ü t i ír~iü y importantes: ¿a propia siiüacitii dr corifusióri cn que se ericuciiira uiliriós despüCs
de dos arios de actividad, vaivenes y Fracasos en las reformas progresistas parlamentarias; sus
relaciones con Pepe Alcalá Galiano; muy importante también todo el proceso parlamentario y popular
de la redacción y reformas delcódigo dc enjuiciamiento civil y penal, y los juicios por jurados; el intenso
IV CONGRESO Galdosiano
suscitado por el Proceso judicial en torno al horrendo crimen de la calle Fuencarral
cometido el 2 de julio de 1888, Y listo para sentencia en mayo de 1889. Sobre él se pueden consultar
10s abundantes periódicos de la época, Benito PEREZ Galdós, Obras inéditax VOL V~L cronic&
(1886-1890), op. cit.,; William H. SHOEhMKER, Las cartas desconocidas de Galdós en "La prensa"
de&enos Aires, Madrid, Edcs. Cultura Hispánica, 1973, pp. 323-345, y los estudios de Denah LIDA,
"EI crimen de la calle de Fuencarral", Homenaje a Casalduero. Madrid, 1972, pp. 275-283, y "Gal&js
entre la crónica y la novela" ,Anales Galdosianos, VIII, 1973, pp. 63-77.
4 1 pueden verse en Walter T. PATTISON, op. cit, pp. 23-24.
42 Véase las páginas 16 y 17.
43 Op. cit., p. 1 l.
44 En el epistolario citado de Emilia y José Yxart podemos conocer que así como insolación estaba
entregada a la imprenta en el mes de julio de 1888, Morriña, compuesta durante las primeras fiebres
palúdicas de Jaime en los dos últimos meses de 1888, no salió de la imprenta al público hasta el 9 de
octubre de 1890.
45 "Lei Torauemada -le dice Emilia a Galdós el día 13 de marzo-. el final. digo. engaleradas. y creo
que lloré un poco porque me acordaba de la fiebre de mi Jaime, Si piensoen eso, lloro todavía. ¡Qué novela
tan sentida y tan hermosa1 Con todo el desarrollo suyo (se me figura que no podria pasar de unas 200
n m0 págs.) sería unajova. la cosa más bonitav original del mundo." (Emilia PARDO BAZAN. Cartas,
op. cit.,p. 33).
46 Véase María Isabel GARCIA BOLTA, "Galdós editor" en Cuadernos Bibliogr$icos, vol. 44.
Madrid, 1982. p. 4.
4' Esta afirmación parece algo atrevida, pero esta suficientemente documentada. Tenemos las
propias palabras de Galdós de 1904 o de los Últimos años de su vida, recogidas por su paisano Domingo
NAVARRO Y NAVARRO en Enaltecedoresy detractores de Galdós. ¡Del brazo del 'Xbuelo"! Madrid,
Inmasa, 1965, p. 54): "Apesar de haber sido entre [Realidad mi primer estreno [...], no fue mi primer
comedia. -Entonces, ¿cuál de ellas fue su primera obra teatral?-La desan Quintin [...l. La postergué
en dos ocasiones. La primera para complacer a María Guerrero con Realidad [Esto es falso. Como
demuestran las cartas publicadas por Adelina BATLLES GARRIDO (véase nota 12 anterior), el estreno
de Realidad drama se debió sobre todo al entusiasmo de Emilia por la obra. Galdós no conocería
personalmente a la actriz hasta 1892 en los ensayos de la obra.], y la segunda para complacer aMario
con el precipitado estreno del dramaLalocadelacasa, obra por la que había demostrado extraordinario
interés."
Doña Emilia en carta del día 27 de abril de este año de 1889 también se hace eco de estos proyectos
teatrales de Galdós y se refiere aellos con estas palabra: "Tengo ganas de conocer esos planes literarios
y de ver ese arrastrado drama, en pruebas, cuartillas o como tú permitas a esta tu admiradora y
apasionada (con todo el rigor de la frase)." A todo lo cual se pueden añadir las tresversiones del drama
que se pueden distinguir entre las páginas de la fotocopia del manuscrito de la obra que se encuentra
en la Biblioteca Nacional de Madrid.
Emilia sigue preocupada en 1889 por este personaie de Amparo que tiene un muy Concreto
referente histórico. Sobre ella le escribe al Galdós diputado del Congreso el 20 de abril: "Te incluyo esta
carta para la Tribuna, a quien envié la de Salvador. Haz algo por ella, te lo ruego. Las circunstancias
son Favorables (op. cit., p. 101) Y el día 27: "Sr. Laplana, empleado de esta fábrica y amigo de la
Tribuna, irá a verte para hablarte del asunto.- Sortéale bien, con maquiavelismo transcendental [...]
para que veas el estado del megocio cigarreristico y la forma en que se hizo la recomendación al Jefe
de la Tabacalera por el Admor. de aquí. No dejes esto, mico" (ldem, p. 83).
49 Importante documentación sobre la genesis y el proceso de esta novela y del temperamento de
esta mujer se encuentran en Gilbert SMITH, "Galdós, Tristana, and letters from Concha Ruth Morell"
BIBLIOTECA Galdosiana
en Allales Galdosianos, X, 1975, pp. 91-120; A. F. LAMBERT, "Galdós and Concha-~uth Morelr,
Ana[es Galdosianos, V111, 1973, pp. 33-49. Carmen MENENDEZ ONRUBIA, "Benito Pérez Ga[dós,
Concha Moreli y la llegada del escritor al periodo conductista" enSegismiuzdo, ns'. 37-38, Madrid, 1983,
PP. 113-129; Benito MADARIAGA DE LA CAMPA, Pkrez Galdós. Biogrgia. Santander, Institución
Cultural de Cantabria, instituto de Literatura "Jose María de Pereda", 1979, pp. 76-88. En este estudio
también se encuentran sugestivas consideraciones a propósito de las relaciones de Galdós con doña
Emilia (Véase en pp. 73-76). Otros estudios ya más puntuales son 10s de Maurice HEMINGWAy, op.
cit., p. 142: Marina MAYORAL. "Tristana y Feíta Neiras [sic]d, os Versiones de la mujer independiente"
en AAW. Galdós. Centenano de 'Fortunatay/acinta " (18 87-1987). Actas (Congr~s/on ternaciona/,
23-28denoviembre. Madrid, Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de
Maaria, iytry, pp. sal-344; ñenico VAKE¿ ~ ~ACÜME¿,a Tribuna, op. cit., p. 27).
"Galdós y SUS santas modernas", en Anales Galdosianos, X, 1975, pp. 19-31.
Quiz* el estudio mas comprensivo y profundo del valor del espiritualismo dentro de la obra de
Galdós, en especial sobre este periodo y las obras mencionadas aquí se encuentre en el libro de don
joaquin CASALDUERO, Viday obra de Galdds (1843-1920). Madrid, Gredos, [1974], en especial el
capitulo V. pp. 11 1-134. Se puede ver también Walter T. PATTISON, EINaRlralismo espatiol. Madrid,
~ : ~ !gd6~~,s ub~:: , te do e! capim!o !X," Hu& !:u napdra!ismo sspiri:ca!",
52 Véase nota anterior nV2.
Luis BELLO, "Paréntesis. Aniversario de Galdós. Diálogo antiguo". ElSol, 4 de enero de 1928, p. 1.
Laureano BONET. De Galdós a Robbe-Griht. Madrid, Taums, 1972. Véase también Carmen
MENENDEZ ONRUBIA, "Caldos, Concha Moreli ...", op, cit.
Véame las cartas publicadas por Adelina BATLLES GARRIDO, op. cit,
Puede verse. por ejempio. la respuesta de Bofill a la rectificación que Emilia había hecho de SU
noticia en "Una rectificación", La Correspondencia deEspatia, 8 de mayo de 1892.
Es un Corpus literario apenas estudiado. Un agudo análisis muy reciente es el de Francisco NIEVA,
"Una mirada sobre el teatro de Emilia Pardo Bazán", en AAW, Esbdiossobre "Los Pazos de Ulloa",
oP. cif., PP. 189-201.