1V CONGRESO Galdosiano
UNA VISION PANORAMICA
DE. LA EDIJCACIQN
EN LA E S P ~ GAA LDOSIANA (1845-1923)
M. Lourdes C. González Luis
Manuel Ledesma Reyes
Enrique Belenguer Calpe
Aunque muchas y muy autorizadas plumas han estudiado la figura insigne del novelista
canario Pérez Galdós, nos atrevemos a plantear de entrada que, desde una visión histórico-educativa,
lo que más nos llama la atención de su figura es el fuerte componente didáctico
de su novela destinado a influir en la vida social y política española, su talante ético que le
lleva a ocupar un escaño en el Congreso de los Diputados con Sagasta y su comprometida
militancia política en 1909 como defensa de la alianza republicano-socialista, junto a Pablo
Iglesias.
Como expresa Domingo Induráin, "Galdós no es persona que se encasille en unas
opinioiies recibidas, por el contrario, su esfuerzo por comprender y analizar la realidad social
española lo lleva paulatinamente a defender posturas cadavez más ala izquierda y, al mismo
tiempo, a ver la realidad de manera más compleja, menos maniquea"'. En efecto, ante todo
destaca en D. Benito su dioliecticidad, su capacidad para evolucionar debido a su gran
apertura intelectual.
Según Díez Echarri y Roca Franquesa, Galdós pretende la "reproducción más o menos
cieraiiisca de ios mas complejos estacios ael alma"' con una icieoiogia sociaiizanle y
anticlerical con una tesis docente o moralizadora.
Es, pues, nuestro novelista un progresista en un contexto dominantemente conservador
pero, frente a la intransigencia clerical, no opone otros tipos de intransigencia como la
krausista-en el caso dela familiadeleón Roch (1878)-en el que el racionalismo apriorístico
trñtñ de imponerse sobre !I rea!idad.
En suma, Galdós se nos muestra como un ser inetiquetable, complejo, multifacético,
difícilmente encasillable.
mru.c.-s '"L i. e ri,a lo iargii de esias &irias vamos a "fieLei visi6ii panoiámicad e la
educación en la España Galdosiana. Se trata, pues, de una contribución históricoeducativa,
colateral si se quiere pero necesaria para enriquecer el estudio pluridisciplinar de un Galdós
que, lógicamente, se va ubicando en lugares concretos dentro del entramado de las clases
BIBLIOTECA Galdosiana
sociales. de gh: we iomcficemos exp=fiivi.do !u fcrmcibt? de !u o!iga:yia cspañüla durante
este período histórico.
posteriormente estudiamos el desenvolvimiento de la legislación educativa oficial,
comenzando por el proceso de secularización de la enseñanza emprendido por el Plan Pida]
de 1845 hasta arribar al comienzo de la dictadura riverista (1923) y procurando, por
consiguiente, abarcar la casi totalidad de la vida Galdosiana (1 843-1 920).
Prosigue nuestro estudio con un detenimiento especial en la revolución septembrina -que
tanto tuvo que influir en Galdós-y en el pensamiento krausista emergente con su corolario
educativo institucionista. Esbozamos tambikn otros planteamientos educativos antes de
adentramos en el krausopositivismo y positivismo, para recalar finalmente en D. Benito y su novela,
Se trata, pues, de un esbozo educativo de ca'rácter global que, si bien pierde en
profun&&?. !o c;ue gafic en extefisihn mmd a , Lr2k de G ~ ~ P !CesP m~ á s +yifiiaibvüb
sectores -oficialistas o no- de la Pedagogía en la que vivió inmerso Galdós.
1 .- La Formación de la olgarquía española durante la Segunda mitad del sglo XM
y el primer cuarto del siglo XY
según Eduardo Fioravanti3, desde 1833 se realizalaunión entre un sector de la aristocracia
latifundista y la burguesía liberal, conformándose así la aristocracia financiera que es la
verdadera oligarquía española en la fase del capitalismo liberal que durará hasta 1875
fundamentalmente.
El fin de la primera guerra carlista (1840) supone la oposición entre dos sectores
burguesa: los moderados (banqueros alidados a la aristocracia latifundista, comerciantes al
por mayor) y los progresistas (pequeña y media burguesía, comerciantes modestos,
zrtrscnis y pr~frs;,it?es!! bera!es).
mies bien, hasta 1854 gobiernan los moderados y la burguesía establece las bases para
la formación de un Estado moderno. El partido progresista se divide en dos formaciones
políticas: la Unión Liberal de O'Donnell y el Partido Democrático, representantes respecti-vamente
de las altas capas de la media burguesía y a sectores de la gran burguesía industrial
y comercial periférica, y de la pequeña burguesía y las profesiones liberales.
El Partido Democrático -al que, sin duda, se sentiría cercano Galdós-, lucha por el
establecimiento del sufragio universal y va a ser una de las fuerzas impulsoras de la
Revolución septembrina.
En 1856 la gran burguesía que se agrupa en la Unión Liberal y el Partido Moderado
elimina a Espartero del poder y O'Donnell aplasta a los grupos democráticos; hasta 1868
alternanenel poder elpartido Mn d ~ r a dh ~ h l a f ~ . < ~ z ~ ~ ! ñ u ~ i Sr~eliiizIáenrrl~n!s,e !~h ~ i h
definitiva de los intereses de la aristocracia financiera con la gran burguesía industrial. De
esta manera, la oligarquía consolidada pasa a dominar -con escasos cambios estructurales-hasta
nuestros días y sólo perderá ocasionalmente el poder político en favor de la pequeña
y media burguesía apoyadas por la clase obrera.
La Revolución del 68 es el final de la primera fase del capitalismo español y marca el giro
entre el capitalismo liberal y el monopolista. De 1868 a 1875 se suceden luchas de claSeSY
IY CONGRESO WDOSlANO
el poder pasa a manos de la bur.guesía progresista y a la pequeha y media hi!rg~~cIñr
democráticas aliadas al proletariado y campesinado.
Tras el golpe de Pavia (1874) y el gobierno provisional de Serrano que prepara la
~estauraciónl,a oligarquía se reestructura y retorna el poder para iniciar la segunda fase del
capitalismo español: la monopolista, que tendrá su expresión política en la Constitución de
1876.
r m L..--.^":,, n~mrnr+^r<l.i^rlnr,^l:+:..^-.^""-~-^:"- ^-- 1-->-.?C... 1 La v u i s u c o i a L v i i i p u l LL.L.L~UULI~ U U L I C V JG LUIIVIIIICU LVU ,UD ~ a ~ ~ i u u u i b(S~Cd pb~ u d~~~1c1t :a
simbiosis retrógrada entre la nobleza latifundista y la burguesía financiera e industrial). La
Monarquía Parlamentaria no era sino la expresión jurídico-política del Estado que precisaba
¡a ciase dominante para proseguir con ia acumuiación decapirai y, en ese contexto, Canovas
va a introducir el derecho de voto censitario q u e aleja a las clases pobres del poder- y un
fraudulento sistema electoral que perdurará hasta 1931 que establecía el sistema de turnos
entre el partido conservador (Cánovas, Maura ...) y el liberal (Sagasta, Canalejas ...)
En 1898 se da una gran crisis en el seno de la Restauración con la pérdida de las últimas
colonias y el estallido de la Primera Guerra Mundial favorece la expansión del capitalismo
espaiíol gracias a la política de neutralidad seguida por el gobierno.
Ensuma, el desarrollo económico de este período (1875-1923) del capital monopolista
está estrechamente ligado a la especulación, al Favoritismo y a las inversiones del capital
extranjero. El capital financiero se expande gracias al gran desarrollo de la banca privada,
en tanto que el capital público no fue un soporte eficaz del desarrollo industrial del país.
De esta manera, se consolida el capital financiero. se produce un cierto desarrollo
tecnológico que permitió crear industrias siderúrgicas y metalúrgicas modernas y el Banco
de España se adapta a las necesidades financieras del Estado; la vieja nobleza (terrateniente)
y la nueva nobleza (burguesía financiero-industriai) se fusionan a nivel de capital financiero
eindustrial, aun cuando no se logra superar la debilidad estructural de la economía espaiiola
que no disponía ni de un Estado moderno adaptado a las necesidades de la producción, ni
de una ideología capaz de silenciar al empuje de las clases populares.
Las únicas alternativas qu . .ataban eran los socialistas y los anarquistas que intensi-ficaban
desde la segunda década del presente siglo la organización del movimiento obrero
y campesino y, aesae oao ánguio ideoiogico y ae ciase, ios repu~iicanos.
mies bien, la figura de Galdós se ubicó en esta España caciquil y encerrada en sí misma
en los sectores progresistas, democráticos, cuando menos liberales y finalmente republica-nos
con vetas socializantes. Su corrimiento a posturas de izquierda era coherente con el
propio acontecer histórico, aunque nunca sobrepasara los límites de1 ethos de la pequeña
burguesía laica, liberal y anticlerical; hasta ahí podía llegar su propia estructura psíquica.
2.- Desenvolvimiento de la Iegrdación educativa: hacia el encuentro
con el consenso durkheimiano
De entrada y antes de pormenorizar algunos de los hitos legislativos de la educación
española decimonónica, planteamos en un gráfico4 q u e pretende ser clarificador- la
evolución de los principales Planes de Estudio desde 1808 hasta el momento presente. Para
BIBLIOTECA GaldósIAMA
su mejor comprensión hemos de convenir que la línea central separa la directriz liberal con
nuevas perspectivas y sentido de avance -seria la zona por encima de dicha Iínea-, de la
tradicional, absolutista a veces, conservadora otras, pero siempre con claras tendencias a la
perpetuación y hermetización social.
Cabe destacar que esta línea quebrada de legislación educativa que refleja el juego
bamboleante -tan característico de nuestro siglo pasado-entre Antiguo y Nuevo Régimen,
entre absolutismo y liberalismo, se va estabilizando progresivamente hasta rondar esa
supuesta línea central desde el momento en que el sistema capitalista de producción se ha
asentado plenamente.
.?sa estabilización, que supone la imbricación de intereses de la aristocracia financiera
con la gran burguesía industrial, tiene su elemento educativo nodal en la Ley Moyano de
1857. A partir de esos instantes y salvo coyunturas progresistas o profundamente
reaccionarias -la revolución del 68 y la I República, y el Decreto de Orovio respectivamente-prima
el consenso durkheiminao entre las clases hegemónicas; este acuerdo se extiende a
!fi a n ~ h n& !a R ~ g a ~ ~ x yi hprfeiv a!e~e diirante !a vid2 de Ga!rlbc.
Por consiguiente, no sería aventurado expresar que la línea de desenvolvimiento
educativo oficial, inrnersa en un consenso "contra natura" aunque lógico desde un punto de
vista de intereses de clase, no estaría acorde con el pensamiento progresista de D. Benito.
Sin más dilaciones, damos a conocer el gráfico mencionado que tiende al encuentro de
una falaz armonia perdida.
N CONGRESO WDOSIANO
2.1. E/ Plan Pidal de 1845 o la seculan'zación de la educació$
La burguesía, radical a principios del siglo xrx, prosigue su andadura hacia la moderación
y la doctrina de la soberanía de la inteligencia prevalece sobre el viejo sueño de la institución
pública universal, tan cerca al liberalismo democrático. Esta doctrina del moderantismo
aboca en un "elitismo educacional" que considera a la educación no como elemento básico
de la democracia sino como instrumento de poder.
Así las cosas, el nuevo gobierno moderado, bajo la presidencia de González Bravo encarga
la elaboración de un proyecto general que fuera capaz de regular la enseñanza secundaria
y la superior (la enseñanza primaria ya estaba encarrilada por la Ley de 1888). Aun con
Narváez como nuevo presidente de gobierno, Pedro José Pidal encargó a Gil de Zárate la
revisión de los estudios y de ese trabajo sale a la luz e1 Plan Pidal.
Dicho Plan pretende poner remedio al caos educativo vigente y define la segunda
enseñanza como "continuación de la instrucción primaria" (art. 2) y como "propia
especialmente de las clases medias". Se armoniza lo tradicional con lo moderno y se plantea
la existencia de institutos de segunda enseñanza, costeados por el presupuesto provincial.
La regulación de la enseñanza universitaria se realiza bajo los prhcipfos de uniformidad
y de centralización, "dando fin a la autonomía de las viejas universidadesn6 (el rector es
nombrado directamente por el rey).
El Plan Pidal restringe la libertad de enseñanza a los estudios intermedios, aunque se
solicitan requisitos más restrictivos que en el Plan Duque de Rivas (1836). La secularización
era total, pues la enseñanza quedaba en "manos civiles" ya que las órdenes religiosas no
podían cumplimentar las exigencias de profesorado y titulaciones.
En suma, este Plan -cuyos antecedentes son el reglamento de 1821 y el Duque de Rivas
de 1836-, conciliaba la innovación con la conservación, tenia carácter mimético respecto de
los planes franceses y no negaba la libertad de ensefianza si bien le ponía trabas, insinuando
ya lo que iba a ser una batalla entre el Estado y la Iglesia por el dominio ae ia
educación.
2.2. Progresistas, moderadosy unionistas: La Ley Moyano de 1857
Tras el Bienio Progresista (1854-1856), se busca a través de la presión de la Iglesia y del
miedo a las agitaciones obreras y campesinas retornar a una situación de "paz y orden".
Surge la Unión Liberal, encabezada por O'Donnell, que aspiraba a aunar la libertad con el
orden y que se erigía como centro político y parlamentario, entre el progresismo y al
moderantismo; pero el unionismo no pasó de ser un neomoderantisrno.
El ejército sigue siendo la fuerza mas poaerosa dei Eslado y ia igiesia va a aurrieiiiai su
influencia política y social. Entre tanto, el viejo partido moderado se turna con el poder con
los seguidores de O'Donnell, aunque comienza su disgregación.
Pues bien, eneste contextoaparece "unaley de bases que incorporalos principios básicos
que deben inspirar el sistema educativo, autorizándose al gobierno para la promulgación del
rnrrespondient~d ecreto I~igislativoq ue desarrollase las expresadas basesv7.
BFlfl BIBLIOTECA CIALDOSW
mesta manera, seevitóuninterminabledebatesobre materia, máximecuando todoslos partidos
poseían laconvicción de que era preciso acabar con la continua reforma educativa. Además, existía
entre las fuerzas liberales un consenso cobre las líneas fundamentales del sistema educativo a partir
de íos i,$mcficas y p[afiw r;tc&fi" ( n ~ i h ca!s g r ; f i ~~~~k r i .or ) .
La Ley Moyano se iba a limitar "a recoger las experiencias existentes, constituyéndose
en una ley que buscaba la estabilidad y la consagración de un sistema ya existente"8. y, de
hecho, io consiguió, pues en ia prkciica iieg6 h~iastñ 1976, fecha de ki L.G.B.
2.3. La Revolucibn de 1868. Los decretos ue HuizZom7ia
Durante los últimos años del reinado de Isabel 11 se produce una gran crisis moral y se suceden
ó r d e n y~ d ecretos encaminados a asegurar la mayor ortodoxia religiosa y política. Los moderados "D7
estrechan los lazos con la Iglesia y se produce la primera "cuestión universitaria". E
La oreocupación existente por parte de la clase hegemónica no solo radica en la O
Universidad sino también en la enseñanza elemental. La religión se convierte en estandarte =m
para salvaguardar el orden establecido, intensificándose las concesiones que ya en su O
E
momento hiciera Moyann a la Iglesia. E
2
EI marqués de orovio manda a las Cortes un proyecto de ley sobre la enseñanza primaria,
que será firmado por Severo Catalina (1868); más esta ley, fuertemente clerical y religiosa, 5
va a ser efímera, pues será derogada por la Revolución de Septiembre.
Surgen los decretos de Ruiz Zorrilla "en los que se proclama la más absoluta libertad de - 0
m
enseñanza y que son expresión del ideario progresista en lo que a libertad de enseñanza E
con~ierne"~li:b ertad dc enseñanza para los centros y para los profesores, que son O
6 o
considerados trabajadores. Por consiguiente, la función docente corresponde a la sociedad,
debiendo el Estado asumir una función subsidiaria. E
Sobre todo quizás destaca la preocupación por la segunda ensefianza propia del
programa progresista en educación que concibe "una mesocracia como soporte del liberalis-mo
político y educativo"lOL. a enseñanza secundaria es vista no como preparatoria de otra
superior, sino como nivel propio y autónomo. 3
O
Por último, dentro de este recorrido a vuela pluma, el triunfo de la libertad de cátedra en
el seno universitario fue total.
De esta etapa, sin duda D. Benito, en plena juventud, quedaría embebido de por vida en
cuanto a modo de sentir se refiere y sus presupuestos ideológicos progresistas. ~ á esste
periodo histórico se convirtió en importante, trascendente pero, al fin de cuentas, en mera
coyuntura; lo estructural iba por otros senderos.
2.4. El sistema canovistay la Constitución de 1876: entre la moderación conservadora
y los liberales
El régimen alfonsino traía como banderala paz y el orden, por lo que la Restauraciónsería
prácticamente aceptada por casi todo el país. Cánovas va a ser el gran protagonista de un
1V CONGRESO WDOSIANO
régimen duradero que estaba ligado a la alta clase territorial; se constituye en cl autor de la
~estauracióny es poseedor de "una innegable clarividencia política que le hace comprender
que la estabilidad sólo sería posible si todos participaban en el nuevo régimen"1I.
También cs obra de Cánovas la Constitución de 1876 que consagra una monarquía
parlamentaria. Es un texto doctrinario "en cuanto que trata de reconciliar viejas doctrinas
enfrentadas, buscando la vía media entre la Constitución moderada de 1845 y ia progresista
de 1869"'2.
La construcción canovista plantea tanto un gobierno parlamentario como una monar-quía
que no es solo un poder arbitral o moderador, sino, sobre todo, un poder director. Un
principio no escrito en la Constitución es el del turno pacífico de los partidos como elemento
de estabilidad política y de cauce legal a la oposición.
Cánovas agrupó en torno del partido liberal-conservador a unionistas y moderados,
dejando a su derecha a los carlistas y a los moderados históricos y a su izquierda a los
progresistas "templados de Sagasta. Más a la izquierda se encontraban el partido radical de
Ruiz Zorrilla y los partidos republicanos clásicos.
En suma, la Restauración Canovista se configuró "en una de las realizaciones más
inteligentes del conservadurismo español"13, aunque fue escasamente sensible hacia la
"ci'~ctións ocial". Pero la intelligentsia española caminaba por rumbos muy distintos a esa
clase de inteligencia favorecedora de un status quo caciquil.
2.5. De 1898 a la Dictadura nvensta: rflormasy reaccidn conservadora
Los sucesos de 1898 marcan el inicio de la crisis del sistema canovista al que responden
los regeneracionistas y la generación del 98. La regeneración solicitadava aser asumida por
conservadores y liberales que defienden "la revolución desde arriba", en contraposición al
republicanismo.
Hasta 1909 -caída del gobierno de Maura- se va deshilachando el sistema turnista de
partidos y resurgen con gran fuerza el problema religioso, el catalán y el militar.
De 1909 a 19 17 el partido liberal encuentra en Canalejas su exponente fundamental que
dicrala Famosa ley del Candado, reductora del poder politico de las congregaciones religiosas.
Su muerte descompuso el partido liberal que se dividió entre los partidarios de García Prieto
y los seguidores de Santiago Alba, en tanto que el partido conservador también se escindía
entre mauristas y datistas. Así pues, el sistema canovista se debilita (en él no entran los
sindicatos y los partidos obreros) y prácticamente finaliza en 1917, año de la triple crisis
militar, política y social. A partir de esos momentos comienzan los gobiernos de coalición
y concentración y hasta 1923 todo hace vaticinar la intervención militar: guerra social en
Cataluña y guerra de Marruecos.
Por consiguiente, la ficticia paz del sistema canovista se desvanece y los años preceden-tes
al desastre son calificados de "bobos" por el propio Galdós. Los regeneracionistas
plantcarán la educación como uno de los grandes problemas a solucionar y como panacea
de todos los quebrantos nacionales y la renovación pedagógica será una preocupación
constante.
- BIBLIOTECA GaldósWW
Todas las preocupaciones regeneracionistas enlazan con las reformas en el ánll>ito
pedagógico emprendidas tanto por conservadores como por liberales. Es obligado mencionar
lacreación en 1900 del nuevo Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes con GarcíaAlex
a la cabeza y Romanones como flamante sucesor, quien consigue a travEs del real decreto
de 26 de octubrede 1901 que, a partir de 1902, se incluyeran en los presupuestos del Estado
el pago de los maestros; dicho real decreto se elevó posteriormente a proyecto de ley,
Laobra reformistade Romanones fue extensay protunda, afectando a la reglamentación
de los exámenes, a la enseñanza de la religión y la titulación del profesorado de los colegios
religiosos, a la ordenación de las enseñanzas técnicas, al bachillerato y a la Universidad. Del
mismo modo, se recrudece la polémica sobre la libertad de enseñanza: surge un profundo
debate en torno a si el derecho a enseñar corresponde a la Iglesia, a la familia -como
defienden los neocatólicos-, al Estado -como propugnan los conservadores-, o es deber del
Estado, planteado por los liberales.
Tras el periodo que abarca desde el Ministerio Romanones hasta la Dictadura los
F c n s r ~ as~e jcmp~cf~ie~fiy se & ~ 9g-rgn in~stahi!icl_adp oiitic~d entro & !a era! re ubica
el bienio conservador de 19 13-15 que representa un retroceso del ideario liberal (se elimina
la exigencia de titulación a los miembros de las congregaciones religiosas). A partir de lagran
crisis de 1917 no existe política educativa alguna y el edificio restauracionista se muestra
totalmente en ruinas.
3.- Pensamiento krausista. Su aparición en una Revolucidnfracasada
Ensu condición decatedráticodelaUniversidadCentral, J. Sanzdel Río introdujo en 1854
el kra~sismoe'~n España. Con esta filosofía -la Única posible de cuantas se conocían en
Europa según Eiias TerrÓn15- se inicia una corriente racionalista y liberal que renovará la
vida cultural y universitaria hasta 1939.
Sanz del Río, al igual que Krause, autodefine su filosofia como un "Racionalismo"
armónico. Sin embargo casi siempre se ha puesto de manifiesto aue dicho racionalismo
'quedaba en gran parte limitado, Frustrado o corregido por la subsistencia en él, de
numerosos rasgos no racionales, elementos umísticos>, también explícitamente religiosos,
que: a su vez: explicaran sil propia aneptación, amplia y difusa, en nna España, tzmhih
utradicionalmentem ística y religi~sax"'~D.e ese misticismo y de su orígen y relación con la
mística española del siglo xvi se deriva la explicación que sostiene que esa fue la causa que
hizo posible su aceptación en España17.
Al misticismo, eticismo, hurnanitarismo de la filosofía krausista debemos añadir otro
elemento fundamental: su exaltación de lo individual. Rasgo habitualmente definitorio del
~ a d i ~~stp~áfii ü+l iü Iridividuaiismu iiisiíiricu- y yue expiica su oposición a un ciecisivo
intervencionismo estatal con elque no están de acuerdo. Los krausistas españoles reafirman
los derechos de las personas y de los individuos de acuerdo con los intereses de la burguesía
liberal progresista.. De ningún modo se podría situar su pensamiento -el de Sanz del Río-dentro
de las corrientes de carácter individualista. Al contrario, la filosofia social del
krausismoespañoldefenderáexplícitamenteuna concepción de carácter organicista, liberal-
IV CONGRESO Galdosiano
~rganicista,q ue se pretende equidiste tanto del individualismo como del estatalismo18, LO
que por otra parte parece cierto es que las aspiraciones de la burguesía liberal se veían
esencialmente satisfechas por una filosofía como la krausista que defiende la libertad y la
hace compatible con la defensa del orden socioeconómico basado en la propiedad privada.
~rausismoy pensamiento liberal se identifican en la medida en que la práctica totalidad
de los krausistas se encuadran dentro del pensamiento liberal decirnoníinic': en este ~ e ~ t i d ~
10s krausistas son liberales en la práctica políticaIg. Y qué duda cabe que en la práctica social
también y si no, hagamos repaso de sus reivindicaciones liberales: la libertad de prensa, de
pfirpfianzai de religión, de asociación. Los Kraosictar trcnsf~rrnus!a svriedad e: ~ t , u
sociedad de derecho donde luchan por la abolición de la pena de muerte, por la educación
ppular, la separación de los poderes judiciales y ejecutivos ...
el Lrai rciamn nn ec iin3 f i lncnf ;~ii nii3r;- . r nntr:np --m .-- L-L-.- - 1.- -- - . -~
LILUUYIIVII.Y u --.Y L - - v u v I ~ w ~ A ~ C I L A JC ~W L L I ~ a, LLL& b k u ~ i a u ~qí at i V~C L L L~U IILOu 11
espíritu, un modo de ser ético e intelectual, como una verdadera pedagogía encaminada a
fortalecer un sistema de vida.
Paia ei ticsaiidh y :ifiisiSíi del kiausisiriu en España se nan hecho numerosas
clasificaciones. De ellas elegimos la que establece dos grandes etapas: una primera que iría
desde 1854 (fecha de la incorporación de Sanz del Río a la Universidad) hata 1875 (inicios
de ia ~escauraciónjy; una segunda etapa aesde 1875 a 1917 (muerte de Gurnersindo de
~zcarate)T. ambién puede verse como prolongación de la segunda, una etapa que llegaría
hasta 1939.
En esa primera etapa los krausistas van a desempeiiar una función filos'ófico-política
muy importante. La defensa de la propiedad privada y la protección que hacen de lo que
consideran la estructura natural de la sociedad, no impedía la participación de los krausistas
en favor de un sentido democráticg de la conciencia política, que lleva a propugnar una
implantación radical de la soberanía nacional mediante la práctica del sufragio universalz0.
Una filosofia eminentemente práctica como el krausismo no podía permanecer inerte
ante los acontecimientos sociopolíticos que se daban en España en la segunda mitad del siglo
xix. Parece incluso que fue traída con cierta intencionalidad por el propio Sanz del Río. Por
todo ello no es extrafio que los krausistas participen en la gestación de la "gloriosa".
J. L. Abellán considera a la revolución del 68 como "revolución kra~sista"~V'.. C achoviu
también manifiesta que los "krausistas podrán considerarse como el grupo ideológico
triunfador, cuyos productos iban ainfluir enlafuturaestructuración del país"22S. inembargo
coinciden la mayoría de las opiniones en resaltar la especial preocupación educativa de los
krausistas y su negativa a la "militancia" política. Hecho lógico si partimos de que los
seguidvies de Sariz dei río tienen un especial "mandamiento": ia creencia antropoiógica de
la perfectibilidad moral del hombre.
En efecto, la Revolución venía impregnada de ilusiones democráticas, de forma que los
derechos políticos no pertenecieran restrictivamente a una minoría definida por su riqueza
osu profesión sino que pasaran a ser patrimonio de cada hombre, de cada ciudadano. Desde
una perspectiva histórica nos vemos obligados a resaltar su generosa utopía: creencia en la
igualdad esencial de todos los hombres y en el valor de cada vida humana, pacifismo,
creencia en la validez universal del principio federal, abolición de la esclavitud, extender la
enseñanza a las mujeres. ..
BIBLIOTECA GaldósWYA
Esta generosidaá de ia burguesid; iibeial deiiioiiátic~ifi c!Ui¿i Gii6 ütoijia &ücaiivd, el
deseoso afán de apuntalar la libertad de conciencia y de renovar el espíritu, los krausistas
dedican a la educación la mayor parte de SUS esf~erzosL.O S principios en que se inspiran la
nueva legislación sobre enseñanza en 1869 están tomados de Sanz del Río y de Ahrens, ~~i
enel famosoManifiesto revolucionariodel 25 de octubrese incluye la Libertadde Enseñanza:
"1,a libertad de enseñanza es otra de las reformas cardinales que la revolución ha reclamado
y que el Gobierno provisional se ha apremiado a satisfacer sin pérdida de tiempo"23,
Otro momento importante derivado de la "septembrina" y relacionado con la educación
vendrá dado con la fecunda labor de Fernando de Castro. En SU deseo de revitalizar la
actividad universitaria y en el Discurso de la apertura del curso 1868-1869 proclamó en la
universidad de Madrid, tres principios inviolables: libertad de la ciencia, inviolabilidad de]
mdgibiCiiuy &U~~l i t i&~&Voi id mifiivtrutivu. -
EI programa educativo krausista era sin duda alguna muy ambicioso en la primera época N
E
de esta filosofía. Veamos el esbozo del programa universitario: -O -
=
"1) promover conferencias públicas que difundan fuera de este recinto los conocimien- m
O
tos humanos, y en la forma más popular y accesible que se pueda; E
E
2) fomentar la creación de asociaciones que difundan la enseñanza en las clases 2
E obreras, y la propaguen hasta en las más retiradas aldeas; =
3) abrir cursos especiales destinados a completar la educación de la mujer; 3
4) piocurar que la juventud se agrupe en academias científicas; y -
5) hacer de modo que nuestras bibliotecas y museos puedan utilizarse libremente y por -
0m
el mayor númerowz4. E
Pero la "gloriosa" fracasó, porque las estructuras socioeconómicas del país q u e la n
revolución mantuvo intactas entre otras cosas porque el krausismo no contempló la E
modificación de ias misrnds-riu ~uiiseiiiíaiüi tia füiiiia de Estado que el iiiodeiado isabe:ino a
o el quese implantacon IaRestauración. Lautopía políticaeducativade los krausistas tropezó n
ante una realidad que requería algo más que modificaciones en la superestnictura de la sociedad.
3
O
La Imh'iución Libre de Enseñanza
El fracaso de la Revolución de Septiembre acabó con los proyectos educativos -oficiales-que
el krausismo había planeado. Restaurada la monarquía de Alfonso XII y confirmado
Manuel Orovio como ministro de Fomento, se dictan unas medidas de control de la
enseñanza superior. Ese fue el origen que desencadenó la 1 Cuestión Universitaria en 1868
y eil iO7C .-a-& a --+:ir- tnm $8- da In nominA Pfin onoo r aot * i r i r i inno~,4 01 nena-imipntncp ,vi L! LLLUUVU ~cuub,uU~C L~CI U ~ ~ U I I U Ü . uvi i ~ u u iur uuibui v ~ i r v-u i tiviiuu.ii-r--- --
estaba poniendo en tela de juicio la libertad de cátedra y la inviolabilidad de la conciencia
científica. Al no aceptar sus exigencias Giner, Azcárate, Salmerón, Augusto González de
Liares y Laureano Calderón fueron expedientados, desterrados y suspendidos de sus cátedras.
:La libertad es para los krausistas un don irrenunciable, algo que tiene su más intimo
fundamento en la conciencia interior del hombre y que está en estrechísima relación coi1
IY CONGRESO Galdosiano
el sentido moral del deber. No es de extraiiar, por tanto, que desde esta concepción
defendieran la libertad de cátedra y de enseñanza, así como también la libertad del al~rnno."~
Pronto se solidarizan otros profesores krausistas que ya el gobierno no se atrevió a
sancionar. Mientras tanto en su confinamiento en Cádiz, Giner va perfilando la idea de la
fundación de un centro de enseñanza privada, amparándose en el resquicio que dejaba la
Constitución de 1876 en párrafo de su art. 12 yue decía: "Todo espafiol podía fundar y
sostener establecimientos de instrucción o de educación con arreglo a las leyes".
La idea de Giner era tomar de modelo la Universidad Libre de Bruselas, donde la libertad
no sufre acoso y la ciencia puede ser reseñada de acuerdo con el nivel de su propia evolución
interna y sistemática.
La Institución Libre de Enseiianza tendría su sede en Madrid y daban así el primer paso
hacia la independencia de la investigación científica y de la función del profesor. Eran pasos
en defensa del más puro y coherente de los liberalismos. De esta manera nunca pidieron, ni
aceptaron subvención oficial alguna y jamás solicitaron ni desearon homologación o
convalidación de sus estudios.
Las distintas actividades del centro quedan delimitadas en el art. 16 de los Estatutos:
"La Institución establecerá, según lo permitan las circunstancias y los medios de que
pueda disponer:
1) Estudios de cultura general (o de segunda enseñanza) y profesionales, con los
efectos académicos que les conceden las leyes del Estado.
2) Estudios superiores científicos.
3) Conferencias y cursos breves de carácter ya científico, ya popular.
4) Una bibliteca y los gabinetes dotados del material correspondiente.
5) Un boletín para publicar sus documentos oficiales y trabajos científicos.
6) Concursos y premios y cuanto contribuya a promover laculturageneral y sus propios
En el apartado 11 referido a De ia institucion y en su articuio 15 se aeja ciaro cuai es ei
ideario del centro:
"La InstituciónLibre de Enseiianza es completamente ajena a todo espíritu e interés de
comunión religiosa, escuela filosófica o partido político; proclamando tan sólo el
principio de la libertad e inviolabilidad de la ciencia, y de la consiguiente independencia
de su indagación y exposición respecto de cualquiera otra autoridadque ia de ia propia
conciencia del proFesor, único responsable de sus doctrina^."^'
De los aspectos más sobresalientes de la Institucion nacemos especiai nincapie en ios
principios de la pedagogía institucionista. Muy prontamente se dieron cuenta de la
importancia que tenía la enseñanza básica. Pensaban que un adulto seria lo que de niño
hubiese aprendido, Por ello en 1878 introducen la enseñanza primaria en la Institución y lo
que es también muy importante; se rigen por los principios teóricos de la pedagogía de
Pestalozzi y Froebel.
De 10s principios educativos de ia l n s t i t~~idóens tacarnub aigurlus ric sus eiementos más
notorios. por ejemplo la mayor insistencia en la educación antes que en la instrucción. Había
que contribuir a una formación como persona libre por medio de una educación conveniente
y adecuada. a rente a la pasividad concebida como propia de la enseñanza tradicional oponen
una enseñanza motivante a través de la intuición. La intuición, según los krausistas,
desarrolla la espontaneidad y la creatividad del alumno, convirtiéndole de sujeto pasivo en
sujeto investigador. Se trata de formar un hombre armónico que desarrolle en plenitud el
espíritu y el cuerpo, la razón, el sentimiento, la voluntad, el carácter, el sentido estético y
--.-1 A- 1- .,:An ~Ai a o t r nmi ~ nmt na niial
I L L U I ~UI\ I LLI YIUU, ri uui rvi rui i - . - - r r r --.-------..
Educación en libertad de donde desaparezcan las imposiciones ylos métodos coercitivos.
Una educación neutra entendida como aconfesionaI, tolerante, en definitiva escuela laica,
Escuela gradual donde las enseñanzas tengan una continuidad ininterrumpida. Enseñanza
mixta porque creen necesaria una mejor preparación de la mujer para el bien público ...
Metodológicamente rechazan los exámenes, que favorecen el sistema memorístico y
crean una falsa competitividad. SUpCeslbn ~ i ieo s iibros de texto por considerar que iimltan
el conocimiento y la reducción el número de alumnos por aula en favor de la calidad de la
enseñanza son algunas de las medidas renovadoras que se incluyeron en el programa
educativo de la Institución.
EI éxito de la I.L.E. es sin lugar a dudas muy importante y de resultados espectaculares
para los alumnos de la Institución. Sin embargo fue un centro, como ya dijimos en otros
renglones, de carácter privado. Por tanto, de esa brillantez educativa sólo se aprovecharon
los hijos de los grupos sociales acomodados.
4.- Otros planteamientos educativos
NOS hallamos en la España de la encrucijada restauradora; una España que desde la
penetración del krausismo, aparece sacudida en la segunda mitad del siglo por esa especie
de actitud militante y transformadora moral de la nación. Era, en definitiva, el reflejo local
de ese enfrentamiento europeo entre viejas estructuras y mundo moderno; y, en el centro
de esas batallas se encontraba precisamente la educación.
Siguiendo a Gómez Molleda, la educación va a definir dos posiciones claras, la de
"innovadores y la de <tradicionales> portadores de concepciones opuestas28.
~nnovadores, los que conocemos agrupados en torno a Sanz del Río y a Giner; los
institucionistas que aspiraban a las transformación radical de España desde la renovación
pedagógica; los políticamente demócratas y liberales, profundamente religiosos pero
tropezando con e! cato!idrm~ rigidn; !E rnora!mente intzchlb!es er! srs cvi.Yuctrs; !os qfie,
pedagógicamente, aspiraron al surgimiento de nuevos hombres modernos para una nueva
y moderna España.
-,...-,l:,.:-..-1-- --" -1 -L. !- 1-- - - L i ! L - - >. y - , - - : - 3. LL!.- 1.- >. ? - L
ILCIUILIUIL~LGD,F UI GL Liuluaiw, LVU ~CUI ILUSu t: ~ ~I ~lK Sa I u~ uI g mtLlw; LOS ut: ia pua~uia
de la defensa y el anatema; los antiliberales, apologistas del tomismo medieval, enemigos
de la secularización de la vida pública y, como no, de la educación. .. "Frente a la España de
la unidad católica de los tradicionales, los innovadores sueñan con la España laica; frente
IV CONGRESO WDOSiANO
a una España intransigente y coactiva, se alza una España tolerante y partidaria de la
concordia; frente a una España aislada y cerrada en si misma, una España abierta a Europa
y al mundo moderno"29.
Frente a esa Institución Libre de Enseñanza, Fuente de krausismo y curia de liberalismo
político; centro de adalides del progreso moral y de la laicidad, edificacibn pedagógica
regeneracionista que sueña con ese tipo de hombre nuevo q u e Galdós tan bien describió en
"la familia de León Roch"-nos encontramos con los tradicionales defendiendo a toda costa
la enseñanza confesional.
Y como el mismo Galdós reconociera, esos ambiciosos anhelos representados por León
~ o c -hs u prototipo de joven krausista- estarán destinados irremisiblemente al fracaso. Y
añade Galdós.. . "los hombres que sueñan con esavictoria grandiosa no cuentancon la fuerza
de lo que podríamos llamar el hado social, un poder enorme y avasallador, compuesto de las
creencias propias y ajenas, de las durísimas terquedades colectivas o personales, de los
errores y de la virtud misma, de mil cosas que al propio tiempo exigen vituperio y respeto
"v.. finalmente. de las leves y costumbres.c on cuya arroganteestabilidadnoes lícito ni posible
las más de las veces emprender una lucha a brazo partido"=.
Y pareciera, pues, quela historiadeEspaña haestado llenade brazos rotos ..., la ancestral
división entre lo trasnochado y lo alumbrador ha dado a este país muchas víctimas o, en el
mejor de los casos, ha convertido en anécdota las luminosas q u e no "iluminadas-iniciativas.
Ha prevalecido la sombra ..., en palabras de J. LópezMorillas: "Heaquila tragedia
del hombre que quiere vivir conforme a los principios de Ia razón. León Roch profesa ideas
que están en patente discordancia con el ambiente de Fraude, hipocresía y fanatismo en que
vive (. , . ) Acosado sin tregua por la ignorancia agresiva y el fanatismo exaltado, va perdiendo
gradualmente la calma y la moderación de espíritu (...) y, acaba desvirtuando, muy a pesar
suyo, el noble criterio con que habia pensado gobernar su vida"31.
4.1.- Realizaciones co~esionales
Si toda la primera mitad del XIX se caracteriza por el proceso emprendido hacia la
consecución de un sistema educativo, a partir de 1857 y con laconsagración legal del sistema
-Ley Moyano- pareciera el triunfo liberal en el control estatal de la educación, pero el
monopolio eclesiástico sobre la enseñanza primaria y la segunda enseñanza, ya que la
Universidad se le habia escapado de las manos. Y sus medios fueron las congregaciones
religiosas dedicadas a la docencia: durante este periodo los hijos de la alta burguesía y de la
clase media españolas fueron educados en centros religiosos.
Aun así, hay que distinguir dos posiciones diferentes en la influencia que la Iglesia
ninrnnrA nn 1- á n n r i m . i r n o rln rlara nnncirihn a la c ~mi l a r i 7 a r i A nn trñ AP n r r i n n ~ rqn nr retgg, b,bL..bLUL.LL ,'A i-yVbU. U L L U , U" ",ULU"y""..'.~I....r V..--.----------, ----, -- --yi----- -----
algunas con aires renovadores. La primera de las posiciones colocó en primer plano de su
atención el contenido ideológico de la educación. ~ s taact itud daría paso, en laúltima década
del siglo, a una postura ofensiva, siguiendo a Puelles Benítez "... en el campo de las
realizaciones concretas debe anotarse la revitalización de los seminarios españoles, la
creación de las universidades pontificias, la fundación del Colegio Español de Roma y los
BIBLIOTECA GaldósW
congresos católicos que se celebraron de 1889 a 1902"3Z. Estos últimos eran la cara opuesta
y defensiva de los congresos pedagógicos de claro signo institucionista.
Pero todo el esfuerzo ofensivo institucional de la Iglesia no abría rutas nuevas al ámbito
&cati~~fqi ue era ID ~ IseP re clamaba. Fue un humilde Y anónimo sacerdote -el
Manjón- quien se erigirá en protagonista de la renovación pedagógica religiosa, será 61,
pues, quien represente la segunda posición, novedosa y refrescante que antes mencionába-mos.
ES el padre~anjónla excepción de la norma del catolicismo docente. lnauguróunanueva
enseñanza dirigida a las claves desposeidas de la sociedad, esa fue su primera gran
originalidad.
La Fundación de los cármenes no es otra cosa que su preocupación pedagógica centrada
en los barrios marginados, su interés por arender la pobreza y la ignorancia de los más
desfavorecidos. Sus métodos y procedimientos educativos serán la segunda novedad a
destacar: gratuidad totaldelaenseñanza, escuelaal aire librey encontacto con la naturaleza,
enseñanza cívica, etc. "Por encima de todo ello hay una preocupación que una al P. Manjón
y aGiner en un mismo objetivo, aunque de distinto signo: ambos consideran que la Finalidad
de la educación no es instruir, sino formar hombres c~mpletos"~~.
4.2.- Escuela Moderna
El anarquismo aparece en España en la década de los setenta conjugando las luchas por
la emancipación material y la intelectual de las masas proletarias.
uemns idGL& prj2fi& cbmo en este zgjt& y ~ontrn~!pr[idnp ~ r i ~ hd io~ t b r ipcs~rn- ~--ñt nl
la fe en la educación se hace bandera de todas las fuerzas sociales, políticas o religiosas que
entran en el juego del poder y del cambio; pero el entusiasmo anarquista por la educación
es, tal vez, el más signiFicativo.
Así, seconcibe la realización de la revolución libertaria sólo pasando por el tamiz de una
nueva educación. El optimismo pedagógico de los líderes del movimiento les lleva a recorrer
incansabiernente puebios y ciudades predicando ei ideai anarquista y ei de ia indispensabie
ilustración,
Quien encarnará el ideal de una instrucción anarquista será la señera figura de Francisco
Ferrer i Guardia, fundador en 1901 de la Escuela Moderna. Hombre de muchas afinidades
con las corrientes pedagógicas avanzadas del momento, tanto del interior como del exterior
del país; influenciado claramente del positivismo comtiano y de la doctrina de J. J, Rousseau.
Ferrer centra su objeto, precisamente en el sujeto; el niño se convierte así en el propio
protagonista de la educación; respecto a la espontaneidad, vuelta a la naturaleza pero sin
perder de vista la realidad envolvente, coeducación (en cuanto a sexos y clases sociales) ...,
son, entre otras, las características dehitorias de su moderna escuela. Como vemos, hay
grandes puntos de encuentro con el institucionismo y con el movimiento europeo de la
Escuela Nueva. Es destacable, asimismo y como rasgos absolutamente propios, su
antimilitarismo y anticlericalismo; pero, quizás, lo más importante entre las aportaciones de
D. Francisco Ferrer, radicaria en el carácter ideológico asignado a la educación, llegando a
IV CONGRESO WDOSIANO
U I , ~es pecie de coilt;~cdUcticiho chiacióíi iieg6tiua [ii~gddüidd e ios vaiores esm&cidos
y afirmadora de los valores libertarios de la futura sociedad). Las Escuelas ferreristas se
extienden por Cataluña Y Andalucía; pero, una vez más, y como comentábamos al principio
de este capítulo, no pasará de ser una experiencia más en este país de péndulos y amnesias,
y con la muerte de su creador se desvanece también su obra.
4.3.- La Escuela Nueva de Núriez de Arenas
Con el nacimiento en 1879 del P.S.O.E., surge una nueva concepción educativa, cuyo
primer rasgo inédito radica en la exposición de la enseñanza como (integral y para todos,,
e&clción prrg&g&X. dp$& ~ i j t g d ~C! ~EI 4, ~ sp:=tyec~t=
educativo socialista aparece como heredero del liberalismo radical de los comienzos
decimonónicos, pero su aspiración a hacer desaparecer los uefectos destnictivosn de la
áivisiúri del tiabajü ya patrimüliio del iiiiiinisiiiü miope" que CInergc t:i sociaiisnio
español.
Hay dos momentos en la trayectoria del proyecto educativo socialista que cabe destacar:
La Escuela Nueva fundada por Núnez de Arenas en 1910 y la constitución del grupo de
maestros socialistas de Madrid en 1920.
La Escuela Nueva aparece, en primer término, como una escuela más que imparte
cursos elementales de diversas materias y cuya única novedad consiste en proveer,
además, de un consultorio jurídico a obreros, empleados y funcionarios. El propio Tuñón
de Lara, gran conocedor de esta materia, se pregunta si puede considerarse la Escuela de
Núñez de Arenas de los comienzos, como un centro socialista o como un centro cultural
a secas3".
2 purtio & 19 1 1 q ~11 eF EC; ~N] ~; ~I J~-2 fin gire 2 cnfitefii&c, y en e! tranrcnrs'
de los años siguientes introduce materias de formación que la van defendiendo como centro
de estudios socialistas.
Ya en 1915 y a la luz del X Congreso del P.S.O.E. es cuando se plantean las
señas de identidad de la Escuela: socialistas y de formación de trabajadores; así
pues no descuidará la representación objetiva de la cultura nacional, la contribu-ción
al conocimiento de ios probiemas de ia vida nacionai, ias cuestiones ae
organización política y social y, muy particularmente, la dotación al obrero del
dominio de su técnica profesional.
Desde esta orientación la Escuela Nueva elaboró las "Bases para un programa de
Instrucción Pública" presentado al Congreso del P.S.O.E. de 1918 e incorporadas ya al
programa del Partido.
Las dos aportaciones, la de la Escuela Nueva así como la posterior -aunque en la misma
línea- del grupo de maestros socialistas, delimitan ya desde la década de los veinte el
proyccto socialista en materiadeeducación. Se descubren enéllas influencias institucionistas
y del movimiento europeo que conducirán, en definitiva, a un programa de carácter laico,
democrático y renovador, que tendrá su reflejo de realización práctica en el bienio azañista
ae 1931-33.
BIBLIOTECA Galdosiana
S- Bnn Benito Pkrez Galdás: la novela género armónico o polémico?
Aún en 1862 cuando Francisco Giner hablaba de la novela pensaba en Werther, Nuestra
Señora de París, etc., y con razón juzgaba tales producciones como poemas líricos en prosa
o narraciones «sentimentales o seudohistóricas). De esas ficciones estaba ausente lo que el
propio clarín denominaba «altruismo artístico>. En otras palabras, "aún no se había
efectuado la síntesis de la fantasía individual y la realidad exterior quc era, según el parecer
krausista, indispensable a toda obra de arte destinada a pervivir en la admiración de los
Sóio con Baizac y Fiauberr, Gogoi y Uickens, iiegará ia n 0~e i ari gLIr0~amentem oderna.
Serfin ellos quienes harán emerger de la ficción novelesca aparezca en una España plagada
de graves cuestiones políticas, religiosas y sociales, contribuirá en gran medida a dar al
género un acentuado sesgo polémico, "Durante el decenio 1870-1 880, y muy particularmen-teensu
segundo lustro, Galdós, Pereda y Alarcón no titubean en hacer de la ficción novelesca
un ariete con el que pretenden abrir brecha en la amurallada ideología de sus adversarios. O -
He aquí el (espíritu crítico> a que alude González Serrano al hablar de Doña Perfecta"36. OO, Diríase que contraviniendo el exagsrado lirismo anterior, los nuevos creadores absorben E
la realidad circundante para afirmarla antagónicamente. Este moderno novelista aparece E
como contrincante ideológico con quien la convivencia se convierte en abierto conflicto.
5
"El mundo de Galdós de Doña Perfecta es la intolerancia religiosa, como el de Pereda
de Don Gonzalo González de la Gonzalera es la demócrata, y el de Alarcón de El
Escándalo es el de~creimiento."~~ E
El despotismo de las ideas es, pues, lo que da carácter polémico a la novela española del
período 1870-1880, como también se reflejará en religión, filosofia y política.
En este sentido. la dedicación fundamental de D Benito f ~ su~ pero fesión de escritor;
ahora bien, Galdós no concibe este trabajo como algo puramente estético, desligado de su
condición de ciudadano, antes al contrario, la novela Galdosiana tiene un fuerte componente
didáctico destinado a influir en la vida social y política y, lo hace desde su explicación de la
historia (episodios nacionales) o analizando el presente (novelas contemporáneas).
De todas formas, hay que reseñar que en el polémico decenio que nos ocupa la
Constituciónde 1876incorporaalgunas aspiraciones del liberalismo. Se apieciará, por tanto,
un cambio de talante que constata en la obraGaldosiana del momento; sus personajes se van
adaptando gradualmente a la convivencia tras la contienda. El diálogo se restablece aunque
~a:piiado de Sdi¿dSlliO... "Turque adviérrase que ia poiémica no aeja de ser, a pesar de su
dureza, una forma de diálogo"38.
5.1.- Krausismo y literatura
Será el clima espiritual que inspira el krausismo, más que las propias que pone en
circulación, lo que provoque una apreciable alteración en la manera de hacer literatura de
IV CONGRESO Galdosiano
la época. Esta filosofia importada entra en el periodo de incubación de la España moderna,
en el preciso instante en que se da una hipertrofia literaria como compensación a otras
carencias y debilidades. Lo curioso es que se hace literatura trivial -con excepciones- justo
en el momento en que se está demarcando la diferencia con La España tradicional; y es que
hablamos de la literatura anecdótica e insustancial que se produce en el seno y al servicio
de una naciente burguesía, sólo interesada en tranquilizarse, distraerse y moderarse. "No
es una preceptivia artística a lo que se subordina la creación literaria, sino a una preceptiva
social. El arte se pone al servicio de una clase social y moraliza en nombre de los intereses de eWN.
ES en este ambiente frívolo donde viene a proclamar el Krausismo el principio de que
"toda la vida es arte"'' y la necesidad, por tanto, de que los artistas se consagren a la
unificación de la propia experienciavital. Si para la cienciael instmmento será la razón, para
el arte será la fantasía, la uinmición estétican, el usentido poético de la vidan. Ambos
instrumentos, razón y fantasía, serán los organizadores de lo real. En las bellas artes es
donde mejor se reflejará el auténtico sentir de una epoca; será la obra del artista la síntesis
en que armoniza la oposición con el mundo. Esta interpretación dialéctica se da en todos los
krausistas preocupados por lo estético; y la literatura, entre todas, ocupará un lugar
privilegiado. Los krausistas se lamentan de los resultados del análisis de las letras
contemporáneas, el artista literario vierte en sus creaciones la (ingrata desarmonía, de que
adolece su sociedad es el arte de la vulgaridad, pero es transitorio. (...), "la filosofía de la
historia que profesan obliga a los krausistas a conceptuar de pasajero ese imperio excluyente
de lirismo, destinado a menguar cuando el poeta, en vez de soslayar las contrariedades del
mundo exterior, salga al encuentro de ellas e intuya la esencial unidad que a todas
encierran4'.
En el decenio anteriormente reseñado, nos tropezamos conlos síntomasdelideocratismo
que el krausismo suscitó en su evolución hispana. Recordemos una vez más el caso de León
Roch, personaje Galdosiano, krausista de ficción quien al enfrentarse con la cruel realidad
pasa de la tolerancia al fanatismo, de ser dueño de sus ideas a esclavizarsea ellas. Es laluclia
entre tradición y progreso, entre realidad y utopía, entre ideólogo e historiador, entre lo que
es y lo que debe ser...
5.2.- La realidad reducida a esquema ideológico: idealismo versus realhmo
Por todo lo expuesto, no parece muy acertado el calificativo de arealistan que de ordinario
se aplica a esa manera de entender la ficción novelesca. Si se mira bien, es todo lo contrario,
por su intención se trata de una novela uidealistan, alimentada por el deseo de que las cosas
sean bien distintas a como son. Es la utopía del frenesí ideocrático. "Sólo después de 1880,
calmada un tanto la ebullición intelectual que produce el krausismo, puede hablarse con
propiedad de una novela (realistan, esto es, anclada en una realidad no reducida previamente
a esquema ideológico. Pero aún esta fase es efímera. La llamada Generación del 98 volverá
a hacer de la novela una forma de la
En la obra Galdosiana se aprecia claramente el contraste. Llena de implicaciones sociales
y políticas fruto de su talante ético-la producciónde D. Benito acaba por objetivar el conflicto
BIBLIOTECA Galdosiana
y humanizarlo. ES la eterna y compleja relación individuo-sociedad en la que él se adentra;
su realismo es, en gran parte el resultado de una voluntad de entendimiento y comprensión
de la realidad. (...).. "de manera que las frecuentes quiebras de sus principios deben ser
interpretadas como floraciones de impulsos profundos de la personalidad Galdosiana que
rompen la costra realista como los volcanes rompen la corteza terre~tre"~3.
Tanto en losepisodios como enlas novelas llamadas contemporáneas, Galdós es realista,
aunque a ]o largo dei tiempo va evoiucionaridu, iu qüe k h a a ki alíipküd de refiCjanr o
sólo la realidad exterior, sino tambih los estados de ánimo, las situaciones anormales y
oníricas, incluso aparecen elementos de tipo fantástico.
Don Benito no renunció nunca asugusto por el contraste, ni en sus obras supuestamente
arealistasn, ni en las supuestamente unaturaiistasn, ni en 1% posteriores; entendiendo por
contraste. aesa ironía de puño cervantino que consiste en comprender y, por tanto, disculpar
a los personajes incluso cuando realizan las acciones más disparatadas"*4.
Galdós criticó y denunció la estupidez del refugio en los sueños huyendo de la realidad,
pero no defiende tampoco el racionalismo estricto y seco. El equilibrio y la armonía es por O
lo que apuesta D. Benito. m
O
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Lasmejoresnovelasde laliteratura universal de l s lox x CU~EDITORTOIAMLXO,I , MADRI1D9 82.
~ T R O D U C C I ~ NDE DOMINGINOD URAPI.N X, V.
* Diez Echarri y Roca Franquesa: H i s t o r i a g e n e r a l d e l a l i f e r a h « . a e s p a ñ o l a l ~
Ed. Aguiiar, Madrid, 1968, p. 1.062.
Paraesre punto nos basamos en el interesantisirno artlculo deEduardoFioravanti: "Laformaci6n
delaoligarquía española (1750-1975)", enRevistaMensual, diciembre 78/enero 79, vol. 2, núm. 576,
p. 10-19.
Vide las "consideraciones iniciales" -redactadas por Enrique Bclenguer Calpe- al articulo de
Pedro Alvarez Pérez: "Los planes de estudio en la España decimonbnica: la necesidad de un análisis de
contenidos", en Tempora, vol. 9, Enero-Junio 1987, p. 99-102.
Para la elaboración de este apartado y los subsiguientes nos basamos en hielles Benitez:
Educacióneldeologiaen laEspañacontempordnea. Ed, Labor, Segunda Edic,. actualizada, Barcelona.
1986 y enMINLSTERI0 DEEDUCACION: HLctoriadelaEducaciin enEspana. (3 tomos), Madrid 1979-1982.
6 PIP!!PZ AP~! !PZC:J p. r&, p 121
Ibidem, p. 142.
Ibidem, op. cit., p. 143.
9 Ihidern. p. 174.
lo Ibidem, p. 178.
I I Ibidem, p. 189.
l1 Ibidem, p. 190.
l 3 Ibidem, p. 193.
l4 La doctrinade Krause (1 781-1832) aspiraba, comootras corrientes filosóficas, a ser la autintica
continuación del pensamiento de Kant contra lo que el fitbsofo consideraba erróneas interpretaciones
de Fichte, Schelling y Hegel. El pensamiento metafísico de Krause esta aplicado fundamentalmente a
la ética y a la filosofía del Derecho. Suscaracteristicas lassintetizan J. L. Abellán y L. MartinezGÓmez:
Elpensamiento espaso1 deséneca aZidirL en los siguientes puntos: 1) Predominio de la razón y de
la capacidad rle ésta para realizar al hor ibre en unidad armónica (racionalisrno armónico): 2) creencia
en la perfectibilidad del hombre y e' progreso de la sociedad (hiimanitarismo progresista), y 3)
sinceriaad y honradez en la conducta. compatible con la ecuanimidad y equilibrio del carácter
BIBLIOTECA GaldósIAlYA
(maralisnio), UNED, 1977, p. 310. Sobre el krausismo consulta obligada es el libro de López Morillas,
1.: ~ / ~ r a ~ ~ ' smo e s p aF.ñ Co. fE,., Madrid, 1980.
1s TenÓn, ~loyS:o ciedadeldeologiá en los origenesdela España contemporánea. Edic. Pcninsula,
Madrid, 1969, pp. 183-247.
16 ~[azE&,: LaJI~@as~~~~Idelkrausisemspoa ñol, Fernando Torres editor, Valencia, 1983, p. 24,
I r Arquistain. Luis: ~lpensamiento~pariOicontemporáneLoo,s ada, Buenos Aires, 1968, pp. 26-27.
Diaa. E.: Op. cit.. p. 24.
19 Jimenez Garcia, A: EfKrmllll$lmoylaINn'tu~'ónLibredeBIreRa~a. Ed. Cincel, Madrid, 1986, p, 32.
' 0 Abellin, J. L.: HistoriacriticadefpensamientoespañoiE. d. Espasa Calpe, Madrid, 1984, p. 398.
Ibidem. p. 497.
22 Cacho Viu, Vicente: La Institución Libre de Enseñanza.Edic. Riaip. Madrid, 1962, p. 194.
'3 Historia de la Educación. Tomo 11, Ministerio de Educación y Ciencia, Madrid, 1985, p. 513,
2+ Abellkn, 1. L.: Op. cit., p. 501.
Jiménez Garcia, A.: Op. cif., p. 141.
Jimenez Landi, A,: La Institución Libre de Enseñanza.Taums, Madrid, 1973, p. 705.
Ibidem, op. cir, p. 705.
a GómezMolleda, M. Dolores: Losr~ortnadoredse la España contemporánea, Madrid, C, S. 1. C.,
1966, pp. 17 y SS.
O
l9 Puelies Benitez, M.: Op. cit.,pág. 285. SE
PCrez Galdbs. 8: 'La familia de León Roch", en Obras Completas, Madrid, 1941, IV, p. 898. E
Mpez Morillas, J.: El krausismo español F.C.E., Madrid, 1980, p. 57.
32 Puelies Benítez, M.: Op. cir, p. 298. 5
Puelles Benítez, M.: Op. clf., p 302.
N Tufibn de Lara, M.:Medios$o&culhtraespañola (1885-1936). Ternos, Madrid, 1970, pp. 161 y SS. E
3s López Morillas, J.: Op. ccif., p. 134.
Ibtdem, p. 135. a
idem.
38 Mpez Morilias, J.: Op. cit., p. 195. E
Ibfdem, pp6g. 123.
Sanz del Rio.: Ideal de la Humanidad, pp. 65, 175. Giner, F.: "El arte y las artes", Estudios de
literatura y arte# p. 3.
41 r A-..- i , - d l l m . - 7 n" ";+ - T qq
wp15 IVLULLLLUc), J.. ".'A L.LL.< y. IYY.
42 Ibidem, op. a%, p. 136.
Indurain, D.: Op. cit. p. XV.
" !bf&R, p. m.