IV CONGRESO Galdosiano m
TORQUEMADA Y LA INQUISICION
José Schraibman
L a se rie de Torquemada ha atraído la aten-ción
de los críticos desde su publicación hasta nuestros días'. A medida que la óptica crítica
ha ido cambiando, ciertos aspectos de esta serie han permanecido "estables" y otros no. Es
así que lo que empezara como búsqueda de lo real, de lo histórico en Galdós, de la
equiparación de aquellos hechos literanos que él tratara en sus obras con los hechos reales
que los historiadores narran se haya visto en épocas más recientes sobrepasado por los
enfoques críticos posibilitados por la revolución hecha posible desde Saussure, y desarrolla-da
por la lingüística contemporánea desde Chomsky. Así es que el crítico hoy día no puede
prescindir de Barthes, Derrida, Foucault, Booth, Alter, Bloom, Eco, Kristeva, y tantos más.
Tampoco puede dejar de lado las teorías de la lectura impulsada por la escuela de Frankfort,
los estudios de los mitos de Campbell y Frye, del lenguaje de la historia de Hayden White,
y de los nuevos historicistas. Si el críticoGaldosiano añade a ello la ingente y aguda explosión
-una verdadera industria- de atención a las obras de don Benito, no cabe duda de cuánto
se ha ganado en reivindicar a un escritor a quien en cierto momento se le llamógarbancero.
Hoy día estamos en mejores condiciones críticas de poder juzgar qué significó esta apelación,
esta especie de metáfora sobre los ingredientes que componen el puchero literario español.
Así lo demuestran, por ejemplo, los recientes trabajos sobre la historia en Galdós de Diane
Urey, Brian Dendle y Peter Bly. Todos ellos son un tributo a la complejidad de la escritura
de Galdós, a su polisemia, a su inherente estructura irónica, precisamente cuando más
supesmrnente históricos son los hechos referidos. Galdós, como Cervantes, debió intuir lo
que hoy día es un clisé crítico que la historia también se escribe con palabras. Remito al lector
en este respecto a novelistas-críticos que han examinado este tema con lucidez como Carlos
Fuentes, Juan Goytisolo, Mario Vargas Llosa, Milan Kundera, William Gass y otros.
Este pequeño periplo me es necesario para explicar mi enfoque en la serie de Torquemada,
tetralogía que creí comprender (sin comprehenderla) cuando la estudié por primera vez para
mi tesis-libro sobre los sueños en Galdós. Ya entonces, claro está, había notado el tema de
la usura y su nexo balzaciano tan agudameme estudiado recientemente por P. Manuel
Suárezz. Tambien había leído yo las obras de Arntrico Castro y Claudio Sánchez Albornoz3.
En Madrid me había dedicado a rastrear cuestiones religiosas, literarias, políticas en las
revistas del XIX en la Hemeroteca Municipal en la Plaza de la Villa, y de pasearme por esos
viejos barrios del Madrid de Galdós. Sin embargo, todo ello, incluídas las visitas a Las Palmas
para investigar en el Archivo de Galdós y en los fondos del Museo Canario resultan
insuficientes para enfrentarse al sentido profundo de las obras de Galdós. Las razones de ello
tienen tanto que ver con el lenguaje de Galdós como con la concepción de su obra, su
estructura, sus referentes, su subtexto y su intertexto; es decir, con su complejidad
narrativa. Es natural que el crítico también trae todo el bagaje de sus lecturas y de su
personalidad al análisis literario aunque todos ellos no aparezcan en sus notas y bibliografía.
Mi última lectura de la serie de Torquemada está hecha en la coyuntura de varios años de
lectura y meditación sobre el tema semiótico en la historia y en la literatura hispánicas. En m - Galdós el tema ha sido estudiado por Sara Schyfter, Stephen Gilman, Joseph Silverman, Julio E
Caro Baroja, Robert Ricard, Loes Barr y yo, entre otros4. O
En Torquemada en la hqquera la palabrajudíd aparece sólo una vez. ¿Significa ello que n--
el judío no está presente en alguna forma en la obra? Todo lo contrario. ¿Por qué escoge m
O
E Galdós la figura de Torquemada quien ya había aparecido en novelas anteriores como E
S personaje menor? ¿Es accidental la elección del primer inquisidor, ademtis procedente de
familia con~ersa?G~a.l dós conocía IaHistona de la inqulSicon en Canaria de los hermanos
-
Millares, la de Llorente, la de Amador de los Ríos, las polémicas sobre el tema en las Cortes 3
de Cádiz, las guerras carlistas, los debates sobre los neos, los escritos de Pereda, deMenéndez - -
0
y Pelayo, de Clarín, de Palacio Valdés, el krausismo, la institución Libre de Enseñanza, la m
E
literatura clásica y medieval. la del siglo de oro. Shakespeare. Dickens, Balzac, Tolstoi y O
tantos otros. Algo importa que cuando escribiera la serie de Torquemada estuviera en la gn
época que los críticos han dado en llamar "espiritual", o que estuviera tan interesado en los E
mecanismos del poder como tan bien ha señalado Carlos Blanco Aguinaga. Lo que también a
2 hay que subrayar es que Galdós está una vez más revisando la historia de España, y mucho n
antes que Américo Castro o Claudio Sánchez Albornoz, o la Generación del '98 se está n
I preguntando el "cómo llegaron a ser los españoles". O3
Torquemada es un ejemplo más de los inolvidables personajes creados por Galdós para
poblar su mundo literario. Prueba de la complejidad de esta creación suya es el número de
artículos y tesis dedicados a este personaje. Muchos de estos estudios tratan el tema de la
salvación. Una de sus vertientes en la obra es la salvación socioeconómica de España. En
obra tras obra Galdós documentó la decadencia y frivolidad de las clases altas españolas y
su monotonía reinante, su materialismo decadente. También se ocupó del movimiento entre
clases, de su simbiosis. En la serie de Torquemada se trata la salvación de la familia
aristocrática de los del Aguila y, a la vez, la salvación de Torquemada de su mezquindad, de
sus rudos modales y -al final- de su alma. Si la sociedad española necesita cambiar también
la Iglesia debería de hacerlo. Para Galdós, ésta se encuentra estancada en un dogmatismo
doctrinario y en un excesivo formalismo en el mismo momento en que el pueblo ha perdido
su espíritu religioso sincero. De ahí que la tetralogía trate el tema de la salvación más bien
trascendental y subjetiva del alma de Torquemada. El eje temático de la obra gravita entre
lo material y lo espiritual, y Galdós pinta magistralmente le moment y le milieu de la obra.
Para completarla sólo falta la race, y ése es el tema que también suple la selección de
Torquemada como personaje principal. No sugiero en absoluto que la novela sea un
naturalismo a lo Zola sino todo lo contrario. Galdós subvierte en ella las fórmulas del
naturalismo mediante la ironía, ingrediente cervantino siempre a la base de una compren-sión
profunda de su obra.
En Torquemada en la hoguera7 se establece desde la primera página el vinculo entre lo
social y lo religioso, las nuevas normas centradas en el positivismo y el materialismo. Galdós
equipara los antiguos ejercicios espirituales a los materiales que rigen en la España del nuevo
Torquemada. Los usureros tienen una "santa misión":
... eran los místicos o metafisicos de la usura; su egoismo no sutilizaba en la idea pura
del negocio; adoraban la santísima, la inefable cantidad, sacrificando a ella su material
existencia, las necesidades del cuerpo, y de la vida, como el místico lo propone todo a
la absorbiente idea salvarse10.
Sin embargo, Galdós sabe muy bien que la "salvación" decimonónica depende sólo de la
acumulación de bienes sino de su inversión, de su crecimiento, y no sólo de subir en la escala
social.
El subtexto de la serie de Torquemada contiene una rica red de referencias históricas
escondidas, una especie de silencios textuales que no dejan de tener significado. En este
sentido, Valentín, el hijo deTorquemada, el genio matemático. no es sólo el niño superdotado
sino un símbolo de la inteligencia misma y +amo descendientedeconversos-representante
de aquellos que fueron expulsados de España precisamente en la época del histórico
Torquernada.
El primer párrafo establece claramente el nexo con la inquisición, y -como tantas veces
en la obra Galdosiana-se produce un aggiornamento irónico cuando se anuncia que estamos
ante un "caso patético, caso muy ejemplar, señores, digno de contarse para enseñanza de
todos. aviso de condenados y escarmiento de inquisidoresn8. Galdós nos cuenta que los
clientes de Torquemada son "de mas necesidades que posibles". También describe en las
primeras páginas la ascensión económica de Torquemada gobierno tras gobierno hasta
188 1. Muerta doña Silvia, la esposa deTorquemada, el viudo se queda con dos hijos: Rufinita,
quien ha heredado las dotes domésticas de su madre, y Valentino, el genio matemático.
Galdós compara Torquemada a Moisés con los brazos levantados al cielo. "No los levantaba,
porque sabia que del cielo no había de caerle ninguna breva de esas que a él le gustabanng.
En las primeras páginas Galdós también parodia el comienzo del Qugote detallando la
vestimentade Torquemada y lacomida de la casas. En un maravilloso pasaje descriptivo deja
caer la referencia de que no faltaba en la casa la cabeza de cerdo y que Torquemada era un
excelente salador, clara referencia a la procedencia de cristiano nuevo de Torquemada, y
hecho substanciado en la literatura crítica sobre los conversos y sus prácticasll.
Además de las referencias a Mendízabal -también procedente de familia conversa- y a
la desamortización de los bienes de la Iglesia, Galdós hace la crónica de José Bailón, clérigo
que ahoga los hábitos el '68, y es catequizado por los protestantes. Bailón intenta convertir
a otros, es perseguido y exiliado, se deja crecer barbas, se disfraza, vuelve a España y lo
meten en el "saladero". Luego se amanceba con una viuda rica, y Torquernada le coloca sus
m BIBLIOTECA WDOSiANA
bienes, y le escucha sus historietas; también maneja y lee sus folletos milenarios. Además
de cuestiones terrestres losdosarreglan el "destino total", la salvación eterna. Bailónle mete
a Torquemada en la cabeza la idea de que el ser humano vive varias vidas, y que él mismo
anduvo predicando en Egipto en una encarnación anterior, y que le habían quemado vivo.
Todo ello no deja de tener obvia relación con el tema de la inquisición. Para Bailón infierno
y cielo están aquí en la tierra. Torquemada se entera poco de las elucubraciones de Bailón,
pero saca en limpio que Dios es la Humanidad. No deja de ser significativo que Galdós añada
que el sentimiento católico de Torquemada no había sido nunca muy vivo (32), interesante
contraste con el Torquemada histórico. En todo caso, Galdós está jugando en su sub-texto
con temas claves para la tesis que proponemos aquí: el problema de la verdadera fe, la
persecución, el exilio, la cárcel, la necesidad de disfrazarse, de disimular, los fuegos de la
m - inquisición, el milenarismo, la religión de la Humanidad, la historia de los pueblos y de sus E
diversas religiones. Y, more cervantino, Galdós elude la responsabilidad de lo escrito: O
"Cuento todo esto como me lo contaron, reconociendo que en esta parte de la historia n-= patriarcal de Bailón hay gran obscuridad" (26). Y no deja de ser significativo para el vaivén m
O
E entre elTorquemada histórico y el Peor que Bailón le diga: "Fíjeseusted bien, amigo; revuelva E
2 en su memoria; rebusque bien en el sótano y en los desvanes de su ser, y encontrará la certeza
de que tambié uste ha vivido en tiempos lejanos." (31)
=
El comportamiento de Torquemada, como pudiera esperarse de un converso, es poco 3
ortodoxo. Rinde culto a su hijo como si éste tiiera "Cristo niño entre los doctores". (23) A - - 0
tal punto llega el hubrisde Torquemada que confía en que su hijo le acarreará no sólo la fama m
E
sino la inmortalidad misma. La enfermedad de Valentín. sin embargo, le va a separar por el O
momento de su inexorable acumulación de dinero y le va a sumir en un mundo de angustias, n de duda y temor ante el vacío. Galdós describe magistralmente el maremagnum que reina E
en la psique de Torquemada. Influido por el librepensador Bailón, Torquemada salta de una a
2 idea estrambótica a otra. Este "Dante echado a perder" (26) infunde en Torquemada la idea n
de la transmigración de las almas y la del cosmos convertido en Humanidad. Lo que saca 0
I Torquemada en limpio de todo ello es la metáfora comercial de la divinidad. O3
Esto sí es comprensible para Torquemada. Si uno pea, a uno le premian. Torquemada
se retuerce como un animal herido. Gravita entre la búsqueda de la ayuda divina y su
negación. Su violencia le lleva a la blasfemia contra Dios y toda la Humanidad. Cree que Dios
ha armado una gan conspiración contra él para robarle a su hijo en quien ve futuras
ganancias cuando llegue a ser el gran ingeniero que Torquemada se ha inventado. Por ello
piensa así: Torquemada no puede entender por qué a Dios se le ha ocurrido llevarse a su hijo
sabio y no a otros tantos tontos que habitan el universo. Por otra parte, influido por el
panteismo de Bailón, a Torquemada le entra el miedo de la divinidad. Sin embargo, su sistema
de auto-defensa psicológica, aún en su exaltado estado, le hacen redimirse de toda culpa.
Torquemada admite que no siempre se ha portado bien, pero está dispuesto a enmendarse.
Por ello y, como Dios es comerciante también, le propone un trato, un contrato a cumplir.
Está dispuesto a concederle a Dios todos los futuros ingresos de su hijo, el genio. Acto
seguido, Torquemada, se lanza a la calle a acometer los ya tan comentados actos de caridad,
hechos suo modo. Claro que su caridad no proviene del verdadero amor al prójimo sino de
la falsa beneficencia que ha decidido practicar. Galdós describe estas "salidas" suyas
iv CONGRESO Galdosiano m
dramática e irónicamente. Torquemada empieza aflojando los alquileres de sus inquilinos
ante su asombro total. Frustrado ante la reacción irrisoria de ellos accúa con violencia
elevando su garrote -símbolo de su antiguo homónimo inquisidor- y manifiesta a grito
suelto su misericordia. Torquemada no es sólo soberbio sino hipócrita, y su público si no lo
sabe lo intuye. Más que nada aparece ante él, y ante los lectores, como una figura patética.
En su mente febril aparece otra gran idea, la de redistribuir sus bienes a los pobres para así
merecer la gracia divina. Aun en ello es sisón, anticipándose así a la gran sisonaGaldosiana,
Benina en Misericordia. Torquemada sólo escoge las monedas de poco valor porque alega
que de todos modos va a ir a pagar a la taberna más cercana. Al terminar de repartir sus
monedas, el don Quijote de la avaricia, mira al cielo, pero no para rezar a Dios sino para
admirar las estrellas.
Torquemada, "el viejo lobo revestido por la circunstancia", como lo llama Ricardo Gullón,
pasa acto seguido al episodio de la capa. Ve a un mendigo titiritando de frío, pero como
Torquemada lleva su capa nueva, vuelve a su casa a buscar la vieja. En la idea cristiana de
la caridad, la de vestir a los desnudos, no entra la capa nueva, aunque luego le entren
remordimlenros por su comportamiento. Pasa entonces'i'orquemada aver al aristócrata, don
Juan, arruinado por su "fashionable five o'clok teas", y le ofrece un nuevo préstamo al doce
por ciento. Don Juan. quien ya ha salido de apuros gracias a la ayuda de un pariente. no acepta
la oferta de Torquemada aún sin intereses, acción incomprensible para Torquemada y
frustrante en su búsqueda de buenas obras que le hagan merecer la misericordia divina. A
Torquemada se le presenta su Última y exitosa ocasión al visitar al tísico pintor Martín y a
isidora quienes viven en total penuria. Torquemada les regala dinero, y ellos besan su mano,
pero aún en este caso Torquemada no puede descartar su naturaleza usurera. Se lleva unos
cuadros de Martín razonando que su valor sólo puede subir cuando éste muera. Y, sisón que
es, les da 2,800 reales en vez de los 3,000 prometidos.
Curiosa e irónicamente, la caridad verdadera existe en la casa misma de Torquemada en
las personas de su hija Rufinita, y de la vieja criada, la tía Roma. Rufinita cuida de Valentín
con ahinco y reza con profunda sinceridad alavirgen del Carmen para que interceda con Dios
y salve al niño. La tía Roma representa la lealtad encarnada. Era ella quien le traía huevos
a doña Silvia para que no se muriese de hambre cuando el tacaño Torquemada no le daba
suficiente dinero para comida. Torquemada quiere regalarle un colchón, pero la tía Roma no
quiere nada que ver con el dinero sucio de Torquemada y además alega que sus huesos no
podrían descansar sobre esos lujos que no caben en su casa. Muerto Valentín, Torquemada
se arrepiente de haber entrado en tratos con Dios ya que los resultados no justificaban la
inversión. La célebre frase final de la novela es su confesión verdadera y la negación total
de sus falsos actos caritativos: 'La misericordia que yo tenga i...ñales, que me la claven en
la frente." (1 12)
Torquemada vuelve a sus andanzas anteriores. Es una vez más la alimaña usurera
anterior, y prefiere gastarse su dinero en un entierro lujoso para Valentín. Torquemada en
la hoguera es novela abierta, queda abierta a las peripecias de Torquemada en busca de la
salvación, proceso que culmina en el ambiguo final de Torquemaday San Pedro. Este uso
metafísico del final, tan bien ilustrado en The Sense dan Ending de Frank Kermode, y del
papel de la literatura y del arte en forjar el sentido humano del hombre, el desplazamiento
m BIBLIOTECA Galdosiana
del yo hacia el otro en Presentes de George Steiner, hace que el lector entre de lleno en el
sentido ético de la obra. ¿Quién va a tirar la primera piedra a Torquemada el Peor convertido
en persona de carne y hueso -como diría Unamuno- sufrido y apaleado por la vida, bueno
y malo a la vez, y reconocible en su imperfecta humanidad a nosotros mismos. Hacia el final
de Torquemada en la hoguera la tía Roma le vaticina a Torquemada que tiene que cambiar:
"Mala muerte. En cierto modo, Galdós parecedejar abierta la posibilidad de seguir la historia
de Torquemada, y así es en efecto. En Torquemaday lacruzempieza el proceso de ascensión
social de Torquemada. Al morir doña Lupe la de los Pavos, socia de Torquemada, este conoce
a una de sus clientas, Cruz del Aguila con su 'olorcillo de aristocracia". Torquernada queda
impresionado con la abnegación de esta familia venida a menos que limpia y limpia su piso
como el hidalgo en el Lazarillo de Tonnes se limpia los dientes fingiendo que había comido. "7
D
Aambos, buenos cristianos viejos, no se les ocurre trabajar paraganarse el pan diario. Sufren E
su pobreza como si fuera vida cristiana ideal. Consecuente con esta visión, Galdós describe U
n
a Rafael, el hermano de Fidela Aguila, como un Cristo ciego. ¿Sera este afán de limpieza -- m
O referencia a la "limpieza de sangre"? En todo caso, Torquemada intentará "pertenecer" a la EE clase añorada lavándose más y mejor. y vistiéndose con levita, símbolo de la burguesía del S
siglo xrx. Empieza también a imitar a José Ruiz Donoso, el aristócrata venido a menos, amigo -
de los del Aguila. Donoso es el hombre práctico de la época quien, habiendo perdido su 3
fortuna. se acopla a las nuevas necesidades de la clase media y, por ello, no tiene - -
inconveniente en convertirse en maestro de Torquemada. Es él quien introduceaTorquemada 0
m
E
a la mecánica de la Banca y de la Bolsa. Donoso también le sugiere a Torquemada que no O
sólo acumule sus riquezas sino que las invierta así ayudando al país a desarrollarse y
prosperar. Esta especie de Frasquito Ponte ha practicado antes la caridad anónima ayudando n
a los Aguila sin que ellos se enterasen. Y así se inicia el "perfeccionamiento" de Torquemada;
Donoso dirige sus operaciones financieras y Cruz las domésticas. Torquemada sigue en A n
pugna con Dios. Rehusa dejar entrar ninguna pintura religiosa en su nueva casa, y desdeña n
n
a la Humanidad entera. En cambio, rinde culto a su hijo muerto colocando un retrato suyo E
5
en un altar rodeado de velas y de libros de matemáticas. En un sueño se le aparece Valentín O
y le dice que quiere resucitar. Por ello Torquemada decide casarse y escoge a Fidela. En otro
sueño profético en que Torquemada sube por una escalera y Fidela baja por ella se anuncia
el conflicto matrimonial que va a caracterizar su matrimonio. En otro plano, se anuncia
también la imposibilidad de que la sociedad española integre a la vieja aristocracia
empobrecida y a la clase vulgar que se va enriqueciendo. Y así se cierra el trato entre ellos.
Cruz ha sufrido la miseria, y ahora hará sufrir al mísero Torquemada. Sin embargo. Rafael,
cristiano viejo (?), rehusa aceptar la nueva realidad, y jamás aceptará a Torquemada,
converso (?). Creo que este rechazo tiene significado simbólico en la obra, en el subtexto que
voy desarrollando. Son aptas las palabras de Carlos Fuentes en su reseña a Reivindicación
del Conde don/ulián de Juan Goytisolo:
El año 1492 fue un hito en la historia española. Granada el último baluarte de los reyes
moros, fue conquistada por los reyes católicos, Fernando e Isabela. Los judíos fueron
expulsados de España, y Colón descubrió el Nuevo Mundo y lo reclamó para la corona
española. Este último hecho y su subsiguiente celebración tienden a disminuir nuestra
IV CONGRESO Galdosiano m
comprensión de la doble mutilacibn que España se impuso a sí misma con la eradicación
de los componentes árabes judíos de su cultura.
Carlos Fuentes sugiere que la tolerancia y el pluralismo posibles en España hubieran creado
un país singular precisamente en el momento en que descubría el nuevo mundo, ideas que
ha expresado en Terra noma y en Cristóbal nonnato. En la reseña citada anteriormente
cscribe:
La inquisición, una institución muy débil hasta 1492, ganó en fuerza a medida que
expandió su persecución, no sólo contra los infieles, sino contra los conversos también.
Funcionó un círculo vicioso: paró las conversiones y forzó a los que quedaban de
comunidad judía en Espaíia de hacerse más intolerantes aún que la Inquisici6n misma
para afirmar asi su lealtad. La suprema paradoja de esta situación sin salida fue que
judíos conversos, como Torquemada, se convirtieron en los mas sagaces perseguidores
de su pueblo, y los más fuertes defensores del orden monolítico.
En Torquemada en la c m Galdós trata el problema de la revitalización de la aristocracia
española y de su integración con las otras tres clases sociales. Por ello se salva Donoso de
la crítica de Galdós, pero no Torquemada quien poco después de casarse con Fidela se
emborracha mientras que ella se refugia en sus atracones de bombones. Así acepta la familia
la cruz del matrimonio con Torquemada como antes había aceptado la pobreza. Rafael, sin
embargo, no puede aceptar el atropello de su casta. la vejación de su nombre, y la pérdida
de alcurnia social al unirse a Torquemada la familia. Cae en una depresión profunda y se
suicida. Todas estas muertes en la novela no son gratuitas. Algo tienen que ver con el
significado de la obra literaria como tan acertadamente lo ha demostrado Gilman en el caso
de la muerte de Fortunata en Forhrnatay Jacinta.
En Torquemada en elpurgatorio Cruz se dedica a gastar más y más dinero a medida que
Torquemada aumenta su fortuna. Torquemada se codea con ricos y senadores, lee los
periódicos y aprende a imitar el lenguaje fino de la burguesía adinerada. Aun así, jamás deja
de usar su lenguaje coloquial salpicado de blasfemias y maldiciones. Cruz usa toda su energía
y el dinero de Torquemada para recuperar la marquesía de San Eloy, y así recuperar la
posición social anterior de la familia. Torquemada llega a ser senador y marqués, pero se
siente vivir en un purgatorio. Fidela se pasa el día comiendo dulces y leyendo novelas
románticas francesas. Torquemada, en cambio, obedece todos sus caprichos porque ella va
a dar a luz al "nuevo matemático". Finalmente, nace este prodigio, precisamente en
Nochebuena, pero este "ser híbrido", producto deTorquemada y de Fidela, nace hidrocefálico.
El heredero del título familiar es un retrasado mental. La 'inteligencia", no ha de existir en
esa casa. Entretanto, Torquemada tiene más éxito como senador. Vota por un ferrocarril
entre dos pueblos en León. Se las da de "salvador" de los pobres, y el Senado y la Hacienda
le ofrecen un banquete en el cual Torquemada suelta las platitudes que ha aprendido en el
ABC. Su discurso, descrito con ironía por Galdós, subrayasu amor a la patria y su apego a
la religión. Alega que a buen católico no le gana nadie, y que él es el defensor de las veneradas
creencias. Su discurso también expresa fórmulas costianas sobre el trabajo. Torquemada
sabe que quienes le aplauden son más ignorantes que él.
M BIBLIOTECA CiALDOSIANA
En su casa se siente "crucificado", derrotado y ridiculizado. Su enlace con los Aguila ha
resultado en la caída moral de Cruz, la superficialidad gastadora de Fidela, el nacimiento de
un "fenómeno" que garantiza la idiotez de su línea genealógica, y el suicidio de Rafael, quien
le aborrece. El maridaje entre las dos clases es un fracaso total basado en valores falsos: el
dinero y la apariencias. La tetralogía anuncia el "dolor de España" que asociamos con la
Generación del '98 con quien Galdós tendrá más y más en común al pasar de los años.
Finalmente, en Torquemaday San Pedro asistimos al proceso de la salvación del alma
de Torquemada influído por su guía espiritual, el padre Luis de Gamborena. A medida que
aumenta la posición social y financiera de la familia baja la espiritual. Torquemada y los
suyos viven ahora en el Palacio de las Gavelinas rodeado de criados. La única influencia
benéfica que entra en esa casa es Gamborena, especie de Quijote del clero dedicado a hacer "7
D
buenas obras, antecedente de Nazarín. Había evangelizado en Africa por quince años. La E
iglesia lo trae a Madrid, y ahí él se siente estar en una ciudad llena de avaricia, soberbia, falta O
de caridad y de amor. n-- m
En el palacio, Valentín se ha convertido en "desconsoladora alimaña". Es descrito en O
E
términos de un cerdo, animal que -como ya hemos sugerido antes- tiene algo que ver con I
S
la vivencia de los conversos. La crítica ha visto a este niii~monstnioc omo reflejo de la m
=
naturaleza espiritual de Torquemada, o como fracaso del proceso positivista, de la unión
entre la vieja aristocracia y los nuevos ricos9. Creo que es eso y más. 3
-
Curiosamente, Torquemada en su creciente estado febril teme que Cruz le esté envene- -
0m
nando y vuelve a los barrios bajos, a su antiguo barrio. Allí en la taberna de Matías Vallejo E
cae en el pecado de la gula. Engulle tortilla con jamón (l), besugo, chuletas, y mucho más. O
g Cae después en un delirio que le lleva al umbral de la muerte. Mejora algo, sueña con salvar n
la humanidad, reducir la deuda. Cruz le insta a que deje un tercio de sus bienes a la Iglesia aE para construir hospitales y conventos en el nombre de "Torquemada el magnífico". Galdós l
describe irónicamente el vaivén de Torquemada entre lo terrestre y lo divino. Sánchez n
n Barbudo havisto muy bien esta especie de agoníavulgarizada, representación dela situación S
trágica del ser humano. Antes de morir Torquemada sueña su propia muerte en un 5
O
extraordinario pasaje en que se ve ante las puertas del paraíso incrustadas en oro, plata,
diamantes y duros americanos. La puerta se entreabre, pero Torquemada no cabe por ella.
Gamborena reconoce que la muerte es un misterio y que nadie puede estar seguro del juicio
final.
Como he venido señalando, me cabe poca duda que Galdós incluye en esta tetralogía un
subtexto que alude a la expulsión de los judíos, hecho en el cual Torquemada fue singular
promotor. Tanto el Torquemada histórico como el de Galdós proceden de conversos. El
histórico traiciona a su antigua raza(?) dándole a escoger entre el exilio y la conversión
forzada. Los "pogroms" de 1391 repercuten en una decisión política y religiosa en la cual los
bienes de los judíos en 1492, la posición de los conversos en altas esferas de la sociedad
española crean un serio problema para los reyes católicos. Parte de la razón para el edicto
de expulsión es la riqueza acumulada por judíos y conversos -según creencias populares por
el manejo del dinero, por la usura. iqué mejor símbolo de este hecho que escoger como
personaje a Torquemada- judío converso, cristiano nuevo- y lanzarlo en la obra a hacerse
rico una vez más por la usura en el mundo materialista del siglo xix? La novela empieza en
un barrio madrileño con reminiscencias judías, de antiguos mercaderes. No es del todo
accidental que al final de la tetralogía vuelva Torquemada ahí a empezar a morir. También
las referencias a Cuba, a América, refuerzan nuestra tesis. Sabido es que ya en carabelas de
Colón iban conversos y marranos, y que el "nuevo mundo" se pobló con ellos pese a las
prohibiciones reales. Si no, no hubieran existido los tribunales de la inquisición en México,
el Lima, y en otras ciudades de la Nueva España. Los dos temas de la tetralogía: el dinero
y la salvación del alma están en la raíz misma de la expulsión de 1492". Creo que Galdós
comprende las repercusiones históricas sociales y religiosas implícitas en la expulsión de
moros y judíos de la fibra hispánica que se había forjado en los siglos anteriores al xv. Merece
sopesarse la tesis de don Américo: ¿Cuál es "la realidad histórica de España"? ¿Qué ocurre
cuando 'Santiago y cierra ~s p a ñ ao" "Santiago matamoros" se convierte en mito y proyecto
de nación? ¿Qué ocurre cuando el trabajo, las "matemáticas", la sabiduría son fuente de
sospecha? ¿Cuando la pureza de sangre, el honor, la alcurnia son más importantes que las
obras mismas? Tales atavismos crean un personaje literario llamadoTorquemada, represen-tante
de un proceso histórico que lleva a Espafiaa una decadencia Asica y espiritual. En este
contexto, creemos, otras muchas obras de Galdós: Doña Pegecta, Nazarín, Aqeel Guerra,
Misericordia, y varias más, nos ayudarían a comprender mejor su humanismo liberal, de
raíces canarias, y su postura religiosa más cercana al amor al prójimo y más antíteca a lo
que significaron Torqucmada y la Inquisición. En cuanto al tema dc Dios cs pcrtincntc cl
reciente libro póstumo de William Shoemaker que, lamentablemente, no llega a estudiar la
tetralogía de Torquemada. En resumen, creo que Galdós tenía en mente reminiscencias
serias del tema judío al escribir la serie de Torquemada. Los estudios que vienen apareciendo
recientemente lo confirman. Además Galdós poseía en su biblioteca varios libros claves que
muestran su interés por el tema así como por cuestiones de religión universal, no sólo
católica. Entre muchos, que hoy día se pueden consultar en la Casa-Museo de GaldósIo,
figuran libros de la Humanidad, Renan, la Histona críhca de la inquisición en España de
Juan Antonio Llorente en 10 tomos (Madrid, 1 SZZ), lanistorade la inquisición en Canarias
de AgustínMillares Torres en 4 tomos (Las Palmas, l874), varios libros sobre antisemitismo,
sobre religión y costumbres judías, una biografía de Benjamín Disraeli, de procedencia
conversa, y muchos más. Y, aunque no sabemos a ciencia cierta qué pudo haber leído Galdós
en revistas y periódicos de la época, sí sabemos que era lector asiduo en El Ateneo de Madrid
que-sabidoes-era la bibliotecaque más textos "heterodoxos" poseía en su época y después.
Además el tema de la libertad religiosa se debate en la Cortes de Cádiz y en todo el siglo xix
y xx. Consúltense al respecto once constituciones españolas que han existido hasta la última
que, sin duda, es la más "ecuménica".
Galdós, pues, escoge a un Torquemada histórico y lo transforma en un usurero
decímonónico y planta en un barrio de Madrid que ya en otras novelas anteriores ha descrito
como judío. Escoge además una profesión "judía", la usura, desde antes incluso en que
aparezca en ElCantardeMio Cid en el episodio de las arcas de arena/oro con Raquel y Vidas.
El papel intermediario del judío en la usura, la banca, la recaudación de impuestos ha sido
estudiado minuciosamente, y degenera en textos como el fraudulento Los protaioIus de Zión.
El hijo-genio de Torquemada, Valentin. perece tan inexorablemente como algunos
historiadores alegan que desaparece el valor dado a la inteligencia después de la expulsión
m BIBLIOTECA GaldósIAPIA
de árabes y judíos. Piénsese en las alusiones al tema en Cewantes, en Lope, y en otros
escritores del siglo de oro. En la tetralogía Toquemada se casa con familia aristocrática,
cambia de casa, de modales, tiene varios guías espirituales, pero al final su salvación queda
ambigüa. ¿Por qué? ¿Es sólo un fallo personal? Creo que no. Galdós parodia una especie de
"camino de perfección" en via m& de Torquemada que debiera de llevarle al cielo. Sin
embargo, la deseada salvación no existe ni para él ni para los que le rodean. Tanto él como
los Aguila fracasan en llegar a esa meta. El fracaso social y religioso es patente, pues, en
ambos los antiguos conversos arribista como el Torquemada histórico y los aristócratas,
cristianos nuevos venidos a menos. ~1 amor al prójimo, a Dios, la caridad no se han
practicado. Por ello Galdós retoma estos temas enAngel Guerra, Nazarín, y enMciencordia,
verdadera síntesis de los temas que he venido tratando. m -
En vistas a las celebraciones de 1992, sugeriría que si el sueño de la razón crea E monstruos, si la intolerancia parece haber sembrado la sangre en España, si la Madre que ,
O
inventa Galdós en EZcabaZZero encantado pide a los españoles que vuelvan a ser cívicos12, n B
si Fuentes en Terranosh'a nos invita a soñar otra España no única sino tripartita, múltiple, E
donde no se diga ex iZZ& sino exnob&, sigamos soñando una España en que no se tema mirar SE el pasado críticariierite, eri que se asuma el proceso hisiórico corno dinárriico, no congelado =
en creencias atávicas, en que no se piense en castas, títulos, privilegios, razas, lenguas
oficiales y prohibidas sino en un pueblo con logros y errores, pero vital y vivo, quien creó 3
un imperio y lo perdió, pero para quien le consigna de "cualquiera tiempo fue mejor" no sea
- - 0
m
su futuro. Esta es la lección moral de Galdósk3. E
O
g
n a
L
A
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IV CONGRESO Galdosiano m
Notas
Además de las conocidas bibliografias de Sackett, Woodbridge y Hemández Suárez consúltense.
ente muchos, Robert Adler. "The Converso Problematic ir1 Larra and Galdós". Washington University.
tesis doctoral, 1985. Diane Urey, 'Problems in Defining Objects of Critica1 Analysis in the Torquemada
Novels of Galdós", Kentucky Romance Quarterb, vol. 31 (1 984), 189-92. Terence T. Folley, "Some
Considerations of the Religious Allusions in Pérez Galdós' Torquemada Novels", AnalesGaldosianos,
vol. 13 (1978). 41-48. William M. Sherzer, "Death and Succession in the Torquemada series", Anales
Galdosianos, vol. 13 (1978). 33-39. H. L. Boudreau, 'The Salvation of Torquemada: Determinism and
Indetermenacy in the Later Novels of Galdós", AnalesGaldosianos, vol. 15 (1980), 113-28.
P. Manuel Suárez, "Torquemada y Gobseck". Actas del Segundo Congreso Internacional de
Estudios Galdosianos (Las Palmas. Cabildo Insular. 1980). 369-82. Sobre nuestro tema escribe:
'Torquemada no es judío. o por lo menos, Galdós no lo dice, si lo fuere. Claro que los cristianos
viejos abundanen tierras de Castillacomode León. y donFrancisco vienede Villafranca del Bierzo.
Su nombre está cargado de otras connotaciones. por cierto no muy lejanas. las de la Inquisición."
(P. 375)
Américo Castro. La realidad histórica &España. Cuarta edición (México, Porrúa, 1971 ) Claudio
Sánchez Albornoz. España, un e n w a histórico. 2 tomos. Barcelona, EDHASA, 1956. Para la polémica
entre ellos es Útil consultar la síntesis de José Luis González Martínez, Aménko Castroy el ongen &
los españoles. Historia de una polémica. Madrid, Gredos, 1975. También Eugenio Asensio, 'Américo
Castro historiador: Reflexiones sobre La realidad histórica de España" en Modm Language Notes,
LXXXI (1966), 595-637. Y A.A. Sicroff, "Américo Castro and his Critics", HispanisReview, vol. 40, nP
1 (1972). 1-30.
Sara E. Schyfter, The /m in the Novels Benito Pérez Galdós (London, Tamesis. 1978).
También, Vernon A. Chamberlin, "Galdós and the Movimientopr~sdardita"A,n alesGaldosianos, vol.
16 (1981), 91-103. Las páginas marcadas por Gadós en su Biblia se estudian en Walter T. Pattison.
Benito Pérez Galdós and the Creative Proccss (Minneapolis, U. of Minnesota Press. 1954). Véanse,
"Judíos admiradores de Benito Pérez Galdós", rnbuna Israelita, XXIX, n"06 (1973). Robert Ricard,
"Sur le personnage d'Almudena dans Misericordia", Bulielin hispanique, vol. 61 (1959), 12-25. Loes
m BIBLIOTECA Galdosiana
Barr, "Torquemada, Abraharn. and the Dynamics of Faith", Romance Quarferiy, vol. 37, nQ 1 (1990).
4 1-47. José Schraibman. "Las citas bíblicas enMisencordiade Galdós", ¿'uadernoshispanoamericanos,
n%. 25052 (1970-71). 490-504. y 'El ecumenismo de Galdós". Hispania, vol. 53 (1970). 881-86.
Para el uso del amarillo como referencia negativa a los judíos, Vernon A. Chamberlin, "Galdós'
Use of Yellow in Character Delineation". PMLA, vol. 79 (1964), 158-63.
Véase Américo Castro. Sobre el nornbrey el quién de los españoles (Madrid. Taurus, 1985) con
un excelente prólogo de Rafael Lapesa. Este libro contiene las últimas ideas de Castro en ensayos
escritos poco antes de su muerte. En uno copia una cita de Blanco White utilizada por Vicente Llorens
en Literatura, historia, política (Madrid, Revista de Occidente. 1967) que es de importancia para
nuestro estudio: 'una persona libre de sangre impura es definida por la ley. cristiano viejo, limpio de
toda mala raza y mancha. .. judíos, moros. africanos, guanches ... Es imposible concebir cuánta miseria
real e inmerecida ha ocasionado en España el prejuicio de sangre." (p. 271) Sobre la pureza de sangre, D
el libro imprescindible sigue siendo. A.A. Sicroff, Les controverses des stahls de "Pureté de sang" en
Espagne du XW au XVMsiecle. (Paris. Didier. 1960). El tema aparece varias veces en Américo Casho
andtheMeaninggf3panish Civilization,e d. José Rubia Barcia. (Berkeley,U . of California Press, 1976). -- m ' Todas las referencias a páginas son a la primera edición, todas publicadas en Madrid, La
Guirnalda: Torquemada en la hoguera, 1889; Torquemada en la cruz, 1893; Torquemada en el
purgatorio, 1894; iorquemaday san Pedro, 1895.
La bibliografía sobre la inquisición es inmensa y crece a diario. Citamos sólo algunos de los f
estudios que hemos utilizado para este trabajo. Sobre Torquemada, Emil Lucka. Torquemada und die
Spanische Inquisition. (Wein und Leipzig. Karl Kdnig) , 1926, y Rafael Sabatini, Torquemada and the %
Spanish InquisiRon. (London. Stanley Paul, 1913). Sobre la inquisición. entre muchos otros, Meyer E
Kayserling. Biblioteca española, portuguesa, judáica (New York. KTAV. 1971). Henry Kamen. The $
Spanish Inquisition (New York, New American Library, 1965). Edward Peters, Inquisition (New York,
The Free Press. 1988). Juan Blázquez Miguel La inquisición (Madrid, Penthalón. 1988). Julio Caro
Baroja, Losjudíos en la España modernay contempordnea, 3 tomos (Madrid, Arión, 1961); también
LasJormas complejas d? la vida rel(qiosa (Szglos XVIy XVIg (Madrid, STARPE, 1985). Entre varios
estudios importantes sobre el escepticismo, Richard H. Popkin, 'L'inquisition espagnole et la diffusion ;
de la pensée juive dans la Renaisssance". Sciences de la Renaissance (Paris,J. Vrin, 1973). 49-66. E
Joaquín Pérez Villanueva. La inquisición española. Nueva visión, nuevos horizontes. (Madrid, Siglo 2
XXI, 1980). Maurice Kriegel. Les jugs a lafin du Moyen Age dans L'Europe Mediterranée (París,
Hachette. 1980). Angela selkc. rhe conversos ofMaZllorca (Jerusalem, The Magnes Press, 1986). Son
también de obligada consulta, Vicente Llorens, Aspectos sociales de la literatura española (Madrid,
Castalia, 1974). Las Actas del Iy II Congreso Internacional "Encuenro de las tres culturas" (Toledo,
Ayuntamiento de Toledo, 1982 y 1983). Gabriel Albiac, La sinagoga vacía. Un estudio Wuentes
marranas del espinosismo (Madrid, Hiperión. 1987). Luis Suárez Fernández. Documentos para la
historia de la inquisición (Burgos. Ed. Aldecoa. 1963). La problemática que confronta a los estudiosos
del tema está muy bien planteada en J. Antonio Ruiz Hernando, El barrio de la aoama hebrea de la
ciudad desegovia (Segovia, Caja de Ahorros, 1980): "Antes, los estudios relacionados con los judíos,
tenían. casi siempre, una intención apologética. En un sentido u otro. Se trataba de culpar a los
individuos de esta raza de todos los males acaecidos en la península, desde "la pérdida de España" a
las Cortes de Cádiz, o se ponderaba con evidente exageración, la catástrofe económica motivada por
el exilio de tan expertos financieros. Todo el personaje denigrado por la historiografía tradicioñal,
tendria, desde Antonio Pérez aMendizábal, para los unos, 'sangre hebráica". Y, paralos otros, no había
poeta excelso o intelectual estimable, del siglo de oro al romanticismo, que no hubiera estado, en una
u otra forma. sambenitado. Hoy las cosas se mueven ya de otra manera y los estudios sobre
la influencia judíí en la cultura hispánica. tienen un carácter científico. libre de prejuicios sociales. (p. 5)
En su TheNoveZsQfPérezGaldósT. heConceptgfL~easDynamicProces(sS t. Louis. Washington
U. Press, 1954).
lo H. Chonon Berkowitz, La bibZioteca de Benito Pérez Galdós (Las Palmas, El Museo Canario.
1951).
También la bibliografía sobre la inquisición en América es cuantiosa. Además de los libros de
Toribio Medina. Henry Charles Lea, Ricardo Palma, y otros, hemos visto especialmente Boleslao Lewin,
La inquisicion en Hispanoamérica (Buenos aires, Ed. Proyección. 1962). Seymour B. Liebman, New
Worldfewty, 1493-1825:RequiemJbr theForgotten (New York, KTAV. 1982. Francisco Fernández del
Castillo. Librosylibrerosen elsiglo XVI (México, Colegio de México, 1958. Solange Alberro, Inquisición
en Mérico, 1571-1 700 (Mexico. Fondo de Cultura Económica, 1988)
l2 Sobre civismo. John Murray Cuddihy, The OrdealgfCivilip (New York. Basic Books, 1974).
l3 Además de los escritos de Aranguren, John Gardner, On MoralRction (New York, Basic Books,
1977). Wayne C. Booth, The Conqaay We Ketp An Ethics @R'ction Berkeley, U. of Caüfomia Press. 1988.