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Arencibia, Yolanda; Gullón, Germán; Galván González, Victoria et al. (eds.) (2018): La hora de Galdós,
Cabildo de Gran Canaria, Las Palmas de Gran Canaria, ISBN: 978-84-8103-888-0.
PRESENCIA DE GALDÓS EN LA LITERATURA POSTERIOR
PRESENCE OF GALDÓS IN THE LATER
María del Mar López Cabrera
IES Islas Canarias
RESUMEN
En esta comunicación pretendemos reivindicar la figura de Benito Pérez Galdós, debido a la importancia y a la vigencia de su obra que continúa siendo referencia y fuente de inspiración de algunos escritores posteriores a él, tanto del siglo XX como del XXI. Veremos cómo en obras de reciente publicación aparecen mencionados algunos de sus personajes, cómo el propio Galdós también lo es en autores canarios que tuvieron la oportunidad de conocerle personalmente o cómo el género narrativo que él creó —los Episodios Nacionales— es cultivado en el presente. Tendremos, además, la oportunidad de recordar las palabras de algunos escritores contemporáneos que reconocen su deuda para con el ilustre escritor grancanario y analizaremos dos interesantes proyectos muy relacionados con su obra llevados a la práctica, uno en el ámbito canario y otro en el nacional.
PALABRAS CLAVE: Galdós, vigencia, autores, siglos XX, XXI.
ABSTRACT
This paper aims at vindicating the figure of Benito Pérez Galdós, because of his importance and the validity of his work which continues being reference and source of inspiration of some writers of the 20th and 21st centuries. We will see how some of his characters are mentioned in recent works, how the own Galdós is also mentioned by canary authors who had the opportunity to know him personally and how the narrative genre that he created —the Episodios Nacionales— is written at this time. We will have the opportunity to remember the words of some modern writers who admit a debt with this distinguished writer from Gran Canaria and analyze two interesting projects related to his work put into practice in both areas: the canary and the national.
KEYWORDS: Galdós, validity, authors, 20th, 21st centuries.
INTRODUCCIÓN
Aunque Galdós ha sido injustamente relegado a aparecer en tan solo dos cursos de la Educación Secundaria —4º ESO y 2º de Bachillerato (LOE), 4º ESO y 1º de Bachillerato (LOMCE)— y los profesores que quieran acercar su figura al alumnado de otros niveles tengan que recurrir a la organización y puesta en práctica de actividades complementarias y extraescolares (rutas literarias, lecturas de sus obras, visita a su Casa-Museo, etc.), su presencia en la literatura posterior es constante y la vigencia de su obra, indiscutible. En esta comunicación nos proponemos, además de reivindicar para este ilustre escritor un tratamiento más acorde con su importancia y con la calidad de su obra en el sistema educativo español y en especial en el currículo que se imparte en la Comunidad Autónoma de Canarias de donde Presencia de Galdós en la literatura posterior
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era natural, repasar las obras y autores en las que aparece de alguna manera, ya sea mencionándolo en algún poema (Alonso Quesada en el Canto V de su Poema truncado de Madrid), nombrando alguno de sus personajes (Elvira Lindo alude al Feijoo de Fortunata y Jacinta en El tiempo que nos queda), recreando el Madrid de principios del siglo XX con un oficio que nos lo recuerda (Arturo Barea en La forja de un rebelde), cultivando el género por él creado (Almudena Grandes con los Episodios Nacionales), o confesando su proximidad a él (Juan Marsé: «Yo me siento más próximo de los despreciados garbanceros, que serían Baroja y Galdós, y me gustaría aproximarme a Stevenson y a Dickens, y a Nobokov»).
Una vez hecho esto centraremos nuestra atención en dos iniciativas de desigual magnitud y trascendencia: la llevada a cabo por el editor Plácido Checa con los Episodios Insulares, fijándonos concretamente en el más galdosiano de todos, esto es, La noche de fuego de Francisco J. Quevedo; y en el magno proyecto de Almudena Grandes Episodios de una guerra interminable, del que lleva publicados tres volúmenes: Inés y la alegría, El lector de Julio Verne y Las tres bodas de Manolita. Para ello recurriremos a diversas fuentes: testimonios, textos, estudios, prensa, etc., y a nuestra propia experiencia lectora.
GALDÓS EN EL CURRÍCULO DE LA EDUCACIÓN SECUNDARIA
Si en la LOE Galdós queda relegado a tan sólo dos cursos de la Educación Secundaria, esto es, a 4º ESO y a 2º de Bachillerato —nivel este último en el que apenas se le dedica tiempo debido a la presión que supone la PAU, en cuyo temario no está incluido—, su posición en esta con la LOMCE no mejora: continúa en 4º ESO y pasa a 1º de Bachillerato, pero en este último curso apenas queda tiempo material para conocerlo y estudiarlo, ya que el temario por lo que a la Educación Literaria respecta empieza en la Edad Media y termina con el Realismo y el Naturalismo. Si además hay que añadir el estudio de los bloques referidos al Conocimiento de la Lengua y a la Comunicación Escrita. Leer y Escribir, o lo que es lo mismo, Gramática, Sintaxis, Ortografía y Léxico, resulta casi imposible dar una pincelada siquiera sobre este autor y sobre su obra por mucho que los docentes encargados de impartir este nivel se empeñen. Por todo ello, Galdós solo es estudiado realmente en 4º ESO tanto con una ley como con la otra.
¿Qué hacer, entonces, para que los alumnos conozcan esta importante figura de la literatura española desde el comienzo de la Educación Secundaria? Emplear otros recursos no incluidos en el currículo. Pero esto depende exclusivamente de la voluntad del profesorado, que no siempre está dispuesto a salirse de los temas y actividades propuestos por los libros de texto. María del Mar López Cabrera
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Por desgracia, esta es la tendencia general que nos encontramos en los centros educativos: profesores que deben solventar los problemas del día a día en las aulas y que no se encuentran suficientemente motivados para salirse de los currículos de los niveles que les son asignados. Hay honrosas excepciones, como las de aquellos galdosianos que desean transmitir el legado de su admirado escritor y que buscan o inventan todo tipo de actividades para lograrlo: recorridos literarios, lecturas de sus obras, utilización del CD interactivo Benito Pérez Galdós editado por Miruflin (muy interesante, a pesar del elevado ruido de fondo que presenta y que resulta especialmente molesto), visitas a la Casa-Museo (en el caso de centros ubicados en la isla de Gran Canaria), asistencia a exposiciones relacionadas con su vida y su obra, proyección de películas o fragmentos de series basados en sus novelas (Fortunata y Jacinta, El abuelo, Nazarín…), etc.. A esto se añade alguna feliz iniciativa de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias, como es el caso del Proyecto Canarias Lee, el Programa de Fomento de la Lectura y Dinamización de Bibliotecas Escolares, su recomendación de promover la lectura de obras de autores canarios; o las novedades y colecciones de Cam-PDS Editores La ciudad de Galdós, ayer y hoy, los Episodios Insulares de los que hablaremos más adelante, su Plan Lector, etc. Pero todo ello resulta insuficiente si el profesorado no decide llevarlas a las aulas y consigue que sus alumnos se interesen por ellas. Y eso que hablamos de la Comunidad Autónoma de Canarias de donde Galdós era natural; no queremos ni pensar en lo que ocurre en otros lugares del territorio español en los que este escritor no les resulta tan familiar.
Por todo lo anterior pensamos que este foro es el adecuado para demandar una difusión mayor y mejor, más cercana y participativa de la obra del insigne autor grancanario; que a través de la Cátedra Pérez Galdós se aumente la oferta de propuestas, actividades e información sobre la vida y la obra de este autor de una manera atractiva, novedosa, interactiva, a fin de que llegue a los docentes de estos niveles o a los estudiantes universitarios que algún día llegarán a serlo y las lleven a las aulas; y que se le otorgue a Galdós un lugar más destacado en el currículo de la Educación Secundaria tal y como se merece.
Y todo esto, ¿por qué? Porque consideramos esencial que desde edades tempranas se conozca su obra en la que se retrata de manera magistral una época de nuestra historia. Esto también ayudará a entender a esos potenciales lectores algunas referencias que sobre él aparecen en obras de la literatura contemporánea. Además, despertaría su interés por leer algunos de sus títulos más conocidos que aún hoy son recomendados en entrevistas, artículos de opinión y listas de libros de imprescindible lectura que aparecen en los medios de comunicación. Presencia de Galdós en la literatura posterior
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Así, por ejemplo, en una entrevista realizada al catedrático, escritor y crítico literario José María Martínez Cachero en la que se le solicita que recomiende tres obras para un lector principiante, éste después de meditarlo mucho responde: «La primera serie de los Episodios Nacionales de Galdós, Las inquietudes de Shanti Andía de Baroja y La hoja roja de Delibes. Se podría añadir, siendo tan actual, Lituma en los Andes de Vargas Llosa» (La Voz de Asturias, jueves 30-XII-1993); en un artículo de opinión que aparece en el periódico mallorquín Última Hora, titulado Aprender a leer, Laura Agustín señala: «(…) y para los diez, trece y quince años Kipling, Julio Verne, Mark Twain, Dickens, Anatole France, que no les falte Platero y yo, de Juan Ramón Jiménez, y los Episodios Nacionales de Galdós, con lo cual de paso además de leer aprenderán historia» (Última Hora, martes 21-XII-1993); en un estudio realizado por la revista Magazine, entre las cien mejores obras de la literatura universal en su modalidad de novelas y cuentos aparece Fortunata y Jacinta (1886-1887) de la que dice:
Restaurador de la novela española desde la decisiva influencia realista de sus admirados Balzac, Zola, Dickens o Tolstoi, el asombrosamente fecundo escritor canario tituló y subtituló “Dos historias de casadas” esta obra en referencia a las mujeres que ocupan el pensamiento y el corazón del señorito Juanito Santa Cruz. Trufada de digresiones, brilla especialmente en su retrato exhaustivo del Madrid del último tercio del siglo XIX, una urbe en convulsa situación política y social (Magazine, domingo 2-X-2005).
En EcoDiario.es (lunes 2-IX-2013), podemos ver Los diez libros que hay que leer antes de morir, según intelectuales latinoamericanos. Entre ellos, Carlos Alberto Montaner, escritor, periodista y político cubano, incluye a Fortunata y Jacinta, de Benito Pérez Galdós, a la que define como «La cumbre del realismo español». Y en la lista de los 200 Mejores Libros de la Literatura Universal que publica Laberintos del Tiempo. Miles de libros para descargar, también encontramos Fortunata y Jacinta en el número 30, de la que ofrece una reseña:
Una de las mejores obras del español Benito Pérez Galdós (1843-1920). Su protagonista e hilo conductor es Juanito Santa Cruz, un joven de familia acomodada que se casa con su prima Jacinta al tiempo que mantiene relaciones con Fortunata, una muchacha de clase humilde. Pero esta trama es lo de menos, pues el autor se sirve de ella para presentarnos un colosal fresco de la sociedad madrileña de la Restauración.
BENITO PÉREZ GALDÓS EN LA LITERATURA POSTERIOR
Son muchos los escritores que confiesan su admiración por la obra de este autor grancanario; es más, algunos de ellos admiten que les ha servido de inspiración. Podemos citar aquí a Almudena Grandes que, en una entrevista concedida al Doctor Don José Romera María del Mar López Cabrera
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Castillo en TVE2 el 17 de abril de 2015 lo califica como «el escritor más importante para mí como lectora y como escritora»; a Juan Marsé, quien asegura: «Yo me siento más próximo de los despreciados garbanceros, que serían Baroja y Galdós, y me gustaría aproximarme a Stevenson y a Dickens, y a Nobokov» (ABC, viernes 21-V-1993); a Francisco J. Quevedo, que reconoce que su producción se ha inspirado en autores de la narrativa contemporánea como los españoles clásicos realistas Galdós o Clarín; o a Andrés Trapiello quien, en un encuentro literario celebrado en la Casa-Museo Pérez Galdós el viernes 21 de febrero de 2014 asegura que «su literatura es un gran estímulo».
Estos y también otros, además, han incluido a Galdós o a algunos de sus personajes en sus obras. Tal es el caso de Alonso Quesada que lo hace en el Canto V de su Poema truncado de Madrid:
(…)
Corro. ¡Un tranvía! Casa de don Benito,
rincón solitario. Un temblor
de miedo, de remordimiento. El aire
ahuyenta el recuerdo del pasado dolor.
Silencio. Don Benito no sale a la calle.
Ya está ciego. Mejor. Mejor. ¡Mejor!
O el de Juan Marsé y Francisco J. Quevedo, que en sus últimas obras publicadas el año pasado —Esa puta tan distinguida y El tatuaje de Penélope— hacen referencia a Nazarín y a José Izquierdo, respectivamente:
Así, el primero pone estas palabras en boca del autor protagonista de la novela en una entrevista que le hacen al comienzo de la obra con las que declara su anticlericalismo: «Los únicos clérigos que respeto son el padre Pietro de Roma, città aperta, de Rosellini, el Nazarín de Galdós/Buñuel, el padre Brown de Chesterton y el furioso y zarrapastroso cura irlandés de La hija de Ryan, de David Lean» (Marsé: 2016, 9-10).
Y el segundo describe de esta manera el momento en el que Penélope se dispone a cortarle el pelo a su patrón:
(…) Raúl se había quedado como si fuera un modelo para un pintor de cámara inexistente que estuviera haciendo un cuadro, como un moderno don José Izquierdo, el tío de la hermosa Fortunata, que en la novela galdosiana se convertía en el ideal más buscado por todos los retratistas de la corte madrileña (Quevedo: 2016, 25).
Este último, incluso, llega a situar parte de la acción de su novela en el barrio de Schamann de la capital grancanaria, cuyas calles llevan el nombre de personajes de obras de Galdós: de hecho, la protagonista vive en la calle Antón Caballero. Y más de una vez aparece Presencia de Galdós en la literatura posterior
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mencionado el parque de don Benito, en el que hay una escultura del escritor sentado en un banco leyendo.
También Elvira Lindo se suma a esta larga lista de autores defensores de la figura de Galdós. En un texto sobre Tristana y La loca de la casa escrito en 2010, alaba la maestría para disfrazar con un lenguaje decoroso lo que en realidad es una novela erótica en el caso de la primera; y el sentido de humor galdosiano, «una constante en la obra de Galdós, apegado a su obra y a su personalidad (así lo señalaban sus amigos) y que, sin embargo, ha quedado enterrado bajo el manto de escritor decimonónico y rancio que le tejieron sus detractores». Recomienda leer sus obras, a la vez que lamenta que no se le tenga la consideración que merecería: «una injusticia que a los amantes de su literatura, que también somos mucho, nos duele, como si se estuviera profanando la memoria de un padre» (http://www.elviralindo.com/blog/textos-literarios-2/sobre-tristana-la-loca-de-la-casa/#more-1080).
Y ella misma incluye a un personaje de Fortunata y Jacinta en su novela Algo más inesperado que la muerte, cuando Gaspar —el padrastro de Eulalia— dice:
Entonces me consolaba pensando en mí como el viejo Feijoo, el personaje de Galdós que recoge a Fortunata en su casa. Feijoo nunca resulta patético, es una especie de bienhechor que, por supuesto, también recibe sus compensaciones. A mí, creo que como a Feijoo, no me cuesta nada ser bienhechor, porque las compensaciones para un viejo, son impagables (Lindo: 2002, 180).
Por su parte, Antonio Muñoz Molina se refiere en varias ocasiones a Galdós en sus artículos y en ellos destaca algunas de sus obras, como es el caso de Misericordia, El doctor Centeno, La desheredada, Fortunata y Jacinta —a la que califica de «obra maestra»—, los Episodios, etc. Llega a decir de él que «es tan contemporáneo nuestro en su ciudadanía como en su literatura» (“Admirando a Galdós” en El País, sábado, 31-VIII- 2013). Y añade:
Yo leí por primera vez los Episodios a mitad de los años ochenta, y cuando vuelvo a ellos ahora los leo sin remedio a la luz del presente. Uno abre de nuevo los libros que le importaron mucho con miedo a que ahora lo defrauden. Pero Galdós siempre sorprende porque es mejor todavía de lo que uno recordaba. Y quizás ahora estoy más en condiciones de comprender su pesadumbre por la áspera intransigencia española, por la terrible facilidad para eliminar los matices entre el blanco y el negro, para dividirlo todo entre ortodoxia y herejía y llamar traición a la templanza (El País, sábado, 10-IX-2011).
Y, además, homenajea al escritor canario en su obra La noche de los tiempos. En ella, la amante del protagonista, Judith Bieley, va anotando las calles de Madrid que aparecen en Fortunata y Jacinta como plano del Madrid que empieza a desmenuzar. De hecho, esta María del Mar López Cabrera
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profesora americana acude en el Madrid prebélico de 1935 a las lecciones que Pedro Salinas imparte sobre esta obra cumbre de Galdós.
Ha habido autores que han dedicado a don Benito uno de sus poemas, como Tomás Morales hace con su “Ofrenda emocionada” incluido en Las Rosas de Hércules, poema-homenaje que
(…) no se limita al recurso fácil de la alabanza gratuita: es toda una comprometida recreación de la figura del novelista, que toca diversos aspectos de su densa biografía, especialmente en lo relacionado con las esferas de lo moral-religioso y de lo socio-político, y que el poeta aprovecha para realizar una abierta crítica a la mentalidad más conservadora e inmovilista de la España de la época. Tales aspectos, tratados con ejemplar coherencia por Galdós, los resume Morales en las tres grandes virtudes que caracterizan a la obra del novelista canario: el Arte, la Naturaleza y la Verdad (Guerra (ed.): 2011, 213, n. 47).
O incluso algún otro que ha elegido como seudónimo para firmar sus obras el nombre de uno de sus personajes, como el autor de La lapa, el lanzaroteño ‘Ángel Guerra’ o lo que es lo mismo José Betancort Cabrera, que lo idolatraba como escritor y que consiguió entablar una magnífica relación con él cuando se instaló en Madrid y frecuentó su entorno.
Arturo Barea es el último autor que mencionaremos en este apartado. En su trilogía La forja de un rebelde se hace presente la figura de Galdós, no sólo por el estilo que emplea en su escritura, sino por el género que cultiva para hacernos llegar sus vivencias durante casi medio siglo de historia española. Aunque presenta claras diferencias con los Episodios Nacionales del autor grancanario en cuanto a su visión y tratamiento de la historia, como señala Megan Mercedes Echevarría: «Barea emplea técnicas y procedimientos narrativos que guardan una estrecha relación con la práctica de su precursor» (2013, 431) y su obra podría verse como la evolución de los modelos narrativos establecidos por Galdós. Pero lo que más lleva al lector a recordar a este último son las descripciones que realiza del Madrid de su infancia y la recreación de su ambiente en su obra La fragua. El capítulo dedicado al ‘Café Español’ nos retrotrae a los cafés frecuentados por Juan Pablo Rubín en Fortunata y Jacinta: San Antonio, Suizo Nuevo, Platerías, Levante, Gallo, Concepción Jerónima, Fornos, Santo Tomás, Aduana o Imperial; y los personajes que conforman la tertulia a la que asisten los tíos del protagonista son admirablemente retratados con un detalle que demuestra el realismo de su estilo y la influencia que ejerce sobre él el escritor canario:
Don Rafael, el arquitecto, que tiene la manía de limpiar sus lentes con un pañuelo que lleva en el bolsillo del pecho de la americana. Cuando discute, el pañuelo y las gafas están constantemente entre su bolsillo, su nariz y sus manos. Don Ricardo —el maestro Villa—, director de la Banda Municipal de Madrid, bajito y tripudo y siempre alegre; todos toman café con leche menos él, que bebe cerveza. Don Sebastián, el padre de Esperancita, una niña que juega con Ángel y conmigo. Don Emilio, el Presencia de Galdós en la literatura posterior
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párroco de la iglesia de Santiago, un señor gordo lleno de pelos —en los dedos de las manos le hacen ricitos que parecen manchas de tinta—, que me pincha los carrillos cuando me da un beso. Doña Isabel y su hermana doña Gertrudis (…) Y, por último, Modesto y Ramiro, el pianista y el violinista del café, los dos ciegos… (Barea: 1985, 26).
De todo lo tratado en este apartado se deducen la importancia y la vigencia de la ingente obra de Benito Pérez Galdós. Estas palabras de ‘Domingo Pérez Minik’ (seudónimo de Domingo Pérez Hernández) referidas al teatro escrito por el autor grancanario podrían aplicarse a la totalidad de su obra:
Galdós, el dramaturgo de la Restauración, goza de una increíble vigencia. Sus problemas dramáticos continúan perteneciéndonos, y el mensaje de convivencia lo encontramos en el primer término del quehacer actual (…) A través de su obra se puede comprender hoy el ser, el estar y el hecho de la condición humana del hombre hispánico, y apreciar, asimismo, la validez de las soluciones que nos ofrecieron en el escenario Doña Perfecta, Electra y Celia en los infiernos, sin olvidar ese amplio espectro del descubrimiento de la libertad que se nos puso en la mano (Armas ed.: 1990, 179-180).
Como ejemplo de esta vigencia nos referiremos en los siguientes apartados a dos proyectos convertidos en realidades, que toman como punto de partida los Episodios Nacionales de Galdós: los Episodios Insulares y los Episodios de una guerra interminable.
EPISODIOS INSULARES
La colección Episodios Insulares es una serie de narrativa (relatos cortos) inspirada en los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós que publica la editorial Cam-PDS en un Proyecto ideado por su director Plácido Checa, que se inicia en 2007 con una primera serie de siete títulos escritos por siete autores canarios: uno por cada isla y siglo, desde el siglo XV hasta el XXI. En la actualidad cuenta con veintisiete títulos. Es una colección infantil-juvenil sobre episodios de gran trascendencia en la Historia de Canarias: desde las escalas de Colón en las islas hacia el Nuevo Mundo hasta las invasiones de piratas en cada una de ellas, la emigración, las erupciones volcánicas, las plagas de langosta, los ingenios de azúcar, la visita de Unamuno, el incendio del Teatro Pérez Galdós, las desapariciones de los simpatizantes de la izquierda en la Sima de Jinámar durante la Guerra Civil, el Motín de Arucas, etc., con la que se pretende que los niños y jóvenes conozcan mejor la Historia de su Comunidad Autónoma. En el Prólogo que aparece en todos los libros de esta colección se enuncia este propósito, a la vez que advierte a los jóvenes lectores de lo siguiente:
Sin embargo, debes tener en cuenta que estos episodios no son libros de Historia, sino relatos sobre la historia de las islas. Y como ya ocurriera con los Episodios Nacionales de Don Benito Pérez Galdós, María del Mar López Cabrera
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no dudamos de que estos nuevos Episodios Insulares te ayudarán a entender mucho mejor la Historia de Canarias.
Este Proyecto se acompaña en la actualidad con un Plan Lector ideado por la editorial que se oferta en los centros escolares canarios y que se está llevando a cabo con bastante éxito.
Los autores de los libros pertenecen al ámbito canario y entre ellos hay algunos muy conocidos y apreciados por los lectores adultos, como Cecilia Domínguez (Premio Canarias 2015 en la modalidad de Literatura), Luis León Barreto, Alexis Ravelo, Elsa López, Emilio González Déniz o el propio Francisco J. Quevedo; y escritores de literatura infantil y juvenil, tales como Isabel Medina o Lola Suárez.
La calidad de los libros es desigual: el mejor y más galdosiano de todos es, sin duda, La noche de fuego de Francisco J. Quevedo. En esta obra, el autor toma como telón de fondo el incendio que asoló el Teatro Pérez Galdós de la capital grancanaria el 28 de junio de 1918 y sobre este hecho histórico crea un relato ficticio de gran calidad en el que aparecen unos personajes que logran interesar al lector desde el principio hasta el final del libro, especialmente Jorge y Leticia del Cielo.
En respuesta a las preguntas de mis alumnos de 4º ESO A del IES Islas Canarias en un encuentro con ellos en el aula que tuvo lugar el 8 de octubre de 2013, Francisco J. Quevedo aclaró algunos aspectos sobre este Episodio Insular. Así, comentó que fue el editor Plácido Checa quien le propuso que escribiera un relato de estas características para incluirlo en su colección; que eligió el incendio del Teatro Pérez Galdós porque era un edificio que le gustaba mucho y que contemplaba durante su infancia en el Risco de San Nicolás; que nadie le aconsejó a la hora de escribirlo; que se le ocurrió el título porque ilustraba perfectamente cómo había sido aquella noche del incendio —una noche de fuego que se vislumbraba desde muchos puntos de la ciudad—; que eligió las citas que aparecen en la obra porque la de Garcilaso hacía alusión a un tipo de amor sumiso y dependiente como el que sentía Jorge, la de Alejandro Dumas le retrotraía a los libros de aventuras que leía cuando era niño y la de Galdós era curiosa por ser una sátira al lugar elegido para construir un teatro que, con los años, recibiría su nombre por voluntad popular, etc. También refirió que había tardado seis meses en escribir esta obra; que tenía pensados varios finales y que había elegido este porque le pareció el más adecuado; que no se inspiró en nadie conocido para crear los personajes de Leticia del Cielo, Jorge y don Feliciano; que tenía proyectado escribir una segunda parte de la obra; que el éxito de público había sido abrumador teniendo en cuenta que para que una obra sea considerada un best-seller tiene que vender, al menos, diez mil ejemplares y que de La noche de fuego se habían vendido hasta ese momento cinco mil solo en el ámbito de Canarias; Presencia de Galdós en la literatura posterior
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y que la obra cuenta con tres elementos fundamentales que han contribuido a lograr este éxito entre el público infantil y juvenil: aventura, misterio y amor.
Tanto el estilo que utiliza como las descripciones de los personajes, los motes de los amigos de Jorge, los acontecimientos históricos, los inventados, el origen de Jorge, la estructura de novela picaresca, etc., se encuentran impregnados del espíritu del Galdós de los Episodios Nacionales, especialmente de Trafalgar y de su protagonista Gabriel Araceli.
EPISODIOS DE UNA GUERRA INTERMINABLE
El día 3 de septiembre de 2010 llega a las librerías una novela escrita por Almudena Grandes: Inés y la alegría. Esta novela es la primera de una serie de seis, una sextalogía que la escritora titula Episodios de una guerra interminable y que abarca un período temporal de veinticinco años de la Historia de España, concretamente de 1939 a 1964. De esas seis hoy se han publicado tres, la ya citada Inés y la alegría, El lector de Julio Verne y Las tres bodas de Manolita. Faltan otras tres que ya tienen título: Los pacientes del doctor García, La madre de Frankestein y Mariano en el Bidasoa. Cada novela es independiente, pero varias comparten personajes. Todas terminan en 1964 y todas tienen un epílogo en 1977 o 1978. «Quería vincular las historias con el presente y enfrentar al lector actual con su pasado», dice su autora (El País, jueves 24-IV-2010).
El título de la serie es un claro homenaje a Benito Pérez Galdós, autor por el que Almudena Grandes siente verdadera devoción, como hemos visto en el apartado 2 de este trabajo. Cuando en la entrevista que hemos mencionado arriba, el Dr. Romera le comenta que la comparación con Galdós en este proyecto es evidente, la autora asegura que para ella «la comparación es al revés», es decir, que ha sido ella la que se ha permitido la osadía de adoptar y adaptar el modelo de los Episodios Nacionales con una diferencia muy significativa: ella ha intentado recorrer en estos libros veinticinco años de la posguerra desde el punto de vista de los resistentes, que se pueden parecer un poco a los liberales a los que se machaca sin parar en algunas series de los Episodios, pero es un país distinto aquel en el que vive Galdós —a pesar de que se llamaba España— del país en el que ella escribe ahora mismo. Reconoce que sus Episodios se parecen o ella intenta «que se parezcan a los de don Benito en muchas cosas, entre otras, en que los grandes personajes de la Historia aquí son secundarios, los protagonistas de los libros son de ficción». Además, él pudo ponerle a sus Episodios el adjetivo de Nacionales, mientras que ella no se atrevió a hacerlo porque ‘nacional’ en España todavía es una palabra que mucha gente usa para referirse a los franquistas. Coincide con María del Mar López Cabrera
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Galdós en contar el cruce entre la historia inmortal y los cuerpos mortales, «construir una historia de ficción que encaja en el molde de un hecho real en el tiempo y en el espacio, un relato en el que los personajes reales de la Historia con mayúsculas interactúan con los de la historia con minúsculas» (El País, jueves 24-IV-2010).
Hemos leído las tres novelas y en todas ellas destacamos la ingente labor de documentación que ha hecho su autora para poder escribirlas y que en todas ellas encontramos guiños y referencias a Galdós.
Inés y la alegría es definida por Almudena Grandes como «una novela épica y una historia de amor (…) Es una historia de amor pero que se desarrolla en el ámbito de la invasión del Valle de Arán que es un episodio importantísimo, muy romántico, muy desesperado por todo lo que implicó y muy poco conocido». Una invasión llevada a cabo en 1944 por un grupo muy numeroso de exiliados que quedaron abandonados a su suerte, que tuvieron que abandonar y volverse a Francia. Hay un detalle que emociona especialmente a los amantes de Galdós: las rosquillas que hace Inés en momentos cruciales de su vida:
Reuní la tercera parte de los ingredientes en una artesa, metí en ella las dos manos hasta las muñecas, y mientras movía la masa con todos los dedos me fui sintiendo mejor, más segura. La textura aceitosa, suave y blanda, en la que iban disolviéndose los granos de azúcar, los grumos arenosos de la harina, al mezclarse con los huevos, la leche, la manteca derretida y el licor que decidí incorporar en una dosis que doblaba la habitual, para convencerme a mí misma de que estaba cocinando solo para hombres, relajó mis músculos y refrescó mi cabeza con ese don ligero y húmedo, fresco y esponjoso, que las masas dulces, y hasta saladas, sabían contagiar a mis dedos (Grandes: 2010, 50).
Rosquillas que también hizo Rosario, la protagonista de la comedia en tres actos y en prosa La de San Quintín (escenas VIII, IX y X del Acto II) y que don Benito utiliza como símbolo de la refundación social:
VÍCTOR.- (Que sale por la izquierda con una tabla de amasar, un rodillo y varias latas.) ¿Dónde pongo esto?
ROSARIO.- Aquí. ¿Y Lorenza, ha batido las yemas?
VÍCTOR.- En eso está. Las yemas y el azúcar: alegoría de la aristocracia de sangre unida con la del dinero.
ROSARIO.- (Con gracejo.) Cállese usted, populacho envidioso.
VÍCTOR.- ¿Está mal el símil?
ROSARIO.- No está mal. Luego cojo yo las aristocracias, y... (Con movimiento de amasar.) las mezclo, las amalgamo con el pueblo, vulgo harina, que es la gran liga... ¿Qué tal? y hago una pasta... (Expresando cosa muy rica.)
RUFINA.- Pero ese pueblo, alias harina, ¿dónde está?
ROSARIO.- ¿Y la manteca, clase media, como quien dice?
VÍCTOR.- Voy por la masa.
ROSARIO.- Pero no nos traiga acá la masa obrera.
RUFINA.- Ni nos prediques la revolución social.
(Escena VIII)
Presencia de Galdós en la literatura posterior
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Arencibia, Yolanda; Gullón, Germán; Galván González, Victoria et al. (eds.) (2018): La hora de Galdós,
Cabildo de Gran Canaria, Las Palmas de Gran Canaria, ISBN: 978-84-8103-888-0.
ROSARIO.- Ea, ya me empalaga usted con tanto Duquesa, Duquesa... Si sigue usted tan fino, las rosquillas van a salirme muy cargadas de dulce. Llámeme usted Rosario.
VÍCTOR.- ¿Así, con toda esa llaneza?
ROSARIO.- ¿Pero usted no sabe que la de San Quintín es también revolucionaria y disolvente? Sí señor, creo que todo anda muy mal en este planeta; que con tantas leyes y ficciones nos hemos hecho un lío, y ya nadie se entiende; y habrá que hacer un revoltijo como esto (Amasando con brío.), mezclar, confundir, baquetear encima, revolver bien (Haciendo con las manos lo que expresan estos verbos.) para sacar luego nuevas formas...
VÍCTOR.- ¡Admirable idea...! Yo voy más allá.
(Escena IX)
De hecho, confiesa Almudena Grandes que cuando dedica el libro se refiere a él como «una historia de amor y de rosquillas».
El lector de Julio Verne es, según su autora, la otra cara de la guerrilla. Su protagonista es Nino, el hijo de un guardia civil que vive en la Casa Cuartel de Fuensanta de Martos, un pueblo de Jaén. Este niño de nueve años está permanentemente dividido entre el amor que siente por su padre y la admiración que siente por los guerrilleros. Almudena Grandes refleja perfectamente las dudas, las inquietudes, los miedos y el asombro de Nino ante la asfixiante atmósfera que rodea la casa en la que vive. También es digno de destacar el misterio y el mito que logra crear en torno a los hombres que habitan en el monte; sus mujeres, que viven en el pueblo; y aquellos que logran escapar. Impagable resulta el homenaje a Galdós que hace en las páginas de este libro cuya acción transcurre entre 1947 y 1949, como cuando Nino encuentra un verdadero tesoro en casa de doña Elena: más de trescientos libros guardados, limpios y ordenados, en cajas de fruta y entre los cuales figuran las «Obras Completas, Episodios Nacionales, Tomo I, Tomo II, Tomo III, Tomo IV, Novelas, Tomo I…» de Benito Pérez Galdós (Grandes: 2012, 185); cuando acepta leer El dos de mayo de Galdós por no quedar mal con doña Elena, pero ni siquiera el nombre de su autor, Benito, le inspira la menor confianza y sin embargo lo termina en dos días y se queda con ganas de leer más, así que le pide a doña Elena Cádiz y esta le ofrece también Zaragoza (Grandes: 2012, 193-196); o cuando recibe un cinco en Historia y discute con su maestro don Eusebio, que se enfada con él por haber leído a Galdós y por haberse hecho eco de su interpretación sobre Napoleón, el 2 de mayo de 1808, los afrancesados, Jovellanos, las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812 (Grandes: 2012, 197).
Con Las tres bodas de Manolita la serie da un giro porque ya no se ocupa de la resistencia armada, sino de la resistencia política. Esta es una novela de cárcel, pero por primera vez el escenario principal no es el interior de la cárcel, sino la cola de la cárcel donde las mujeres esperan turno para ver a sus maridos y para llevarles sus paquetes. Su protagonista es Manolita, una chica insignificante que ve cómo la vida y la de los suyos cambian a partir de María del Mar López Cabrera
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Arencibia, Yolanda; Gullón, Germán; Galván González, Victoria et al. (eds.) (2018): La hora de Galdós,
Cabildo de Gran Canaria, Las Palmas de Gran Canaria, ISBN: 978-84-8103-888-0.
1939 y que en la cola de la cárcel de Porlier aprende algo que la convierte en una mujer distinta. Aquí también aparecerán Galdós y sus Episodios nombrados de manera expresa. Así, por ejemplo, Antonio de Hoyos y Vinent regala a Manolita una decena de libros pequeños, muy usados, unas novelas que le convienen y que él había leído cuando tenía su edad y le habían encantado, aunque luego había renegado de ellas a pesar de que eran muy buenas: Trafalgar, La corte de Carlos IV, El 19 de marzo y el 2 de mayo, Bailén, Napoleón en Chamartín, Zaragoza, Gerona, Cádiz, Juan Martín el Empecinado y La batalla de los Arapiles (Grandes: 2014, 146, 380).
La siguiente entrega de estos Episodios de una guerra interminable estaba prevista para principios de este año, pero no ha sido publicada todavía. Lleva por título Los pacientes del doctor García.
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Arencibia, Yolanda; Gullón, Germán; Galván González, Victoria et al. (eds.) (2018): La hora de Galdós,
Cabildo de Gran Canaria, Las Palmas de Gran Canaria, ISBN: 978-84-8103-888-0.
BIBLIOGRAFÍA
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— El tatuaje de Penélope, Las Palmas de Gran Canaria, Cam-PDS, 2016.
MORALES, T., Las Rosas de Hércules, Madrid, Cátedra, 2011. Edición de Oswaldo Guerra Sánchez.
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BAREA, A., La forja (Primera Parte de La forja de un rebelde), Barcelona, Plaza y Janés, 1985.
QUESADA, A., Insulario, Madrid, Viceconsejería de Cultura y Deportes. Gobierno de Canarias, 1988. Colección Biblioteca Básica Canaria, número 23
MARSÉ, J., Esa puta tan distinguida, Barcelona, Lumen, 2016.
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MUÑOZ MOLINA, A., La noche de los tiempos, Barcelona, Seix Barral, 2009.
ECHEVARRÍA, M. M., “La evolución de la narrativa histórica española: Benito Pérez Galdós y Arturo Barea”, Actas del IX Congreso Internacional Galdosiano. Las Palmas de Gran Canaria, Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaria, 2013, pp. 431-439.
María del Mar López Cabrera
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Arencibia, Yolanda; Gullón, Germán; Galván González, Victoria et al. (eds.) (2018): La hora de Galdós,
Cabildo de Gran Canaria, Las Palmas de Gran Canaria, ISBN: 978-84-8103-888-0.
WEBGRAFÍA
Entrevista de José Romera Castillo a Almudena Grandes. En TVE2 (17 y 19 de abril de 2015):
http://www.rtve.es/alacarta/videos/uned/uned-1-17042015-almudena-grandes/3094511/, TVE Internacional y en Canal UNED: https://canal.uned.es/mmobj/index/id/25602. Enlace a YouTube: https://youtu.be/49hdoktYJME
http://ecodiario.eleconomista.es/sociedad-eAm-colombia/noticias/5109546/09/13/Los-diez-libros-que-hay-que-leer-antes-de-morir-segun-los-intelectuales-latinoamericanos.html
http://laberintosdeltiempo.blogspot.com.es/2015/01/los-200-mejores-libros-de-la-literatura.html