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Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 187 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre LOS GRABADOS DE «EL CEMENTERIO» (EL PASO, LA PALMA): EL RENACER DE UNA ESTACIÓN RUPESTRE Felipe Jorge Pais Pais*–Francisco José Herrera García** 1. INTRODUCCIÓN El hallazgo de la estación de grabados rupestres de La Fajana en los primeros días del mes de mayo de 19821 generó una inusitada expectación, no sólo entre los dife-rentes medios de comunicación, sino también entre la comunidad científica canaria debido al preciosismo de los motivos representados y, sobre todo, porque destacaban unas inscripciones que nunca antes se habían apreciado en la etapa prehispánica pal-mera. Se trataba de unos circuliformes que inmediatamente fueron bautizados como Resumen: El municipio de El Paso po-see, junto con el de Garafía, el mayor catá-logo de estaciones rupestres de la Isla de La Palma, y dentro del mismo ocupa un papel destacado la estación de «El Cementerio». Este enclave de singular interés, descubier-to hace ya más de 20 años, no había sido hasta ahora objeto de un análisis tan amplio y pormenorizado como el que presentamos en este artículo. La variedad y tipología de los motivos representados, así como las téc-nicas empleadas y el amplio intervalo crono-lógico que parece observarse en los graba-dos, nos han permitido obtener interesantes datos que, a modo de nuevas aportaciones, enriquecerán el estudio del arte rupestre pal-mero. Palabras clave: manifestaciones rupestres, grabado, yacimiento arqueológico, pastoreo, barranco, cueva. Abstract: El Paso town has got, with Garafía, the largest amount of rupestrian sites of La Palma island, and «El Cemente-rio » site stands out within them. This sin-gular and interesting place, found 20 years ago, had not been analysed as deeply as it’s being presented in this article. The variety and tipology of the represented engravings, as well as the used techniques and the lar-ge time passed among the different engra-vings, have permitted us to obtain very in-teresting data which will enrich the study of La Palma rupestrian art with these new dis-coveries. Key words: Rupestrian art, engraving, archaeological site, pasturing, ravine, cave. * Dr. en Prehistoria. Jefe de Sección de Patrimonio Histórico y Arqueología del Excmo. Cabildo In-sular de La Palma. ** Arqueólogo especialista en arte rupestre. 1 HERNÁNDEZ, María Victoria, Periódico Diario de Avisos (18 agosto 2002), pág. 22. 188 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García «soliformes» al estar su interior segmentados con trazos rectos, curvilíneos o sinuo-sos. Este acontecimiento trajo a nuestra Isla a todos aquellos investigadores que en esos momentos estaban trabajando sobre diferentes aspectos de la cultura benahoari-ta, entre los que cabe destacar los Dres. Antonio Tejera Gaspar, Mauro Hernández Pérez, Ernesto Martín Rodríguez y Juan Francisco Navarro Mederos. Por todo ello, no debe extrañarnos que a mediados del mismo mes se produjera el descubrimiento «Muy próximo al Lomo de Fajana, ... en el fondo del barranco de Tenisca otros yacimientos, los llamados del cementerio, por estar cerca del campo santo de El Paso...»2 que hasta entonces habían pasado completamente desapercibidos a pesar de su espectacularidad y ubicación en la parte alta de un pequeño caboco que inte-rrumpe el cauce del barranco y que destaca poderosamente en medio del terreno cir-cundante. Lamentablemente, en sus inmediaciones, a escasos 20 metros cauce arriba del ca-boco que sirve de soporte a los petroglifos, se encuentra el antiguo basurero munici-pal, muchos de cuyos desperdicios se habían ido acumulando en el remanso que se forma delante del propio caboco. Estos materiales fueron arrastrados por las escorren-tías invernales puesto que, no debemos olvidarlo, el Barranco de Las Canales, aún por esas fechas, corría varias veces cada año con una fuerza inusitada que podía arrastrar los materiales más pesados como lavadoras, neveras o coches. Estas avenidas de agua eran tan virulentas y poderosas que provocaban serios problemas en la integridad de los pajeros que estaban más cerca del cauce y donde sus laderas eran más suaves como, por ejemplo, en las construcciones que se sitúan junto al Salto de Pedro (junto al depósito de agua de abasto público). La continua avalancha de personas que visitaban ambos yacimientos, con el con-siguiente peligro a la integridad de los grabados rupestres, así como la fuerte presión mediática ejercida especialmente por la prensa diaria, obligaron a las instituciones a intervenir en los petroglifos de La Fajana con vistas a salvaguardar la integridad de las inscripciones, quedando en segundo plano el conjunto de El Cementerio debido, entre otras razones, a que los motivos representados eran unas preciosas y enormes espirales muy similares a las que aparecen dispersas por toda la orografía insular. No obstante, la primera actuación afectó a la limpieza del caboco en que se en-contraban los petroglifos de El Cementerio. Así, «De inmediato, por parte de la Al-caldía, por esos años Miguel Ángel Hernández Martín, se puso remedio y en pocos días basuras, lavadoras viejas y animales muertos desparecieron de aquella zona...»3. Desgraciadamente, tal y como suele ocurrir en este tipo de situaciones en las que se produce un despliegue informativo tan amplio como el ocurrido con el hallazgo 2 Op. cit., pág. 22. 3 Op. cit., pág. 22. Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 189 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre de las estaciones de grabados rupestres de La Fajana y El Cementerio de El Paso, comenzaron a surgir los primeros problemas de conservación ante la visita incontro-lada de un número creciente de personas. La presión antrópica fue tal que el Ayun-tamiento de El Paso se vio obligado a contratar un vigilante permanente hasta tanto no se arbitraran las medidas protectoras adecuadas, especialmente centradas en la sal-vaguarda de los «soliformes» de La Fajana. Lo acertado de esta medida se pudo cons-tatar de una forma inmediata. Los expoliadores, al no poder actuar en este yacimiento por la presencia constante del guardián, centraron sus miras en los petroglifos de El Cementerio, que distan unos 500 metros de los primeros y, además, están perfecta-mente escondidos en el fondo del Barranco de Las Canales, por lo que podían ac-tuar sin miedo a miradas indiscretas. Afortunadamente, no contaron con el celo pro-fesional del vigilante que impidió el acto vandálico: «...unos inconscientes ciudadanos pretendieron dejar su «huella personal»4. Además, «...El guarda puesto por la corporación municipal en la zona de los petroglifos dio cuenta a la Alcaldía del intento frustrado de tres jóvenes y el alcalde, aplicando la legislación vigente, les multó»5. Esta actuación ejemplarizante surtió el efecto deseado puesto que, hasta la fecha, la estación de grabados rupestres de El Cementerio es una de las pocas de la Isla que se ha salvado de los atentados más habituales en este tipo de yacimientos, como son las «tarjetas de visita» en forma de graffitis, imitación de los motivos, remarcado de las inscripciones prehispánicas o el saqueo de parte de los paneles. Y todo ello a pe-sar de que no existe impedimento físico de ningún tipo que impida el acceso a los petroglifos salvo los derivados de su ubicación en la parte alta del caboco. Los cada vez más numerosos visitantes del yacimiento se han mostrado absolutamente respe-tuosos, puesto que no han dejado la más mínima huella de su presencia en toda la zona, incluso antes de que se colocaran los paneles explicativos. Por otro lado, se trata de la primera y única sanción que, hasta el momento, se ha aplicado en afecciones al patrimonio arqueológico insular, a pesar de que con posterioridad han existido aten-tados con consecuencias mucho más graves como, por ejemplo, en el Roque de Los Guerra, El Tributo o la Playa de La Salemera, todos ellos en Villa de Mazo, en los que, a pesar de la apertura de los correspondientes expedientes sancionadores, que-daron completamente impunes. Las autoridades y los especialistas decidieron que el único yacimiento que debía ser protegido era La Fajana debido a la espectacularidad y excepcionalidad de sus motivos, así como por la facilidad del acceso al panel y por la fragilidad del mismo, cuya corteza estaba muy meteorizada, siendo fácilmente desprendible con la simple presión de una piedra o un palo. Para garantizar su preservación a las generaciones 4 HERNÁNDEZ, María Victoria, Periódico Diario de Avisos (25 agosto 2002), pág. 25. 5 Op. cit., pág. 25. 190 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García futuras se decidió colocar una empalizada de troncos fuertemente hincados en el suelo, que estuvo desempeñando su función hasta 1994, cuando ya estaba completamente desvencijada y sólo bastaba con apartarla para llegar junto a las inscripciones prehis-pánicas, por lo que la Dirección General de Patrimonio Histórico de Canarias la sus-tituyó por la valla metálica que aún ejerce a la perfección su cometido. En el caso de El Cementerio se pensó, con razón, que el número de visitantes sería mucho menor debido a la inexistencia de un sendero habilitado al efecto, de tal for-ma que el único acceso era a través del cauce del Barranco de Las Canales que to-dos los inviernos se veía afectado por las escorrentías invernales, de tal forma que la incipiente vereda desaparecía en cuestión de minutos haciendo casi imposible que los turistas diesen con el yacimiento. Por otro lado, tal y como indicamos anteriormen-te, la ubicación de los paneles en la parte alta del caboco disuadía a la inmensa ma-yoría de los turistas a «engarapitarse» en los riscos para llegar hasta ellos y el consi-guiente peligro de una caída accidental aunque, en varias ocasiones, constatamos personalmente como los más atrevidos no dudaban en descolgarse desde la parte alta del caboco para llegar hasta los paneles 4 y 5. A todo ello debemos añadir que la capa de musgos y líquenes que cubría los petroglifos era tan potente que la mayor parte de los paneles pasaban completamente desapercibidos para la gran mayoría de las personas, especialmente si el día estaba nublado. Hemos comprobado como, incluso en los días más luminosos y en la hora más idónea (media tarde), sólo eran capaces de apreciar unos pocos paneles por las razones anteriormente indicadas. De hecho, las inscripciones prehispánicas de El Cementerio de El Paso fueron cayendo paulatinamente en el olvido debido a la inexistencia de paneles direcciona-les indicativos de cómo llegar hasta el yacimiento. En el caso de La Fajana, la situa-ción es completamente distinta debido a que el vallado es claramente perceptible desde el aparcamiento situado en el cauce del Barranco de Las Canales, desde donde par-tía un sendero que discurre por un ramal del Antiguo Camino Real que comunica-ba Santa Cruz de La Palma y El Puerto de Tazacorte, y del que luego parte un des-vío que en apenas 50 metros lleva hasta los petroglifos. Por el contrario, el acceso a los grabados rupestres de El Cementerio es muy com-plicado por diversas razones: 1) El número de visitantes es mucho menor que en La Fajana, de tal forma que la vereda está mucho menos trillada; 2) La vegetación de las orillas del camino disimula el trazado del mismo; 3) El tramo principal del Ca-mino Real confunde a los visitantes y no se dan cuenta que el acceso no es a través de él, sino siguiendo el cauce del barranco; y 4) Las guías turísticas le dan mucho más importancia a los petroglifos de La Fajana menospreciando las inscripciones de El Cementerio, lo cual es un craso error. Tal es así que apenas una cuarta parte de los visitantes de La Fajana deciden acercarse hasta El Cementerio. Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 191 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre Esta diferencia entre ambos yacimientos se mantiene incluso en nuestros días, cuando existen paneles direccionales y el sendero es claramente perceptible, tal y como hemos podido comprobar personalmente. Sin embargo, queremos reseñar, y para ello hemos elaborado este estudio, que, en estos momentos existen muy pocas estaciones de grabados rupestres en La Palma que resulten ser tan bonitas, raras y complicadas, estilísticamente hablando, como los espectaculares paneles de este caboco, los cuales pueden ser admirados en todo su esplendor especialmente con la caída de la tarde. A comienzos de la década de los 90 del siglo XX se decidió acometer el primer estudio serio y científico del yacimiento que consistió, básicamente, en el calco de los petroglifos dentro del proyecto Corpus de grabados rupestres de la isla de La Palma dirigido por los Dres Juan Francisco Navarro Mederos y Ernesto Martín Rodríguez. En el año 1993, los yacimientos de La Fajana y El Cementerio fueron estudiados por nosotros durante la realización de la Carta Arqueológica de La Palma. Este pro-yecto fue encargado y auspiciado por la Dirección General de Patrimonio Histórico de Canarias y el Excmo. Cabildo Insular de La Palma. Las prospecciones efectuadas nos permitieron localizar varios paneles nuevos ubicados en las inmediaciones del panel principal de La Fajana, así como un estrecho y largo tubo volcánico situado al este de las inscripciones de El Cementerio, en la margen izquierda del Barranco de Las Canales, y que describiremos un poco más adelante. Por esas mismas fechas, ante el auge creciente del turismo en la Isla, comienza a incrementarse progresivamente el número de visitantes a la zona, entre otras razones porque muchos de los turistas, especialmente los alemanes, traían consigo guías muy detalladas y precisas de cómo llegar hasta el yacimiento. Paulatinamente, el continuo tránsito de las personas fue habilitando un precario sendero que discurría a través del cauce del Barranco de Las Canales, aunque sufría constantes alteraciones cada vez que el agua corría. A estas dificultades debemos añadir el crecimiento de la vegetación que podía hacer desaparecer algunos tramos del camino en cuanto la afluencia de gente descendiera un poco. La alcaldía de El Paso siempre ha sido consciente de que los petroglifos de La Fajana y El Cementerio son uno de los atractivos turísticos principales con que cuenta el municipio. Por ello, ha existido una preocupación constante, dentro de sus modestas posibilidades, por facilitar la visita de ambos yacimientos. Así, dentro de esta políti-ca, a mediados de la década de los 90 del siglo XX, el Campo de Trabajo del verano de ese año estuvo dedicado a la limpieza, adecentamiento y delimitación de los sen-deros que conducen a los grabados rupestres de las dos estaciones. En el caso de El Cementerio, la principal dificultad estribaba en que su trazado discurría por el cen-tro del cauce del Barranco de Las Canales, por lo que hubo de llevarse a cabo una labor de regularización del terreno en aquellas zonas donde los desniveles o las rocas 192 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García eran más grandes. Así mismo, y para evitar los problemas descritos en el párrafo an-terior, se optó por la solución de delimitar el sendero mediante la alineación de pie-dras de distintos tamaños. y señalamiento de la vereda mediante la alineación de ro-cas de diferentes tamaños, lo cual no ha impedido, por otro lado, su desaparición progresiva con las escorrentías que se han sucedido desde entonces que, si bien no se parecen en nada a las que ocurrían hace 20 años, siguen provocando desperfectos más o menos graves en determinados tramos. A comienzos del año 2002 la Consejería de Cultura, Educación y Patrimonio Histórico del Excmo. Cabildo Insular de La Palma encargó a la empresa ARQUEO-CANARIA S. L. el proyecto de Señalización, restauración y colocación de puntos de información en las estaciones rupestres de Lomo de La Fajana y El Cementerio. La re-dacción del trabajo fue terminada en abril de 2002. Las propuestas consistían, bási-camente, en lograr los siguientes objetivos: A) Colocación de paneles direccionales que facilitasen a los visitantes el acceso hasta ambos yacimientos puesto que, la ausencia de los mismos, estaba pro-vocando que llegar hasta ellos fuese una auténtica odisea. Se colocaron 5 se-ñales de tráfico en aquellos puntos que planteaban mayor confusión, como por ejemplo ocurría con las intersecciones entre la carretera general de Las Cuestas y la entrada al barrio de San Telmo y los cruces de El Morro y los Tres Caminos hasta llegar al cauce del Barranco de Las Canales, junto al Salto de Pedro, donde se situaba el aparcamiento. B) Tratamiento del estacionamiento: Esta actuación fue muy sencilla, entre otras razones porque el Consejo Insular de Aguas impedía cualquier modificación Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 193 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre del curso del barranco que supusiese un peligro en el caso de avenidas de agua. Por tanto, las obras consistieron en la limpieza del cauce retirando las basuras y escombros que se habían acumulado, regularización de la superfi-cie, el pintado y enfoscado de la pared de bloques situada en el lado oeste y la colocación de señales y puntos de información sobre los dos yacimientos arqueológicos que se van a visitar. C) Camino de acceso a los grabados: Se inicia en el aparcamiento y tiene un recorrido de 100 metros hasta la bifurcación que lleva a los petroglifos de La Fajana y El Cementerio. Se limpió el sendero de maleza y piedras, colocán-dose una baliza de información al llegar al lugar en que se produce la bifur-cación que conduce a ambos yacimientos. D) Caboco donde se encuentran los petroglifos de El Cementerio: Tras la lim-pieza de basura efectuada el mismo año de su descubrimiento (1982) la es-correntía había ido acumulando nuevos deshechos en el caboco procedentes del basurero aledaño, de tal forma que el aspecto que ofrecía el lugar a los turistas no era nada edificante. Por ello, en marzo de 2002 el Cabildo Insu-lar de La Palma decide tomar cartas en el asunto y envía una cuadrilla de la Unidad de Medio Ambiente con la misión de adecentar este paraje. Duran-te estos trabajos no sólo se retiraron los materiales arrastrados por el agua desde el cercano basurero, sino que también se decidió limpiar la densa cu-bierta vegetal que existía justo delante de los paredones verticales que servían de soporte a los grabados y que dificultaba enormemente la contemplación de las inscripciones prehispánicas. Además, y atendiendo a la colaboración entre distintas administraciones, el Campo de Trabajo promovido por el Ayuntamiento de El Paso de ese año se destinó al acondicionamiento del sendero que lleva hasta los petroglifos y que, básicamente, es el mismo que aún se conserva en nuestros días. E) Finalmente, se proponía la implantación de una serie de paneles explicativos, así como la colocación de un pequeño vallado con tensores de cables de acero. Con este último no se pretendía, ni mucho menos, la protección efectiva de los grabados rupestres, tal y como sucede en La Fajana, sino que más bien se trataba de inculcar a los visitantes de la zona la importancia de lo que allí estaban contemplando y la necesidad de preservarlos a las generaciones futu-ras. Y, hemos de reseñar que, hasta el momento, la medida ha sido totalmente efectiva, puesto que los miles de visitantes que se han acercado a este paraje se han mostrado absolutamente respetuosos y no se aprecia la más mínima inscripción reciente, a diferencia de lo que sucede en muchos otros yacimien-tos de la Isla. Todas estas actuaciones fueron ejecutadas en julio de 2003. 194 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García Por último, en el año 2005, a propuesta de la Consejería de Cultura, Educación y Patrimonio Histórico del Excmo. Cabildo Insular de La Palma, la Dirección Ge-neral de Patrimonio Histórico de Canarias acometió el proyecto de Limpieza y res-tauración de las estaciones de grabados rupestres de La Fajana y El Cementerio de El Paso. Estos trabajos fueron llevados a cabo por la empresa Gabinete de Patrimonio, cuyo director es el restaurador Miguel Ángel Núñez Villanueva, que ya ha trabajado en diferentes yacimientos arqueológicos de La Palma como, por ejemplo, en Belmaco (Villa de Mazo) y Lomo del Topo (El Paso). La actuación consistió, básicamente, en la eliminación de los líquenes y musgos que cubrían en su totalidad a los petroglifos y que dificultaban enormemente la observación de estas magníficas inscripciones. Además, se procedió a la consolidación de una serie de grietas que amenazaban con mutilar algunos de los paneles y la colocación en su sitio de algunos trozos que se habían desprendido de la roca madre. Este lavado de cara, no sólo ha posibilitado el hallazgo de algunos paneles nuevos, sino que también ha permitido que este conjunto se haya convertido en una de las estaciones de grabados rupestres más espectaculares de la Isla, tanto desde el punto estético como el estilístico, lo cual nos ha llevado a preparar este estudio que ustedes tienen en sus manos. FOTO 1.—Trabajos de limpieza y restauración en los grabados de «El Cementerio». 2. EL CONTEXTO ARQUEOLÓGICO La estación de grabados rupestres de El Cementerio de El Paso se ubica sobre la cota altitudinal de los 600 metros, es decir, en plena zona de medianías de La Pal-ma. Los petroglifos se extienden por la margen derecha del Barranco de Las Cana- Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 195 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre les, aprovechando la existencia de un pequeño caboco que sólo destaca por esa ver-tiente del cauce, ya que la altura del salto de agua apenas si alcanza los 1,70 metros. El caboco forma un semicírculo con una anchura que oscila entre los 20 y 30 me-tros. Las inscripciones prehispánicas se extienden por la parte superior de los pare-dones verticales, con la única excepción del panel 13, cuya altura oscila entre los 6 y 10 metros. El barranco, en este punto, está formado por suaves laderas con una profundidad máxima que no supera los 20 metros, siendo mucho más alto y escarpado por la margen izquierda que por la derecha, en donde se sitúan los petroglifos. Esta circuns-tancia hace que la panorámica que se divisa desde el yacimiento, y a diferencia de lo que sucede en La Fajana por ejemplo, sea muy poco extensa, ya que prácticamente lo único que se aprecia son las laderas y el cauce del barranco, así como el arranque de las lomas que forman Los Barros en dirección norte y este. Por el contrario, va-rios de los paneles, fundamentalmente los números 2, 3, 6 y 10, se aprecian clara-mente desde una distancia considerable y, en cualquier caso, bastante antes de llegar a la base del caboco, siempre y cuando se suba por el cauce. Nos encontramos en el dominio potencial del pinar que, si bien ha sido talado en su práctica totalidad en los lomos de los alrededores, nos encontramos aún con un pequeño bosquete que se sitúa a escasos 30 metros al oeste de los petroglifos, ocupando buena parte de las laderas que forman la margen izquierda del barranco. A ello debemos añadir la presencia de grandes ejemplares de palmeras (Phoenix ca-nariensis) en la zona donde se produce la bifurcación de los senderos de La Fajana y El Cementerio. La vegetación arbustiva actual está formada por galguiteros (Rubia fruticosa), higuerillas (Euphorbia obtusifolia ssp. regis-jubae), verodes (Kleinia neriifolia), hierbas de risco (Lavandula canariensis), cabezotes (Carlina falcata), helecheras (Gén. Pteridium), tederas (Psoralea bituminosa), lechugas (Gén. Sonchus), bejeques (Gén. Aeonium) y vinagreras (Rumex lunaria). A ellas debemos añadir la presencia de ma-tas aisladas de salados (Schizogyne sericea), poleos (Bystropogon origanifolius), magar-zas (Argirantheum haonarytheum), tagasastes (Chamaecytisus proliferus), cornicales (Pe-riploca laevigata), malfuradas (Hypericum grandifolium), etc. Esta cubierta vegetal, bastante densa en años con lluvias normales, constituía un excelente campo de pastoreo para los rebaños de los benahoaritas que vivían en los poblados de cuevas situados cauce arriba hacia el este (Tenerra) y aguas abajo hacia el oeste (Salto de Pedro) de la estación de grabados rupestres de El Cementerio. Esta actividad se ha podido documentar a través del hallazgo de un paradero pastoril si-tuado a unos 150 metros cauce arriba de los petroglifos, justo en el extremo final del interfluvio que se forma en la confluencia entre el Barranco de Las Canales y la Ba-rranquera de La Pata. Este yacimiento constituye una excelente plataforma natural para 196 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García el control de las manadas en ambas cuencas hidrográficas. Los restos arqueológicos superficiales consistían en un fragmento de cerámica de la Fase IVa decorado mediante la técnica del peine basculante, así como pequeñas lascas de basalto gris procedente del desbastado de los núcleos o la preparación de los utensilios más complejos. Sin duda, estos puestos de vigilancia de los rebaños de ovicápridos sería mucho más abun-dante de lo que podemos apreciar actualmente, especialmente a lo largo de la orilla superior de ambas márgenes del Barranco de Las Canales, aunque la densa cubierta vegetal que cubre el terreno y la roturación del mismo para crear vetas de cultivo hacen muy complicado su hallazgo. La estación de grabados rupestres de El Cementerio de El Paso está ubi-cada en una zona completamente ais-lada en lo que se refiere a la existen-cia de otro tipo de vestigios pre-hispánicos. A pesar de estar emplaza-da en el fondo del Barranco de Las Canales no se han encontrado cavida-des, salvo las que se abren en la base del mismo caboco que sirve de sopor-te a los petroglifos, lo suficiente am-plias como para ser ocupadas por los benahoaritas de forma permanente, ya que las covachas y cejos que hemos descubierto se abren en el mismo cau-ce, de tal forma que no era aconseja-ble su ocupación, especialmente en la época invernal ante el peligro real que suponían las avenidas de agua del ba-rranco. Por tanto, resulta evidente que este lugar tenía la función de una especie de santuario al que acudían los antiguos palmeros con un fin determinado y, con toda probabilidad, en épocas muy concretas del año. Los poblados de cuevas más cercanos se encuentran, aproximadamente, a unos 500 metros, tanto cauce arriba como abajo, respecto a los grabados rupestres. Así los asen-tamientos permanentes más próximos se sitúan en torno al caboco denominado Sal-to de Pedro en dirección a la desembocadura del barranco. En esta zona el Barranco de Las Canales se encajona en el terreno y en la base de sus paredones verticales, es-pecialmente en la margen izquierda, se abren una serie de cavidades que, al menos en 5 casos, fueron habitadas de forma continuada por los benahoaritas. Su exposi- FOTO 2.—Vista panorámica de la zona en la que se emplaza la Estación de «El Cementerio». Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 197 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre ción hacia el norte no fue obstáculo para su ocupación debido a que en esta zona los tiempos más desapacibles como las borrascas invernales o la brisa y el levante atacan desde el oeste y el este, respectivamente, de tal forma que estaban perfectamente pro-tegidas de las inclemencias del tiempo. Además, en la entrada de una covacha que se abre en la vertiente derecha, y que a pesar de sus reducidas dimensiones fue asidua-mente explotada, se realizó un pequeño grabado rupestre que representa un meandri-forme de corto desarrollo que constituye uno de los escasos ejemplos existentes en toda la isla donde se realizaron inscripciones en cuevas naturales de habitación. Por otro lado, a media ladera de la margen izquierda del barranco existe un barrero que fue explotado por los vecinos del lugar hasta no hace muchos años. Seguramente, este lugar de extracción de materia prima también fue conocido por loa aborígenes pues-to que, al menos que nosotros sepamos, es el único que se conoce en todo este ba-rranco desde su nacimiento en La Cumbrecita hasta su desembocadura en el Puerto de Tazacorte. El otro poblado de cuevas se localiza hacia la cabecera del barranco y, por tanto, a mayor cota altitudinal, en el paraje conocido por Tenerra. El asentamiento está for-mado por 5 cavidades de diferentes tamaños y condiciones de habitabilidad que se disponen por ambas vertientes. Nos encontramos desde una gigantesca cueva que podía albergar a un grupo amplio de personas a otras que no pasan de ser covachas con capacidad para albergar a una o varias personas, a pesar de lo cual también fue-ron habitadas de forma permanente. En los lomos que forman la orilla superior de la margen derecha del barranco, y junto al conocido como Camino de La Pata, po-siblemente de tradición prehispánica, se descubrió un precioso grabado rupestre de tipo geométrico que tiene como soporte una piedra suelta que fue rescatado en su momento por D. Braulio Martín. Seguramente, los benahoaritas que acudían a celebrar sus ritos mágico-religiosos en torno a los grabados rupestres de El Cementerio, así como de La Fajana, serían, fundamentalmente, los habitantes de los poblados de cuevas descritos en los aparta-dos anteriores. No obstante, tampoco es descartable, ni mucho menos, que acudie-sen otras gentes de poblados aún más alejados como los de La Campana o La Mon-tañita, dependiendo de la importancia que tuviesen ambos conjuntos que, en principio, parece bastante grande, sobre todo si lo comparamos con las inscripciones prehispánicas que existen en cada uno de los 4 poblados de cuevas mencionados. Muy cerca del paradero pastoril descrito en su párrafo correspondiente existe un estrecho y largo tubo volcánico en cuyo interior localizamos hace muchos años un gran fragmento de cerámica de la Fase IV. Sin embargo, esta cavidad, debido a su escasa altura y anchura, piso inclinado con afloramientos de la roca madre y la in-tensa humedad y oscuridad reinantes en su interior, no parece que fuese utilizada 198 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García como lugar de habitación. Nos inclinamos en otorgarle un valor funerario, aunque no localizamos en su momento restos humanos. Por otro lado, el pedazo de la vasija también podría estar relacionado con su rotura accidental al penetrar en su interior en busca del agua que goteo del techo de la cavidad, por lo que podría tratarse de un lugar de provisión del líquido elemento que no es muy abundante precisamente en toda esta parte del antiguo cantón de Aridane. En la base del caboco que sirve de soporte a los petroglifos de El Cementerio se abren cuatro pequeñas cavidades naturales en las que se han encontrado algunos, aunque escasos restos, arqueológicos superficiales, lo cual indica su explotación por parte de los benahoaritas. Sin embargo, no parece que fuesen ocupadas de forma permanente debido a sus reducidas dimensiones, precarias condiciones de habitabili-dad y, sobre todo, por la peligrosidad que representaban las avenidas de agua repen-tinas del barranco. La cavidad I se encuentra en el extremo izquierdo del caboco, junto al salto de agua y debajo de los paneles 1, 2 y 3. Consta de dos partes claramente diferencia-das: A) La zona izquierda es un estrecho cejo de unos 4 metros de anchura, 2 me-tros de profundidad máxima y apenas unos 80 centímetros de altura en la boca. Este sector queda completamente cubierto por el agua cada vez que «corre» el barranco, de tal forma que el suelo está cubierto por una fuerte capa de limo muy fino. B) La parte central e izquierda está separada del suelo del caboco por un afloramiento na-tural de unos 50-60 centímetros de altura, a pesar de lo cual también se ha visto afec-tada por la escorrentía. La anchura en la boca es de unos 3 metros, una profundi-dad de 3,50 metros y una altura media de 1,10 metros. En el piso abundan los afloramientos de la roca madre. En las zonas más profundas se aprecian rastros de humedad, si bien hemos de apuntar que sólo hemos visto goteos en los años más llu-viosos y sólo en la época invernal. La entrada está expuesta hacia el oeste. La cavidad II se encuentra a 1,50 metros hacia el norte respecto al extremo dere-cho de la anterior. En realidad, retrata de una minúscula covacha ubicada debajo de los paneles 6, 7, 8 y 9. Sus reducidas dimensiones hacen inviable cualquier tipo de ocupación salvo, quizás, protección contra las inclemencias del tiempo. La anchura, altura y profundidad no sobrepasan el metro. La cavidad III se sitúa a unos 2 metros del extremo derecho de la covacha ante-rior, estando separada del piso del caboco por una repisa rocosa de unos 80 centí-metros de altura, a pesar de lo cual el agua ha penetrado en su interior cuando la charca que se forma tras las lluvias fuertes alcanza su máxima extensión. Se trata de una covacha, cuya planta es muy irregular, con una anchura máxima en la boca y en el interior de 3 metros, una profundidad de 3 metros y una altura media de 1,20 metros que impide que se pueda estar erguidos en su interior. Localizamos un frag- Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 199 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre mento de la dentición de leche de un ovicáprido. La entrada está expuesta hacia el oeste. La cavidad IV es la más amplia de todas y la que está más a salvo de la escorren-tía, aunque no completamente, al encontrarse en la parte central del caboco y a un metro por encima del suelo del mismo. Se trata de dos covachas contiguas que están individualizadas por un saliente rocoso del risco. El sector derecho tiene una anchu-ra en la boca de 2,20 metros que se estrecha progresivamente hacia el fondo y una profundidad máxima de 3,50 metros. La parte izquierda es algo más amplia, ya que su anchura y profundidad son de unos 4 metros. La boca está expuesta hacia el sur. Puede contar con algo de relleno arqueológico, aunque no parece ser de gran espe-sor. En su interior se encontraron varios fragmentos de cerámica de la Fase IV, las-cas de basalto gris y fragmentos óseos machacados. Su interior, especialmente en la parte derecha, es húmedo, pudiendo quedar completamente encharcado en los invier-nos más húmedos. En resumen, todo apunta a que estas cavidades no fueron ocupadas de forma per-manente por los benahoaritas, sino que su explotación estaría directamente relacio-nada con la práctica pastoril, tal y como sucede en el cejo excavado en la estación de grabados rupestres de La Zarza (Garafía)6, en un momento en que estas inscrip-ciones habían perdido su sentido mágico-religioso que coincidiría con la Fase Cerá-mica IV. Por tanto, los benahoaritas acudirían a esta zona a refugiarse de las incle-mencias del tiempo o, quizás, a proveerse del agua que, con toda seguridad, existe en el ere que se forma justo delante del caboco. A pesar de todo queremos dejar constancia de que nos han sido entregados una serie de restos arqueológicos recogidos hace unos 20 años y que, según su descubri-dor, proceden de las cavidades que están debajo de los petroglifos de El Cementerio. Sin embargo, la abundancia y variedad de los materiales prehispánicos, típicos de una cueva natural de habitación permanente, no hacen mantener serías dudas sobre su procedencia debido a las circunstancias especificadas anteriormente y, sobre todo, porque en la actualidad, y a pesar de los agujeros realizados por conejos o ratas en la cueva I no se aprecia ni el más mínimo trazo de una estratigrafía, por muy pequeño espesor que esta tuviese. Los fragmentos de cerámica nos indican que se trata de un yacimiento que fue habitado de forma continuada durante las fases IVb y IVa (18 fragmentos), IIId (2 muestras), IIIc (1 evidencia) y 13 fragmentos que carecen de decoración. La indus-tria lítica está representada por 3 diques de pequeño tamaño y muy delgados, 3 las-cas de basalto gris y una cuarta de un basalto vítreo de muy buena calidad. La fau- 6 MARTIN RODRÍGUEZ, E., La zarza: entre el cielo y la tierra (Madrid), 1998, pág. 86. 200 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García na doméstica cuenta con 13 pedazos de la diáfisis de huesos largos, en su gran ma-yoría de ovicápridos destacando, además, de que 4 muestras están quemadas; entre los restos identificables destacan 2 pedazos de costillas, varios trozos de metapodio y una ulna de ovicápridos bastante jóvenes, así como un calcáneo de una cabra adul-ta. A todo ello debemos añadir, y es uno de los datos más interesantes, la existencia de un colmillo de leche de un lechón. La importancia de este hallazgo es importan-te porque la presencia de suidos en esta parte de la isla era muy escasa durante la Fase Cerámica IV, tal y como se ha comprobado con los estudios zooarqueológicos de la Cueva de El Rincón (El Paso)7. Este mismo interés se desprende de un pequeño frag-mento de una lapa (Patella candei crenata) que indica el aprovechamiento de los re-cursos marinos por parte de estos benahoaritas a pesar de la enorme distancia que los separaba del mar, lo cual también se ha verificado en el yacimiento de El Rincón, que aún se encuentra más lejos que la zona de El Cementerio8. Finalmente, también se recogieron varios trocitos de carbón. 3. CARTA RUPESTRE DE LA ESTACIÓN DE EL CEMENTERIO La estación rupestre de El Cementerio se emplaza en el Municipio de El Paso, concretamente en un salto del cauce del Barranco de Las Canales, en la cota altimé-trica de los 595 metros. Sus coordenadas geográficas son: 28º 39’ y 21’’ de Latitud Norte y 17º 52’ y 56’’ de Longitud Oeste. Este enclave cuenta con un total de 13 paneles grabados que tienen por soporte un frente basáltico que corre en dirección N-NW a S-SW y que da lugar a la formación de un pe-queño caboco de unos 28 metros de largo, mien-tras que la altura del mismo oscila entre los 4 metros del extremo S, los 6 metros de la parte central y los 7 metros del sector situado más al Norte. Panel 1 Se encuentra en el extremo S del frente, ape-nas 1,5 metros sobre el nivel del suelo y en una 7 PAIS PAIS, F. J., La economía de producción en la prehistoria de la isla de La Palma: la ganadería (Santa Cruz de Tenerife), 1996, págs. 487-489. 8 PAIS PAIS, F. J., 1996, pág. 492. Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 201 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre cara del roquedo que se retranquea hacia el interior. El panel, que presenta una orien-tación NE-SW, mide apenas 66 cms. de ancho x 75 cms. de alto. La temática repre-sentada es un pequeño y sencillo meandriforme de tendencia semicircular y con cam-bios de sentido, coronado por cuatro semicírculos concéntricos unidos «dos a dos» en uno de los extremos. En su ejecución se recurrió a la técnica del picado continuo. El mismo es regular en la parte inferior del panel, donde se procedió a abrasionar el surco con el fin de eliminar las huellas de la percusión, mientras que en la parte superior se prescindió de este acabado y el surco es algo más ancho en algunos puntos, siendo perfectamente visibles las huellas del picado. El ancho del surco oscila entre los 0,6 y los 2 cms., mientras que su profundidad es poco significativa (picado superficial). El estado de conservación del panel es bastante bueno. Su grado de visibilidad depende del nivel de insolación que reciba la roca, aunque en general puede decirse que es igualmente buena. La propia coloración del panel, más oscuro en la parte in-ferior, propicia que el arranque del motivo grabado sea algo más difícil de apreciar en comparación con el desarrollo posterior del mismo. Panel 2 Se ubica apenas 1 metro a la iz-quierda del Panel 1, si bien a un ni-vel más elevado. Es el más grande de todo el conjunto, ya que sus dimen-siones rondan los 2 metros tanto de alto como de ancho, si bien sólo se aprovechó para grabar la mitad izquierda y la parte inferior del mismo. Se orienta siguiendo casi la dirección del frente basáltico (N-S). Los motivos ejecutados en este panel son de gran belleza: el tema central es una espiral de mediano desarrollo asociada a líneas laberínticas en su parte superior y ja-lonada en ambos lados, y especialmente en la parte inferior, por gran cantidad de grecas. Estos últimos motivos, poco frecuentes en las estaciones rupestres palmeras, están interrumpidos en varias zonas del panel debido tanto al descascarillado de la roca como a la fractura de la misma, tal y como ha sucedido en la parte inferior del pa-nel, que se haya «colgada» sobre la boca del mayor de los cejos y de la cual se ha desprendido un bloque grabado que se fracturó; una parte fue restituida a su empla-zamiento original por medio de resinas sintéticas, mientras que la otra desapareció (posiblemente alguien la encontró y se la llevó). 202 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García La técnica empleada en la realización de los motivos grabados de este panel fue también la del picado, en este caso sin ningún tipo de abrasión, por lo cual las hue-llas del picado son perfectamente visibles. Tanto en la espiral como en las grecas el surco presenta una cierta regularidad en lo que a anchura y profundidad se refiere, mientras que en el motivo laberíntico de la parte superior el mismo resulta ser bas-tante irregular, con zonas en las que se recurrió al picado suelto y tramos en los que la anchura del surco ronda los 3 cms. Tal y como sucede en la mayor parte de los paneles, la visibilidad de este es también perfecta, siendo visible desde varios metros de distancia tanto por su buen estado de conservación como por su estratégico emplaza-miento a unos 2 metros del suelo. Panel 3 Se localiza justo a la iz-quierda del Panel 2, en un bloque perfectamente definido que se ubica a unos 2 metros sobre el nivel del suelo. Sus dimensiones son 62 cms. de alto x 1,2 metros de ancho, mientras que su orientación también es N-S. La temática ejecutada en este panel presenta en la actualidad una enorme com-plejidad debido a su reutilización en época prehispánica, circunstancia que ha propi-ciado la presencia de superposiciones. Los motivos grabados ocupan prácticamente toda la superficie disponible en la roca. Una estudió pormenorizado de los motivos nos indica que en un primer momento se procedió a representar varios grupos de mo-tivos lineales paralelos entre si y que tienen una forma recta o bien semicurva. Pos-teriormente, sobre estos motivos se ejecutaron cuatro signos espiraliformes de pequeño tamaño así como sencillos trazos con forma de meandro. Este panel resulta especialmente interesante debido a que se mezclan hasta 3 ti-pos de picado: — un picado continuo, de anchura variable y regularizado mediante abrasión. — un picado continuo y fino, sin abrasionar y en el que son perfectamente visi-bles las huellas de la percusión. — un picado discontinuo y con unas huellas de impacto más profundas. Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 203 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre Tal y como indicábamos, el interés del panel se acrecienta de manera notable por la existencia de varios motivos superpuestos, circunstancia que permitirá estable-cer diversas cronologías en relación con la ejecución de los motivos grabados y que quedaría corroborada por la existencia de diversas técnicas empleadas en su reali-zación. Panel 4 Tanto este panel como el 5 forman parte de una misma unidad si bien, debido a su complejidad y dimensiones, hemos optado por estudiarlos como si se tratase de dos unidades diferentes. Para dividirlos hemos aprovechado la existencia de una grieta na-tural de la roca. El Panel 4 se encuentra justo a la izquierda (parte su-perior) del panel descrito an-teriormente, en una cara del roquedo que se cruza transver-salmente con el mismo, por lo que su orientación es W-E, estando los grabados orientados hacia el S. Las dimen-siones del mismo rondan los 2 metros de ancho x 1,8 metros de alto. La temática representada resulta en este caso también muy compleja. El elemen-to central del panel es un elegante circuliforme con cambios de sentido internos, aso-ciado a un complejo motivo laberíntico que ocupa el extremo derecho del panel y que aparece rematado en su parte superior por líneas de tendencia meandriforme. En esta zona se han aprovechado para grabar incluso las superficies más irregulares de la roca (grietas, zonas descascarilladas...). Por su parte, el extremo izquierdo de la roca está ocupado por lo que parecen ser unos toscos círculos concéntricos en cuya base aparecen seis pequeñas líneas verticales y paralelas. En este panel es posible percibir dos técnicas principales de ejecución que se co-rresponderían con otros tantos momentos cronológicos: — la primera de ellas, perceptible en el motivo central, corresponde a un picado continuo bastante regularizado, incluso diríamos que abrasionado en algunos sectores, y donde el surco alcanza hasta los 3 cms. de ancho en varios pun-tos. En cambio, en el motivo de la izquierda se mezcla este tipo de picado con otro más tosco y en el que son perfectamente visibles las huellas de la percu- 204 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García sión. De hecho, hay sectores en los que podemos incluso hablar de un pica-do discontinuo que hace que el ancho del surco sea sensiblemente mayor. En este caso, la explicación podría ser la de una regularización parcial del surco en el momento de su ejecución, o bien que el motivo fue «repasado» en un segundo momento y en aquellas zonas presumiblemente desgastadas median-te un picado más tosco que el inicialmente empleado. En tal caso estaríamos hablando de la reutilización de un mismo grabado en momentos diferentes, lo que unido a las superposiciones ya indicadas anteriormente acrecienta aún más el interés científico de la estación de El Cementerio. — la segunda técnica es perceptible en el motivo de la derecha, el cual presenta un picado continuo aunque sin abrasionar, con surcos bastante regulares en cuanto a anchura y profundidad. En algunas zonas, y debido a la posición forzada que debían tener los autores de estos motivos en el momento de rea-lizar los mismos, se observa que la calidad del picado es sensiblemente menor, con unas huellas de picado oblicuas que delatan tal circunstancia. El aprovechamiento extremo del soporte pétreo en este panel propició incluso la utilización de una zona descascarillada que fractura parte del motivo de la derecha y en la cual se labró un pequeño meandro apenas perceptible y de trazo muy sencillo mediante un picado fino y superficial. El estado de conservación del panel es muy bueno, siendo su visibilidad casi per-fecta en cualquier momento del día. Panel 5 Se ubica justo debajo del panel 4 y al lado mis-mo del panel 3. En cuanto a sus dimensiones, pre-senta un ancho próximo a los 1,5 metros x casi 2 metros de altura máxima. Su orientación es E-W. Los motivos representados pueden dividirse en tres grupos: — el primero, situado en la parte alta del panel, contiene un par de sencillos meandriformes que por momentos se asemejan a unas grecas, un pequeño círculo y en la base un grupo de cinco pequeñas líneas verticales. En la mitad superior del grupo se recurrió a la técnica del Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 205 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre picado continuo y abrasionado, siendo el surco de anchura variable, mientras que en la mitad inferior se prescindió de la abrasión del surco, siendo el mis-mo sensiblemente más estrecho. — el motivo más llamativo es una gran espiral realizada mediante un picado con-tinuo que en las espiras exteriores se vuelve discontinuo, irregular y más pro-fundo, tal y como sucedía en el Panel 4. Dicho motivo está apoyado sobre un grupo de ocho líneas verticales y paralelas. Asociados a esta espiral, más con-cretamente en la parte inferior de la misma, tenemos complejos motivos mean-driformes que de nuevo se asemejan a grecas y que ocupan todo el espacio disponible. Estos motivos fueron labrados en la parte central mediante un picado continuo y seguido de abrasión, el cual alterna con una variante carac-terizada por presentar un picado discontinuo que presenta unas huellas de percusión más gruesas (casi 1 cm. de ancho) y profundas. — en la parte inferior, separado del conjunto anterior por una grieta natural de la roca, encontramos unos sencillos meandros ejecutados mediante un picado continuo de factura muy fina aunque sin abrasión final. En este panel resulta más que evidente que los distintos motivos que hoy pode-mos observar abarcan una cronología más o menos amplia, o lo que es lo mismo, fueron ejecutados en diferentes etapas de la prehistoria insular. Incluso, esta ampli-tud cronológica puede ser aplicada a un mismo motivo, aspecto poco frecuente en el panorama rupestre insular. El estado de conservación del panel es bastante bueno, siendo sus motivos perfec-tamente visibles a muchos metros de distancia. Panel 6 Se localiza justo al lado del Panel 5, tras un recodo de la roca, por lo que su orien-tación (N-S) vuelve a ser la del propio di-que. El panel, de unas dimensiones de 1,3 metros de ancho x 0,8 metros de alto, tie-ne como temática una preciosa espiral de gran desarrollo que ocupa prácticamente toda la cara de la roca. Dicho motivo pre-senta varios cambios de sentido interno, y en algunas zonas las espiras están conecta-das. La técnica empleada en su ejecución fue 206 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García la del picado continuo y sin abrasionar, si bien el mismo es más grueso e irregular en la parte exterior del motivo, sobre todo en comparación con el picado más fino de la parte central. Además, se observa como las espiras (líneas de la espiral) son más finas en la zona izquierda (en torno a los 7 mm.) que en la derecha (hasta 2 cms. de grosor), circunstancia que posiblemente guarda relación con la posición que tuvo que adoptar el «artista» en el momento de su ejecución, o tal vez con el hecho de ser zurdo o diestro. Tanto el estado de conservación como el grado de visibilidad del panel son magníficos, y aunque sólo cuente con un motivo grabado re-sulta ser uno de los más llamativos de todo el conjunto, de hecho es el primero que capta la atención del visitante que se acerca a la esta-ción. Justo en frente de este panel localizamos, durante los trabajos de recogida de datos para este artículo, un motivo que hasta la fecha nos había pasado desapercibido. Está formado por una pequeña herradura que ocupa la arista de la roca, y lo que parece ser un sencillo meandro del que únicamente se aprecia con claridad el arranque del mismo, ya que el resto es un piqueteado informe (grueso e irregular) que se mezcla con la degradación (rugosidades) de la roca. La técnica usada en este caso fue un picado fino y continuo. En apariencia da la sensación de que se trata de un motivo cuya ejecución se abandonó, e incluso no descartamos la posibilidad de que pudiera tratarse de una zona que sirviese para probar la resistencia del útil lítico empleado en la ejecución de otros grabados, o bien la dureza de la roca. Este panel apenas mide 30 cms. de alto x 50 cms. de ancho. Su estado de con-servación es regular, mientras que su visibilidad se reduce notablemente en los mo-mentos en que las condiciones de luminosidad no son las óptimas. FOTO 3.—Imagen comparativa en la que se aprecia el estado del Pa-nel 6 antes y después de los trabajos de restauración y limpieza. Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 207 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre Panel 7 Ubicado algo más de un metro por encima del Panel 6, sus dimensiones son 50 cms. de alto x 35 cms. de ancho, mientras que la orientación es S-N, por lo que los grabados miran hacia el W. La temática representada es bastante sencilla: una pequeña espiral que sirve de arranque a un mean-driforme de corto desarrollo y un trazo suelto. La técnica seguida en su realización fue la de un pi-cado continuo muy fino (apenas 6 mm. de an-cho) y superficial, carente de abrasión posterior. El estado de conservación del panel es relati-vamente bueno. La rugosidad de la roca y su co-loración grisácea hacen que, aunque esté orienta-do hacia el frente de la estación, pase casi de-sapercibido al primer vistazo a todo el conjunto. Panel 8 Se sitúa justo al lado del Panel 7, si bien en otra cara del mismo bloque pé-treo. So orientación es NE-SW, por lo que el motivo gra-bado se halla en este caso mi-rando hacia el NW. Las dimensiones del panel son 80 cms. de alto x 80 cms. de an-cho. El motivo representado en este panel es un extraño meandriforme de desarrollo horizontal que fue labrado mediante un picado continuo y superficial. En este caso tampoco se recurrió a la posterior regularización del surco (abrasión), de hecho en algunos tramos son perfectamente visibles las huellas de im-pacto del percutor empleado en su ejecución. En estas zonas el ancho del surco es mayor (hasta 2 cms.) que en el resto del motivo (5-6 mm. de media). 208 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García Su estado de conservación es, en general, bueno, si bien su visibilidad es reduci-da a cierta distancia del panel debido tanto a la coloración de la roca como a la in-tensa meteorización del motivo grabado. Panel 9 Se encuentra apenas un metro y medio por encima del Panel 8, justo a los pies de un pequeño vértice geodésico que corona el morro. El panel tiene unas dimen-siones de algo más de 70 cms. de alto x unos 125 cms de ancho, siendo su orientación E-W (el graba-do mira hacia el N). El motivo realizado es un hermoso meandriforme de desarrollo horizontal que ocupa casi toda la su-perficie del panel y que se adapta perfectamente a la voluptuosidad de la roca, circunstancia que realza su trazado. El mismo se inicia en el extremo izquierdo de la roca y se extiende en for-ma de rítmicas ondulaciones hasta el extremo opuesto, en donde finaliza como un circuliforme con cambios internos de sentido. La técnica usada fue la del picado con-tinuo, de surco ancho (hasta 2 cms. en algunos puntos) y superficial. El trazo no fue regularizado mediante abrasión, por lo que pueden apreciarse las huellas del picado, por otra parte bastante tos-co en algunas zonas. Su estado de conservación es bastante bueno, si bien su visibilidad es reducida, ya que el motivo grabado únicamente se puede observar de forma óptima a corta distancia. Panel 10 Se localiza a unos 8 metros al N del Panel 9. Tiene unas dimensiones de 1 metro de ancho Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 209 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre x 1,7 metros de alto, siendo su orientación NE-SW (los grabados miran hacia el NW). Este panel fue realizado en una de las caras más planas de todo el frente rocoso del caboco, de ahí que sea uno de los paneles más espectaculares del conjunto estu-diado. El motivo central es una espiral de gran desarrollo que en su parte superior evo-luciona, mediante cambios de sentido, en semicírculos concéntricos, algunos de los cuales aparecen inconexos. A si izquierda, y separadas por una grieta natural de la roca que subdivide el panel, se disponen 14 líneas paralelas de diferente tamaño que prác-ticamente ocupan todo el ancho de la cara de la roca. Cabe señalar que la armonía existente entre ambos elementos es magnífica. En cambio, la iconografía del panel cambia de manera significativa en su mitad inferior. Un conjunto de 12 lí-neas flanquea la arista S del panel y da paso al intrincado motivo que remata el conjunto en la parte en la parte baja. La compleja forma que presenta en la actualidad es el resultado de una nueva superposición de motivos, y que en este caso parece tratarse de unos semicírculos concéntricos y de un meandriforme. El resultado de tal mezcla es un auténtico «enrejado» sin forma definida alguna. La técnica de ejecución predomi-nante es la del picado continuo de ancho y calidad variables. En cuanto a su profundidad, y si bien la misma no es en ningún caso significativa, hay que decir que también se aprecian ciertas diferencias. Además, hemos observado que en la parte inferior de la espiral hay tramos en los que el surco grabado ha sido regularizado mediante abrasión. Podemos decir que en este panel se emplearon hasta 3 tipos de picado diferentes que probablemente se correspondan con otros tantos momentos de ejecución de los motivos representados: — un picado continuo de perfecta ejecución que dio lugar a un surco ancho y superficial en el que se recurrió a la abrasión final. FOTO 4: Aspecto del Panel 10. 210 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García — un picado fino y continuo similar al anterior aunque sin el recurso de la re-gularización final del surco. — un picado fino y en parte discontinuo, con huellas de impacto algo más pro-fundas y que se correspondería con los motivos de factura más reciente. El estado de conservación es excelente y su visibilidad es notable, siendo uno de los paneles que primero aparecen ante nuestros ojos al aproximarnos a la estación. Esta circunstancia se ve reforzada por el hecho de que este panel se sitúa a cierta altura sobre el nivel del suelo (el motivo más bajo está a casi 1,5 metros de alto), por lo que ocupa un emplazamiento privilegiado. Panel 11 Se encuentra justo al lado del Panel 10, si bien en un plano diferente de la roca, lo que hace que ambos paneles estén casi frente a frente. Su orientación es NW-SE (los grabados miran hacia el SW), mientras que sus dimensiones son 0,9 metros de alto x 0,5 metros de ancho. La temática representada es bastante sen-cilla, sobre todo en comparación con el panel contiguo, ya que consta de 15 líneas ligera-mente onduladas o semicurvas que se dispo-nen de forma horizontal y paralelas unas a otras. Fueron realizadas siguiendo la técnica del picado continuo y sin abrasión final. El ancho medio de los surcos es de 1 cm. ape-nas. En los extremos del panel, donde la roca aparenta ser más dura, se aprecian unas hue-llas de impacto más potentes (separadas y algo más profundas que el resto). El estado de conservación es bueno en lí-neas generales. La rugosidad del soporte pétreo, unida a la coloración amarillenta del mismo, resalta aún más la visibilidad del panel. Panel 12 Se ubica a poco más de 1 metro al N del Panel 11, si bien en un plano más ele-vado (a unos 4 metros del suelo). Las dimensiones del panel son de unos 1,5 me- Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 211 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre tros de alto x casi 1 metro de ancho, sien-do su orientación E-W (el motivo grabado mira hacia el S). El tema iconográfico del panel es un pre-cioso meandro de gran desarrollo, de hecho ocupa casi toda la cara de la roca y que con-trasta claramente con los motivos represen-tados en el resto de la estación. Fue realiza-do mediante un picado continuo que posteriormente fue regularizado en algunos puntos, a pesar de lo cual las huellas de la percusión son perceptibles en la mayor par-te del motivo. Su estado de conservación es muy bueno, de hecho ya lo era antes de que se llevaran a cabo los trabajos de restauración llevados a cabo en todo el conjunto. La colora-ción más clara del soporte contrasta con el tono más oscuro del surco grabado, por lo que el panel es perfectamente identificable desde bastante distancia, circunstancia que le convierte en otro de los paneles más vistosos de toda la estación. Panel 13 Este panel resulta ser el más aislado de todos, ya que lo encontramos situado a unos 20 metros al W del Panel 12, en la parte alta de un promontorio rocoso que se levanta unos 12 metros sobre la margen derecha del barranco. Sus medidas son unos 2,5 metros de alto x casi 1,5 metros de ancho, si bien los motivos grabados apenas ocupan una pequeña superficie de la parte superior del mismo. La orientación del panel es N-S (los grabados mi-ran hacia el E). Los motivos representados en este panel, una pequeña espiral y debajo de ella unas líneas en forma de meandros, fueron ejecutados me-diante la técnica del picado continuo, de an-chura media y escasa profundidad. El estado de conservación es malo, ya que la superficie de la 212 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García roca es rugosa y está completamente cubierta de líquenes, por lo que la visibilidad del panel es muy reducida, de hecho pasa desapercibido a partir de cierta distancia. 4. INTERPRETACIÓN DE LOS GRABADOS DE EL CEMENTERIO Siempre que se habla sobre los grabados rupestres, sea en La Palma o en cualquier otro rincón del planeta, termina surgiendo la misma pregunta: ¿qué significado tie-nen estos enigmáticos motivos grabados en la piedra? Obviamente dar respuesta a esta interrogante no es sencillo. No hay duda de que el arte rupestre, en cualquier civili-zación, tiene un sentido y realiza una función determinada, aunque estos aspectos no siempre pueden ser determinados con un grado de certeza absoluta. En muchas oca-siones solamente podemos tratar de aproximarnos al sentido que dichas grafías pu-dieran haber tenido en el seno de una sociedad determinada, y para ello hemos de tener en cuenta todos los factores que de una u otra forma afectaban a esa sociedad. En este sentido, el punto de partida resulta obvio: igual que cualquier otra actividad realizada por el hombre, presente o pasada, también el arte rupestre prehistórico debe ser siempre estudiado en estrecha asociación con el entorno natural y cultural en el que ha surgido y del cual es una manifestación más. Podríamos decir que cada enclave rupestre constituye por sí mismo un documen-to único cuya lectura analítica por parte de los investigadores debe arrojar algún tipo de información relativa al mundo simbólico del grupo social en el ha tenido su ori-gen. En este sentido, resulta claro que la acción de, por ejemplo, grabar en un di-que basáltico, responde en última instancia a una actitud social, a una forma de com-portamiento humano que podría inferirse a partir de esos motivos representados. Diríamos que se trata de la única herramienta de que disponemos para tratar de ha-cer aflorar al exterior determinados aspectos del mundo interior de una sociedad ya desaparecida. Las funciones del arte rupestre pueden llegar a comprenderse si pensamos en él como en una forma de comunicación empleada en el interior del grupo, mediante signos que podían ser reconocidos por sus miembros y que permitían transmitir un concepto o un conjunto de conceptos, por lo que habrían adquirido de antemano un valor inimaginable. Una vez superada la fase de adaptación a un entorno determina-do se produciría, de forma gradual, la aparición de una serie de necesidades asocia-das al factor supervivencia, de ahí que se habría creado una enorme red de relacio-nes sociales que debía ir acompañada de un adecuado sistema de comunicaciones más diverso y estable que la comunicación oral. En cualquier caso, y a tenor de las conclusiones obtenidas en el seno de la inves- Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 213 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre tigación durante los últimos años, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que el arte rupestre es una cuestión más dinámica de lo que hubiese podido pensarse, por lo que no se limita a unos motivos representados de tipología más o menos comple-ja a los que el investigador se enfrenta en un momento determinado, sino que está sujeto a una serie de modificaciones. Tales representaciones encierran todo aquello que su autor o autores quisieron expresar, tanto en un primer momento como a lo largo del tiempo; admitiríamos así, dentro de este proceso, a todos aquellos individuos que, de alguna manera, modificaron los motivos originalmente representados. A la vez, reflejan todo aquello que los observadores que alguna vez las vieron y estudiaron sa-caron como conclusión. Y es que el arte rupestre no siempre es lo que se hizo origi-nalmente, sino que con cierta frecuencia incluye una cantidad de elementos que se fueron superponiendo, retocando, modificando en el tiempo. Incluso el entorno en el que se inserta un enclave rupestre, y que estaría relacionado con la simbología re-flejada en sus representaciones, ha podido sufrir transformaciones con el paso del tiem-po, siendo esta una variable que ha de ser tenida en cuenta por el investigador que afronta su estudio. Hay que decir que en el momento de producirse la conquista de la isla de La Palma (1493) parece como si el arte rupestre constituyera un elemento anacrónico y carente de sentido, tal y como indica el hecho de que tengan que transcurrir nada menos que dos siglos y medio para que aparezca la primera evidencia de su existen-cia (Belmaco, 1752). Resulta cuanto menos extraño que no aparezca nada sobre este tema ni en las crónicas de la conquista ni posteriormente en ninguno de los diarios y obras que escribieron viajeros, cronistas e historiadores que arribaron a la Isla. Ya en 1859, Antonio Rodríguez López, uno de los fundadores de la Sociedad «La Cos-mológica », se lamentaba de tal circunstancia: «De lamentar es que en la época de la Conquista no se hubiera averiguado el verdadero origen de la inscripción repetida, antes de que se extinguiese la pri-mitiva raza Palmesa, que encerró consigo aquel secreto de la historia en el polvo de sus grutas sepulcrales. ¡Y se han dejado después transcurrir cerca de cuatro centurias, para que las sombras de tantos años hayan ido condensando más y más la oscuridad que cubre el precioso monumento de Velmaco, sin que na-die haya procurado sacar la chispa de luz de aquella olvidada piedra!». Este mutismo absoluto es lo que ha hecho que hasta nuestros días se hayan suce-dido las más variopintas teorías acerca del verdadero sentido que habrían tenido las manifestaciones rupestres9. 9 MARTÍN RODRÍGUEZ, E., Afinidades africanas de las manifestaciones rupestres prehistóricas de la Isla de La Palma (Canarias), págs. 193-218, 1997. 214 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García Si partimos de lo dicho en la introducción, comenzaremos diciendo que, en el caso de la Isla de La Palma, el sentido del arte rupestre estaría estrechamente asociado tanto al bagaje cultural que habían adquirido las gentes que arribaron a la Isla, como al propio entorno físico y natural, determinante de cara a la obtención de recursos, que hallaron en las diferentes zonas en que se asentaron. La realización de los grabados rupestres formaba parte seguramente de ese bagaje cultural al que hacíamos referen-cia, aunque es posible que muchos aspectos relacionados con esta actividad se vieran modificados tras la llegada a la Isla. Parece acertado pensar que el entorno natural que encontraron en La Palma difería notablemente del que habían dejado en su ámbito de origen, lo que obligaría a adaptar muchas de sus pautas culturales, y entre ellas claro está, la realización de los grabados rupestres. Si pensamos en un medio insular, como es el caso que nos ocupa, podemos afir-mar que los diversos recursos, aparte de limitados, eran desconocidos inicialmente para los recién llegados, por lo que resulta obvio deducir que debieron recurrir a elemen-tos de carácter mágico-religioso que actuaran con un carácter propiciatorio. Lo des-conocido siempre ha llevado al hombre de cualquier época y civilización a recurrir a la Divinidad, ente protector al que no conoce pero al que asocia con las respuestas a sus peticiones de agua, alimentos, salud, pastos para los animales, etc. Y es aquí donde podríamos encontrar una respuesta al significado que pudieran haber tenido los gra-bados rupestres ejecutados en la estación de El Cementerio. Compartimos la idea de algunos investigadores10 que plantean que las manifesta-ciones rupestres más antiguas de la Isla se corresponderían con los primeros momentos del poblamiento insular. El desconocimiento inicial acerca de cuales serían los mejo-res lugares para hacer acopio de materias primas (barro para elaborar cerámica, rocas para tallar industrias líticas, etc.) y de recursos vitales para la subsistencia (agua, ali-mentos, pastos para el ganado, etc.) nos ha hecho plantearnos la posibilidad de que los grabados rupestres jugaran en estos momentos un papel fundamental en un do-ble sentido: Por un lado tendrían un carácter mágico-religioso asociado a rituales de carácter propiciatorio, es decir, los motivos grabados en la roca venían a simbolizar de una forma evidente y perenne una petición realizada a la divinidad que habitaba en lo alto. Creemos que la preponderancia de los motivos geométricos obedece al hecho de que sus rogativas tampoco eran demasiado variadas, o lo que es lo mismo, eran tan sen-cillas y vitales como los propios motivos labrados en la piedra. ¿Y que hay más vital en una sociedad ganadera arraigada en un medio insular que la abundancia de pas- 10 MARTÍN RODRÍGUEZ, E.; NAVARRO MEDEROS, J. F., y PAIS PAIS, F. J., El Corpus de gra-bados rupestres de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos yacimientos, 1990, págs. 157-185. Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 215 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre tos para el ganado y el disponer del agua que garantizara la subsistencia de hombres y animales? Ello explicaría el hecho de que en las proximidades de los lugares de habitación abundan los motivos geométricos de tipo circuliforme (espirales, círculos, herraduras, combinaciones de estos tipos, etc.), los cuales estarían asociados a plega-rias ligadas a la obtención del líquido elemento. En cambio, los motivos geométri-cos de tipo meandriforme, tan comunes en las cumbres de La Palma, simbolizarían la obtención de pastos para el ganado. Y el hecho de que en las cotas más bajas haya grabados meandriformes y en las cumbres se localicen motivos circuliformes, obede-cería a que en las zonas inferiores a los 500 metros de altitud, donde se localizan la mayor parte de los poblados de habitación, también tenía gran importancia el pas-toreo durante una buena parte del año, mientras que en los pastos de las cumbres también había que garantizar la obtención de agua. Y por otro lado, estamos convencidos de que muchas estaciones, caso de la que nos ocupa, aparte de su papel mágico-religioso, desempeñaban a la vez la función de elemento de referencia para poder localizar con mayor facilidad lugares de elevada importancia, caso de fuentes, rutas de pastoreo, zonas de pastos, etc. Sería una for-ma muy práctica de señalar los sitios cuyo emplazamiento no debía olvidarse. En este sentido, en El Cementerio existen varios motivos del tipo espiraliforme que desem-peñarían ambas funciones: por un lado, la de elemento votivo ofrecido a la divini-dad para que nunca faltase el agua, y por otro, la de indicar que en las cercanías era posible el aprovisionamiento del líquido elemento, circunstancia que no resultaba tan obvia en el caso de manantiales o eres de carácter estacional. En este caso, parece lógico pensar que la estación rupestre de El Cementerio está asociada a las actividades pastoriles desarrolladas en la zona por la población bena-hoarita que ocupó los poblados de cuevas próximos. Esta zona del Barranco de Las Canales debió ser una importante zona de pastos, al tiempo que se encontraba en medio de una ruta pastoril seguramente muy transitada durante la época prehispáni-ca. A estos factores habría que añadirle el hecho de que a los pies del caboco se for-maban grandes charcas tras las lluvias, tal y como ha sucedido hasta periodos recien-tes, y esta circunstancia tendría una importancia sustancial en un entorno más bien seco donde no proliferan precisamente los recursos hídricos. Todos estos factores, re-lacionados en última instancia con aspectos vitales para la supervivencia de la pobla-ción de la zona, habrían sido objeto de prácticas mágico-religiosas destinadas a ga-rantizar su perpetuación, es decir, procederían a la realización de rituales propiciatorios que garantizaran aspectos tales como la disponibilidad de agua para gentes y gana-do, pastos abundantes, animales sanos... Es aquí donde entrarían en juego las manifestaciones rupestres antes descritas. Su concentración en este lugar otorgaría al mismo la consideración de una especie de 216 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García «santuario» en el que se llevarían a cabo, en determinados periodos del año, esos su-puestos rituales asociados al mundo de sus creencias. En cualquier caso, nos vienen a la mente aquellas palabras del insigne investiga-dor René Verneau11 quien, refiriéndose al significado de las inscripciones alfabéticas de El Julan (El Hierro) escribió lo siguiente: «Las mismas inscripciones puede ser que nos den un día la palabra del enigma, cuando se llegue a descifrarlas. Han sido hasta ahora, letras muertas, pero puede que llegue el momento en que se las pueda leer». Finalmente quisiéramos plantear también aquí la cuestión de la mayor o menor visibilidad de los paneles rupestres de El Cementerio. En general, los especialistas aceptan el hecho de que muchas de las manifestaciones rupestres fueron concebidas por sus autores para ser contempladas, o al menos, para que los miembros del gru-po supieran que existían en un cierto lugar. En este sentido, es más que probable que los artistas tuvieran en cuenta, en ocasiones, el efecto que sus obras iban a producir en los espectadores, para lo cual procederían a seleccionar los emplazamientos más adecuados, y en ocasiones decidirían el diseño y la realización de los motivos repre-sentados de acuerdo a su posterior visualización, aspecto que en El Cementerio es, cuanto menos, recurrente. En este sentido, estamos convencidos de que sería proce-dente hablar de arte rupestre desde un punto de vista meramente artístico, si bien hemos de precisar que tales aspectos no son tampoco observables, ni mucho menos, en todas las estaciones palmeras. Para que aquellos grabados que desempeñaban también un papel funcional pudie-sen ser reconocidos por las gentes a quienes se dirigía el mensaje, sería imprescindi-ble que sus autores hubiesen tenido en cuenta no sólo la visibilidad de los mismos, sino también su posición con respecto al observador, la iluminación de la que goza-ra a lo largo del día, su tamaño o que la temática representada fuese reconocible. En este sentido, y a partir de los trabajos de campo realizados en la estación de El Ce-menterio, podemos afirmar que todos estos aspectos citados son apreciables, en nuestra opinión, en el citado enclave. Sin embargo, y como es lógico, no tenemos en la ac-tualidad los argumentos para valorar en que medida los motivos representados podían ser asimilados por parte de aquellos que los observaban. Cronología Otra cuestión que plantea no pocas dificultades, razón por la cual no vamos a profundizar demasiado en ella, sería la relativa a la adscripción cronológica de los motivos grabados en la estación de El Cementerio. Este aspecto, que según el doc- 11 VERNEAU, R., Cinco años de estancia en las Islas Canarias, pág. 97, La Orotava, 1881. Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 217 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre tor Martín Rodríguez12 responde a «un proceso evolutivo articulado en torno a una se-rie de hitos estilísticos y técnicos», presenta en el enclave objeto de nuestro estudio una gran complejidad, ya que parece observarse una amplia cronología en la ejecución de los motivos estudiados. Si nos atenemos a las técnicas empleadas (predominio del picado de anchura y profundidad variables y sin abrasionar) y a la temática de las representaciones, diría-mos que la mayor parte de los motivos fueron ejecutados a lo largo de la fase cerá-mica III, la cual se correspondería con una «etapa intermedia» en la ejecución de los grabados rupestres de la Isla. En ella predominarían aún las representaciones complejas, herencia de la etapa inicial, las cuales pueden llegar a alcanzar un gran desarrollo en algunos casos (por ejemplo las combinaciones de espirales y meandros). Esta etapa, según Martín Rodríguez13, manifiesta «inequívocos signos de consolidación de los proce-sos adaptativos (crecimiento demográfico, desarrollo de la producción material, éxito de las estrategias productivas...)». Sin embargo, no parece descabellado pensar que alguno de los motivos presentes en El Cementerio y en los cuales se recurrió a la abrasión del surco, pudieran haber sido iniciados en una fase anterior (fase cerámica II), si bien la escasa in-cidencia de esta técnica no nos permite plan-tear esta cuestión más que como una mera suposición. Lo que si parece claro es que otra buena parte de los signos grabados en El Ce-menterio pertenecen a una etapa posterior, lo que podríamos denominar como la «fase final» en lo que a la ejecución de los grabados rupestres se refiere. A la misma co-rresponderían aquellos motivos en los que la técnica del picado es un tanto descui-dada, dando más la sensación de una práctica mimética que de una actividad con una finalidad preconcebida. Además, las representaciones presentan una menor variedad FOTO 5.—Detalle de la técnica del picado continuo sin abrasionar. 12 MARTÍN RODRÍGUEZ, E., 1997, pág. 205. 13 MARTÍN RODRÍGUEZ, E., 1997, pág. 206. 218 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García formal y unas dimensiones más reducidas, surgiendo nuevas variantes formales (es-pirales con cambio de sentido interno o que arrancan a partir de un meandriforme). Presumiblemente pudieron haber sido realizados por los pastores que ocuparon los abrigos de la parte inferior del frente basáltico durante la fase cerámica IV, tal y como Martín Rodríguez14 ha planteado para la estación de La Zarza (Garafía). 5. BIBLIOGRAFÍA ABREU GALINDO, J. DE: Historia de la conquista de las siete islas de Canaria. (Santa Cruz de Tenerife), 1977. BELTRÁN MARTÍNEZ, A.: El arte rupestre canario y las relaciones atlánticas. Anuario de Estudios Atlánticos, XVII. 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Título y subtítulo | Los grabados de "El Cementerio" (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre |
Autor principal | Pais Pais, Felipe Jorge |
Entidad | Sociedad de Estudios Generales |
Publicación fuente | Revista de Estudios Generales de la isla de La Palma |
Numeración | Número 03 |
Sección | Arqueología |
Tipo de documento | Artículo |
Lugar de publicación | Santa Cruz de La Palma |
Editorial | Sociedad de Estudios Generales de la isla de La Palma |
Fecha | 2007 |
Páginas | pp. 187-220 |
Materias | Historia ; Etnografía ; Patrimonio ; Cultura ; Canarias ; La Palma ; Publicaciones periódicas |
Enlaces relacionados | Enlace a la Revista en la web del editor: http://www.palmensis.com/estudios-generales/ |
Notas | Actas del I Congreso (II): Arqueología - Arte y Arquitectura - Ciencias _ Geografía |
Copyright | http://biblioteca.ulpgc.es/avisomdc |
Formato digital | |
Tamaño de archivo | 4110462 Bytes |
Texto | Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 187 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre LOS GRABADOS DE «EL CEMENTERIO» (EL PASO, LA PALMA): EL RENACER DE UNA ESTACIÓN RUPESTRE Felipe Jorge Pais Pais*–Francisco José Herrera García** 1. INTRODUCCIÓN El hallazgo de la estación de grabados rupestres de La Fajana en los primeros días del mes de mayo de 19821 generó una inusitada expectación, no sólo entre los dife-rentes medios de comunicación, sino también entre la comunidad científica canaria debido al preciosismo de los motivos representados y, sobre todo, porque destacaban unas inscripciones que nunca antes se habían apreciado en la etapa prehispánica pal-mera. Se trataba de unos circuliformes que inmediatamente fueron bautizados como Resumen: El municipio de El Paso po-see, junto con el de Garafía, el mayor catá-logo de estaciones rupestres de la Isla de La Palma, y dentro del mismo ocupa un papel destacado la estación de «El Cementerio». Este enclave de singular interés, descubier-to hace ya más de 20 años, no había sido hasta ahora objeto de un análisis tan amplio y pormenorizado como el que presentamos en este artículo. La variedad y tipología de los motivos representados, así como las téc-nicas empleadas y el amplio intervalo crono-lógico que parece observarse en los graba-dos, nos han permitido obtener interesantes datos que, a modo de nuevas aportaciones, enriquecerán el estudio del arte rupestre pal-mero. Palabras clave: manifestaciones rupestres, grabado, yacimiento arqueológico, pastoreo, barranco, cueva. Abstract: El Paso town has got, with Garafía, the largest amount of rupestrian sites of La Palma island, and «El Cemente-rio » site stands out within them. This sin-gular and interesting place, found 20 years ago, had not been analysed as deeply as it’s being presented in this article. The variety and tipology of the represented engravings, as well as the used techniques and the lar-ge time passed among the different engra-vings, have permitted us to obtain very in-teresting data which will enrich the study of La Palma rupestrian art with these new dis-coveries. Key words: Rupestrian art, engraving, archaeological site, pasturing, ravine, cave. * Dr. en Prehistoria. Jefe de Sección de Patrimonio Histórico y Arqueología del Excmo. Cabildo In-sular de La Palma. ** Arqueólogo especialista en arte rupestre. 1 HERNÁNDEZ, María Victoria, Periódico Diario de Avisos (18 agosto 2002), pág. 22. 188 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García «soliformes» al estar su interior segmentados con trazos rectos, curvilíneos o sinuo-sos. Este acontecimiento trajo a nuestra Isla a todos aquellos investigadores que en esos momentos estaban trabajando sobre diferentes aspectos de la cultura benahoari-ta, entre los que cabe destacar los Dres. Antonio Tejera Gaspar, Mauro Hernández Pérez, Ernesto Martín Rodríguez y Juan Francisco Navarro Mederos. Por todo ello, no debe extrañarnos que a mediados del mismo mes se produjera el descubrimiento «Muy próximo al Lomo de Fajana, ... en el fondo del barranco de Tenisca otros yacimientos, los llamados del cementerio, por estar cerca del campo santo de El Paso...»2 que hasta entonces habían pasado completamente desapercibidos a pesar de su espectacularidad y ubicación en la parte alta de un pequeño caboco que inte-rrumpe el cauce del barranco y que destaca poderosamente en medio del terreno cir-cundante. Lamentablemente, en sus inmediaciones, a escasos 20 metros cauce arriba del ca-boco que sirve de soporte a los petroglifos, se encuentra el antiguo basurero munici-pal, muchos de cuyos desperdicios se habían ido acumulando en el remanso que se forma delante del propio caboco. Estos materiales fueron arrastrados por las escorren-tías invernales puesto que, no debemos olvidarlo, el Barranco de Las Canales, aún por esas fechas, corría varias veces cada año con una fuerza inusitada que podía arrastrar los materiales más pesados como lavadoras, neveras o coches. Estas avenidas de agua eran tan virulentas y poderosas que provocaban serios problemas en la integridad de los pajeros que estaban más cerca del cauce y donde sus laderas eran más suaves como, por ejemplo, en las construcciones que se sitúan junto al Salto de Pedro (junto al depósito de agua de abasto público). La continua avalancha de personas que visitaban ambos yacimientos, con el con-siguiente peligro a la integridad de los grabados rupestres, así como la fuerte presión mediática ejercida especialmente por la prensa diaria, obligaron a las instituciones a intervenir en los petroglifos de La Fajana con vistas a salvaguardar la integridad de las inscripciones, quedando en segundo plano el conjunto de El Cementerio debido, entre otras razones, a que los motivos representados eran unas preciosas y enormes espirales muy similares a las que aparecen dispersas por toda la orografía insular. No obstante, la primera actuación afectó a la limpieza del caboco en que se en-contraban los petroglifos de El Cementerio. Así, «De inmediato, por parte de la Al-caldía, por esos años Miguel Ángel Hernández Martín, se puso remedio y en pocos días basuras, lavadoras viejas y animales muertos desparecieron de aquella zona...»3. Desgraciadamente, tal y como suele ocurrir en este tipo de situaciones en las que se produce un despliegue informativo tan amplio como el ocurrido con el hallazgo 2 Op. cit., pág. 22. 3 Op. cit., pág. 22. Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 189 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre de las estaciones de grabados rupestres de La Fajana y El Cementerio de El Paso, comenzaron a surgir los primeros problemas de conservación ante la visita incontro-lada de un número creciente de personas. La presión antrópica fue tal que el Ayun-tamiento de El Paso se vio obligado a contratar un vigilante permanente hasta tanto no se arbitraran las medidas protectoras adecuadas, especialmente centradas en la sal-vaguarda de los «soliformes» de La Fajana. Lo acertado de esta medida se pudo cons-tatar de una forma inmediata. Los expoliadores, al no poder actuar en este yacimiento por la presencia constante del guardián, centraron sus miras en los petroglifos de El Cementerio, que distan unos 500 metros de los primeros y, además, están perfecta-mente escondidos en el fondo del Barranco de Las Canales, por lo que podían ac-tuar sin miedo a miradas indiscretas. Afortunadamente, no contaron con el celo pro-fesional del vigilante que impidió el acto vandálico: «...unos inconscientes ciudadanos pretendieron dejar su «huella personal»4. Además, «...El guarda puesto por la corporación municipal en la zona de los petroglifos dio cuenta a la Alcaldía del intento frustrado de tres jóvenes y el alcalde, aplicando la legislación vigente, les multó»5. Esta actuación ejemplarizante surtió el efecto deseado puesto que, hasta la fecha, la estación de grabados rupestres de El Cementerio es una de las pocas de la Isla que se ha salvado de los atentados más habituales en este tipo de yacimientos, como son las «tarjetas de visita» en forma de graffitis, imitación de los motivos, remarcado de las inscripciones prehispánicas o el saqueo de parte de los paneles. Y todo ello a pe-sar de que no existe impedimento físico de ningún tipo que impida el acceso a los petroglifos salvo los derivados de su ubicación en la parte alta del caboco. Los cada vez más numerosos visitantes del yacimiento se han mostrado absolutamente respe-tuosos, puesto que no han dejado la más mínima huella de su presencia en toda la zona, incluso antes de que se colocaran los paneles explicativos. Por otro lado, se trata de la primera y única sanción que, hasta el momento, se ha aplicado en afecciones al patrimonio arqueológico insular, a pesar de que con posterioridad han existido aten-tados con consecuencias mucho más graves como, por ejemplo, en el Roque de Los Guerra, El Tributo o la Playa de La Salemera, todos ellos en Villa de Mazo, en los que, a pesar de la apertura de los correspondientes expedientes sancionadores, que-daron completamente impunes. Las autoridades y los especialistas decidieron que el único yacimiento que debía ser protegido era La Fajana debido a la espectacularidad y excepcionalidad de sus motivos, así como por la facilidad del acceso al panel y por la fragilidad del mismo, cuya corteza estaba muy meteorizada, siendo fácilmente desprendible con la simple presión de una piedra o un palo. Para garantizar su preservación a las generaciones 4 HERNÁNDEZ, María Victoria, Periódico Diario de Avisos (25 agosto 2002), pág. 25. 5 Op. cit., pág. 25. 190 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García futuras se decidió colocar una empalizada de troncos fuertemente hincados en el suelo, que estuvo desempeñando su función hasta 1994, cuando ya estaba completamente desvencijada y sólo bastaba con apartarla para llegar junto a las inscripciones prehis-pánicas, por lo que la Dirección General de Patrimonio Histórico de Canarias la sus-tituyó por la valla metálica que aún ejerce a la perfección su cometido. En el caso de El Cementerio se pensó, con razón, que el número de visitantes sería mucho menor debido a la inexistencia de un sendero habilitado al efecto, de tal for-ma que el único acceso era a través del cauce del Barranco de Las Canales que to-dos los inviernos se veía afectado por las escorrentías invernales, de tal forma que la incipiente vereda desaparecía en cuestión de minutos haciendo casi imposible que los turistas diesen con el yacimiento. Por otro lado, tal y como indicamos anteriormen-te, la ubicación de los paneles en la parte alta del caboco disuadía a la inmensa ma-yoría de los turistas a «engarapitarse» en los riscos para llegar hasta ellos y el consi-guiente peligro de una caída accidental aunque, en varias ocasiones, constatamos personalmente como los más atrevidos no dudaban en descolgarse desde la parte alta del caboco para llegar hasta los paneles 4 y 5. A todo ello debemos añadir que la capa de musgos y líquenes que cubría los petroglifos era tan potente que la mayor parte de los paneles pasaban completamente desapercibidos para la gran mayoría de las personas, especialmente si el día estaba nublado. Hemos comprobado como, incluso en los días más luminosos y en la hora más idónea (media tarde), sólo eran capaces de apreciar unos pocos paneles por las razones anteriormente indicadas. De hecho, las inscripciones prehispánicas de El Cementerio de El Paso fueron cayendo paulatinamente en el olvido debido a la inexistencia de paneles direcciona-les indicativos de cómo llegar hasta el yacimiento. En el caso de La Fajana, la situa-ción es completamente distinta debido a que el vallado es claramente perceptible desde el aparcamiento situado en el cauce del Barranco de Las Canales, desde donde par-tía un sendero que discurre por un ramal del Antiguo Camino Real que comunica-ba Santa Cruz de La Palma y El Puerto de Tazacorte, y del que luego parte un des-vío que en apenas 50 metros lleva hasta los petroglifos. Por el contrario, el acceso a los grabados rupestres de El Cementerio es muy com-plicado por diversas razones: 1) El número de visitantes es mucho menor que en La Fajana, de tal forma que la vereda está mucho menos trillada; 2) La vegetación de las orillas del camino disimula el trazado del mismo; 3) El tramo principal del Ca-mino Real confunde a los visitantes y no se dan cuenta que el acceso no es a través de él, sino siguiendo el cauce del barranco; y 4) Las guías turísticas le dan mucho más importancia a los petroglifos de La Fajana menospreciando las inscripciones de El Cementerio, lo cual es un craso error. Tal es así que apenas una cuarta parte de los visitantes de La Fajana deciden acercarse hasta El Cementerio. Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 191 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre Esta diferencia entre ambos yacimientos se mantiene incluso en nuestros días, cuando existen paneles direccionales y el sendero es claramente perceptible, tal y como hemos podido comprobar personalmente. Sin embargo, queremos reseñar, y para ello hemos elaborado este estudio, que, en estos momentos existen muy pocas estaciones de grabados rupestres en La Palma que resulten ser tan bonitas, raras y complicadas, estilísticamente hablando, como los espectaculares paneles de este caboco, los cuales pueden ser admirados en todo su esplendor especialmente con la caída de la tarde. A comienzos de la década de los 90 del siglo XX se decidió acometer el primer estudio serio y científico del yacimiento que consistió, básicamente, en el calco de los petroglifos dentro del proyecto Corpus de grabados rupestres de la isla de La Palma dirigido por los Dres Juan Francisco Navarro Mederos y Ernesto Martín Rodríguez. En el año 1993, los yacimientos de La Fajana y El Cementerio fueron estudiados por nosotros durante la realización de la Carta Arqueológica de La Palma. Este pro-yecto fue encargado y auspiciado por la Dirección General de Patrimonio Histórico de Canarias y el Excmo. Cabildo Insular de La Palma. Las prospecciones efectuadas nos permitieron localizar varios paneles nuevos ubicados en las inmediaciones del panel principal de La Fajana, así como un estrecho y largo tubo volcánico situado al este de las inscripciones de El Cementerio, en la margen izquierda del Barranco de Las Canales, y que describiremos un poco más adelante. Por esas mismas fechas, ante el auge creciente del turismo en la Isla, comienza a incrementarse progresivamente el número de visitantes a la zona, entre otras razones porque muchos de los turistas, especialmente los alemanes, traían consigo guías muy detalladas y precisas de cómo llegar hasta el yacimiento. Paulatinamente, el continuo tránsito de las personas fue habilitando un precario sendero que discurría a través del cauce del Barranco de Las Canales, aunque sufría constantes alteraciones cada vez que el agua corría. A estas dificultades debemos añadir el crecimiento de la vegetación que podía hacer desaparecer algunos tramos del camino en cuanto la afluencia de gente descendiera un poco. La alcaldía de El Paso siempre ha sido consciente de que los petroglifos de La Fajana y El Cementerio son uno de los atractivos turísticos principales con que cuenta el municipio. Por ello, ha existido una preocupación constante, dentro de sus modestas posibilidades, por facilitar la visita de ambos yacimientos. Así, dentro de esta políti-ca, a mediados de la década de los 90 del siglo XX, el Campo de Trabajo del verano de ese año estuvo dedicado a la limpieza, adecentamiento y delimitación de los sen-deros que conducen a los grabados rupestres de las dos estaciones. En el caso de El Cementerio, la principal dificultad estribaba en que su trazado discurría por el cen-tro del cauce del Barranco de Las Canales, por lo que hubo de llevarse a cabo una labor de regularización del terreno en aquellas zonas donde los desniveles o las rocas 192 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García eran más grandes. Así mismo, y para evitar los problemas descritos en el párrafo an-terior, se optó por la solución de delimitar el sendero mediante la alineación de pie-dras de distintos tamaños. y señalamiento de la vereda mediante la alineación de ro-cas de diferentes tamaños, lo cual no ha impedido, por otro lado, su desaparición progresiva con las escorrentías que se han sucedido desde entonces que, si bien no se parecen en nada a las que ocurrían hace 20 años, siguen provocando desperfectos más o menos graves en determinados tramos. A comienzos del año 2002 la Consejería de Cultura, Educación y Patrimonio Histórico del Excmo. Cabildo Insular de La Palma encargó a la empresa ARQUEO-CANARIA S. L. el proyecto de Señalización, restauración y colocación de puntos de información en las estaciones rupestres de Lomo de La Fajana y El Cementerio. La re-dacción del trabajo fue terminada en abril de 2002. Las propuestas consistían, bási-camente, en lograr los siguientes objetivos: A) Colocación de paneles direccionales que facilitasen a los visitantes el acceso hasta ambos yacimientos puesto que, la ausencia de los mismos, estaba pro-vocando que llegar hasta ellos fuese una auténtica odisea. Se colocaron 5 se-ñales de tráfico en aquellos puntos que planteaban mayor confusión, como por ejemplo ocurría con las intersecciones entre la carretera general de Las Cuestas y la entrada al barrio de San Telmo y los cruces de El Morro y los Tres Caminos hasta llegar al cauce del Barranco de Las Canales, junto al Salto de Pedro, donde se situaba el aparcamiento. B) Tratamiento del estacionamiento: Esta actuación fue muy sencilla, entre otras razones porque el Consejo Insular de Aguas impedía cualquier modificación Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 193 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre del curso del barranco que supusiese un peligro en el caso de avenidas de agua. Por tanto, las obras consistieron en la limpieza del cauce retirando las basuras y escombros que se habían acumulado, regularización de la superfi-cie, el pintado y enfoscado de la pared de bloques situada en el lado oeste y la colocación de señales y puntos de información sobre los dos yacimientos arqueológicos que se van a visitar. C) Camino de acceso a los grabados: Se inicia en el aparcamiento y tiene un recorrido de 100 metros hasta la bifurcación que lleva a los petroglifos de La Fajana y El Cementerio. Se limpió el sendero de maleza y piedras, colocán-dose una baliza de información al llegar al lugar en que se produce la bifur-cación que conduce a ambos yacimientos. D) Caboco donde se encuentran los petroglifos de El Cementerio: Tras la lim-pieza de basura efectuada el mismo año de su descubrimiento (1982) la es-correntía había ido acumulando nuevos deshechos en el caboco procedentes del basurero aledaño, de tal forma que el aspecto que ofrecía el lugar a los turistas no era nada edificante. Por ello, en marzo de 2002 el Cabildo Insu-lar de La Palma decide tomar cartas en el asunto y envía una cuadrilla de la Unidad de Medio Ambiente con la misión de adecentar este paraje. Duran-te estos trabajos no sólo se retiraron los materiales arrastrados por el agua desde el cercano basurero, sino que también se decidió limpiar la densa cu-bierta vegetal que existía justo delante de los paredones verticales que servían de soporte a los grabados y que dificultaba enormemente la contemplación de las inscripciones prehispánicas. Además, y atendiendo a la colaboración entre distintas administraciones, el Campo de Trabajo promovido por el Ayuntamiento de El Paso de ese año se destinó al acondicionamiento del sendero que lleva hasta los petroglifos y que, básicamente, es el mismo que aún se conserva en nuestros días. E) Finalmente, se proponía la implantación de una serie de paneles explicativos, así como la colocación de un pequeño vallado con tensores de cables de acero. Con este último no se pretendía, ni mucho menos, la protección efectiva de los grabados rupestres, tal y como sucede en La Fajana, sino que más bien se trataba de inculcar a los visitantes de la zona la importancia de lo que allí estaban contemplando y la necesidad de preservarlos a las generaciones futu-ras. Y, hemos de reseñar que, hasta el momento, la medida ha sido totalmente efectiva, puesto que los miles de visitantes que se han acercado a este paraje se han mostrado absolutamente respetuosos y no se aprecia la más mínima inscripción reciente, a diferencia de lo que sucede en muchos otros yacimien-tos de la Isla. Todas estas actuaciones fueron ejecutadas en julio de 2003. 194 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García Por último, en el año 2005, a propuesta de la Consejería de Cultura, Educación y Patrimonio Histórico del Excmo. Cabildo Insular de La Palma, la Dirección Ge-neral de Patrimonio Histórico de Canarias acometió el proyecto de Limpieza y res-tauración de las estaciones de grabados rupestres de La Fajana y El Cementerio de El Paso. Estos trabajos fueron llevados a cabo por la empresa Gabinete de Patrimonio, cuyo director es el restaurador Miguel Ángel Núñez Villanueva, que ya ha trabajado en diferentes yacimientos arqueológicos de La Palma como, por ejemplo, en Belmaco (Villa de Mazo) y Lomo del Topo (El Paso). La actuación consistió, básicamente, en la eliminación de los líquenes y musgos que cubrían en su totalidad a los petroglifos y que dificultaban enormemente la observación de estas magníficas inscripciones. Además, se procedió a la consolidación de una serie de grietas que amenazaban con mutilar algunos de los paneles y la colocación en su sitio de algunos trozos que se habían desprendido de la roca madre. Este lavado de cara, no sólo ha posibilitado el hallazgo de algunos paneles nuevos, sino que también ha permitido que este conjunto se haya convertido en una de las estaciones de grabados rupestres más espectaculares de la Isla, tanto desde el punto estético como el estilístico, lo cual nos ha llevado a preparar este estudio que ustedes tienen en sus manos. FOTO 1.—Trabajos de limpieza y restauración en los grabados de «El Cementerio». 2. EL CONTEXTO ARQUEOLÓGICO La estación de grabados rupestres de El Cementerio de El Paso se ubica sobre la cota altitudinal de los 600 metros, es decir, en plena zona de medianías de La Pal-ma. Los petroglifos se extienden por la margen derecha del Barranco de Las Cana- Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 195 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre les, aprovechando la existencia de un pequeño caboco que sólo destaca por esa ver-tiente del cauce, ya que la altura del salto de agua apenas si alcanza los 1,70 metros. El caboco forma un semicírculo con una anchura que oscila entre los 20 y 30 me-tros. Las inscripciones prehispánicas se extienden por la parte superior de los pare-dones verticales, con la única excepción del panel 13, cuya altura oscila entre los 6 y 10 metros. El barranco, en este punto, está formado por suaves laderas con una profundidad máxima que no supera los 20 metros, siendo mucho más alto y escarpado por la margen izquierda que por la derecha, en donde se sitúan los petroglifos. Esta circuns-tancia hace que la panorámica que se divisa desde el yacimiento, y a diferencia de lo que sucede en La Fajana por ejemplo, sea muy poco extensa, ya que prácticamente lo único que se aprecia son las laderas y el cauce del barranco, así como el arranque de las lomas que forman Los Barros en dirección norte y este. Por el contrario, va-rios de los paneles, fundamentalmente los números 2, 3, 6 y 10, se aprecian clara-mente desde una distancia considerable y, en cualquier caso, bastante antes de llegar a la base del caboco, siempre y cuando se suba por el cauce. Nos encontramos en el dominio potencial del pinar que, si bien ha sido talado en su práctica totalidad en los lomos de los alrededores, nos encontramos aún con un pequeño bosquete que se sitúa a escasos 30 metros al oeste de los petroglifos, ocupando buena parte de las laderas que forman la margen izquierda del barranco. A ello debemos añadir la presencia de grandes ejemplares de palmeras (Phoenix ca-nariensis) en la zona donde se produce la bifurcación de los senderos de La Fajana y El Cementerio. La vegetación arbustiva actual está formada por galguiteros (Rubia fruticosa), higuerillas (Euphorbia obtusifolia ssp. regis-jubae), verodes (Kleinia neriifolia), hierbas de risco (Lavandula canariensis), cabezotes (Carlina falcata), helecheras (Gén. Pteridium), tederas (Psoralea bituminosa), lechugas (Gén. Sonchus), bejeques (Gén. Aeonium) y vinagreras (Rumex lunaria). A ellas debemos añadir la presencia de ma-tas aisladas de salados (Schizogyne sericea), poleos (Bystropogon origanifolius), magar-zas (Argirantheum haonarytheum), tagasastes (Chamaecytisus proliferus), cornicales (Pe-riploca laevigata), malfuradas (Hypericum grandifolium), etc. Esta cubierta vegetal, bastante densa en años con lluvias normales, constituía un excelente campo de pastoreo para los rebaños de los benahoaritas que vivían en los poblados de cuevas situados cauce arriba hacia el este (Tenerra) y aguas abajo hacia el oeste (Salto de Pedro) de la estación de grabados rupestres de El Cementerio. Esta actividad se ha podido documentar a través del hallazgo de un paradero pastoril si-tuado a unos 150 metros cauce arriba de los petroglifos, justo en el extremo final del interfluvio que se forma en la confluencia entre el Barranco de Las Canales y la Ba-rranquera de La Pata. Este yacimiento constituye una excelente plataforma natural para 196 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García el control de las manadas en ambas cuencas hidrográficas. Los restos arqueológicos superficiales consistían en un fragmento de cerámica de la Fase IVa decorado mediante la técnica del peine basculante, así como pequeñas lascas de basalto gris procedente del desbastado de los núcleos o la preparación de los utensilios más complejos. Sin duda, estos puestos de vigilancia de los rebaños de ovicápridos sería mucho más abun-dante de lo que podemos apreciar actualmente, especialmente a lo largo de la orilla superior de ambas márgenes del Barranco de Las Canales, aunque la densa cubierta vegetal que cubre el terreno y la roturación del mismo para crear vetas de cultivo hacen muy complicado su hallazgo. La estación de grabados rupestres de El Cementerio de El Paso está ubi-cada en una zona completamente ais-lada en lo que se refiere a la existen-cia de otro tipo de vestigios pre-hispánicos. A pesar de estar emplaza-da en el fondo del Barranco de Las Canales no se han encontrado cavida-des, salvo las que se abren en la base del mismo caboco que sirve de sopor-te a los petroglifos, lo suficiente am-plias como para ser ocupadas por los benahoaritas de forma permanente, ya que las covachas y cejos que hemos descubierto se abren en el mismo cau-ce, de tal forma que no era aconseja-ble su ocupación, especialmente en la época invernal ante el peligro real que suponían las avenidas de agua del ba-rranco. Por tanto, resulta evidente que este lugar tenía la función de una especie de santuario al que acudían los antiguos palmeros con un fin determinado y, con toda probabilidad, en épocas muy concretas del año. Los poblados de cuevas más cercanos se encuentran, aproximadamente, a unos 500 metros, tanto cauce arriba como abajo, respecto a los grabados rupestres. Así los asen-tamientos permanentes más próximos se sitúan en torno al caboco denominado Sal-to de Pedro en dirección a la desembocadura del barranco. En esta zona el Barranco de Las Canales se encajona en el terreno y en la base de sus paredones verticales, es-pecialmente en la margen izquierda, se abren una serie de cavidades que, al menos en 5 casos, fueron habitadas de forma continuada por los benahoaritas. Su exposi- FOTO 2.—Vista panorámica de la zona en la que se emplaza la Estación de «El Cementerio». Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 197 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre ción hacia el norte no fue obstáculo para su ocupación debido a que en esta zona los tiempos más desapacibles como las borrascas invernales o la brisa y el levante atacan desde el oeste y el este, respectivamente, de tal forma que estaban perfectamente pro-tegidas de las inclemencias del tiempo. Además, en la entrada de una covacha que se abre en la vertiente derecha, y que a pesar de sus reducidas dimensiones fue asidua-mente explotada, se realizó un pequeño grabado rupestre que representa un meandri-forme de corto desarrollo que constituye uno de los escasos ejemplos existentes en toda la isla donde se realizaron inscripciones en cuevas naturales de habitación. Por otro lado, a media ladera de la margen izquierda del barranco existe un barrero que fue explotado por los vecinos del lugar hasta no hace muchos años. Seguramente, este lugar de extracción de materia prima también fue conocido por loa aborígenes pues-to que, al menos que nosotros sepamos, es el único que se conoce en todo este ba-rranco desde su nacimiento en La Cumbrecita hasta su desembocadura en el Puerto de Tazacorte. El otro poblado de cuevas se localiza hacia la cabecera del barranco y, por tanto, a mayor cota altitudinal, en el paraje conocido por Tenerra. El asentamiento está for-mado por 5 cavidades de diferentes tamaños y condiciones de habitabilidad que se disponen por ambas vertientes. Nos encontramos desde una gigantesca cueva que podía albergar a un grupo amplio de personas a otras que no pasan de ser covachas con capacidad para albergar a una o varias personas, a pesar de lo cual también fue-ron habitadas de forma permanente. En los lomos que forman la orilla superior de la margen derecha del barranco, y junto al conocido como Camino de La Pata, po-siblemente de tradición prehispánica, se descubrió un precioso grabado rupestre de tipo geométrico que tiene como soporte una piedra suelta que fue rescatado en su momento por D. Braulio Martín. Seguramente, los benahoaritas que acudían a celebrar sus ritos mágico-religiosos en torno a los grabados rupestres de El Cementerio, así como de La Fajana, serían, fundamentalmente, los habitantes de los poblados de cuevas descritos en los aparta-dos anteriores. No obstante, tampoco es descartable, ni mucho menos, que acudie-sen otras gentes de poblados aún más alejados como los de La Campana o La Mon-tañita, dependiendo de la importancia que tuviesen ambos conjuntos que, en principio, parece bastante grande, sobre todo si lo comparamos con las inscripciones prehispánicas que existen en cada uno de los 4 poblados de cuevas mencionados. Muy cerca del paradero pastoril descrito en su párrafo correspondiente existe un estrecho y largo tubo volcánico en cuyo interior localizamos hace muchos años un gran fragmento de cerámica de la Fase IV. Sin embargo, esta cavidad, debido a su escasa altura y anchura, piso inclinado con afloramientos de la roca madre y la in-tensa humedad y oscuridad reinantes en su interior, no parece que fuese utilizada 198 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García como lugar de habitación. Nos inclinamos en otorgarle un valor funerario, aunque no localizamos en su momento restos humanos. Por otro lado, el pedazo de la vasija también podría estar relacionado con su rotura accidental al penetrar en su interior en busca del agua que goteo del techo de la cavidad, por lo que podría tratarse de un lugar de provisión del líquido elemento que no es muy abundante precisamente en toda esta parte del antiguo cantón de Aridane. En la base del caboco que sirve de soporte a los petroglifos de El Cementerio se abren cuatro pequeñas cavidades naturales en las que se han encontrado algunos, aunque escasos restos, arqueológicos superficiales, lo cual indica su explotación por parte de los benahoaritas. Sin embargo, no parece que fuesen ocupadas de forma permanente debido a sus reducidas dimensiones, precarias condiciones de habitabili-dad y, sobre todo, por la peligrosidad que representaban las avenidas de agua repen-tinas del barranco. La cavidad I se encuentra en el extremo izquierdo del caboco, junto al salto de agua y debajo de los paneles 1, 2 y 3. Consta de dos partes claramente diferencia-das: A) La zona izquierda es un estrecho cejo de unos 4 metros de anchura, 2 me-tros de profundidad máxima y apenas unos 80 centímetros de altura en la boca. Este sector queda completamente cubierto por el agua cada vez que «corre» el barranco, de tal forma que el suelo está cubierto por una fuerte capa de limo muy fino. B) La parte central e izquierda está separada del suelo del caboco por un afloramiento na-tural de unos 50-60 centímetros de altura, a pesar de lo cual también se ha visto afec-tada por la escorrentía. La anchura en la boca es de unos 3 metros, una profundi-dad de 3,50 metros y una altura media de 1,10 metros. En el piso abundan los afloramientos de la roca madre. En las zonas más profundas se aprecian rastros de humedad, si bien hemos de apuntar que sólo hemos visto goteos en los años más llu-viosos y sólo en la época invernal. La entrada está expuesta hacia el oeste. La cavidad II se encuentra a 1,50 metros hacia el norte respecto al extremo dere-cho de la anterior. En realidad, retrata de una minúscula covacha ubicada debajo de los paneles 6, 7, 8 y 9. Sus reducidas dimensiones hacen inviable cualquier tipo de ocupación salvo, quizás, protección contra las inclemencias del tiempo. La anchura, altura y profundidad no sobrepasan el metro. La cavidad III se sitúa a unos 2 metros del extremo derecho de la covacha ante-rior, estando separada del piso del caboco por una repisa rocosa de unos 80 centí-metros de altura, a pesar de lo cual el agua ha penetrado en su interior cuando la charca que se forma tras las lluvias fuertes alcanza su máxima extensión. Se trata de una covacha, cuya planta es muy irregular, con una anchura máxima en la boca y en el interior de 3 metros, una profundidad de 3 metros y una altura media de 1,20 metros que impide que se pueda estar erguidos en su interior. Localizamos un frag- Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 199 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre mento de la dentición de leche de un ovicáprido. La entrada está expuesta hacia el oeste. La cavidad IV es la más amplia de todas y la que está más a salvo de la escorren-tía, aunque no completamente, al encontrarse en la parte central del caboco y a un metro por encima del suelo del mismo. Se trata de dos covachas contiguas que están individualizadas por un saliente rocoso del risco. El sector derecho tiene una anchu-ra en la boca de 2,20 metros que se estrecha progresivamente hacia el fondo y una profundidad máxima de 3,50 metros. La parte izquierda es algo más amplia, ya que su anchura y profundidad son de unos 4 metros. La boca está expuesta hacia el sur. Puede contar con algo de relleno arqueológico, aunque no parece ser de gran espe-sor. En su interior se encontraron varios fragmentos de cerámica de la Fase IV, las-cas de basalto gris y fragmentos óseos machacados. Su interior, especialmente en la parte derecha, es húmedo, pudiendo quedar completamente encharcado en los invier-nos más húmedos. En resumen, todo apunta a que estas cavidades no fueron ocupadas de forma per-manente por los benahoaritas, sino que su explotación estaría directamente relacio-nada con la práctica pastoril, tal y como sucede en el cejo excavado en la estación de grabados rupestres de La Zarza (Garafía)6, en un momento en que estas inscrip-ciones habían perdido su sentido mágico-religioso que coincidiría con la Fase Cerá-mica IV. Por tanto, los benahoaritas acudirían a esta zona a refugiarse de las incle-mencias del tiempo o, quizás, a proveerse del agua que, con toda seguridad, existe en el ere que se forma justo delante del caboco. A pesar de todo queremos dejar constancia de que nos han sido entregados una serie de restos arqueológicos recogidos hace unos 20 años y que, según su descubri-dor, proceden de las cavidades que están debajo de los petroglifos de El Cementerio. Sin embargo, la abundancia y variedad de los materiales prehispánicos, típicos de una cueva natural de habitación permanente, no hacen mantener serías dudas sobre su procedencia debido a las circunstancias especificadas anteriormente y, sobre todo, porque en la actualidad, y a pesar de los agujeros realizados por conejos o ratas en la cueva I no se aprecia ni el más mínimo trazo de una estratigrafía, por muy pequeño espesor que esta tuviese. Los fragmentos de cerámica nos indican que se trata de un yacimiento que fue habitado de forma continuada durante las fases IVb y IVa (18 fragmentos), IIId (2 muestras), IIIc (1 evidencia) y 13 fragmentos que carecen de decoración. La indus-tria lítica está representada por 3 diques de pequeño tamaño y muy delgados, 3 las-cas de basalto gris y una cuarta de un basalto vítreo de muy buena calidad. La fau- 6 MARTIN RODRÍGUEZ, E., La zarza: entre el cielo y la tierra (Madrid), 1998, pág. 86. 200 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García na doméstica cuenta con 13 pedazos de la diáfisis de huesos largos, en su gran ma-yoría de ovicápridos destacando, además, de que 4 muestras están quemadas; entre los restos identificables destacan 2 pedazos de costillas, varios trozos de metapodio y una ulna de ovicápridos bastante jóvenes, así como un calcáneo de una cabra adul-ta. A todo ello debemos añadir, y es uno de los datos más interesantes, la existencia de un colmillo de leche de un lechón. La importancia de este hallazgo es importan-te porque la presencia de suidos en esta parte de la isla era muy escasa durante la Fase Cerámica IV, tal y como se ha comprobado con los estudios zooarqueológicos de la Cueva de El Rincón (El Paso)7. Este mismo interés se desprende de un pequeño frag-mento de una lapa (Patella candei crenata) que indica el aprovechamiento de los re-cursos marinos por parte de estos benahoaritas a pesar de la enorme distancia que los separaba del mar, lo cual también se ha verificado en el yacimiento de El Rincón, que aún se encuentra más lejos que la zona de El Cementerio8. Finalmente, también se recogieron varios trocitos de carbón. 3. CARTA RUPESTRE DE LA ESTACIÓN DE EL CEMENTERIO La estación rupestre de El Cementerio se emplaza en el Municipio de El Paso, concretamente en un salto del cauce del Barranco de Las Canales, en la cota altimé-trica de los 595 metros. Sus coordenadas geográficas son: 28º 39’ y 21’’ de Latitud Norte y 17º 52’ y 56’’ de Longitud Oeste. Este enclave cuenta con un total de 13 paneles grabados que tienen por soporte un frente basáltico que corre en dirección N-NW a S-SW y que da lugar a la formación de un pe-queño caboco de unos 28 metros de largo, mien-tras que la altura del mismo oscila entre los 4 metros del extremo S, los 6 metros de la parte central y los 7 metros del sector situado más al Norte. Panel 1 Se encuentra en el extremo S del frente, ape-nas 1,5 metros sobre el nivel del suelo y en una 7 PAIS PAIS, F. J., La economía de producción en la prehistoria de la isla de La Palma: la ganadería (Santa Cruz de Tenerife), 1996, págs. 487-489. 8 PAIS PAIS, F. J., 1996, pág. 492. Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 201 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre cara del roquedo que se retranquea hacia el interior. El panel, que presenta una orien-tación NE-SW, mide apenas 66 cms. de ancho x 75 cms. de alto. La temática repre-sentada es un pequeño y sencillo meandriforme de tendencia semicircular y con cam-bios de sentido, coronado por cuatro semicírculos concéntricos unidos «dos a dos» en uno de los extremos. En su ejecución se recurrió a la técnica del picado continuo. El mismo es regular en la parte inferior del panel, donde se procedió a abrasionar el surco con el fin de eliminar las huellas de la percusión, mientras que en la parte superior se prescindió de este acabado y el surco es algo más ancho en algunos puntos, siendo perfectamente visibles las huellas del picado. El ancho del surco oscila entre los 0,6 y los 2 cms., mientras que su profundidad es poco significativa (picado superficial). El estado de conservación del panel es bastante bueno. Su grado de visibilidad depende del nivel de insolación que reciba la roca, aunque en general puede decirse que es igualmente buena. La propia coloración del panel, más oscuro en la parte in-ferior, propicia que el arranque del motivo grabado sea algo más difícil de apreciar en comparación con el desarrollo posterior del mismo. Panel 2 Se ubica apenas 1 metro a la iz-quierda del Panel 1, si bien a un ni-vel más elevado. Es el más grande de todo el conjunto, ya que sus dimen-siones rondan los 2 metros tanto de alto como de ancho, si bien sólo se aprovechó para grabar la mitad izquierda y la parte inferior del mismo. Se orienta siguiendo casi la dirección del frente basáltico (N-S). Los motivos ejecutados en este panel son de gran belleza: el tema central es una espiral de mediano desarrollo asociada a líneas laberínticas en su parte superior y ja-lonada en ambos lados, y especialmente en la parte inferior, por gran cantidad de grecas. Estos últimos motivos, poco frecuentes en las estaciones rupestres palmeras, están interrumpidos en varias zonas del panel debido tanto al descascarillado de la roca como a la fractura de la misma, tal y como ha sucedido en la parte inferior del pa-nel, que se haya «colgada» sobre la boca del mayor de los cejos y de la cual se ha desprendido un bloque grabado que se fracturó; una parte fue restituida a su empla-zamiento original por medio de resinas sintéticas, mientras que la otra desapareció (posiblemente alguien la encontró y se la llevó). 202 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García La técnica empleada en la realización de los motivos grabados de este panel fue también la del picado, en este caso sin ningún tipo de abrasión, por lo cual las hue-llas del picado son perfectamente visibles. Tanto en la espiral como en las grecas el surco presenta una cierta regularidad en lo que a anchura y profundidad se refiere, mientras que en el motivo laberíntico de la parte superior el mismo resulta ser bas-tante irregular, con zonas en las que se recurrió al picado suelto y tramos en los que la anchura del surco ronda los 3 cms. Tal y como sucede en la mayor parte de los paneles, la visibilidad de este es también perfecta, siendo visible desde varios metros de distancia tanto por su buen estado de conservación como por su estratégico emplaza-miento a unos 2 metros del suelo. Panel 3 Se localiza justo a la iz-quierda del Panel 2, en un bloque perfectamente definido que se ubica a unos 2 metros sobre el nivel del suelo. Sus dimensiones son 62 cms. de alto x 1,2 metros de ancho, mientras que su orientación también es N-S. La temática ejecutada en este panel presenta en la actualidad una enorme com-plejidad debido a su reutilización en época prehispánica, circunstancia que ha propi-ciado la presencia de superposiciones. Los motivos grabados ocupan prácticamente toda la superficie disponible en la roca. Una estudió pormenorizado de los motivos nos indica que en un primer momento se procedió a representar varios grupos de mo-tivos lineales paralelos entre si y que tienen una forma recta o bien semicurva. Pos-teriormente, sobre estos motivos se ejecutaron cuatro signos espiraliformes de pequeño tamaño así como sencillos trazos con forma de meandro. Este panel resulta especialmente interesante debido a que se mezclan hasta 3 ti-pos de picado: — un picado continuo, de anchura variable y regularizado mediante abrasión. — un picado continuo y fino, sin abrasionar y en el que son perfectamente visi-bles las huellas de la percusión. — un picado discontinuo y con unas huellas de impacto más profundas. Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 203 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre Tal y como indicábamos, el interés del panel se acrecienta de manera notable por la existencia de varios motivos superpuestos, circunstancia que permitirá estable-cer diversas cronologías en relación con la ejecución de los motivos grabados y que quedaría corroborada por la existencia de diversas técnicas empleadas en su reali-zación. Panel 4 Tanto este panel como el 5 forman parte de una misma unidad si bien, debido a su complejidad y dimensiones, hemos optado por estudiarlos como si se tratase de dos unidades diferentes. Para dividirlos hemos aprovechado la existencia de una grieta na-tural de la roca. El Panel 4 se encuentra justo a la izquierda (parte su-perior) del panel descrito an-teriormente, en una cara del roquedo que se cruza transver-salmente con el mismo, por lo que su orientación es W-E, estando los grabados orientados hacia el S. Las dimen-siones del mismo rondan los 2 metros de ancho x 1,8 metros de alto. La temática representada resulta en este caso también muy compleja. El elemen-to central del panel es un elegante circuliforme con cambios de sentido internos, aso-ciado a un complejo motivo laberíntico que ocupa el extremo derecho del panel y que aparece rematado en su parte superior por líneas de tendencia meandriforme. En esta zona se han aprovechado para grabar incluso las superficies más irregulares de la roca (grietas, zonas descascarilladas...). Por su parte, el extremo izquierdo de la roca está ocupado por lo que parecen ser unos toscos círculos concéntricos en cuya base aparecen seis pequeñas líneas verticales y paralelas. En este panel es posible percibir dos técnicas principales de ejecución que se co-rresponderían con otros tantos momentos cronológicos: — la primera de ellas, perceptible en el motivo central, corresponde a un picado continuo bastante regularizado, incluso diríamos que abrasionado en algunos sectores, y donde el surco alcanza hasta los 3 cms. de ancho en varios pun-tos. En cambio, en el motivo de la izquierda se mezcla este tipo de picado con otro más tosco y en el que son perfectamente visibles las huellas de la percu- 204 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García sión. De hecho, hay sectores en los que podemos incluso hablar de un pica-do discontinuo que hace que el ancho del surco sea sensiblemente mayor. En este caso, la explicación podría ser la de una regularización parcial del surco en el momento de su ejecución, o bien que el motivo fue «repasado» en un segundo momento y en aquellas zonas presumiblemente desgastadas median-te un picado más tosco que el inicialmente empleado. En tal caso estaríamos hablando de la reutilización de un mismo grabado en momentos diferentes, lo que unido a las superposiciones ya indicadas anteriormente acrecienta aún más el interés científico de la estación de El Cementerio. — la segunda técnica es perceptible en el motivo de la derecha, el cual presenta un picado continuo aunque sin abrasionar, con surcos bastante regulares en cuanto a anchura y profundidad. En algunas zonas, y debido a la posición forzada que debían tener los autores de estos motivos en el momento de rea-lizar los mismos, se observa que la calidad del picado es sensiblemente menor, con unas huellas de picado oblicuas que delatan tal circunstancia. El aprovechamiento extremo del soporte pétreo en este panel propició incluso la utilización de una zona descascarillada que fractura parte del motivo de la derecha y en la cual se labró un pequeño meandro apenas perceptible y de trazo muy sencillo mediante un picado fino y superficial. El estado de conservación del panel es muy bueno, siendo su visibilidad casi per-fecta en cualquier momento del día. Panel 5 Se ubica justo debajo del panel 4 y al lado mis-mo del panel 3. En cuanto a sus dimensiones, pre-senta un ancho próximo a los 1,5 metros x casi 2 metros de altura máxima. Su orientación es E-W. Los motivos representados pueden dividirse en tres grupos: — el primero, situado en la parte alta del panel, contiene un par de sencillos meandriformes que por momentos se asemejan a unas grecas, un pequeño círculo y en la base un grupo de cinco pequeñas líneas verticales. En la mitad superior del grupo se recurrió a la técnica del Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 205 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre picado continuo y abrasionado, siendo el surco de anchura variable, mientras que en la mitad inferior se prescindió de la abrasión del surco, siendo el mis-mo sensiblemente más estrecho. — el motivo más llamativo es una gran espiral realizada mediante un picado con-tinuo que en las espiras exteriores se vuelve discontinuo, irregular y más pro-fundo, tal y como sucedía en el Panel 4. Dicho motivo está apoyado sobre un grupo de ocho líneas verticales y paralelas. Asociados a esta espiral, más con-cretamente en la parte inferior de la misma, tenemos complejos motivos mean-driformes que de nuevo se asemejan a grecas y que ocupan todo el espacio disponible. Estos motivos fueron labrados en la parte central mediante un picado continuo y seguido de abrasión, el cual alterna con una variante carac-terizada por presentar un picado discontinuo que presenta unas huellas de percusión más gruesas (casi 1 cm. de ancho) y profundas. — en la parte inferior, separado del conjunto anterior por una grieta natural de la roca, encontramos unos sencillos meandros ejecutados mediante un picado continuo de factura muy fina aunque sin abrasión final. En este panel resulta más que evidente que los distintos motivos que hoy pode-mos observar abarcan una cronología más o menos amplia, o lo que es lo mismo, fueron ejecutados en diferentes etapas de la prehistoria insular. Incluso, esta ampli-tud cronológica puede ser aplicada a un mismo motivo, aspecto poco frecuente en el panorama rupestre insular. El estado de conservación del panel es bastante bueno, siendo sus motivos perfec-tamente visibles a muchos metros de distancia. Panel 6 Se localiza justo al lado del Panel 5, tras un recodo de la roca, por lo que su orien-tación (N-S) vuelve a ser la del propio di-que. El panel, de unas dimensiones de 1,3 metros de ancho x 0,8 metros de alto, tie-ne como temática una preciosa espiral de gran desarrollo que ocupa prácticamente toda la cara de la roca. Dicho motivo pre-senta varios cambios de sentido interno, y en algunas zonas las espiras están conecta-das. La técnica empleada en su ejecución fue 206 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García la del picado continuo y sin abrasionar, si bien el mismo es más grueso e irregular en la parte exterior del motivo, sobre todo en comparación con el picado más fino de la parte central. Además, se observa como las espiras (líneas de la espiral) son más finas en la zona izquierda (en torno a los 7 mm.) que en la derecha (hasta 2 cms. de grosor), circunstancia que posiblemente guarda relación con la posición que tuvo que adoptar el «artista» en el momento de su ejecución, o tal vez con el hecho de ser zurdo o diestro. Tanto el estado de conservación como el grado de visibilidad del panel son magníficos, y aunque sólo cuente con un motivo grabado re-sulta ser uno de los más llamativos de todo el conjunto, de hecho es el primero que capta la atención del visitante que se acerca a la esta-ción. Justo en frente de este panel localizamos, durante los trabajos de recogida de datos para este artículo, un motivo que hasta la fecha nos había pasado desapercibido. Está formado por una pequeña herradura que ocupa la arista de la roca, y lo que parece ser un sencillo meandro del que únicamente se aprecia con claridad el arranque del mismo, ya que el resto es un piqueteado informe (grueso e irregular) que se mezcla con la degradación (rugosidades) de la roca. La técnica usada en este caso fue un picado fino y continuo. En apariencia da la sensación de que se trata de un motivo cuya ejecución se abandonó, e incluso no descartamos la posibilidad de que pudiera tratarse de una zona que sirviese para probar la resistencia del útil lítico empleado en la ejecución de otros grabados, o bien la dureza de la roca. Este panel apenas mide 30 cms. de alto x 50 cms. de ancho. Su estado de con-servación es regular, mientras que su visibilidad se reduce notablemente en los mo-mentos en que las condiciones de luminosidad no son las óptimas. FOTO 3.—Imagen comparativa en la que se aprecia el estado del Pa-nel 6 antes y después de los trabajos de restauración y limpieza. Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 207 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre Panel 7 Ubicado algo más de un metro por encima del Panel 6, sus dimensiones son 50 cms. de alto x 35 cms. de ancho, mientras que la orientación es S-N, por lo que los grabados miran hacia el W. La temática representada es bastante sencilla: una pequeña espiral que sirve de arranque a un mean-driforme de corto desarrollo y un trazo suelto. La técnica seguida en su realización fue la de un pi-cado continuo muy fino (apenas 6 mm. de an-cho) y superficial, carente de abrasión posterior. El estado de conservación del panel es relati-vamente bueno. La rugosidad de la roca y su co-loración grisácea hacen que, aunque esté orienta-do hacia el frente de la estación, pase casi de-sapercibido al primer vistazo a todo el conjunto. Panel 8 Se sitúa justo al lado del Panel 7, si bien en otra cara del mismo bloque pé-treo. So orientación es NE-SW, por lo que el motivo gra-bado se halla en este caso mi-rando hacia el NW. Las dimensiones del panel son 80 cms. de alto x 80 cms. de an-cho. El motivo representado en este panel es un extraño meandriforme de desarrollo horizontal que fue labrado mediante un picado continuo y superficial. En este caso tampoco se recurrió a la posterior regularización del surco (abrasión), de hecho en algunos tramos son perfectamente visibles las huellas de im-pacto del percutor empleado en su ejecución. En estas zonas el ancho del surco es mayor (hasta 2 cms.) que en el resto del motivo (5-6 mm. de media). 208 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García Su estado de conservación es, en general, bueno, si bien su visibilidad es reduci-da a cierta distancia del panel debido tanto a la coloración de la roca como a la in-tensa meteorización del motivo grabado. Panel 9 Se encuentra apenas un metro y medio por encima del Panel 8, justo a los pies de un pequeño vértice geodésico que corona el morro. El panel tiene unas dimen-siones de algo más de 70 cms. de alto x unos 125 cms de ancho, siendo su orientación E-W (el graba-do mira hacia el N). El motivo realizado es un hermoso meandriforme de desarrollo horizontal que ocupa casi toda la su-perficie del panel y que se adapta perfectamente a la voluptuosidad de la roca, circunstancia que realza su trazado. El mismo se inicia en el extremo izquierdo de la roca y se extiende en for-ma de rítmicas ondulaciones hasta el extremo opuesto, en donde finaliza como un circuliforme con cambios internos de sentido. La técnica usada fue la del picado con-tinuo, de surco ancho (hasta 2 cms. en algunos puntos) y superficial. El trazo no fue regularizado mediante abrasión, por lo que pueden apreciarse las huellas del picado, por otra parte bastante tos-co en algunas zonas. Su estado de conservación es bastante bueno, si bien su visibilidad es reducida, ya que el motivo grabado únicamente se puede observar de forma óptima a corta distancia. Panel 10 Se localiza a unos 8 metros al N del Panel 9. Tiene unas dimensiones de 1 metro de ancho Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 209 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre x 1,7 metros de alto, siendo su orientación NE-SW (los grabados miran hacia el NW). Este panel fue realizado en una de las caras más planas de todo el frente rocoso del caboco, de ahí que sea uno de los paneles más espectaculares del conjunto estu-diado. El motivo central es una espiral de gran desarrollo que en su parte superior evo-luciona, mediante cambios de sentido, en semicírculos concéntricos, algunos de los cuales aparecen inconexos. A si izquierda, y separadas por una grieta natural de la roca que subdivide el panel, se disponen 14 líneas paralelas de diferente tamaño que prác-ticamente ocupan todo el ancho de la cara de la roca. Cabe señalar que la armonía existente entre ambos elementos es magnífica. En cambio, la iconografía del panel cambia de manera significativa en su mitad inferior. Un conjunto de 12 lí-neas flanquea la arista S del panel y da paso al intrincado motivo que remata el conjunto en la parte en la parte baja. La compleja forma que presenta en la actualidad es el resultado de una nueva superposición de motivos, y que en este caso parece tratarse de unos semicírculos concéntricos y de un meandriforme. El resultado de tal mezcla es un auténtico «enrejado» sin forma definida alguna. La técnica de ejecución predomi-nante es la del picado continuo de ancho y calidad variables. En cuanto a su profundidad, y si bien la misma no es en ningún caso significativa, hay que decir que también se aprecian ciertas diferencias. Además, hemos observado que en la parte inferior de la espiral hay tramos en los que el surco grabado ha sido regularizado mediante abrasión. Podemos decir que en este panel se emplearon hasta 3 tipos de picado diferentes que probablemente se correspondan con otros tantos momentos de ejecución de los motivos representados: — un picado continuo de perfecta ejecución que dio lugar a un surco ancho y superficial en el que se recurrió a la abrasión final. FOTO 4: Aspecto del Panel 10. 210 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García — un picado fino y continuo similar al anterior aunque sin el recurso de la re-gularización final del surco. — un picado fino y en parte discontinuo, con huellas de impacto algo más pro-fundas y que se correspondería con los motivos de factura más reciente. El estado de conservación es excelente y su visibilidad es notable, siendo uno de los paneles que primero aparecen ante nuestros ojos al aproximarnos a la estación. Esta circunstancia se ve reforzada por el hecho de que este panel se sitúa a cierta altura sobre el nivel del suelo (el motivo más bajo está a casi 1,5 metros de alto), por lo que ocupa un emplazamiento privilegiado. Panel 11 Se encuentra justo al lado del Panel 10, si bien en un plano diferente de la roca, lo que hace que ambos paneles estén casi frente a frente. Su orientación es NW-SE (los grabados miran hacia el SW), mientras que sus dimensiones son 0,9 metros de alto x 0,5 metros de ancho. La temática representada es bastante sen-cilla, sobre todo en comparación con el panel contiguo, ya que consta de 15 líneas ligera-mente onduladas o semicurvas que se dispo-nen de forma horizontal y paralelas unas a otras. Fueron realizadas siguiendo la técnica del picado continuo y sin abrasión final. El ancho medio de los surcos es de 1 cm. ape-nas. En los extremos del panel, donde la roca aparenta ser más dura, se aprecian unas hue-llas de impacto más potentes (separadas y algo más profundas que el resto). El estado de conservación es bueno en lí-neas generales. La rugosidad del soporte pétreo, unida a la coloración amarillenta del mismo, resalta aún más la visibilidad del panel. Panel 12 Se ubica a poco más de 1 metro al N del Panel 11, si bien en un plano más ele-vado (a unos 4 metros del suelo). Las dimensiones del panel son de unos 1,5 me- Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 211 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre tros de alto x casi 1 metro de ancho, sien-do su orientación E-W (el motivo grabado mira hacia el S). El tema iconográfico del panel es un pre-cioso meandro de gran desarrollo, de hecho ocupa casi toda la cara de la roca y que con-trasta claramente con los motivos represen-tados en el resto de la estación. Fue realiza-do mediante un picado continuo que posteriormente fue regularizado en algunos puntos, a pesar de lo cual las huellas de la percusión son perceptibles en la mayor par-te del motivo. Su estado de conservación es muy bueno, de hecho ya lo era antes de que se llevaran a cabo los trabajos de restauración llevados a cabo en todo el conjunto. La colora-ción más clara del soporte contrasta con el tono más oscuro del surco grabado, por lo que el panel es perfectamente identificable desde bastante distancia, circunstancia que le convierte en otro de los paneles más vistosos de toda la estación. Panel 13 Este panel resulta ser el más aislado de todos, ya que lo encontramos situado a unos 20 metros al W del Panel 12, en la parte alta de un promontorio rocoso que se levanta unos 12 metros sobre la margen derecha del barranco. Sus medidas son unos 2,5 metros de alto x casi 1,5 metros de ancho, si bien los motivos grabados apenas ocupan una pequeña superficie de la parte superior del mismo. La orientación del panel es N-S (los grabados mi-ran hacia el E). Los motivos representados en este panel, una pequeña espiral y debajo de ella unas líneas en forma de meandros, fueron ejecutados me-diante la técnica del picado continuo, de an-chura media y escasa profundidad. El estado de conservación es malo, ya que la superficie de la 212 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García roca es rugosa y está completamente cubierta de líquenes, por lo que la visibilidad del panel es muy reducida, de hecho pasa desapercibido a partir de cierta distancia. 4. INTERPRETACIÓN DE LOS GRABADOS DE EL CEMENTERIO Siempre que se habla sobre los grabados rupestres, sea en La Palma o en cualquier otro rincón del planeta, termina surgiendo la misma pregunta: ¿qué significado tie-nen estos enigmáticos motivos grabados en la piedra? Obviamente dar respuesta a esta interrogante no es sencillo. No hay duda de que el arte rupestre, en cualquier civili-zación, tiene un sentido y realiza una función determinada, aunque estos aspectos no siempre pueden ser determinados con un grado de certeza absoluta. En muchas oca-siones solamente podemos tratar de aproximarnos al sentido que dichas grafías pu-dieran haber tenido en el seno de una sociedad determinada, y para ello hemos de tener en cuenta todos los factores que de una u otra forma afectaban a esa sociedad. En este sentido, el punto de partida resulta obvio: igual que cualquier otra actividad realizada por el hombre, presente o pasada, también el arte rupestre prehistórico debe ser siempre estudiado en estrecha asociación con el entorno natural y cultural en el que ha surgido y del cual es una manifestación más. Podríamos decir que cada enclave rupestre constituye por sí mismo un documen-to único cuya lectura analítica por parte de los investigadores debe arrojar algún tipo de información relativa al mundo simbólico del grupo social en el ha tenido su ori-gen. En este sentido, resulta claro que la acción de, por ejemplo, grabar en un di-que basáltico, responde en última instancia a una actitud social, a una forma de com-portamiento humano que podría inferirse a partir de esos motivos representados. Diríamos que se trata de la única herramienta de que disponemos para tratar de ha-cer aflorar al exterior determinados aspectos del mundo interior de una sociedad ya desaparecida. Las funciones del arte rupestre pueden llegar a comprenderse si pensamos en él como en una forma de comunicación empleada en el interior del grupo, mediante signos que podían ser reconocidos por sus miembros y que permitían transmitir un concepto o un conjunto de conceptos, por lo que habrían adquirido de antemano un valor inimaginable. Una vez superada la fase de adaptación a un entorno determina-do se produciría, de forma gradual, la aparición de una serie de necesidades asocia-das al factor supervivencia, de ahí que se habría creado una enorme red de relacio-nes sociales que debía ir acompañada de un adecuado sistema de comunicaciones más diverso y estable que la comunicación oral. En cualquier caso, y a tenor de las conclusiones obtenidas en el seno de la inves- Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 213 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre tigación durante los últimos años, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que el arte rupestre es una cuestión más dinámica de lo que hubiese podido pensarse, por lo que no se limita a unos motivos representados de tipología más o menos comple-ja a los que el investigador se enfrenta en un momento determinado, sino que está sujeto a una serie de modificaciones. Tales representaciones encierran todo aquello que su autor o autores quisieron expresar, tanto en un primer momento como a lo largo del tiempo; admitiríamos así, dentro de este proceso, a todos aquellos individuos que, de alguna manera, modificaron los motivos originalmente representados. A la vez, reflejan todo aquello que los observadores que alguna vez las vieron y estudiaron sa-caron como conclusión. Y es que el arte rupestre no siempre es lo que se hizo origi-nalmente, sino que con cierta frecuencia incluye una cantidad de elementos que se fueron superponiendo, retocando, modificando en el tiempo. Incluso el entorno en el que se inserta un enclave rupestre, y que estaría relacionado con la simbología re-flejada en sus representaciones, ha podido sufrir transformaciones con el paso del tiem-po, siendo esta una variable que ha de ser tenida en cuenta por el investigador que afronta su estudio. Hay que decir que en el momento de producirse la conquista de la isla de La Palma (1493) parece como si el arte rupestre constituyera un elemento anacrónico y carente de sentido, tal y como indica el hecho de que tengan que transcurrir nada menos que dos siglos y medio para que aparezca la primera evidencia de su existen-cia (Belmaco, 1752). Resulta cuanto menos extraño que no aparezca nada sobre este tema ni en las crónicas de la conquista ni posteriormente en ninguno de los diarios y obras que escribieron viajeros, cronistas e historiadores que arribaron a la Isla. Ya en 1859, Antonio Rodríguez López, uno de los fundadores de la Sociedad «La Cos-mológica », se lamentaba de tal circunstancia: «De lamentar es que en la época de la Conquista no se hubiera averiguado el verdadero origen de la inscripción repetida, antes de que se extinguiese la pri-mitiva raza Palmesa, que encerró consigo aquel secreto de la historia en el polvo de sus grutas sepulcrales. ¡Y se han dejado después transcurrir cerca de cuatro centurias, para que las sombras de tantos años hayan ido condensando más y más la oscuridad que cubre el precioso monumento de Velmaco, sin que na-die haya procurado sacar la chispa de luz de aquella olvidada piedra!». Este mutismo absoluto es lo que ha hecho que hasta nuestros días se hayan suce-dido las más variopintas teorías acerca del verdadero sentido que habrían tenido las manifestaciones rupestres9. 9 MARTÍN RODRÍGUEZ, E., Afinidades africanas de las manifestaciones rupestres prehistóricas de la Isla de La Palma (Canarias), págs. 193-218, 1997. 214 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García Si partimos de lo dicho en la introducción, comenzaremos diciendo que, en el caso de la Isla de La Palma, el sentido del arte rupestre estaría estrechamente asociado tanto al bagaje cultural que habían adquirido las gentes que arribaron a la Isla, como al propio entorno físico y natural, determinante de cara a la obtención de recursos, que hallaron en las diferentes zonas en que se asentaron. La realización de los grabados rupestres formaba parte seguramente de ese bagaje cultural al que hacíamos referen-cia, aunque es posible que muchos aspectos relacionados con esta actividad se vieran modificados tras la llegada a la Isla. Parece acertado pensar que el entorno natural que encontraron en La Palma difería notablemente del que habían dejado en su ámbito de origen, lo que obligaría a adaptar muchas de sus pautas culturales, y entre ellas claro está, la realización de los grabados rupestres. Si pensamos en un medio insular, como es el caso que nos ocupa, podemos afir-mar que los diversos recursos, aparte de limitados, eran desconocidos inicialmente para los recién llegados, por lo que resulta obvio deducir que debieron recurrir a elemen-tos de carácter mágico-religioso que actuaran con un carácter propiciatorio. Lo des-conocido siempre ha llevado al hombre de cualquier época y civilización a recurrir a la Divinidad, ente protector al que no conoce pero al que asocia con las respuestas a sus peticiones de agua, alimentos, salud, pastos para los animales, etc. Y es aquí donde podríamos encontrar una respuesta al significado que pudieran haber tenido los gra-bados rupestres ejecutados en la estación de El Cementerio. Compartimos la idea de algunos investigadores10 que plantean que las manifesta-ciones rupestres más antiguas de la Isla se corresponderían con los primeros momentos del poblamiento insular. El desconocimiento inicial acerca de cuales serían los mejo-res lugares para hacer acopio de materias primas (barro para elaborar cerámica, rocas para tallar industrias líticas, etc.) y de recursos vitales para la subsistencia (agua, ali-mentos, pastos para el ganado, etc.) nos ha hecho plantearnos la posibilidad de que los grabados rupestres jugaran en estos momentos un papel fundamental en un do-ble sentido: Por un lado tendrían un carácter mágico-religioso asociado a rituales de carácter propiciatorio, es decir, los motivos grabados en la roca venían a simbolizar de una forma evidente y perenne una petición realizada a la divinidad que habitaba en lo alto. Creemos que la preponderancia de los motivos geométricos obedece al hecho de que sus rogativas tampoco eran demasiado variadas, o lo que es lo mismo, eran tan sen-cillas y vitales como los propios motivos labrados en la piedra. ¿Y que hay más vital en una sociedad ganadera arraigada en un medio insular que la abundancia de pas- 10 MARTÍN RODRÍGUEZ, E.; NAVARRO MEDEROS, J. F., y PAIS PAIS, F. J., El Corpus de gra-bados rupestres de La Palma como base para la interpretación y conservación de estos yacimientos, 1990, págs. 157-185. Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 215 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre tos para el ganado y el disponer del agua que garantizara la subsistencia de hombres y animales? Ello explicaría el hecho de que en las proximidades de los lugares de habitación abundan los motivos geométricos de tipo circuliforme (espirales, círculos, herraduras, combinaciones de estos tipos, etc.), los cuales estarían asociados a plega-rias ligadas a la obtención del líquido elemento. En cambio, los motivos geométri-cos de tipo meandriforme, tan comunes en las cumbres de La Palma, simbolizarían la obtención de pastos para el ganado. Y el hecho de que en las cotas más bajas haya grabados meandriformes y en las cumbres se localicen motivos circuliformes, obede-cería a que en las zonas inferiores a los 500 metros de altitud, donde se localizan la mayor parte de los poblados de habitación, también tenía gran importancia el pas-toreo durante una buena parte del año, mientras que en los pastos de las cumbres también había que garantizar la obtención de agua. Y por otro lado, estamos convencidos de que muchas estaciones, caso de la que nos ocupa, aparte de su papel mágico-religioso, desempeñaban a la vez la función de elemento de referencia para poder localizar con mayor facilidad lugares de elevada importancia, caso de fuentes, rutas de pastoreo, zonas de pastos, etc. Sería una for-ma muy práctica de señalar los sitios cuyo emplazamiento no debía olvidarse. En este sentido, en El Cementerio existen varios motivos del tipo espiraliforme que desem-peñarían ambas funciones: por un lado, la de elemento votivo ofrecido a la divini-dad para que nunca faltase el agua, y por otro, la de indicar que en las cercanías era posible el aprovisionamiento del líquido elemento, circunstancia que no resultaba tan obvia en el caso de manantiales o eres de carácter estacional. En este caso, parece lógico pensar que la estación rupestre de El Cementerio está asociada a las actividades pastoriles desarrolladas en la zona por la población bena-hoarita que ocupó los poblados de cuevas próximos. Esta zona del Barranco de Las Canales debió ser una importante zona de pastos, al tiempo que se encontraba en medio de una ruta pastoril seguramente muy transitada durante la época prehispáni-ca. A estos factores habría que añadirle el hecho de que a los pies del caboco se for-maban grandes charcas tras las lluvias, tal y como ha sucedido hasta periodos recien-tes, y esta circunstancia tendría una importancia sustancial en un entorno más bien seco donde no proliferan precisamente los recursos hídricos. Todos estos factores, re-lacionados en última instancia con aspectos vitales para la supervivencia de la pobla-ción de la zona, habrían sido objeto de prácticas mágico-religiosas destinadas a ga-rantizar su perpetuación, es decir, procederían a la realización de rituales propiciatorios que garantizaran aspectos tales como la disponibilidad de agua para gentes y gana-do, pastos abundantes, animales sanos... Es aquí donde entrarían en juego las manifestaciones rupestres antes descritas. Su concentración en este lugar otorgaría al mismo la consideración de una especie de 216 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García «santuario» en el que se llevarían a cabo, en determinados periodos del año, esos su-puestos rituales asociados al mundo de sus creencias. En cualquier caso, nos vienen a la mente aquellas palabras del insigne investiga-dor René Verneau11 quien, refiriéndose al significado de las inscripciones alfabéticas de El Julan (El Hierro) escribió lo siguiente: «Las mismas inscripciones puede ser que nos den un día la palabra del enigma, cuando se llegue a descifrarlas. Han sido hasta ahora, letras muertas, pero puede que llegue el momento en que se las pueda leer». Finalmente quisiéramos plantear también aquí la cuestión de la mayor o menor visibilidad de los paneles rupestres de El Cementerio. En general, los especialistas aceptan el hecho de que muchas de las manifestaciones rupestres fueron concebidas por sus autores para ser contempladas, o al menos, para que los miembros del gru-po supieran que existían en un cierto lugar. En este sentido, es más que probable que los artistas tuvieran en cuenta, en ocasiones, el efecto que sus obras iban a producir en los espectadores, para lo cual procederían a seleccionar los emplazamientos más adecuados, y en ocasiones decidirían el diseño y la realización de los motivos repre-sentados de acuerdo a su posterior visualización, aspecto que en El Cementerio es, cuanto menos, recurrente. En este sentido, estamos convencidos de que sería proce-dente hablar de arte rupestre desde un punto de vista meramente artístico, si bien hemos de precisar que tales aspectos no son tampoco observables, ni mucho menos, en todas las estaciones palmeras. Para que aquellos grabados que desempeñaban también un papel funcional pudie-sen ser reconocidos por las gentes a quienes se dirigía el mensaje, sería imprescindi-ble que sus autores hubiesen tenido en cuenta no sólo la visibilidad de los mismos, sino también su posición con respecto al observador, la iluminación de la que goza-ra a lo largo del día, su tamaño o que la temática representada fuese reconocible. En este sentido, y a partir de los trabajos de campo realizados en la estación de El Ce-menterio, podemos afirmar que todos estos aspectos citados son apreciables, en nuestra opinión, en el citado enclave. Sin embargo, y como es lógico, no tenemos en la ac-tualidad los argumentos para valorar en que medida los motivos representados podían ser asimilados por parte de aquellos que los observaban. Cronología Otra cuestión que plantea no pocas dificultades, razón por la cual no vamos a profundizar demasiado en ella, sería la relativa a la adscripción cronológica de los motivos grabados en la estación de El Cementerio. Este aspecto, que según el doc- 11 VERNEAU, R., Cinco años de estancia en las Islas Canarias, pág. 97, La Orotava, 1881. Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) 217 ISSN 1698-014X Los grabados de “El Cementerio” (El Paso, La Palma): el renacer de una estación rupestre tor Martín Rodríguez12 responde a «un proceso evolutivo articulado en torno a una se-rie de hitos estilísticos y técnicos», presenta en el enclave objeto de nuestro estudio una gran complejidad, ya que parece observarse una amplia cronología en la ejecución de los motivos estudiados. Si nos atenemos a las técnicas empleadas (predominio del picado de anchura y profundidad variables y sin abrasionar) y a la temática de las representaciones, diría-mos que la mayor parte de los motivos fueron ejecutados a lo largo de la fase cerá-mica III, la cual se correspondería con una «etapa intermedia» en la ejecución de los grabados rupestres de la Isla. En ella predominarían aún las representaciones complejas, herencia de la etapa inicial, las cuales pueden llegar a alcanzar un gran desarrollo en algunos casos (por ejemplo las combinaciones de espirales y meandros). Esta etapa, según Martín Rodríguez13, manifiesta «inequívocos signos de consolidación de los proce-sos adaptativos (crecimiento demográfico, desarrollo de la producción material, éxito de las estrategias productivas...)». Sin embargo, no parece descabellado pensar que alguno de los motivos presentes en El Cementerio y en los cuales se recurrió a la abrasión del surco, pudieran haber sido iniciados en una fase anterior (fase cerámica II), si bien la escasa in-cidencia de esta técnica no nos permite plan-tear esta cuestión más que como una mera suposición. Lo que si parece claro es que otra buena parte de los signos grabados en El Ce-menterio pertenecen a una etapa posterior, lo que podríamos denominar como la «fase final» en lo que a la ejecución de los grabados rupestres se refiere. A la misma co-rresponderían aquellos motivos en los que la técnica del picado es un tanto descui-dada, dando más la sensación de una práctica mimética que de una actividad con una finalidad preconcebida. Además, las representaciones presentan una menor variedad FOTO 5.—Detalle de la técnica del picado continuo sin abrasionar. 12 MARTÍN RODRÍGUEZ, E., 1997, pág. 205. 13 MARTÍN RODRÍGUEZ, E., 1997, pág. 206. 218 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 3 (2007) Felipe Jorge Pais Pais–Francisco José Herrera García formal y unas dimensiones más reducidas, surgiendo nuevas variantes formales (es-pirales con cambio de sentido interno o que arrancan a partir de un meandriforme). Presumiblemente pudieron haber sido realizados por los pastores que ocuparon los abrigos de la parte inferior del frente basáltico durante la fase cerámica IV, tal y como Martín Rodríguez14 ha planteado para la estación de La Zarza (Garafía). 5. BIBLIOGRAFÍA ABREU GALINDO, J. DE: Historia de la conquista de las siete islas de Canaria. (Santa Cruz de Tenerife), 1977. BELTRÁN MARTÍNEZ, A.: El arte rupestre canario y las relaciones atlánticas. Anuario de Estudios Atlánticos, XVII. 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