1 El presente manuscrito pertenece a la Biblioteca Cervantes, fondo histórico. Santa Cruz de La Palma: Sociedad La
Cosmológica Don José Antonio Mamparle, hijo de Agustín mamparle de la Rosa y de Cayetana Suárez, nació en
Santa Cruz de La palma el 8 de marzo de 1711. Con intención de alcanzar el presbiteriado, inició estudios religioses
pero solo se ordenó de menores; ejerció, a lo largo de muchos años, el empleo de notario ecclesiastico. Falleció en la
mimsma ciudad el 23 de enero de 1793..
2 Nota del autor: Fue una aurora boreal (Véase Viera, carta filosófica sobre dha. Aurora la noche del 18)
[G.A.]: Respecto a lo que antecede, la «carta filosófica» que menciona Mamparle también es citada por Millares Carlo
en su Ensayo de una biobibliografía de escritores naturales de las Isla Canarias (siglos XVI, XVII y XVIII) (Madrid: 1932,
p. 521). En la actualidad se puede consultar en El Museo Canario, procedente de la biblioteca de Agustín Millares
Torres, una copia manuscrita realizada en 1860 por don Alejo González de Ara, la cual nos sirve de base para esta
nota. También se conserva, según Millares, otra copia en la Biblioteca Municipal de Santa Cruz de Tenerife. Llama
la atención que don José Mamparle tuviera conocimiento de este documento no impreso, aunque dado su cargo de
notario eclesiástico y la relación de Viera con los círculos intelectuales y religiosos –llegó a ser Arcediano de
Fuerteventura y Dignidad de la Iglesia de Canaria– bien pudieron haber entablado amistad.
La carta filosófica de Viera es, en realidad, un informe firmado por Antón Guanche en el que hace gala del espíritu
curioso y científico que le animaba, ya que, alertado por lo que los vecinos creían un incendio: «poco mas de una hora
después de puesto el sol se divulgó por esta Ciudad el rumor de que en los montes de Taganana quizás se había prendido
fuego, atendiendo a que aquella parte del cielo parecía estremadamente inflamada, roja y bañada del resplandor más vivo...»,
se desplaza a observarlo, pero: «cual sería mi placer cuando me encontré con una verdadera aurora boreal!»
Sin duda, el fenómeno llama la atención poderosamente a Viera y tras describir lo que observa: «la noche, aunque fres-ca
estaba serena; que las nubes corrían bastantemente dispersas para no impedir se examinase la superior region del aire; y
que la inflamación del calor sanguineo se estendía por toda la parte del Norte; desde el Oriente hasta algunos grados más
allá del Occidente, con una luz a la verdad muy encendida; pero nada tumultuosa, agitada, ni vacilante», pasa a detallar
las diferentes clases de auroras boreales conocidas (las auroras australes fueron nominadas como tales a partir de 1773
al ser observadas por el capitán James Cook en su viaje al Pacífico) y comenta los estudios realizados hasta el momen-to
por especialistas de la época, entre los cuales hace especial mención al Tratado de las auroras boreales, publicado
por el científico francés Mairan en 1733, o los estudios de Edmond Halley que le llevaron a relacionar las auroras
boreales con el campo magnético de la tierra en 1716.
Reseña Manparle que: «del susto, han quedado algunas personas enfermas». A este respecto Viera dice: «si viviésemos
todavía en aquellos buenos siglos en que este fenómeno no era tan frecuente, o lo que es más cierto, no era tan observado, ten-dría
sin duda la ignorancia y la superstición un dilatado campo para dar curso los temores, pánicos y vulgares agueros….
Tampoco nuestra aurora boreal se habrá dejado ver para pronosticar guerras, desastres, e infortunios, como aprehendían los
antiguos.» Las Palmas de Gran Canaria: El Museo Canario, fondo Millares, manuscritos I-E-11.
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El día 13 de enero a las 10 de la noche se vio en el cielo, por la parte del norte, una
nube de fuego que amedrentó a todos los vecinos de esta isla, así de esta ciudad como de
los demás lugares de campo, y ha habido noticia que en la isla de Tenerife se vio lo mismo,
y del susto han quedado algunas personas enfermas y en algunas Parroquias se descubrió
y puso de manifiesto la majestad sacramentada de ntro. Redentor2.
NOTICIAS CURIOSAS ESCRITAS DE PUÑO Y LETRA DEL NOTARIO
ECCO. (ECLESIÁSTICO) DN JOSÉ MAMPARLE, LAS QUE SE HAN
COPIADO DEL ORIGINAL EN LA MISMA FORMA EN QUE LAS
DEJÓ ESCRITAS. — AÑO DE 17701
Jaime Pérez García – Manuel Garrido Abolafia
12 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 1 (2005)
Jaime Pérez García; Garrido Abolafia, Manuel
El día 19 del mismo mes y año llegó a esta isla el Sor Alcalde mayor el Dor. Dn Manuel
Ramos Marrero, Teniente gral. de esta isla, por haber acabado dho. empleo el Licdo Dn
Mateo López de León, y dho. Sor Alcalde mayor recibió la vara en Cabildo el día 20 de
dho mes a las 10 de la mañana, después de haber celebrado la Ciudad de la fiesta del Sor
San Sebastián Mártir, y en la noche de dho día dho Sor Alcalde mayor cogió a un ladrón
que había hurtado un baulito de prendas (y) lo puso preso en la cárcel con prisiones;
hubo muchos empeños y a ninguno respetó3.
El día 1º de febrero del dho año que es la bajada a la Ciudad de Ntra. Sra. y Abogada María
Sma de las Nieves cuya festividad fue la más celebrada que los presentes han visto [xxx] en con-curso
de gentes así de esta isla como forasteros [xxx] de barranco y calles, adornos y loas. El día
25 de dho. mes, que fue domingo de[xxx] se hizo la procesión gral. de la Santísima Virgen salien-do
de la iglesia de Religiosas dominicas, donde había estado nueve días, cuya procesión fue la
mayor que se ha hecho en adornos en esta ciudad y pasos de movimiento que se hicieron en los
claustros y portería de Religiosos dominicanos, y quedó aquel día en la iglesia de Religiosas cla-ras
la Sma Virgen, onde estuvo once días, y el último, que fue jueves, por la mañana, habiendo
ido el Ve Beneficio con el Cabildo y Comunidades a la dha. Iglesia de Religiosas claras en pro-cesión
de rogativa por falta de lluvias y habiendo el día antes el Dor Dn Francisco Fierro4 anun-ciado
al pueblo que la Sma Virgen la volvían a traer a su Parroquia para en ella hacerle un nove-nario
de rogativas y misión, cuya denuncia hizo desde el púlpito en la iglesia del hospital, onde
predicó la feria de los miércoles, sucedió que habiendo acabado la misa de la rogación en dha.
Iglesia de Religiosas clarizas, el Ve Beneficiado rector Dn Pedro Vélez pasó recado político al Sr.
Alcalde mayor, que estaba con el Ayuntamiento en la capilla de dha. iglesia, con Pedro Cayetano
Vilez y Pinto (1701-1780) clérigo presbitero, fue beneficiado rector de la parroquia de El Salva-dor,
ministro calificador y Comisario del Santo Oficio, y uno de los caballeros fundadores de la
Real Sociedad Económica de Amigos del Pais en La Palma, de que traían la Sma Virgen para la
Parroquia para continuar en ella las rogaciones, a cuyo tiempo y luego que dho. Sr Alcalde mayor
recibió dho. recado se puso en medio de dha. capilla y mandó al escribano Miguel de Acosta
notificara al Ve Beneficio, pena de 500 ducados a cada uno, no menearan la SmaVirgen; y dando
3 [P.G.] A don Manuel Ramos Marrero le cita Viera en sus Noticias de la Historia General de las Islas de
Canaria (Libro XIX, pág. 108, tomo II, Goya Ediciones, 1988, con notas) al tratar sobre los escritores del
Archipiélago, como autor de Llave del cielo y puerta de la gloria (Sevilla, 1739). Licenciado en Leyes en Sevilla,
donde contrajo matrimonio con Susana de Tapia, ejerció el oficio de Alcalde mayor en La Orotava (1760)
y, más tarde, en Santander. No se menciona, sin embargo, que desempeñó el mismo empleo en La Palma,
como se dice en el texto.
4 [P.G.] El presbítero don Francisco Ignacio Fierro y Torres (1721-1789), abogado de los Reales Consejos, fue miem-bro
destacado del clero del Archipiélago en la segunda mitad del siglo XVIII. Doctorado en Sagrada Teología, fue
titular de los beneficios de las parroquias de la villa de San Andrés y de Santa Cruz de La Palma (ciudad de su naci-miento),
Canónigo y Prebendado de la Santa Iglesia Catedral de Canaria, Hacedor de rentas decimales, Vicario forá-neo
de estas islas, Consultor del Santo Oficio y Vicario de La Palma. Murió en la ciudad de Canarias.
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Noticias curiosas escritas de puño y letra del Notario ecco. (eclesiástico) Dn José Mamparle…
con el bastón golpes sobre los ladrillos mandó al mismo escribano notificara con la misma multa
a los cuatro clérigos Presbíteros, que con sobrepelliz, tenían cogido las varas de las andas para car-gar
y traer la Sma Virgen, y mandó al dho. escribano notificase al capitán Dn Juan Pinto, mayor-domo
de la Sma Virgen, Don Juan Pinto (1735-1810) perteneció al Real Cuerpo de Artillería y
llegó a alcanzar el grado de Teniente Coronel en las Milicias de La Palma, para que no consin-tiera
se meneara dha. Ssa imagen con la misma multa, y mandó a dho. escribano notificara a las
dos Comunidades se retiraran y [xxx]daran la procesión, lo que dho. escribano ejecutó todo lo
referido y el dho. Alcalde mayor con el Ayuntamiento se salieron de la iglesia, y también la Co-munidad
de N. Pe San Francisco se fue para su convento, pero la de Predicadores, por no haber
asistido el Pe Prior, no sabían que hacerse a tanta tropelía se quedó, pero algunos Religiosos, con
lágrimas, no acompañaron la procesión y se quedaron atraz, y visto esto, el Ve Beneficio y Clero
bajaron la Sma Virgen y continuaron la procesión, pero al salir de dha. iglesia volvió dho. Sor
Alcalde mayor y mandó al mismo escribano acompañado de Bernardo Romero y de Francisco
Mariano López, también escribs públicos5, notificasen al pueblo, a cada persona de por si bajo
la multa de cincuenta ducados, no acompañasen la procesión, por lo qe el pueblo se fue todo a
esperar la procesión a la Parroquia; y mandó dho Sr Alcalde mayor a dhos. escribanos notifica-sen
al Sr. Dn Antonio Pinto. Don Antonio Pinto de Guisla, venezolano de nacimiento, vino a
La Palma hacia 1764 con poder otorgado por su padre, establecido en aquella colonia, para
hacerse cargo del mayorazgo y patronatos de su familia. Ingresó en la milicia y era capitán cuan-do
se desarrollaron los hechos que se narran, aunque a lo largo de su carrera llegó a ostentar la
gradación de Coronel y estuvo al frente de la gobernación military y de la Isla. Personaje con-trovertido,
de carácter irascible y autócrato, muy dado a detenciones y sumarios, falleció en su
casa de la plaza principal el 26 de diciembre de 1824, que llevaba el estandarte, y al Sargento
mayor Dn Santiago Fierro, hijo del CapnDn José Fierro, que llevaban dos faroles, dejasen la pro-cesión
bajo la multa de 500 ducados cada uno6, y habiéndose ido dho. Sr. Alcalde mayor y su
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5 [P.G.] Don Bernardo José Romero y Pintado, único hijo que permaneció en La Palma de los tres que sobrevi-vieron
a sus padres, el Ayudante de Coronel Francisco Javier Romero y doña Margarita Antonia Pintado, vivió en
la antigua casa que se encontraba donde hoy se levanta la señalada con el número 7 de la calle Pedro Poggio y ejer-ció
el oficio de escribano público de la Isla durante cuarenta y tres años (1764-1807) y, en el seno del
Ayuntamiento, fue elegido Síndico Personero General en la sesión de 2 de abril de 1770 por haberse ausentado el
Doctor Jiménez, que desempeñaba el cargo. El Licenciado don Francisco Mariano López de Abreu, abogado de
los Reales Consejos, hijo de don Ambrosio López de Abreu, tesorero de la Santa Cruzada, y de doña Ángela María
Felipe y Volcán, fue titular de una de las escribanías públicas con que contaba la Isla desde 1764 a 1797.
6 [P.G.] El autor erró al nombrar a estos señores. Debió decir «don Santiago Fierro y su hijo el Capitán don José Fierro»,
puesto que se trataba de padre e hijo; en realidad el padre de don Santiago fue don Francisco Ignacio Fierro de
Espinosa, Sargento Mayor de La Palma. Referente al hecho narrado, éstos y don Antonio Pinto no acataron la orden
del Alcalde Mayor; el escribano que intervino en la notificación comunicó al Concejo que los dos primeros habían
respondido con animosidad y «continuaron con dicha procesión hasta la parroquia aunque les notifiqué se retirasen bajo
multa de quinientos ducados a los tres dichos como asimismo hice saber bajo la multa de dichos quinientos ducados al Capitán
Dn. Juan Pinto de Guisla al tiempo que estaba bajando la Sma. Virgen de su trono, que se abstuviese de ello, quien res-pondió
que el no tenía parte en ello.» (Archivo Municipal de Santa Cruz de La Palma, Libro de Acuerdos. 1770.)
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Jaime Pérez García; Garrido Abolafia, Manuel
Ayuntamiento, proseguimos con la procesión solamente [xxx], y los dhos. que llevaban los faro-les
y estandarte, qe no obedecieron a las dhas. notificaciones, y al pasar por la boca calle del calle-jón
de la misma Parroquia hallamos en ella a los escnos. Miguel de Acosta7 y Bernardo Romero,
y al Fiscal D. Domingo Albertos8, con papel y tinta, apuntando los que veníamos en la dha. pro-cesión.
Entró la Sma Virgen en ntra. parroquia, onde con el ornato posible estubo nueve días de
rogación y misión, habiendo predicado todas las noches los tres Sres. Beneficiados, a exepción
de un sermón que hizo el M. P. Prior, el que con su Comunidad hizo un día entero a la Sma
Virgen, el cual cantó la misa solemne y de ceremonias según su ritual con mucha asistencia de
pueblo, y en la misma noche de dho. día fue cuando predicó y es de admirar que en cuanto estu-bo
dha. Sma Virgen en esta Parroquia el dho. Sr. Alcalde mayor no concurrió ni de mañana ni de
tarde a la Salve, a exepción del día de Candelaria que concurrió con el Cabildo a las candelas.
Siguiose pleyto el dho. Sr Alcalde mayor con el Ve Beneficio9, por lo que por el Sr Vicario se
mandó detener la SmaVirgen en la Parroquia por ínterin el Sor. Obispo determinara sobre lo aca-ecido10,
y como María Sma siempre nos está favoreciendo, pr su piedad, nos mandó las lluvias con
abundancia de nieve para que conociéramos sus maravillas; sucede que el dho. S. Alcalde mayor
habiendo hecho diferentes informes pretendiendo justificar qe por parte del Ve Beneficio y Clero
había habido levantamiento en lo acaecido y que las voces en dha. iglesia de Sta. Clara habían
sido de los Clérigos y no de él, lo que se justificó a la contra, por que ni dho. Beneficio ni el Clero
no hablaron palabra, ni se oyó la más sumisa voz de ningún clérigo, y solo sí las voces que se oye-
7 [P.G.] Don Miguel José de Acosta, escribano público de La Palma, desempeñó el oficio entre 1758 y 1775; tam-bién
fue escribano del Concejo. Como estuvo a su cargo la recaudación de un donativo para la Corona y resultó alcan-zado
en la cantidad de 800 reales, por orden del fiscal se le embargaron las casas de su propiedad, situadas en la calle
trasera, a resultas de la causa ejecutiva que se siguió en su contra. Falleció en la isla de La Gomera.
8 [P.G.] Don Domingo Albertos y Martínez, de 33 años cuando ocurrieron los hechos narrados, se licenció en Derecho
por la Facultad de Leyes de Sevilla. Elegido Diputado del Común para el antiguo Cabildo de la Isla en los comicios
celebrados en 1767 y coaligado con O´Daly y Pérez de Brito, fue la persona que se trasladó a la Corte para formular
la acusación contra los Regidores perpetuos y uno de los interesados que suscribieron el memorial de fecha 19 de agos-to
de 1768, tramitado en nombre de los diputados y síndico personero del Ayuntamiento, denunciando aquella forma
de gobierno municipal; años más tarde, sin embargo, fue el primer testigo que declaró en el sumario abier-to
en contra del citado Pérez de Brito, que fue el letrado que llevó adelante el llamado «pleito de los regido-res
». En la ciudad de Canaria fue relator de la Real Audiencia y en Santa Cruz de La Palma desempeñó los
oficios de sustituto fiscal y Alcalde Mayor de la Isla.
9 [P.G.] El desencadenante de lo sucedido fue la aludida procesión de Nuestra Señora de las Nieves. El Ayuntamiento
se quejaba que los Beneficiados adelantaban y aceleraban las horas de estas manifestaciones religiosas «sin participar-lo
a la Sala para que según estilo se pregonese»; que habían de alcanzar las procesiones a media calle, «lo que el pueblo
advierte falta de atención, respeto y de obligación política en no haberle esperado». En consecuencia, los componentes del
Concejo Capitular acordaron «se suspenda por ahora la concurrencia con el Venerable Beneficio para [evitar] mayores
daños,» hasta que se diera cuenta de todo lo ocurrido al Real Acuerdo de la Real Audiencia de estas islas para la reso-lución
que fuera procedente, según consta en acta del libro de acuerdos del Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma,
año 1770, que por estar muy deteriorado es imposible apreciar la fecha. Hacía prevalecer su posición en virtud del
auto acordado de Su Majestad y su Supremo Consejo, de 1745, por el que se disponía «no puedan salir ni salgan pro-cesiones
ningunas de las iglesias, parroquias, monasterios y cofradías de esta corte por las calles públicas de la Corte y Villa de
Madrid sin licencia del Concejo, lo que se extiende a las juntas ordinarias, ciudades y sus ayuntamientos».
10 [P.G.] El Vicario era don Felipe Alfaro y Poggio, Doctor en Sagrada Teología, nacido en Santa Cruz de La
Palma en 1733.
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Noticias curiosas escritas de puño y letra del Notario ecco. (eclesiástico) Dn José Mamparle…
ron fueron las de dho. Sor. Alcalde mayor11, determinó embarcarse por que tubo noticia que Dn
Cristóbal Manuel Martínez, Ve Beneficiado servidor de esta Parroquia12, se embarcaba con las
diligencias del Ve Beneficio, hizo juicio que el Licdo Dn Anselmo Perez de Brito era el que daba
los dictámenes al VeBeneficio en contra de él, por lo que le hizo una información secreta, habien-do
sido los testigos algunos de los caballeros Regidores, y repentemente el dho. Sr. Alcalde mayor
pasó casa del Sor. Gobernador de las Armas y le pidió una escuadra de soldados, los que trajo
consigo con sus alguaciles casa del dho. D. Anselmo y lo llevaron preso al castillo principal, dejan-do
un escribano guardando la casa de dho. Dn Anselmo, por que no sacaran nada de ella hasta
que él volviera de dho. castillo. Ejecutada la prisión, lo que así se ejecutó, y luego que él volvió a
dha. casa, lo embargó todo, y le inventarió los papeles de su estudio y se llevó las llaves. Al día
siguiente el Síndico Personero, que lo es el DrDnDomingo Jiménez, médico revalidado citó para
Cabildo por convenir al bien público y (…) lo que habiendo concurrido en las casas capitula-
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11 [P.G.] La postura del Ayuntamiento en todos los hechos acaecidos se reflejan en la sesión de 22 de marzo. Los com-ponentes
del Cuerpo Municipal dijeron que «viendo de tener del modo con que procede el Venerable Beneficio nuevos
lances de desazón y desaires públicos así a la Real Jurisdicción, con que crece está empeñado de poco tiempo a esta parte, como
a esta ciudad, y que el Venerable Vicario no puede contenerlos (....); que el Alcalde mayor el día antes del lance había pasa-do
a advertir al citado Vicario pusiera los medios de contener el atentado que premeditaban dhos. Vbles. Bdos. según lo habí-an
éstos predicado desde el púlpito». La autoridad eclesiástica comunicó «que estaba inocente de cuanto habían practica-do
los Vbles. Bdos., que lejos de haber dado su consentimiento ni mandato, intentó sosegarles en la inquietud»; que a pesar
de hallarse enfermo, en cama, «hubiera prevenido por mas eficaces y robustos medios se hubiera imaginado que dhos. Vbles.
Bdos. habían de proceder a un exceso de tanta consideración y que a vista de lo acaecido y no poder contener dhos. Vbles.
Bdos. estaba en ánimo de renunciar la vicaría siempre que lo tuviera a bien Su Iltma. por que le es muy sensible
cualquier discordias…». Los munícipes (Doctor don Manuel Ramos Marrero, abogado de los Reales Conse-jos
y Alcalde mayor; don Domingo Van de Walle de Cervellón, de la Orden de Calatrava; don Felipe Manuel
Massieu de Vandale, Gobernador de las Armas de La Palma; don Nicolás Massieu y Salgado, de la Orden de
Santiago, don Félix Felipe Poggio de Valcárcel y Lugo, Teniente de Coronel; el Licenciado don Santiago
Aubert y don Juan Jacinto de Silva, diputados del común, el Licenciado don Domingo Albertos y Martínez,
sustituto del Fiscal de Su Majestad; y el doctor Domingo Ximénez, médico revalidado, síndico personero
general) «se juntaron con motivo de estas enrogaciones públicas al convento y monasterio de religiosas de Santa
Clara a pedir y suplicar a Ntra. Sra, de las Nieves, por lluvias, de que hay extrema necesidad y por la salud en
fuerza del contagio que pica, según lo acordado en los cabildos antecedentes». Los Beneficiados decidieron que
iban a sacar dicha imagen en procesión para traerla a la parroquia, «lo que visto por la Ciudad y que el espíri-tu
de dichos Vbles. Bdos. era el menos proseguir con que ha tratado en semejantes casos, asuntos y procesiones» se
requirió por la autoridad que la Virgen no debía salir ni sacarse en procesión puesto que «se le debe respeto y
consideración.» Alterados los ánimos, se comunicó a aquellos eclesiásticos «que se abstuvieran en dicho exceso,
que mirasen y atajasen como párrocos y curas de almas que eran el escándalo, que estaban [mostrando] al pueblo
la irreverencia con que estaban tratando la imagen de mayor devoción y veneración de la isla». El Alcalde mayor
–se sigue narrando– pasó en persona, dentro de la misma iglesia, delante del altar mayor, donde estaban los
presbíteros «con bastante desorden, sin devoción», y les manifestó del desacato que se hacía a la Real Juris-dicción.
Mandó retirarse a los prelados y comunidades religiosas, y al Gobernador de las Armas que hiciera
lo mismo con su tropa, lo que obedeció con prontitud a excepción del Sargento Mayor Don Santiago Fierro
y su hijo. Después de una larga exposición, el Concejo de la Isla acordó se informara a la Real Audiencia a
fin de reivindicar a la Real Justicia de la Isla como al «Ayuntamiento el honor, crédito, estimación y demás de
que se halla despojado en el día por un atentado jamás visto, oído ni practicado en esta Isla».
12 [P.G.] Don Cristóbal Manuel Martínez Méndez, presbítero, beneficiado servidor de la parroquial de El Salvador
cuando se desarrollaron los hechos, obtuvo la propiedad del beneficio al año siguiente (1771); fue además Comisario
del Santo Oficio de la Inquisición, Examinador sinodal del obispado, Vicario eclesiástico de la Isla y uno de los fun-dadores
de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de La Palma.
16 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 1 (2005)
Jaime Pérez García; Garrido Abolafia, Manuel
res el dho Personero, pidió licencia para embarcarse por tener que representar en la Real
Audiencia de Canaria, y que se nombrara Personero interino, a lo que dho. Sr. Alcalde mayor
dijo: que manifestara lo que iba a representar, a lo que dho. Personero le dijo, que si lo quería
saber fuera allá onde lo vería; y con efecto se le dio licencia, y el dia 1º de Abril se embarcó el
espresado Dn. Cristóbal y el dho. Personero en el barco llamado Costa( )lazo, y estando este a la
vela dho. Sr. Alcalde mayor pasó al castillo y puso al dho. LicdoDn Anselmo en la masmorra con
un par de grillos, y apenados los soldados no dejaron entrar persona a hablar con el subsodho.,
y es advertencia que cuando llegó a esta isla dho. Sr. Alcalde mayor fue asistir casa del Licdo. Dn.
Pedro Escobar, que vive en la calle Real13, y al tiempo de entrar en dha. casa la carga de cofres y
cajones que llevaban las bestias, llegó un sarnícalo, y con rabia embestía con los que entraban
dha. carga sin que pudieran correrlo, pero entrada la carga en la casa, trancaron la puerta para
que no entrara dho. sarnícalo, y este agarrado de la puerta daba golpes con las alas, y luego pasa-ba
a la [ventana] de la casa y se agarraba de sus rejillas, y de allí pasó dho sarnícalo y se posó en
el tejado de Dn. Nicolas Massieu, caballero del orden de Santiago, y Dn. Juan de Silva14, que esta-ba
viendo todo lo referido, cogió la escopeta y mató dho. sarnícalo en dho. tejado de dho. Dn.
Nicolas Massieu y Salgado, todo lo que fue admiración de los que vieron lo referido.
El dia 21 de dho. mes de abril llegó barco de Canaria, en el que vino cartas ordenes del Sr.
Provisor, para que si llegaran dhas. cartas a tiempo llevaran la Sma. Virgen para su casa el dia
tercero de pascua, y que de no poderse ese dia, la llevaran los V.V. Beneficiados el dia que gus-tasen,
no dejando de participarlo al Cabildo con recado político15; y en el mismo barco vino
13 [P.G.] El Licenciado don Pedro de Escobar y Spicer, abogado de los Reales Consejos, hijo del Alférez Pedro
de Escobar y Vázquez, escribano público de La Palma, y de doña Clemencia Bernarda Spicer, en 1770, cuan-do
ocurrieron los hechos, vivía, como se dice en el texto, en la calle real, en la casa propiedad de su esposa,
doña Josefa de la Encarnación de Acosta y Castellano, situada donde hoy se ubica la marcada con el núme-ro
17 de la calle Pérez de Brito, que se reedificó con posterioridad. En aquel antiguo inmueble sucedió la
anécdota del cernícalo que el autor comenta a continuación. El Licenciado Escobar, nombrado para el
Tenientazgo General de La Palma por don Pedro Henríquez de Oviedo, don Anselmo Quintín Aznar y don
Francisco de Castro Ayala, Corregidores de Tenerife, fue mal recibido por la totalidad de los componentes
de la aristocrática Corporación municipal pero se mantuvo en el desempeño de su oficio durante seis años
(1746-1752), hasta que la Real Audiencia le cesó a instancia del Regidor decano don Domingo Vandewalle
de Cervellón, que pasó a desempeñarlo por designación del propio Cabildo. Pertenecía el aludido a la línea
natural de una de las familias históricas de la Isla.
14 [P.G.] Don Juan Jacinto de Silva (1718-1802), administrador de la Real Renta del Tabaco, tenía su domicilio en el
antiguo inmueble que se levantaba en el solar que ocupa en el día el señalado con el número 16 de la calle Pérez de
Brito, enfrente de la casa del Licenciado Escobar donde vino a parar el Alcalde Mayor cuando llegó a la Isla. Don Juan
de Silva fue uno de lo ciudadanos que se involucraron en el movimiento que encabezó don Dionisio O`Daly contra
los Regidores perpetuos de La Palma y ocupó una regiduría bienal en la administración municipal después de la reso-lución
del llamado «pleito de los Regidores».
15 [G.A.] La Provisión a la que se hace referencia, fue emitida por la Real Audiencia de Las Palmas de Gran Canaria
el 10 de abril de 1770. En ella se dispone: «que se restituya a la Virgen de Las Nieves a su casa, advirtiendo que no se tole-rará
que se repitan los alborotos ocurridos en la rogativa con motivo de la falta de lluvias y que se obre con buena armonía
entre el Concejo, el Vicario, y los beneficiados de la ciudad.» (NUÑEZ PESTANO, Juan et atl. Catálogo de documen-tos
del Concejo de La Palma (1501-1812). Instituto de Estudios Canarios. La Laguna: 1999, Vol. I, p. 299) Si segui-mos
la cronología que esboza Mamparle en estas noticias curiosas…, entre la fecha de inicio del pleito -aproximada-
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Noticias curiosas escritas de puño y letra del Notario ecco. (eclesiástico) Dn José Mamparle…
un despacho de la Rl. Audiencia para que dentro de una hora se dejara por libre de la prisión
al referido Dn. Anselmo y no se le prohibiera su embarque, si acaso intentara embarcarse á
representar su agravio, y el mismo dia salió de la prisión acompañado de todos los Clérigos y
personas principales de esta Ciudad, lo llevaron a su casa.
El Ve. Beneficio determinó llevar la Sma. Virgen el dia 2[6] de dho. mes de abril, que
fue jueves: diose parte a los diputados de fiestas, y al Sr. Alcalde mayor interino, y se
advierte que los [hom]bres de esta republica suplicaron al Sr. Vicario y Ve. Beneficio que
el dia miércoles querian hacer una fiesta a la Sma. Virgen, lo que se les concedió; pero
sucedió que al poner la rama en la plaza se les impidió por parte del Cabildo, y por eso
la pusieron dentro de la iglesia, y por fuera arrimada a la iglesia.
Al siguiente dia, al amanecer, salió la procesión desta Parroquia y el cabildo que estaba en los
portales acompañó dha. procesión sin haber entrado en la Parroquia: prosiguió la procesión y
las calles estaban colgadas y bien enramadas: en la calle de los Molinos hubo loa poniendo la
Sma. Virgen en trono con todo aparato, y después, a la salida de la Ciudad, al entrar en el barran-co,
hubo otra loa, onde el pueblo se despidio de ntra. Sra., y prosiguió la procesión ¡pero caso
no oido y castigo tan patente, determinación de Dios, cuyos juicios son tan incomprensibles!
Estando la Sma. Virgen a medio barranco, a la parte de debajo de la cueva que llaman de la Vir-gen,
se vio una nube de jumo que salia de la Ciudad, por lo que todo el pueblo que iba en la
procesión empezó a clamar que aquello era fuego y que la ciudad se ardia, con lo que se alboro-taron
todos, y paró allí la procesión, mandando a un hombre subiese a una de aquellas monta-ñas
y viera de donde saliá el humo y habiéndose así ejecutado sin cesar los clamores del pueblo,
y especialmente las mujeres, que todas juntas clamaban y lloraban, se le hizo allí a la Sma. Virgen
una rogación, y luego caminó la procesión hasta poner la Virgen en la cueva en un altar de mucho
adorno, que allí estaba prevenido para hacer pausa la procesión como siempre se acostumbra,
cuando pr allí pasa la Sma. Virgen, y allí estuvieron en rogación por todo el pueblo que desampa-raran
la procesión y se vinieran a la ciudad al fuego. Llegó la noticia que dho. fuego se había
pegado en la casa del capitán Dn Antonio Pinto, y de allí había pasado a la casa del Sr. Coronel
Dn. Felipe Massieu16, y que ya estaba pegado en la calle Trasera, y se habían abatido algunas casas:
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mente los días 15 y 16 de marzo- y la de recepción de la Provisión, trascurren cuarenta y seis días durante los cuales
estuvo la Virgen de Las Nieves en la Parroquia de El Salvador, a ellos hay que añadir los días de los acontecimientos
posteriores. A pesar del tono firme, pero conciliador, de la anterior Provisión y del tiempo pasado no cesaron los con-flictos,
por lo que la Real Audiencia se vió forzada a remitir, el 2 de mayo, otra nueva advertencia al Concejo de La
Palma, «recriminándole por la división que reina entre las diferentes facciones e instándole a acabar con los enfrentamien-tos,
al tiempo que amenaza a los desobedientes con la expulsión de la Isla». (IDEM.)
16 [P.G.] El Coronel don Felipe Manuel Massieu de Vandale (1712-1788), personaje de influencia notoria
en la vida pública de la ciudad, bajo cuyo mando estuvo la gobernación de las Armas de La Palma, fue
Regidor perpetuo de dicha isla, por merced real, desde 1731. Como estaba en pleno desempeño de este ofi-cio
cuando se produjo la denuncia contra los ediles por parte de O’Daly y sus correligionarios, a la hora de
resolverse aquel pleito por el Real Consejo de Castilla (1771), resultó ser el capitular más severamente con-denado
a tenor de haberse centrado en su persona los más furibundos ataques de sus oponentes.
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Jaime Pérez García; Garrido Abolafia, Manuel
luego llegó otro recado del Sr. Vicario, el que se abía venido a la Ciudad para ver lo que se había
de determinar, diciendo que la Ciudad se ardía y que toda la Ciudad clamaba de que volviera
para bajo la Sma. Virgen: qe el Ve Beneficio dispusiera como mejor le pareciera, con cuyo reca-do
todos los que allí estábamos y el Sor Dn. Francisco Fierro, que estaba con la capa, determina-ron
volver para la Ciudad. Luego se eligieron cuatro hermanos de la Cofradía del Sor de la
Parroquial de las Nieves, que estaban en dha. procesión, los mas mosos y de fuerzas, para que
cargaran a la Virgen, y volvimos para la Ciudad en rogativa, y se puso la Sma. Virgen en el hos-pital,
de onde, por súplicas del pueblo, se llevó a la esquina de la Parroquia al bajar del Posito,
que quedaba en frente del fuego que estaba empezando á quemar las casas capitulares, y luego
se retiró el viento y salían las llamas derechas, y no pasó de allí el dho. fuego, habiéndose perdi-do
catorce casas, que lo fueron la casa del capitán Dn. Antonio Pinto – la de la habitación del Sor.
Coronel – la de Dn. José Albertos – la de Dn. Jose Cecilia – la de Miguel Jiménez – la de Simón
Pandero – la de la habitación del Licdo. Dn. Anselmo, que llaman del Juzgado – la del capitán Dn.
Jose Benito Luján – la de Da. Maria de las Nieves Pinto – la de Santiago Rodríguez de León –
las dos del dcho. Coronel de más de la de su habitación – las de las hijas de Casimiro Castillo –
la de Agustina de Aguiar – y una del capitán Dn. Juan Mateo, todas casas grandes y sobradadas,
de forma que desde la plaza hasta la marina no quedó ninguna, las que ardieron a un mismo
tiempo, que á no haber á la milagrosísima Virgen se hubiera abrazado media Ciudad17. Todo fue
una confusión al ver quemarse tanta casa dentro de cuatro o cinco horas: ver las casas circunve-cinas
que les picaron las ventanas y balcones, que las vaciaron de cuanto tenían dentro, cuyos
adornos no cabían en las calles y la marina, las bodegas abiertas y las pipas rodando por las calles,
unas enteras y otras que se defondaban corriendo el vino y el aguardiente por las calles, las orzas
de dulce y los panes de azúcar, y en fin, todo lo demás cosas mesturado con lo de otras, no se ha
visto conflicto semejante, y todo permisión de Dios, cuyos altos juicios son incompregensibles.
17 [P.G.] Las catorce casas destruidas por el incendio fueron las que en la actualidad llevan los números que
siguen a continuación:
Pérez de Brito, 2 (de don Antonio Pinto, donde empezó el fuego).
Plaza de España, 4 (la del Coronel don Felipe Manuel Massieu de Vandale).
Pérez de Brito, 4 (solar de dos casas, la de don José Albertos Álvarez, escribano público, y la de don José Tiburcio
Sicilia, clérigo presbítero).
Plaza de España, 5 (solar de dos casas, la de Miguel José Jiménez y la de Simón Pérez de Paz -Simón Pandero, en el
texto- y sus hermanos.
O´Daly 1 (la del Licenciado don Anselmo Pérez de Brito, antigua sede del Juzgado de Indias).
Álvarez de Abreu, 33 (solar de dos casas, la del Capitán don José Benito Luján y la de doña María de las Nieves Pinto
y Vélez, viuda del Teniente Coronel don Juan Antonio Vélez y Guisla, su primo hermano).
Álvarez de Abreu, 29 y 31 (solar de las casas de don Santiago Rodríguez de León y de las dos del citado Coronel
Massieu de Vandale).
Álvarez de Abreu, 25 (la de doña Francisca Antonia y doña María de las Nieves Castillo Tadeo).
Álvarez de Abreu, 27 (la de doña Agustina María Márquez de Aguiar y sus hermanos)
Álvarez de Abreu, 23 (la del Capitán don Juan Mateo Poggio y Escobar).
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Noticias curiosas escritas de puño y letra del Notario ecco. (eclesiástico) Dn José Mamparle…
El mismo día por la noche trajeron a la Sma. Virgen á la Parroquia, onde estubo once
días con todo ornato en trono con sus veinte y cuatro candelones todo el día, y con
mucha asistencia de pueblo. El día domingo 6 de mayo se hizo fiesta a la Sma. Virgen
por el Cabildo en desagravio, y para ello el día sábado á la tarde trajeron al Smo. Patriarca
Sor. San José para estar en dha Parroquia en la fiesta del domingo, que estubo manifiesta
la Majestad, y se celebró el patrocinio, y por la tarde se llevó á su ermita al Sr. Sn. José, y
el día lunes a la madrugada llevaron a la Sma Virgen para su casa, que fue el 7 de mayo,
siendo de repaso que estos once días que estubo la Virgen en la Parroquia, estubo el sol
entoldado, y el dia 7 que se fue dha. Sra. amaneció la cumbre nevada, y sin llover en la
ciudad, antes sí, descubrió el sol, y continuaron los días alegres y de bonanza.
El dia 11 de dho. mes de mayo salió de esta isla el dho. Dn. Anselmo en el barco lla-mado
Sn. Patricio en seguimiento de su justicia y defensa de su honor. El dia 12 de dho.
mes llegó un barquillo de la Orotava, onde vino un criado del dho. Sr. Alcalde mayor á
buscar un hijo de dho. Sor llamado Dn. Luis y sus criads. que tenía en esta isla con sus
trastes, y el día 20 de dho. mes de mayo se embarcaron los susodichos para la isla de Tene-rife,
y el día 23 del mismo mes llegó un barco de Canaria, y en el cual ha venido un des-pacho
de los M. I. SS. de la Rl. Audiencia para que se entregara la vara de Juez Rl. al Capn.
Dn. Juan Pinto de Guisla18, y la largara el Capitán Dn. Domingo Vandewalle Cervellón,
Caballero del orden de Calatrava19, que ejercía la jurisdicción de juez interino por el Sr.
Alcalde mayor: mandose juntamente apear al sustituto fiscal, y a extraerle unas multas y
costas en que ha sido condenado.
Abido noticia como es la isla de Tenerife y Canaria han (…) con el nombre de el fuego
de la Plaza (…) tenido por milagro el no haberse abrasado toda la Ciudad con el fuego
referido, y que todo había sido milagro de la Sma. Virgen. El Sor. General ha hecho mu-
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18 [P.G.] Don Juan Pinto de Guisla tomó posesión de la Alcaldía Mayor el 23 de mayo de 1770.
19 [P.G.] Don Domingo VandeWalle de Cervellón (1720-1776), Capitán de Infantería de las Milicias de La Palma,
Regidor decano del Ayuntamiento de dicha isla en el que desempeñó la Depositaría General por Real Carta de 1740,
Ministro calificado y Alguacil mayor del Santo Oficio, y socio fundador de la Económica de Amigos del País de La
Palma, ocupaba su regiduría perpetua cuando se dictó por el Supremo Consejo de Castilla la abolición de aquella
forma de administración municipal (1771). Debido a su decanato en el Cuerpo Capitular fue designado como
Alcalde mayor de La Palma, con carácter interino, en sesión celebrada el sábado 31 de marzo de 1770. En el mismo
acto, el Alcalde mayor titular, don Manuel Ramos, comunicó al Concejo que en virtud de un auto que había expe-dido,
le era indispensable pasar personalmente a la isla de Canaria para presentarse ante la Real Audiencia en defen-sa
de la Real Jurisdicción, que desempeñaba, por hallarse ésta agraviada y despreciada por los Venerables Beneficiados
y clero de la parroquia de la ciudad; que nombraba a don Domingo VandeWalle para ocupar el cargo interinamen-te.
Leído el auto, por éste se dijo era «conveniente que Su Señoría se sirva a la defensa de la Real Jurisdicción que se halla
bastantemente ultrajada y vejada (...) que no se encuentra otro medio más útil y conveniente al servicio del Rey Nuestro
Señor (...). acertada determinación que ha tenido Su Señoría por lo que esta ciudad debe rendirle las más expresivas gra-cias
». En la misma forma se pronunciaron otros miembros del Concejo que tomaron el acuerdo de remitir carta a
aquel Superior Tribunal aunque no se sumaron a esta decisión los diputados y el síndico personero. Don Domingo
VandeWalle desempeñó su empleo a partir del 2 de abril. (Archivo Municipal de Santa Cruz de La Palma, Libro de
Acuerdos. 1770).
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chos mapas de las casas que se quemaron, se han mandado a la Corte y a muchas perso-nas
de primer carácter, que uno es el Sor. Obispo de Sigüenza Dn. Francisco Delgado, dig-nísimo
obispo que fue de estas islas, mi Sor20. El cónsul de Holanda hizo un mapa de
buena pintura con las casas ardiendo, y enfrente a la Sma. Virgen de las Nieves en sus
andas. Ha causado mucha devoción en la isla de Tenerife a la Sma. Virgen por los mila-gros
tan patentes que está obrando con nosotros ¡Bendita sea, Amen!
Croquis de las casas afectadas por el fuego en 1770. Archivo de Indias.
20 [P.G.] Don Francisco Delgado y Venegas, que hizo el número 53 de los obispos de Canaria, nació en Villanueva de
Ariscal (Arzobispado de Sevilla). Consagrado en la catedral de Córdoba el 26 de julio de 1761, llegó a su diócesis en
la primavera de 1763 (aunque en su nombre, con anterioridad, tomó posesión de la silla episcopal don Estanislao de
Lugo, tesorero dignidad del Cabildo Catedralício) y se le recordó por sus muchos méritos durante los cinco años que
duró su estancia en el Archipiélago. Después de visitar La Palma en 1765, en octubre del mismo año recibió la espe-rada
noticia de su traslado al obispado de Sigüenza. Tanta fue su valía en el seno de la Iglesia que recibió el capelo car-denalicio.
Murió en Madrid en 1781. El autor de la narración que se trascribe debió tratarlo, como notario eclesiás-tico,
durante su visita a la Isla, de ahí que le mandara copia de la relación que había escrito.
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