Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 4 (2009) 223
ISSN 1698-014X
Los aprovechamientos forestales y las hornas de carbón vegetal un medio de subsistencia...
LOS APROVECHAMIENTOS FORESTALES Y LAS HORNAS
DE CARBON VEGETAL UN MEDIO DE SUBSISTENCIA
EN EL NOROESTE DE LA ISLA DE LA PALMA
Carlos Asterio Abreu Díaz
INTRODUCCIÓN
Desde el periodo Aborigen hasta nuestros días la actividad humana en el archi-piélago
Canario ha supuesto un duro golpe para su paisaje vegetal. Los nuevos
pobladores se encontraron con que la vegetación potencial cubría la mayor par-te
de la isla de la Palma. La elevada demanda de madera con fines domésticos
(leña, carbón, aperos de labranza, techumbre, bastones, armas, varas, tablones...,
etc.) e industriales (hornos de brea, construcción naval y plantas azucareras), así
como los espacios abiertos para el asentamiento de núcleos de población, terre-nos
de cultivos y dehesas de pastoreo provoco una rápida e intensa actividad ta-ladora
y roturadora. Con el incremento de la población lento pero constante ge-nera
un aumento de estos aprovechamientos forestales, uso que se mantuvo hasta
bien entrado el siglo XX, provocando un deterioro en la masa forestal motivado
por la especulación económica y generando grandes calvicies en el bosque de pi-nar.
La actividad del carbón en la Palma fue un medio de subsistencia en las
zonas rurales, sobre todo en los años de grandes sequías que provoca malas co-sechas
y genera que el espacio económico para su supervivencia fuera los produc-tos
madereros y el carboneo, como única vía para obtener dinero para la adqui-sición
de otros productos a través del trueque. Muchas veces su obtención se hacia
de forma clandestina por ser montes del estado.
«En las zonas de costas y medianías en los meses estaciónales de otoño e invierno
las podas de los frutales, las entresacas del monte bajo y limpieza de matorral de
los terrenos de cultivo o el trato directo con los terratenientes de sus terrenos bal-
Resumen: Los aprovechamientos forestales
y la producción de carbón vegetal en la Pal-ma
desde el siglo XVI hasta mediados del si-glo
XX, fue un factor económico importante
para la sociedad rural de la isla y un medio de
subsistencia en épocas de pocas lluvias y ma-las
cosechas.
Abstract: The production of vegetable
coal in the island of La Palma was from the
XVI century until the middle of the XX cen-tury.
It was an important economic factor for
the rural society and a means of subsistence
in times of droughts and bad harvest.
224 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 4 (2009)
Carlos Asterio Abreu Díaz
díos, contribuía a un beneficio mutuo, tanto para el dueño del terreno como para
el carbonero, que limpiaba la propiedad a cambio de la madera obtenida para ha-cer
carbón. Era una costumbre aceptada por el terrateniente ya que evitaba pagar
jornales para la limpieza de sus terrenos baldíos»1.
A finales del siglo XIX con la Revolución industrial de Europa se produce un
cambio lento en la sociedad por las mejoras tecnológicas. En Canarias estos cam-bios
empiezan a desarrollarse en las zonas rurales después de la segunda guerra
mundial, con las mejoras de las vías de comunicación. A partir de 1960 con la
sustitución de la leña o carbón por gas butano y la llegada de la electricidad y
el agua de las galerías a los municipios del noroeste de la Palma, conlleva a la
recuperación de la masa forestal debido a la disminución de los aprovechamientos
forestales y la prohibición de estos recursos por instituciones de protección fo-restal
pertenecientes al estado (ICONA).
El retroceso de la actividad agrícola y el pastoreo, junto con una política de
repoblación por parte del Cabildo de la masa forestal de la isla, genera en una
disminución de la actividad del carbón vegetal hasta el punto de no ser renta-ble
debido a la poca demanda del mismo. También motivado por el escaso de-sarrollo
económico de la zona y la gran emigración del campesinado hacia otros
países (Cuba, Venezuela), en busca de un mejor nivel de vida, provocando prác-ticamente
la desaparición de este oficio en los municipios con una menor riqueza
forestal (Puntagorda, Tijarafe). Manteniéndose solamente en aquellos con una
mayor riqueza forestal (Garafia, Barlovento, Sauces, Punta Llana, las Breñas y
Mazo)2.
LOS RECURSOS FORESTALES UN MODO DE VIDA EN EL NOROES-TE
DE LA PALMA
La comarca noroeste de la isla de la Palma abarca los municipios de Gara-fia,
Puntagorda y Tijarafe, situados en la vertiente exterior de la Caldera. Des-de
el punto de vista físico se trata de una ladera de gran pendiente, cortada por
numerosos y profundos barrancos. El Barranco de Franceses es el límite norte y
la muralla de el Time es el límite sur, lo que ha representado un gran obstáculo
para sus comunicaciones con el resto de la isla. La situación de la zona ha fa-
1 Los pinares canarios Pasado y presente. Autores: Juanjo Ramos- Carlos M. Anglés. «Rincones del
Atlántico», p. 2. La recuperación del almendrero en la comarca de Isora. Autor: Juan Miguel de Saave-dra
Díaz. «Rincones del Atlántico», p. 1.
2 Información suministrada por: Celestino Hernández Rodríguezm 74 años; Mario Pérez Pérez, 75
años; Olegario Rodríguez Pérez, 85 años; F. Celia Pérez Cáceres, 90 años; Antonio Pérez Canales,
86 años. Vecinos de Puntagorda.
Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 4 (2009) 225
ISSN 1698-014X
Los aprovechamientos forestales y las hornas de carbón vegetal un medio de subsistencia...
vorecido el desarrollo del bosque de laurisilva en el norte y de pinar desde los
300 m constituyendo durante mucho tiempo la principal fuente de recursos de
la población. Debido al aislamiento, el mar fue tradicionalmente la ruta de co-mercio,
sobre todo para la saca de productos forestales.
En el municipio de Garafia el aprovechamiento de la masa forestal fue sin
lugar a dudas un complemento económico de muchas familias durante siglos. En
el bosque de pinar fue la destilación de pez mediante la combustión de made-ra
de pino, cuyo resultado era una brea oscura utilizada fundamentalmente para
el calafateado de los barcos y la extracción de madera para la construcción de
estos. Conjuntamente a estas explotaciones se desarrollaban las hornas de carbón
con los restos de madera probablemente de menor calidad de tea, desechados
para hacer brea. A partir del siglo XIX con la llegada de los primeros barcos de
vapor a Canarias, la excesiva explotación y agotamiento de la masa forestal cen-tenaria
durante siglos, la introducción por importación de nuevas resinas (coni-feras)
para el calafateado y el declive en la construcción de barcos veleros, ge-nera
en la decadencia de la extracción de brea, hasta prácticamente desaparecer3.
En el bosque de laurisilva la actividad de la extracción del carbón era prác-ticamente
todo el año, en la que participaban toda la familia. Podríamos decir
que su mayor auge fue a principios del siglo XX hasta mediados de este, por el
aumento de los núcleos de población y su mayor demanda en las capitales de
provincias de Tenerife y Gran Canaria.
El transporte de estos productos forestales se hacía por los puertos de Fran-ceses,
Don Pedro, Juan Adalid y Santo Domingo. El comercio de estos productos
hacia las islas capitalinas se encargaban de su transporte y venta los hermanos
Podio Pérez Pedríanes y Melardo Pérez Pedríanes.
La actividad de carbón de los municipios del noroeste de la isla la podemos
resumir en:
Municipio de Garafia. La actividad del carbón que se generaba era de brezo,
faya y pino en la zona de costa desde los 300 mt y medianías, de pino en la
zona alta hasta los 2000 m.
En el Barrio de las Tricias la actividad del carbón que se generaba era de
pino en las zonas costas, altas 1900 mt y de almendrero en las zonas de me-dianías.
En el municipio de Puntagorda. La actividad del carbón que se generaba era
de almendrero, escobón y pino en la zona de costa, en la zona de medianías de
3 Información suministrada por: Justino Pérez Díaz, 75 años; Roque el Faro, Manolo Rodríguez García
El Tablado, 44 años. Todos ellos carboneros de profesión y vecinos de Garafia.
226 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 4 (2009)
Carlos Asterio Abreu Díaz
almendrero, brezo, faya y de pino en la zona alta hasta los 2000 m. En algu-nos
casos en los barrancos de Izcagua y Garome de brezo, escobón y faya.
En el municipio de Tijarafe. La actividad del carbón que se realizaba era ge-neralmente
de almendrero en la zona de medianías y de pino en la zona alta
hasta los 1900 mt de altura.
ALMACENAMIENTO
Generalmente el carbón vegetal se almacenaba en cuevas secas o con poca
humedad para no desmejorar la calidad del carbón. Es un producto que no se
degrada y puede estar largas temporadas almacenado esperando su salida cuando
aumentara la demanda y el precio. El carbón de leña verde es el más utilizado
para la venta por ser más pesado que el de madera seca ya que se vendía por
kilo y en algunos por saco. Su medio de transporte era en sacos llevados en
mulos hasta el puerto más cercano de cada Municipio y transportado en peque-ños
barcos hasta la capital de la isla, y desde allí, también a Tenerife y Gran
Canarias.
OTRAS ACTIVIDADES ECONÓMICAS EN EL MUNICIPIO GARAFIA
(Foto 1) A principios del siglo XX
con el desarrollo de los cultivos de
Plátanos en Tenerife, la Palma y del
tomate en Argual, Tazacorte y las islas
orientales, la construcción de pequeños
invernaderos con varas de madera en
las islas capitalinas, conlleva a la de-manda
de horquetones, estaquillas y
varas para estos cultivos, que se con-vierte
en una de las actividades fores-tales
más importantes en ese periodo
en la zona de Garafia hasta finales del siglo XX.
(Foto 2) Según fuentes orales, la industria de pequeños artesanos de herrería
en los forjados de metal en la comarca, se nutrió en principio de carbón vege-tal,
principalmente de almendrero pero a medio carbonizar con restos de made-ra,
es el carbón que más calor genera en llamas y brasas para poder calentar el
hierro y moldearlo en el yunke. Esto les permitía el desarrollo de sus produc-tos
como (cuchillos, machetes y podonas). Esta industria se desarrollo con car-
Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 4 (2009) 227
ISSN 1698-014X
Los aprovechamientos forestales y las hornas de carbón vegetal un medio de subsistencia...
bón vegetal hasta mediados de 1950.
Donde fue sustituido por el carbón
mineral de importación por generar
más grados de calor, ser más durade-ro
y limpio a la hora de trabajarlo.
(Fotos 3 y 4) A partir de los años
70 se produce una mejora de las vías
de comunicación, llega la electricidad,
gas butano y el agua a los barrios de
Garafia lo que genera en una decaden-cia
en la producción de carbón. Hay una gran demanda de monte picado en
Garafia para producir cisco o estiércol para el cultivo del plátano, que no era
suficiente para cubrir las necesidades del valle de Aridane. Tendría su mayor auge
en los años 70 y mediados de los 80, hasta la llegada masiva de los abonos quí-micos
a partir de los 80.
Debemos resaltar que el desarrollo del cultivo del plátano y del tomate a prin-cipios
del siglo XX en la Palma, genera que el aprovechamiento forestal en la ex-tracción
de la pinocha seca para los empaquetados de plátanos y varas para el
desarrollo del cultivo del tomate, era propio de todos los municipios circundantes
a estas explotaciones agrícolas, como otro medio económico para el campesina-do
palmero.
En el siglo XXI la fabricación de carbón empieza a surgir tímidamente por
la demanda mayoritariamente de los restaurantes y su venta en supermercados
para barbacoas4.
4 Información suministrada por: Celestino Hernández Rodríguez, 74 años; Mario Pérez Pérez, 75
años; Olegario Rodríguez Pérez, 85 años; F. Celia Pérez Cáceres, 90 años; Antonio Pérez Canales,
86 años. Todos ellos vecinos de Puntagorda. Luis Álvaro Pérez Riverol, 80 años. Vecino de Garafia.
228 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 4 (2009)
Carlos Asterio Abreu Díaz
PROCESO DE MONTAJE DE LA HORNA TRADICIONAL
(Foto 5) «En La Palma durante si-glos
los lugares con tradición histórica
en la elaboración del carbón fueron las
zonas de pinares, bosque de laurisilva
y las áreas de cultivo de almendreros
y frutales. Las variedades de madera
mas utilizadas por su alto rendimien-to
en carbón son: Pino canario (pinus
canariensis), Brezo (erica arbórea), Faya
(myrica faya), Acebiño (ilex canarien-sis),
Escobón (cytisus grandiflorus), Palo blanco (picconia excelsa) y almendrero
(prinus amigdalus). Era común ver la figura del carbonero, oficio ahora en vías
de extinción, cuyo trabajo se dividía en seis fases fundamentales hasta la obten-ción
del carbón: la talada de la madera, su secado al sol y posterior transporte
hacia la zona de carboneo, el montaje de enormes pilas de leña colocando los
troncos mas grandes en el medio y las mas pequeños al final ya que la horna
mantiene las temperaturas mas altas en el centro de esta y por ello necesita la
colocación de madera mas gruesa, en cambio en su parte mas externa su tem-peratura
es ligeramente inferior por lo que colocan la madera más pequeña.
(Foto 6) La cubierta de la pila se realiza con pinocha, paja, helecho o bre-zo.
Terminando su construcción con una capa de tierra que cubría la pila de ma-dera,
en algunos casos para sujetar la capa de tierra se colocan en la base de esta
una pared de piedras en su circunfe-rencia
o troncos de madera podridos
a falta de estos palos colocados en
vertical en forma de una valla que es
la forma de construcción más antigua.
(Foto 7) Actualmente se utilizan
planchas metálicas para cerrar la cir-cunferencia
de la base de la horna.
Posteriormente el control del proceso
de carbonización consistía en encender
la leña (parte inferior) con jachos de
tea encendidos o brasas de la misma madera.
(Foto 8) El control de la quema se guiaba a través de las aberturas que se
abrían o cerraban a medida que avanzaba la carbonización de la leña dentro de
Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 4 (2009) 229
ISSN 1698-014X
Los aprovechamientos forestales y las hornas de carbón vegetal un medio de subsistencia...
la pila. Este proceso podía durar días o semanas dependiendo del tamaño de la
pila. Posteriormente, subía hasta la cima de esta y pisaba la parte que estaba car-bonizada
para endurecerla y apagarla. Foto 8.
(Foto 9) Un descuido en la quema
de la pila podía generar en vacíos
dentro de esta, muchos murieron al
caer en la pila, todavía sin endurecer
del todo, lo cual convertía la profesión
de carbonero en un oficio arriesgado.
Cuando la capa estaba estable y no
temblaba, señal de que todo estaba
secado y endurecido, abría la pila con
un gancho doblado que servia como
un rastrillo dejando el carbón libre de
tierra obteniendo el apreciado combustible y almacenándolo en sacos para su
posterior venta. Foto 9.
(Foto 10) El material obtenido es
muy combustible, solidó, frágil y po-roso
con alto contenido en carbono. Se
produce por calentamiento de la ma-dera
a altas temperaturas que oscilan
entre 400 y 700 C, en ausencia de
aire. El poder calorífico del carbón
vegetal oscila entre 29000 y 35000
kj/kg, y es muy superior al de la ma-dera,
que oscila entre 12000 y 21000
kj/kg.»5.
5 http: //www. andy 21. com / carbón vegetal/. Consultado el día 10 del 07 de 2008, p. 1.
230 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 4 (2009)
Carlos Asterio Abreu Díaz
ASPECTO FÍSICO DE LA HORNA
«La horna de madera en su construcción podía tener diferentes tamaños y
formas dependiendo de la cantidad de leña cortada y la zona plana del terreno
donde se quería carbonizar. La técnica del carbonero a la hora de la quema de
la horna podía variar dependiendo de la forma física del terreno. Generalmente
su forma más tradicional es longitudinal o circular. Otro tipo de horna de cons-trucción
más reciente en la zona de San Isidro, Breña Alta se denomina horna
el tanque.
Las hornas longitudinal o de arrimo son las más comunes en la zona norte,
y pueden tener varias formas de construcción, dependiendo siempre del terreno
donde se localiza el desmonte, si es un llano o un lomo. En este caso podemos
diferenciar dos tipos de hornas. La estructura física la podemos describir en: al-tura,
oscila entre 1.50 a 2 m, el ancho es de 2.50 a 3 m y el largo puede lle-gar
de 5 a 8 m.
(Foto 11) La horna longitudinal se
caracteriza porque su construcción se
desarrolla generalmente en desmontes
forestales de una zona plana del terre-no.
El procedimiento de construcción
es sencillo ya que no tienen que pre-parar
el terreno para la construcción
de la horna. Solamente colocar la ma-dera
en forma horizontal al suelo so-bre
unas estaquillas de madera que
están en horizontal al suelo y colocadas transversalmente a la madera de la pila,
formando una separación del suelo de unos 5 centímetros, lo que abarca una
quema más uniforme en la parte baja de la horna al permitir el pase del calor
por ese espacio y facilita el aislamien-to
de la madera con la humedad del
terreno. En ambos extremos de la hor-na,
la madera esta sujeta por unas es-taquillas
clavadas al suelo verticalmente
que quedan cubiertas por la tierra de
la pila.
(Foto 12) La horna longitudinal de
arrimo es la que mayor trabajo tiene a
la hora de su construcción por el des-monte
del terreno, pero la construc-
Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 4 (2009) 231
ISSN 1698-014X
Los aprovechamientos forestales y las hornas de carbón vegetal un medio de subsistencia...
ción de la pila se hace más fácil. En ocasiones se aprovecha las paredes de cul-tivo
de las terrazas que antaño fueron tierras de cultivo o las paredes de tierra
de los viejos bancales de viña para construir la horna de arrimo en la misma la-dera.
Una gran parte de estos terrenos son hoy en día frondosos bosques de lau-risilva
y pinar. Foto 12.
El desmonte forestal de una ladera conlleva a preparar una zona plana para
la horna cuando no se localizaba terrazas con paredes o bancales de tierra. Es-tos
se realizaban desmontando una pequeña superficie de terreno al final de la
loma, quedando una forma de escalón en el terreno, generalmente colocan la
madera horizontalmente al suelo sobre las estaquillas de madera junto a la pa-red
de tierra del ribanso donde se desbancó la tierra. Terminada la horna se cubre
de tierra la parte del frente de esta ya que el otro extremo lo tapa la pared de
tierra del desmonte del terreno. La quema empieza por uno de los extremos en
la base de ésta hasta terminar en el otro lateral. Durante la quema se abren unas
pequeñas aberturas en la base para la entrada de aire (caños o gateras) y en la
parte superior (chimeneas) para la salida del humo, se van abriendo y tapando
a medida que la leña se va carbonizando hasta llegar al otro extremo de la pila.
(Dibujo 1) En las hornas circulares podemos diferenciar dos tipos de cons-trucción
a la hora de la quema de esta, pueden llegar a tener una circunferen-cia
de 5 a 6 metros. La primera se
caracteriza en la colocación de la ma-dera
de forma vertical al suelo, gene-rando
un pequeño pasillo hueco en el
centro hacia un lateral. Una vez termi-nada
la construcción, se inicia la que-ma
en el centro y en la base de esta
a través de este pasillo.
(Dibujo 2) Otra forma de construcción consiste en colocar la madera alrede-dor
de un palo alargado colocado en vertical que al terminar la horna se elimi-na
dejando un hueco en el centro de la pila, la madera se coloca de forma ver-tical
al suelo pero sin dejar ningún
tipo de pasillo. La madera más grue-sa
al centro y la más pequeña de ta-maño
en los extremos, hasta terminar
la circunferencia de la horna. La que-ma
se inicia en la abertura central en
la parte superior de esta con carbones
encendidos de la misma madera y
232 Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 4 (2009)
Carlos Asterio Abreu Díaz
termina cuando llega a la base de esta. Controlando la quema a través de las pe-queñas
aberturas, gateras o chimeneas que se van abriendo y tapando a medida
que lentamente carbonizaba la leña.»6
(Foto 13) Horna el Tanque. Esta nueva construcción desarrollado por José
Crisanto Viña Páez es de forma rectan-gular
puede medir 3 m de ancho,
1.50 m de alto y 20 m de largo. El
proceso de construcción es la misma
que las hornas longitudinales, solo
cambia la introducción de un nuevo
elemento. La colocación de paléts de
madera en forma vertical adosado a
un plástico o cartón en el perímetro
externo para contener la tierra de la
pila, dándole un aspecto físico a un
tanque, la quema empieza por un extremo hasta llegar al otro lateral. Foto 13.
Este tipo de construcción del siglo XXI se produce por la nueva demanda de
carbón en las principales capitales de provincia principalmente restaurantes y
barbacoas. Se localizada solamente en la zona de San Isidro, Breña alta, es un
proceso mecanizado muy practico ya que utilizan una pala mecánica para el trans-porte
de la leña y la tierra para hacer la horna, con este proceso la producción
de carbón se triplica usando como mano de obra solamente a tres personas.»7
NOTA: SOBRE LAS FOTOS
Las fotos 9 y 13 pertenecen a San Isidro, el hombre con el rastrillo es José
Crisanto Viña Páez. Las demás fotos son de la zona del Tablado, Garafia. El car-bonero
en el tablado se llama Manolo Rodríguez García.
BIBLIOGRAFÍA
«La Almendra en Gran Canaria». Autor: MARGARITA NAVARRO RODRÍGUEZ. Rincones del
Atlántico.
«Los pinares canarios Pasado y presente». Autores: JUANJO RAMOS-CARLOS M. ANGLÉS.
Rincones del Atlántico.
«La recuperación del almendrero en la comarca de Isora». Autor: JUAN MIGUEL DE SAAVE-DRA
DÍAZ. Rincones del Atlántico.
WWW Andy 21. Com / carbón vegetal/. Consultado el día 10 del 07 de 2008.
6 Información suministrada por: Justino Pérez Díaz, 75 años; Roque el Faro, Manolo Rodríguez García
El Tablado, 44 años. Todos ellos carboneros de profesión y vecinos de Garafia.
7 Información suministrada por: José Crisanto Viña Páez, 53 años. Vecino de Mazo.
Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, Núm. 4 (2009) 233
ISSN 1698-014X
Los aprovechamientos forestales y las hornas de carbón vegetal un medio de subsistencia...
Fuentes Orales
Águeda Rocha Pérez, 79 años.
Vecina de Aguatavar, Municipio de Tijarafe.
Antonio Pérez Canales, 86 años.
Olegario Rodríguez Pérez, 85 años.
Celestino Hernández Rodríguez, 74 años.
Todos ellos vecinos de Puntagorda.
Manolo Rodríguez García, 44 años.
Justino Pérez Díaz. 75 años, Carbonero de profesión.
Luís Álvaro Pérez Riverol, 80. años.
Todos ellos vecinos de Garafia.
José Crisanto Viña Páez, 53 años.
Vecino de Mazo
Fotografía
Carlos Asterio Abreu Díaz
Zona del Tablado, Municipio de Garafia
Dibujos
Luis Pérez Cabrera