DLARIO DE TENERIFE:
TURISTAS Y CONSTRUCCIONES HOTELERAS
A FINALES DEL SIGLO XM
r l r ~T A pl n A X T A n~ A n nnn-vr rm i r -n
C l Y LA3 L A l Y A l u A 3 VLLLUCl\ 1 XLC3
Introducción
Desde el siglo XVIIIl,a s Islas Canarias habían recibido la visita de
viajeros y científicos extranjeros, interesados por las peculiaridades na-turales
del archipiélago. Esta afluencia de visitantes se incrementaría en
el siglo XIX. Pero será a fines del siglo XIX cuando ésta, tome su impulso
definitivo'. A ello contribuirá las condiciones climáticas de las islas,
con temperaturas moderadas durante todo el año, lo que atraerá a un
turismo sanitario para la cura o mejoramiento de ciertas enfermedades
(tisis, tuberculosis, etc.), a lo que hay que sumar, a partir de 1880, la
función de aclimatación de personas, fundamentalmente inglesas, en su
viaje posterior a las colonias, como consecuencia de la extensión del
imperialismo europeo2.
Este turismo no será de masas sino de lo que hoy llamaríamos "tu-rismo
de élite", correspondiente a la clase alta y media alta inglesa. Su
estancia en las islas tampoco es igual a la actual ya que, si bien es un
turismo de invierno, la temporada empezaba más o menos hacia octu-l.--
*m..- -l.-. -- . . UI=, yma aLaua 611 !OS meses de mayo, jüliio, coli üíi iiiipoittnk baj6n
de la actividad en los meses de verano, sus estancias podían durar, no
unos pocos días como ahora, sino hasta varios meses3. En los hoteles de
las islas se organizaban excursiones a diversos puntos de la geografía
isleña, se proporcionaban distintas diversiones de moda por aquella
época en el continente europeo (billar, golf, teatro), se daban comidas
aí gusto ingíes, se hicieron campañas publicitarias de los hoteles de las
islas en los principales periódicos de las islas y de Inglaterra4. Se con-trató
personal inglés especializado' e isleño, casi. siempre para puestos
poco cualificados, se recibieron visitas de notables personalidades eu-
388 Germán Santana Pérez
ropeas de aquel momento, que alabaron la calidad de los establecimien-tos
canarios y se introdujo una beneficiosa cantidad de dinero, que al
menos en parte revirtieron en las Islas.
La fuente utilizada para el estudio del trabajo es la del periódico
Diario de Tenerife, el cual se empezó a publicar en septiembre de 1886
y desapareció en 1917. El Diario es, por lo demás, un periódico de
noticias generales, característíco de otros que, como él, se publicaban
en Sta. Cruz de Tenerife a finales de siglo. Es un periódico liberal sin
ser demasiado conservador, aunque defensor de 10s intereses de la clase
dominante tinerfeña.
El turismo canario pudo competir con el que iba a las Islas Madeira
e incluso, salvando las distancias, con el de la Costa Azul francesa. Sus
visitantes llevaron la afabilidad del clima y de las personas ca~ariasp or
+,A,. -1 ,..,A, ,,,,,-,:,,..,A,. .... -..,... ..,,,,:-:, - 1 A -^L:..:AI^^.^ 77-
LUUU GI i~iuiiuu,p upuiuuuaiiuu UII giau ~ I G D L I ~ IaUi fiiuiiyiciagu. c i i
esta actividad los capitales ingleses invirtieron una no despreciable can-tidad
de capital y, aunque las tesis tradicionales atribuyen casi
exclusivamente el protagonismo del turismo canario, a fines del siglo
xrx, a los capitales inglesesS hemos comprobado a trairés del Diario de
Tenerife una importante participación de los capitales canarios que, si
bien no llevaron la principal iniciativa obtuvieron importantes ingresos
y se beneficiaron con el ejercicio de esta actívidad.
Es necesario hacer una serie de salvedades. El periódico se centra
en la isla de Tenerife y, dentro de ésta, por supuesto, en el principal
centro turístico de la isla, el Valle de la Orotava, en concreto los esta-blecimientos
del Puerto de la Cruz, con la Compañía Taoro de Hoteles
y Sanatorium del Valle de La Orotava a la cabeza. Pero dado que es un
diario publicado en Sta. Cruz de Tenerife, no margina los "hoteles" de
esa capital, agrupados en su mayoría en torno a la Plaza de la Constitu-ción,
sino todo lo contrario. Incluso a través de las informaciones que
se nos proporcionan acerca de los hoteles podemos observar el pleito
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iiiuu~ai,L uauuu JG uiuba, bu11 uiiuiuiauuuGzi iari b a i a ~ ~ ~ iui6 ~iu~u i ~ a ~
hoteles de Las Palmas en contra de la bondad de los de Tenerife. La
presencia inglesa se recoge a través de los anuncio de los periódicos en
los que más del 50% viene escritos en el idioma anglosajón.
También debemos tener en cuenta algunos términos que nos pueden
llevar a confusión. El turismo a finales del siglo XIX no se aloja sólo en
establecimientos hoteleros sino que también lo hacía en quintas, fondas,
casas particulares. El periódico recoge numerosos establecimientos de-nominados
como "hoteles" lo cual, mucho nos tememos, es una
exageración en alguno de los casos. No hemos podido comprobar tal
afirmación pero consideramos que algunas de estas instalaciones no
Diario de Tenerife: turistas y construcciones ... 389
pasarían de tener más que un par de habitaciones. Este creemos que es
el caso de los "hoteles" construídos por la Sociedad Económica de
Reformas Urbanas de Santa Cruz de Tenerife (SERU).
Con respecto a la Sociedad Taoro de Hoteles y Sanatorium del Valle
de La Orotava (STHSVO) debemos precisar que no se trata de un único
hotel sino de un conjunto de hoteles cuyo hotel emblemático es deno-minado
Gran Hotel, y cuya ubicación cambia a través del tiempo, lo
mismo que la evolución de la principal sociedad hotelera de la isla, la
más organizada y la que disponía de un mayor capital invertido.
A continuación tocaremos algunos de los aspectos más interesantes
del turismo en las islas, precisando que la mayoría de los datos provie-nen
o se refieren a la Sociedad de Hoteles y Sanatorium del Valle de La
Orotava (STHSVO).
Número de visitantes
Una buena parte de las noticias que disponemos acerca del número
de visitantes llegados a la isla de Tenerife son muy imprecisas. En la
mayor parte de los casos se anuncia que su número es muy elevado, o
que es mayor que en tal mes de la temporada pasada, pero sin precisar
en concreto su cuantía exacta. También disponemos de datos sobre el
número de turistas llegados en determinados barcos o la capacidad de
diferentes instalaciones hoteleras, de las que nos ocuparemos más ade-lante.
Aún así el periódico de vez en vez, y sin ninguna regularidad
proporciona datos más globales.
De este tipo, la primera información corresponde al nueve de enero
de 1888, declarándose que, en ese momento, se hospedan en los hoteles
del sanatorium de La Orotava 86 extranjeros que, con los que viven en
casas particulares pasan de 200 los del total del Valle6. En diciembre de
ese mismo año se dice que no han venido tantos extranjeros como se
esperaba para ese año debido a las noticiar de 12 fiebre ~mai!p!f~i
Palma, la cual se ha exagerado en Europa. Nos detenemos aquí para
referimos la fragilidad que ante determinadas coyunturas tienen estos
hoteles, como en el caso de una "epidemia" en otra isla o tan siquiera el
rumor de una, como sucederá unos años después, lo que ahuyenta al
turismo europeo y hace bajar los beneficios. No obstante, la afluencia
de kr;gas de del afio fue mayor,
indicándose que los meses de máximo tráfico eran los de enero y febre-ro.
En ese momento no bajaban de 300 el número de extranjeros que
vivían de temporada en Tenerife, sin contar los que habían fijado su
390 Germán Santana Pérez
residencia definitivamente ni los 23 llegados de Inglaterra últimamente.
Sólo en el Puerto de la Cruz e inmediaciones habría cerca de 200,
distribuidos de la siguiente forma: 59 en le Gran Hotel Sanatorium de la
Compañía Taoro, 37 en hoteles particulares de Carpenter, Turnbull,
Nixon, doña Juana Medina y Homenger, cinco en la quinta de San
Antonio, 6 en La Paz, cinco en San Nicolás, 6 en San Bartolomé, 4 en
Zamora, 2 en la quinta de Zamora, S en San Miguel, uno en el Burgao,
6 en La Paz de Araus, 5 en el sitio de Srnith, 7 en Dehesa de Cologan,
4 en Dehesa de Ventoso, 5 en Dehesa de López, 7 en San Felipe, 3 en
los Martillos, 3 en la Montaña, 3 en Lomo de los Guirres y dos en el
Sitio de Cullen, con un total de 175. En el artículo incluso se llega a
precisar los nombres de gran parte de estos turistas ingleses7 ,, -
A principios de enero de 1889 hay, sólo en el Hotel Sanatorium E
unos 90 extranjeros y todos los demás hoteles. casas de huéspedes y
quintas de La Orotava estaban llenas de forasterosa. En noviembre de n-- m ese mismo año habían más de 50 huéspedes en el Gran Hotel del O E
Puerto, que se había beneficiado de la mayor afluencia de extranjeros 2E que en años anteriores, lo mismo que las fondas y casas particularesg. -E
En una memoria de una junta extraordinaria de la STHSVO. cele-
L..,,A- n.. ;.,i;- A,-. ion1 -,-. ;..L--A m..n -1 ...;---- A..A.-~,L~ 3 uiaua ~ i jui i iu UG i u 7 i JG i ~ i ~ u ~ i~i iUu GGL LIUGVU IIULLLGLU UG I I U G J ~ U G J
que se hospedaban en el Nuevo Gran Hotel, cuando sus obras no ha-
- -
0
m bían concluido era de 60 a 65. El movimiento de viajeros del uno de E
enero al 30 de abril no subió de 288 personaslo. El número de turistas O
que se hospedaban el 23 de noviembre en el Gran Hotel Balcón del n Puerto de la Cruz perteneciente a la STHSVO., era de 48, siendo consi- -E
derables los que vivían en quintas y casas particulares, calculándose a
que dentro de quince días estaría lleno el dicho hotel, a pesar de que no ,
2
n
se había terminado por completo de construir el edificio". A finales de n
año había sólo en el Gran Hotel, más de 60 huéspedes, y se esperaban 3
muchos más12. O
A finales de enero de 1892 llegaban a 80 los extranjeros que se
hospedaban en los hoteles de la compañía Taoro, aguardándose muchos
más para las semanas que seguíanL3D. e la Memoria de la Junta General
ordinaria convocada el 26 de septiembre de 1893 se desprende que el
número de viajeros entrados en el Gran Hotel desde el primero de Julio
de 1892 hasta el 30 de junio de 1893 era de 644, o sea 157 más que el
,=, -,t,~,, .., auu auvaiui, +AtniA - i A ~ O L 9 /;n7 ...x~ ni.ia 01 OZ,. bu11 u11 w L a 1 UG L - ~ + L ~ u G w a i i b i a a , L.UUI iuaa yub GL auu
anteriorJ4.
En otra Memoria de la Junta General de accionistas de la Sociedad
Taoro, celebrada el 25-9-1894 se establece un informe minucioso de las
entradas de ese año. La epidemia colérica de 1893 y principios de
Diario de Tenerife: turistas y construcciones ... 391
1894, o mejor dicho los rumores de epidemia, ya que no fueron nume-rosos
los casos encontrados, resto actividad al establecimiento. No se
contaron con las entradas previstas, se rebajó el personal de sirvientes
que se había contratado y se redujeron los sueldos y salarios de los que
continuaron en el establecimiento.
Movimientos de viajeros y sus estancias
desde el primero de julio de 1893 al 30 de junio de 1894"
Viajeros Estancias
Julio del 93
Agosto 93
Septiembre 93
Gciubre 93
Noviembre 93
Diciembre 93
Enero del 94
Febrero 94
Marzo 94
Abril 94
Mayo 94
Junio 94
Total 404 4.034
Mediante esta gráfica podemos observar perfectamente la inciden-cia
de la epidemia, justamente en los meses de mayor afluencia turística
en otros años. Gran parte de los viajeros fueron de tránsito, debido a lo
avanzado de la estación, cuando pudieron venir a la isla. La afluencia
rla -o.,,-. "a n .\nr"nno" ..rn,.nria..tan rla ln ,.,,.\:tn1 n,..., m,.+:..,. .-lo
uci luajv JLI aciuaba a ~LIIJVII~J ~LWLC~ULI~LLLX ULI la b a y l c a l , LULI ~UULIVU UG
visitar el establecimiento y admirar la "fiesta de las flores" de la villa
de La Orotava. Ciertamente, 1894 fue un año económico difícil para la
Sociedad y para el resto de las instalaciones hoteleras y turísticas, y, es
general, para toda la economía isleña.
A partir de los últimos años del período analizado los datos que se
nos proporcionan acerca dei numero de viajantes es mas impreciso.
Sabemos que 1895 fue un buen año, lo mismo que 1897, gracias a los
muchos comentarios acerca de lo ocupadas que estaban las habitacio-nes,
pero no disponemos de números fijos. Tan solo en marzo del 96,
392 Germán Santona Pérez
en un artículo publicado por Jesús Vigil, titulado "Apuntes de un viaje"
dice que, durante la temporada de invierno, componen la colonia del
Gran Hotel unos 150 huéspedes por término medio16.
En definitiva, aunque los datos que nos proporciona el Diario de
Tenerife no nos permiten realizar un computo global del número de
personas, debido a la variedad y dispersión de los mismos, estos si nos
dejan llegar a una aproximación de ellos, principalmente para la
STHSVO. y a afirmar que el número de turistas fue constante en el
período de crisis y que, salvo en coyunturas adversas, su número au-mento
progresivamente con el transcurrir de los años y con la mayor
oferta de habitaciones y establecimientos hoteleros.
m
D
Aquí nos vamos a referir a las informaciones que hemos recogido
sobre por donde entraban los huéspedes a las instalaciones hoteleras,
qué compañías se encargaban de ello, cuál era la duración del viaje y
qué tipo de personas eran las que llegaban a las islas para pasar una
ie~~poraddae descanso y diversitn.
Evidentemente, la llegada de turistas se realizaba por barco. La
llegada se hacia, por lo general, a través del puerto de Santa Cruz de
Tenerife, con barcos procedentes de Inglaterra, de donde eran origina-rios
la mayoría de los huéspedes. La línea de vapores de los señores
Forwood tocaba mensualmente en el Puerto de la Cruz, los correos
vapores de Africa, recalaban una vez por semana en Santa Cruz, proce-dentes
de Liverpool. Tanto los African Stearn Shipping Company como
la British and African S.N.C. llevaban pasajeros, lo mismo que la línea
Nueva Zelanda de Messr Shaw Savil and Col7. A través del movimiento
del puerto de Santa Cruz contamos con datos de barcos que transporta-ron
pasajero- durante -1 p e h d o analizado. TE! es e! caro de ! ~ vs a p o s
"Coptic", "Ruapehu" y "Tainu", procedentes de Londres y Plymouth,
trayendo este último, en dos viajes, a 40 y 60 personas respectivamente.
En un tercer viaje trajo 50 personas más'8. Lo mismo ocurre con los
vapores ingleses "Doric", "Aorangui", "Ionic" y "Benin" que en uno
de sus viajes trajo a 18 personas con destino a la STHSVO. y el
<<n---:~ - 3 9 rreiuria , ei que en uno de sus viajes trajo a 29 personas para ei
mismo finlg.
La duración del viaje desde Inglaterra hasta las islas era de unos 5 ó
6 días, si no había ningún contratiempo. Se tardaba un día en llegar
desde la isla de Madeira a la de Tenerife20. Y eso sin contar con las seis
Diario de Tenerife: turistas y construcciones ... 393
horas de carnaje desde Santa Cruz a La OrotavaZ1. Después de tan
tortuoso viaje es lógico pensar que los turistas ingleses necesitasen un
buen descanso en sus respectivos hoteles.
Como ya hemos indicado, la mayoría de los turistas que se hospeda-ban
en los hoteles de las islas tienen en este período un origen inglés,
aunque también venían de Francia, Alemania, y hemos constatado algu-nos
españoles, con carácter ocasional, e incluso cubanosz2. Se trata de
personas con un nivel económico alto o medio alto, algunos de eilos
con un poder económico más que envidiable para aquella época.
Hemos podido localizar la visita de importantes personalidades de la
sociedad europea, lo que repercutía en el prestigio de la calidad hotele-ra
de las islas. Recordemos también que las islas seguían siendo un
punto de escala obligado en el tráfico internacional. Así la visita del
Gi~ii h q ü e de RUsia en septiembre de 1887 a! SanatuBUm de La
Orotava, del que la prensa recogió una de sus frases "acabo de llegar al
paraíso". También el Diario recoge las visitas de los oficiales de barcos
de distintas nacionalidades que, al hacer escala en la isla, aprovechaban
la situación para realizar una visita al Valle de La Orotava y a sus
prestigiosas instalaciones hoteleras.
Construcciones y capacidades de los hoteles de la STHSVO
En un artículo de marzo de 1890 se afirma que el Gran Hotel y
Sanatorium del Puerto de la Cruz fue inagurado el lo de septiembre de
1886, en una casa particular de estilo cubano, cuyo primitivo dueño era
el marqués de la Dehesa, que se quedó con parte de la casa para su uso
propio, quedando 20 dormitorios para los huéspedesz4. El Gran Hotel
comprendía otros tres establecimientos, que aún cuando están separa-dos
los unos de los otros, también están en relación con el central que
acaba de descí;lluirse. Estus, Pinda Xaíqüesa, Casa Zarnora y Casa
Buenavista, podían albergar entre el conjunto de los tres, a un centenar
de huéspedes, de manera que el número total de los que podía alojarse
en el Sanatorium era de 120. Además en ese momento había otro hotel
que se estaba construyendo en La Orotava (creemos que se trata de el
hotel "El Balcón") que podría albergar a más de 200 turistasz5. Después
de su inauguración lo más sobresaliente de su historia en el período
estudiado fue, quizás, la reforma de sus estatutos en 1888, y la cons-trucción
del Gran Hotel por el arquitecto francés Coquet, que fue
inaugurado en septiembre de 1890 aunque no se terminó totalmente
hasta tres años más tarde.
394 Germán Santana Pérez
La fachada principal del Gran Hotel miraba al Puerto de la Cruz y
media 94 metros, constaba de un cuerpo central de dos pisos y planta baja,
y luego los cuerpos laterales con 76 metros cada uno. La fachada del
cuerpo central descansaba sobre 15 arcos, había jardines al estilo inglés. El
hotel contenía 217 habitaciones con un espacioso comedor con vistas al
mar, alumbrado eléctrico, sala de billar, bibliotecas, baños, duchas, etc. La
Compañía invertía 30,000 pesetas en la parte sanitaria, al año, correspon-diente,
entre otros asistencias médicas enfermeras inglesas, e t ~ . ~ ~ .
La actividad constructora de la Compañía durante estos años, espo-leada
por el aumento de la demanda fue incesante. Ya en un anuncio de
enero de 1887 se buscaba una nueva casa de hoteles debido a que
estaban llenas las tres anteriormente establecidas2'. En otro comunicado
de abril del mismo año se leyó que se pretendía establecer una sucursal
de! Urm Hotel SzmteBurr! e ~L?z Lgpna, cercr de !X Cn~?cepci/;nE~~l .
ese mes se insistió en la idea de una sucursal en Santa Cruz, para que
sirviera como punto de apeo y descanso para los viajeros que llegasen
con destino a La OrotavaZ9S. e presionaría en los años venideros para la
consecución de ambas ideas.
En septiembre de 1887, a través del periódico Valle de La Orotava,
se comunicó que ei ayuntamiento dei Puerto de ia Cruz construyó ace-ras
para la mayor comodidad de los extranjeros? En ese mismo mes se
hizo una proposición a doña Antonia Dehesa para la compra de la casa
y jardines el que se halla el Sanatorium de La Orotava, por un valor de
6.000 duros pero que, al no enajenar, se amenazó con construir un gran
edificio cerca del Botánico donde se trasladaría el establecimiento cuan-do
terminase el arriendo de la casa de la citada señora. También había
otro proyecto para construir otro en la llanura de La Paz31.
En enero de 1888 la STHSVO., debido al gran número de inquili-nos,
se vio en la necesidad de arrendar una n u e ~ a \ ~ a sEal~ c~ap. ellán
inglés T. Gifford Nash, informó en un artículo al he Western Daileg
hnercltry qlte e! Grm Unte!, en fehrern de ese a n , dispnnh de cii~trn
casas y más de 120 camas33. En otra carta proveniente del Puerto y
publicado por el Diario, se lee que en vista de los buenos resultados, se
construiría un Gran Hotel en el sitio llamado El Balcón, cuya carretera
de acceso sería construída por el ingeniero Sr. Boyle. La empresa cons-tructora
del nuevo hotel solicitaría los servicios en abril de ese año, del
arquitecto Sr. Cámara, en junio ae ese año iiegó ei arquitecto francés
Adolphe Coquet, a quien se le encarg6 las obras de la dirección del
hotel "El Bal~6n"~~.
En Julio de 1888 se realizó en la calle Cupido del Puerto de La CNZ
una pública subasta para la construcción del edificio en El Balcón con
Diario de Tenerife: turistas y construcciones ... 395
un presupuesto de contrata de 382.261,40 céntimos. La garantía para tomar
parte en la subasta era de 19.1 13 pesetas en metálico o en billetes del Banco
de España. Finalmente la subasta fue adjudicada a Rafael Clavijo por la
citada cantidad35. En noviembre de 1888 comenzaron las obras de construc-ción
de el hotel "El Balcón", pensándose, en principio, que podría albergar
para el siguiente invierno a más de 100 personas36.
En abril de 1889 se había avanzado bastante en las obras de construc-ción
del nuevo hotel y ya se había explanado la cametera que lo conectaba
con el Puerto, además de haberse estado acopiando plantas vivas para los
jardines y terminado el depósito de agua. En julio, una vez que se trajeron
las maderas desde Inglaterra, para su construcción se avivó el ritmo de los
trabajos. También se descargaron piezas de hierro para ayudar a su cons-tru~
ciónC~o~m. o ya dijimos, finalmente, el hotel "E1 Balcón" en diciembre
& !y?!), m q p q c p l s p p y Cenr@~p.
En marzo de 1892 el consejo de Taoro decidió que se construyera el ala
este de el hotel "El Balcón", para la próxima temporada de invierno, obras
que se iniciaron ese mismo mes39. A pesar de que la previsión era acabar las
obras en el mes de Diciembre y no surgió ningún contratiempo renombrable,
estas no pudieron terminarse en los plazos previstos.
En junio de i893 ei consejo áe ia STISVO. se ocupó áei proyecto
de instalación del alumbrado eléctrico en el Gran Hotel "El Balcón".
Para este fin se constituyó una sociedad con capitales exclusivamente
del país. En otra noticias, más tardía en el mes de julio de 1894 descn-be
como adelantaban los trabajos de alumbrado en La Orotava y el
Gran Hotel. No sabemos cuando exactamente se procedió a la instala-ción
pero ya a principios de 1895 ésta se tenía en f~ncionamiento~~.
En julio de 1893 ya estaba completamente terminado el Gran Hotel
de la sociedad Taoro4'. En febrero de 1895 el periódico El Teide pedía
al Gran Hotel Taoro la construcción de un pequeño teatro, un hipódro-mo
o una sala de patines, para entretenimiento de los extranjeros4*. En
&f nitiva, !a cinrmccidfi de! hnte! "E! R&dn7', rlp~pg&& i f i ~ ceo-i-i
ración en 1886, mejoró notablemente la oferta de la sociedad, oferta
que no cesó de incrementarse con nuevos accesorios, como la luz eléc-trica,
al menos hasta 1898.
Construcciones y mejoras en otras instalaciones turtsticas
La mayor parte de los datos que citamos a continuación hacen refe-rencia
a pequeñas mejoras de otras instalaciones menores, aunque
alguna que otra supuso una notable construcción.
396 Germán Santana Pérez
Desde los primeros años de este período hasta prácticamente el final
salen a la luz pública distintas presiones para conseguir la construcción
de un Gran Hotel en la capital tinerfeña. Sin embargo, esto no fue
posible hasta época posterior, hubo pequeños hoteles pero no uno que
respondiese a una gran calidad. Uno de los primeros interesados en
llevar adelante la idea fue la propia STI-ISVO. que dispuso proyectos
para emitir acciones y poder construir tal establecimiento, que, en este
período no se llevaron a cabo. Incluso en 1888 el Diario de Tenerife
avisó que se habían recibido cartas de casas inglesas para la construc-ción
de hoteles en esa capital y en otros puntos de la Isla, proponiéndose
que alguna de estas casas extranjeras se asociaran4j.
En otra información de Marzo de 1888 se asegura que Don Benja-mín
Renshaw, propietario del "hotel Aguere" de La Laguna se proponía
ampliarlo con nuevas edificaciones por las calles de Los Alamos y de
Moya, lo que motivó que adquiriese la casa del Sr. Real en la calle de
La Carrera. En ese mismo hotel se realizó una instalación microtele-fónica
en Agosto de 1896@. De El Reformista de La Laguna, en mayo
de 1887 se tomó que se había establecido en esa chdad un Hotel
Sanatorium en la calle San Agustín, en la casa de Benjamín A. Renshaw,
a se decore cuii güsto elegaiicia la Yeiiida de
jeros, sobre todo en el verano dadas las características climáticas de
esta
En septiembre de 1887 se dio la noticia de la inauguración de un
hotel en Icod, sin precisar nada más. Pero en febrero del año siguiente
se alaba la comodidad del "hotel Carolina" en dicho pueblo, cuya pro-pietaria
era la misma que anteriormente Ievaba el "hotel Español" del
Puerto de La También se recoge rumores como uno a través de
El Valle de La Orotava, que afirma que el extranjero Pablo Michel
solicitó la casa-habitación de Don Antonio Díaz Flores, para establecer
en ella un magnifico hotel en 188S4'. En febrero de ese año, se notificó
que otro extranjeroj W. Hams contactó en arrendamiento la finca La
Paz, próxima al Botánico con objeto que una compañía inglesa constru-yera
pequeños hoteles48.
El hotel "El Telégrafo" situado en la plaza de la Constitución de
Santa Cruz de Tenerife fue adquirido, en 1888, por Benigno Ramos de
el señor Deurvan, con el fin de realizar reformas en él y llevarlo a un
esblDiecifieni" & e.pnii,er en su Tal resiaüracitii he pm"-
nada a finales de ese año4'.
El hotel "Internacional" que estaba establecido en casa de la marina,
se trasladó, en 1888, a la plaza de la Constitución, a la antigua casa de
la familia Villalba, inaugurándose el nuevo local en octubre. En julio de
Diario de Tenerife: turistas y construcciones ... 3 97
1889 se siguieron practicando las reformas en el mismo establecimiento
con el fin de dar mayor atención a los bajos del edificio, destinando los
salones a billar y a restaurantes0.
Ya en junio de 1888 encontramos que en La Palma, en Santa Cruz,
se trabajaba para establecer un hotel Sanatorium, con sucursales en
otros pueblos de la isla. El 15 de noviembre de 1889 se inauguró el
hotel inglés de Santa Cruz de la Palma5'. En Güimar, al mismo tiempo
había un proyecto para hospedar extranjeros durante los meses de in-vierno,
para lo que se quería arrendar la casa y jardines de la señora
Márquez, viuda de la Florida. En diciembre de 1889 quedó abierto al
público la fonda que en ese pueblo tenía el señor Renshaw, dueño del
"Hotel Ag~ere"~~.
Otros datos disponibles acerca del tema fueron que en abril de 1888
se inauguró el "Hotel Hespérides", en la villa de La OrotavaS3E. n junio
del 88 el señor Camacho emprendió obras en su hotel para complemen-tar
el segundo piso, dicho local estaba situado en la calle de San
Francisco de Santa Cruz de TenerifeS4. El hotel "Sitio de Luna", en el
Puerto, disponía de capacidad para 40 habitaciones, eso sin contar su
espacioso salón, sus jardines y terrazas y su cocinas5. Finalmente el
"$llee9r Roya! Hotel"j en La Laguna, cnnocid~ como casa del Jardín,
fue renovado completamente en Abril de 1893, y abierto posteriormen-te
en junios6.
Fondas, quintas y casas de veraneo
Ya hemos visto algunos ejemplos de este tipo de instalaciones a lo
largo de la descripción anterior, y la importancia global que éste tenía
en el conjunto turístico canario y en concreto tinerfeño. Ya nombramos
una información de enero de 1888, en la que se hablaba del gran núme-ro
de extranjeros que vivían en casas particulares. No disponemos de la
cuantificacion totai de estas pero alguno de íos ejempios que nombra-mos
a continuación son bastante significativos.
En relación a las fondas ya hemos hecho alusión a algunas de ellas,
como la ubicada en Güimar. Para el caso de otras islas hay noticias
como las llegadas desde El Hierro. En abril de 1889 se montó una
fonda por Manuel Pérez Cebolla, en la localidad de Valverde, con
sucursal en el pozo de Sabinosa, destacándose su servicio esmerado,
variando sus precios de 10 a 40 reales de vellón diarios. Estaba dedica-da
tanto a la visita de enfermos como de extranjeros. La fonda, tras
unas reparaciones se abrió el uno de mayo del 91, contándose con 14
398 Germán Santana Pérez
habitaciones más que en la temporada anterior, estando ubicada en los
famosos baños de SabinosaS7.
En ese mismo mes, pero en 1890, se informaba de La Orotava que,
debido a lo avanzado de la estación, los extranjeros dejaban los hoteles
del Puerto para habitar las quintas de La Orotava, buscándose un clima
más agradables8. Otros anuncios que destacamos son los siguientes: el
alquiler para casa de veranear en casa de Tacoronte en junio de 1890,
una casa de veraneo en el monte de La Orotava, propiedad del Sr.
Thuston, y otra casa para veranear en La Laguna. También, otro anun-cio
de una casa de huéspedes en el número 16 de la calle Candelaria,
que se traslad6 al número 17, en febrero de 189259.
Las fondas, quintas y casas de veraneo supusieron una alternativa
para los turistas que llegaban de lejanas regiones, ya fuera para gozar
A- r i n - mri..nr h.nnnrr;l;AoA n r\nt r-vnmna An t ; n n n n n n X m ; r n T o m h ; & U- ULlU lllUJUl UUII~UIIIUUU V pVI IULiVllVU U- LlpV CiCIVllVIIUbVi L UlLlUl~ll
eran un complemento económico para sus propietarios, algunos de ellos
extranjeros.
Visidn General
Tras estas páginas queda claro, por lo menos, que las islas, a finales
del siglo XIX, tenían un atractivo turístico para los viajantes extranjeros,
en especial ingleses. A través de numerosos artículos y noticias el Dia-rio
de Tenerife, mostraba una visión paradisíaca de la isla, en especial
del Valle de La Orotava, un paraíso perdido que era posible explotar
económicamente a través de una serie de instalaciones hoteleras. Este
punto de vista resaltaba diversas ventajas de la isla como las diferentes
alturas que ofertaba el sector, desde La Laguna hasta el Puerto de La
Cruz, pasando por La Orotava, la suavidad y regularidad de las tempe-raturas
(en numerosos artículos referidos al turismo publicados en el
ea - A k n i n n innln-an r , l d t n a A- +n--nrd.l.-qe o la l-.-mn A- t n A n
u i u i i v , u r a u j u i i r u i i ~ i i u i u u vr u a u i v u ur r r i i i p i u r u i u ~u iv r o i g v ur r v u v
el año). También atraía la abundancia de aguas, la diversidad del paisa-je
y la variedad de vegetación. En este sentido, un párrafo del periódico
recogía:
"Desde la Meseta hasta el Puerto bajan terrazas de jardines con más
de 400 palmeras, también hay bureles, hayas, pinos, tilos, barbuzanos,
naranjos, nopales, guayabos, duramos, melocotoneros y otros"".
El clima y paisaje de las islas constituían el principal atractivo turís-tico.
Diario de Tenerife: turistas y construcciones ...
1. AFONSO, Leoncio et alii: Geografía de Canarias. Tomo 111, "El turismo en
Canarias", Santa Cruz de Tenerife, 1984, pág. 329-330.
2. BRITO, Oswaldo: La encrucijada internacional. Historia contemporánea: Ca-narias
1876-1931, Santa Cruz de Tenerife, 1989, pág. 73-74.
3. Diario de Tenerife, 10-12-1888, N.O 635.
4. Idem, 10-3-1896, N." 2.795.
5. MORALES LEZCANO, Victor: Anuario. Centro Asociado de Las Palmas, N."
5, "Capitalismo industrial e inversiones extranjeras en Canarias (1850-1945)", Valen-cia,
1982, pág. 157.
6. Diario de Tenerife, 9-1-1888, N." 359.
7. Idem, 10-12-1888, N." 635.
8. Idem, 4-1-1889, N.O 655.
9. Idem, 25-1 1-1889, N." 922.
10. Idem, 22-7-1891, N." 1.414.
11. Idem, 24-11-1891, N.O 1.518.
12. Idem, 30-12-1891, N.O 1.547.
13. Idem, 23-1-1892, N." 1.566.
14. Idem, 26-9-1893, N." 2.062.
15. Idem, 25-9-1894, N.O 2.360
16. Idem, 10-3-1896, N 2 795
17. Idem, 22-4-1887, N." 145.
18. Idem, 28-4-1887, N." 151; 23-1 1-1888, N.O 622; 12-10-1887, N." 286; 4-10-
1887, N." 279; 2-3-1888, N." 403.
19. Idem 24-9-1887, N.O 271; 28-9-1888, N." 575; 28-8-1889, N." 847; 7-9-1891,
N." 1.452; 13-11-1890, N.O 1.211.
20. Idem, 28-2-1888, N." 400.
21. !&E?, 25-2-!R90, o??.
22. Idem, 2-1-1890, N.O 953.
23. Idem, 29-9-1887, N." 275.
24. Idem, 2-3-1890, N.O 1001.
25. Idem, 3-3-1890, N." 1.002.
400 Germán Sanrana Pérez
26. Idem, 4-2-1896, N.O 2.766.
27. Idem, 29-1-1887, N.O 77.
28. Idem, 28-4-1887, N." 151.
29. Idem, 23-4-1887, N." 146.
30. Idem, 24-9-1887, N . O 271.
31. Idem, 26-9-1887, N.O 272; 11-10-1887, N . O 285.
32. Idem, 31-1-1888, N.O 378.
33. Idem, 27-2-1888, N.O 399.
34. Idem, 3-3-1888, N . O 404; 13-4-1888, N.O 438; 8-6-1888, N . O 483.
35. Idem, 19-7-88, N." 517; 20-7-1888, N.O 517.
36. Idem, 10-11-1888, N . O 61 1.
37. Idem, 11-4-1889, N." 735; 8-7-1889, N." 805.
38. Idem, 22-12-1890, N." 1.243.
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40. Idem, 15-6-93, N." 1.979; 3-7-1894, N.O 2.291; 3-12-1895, N.O 2.715.
41. Idem, 14-7-1893, NP 2.003.
42. ídem, 5-2-i895, N.O 2.69.
43. Idem, 6-7-1888, N." 506.
44. Idem, 12-3-1888, N.O 411; 11-8-1896, N," 2.920
45. Idem, 18-5-1887, N.O 166.
46. Idem, 29-9-1887, N." 275; 27-2-1888, N.O 399.
47. Idem, 3-1-1888, N." 355.
48. Idem, 25-2-1888, N." 398.
49. Idem, 1-10-1888, N.O 577.
50. Idem, 6-10-1888, N.O 582.
51. Idem, 9-11-1889 N.O 909.
52. Idem, 23-10-1889, N." 895; 13-12-1889, N." 938.
53. Idem, 14-4-1888, N." 439.
54. Idem, 22-6-1888, N . O 495.
55. Idem, 5-4-1893, N.O 1.921.
56. Idem, 25-4-1893, N.O 1.938.
57. Idem, 11-4-1889, N.O 735; 17-4-1891, N." 1.335.
58. Idem, 14-5-1890, N . O 1.060.
59. Idem, 19-6-1890, N . O 1.098; 19-2-1892, N." 1.588.
60. Idem, 10-3-1896, N.O 2.795.