ELPAPELDELAPRENSAENELESTUDIO
DE LAS CATASTROFES NATURALES EN GRAN CANARU
(ISLAS CANARIAS, ESPANA)
Las catástrofes naturales desencadenan graves daños en la sociedad
y originan transformaciones sustanciales en el medio físico. Esto se
manifiesta en pérdidas de vidas humanas, en destrozos materiales, en
inactividad económica de una región o país y, por último, suponen un
freno al desarrollo.
La necesidad de realizar estudios sobre los riesgos naturales es cada
vez más acuciante, porque sus efectos tienen mayor amplitud, como
consecuencia del incremento de la población mundial y de su tendencia
a la concentración en grandes núcleos urbanos, que constituyen áreas
de gran vulnerabilidad.
Por estos motivos, la Asamblea General de las Naciones Unidas
adoptó, en diciembre de 1989, la resolución de proclamar la década de
los noventa como el Decenio Internacional de la Prevención de las
Catástrofes Naturales @IPCN).
En el presente trabajo, se aborda el análisis de las catástrofes natura-les
hGi u7feci& duraate siglu 2 la isla & Gran caliúiiaa,
través del análisis de un medio de comunicación: la prensa escrita.
Esta fuente presenta la particularidad de preocuparse por el carácter
excepcional de aquellos fenómenos naturales que producen algún tipo
de conmoción sobre la sociedad.
La percepción que la comunidad posea sobre los riesgos naturales, y
sus consecuencias, está mediatizada por el conocimiento que sobre los
mismos haya desarrollado, y éste condiciona y documenta sobre las
medidas de prevención a adoptar por la población. Razón, más que
suficiente, para que el estudio de los riesgos naturales sea incorporado
a los procesos de planificación.
192 Varios autores
Objetivos y metodología
El estudio tiene como objetivo analizar las posibilidades y las limi-taciones
que presenta la prensa como fuente para el estudio de los
riesgos naturales, y realizar una primera aproximación al conocimiento
de las pautas del comportamiento espacio-temporal de los mismos en
Gran Canaria.
La información recogida en esta fuente será contrastada y completa-da,
en una segunda fase de la investigación, con la que nos aporten
otras de diversa índole, como son los registros de organismos oficiales
y las comprobaciones de campo. Con ello se elaborará un mapa de
peligrosidad, donde quede reflejada la probabilidad de que un determi- m
D
nado proceso afecte a una zona con un cierto nivel de intensidad, y un E
mapa de riesgos, que incluirá los daños a personas, actividades e insia- nu
laciones. -
=m
Con dicha información se abordará el estudio de la evaluación de O
E
los daños ocasionados por cada uno de los riesgos, y de la vulnerabili- E
2
dad de los distintos geoambientes de esta Isla, frente a los riesgos E
=
naturales. 3
Como queda reflejado en las líneas anteriores, nuestro estudio forma -
parte de un trabajo más amplio del que aquí se expone. En esta primera -
0m
fase partimos del empleo de una única fuente, la prensa escrita. E
Se han consultado un total de seis periódicos (Cuadro 1) para reco- O
ger la información referida al periodo 1900- 1980; de los que destacamos n
"El Tribuno", "Diario de Las Palmas" y "La Provincia", por su conti- E a- nuidad temporal, con 23, 24 y 32 años respectivamente. l
n
CUADRO 1
Prensa consultada
PERIODICOS ANOS l I
La Defensa 1910, 1911
El Tribuno 1914-1936
La Provincia 1936-1 939. 1941 -1 954. 1967. 1968-1980
Falange 1939-1940
El papel de la prensa en el estudio de los catástrofes ... 193
La información procedente del vaciado periodístico se recogió en
una primera ficha normalizada (Cuadro 11), en la que se registra de
forma sistemática, por un lado, la información puramente técnica (nom-bre
del periódico, fecha de publicación, etc.) y, por otro, las
características propias del fenómeno (tipo de evento, zona afectada,
situación meteorológica, daños ocasionados, observaciones, etc.). En el
apartado de observaciones se anotaron todos aquellos datos que indi-rectamente
nos pudieran aportar información acerca de la magnitud del
evento y de la vulnerabilidad del medio, así como todas aquellas anéc-dotas
que nos pudieran acercar a la situación narrada por el periodista:
"el sentimiento de consternación y malestar de la población". Es intere-sante
destacar la frecuente aparición de "riesgos sinérgicos"', los cuales
se separaron en función del agente causante y del ,tipo de consecuen-cias,
por e-jemplo cuando coexistían lluvias torrenciales con movimientos
en masa o con temporales de viento.
La información contenida en esta primera ficha, de hemeroteca o
base, se ordenó y clasificó en una segunda, denominada de valoración
de magnitudes (Cuadro 111). En ella se registraron, por orden
cronológico, las distintas pulsaciones de cada riesgo por separado, al
r;Ue cada eiecte se eiah6, u p&ir de U: inUice de penderación,
en función de sus consecuencias sobre las vidas, sobre los bienes y
según sus efectos sobre la población (GONZALEZ DE VALLEJO,
1987). De esta forma, hemos podido estimar el daño y el impacto
ocasionado por los diferentes riesgos, en base a unos criterios relativa-mente
uniformes, teniendo en cuenta la época en la que sucedían y la
importancia que se le asignaba en el momento estudiado, en función del
deterioro o pérdida de los recursos afectados.
Bajo el epígrafe de "otros" hemos recogido, en un mismo cuadro,
aquellos eventos menos frecuentes y variopintos, como plagas de ratas,
seísmos, rayos, etc.
Las escalas empleadas para las magnitudes de valoración están re-cogidas
en el Cuadro IV. En la columna de daños sobre las vidas hemos
catalogado como Muy Altos (MA) todos aquellos riesgos que como
mínimo, se cobran una vida. A la de efectos sobre la población, la
mayor valoración, Impacto Psíquico y Social Duradero Muy Importante
(IMI), se han considerado los riesgos que, debido a lo catastrófico de
sus coiisecüeiicias, han sido recordados largo tiempo por ia pobiación,
llegando su recuerdo hasta nuestros días, como fueron las plagas de
langostas de 1908 y de 1958, o el deslizamiento de tiernas en Rosiana y
Moriscos en 1956.
CUAIIRO 11
Modelo de fich.a base utilizada
Año: 1920
PERIODICO: EL TRIBUNO
CATASTROFES NATUR.ALES - GRAN CANARIA
FENOMENO
de viento
y lluvia
FECHA URACION
8 horas
ZONAS 1 DANOS
AFECTADAS 1 OCASIONADOS
* Las Palmas
de Gran Canaria
(Pto. de la Luz
y de Las Palmas)
* Averías de buques y
dañois en la infraestructura
portularia.
* Su;spensión de viajes.
* Inactividad portuaria.
* Desvío de las rutas
de allgunos veleros.
* Los vapores tuvieron
que fondear en el exterior
de la Isleta y en la rada
de Las Canteras.
SITUACION
METEOROLOGICA OBSERVACIONES
* Lluvia continua
* Calima
* Vientos
fuertes de
componente SE
* Marejada.
* Comeron todos
los barrancos de
la isla.
' Fecha de publicación. ' Fecha del suceso.
FUENTE: "El Tribuno" (1920). ELABORACI~NP ROPIA.
El papel & la prensa en el estudio de las catástrofes ... 195
CUADRO 111
Ficha de valoracidn de magnitudes
RIESGO: TEMPORAL DE VIENTO
1 Magnitudes
11-2-1920 Las Palmas de Ninguno Altos Impacto psiquico
12-2-1920 Gran Canaria y social transitorio
(Pto. de La Luz
y de Las Palmas)
I
FUENTE: "El Tnbuno" (1920). Elaboraci6n propia.
Fecha
CUADRO IV
Tipología y evaluación de los daños causados mAEsltcoass os E
Ninguno N
Zonas afectadas J I
l~ltos A 1
Moderados M
Escasos E
Ninguno N
Impacto psíquico y social duradero
muy importante
Impacto psíquico y social transitorio IT
Efectos transitorios secundarios ETS
Sin efectos apreciables SEA
Daños vidas
FUENTE : Gonzáiez de Vailejo, 1987. Elaboración propia.
Posteriormente, se procedió al tratamiento estadístico de los datos
obtenidos de la prensa, mediante el cálculo de frecuencias absolutas y
relativas y de distribuciones porcentuales, del que pudimos extraer,
entre otros, los comportamientos interanuales de los riesgos, las distri-
Daños bienes Efectos población
196 Vanos autores
buciones de los mismos por geoarnbientes, y la importancia relativa de
las distintas magnitudes.
La distribución geográfica, de aquellos riesgos más representativos
para el total insular, se abordó mediante documentos cartográficos a
pequeña escala.
Area de estudio
Las Islas Canarias se caracterizan por la combinación de una frágil
cubierta vegetal y de un régimen pluviométrico' torrencial de gran
variabilidad interanual. Así, en los espacios donde además se da una
intensa y secular "depredación" por parte del hombre, como sucede en
Gran Canaria, es donde se hace más evidente la precariedad del "equi-librio
morfodinárnico".
Esta Isla presenta un relieve muy accidentado, abrupto y compar-timentado,
producto de la alternancia de fases constructivas con
periodos eminentemente erosivos, en la que en un reducido espacio se
siiivali desniveles de casi 2.330 íiieirm Sü iml f~~u g ididio riiiante estQ
constituida por una red radial de profundos barrancos, que dejan en
resalte interfluvios con diversas formar: lomos, rampas, cuchillos, etc.
Ello genera unas fortísimas pendientes, donde más del 25% del espacio
insular registra valores mayores al 20%. con un peso relativo importan-te
de aquéllas que superan el 50% (SANTANA & PEREZ-CHACON,
1991). Su régimen pluviométrico presenta una fuerte concentración
estacional, pues los mayores volúmenes de precipitaciones se producen
en Enero o Noviembre, y se pueden registrar eventos de alta energía,
sobre todo, en otoño, donde la inestabilidad de la atmósfera adquiere
características esporádicas y violentas, a semejanza de lo que ocurre en
e! d m i n i ~m diterrAr.e~( MAPmL, 19nQ.
Todo lo expuesto se traduce en una compartimentación de Gran
Canaria en tres pisos biogeográficos -costa, medianías y cumbre-, y
en la división de la isla en dos grandes ambientes, en función de la
exposición del relieve a los vientos húmedos de componente noreste,
sotavento y barlovento (Cuadro V).
La degradación ambiental se ha visto acelerada a partir de la segun-da
mitad de este siglo. La implantación de la industria turística, con la
consecuente concentración poblacional, ha modificado el esquema tra-dicional
de ocupación de esta Isla.
De la ampliación de las áreas de concentración urbana se deriva el
aumento, geométricamente proporcional, de las consecuencias
El papel de la prensa en el estudio de los catástrofes ...
CUADRO V
Geoambientes de Gran Canaria
Sector de cumbres
1 Medianías subhúmedas 1 Mediadas cálidas v secas 1.400 m
Medidas subdesérticas 800 m
Medianías subdesérticas Costa Sur-Este-Oeste 400 m
Costa Norte
O m
FUENTE: Santana, A.; Pérez Chacón, E. (1991). Elaboración propia.
socieconómicas de los riesgos naniraies. Pues si bien éstos son básica-mente
los mismos, la intervención del hombre sobre el temtorio ha
intensificado su impacto. Entre ellas destacan las.siguientes: modifica-ciones
en la geometría de muchos fondos de barranco, impermeabilización
y obstrucción de amplios canales de desagüe; desestabilización genera-lizada
de las vertientes, por el incremento de edificaciones, la apertura
de un mayor número de carreteras o la ampliación de las existentes, y
de la extracción de áridos; reducción de la superficie general de
infiltración de la Isla por la deforestación anterior y el aumento de las
concentraciones urbanas.
Obviamente muchas de las infraestructuras citadas están construidas
con materiales presumiblemente más resistentes que a principios de
siglo, pero la ausencia de estudios de predicción, prevención y correc-ción
de riesgos naturales ha originado una mayor vulnerabilidad de las
comunidades que las gestionan y disfrutan.
La importancia del estudio de los riesgos naturales
Hemos definido los riesgos naturales como aquellos fenómenos na-turales
extremos de origen natural o antrópico, que resultan perjudiciales
para alguna comunidad por generar daños personales, económicos y
c n r ; ~ l a c xr on rlixio nrnrlirriAn nrni~rnn&An r\ ~nrvnfiAXn Ir- An nmnln.ir- Y V I I U I V U l J VI% UUJU YhVUIUIIVLI) YIUTVLSCIVII V GVIIVLIGIVLI 110 U- UIIIpIULU-se
criterios territoriales y enfoques interdisciplinares. Cuando las
consecuencias de estos fenómenos extremos rebasan la capacidad hu-mana
para absorberlos o amortiguarlos, entramos en el terreno de los
hechos catastróficos, caracterizados por sus efectos desmesurados y su
desenlace dramático2.
198 Varios autores
Los tipos de riesgos detectados en Gran Canaria a través de la
información periodística coinciden, a grandes rasgos, con los estableci-dos
en las clasificaciones generales. Se diferencias tres tipos en función
del agente desencadenante del proceso: riesgos primarios (origen natu-ral),
mixtos (origen natural-antrópico), inducidos (origen antrópico).
Ahora bien, en el caso estudiado podemos afirmar que, en la mayoría
de los episodios registrados, el hombre comparte el protagonismo con
la dinámica propia del medio natural, es decir, se produce una impor-tancia
abrumadora de los riesgos mixtos.
Así pues, en este tipo de medios, caracterizados por una dinámica
natural muy activa y una elevada componente antropogénica, es donde
el conocimiento eficaz del sistema natural y de sus respuestas frente a m
D
la intervención humana, se revela como una herramienta útil en la E
planificación territorial. Ya que aquellas sociedades que obvian u olvi- O
dan las características naturales del medio sobre el que se asientan, n -
=m
suelen padecer con mayor regularidad los efectos catastróficos de los O
E
riesgos naturales propios de su área. El conocimiento exhaustivo de sus E
2
"males naturales", les permitiría una planificación y ordenación más =E
r 2 ~ i ~ f i&- l 1 ~ QsSQ S y xtjvi&&s 2 Cl_psa~g!!p~fi tem:tefig,
Asimismo, la predicción, prevención y corrección de los riesgos 3
-
naturales, que afectan a un área determinada, requiere el conocimiento em-histórico
de los procesos y de sus consecuencias. Nos enfrentamos, por E
lo tanto, a un concepto dinámico que cambia en función de la interven- O
ción que cada tipo de sociedad acomete sobre el territorio. Cuanto n
menor es el desarrollo tecnológico, entendido como capacidad de inter- -E
vención sobre el medio que posee una comunidad, menor es su a
2 vulnerabilidad frente a los riesgos de tipo mixto e inducidos, ya que el n
"hombre moderno" ha demostrado caracterizarse por su falta de respeto 0
al medio que lo sustenta, como si padeciera una temble arnnesia que le O3
haya obligado a olvidar la fragilidad de su entorno.
Resulta paradójico que frente a un mejor conocimiento científico de
los procesos naturales, y a un mayor aparataje tecnológico para evitar
los peligros que pueden desencadenar sobre la sociedad, se registran
unos mayores índices de daños materiales y de pérdidas en vidas huma-nas.
El problema parece residir tanto en los efectos no previstos en las
p"iííicas de pr"iecci(,n, refefimos 'Lseiiiiñiiento de falsa
dad" que crean, como a que dichos avances científicos y tecnológicos
no han sido incluidos adecuadamente, por parte de los poderes púbii-cos,
en los procesos de ordenación del territorio. Pues si bien dichas
actuaciones cuentan en la actualidad con estudios preceptivos de eva-luación
de impacto ambiental, no incluyen en forma sistemática un
El papel de la prensa en el estudio de las catástrofes ... 199
estudio sobre el análisis, evaluación y control de los riesgos naturales
que generarían (riesgos inducidos), o intensificarían (riesgos mixtos).
Las medidas que deberían adoptarse en los trabajos de planificación
pueden ser de dos tipos: pasivas, evitando o eliminando el uso de las
zonas de alto riesgo, o activas, estableciendo medidas correctoras que
atenúen los riesgos (canalizaciones fluviales, fijación de suelos, taludes
artificiales, etc.).
De todo ello se deriva la necesidad de afrontar el tratamiento de los
riesgos como un todo, objetivo que sólo se puede conseguir a través del
análisis de fuentes de carácter muy heterogéneo:
- Históricas: archivos, crónicas, prensa escrita, etc., cuyos princi-pales
inconvenientes derivan de la subjetividad del comunicante, inserto
en un determinado orden sociecon6mico y contexto cultural.
- Registros iievados a cabo por ios Organismos Oficiaies CMiniste-rios
de Obras Públicas y Urbanismo, de Sanidad y Seguridad Social, de
Agricultura, Pesca y Alimentación; Instituto Nacional para la Conser-vación
de la Naturaleza; Gobierno Civil; Instituto Nacional de
Meteorología; Instituto Geográfico Nacional; corporaciones locales e
insulares), que tienen en común la dificultad derivada de la "oficialidad
de los datos" y que, además, no poseen, en la mayoría de los casos, una
secuenciación temporal completa y larga de los fenómenos.
- La transmisión oral, cuya validez estará en función del tipo de
encuesta elaborada.
La prensa escrira: una fuente para el estudio
de los riesgos narurales
La caracterización de los riesgos naturales necesita un registro sufi-cientemente
amplio de los mismos, que nos permita conocer toda la
dirersidud prKes=s que ufxtuE 8 ac &temina& !Uga, c=fijEnt=
de características que presenta cada suceso, así como sus consecuen-cias
sobre el medio social. Por ello necesitamos realizar análisis
retrospectivos, aunque la dificultad estriba en encontrar fuentes que
cuenten con un desarrollo temporal prolongado.
En este sentido, la prensa reúne una serie de cualidades que la hacen
insustitui'oie para anaiizar las distintas catástrofes naturaies (PITA,
1985), ya que ofrece un desarrollo temporal amplio. Este hecho es
particularmente interesante, pues hasta hace unas décadas estos fenó-menos
no quedaban registrados de manera sistemática en ningún otro
200 Vanos autores
medio. A todo ello se une la ventaja de su rapidez, accesibilidad y
facilidad de consulta.
La prensa no sólo aporta información sobre el carácter y las conse-cuencias
de los distintos sucesos, sino que también recoge las respuestas
populares y el impacto que genera en la población el desencadenamien-to
de este tipo de adversidades. A ello se une la cualidad de ser una
fuente de fácil consulta.
No obstante, además de conocer sucintamente todas las potenciali-dades
que ofrece esta fuente, hay que tener en cuenta también, sus
limitaciones, para poder establecer comparaciones ajustadas entre los
distintos fenómenos y periodos.
Entre los inconvenientes, se constata que no aporta valoraciones ,,
pormenorizadas del coste socieconómico de las consecuencias, y que su E
descripción ha ido variando de forma paralela a la profunda modifica-ción
que ha experimentado la sociedad. n =
La prensa sólo se hace eco de aquellos desastres que originan de m
O
E forma ínmediata incidentes negativos, marginando aquellos otros de carác- E
2
ter lento, cuyas consecuencias son perceptibles en un plazo de tiempo E
más largo como son, por ejemplo, los procesos de degradación del
c i i o l n 3
"""AV.
El sensacionalismo intrínseco de este medio de comunicación, nos e-podría
conducir también a errores a la hora de establecer las magnitu- m
E
des de los efectos de los distintos fenómenos estudiados. Para evitarlo, O
hemos sopesado la importancia de los daños y el grado de conmoción
general de la población. n
E
a
n
Los problemas para establecer la tipología de los riesgos
a partir de la prensa escrita 3
O
La clasificación de los riesgos naturales, en función del agente que
los origina, conlleva una serie de inconvenientes inherentes a la fuente
consultada. El primer obstáculo que presenta es su heterogeneidad y
falta de precisión en cuanto a la terminología utilizada, lo que puede
generar confusiones al abordar su estudio. Por esta razón, consideramos
indispensable acometer la homogeneización de la misma, reduciendo al
-L:-n ,.-+no - t n h l n - ~ a -01.0 nxr;tar rGa+nra;nnna nn -1 onX1;n;r
l l l l l J l l l l U bJLUJ ylUUlWllUiI FUlU VVILUI UIYLUliIIUllbLS -11 VI ULlbUIJILS.
Se observa una tendencia generalizada a usar indistintamente, como
sinónimos, términos que aluden a proceso de diferente naturaleza. Como
es el caso de aquéllos en cuyo mecanismo interviene la fuerza de la
gravedad (deslizamientos, desprendimientos, caídas de bloques, etc.),
El papel de la prensa en el estudio de las cai&trofes ... 20 1
que por ello se han englobado bajo el epígrafe común de "movirnientos
en masa".
Del mismo modo, hemos encontrado, con cierta frecuencia, que se
citan las consecuencias del fenómeno sobre la población sin nombrarse
a éste. Por ejemplo, cuando se alude a las carreteras cortadas, que
hemos incluido en el grupo de movimientos en masa, ya que los proce-sos
que causan dichas interrupciones son generalmente desprendimientos y
deslizarnientos.
Por otro lado, al realizar la clasificación según el agente que ocasio-na
la catástrofe, también se ha tenido que operar en el sentido inverso,
es decir, separar fenómenos diferentes que figuraban bajo denomina-ciones
comunes, como los "temporales", situaciones durante las cuales
pueden actuar la lluvia y el viento de manera combinada. Pero la exis-tencia
de estos fenómenos en grupos aislados, y sus efectos
diferenciados, obligaba a su separación y a un análisis independiente,
aunque sin olvidar en ningún momento su eventual aparición conjunta.
Teniendo en cuenta todos estos aspectos, se procedió a confeccionar
un inventario, lo más homogéneo posible, con el objetivo de realizar
una tipología de riesgos ajustada al caso estudiado.
Los riesgos íiaiUdes acaecidos ea Gian Czíiziiia, eii 10s oc:ieiiiz
años analizados, comprenden un conjunto heterogéneo que hemos agru-pado
según el agente que los genera, entre los que destacan
fundamentalmente los de génesis climática (lluvias, vientos, olas de
calor, sequías) y, en menor medida, los que resultan de la combinación
de éstos con los de origen geomorfológico (deslizarnientos y desprendi-mientos).
Por otro lado, se consideran aquéllos que son claramente
inducidos por el hombre (incendios, plagas de ratas).
Las catástrofes que aparecen provocadas por riesgos naturales pri-marios
son, mayoritariamente, el resultado de las interferencias de las
infraestmcturas del hombre con la dinámica del medio natural, intensi-ficando
aquél la peligrosidad de ciertos procesos (deslizamientos,
desprendimientos, inundaciones, etc.). El grado de la influencia de cada
unos de los factores implicados, hombre y medio, es extremadamente
difícil de determinar, pues la importancia de las consecuencias está
directamente relacionada con la adecuación de las infraestructuras a la
peculiar dinámica del medio, o a la adopción de medidas preventivas
.-.,o 1"" n:h.n-:r...-n ..nti.-~l,.n -v,..---n
~ I I L Gia a alLuaCi iuuca I I ~ L U I ~ IGCA~U C I ~ ~ ~ J .
Sin contar con el grado de adecuación de las infraestructuras al
medio que las sustentan, resulta difícil detectar los límites físicos entre
lo que resulta "normal" y las "anomalías". Este problema se puede
resolver, para las últimas décadas, con el complemento de otras fuentes
202 Vanos autores
no periodísticas, como las series de registros climáticos, que nos permi-tirían
detectar las "anomalías" de carácter climático.
A pesar de carecer de este tipo de información durante los eventos
más catastróficos, se ha elaborado una primera aproximación a la
tipología de riesgos, lo más ajustada y matizada posible para el total de
la Isla.
Las distorsiones en la distribucidn geográfica de los riesgos
En el análisis, a través de la prensa, de la distribución geográfica de
los riesgos acaecidos en la etapa estudiada, se aprecian dos periodos.
En el primero, de 1900 a 1945, las noticias hacen referencia a la ciudad
y a rg entnn?n mis prdximn, teniende cnmc Unhitc rxkimc de imr-cambio
de noticias los siguientes lugares: por el Norte hasta Gáldar, por
el centro hasta San Mateo y por el Este hasta Telde. a medida que la
sociedad se interconecta, que crecen los lazos de todos los pueblos con
la capital, y que se ocupan masivamente otros espacios, el radio de
acción aumenta a toda la Isla, aunque estos nuevos espacios no son
tratados con tanro detaiie como íos capitaiinos. Evidentemente, ei
informador refleja su procedencia en la noticia, pues detalla mejor aque-llos
espacios que le son habituales, que representan su "espacio vividofi3.
El mayor porcentaje de todo el periodo lo registra la ciudad de Las
Palmas de Gran Canaria, hasta 1945, por los motivos expuestos ante-riormente.
En el segundo periodo, esta preponderancia viene dada no
sólo por la mayor frecuencia del suceso sino, sobre todo, por la falta de
previsión con la que se instalaron algunas de sus infraestructuras
(obturación de la mayoría de sus canales naturales de desagüe), y la
ausencia de una adecuada planificación de sus desarrollo urbano, as-pectos
que la hacen muy frágil frente a un simple agüacero, por
moderada que sea En e! geoamhiente donde se ~hicae, spciri~c nstern
del Norte de la Isla, las inundaciones representan el 52,996 del total de
noticias, lo que refleja la importancia relativa del ámbito capitalino
(Figura 1). Le siguen los temporales de viento, con un 20,4%, destacan-do
su incidencia sobre la zona portuaria.
Otro inconveniente que plantea la prensa es el de la excesiva gene-ralización
cuando se refiere al espacio externo a ia ciudad. Así, mientras
de ésta nombra calles e incluso establecimientos, el estado de las
infraestructuras y los peligros latentes, para el resto de la Isla, se con-forma
con hacer una alusión genérica a extensas áreas y, así, puede
caracterizar un espacio bajo el nombre de "interior de la isla" o "carre-
El papel de la prensa en el estudio de las catástrqfes ... 203
teras del centro". Lo que supone un grave problema a la hora de
cartografiar exactamente el lugar donde ocurrió el fenómeno, que fue
resuelto en función de la época en que se narra la noticia. Así, el
"interior de la isla" en 1907 no iría más allá de San Mateo, para el
observador que desde la capital describiría el suceso.
Del estudio de la distribución geográfica de los sucesos a través de
la información periodística, también salta a la vista el cambio de mode-lo
económico, pues hasta los años sesenta el espacio agrario del Norte
se trata con deferencia respecto a toda la superficie insular, ya que la
economía giraba en torno a la agricultura. Pero tras el "boom" del
turismo, comienzan a preocupar las consecuencias en los espacios don-de
se implanta la industria turística, encontrándonos un mayor número
de noticias referidas a ellos, y, sobre todo, a aquellos riesgos que afec-tan
al buen funcionamiento de las actividades relacionadas con este
nuevo uso de! territorio: como son; por ejemplo, las noticias sobre P.!
cierre del Aeropuerto por olas de calor, acompañadas de fuerte dismi-nución
de la visibilidad.
FIGURA 1
204 Varios autores
Por lo que respecta a los incendios forestales, no hay prácticamente
citas hasta bien entrada la década de los setenta, donde comienzan a
describirse de forma pormenorizada. Ello se debe tanto a la implantación
de un nuevo modelo económico, como al aumento de las superficies
forestadas de la Isla, como consecuencia de las repoblaciones.
Unos de los riesgos mejor descritos a lo largo de todo el periodo es
el de los movimientos en masa, ya que, sobre todo, afectan al corte de
carreteras, elemento que articula el espacio económico insular.
Otro problema de compleja solución a través de la prensa, es la
localización de las áreas que se ven afectadas por fenómenos de amplio
espectro espacial, como son las sequías y las olas de calor. La falta de
descripciones detalladas hacen casi imposible su representación
cartográfica, siendo necesario para elio contrastar con otro tipo de fuentes.
La secuenciación temporal de los riesgos:
el interés de su seguimiento a través de la prensa
Las tendencias experimentadas por los riesgos en un determinado
periodo de tiempo es, quizás, la aportación más valiosa que nos sumi-nistra
la prensa.
En los ochenta años estudiados, se registra un total de 198 noticias
de fenómenos calificados como catastróficos, en los distintos periódi-cos.
Esta información se distribuye de forma muy dispar a lo largo del
periodo estudiado, pues las noticias se concentran en determinados años,
mientras que en otros no se registra ninguna (Figura 11). En líneas
generales, se observa un incremento gradual del volumen de noticias
publicadas a partir de 1945. En la primera etapa, las publicaciones
debidas a sucesos peligrosos es bastante inferior, representando un ter-cio
sobre la segunda (32.8%). En el mismo periodo, hay varios vacíos
de información, destacando la ausencia de sucesos entre 1913 y 1916 y
de 1940 a 1943 (excepti'ando 1941), casi coincidentes con la Primera y
la Segunda Guerra Mundial, respectivamente. La ausencia de informa-ción
es probable que esté relacionada con estas contiendas bélicas.
Las causas del incremento gradual del volumen de información a lo
largo del periodo, se deben a varios hechos significativos:
r - a, 1,- , ,.,.,,,, , , ,A . . 1 , ,+:-,,....., An L a ~ u G j u 1 aU G IQS L u u l umL a u u u G a , IU ~ U G~GI I L U LGU I J ~UI IGI UG
información fiable, rápida y precisa, no sólo del área capitalina, sino
también del resto de la Isla, lo cual incrementa notablemente el número
de noticias publicadas.
El papel de la prensa en el estudio de las catástrofes ... 205
- El espectacular aumento de la población insular y capitalina4
junto con la ocupación de nuevos espacios y la creación y ampliación
de concentraciones urbanas. Ello favorece que se agudicen los efectos
socioeconómicos derivados de determinados procesos naturales. Las
obras de equipamiento son más resistentes que las que existían en déca-das
anteriores, pero su aumento desmesurado piovoca una mayor
probabilidad de riesgo.
FIGURA II
FRECUENCIA DE NOTICIAS SOBRE RIESGOS
NATURALES EN GRAN CANARIA (1900-1980)
FRECUENCIAS
FUENTE: PRENSA. ELABORACION PROPIA
- El hecho de que los periódicos vayan aumentando progresiva-mente
de volumen, el numero de páginas publicadas, contribuye
sobremanera a la aparición de noticias secuenciadas sobre un mismo
fenómeno, máxime cuando se trata de hechos de elevado impacto
socioeconómico.
- El aumento exponencial de riesgos provocados por el hombre,
como consecuencia de una mayor intervención.sobre el medio.
La frecuencia de noticias sobre los riesgos naturales acaecidos en la
Isla (Figura II), se correlaciona positiva y directamente con la frecuen-
206 Vanos autores
cia absoluta de riesgos (Figura III). Sin embargo, se aprecian ciertos
desajustes originados por la simultaneidad de riesgos en una misma
noticia (lluvias torrenciales, temporales de viento y movimientos en
masa), también debido a que las noticias referidas a las sequías tienen
carácter retrospectivo y, por último, a que un mismo fenómeno aparece
publicado en varios días sucesivos, hecho que se da con mayor frecuen-cia
a partir de los años sesenta.
Cuanto mayor sea el número de registros que consultemos, con el
fin de inferir comportamientos futuros, más fiables serán las previsio-nes,
ya que la mayoría de los riesgos detectados en la Isla poseen un
marcado carácter "hereditario".
"2
a
La evaluación subjetiva de los daños P
Uno de los graves inconvenientes que presenta la información pe-riodística,
es el de su imprecisión en la cuantificación de los daños
originados por los distintos riesgos. Dicha falta de precisión se mani-fiesta
en la relación eminentemente descriptiva de los mismos.
FIGURA III
FRECUENCIA DE RIESGOS EN GRAN CANARIA
(1900-1980)
FRECUENCIAS
T- -. -- -- . . - .. . .. .. . ... . . .~ .- ,
l
i
ANOS
FUENTE: PRENSA. ELABORACION PROPIA.
El papel de la prensa en el estudio de las catásrrofes ... 207
Se observa a partir de los años cuarenta un mayor aporte de infor-mación,
al tiempo que aumenta el nivel de detalle acerca de las
consecuencias socioeconórnicas. Sin embargo, la información continúa
siendo eminentemente cualitativa, salvo en raras excepciones donde se
realizan valoraciones económicas muy parciales, como son las referen-cias
a un solo sector económico, o a un sólo damnificado, por ejemplo,
un comerciante. Sólo contamos con un caso en el que se haga referen-cia
a las pérdidas económicas en pesetas para cada uno de los municipios
afectados (temporal de viento de 1970).
Asimismo, el tratamiento dado a los distintos riesgos no es homogé-neo
a lo largo de todo el periodo, ya que aquéllos cuyos efectos son
más espectaculares y, además, de corta duración, son tratados con ma-yor
detalle, independientemente de que sus consecuencias adquieran la
, . vaiviauuii uA m.,GK?.c.tm..+... .;, LaraauuiiLa ii iiO. Lo qüe nos ajidii ii zoqieildeí qüe
una de las sequías de mayor importancia, la que se registra a principios
de siglo, con siete años de duración y que generó hambrunas y ernigra-ción,
sólo es recogida por la prensa una vez finalizada la misma, es
decir, cuando se comenta el evento lluvioso que acabó con esta situa-ción.
Hecho que por su trascendencia llega a ser recogido por algún
periodista de la época:
"De tratarse de una de las catástrofes de que constantemente
tenemos noticia, terremoto, inundación o cualquier otro estrago
que por su magnitud y lo inesperado, todos alzaríamos el grito
clamoroso; pero aquí falta esa teatralidad para desgracia de
aquellas islas, el fantasma de la sed avanza lentamente en silen-cio,
y las víctimas sucumben resignadamente y sólo esperan un
menguado socorro: el de la llegada de los vapores correos con
un poco de agua para remediar sus más urgentes necesidades".
(El Tribuno, 3 de ABFUL de 1930).
Si bien de ia prensa no podemos obtener ia cuantificación econórni-ca
de los daños, sí que la información obtenida de la misma nos permite
conocer las distintas consecuencias de cada tipo de riesgo, con las que
se ha elaborado el cuadro VI.
En las noticias sólo se informa acerca de los daños directos ocasio-nados
por los distintos eventos, nunca de los daños indirectos, que en la
mayoría de los casos son más importantes, como son los costes que se
derivan de las reparaciones y de las operaciones de limpieza, los gastos
208 Varios autores
en las ayudas de emergencia, los problemas de salud pública, los
desequilibrios que originan en la prosperidad general de una zona tras
la paralización de las actividades económicas por un periodo más o
menos largo, etc.
La prensa tampoco informa de la escasez de medidas de defensa
frente a los riesgos naturales, es decir, no suele hacer alusión a la falta
de actuaciones estatales de los organismos competentes, ni a la
descoordinación entre los organismos públicos implicados.
Conclusiones
m
D
El estudio realizado en Gran Canaria sobre el papel de la prensa E
CUI I~UIr U GIIL.G- -p -it-l-d G-1I ~--LII:-I:^~ I I SuA-cI ~i1u- , a 2 ,,,,, X,.h.-n~,.r 1-. :+:A- A,, I I C B ~ UI I~~C UIQIGB,1 1a ~GI I IULIUUU G- u
terminar sus posibilidades y limitaciones, y establecer una primera n-- m
aproximación metodológica y conceptual al fenómeno. O
E
En cuanto a las posibilidades de esta fuente, destaca su importancia E
2
en el análisis de la dimensión temporal de los riesgos, ya que ofrece -E
una secuencia amplia, abarcando periodos donde no existen otros regis-tros.
Este aspecto es fundamental, pues uno de los pilares para la 3
-
predicción, prevención y corrección de los riesgos es precisamente el -
0
m
conocimiento histórico de estos procesos y sus consecuencias. E
A través de la información recopilada se ha podido establecer una O
primera tipología de las catástrofes naturales de Gran Canaria, de su n
distribución espacio-temporal y de los daños ocasionados. -E
En el periodo analizado predominan los riesgos de carácter a
2
ecoantrópico, aquéllos donde el hombre comparte el protagonismo con n
los agentes naturales, bien en el desencadenamiento de determinados n
procesos, bien en la intensificación de la peligrosidad, sobre todo por O3
las interferencias entre sus infraestructuras y la dinámica natural.
l-- A- -1 ---- *- --L.--* -..- ,.-...,. :...... ,.l ..,..--a- e,,:* A,,
DII C U ~ I I L Ua l ageiil~~ i a ~ u i ayui c u L a a i u i i a GI iiiayui tJuibGi iLaj c UG
sucesos, en los ochenta años estudiados, predominan los de tipo
climático (lluvias torrenciales, vientos, olas de calor y sequías) y, en
menor medida, los que resultan de la acción combinada de éstos con los
agentes geomorfológicos, en especial con la dinámica de vertientes
(deslizamientos y desprendimientos).
Por lo que respecta a su distribución temporal, las 198 noticias ana-lizadas
se distribuyen de forma muy irregular a lo largo del periodo
estudiado. Sin embargo, a partir de los años cincuenta se constata un
incremento del número de noticias publicadas sobre este tema, debido a
la conjugación de varios factores: la mejora de los sistemas de comuni-
CUADRO VI
ulnerabilidad
social
ulnerabilidad
económica
ulnerabilidad
política
institucional
Vulnerabilidad a los efectos de los riesgos naturales
Vidas Humanas Inundaciones, t~emporales de viento, movimientos en masa, rayos
Salud Ollas de calor, sequías, plagas de ratas
Bienes materiales Inunclaciones, vientos, movimientos en masa
Sistemas de Olas de calor, inundaciones, temporales de viento plagas de ratas, incendios
producción
Infraestructuras Inundaciones, temporales de viento, movimientos en masa
Organización
y funciones Olas de calor, movimientos en masa, inundaciones, temporales de viento
de los sistemas
I
1 Reducción
ulnerabilidad F edioambiental
de los recursos
naturales
Sequía, Erosión I
Disminución
del patrimonio Incendios, deforestación
natural
Fuente: Prensa (1900-1980). Elaboración propia.
210 Vanos autores
cación, el espectacular aumento de la población insular y de su capaci-dad
de intervención sobre el medio, y la ocupación de áreas más
frágiles, como por ejemplo los fondos de los barrancos. En líneas gene-rales,
se aprecia un progresivo aumento de la vulnerabilidad de la
sociedad grancanaria ante este tipo de fenómenos.
Finalmente, es en el análisis de la dístribución geográfica de los
riesgos, así como en su subjetividad al evaluar los daños ocasionados,
donde esta fuente presenta las mayores limitaciones y los resultados
deben ser tomados con prudencia. Hasta los años sesenta, la mayor
parte de las noticias se centran en el área capitalina y en el espacio
agrario del norte de la isla, mientras que a partir de esos años se produ-ce
un aumento progresivo de las referencias en las áreas del centro y m
D
sur insular. La mejora de los sistemas de comunicación y los cambios E
en mo&lü econ;íricó, explican esta &ferencias utviaíiiciiie, ii
no responden a parámetros exclusivamente naturales. n-- m
O
E
E
2
El papel de la prensa en el estudio de las catástrofes ...
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Km2.
El papel de la prensa en el estudio de las carásrrofes ...
r i ? t l !c~k ~!a~ ,w~:c&s piib!icüdys en i'üs periódicos de Gran &narla sobre [os
efectos de algunos riesgos naturales.