LOS OLVIDADOS DE LA GESTA COLOMBINA. PINTURAS
DE ESÚS ARENCIBIA
Los olvidados es la última creación del artista canario Jesús Arencibia
(Tamaraceite, 191 1). Representa a Colón y a los 85 marineros que lo
acompañaron en su primer viaje de descubrimiento. Realiza un homenaje
a esos uipuiantes que fueron con ei Aimirante y sobre todo ios rescara dei
olvido, esfigiándolos en medias figuras, retratos imaginados pintados so-bre
lienzo con temple al huevo con veladuras de 61eo. Abocetado y con
amplias manchas de color, a veces con trazos de carboncillo que definen
los contornos, todos tienen las mismas medidas: 70 x 60 cm. Crea una
colección de expresivos rostros evocando a estos personajes de los que
conocía tan sólo su nombre y una mínima biografía, pero los olvidados no
s610 son reflejo de la imaginación del artista sino que sus modelos han
sido los marineros de curtidos rostros que veía en San Cristobal, en los
muelles, gentes de mar y personajes de su vida cotidiana.
2. EL ARTISTA
Jesús Arencibia. Pintor grancanario nacido en Tarnaraceite en 191 1.
Ingresa en la Escuela Luján Pérez a partir de 1929. Estudió en la Escuela
de Bellas Artes de San Fernando (Madrid) de 1942 a 1947. Arencibia ha
mostrado sus pinturas en más de treinte exposiciones celebradas tanto en
las Islas como en la Península. Destaca su labor como muralista, veinte
paramentos decoran distintos edificios de la isla tanto religiosos como
civiles; resaltaremos dos ejemplos: El Cabildo Insular de Gran Canaria
(1954) y el Altar Mayor de la Iglesia de San Antonio Abad en Tarnaraceite
(1971).
Catedrático de Dibujo de la Escuela Universitaria de Formación del
Profesorado de E.G.B. desde 1963 hasta su jubilación en 1982, año en que
se le concede la Medaiia de Alfonso X el Sabio.
En 1992 ha sido nombrado miembro de la Real Academia de Bellas
Artes de San Miguel Arcángel1.
3. ORIGEN DE UNA IDEA
Podemos rastrear el origen de esta magna colección, en un proyecto
para la decoración mural de la ermita de San Antonio Abad en Vegueta.
La idea original era en palabras de D. Francisco Morales Padrón:
"Decorar con paneles o con pintura directa una serie de es-cenas
donde se plasmase la relación de Canarias con América:
lo que las islas significaron para el Descubrimiento y luego lu-gar
de reposo para las grandes armadas; las vinculaciones co-merciales,
la emigración canaria y el papel de algunos persona-jes
ilustres como el Padre Anchieta o Fray Pedro de Beihencourt.
A jesús Arenci'bia ei pareció magnffico y se puso manos a la
obra y realizó ocho bocetos quedándose lamentablemente nada
más que en eso, porque razones administrativas retrasaron el
proyecto y el pintor se encontró sin fuerzas para subirse en los
andami~s"~.
A pesar de que la idea del emérito profesor Morales Padrón, fue acep-tada
por la autoridad religiosa y alentada por el Cabildo de la isla, el
proyecto quedó truncado por la demora en el tiempo y dada la avanzada
edad de Arencibia que se acercaba ya a los ochenta. Aunque con su ímpetu
habitual y su debilidad por los muros blancos "se me van los ojos cuando
veo un muro blancow3, se hubiera colgado de los andamios, para llevar
acabo lo que podría haber sido su última obra mural. De este proyecto nos
quedan los ocho bocetos que con óleo sobre tablex realizó en 1989, miden
56 x 80 cm. y han quedado en La Casa de Colán después de ser expuestos
en dos ocasiones en 1991, primero fue en la muestra elaborada por la Casa
de Colón titulada "Canarias y lo canario en América" ubicada en la
institución Feriai de Canarias (?i~TcCAl?j áei ig cie enero ai ó de febrero.
El visitante podía entrar en una imitación en madera de la ermita donde
los bocetos estaban dispuestos como se suponía que irían en la verdadera.
La segunda vez que se expusieron ese mismo año fue en la Antológica
Jesús Arencibia celebrada del 17 de abril al 17 de mayo, en el Gabinete
Literario y en el Centro de Iniciativas de la Caja Insular de Ahorros de
Los olvidados de la vesta colombina. Pinturas de Jesús ... 1275
Canarias, fue al patio del C.I.C.C.A. donde se trasladó integramente esta
construcción.
En cuatro de estos bocetos aparece Colón, en los otros el motivo prin-cipal
es la emigración y la evangelización tras el Descubrimiento.
Los títulos serían estos:
1. Cristobal Colón arriba a Gran Canaria.
2. Cristobal Colón repara el timón de "La Pinta".
3. Cristobal Colón orando ante San Antonio Abad.
4. Cristobal Colón ofrece palmas.
5. El Beato Padre José de Anchieta, apóstol del Brasil.
6. El Beato Hermano Pedro de Bethencourt, apóstol de Guatemala.
7. Misioneros Canarios en América.
P. E m ; n r a n t ~ c ~ a n a f ; n c en A m 6 f ; ~ a
V Y I I Y 6 1 U I A C I O " U I A L U I V U V a l i % I I A V l l b Y .
Esta obra está inmersa en lo que el profesor don Jesús Hemández Perera
ha denominado "la vocación americana trás la estadía colombiana" y
describe de la siguiente manera los bocetos:
"Cuatro de ellos, en dicción tectónica y evocador y añejo
colorido rememoran a Cristobal Colón arribando a Gran Canaria
, reparando el timón de «La Pinta» que trajo desde la Gomera ,
ofreciendo a San Antón sus preces o elevando palmas por su
buenaventura. En los otros cuatro, el pintor glosa las figuras del
jesuita virtuoso poeta y gramático que fundó Sao Paulo, el padre
José Anchieta, apóstol del Brasil (...) y también del fundador de
los Betlemitas y apóstol de Guatemala, el asimismo tinerfeño
Hermano Pedro de Bethen~ourt"~.
En estos bocetos encontramos una de las claves para entender la colec-ción
de Colón y los Olvidados no sólo por ser su inmediato precedente en
el tiempo sino porque en ellos se reflejan a personajes importantes y co-nocidos
pero el artista no los resalta, sino que homenajea el sacrificio de
los evangelizadores de Hispanoamérica y sobre todo el heroismo de los
emigrantes isleños, tan anónimos como los olvidados marineros.
Comenta Hernández Perera que: "Está seguro que cuando el pintor se
enfrentcí en los bocetos gara San Antonio Ahad con los ma~inercr': de la
gesta colombina, a los que prácticamente representa sin grandes precisio-nes
faciales, en posturas sumisas casi siempre o mirando al cielo, debió
interrogarse como fueron los rostros de aquellos héroes, como era el sem-blante
de aquellos ochenta y pico protagonistas asimismo de la azaíía
1276 Natalia Ferrando Rodriguez
descubridora. Y decició dándoles rostro, rescatarlos del silencio en que
estaban sumidos para tributarles el panegiríco que ningún otro pintor o
escultor había intentadow5.
4.1. - Vázquez Díaz y los frescos de la Rábida
Los marineros que participaron en el Descubrimiento es un tema que
fascina a Arencibia desde los años 40 en que admirara los murales del
Monasterio de la Rábida en Huelva, donde en 1930 Daniel Vázquez Díaz m
(1882-1969) plasmó la gesta del descubrimiento. Arencibia estudió en la E
Escuela de Bellas Artes de San Fernando desde 1942 a 1947, especializán- O
dose en pintura mural con Vázquez Díaz que ocupó la cátedra de pintura n
=m
decorativa de 1933 a 1952. La vocación por el muro que Arencibía sintió O
E
desde entonces parte del magisterio del artista onubense. E
2
Como antecetente temático directo es necesario analizar los frescos del E
Mofiasreie de !a n&i&, y&quez sqcstV d púh!ic~ k ~ c e y? ~ ~
cartones del proyecto en el Palacio de la Biblioteca Nacional de Madrid 3
en 1927, interesando al rey Alfonso XII que allí los contempló. -
0m
Con la idea de hacer renacer la técnica del fresco en nuestro siglo, el E
12 de octubre de 1929 el pintor se instaló en la Rábida, recomendo desde O
allí los pueblos marineros de los alrededores, en busca del ambiente co- n
lombino y de los tipos humanos que le sirvieran de modelos. Realizó un E
sinfín de estudios preparatorios que le sirvieron de apuntes para su Poema a
del Descubrimiento. n
En esto encontramos ya un parangón con la obra actual de Arencibia,
pues los rostros de la tripulación son los de los marineros y pescadores de 3
O
nuestra isla que e! art_istar eflgó en r.entp.naos & dihuj~sp repa-!nrios,
donde abocetaba los rasgos y perfiles que más le interesaban.
En los frescos de la Rábida Vázquez Díaz narró desde la llegada de
Colón al monasterio franciscano hasta la partida de las tres naves del
puerto de Palos de Moguer, en cinco paneles que podríamos describir
así:
1) "El navegante y el monje": Se representa el recibimiento de Colón
acompañado de su hijo Diego, por Fray Juán Pérez. Está pintada en una
pequeña antesala de acceso.
2) "Las Conferencias": son las conversaciones del marino con los
monjes del Monasterio. Es el muro derecho de la gran sala.
Los olvidados de la vesta colombina. Pinturas de Jesús ... 1277
3) "Los heroicos hijos de Palos de Moguer", representando a los pilo-tos
y marineros que viajaron en las naves. Pintados alrededor de la puerta.
4) "Las Naves". Describe la partida de las caravelas, representado en
el muro izquierdo de la sala.
5) "El pensamiento del Navegante", la fantasía del artista le lleva a
reflejar a Colón pensando en el éxito de su empresa.
"Son muy numerosos los estudios preparatorios para estos
frescos en los que Vázquez Díaz utilizó diversas técnicas: al
lápiz, al carbón, con nogalinas, a la acuarela ..., tanto de cabezas
acabadas como de primeras líneas. El pintor hizo también tres
dibujos a carbón, y a su tamaño de las tres escenas principales
(Las Conferencias, Los Heroicos Hijos ... y La RábidaY6.
Toda esta ingente producción a sido magnificamente analizada por
Angel Benito que ha catalogado toda la obra de Vázquez Díaz, los estu-dios
previos para estos murales fueron realizados en la provincia de Huelva
entre 1926 y 1929.'
La coincidencia entre Arencibia y V - u e z Díaz es sólo temática pues
ambos plasman a los marineros que acompañaron a Colón, el onubense
s61o a los "Heroicos hijos de Palos de Moguer", pinta casi una treintena
de marineros, que se agrupan en la mitad inferior del mural mientras la
superior queda ocupada por la vista de la iglesia. El canario se atreve con
todos, con los 85 tripulantes, cada uno individualizados, pero s610 en el
tema se relaciona la obra de estos artistas pues en la expresión formal
encontramos dos dicciones plásticas completamente diferentes.
La obra de Daniel Vázquez Díaz se caracteriza por la influencia de la
manera pictórica de Cezanne y el sentido del volumen de Borduelle, ésto
se hace patente en los murales de la Rábida donde se evidencia tanto su
formación cubista 4mbricando la geometría en lo natural- como su gus-to
por la síntesis que le lleva a eliminar todo lo que no sea imprescindible.
Su estilo personal le impulsa a plasmar los momentos preliminares del
descubrimiento con una sobriedad ejemplar tanto en la paleta como en el
gesto, pero los héroes del onubense se caracterizan por un temple y una
mesura que lo hace caer en el estatismo.
Cm&-.m 1- ---- A:&?-----:- --a 1-.. A- A ---- :L:- l-" A---.-
&;)La cs la g 1 a u uuc~cuuaL UII ~ u ~oG I S U L I ~uJcC I~U CIILIUI~, IUS UC~LU-bridores
del canario tienen un aliento vivo y una fuerza expresiva que los
aparta del hieratimo de su maestro. Las posturas son tan variadas y
evocadoras como es posible en 86 personajes diferentes, convirtiendo en
magia expresiva cada una de las miradas de esta gran galería de retratos
imaginados. Mientras Vázquez Díaz exalta el impulso heróico de estos
1278 Natalia Ferrando Rodríguez
personajes que se adentraron en el nuevo mundo, Arencibia trasmite la
categoría humana de unos seres agobiados por la experiencia que están
compartiendo, individualizando cada rostro la maestría del pintor encuen-tra
grandeza en cada uno de ellos y todos juntos forman un cuadro plural
que sin ninguna ambiciosa pretensión conmemora los 500 años de en-cuentro
entre dos mundos distantes.
Otro antecedente lo encontraremos en:
El mural de la Sala de Sesiones del Cabildo de G. C. (1954), como
antecedente del tema de la gente del mar, pero no los navegantes sino los
marineros y pescadores de nuestra tierra, su vida cotidiana que da nombre
al Mural "Los Gozos y la Tristezas del Mar", en el panel central vemos
por un lado la tristeza de los pescadores con las nasas vacías y por otro la
&gfa de ante una copiosa pesca. e! panel izquierb~w . qresenta
la parte negativa y cmda de la realidad: son los sufrimientos de los mari-neros
tras un naufragio. Un enorme camello cargala barca destrozada por
la tormenta, de la cual descienden el cuerpo lívido de un compañero aho-gado.
Un grupo de entristecidos marineros sostienen sus remos en alto,
aludiendo claramente a las lanzas velazqueíías, pero también apreciamos
en este grupo un cierto recuerdo a Vázquez Díaz y a los Heróicos hijos de
Palos de Moguer que también sostienen sus remos en alto.
Igualmente en:
El mural de la Casa del Marino (1 964)
En la capilla realizó a la caseina dos murales laterales, ambos con tema
marinero, concretamente el del panel derecho es el que no interesa anali-zar
porque dentro de la escena de "La virgen de los marinos" en el lateral
derecho encontramos a Colón vestido de rojo, tocado con un gran som-brero
renacentista, al timón de la nave.
El mural aparece dividido por zonas, como si se tratase de una vidrie-ra.
En la parte central, la Virgen con el niño apenas esbozados en tonos
muy claros y envueltos en una especie de mandorla mística; y a ambos
lados los intrépidos navegantes que han perdido su protección, el alrniran-te
es el que más ricamente aparece ataviado, en el lado izquierdo otro
navegante también al frente del timón, y el resto de los marineros que
miran hacia la "Señora del MaP.
Estos personajes son temáticamente un preludio clarísimo de Los 01-
vidados.
Otro antecedente ya no temático sino formal lo encontramos en los
dos lienzos que realizó el artista para la capilla del colegio jesuítico de Las
Palmas, donde representó individualizados y en medias figuras, por un
lado a el padre Ignacio de Azevedo, mártir de Tazacorte o del Brasil,
ambos óleos sobre lienzos de 69 x 59 cm. de 1984 y que fueron prestados
Los olvidados de la vesta colombina. Pinturas de Jesús ... 1279
por los padres jesuitas para ser expuestos en el Centro de Iniciativas de la
Caja de Ahorros durante la Antológica celebrada en 1991.
La relación de estas obras viene dada en el aspecto formal no sólo por
las medidas -que son prácticamente las mismas: en Los Olvidados 70 x
60 y en los Jesuitas 69 x 59- sino sobre todo en el tratamiento de la
figura: Arencibia pintó a los misioneros canarios de medio cuerpo, huma-nizó
unos retratos imaginados de estos santos varones incluyendo en cada
uno elementos caracterizadores propios como es en el padre Anchieta la
cruz que lleva en la mano izquierda y un gorro de paja cayéndole sobre la
espalda, lo pinta gesticulante, como predicando el Evangeliog. Al padre
Ignacio de Azevedo lo representa martirizado con los brazos en alto y las
palmas de las manos atravesadas por grandes clavos, esas grandes manos
tan características de Jesús Arencibia con las que consigue transmitir el
dolor del misionero, aunque su rostro aparezca en calma.
Estas dos obras son un precedente directo de lo que siete años después
serían Los Olvidados.
Anteriormente hemos analizado los elementos que influyeron en la
elección del tema, ahora debemos intentar analizar como se lleva a cabo el
proceso intelectual de la creatividad estética. Para ello, será necesario in-tentar
acercarnos a la inspiración que condujo al artista a evocar a los
compañeros de Colón.
Una de las teorias del romanticismo que aún hoy sigue vigente es la de
la inspiración, los románticos creían que la inspiración es la clave de la
creatividad psíquica del artista:
"La acción creativa del artista se hace posible gracias a ese
dr..-----G--- iiiyciaiiiciAi-w i--ili-~--i.eilu--i- bui i~yu w- --A-i--i*-u.:-.x- iipiarivu que d hmpü que
deja su alma como ausente o dormida respecto a los asuntos del
mundo sensible, la siha en un estado de vigilia permanente
respecto al mundo del espíritu"'0.
Arencibia tiene el talante místico necesario para que como dice la
cita iiíiteii~iS Ü diiia qücde como aüscfiie o doiiiiida de los asunios dei
mundo y así el tema concreto de la obra, un homenaje a los olvidados,
se va convirtiendo en cada uno de los personajes que componen la
colección.
Natalia Ferrando Rodrfguez
"Un artista elabora sus composiciones pictóricas esencial-mente
a través del razonamiento perceptual, guiado por procesos
que tienen lugar por debajo de la conciencia"".
Si en su conciencia estaba el realizar ese homenaje lo que está por
debajo de la conciencia es ese impulso que le lleva a dar vida a cada
personaje con formas y colores distintos en cada ocasión. Es lo que los
analista del Arte desde la Psicología llaman el "prirnitivismo del razona-miento
incosciente".
"Otra diferencia entre las operaciones mentales por encima
y por debajo de la conciencia la ilustra la incapacidad del artis-ta
para controlar la compleja interacción de factores formales
t-a-l es como las formas y los colores en una composición pictóri- J-c-:--J- 1- - ----:- -- ---- >- - ->- La UCIIIUGIlUU LUIISC;ICIILGIIlGIlLG laS WWXlUllGS Y PaJIUIlt%* UG CW¿i
elemento.
Es seguro que siente unas fuerzas que guían su pincel o su
escoplo, pero las causas de estos impulsos se hallan por debajo
del nivel de la c~nciencia"~~.
A.-.,.:L:, l.- ..-,. -,-."--:ln-:L. ,aa :-A----" .. --.a:.-*- l.. c ..-...- !- -- N G u u u i a i iavs uiia i G u y i i a u u i i u~ i i l i a g G i i c 3 y iiicuiaii~cia iaiuwia y~
permite construir tipos universales a través de un ideal de la imaginación
(que no de la razón), mediante un camino interior y subjetivo, de una
experiencia estética que le lleva a representar las figuras con la libertad
creativa de esa fantasía.
La imaginación hace mundos completos con s610 una parte del mundo,
si la fantasía es creativa la imaginación productiva crea imágenes durade-ras.
Las imágenes que crea Arencibia no son sólo duraderas sino más aún
universales porque el expresionismo que imprime en sus personajes les da
un carácter y una fuerza expresiva incomparable.
Expresivismo pero
"entendido como expresión del alma del artista, el arte es lo
contrario de decir o reproducir; y son formas expresivas aquellas
que no hacen otra cosa que manifestar la intuición del crea-dor*'~~
Con esta colección de 86 cuadros que Jesús Arencibia ha donado al
Cabildo Insular y que componen la exposición "Colón y los Olvidados",
Los olvidados de la vesta colombino. Pinturas de Jesús ... 1281
el artista ha querido rendir un homenaje a esa tripulación que acompañó
al Almirante y de los que apenas se habla en las crónicas. Esos marineros
que han caído en el olvido y a los que sólo se hace referencia en conjunto,
como masa humana.
Colón s610 citó en su diario a unos pocos, sólo 15, los cronistas de la
gesta colombina como fueron Fray Bartolomé de las Casas, Gonzalo
Fernández de Oviedo o Hernando Colón, apenas los nombran. Los Pleitos
colombinos son la fuente documental más importante para descubrir un
poco de estos personajes.
Arencibia los ha rescatado y los ha imaginado uno a uno basándose en
un listado con los nombres y el trabajo que desempeñaban a bordo.
Ese listado se debe a la ingente labor de la historiadora norteamericana
Alice B. Gould, que dedicó 40 años de su vida a investigar puntualmente
el elenco de los compaÍleros de Colón en su primer viaje, rastreando en
archivos españoles14.
Basándose en este rol1 al artista ha creado en su imaginación a los
protagonistas de la gesta colombina.
Arencibia no quiso resaltar a Colón, ya tan recono. cid.o por la Historia, ..L.-. ,...ir Iir\r.\.-...n:an l,." ..no+a..rrnAn'. O -..cI\..,iI.nCi .nnnm~r~,+,a ",,a
3 1 1 1 ~~ U lGIUI IiGIIaJGa a ~ V pJv a b c a ~ a u v a ,u u a u o p ~ o v ~ i uIIjII~IVoIII VIYYVCI, yuu
viajaron a través de calmas y tempestades, que sufrieron treinta y tres días
de angustia, de no ver más que cielo y agua. Son esos rostros asustados por
la inmensidad de la "mar oceana" los que refleja Arencibia. Los pinta
tristes y desesperados, acodados en la borda, o resignados realizando sus
labores diarias, apoyados en las cuerdas, mirando espectantes el horizonte
o finalmente con un grito de alegría como el que lanza Rodrigo de Triana
al avistar tierra firme.
Los ha representado en el lienzo en medias figuras, muy abocetados,
rostros inciertos y enigmáticos, intemporales. Porque Jesús Arencibia ha
conjurado a los marineros de hace quinientos años pero ha reflejado al
hnmhr~A ta mar ni ita hnv nnrlemnc Pnrnntrar en I n c m~iellpc p ~ r q u1 ~~ s """'U*" U" .l.- y..V l.", ~V.."..iVY ".."VIIYI -.. -- ----- --,
Olvidados no son sólo el reflejo de la imaginación del artista sino que sus
modelos han sido los marineros de curtidos rostros que veía en San
Cristobal, en los muelles, son esos personajes que se cruzan en sus paseos
por el parque Santa Catalina, o en la guagua cuando baja de Tarnaraceite,
así puede suceder que el cartero de su barrio se vea reflejado como Antón
Calabrés, marinero. Y es que desde sus primeras pinturas Arencibia ha
utilizado como modelos a los personajes que le rodeaban, rostros farnilia-res
se pueden reconocer incluso en sus murales.
En esta muestra contemplamos 86 personajes: Colón y sus 85 acompa-ñantes,
en cada obra el artista ha puesto su sello personal, insinúa la vida
en las naves con algún detalle de referencia: la borda, las cuerdas, el ti-
1282 Natalia Ferrando Rodríguez
món, etc ... y cada personaje es distinto al anterior por su actitud; su postu-ra
o su expresión, incluso los más abocetados y misteriosos comunican al
espectador su mágia pictórica.
Esos marineros acodados en la borda de la embarcación se preguntan
por el futuro incierto, tienen miedo, inseguridad y sus rostros traslucen el
miedo a ese mar ignoto que abre su inmensidad ante esos seres soliatarios.
Su gran conquista estriba en que se iban a enfrentar con el "Mar Tenebro-so",
que está más allá de las "Columnas de Hércules", del "Finis Terrae",
del "Nom Plus Ultra". Esforzados navegantes que aplacan su ansiedad
imaginando futuras riquezas en el reino del gran Kan: lluvia de oro, pie-dras
preciosas y especias, pero mientras sus rostros se curten en el mar,
sólo lluvia de sal sobre sus caras y un gran silencio atlántico que los m
D
envuelve. Arencibia no los ha plasmado en un mar enbravecido y rugiente, E
& n n nn -1 mnrnnntn An ln r l l r n o r i i ~ n A 1n1, AiiAs CP filhh~e,n CJ JC p n r g ~ n n p c .,U*" "'1 VI IIIV*II"I..V UV IU "-u'., .,U-..." ...U....U U" L. *......,Y V "...U. VVI ILiVI IVY. "
La gran paradoja de esta muestra de marineros es la presencia ausente n-- m
del mar. Arencibia ha optado por una vía indirecta, más espiritual, de O
E
expresar el enigma de los compañeros de Colón en esa travesía por el E
2
océano sin pintar el mar. En la obra del artista raramente se muestra el -E
mar, sí sus gentes y sus pobladores, pero no el mar como hecho físico y
tangible, no como referencia piástica concreta. Sin embargo, en esta co- 3
lección sentimos la presencia ineludible del mar como una alusión
- -
0
m
sensorial, como un fondo sinuoso que envuelve a los personajes, son fon- E
dos de tonos neutros donde destacan manchas de colores vivos, utilizando O
una paleta mucho más colorista que en obras anteriores. n
7. DONACIÓN Y EXPOSICIONES
Jesús Arencibia donó esta colección al Cabildo Insular de Gran Cana-ria
para ser colgada en las Salas de La Casa de Colón.
T n Grmn An lo narr;h.ro A* @no;Xn An 1-0 ririirl,.nr fmn al 12 A,, fehrprn ,b W llllllQ Ub 1 4 b - l l L U I U U\, i )Ui ) lVL1 UV IUU VUY-Vu IUV VI IJU V IVVIViV UV
1992, en un acto institucional que tuvo lugar en la Sala de Sesiones del
Cabildo al amparo de los grandes murales del propio Arencibia. En pre-sencia
de Don Delfín Colomer, Director General de Relaciones Culturales
del Ministerio, el Presidente de Cabildo Pedro Lezcano expresó su grati-tud
en nombre del Cabildo ya que coincidía con el 80 cumpleaños del
Cabildo. Dijo:
"Esta donación es un regalo que naturalmente se hace ex-tensible
a todo el pueblo de Gran Canaria (...). La exposición de
Jesús Arencibia viene a decir que los personajes históricos pro-
Los olvidados de la vesta colombino. Pinturas de Jesús ... 1283
tagonistas han salido en todos los medios de comunicación pero
estos tripulantes anónimos y olvidados no han salido en ningún
sitio y la pintura del artista los reivindica"15.
La Viceconsejería de Cultura del Gobierno Canario colaboró con el
Cabildo grancanario para realizar una exposición itinerante. En mayo se
mostró en la Sala de La Recova de Santa Cruz de Tenerife, coincidiendo
con el acto de entrada del artista como académico de Bellas Artes de San
Miguel Arcángel, esta Academia en la Junta plenaria de la sesión del 11 de
noviembre de 1989, lo había elegido por unanimidad Académico
numerário, ocupando el si116n vacante por el fallecido Rafael Monzón
Grau-Bassas. El secretario perpétuo de la Real Academia de Bellas Artes
de San Miguel Arcángel, D. Eliseo Izquierdo escribió:
"El reglamento de esta Real Academia determina que todo
miembro electo debe ingresar mediante un discurso magistral
sobre un tema de su especialidad o con su obra de creación. Don
Jesús Arencibia optó por esta segunda modalidad"16.
L.2 ~ x p ~ ~ ip~&i he! nv p.mn viajan& por p.! A~~hipiélappnu esfue
presentada en La Gomera en la Casa de Colón y en la Palma en el Palacio
de Salazar, siendo instalada en octubre en La Casa de Colón de Las Pal-mas,
pues el artista sólo puso una condición a esta donación: que dos
personas de su confianza pudieran ejercer de ."cuidadores" para que la
obra continue en esta casa, algo que según Pedro Lezcano el Cabildo acep-tó
con mucho gusto.
8. ALGUNOS PERSONAJES
CRIST~BCAOL L~Nca,p itán de la Santa María, de quien no hay ninguna
representación plástica fidedigna, de la que se sepa con seguridad que es
su retrato "todas las efigies que corren como facsírniles de su semblante,
son elucubraciones posteriores a su muerte, ni tan siquiera la del pretendi-do
Colón pintado por Doménico Ghirlandaio, que fue su exacto
contemporáneo y murió en 1494. No otra cosa es el retrato pintado por
o@..L..c-*:-u-,. aauauu UA-G1I D:--L- -: -1 m......-a+~ P-lA.. ~ - f i A : l l ~ A - -1 4- A- 10 11:- L IUIIIUU11,1 GI J U ~ U G J L UL UIULI auuuluauu <U ~ I C uI c. la v II-gen
de los Navegantes, que como obra de Alejo Fernández guarda el
Alcázar de Se~illa"'~.
Arencibia lo ha dejado en el misterio de un perfil, una insinuación de
rostro, es uno de los cuadros menos trabajados como queriendo no dar
1284 Natalia Ferrando Rodríguez
importancia al tan nombrado Almirante para que no se ofendan los de-más,
los homenajeados, que no son otros que los Olvidados.
JUAND E LA COSAp, ropietario y maestre: el eminente cartógrafo apare-ce
pensativo con la mano en la boca y tocado con un gracioso sombrerito
marinero, se repite su misma figura en el fondo como un reflejo de su
pensamiento, como un desdoblamiento de su personalidad.
DIEGOD E ARANDAal,g uacil de la Armada: Se dice que era de Córdoba,
aparece apesadumbrado, sentado y pensativo con la mano sosteniendo su
cabeza, detrás unas pinceladas negras insinúan unas rejas a ambos lados
del personaje, que parece cargar sobre su conciencia el peso de una gran
responsabilidad, parece que vaticina ya el trágico desenlace de los 39 hom-bres
que Colón dejo a su cuidado en la fortaleza de la Española, la que fue
alzada con los restos del naufragio de la Santa María.
n A--..-- x r .--....- ---- -. &---I ---. -..L:-A- -..- ..-.. -....-..,. UUMINLIU v ILLAINU, IIICUIIICLV y LUIICICIU. LUVICILU LUII uua LGIQ g 1 u c 3 a
como de saco, haciéndo así alusión a su oficio de tonelero, nos hace recor-dar
a uno de sus cuadros de 1954, de los apóstoles pescadores a un San
Juan de Colección particular o a su "Andrés Hermano de Simón" Primer
premio de Pintura de la VI Bienal del Gabinete Literario, que se conserva
en esta misma Casa de Colón.
BARMU)MÉB IBESe: s uno de los que aparece con cuerdas, este elemento
igual que las escalas se repetirá en otros personajes.
Destacar sobre todo:
JUAN DE LA PLAZAm,a rinero: gran influencia de Goya en el artista,
cosa que notamos en otros muchos pero en este en particular nos recuerda
al Perro de Goya como enterrado en un lado del cuadro, sólo aparece su
cabeza, y este es sin duda un autorretrato del artista.
Muy brevemente otros personajes de La Santa María:
BARTOLO&T ORRESm,a rinero: Se dice de él que mató al pregonero de
Palos, Arencibia conoce este hecho y es el único realizado casi
integramente a carboncillo, dándole asi un gran dramatismo al personaje,
-1 1 --a --e- c---1 -- -.-u--- ai cucu LUIULCI LUII UII g l a u I ~ I U IC II 3 u I l lal lu.
Aunque los marinos están individualizados en cada cuadro, en unos
pocos se insinúan otras figuras junto al personaje principal que es el pro-tagonista,
ejemplo de ello tenemos en:
AND& DE YEBENEgSm, mete y en PEDRDOE SALCWOp,a je del capitán,
con objetos o utensilios aparecen por ejemplo,
JUANR UIZD E LA PERA,m arinero, con un gran cesto a cuestas, y ya en La
Niña: DIEGOL ORENZOde, spensero, con una gran talla entre sus manos. y
MIGUEDLE SORIAg, rumete y criado del capitán, que sostiene un gran
cuenco, utiliza Arencibia un color rojo intenso como si le diera la luz de
un magnífico atardecer.
Los olvidados de la vesta colombina. Pinturas de Jesús ... 1285
O en la Pinta GARCIFAE RNÁNDEdZe,s pensero, que lleva la talla a hombros.
En la Pinta destacaremos a FRANCISCMOA RT~NP INZ~Nm,a estre porque
es el que mejor escenifica el misterio y la magia pictórica al quedar su
rostro sin definir en dos tonos de color.
O MART~ANL ONSOPI NZ~qNu,e es el más citado en el Diario de Colón,
"el capitán de la Carabela La Pinta, la que hubo de acogerse a la Playa de
Gando para ser adobada de latina en redonda, motivando el viaje de Colón
desde la G~mera"'~m,i sterioso también es el de DIECO M AR^ F ' IN~ ~"Nel
Viejo", Marinero cuyo rostro deja sin pintar, es uno de los nueve cuadros
apaisados que componen la colección pues el resto son todos de formato
vertical, los apaisados sedan:
En "la Niña" VICENTYEA ÑEZP IW~Nca,p itán, JUANN INO propietario
de navio, recuerda a los personajes velazqueños, SANCHROU IZD E GAMA,
piloto, en la Santa María: DE^ LE-; p m e t e y ALO-T;O CA-WO, manne-ro
y en la Pinta: Gom GAZCm~,a rinero, JUANR EINOLa, lguacil y JUAN
RODR~GUREOZ,D RIGODE TRIANAqu e aparece en el momento de gritar
jubiloso: Tierra a la vista, el artista lo concibe como en medio de una
suave calima de ahí esos tonos claros. Es un cuadro de luz y alegría. En la
Niña tenemos algo muy curioso uno de los personajes AND- DE HUELVA,
grü~,e~e, caKiyS luilce -üil magi,fflcO talUa$ de la.
Virgen del Carmen, alude así el pintor al fervor de los marineros por su
patrona, pues acostumbran a cantar la Salve según Hernández Perera "La
oración a la Virgen Patrona de los marinos" era práctica habitual a bordo
de los navios, como acredita el "Diario" tras el jubiloso amanecer del 12
de octubre en Guanahaní "cuando dijeron la Salve, que le acostumbran a
decir e cantar a su manera todos los marinero^"^^.
Arencibia copió este tatuaje de un marinero real y actual que paseaba
por el Parque de Santa Catalina en 1991 mientras realizaba esta serie.
CRISTOBAQLU INTERmOa rinero y propietario de la Pinta, interesante es
su colorido, ese fondo azul intenso, y por contraste a falta de color y de
dibujo pues en la esquina inferior dp.ocha p.! !ip.fi~c c~m,n!~tzmect~.
en blanco, también es interesante resaltarlo pues lleva el bonete colorado,
que durante siglos fue el cubrecabezas clásico de los marineros mediterrá-neos,
perviviendo aún hoy en el "barret" valenciano o en la "barretina"
catalana. Este fue uno de los obsequios de Colón a los indígenas de
GuanahanP.
Natalia Ferrando Rodriguez
1. FERRANDO RODR~GUEZ, Natalia: "Los Murales de Jesús Arencibia en la
Ermita de Santa Catalina en el Pueblo Canario" en IX Coloquio de. Historia Canario
Americana, 1990, en prensa.
2. MORALES PADRÓN, Francisco: La Provincia, 20-11-92, p. 31.
3. Información oral: Entrevista con Jesus Arencibia, ei 1.2 be mayo ae 1991.
4. HERN~DEZ PERERA, Jesús: "La contribución de Jesús Arencibia al Arte Contern-poráneo"
en E.q?xicidn Antoldgica Jesús Arencibia (Cathiogo), Las Palmas, 1991, p. 23.
5. HERNANDEZ PERERA, Jesús: "Homenaje de Jesús Arencibia a los compañeros
de Colón" en Jesús Arencibia, Coldn y los Olvidados. Exposición Conmemorativa V Cen-tenario
Descubrimiento de América, Casa de Colón, Las Palmas, 1992.
6. VAZQUEZ DIAZ, Daniel: (Catalogo), Ministerio de Cultura, Madrid, 1971.
7. BENITO, Angel: Vazquez Díaz, Vida y Pintura. Dirección General de Bellas
Artes, Ministerio de Educación y Ciencia, Madrid, 1971.
8. ERRANDO RODRÍGUEZ, Natalia: "Los murales de Jesús Arencibia" en Ex-posicidn
Antoldgica Jesús Arencibia (Catálogo). Las Palmas, 1991, pp. 37-55.
FERRANDO RODRÍGUEZ, Natalia: "Los murales de Jesús Arencibia". Aguayro,
núm. 193 (1 991). pp. .23-28.
ERRANDO RODRÍGUEZ' Natalia: ORTEGA GONZALEZ, Juan Miguel: "La ins-piración
de Jesús Arencibia en Fuerteventura". V Jornadas de Esrudios sobre Lanzarote y
Fuerteventura, 1991 (en rema).
9. FRAGA GON d L E , Carmen: "Jesús Arencibia" en catálogo de la Exposicidn
Artistas Pldsricos de la Academia de Canarias, Real Academia Canaria de Bellas Artes de
San Miguel Arcángel y Consejeria de Educación, Circulo de Bellas Artes, Tenerife, 1991.
10. JIMÉNEZ, José: Imagenes del Hombre. Fundamentos de la Estktica. Editorial
Tecn~sM, d r r A , !o%, p. !1 4.
1 l. ARHEIM, Rudolf: Hacia unapsicologia del Arte. Arte y Entropía. Alianza Edito-rial,
Madrid, 1988, p. 265.
12. ARHEIM, Rudolf: op. cit., p. 266.
13. RUBERT DE VENTOS, Xavier: Teoría de la Sensibilidad. ~ c i o n e6s2 /SA, Bar-celona,
1968, p. 250.
Los olvidados de la vesta colombina. Pinturas de Jesús ... 1287
14. GOULD Y QUINCY, Alice B.: Nueva lista documentada de Los Tripulantes de
Colón en 1492 (Vll). Viuda de Estanislao Maesire, Madrid 1942.
GOULD Y QUINCY, Alice B.: Nueva lista documentada de los tripulantes de Coldn
en 1492 (1x1. Viuda de Estanislao Maestre, Madrid, 1944.
CARANDE, Ramón: Homenaje a Mis A.B. Gould. Sociedad de Amigos de Simancas,
Madrid, 1953.
Se conservan estos tres docuementos en el fondo Ballesteros de La Biblioteca Insular
de Las Palmas, a través de ellos nos hemos acercado a la personalidad de la historiadora
americana Miss Alice Bache Gould nacida el 5 de enero de 1868 en Bóston (EEUU), desde
su infancia vivió en un ambiente de formación humanista, su padre fue un hombre cultisimo,
astrónomo y matemático. Alice estudió hacia 1889 en el internado de Bryn Mawr, instituto
de Enseñanza Superior femenina próximo a Filadelfia, realizó estudios universitarios en
Chicago donde se graduó. Llegó a España viajando camino de Roma pero un desafortunado
incidente, la muerte de su compañera de viaje, le hizo cambiar su ruta. Teniendo cerca los
archivos sevillanos se entretiene en investigar algunos manuscritos en los que descubre la
noticia del pago hecho a uno de los marineros del primer viaje de Colón, este descubrimien-
+- 1- LA-.- ir n--.-.r-n o ..aiirnhn rlarl;nnr d1n nnr nrir rn-n
LV 111 1 a a ~ ; l t f i J C V I I I ; C L L ~ I I una vxut a !a yue puiaua u-,-- nvlw u n a y- de iCwO w u a I a V
ella misma decía: "no la he terminado en cuarenta" pues se vio atrapada en "La tela de
araña de la letra cortesana". Se convierte en una asidua de los archiveros por su constancia
y sus centenares de papeletas de pedido, y admirada por los investigadores españoles
contemporáneos suyos por su tesón y por sus artículos escritos que son verdaderas perlas de
la investigación colombina, publicados en el "Boletín de la real Academia de la Historia"
(tom.o- s 77,85 al 88,90,92, 110, 111 , 115 y 119). 13. ínforrnación Gral: Acia insiiiuciünai de Dunaciún de Íü Cüleccidii iiüiún y ios
Olvidados. Salón de Sesiones del Cabildo Insular de Gran Canaria, Las Palmas, 13 de
febrero de 1992.
16. IZQUIERDO, Eliseo: "Jesús Arencibia Académico de Bellas Artes", Diario de
Las Palmas, 27-VII- 1992.
17. HERNÁNDEZ PERERA, Jesús: "Homenaje de Jesús Arencibia a los compañeros
de Colón" en Jesús Arencibia, Colón y los Olvidados. Exposición Conmemorativa V Cen-tenario
Descubrimiento de América, Casa de Colón, Las Palmas, 1992.
18. Ibídem.
19. lbidem.
20. Otros artículos en prensa sobre la Exposición de "Colón y los Olvidados" han sido
los siguientes:
ARENCIBIA, Angeles: "Los Olvidados de Jesús Arencibia", La Provincia. 20-11-
1992, pp. 29-31.
FERRANDO RODR~GUEZN, atalia: "Los Olvidados", Canurins 7, 24-11-1992. p. 14.
FERRANDO RODR~GUEZ, Natalia: "Colón y los Olvidados", Diario de Las Pal-mas,
9-XI-1992, p. 57.
IZQUIERDO, Eliseo: "Arencibia muestra los pioneros anónimos del Descubrimien-to",
Canarias 7, 25-VI-1992, p. 19.
MORENO, Martín: "Jesús Arencibia, expresión y maestría". Ln Provincia, 10-V-
1992 y 17-V-1992.
1288 Natalia Ferrando Rodrfguez
"Los herdicos hijos de Palos de Moguer". Daniel Vázquez Dfaz. Frescos del Monasterio de
la Rábida (Huelva), 1930.