PRESUPUESTOS POLÍTICO-EDUCATIVOS CONTENIDOS
EN ECO DEL MAGISTERIO CANARIO (19 14- 1940)
Tanto como plataformas de la «divergencia», como, sobre todo, de
la aceptación y del conformismo, proliferaron a comienzos de siglo en
Canarias multitud de publicaciones en forma de diarios, semanarios y
revistas, que intentaban recoger el sentir de los grupos sociales que repre-sentaban,
para compartir, legitimar o, combatir y detractar, determina-das
actuaciones según el grado de vinculación, afinidad o antagonismo
mostrado a la política en curso. Fue así como algunos sectores profe-sionales
del Archipiélago, entre los cuales cabría señalar de forma
señera al de los maestros, decidieron apoyar una propuesta editorial de
amplia acogida gremial, para defender, a través de la presión que la
colectividad entrañaba, un marco de relaciones sociales, educativas y
culturales que les favoreciera. Con esta vocación surgió Eco del Magis-terio
Canario en 1914, para convertirse en el medio de difusión más
influyente de cuantos poseyeron los docentes, a pesar de su irregular
trayectoria, caracterizada por la adaptación constante a las circunstan-cias
políticas y sociales de cada momento, en una etapa histórica de
profunda y cambiante significación.
Si bien es cierto que Eco del Magisterio Canario no fue, ni mucho
menos, el primer semanario dedicado exclusivamente a la instrucción
pública en nuestras Islas, habida cuenta que desde mediados del siglo
XIX comenzaron a ver la luz los primeros rotativos que trataron de ma-nera
casi monográfica el tema, no es menos cierto que debido a diver-sos
factores -como la temporalidad de su tirada, el interés mostrado
por los temas pedagógicos y legislativos, la defensa de los sectores eco-nómicamente
más marginados del magisterio, la relación mantenida con
5 8 Manuel Ferraz Lorenzo
otros diarios de carácter insular, estatal o extranjeros, etc.- podría ser
considerado como el medio de difusión de mayor trascendencia de cuan-tos
aparecieron hasta ese momento. De hecho, si nos detenemos en el
análisis de su contenido pedagógico. e informativo, y en el tratamiento
dispensado a las condiciones laborales de los maestros para intentar
organizar al colectivo docente, su presencia requiere un tratamiento es-pecífico
y un lugar privilegiado en el marco de nuestra prensa pedagó-gica
regional.
INICIOS DE UNA ANDADURA
De la mano de Efraín Albertos Ruiz, director y propietario, y de
Alfredo Daroca Yánez, administrador, aparece el primer número del
semanario el 7 de mayo de 1914 en la ciudad de La Laguna. Desde ese
momento, y hasta ei año 1940 en que íiesapaieceii los iesiaiiiej. íiúírie-ros
de la colección, se publicó con regularidad los días 7, 15, 22 y 30
de cada mes. El primer ejemplar de la tirada dejaba claro cuáles serían
las líneas de trabajo previstas para el futuro:
Nuestro anhelo de fundar este nuevo periódico, ha sido para
que sirva de guía a cuantos tuvieron necesidad de estar al tanto
de las diversas y complejas ramas de la Instrucción y al mismo
tiempo que reflejara las legítimas aspiraciones del Magisterio
Canario, para que en plazo brevísimo pudieran convertirse en rea-lidad.
El programa que habremos de seguir y que tenemos el gusto
de exponer, será el siguiente:
Primero: dedicaremos todas nuestras energías a la defensa del
profesorado, procurando que nuestra voz llegue hasta los poderes
públicos para evitar que la política y el caciquismo en los pue-blos
rurales haga juguete del educador de la niñez, que tiene la
sagrada misión de formar inteligentes ciudadanos, que mañana
habrán de contribuir al engrandecimiento de la Patria.
Segundo: trateremos con constancia de recabar de los cuerpos
colegisladores, haciendo llegar a diputados y senadores, nuestras
justas quejas, hasta obtener la ley por la que se nos conceda la
tan suspirada y bien merecida gratificación de residencia.
Tercero: apoyaremos con todas nuestras fuerzas cuantos acuer-dos
se adopten en beneficio de la clase, por las Asociaciones del
Magisterio primario de Santa Cruz, las de Gran Canaria, Palma,
La Laguna, Lanzarote, Fuerteventura, Gomera y Hierro l.
Presupuestos político-educativos contenidos en... 59
Desde los primeros instantes se reconocía el aislamiento existente res-pecto
a la Península y la carestía de vida que por este concepto existía
en un territorio, por demás, tan fragmentado. Se consideró justa la nor-mativa
que velaba por la equiparación de las condiciones de vida y de
trabajo de todos los funcionarios del Estado, compensación de tipo eco-nómica
que ya se había recogido en la denominada «gratificación de re-sidencia*.
Sin embargo, los agravios comparativos surgieron desde el
momento en que los maestros canarios no fueron incluidos en ella, cons-tituyendo
el único colectivo discriminado por ley. Este vacío legislativo
y los efectos perversoso causados, fueron severamente criticados en las
páginas de Eco del Magisterio Canario, en un intento desesperado para
que dichos desequilibrios económicos fueran reconocidos y suprimidos
en el presupuesto de 1915.
Y no es que aboguemos sólo por que el número determinado
de funcionarios vaya a cobrar unas cuantas pesetas más, aunque
si así lo hiciéramos realizaríamos un acto be justicia, es que la
concesión de esa gratificación de residencia proporciona benefi-cios
a la instrucción pública, pues hoy, por lo exiguo de los suel-dos
de los Maestros, se halla vacante casi siempre el 50 por 100
de las Escuelas del archipiélago y con el aumento que se indica,
es casi seguro que dicho número llegaría al 5 por 100.
La deficiencia de los sueldos de los Maestros es, en general,
causa determinante del relativo atraso de la instrucción primaria,
y todo cuanto se haga por entender y aumentar la instrucción
pública, debe ser considerado como un bien nacional 2.
En el mismo sentido se manifestaron otros artículos en los que el
tema recurrente siguió siendo el de la gratificación, al considerar «insu-ficiente
para vivir» el sueldo de 500 pesetas que muchos maestros co-braban.
Paralelamente, en los siguientes números fueron apareciendo con
más énfasis los primeros elogios y adhesiones al semanario por la me-ritoria
labor realizada, hasta conceder un cierto grado de afianzamiento
a la revista si tenemos en cuenta que, con posterioridad, se observó una
amplia acogida y colaboración en el conjunto del profesorado canario,
convencido de que sus solicitudes, harto asiladas y permanentemente
desoídas, obtendrían mayores apoyos al ser grupales.
A partir de agosto adquirió nueva titularidad, pues el que hasta en-tonces
había desempeñado las funciones de administrador pasaba a con-vertirse
en el nuevo propietario, ocupándose, además, de las labores de
dirección. Durante toda esta etapa, lo más sobresaliente y digno de men-
60 Manuel Ferraz Lorenzo
ción consistió en su conversión en «Organo de la Asociación Provincial
del Magisterio de Primera Enseñanza», al abandonar la anterior asepsia
y neutralidad en su actuación, para pasar a representar a un colectivo
amplio que deseaba imprimir sus señas de indentidad en los múltiples
temas relacionados con la instrucción pública.
La primera prueba de fuego de esta etapa de reafirmación del sema-nario,
consistió en criticar el abandono en el que muchos municipios
tenían sumidos los locales destinados a instalaciones escolares. Todo ello
surgió como consecuencia de la Circular emitida por la Inspección de
Primera Enseñanza 3, en la que se conminaba a varios ayuntamientos a
facilitar locales dotados de mejores condiciones higiénico-pedagógicas.
Pero de poco sirvieron circulares como la aludida, de carácter resoluti-vo,
y de cuantos métodos pedagógicos se destacaran sus virtudes
(Decroly, Montessori, Froebel ...) cuando en la práctica cotidiana tales
decisiones eran incumplidas por actitudes prepotentes e intereses eco-nómicos,
políticos y sociales, de otra índole. De facto, los responsables
en materia educativa y, especialmente, los alcaldes de los consistorios
insulares -salvo contadas y honrosas excepciones- hicieron caso omiso
de cuanto tuviera relación con la educación y la cultura dentro de sus
demarcaciones. Una estadística estatal evidenció lo que venía siendo una
constante en el Archipiélago: según recogía el censo escolar de 1908
presentado por el diputado a Cortes Sr. Domingo, en Canarias faltaban
por construir 365 escuelas para cubrir las necesidades básicas de las
distintas islas; por si ello fuera poco, la carencia de material pedagógi-co
impedía el correcto funcionamiento de las que, con grandes sacrifi-cios
por parte de los docentes, se hallaban abiertas.
Sin embargo, en plena década de crisis económica, de permanentes
conflictos sociales, de inestabilidades políticas y de carencias y abando-nos
educativos, los maestros canarios realizaron un alarde de profesiona-lismo
apolítico y progremial para encumbrar las virtudes y realizacio-nes
del gabinete de Romanones.
En varias ocasiones lo hemos proclamado con verdadero or-gullo
e íntima satisfacción: los gobiernos de la nación, de algu-nos
años a esta parte, comienzan a interesarse por ramo tan im-portante
como es el de la enseñanza.
El gabinete que actualmente rige los destinos de Espaiia y cuya
presidencia ostenta el redentor del Maestro, Sr. Conde de Romano-
Presupuestos político-educativos contenidos en...
nes, lleva a cabo una labor altamente beneficiosa, en la que el
Ministro de Instrucción Pública, Excmo. Sr. D. Julio Burrell, ha
puesto todo su cariño y todas sus energías. No se podrá decir que
nuestros elogios hacia tan prestigiosa personalidad, son hijos o
emanan de un ideal político con el que se nos creerá en congruen-cia
e inspiración. No; somos nosotros los que pensamos que el
Maestro, apartado de todas las lides políticas, solo debe de mirar
por el bienestar de la enseñanza, no dejando por ello de admirar
a quienes, sean de uno o de otro partido, se preocupen e intere-san
por mejorar nuestra condición 4.
Comenzaba una larga etapa zigzagueante de ambismos y oportunis-mos
respecto a los gobiernos y regímenes que se constituirían en el
Estado, conscientes de que de su adhesión dependía la continuidad del
semanario y, por ende, la cohesión del profesorado.
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n 4 ~ G~II4L UIILGGISIL,I G IUS ~ J U I I L U JI GJUGILUJ -auuquG ~ U L U Sa uua UGJ-pués
se demostró lo contrario- brillaba con luz propia el de la gratifi-cación
de residencia, al que siempre se aludía con satisfacción. Sin
embargo, en el listado de las reivindicaciones más inmediatas estaban
la eliminación de las categorías intermedias, la subida del sueldo de
ingreso al magisterio (que aunque cifrado en 1.000 pesetas se seguía
considerando insuficiente), el incremento de -al menos- otras 500 pe-setas
en la gratificación, mayor dinamicidad en los ascenso, etc.
Pese a la adhesión mencionada, en los albores de los años 20 co-menzaron
a tener lugar continuas discrepancias, que se fueron haciendo
más contundentes a medida que pasaba el tiempo y los temas pendien-tes
no suscitaban el interés de los responsables políticos:
Estamos de espectadores impertémtos del drama o comedia que
viene representándose, titulado «Magisterio Primario» y paciente-mente
esperamos el desenlace de la obra, pero las escenas se su-ceden,
actores y público van atrofiándose y el autor que lo es el
gobierno, no llega a terminar el libro a que puso prólogo el Con-de
de Romanones. Ni se capacita al Maestro para formar parte de
las corporaciones populares, concediéndole la plenitud de derechos
civiles y políticos inherentes a todo ciudadano, ni se reforma equi-tativamente
el Escalafón, ni se suprimen las categorías interme-dias
y oposiciones restringidas, ni se establece el sueldo mínimo
decoroso, ni se crean las escuelas que faltan ni, en una palabra,
se hace nada, y cuidado que tenemos en el gabinete ministerial
dos Ministros que fueron elementos muy salientes en lo que de-
Manuel Ferraz Lorenzo
nominó Parlamentarios, cónclave que proclamó un sugestivo y
regenerador programa en materia de Instrucción Primaria
Con el paso de los meses, y sobre todo de los años, las críticas al-canzaron
nuevas dimensiones, al desacreditarse las actuaciones de Maura
en comparación con las de Romamones (político al que se reverencia-ba),
determinando dicha situación la defensa de mayores cuotas de au-tonomía
y autogobierno para el magisterio: «Todo el mundo, y con
mayor razón el Magisterio, debe exigir todo lo necesario para elevarse
de un impulso al lugar que legítimamente le corresponda. Percatémonos
bien de la idea de que no nos gobiernan, y de que ha llegado el mo-mento
de gobernarnos» 6.
A pesar de las manifestaciones realizadas desde el semanario acerca
de la gratificación de residencia, tema que había quedado pendiente
-y que todavía lo estaría mucho más-, y de los variados artículos que
referencia a la "riificada redactad"s y"i iñs-pector
José María Villergas y otros maestos de reconocido prestigio, el
énfasis de la revista estaría centrado -por oposición a la etapa ante-rior-
en las ansias de renovación presentadas por el Directorio militar
encabezado por Primo de Rivera.
Artículos como «La Reconstitución Nacional», «Hacia la renova-ción
», «Al directorio y a la opinión pública», «Proyecto de homenaje al
Caudillo que se ha propuesto salvar a España», etc., serían indicativos
de las expectativas creadas en el magisterio canario tras la toma del poder
dictatorial. Elogios y parabienes pasaron a formar p.arte de las colum-nas
del semanario desde los primeros momentos que, por contraposición,
reemplazaron los espacios dedicados a los temas estrictamente pedagó-gicos.
A partir de entonces no se desafiaba al gobierno para que resolviera
los problemas como había acontecido en los últimos años, sino que se
invitaba a las autoridades a comprender los perjuicios que tales situa-ciones
irregulares reportaban al magisterio. Ante la desidia, el semana-rio
optó por recabar apoyo de los «ricos» (sic) para que, secundando la
iniciativa de algunos vecinos del Barrio del Perú en Santa Cruz de
Tenerife, ayudaran a construir grupos escolares con su dinero. El pro-yecto
consistía bien en recibir donativos directamente, bien en cobrar
por cada bulto de mercancía que entrara en la ciudad un impuesto de 5
céntimos 7.
Si con anteriorioridad al directorio la mayoría de los temas tratados
versaba sobre los problemas específicos padecidos en el Archipiélago,
dedicando más atención a las islas occidentales que a las orientales como
Presupuestos político-educativos contenidos en ... 63
venía siendo habitual, durante el período riverista el centro de interés
se desplazó a la Península, convirtiéndose en un medio de comunica-ción
de carácter dependiente y sucursalista (como lo fue cualquiera de
los diarios o semanarios de la periferia estatal). Del carácter neutral de
la primera época pasó a la defensa de la educación religiosa en nume-rosos
artículos, y de la concepción social de la enseñanza tan amparada
en sus páginas en los momentos iniciales de su publicación, pasó a con-ceder
una importancia decisiva a la educación en el hogar 8.
Por primera vez, aunque sin abandonar los elogios a la política se-guida
por el Directorio, comenzaron a aparecer las primeras manifesta-ciones
sobre la gratificación de residencia, en las que salían a relucir
las injustas condiciones de vida de los maestros. Para exponer el tema
se aprovechaban, como siempre, las fechas de aprobación del presupuesto
nacional 9. Además de este asunto harto reiterativo, a medidados de 1925
se ocupó de otro propiamente canario, esta vez original y de h. o.n.do ca!a& pedagdgics: en efecto, en süs págiim ss iíifumaba de la iiiicia-tiva
del Inspector Jefe de Primera Enseñanza, Juan Comas Camps, de
crear un Museo Pedagógico y una Biblioteca Circulante del Maestro, con
libros de Cousinet, Kerschensteiner, Decroly, Claparede, Dewey, Monroe,
Ruiz Amado, etc. Además, el mismo inspector, interesado por el atraso
cultural y educativo padecido en las Islas, abordó con cierta insistencia
el tema de la graduación de las escuelas, considerando que «axioma
pedagógico por nadie discutido es que solamente con la enseñanza gra-duada
es posible obtener buenos resultados en la escuelan 'O.
A pesar de la inexistencia de críticas acusadoras, era evidente el
desánimo de los maestros que afrontaban bajo las mismas condiciones
marginales de antaño la labor educativa del presente. En un editorial que
llevaba por titulo «El nuevo curso escolar» " se expresaban algunas ideas
a este respecto:
Terminadas las vacaciones, hallará ya este número a nuestros
apreciables compañeros al frente de sus escuelas. Empezamos el
nuevo curso abatidos y desalentados, sin aquella satisfacción ínti-ma,
sin aquella saturación espiritual, sin aquel interior halago que
le hace fecunda, atrayente y posible la obra educativa. El panora-ma
no puede ser más desalentador: millares de educadores con-denados
a no poder satisfacer sus necesidades más perentorias;
otros, en perpetuo estancamiento sin esperanza de conseguir una
ínfima mejora por virtud de nuestro Escalafón acéfalo; y algunos,
muy pocos, sirviendo de espejuelo y cimbel para pregonar que
nuestra carrera se encuentra hoy a envidiabilísima altura.
Manuel Ferraz Lorenzo
Y no hablemos de locales, casi todos lóbregos, sucios de su-ciedad
consustancial, sin luz, sin capacidad, sin alegría. Y otra vez
a vegetar en ellos ...
ETAPA DE CONTENIDOS REFORMISTAS Y ESENCIALMENTE
REGIONALES
Algo parecía que cambiaba en la línea editorial del semanario con
el paso de los meses, pues el tema referente a la gratificación de resi-dencia
que sólo había aparecido esporádicamente, fue defendido con
cierta insistencia incluso por otras revista de tirada estatal que se soli- a
darizaron con los docentes canarios. Este modo de proceder sirvió para E
crear una nueva predisposición tras el fracasado intento dictatorial de O
Primo de Rivera. De hecho, a partir de 1930 ya se hablaba de la nece- -
sidad de que los maestros participaran en política (aspecto severamente m
O
E censurado pocos meses atrás), y de la inexcusable experimentación de E
2 modernas orientaciones pedagógicas para mejor desempeñar sus funcio- E
nes en las aulas. Dicho ambiente favoreció, en gran medida, la opinión
que se tuvo respecto a la instauración de la República en el Estado es- =
pañol. e-m
El Estado de verdadera desorientación que existía en nuestra
nación; los errores cometidos por la monarquía y la falta de hom-bres
capaces de llevar por cauces de orden y paz al fallecido ré-gimen,
han sido la causa de que el pueblo se proclamara por la
causa republicana y expusiese su voluntad en unas elecciones
municipales (...).
Bienvenida sea la República a nuestra nación (...). Como fun-cionarios
del Estado y excelentes patriotas, los maestros se ponen
al servicio de la República, porque toda forma de gobierno que
no altere la buena organización que debe llevar para que merezca
!a confianza y e! ai;!a~so, es acatada i;ui !os qüe so!o miran c!
enaltecimiento de la Patria 1 2 .
Durante el quinquenio republicano los temas abordados volvieron a
tener un carácter eminentemente canario (lugar destacado ocupó de nuevo
el de la gratificación de residencia), aunque ello no fue óbice para in-formar
de todas las reformas que acontecían a nivei estatal, o de ias
modernas y activas metodologías que comenzaban a ponerse en prácti-ca
en todos los rincones del país. Artículos como «Pedagogía Moder-
Presupuestos político-educativos contenidos en... 65
na», «Los Consejos de Primera Enseñanza», «El Maestro y la Escuela»,
«La Enseñanza, función privativa del Estado», «El Maestro, funcionario
F%blico», «La necesidad de la sindicación», etc., nos dan una idea aproxi-mada
de los renovados temas de interés tratados en el semanario y que
supusieron un cambio considerable respecto al espíritu arcaico y más
corporativo del período anterior. La síntesis de todo ello la haría con
mucha precisión el inspector de la provincia de Santa Cruz de Tenerife,
José María Villergas.
Ya es hora de fijarse un poco en el avance que la Escuela
primaria va tomando desde el advenimiento de la República. Desde
cualquier aspecto que se juzgue, el balance es consolador, por
cuanto muestra una preocupación de los gobernantes y un interés
fijo y creciente por parte de la gran masa del país, que comienza
a enterarse de la obra que es necesario realizar para ponerla al
nivei que exigen ivb insíaiiíes aciuaies de Cspai'ia ".
Se elogió la libertad como concepto pedagógico y el respeto a la
infancia; se recogían y compartían declaraciones de los ministros del
ramo; se exaltó la política escolar del primer bienio (que redundó en un
notable incremento de escuelas en todo el Archipiélago); se enalteció la
labor de los Centros de Interés y demás metodologías educativas, etc.
Por si fuera poco, incluso se llegó a ensalzar el carácter laico que la
Constitución había sancionado para la educación española (decimos «in-cluso~,
p orque esta concepción pedagógica había sido profundamente
reprobada pocos años antes, lo que da cuenta, como ya hemos adverti-do,
de la capacidad acomodaticia del semanario). Sin ir más lejos, tras
las elecciones que dieron el triunfo a la coalición de derechas, el rumbo
político varió y la política socialista pasó a recibir una rotunda desapro-bación
en algunos editoriales, como consecuencia (se afirmaba) del im-pago
de la gratificación de residencia. Los dardos fueron arrojados esta
vez hacia Fernando de los Ríos, Ministro de Instrucción Pública y Be-llas
Anes, y Rodolfo Llopis, Director General de Primera Enseñanza,
tachados despectivamente de «elementos socialistas» '? Y, todo ello, a
pesar de haberse aprobado la Ley de Presupuestos para 1933, en la que
se reconocía el derecho a la unificación de residencia para todos los
funcionarios civiles o militares que desempeñaran sus ocupaciones en
Canarias o posesiones del Norte de Africa; una reivindicación nunca
satisfecha aunque permanentemente planteada desde la aparición del
semanario en 1914. Con razón se realizaba el siguiente balance una vez
finalizado el año:
Manuel Ferraz Lorenzo
Terminó el año 1933, dejando una huella desconsoladora para
el Magisterio, por el poco acierto en su cometido de los Directo-res
Generales y Ministros que han pasado por el Ministerio de
Instrucción Pública, en sus doce meses.
Triste recuerdo ante la obra económica y administrativa tan des-equilibrada,
que ha sido causa de actitudes enérgicas y de protes-tas
generales ... 15.
El cambio en la correlación de fuerzas políticas durante el inicio del
nuevo bienio no fue acogido tampoco con grandes expectativas, tal vez
porque existía el precedente -inmerecidamente valorado- de los es-casos
progresos experimentados durante el ensayo republicano de los dos
primeros años. En marzo de 1934 se realizaba la siguiente reflexión del
nuevo gabinete ministerial:
Tenemos nuevo gobierno después de la crisis del gabinete del
Sr. Lerroux, (...). ¿Tendremos esperanzas con los nuevos Minis-tros?
No sabemos. El pesimismo continúa aleteando en torno al
sufrido magisterio que tanta paciencia ha tenido y tiene para so-portar
tanta injusticia y tanto desbarajuste económico dañino para
el personal 16.,
Aun cuando tanto celo de profesionalismo nos da idea del confusio-nismo
político mostrado, al comparar actuaciones en el ámbito educati-vo
radicalmente opuestas, durante esta etapa se siguieron realizando
análisis muy precisos sobre las metodologías activas desarrolladas en gran
parte de los centros españoles, y de la necesidad de solicitar nuevas
escuelas y de dotar las ya existentes para acabar con los altos porcenta-jes
de analfabetismo.
Sin embargo, el tema más ampliamente abordado fue el de la con-secución
de la gratificación de residencia (de manera efectiva), fijada
en el 30 5% para todos los funcionarios de Canarias; aunque dicha recla-mación
había sido lograda sobre el papel desde los tiempos de Primo
A- D: ,., l.,,*, ,l.,-, ,- L-1-" A,.&..,I,. ^^^- L-: -..---L.. T -- -1-
UG L u v G l a , l l u u L a uaaLa auula JG iiavia uurauu G L u i i u i i i i L a i i i c I i L c . LUJ ciu-gios
y las gratitudes fueron a parar a los Diputados isleños, a los que se
les tributó todo tipo de homenajes y parabienes en el semanario. Entre
los ensalzados estaban Rafael Guerra del Río, Andrés Orozco Batista,
Rubens Marichal López, Antonio Lára y Zárate, Alonso Pérez Díaz,
Elfidio Alonso Rodríguez y Tomás Cruz Rodríguez.
Con amplios repoñajes y abundante información referida ai desarroiio
experimentado por la educación y las actividades culturales, llegamos a
Presupuestos político-educativos contenidos en... 67
los artículos dedicados a la campaña electoral de las elecciones de
febrero de 1936. Si bien en ellos se aludía constantemente al carác-ter
apolítico de los maestros (auténtica falacia si nos atenemos al ca-rácter
político e ideológico mantenido por el semanario en las distintas
etapas de su larga existencia), debido a la trascendencia del momento y
al futuro incierto augurado para las reformas educativas en boga, se
realizó una advertencia a todo el colectivo docente:
Se han disuelto las Cortes y se han convocado elecciones ge-nerales
para el diez y siete de febrero próximo (...). El magisterio
español debe meditar bien a quienes han de llevar escritos en sus
papeletas de votación; porque antes de dicidirse, hay que hacer
un examen de cómo ha sido tratado el cuerpo, tanto en el prime-ro
como en el segundo bienio; o sea, desde que don Marcelino
Domingo dejó el Ministerio de Instrucción Pública.
Euy trnrmcr !2 ebrz ecenSmic- desdichida de L ! q i y don
Fernando de los Ríos, que sigue hasta los momentos últimos con
el desbarajuste administrativo ante la madeja de decretos y órde-nes,
lesionando derechos y postergando a la mayoría del Magis-terio.
Pensemos mucho ... 17.
Con el artículo titulado «Fervoroso entusiasmo», se manifestaba el
regocijo por la vuelta de Marcelino Domingo a la cartera de Instrucción
Pública y Bellas Artes, pensando que su continuación en el gobierno
constituiría un factor determinante en la construcción de nuevas escue-las.
Tengamos presente que, según el semanario, las provincias canarias
estaban situadas en los últimos lugares en cuanto a dotaciones infraestnic-turales
se refería. Pero su permanencia en el cargo fue episódica, esto es,
sólo hasta la terminación del curso académico 1935-36, debido a los su-cesos
acaecidos con posterioridad y respecto a los cuales el semanario
se constituyó en auténtico garante, dando muy buena cuenta de ellos 18.
Tras el golpe militar de julio, el semanario siguió su trayectoria re-adaptándose,
como no podía ser menos, a los nuevas necesidades del
Estado. Con biografías como las de San Agustín de Hipona (prototipo
de pedagogoj, con abundantes artícuios propagandísticos de .¡osé María
Pemán, y con la publicación de los bandos y proclamas de las nuevas
68 Manuel Ferraz Lorenzo
autoridades, cambió diametralmente el contenido ofrecido por Eco del
Magisterio Canario.
En el ámbito estricto de dedicación a los temas de Canarias, el úni-co
elemento que lo diferenció de otros medios impresos del resto de la
Península (si así se puede decir), fue la publicación de las conferencias
pronuciadas por los maestros de las Islas desde la emisora de Radio Club
Tenerife, en las que colaboró como miembro muy destado y principal
redactor José Delgado Marero, director de la Escuela graduda de Güimar
y poco después delegado local de chatarra de la FET y de las JONS de
dicha Villa 19. Artículos como «El valor de la escuela», «Vencer y con-vencer
», «El niño y la Patria», «España Católica», «La Escuela Nacio-nal
», «Saludo al Caudillo», «La escuela en el Imperio», etc., fueron un
claro exponente del contenido doctrinal expuesto a partir de entonces, y
del repliegue efectuado a las órdenes de carácter estatal procedentes de
Burgos.
Además de éstas y de otras informaciones de tipo general, lo más
destacado contenido en sus páginas a lo largo de 1937 fue el listado
detallado de todos los maestros y maestras asistentes a los Cursillos de
Formación del Magisterio. En estas jornadas, que tuvieron lugar en el
Teatro Leal de La Laguna y que fueron organizadas por la Comisión de
Cultura y Enseñanza bajo el control de la Inspectora Jefa de Primera
Enseñanza, Susana Villavicencio Pérez, se pretendía ofrecer las direc-trices
básicas de la enseñanza confesional y patriótica antes de que co-menzara
el curso académico 1937-38. La trascendencia de las mismas
quedó clara en el minucioso registro efectuado para dar a conocer el
nombre de los maestros que habían hecho acto de presencia. Era nece-sario
sentar las bases de lo realizado con cierta improvisación durante
el curso anterior, para realizar un balance global del año con las siguien-tes
dosis de optimismo:
... Durante el año que finaliza se ha llevado a las escuelas, por
orden de la Comisión de Cultura y Enseñanza, el sentir tradicio-nal
de la España Católica; se ha procurado, en decretos del
Gene:a!isimo, abrir caminos a !os nifios escasos de media eco-nómicos,
con el internado y la admisión en un 25 % en los co-legios
de enseñanza privada; se ha perfeccionado al magisterio
en cursillos, donde el verdadero conocimiento de la Historia y
de la Religión ha sido el tema principal desarrollado y se ha de-purado
el personal para limpiar a la escuela de elementos pertur-
L-.l-..--
"OUVIGS. .. In.
Presupuestos político-educativos contenidos en ... 69
Con estos precedentes, y en la misma línea de trabajo enunciada,
continuó su actividad presentando artículos repetitivo y machacones fir-mados
mayoritariamente por J. Delgado Marrero; mostrando fotos casi
de manera secuenciada del «Caudillo de España»; y ofreciendo una in-formación
harto deformada, cuando no malformada, de las metodologías
escolares (en las que siempre sobresalían las prácticas pedagógicas
confesionales de Andrés Manjón). Con semejante «análisis de conteni-dos
» llegamos hasta agosto de 1940, fecha a partir de la cual desapare-cen
los restantes números de la revista, si bien nos consta que durante
algunos meses más siguió acompañando a otras -menos propagandís-ticas
y más pragmáticas- creadas después del afianzamiento del régi-men
en 1939, como, por ejemplo, Escuela Azul.
CONSIDERACIONES FINALES
En el presente trabajo hemos analizado las propuestas y contenidos
de Eco del Magisterio Canario, semanario que sirvió para cohesionar a
los docentes de nuestras Islas a través de elementos de tipo regeneracio-nista
y corporativista en una primera fase (hasta 1930); de carácter re-formista
y regionalista en otra intermedia (hasta 1936); y de naturaleza
propagandista y nacional-sindicalista en la última (hasta 1940). La faci-lidad
acomodaticia de sus propietarios y redactores por adaptarse a las
singularidades de las distintas realidades políticas y sociales del momento
queda, pues, más que demostrada.
Sin embargo, y pese a estas limitaciones, el tratamiento efectuado a
temas estrictamente canarios, o el hecho de que en él rubricaran su fir-ma
pensadores y pedagogos de altura (como Rafael Altamira, Luis
Zulueta, Luis Santullano o Manuel Bartolomé Cossío, por poner tan solo
algunos ejemplos), son lo suficientemente importantes como para que
justifiquemos su aparición y posterior consolidación. Si además conve-nimos
en que fue el único medio impreso que informó de manera pun-tual
de todos aquellos aspectos relacionados con la educación y la cul-tura,
y cie que, por si fuera poco, 5e prcücupt de manera casi exclüsiva
de reproducir artículos de interés editados en otros medios de comuni-cación
pedagógicos canarios, nacionales y extranjeros 21, su presencia es
de inigualable valor para poder justipreciar las propuestas y realizacio-nes
del magisterio en nuestras Islas.
Aunque no toda la temática señalada haya sido resaltada en un tra-bajo
de tan iimitadas proporciones, sí queremos dejar constancia de io5
amplios márgenes establecidos en el semanario, para suscitar el interés
70 Manuel Ferraz Lorenzo
de todas aquellas personas que deseen investigar el pasado pedagógico
y educativo de Canarias. Es el intento realizado para comprender los
entresijos de una realidad que -profundamente acompasada al orden es-tablecido
y, por ende, enormemente distorsionada- ha servido de fiel
espejo de nuestro presente.
Presupuestos político-educativos contenidos en ...
NOTAS
l. «A los lectores», Eco del Magisterio Canario, La Laguna de Tenerife, 7 'de
mayo de 1914, núm. 1.
2. «Justa reparación». Idem.
3. Firmada por José Centaño el 18 de agosto de 1914, y publicada en el semana-rio
el día 22 de agosto de 1914, núm. 15.
4. «Locales-escuela», 7 de junio de 1916, núm. 100.
5. «A los compañeros. Carta Abierta», 7 de marzo de 1918, núm. 184.
6. «Las mejoras del Magisterio», 30 de noviembre de 1918, núm. 219.
7. «La construcción de grupos escolares», 7 de enero de 1924, núm. 470.
8. «La Escuela, la Iglesia y la Familia» (22 de julio de 1925, núm. 542), es un
buen botón de muestra.
9. Columnas con el título de ¡Alerta, compaííeros! (15 de abril de 1925, núm. 530),
o «Momentos críticos» (30 de junio de 1925, núm. 539), eran un claro ejemplo de la
preocupación que el tema suscitaba.
10. «Inspección Provincial de Primera Enseñanza de Canarias», 7 de agosto de 1925,
núm. 544.
1 1. 15 de septiembre de 1925, núm. 549.
12. «España, República*, 22 de abril de 1931, núm. 923.
13. «El momento pedagógico actual», 7 de diciembre de 1931, núm. 952.
14. «Crisis Económica*, 30 de noviembre de 1933, núm. 1.046.
15. «Año Nuevo», 7 de enero de 1934, núm. 1.05 1.
16. «Las crisis del gobierno y los problemas económicos», 7 de marzo de 1934,
núm. 1.059.
17. «En pleno período electoral», 15 de enero de 1936, núm. 1.151.
18. No oiviaemos, de iodos modos, que ivíarceiinü Düriiiñgo de# sü caigo minis-terial
en mayo, para pasar a ocuparlo Francisco Barnés.
19. «...iCompañeros! iComportémonos como buenos y excelentes patriotas y derra-memos
sobre nuestros alumnos la viva intuición del bien nacional!
¡Viva España! ¡Viva el Ejército victorioso! ¡Viva el General Franco! ¡Viva la Es-cuela
netamente española!». Estas fueron las palabras con las que concluyó su primera
alocución radiofónica. 15 de septiembre de 1936, núm. 1.737.
20. &i Eiissfisiizo Uürsiik e! 60 qUe finü!izas, ?O de diciembre de !?U, núm. l.789.
21. Las que exponemos a continuación son algunas de las revistas de cuyas pági-nas
se extrajeron artículos de interés para los docentes: Revista de Educación de Repú-
72 Manuel Ferraz Lorenzo
blica Dominicana, Revista de Pedagogía de Madrid, La Enseñanza de Madrid, El Ma-gisterio
Navarro, El Magisterio Cordobés, La Voz de Asturias, La Escuela de Castellón,
El Nervión de Bilbao, El Pueblo Cántabro. El Distrito Universitario de Valladolid, El
Magisterio Leridano, Tribuna del Magisterio de Valencia, El Magisterio de Aragón, Bo-letín
Pedagógico Revista de Baleares, Informaciones Diario Madrileño, el Corresponsal
Las Palmas, La Prensa Tenenfe, El Faro del Magisterio, La Enseñanza de Madrid, La
Educación de Zaragoza, El Magisterio Cerundense, El Ideal Gallego, Revista de las Es-cuelas
Normales, La Unión ...