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1768 122 CONSIDERACIONES METODOLÓGICAS EN TORNO AL ESTUDIO DE LA ANTIGUA LENGUA DE CANARIAS Ignacio Reyes García El contacto entre las lenguas desempeña un papel ciertamente destacado en la evolu-ción lingüística. La interpenetración idiomática es un fenómeno tan antiguo como exten-dido por todos los confines del planeta. Pero no siempre se limita a simples influencias sobre diversas categorías gramaticales. En ocasiones, participa tanto en el origen como en la desaparición de las lenguas. Como es sabido, las antiguas poblaciones canarias abandonaron el uso de su lengua en favor de la que introdujeron los conquistadores hispanos. Aproximadamente un siglo des-pués de finalizada la Conquista, la asimilación lingüística casi se había completado. Unos cientos de nombres personales, algunos más de lugar, otros pocos que designaban objetos o situaciones de la vida cotidiana, así como varios numerales y frases constituyen todo el inventario de voces que ha llegado hasta nosotros. Unas veces por medio de la tradición oral y, en su mayor parte, a través de la documentación etnohistórica y jurídica que produ-ce la colonización, podemos hoy acceder, no sin serias contaminaciones, a esa importante imagen del pasado y la identidad insulares. Los escasos testimonios directos de carácter lingüístico, perpetuados por medio de ins-cripciones sobre piedra o madera, apenas aportan informaciones seguras. Pese a los diver-sos intentos de lectura llevados a cabo hasta ahora, ignoramos aún la naturaleza exacta de los alfabetos empleados, la lengua (o lenguas) que representan e, incluso, una datación certera que acredite su antigüedad (cf. SPRINGER 1994 y MUÑOZ 1994). De ahí que el prin-cipal conjunto de fuentes para el estudio de aquella lengua se encuentre en los textos europeos de los siglos XIV a XVII, así como en los centenares de topónimos que jalonan la geografía insular. Mucho se ha escrito acerca de la homogeneidad o diversidad idiomática del Archipié-lago. 1 La opinión de una parte de las fuentes y de la mayoría de los investigadores conclu-ye en admitir diferencias dialectales sobre una comunidad lingüística original. Nosotros acogemos este postulado como principal hipótesis de trabajo. La presumible variedad tribal del poblamiento y la fragmentación insular del territorio abonan la idea de una doble dialectización: de una parte, la que procede de la propia constitución étnica de esas prime-ras comunidades; y de otro lado, la que provoca la inexistencia de comunicaciones interinsulares estables. Sin embargo, como ya detectaron algunos cronistas, las coinciden-cias toponímicas hablan de una identidad común. No obstante, también hay que contem-plar, además, dos causas posibles para la explicación de esta afinidad: la influencia de los movimientos de población que impone la estrategia de conquista, así como la tendencia general a unificar vocablos fonéticamente similares. 1769 Por descontado, una solución definitiva a este problema depende tanto de la profundización en las investigaciones lingüísticas como en las etnológicas, arqueológicas e históricas. Hasta al presente, no se han hallado obras europeas de la época específicamente dedi-cadas a la antigua lengua de Canarias. Se sospecha que algún convento andaluz debió producir o utilizar gramáticas y diccionarios elaborados por sus misioneros, tal y como sucedió con las lenguas americanas, pero de momento ignoramos su paradero (BETHENCOURT ALFONSO (1911) 1994: 315). Contamos solamente con materiales aislados, dispersos por unas fuentes transmitidas, en general, a través de copias tardías, colmadas de variedades gráficas, impregnadas de una coloración ideológica y de un patrimonio semántico históri-camente determinados y, en ocasiones, aliñadas por la fantasía del autor o de los copistas. El catálogo más amplio de voces canarias se contiene en la conocida obra del historia-dor austríaco Dominik Josef WÖLFEL (1965), que treinta años después de su publicación todavía aguarda una edición crítica. Consideración que podemos extender a las ediciones de las datas, acuerdos de los Cabildos Insulares, protocolos notariales y otra documenta-ción similar, cuyas transcripciones han seguido criterios más historiográficos que filológicos (incomprensiblemente dispares). En consecuencia, el estudio paleográfico y fonológico de esos materiales constituye el primer paso del análisis lingüístico. Una medida directamente útil para la transcripción de la documentación oficial, pero insuficiente para indagar en las crónicas e historias sucesi-vas. Por lo común, solamente se conservan a través de una o varias copias (no siempre coincidentes), de tal manera que es preciso restituir en lo posible la ortografía inicial. Aun así, y aunque se disponga de los manuscritos originales, debe tenerse en cuenta que los autores han podido tomar los datos de fuentes anteriores, bien acatando o bien adaptando sus grafías. Una duda que la anárquica escritura de la época colonial no contribuye a despejar. Esto significa que el estudio diacrónico de las lenguas europeas involucradas en la transmisión textual proporciona tan sólo un indicio, a menudo bastante precario, para recomponer el caudal fonético de la antigua lengua de Canarias. El examen semántico y la crítica historiográfica de la información documental se hacen también imprescindibles. Ajustar el alcance histórico de los conceptos, así como discrimi-nar entre el acervo cultural del cronista y las influencias extranjeras en las comunidades insulares, debe ayudar a dimensionar su naturaleza, contenidos y alcance. Sobre esta base, practicar un análisis de lingüística comparada se impone como la me-jor elección metodológica. Aunque, por supuesto, debidamente apoyado en un diálogo científico con los hechos etnológicos mejor fundados. La vinculación de la antigua lengua insular con los dialectos amaziges2 del continente africano ya formó parte de las conjeturas de las primeras fuentes. Una aproximación si-quiera superficial revela de inmediato coincidencias estructurales. No obstante, las hablas canarias reflejan una realidad social y lingüística de hace, cuanto menos, quinientos años. Un factor de distorsión bastante serio desde el punto de vista fonético, debido a la enorme variedad diatópica de la lengua amazige (= tamaziγt), pero menos acentuado en lo tocante a la morfología y, no sin cautela, a la semántica. 1770 Algunas hipótesis agregan la presencia de otros substratos étnicos a una amplia base amazige, o simplemente aducen la participación de componentes más antiguos (líbicos). Pero la opinión general, a la que nos adherimos, acepta el predominio de esa representa-ción amazige. Pese a todo, el estado actual de las investigaciones no faculta la identifica-ción precisa del dialecto (o dialectos) hablado en Canarias. Los limitados estudios diacrónicos efectuados hasta hoy en torno a la lengua amazige aportan el elemento más valioso para esta comparación. En su defecto, los diccionarios dialectales suministran una referencia obligada. La estructura de la lengua permite, por encima de la diversidad fonética y léxica, establecer cauces comparativos eficientes, basa-dos en la estabilidad y coherencia de su tejido morfosintáctico. Este análisis exige una comunicación constante entre los dos ámbitos en comparación. Una vez obtenida la transliteración paleográfica de los enunciados canarios, demanda su lugar el procedimiento comparativo. La restitución lexicográfica depende de este ejerci-cio dialéctico, tanto para la fijación de los valores fonéticos como para la segmentación morfosintáctica o la concreción de los campos semánticos. A continuación planteamos una descripción parcial, aunque sobradamente ilustrativa, del panorama ortográfico y fonético que distingue al español atlántico durante la transi-ción del medievo a la modernidad. Para terminar, mostraremos también algunos pocos ejemplos que evidencian la fecundidad de este método comparativo. El español en las fuentes Desde finales del medievo y durante los siglos XVI y XVII, se produce la configura-ción definitiva del sistema fonológico español. En este espacio de transición hacia la mo-dernidad, se abandona progresivamente la norma toledana y adquiere mayor protagonismo el castellano viejo. Buen número de fonemas medievales desaparecen (/β/, /s/, /d/, /z/, /{/, /3/), al tiempo que surgen dos nuevos fonemas fricativos sordos, uno interdental /θ/ y otro velar /χ/ (FRADEJAS 1997: 150-151). Pero estos y otros fenómenos lingüísticos activan también una nítida división dialectal, entre un español atlántico (de base andaluza) y un español castellano (origen de la forma estandarizada). La conquista y colonización de América y de Canarias coincide con las vicisitudes de esa transformación lingüística. Las características fonológicas que emanan de la docu-mentación contemporánea de aquel período atestiguan la convivencia de las formas tole-dana, andaluza y castellana (cf. PARODI 1995: 35-46). Sin embargo, el margen de discrecionalidad ortográfica en los autores del siglo XVI confina a menudo con la mayor arbitrariedad (cf. CÁCERES y DÍAZ 1997: 25-45). A continuación, presentamos los usos gráficos más controvertidos que contienen las fuentes insulares, a través de una breve selección practicada sobre unos pocos textos de gran influencia en la historiografía antigua de Canarias.3 1771 Grafemas vocálicos /i/➔ i, y Para el fonema vocálico /i/, todas las fuentes emplean indistintamente las grafías i e y. En algún caso, la representación de la i larga acoge también la letra j. Una complicación añadida estriba en el uso de las grafías i e y como expresión del fonema palatal /y/. DATAS (13-VII-1497): doy, ysla, tierras, Julljo, syete, dìa (I, 1º, fol. 3). ACT (25-VIII- 1531): yglesia, cantydad (147); ysla, trigo, ley (147v.). ABREU: círcuíto, círcuyto (2); proveya (3); traydos (6); íba (24v.), yban (79v.); muí (14v.), muy (78). VIANA: circuyto (4); heroyco (6), eroico (128); yuan ‘iban’ (32v.); yr (54); huya ‘huía’ (233). NÚÑEZ DE LA PEÑA: muy (1); Islas (2); Reynos (69); pay{anos (92); cuydado{o (118). MARÍN: ymperio, imperaba (1); mui (1), muí (46); yslas (1); Ynfierno (15v.); voi (46). /u/➔ u, v El fonema vocálico /u/ aparece con las grafías u y v, aunque esta última suele figurar al comienzo de palabra. También aquí, este par de grafemas participa además en la represen-tación de la consonante labial oclusiva /b/ y de la consonante labial fricativa /β/. ABREU: vltíma (2); cautíuos (6); vn (14v.), un (40); huvo (25); vsaban (77v.). VIANA: vtili{ima (3); vn (3); vuo ‘hubo’ (5); nueue ‘nueve’ (19); uvi{{e (330), vui{{e (176).4 NÚÑEZ DE LA PEÑA: vltìma (1); vn (3); v{aua (39); vnico (66); vfano (142). MARÍN: ultimo (38v.); uno (39); Vniversidad (74); usaban (81v.); universal (82). Cambios vocálicos Aunque se detectan algunos cambios vocálicos, el fenómeno no se halla muy difundi-do. ABREU: desparece (2); huespeda (95v.). VIANA: reguzijo (123v.), regozijo (54); di{ignio (144v.); qui{tion (160v.); cimenterio (163v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: Hue{peda (42); adevino (43). MARÍN: ynvioles (62). Acentuación Por lo general, la acentuación ortográfica, cuando se practica, incide sobre algunas formas verbales y otras palabras que poseen acento prosódico en la última sílaba. ABREU: grádos, grados (1v.); escríuío (2); proveya (3); dexô (3); ó (24), ô (39v.); â (8), á (24), a (24v.); é (24v.); vivian (41v.), viuía (46v.); està (8), está (78), estâ (79); caerâ (79v.); oy (82v.). VIANA: ce{{ô (54); quedò (133v.); e{tà (141); inuocò (161). NÚÑEZ DE LA PEÑA: darè (1); e{tàn (3); ò (4); à (4); vèn (3ª pers. pl. del pte. ind. del v. ver) (11); admirarà (26); vèr (38); oìan (83); e{tàr (92); e{tà (113); arríba (166); dès (167); traìan (170); diò (170); demàs (170), demas (38). MARÍN: llegó (33); á (33), à (38v.), â (74v.); én, en (81v.); ô, ò (81v.). 1772 Grafemas consonánticos Con notorias y abundantes vacilaciones, la escritura del Siglo de Oro se mueve hacia una regularización lenta pero creciente. La efervescente actividad lingüística ocasiona innumerables dudas y hábitos ortográficos todavía muy laxos. La norma toledana (o ma-drileña a partir de la segunda mitad del siglo XVI), base de la lengua administrativa, sirve de modelo al español literario. Pero, en el momento de la expansión atlántica, pugna por el protagonismo con la norma sevillana. Una disputa que, en Canarias, podía esperarse que estuviera inclinada en favor de los patrones meridionales. Pero el canon cortesano desem-peña un papel ciertamente destacado en las Islas, tanto en las fuentes oficiales como en las etnohistóricas. La más ligera exploración por las numerosas cacografías de los textos ca-narios descubre las torsiones de un español que transita hacia la modernidad. Conjunción y La primera documentación oficial emplea tanto y como e para anotar la conjunción copulativa (y). Entre los cronistas e historiadores posteriores predomina el uso de y, aun-que la copia de 1676 del manuscrito de ABREU GALINDO contiene también algún caso de grafías vocálicas: é (24v.), i (41v.). La f latina La conservación de la f inicial latina rivaliza abiertamente con su evolución hacia el cero fonético [Ø], ortografiado h. La mayor confusión se encuentra en la documentación oficial, mostrando los textos historiográficos un uso más cercano al actual. /f/➔ f (➔ [h]➔ h) DATAS (13-VII-1497): fago, foradada ‘horadada’ (I, 1º, fol. 3). DATAS (17-V-1499): Fygueras, fanegas (I, 1º, fol. 12). DATAS (14-V-1501): hanegas (I, 1º, fol. 20). DATAS (20- I-1501): fecho, fechuría, hazer (I, 4º, fol. 4). DATAS (17-VI-1503): fasta, fijos (I, 4º). ACT (25-VIII-1531): harinas (147), hasta, haga (147v.), fanegas, faltare (147v.). La h gráfica En buen número de voces, coexisten grafías perfectamente idénticas a las actuales con ejecuciones peculiares. Acaso lo que más interesa para el estudio de la antigua lengua de Canarias compete a la velarización de la secuencia hue, signo de la proximidad fonética entre la consonante /g/ y la semiconsonante /w/, tan fértil para la representación de abun-dantes vocablos canarios. h- ➔ θ ABREU: auer ‘haber’ (2); oy (2v.); echos (15), hechos (24v.); aviesse ‘hubiese’ (18); aya ‘haya’ (106v.). VIANA: oy (1v.); hã (6), an (330); orror (105); auia (138v.); a{ta (174v.), hasta (208). NÚÑEZ DE LA PEÑA: auer ‘haber’ (3); àzia (5); ombros (36); oy (112). MARÍN: avia, havìa (1v.); oi (1v.), hoi (55v.); hauitadores (1), avitacion (74v.); oja (15v.). 1773 h- ➔ h- ABREU: hiriendo (8v.); holguras (79). VIANA: honro{o (53v.); hermo{o (214). NÚÑEZ DE LA PEÑA: hurtar (11); hue{{os (132). MARÍN: hazer (15v.); haver (74v.). h- + /ue/➔ g + /ue/ ABREU: gueco (14v.). MARÍN: guezos (39v.). -h- ➔ θ , -h- ABREU: exívíendo (55). VIANA: ahora (6); cadahal{o (44). NÚÑEZ DE LA PEÑA: aì ‘ahí’ (3); ahorcados (144); reprehende (153); anhelitos (158v.). MARÍN: ai ‘ahí’ (64); comprehendidos (39). θ ➔ h ACT (25-VIII-1531): honze, hordenança (147v.). VIANA: hedad (4). NÚÑEZ DE LA PEÑA: hermitas (99), Ermita (118). MARÍN: hecharon (15v.). Labiales (confusión gráfica entre /b/ y /β/) La confusión entre los dos fonemas labiales (oclusivo /b/ y fricativo /β/), tanto desde el punto de vista fonológico (neutralización) como ortográfico, se complica en la escritura con el uso de la vocal u (también escrita v) para expresar uno y otro indistintamente. /b/➔ b ABREU: hablaban (15v.); belicoso (78). VIANA: boca (19); suben (157). NÚÑEZ DE LA PEÑA: cabo (5); barcas (20). MARÍN: buenos (39); hablar (74v.). /b/➔ u (en posición intervocálica) ACT (25-VIII-1531): otorgaua (147v.). ABREU: auer (2); deuía (79). VIANA: cueua (99); ceuada (277). NÚÑEZ DE LA PEÑA: prueua (8), prueba (22); carauelas, carabelas (91). /b/➔ v ACT (25-VIII-1531): deviese (147). ABREU: savían (14v.); matavan (24). VIANA: vandera (32v.), bandera (22); vatalla (156), batalla (157). NÚÑEZ DE LA PEÑA: vanda (8); {ilvos (118). MARÍN: caveza (1v.); vallestas (64). /β/ v ABREU: ver (1); varas (88v.). VIANA: volauan (2v.); vi{ion (296). NÚÑEZ DE LA PEÑA: ver (4); vinos (112). MARÍN: vencidos (33v.); viejo (63v.). 1774 /β/➔ u ACT (25-VIII-1531): prouision, prouea (147v.). ABREU: lleua (1v.); viuía (46v.). VIANA: atreuido (49); boluer (188). NÚÑEZ DE LA PEÑA: {uaue (2); aduertir (170), advertir (11). /β/➔ b ABREU: nueba; (2v.); cuerbos (79v.). VIANA: berde (2v.); boz (83v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: bacas (9); bolcanes (26). MARÍN: bazallos (33); obejas (39v.), ovejas (15v.). nasal + /β/➔ mb ABREU: combasos ‘con vasos’ (15v.). VIANA: imboca ‘invoca’ (150v.); comber{acion ‘conversación’ (189v.); combalecio ‘convaleció’ (213v.); embia ‘envía’ (214v.); combites ‘convites’ (307). NÚÑEZ DE LA PEÑA: embuelto (36); embiò (69); embidiados (164). Sibilantes (dentoalveolares) En Canarias, la confusión entre las sibilantes (s, ss, z y c), que aparece ya a comienzos del siglo XVI, se generaliza durante la centuria siguiente. La antigua distinción entre una s sorda y una ss sonora confluye en una sola consonante dentoalveolar fricativa sorda (s). También, la diferenciación entre un fonema predorso-dental africado sordo, escrito ç o ce,i, y otro sonoro, escrito z (cualquiera que fuese su posición), se salda con una fusión en el actual fonema interdental fricativo sordo /z/ (desde la segunda mitad del siglo XVI). Pero únicamente la escritura, que adopta las normas castellanas, acusa todavía estas distincio-nes. En la práctica, los cuatro fonemas fueron ceñidos desde el siglo XVII al dentoalveolar sordo /s/ que hoy conocemos (LAPESA 1980: 519). /s/➔ s, { (salvo en final de palabra), ss (intervocálica) ABREU: {us (1), sus (40); e{críuír (1), escríuío (2); passaba (1v.), pasaba (77v.); assí, así (6); eso (78), esso (106v.). VIANA: Suaue (2v.); esotras (3v.), e{{otras (54v.); va{allos (5v.), va{{allos (19); prie{{a (32v.), pri{a (138v.), pri{{a (157); a{ta (172v.), hasta (208v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: ju{ta (1); islas (1); a{si (3); fue{{en (22); co{as (43). MARÍN: {pañol (1), Español (1v.); su{ (15v.); assi (15v.); antiquissimo (39); cassa (46). /s/➔ c (çeçeo)5 VIANA: ancias (130)6. NÚÑEZ DE LA PEÑA: intencion (92). MARÍN: concervarse (3); citio (15v.); ocacion (33v.); pricion (46). /s/ z (zezeo)7 ABREU: tezoros (3); azadura (79v.); graza (24). MARÍN: Rehuzo (1); ozado (64); cazas (74), cassas (74v.). 1775 /z/➔ z ABREU: voz (2v.). VIANA: razon (5); {ojuzgaua (19). NÚÑEZ DE LA PEÑA: paz (43); profetízaua (43). MARÍN: caveza (74v.); finalizar (81v.). /z/➔ s (seseo)8 DATAS (14-IX-1510): pedaso, cayses (II, 18º, fol. 37). MARÍN: Peràza, Perasa (29); fuerza (74), fuersas (81v.). /s/➔ c (ante e, i), ç (ante a, o, u) ACT (25-VIII-1531): liçençia (147r.-v.); çiertas (147); çien, conçierto, Justiçia, hordenança (147v.). ABREU: mencíon (2v.), mensíon (2); ynconstancia (9v.); suceder (18); cercado (40); necesidades (41v.). VIANA: ce{{a (49); re{olucion (183v.); esperança (2v.); çumo (2v.); braços (49); Zaragoça (107); çarçal (162v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: fuerça (8); pedaço (8); ocupaciones (50); açucares (112); alçado (171). MARÍN: dice (15v.); hacia (81v.), hazia (9v.); avitacion (74v.); pronunciar (81v.); cien (82). /d/➔ z (no siempre intervocálica) DATAS (13-VII-1497): vezino, alguazil, treze (I, 1º, fol. 3). ABREU: pazer (77v.); havítazíon (24v.); lizencia (40). VIANA: regozijo (54); plazer (138v.); juyzio (213v.); quinze (233); donzellas (277). NÚÑEZ DE LA PEÑA: dezír (1); àzia (5); zizaña (20); vozeria (83); pezes (170). MARÍN: carzel (3); hazer (15v.), hazian, hacian (39), hiso, hizo (62); dezir (26); Vezino (62); cazas (74), cassas (74v.). Sibilantes (prepalatales) El español medieval distinguía un fonema palatal fricativo sonoro /3/, escrito j o g, de otro sordo /{/, escrito x. Desde la segunda mitad del siglo XVI aparecen confundidos en la aspiración laríngea [h] del dialecto andaluz, mientras la norma toledana prescribe todavía su diferenciación hasta finales de siglo y el castellano viejo da inicio a su velarización (cf. ÁLVAREZ DELGADO 1941: 29-31, CATALÁN 1960: 329-331 y PARODI 1995: 39-42). La escri-tura de los textos que hemos examinado tiende a seguir las pautas ortográficas de Castilla, pero algunos indicios apuntan a la confluencia de estos fonemas bajo una genérica aspira-ción laríngea sorda [h]. /3/➔ j (sonoro) + /a, u, o, e/ ABREU: arrojar (3); junta (24); yervaje (24v.); dejô (3); huraba, juramento (41v.). VIANA: vltraje (23v.); elijo (83v.); jaez (173v.); aju{ta (210); también: e{druchula ‘esdrújula’ (296v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: lenguaje (3), lenguage (22); {emejantes (11); hijos (14); junta-ron (83). MARÍN: dijo, dixo (46); Concejero, Consegero (33); juramentos (39); ojos (74v.); brujos (81v.). 1776 /3/➔ g (sonoro) + /e, i/ ABREU: lenguage, lenguaje (8v.); region (9v.); fíngían (24v.); muger (89v.). VIANA: pagizo (2v.); linage (23v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: parages (11); viage (68). MARÍN: lenguage (81v.); muger (83). /3/➔ x (sordo) + /a, o, e, i/ ACT (25-VIII-1531): dixeron, dexase, dexar (147); dexare, enxuto, dixo (147v.). ABREU: baxa (2v.); rexían (15v.), regían (77v.); díxo (55); executar (95v.). VIANA: paxaruelos (3); exercito (54); roxo (83v.); aflixidos (317v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: taxada (2); abaxo (132). MARÍN: dixera (1v.); afloxò (29); dexò (46). Otras consonantes paladiales En general, la grafía de los fonemas palatales no difiere gran cosa de la actual. /t/➔ ch ABREU: leche (8); buche (88v.), pero también: escusar ‘escuchar’ (55). VIANA: hecho (19); pecho (189v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: rechaça (11); colcha (37). MARÍN: muchos (33); machos (39). /Y/➔ ll ABREU: estrella (9v.); alli (79). VIANA: ballestas (113v.); rodillas (210). NÚÑEZ DE LA PEÑA: llegar (2); hallò (9). MARÍN: bazallos (33v.); animalillo (39v.). /j/➔ i, y ABREU: creíeron (1v.); cuya, cuías (8v.). VIANA: yaze (3v.); iuntan{e (47). NÚÑEZ DE LA PEÑA: Iuba (2); playa (170). MARÍN: maior (3); plaias (15v.); caiò (29); ia (39); hoio (82). /ρ/➔ ñ ABREU: ysleños (8v.); señor (77v.). VIANA: ñudo/{/os (2v.); hazañas (296v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: caña (37); año (112). Velar sordo No sin contradicciones puntuales, la documentación se mantiene en torno a los usos ortográficos castellanos. /k/➔ c + /a, o, u/ DATAS (13-VII-1497): como, cueva (I, 1º, fol. 3). ABREU: conuenía (1); catolíca (18). 1777 VIANA: cuerpo (74); colerico (130); caudalo{as (269). NÚÑEZ DE LA PEÑA: compañia (51); curar (149); cabeça (210). MARÍN: comun (33); cuentan (37v.); carne (39v.). /k/➔ q(u) + /a, e, i/ DATAS (13-VII-1497): quantos, quales (I, 1º, fol. 3). ABREU: quenta (1v.); qual (2); azequia (8). VIANA: delinquentes (5); qualquier (6); loquaces (22). NÚÑEZ DE LA PEÑA: qual (3); propinquidad (11); quenta (112), cuenta (17). MARÍN: quatro (15v.); esquadròn, esquadras (29); quando (46); frequentes (74). /k/➔ ch VIANA: Patriarcha (5v.); architetura (99); chapiteles (296). Grupos consonánticos Salvo que se buscara destacar la nobleza de un vocablo, los grupos cultos continúan el proceso de reducción iniciado ya en el medievo. secuencia bs /bs/➔ bs➔ s VIANA: ob{cura (63), e{cura (239v.), o{cura (164v.)9. NÚÑEZ DE LA PEÑA: ab{tinencia (3); e{curece (8). MARÍN: observaban (74). secuencia bt, bd ACT (25-VIII-1531): çibdad, cibdad, açebtado (147v.). MARÍN: obtubo (38v.). secuencia gn ABREU: benígno (1); magnitud (9v.); inexpugnable (78). VIANA: {ignifica (6v.); indigno (131); di{ignio (144v.), di{inio (165v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: ignorar (20), fidedignos (170). MARÍN: Dignidad (33); prognostico (39); significa (39v.). secuencia ch /k/ + r /r/➔ ch, chr, xp ABREU: Chri{tíanos, xpistianos (1), cristianos (40); Jesuxpisto (1v.); christiano (57v.). VIANA: Chri{tianos (4v.); Chri{to (47v.); chri{tales (83v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: Chri{to (2); Chri{toval (171). MARÍN: Xpistiano (1), Christianos (3). secuencia x /ks/➔ x, cc ABREU: exquísítas (1); Occídental (1v.). VIANA: excede (3v.); excel{a (157). NÚÑEZ DE LA PEÑA: {exta (2); inacce{ible (2); Occeano (3); Occidental (4). MARÍN: accion (46); per-fecciones (82v.). secuencia x /ks/➔ s (por asimilación) 1778 ABREU: sesta ‘sexta’ (2); estrangero (16v.). VIANA: e{tremo (54); e{traño (136). NÚÑEZ DE LA PEÑA: e{trangera (43); e{trañò (91); e{cremento (125). secuencia x /ks/➔ c (por asimilación) ABREU: fícíones (1); Ocídente (1v.); ínacesíble (2); acidentales (106v.). VIANA: dicion (6); {ujecion (145); perfeciones (262v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: atracion (8); {ugecion (95). secuencia ct /kt/➔ ct ➔ t ABREU: delicto (95v.). VIANA: doctados (7); victoria (129), vitorias (296); jatancia (136); tacto (138v.); noturna (163v.); di{tricto (208v.); pratica (189v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: octaua (2); Colector (2); Lector (20). MARÍN: tracto (3), trato (15v.), tractar (64); defecto (81v.). secuencia ns ABREU: inconstantes (9v.); constantes (9v.). VIANA: con{tancia (139); in{tancia (147v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: tran{parente (38); in{tante (51). secuencia ph [f] ABREU: co{mographos, cosmogrofos (sic) (1v.); Propheta (6); Phelipe 2 (18). VIANA: Nimphas (3v.), Ninfas (296v.); Sophiana (3v.); Philo{ophia (7). NÚÑEZ DE LA PEÑA: Co{mographo (2); Geographo (2); Io{eph (112). MARÍN: triumpho (1v.). secuencia pt ➔ pt ➔ t ABREU: escríptores (1); escrípturas (1); septentrional (9v.); baptízandose (18). VIANA: ceptro (6); captiuo (276); baptizados (164v.)10; e{titico ‘estíptico’ (138v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: {eptima (2); Redemptor (2); exceptò (25); incorruptible (26); acepto (43). MARÍN: manuscripto (82). secuencia rl /rl/➔/Y/ (por asimilación de la -r final a la /l/ del pronombre personal enclítico) VIANA: hundilla ‘hundirla’ (75v.); entendellas ‘entenderlas’ (76); vella ‘verla’ (127), verle (161v.); mandallo ‘mandarlo’ (136v.); obedecello ‘obedecerlo’ (304); pero también: fauorecerle (161); vencerle (161v.). secuencia sc ➔ sc, s, c ACT (25-VIII-1531): presçio (147v.). ABREU: discensiones (15v.); desíenden, decienden (57v.). VIANA: de{cienden (4), decienden (4v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: de{cendientes (4); docientas (4); {ei{cientos (43); trecientos (51). 1779 secuencia th ABREU: Thenerife (1v.), Tenerife (95v.); Tholomeo (1v.); thezoros, tezoros (3) Catholica; (6), catolíca (18); Theologia (18). VIANA: Casthalia (3v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: Thenerife (2), Tenerife (1); Cathedral (3). MARÍN: Epithafio, athleta, baltheo (1); Athlantico (1v.); Matheo (29); Thenerife (81v.). /tl/ /dl/ VIANA: Adlantico (1v.); Adlante (3v.). Restos medievales DATAS (13-VII-1497): vierdes (I, 1º, fol. 3). ABREU: agora; aque{te (1v.); mesma (2, 87), mesmo (24), mísmo (106v.); aya ‘haya’ (/ána/ < [áßjja] < /ábeam/)11 (106v.); dizen ‘dicen’ (8v.); a rastraban (41v.); trujo ‘trajo’ (95v.); esso ‘eso’ (/éso/ < /éswo/ < /ípsu/)12 (106v.). VIANA: dize ‘dice’ (/díde/ < [díse] < [díte] < [díkjit] < /díwkit/)13 (1v.); agora (2), ahora (6); aya ‘haya’ (6v.); truxeron (54), truxe ‘trajeron, traje’ (116v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: me{ma (2), mesmo (11); vide (26); vido (39); truxo (161); truxeron (170). MARÍN: sacerdotio (1v.); essa (33v.); mesmo (46). Indigenismos en las fuentes hispanas Hasta ahora, hemos tratado de identificar la pronunciación española de los siglos XVI y XVII, tal y como se desprende de los usos gráficos adoptados por una parte impor-tante de las fuentes canarias. A continuación, veremos una pequeña muestra de la transliteración que hacen de los indigenismos, al mismo tiempo que exponemos los resul-tados de su comparación con los dialectos amaziges. avchon. Nombre común; topónimo. || Cueva. || Tenerife. Registro documental avchon = “[...] doy a vos pablo martín, canario de gran canaria vna cueva que era avchon del Rey de tacoronta que es cabo la mar que agora teneys [...]” (Datas originales, libro II, cuaderno 18º, núm. 48, 8-VI-1497).14 avchon = “[...] e vna cueba cõel avchõ de a riba e tierra que senbreys [...]” (Datas originales, libro II, cuaderno 14º, núm. 57, 4-V-1499).15 avchon = “[...] cerca del avchõ que era del Rey de taoro” (Datas originales, libro II, cuaderno 13º, núm. 14, 15-I-1501).16 avchon = “[...] que es en tahoro arriba del avchon del Rey [...]” (Datas originales, libro II, cuaderno 18º, núm. 17, 22-I-1501).17 1780 avchon = “[...] el Avchõ del Rey con sus entradas e salidas [...]” (Datas originales, libro II, cuaderno 18º, núm. 34, 2-VII-1507).18 avchona = “[...] las cuevas son las unas en Abimarge e las otras en Heneto que se llama Avchnâ [...]” (Datas originales, libro II, cuaderno 16º, núm. 20, 29-X-1507).19 avchon = “[...] vos do vn avchõ que esta dentro delas tierras [...]” (Datas originales, libro II, cuaderno 14º, núm. 58, 30-XI-1507).20 avchon = “[...] vos doy un avchõ que esta en el mismo barranco [...]” (Datas originales, libro II, cuaderno 15º, núm. 32, 18-XI-1507).21 abchon = “[...] subiente arryba ala cumbre ala mano derecha y enderecho al abchõ y del abchõ a vnas mõtañetas [...]” (Datas originales, libro V, núm. 31, 18-III-1512, p. 40).22 auchon = “[...] encima del auchon de los guãches [...]” (Datas originales, libro V, núm. 59, 4-III-1514, p. 82).23 avehon = “[...] y llegaron con la ymagen [de la virgen de Candelaria] a la cueba que era como despensa del Rey, que llamaban avehon” (ABREU 1676: 91v.). Cf. uchan = “[...] Otro pedaso de sequero en los llanos del dicho ycode vnnto conel pinal en lo llano cuatro cayses de sembradura que son uchan” (Datas originales, libro II, cuaderno 18º, núm. 37, 14-IX-1510). Lectura Pocas veces la documentación presenta un enunciado gráfico tan coincidente. Sólo la notación de ABREU GALINDO introduce algún cambio significativo. Donde las datas escri-ben ch el historiador registra eh. Dos posibles explicaciones nos parecen oportunas. O bien copia de alguna otra fuente escrita y confunde la c con la e, o bien dispone de una fuente propia (oral o escrita) y menciona una variante. En todo caso, no nos consta que cultive el trueque entre ambas consonantes (h / ch). El español medieval conocía ya la grafía ch con valor palatal africado sordo /t/ desde el siglo X, aunque para algunos cultis-mos asumía todavía un carácter velar oclusivo sordo /k/. Por consiguiente, si se trata sólo de una h, hemos de pensar que expresa un valor fricativo sonoro laríngeo /η/, palatal /3/ o velar /χ/. El resultado se ajustaría bastante a la literalidad de los paralelos amaziges que hemos localizado. Una opción que en absoluto se separa tajantemente de la grafía mayori-taria con ch, digrama que en las fuentes indica tanto el fonema palatal africado sordo /t/ (= D) como el postalveolar chicheante también sordo /{/ (= E). La fonética amazige no ignora los cambios fonéticos que implican a los sonidos fricativos alveolares [s] y [z], postalveolares [{] y [3] y laringal [k]. La palatización de z hasta deve-nir h (z > z > E > h), coincide de alguna manera con la asimilación de s en h (s > E > h).24 En cuanto a la representación de la secuencia inicial (au), observamos tres grafías para la segunda vocal: u, v y b. Las dos primeras (u y v) alternan libremente como expresión 1781 del fonema vocálico, aunque v suele aparecer al comienzo de palabra. Pero ambas ocupan también el lugar de la consonante labial /b/, como parece haber sucedido en este vocablo. La data de 1512 o el fragmento de ABREU GALINDO así lo acreditan. Nuestra hipótesis contempla esta labialización como fruto del contacto producido por el final semivocálico del demostrativo invariable aw y la vocal inicial (u-) del substantivo. Hipótesis [H·N] aw-uEon, pl. aw-uEona < aw-uhan, pl. aw-uhna, substantivo masculino singular. N. B. Los testimonios documentales permiten aventurar una conjetura para la forma-ción del plural. Las fuentes asocian siempre la voz avchon a una sola cueva. En cambio, el vocalismo cambia cuando se pluraliza. La data fechada el 29 de octubre de 1507 habla de dos conjuntos de cuevas ubicados en sitios diferentes. En este único caso, una vocal apa-rece después del último radical: avchon-a. Ver aquí un plural es gramaticalmente pertinen-te, aunque no sufra modificación aparente la vocal inicial (como sería lo habitual). Ahora bien, un sufijo pronominal demostrativo, invariable en género y número, tam-bién explicaría adecuadamente la presencia de esa -a final, aunque, entonces, sin marca inicial de plural deberíamos estimar solamente el singular. Traducción El aposento éste (en sentido amplio, espacio residencial con diversas dependencias, casa). Paralelos [H·N] ehfn, pl. ihanân, m. (tahaggart, tanslfmt); ehn, pl. ihanân, inân, m. (tawllfmmft); ehn, pl. inân, m. (tayrt). || Substantivo. || Tienda. [H·N] yanan, yenân, pl. fd-yanân, m. (Ghat). || Substantivo. || Casa (edificio que sirve de vivienda); tienda. [H·N] ayfn, pl. ayfnfn, m. (Ghadames). || Substantivo. || Casa. [H·N] ahanu (u), pl. ihuna, m. (cabilio). || Substantivo. || Habitación, aposento (Ayt Izdeg). ||2 Establo, cuarto reservado en una casa a las bestias de carga. ||3 Cuadra. CATEGORÍA GRAMATICAL GRAFÍA EQUIVALENCIA PROCESOS FONÉTICOS Prefijo (a)u ➔ v ➔ b aU u--- aU + u < aw + u--- Radical CH·N;H·N H·N z > z > E > h, por palatización Vocalismo u-o,u-o-a, u-a,e-o,b-o,u-o u-a 1782 [S·N] asun (u), usun (wu), pl. asunn (wa), isunn, m.(tamaziγt). || Substantivo. || Hogar; familia. ||2 Grupo de tiendas dispuestas en círculo formando un douar. Chimenchia. Nombre compuesto masculino. || Dignidad social y política. || Tenerife. Registro documental Himenchia, Himenechia, Chimenchia = “fratello di Benchomo” (TORRIANI (1590) 1940: 168-170).25 Achimencei = “I Villani erano chiamati Achicaxana, i Nobili Cichiciquitza, et i più nobili Achimencei, [...]” (TORRIANI (1590: 70v.) 1940: 164).26 Achimencey = “El Rey se llamaba Mencey y de aqui los hidalgos como descendientes de Reyes se llamaban Achimencey” (ESPINOSA (1594) 1848: 14). Achimensey = “Alos hidalgos llamaban, Achimensey [...]” (ABREU 1676: 88v.). Archimen{eu = “Aquete fue llamado hidalgo pobre, / Que Archimeneu, dezian en su lengua” (VIANA 1604, canto X, p. 200v.). Archimen{eu = “[...] Diziendo a bozes, Tanaga Guayoch / Archimen{eu Nahaya Dir hanido / {ahet chunga pelut, que {ignifica, / El valero{o padre de la patria / Murio, y dexo los naturales huerfanos” (VIANA 1604, canto XIII, p. 267v.). Achimencey = “[...] al hidalgo llamauan Achimencey, que tambien queria dezir, cerca-nos, ò de{cendientes del Rey” (NÚÑEZ DE LA PEÑA 1676: 31). Archimenceu (NÚÑEZ DE LA PEÑA 1676: 150). Archimenceu = “Llamauanlo [a Zeben{ui] los naturales Archimenceu, que quiere dezír Hidalgo pobre, por {er de poca hazienda” (NÚÑEZ DE LA PEÑA 1676: 151). Achemensey (GLAS 1764: 179). Archimensi, Archimenci [(ABREU < WÖLFEL (1965: 472-473)]. Lectura En primer lugar, hemos de advertir que no descartamos la variante Archimen{eu, intro-ducida por VIANA y retomada por NÚÑEZ DE LA PEÑA. Sin embargo, es evidente que el poeta y médico lagunero asimila la voz canaria achi- al prefijo hispano archi-, indicativo de superioridad o preeminencia. Un artificio que le permite acentuar el estatuto de nobleza que fija el concepto. Pese a ello, el resto del enunciado no contradice las otras notaciones documentales ni los paralelos amaziges, incluso contando con la presencia de ese final vocálico en -u. 1783 El compuesto posee dos elementos fácilmente identificables: chi o achi (con prefijación o no del pronombre de apoyo) y menzey. De nuevo, las fuentes divergen en la representa-ción gráfica de los sonidos fricativos. Con todo, las diferencias pueden ser atribuidas tam-bién a modalidades fonéticas perfectamente aceptables dentro de la gramática amazige. Tanto la ch como la h de la preposición inicial forman parte del proceso de palatización que sufre la z etimológica. Y otro tanto sucede con la ch, también escrita c, s y {, del segundo miembro del compuesto. A diferencia de la siguiente voz que examinamos, Sigoñe, donde n y z se asimilan en ñ al final de palabra, aquí el contacto entre las dos consonantes radicales acontece con la mediación de la pausa que comporta la separación silábica. La alternancia final entre la vocal u y la semivocal y (también anotada i) proviene de la conservación o no del último radical (Y), inestable en posición final absoluta, igual que sucede en los paralelos continentales. Hipótesis [Z+N·Z·Y] HimenEey < (a-)EimenEey < (a-) zi menzey (nominal compuesto: preposición + adjetivo verbal de prefijo m). Traducción Él proviene del menzey (= ‘principal, jefe o primero’). Paralelos [N·Z·Y] iñhy, aoristo (tahaggart); nzu, fnzy, enzi, aor. (cabilio); fnzy, aor. (tFwllammat). || Verbo. || Ser precoz, llegar, abordar, comenzar o hacer primero. [N·Z·(Y)] amenzu (u), pl. imenza, m.; tamenzut, pl. timenza, f. (cabilio); amenzuy, pl. imenzay (taEelhit); amfnzu, m. sing. (Siwa). || Adjetivo. || Lo que viene, lo que se produce primero (hombre, cosecha, fruto...); recién nacido; primicias. CATEGORÍA GRAMATICAL GRAFÍA EQUIVALENCIA PROCESOS FONÉTICOS Preposición hi, chi/e zi z > z > E > h, por palatización Prefijo m m Radical N·CH·i N·C·i N·S·Y/i N·{ ·u N·Z·Y z > z > E > h, por palatización Vocalismo e-a, e-e, e-u f-f 1784 [N·Z·(Y)] Menzu, Amenzu (cabilio). || Antropónimo masculino. || Primogénito. Guanhaben. Antropónimo masculino. || Consejero militar. || Gran Canaria. Registro documental Guanhaben (TORRIANI (1590) 1940: 108. MARÍN 1694: 47). Guanhabén = “Otro hubo gran luchador, Guanhabén, de el pueblo de Tunte” (GÓMEZ ESCUDERO (1682-86) 1993: 441-443). Guanhaben, Guanhaven = “Los Gayres deTelde se llamaban, Mananídra, Nenedan, Ventohey, Ventagay, Guanhaben, Autíndana” (ABREU 1676: 47). Guajaben, Guãjaben (MARÍN 1694: 79). Guanjaven (MARÍN 1694: 33; 138). Huaneben or Guanaben (GLAS 1764: 78). Guanhaven, Guayhaven (BERTHELOT 1842, I: 194). Guan haven (ÁLVAREZ RIXO (1868) 1880: 47v.). Guanchaven (BETHENCOURT (1880) 1991: 334). Lectura Las fuentes más antiguas coinciden en el enunciado básico de esta voz. Destaca la congruente aproximación que formulan del pronombre demostrativo wa, obtenido me-diante el fonema labiovelar /gi /. Solución masivamente adoptada por casi toda la transmi-sión textual. Sólo G. GLAS añade aquí una aspiración velar como variante. En otros casos, la documentación acude a la bilabial /b/ como antecedente de las vocales e o i en la varian-te pronominal we. El valor laringal del primer radical (H) presenta algunas diferencias gráficas (J o Ø) y una posible variante de pronunciación (CH), aunque el tardío testimonio de BETHENCOURT no avala la antigüedad de un cambio fonético (E - h) enteramente pertinente. 1785 Hipótesis [H·B] Wanhabben < wa n-habb.en (conjunto determinativo nominal: pronombre de-mostrativo + preposición n + participio activo). Traducción El luchador. Paralelos [H·B] habb, aoristo (zenaga). || Verbo. || Abrazar, abarcar. [H·B·T] hubbft, aoristo (tahaggart). || Verbo. || Agarrar y levantar rápidamente. Sigoñe. Nombre verbal. || Dignidad militar. || Tenerife. Registro documental Sigoñe = “Llega el Postrero, vn muy gallardo Iouen / Que entiernos años sus heroycas obras, / le an dado justo nombre de Sigoñe, / Que entre ellos significa el invencible” (VIANA 1604, canto III, p. 46). Sigoñe = “[...] que auiendo llegado à noticia del Rey, mouido de compassion, les mandò à vn Capitan Sigoñe con embaxada de paz [...]” (NÚÑEZ DE LA PEÑA 1676: 133). Cigoñe = “[...] volvio [el mensajero] diciendo que en nombre de su rey preguntaba Cigoñe Tinguaro que es el capitan [...]” (MARÍN 1694: 69). CATEGORÍA GRAMATICAL GRAFÍA EQUIVALENCIA PROCESOS FONÉTICOS Pronombre gua, hua wa gu=/gw/=[w]: velares sonoras hu=[hw] Preposición n, y n Radical H·B/H·V J·B/J·V Ø·B CH·V H·B·(T) h-E(E), por correspondencia regular, aunque la tardía datación del vocablo cuestiona el origen canario-amazige de este cambio fonético. Sufijo de participio -n -n Vocalismo a-e, a-é, e-e a-e 1786 Zigoñe = “Cada Rey tenia Seis Capitanes llamados Zigoñe [...]” (MARÍN 1694: 81v.). Sigoñe = “Sigoñe. Capitán” (VIERA 1772, I: 132). Sigone = “Sigone, le noble, le capitaine ou le conseiller” (BERTHELOT 1842, I: 194). Lectura La consonante inicial figura transcrita como s, c y z, conforme a la confusión de las sibilantes que describimos con anterioridad. Los tres autores canarios que transmiten el vocablo exhiben esta mezcla en sus textos. No obstante, si nuestra interpretación se ajusta a la verdad y esa sibilante inicial marca la derivación causativa del verbo, existe margen en la gramática amazige para considerar una variante sonora (z) de este índice por asimi-lación a distancia con el último radical (H) (PRASSE 1972: 56). En cuanto a la palatal nasal (predorsal) // parece un producto de la asimilación en con-tacto de las consonantes etimológicas n y z, ambas alveolares sonoras. Hipótesis [G·N·Z·H] Sigoñe, Zigoñe < si-gunzeh (imperfecto de causativo del verbo guñhat). Traducción Hace que tenga forma de arco. Paralelos [G·N·Z·H] guñhft, aoristo (tahaggart).27 || Verbo. || Tener forma de arco. [G·N·Z·H] tFgañhe, pl. tigañhiwîn, f. (tahaggart)28; taganzfy, f. sing. (twllfmmft); taganze, takfnzi, f. sing. (tFyrt); taganhi, f. sing. (Ghat). || Substantivo. || Arco. Fuentes ABREU GALINDO, Juan de CATEGORÍA GRAMATICAL GRAFÍA EQUIVALENCIA PROCESOS FONÉTICOS Prefijo verbal s, c, z s /si/, z /zi/ Radical G·Ñ G·N·Z·H n + z > ñ, por asimilación -h > Ø, sin contracción Vocalismo o-e u-e u > o, por asimilación a g 1787 Año base: 1632 (d. 1676) [< ca. 1535 - ca. 1602: 1632 ?] Historia de la Conquista de las Siete Yslas de Gran Canaria. Escrita Por el R. Pe. Fray Juan de Abreu Galíndo, del Orden de el Patríarca San Francísco, hijo de la Provínçía del Andaluçía Año de 1632. [Copia anónima en BMT, ms. 191]. (ACUERDOS) 1497-1525 Acuerdos del Cabildo de Tenerife. [Mss. en AMLL]. (DATAS) [XV-XVI] Libros primero al quinto de datas originales. Tenerife. [Mss. en AMLL]. GÓMEZ ESCUDERO, Pedro Año base: 1682-1686 1993 [< 1934] Libro segundo prosigue la conquista de Canaria. Sacado en limpio fielmente del manuscrito del licenciado Pedro Gómes Scudero, Capellán. En MORALES (1993: 383-468). MARÍN DE CUBAS, Tomás A. Año base: 1694 17?? 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CÁCERES LORENZO y DÍAZ PERALTA (1997), donde se examina el español de otra obra cardinal en la historiografía canaria: Del origen y milagros de la Santa Imagen de nuestra Señora de Candelaria, que aparecio en la Isla de Tenerife con la descripción de esta Isla, de la que es autor el dominico castellano fray Alonso de ESPINOSA (1594). 4 Por un error de impresión, se pagina este folio como ‘776’. 5 Uso de la letra ç o c para el fonema fricativo dentoalveolar sordo /s/, es decir, igualación de /s/ y /s/ en [P]. Para las diversas soluciones del çeçeo atlántico, ver CATALÁN (1957). 6 Por un error de impresión, se pagina este folio como ‘13’. 7 Uso de la grafía z para el fonema fricativo dentoalveolar sonoro /z/, es decir, igualación de /d/ y /z/ en [Q]. 8 Debido al ensordecimiento de las sibilantes, queda [P] como solución última. 9 Por un error de impresión, se pagina este folio como ‘146’. 10 Por un error de impresión, se pagina este folio como ‘146’. 11 Ver FRADEJAS (1997: 105). 12 Ver FRADEJAS (1997: 140). 13 Cf. FRADEJAS (1997: 106). 14 SERRA (1978: 186) transcribe: avchón. 15 SERRA (1978: 149) transcribe: avchón. 16 SERRA (1978: 133) transcribe: avchón. 17 SERRA (1978: 181-182) transcribe: auchón. 18 SERRA (1978: 184) transcribe: auchón. 19 El original presenta un signo sobre las letras na para indicar la elisión de algún sonido, presumiblemente la o que se vierte en otras menciones. Cf. SERRA (1978: 160), que transcribe: avchina. Desconocemos el criterio que sigue para esta elección vocálica, así como para acentuar, en los casos antes citados, la o que el original representa con el signo de la elisión (suponemos que de la n). 20 SERRA (1978: 149) transcribe: avchón. 21 SERRA (1978: 156) transcribe: avchón. 22 MORENO (1988: 33-34) transcribe: abchón. 23 MORENO (1988: 57-58) transcribe: auchón. 24 Para una información más detallada acerca de los cambios fonéticos amaziges, ver PRASSE (1972: 45-47). 25 En la traducción alemana, WÖLFEL consigna: Himenechia y Chimenechia. 26 En la traducción alemana, WÖLFEL traslada: Achimencey. 27 En realidad, el fonema /g/ presenta aquí una articulación que oscila entre el carácter velar oclusivo de g y el palatal africado de g (AFI = /d3/). Cf. PRASSE (1972: 17-18). 28 Ídem. 1792 Nota preliminar Símbolos /.../ = fonemas [...] = realizaciones fonéticas < = proviene de > = deviene + = seguido de ➔ = se realiza como Ø = cero fonético f = vocal auxiliar (central no redondeada cerrada) [I], [U] = semivocales [j] = semiconsonante palatal (= y) = grafía i larga [w] = semiconsonante velar ß = consonante bilabial fricativa sonora d3 = consonante prepalatal africada sonora (= dj = g) h = consonante faringal fricativa sorda (AFI = ∂) 3 = consonante palatal fricativa sonora z = consonante prepalatal fricativa sonora d = consonante predorso-dental africada sonora Y = consonante lateral palatal sonora m = consonante nasal palatal sonora { = consonante prepalatal fricativa sorda (= a) = grafía s larga t = consonante palatal africada sorda (= D) s = consonante predorso-dental africada sorda, ortografiado ç o ce, i. 0 = consonante interdental fricativa sorda X = consonante postvelar fricativa sorda Abreviaturas ACT Libro de Acuerdos del Cabildo de Tenerife AMLL Archivo Municipal de San Cristóbal de La Laguna BMT Biblioteca Municipal de Santa Cruz de Tenerife BUC Biblioteca de la Universidad de Coimbra MC Museo Canario (Las Palmas de Gran Canaria)
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Calificación | |
Título y subtítulo | Consideraciones metodológicas en torno al estudio de la antigua lengua de Canarias |
Autor principal | Reyes García, Ignacio |
Publicación fuente | XIII Coloquio de historia canario - americano |
Numeración | Coloquio 13 |
Tipo de documento | Congreso y conferencia |
Lugar de publicación | Las Palmas de Gran Canaria |
Editorial | Cabildo Insular de Gran Canaria |
Fecha | 1998 |
Páginas | P. 1768-1792 |
Materias | Congresos ; Historia ; Canarias ; América |
Copyright | http://biblioteca.ulpgc.es/avisomdc |
Formato digital | |
Tamaño de archivo | 172099 Bytes |
Texto | 1768 122 CONSIDERACIONES METODOLÓGICAS EN TORNO AL ESTUDIO DE LA ANTIGUA LENGUA DE CANARIAS Ignacio Reyes García El contacto entre las lenguas desempeña un papel ciertamente destacado en la evolu-ción lingüística. La interpenetración idiomática es un fenómeno tan antiguo como exten-dido por todos los confines del planeta. Pero no siempre se limita a simples influencias sobre diversas categorías gramaticales. En ocasiones, participa tanto en el origen como en la desaparición de las lenguas. Como es sabido, las antiguas poblaciones canarias abandonaron el uso de su lengua en favor de la que introdujeron los conquistadores hispanos. Aproximadamente un siglo des-pués de finalizada la Conquista, la asimilación lingüística casi se había completado. Unos cientos de nombres personales, algunos más de lugar, otros pocos que designaban objetos o situaciones de la vida cotidiana, así como varios numerales y frases constituyen todo el inventario de voces que ha llegado hasta nosotros. Unas veces por medio de la tradición oral y, en su mayor parte, a través de la documentación etnohistórica y jurídica que produ-ce la colonización, podemos hoy acceder, no sin serias contaminaciones, a esa importante imagen del pasado y la identidad insulares. Los escasos testimonios directos de carácter lingüístico, perpetuados por medio de ins-cripciones sobre piedra o madera, apenas aportan informaciones seguras. Pese a los diver-sos intentos de lectura llevados a cabo hasta ahora, ignoramos aún la naturaleza exacta de los alfabetos empleados, la lengua (o lenguas) que representan e, incluso, una datación certera que acredite su antigüedad (cf. SPRINGER 1994 y MUÑOZ 1994). De ahí que el prin-cipal conjunto de fuentes para el estudio de aquella lengua se encuentre en los textos europeos de los siglos XIV a XVII, así como en los centenares de topónimos que jalonan la geografía insular. Mucho se ha escrito acerca de la homogeneidad o diversidad idiomática del Archipié-lago. 1 La opinión de una parte de las fuentes y de la mayoría de los investigadores conclu-ye en admitir diferencias dialectales sobre una comunidad lingüística original. Nosotros acogemos este postulado como principal hipótesis de trabajo. La presumible variedad tribal del poblamiento y la fragmentación insular del territorio abonan la idea de una doble dialectización: de una parte, la que procede de la propia constitución étnica de esas prime-ras comunidades; y de otro lado, la que provoca la inexistencia de comunicaciones interinsulares estables. Sin embargo, como ya detectaron algunos cronistas, las coinciden-cias toponímicas hablan de una identidad común. No obstante, también hay que contem-plar, además, dos causas posibles para la explicación de esta afinidad: la influencia de los movimientos de población que impone la estrategia de conquista, así como la tendencia general a unificar vocablos fonéticamente similares. 1769 Por descontado, una solución definitiva a este problema depende tanto de la profundización en las investigaciones lingüísticas como en las etnológicas, arqueológicas e históricas. Hasta al presente, no se han hallado obras europeas de la época específicamente dedi-cadas a la antigua lengua de Canarias. Se sospecha que algún convento andaluz debió producir o utilizar gramáticas y diccionarios elaborados por sus misioneros, tal y como sucedió con las lenguas americanas, pero de momento ignoramos su paradero (BETHENCOURT ALFONSO (1911) 1994: 315). Contamos solamente con materiales aislados, dispersos por unas fuentes transmitidas, en general, a través de copias tardías, colmadas de variedades gráficas, impregnadas de una coloración ideológica y de un patrimonio semántico históri-camente determinados y, en ocasiones, aliñadas por la fantasía del autor o de los copistas. El catálogo más amplio de voces canarias se contiene en la conocida obra del historia-dor austríaco Dominik Josef WÖLFEL (1965), que treinta años después de su publicación todavía aguarda una edición crítica. Consideración que podemos extender a las ediciones de las datas, acuerdos de los Cabildos Insulares, protocolos notariales y otra documenta-ción similar, cuyas transcripciones han seguido criterios más historiográficos que filológicos (incomprensiblemente dispares). En consecuencia, el estudio paleográfico y fonológico de esos materiales constituye el primer paso del análisis lingüístico. Una medida directamente útil para la transcripción de la documentación oficial, pero insuficiente para indagar en las crónicas e historias sucesi-vas. Por lo común, solamente se conservan a través de una o varias copias (no siempre coincidentes), de tal manera que es preciso restituir en lo posible la ortografía inicial. Aun así, y aunque se disponga de los manuscritos originales, debe tenerse en cuenta que los autores han podido tomar los datos de fuentes anteriores, bien acatando o bien adaptando sus grafías. Una duda que la anárquica escritura de la época colonial no contribuye a despejar. Esto significa que el estudio diacrónico de las lenguas europeas involucradas en la transmisión textual proporciona tan sólo un indicio, a menudo bastante precario, para recomponer el caudal fonético de la antigua lengua de Canarias. El examen semántico y la crítica historiográfica de la información documental se hacen también imprescindibles. Ajustar el alcance histórico de los conceptos, así como discrimi-nar entre el acervo cultural del cronista y las influencias extranjeras en las comunidades insulares, debe ayudar a dimensionar su naturaleza, contenidos y alcance. Sobre esta base, practicar un análisis de lingüística comparada se impone como la me-jor elección metodológica. Aunque, por supuesto, debidamente apoyado en un diálogo científico con los hechos etnológicos mejor fundados. La vinculación de la antigua lengua insular con los dialectos amaziges2 del continente africano ya formó parte de las conjeturas de las primeras fuentes. Una aproximación si-quiera superficial revela de inmediato coincidencias estructurales. No obstante, las hablas canarias reflejan una realidad social y lingüística de hace, cuanto menos, quinientos años. Un factor de distorsión bastante serio desde el punto de vista fonético, debido a la enorme variedad diatópica de la lengua amazige (= tamaziγt), pero menos acentuado en lo tocante a la morfología y, no sin cautela, a la semántica. 1770 Algunas hipótesis agregan la presencia de otros substratos étnicos a una amplia base amazige, o simplemente aducen la participación de componentes más antiguos (líbicos). Pero la opinión general, a la que nos adherimos, acepta el predominio de esa representa-ción amazige. Pese a todo, el estado actual de las investigaciones no faculta la identifica-ción precisa del dialecto (o dialectos) hablado en Canarias. Los limitados estudios diacrónicos efectuados hasta hoy en torno a la lengua amazige aportan el elemento más valioso para esta comparación. En su defecto, los diccionarios dialectales suministran una referencia obligada. La estructura de la lengua permite, por encima de la diversidad fonética y léxica, establecer cauces comparativos eficientes, basa-dos en la estabilidad y coherencia de su tejido morfosintáctico. Este análisis exige una comunicación constante entre los dos ámbitos en comparación. Una vez obtenida la transliteración paleográfica de los enunciados canarios, demanda su lugar el procedimiento comparativo. La restitución lexicográfica depende de este ejerci-cio dialéctico, tanto para la fijación de los valores fonéticos como para la segmentación morfosintáctica o la concreción de los campos semánticos. A continuación planteamos una descripción parcial, aunque sobradamente ilustrativa, del panorama ortográfico y fonético que distingue al español atlántico durante la transi-ción del medievo a la modernidad. Para terminar, mostraremos también algunos pocos ejemplos que evidencian la fecundidad de este método comparativo. El español en las fuentes Desde finales del medievo y durante los siglos XVI y XVII, se produce la configura-ción definitiva del sistema fonológico español. En este espacio de transición hacia la mo-dernidad, se abandona progresivamente la norma toledana y adquiere mayor protagonismo el castellano viejo. Buen número de fonemas medievales desaparecen (/β/, /s/, /d/, /z/, /{/, /3/), al tiempo que surgen dos nuevos fonemas fricativos sordos, uno interdental /θ/ y otro velar /χ/ (FRADEJAS 1997: 150-151). Pero estos y otros fenómenos lingüísticos activan también una nítida división dialectal, entre un español atlántico (de base andaluza) y un español castellano (origen de la forma estandarizada). La conquista y colonización de América y de Canarias coincide con las vicisitudes de esa transformación lingüística. Las características fonológicas que emanan de la docu-mentación contemporánea de aquel período atestiguan la convivencia de las formas tole-dana, andaluza y castellana (cf. PARODI 1995: 35-46). Sin embargo, el margen de discrecionalidad ortográfica en los autores del siglo XVI confina a menudo con la mayor arbitrariedad (cf. CÁCERES y DÍAZ 1997: 25-45). A continuación, presentamos los usos gráficos más controvertidos que contienen las fuentes insulares, a través de una breve selección practicada sobre unos pocos textos de gran influencia en la historiografía antigua de Canarias.3 1771 Grafemas vocálicos /i/➔ i, y Para el fonema vocálico /i/, todas las fuentes emplean indistintamente las grafías i e y. En algún caso, la representación de la i larga acoge también la letra j. Una complicación añadida estriba en el uso de las grafías i e y como expresión del fonema palatal /y/. DATAS (13-VII-1497): doy, ysla, tierras, Julljo, syete, dìa (I, 1º, fol. 3). ACT (25-VIII- 1531): yglesia, cantydad (147); ysla, trigo, ley (147v.). ABREU: círcuíto, círcuyto (2); proveya (3); traydos (6); íba (24v.), yban (79v.); muí (14v.), muy (78). VIANA: circuyto (4); heroyco (6), eroico (128); yuan ‘iban’ (32v.); yr (54); huya ‘huía’ (233). NÚÑEZ DE LA PEÑA: muy (1); Islas (2); Reynos (69); pay{anos (92); cuydado{o (118). MARÍN: ymperio, imperaba (1); mui (1), muí (46); yslas (1); Ynfierno (15v.); voi (46). /u/➔ u, v El fonema vocálico /u/ aparece con las grafías u y v, aunque esta última suele figurar al comienzo de palabra. También aquí, este par de grafemas participa además en la represen-tación de la consonante labial oclusiva /b/ y de la consonante labial fricativa /β/. ABREU: vltíma (2); cautíuos (6); vn (14v.), un (40); huvo (25); vsaban (77v.). VIANA: vtili{ima (3); vn (3); vuo ‘hubo’ (5); nueue ‘nueve’ (19); uvi{{e (330), vui{{e (176).4 NÚÑEZ DE LA PEÑA: vltìma (1); vn (3); v{aua (39); vnico (66); vfano (142). MARÍN: ultimo (38v.); uno (39); Vniversidad (74); usaban (81v.); universal (82). Cambios vocálicos Aunque se detectan algunos cambios vocálicos, el fenómeno no se halla muy difundi-do. ABREU: desparece (2); huespeda (95v.). VIANA: reguzijo (123v.), regozijo (54); di{ignio (144v.); qui{tion (160v.); cimenterio (163v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: Hue{peda (42); adevino (43). MARÍN: ynvioles (62). Acentuación Por lo general, la acentuación ortográfica, cuando se practica, incide sobre algunas formas verbales y otras palabras que poseen acento prosódico en la última sílaba. ABREU: grádos, grados (1v.); escríuío (2); proveya (3); dexô (3); ó (24), ô (39v.); â (8), á (24), a (24v.); é (24v.); vivian (41v.), viuía (46v.); està (8), está (78), estâ (79); caerâ (79v.); oy (82v.). VIANA: ce{{ô (54); quedò (133v.); e{tà (141); inuocò (161). NÚÑEZ DE LA PEÑA: darè (1); e{tàn (3); ò (4); à (4); vèn (3ª pers. pl. del pte. ind. del v. ver) (11); admirarà (26); vèr (38); oìan (83); e{tàr (92); e{tà (113); arríba (166); dès (167); traìan (170); diò (170); demàs (170), demas (38). MARÍN: llegó (33); á (33), à (38v.), â (74v.); én, en (81v.); ô, ò (81v.). 1772 Grafemas consonánticos Con notorias y abundantes vacilaciones, la escritura del Siglo de Oro se mueve hacia una regularización lenta pero creciente. La efervescente actividad lingüística ocasiona innumerables dudas y hábitos ortográficos todavía muy laxos. La norma toledana (o ma-drileña a partir de la segunda mitad del siglo XVI), base de la lengua administrativa, sirve de modelo al español literario. Pero, en el momento de la expansión atlántica, pugna por el protagonismo con la norma sevillana. Una disputa que, en Canarias, podía esperarse que estuviera inclinada en favor de los patrones meridionales. Pero el canon cortesano desem-peña un papel ciertamente destacado en las Islas, tanto en las fuentes oficiales como en las etnohistóricas. La más ligera exploración por las numerosas cacografías de los textos ca-narios descubre las torsiones de un español que transita hacia la modernidad. Conjunción y La primera documentación oficial emplea tanto y como e para anotar la conjunción copulativa (y). Entre los cronistas e historiadores posteriores predomina el uso de y, aun-que la copia de 1676 del manuscrito de ABREU GALINDO contiene también algún caso de grafías vocálicas: é (24v.), i (41v.). La f latina La conservación de la f inicial latina rivaliza abiertamente con su evolución hacia el cero fonético [Ø], ortografiado h. La mayor confusión se encuentra en la documentación oficial, mostrando los textos historiográficos un uso más cercano al actual. /f/➔ f (➔ [h]➔ h) DATAS (13-VII-1497): fago, foradada ‘horadada’ (I, 1º, fol. 3). DATAS (17-V-1499): Fygueras, fanegas (I, 1º, fol. 12). DATAS (14-V-1501): hanegas (I, 1º, fol. 20). DATAS (20- I-1501): fecho, fechuría, hazer (I, 4º, fol. 4). DATAS (17-VI-1503): fasta, fijos (I, 4º). ACT (25-VIII-1531): harinas (147), hasta, haga (147v.), fanegas, faltare (147v.). La h gráfica En buen número de voces, coexisten grafías perfectamente idénticas a las actuales con ejecuciones peculiares. Acaso lo que más interesa para el estudio de la antigua lengua de Canarias compete a la velarización de la secuencia hue, signo de la proximidad fonética entre la consonante /g/ y la semiconsonante /w/, tan fértil para la representación de abun-dantes vocablos canarios. h- ➔ θ ABREU: auer ‘haber’ (2); oy (2v.); echos (15), hechos (24v.); aviesse ‘hubiese’ (18); aya ‘haya’ (106v.). VIANA: oy (1v.); hã (6), an (330); orror (105); auia (138v.); a{ta (174v.), hasta (208). NÚÑEZ DE LA PEÑA: auer ‘haber’ (3); àzia (5); ombros (36); oy (112). MARÍN: avia, havìa (1v.); oi (1v.), hoi (55v.); hauitadores (1), avitacion (74v.); oja (15v.). 1773 h- ➔ h- ABREU: hiriendo (8v.); holguras (79). VIANA: honro{o (53v.); hermo{o (214). NÚÑEZ DE LA PEÑA: hurtar (11); hue{{os (132). MARÍN: hazer (15v.); haver (74v.). h- + /ue/➔ g + /ue/ ABREU: gueco (14v.). MARÍN: guezos (39v.). -h- ➔ θ , -h- ABREU: exívíendo (55). VIANA: ahora (6); cadahal{o (44). NÚÑEZ DE LA PEÑA: aì ‘ahí’ (3); ahorcados (144); reprehende (153); anhelitos (158v.). MARÍN: ai ‘ahí’ (64); comprehendidos (39). θ ➔ h ACT (25-VIII-1531): honze, hordenança (147v.). VIANA: hedad (4). NÚÑEZ DE LA PEÑA: hermitas (99), Ermita (118). MARÍN: hecharon (15v.). Labiales (confusión gráfica entre /b/ y /β/) La confusión entre los dos fonemas labiales (oclusivo /b/ y fricativo /β/), tanto desde el punto de vista fonológico (neutralización) como ortográfico, se complica en la escritura con el uso de la vocal u (también escrita v) para expresar uno y otro indistintamente. /b/➔ b ABREU: hablaban (15v.); belicoso (78). VIANA: boca (19); suben (157). NÚÑEZ DE LA PEÑA: cabo (5); barcas (20). MARÍN: buenos (39); hablar (74v.). /b/➔ u (en posición intervocálica) ACT (25-VIII-1531): otorgaua (147v.). ABREU: auer (2); deuía (79). VIANA: cueua (99); ceuada (277). NÚÑEZ DE LA PEÑA: prueua (8), prueba (22); carauelas, carabelas (91). /b/➔ v ACT (25-VIII-1531): deviese (147). ABREU: savían (14v.); matavan (24). VIANA: vandera (32v.), bandera (22); vatalla (156), batalla (157). NÚÑEZ DE LA PEÑA: vanda (8); {ilvos (118). MARÍN: caveza (1v.); vallestas (64). /β/ v ABREU: ver (1); varas (88v.). VIANA: volauan (2v.); vi{ion (296). NÚÑEZ DE LA PEÑA: ver (4); vinos (112). MARÍN: vencidos (33v.); viejo (63v.). 1774 /β/➔ u ACT (25-VIII-1531): prouision, prouea (147v.). ABREU: lleua (1v.); viuía (46v.). VIANA: atreuido (49); boluer (188). NÚÑEZ DE LA PEÑA: {uaue (2); aduertir (170), advertir (11). /β/➔ b ABREU: nueba; (2v.); cuerbos (79v.). VIANA: berde (2v.); boz (83v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: bacas (9); bolcanes (26). MARÍN: bazallos (33); obejas (39v.), ovejas (15v.). nasal + /β/➔ mb ABREU: combasos ‘con vasos’ (15v.). VIANA: imboca ‘invoca’ (150v.); comber{acion ‘conversación’ (189v.); combalecio ‘convaleció’ (213v.); embia ‘envía’ (214v.); combites ‘convites’ (307). NÚÑEZ DE LA PEÑA: embuelto (36); embiò (69); embidiados (164). Sibilantes (dentoalveolares) En Canarias, la confusión entre las sibilantes (s, ss, z y c), que aparece ya a comienzos del siglo XVI, se generaliza durante la centuria siguiente. La antigua distinción entre una s sorda y una ss sonora confluye en una sola consonante dentoalveolar fricativa sorda (s). También, la diferenciación entre un fonema predorso-dental africado sordo, escrito ç o ce,i, y otro sonoro, escrito z (cualquiera que fuese su posición), se salda con una fusión en el actual fonema interdental fricativo sordo /z/ (desde la segunda mitad del siglo XVI). Pero únicamente la escritura, que adopta las normas castellanas, acusa todavía estas distincio-nes. En la práctica, los cuatro fonemas fueron ceñidos desde el siglo XVII al dentoalveolar sordo /s/ que hoy conocemos (LAPESA 1980: 519). /s/➔ s, { (salvo en final de palabra), ss (intervocálica) ABREU: {us (1), sus (40); e{críuír (1), escríuío (2); passaba (1v.), pasaba (77v.); assí, así (6); eso (78), esso (106v.). VIANA: Suaue (2v.); esotras (3v.), e{{otras (54v.); va{allos (5v.), va{{allos (19); prie{{a (32v.), pri{a (138v.), pri{{a (157); a{ta (172v.), hasta (208v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: ju{ta (1); islas (1); a{si (3); fue{{en (22); co{as (43). MARÍN: {pañol (1), Español (1v.); su{ (15v.); assi (15v.); antiquissimo (39); cassa (46). /s/➔ c (çeçeo)5 VIANA: ancias (130)6. NÚÑEZ DE LA PEÑA: intencion (92). MARÍN: concervarse (3); citio (15v.); ocacion (33v.); pricion (46). /s/ z (zezeo)7 ABREU: tezoros (3); azadura (79v.); graza (24). MARÍN: Rehuzo (1); ozado (64); cazas (74), cassas (74v.). 1775 /z/➔ z ABREU: voz (2v.). VIANA: razon (5); {ojuzgaua (19). NÚÑEZ DE LA PEÑA: paz (43); profetízaua (43). MARÍN: caveza (74v.); finalizar (81v.). /z/➔ s (seseo)8 DATAS (14-IX-1510): pedaso, cayses (II, 18º, fol. 37). MARÍN: Peràza, Perasa (29); fuerza (74), fuersas (81v.). /s/➔ c (ante e, i), ç (ante a, o, u) ACT (25-VIII-1531): liçençia (147r.-v.); çiertas (147); çien, conçierto, Justiçia, hordenança (147v.). ABREU: mencíon (2v.), mensíon (2); ynconstancia (9v.); suceder (18); cercado (40); necesidades (41v.). VIANA: ce{{a (49); re{olucion (183v.); esperança (2v.); çumo (2v.); braços (49); Zaragoça (107); çarçal (162v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: fuerça (8); pedaço (8); ocupaciones (50); açucares (112); alçado (171). MARÍN: dice (15v.); hacia (81v.), hazia (9v.); avitacion (74v.); pronunciar (81v.); cien (82). /d/➔ z (no siempre intervocálica) DATAS (13-VII-1497): vezino, alguazil, treze (I, 1º, fol. 3). ABREU: pazer (77v.); havítazíon (24v.); lizencia (40). VIANA: regozijo (54); plazer (138v.); juyzio (213v.); quinze (233); donzellas (277). NÚÑEZ DE LA PEÑA: dezír (1); àzia (5); zizaña (20); vozeria (83); pezes (170). MARÍN: carzel (3); hazer (15v.), hazian, hacian (39), hiso, hizo (62); dezir (26); Vezino (62); cazas (74), cassas (74v.). Sibilantes (prepalatales) El español medieval distinguía un fonema palatal fricativo sonoro /3/, escrito j o g, de otro sordo /{/, escrito x. Desde la segunda mitad del siglo XVI aparecen confundidos en la aspiración laríngea [h] del dialecto andaluz, mientras la norma toledana prescribe todavía su diferenciación hasta finales de siglo y el castellano viejo da inicio a su velarización (cf. ÁLVAREZ DELGADO 1941: 29-31, CATALÁN 1960: 329-331 y PARODI 1995: 39-42). La escri-tura de los textos que hemos examinado tiende a seguir las pautas ortográficas de Castilla, pero algunos indicios apuntan a la confluencia de estos fonemas bajo una genérica aspira-ción laríngea sorda [h]. /3/➔ j (sonoro) + /a, u, o, e/ ABREU: arrojar (3); junta (24); yervaje (24v.); dejô (3); huraba, juramento (41v.). VIANA: vltraje (23v.); elijo (83v.); jaez (173v.); aju{ta (210); también: e{druchula ‘esdrújula’ (296v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: lenguaje (3), lenguage (22); {emejantes (11); hijos (14); junta-ron (83). MARÍN: dijo, dixo (46); Concejero, Consegero (33); juramentos (39); ojos (74v.); brujos (81v.). 1776 /3/➔ g (sonoro) + /e, i/ ABREU: lenguage, lenguaje (8v.); region (9v.); fíngían (24v.); muger (89v.). VIANA: pagizo (2v.); linage (23v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: parages (11); viage (68). MARÍN: lenguage (81v.); muger (83). /3/➔ x (sordo) + /a, o, e, i/ ACT (25-VIII-1531): dixeron, dexase, dexar (147); dexare, enxuto, dixo (147v.). ABREU: baxa (2v.); rexían (15v.), regían (77v.); díxo (55); executar (95v.). VIANA: paxaruelos (3); exercito (54); roxo (83v.); aflixidos (317v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: taxada (2); abaxo (132). MARÍN: dixera (1v.); afloxò (29); dexò (46). Otras consonantes paladiales En general, la grafía de los fonemas palatales no difiere gran cosa de la actual. /t/➔ ch ABREU: leche (8); buche (88v.), pero también: escusar ‘escuchar’ (55). VIANA: hecho (19); pecho (189v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: rechaça (11); colcha (37). MARÍN: muchos (33); machos (39). /Y/➔ ll ABREU: estrella (9v.); alli (79). VIANA: ballestas (113v.); rodillas (210). NÚÑEZ DE LA PEÑA: llegar (2); hallò (9). MARÍN: bazallos (33v.); animalillo (39v.). /j/➔ i, y ABREU: creíeron (1v.); cuya, cuías (8v.). VIANA: yaze (3v.); iuntan{e (47). NÚÑEZ DE LA PEÑA: Iuba (2); playa (170). MARÍN: maior (3); plaias (15v.); caiò (29); ia (39); hoio (82). /ρ/➔ ñ ABREU: ysleños (8v.); señor (77v.). VIANA: ñudo/{/os (2v.); hazañas (296v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: caña (37); año (112). Velar sordo No sin contradicciones puntuales, la documentación se mantiene en torno a los usos ortográficos castellanos. /k/➔ c + /a, o, u/ DATAS (13-VII-1497): como, cueva (I, 1º, fol. 3). ABREU: conuenía (1); catolíca (18). 1777 VIANA: cuerpo (74); colerico (130); caudalo{as (269). NÚÑEZ DE LA PEÑA: compañia (51); curar (149); cabeça (210). MARÍN: comun (33); cuentan (37v.); carne (39v.). /k/➔ q(u) + /a, e, i/ DATAS (13-VII-1497): quantos, quales (I, 1º, fol. 3). ABREU: quenta (1v.); qual (2); azequia (8). VIANA: delinquentes (5); qualquier (6); loquaces (22). NÚÑEZ DE LA PEÑA: qual (3); propinquidad (11); quenta (112), cuenta (17). MARÍN: quatro (15v.); esquadròn, esquadras (29); quando (46); frequentes (74). /k/➔ ch VIANA: Patriarcha (5v.); architetura (99); chapiteles (296). Grupos consonánticos Salvo que se buscara destacar la nobleza de un vocablo, los grupos cultos continúan el proceso de reducción iniciado ya en el medievo. secuencia bs /bs/➔ bs➔ s VIANA: ob{cura (63), e{cura (239v.), o{cura (164v.)9. NÚÑEZ DE LA PEÑA: ab{tinencia (3); e{curece (8). MARÍN: observaban (74). secuencia bt, bd ACT (25-VIII-1531): çibdad, cibdad, açebtado (147v.). MARÍN: obtubo (38v.). secuencia gn ABREU: benígno (1); magnitud (9v.); inexpugnable (78). VIANA: {ignifica (6v.); indigno (131); di{ignio (144v.), di{inio (165v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: ignorar (20), fidedignos (170). MARÍN: Dignidad (33); prognostico (39); significa (39v.). secuencia ch /k/ + r /r/➔ ch, chr, xp ABREU: Chri{tíanos, xpistianos (1), cristianos (40); Jesuxpisto (1v.); christiano (57v.). VIANA: Chri{tianos (4v.); Chri{to (47v.); chri{tales (83v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: Chri{to (2); Chri{toval (171). MARÍN: Xpistiano (1), Christianos (3). secuencia x /ks/➔ x, cc ABREU: exquísítas (1); Occídental (1v.). VIANA: excede (3v.); excel{a (157). NÚÑEZ DE LA PEÑA: {exta (2); inacce{ible (2); Occeano (3); Occidental (4). MARÍN: accion (46); per-fecciones (82v.). secuencia x /ks/➔ s (por asimilación) 1778 ABREU: sesta ‘sexta’ (2); estrangero (16v.). VIANA: e{tremo (54); e{traño (136). NÚÑEZ DE LA PEÑA: e{trangera (43); e{trañò (91); e{cremento (125). secuencia x /ks/➔ c (por asimilación) ABREU: fícíones (1); Ocídente (1v.); ínacesíble (2); acidentales (106v.). VIANA: dicion (6); {ujecion (145); perfeciones (262v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: atracion (8); {ugecion (95). secuencia ct /kt/➔ ct ➔ t ABREU: delicto (95v.). VIANA: doctados (7); victoria (129), vitorias (296); jatancia (136); tacto (138v.); noturna (163v.); di{tricto (208v.); pratica (189v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: octaua (2); Colector (2); Lector (20). MARÍN: tracto (3), trato (15v.), tractar (64); defecto (81v.). secuencia ns ABREU: inconstantes (9v.); constantes (9v.). VIANA: con{tancia (139); in{tancia (147v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: tran{parente (38); in{tante (51). secuencia ph [f] ABREU: co{mographos, cosmogrofos (sic) (1v.); Propheta (6); Phelipe 2 (18). VIANA: Nimphas (3v.), Ninfas (296v.); Sophiana (3v.); Philo{ophia (7). NÚÑEZ DE LA PEÑA: Co{mographo (2); Geographo (2); Io{eph (112). MARÍN: triumpho (1v.). secuencia pt ➔ pt ➔ t ABREU: escríptores (1); escrípturas (1); septentrional (9v.); baptízandose (18). VIANA: ceptro (6); captiuo (276); baptizados (164v.)10; e{titico ‘estíptico’ (138v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: {eptima (2); Redemptor (2); exceptò (25); incorruptible (26); acepto (43). MARÍN: manuscripto (82). secuencia rl /rl/➔/Y/ (por asimilación de la -r final a la /l/ del pronombre personal enclítico) VIANA: hundilla ‘hundirla’ (75v.); entendellas ‘entenderlas’ (76); vella ‘verla’ (127), verle (161v.); mandallo ‘mandarlo’ (136v.); obedecello ‘obedecerlo’ (304); pero también: fauorecerle (161); vencerle (161v.). secuencia sc ➔ sc, s, c ACT (25-VIII-1531): presçio (147v.). ABREU: discensiones (15v.); desíenden, decienden (57v.). VIANA: de{cienden (4), decienden (4v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: de{cendientes (4); docientas (4); {ei{cientos (43); trecientos (51). 1779 secuencia th ABREU: Thenerife (1v.), Tenerife (95v.); Tholomeo (1v.); thezoros, tezoros (3) Catholica; (6), catolíca (18); Theologia (18). VIANA: Casthalia (3v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: Thenerife (2), Tenerife (1); Cathedral (3). MARÍN: Epithafio, athleta, baltheo (1); Athlantico (1v.); Matheo (29); Thenerife (81v.). /tl/ /dl/ VIANA: Adlantico (1v.); Adlante (3v.). Restos medievales DATAS (13-VII-1497): vierdes (I, 1º, fol. 3). ABREU: agora; aque{te (1v.); mesma (2, 87), mesmo (24), mísmo (106v.); aya ‘haya’ (/ána/ < [áßjja] < /ábeam/)11 (106v.); dizen ‘dicen’ (8v.); a rastraban (41v.); trujo ‘trajo’ (95v.); esso ‘eso’ (/éso/ < /éswo/ < /ípsu/)12 (106v.). VIANA: dize ‘dice’ (/díde/ < [díse] < [díte] < [díkjit] < /díwkit/)13 (1v.); agora (2), ahora (6); aya ‘haya’ (6v.); truxeron (54), truxe ‘trajeron, traje’ (116v.). NÚÑEZ DE LA PEÑA: me{ma (2), mesmo (11); vide (26); vido (39); truxo (161); truxeron (170). MARÍN: sacerdotio (1v.); essa (33v.); mesmo (46). Indigenismos en las fuentes hispanas Hasta ahora, hemos tratado de identificar la pronunciación española de los siglos XVI y XVII, tal y como se desprende de los usos gráficos adoptados por una parte impor-tante de las fuentes canarias. A continuación, veremos una pequeña muestra de la transliteración que hacen de los indigenismos, al mismo tiempo que exponemos los resul-tados de su comparación con los dialectos amaziges. avchon. Nombre común; topónimo. || Cueva. || Tenerife. Registro documental avchon = “[...] doy a vos pablo martín, canario de gran canaria vna cueva que era avchon del Rey de tacoronta que es cabo la mar que agora teneys [...]” (Datas originales, libro II, cuaderno 18º, núm. 48, 8-VI-1497).14 avchon = “[...] e vna cueba cõel avchõ de a riba e tierra que senbreys [...]” (Datas originales, libro II, cuaderno 14º, núm. 57, 4-V-1499).15 avchon = “[...] cerca del avchõ que era del Rey de taoro” (Datas originales, libro II, cuaderno 13º, núm. 14, 15-I-1501).16 avchon = “[...] que es en tahoro arriba del avchon del Rey [...]” (Datas originales, libro II, cuaderno 18º, núm. 17, 22-I-1501).17 1780 avchon = “[...] el Avchõ del Rey con sus entradas e salidas [...]” (Datas originales, libro II, cuaderno 18º, núm. 34, 2-VII-1507).18 avchona = “[...] las cuevas son las unas en Abimarge e las otras en Heneto que se llama Avchnâ [...]” (Datas originales, libro II, cuaderno 16º, núm. 20, 29-X-1507).19 avchon = “[...] vos do vn avchõ que esta dentro delas tierras [...]” (Datas originales, libro II, cuaderno 14º, núm. 58, 30-XI-1507).20 avchon = “[...] vos doy un avchõ que esta en el mismo barranco [...]” (Datas originales, libro II, cuaderno 15º, núm. 32, 18-XI-1507).21 abchon = “[...] subiente arryba ala cumbre ala mano derecha y enderecho al abchõ y del abchõ a vnas mõtañetas [...]” (Datas originales, libro V, núm. 31, 18-III-1512, p. 40).22 auchon = “[...] encima del auchon de los guãches [...]” (Datas originales, libro V, núm. 59, 4-III-1514, p. 82).23 avehon = “[...] y llegaron con la ymagen [de la virgen de Candelaria] a la cueba que era como despensa del Rey, que llamaban avehon” (ABREU 1676: 91v.). Cf. uchan = “[...] Otro pedaso de sequero en los llanos del dicho ycode vnnto conel pinal en lo llano cuatro cayses de sembradura que son uchan” (Datas originales, libro II, cuaderno 18º, núm. 37, 14-IX-1510). Lectura Pocas veces la documentación presenta un enunciado gráfico tan coincidente. Sólo la notación de ABREU GALINDO introduce algún cambio significativo. Donde las datas escri-ben ch el historiador registra eh. Dos posibles explicaciones nos parecen oportunas. O bien copia de alguna otra fuente escrita y confunde la c con la e, o bien dispone de una fuente propia (oral o escrita) y menciona una variante. En todo caso, no nos consta que cultive el trueque entre ambas consonantes (h / ch). El español medieval conocía ya la grafía ch con valor palatal africado sordo /t/ desde el siglo X, aunque para algunos cultis-mos asumía todavía un carácter velar oclusivo sordo /k/. Por consiguiente, si se trata sólo de una h, hemos de pensar que expresa un valor fricativo sonoro laríngeo /η/, palatal /3/ o velar /χ/. El resultado se ajustaría bastante a la literalidad de los paralelos amaziges que hemos localizado. Una opción que en absoluto se separa tajantemente de la grafía mayori-taria con ch, digrama que en las fuentes indica tanto el fonema palatal africado sordo /t/ (= D) como el postalveolar chicheante también sordo /{/ (= E). La fonética amazige no ignora los cambios fonéticos que implican a los sonidos fricativos alveolares [s] y [z], postalveolares [{] y [3] y laringal [k]. La palatización de z hasta deve-nir h (z > z > E > h), coincide de alguna manera con la asimilación de s en h (s > E > h).24 En cuanto a la representación de la secuencia inicial (au), observamos tres grafías para la segunda vocal: u, v y b. Las dos primeras (u y v) alternan libremente como expresión 1781 del fonema vocálico, aunque v suele aparecer al comienzo de palabra. Pero ambas ocupan también el lugar de la consonante labial /b/, como parece haber sucedido en este vocablo. La data de 1512 o el fragmento de ABREU GALINDO así lo acreditan. Nuestra hipótesis contempla esta labialización como fruto del contacto producido por el final semivocálico del demostrativo invariable aw y la vocal inicial (u-) del substantivo. Hipótesis [H·N] aw-uEon, pl. aw-uEona < aw-uhan, pl. aw-uhna, substantivo masculino singular. N. B. Los testimonios documentales permiten aventurar una conjetura para la forma-ción del plural. Las fuentes asocian siempre la voz avchon a una sola cueva. En cambio, el vocalismo cambia cuando se pluraliza. La data fechada el 29 de octubre de 1507 habla de dos conjuntos de cuevas ubicados en sitios diferentes. En este único caso, una vocal apa-rece después del último radical: avchon-a. Ver aquí un plural es gramaticalmente pertinen-te, aunque no sufra modificación aparente la vocal inicial (como sería lo habitual). Ahora bien, un sufijo pronominal demostrativo, invariable en género y número, tam-bién explicaría adecuadamente la presencia de esa -a final, aunque, entonces, sin marca inicial de plural deberíamos estimar solamente el singular. Traducción El aposento éste (en sentido amplio, espacio residencial con diversas dependencias, casa). Paralelos [H·N] ehfn, pl. ihanân, m. (tahaggart, tanslfmt); ehn, pl. ihanân, inân, m. (tawllfmmft); ehn, pl. inân, m. (tayrt). || Substantivo. || Tienda. [H·N] yanan, yenân, pl. fd-yanân, m. (Ghat). || Substantivo. || Casa (edificio que sirve de vivienda); tienda. [H·N] ayfn, pl. ayfnfn, m. (Ghadames). || Substantivo. || Casa. [H·N] ahanu (u), pl. ihuna, m. (cabilio). || Substantivo. || Habitación, aposento (Ayt Izdeg). ||2 Establo, cuarto reservado en una casa a las bestias de carga. ||3 Cuadra. CATEGORÍA GRAMATICAL GRAFÍA EQUIVALENCIA PROCESOS FONÉTICOS Prefijo (a)u ➔ v ➔ b aU u--- aU + u < aw + u--- Radical CH·N;H·N H·N z > z > E > h, por palatización Vocalismo u-o,u-o-a, u-a,e-o,b-o,u-o u-a 1782 [S·N] asun (u), usun (wu), pl. asunn (wa), isunn, m.(tamaziγt). || Substantivo. || Hogar; familia. ||2 Grupo de tiendas dispuestas en círculo formando un douar. Chimenchia. Nombre compuesto masculino. || Dignidad social y política. || Tenerife. Registro documental Himenchia, Himenechia, Chimenchia = “fratello di Benchomo” (TORRIANI (1590) 1940: 168-170).25 Achimencei = “I Villani erano chiamati Achicaxana, i Nobili Cichiciquitza, et i più nobili Achimencei, [...]” (TORRIANI (1590: 70v.) 1940: 164).26 Achimencey = “El Rey se llamaba Mencey y de aqui los hidalgos como descendientes de Reyes se llamaban Achimencey” (ESPINOSA (1594) 1848: 14). Achimensey = “Alos hidalgos llamaban, Achimensey [...]” (ABREU 1676: 88v.). Archimen{eu = “Aquete fue llamado hidalgo pobre, / Que Archimeneu, dezian en su lengua” (VIANA 1604, canto X, p. 200v.). Archimen{eu = “[...] Diziendo a bozes, Tanaga Guayoch / Archimen{eu Nahaya Dir hanido / {ahet chunga pelut, que {ignifica, / El valero{o padre de la patria / Murio, y dexo los naturales huerfanos” (VIANA 1604, canto XIII, p. 267v.). Achimencey = “[...] al hidalgo llamauan Achimencey, que tambien queria dezir, cerca-nos, ò de{cendientes del Rey” (NÚÑEZ DE LA PEÑA 1676: 31). Archimenceu (NÚÑEZ DE LA PEÑA 1676: 150). Archimenceu = “Llamauanlo [a Zeben{ui] los naturales Archimenceu, que quiere dezír Hidalgo pobre, por {er de poca hazienda” (NÚÑEZ DE LA PEÑA 1676: 151). Achemensey (GLAS 1764: 179). Archimensi, Archimenci [(ABREU < WÖLFEL (1965: 472-473)]. Lectura En primer lugar, hemos de advertir que no descartamos la variante Archimen{eu, intro-ducida por VIANA y retomada por NÚÑEZ DE LA PEÑA. Sin embargo, es evidente que el poeta y médico lagunero asimila la voz canaria achi- al prefijo hispano archi-, indicativo de superioridad o preeminencia. Un artificio que le permite acentuar el estatuto de nobleza que fija el concepto. Pese a ello, el resto del enunciado no contradice las otras notaciones documentales ni los paralelos amaziges, incluso contando con la presencia de ese final vocálico en -u. 1783 El compuesto posee dos elementos fácilmente identificables: chi o achi (con prefijación o no del pronombre de apoyo) y menzey. De nuevo, las fuentes divergen en la representa-ción gráfica de los sonidos fricativos. Con todo, las diferencias pueden ser atribuidas tam-bién a modalidades fonéticas perfectamente aceptables dentro de la gramática amazige. Tanto la ch como la h de la preposición inicial forman parte del proceso de palatización que sufre la z etimológica. Y otro tanto sucede con la ch, también escrita c, s y {, del segundo miembro del compuesto. A diferencia de la siguiente voz que examinamos, Sigoñe, donde n y z se asimilan en ñ al final de palabra, aquí el contacto entre las dos consonantes radicales acontece con la mediación de la pausa que comporta la separación silábica. La alternancia final entre la vocal u y la semivocal y (también anotada i) proviene de la conservación o no del último radical (Y), inestable en posición final absoluta, igual que sucede en los paralelos continentales. Hipótesis [Z+N·Z·Y] HimenEey < (a-)EimenEey < (a-) zi menzey (nominal compuesto: preposición + adjetivo verbal de prefijo m). Traducción Él proviene del menzey (= ‘principal, jefe o primero’). Paralelos [N·Z·Y] iñhy, aoristo (tahaggart); nzu, fnzy, enzi, aor. (cabilio); fnzy, aor. (tFwllammat). || Verbo. || Ser precoz, llegar, abordar, comenzar o hacer primero. [N·Z·(Y)] amenzu (u), pl. imenza, m.; tamenzut, pl. timenza, f. (cabilio); amenzuy, pl. imenzay (taEelhit); amfnzu, m. sing. (Siwa). || Adjetivo. || Lo que viene, lo que se produce primero (hombre, cosecha, fruto...); recién nacido; primicias. CATEGORÍA GRAMATICAL GRAFÍA EQUIVALENCIA PROCESOS FONÉTICOS Preposición hi, chi/e zi z > z > E > h, por palatización Prefijo m m Radical N·CH·i N·C·i N·S·Y/i N·{ ·u N·Z·Y z > z > E > h, por palatización Vocalismo e-a, e-e, e-u f-f 1784 [N·Z·(Y)] Menzu, Amenzu (cabilio). || Antropónimo masculino. || Primogénito. Guanhaben. Antropónimo masculino. || Consejero militar. || Gran Canaria. Registro documental Guanhaben (TORRIANI (1590) 1940: 108. MARÍN 1694: 47). Guanhabén = “Otro hubo gran luchador, Guanhabén, de el pueblo de Tunte” (GÓMEZ ESCUDERO (1682-86) 1993: 441-443). Guanhaben, Guanhaven = “Los Gayres deTelde se llamaban, Mananídra, Nenedan, Ventohey, Ventagay, Guanhaben, Autíndana” (ABREU 1676: 47). Guajaben, Guãjaben (MARÍN 1694: 79). Guanjaven (MARÍN 1694: 33; 138). Huaneben or Guanaben (GLAS 1764: 78). Guanhaven, Guayhaven (BERTHELOT 1842, I: 194). Guan haven (ÁLVAREZ RIXO (1868) 1880: 47v.). Guanchaven (BETHENCOURT (1880) 1991: 334). Lectura Las fuentes más antiguas coinciden en el enunciado básico de esta voz. Destaca la congruente aproximación que formulan del pronombre demostrativo wa, obtenido me-diante el fonema labiovelar /gi /. Solución masivamente adoptada por casi toda la transmi-sión textual. Sólo G. GLAS añade aquí una aspiración velar como variante. En otros casos, la documentación acude a la bilabial /b/ como antecedente de las vocales e o i en la varian-te pronominal we. El valor laringal del primer radical (H) presenta algunas diferencias gráficas (J o Ø) y una posible variante de pronunciación (CH), aunque el tardío testimonio de BETHENCOURT no avala la antigüedad de un cambio fonético (E - h) enteramente pertinente. 1785 Hipótesis [H·B] Wanhabben < wa n-habb.en (conjunto determinativo nominal: pronombre de-mostrativo + preposición n + participio activo). Traducción El luchador. Paralelos [H·B] habb, aoristo (zenaga). || Verbo. || Abrazar, abarcar. [H·B·T] hubbft, aoristo (tahaggart). || Verbo. || Agarrar y levantar rápidamente. Sigoñe. Nombre verbal. || Dignidad militar. || Tenerife. Registro documental Sigoñe = “Llega el Postrero, vn muy gallardo Iouen / Que entiernos años sus heroycas obras, / le an dado justo nombre de Sigoñe, / Que entre ellos significa el invencible” (VIANA 1604, canto III, p. 46). Sigoñe = “[...] que auiendo llegado à noticia del Rey, mouido de compassion, les mandò à vn Capitan Sigoñe con embaxada de paz [...]” (NÚÑEZ DE LA PEÑA 1676: 133). Cigoñe = “[...] volvio [el mensajero] diciendo que en nombre de su rey preguntaba Cigoñe Tinguaro que es el capitan [...]” (MARÍN 1694: 69). CATEGORÍA GRAMATICAL GRAFÍA EQUIVALENCIA PROCESOS FONÉTICOS Pronombre gua, hua wa gu=/gw/=[w]: velares sonoras hu=[hw] Preposición n, y n Radical H·B/H·V J·B/J·V Ø·B CH·V H·B·(T) h-E(E), por correspondencia regular, aunque la tardía datación del vocablo cuestiona el origen canario-amazige de este cambio fonético. Sufijo de participio -n -n Vocalismo a-e, a-é, e-e a-e 1786 Zigoñe = “Cada Rey tenia Seis Capitanes llamados Zigoñe [...]” (MARÍN 1694: 81v.). Sigoñe = “Sigoñe. Capitán” (VIERA 1772, I: 132). Sigone = “Sigone, le noble, le capitaine ou le conseiller” (BERTHELOT 1842, I: 194). Lectura La consonante inicial figura transcrita como s, c y z, conforme a la confusión de las sibilantes que describimos con anterioridad. Los tres autores canarios que transmiten el vocablo exhiben esta mezcla en sus textos. No obstante, si nuestra interpretación se ajusta a la verdad y esa sibilante inicial marca la derivación causativa del verbo, existe margen en la gramática amazige para considerar una variante sonora (z) de este índice por asimi-lación a distancia con el último radical (H) (PRASSE 1972: 56). En cuanto a la palatal nasal (predorsal) // parece un producto de la asimilación en con-tacto de las consonantes etimológicas n y z, ambas alveolares sonoras. Hipótesis [G·N·Z·H] Sigoñe, Zigoñe < si-gunzeh (imperfecto de causativo del verbo guñhat). Traducción Hace que tenga forma de arco. Paralelos [G·N·Z·H] guñhft, aoristo (tahaggart).27 || Verbo. || Tener forma de arco. [G·N·Z·H] tFgañhe, pl. tigañhiwîn, f. (tahaggart)28; taganzfy, f. sing. (twllfmmft); taganze, takfnzi, f. sing. (tFyrt); taganhi, f. sing. (Ghat). || Substantivo. || Arco. Fuentes ABREU GALINDO, Juan de CATEGORÍA GRAMATICAL GRAFÍA EQUIVALENCIA PROCESOS FONÉTICOS Prefijo verbal s, c, z s /si/, z /zi/ Radical G·Ñ G·N·Z·H n + z > ñ, por asimilación -h > Ø, sin contracción Vocalismo o-e u-e u > o, por asimilación a g 1787 Año base: 1632 (d. 1676) [< ca. 1535 - ca. 1602: 1632 ?] Historia de la Conquista de las Siete Yslas de Gran Canaria. Escrita Por el R. Pe. Fray Juan de Abreu Galíndo, del Orden de el Patríarca San Francísco, hijo de la Provínçía del Andaluçía Año de 1632. [Copia anónima en BMT, ms. 191]. (ACUERDOS) 1497-1525 Acuerdos del Cabildo de Tenerife. [Mss. en AMLL]. (DATAS) [XV-XVI] Libros primero al quinto de datas originales. Tenerife. [Mss. en AMLL]. GÓMEZ ESCUDERO, Pedro Año base: 1682-1686 1993 [< 1934] Libro segundo prosigue la conquista de Canaria. Sacado en limpio fielmente del manuscrito del licenciado Pedro Gómes Scudero, Capellán. En MORALES (1993: 383-468). MARÍN DE CUBAS, Tomás A. Año base: 1694 17?? [< 1694] Historia De las Siete Yslas de Canaria Origen Descubrimiento y con-quista Dividida en Tres Libros compuesta por D. Thomas Arias Marin y Cubas natural de Telde ciudad en la Ysla de Canaria. Año, de 1694. [BMT, ms. 192]. MORALES PADRÓN, Francisco (Ed.) 1993 [1978] Canarias: crónicas de su conquista. Transcripción, estudio y notas. Las Palmas, Cabildo Insular de Gran Canaria, 2ª ed. (Ínsulas de la Fortuna, 2). MORENO FUENTES, Francisca (Edª.) 1988 Las datas de Tenerife. (Libro V de datas originales). La Laguna, Instituto de Estudios Canarios (Fontes Rerum Canariarum, XXVIII). NÚÑEZ DE LA PEÑA, Juan Año base: 1676 1994 [< 1676] Conquista, y antigvedades de las islas de la Gran Canaria, y sv descripcion. Con muchas advertencias de sus Priuilegios, Conquistadores, Pobladores, y 1788 otras particularidades en la muy poderosa Isla de Thenerife. Dirigido a la milagrosa imagen de nuestra Señora de Candelaria. Compuesto por el licenciado don Ivan Nuñez de la Peña, natural de la dicha Isla de Thenerife en la Ciudad de la Laguna. Madrid, Impren-ta Real, 1676. Ed. facsímile al cuidado de Jonathan Allen. Prólogo de A. Bethencourt Massieu. Las Palmas de Gran Canaria, Universidad. SERRA RÀFOLS, Elías (Ed.) 1978 Las datas de Tenerife. (Libros I a IV de datas originales). La Laguna, Instituto de Estudios Canarios (Fontes Rerum Canariarum, XII). TORRIANI, Leonardo Año base: 1590 1940 Descrittione et historia del regno de l’isole Canarie gia dette le fortunate con il parere delle loro fortificationi. En Die Kanarischen Inseln und ihre urbewohner. Eine unbekannte Bilderhandschrift vom Jahre 1590. Im italienischen Urtext und in deutscher Übersetzung sowie mit völkerkundlichen, historisch-geographischen, sprachlichen und archäologischen Beiträgen herausgegeben von Dr. Dominik Josef Wölfel. Leipzig, K. F. Koehler verlag. [Ms. en BUC]. VIANA, Antonio de Año base: 1604 1996 [< 1604] Antigvedades Delas Íslas Áfortunadas Dela Gran Canaria, Conquista De tenerife, Yaparescimiento Dela Ymagen De Cãdelaria. En verso svelto yoctava rima. Porel Bachiller Antonio De Viana Natural De la Isla de Tenerife. En Seuilla por Bartolomè Gomes. Año 1604. Ed. facsímile. La Laguna, Ayto. de La Laguna, La Laguna, Cabildo Insular de Tenerife, Dirección General de Cultura del Gobierno de Canarias. 1789 BIBLIOGRAFÍA ÁLVAREZ DELGADO, Juan 1941 Puesto de Canarias en la investigación lingüística. La Laguna, Instituto de Estudios Canarios (Monografías, III, sección II, núm. 1). BERTHELOT, Sabin; BARKER-WEBB, Philip 1842 Histoire Naturelle des Iles Canaries. Tome premier. Première partie. Contenant l’Ethnographie et les Annales de la Conquête. París, Bèthune [3 tomos, 8 vols.]. BETHENCOURT ALFONSO, Juan 1994 [1911] Historia del Pueblo Guanche. Tomo II. Etnografía y organización socio-política. Edición anotada por M. A. Fariña González. 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CÁCERES LORENZO y DÍAZ PERALTA (1997), donde se examina el español de otra obra cardinal en la historiografía canaria: Del origen y milagros de la Santa Imagen de nuestra Señora de Candelaria, que aparecio en la Isla de Tenerife con la descripción de esta Isla, de la que es autor el dominico castellano fray Alonso de ESPINOSA (1594). 4 Por un error de impresión, se pagina este folio como ‘776’. 5 Uso de la letra ç o c para el fonema fricativo dentoalveolar sordo /s/, es decir, igualación de /s/ y /s/ en [P]. Para las diversas soluciones del çeçeo atlántico, ver CATALÁN (1957). 6 Por un error de impresión, se pagina este folio como ‘13’. 7 Uso de la grafía z para el fonema fricativo dentoalveolar sonoro /z/, es decir, igualación de /d/ y /z/ en [Q]. 8 Debido al ensordecimiento de las sibilantes, queda [P] como solución última. 9 Por un error de impresión, se pagina este folio como ‘146’. 10 Por un error de impresión, se pagina este folio como ‘146’. 11 Ver FRADEJAS (1997: 105). 12 Ver FRADEJAS (1997: 140). 13 Cf. FRADEJAS (1997: 106). 14 SERRA (1978: 186) transcribe: avchón. 15 SERRA (1978: 149) transcribe: avchón. 16 SERRA (1978: 133) transcribe: avchón. 17 SERRA (1978: 181-182) transcribe: auchón. 18 SERRA (1978: 184) transcribe: auchón. 19 El original presenta un signo sobre las letras na para indicar la elisión de algún sonido, presumiblemente la o que se vierte en otras menciones. Cf. SERRA (1978: 160), que transcribe: avchina. Desconocemos el criterio que sigue para esta elección vocálica, así como para acentuar, en los casos antes citados, la o que el original representa con el signo de la elisión (suponemos que de la n). 20 SERRA (1978: 149) transcribe: avchón. 21 SERRA (1978: 156) transcribe: avchón. 22 MORENO (1988: 33-34) transcribe: abchón. 23 MORENO (1988: 57-58) transcribe: auchón. 24 Para una información más detallada acerca de los cambios fonéticos amaziges, ver PRASSE (1972: 45-47). 25 En la traducción alemana, WÖLFEL consigna: Himenechia y Chimenechia. 26 En la traducción alemana, WÖLFEL traslada: Achimencey. 27 En realidad, el fonema /g/ presenta aquí una articulación que oscila entre el carácter velar oclusivo de g y el palatal africado de g (AFI = /d3/). Cf. PRASSE (1972: 17-18). 28 Ídem. 1792 Nota preliminar Símbolos /.../ = fonemas [...] = realizaciones fonéticas < = proviene de > = deviene + = seguido de ➔ = se realiza como Ø = cero fonético f = vocal auxiliar (central no redondeada cerrada) [I], [U] = semivocales [j] = semiconsonante palatal (= y) = grafía i larga [w] = semiconsonante velar ß = consonante bilabial fricativa sonora d3 = consonante prepalatal africada sonora (= dj = g) h = consonante faringal fricativa sorda (AFI = ∂) 3 = consonante palatal fricativa sonora z = consonante prepalatal fricativa sonora d = consonante predorso-dental africada sonora Y = consonante lateral palatal sonora m = consonante nasal palatal sonora { = consonante prepalatal fricativa sorda (= a) = grafía s larga t = consonante palatal africada sorda (= D) s = consonante predorso-dental africada sorda, ortografiado ç o ce, i. 0 = consonante interdental fricativa sorda X = consonante postvelar fricativa sorda Abreviaturas ACT Libro de Acuerdos del Cabildo de Tenerife AMLL Archivo Municipal de San Cristóbal de La Laguna BMT Biblioteca Municipal de Santa Cruz de Tenerife BUC Biblioteca de la Universidad de Coimbra MC Museo Canario (Las Palmas de Gran Canaria) |
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