LAS DOTES MATRIMONIALES EN CANARIAS
DURANTE EL SIGLO XVIII: APROXIMACIÓN
A SU ESTUDIO
ADOLFO ARBELO GARCÍA
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
1. INTRODUCCIÓN
Los estudios sobre las dotes matrimoniales, si bien ha sido una
temática ampliamente desarrollada en la historiagrafía contemporánea
a escala internacional e incluso nacional!.
Sin embargo, en la historiografía local canaria más reciente únicamente
se han estudiado de forma marginaF, sin realizarse hasta la
fecha un estudio exhaustivo, que nos permita conocer su importancia
y significado socio-económico, a lo largo del Antiguo Régimen
canario. Este artículo, pretende ser una primera aproximación a un
estudio mucho más amplio que estamos elaborando.
Los protocolos notariales, constituyen prácticamente la fuente
exclusiva a través de la cual, mediante el análisis de las escrituras de
dote pretendemos sustentar este estudio. Aunque en líneas generales;
podemos señalar en primer lugar, que los documentos dotales no
son excesivamente abundantes, y por ello hemos tenido que recurrir
a una documentación alternativa, como es el caso de los testamentos,
inventarios y particiones, donde de forma general se nos hace
alusión a las aportaciones 'masculinas y femeninas al matrimonio.
Por otro lado, la gran dificultad que presenta el estudio de las dotes
matrimoniales, es que no aparece reflejada en la documentación
todo el espectro social del setecientos canario; sino aquellos grupos
sociales más poderosos del archipiélago, es decir, aquellas clases
sociales que se juegan con el enlace matrimonial un patrimonio económico
y un prestigio social, lo suficientemente importante como
para asegurarlo ante escribano público, de cara a posibles dificultades
que puedan surgir en el futuro y redundar en perjuicio de la familia,
que se esfuerza en dotar convenientemente a sus descendientes;
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bajo esta perspectiva, se encuentra no obstante un amplio abanico
de grupos sociales, que parten desde los pequeños y medianos propietarios,
pasando por las burguesías agraria y comercial y que llega
hasta la aristocracia local. Por el contrario, las clases más desfavorecidas
del archipiélago, y la más numerosas compuestas por jornaleros,
medianeros, artesanos, etc., los cuales apenas poseían los
medios suficientes para su subsistencia, y únicamente aportarían al
matrimonio su fuerza de trabajo y algún que otro apero de labranza,
de escaso valor económico. De tal manera, que la documentación
notarial, nos refleja las aportaciones económicas de los grupos
sociales más favorecidos, dentro de un amplio abanico social, que va
desde la aristocracia local, hasta un campesinado ligeramente acomodado
de pequeños y medianos propietarios. Es por lo tanto, en
torno a estos sectores sociales, donde vamos a encuadrar nuestro
estudio; estableciendo por un lado algunas hipótesis aún sin una respuesta
definitiva dado el nivel de nuestros conocimientos, y por otro
lado señalando las conclusiones definitivas a las que hemos llegado.
Se trata por lo tanto de un aspecto de la Historia del archipiélago
canario, susceptible de una mayor ampliación y profundización,
fijándose en esta comunicación únicamente unas primeras líneas de
investigación, las cuales desarrollaremos a continuación en distintos
apartados.
2. DOTES MATRIMONIALES Y ÉLITE SOCIAL CANARIA
Las dotes matrimoniales están relacionadas con el complejo
mundo de la familia en la sociedad canaria del Antiguo Régimen,
constituyendo este acontecimiento un aspecto clave en la vida familiar,
desde un punto de vista material y también desde una óptica de
prestigio social. Pues en definitiva, la dote significa fundamentalmente
la unión de dos patrimonios. De ahí que exista una preocupación
en las familias de los cónyuges, por que las dotes se hagan en un
clima de igualdad social y económica; fenómeno que queda sancionado
por la ley hacia la segunda mitad del siglo XVIII (Real Pragmática
Sanción de 1776), no obstante a lo largo de todo el siglo XVIII,
observamos que lo característico es la existencia de una fuerte endogamia
social. En efecto, este aspecto se ve con nitidez desde los
niveles más bajos de esta élite social canaria, donde padres y otros
parientes, procuran mejorar a sus hijas o familiares a la hora de la
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herencia, para que no se pierda el status socio-económico del clan.
Este es el caso, de un campesino acomodado de la isla de Tenerife,
el cual a mediados del XVIII señala en su testamento refiriéndose a
su hija:
«Como que de la hembra siempre para ponerse en estado,
desean los pretendientes que tengan buena dote. En esta virtud
y del amor que le tengo y deseo de que se case con su sangre le
señalo el tercio y remanente del quinto de mis bienes. Y si de su
casamiento no tomare consejo de su madre y mi mujer, y se
quisiera casar con persona desigual a su nacimiento, crianza y
reputación, en este caso se habrá de partir dicha mejoria entre
ambos mis hijos.»3
Por lo tanto, una primera característica a destacar en las dotes
canarias, es que desde un punto de vi~ta socio-económico reflejan
una fuerte igualdad, predominando una endogamia social e incluso
familiar, particularmente entre los grupos sociales más poderosos
del archipiélago. No obstante, dentro del núcleo de la élite social
canaria, no hay una homogeneidad económica, ni por supuesto
social, como queda perfectamente reflejado en el Cuadro n.O 1,
donde podemos observar un claro escalonamiento, en cuanto al
valor económico de las dotes expresadas en reales de vellón, y
donde aparecen las diferencias de estos sectores sociales. Y aunque
en dicho cuadro únicamente se ponen de manifiesto, la situación de
las élites sociales de la isla de Tenerife, creemos que el modelo se
puede hacer extensivo al resto del archipiélago (no obstante cuando
finalicemos de manera definitiva éste estudio, podremos desmentir o
afirmar con mayor oportunidad dicha hipótesis). Lo que se aprecia
en el cuadro anteriormente citado es el carácter eminentemente
jerárquico de la sociedad canaria del XVIII, bajo unos parámetros
netamente socio-económico. A través de un indicador importante
como son las escrituras de dote. En efecto, analizando con mayor
detalle el cuadro n.O 1, podemos destacar que el número más elevado
de las dotes (concretamente el 63%), está conformado por los
contratos dotales pertenecientes fundamentalmente a las capas o
estratos medios del campesinado; es decir, se trata de pequeños o
medianos propietarios de tierras, arrendatarios, diezmeros, etc. Por
encima de este grupo le sigue en importancia numérica (12%), los
miembros de la burguesía agraria y comercial, ascendiendo el valor
del patrimonio dotal hasta los 100.000 reales de vellón aproximada-
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mente; por encima de esta cantidad se sitúan las clases más poderosas
del archipiélago, en particular la nobleza del archipiélago, los
regidores perpetuos de los Cabildos y los altos cargos administrativos
y militares, y a veces, la burguesía más poderosa
económicamente.
CUADRO 1
Algunos ejemplos del valor de las dotes matrimoniales,
en la Isla de Tenerife (1700-1800)
Valor en Rls. vn. % Monto en Rls. vn. %
750- 63 153.903 17
20.000
20.000- 12 156.080 18
50.000
50.000- 6 163.200 19
100.000
100.000- 6 369.000 42
200.000
200.000 3 210.000 24
Fuente: Protocolos notariales. Elaboración propia.
Teniendo en cuenta que a través de las dotes matrimoniales, las
familias de los contrayentes pretenden reflejar su poder económico y
su prestigio social, las cartas de dote no sólo nos sirven de observatorio
para ver la diferenciación social y colocar en su justo lugar estos
sectores sociales privilegiados; sino que también nos permite conocer
el poder económico y el valor de las fortunas de las clases sociales
más favorecidas del archipiélago. Por lo tanto, otra característica
a destacar sobre la importancia de las dotes, es que nos permite
acercamos a conocer aunque sea parcialmente, las fortunas de las
gentes más poderosas del archipiélago, y con la ayuda de otra documentación,
particularmente particiones e inventarios, obtener una
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visión lo más certera posible del patrimonio de las familias más
poderosas del archipiélago.
3. COMPOSICIÓN y CARACTERÍSTICAS
DE LAS DOTES CANARIAS
En cuanto, a los bienes que constan como parte de las dotes
matrimoniales, tenemos que señalar que estos son de diversa índole
(véase Cuadro n.O 2), a pesar de que aparecen con asiduidad una
serie de bienes tanto raíces como muebles; particularmente destacan
los elementos que componen el ajuar femenino, los cuales son frecuentes
prácticamente en la mayoría de las escrituras dotales, y que
son generalmente muebles y otros objetos de uso doméstico. De tal
modo que en las familias campesinas menos pudientes, la dote aparece
inflada en la mayoría de las ocasiones, tanto de muebles, como
de ropas, vajillas, etc., los cuales aparecen descritos de forma minuciosa,
confeccionados estos útiles con materias primas propias del
archipiélago; mientras que por el contrario entre la nobleza y la burguesía
local, predominan las manufacturas y los muebles de importación,
que constituyen un signo evidente y una demostración
palpable de su poder económico y un signo de distinción social. En
este sentido, también es 'digno de destacar en ese afán por aparentar
propio de la sociedad del Antiguo Régimen, y del cual no está
exenta la sociedad canaria del setecientos. El importante papel que
tienen las joyas y la denominada «plata labrada», objetos utilizados
para adornar las casas y también para lucir en fiestas y reuniones
sociales, donde se hace una clara ostentación de esta riqueza. Oro y
plata, esmeraldas y diamantes, rubíes y piedras preciosas, son los
metales y las piedras preciosas de la que hacen gala la burguesía y
indudablemente toda la nobleza canaria. Un ejemplo de ello, lo
podemos detectar a través de las capitulaciones dotales de D.a Magdalena
Luisa de Llrena y Viña, hija del Conde de La Gomera y Marqués
de deje y por otra parte una de las mayores fortunas del
archipiélago canario, en cuyas capitulaciones dotales se le
señalan:
«seiscientas onzas de plata labrada, dos mil pesos en joyas de
oro y plata, y otras alhajas y piezas guarnecidas de diamantes,
esmeraldas y rubíes»4.
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CUADRO 2
Composición de las dotes en Canarias (1700-1800)
Ajuar
Plata y joyas
Ganado
Cereales
Vinos
Dinero
Tierras
Casas
Esclavos
Oficios públicos
Tributos
47%
31%
15%
17%
12%
55%
40%
38%
7%
8%
12%
Fuente: Protocolos notariales. Elaboración propia.
Sin embargo, las joyas no sólo tenían una función de boato, sino
que también en alguna ocasión de apuros económicos, éstas podían
ser utilizadas para obtener cierta cantidad de dinero o alimentos, en
calidad de fianza. También otro aspecto, que nos habla del boato
que se practica entre los estratos más elevados de la sociedad canaria
del XVIII, y que aparecen reflejados en los contratos dotales, aunque
en muy escasa proporción (véase cuadro n.O 2), lo constituye los
esclavos, utilizados fundamentalmente como criados domésticos, y
que constituía otro factor del lujo y del «status» social, de las clases
más poderosas del archipiélago.
Conjuntamente con el ajuar, las joyas y los esclavos, cuyas
características hemos descrito anteriormente, otros bienes tanto raíces
como muebles, conforman la composición de las dotes canarias.
En efecto, teniendo en cuenta que la sociedad canaria del Antiguo
Régimen, es una sociedad eminentemente agraria, éste carácter
rural también se pone de manifiesto en la documentación dotal; de
este modo en un elevado porcentaje de cartas dotales del archipiélago
se hace alusión a esta características (véase cuadro n.O 2), ocupando
un lugar preferente en las escrituras de dote, la donación de
tierras. Propiedades cuya extensión y calidad evidentemente están
relacionadas con el peso socio-económico del grupo social que
otroga dichas propiedades. No obstante aquí también podemos esta-
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blecer otro tipo de diferenciación, desde el punto de vista del sistema
de propiedad de la tierra; en efecto, entre los pequeños y medianos
propietarios e incluso entre la burguesía agraria insular, las tierras
de cultivo que se entregan bajo la vía dotal, suelen ser tierras libres,
no sujetas a ningún tipo de vinculación, mientras que en la nobleza
local se suelen recibir en dote, las rentas de los vínculos familiares y
también los propios mayorazgos. Igualmente esta aristocracia del
archipiélago, a diferencia de otros grupos sociales percibe censos y
tributos impuestos sobre distintas propiedades. Otro aspecto íntimamente
relacionado con el mundo agrario, lo constituyen, la entrega
de ganado, fundamentalmente caprino u ovino y en algunos casos
vacuno, que es una lógica consecuencia de una sociedad que compagina
en muchos lugares del archipiélago la agricultura y la ganadería.
Igualmente sobresale la aparición entre los bienes dotales, de
alimentos como cereales y otros artículos de exportación y de consumo
interior como es el caso del vino. Ambos productos serán utilizados
por el futuro matrimonio como una estimable ayuda, para el
inicio del nuevo núcleo familiar; cumpliendo la misión en el caso de
los cereales de bien ser utilizados como alimento, o servir como
semilla para cultivar las tierras propias, o igualmente también cabe
la posibilidad de ser objeto de venta, sobre todo en determinadas
coyunturas críticas, donde los cereales principalmente solían alcanzar
unos precios elevados, a raíz de su enorme demanda y particularmente
en las islas centrales.
Por otro lado, señalar que otro patrimonio que está presente en
la masa de bienes dotales, son las casas, generalmente las casashabitación,
donde irían a residir los cónyuges, lo cual para ser la
característica general en el ámbito canario. Produciéndose por tanto
una desvinculación e independencia total del hogar paterno, aunque
en algunos casos, cuando no percibe la dote en el momento del
matrimonio, los nuevos esposos residen en el hogar paterno. Como
acredita el escribano público de la Villa de La Orotava, D. Cristóbal
Alvarez de Ledesma, el cual expresaba en su testamento:
«Cuando se casó D.a Catalina mi hija, con D. Domingo Regalado
v.o del Realejo, no le dí cosa alguna, los que han estado en
mi compañía desde que se casaron.»5
Por último en cuanto a la composición de las dotes canarias,
vamos a comentar otros bienes que son los que definitivamente com-
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pletan el patrimonio dotal. Nos referimos en concreto, a las partidas
de dinero en efectivo ya los oficios públicos. Por lo que afecta al primer
apartado, según podemos observar en el cuadro n.O 2, constituye
el porcentaje más importante de las dotes y ello se debe a
nuestro entender, a que parte de este dinero se dedicaba a la adquisición
del ajuar, o bien que en numerosos contratos, sobre todo en
aquellos cuya referencia, hemos obtenido a través de fuentes secundarias
(testamentos principalmente), se expresa únicamente en
numerario las aportaciones al matrimonio. En cuanto, a los oficios
públicos, éstos son escribanías públicas o bien regidurías perpetuas;
que la burguesía o la aristocracia, trasladan a sus descendientes por
vía dotal, pero, sin embargo tenemos que hacer una clara diferenciación
entre ambos grupos sociales, sobre todo en el caso de las escribanías;
de tal modo que miéntras para la burguesía significa un
aporte económico fundamental, pues el oficio de escribano es susceptible
de ofrecer una remuneración importante, y será el eje de su
vida económica6 • Sin embargo, para la aristocracia la propiedad de
una escribanía constituye una renta más que engrosa su patrimonio,
y que generalmente se arrienda a otro individuo que desarrolla la
profesión mediante el pago de una renta.
Por lo que se refiere a la tipología documental sobre los contratos
dotales propiamente dichos, nos encontramos en el archipiélago,
con dos modelos claramente diferenciados; por un lado los más
comunes y abundantes que son las denominadas «cartas dotales» y
por otro lado las «capitulaciones dotales», propias de la aristocracia
más poderosa y que según algunos autores? se acercan al modelo
francés de contrato matrimonial. Estas capitulaciones dotales consisten
en un acuerdo entre los padres de los contrayentes, donde se
incluyen las aportaciones de cada uno de los miembros del nuevo
matrimonio; donde generalmente aparecen bienes vinculados y
donde también es común la existencia de una cláusula que garantiza
en caso de viudedad una pensión a la esposa, para que según reza la
documentación «esta pueda mantenerse con lustro y decencia»?
Este último aspecto constituye una diferencia con el resto de las cartas
dotales y por tanto un rasgo distintivo de la aristocracia isleña
con el resto de las clases sociales. Estas pensiones de viudedad estipuladas
en las capitulaciones, tienen como objetivo mantener el
poder económico y social de las esposas en caso de fallecimiento del
marido.
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Hasta aquí, hemos desarrollado las características de las dotes
canarias, fundamentalmente desde el punto de vista de las aportaciones
femeninas; en tal sentido debemos precisar, que en el archipiélago
canario, se observan diferencias en cuanto al régimen dotal,
con otras regiones españolas, como es el caso del modelo gallego.
Donde el hombre, lleva al matrimonio bienes raíces y la mujer se
limita a la aportación del ajuar. En Canarias, por el contrario ambos
cónyuges aportan bienes raíces al matrimonio, e incluso en varias
ocasiones el esposo dona elementos del ajuar a su futura esposa
Goyas sobre todo).
Por lo que respecta, a las aportaciones masculinas al matrimonio,
estas aparecen en el siglo XVIII reguladas por la Ley9, de tal
modo que las «arras propter nuptias», no debían sobrepasar la
décima parte de sus bienes (véase cuadro n.O 3); dichas arras eran
entregadas por el novio por «la honra, virginidad y limpieza de sangre
de la contrayente». En líneas generales, podemos afirmar que los
bienes tanto masculinos como femeninos llevados al matrimonio,
ponen de manifiesto la igualdad desde el punto de vista económico y
social, estableciéndose también una fuerte endogamia social y profesional;
únicamente hacia la segunda mitad del XVIII, parece observarse
una cierta movilidad social, aunque dentro de una élite social;
no obstante estos aspectos necesitan aún de más estudios que nos
permitan calibrar con exactitud su importancia, extendiendo dicho
análisis a las etapas de tránsito del Antiguo al Nuevo Régimen.
CUADRO 3
Aportaciones masculinas al matrimonio y su relación
con las 'dotes femeninas, en la Isla de Tenerife (1700-1800)
Marido Esposa Dote Arras Año
D. Fdo. del Hoyo Solórzano
D. Tomás Diaz Maroto
D. Pedro Ceballos Cabrejas
en rvn.
D.a Beatriz Rodríguez de Mesa 34.000 42.000 1764
(10%)
D.- M.a de Castro Salvatierra 189.334 20.000 1700
(10%)
D.- Bernarda Romero 16.500 10.0001711
más bie- (10%)
nes vincu-lados
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D. Tomás de Castro Perera D." Elvira de acampo 34.000 42.0001725
(10%)
Lucas Domínguez Sebastiana Rodríguez 2.050 240 1728
(10%)
Manuel Melián Juana Alvarez Afonso 1.00 525 1732
(10%)
D. Joseph. Fdz. Bello y Perera D." M." Frca. Pestana Vinatea 15.000 3.200 1733
(10%)
Diego Hdz. Villavicencio Juana Francisco 1.800 2.100 1733
(10%)
D. Joseph Nicolás Valcárcel D." Magdalena Luisa de Uarena 210.000 32.0001736
Y Franchy y Viña más
40.000
pesos
en caso
de viu-dedad
D. Antonio Hdz. Mortuño D." Juana Bandama Lessana 8.130 1.600 1743
(10%)
D. Simón Lercaro D." M." Candelaria de Arauz 36.192 10.500 1745
y Lordelo (10%)
Juan M. Alvarez Juana Albertos 300 rea- 400 1745
les más (10%)
algunas
tierras
D. I1defonso Antonio de Nava D." M." del Rosario Pérez 63.000 10.500 1787
Grimón de Barradasy Fernández más
de Henestrosa 30.000
reales
anuales
en caso
de viu-dedad
Fuente: Protocolos notariales. Elaboración propia.
Una vez celebrado el matrimonio, el marido será el encargado
de administrar los bienes recibidos por dote, así como los entregados
como arras propter nuptias; comprometiéndose a devolver la dote
íntegra si se produce la ruptura del matrimonio. A cambio de la gestión
económica del matrimonio el marido se compromete a atender y
cubrir las necesidades de la esposa.
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El momento de celebración de la dote, constituye un paso clave
para las familias que componen la sociedad canaria del Antiguo
Régimen, hay una persistente preocupación por casar a las hijas con
individuos de buena posición; y con este objetivo, se tienden a utilizar
diversas estrategias, así en ocasiones se recurre a la mejora por
vía testamentaria o bien se pone en funcionamiento la solidaridad
familiar, tíos, primos, etc., aportan parte de su patrimonio, para que
sus familiares vayan convenientemente dotados; puesto que en este
acto se pone en juego el prestigio social de todo el clan. Este fenómeno
es extensible a la aristocracia insular, como al propio campesinado
acomodadolO • Esta preocupáción por el prestigio familiar,
dio lugar dio lugar a diversas fundaciones de Patronatos de carácter
Pío, para dotar a huérfanas, dichas fundaciones son establecidas
tanto por la aristocracia como por la burguesíall .
4. Los CONFLICTOS EN TORNO A LAS DOTES
La documentación que disponemos con respecto, a los conflictos
sobre los contratos dotales, es por el momento muy escasa; en
líneas generales la conflictividad de este tipo, está enmarcada en un
contexto mucho más amplio y derivan de las rupturas que se producen
en el núcleo familiar; es decir, el proceso de separación matrimonial.
En efecto, en algunos casos a raíz de la ruptura del
matrimonio se producen acuerdos, para que los bienes dotales y los
heredados sean devueltos a la propietaria originaria, es decir, la
esposa. Como por ejemplo se produjo con la ruptura matrimonial de
D.a Rita López y D. Francisco de Paula Nepomuceno, vecinos de la
Villa de La Orotava, los cuales llegaron al acuerdo siguiente:
«Cada cónyuge ha de quedar en plena potestad, administración
y dominio de sus respectivos bienes, y sin pedir en ningún caso
el uno al otro alimentos, por tener cada uno lo suficiente para
mantenerse con la decencia correspondiente a su clase, y en
caso de caer de fortuna, será por culpa de aquel que incurriere
en la indigencia.» 12
Sin embargo, no siempre se llega a un acuerdo, y es precisamente
la mujer la que tiene que recurrir a los tribunales, para que le
sea devuelta la administración y propiedad de sus bienes. Pero no
sólo la devolución de los bienes dotales es problemática tras la sepa-
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ración matrimonial, sino que también en reiteradas ocasiones, el
marido no llega a percibir de forma efectiva todo el patrimonio que
se le ha prometido como dote. De ahí que D. Lorenzo García Orta,
manifestara en su testamento:
«Cuando me casé, me ofrecieron mis suegros una dote considerable,
pero solo me dieron y yo percibí diez pipas de
mosto.»l3
Son pues, estos dos tipos de conflictos, los que caracterizan las
tensiones de las familias del Antiguo Régimen, sufren en tomo a los
bienes dotales, desacuerdos en la devolución de los bienes dotales, y
problemas a la hora de recibir la dote íntegra; en este segundo
aspecto puede influir el hecho de que en determinados contratos se
dilate por un tiempo determinado la entrega del importe total de la
dote, pero las coyunturas económicas críticas y tan comunes en el
XVIII canario, impiden en ocasiones que dicho contrato dotal, se
haga efectivo.
5. CONCLUSIONES
En esta primera aproximación a la importancia de las dotes
matrimoniales en Canarias durante el siglo XVIII, hemos extraído las
siguientes conclusiones:
1. Las dotes, constituyen un índice importante para conocer la
riqueza y el poder social de los grupos privilegiados de la sociedad
canaria del XVIII.
2. El estudio de las dotes matrimoniales, pone de manifiesto,
las solidaridad familiar; con el fin de que los miembros de las familias,
próximos a contraer matrimonio, casen con personas de igual
condición y «status» social, sin perjudicar el pretigio del clan.
3. Las dotes matrimoniales y las aportaciones masculinas al
matrimonio (arras propter nuptias), ponen de manifiesto un rasgo
distintivo de la sociedad canaria del XVIII: endogamia social e
incluso profesional.
4. Las rupturas matrimoniales, dan pie a numerosos conflictos,
donde entran en juego fundamentalmente la devolución y administración
de los bienes dotales.
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Las dotes matrimoniales en Canarias durante el siglo XVIJI... 107
5. En el campo de la tipología documental, hay que destacar
sobre todo, dos tipos de fuentes documentales: las capitulaciones
dotales y las cartas de dote, las primeras propias de la aristocracia
insular y las segundas del resto de los grupos sociales.
NOTAS
1. FAYARD, J.: «Los miembros del Consejo de Castilla (1621-1746).»
Madrid, 1982.
FLANDRIN, J.: «Orígenes de la familia moderna.» Barcelona, 1979.
LAFON, J.: «Régimes matrimoniaux et mutations sociales. Les époux Bordelais
(1450-1550)>>, París, 1972.
LEBRUN, F.: «La vie conjugale sans L'Ancien Régimen.» París,
1975.
NICOLAS, J.: «La Savoie au 18 siécle. Noblesse et bourgeoisse.»
París, 1978.
V.V.AA: «La familia en España (ss XVI-XVIII).» Rev. de H.a 16, n.O 57,
enero de 1981.
V.V.AA: «La familia en la España. Mediterránea (ss. XV-XIX).» Barcelona,
1987.
RODRÍGUEZ SÁNCHEZ, A: «Las cartas de dote en Extremadura.» En
la documentación notarial y la H.a, pp. 83-100. Santiago, 1984.
BURGO LÓPEZ, M.a C.: «Niveles sociales y relaciones matrimoniales en
Santiago y su comarca, a través de las escrituras de dote (1640-1750).» Op.
cit.
2. ARBELO GARCÍA, ADOLFO: «La burguesía agraria del Valle de La
Orotava (1750-1823).» La Orotava, 1984.
IGLESIAS HDEZ., M.a Luisa: «Extranjeros en G. Canaria. Primer Tercio
del XVIII.» 1985.
HERNÁNDEZ GONZÁLEZ, Manuel: «La Familia Canaria en el Anti-guo
Régimen.» S/C. Tfe., 1986.
3. AH.P.T. Legajo 2.915.
4. A.H.P.T. Legajo: 1.408. Folios, 194 reto a 201 reto.
5. AH.P.T. Legajo: 2.900. Folios: 151 reto. al 157 reto.
6. ARBELO GARCÍA, Adolfo. Op. cit.
7. AH.P.T. Legajo: 1.408.
8. AH.P.T. Ibídem doc. cit.
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9. La ley 50 de Toro, inserta en la Nueva y luego en la Novísima Recopilación,
recogía una vieja costumbre, según la cual el dinero aportado por el marido, en forma
de «arras propter nuptias», no debía sobrepasar la décima- parte de sus bienes.
(Nov. Recop. libro X, título I1I, Ley 1)
10. En efecto, un claro ejemplo de ello son, las mejores dotales, que hace D.
Cristóbal Salazar y Frías, Conde del Valle Salazar, a su hijo segundo D. Ventura
Jerónimo Salazar y Frías. O también el caso de D. Francisco Benítez de Lugo, que
hace mejora dotal a su sobrino D. Bartolomé Benítez de Lugo. Por lo que se refiere al
campesinado acomodado, podemos señalar el caso de la dote de Juana Alvarez
Afonso, que es ayudada en su dote por sus primos hermanos; los Presbíteros D.
Julián Afonso Betancurt, D. Juan Afonso Betancurt, y su tío el Dr. y Beneficiado de
la Parroquia de La Concepción de La Laguna, D. Tomás Hdz. Betancurt.
AH.P.T. Legajos: 1.407, 1.681 y 3.269.
11. Entre las fundaciones Pías, para la ayuda de la dote de huérfanas, podemos
señalar los patronatos fundados por: D." Isabel SuáÍ"ez Jordán, el maestre de Campo
D. Juan de Betancurt, y también el Patronato fundado por el Adelantado Alonso
Fdez. de Lugo, y en el siglo XVIII, administrado por sus descendientes.
12. AH.P.T. Legajo: 3.098.
13. AH.P.T. Legajo: 3.639.
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009