RELACIONES CONSULARES DE LAS CIUDADES
HANSEÁTICAS CON LAS CANARIAS
HERMANNK ELLENBENZ
En la fase de la Independencia de América Latina las islas
atlánticas tuvieron un interesante papel de escala para los maestres
de buques nórdicos, así las Islas del Cabo Verde, las Canarias,
Madeira y las Azores, pero todavía no sabemos mucho sobre los
detalles. Probablemente la escala más importante era la Isla de
Mayo por su abundancia de sal, mercancía que podía completar el
lastre necesario de los buques en la navegación a los puertos suda-miricanos.
Otros hicieron escala en Madeira o en la Terceira para
tomar agua fresca o vino.
Las Canarias ya a fines del siglo xllIII atrayeron maestres del
Norte europeo porque se podían vender maderas para la construc-ción
de navíos, además ofrecían un mercado para algunos productos
típicos del norte europeo com brea, alquitrán y jarcias, y finalmente
para toda suerte de manufacturas como artículos de hierro y otros
metales, papel, botellas, cristales, colores, etc.; ciertamente un mer-cado
bastante limitado. Para el cargamento de vuelta se ofrecían
vino y otros fi-utos del país o productos americanos que se habían
bajado en «entrepht», abstracción hecha de los metales preciosos
que se transportaban abiertamente o en contrabando.
Cm !u cendidación pditica en EUropa y en !os Estados inde-pendientes
en América y con la expansión del comercio transatlán-
734 Hermann Kellenbenz
tico de las Ciudades Hanseáticas las relaciones con las Canarias
recibieron nuevos impulsos, lo que se manifestó en el estableci-miento
de consulados. Los hamburgueses tomaron la iniciativa, y en
1823 el Senado de la ciudad nombró a Anton Berüff su cónsul en
Santa Cruz de Tenerifel.
Berüff nació en Mannheim en Alemania. Cómo vino a Santa
Cruz no se sabe, posiblemente a través de un puerto de los Países
Bajos. Ya desde 18 16 funcionaba como vice-cónsul neerlandes y
desde 18 19, después de la muerte del cónsul Pieter Beetz se tomó su
sucesor. El exequatur como cónsul hamburgués se tardó y el Senado
le exhortó a comunicar su reconocimiento. Pero eso falta en las
actas del Archivo de Hamburgo. Sin embargo el 20 de septiembre
de 1827 Berüff escribió a Harnburgo concerniente una contribución
para un cementerio de los protestantes. En el año 1836 Berüff repi-tió
su pedido y el 20 de octubre del año siguiente el Senado decidió
contribuir al cementerio con 10 %. Pero el deseo de Berüff de perci-bir
6 dólares por cada 100 toneladas, no fue aceptado.
Sobre las actividades de Berüff como cónsul hamburgués sabe-mos
poco. Un caso del año 184 1 es interesante porque indica cómo
los buques del norte europeo utilizaron las Canarias como escala en
la carrera del Caribe. El 21 de diciembre de 1840 llegó el bergantín
español Dacila, capitán Ciguren, al puerto de Orotava. Vino de
Hamburgo después de un viaje de 11 días. Pero no anclaba, antes
bien descargó las mercancias destinadas a la isla quedando bajo
velas. El bergantín quedaba fuera del puerto. La causa era un prés-tamo
a la gruesa. El capitán había prestado $17.899 112 por el mer-cader
Stobbe. Contra eso el propietario del bergantín señor J.J.
Nepomucena en Puerto Orotava habia protestado con el pretexto de
que la suma fuese tomada para reparar del bergantín. En realidad el
año antes el propietario había declarado su insolvencia. La póliza de
préstamo a la gruesa fue endosada al cónsul bremense y vicecónsul
hamburgués en Orotava, Aparicio Ventoso, y éste se dirigió a Berüff
solicitándole su ayuda en el asunto. Berüff sabía que algo mas de
cien ((colli)) de lienzos se hallaban a bordo uei bergantín y toaos eran
propiedad de mercaderes de Hamburgo con destino a La Habana.
Al contrario, el cónsul habia averiguado que la mercancía no iba
destinada a Cuba sino a La Guaira en Venezuela. Por eso el cónsul
se dirigió al gobierno español para obligar al capitán a seguir su obli-gación,
es decir continuar su viaje en dirección a La Habana. El
cónsul esperaba hacer su influencia tan válida que el capitán conti-
Relaciones consulares de las ciudades hanseáticas ... 735
nuaría su viaje en el mes de marzo siguiente. El asunto ocupaba tam-bién
al cónsul bremense Ventoso2.
Sobre otro asunto se correspondía desde los años de 1843144
hasta 185 1. De varias partes llegaron quejas sobre el comporta-miento
del cónsul Berüff. Las informaciones hechas a la Bolsa de
Hamburgo sobre el caso no dieron el resultado deseado. Por esta
causa los Diputados del Comercio se dirigieron a Londres, pero
desde allí tampoco recibieron noticias bastantes para tomar las
medidas necesarias contra Berüff. En este contexto Justus Ruperti,
miembro notable del comercio de Hamburgo, sz dirigió a la empresa
bien conocida de Friedrich Huth. Este escribió el 12 de marzo de
1844 desde Londres sobre Berüff, destacando que el cónsul tenia
una muy mala reputación y no era digno del puesto de cónsul ham-burgués.
Una de las fuentes decía:
«In answer to Your favour of 6" ult(im)o, wherein You
desire me to inform You about the character and standing of
Mr. Berüff of this place, 1 must say, in honour to truth, that he
is a person not to be trusted, a circumstance which is generally
adrnitted here, and 1 consider him in al1 respects an abjectiona-ble
man, both as a consul and as a merchant.))
Citamos el pasaje para mostrar cuán rigurosas eran las condi-ciones
para el círculo de hombres elegibles para el puesto de cónsul.
En el caso de dudas una red de contactos se movilizaba para llegar a
informaciones suficientes.
Concerniente a un sucesor del cónsul Berüff, Huth entró en
contacto con la casa Rickarts Little & Co que tenía una sucursal en
Tenerife. Un señor Dixon tenía la procura de la sucursal y él seria
inclinado a aceptar el cargo. Pero hubo un obstáculo. No tenía la
cualidad de estar asociado a la casa, por eso no entraba en conside-ración.
Además Huth tenía la intención de dirigirse a Rafael Gua-damina
en Ivladrid, persona de inhencia en el Gobieiiio.
El 22 de marzo los Diputados del Comercio sugirieron la posi-bilidad
de exhortar a Berüff a solicitar su renuncia. Pero de tal modo
no se procedió. Hubo un obstáculo importante. Beniff era, como ya
he mencionado, también cónsul de los Países Bajos, y justamente en
aquel periodo recibió una condecoración del Rey de los Países
Bajos. Ademas BerüR se refirio a sus meritos en ei asunto de ios bie-nes
relictos de un harnburgués, Cesar Wachter, que murió en Cana-
736 Hermann Kellenbenz
rias en 1846. Finalmente subrayo sus méritos en el asunto de un
buque de Blankenese Ora, capitán Ockelmann, que había naufra-gado.
El capitán, así Berüff, expresó su gratitud públicamente en la
«Borsenhalle» de Hamburgo.
Apoyándose en tales contestaciones, Berüff encontró la asisten-cia
del Gobierno español que contestó al Senado de Hamburgo su
inclinación de dar el exequatur a Berüff si la ciudad confirmaba su
confianza en la persona de Berüff.
Después los Diputados del Comercio se informaron sobre la veraci-dad
de tales contestaciones. En el caso de Ockelmann éste, después
del naufragio de su buque en enero de 1849, había declarado su
reconocimiento en un anuncio de la «Borsenhalle», portavoz de los
círculos del comercio de Hamburgo, y Ockelmann repitió tal reco-nocimiento
de viva voz. Por otro lado los parientes del señor Wach-ter
dijeron que el comportamiento de Berüff en ninguna manera
correspondía a la posición de un cónsul de Hamburgo. En vista de
tal contraste los Diputados se informaron en una casa comercial de
Tenerife y recibieron la respuesta siguiente:
«I regret much to inform you that the person you ask for is
still in function as Consul of Harnburg. He depends on his
salary as Consul of the Netherlands and translation of docu-ments
etc. Having failed some years since his credit is not the
best surely, 1 advise you not to any sort of advances with him,
tho' 1 regret his situation.
He appointed me Consular Agent for your city, and as we
have had but few cases of consular interference with your ves-sels,
1 have nothing to say against him.»
La firma del que escribió la carta no aparece.
Entretanto Berüff mismo informó al síndico de Harnburgo
sobre su situación. En una carta del 8 de abril de 1850 se lamentó
sobre el hecho de que el Senado de Hamburgo se informase sobre su
persona subrayando sus méritos en ei servicio de )íamburgo. 4
mismo tiempo deploró su situación económica por causa de pérdidas
en el comercio de vino con Londres y con las Antillas que le impe-dían
satisfacer a todos sus acreedores. Además el gobierno neerlan-dés
le había bajado su salario de 3.000 florines a 1 S00. Pidió una
gratificación anual para sus gastos, y que le enviaran más papel con
el escudo de Hamburgo. Pero los dados ya estaban echados. Ei i 5
Relaciones consulares de las ciudades hanseáticas ... 737
de mayo se le pidió a Berüff que renunciara y él mismo renunció a su
cargo en carta del 17 de junio. Sus gastos le fueron pagados con 50 $
(spanische Thaler).
Poco después, en el mes de agosto, los Diputados del Comercio
invitaron a los interesados a que presentasen su solicitud. El 22 de
febrero de 185 1 los Diputados del Comercio propusieron su « Wah-laufsatz)),
es decir su propuesta para elegir a una persona. Las per-sonas
a disposición eran Johan Peter Schwartz y Virgilio Ghirlanda.
Schwartz era el candidato de la notable casa Berenberg Gossler y
Cia. En su carta del 30 de enero ellos se apoyaron en la recomenda-ción
de la casa Johann Friedrich Walte y de Bremen. Schwartz
había nacido en Tenerife, tenía más o menos 30 años de edad y era
gerente de la casa James Swanston en Palmar, una de las casas más
importantes de las Islas. Se hallaba en una situación totalmente
independiente. Hablaba inglés y español, entendía también el fran-cés
y apenas suficientemente el alemán. También Berüff había, en
una carta dirigida al sindico Dr. Merck, recomendado a Schwartz
como su sucesor. Según la carta que Berüff escribió al doctor Merck
Schwartz era hijo de un francés3.
El señor Virgilio Ghirlanda era el candidado de la casa Pavens-tedt
y Droop. Ellos se apoyaron en la recomendación de sus corres-ponsales
en Cádiz, los señores Stand y Mapp. Hector Stand que
estuvo en Tenerife escribió su recomendación justamente en Tene-rife
el 12 de setiembre llamando al señor Ghirlanda su amigo y
añadió:
«Notre ami jouit d'une borne position sociale et commer-cielle
et posede toutes les qualités necesaires pour ce Consulat,
et je ne doute pas, qu'il l'obtiendra, favorise de votre
appuy ... ))
Hay que añadir que Schwartz y Ghirlanda disponían del apro-visionan&
mtn de !m vqeres 8 c ~ T ~ Se.?I e?! pUertG de Santa C r ~ dze
Tenerife. Ambos lo publicaron en un anuncio del año 1850 fir-mando
con Juan Pedro Schwartz y Virgilio Ghirlanda y Hermano
como propietarios junto con James Swanston, Comerciante en
Londres.
El Senado de Harnburgo decidió el 3 de marzo de 1851 en
f" .,,... A-1 .-,,.S-.. CAL .-.- .A- l71 -:--- ---- 1 1 * 3
Q v U i U = 1 ~ ~ 1 o1u l~w1a l u . LI 1111~111a~ii o, ei i 1 ae juiio, ia Reina isa-bel,
de acuerdo con el consejo de ministros, declaró puertos francos
738 Hermann Kellenbenz
en las Islas Canarias los de Santa Cruz de Tenerife, Orotava, Ciu-dad
Real de Las Palmas, Arrecife de Lanzarote, Puerto de Cabras y
San Sebastián. El artículo lo decía que
«Por derechos de puertos y faros se exigirá un 1 por 100
sobre facturas de todas mercaderías.))
Eso era un error y el 10 de setiembre de 1852 el nuevo cónsul
se dirigió al Síndico Merck rectificando el artículo en lengua
francesa:
«M. 10. Pour droits de ports et phares on exigera l'un par m
mil sur le montant des factures des marchandises.)) E
Schwartz añadió: --
-"m
E «Ce que je m'empresse de vous comrnuniquer en voyant E
2 les grands avantages qui peuvent en resulter pour les sujets E
Hambourgeois. Je crois superflu vous dire que ceux qui arrive-ront
les premiers pourront faire de bonnes affaires sur tout dans 3
les toil(e)s pour voiles, les cordages et autres utensiles de -
Marine .n4 0
m
También la Ciudad de Bremen recibió ofertas de nombrar a un 2
n
cónsul, pqro tardó en tomar una decisión. Personas sobre las cuales n
se discutía eran Franqois Gereacio Ventoso en Orotava Y Andreas 3
Benvenuti, socio de la casa comercial Power y Cia en Santa Cruz.
O
Finalmente el Senado y el Presidente de Bremen nombraron a Ben-venuti
con la fecha del l o de enero de 18285.
Sobre las actividades consulares de Benvenuti faltan noticias.
rn& em"s coñduir & eso qje $td p e o s contactcs rGmerriz!es
entre Bremen y las Islas en aquellos años. Un informe del archivo de
Estado de Bremen menciona la renuncia de Benvenuti como cónsul
porque tenía la intención de aceptar un oficio del Estado. La casa
Walte & Iken que estaba en correspondencia con Benvenuti reco-mendó
al Burgermeister de Bremen al señor Ventoso en el Puerto de
Orotava como sucesor; eso en cw~asc on fecha de: 16 de febrero y
Relaciones consulares de las ciudades hanseáticas ... 739
14 de junio de 1836. Lo mismo hizo Benvenuti en una carta del 20
de abril. Después el Senado de Bremen nombró a ((Francisco G. de
Ventoso» como cónsul para las Islas de Canarias, mientras que el
señor Ventoso entregó los negocios consulares en Santa Cruz al cón-sul
de Hamburgo señor Berüff. El revés aleman de la instalación del
señor Ventoso como cónsul tiene la fecha del lo de diciembre
de 18366.
Ventoso mencionó las casas Walte & Iken en Bremen y J.
Berenberg, Gossler y Cla en Hamburgo que le podrían recomendar.
En este sentido el Senado y el Presidente de Bremen decidieron y el
12 de octubre de 1836 el Presidente Smidt escribió a Ventoso comu-nicándole
su nombramiento. Los otros papeles pertenecientes a su
instrucción seguirían con la ocasión de un buque que pasaría a las
Canarias. Además esperaba del futuro cónsul una copia de su exe-quatur.
Entre otros pormenores le preguntaba cuáles lenguas domi-naba
y si particularmente conocía el aleman, el inglés o el francés.
La minuta del Presidente está escrita en aleman, pero una copia de
la carta dirigida al señor Ventoso se halla en las actas en un caste-llano
perfecto. Para ayudarle a Ventoso en la formulación de su jura-mento
como cónsul, la carta fue acompañada con el texto del
juramento en español. Con la misma fecha Smidt dirigió una carta al
señor José Tiburcio de Vivanco, cónsul general de España cerca de
las Ciudades Hanseaticas en Hamburgo, comunicándole el nombra-miento
del señor Ventoso como cónsul de Bremen en las Islas Cana-rias.
Smidt se dirigió a Tiburcio de Vivanco solicitándole su
asistencia porque el encargado de negocios de Austria en Madrid
que representaba los intereses de las Ciudades Hanseaticas en la
capital de España se hallaba, por el momento, ausente, con la fecha
del 20 de octubre el cónsul general escribió al 9 Smidt que había
dado cuenta «al gobierno de S. M. la Reyna del contenido de su
nota; y verá con gusto si de este modo se repara el retardo que la
falta de un representante cerca de S.M. podría ocasionar a la conce-si6fi
&! Exrqd": efi cUestiQfi>>.
La comunicación por correo tardó bastante según la distancia
geográfica y las circunstancias burocráticas. Con fecha del 18 de
enero de 1837 Ventoso contestó haber recibido la patente de nom-bramiento.
Escribió la carta en ingles. Para no tardar el otorga-miento
del exequatur se dirigió al comandante de las Islas que le
reconociese como cónsul «ad inierim». Además esperaba que no
tardase mucho para enviar una copia del exequatur a Bremen. Des-
740 Hermann Kellenbenz
graciadamente no entendía el alemán, pero sí el inglés y el
francés.
Utilizando la correspondencia de la casa Walte & Iken con
Ventoso, Smidt envió al cónsul, con fecha del 29 de marzo de
1837
((quelques formulaires de lettres de mer, roles d'équipage, let-tres
d'armateur et certificats de santé usités pour les
navires Brémoisn ,
para informarle sobre los usos y costumbres en la navegación de
Bremen. Por lo demás Ventoso tenía que comportarse según el con-tenido
de las cartas patente y las obligaciones consulares obser-vando
los intereses del comercio y de la navegación del Estado que
representaba. En un caso de necesidad particular le enviaría instruc-ciones
particulares.
«Por vos dépenses a l'appui des naufrages Brémois de
mariniers devenus malades, pour les frais de bureau, prises
dans un sens limité etc. il s'entend bien que vous avez le droit
d'en réclamer le remboursement par ceux qu'il concerne, soit le
capitaine freteur ou bien l'Etat, aussi les expéditions consulai-res
telles que certificats, déclarations, passeports ou autres
pour lesquelles votre autorité vient d'étre requise, peuvent don-ner
lieu a des émoluments d'usage dans votre port. mais je dois
vous prévenir en meme temps, qu'il n'est permis nulle part a
nos consuls d'exiger de nos vaisseaux ce que l'on appelle des
droits de consulat, sous que pretexte ou quelle dénomination
que ce soit; et que proprement partout l'exercice de leur charge
doit étre tout-a-fait gratuit.
De temps en temps je compte d'avoir de vos nouvelles,
surtout au commencement de chaque année un rapport genéral
sur l'état du commerce et la navigation de vos iles, en y spéci-fiant
les relations avec les villes anséatiques rt 1'Allemagne en
général. Si qa vous convient mieux, vous pourrez vous y servir
de i'Espagnoi qi.ir.jr. cüiiipreiids pasib!emen:, bien q ~ e j zer !e
sache l'écrire moi-méme.
Les démarches que vous venez de faire afin d'etre reconnu
comme Consul au moins provisoirement et par les autorites
locales, se justifient parfaitement par les circonstances actue-lles
dont il ne nous reste que d'attendre en patience le change-ment
favorable, vivement désiré par les arnis de votre pays et
d'une liberté assurée.. .»
Relaciones consulares de las ciudades hanseáticas ... 741
Publicamos este pasaje de la correspondencia del Presidente
Smidt para mostrar cuán estrictas eran las condiciones para el servi-cio
de un cónsul, particularmente de las Ciudades Hanseáticas y,
por otro lado, qué modestos eran sus emolumentos. También es inte-resante
constatar cómo Smidt, la persona dominante del Gobierno
de Bremen, se ocupaba personalmente con tales problemas
consulares.
Entretanto el encargado de negocios de Francia en Madrid fun-cionó
como intermediario para Ventoso en la cuestión del exequa-tur,
y Juan de Guadamino pudo, en nombre del Gobierno español
con fecha del 8 de junio de 1837, escribir al ((Bürgermeister)) Srnidt
que el ministro de asuntos extranjeros ya habia avisado
«que l'exequatur avait été accordé a Mr Ventoso e(t) qu'au-rait
pu bien le retirer, ainsi que le diplome)).
El 28 de agosto Ventoso escribió a Smidt que habia recibido el
exequatur que fue expedido en Madrid el 8 de junio y que el retraso
fue causado por las reformas del Gobierno realizadas por la Reina.
Para los buques que llegasen al puerto de Santa Cruz el señor
Berüff, cónsul de Hamburgo, fue autorizado a tomar las intervencio-nes
necesarias. Terminó la carta con algunas observaciones sobre la
situación del comercio. Dice que los negocios con Alemania no han
tenido «la extensión que se esperaba por la decadencia de nuestros
vinos y barrilla en esos mercados, de donde se surten estas Islas de
Dama Juanas y lencerías, dificultándose por consiguiente el medio
de retornar fondos, habiendo llegado solamente dos buques con esa
bandera, procedentes de esa ciudad y Hamburgo, donde casi esclu-sivamente
se dirijen nuestras emprezas con Alemania. Sin embargo
no ha dejado de negociarse en buques ingleses, hamburgueses y de
otras naciones con esos mismos mercados)).
La siguiente carta es del 29 de mayo de 1838. El cónsul escribe
que no ha pasado cosa particular y que ha encargado al señor Beriiff,
c6ils-ul be Hatrihrgu en las Islas, besempdar las iiego&os qUe efi
Santa Cruz ((ocurren a los capitanes de buques o ciudadanos de Bre-men
» contando con la aprobación de Smidt. Igualmente había nom-brado
como vice cónsul en Gran Canaria a Don Bernardo Gonzalez
de Torrez(!). Además lamenta que los negocios en Orotava han sido
muy pocos «por la influencia que han tenido los negocios de Bremen
con ios Estados Unidos que han imposibiiitado ia venta de nuestros
vinos y barrilla».
742 Hermann Kellenbenz
El 17 de noviembre de 1840 Smidt escribe al Cónsul Ventoso
(en francés) que su última carta era del 29 (?) de mayo de 1838. La
causa' de su carta era la petición de un negociante de Hamburgo
F.W. Wobbe pidiendo a Smidt que enviara al cónsul una carta de
recomendación tocante a un contrato de fletamento con un maestre
de navio que vivía en Orotava. Al principio del año de 184 1 Ventoso
comunicó al Presidente Smidt que no habia escrito ya hacia mucho
tiempo porque los ((frutos del país)) no tenían ninguna demanda. En
una carta del 17 de noviembre del año anterior Smidt habia reco-mendado
a Ventoso al señor F.W. Wobbe del comercio de Harn-burgo
que había prestado ((sobre la quilla)) del bergantin español
Dacila, capitán Joseph Eiguren «$ 17.889)). Ya hemos mencionado "2
D
este caso. En vista de la problemática del asunto Ventoso se hallaba
en una situación bastante inquietante porque causaría un pleito con O n
un resultado muy dudoso. Después de haber acordado el asunto con -- m
el cónsul de Hamburgo obtuvo del Comandante de Marina la deten- O
E
ción del bergantin, pero no estaba seguro si la Corte consular apro- E
2
baria la detención. El propietario había rehusado pagar la obligación -E
bajo el pretexto de que no habia autorizado a su hijo para dar la 3
garantia. En todo caso Ventoso suponia que su defensa de la causa -
en el pleito no seria favorable al señor Wobbe7. -
0
m
E
O
Interesante es el hecho de que también el gobierno del Gran
Ducado de Oldenburg se interesaba por un consulado en las lslas
Canarias. Relaciones comerciales directas entre Oldcnburg y las
Islas no existían, pero dentro del cuadro de la navegación transatlan-tica
de los buques de Oldenburg la escala en un puerto de las lslas
era de una cierta importancia para tomar agua, vino y frutas antes de
continuar cl viaje en dirección de América del Sur y de Asia. Hay
que constatar que el encubrirse la baja Weser con arena favoreció la
navegación de pequeños buques de madera en las rutas transatlanti-cas,
y justamente Oldenburg disponía de tales buques. Por eso era
aconsejable instalar un cónsul en Santa Cruz de Tenerife.
El problema de establecer un consulado en las Islas se expuso
por primera vez en el año 185 1. La casa comcrcial Johann Friedrich
Walte y C';' de Bremen apoyó la candidatura de Ghirlanda. En un
memorial con la fecha dcl h de seticmbrc la casa dió una descripción
Relaciones consulares de las ciudades hanseáticas ... 743
de las cualidades de Ghirlanda. Este era suizo de descendencia,
pero nació en Tenerife y tenía 28 años de edad. Ejercía la profesión
de mercader y era suficientemente conocido; tenía una buena repu-tación
y buenos contactos con las autoridades, así que era perfecta-mente
calificado para el oficio de cónsul. Ghirlanda hablaba el
español, inglés y francés, el alemán aunque apenas suficiente. «La
lengua alemana no se hablaba en las Islas», pero en Santa Cruz
vivía un alemán amigo del señor Ghirlanda que podría asistirle en
asuntos en los que el alemán era necesario.
En otra carta del 10 de setiembre dirigida al cónsul oldenbur-gués
H.D. Hegeler en Bremen que actuó en el asunto como interme-diario
la casa Walte se ofreció a pagar los gastos que resultarian del
nombramiento y se declaró dispuesta a transmitir los papeles nece-sarios
al señor Ghirlanda.
Al mismo tiempo se escribió una carta al Altermann bremense
Hartlaub que representaba a la Ciudad de Bremen en el Bundestag
que tenía su sede en Francfort del Main recomendando a. Ghirlanda
cerca de su yerno el ministro (oldenburguense) Roth von Eisende-cher,
añadiendo que también el cónsul bremense en Tenerife asisti-ría
a la candidatura de Ghirlanda.
En una carta escrita en Francfort el 12 de setiembre se men-ciona
que varias veces buques con pavellón de Oldenburg hacian el
viaje a Tenerife encargados por casas comerciales de Bremen. acen-tuando
el hecho de que hace poco tiempo los buques pequeños de
Oldenburg tenían las cualidades necesarias para tal navegación".
El 15 de noviembre Anton Berüff recomendó la instalación de
un cónsul de Oldenburg en las Islas y se declaro en favor de Ghir-landa.
El mismo día también el cónsul Schwartz escribió en favor de
Ghirlanda. Conforme a tales recomendaciones el Gran Duque Paul
Friedrich August nombró a Ghirlanda cónsul en Santa Cruz con
fecha del 29 de diciembre de 185 1. Una noticia concerniente al
nombramiento fue dirigida al consul general Weissweiller en
hA.ad:id. !AS papeles peiteírecieiiies a: iioiiíbiiiiii~iiio pasaron püi
via de la casa Walte en Bremen. El 10 de mayo de 1852 señor Ghir-landa
contestó haber recibido el diploma de nombramiento y pronto
después (el 10 de julio) recibió el exequatur.
Ghirlanda -ciertamente pensando en la acumulacion de titulos
del señor Berüff- no estaba contento con el puesto del consulado de
Oicienburg sóio. Aigunos meses despues soiicito tambien el nombra-miento
dc consul austriaco. Se dirigio al ministro residente de
744 Hermann Kellenbenz
Oldenburg en la Corte imperial de Viena, Philippsborn. Este, antes
de adoptar otros pasos, se dirigió a la Sección de Asuntos Exteriores
del Ministerio de Estado en Oldenburg. Esta, con fecha del 5 de
abril de 1853, dió a Philippsborn el consejo de no entremeterse y de
dejar a Ghirlanda la posibilidad de solicitar el consulado por sí
mismo. En tal caso, si, el Ministerio de Oldenburg se declararía en
un sentido positivo sobre sus servicios.
Concerniente los servicios de Ghirlanda disponemos de su rela-ción
del año de 185 3 incluso los cinco primeros meses de 1854. Los
datos sobre el movimiento marítimo eran modestos. La lista de
buques con pabellón oldenburgués contenía nada más que dos
entidades,
A savoir (el cónsul escribía en francés):
1853 30 Decrc
Goelette Emte Capitaine Carsten Frage qui arriva a l'ile de
Canarie en retorunant avec destination a Breme chargee de
barrille ou soude
1854 17 mai
Meme Goelette Emte Capitaine Carsten Frage qui arriva a ce
port de S" Croix de Teneriffe en retournant avec la meme desti-nation
a Breme chargée de vins
Note des certificats expédiés par ce Consulat
Un certificat d'origine a M' Pierre A. Ramos du commerce
de cette place
Un id. id. M' Valentin Baudet id.
Un id. id. Jean M. Foronda id.
St. Croix de Teneriffe 7 Juin 1854
El movimiento total de buques en el año de 1853 alcanzo:
buques a vapor, entradas: 108
buques a vela: Y84
El cónsul hizo un servicio particular concerniente al marinero
Otto Gissel que nació en el Electorado de Hesse. Pertenecía a la tri-pulación
de la goleta holandesa Hendrika Margarita. El capitán J.J.
Korte le puso en tierna en la Isla de Lanzarote a causa del mal trata-miento
a bordo y su descontento sobre eso. El cónsul de aquella isla
le tomó bajo su protección y le envió a Santa Cruz entregándole al
Relaciones consulares de las ciudades hanseáticas ... 745
cónsul de Oldenburg. El cónsul Ghiranda hizo algunos gastos para
el mantenimiento de Gissel y le envió a Cádiz
«ou il pourra bien trouver des navires pour s'employer et se
rendre dans son pays)).
Con la fecha del 7 de abril de 1854 Gissel mismo contestó su
satisfacción sobre la protección recibida por parte del cónsul y aña-dió
una nota sobre los gastos del cónsul, también en francés:
«un pantalon
un gilet
2 serviettes
3 chemises
pour se nourrir a terre
passage jusqu'a Cadiz
passeport
fr. 18.-
10.-
2.-
20.-
13.-
70.-
8.-
Fr. 141.-»
Al final Gissel mencionó: « J'ai encore requ dix neuf francs pour
me nourrir a bord.))
A tales gastos el cónsul añadió otros en una lista a parte:
«Droit payé a Madrid pour obtenir le Regium Fr. 80 .-
Exequatur
Droit satisfait au Consul Général pour l'obtention
du dit document 20 .-
Achat du sceau pour sceller a le cire 50 .-
Id. id. pour tamponer 50 .-
Pavillon 30 .-
Pori des dépeches officieiies ciu Gírancij Duché 5 .-
Id. des dépeches du Consul Général a Madrid 2.50.-
Fr. 237,50.-
A la cuenta del cónsul del 7 de junio de 1854 siguió una res-puesta
del Ministerio de Oldenburg refiriéndose al f3 16.4 de la Ins-trucción
para los cónsules. Según la Instrucción se pagaban los
gastos para el porte y otros pagos adelantados y también los gastos
746 Hermann Kellenbenz
para el sello del consulado. Pero no se pagarían los gastos para escu-dos
y pabellones. Por eso había que descontar de la cuenta del cón-sul
los 30 francos. Los 160 francos gastados en favor del marinero
Gissel fueron aceptados y así, en total, asignados 307 Fr. 50 por vía
del corresponsal del cónsul en Londres, la casa Noughton Fils et Cie,
41 Threadneedle Street. Concerniente el reembolso de los 160 Fr.
se escribiría a Cassel al Ministerio del Electorado de Hesse. Así se
escribió y al Ministerio de Cassel preguntó el Ministerio de Olden-burg
si conocía el lugar de nacimiento de Gissel, porque quería que
los gastos de los 160. -Fr. los pagase el lugar donde Gissel nació.
Siguió una correspondencia típicamente burocrática que dejaremos
de lado.
Recordemos el hecho de que Beniff no solamente era, durante
un cierto tiempo, cónsul de Harnburgo, sino que hizo también los
servicios consulares de Holanda. Cuando escribió su recomenda-ción
en favor del señor Ghirlanda al Ministerio de Oldenburg con
fecha del 15 de noviembre de 1851, lo hizo sobre una hoja con
escudo flanqueado por dos leones y una corona sobre el escudo. El
escudo contenía un león con una espada en la derecha, mientras la
izquierda tenía un haz de flechas. Bajo los leones y el escudo se
hallaba una inscripción en una cinta. La cinta contenía laspalabras:
Je maintiendrai. Todo eso era una alusión al título de caballero de la
Corona de Roble. La carta comienza así:
«Wir Anton Berüff, Ritter der Eichenkrone, Mitglied des
Afrikanischen Instituts in Paris, des deutschen Handels Ve-reins
in Leipzig, und des des Linné in Stockholm, Konsul
General der Niederlande, Schweden und Norwegen auf den
Kanarischen Inseln.))
Dunque Berüff, caballero de la Corona del Roble, era miembro
del Instituto Africano en París, de la Asociación Alemana del
Comercio en Leipzig y de la Asociación de Linné en Estocolmo, y el
mismo no era solamente cónsul general de los Países Bajos .sino
t&mbien de Suecia y de Noruega. El título de cónsul de Suecia y-de
Noruega no era correcto. Berüff era solamente vicecónsul de los dos
Relaciones consulares de las ciudades hanseáticas ... 747
reinos escandinavos. A partir del año de 183 1 existía tal viceconsu-alado
en Santa Cruz de Tenerife bajo la dirección del consulado de
Cádiz. Durante cierto tiempo Beniff era vice cónsul de Suecia y de
Noruega. Desgraciadamente existe nada más que una información
del año 1831 y un expediente que prueba su actividad
consular.
Se trata de una carta del 26 de agosto de 1855, escrita en ale-mán,
en un alemán gramaticalmente no perfecto. Bajo el impressum
de ((Consulado de Suecia y de Noruega en Islas Canarias)) Beniff
escribió al Ministro de Asuntos Exteriores del Reino de Noruega en
Christiania comunicándole que, el año anterior un cierto señor Hans
Malling de Christiania había llegado a Santa Cruz. El clima le gustó
tanto que compró una casa en Orotava por $ 8.000 y al mismo
tiempo un terreno por $ 800. Reconstruyó la casa embelleciéndola.
Después "iño un cociiero -un coche Y dos Cabii;:oS. pero de
estar terminada la casa el señor murió de la fiebre amarilla el 17 de
agosto sin dejar ni testamento ni herederos. La autoridad selló toda
la propiedad y dentro de poco el cónsul tendría que hacer el inventa-rio.
El señor no era mercader y dejó deudas porque tomó dinero a
préstamo de un mercader de ahí (es decir de Christiania) por vía de
letras de cambio. Los herederos en Noruega tenían que prestar sufi-cientes
testimonios con legitimación del cónsul español en Christia-nia.
Malling dejó una hermana casada. La casa comercial Egebert y
Ca en Christiania seria la encargada de dar ulteriores infor-maciones.
En otra carta del 3 de setiembre Berüff envió copia de su carta
(que había enviado por vía de la embajada sueca en París). Entre-tanto
se hizo el inventario. Malling dejó solamente $ 19 en efectivo.
El depositario nombrado por el cónsul fue aceptado y todo quedó
ahora a disposción de los herederos. Para los gastos el cónsul había
tomado una suma a prestarno de un mercader iocal. L o s dos servido-res
que Malling había dejado, Herr Hase und seine Frau, probable-mente
saldrían con el vapor a Londres que llevó el correo. Los dos
entendían solamente el noruego. No tenían la intención de quedarse
en la Isla y no tenían dinero. Por eso el cónsul dio la orden al merca-der
arriba mencionado de pagar todo.
Estas dos cartas son todo lo que quedó de la actividad consular
de Berüff en el servicio de Suecia y Noruegalo.
Hermann Kellenbenz
Durante un cierto tiempo Berüff fue cónsul de Dinamarca,
hecho que causó la desconfianza de los mercaderes de Hamburgo,
porque entonces Altona el vecino de Hamburgo fue un gran rival de
Hamburgo, y Altona estaba bajo la dominación de Dinamarca.
Finalmente Berüff halló mejor renunciar a su puesto danés, y asi lo
escribió a la ciudad de Hamburgo en 1838.
"2
Las noticias sobre las relaciones consulares entre las Ciudades E
Hanseáticas y las Islas de Canarias en la primera mitad del siglo O
pasado indican un tráfico directo bastante modesto. Vino y barrilla n-- m
eran los productos de exportación más importantes de las Islas. Por O
E
su parte las Islas servían de escala en la navegación transatlántica y E
2
por eso la instalación de consulados era necesaria. El caso de E
Oldenburg era particularmente interesante por el hecho de que los
buques pequeños de madera del Gran Ducado tenían la ventaja de 3
adaptarse mejor a las condiciones del rellenado de la Weser de -
0
m
arena. Una lista de la flota comercial de Oldenburg en el año de E
185 3 menciona no menos de 130 buques con cerca de 12.147 Roc- O
kenlasten (2 toneladas), mientras la lista de buques con pabellón de n
Hannover solamente mostró 21 navíos con 2.267 Rockenlastenl1. E
Por causa de la Unión Personal entre Hannover e Inglaterra la nave- a
gación de Hannover se hallaba bajo la protección de Inglaterra, y n
n por eso el cónsul competente para los buques de Hamover era el
cónsul inglés. En los años treinta eso fue, por ejemplo, el señor Brat- O3
lett en Tenerife 12.
Junto al tráfico modesto directo entre las Ciudades Hanseáticas
y las Islas Canarias hay que observar la función de las Islas como
escala en la navegación transatlántica.
Para hacerse una idea mas compieta de ia función de ias ísias
en ese contexto sería necesario copiar, en los periódicos, las noticias
sobre las entradas y salidas de los buques -o de pabellón hanseá-tic0
o de otro pabellón- ocupados en tal navegación.
Relaciones consulares de las ciudades hanseáticas ... 749
El Senado de la ciudad libre anseática y república de Bremen declaran
por la presente, con motivo de quedar vacante el consulado de la república
en las islas Canarias, haber nombrado y constituido su cónsul al Señor Don
Fran(cis)co G. de Ventoso, vecino de Orotava en la isla de Tenerife. En
consecuencia de lo cual autoriza y da facultad al dicho su Cónsul para des-pués
de haber sido reconocido en dicha ciudad por el real gobierno español
y sus respectivas autoridades, ejercer el referido ministerio con todos sus
derechos, según las instrucciones presentes o futuras, cuidando de los inte-reses
del comercio y de la navegación de esta república en las Islas Cana-rias,
conforme a los tratados, manteniendo y fomentando las relaciones de
navíos y asistiendo y protegiendo a los capitanes de navíos y navegantes de
ésta, que llegasen a esas islas. El Senado suplica al real gobierno Español y
las autoridades respectivas reconozcan en la citada calidad de Cónsul de
Bremen al dicho D" Fran(cis)co G. de Ventoso, dándole fe y asistencia en
todo y concediéndole todos los derechos y privilegios anejos al dicho
consulado.
En fe de lo cual da la presente patente consular, firmada por el presi-dente
del Senado y autorizada con el sello mayor de esta república.
Bremen a catorce de Septiembre del año de nuestro Señor Jesu Cristo
mil ochocientos trienta y seis.
El 0---2- 2- 1- -:-.2-2 l:L-- LA?.-
CI mxauu UG ia uuuau lime anseauca
y república de Bremen
El presidente del Senado
StA Bremen, 2-T97,c.2,T3, Bremisches Konsulat in Teneriffe.
Herrnann Kellenbenz
Relaciones consulares de las ciudades hanseáticas ... 75 1
Hermann Kellenbenz
Relaciones consulares de las ciudades hanseáticas ...
1. J.M. Lappenberg, Listen der in Hamburg residierenden sowie dasselbe ver-tretenden
Diplomaten und Consuln, in: Zietschrift des Vereins für Hamburgische
Geschichte 3, Hamburg 1.85 1, 414-534. Para lo siguiente cf. Staatsarchiv (StA)
Hamburg, Senat, CI VI, y Commerzbibliothek Hamburg, Konsulatsberichte, Tene-riffe.
Doy mis gracias a la Señora Eva Lembcke de la Commerzbibliothek Hamburg y
al Señor Gabrielsson del Staats-archiv Hamburg por sus informaciones.
2. Sobre este caso cf. también esta ponencia.
3. Cf. 1 y los apéndices.
4. Concerniente a Schwartz y Ghirtanda cf. StA Hamburg, Senat, Cl. VI y
Commerzbibliothek, Konsulatsberichte, Teneriffe, además n. 8.
5. Sobre Benvenuti cf. Staatsarchiv(StA) Bremen, 2-T.7.c.2.T.3, Bremisches
Kosulat in Teneriffa. Doy mis gracias al Director Dr. Lührs por sus
informaciones.
6. Sobre Ventoso cf. la documentación de nota 5.
7. Sobre este asunto cf. también esta ponencia. Hay una diferencia en las
sumas: $ 17 899 112 y $ 17 889.
8. Sobre eso y lo siguiente cf. Niedersachsisches Staatsarchiv Oldenburg,
Bestd. 3 1 - 13 (Dab. Oldenburg) Nr 16- 15 Ga y Nr . 1 5 Gb. Doy mis gracias al Señor
Rykowski del StA Oldenburg.
9. Como interesante ejemplo sirva la información que el vicecónsul de Suecia
Berüff escribió a la Cámara de Comercio de Estocolmo el 30 de julio de 183 1. El día
27 la fragata sueca Chapman de 36 piezas y una tripulación de 260 hombres hizo
escala en el puerto de Orotava. Tomó a bordo 89 toneles de agua, 12 toneles de vino,
además «bueyes y otros refrescos)) y continuó su viaje a Rio de Janeiro el dia 28.
Para el pago de los gastos de $ 855 el comandante dejó una letra de cambio sobre dt
190 dirigida a los S"". Elmstei(n) y F. Stooth en Londres. Riksarkivet Stockholm,
rn uiiiiriei~1.-~a,--u:..-i iegiurri,nz ru. v..u..u. Aa-r-,a-:i v..e.i. rc- T T T < . vi O:L.
10. Sobre eso véase apéndices y Riksarkivet Stockholm, Kabinettet for utrikes
brevvaxlingen. Skrivelser fran konsuler 1809-1880. Letters from the vice consul A.
Berüff. -Kommerskollegium E. VI b:2. Letters from A. Beriiff. Doy mis gracias al
Señor P-G Ottosson del Riksarkivet para sus informaciones.
1 1. Rigsarkivet Kobenhavu.
12. Doy mis gracias al StA Oldenburg para la lista.
[J. Staz&Eíi<: Kaleiidei fGr h(jliig-eich Hruímver =f das
1832, Hannover, s.a. (1831), 48. Doy mis gracias al Señor Dr. Franke del
StA Hannover.