LA EMIGRACION CANARIA CLANDESTINA A VENEZUELA
Y LAS PSLACIV?.TS DIPLOMATICAS
ENTRE ESPAÑA Y VENEZUELA (1 948- 1952)
En 1947, con la llegada del velero "Emilio" a costas venezolanas,
comenzará la historia de la inmigración canaria clandestina a Venezue-la.
En pequeñas embarcaciones, veleros por lo general, incómodos,
peligrosos, con poca agua y provisiones, se embarcaban continuamente
rnigrantes procedentes de las Islas Canarias. Cada una de estas travesías
era una verdadera aventura. En el "Emilio" venían 49 personas que
huían de la miseria que los agobiaba en su tierra, secuela de años de
guerra civil. Esperanzados, deseosos de encontrar un nuevo destino en
tierras venezolanas, arribaban por centenares al país. Helí Colombani,
destacado poeta social venezolano, describe así la odisea:
"A los dos días de navegación un vendaval hace perder parte
del carbón. A los quince días la comida y el agua comienzan a
ser racionadas. Por fortuna un buque los auxilia. Más adelante
dificultades y penurias. Mar gruesa al navegar el canal entre las
;clac AP Tr inidr iA 11 T n h a o n R n r a A- n r l o n c n ~ n í n c i i l ar b P a n a .".Y" .Y 1LIIIIYU.. , 1"V-e". Y".,.. U" Y...',"", ..Y.s." -...u Y" U...,
Isla de Patos donde fue posible talar unos cuantos árboles para
alimentar las calderas. Y luego Güiria. La salvación. Horizonte
distinto y perspectiva diferente."'
Este fue el drama de los pasajeros del "Emilio" pero también fue el
de Ucceiias de i d e i q~Ue~ íi ii"varuíi ~laíidⅈ~eíii~ a Venemeki coii
miles de inmigrantes canarios entre 1947 y 1952.
La próspera Venezuela petrolera era el imán que atraía a los rnigrantes
canarios. Los que ya estaban en tierra venezolana escribían a sus fami-liares
y amigos, enviaban dinero y servían de puente para que más
personas comeran la aventura. América no era ya una quimera.
812 Miguel Angel Hernández Arvelo
Desde finales de los años 40 y durante toda la década del 50, Vene-zuela
experimentó una gran bonanza financiera que se tradujo en un
importante crecimiento de su economía. Un autor dice al respecto:
"La característica esencial de la década de los 50 en Vene-zuela
fue el crecimiento de todos los índices econ6micos, creci-miento
apoyado en la demanda mundial del petróleo que cada
año iba en aumento hasta 1956, cuando se estabilizó la demanda
por la finalización de la reconstrucción europea y japonesa y por
haberse superado la crisis de Suez y Corea" ...2,
Junto a un acelerado aumento de la producción de petróleo y de
hierro, se comenzaron a dar los pasos hacia un proceso de sustitución de
; m n n r i o & n n n ~ mnrl;~ntn -1 m ~ t o h 1 n A r n ; n n t n rla ;nrl>rat&nri tnrm;lriilnr r.
I I I I ~ V I I Y C I I U I I C I O l l l C l U l U l l L C l CIL C i > L " U I ~ ~ I I I U C I I I L V U,, L l L U U O L L l U O L V I I I I I I I Y I C I i ) V
ensambladoras, aupado por una cuantiosa inversión de capitales extran-jeros.
Dichas inversiones pasaron de 938 millones de dólares en 1945 a
3.710 millones en 19563.
En la década que va de 1949 a 1959, el producto territorial bruto
(PTB) se incrementó a una tasa promedio anual del 8%. Es decir que, en
menos de diez años el PTB se duplicó ya que pasó de 12.727 millones
de bolívares en 1950 a 23.847 millones en 1958, siendo esta la tasa más
alta de América Latina en cuanto a crecimiento y, una de las más
elevadas del mundo4. Este crecimiento económico, a pesar de los cuan-tiosos
gastos públicos, se tradujo en un superávit de 3.278.354.659,77
bolívares para la década 1945-555.
El proceso de crecimiento e industrialización iniciado durante estos
años, junto a la política de "puertas abiertas" instaurada por el gobierno
militar del general Marcos Pérez Jiménez, a partir de 1952, dio un
impulso hasta entonces desconocido a la inmigración en Venezuela.
Para la implementación del proceso inmigratorio el gobierno venezola-no
contaba con el establecimiento de misiones especiales, adscritas a las
embajadas, en diferentes ciudades europeas, concretamente, Roma,
Munich, Madrid y Santa Cruz de Tenerife, encargadas de contratar
inmigrantes de acuerdo con el Comité Intergubernamental para las Mi-graciones
Europeas6.
Cin ~mharonl nc inrnigr~tey!! ega~n pfificipdmente & f ~ rmz& fi- "S.. v.*."- &", "" ""'"
destina y no tanto por los canales oficiales. De estos inmigrantes ilegales
el mayor número correspondió a los canarios. El número de españoles
aumentó hasta 1958, año en el cual representaron el 41,3% del total, de
estos, una tercera parte provenían de las Islas Canarias que, en su mayo-ría,
habían entrado al país sin visa entre 1948 y 195 1'.
La emigración canaria clandestina a Venezuela ... 813
La inmigracidn y los cambios políticos en Venezuela
Durante el largo gobierno de Juan Vicente Gómez, prácticamente no
existió inmigración en Venezuela. El viejo general andino, como buen
montañés, era desconfiado. No tenía nada contra los extranjeros pero
prefería vigilarlos y no fomentar la inmigración masiva. Sin embargo,
mostró cierta predilección por los canarios ... "A mí me gustan los isle-ños
que son como yo, trabajadores del campo" ...s.
No será sino a partir del gobierno del general Eleazar López
Contreras, quien sucederá a Gómez en 1936 tras su muerte, cuando la
inmigración recobrará el rumbo perdido desde la época del general
Antonio Guzmán Blanco. No obstante el relativo interés del gobierno,
fue muy poca la inmigración que ingresó al país entre 1936-1944, el
fntasm- de! cnmunism~, de !a &era Civil, fue une de !^S
obstáculos a la inmigración peninsularg. El gobierno del presidente Isaías
Medina Angarita (1941-1944) fue muy poco lo que hizo en tomo a la
inmigración en el país. Quizás lo más importante realizado por esta
administración fue, tomando en cuenta el probable éxodo de europeos a
consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, el establecimiento de una
eürí~~si(jr, quk fümiia se po&f* beneficiar ei pais de tan
esperada inmigración.
En 1945, una Junta Revolucionaria de Gobierno reemplazó al de-puesto
presidente Medina. Los nuevos gobernantes estaban interesados
en impulsar de nuevo la inmigración. La Junta presidida por Rómulo
Betancourt continuó y amplió los programas iniciados por Medina. Se
estableció una Comisión Nacional de Inmigración encargada de forrnu-lar
la política inmigratoria. Se enviaron tres misiones a Europa (Francia,
Italia y Alemania) con el fin de seleccionar la inmigración, pero no sería
sino hasta 1948 cuando comenzarían a verse los frutos de este trabajo
con la entrada al país de gran cantidad de inrnigranteslO.
En 1948 el panorama político de Venezuela cambió radicalmente. El
presidente constitucional Rómulo Gallegos fue derrocado por un movi-miento
castrense. Una Junta Militar comenzó a regir los destinos del
país. A partir de la década del 50, el gobierno presidido por el general
Marcos Pérez Jiménez abrió las puertas del país a la inmigración euro-pea.
Será durante este período que la inmigración alcanzará un carácter
ixasiuo, cor<ifiiéiidojec fi üfi fxi~&i~ lügr&ü de significa-ción.
La riada de inmigrantes va a ocasionar un fenómeno nuevo que
mantendrá en jaque al gobierno. El eco que desde Venezuela llega a
Europa es de bonanza y bienestar. Los canarios que ya se encuentran en
814 Miguel Angel Hernández Arvelo
el país envían el mensaje a los que aún se encuentran en el lar nativo.
Pronto se producirá un aluvión de inrnigrantes ilegales e indocumentados,
mientras los agentes de viaje aprovecharán la circunstancia para hacer
pingües ganancias a costa de la esperanza de miles de personas.
La aventura de los inmigrantes clandestinos
La prensa venezolana de finales de los años 40 y comienzos de la
década del 50, es testimonio fiel del singular fenómeno -mezcla de
dramatismo, esperanza y aventura- que significó el ingreso de miles de
habitantes de las Islas Canarias en territorio venezolano. Uno de los ,, -
artículos que con frecuencia casi diaria aparecían en los periódicos del E
pals, despub de referirse al ongen de las Islas y a la inmigración O
canaria, dice con regocijo: ..." Es una inmigración de gente sobria, tenaz, n -
=
laboriosa y ordenada. Que sigan viniendo."". Otras reseñas de prensa m
O
E
dan parte de las vicisitudes y azarientas circunstancias que rodeaban a la E
2
aventura, desde el embarque en endebles veleros en los puertos de =E Tenerife y Las Palmas, los contratos de trabajo ficticio, las altas sumas
de dinero cobradas por verdaderos contrabandistas de seres humanos, la 3
tormentosa travesía en el Atlántico, hasta el arribo a costas venezolanas - - 0
con la subsiguiente detención por la Seguridad Nacional (policía políti- m
E
ca del régimen), el posterior confinamiento en la terrible isla de Guasina O
-campo de concentración que recibirá a miles de presos políticos- o,
el más benévolo, traslado al barrio de Sarriá, en Caracasi2. n
-E
En 1949 los viajeros clandestinos del velero "Providencia" tuvieron a
que soportar una cuarentena preventiva en Guasina; tres meses después 2
n
fueron trasladados a Puerto Cabello y de allí a la colonia agncola de El o
Trompillo, en el Estado Carabobo. Ese mismo año, el velero "Miguelón" 3
permaneció cuatro meses en la bahía de Pampatar, isla de Margarita13. O
En enero de 1950, 112 canarios indocumentados llegaron a La Guaira
en las embarcaciones "Cuatro Hermanos" y "Cienfuegos" después de
cancelar 5.000 pesetas a Fausto Muñoz, organizador del viaje, el cual,
supuestamente, contrató bajo engaño a la tripulación. Lo cierto del caso
es que este asunto tuvo durante varios días la atención de la prensa, la
-nl;nCo .. AP 1-0 tC;h..~alPC14
~ W L I L I P y ULI LWD uluuuallrn .
El 1 de julio del mismo año, fueron repatriados 12 canarios que
habían entrado a Venezuela sin documentación. La Seguridad Nacional
los embarcó en el vapor "Conde de Argalejo"ls.
Frente a las costas de Naiguaté -Litoral central- un velero de
nombre "José Brito" con inmigrantes canarios, comenzó a hundirse en
La emigración canaria clandestina a Venezuela ... 815
agosto de 1950, la tripulación y los pasajeros fueron rescatados y envia-dos
a La Guaira16. Este mismo mes, en el velero "Nublos", tripulado por
un menor de edad, llegaron 15 canarios indocumentados los cuales, ante
la negativa de las autoridades a aceptarlos como inmigrantes, se dieron
a la fuga1'. Muy significativo, y revelador de los motivos que impulsa-ban
a los canarios a emigrar, es el caso de los seis polizones que
arribaron a La Guaira en marzo de 1951 en el vapor "Urania U". Según
declararon en aquella oportunidad el corresponsal del diario El Nacio-nal,
se embarcaron porque estaban ... "desesperados de la situación de
misena en que vivíamos que nos impide socorrer a nuestras mujeres e
hijos en las necesidades más urgentes..."I8.
Pero no vamos a abundar en la descripción de los detalles, los
diarios venezolanos y los testimonios de los inmigrantes hablan por
sí solos.
El gobierno venezolano ante la inmigración clandestina
Si bien era la Seguridad Nacional -famosa por sus métodos re-presivos
e inhumanos- el organismo encargado de ocuparse del
aspecto policial de la inmigración, la actitud del gobierno venezola-no,
en términos generales, se guió por un claro sentido de humanidad
y consideración hacia los inmigrantes ilegales procedentes de las
Islas Canarias. Si tomamos en cuenta el hecho de que se trataba de
un gobierno dictatorial, su política ante el problema de los
indocumentados fue bastante amplia. Los indocumentados españoles,
especialmente los procedentes de las Islas Canarias, llegaban cada
día más, esto motivó al gobierno a adelantar una campaña, tanto en
la prensa venezolana como canaria*, amenazando con no permitir la
entrada ni permanencia en el país de inmigrantes ilegales, y a los
tripulantes de los veleros, con pena de confinamientoI9. Sin embargo,
en la práctica, esto no se aplicaba. Tras unas semanas o meses de
detención, los inmigrantes ilegales eran trasladados a colonias agrí-colas
o a las barracas de Sarría en Caracas, previa entrega de una
documentación especial que les permitía quedarse en el país. Este
proeedimientü, se habia hecho íuiiriafiü, era reíesdo por los
inmigrantes canarios que permanecían en el país, a sus familiares y
amigos en las Islas, decidiéndolos a afrontar la aventura de la emi-gración.
Sobre esto es muy clara una correspondencia del Cónsul
venezolano en Tenerife, José Roberto Vivas, al Ministerio de Rela-ciones
Exteriores, fechada el 17-4-50:
Miguel Angel Hernández Arvelo
"Nadie cree nuestras advertencias de que serán devueltos,
pues los recién llegados escriben y lo cuentan todo, girando
pronto dinero a su familia; se cuenta con la seguridad de ser
aceptados a la postre; por eso incluyen en el riesgo la reclusión
y las prisiones temporales". . .20.
No obstante lo antes dicho, el problema de la inmigración canaria
clandestina fue, durante estos años, el dolor de cabeza de los organis-mos
de seguridad y control de extranjeros en Venezuela. Los
funcionarios a cargo de estos asuntos se debatían entre el interés guber-namental
de favorecer la inmigración canaria y el deber de hacer cumplir
las leyes del país. Ejemplo de esto son las opiniones formuladas, en ,, -
ocasiones distintas, por el Cónsul venezolano en Santa Cmz de Tenerife. - E
bn enero de í950 dijo: O ..."P or razones climáticas, de idioma y de costumbres, así como por n-- m su vocación a la agricultura, resultan convenientes los canarios a Vene- O E
z~e l a "~T' .r es meses después, ante la imposibilidad del gobierno SE
venezolano de resolver el problema de la inmigracióniclandestina de -E
canarios, escribía:
3
..." agotados por el Gobierno de Venezuela esos recursos,
queda apenas la devolución masiva y reiterada de los
indocumentados, para poder desanimar a los miles que esperan
un velero y burlar luego nuestras leyes"...22.
Por supuesto que, en el primer caso se refería a la inmigración legal
y dirigida por el gobierno, de acuerdo a las necesidades económicas y
demográficas del país.
En reiteradas ocasiones el gobierno venezolano, por intermedio de
sus funcionarios diplomáticos acreditados en España, se dirigió al go-bierno
español solicitando se tomaran medidas drásticas contra el
problema. En 1949, año en que llegó el mayor número de veleros con
inrnigrantes clandestinos, se produjo una reunión en la que participaron
el Director Nacional de Seguridad y Extranjeros, Federico Schloeter, el
Dr. Delfín Enrique Pérez, representante del ministro de Relaciones Ex-teriores,
el mayor José Héctor Vivas, representante del ministro de la
Defensa, el Dr. Ramón Pinto Salvatierra, representante del Instituto
Agrario Nacional y el Dr. Daniel Uzcátegui, representante del ministro
de Agricultura y Cría, de la cual surgió un documento en el que se
recomendaba al Ejecutivo:
La emigración canaria clandestina a Venezuela ... 817
1.- Dirigirse al Gobierno español en términos de exigencia para
obtener reconocimiento de los gastos hechos en ocasión de la inmigra-ción
clandestina**.
2.- Toma medidas similares con relación a cualquier expedición pro-veniente
de cualquier otro país.
3.- Enviar a las colonias móviles de "El Dorado" a los capitanes,
armadores y organizadores de las expediciones.
4.- Convocar a los directores de los diarios de Caracas para obtener
su colaboraci'ón.
5.- Autorizar al Ministerio de Relaciones Exteriores a que le de
publicidad a estas medidasz3.
Como se puede ver, hacia principios de la década del 50; la situación
del gobierno venezolano con respecto a la inmigración clandestina era
desesperada. Las amenazas y las medidas policiales no habían surtido
ningún efecto, mientras que las diligencias practicadas ante el gobierno
español no se habían materializado en resultados concretos.
Causas de la emigración y de la inmigración clandestina
Es indudable que el origen de la emigración canaria de aquellos
años, tanto legal como ilegal, estaba en la extrema miseria que padecían
los migrantes. Dificultades de orden económico (desempleo, bajos sala-rios,
carencia de tierras y altos precios de los productos) fueron los
factores de expulsidn que llevaron a miles de canarios a emigrar. Por
otra parte, la supuesta bonanza financiera, de que hablaban muchos
canarios residenciados en Venezuela y que había llegado a oídos de
otras personas en las Islas, jugó el papel de factor de atracción.
Si bien estos factores estaban en la base de! proceso migratorio
desde las Islas Canarias, también es cierto que la -migración e inmigra-ción
clandestina estuvo influida por las caracteríxicas estrictivas de la
política migratoria española.
Diversos documentos de la Cancillería venez~iana exponen como
razones que inducen a los españoles, especialmeni: canarios, a embar-carse
clandestinamente, las siguientes: el alto costo de los pasajes, los
cuales pueden costar entre ocho y diez mil pesetas m,+?ntrasq ue el viaje
clandestino s6lo costaba entre tres mil y cuatro mil p~setasy , por otra
parte, que el Estado español imponía como requisito para emigrar po-seer
la "carta de llamada" y los "contratos de trabajo" debidamente
visados por el consulado de España en Caracas. Como para el primero
818 Miguel Angel Hernández Arvelo
de estos documentos se requería la presencia de un familiar inmediato
en Venezuela, y para los segundos un elevado depósito bancario, quie-nes
no podían obtenerlos se veían impedidos de conseguir el pasaporte y
el correspondiente "permiso de salida" de Españaz4.
Otros factores que contribuyeron a mantener la inmigración clandes-tina
fueron la lenidad del gobierno venezolano al no cumplir con las
medidas drásticas con las cuales amenazaban constantemente las que,
además, estaban contempladas en las leyes venezolanas. Esto, es nuestra
opinión, era producto de la carencia de una política inmigratoria cohe-rente
y en función de las necesidades económicas reales del país. Otra
causa de este problema fue el poco interés relativo mostrado por el
gobierno español en adoptar medidas tendentes a erradicado. Por nues- m
D
Ar r.a- p.a- n-t.: ..~-.-.. -.q ile las aniorida&s "se hicieron la
gorda" con el fin de favorecer una emigración que se constituyó en O n válvula de escape para la crítica económica de las Islas Canarias. -
=m
O
Actitud del gobierno español
2 La actitud del gobierno español ante el problema de la emigración
clandestina parece haber sido de cierta indiferencia, a pesar de los insis- -
0m
tentes reclamos del gobierno venezolano, pidiendo medidas drásticas E
contra el embarque clandestino de migrantes indocumentados en los O
principales puertos canarios, fue poco lo que las autoridades españolas n
hicieron al respecto. Los funcionarios españoles alegaban que las medi-aE
das que tomaran no darían resultado por los siguientes motivos:
n -
0
1.- Los veleros salían despachados en cabotaje o hacia las costas de
Africa. 3
O
2.- Una vez fuera de las aguas jurisdiccionales españolas, cambiaban
de rumbo y, favorecidos por los vientos alisios, emprendían la aventura
hacia América.
3.- En última instancia, siempre les quedaba el pretexto de un su-puesto
arribo forzoso, por tratarse de veleros y por la imposibilidad de
dominar ias comentes que los empujaban a América2'.
Los funcionarios del gobierno español planteaban, además, que s610 las
medidas que tomaran las autoridades venezolanas podían rendir algún efecto
disuasivo sobre los inmigrantes canarios ilegales. Sobre esta situación es
terminante un informe del Cónsul venezolano en Santa Cruz de Tenerife,
José Roberto Vivas, dirigida al Ministerio de Relaciones Exteriores:
La emigración canaria clandestina a Venezuela ... 819
..." no hay sanciones judiciales para la tentativa de estos he-chos
y las autotidades de policía y de marina dan escasa impor-tancia
a estas fugas porque los tribunales de justicia ponen en
libertad a los detenidos."
"La devolución de los patronos y pilotos de veleros resulta
nugatoria: entregados a los tribunales, salen enseguida bajo fian-za,
dispuestos con mayores bríos a una nueva aventura"
De acuerdo a este informe, queda claro que la continua y retirada
organización de viajes clandestinos hacia Venezuela, estaba determina-da,
en gran medida, por la carencia en España de leyes que castigaran
esta actividad. A pesar de que se avisaba a las autoridades de un inmi-nente
embarque clandestino, estas, a sabiendas de que sus organizadores,
x&íi isieíido czptürzdíx, iiu. seiieí; eiijüiciedm, ec much~s casos h ~ c h
caso omiso de la advertencia. El mismo Cónsul venezolano escribió en
una ocasión: "He facilitado a la Policía datos precisos de varios embarcos
clandestinos pero los veleros se han hecho a la mar"...27.
Ante la dramática situación, muchos funcionarios venezolanos, di-rectamente
involucrados en el problema, planteaban con insistencia la
necesidad de firmar un convenio con España a la mayor brevedad posi-ble.
Un memorándum de la Dirección de Consulados a la embajada de
Venezuela en Madrid, fechado el 14 de octubre de 1949 afirmaba que:
"La única forma de poner término a este estado de cosas es concluir un
acuerdo con el Gobierno de España sobre inmigración" ...28. Este asunto,
de la carencia de un tratado ente Venezuela y España sobre cuestiones
migratorias, había estado gravitando durante mucho tiempo sobre el
problema de los inmigrantes canarios clandestinos.
Las relaciones diplomáticas entre Venezuela y España
y el asunto de la inmigración clandestina
Las relaciones diplomáticas entre España y Venezuela estuvieron
cmzadas por el impasse alrededor de la inexistencia de un acuerdo sobre
inmigración entre ambos países.
En repetidas ocasiones, y a raíz de la solicitud venezolana ante el
gobierno español de que adoptara medidas contra el tráfico ilícito de
inmigrantes, éste insistió en la necesidad de firmar un convenio con
Venezuela sobre inmigración, como paso previo para comenzar a resol-ver
el problema de los indocumentados. Por otra parte, el gobierno
venezolano,como consecuencia de su política rnigratoria de instalar mi-siones
o agregadurías de inmigración en diferentes países europeos,
820 Miguel Angel .Hernández Arvelo
insistió ante las autoridades peninsulares para que se le reconociera el
status diplomático a la Misión de Inmigración en España. Sin embargo,
esto fue rechazado reiteradamente por España al no existir un acuerdo
migratorio entre ambos países.
En mayo de 1951, se recibió una correspondencia de Héctor
Guillermo Villalobos, quien fuera designado en febrero de ese año como
Agregado de Inmigración en España, en el despacho del ministro de
Relaciones Interiores, la cual, al referirse a la calidad diplomática de la
Misión decía:
...' <no la tiene. Es una Misión apenas tolerada..: Porque el go-bierno
español insiste en un convenio inmigratorio para reconocer a m
la Misión aquella calidad ... considero indispensable un entendimien-to,
un qour parlem -ilámase convenio o como se quiera- entre O
ambos gobiernos a propósito de inmigración. Es la única forma de n - m llevar esta cuestión, tan importante para nosotros, en serio.'" O
E
E
2
A pesar de esta situación, en 1950 - e l año anteriorbabía sido el de E
mayor movimiento clandestino de personas- el gobierno español dio
muestras efectivas, por primera vez en mucho tiempo, de querer termi- 3
nar con la emigración clandestina y con el tráfico ilícito de los contratos O-de
trabajo. En septiembre de aquel año, las autoridades españolas le m
E
concedieron a los habitantes de Tenenfe - d e donde emigró el 90% de O
la masa clandestina entre 1947 y 1950- libertad para emigrar fuera de
los requisitos de Carta de Llamada y Contrato de Trabajo. El decreto n
E
autorizaba la salida de Tenerife con la presentación del pasaporte y el a
boleto de viaje que no exceda de 9.000 pesetas (tercera clase)30. Sin n embargo, esta medida no era extensiva a la provincia de Las Palmas de n
donde continuaron saliendo pasajeros y veleros clandestinos. 3
No obstante, haber disminuido el número de rnigrantes indocumentados O
como consecuencia de la aplicación del decreto antes mencionado, en
septiembre de 1952, el Gobernador Civil de la provincia de Tenerife,
por instrucciones de la Dirección General de Seguridad de Madrid,
volvió a eliminar la libertad para emigrar restituyendo los requisitos de
Carta de Llamada y Contrato de Trabajo3'.
Conclusiones
El origen fundamental de la emigración canaria clandestina de fina-les
de la década del 40 y comienzos de la del 50, estuvo en la miseria
La emigración canaria clandestina a Venezuela ... 82 1
que vivían los habitantes de las Islas. Tanto los factores de expulsión
como los de atracción -la bonanza petrolera que vivía Nenezuela-tenían
un claro origen económico.
Por otra parte, la "política de puertas abiertas" del gobierno venezo-lano
y la evidente lenidad en la aplicación de las leyes de inmigración,
favorecieron el incremento del tráfico clandestino de inmigrantes. Igual-mente,
la poca importancia que el gobierno español le dio al problema,
contribuyó a que se desarrollara. Lo cierto es que -sin proponérsel-tanto
el gobierno venezolano como el español favorecieron, con su
debilidad, la inmigración clandestina desde las Islas Canarias.
La carencia de leyes en España que castigaran con firmeza esta
actividad, y la inexistencia de un convenio de inmigración entre Vene-zuela
y España, le quitó calidad diplomática a la Misión de Inmigración
venezolana en la Península y, por ende, le restó fuerza a los reclamos y
exigencias de los funcionarios venezolanos ante las autoridades españo-las
en lo que respecta a la resolución del problema de los indocumentados.
Miguel Angel Hernández Arvelo
"Comunicado de los Consulados de Venezuela en Santa Cruz de Tenerife y
Las Palmas
Han tenido conocimiento estos Consulados de que existen sujetos que se
dedican a contratar personas para marcharse a Venezuela, desprovistas de do-cumentación
debidamente visada por los funcionarios consulares, y, en
consecuencia, se advierte a todos lo irregular de este procedimiento. Ejemplo
de lo citado, fue la recién fmstrada expedición en la que fueron detenidas por
las autoridades de la Provincia de Gran Canaria, CIENTO VEINTIDOS PER-SONAS
indocumentadas que se aprestaron a embarcar con destino a Venezuela.
Cumplen estos Consulados instrucciones de su Gobierno, en hacer saber al
público que no será permitido el desembarco de personas indocurneniadas, las
cuales serán devueltas a su punto de partida.
Como se comprende, resultará en lo sucesivo una aventura costosa y sin
resultado favorable, el embarcarse indocumentado, ya que los únicos benefí-ciados
en estas temerarias incursiones, serán los mismos sujetos inescrupulosos
que se dedican a este tráfico irreguiar, en riña con ias ieyes y prácticas inrema-cionales.
A objeto de hacer expedita la emigración a Venezuela, el Gobiemo Nacio-nal
acaba de crear Consulados de Carrera en Santa Cruz de Tenerife y en Las
Palmas, a donde pueden acudir los interesados para enterarse de los tramites y
facilidades de que dispondrán en todo momento."
Xinisrerio de ñeiaciones Exteriores, Dire~~ióUíri CÜIISUI~UÜcxSp, edieiiic
N.O 1.389, DC-18, 1949, "Acerca de indocumentados provenientes de las Islas
Canarias".
Comunicado aparecido en los diarios canarios El Día, La Tarde, La Pro-vincia,
Falange y Diario de Avisos, durante una semana, entre el 22 y 28 de
agosto de 1949.
La emigración canaria clandestina a Venezuela. .. 823
Gastos aproximados hechos por el gobierno venezolano para alojar a los
inmigrantes clandestinos en la colonia de Sacupana, entre el mes de abril y el
de octubre de 1949
Gastos efectuados por el Instituto Técnico de Inmigración
y Colonizaci6n para dotar la referida Colonia ......................... Bs. 295.000
Gastos efectuados por el Ministerio de Obras F'úblicas
representado en materiales y otros suministros ....................... Bs. 80.000
Valor de una casa flotante suplida ........................................... Bs. 40.000
Gastos hechos por el Ministerio de Relaciones Interiores
en viajes y otras diligencias ..................................................... Bs. 5.000
Bs. 420.000
Ministerio de Relaciones Exteriores, Dirección de Consulados, expediente
N." 55 1, DC- 18, 1950, "Memorándum de la Dirección de Consulados, acerca
del problema de los indocumentados españoles".
Miguel Angel Hernández Arvelo
m
D
ANEXO N.O 3
O
Relación de veleros e inmigrantes canarios indocumentados llegados n--
a Venezuela entre febrero de 1948 y marzo de 1951 m
O
E
E
2
Nombre Puerto ~echi? N." personas -E
Basilio - feb. 1948 5 1 3
Gracie Bleu La Guaira 27-4-48 10 -
Merche La Guaira 26-6-48 -
32 0
m
Defensa La Guaira 6-7-48 68 E
Andrés Cruz ' La Guaira 25-7-48 30 O
Arroyo La Guaira 7-8-48 93
Magdalena La Guaira 30-8-48 24 n
Antonio Ignacio Güiria 7-9-48 E 25 -
a
Arlequín Pampatar 10-9-48 58 l
Carlota Pampatar 13-9.48 189 n
Express Pto. Cabello 28-10-48 56 n
Estrella Polar La Guaica 8-1 1-48 3 1 3
José Morales La Guaira 15-1 1-48 38 O
Miguelín Juan Griego 19-1 1-48 11
Andrew Higuerote 28- 12-48 12
Carmen Batista Higuerote 28-12-48 4
Mari Pepa La Guaira 5-1 -49 31
Antonio Carvallo La Guaira 28-1-49 16
Dragón La Guaira 5-2-49 11
Mmca Pto. Cabello 13-2-49 50
Rafaela Unare 29-3-49 5 7
La Providencia La Guaira 4-4-49 6 1
Juanito Porlamar 9-4-49 22
Soledad Güiria 2-5-49 34
Nra. Sra. del Carmen La Guaira 7-5-49 4 1
Benartemi La Guaira 14-5-49 31
La emigración canaria clandestina a Venezuela ... 825
Relación de veleros e inmigrantes canarios indocumentados llegados
a Venezuela entre febrero de 1948 y marzo de 1951 (Cont.)
Nombre Puerto Fecha N.O personas
Bambi
Rafael Oribe
Cristóbal
Jorge 11
Gota
Juanita de Hierro
Encarnación
Juan Manuel
Juanita
María Encarnación
José Brito
GüCd
Luisa Díaz
Fefita
Eva O
Pepito
Saturnino
4 Hermanos
Cienfuegos
Rubén
San Jorge 1
Dolores Ortega
Potemide
Joven Pedro
América
Nuevo Teide
Benahoare
Nuevo Adán
Joven Gaspar
Nublos
Telemate Dora Mas
El Delenico Islas Canarias Joven Gaspar
Anita
M.' Eugenia
Urania 11
La Guaira
Canípano
Güiria -
La Guaira
Carúpano
La Guaira
La Guaira
-
Naiguatá
-
La Guaira
Güiria
Güiria
Carúpano
Carúpano
La Guaira
La Guaira
Parnpatar
La Guaira
Canípano
La Guaira
Canípano
La Guaira
La Guaira
La Guaira
La Guaira
Higuerote
Pto. La Cruz
-
La Guaira
-
La Guaira
21-5-49
9-6-49
18-7-49
agosto 1949
13-9-49
6-10-49
8-10-49
9-10-49
oct. de 1949
oct. de 1949
5-11-49
nov. de ir49
29- 1 1-49
29- 1 1-49
4- 12-49
12-12-49
15-12-49
24- 12-49
27-12-49
27- 1-50
7-2-50
12-2-50
14-2-50
10-3-50
25-5-50
7-5-50
11-5-50
24-5-50
25-6-50
27-7-50
agosto 1950
19-9-50
22-9-50
3-11-50
13-2-51
8-3-51
Total: 74 veleros y 4.135 pasajeros indocumentados.
Ministerio de Relaciones Exteriores, Dirección de Consulados, Expediente
N." 1.389, DC-18, 1949 y Expediente n." 551, DC-18, 1950. El Nacional,
1948-1951.
Miguel Angel Hernández Arvelo
1. Helí Colombani, presentación a: Javier Díaz, Al Suroeste la Libertad. Caracas,
Academia de la Historia, 1991, p. 1.
2. F&citas L'prz por ti!!^: o Pewzji-~nir.mo; oLnarir !af &rla&i,ynz
desarrollistas. México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1986, p. 107.
3. Ibídem, p. 109.
4. Ibídem, p. 108.
5. Idem.
6. Jesús Antonio Aguilera: La población de Venezuela. Caracas, Universidad
Central de Venezuela-FACES, 1975, p. 65.
7J . susaii ~T,--c-T.~.-A g i u i iy- u. , ,..-L--.- " - - -L-A- - ",:-L... riuiiivoiru ~ C I I I ~ I I U C LC. ~ I L LLLGLS d~e~ e~fz.e ra: iiii es:üdio
analítico del proceso migratorio en Venezuela, 1936-1985. Caracas, Centro de Estu-dios
de Pastoral y Asistencia Migratoria (CEPAM), 1985, pp. 51 y 53.
8. Ramón J. Velásquez: Confidencias Imaginarias de Juan Vicente Górnez. Cara-cas,
Ediciones Centauro, 1979, p. 381.
9. S. Berglund y H. Hernández, Op. cit., p. 43.
10. Ibídem, p. 44.
1 l. Antonio V. Martín, "Isleños. Vida y trabajo de una Inmigración Laboriosa", El
Nacional, 10-2-51, p. 13.
12. "Estafaban a los extranjeros, haciéndose pasar por investigadores", El Nacio-nal,
4-3-50, p. 10. En Puerto la Cruz y otras ciudades del país, se habían establecido
inescrupulosos que, haciéndose pasar por policías, estafaban a los inmigrantes, espe-cialmente
a los canarios que venían sin documentación. El procedimiento consistía en
que, a las horas en las cuales se encontraban reunidos en los hoteles, se presentaban
los estafadores los cuales atemorizaban a los inmigrantes diciéndoies que serían ae-portados,
posteriormente se ofrecían para legalizar su situación en el país, previa
cancelación de altas sumas de dinero. Pero no sólo de los estafadores eran víctimas los
inrnigrantes clandestinos. La prisión en las Islas o en Venezuela, las vicisitudes y
peligros de la travesía en el mar, el pago a los organizadores de los viajes -previa
venta de todas sus pertenencias-, eran parte de la aventura. A diario la prensa se
hacía eco de esta odisea migratoria. Ver: "En un barco de vela llegaron 140 españo-les",
El Nacional, 28-7-50, p. 10; Manuel Rodríguez Cárdenas, "Tierra de la
Espernaza", El Nacional, 13-8-50, p. 4; "En 3 veleros llegaron a la Guaira 300
indocumentados de las Canarias", El Nacional, 23-9-50, p. 26; Juan Cabrices, "La
Inmjgración y el Contrabando Humano", El Nacional, 26-9-50, p. 4 y "Otro velero
canario en costas venezolanas" El Nacional, 14-2-51, p. 20.
La emigración canaria clandestina a Venezuela ... 827
13. H. Colombani, Op. cit., p. 2.
14. "5 mil pesetas por venir a Venezuela pagaron 112 españoles a una organiza-ción
fantasma", El Nacional, 10- 1-50.
15. Ermila Troconis de Veracoechea: El Proceso de la Inmigración en Venezuela.
Caracas, Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, vol. 41, 1986, p. 266.
16. "A punto de hundirse embarcación de inmigrantes", El Nacional, 24-8-50, p. 21.
17. E. Troconis, Op. cit., p. 269.
18. *"Polizones españoles en busca de trabajoW,ENl acional, 9-3-51.
19. "No permitirá el Gobierno la entrada de Indocumentados", El Nacional, 20-9-
50, p. 20. Esta noticia se refiere a 300 inmigrantes que venían en los barcos "Telémate"
y "Dora Más". Los indocumentados españoles, especialmente los procedentes de las
Islas Canarias, llegaban cada día mis, esto motivó al gobierno venezolano a no conti-nuar
acept6ndolos. Hasta ese momento se les entregaba una documentación especial
para permanecer en el país.
20. JosC Roberto Vivas (Cónsul de Venezuela en Santa Cruz de Tenerife) al
Ministerio de Relaciones Exteriores, 17-4-50. Expediente N.O 551, DC-18, "Informe
sobre el vicecónsul de Las Palmas y la emigración clandestina".
21. José Roberto Vivas al Ministerio de Relaciones Exteriores, 19-1-50. Expe-diente
N." 121, DC-18, "Recopilación de datos para inmigración canaria".
22. José Roberto Vivas al Ministerio de Relaciones Exteriores, 17-4-50. Expe-diente
N? 551.
23. Ministerio de Relaciones Exteriores, Dirección de Consulados, expediente N.O
1.389, 1949.
24. Ministerio de Relaciones Exteriores. Expediente N.O 551, 1950 y comunica-ción
de José Roberto Vivas al Ministerio de Relaciones Exteriores, 5-1 1-52. Expediente
N.O 1569, DC-18, "Informe del Cónsul en Santa Cruz acerca de españoles
indocumentados rumbo a Venezuela".
25. Ministerio de Relaciones Exterores, Dirección de Consulados, expediente N."
1389, 1949.
26. Ministerio de Relaciones Exteriores. Expediente N.O 551, DC-18, 1950.
27. Idem.
28. Ministerio de Relaciones Exteriores. Exp. N.O 1389, DC-18, 1949.
29. Ministerio de Relaciones Exteriores, Dirección General, expediente N.O 278,
DG-7, 1951.
30. JosC Roberto Vivas al Ministerio de Relaciones Exteriores, 18-9-50. Expe-diente
N." 172, DC-18, "Inmigrantes por Santa Cruz de Tenerife".
31. Ministerio de Relaciones Exteriores. Exp. N." 1569, DC-18, 1952. El decreto
mediante el cual se eliminaban las restricciones a la emigración parece que produjo
una sensible disminución de los embarques clandestinos. En 1949, arribaron a costas
venezolanas un total aproximado de 29 veleros; en 1950 llegaron 15 veleros, pero
entre septiembre de ese año y marzo de 1951, sólo arribaron 8 veleros. En octubre y
diciembre de 1950, y en enero de 1951, no se conoció el arribo de veleros clandesti-nos,
esto, sin lugar a dudas, reflejaba una tendencia decreciente que se vio incrementada
de nuevo en 1952. El Cónsul venezolano en Santa Cruz de Tenerife, José Roberto
Vivas, ante el recrudecimiento del problema planteó, en noviembre de aquel año, la
necesidad de ampliar el número de cupos para emigrar que era de 54 personas anuales,
según lo establecido por el I.A.N. y, la eliminación de la Carta de Llamada y los
Contratos de Trabajo. Ministerio de Relaciones Exteriores, Dirección de Consulados,
expediente N.O 1569, DC-18, 1952, "Informe del Cónsul en Santa Cruz, acerca de
españoles indocumentados rumbo a Venezuela."