FLAMENCOS EN LA CARRERA DE INDIAS,
VÍA GRAN CANARIA
MANUEL LOBO CABRERA
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
La presencia en Canarias de colonias mercantiles extranjeras
data desde el período anterior a la conquista. Mercaderes mediterráneos
y atlánticos fueron atraidos al Archipiélago por la búsqueda de
productos fáciles de intercambiar y demandados en Europa. Esta
atracción no solo la ejerció el archipiélago canario sino todas las
islas atlánticas meridionales desde el mismo momento de su descubrimiento
y posterior poblamiento. Italianos, flamencos, franceses e
ingleses se interesaron por los productos obtenidos en Madeira,
Azores y Canarias!. Con la puesta en explotación de estas nuevas
tierras, y con la consiguiente plantación y producción de azúcar
aumenta el interés por las islas. De este modo en poco tiempo colonias
de mercaderes de distinto origen se asientan en las islas y las
introducen en la «economía-mundo»2.
Este poder de atracción se ve ampliado con el descubrimiento
del Nuevo Mundo y con las posibilidades que este abría para el
comercio. De estos grupos nos interesa destacar, por ser objeto de
este trabajo, a los flamencos. Interesados en negocios de todo tipo
acuden a Canarias desde muy pronto, donde verifican distintas operaciones
tanto en relación con el mercado interno como con el
externo. Estas actividades van a irlas ampliando una vez residen en
Canarias tejiendo redes comerciales que van de Europa a
Africa y a América3 •
El comercio americano les abre nuevas posibilidades tanto
desde la Península Ibérica como desde Canarias. Estas relaciones
ultramarinas les hará cambiar el Báltico por el Atlántico, en especial
por las ventajas otorgadas por Carlos 14 , Ypor la necesidad de
mercancías flamencas para el comercio indianos. Esta doble circunstancia
justifica la importancia de la colonia flamenca en
Sevilla6 •
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8 Manuel Lobo Cabrera
Este mismo atractivo 10 poseía el Archipiélago, desde donde
podían no solo comerciar con las Indias sino incluso pasar a ellas.
Es sabido que a los extranjeros les estaba prohibida dicha navegación,
tanto en el sentido mercantil como de paso. Disposiciones en
este sentido fueron dictadas desde muy temprano, con la finalidad
de excluir, en especial, a los flamencos, temeroso don Fernando de
las facilidades que su yerno podría otorgarles cuando tomara las
riendas del poder en Castilla7• En época del Emperador, 1526, sin
embargo se autoriza a aquellos extranjeros, súbditos suyos, tanto a
traficar como a pasar a Indias, pero en 1538 se vuelve a prohibir la
presencia de extranjeros en dicha navegación8• No obstante, a pesar
de la prohibición, se concedieron licencias a extranjeros para realizar
sus tratos, de manera individual y nunca colectiva9 • Sin embargo
en Canarias como en otras partes del país los flamencos consiguieron
introducirse en el comercio americano a través de la adquisición
de la nacionalidad castellana, consistente en residir diez años en el
país con casa abierta y haberse casado con una castellana1o • Este
es el modo más sencillo de realizarlo y aunque al parecer para ejercer
tal actividad era necesario que el Consejo de Indias lo habilitase
para el ejercicio del comercio, en Canarias no hemos hallado ninguna
información al respecto, sino que una vez conseguidos los
requisitos se consideraban autorizados para participar en la navegación
indiana.
Con estas circunstancias un nutrido grupo de flamencos, residentes
en Canarias, se inician en el comercio indiano. Sin embargo,
otros, sin tener conseguida la nacionalidad, también se involucran
en los negocios americanos, tanto como mercaderes como emigrantes.
La menor función inspectora de las autoridades isleñas y la
necesidad de personal para completar las tripulaciones hicieron
posible la salida de flamencos desde los puertos grancanarios con
destino al Nuevo Mundo.
En este tráfico los flamencos participaron de dos formas: enrolandose
como marineros en las naves y en las flotas y utilizando
agentes en el comercio. En este último caso nombraban para tal fin a
paisanos suyos, a parientes y a particulares castellanos con el objeto
de remitir a los nuevos mercados todo tipo de mercancías. Sin
embargo, en pocas ocasiones también utilizaron otras fórmulas,
como ya veremos.
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Flamencos en la Carrera de Indias. via Gran Canaria
1. Emigrantes
9
Los flamencos que deciden pasar a Indias para residir allí y
vivir de sus oficios son normalmente artesanos, aunque muchos se
enrolan en las naves como marineros, sin faltar tampoco los agentes
o factores nombrados como tales por sus patronos para negociar en
Indias los artículos remitidos desde Gran Canaria.
De 1537 consta la primera escritura en donde un flamenco,
zapatero y estante en la Isla, parte para Indias, para servir allí, en
Méjico, su oficio. En este caso concreto se concierta con un castellano,
quién lo lleva a su costa, para servirlo en Nueva España
durante un año de su oficio, para pagar el costo del pasajell •
Pero mientras unos van con e~ta intención otros se incorporan a
expediciones militares, bien por su propia cuenta o contratados,
como un flamenco tonelero que se enrola en la expedición de Jaime
Rasquí con destino al Río de la Plata, cuando pasa por Gran Canaria
en 155912 , y cuando acaba su misión regresan a Europa13 •
Otros utilizan como medio de pasar al otro lado del Atlántico,
bien sea a las Antillas o a Tierra Firme, su enrolamiento en las
naves como marineros, grumetes o pajes, hasta el punto de destino,
percibiendo por ello un tercio de lo que era usual pagar a los marinerosl
4 . También en estos casos existen dos variantes, los que una vez
llegados a Indias se quedan allí definitivamente, y los que se contratan
para un viaje de ida y vueltal5 .
Dentro de la tripulación también hallamos flamencos con cargos
más importantes como maestres, pero en estos casos, aunque
parten de. Gran Canaria, son vecinos de Sevilla. Uno de ellos pasa
por la Isla en dos ocasiones, 1570 y 1573, Yen la última va como tal
en la flota de la cual iba por general don Francisco Luján, con destino
a Puerto Ricol6 • En estos casos reciben poderes y encomiendas
de vecinos de la Isla para la solución de problemas o para
cobrar deudas17 •
Finalmente quedan los que van como tales emigrantes, como
agentes de comerciantes flamencos radicados en Las Palmas o como
mercaderes con sus propias mercancías.
Los primeros pagan su pasaje como tales, pudiendo en ocasiones
el dinero prestado, con el compromiso de devolverlo en el puerto
de destino en oro y plata ensayadal8 •
Los agentes o son familiares del que remite la mercancía, o son
criados suyos o partícipes en la empresa. Entre los primeros se
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10 Manuel Lobo Cabrera
encuentran flamencos casados con isleñas que sirven de agente a su
suegro o a otro familiar, como Eberat Prevoste o Proboste que
remite desde Indias mercancías a Sevilla consignadas a su suegro,
un zapaterol9 • Estos agentes a la vez que trabajan para la empresa
hacen en Indias negocios con otras personas a la vez que reciben
encomiendas20 • Asimismo además de vender y beneficiar la mercancía
que llevan o se les remite tienen como misión recaudar las deudas,
negociar el dinero y remitirlo empleado en mercancías a la
Isla21 •
Entre estos cabe citar los encomenderos, personas que aunque
no sean factores de nadie, a la vez que negocian sus mercancías
hacen lo propio con las de otros vecinos. En este caso son de señalar
el flamenco, vecino de Telde, Art Tiles, casado con una isleña,
quién al otorgar su testamento por estar de viaje a Indias, confiesa
haber recibido de cuatro flamencos, avecindados en la Isla, distintas
cantidades de dinero en mercancías, por un valor aproximado de
unos 2.000.000 de maravedís, para vender en Indias22 • Del mismo
modo Anrique Quesquier reconoce también haber recibido mercancías,
en este caso de un italiano para venderlas en Indias y su producto
emplearlo en las mejores mercancías que hallare, y traerlas
bien a Sevilla, Cádiz o Gran Canaria, recibiendo por su trabajo la
tercera parte de la ganancia23 •
Los flamencos que pasan a Indias como mercaderes y con mercancías
propias son muy pocos. Estos fletan para ello un navío,
comprometiéndose a dar carga en un plazo determinado, y señalar el
puerto de destino. En estos casos lo normal es traficar con vino,
aunque también, en ocasiones, llevan paños tanto españoles como
extranjeros. Esto es lo que hace Anrique Vanquisel cuando fleta la
nao de Valerio Calderín para llevar en ella 70 pipas de vino; el flamenco
se compromete con el maestre a señalarle en un plazo de 20
días después del otorgamiento de la escritura los puertos de destino
y según estos pagará el flete24 •
2. Comerciantes
El carácter más notorio de los mercaderes flamencos que participan
en el comercio canario-americano es que ellos rara vez viajan
a Indias sino que realizan las transaciones a través de agentes, en su
mayoría castellanos, unidos a ellos por lazos de parentesco o afini-
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Flamencos en la Carrera de Indias. via Gran Canaria 11
dad mercantil. Las actividades de estos hombres son varias: controlan
el transporte mediante su participación en compras, prestan
dinero o mercancías para ultimar pasajes o para pertrechar navíos,
fían a maestres y pilotos para que puedan realizar los viajes, remiten
mercancías o las venden a segundas personas para que las negocien en su
nombre mediante interés e incluso remiten esclavos al Nuevo
Mundo. Algunos de ellos aparecen inmersos en una sola actividad
pero otros realizan todo tipo de transacciones y operaciones.
El transporte les interesó a más de uno, primero porque podían
remitir en barcos propios la mercancía a Indias y segundo porque los
fletes les dejaban unos saneados beneficios. El mercader Nicolás
Jans fue asiduó en cuanto a la inversión de sus capitales en navíos,
aunque a veces en vez de comprarlos en la isla traía urcas de Flandes.
En 1560 apoderaba a un mercader de Cádiz, Gaspar de Zurita,
factor a su vez de un italian025 , para que trajera a su poder una urca
suya que había partido para Santo Domingo, y cobrara los fletes y el
valor de las mercancías que fueron a bordo en su nombre26 • Un año
más tarde compra a un vecino de Cádiz, maestre de navío, la mitad
de una nao por valor de 500 ducados27 • Posteriormente ambos como
señores de la nao nombran en la misma como capitán a un gaditano,
para que como tal la lleve a su cargo en el viaje que preparan a
Indias28 , y finalmente éste la fleta al flamenco para llevar mercancías
por un porte máximo de 100 toneladas, hasta Santo Domingo,
Puerto Rico y otras partes de las Indias, y a su vez traer de allí toda
la carga que cupiera a cambio de las mercancías llevadas29 • De este
modo el flamenco remitía artículos en nave propia, guiada por una
persona de su confianza, y quedaba exento de pagar la mitad
del flete.
Tratos similares hace el mercader flamenco Daniel Vandama,
hombre de gran actividad en los tratos mercantiles no solo con
Indias, sino con Africa y Europa. En un navío que lleva por destino
Santo Domingo y La Margarita tiene dos partes, y como tal señor en
unión del otro propietario, el maestre del navío, apoderado a un
criado suyo, flamenco, Juan Constante o Conrarte, que iba en el
navío, para que pudiera vender en Indias las partes que tenía en la
nave, cobrar los fletes correspondientes a su persona, y vender las
mercancías que iban por suyas a bordo30 • Así recibía beneficios por
tres vías: fletes, venta de la embarcación y mercancías.
El prestar dinero fue otra de las actividades a la cual se dedicaron
los flamencos radicados en Las Palmas y en especial en relación
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12 Manuel Lobo Cabrera
con las personas que partían para el Nuevo Mundo. Art Coguen
presta dinero al arcediano de Yucatán y Cosomel de partida para
Méjico, y desea recibir su valor en la Isla en azúcar31 ; al mismo clérigo
hacen adelanto de dinero los flamencos Gerardo Brinzeles y
Eberarte Provoste: el primero da poder para que la cantidad adelantada
la puedan cobrar en Indias el secretario de la Audiencia de
Méjico, un cuñado suyo y el piloto de la nao donde va el arcediano
como pasajer032 • Entre los tres le prestaron 72.500 maravedís33 •
Estos empréstitos además de hacerlos en metálico, tal como
hemos visto y como seguirán haciendo con pasajeros y maestre de
navío, también lo hicieron con mercancías, consiguiendo así una
doble ventaja: colocar artículos cosechados en la Isla y aumentar el
beneficio. Daniel Vandama fue asiduo a este tipo de tratos, pues el
valor del dinero lo entregaba en conservas, vino y otros artículos
cosechados en sus tierras. Un maestre de navío recibe de él para fornacer
su nao, alimentar a la tripulación y despacharla con destino a
Veracruz 2.000 reales en piezas de anascote y peruleras de vino,
obligándose a pagarle su valor en Méjico a sus agentes34 • Otras
veces y con el mismo fin entrega dinero en metálico para despacho y
avío del navío35 • También mercaderes faltos de artículos reciben a
préstamo cantidades de vino del mismo flamenco para llevar a
Indias36 • Estos adelantos de dinero y vino son para el mercader Vandama
un buen negocio, porque además de exigir el pago de las deudas
en productos indianos, perciben aderilas un buen interés. En
1597 por 1.125 reales prestados a un maestre de navío para adobar,
calafatear y pertrechar el barco de las cosas necesarias, percibe de
interés el 50% por el riesgo que corre sobre los mismos37 •
Como fiadores de maestres y pilotos en viaje a Indias también
destacan los flamencos, quizá porque a bordo de los navíos mandados
por los mismos van mercancías suyas. Así tenemos como Arnaldos
Vandala fía a Martín del Puerto en el maestraje del navío La
Trinidad38, y Daniel Vandama sale por fiador del maestre del navío
San Sebastián 39 •
En cuanto a la actividad comercial propiamente dicha la realizan
mediante dos fórmulas: entregandola a un mercader o vecino de
la Isla que va a Indias para que se la negocie en su nombre mediante
el pago de un interés, o remitiéndola en propio nombre con un agente
o criado suyo encargado de la operación. En el primer caso lo normal
es entregar la mercancía a un vecino de la Isla para que vaya
como mercader, tal como hace el comerciante Lorenzo Guesquier
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Flamencos en la Carrera de Indias. via Gran Canaria 13
quién da al vecino Andrés de la Nuez 23 peruleras de vino, cargadas
a bordo de la nao, para llevar a Santo Domingo y Nueva España, y
allí venderlas a los mejores precios, e invertir su valor conforme a la
voluntad del mercader, llevando de encomienda lo que es uso y costumbre
dar a semejantes mercaderes40 • Vandama hace lo propio
entregando mercancías a personas con destino a Indias, para que se
las beneficien en el lugar de destino; así entrega en 158720 pipas de
vino a un mercader, puestas a bordo y aseguradas, hasta La Margarita41
; en 1597 remite por este sistema otras 15 toneladas, aunque
luego las traspasa al señor de Lanzarote don Gonzalo Argote de
Molina42 , y en 1595 envía 15 pipas de vino con el flamenco Francisco
de Artogue o Hartogar43, y más con otros vecinos, además de
vinagre, pasas y artículos de pasamanería44 •
Sin embargo el mayor volumen de carga junta lo remite este
hacendado flamenco con sus agentes: criados y familiares. En 1587
apodera a un vecino de Cartagena de Indias y a un flamenco que
está a su servicio para demandar en Indias de un criado suyo que
había salido de Las Palmas un año antes el valor de 35 pipas de
vino, 166 peruleras de lo mismo, 27 arrobas de conserva, 316 de
membrillada, 12 docenas de cordobanes, 3 de valdreses colorados,
14 cajones de brea y otras mercancías45 • Tal como se comprueba en
esta escritura la variedad de artículos es mayor cuando el envío lo
realiza el personalmente y a su cargo, con el fin de que su valor, en
plata, se lo remitan a Sevilla.
Otras veces quién viaja con la mercancía es su propio cuñado,
Hemando de Trigueros. Este reconoce en 1588 partir para Indias, a
donde el flamenco le envía, con vinos, quesos, cueros, brea, vinagre
y calzados, más otras mercancías, por un valor con los costos de
1.250.000 maravedís. Su misión consiste en vender la mercancía, de
acuerdo a la orden recibida, traer su valor registrado en flota y consignado
a él mismo o a otras personas, ganando por ello la tercera
parte de las ganancias; en Sevilla emplearía lo traido de nuevo en
mercancías de acuerdo a la orden de Vandama, o si no en Lisboa,
para remitirlas a la Isla, percibiendo por ello el 3%46. Tal como se
recoge en el documento los itinerarios seguidos y las consecutivas
ventas e inversiones, son los que nos permiten hablar de un comercio
triangular. Por ajustes de cuentas y finiquitos comprobamos,
además, como las operacines de este flamenco se concluían perfectamente,
dándose por ello por pagado de tod047 •
Otro tipo de operaciones en las que invertían los flamencos y en
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14 Manuel Lobo Cabrera
especial Daniel Vandama era en la remisión de esclavos al
Nuevo Mundo.
El sistema para enviar negros a Indias y allí venderlos era
doble: bien a menudeo o mediante la compra de licencias. En el primer
caso los maestres se excusan de llevarlos alegando la falta de
tripulación, y como propiedad suya, bajo promesa de volverlos a
traer, pero luego en otro documento o en el mismo confiesan la propiedad
real de los mismos. Así el maestre Miguel de Tolosa, previa
la primera declaración, añade que de los dos esclavos que lleva a
bordo como grumetes, el de nombre Antón es propiedad de Daniel
Vandama48 • En otra escritura otorgada en 1598, es más explícito el
compromiso, pues Vandama reconoce la entrega que hace a un
maestre de nao de un esclavo negro, que va en el barco por grumete,
para que le sirva como tal y en Indias lo venda, el valor de este
esclavo una vez vendido seguirá un circuito más amplio que el propio
comercio triangular, pues una vez puesto en venta se ha de invertir
su precio en La Margarita, de allí las mercancías conseguidas se
venderían en Cartagena, percibiendo el maestre por ello cierta
ganancia y el 6% del valor del esclavo. De allí remitiría las mercancías
a Sevilla donde una vez puestas en circulación su producto
había de volver a invertirlo, cargando los artículos en el navío con
destino a Gran Canaria o Tenerife, pagándole Vandama por ello el
3%49. Este amplio recorrido justifica el beneficio obtenido, superior
a veces al 300%50.
También envía Vandama esclavos con sus agentes, como el que
lleva su cuñado Hernando de Trigueros en 1588 como grumete del
navío en que va, señalando que si se vendiere en Indias «porque
acaese muchas veces quedarse los navíos que ban allí», lo hará conforme
al precio que le señala Vandama51 • Este modo de pasar esclavos
a Indias como parte de la tripulación de los navíos que hacen la
ruta, era una manera de esquivar la compra de la licencia, por ello
los jueces de registro piden fianza de haber pagado la licencia y los
derechos reales en Indias52 •
Pero también Vandama intenta llevar esclavos a Indias en
mayor cantidad, comprando para ello las respectivas licencias, por
esta causa en 1588, en compañía de su esposa, doña Juana de Vera,
da poder a su cuñado Hemando Trigueros para que en su nombre se
concierte con los jueces y contratadores reales residentes en Lisboa,
en lo tocante a los Rios de Guinea, para sacar de allí o de otras partes
hasta 70 esclavos negros al objeto de llevarlos a Indias, y le den
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Flamencos en la Carrera de Indias. vía Gran Canaria 15
registro y licencia para que los factores que allí están los dejen
sacar53 .
Esta es la segunda fórmula, que aunque no deje tanto beneficio
por unidad como en los esclavos llevados a menudeo, a la larga es
mayor el rendimiento, al conseguir llevar en un sólo viaje mayor
cantidad de esclavos.
Finalmente tenemos a otros flamencos que aunque no residan
en Canarias, están relacionados con gente de la Isla, en especial
para asuntos referentes a la cobranza de dinero y mercancías remitidas
desde Indias a Sevilla. Inmersos en estos asuntos se encuentran
algunos mercaderes que sirven de consignatarios a Beatriz Ponce, la
viuda del francés Pablos Reinaldos54, a las hermanas Sambrana55 ,
Ursula Guerra56 y Catalina Calderón, la viuda del depositario general
Alonso Venegas57 . Es curioso observar como las relaciones de
estos flamencos son todas con mujeres. Éstas tienen su confianza
puesta en Pascual Leardin58 , Levinio Lampisen y en Pedro de
Tibaute. Ellos deben cobrar todo lo que se les remite de Indias, en la
mayoría de los casos producto de herencias, guardar su orden, y en
algún caso quedarselo, por cuanto ya habían recibido el valor de
otro flamenco, residente o estante en Gran Canaria.
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NOTAS
Manuel Lobo Cabrera
l. A este respecto vid.: MARRERO RODRÍGUEZ, M.: Los flamencos en
los comienzos hispánicos de Tenerife, «Studi in Memoria di Frederigo Melis», III,
197¡8; Los genoveses en la colonización de Tenerife, 1496-1509, «Revista de Historia
Canaria», XVI, La Laguna, 1950;Los italianos en lafundación del Tenerife hispánico,
«Studi in Onore de Amintore Fanfani», V, Milán, 1962; LOBO CABRERA,
M.: Grupos humanos en la sociedad canan'a del siglo XVI, Las Palmas, 1979;
STOLS, E. y J. A. VAN HONTTE:Les Pays-Bas et la Mediterranée atlantiqueau
XVI siécle, en «Mélanges eb l'honneur de Femand Braudel», 1, Toulouse, 1973;
VERLINDEN, Ch.: Gli italiani nell'economia delle Canarie al!'inizio della colonizzazione
spagnole, «Economía e Storia», XVII, 1960; Le peuplement flamand
aux A¡;ores au XVe siécle, «Os A90res e o Atlántico (séculos XIV-XVII)>>, Angra do
Heroismo, 1984.
2. WALLERSTEIN, l.: El moderno sistema mundial. La agricultura capitalista
y los orígenes de la economía mundo europea en el siglo XVI. Madrid,
1979.
3. MARRERO RODRÍGUEZ, M.: Los flamencos.... arto cit.; Mercaderes
flamencos en Tenerife durante la primera mitad del siglo XVI, «IV Coloquio de
Historia Canario-Americana (1980)>>, 1, Las Palmas, 1982; DONNET, F.: Histoire
de 1'établissement des Anversois aux Canan'es au XVIe siécle, Amberes, 1895; Les
origines d'une entreprise commerciale anversoise aux Canaries au XVIe siécle,
Amberes, 1920; STOLS, E.: Les Canaries et l'expansion coloniales des Pays-Bas
méridionaux au seiziéme siécle et de la Belgique vers 1900, «IV Coloquio de Historia
Canario-Americana (1980», II, Las Palmas, 1982.
4. GlRARD, A: Le commercefran¡;ais á Seville et Cádix au temps des Habsbourg,
París-Burdeos, 1932, pp. 37 Y 40.
5. LORENZO SANZ, E.: Comercio de España con América en la época de
Felipe 11.1. Los mercaderes y el tráfico indiano, Valladolid, 1979, p. 74.
6. STOLS, E.: La colonia flamenca de Sevilla y el comercio de los Países
Bajos españoles en la primera mitad del siglo XVII, «Anuario de Historia Económica
y Social», 1, Madrid, 1968.
7. RAMOS PÉREZ, D.: La aparente exclusión de los aragoneses de las
Indias: una medida de alta política de D. Fernando el Católico, «Estudios del
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Flamencos en la Carrera de Indias, vía Gran Canaria 17
Departamento de Historia Moderna de la Facultad de Filosofía y Letras de Zaragoza
», 1976, pp. 18-20.
8. LORENZO SANZ, E.: op. cit., p. 51.
9. Idem, pp. 51-52.
10. GIRARD, A.: op. cit., p. 17.
11. A(rchivo) H(istórico) P(rovincial) de L(as) P(almas), Hernando de Padilla,
n.o 750, f. 18 v. La persona que se compromete a llevarlo, el vecino de Cifuentes Hernando
de Encina, se obliga además de a costearle el viaje a mantenerlo durante el año
que sirva para él tanto en su tienda como en otra.
12. BORGES, A: Viajes colombinos. Participación en la conquista de América,
«Historia General de las Islas Canarias de a. Millares Torres», 11, Las Palmas,
1977, p. 253.
13. Conocemos su regreso porque un año después, en octubre de 1560 el vecino
de Las Palmas Juan Bodoyn, tonelero, daba poder a Lorenzo Ymanos, flamenco,
vecino de Serquese, para que pudiera recibir de Gile Boys, flamenco, tonelero, vecino
de Amberes, 6 ducados que le prestó en esta Isla cuando fue al Río de la Plata con el
gobernador Jaime Rasquieu (sic) A.H.P.L.P., Alonso Hernández, n.O 789, f.
185 v.
14. En 1565 Antonio Flamenco se obligaba a sérvir a Agustín García e ir en su
compañía en la nao que iba de viaje a Santo Domingo, sirviendo de marinero, grumete
y pl\ie, ganando el tercio de lo que se da a los marineros, pagado en un plazo de
8 días después de la descarga: AH.P.L.P., Lorenzo de Palenzuela, n.O 825, f.
230 r.
15. Con el mismo Agustín García se concierta Juan Comieles, flamenco para ir
y volver en la nao a España ganando por ello el tercio del flete y ganancia de la nao
tanto en la ida como en la vuelta, más comida y bebida: A.H.P.L.P., Lorenzo de
Palenzuela, n.O 825, f. 231 v.
16. Este es el caso de Alonso Cornieles que va como maestre en la nao Nuestra
Señora de la Luz, que lleva por capitán al vecino de Sevilla Lorenzo de Vallejo:
A.H.P.L.P., Francisco Méndez, n.O 822, f. 193 v.
17. En 1573, Cornieles recibe poder de Juan de Narea para cobrar en San Juan
de Puerto Rico de Diego Martín Marchena, depositario general, 2 pasamanos de hierro
que Conrate Mayer, maestre de nao depositó en él como bienes de su hacienda.
Cobrados los venda y le acuda a España con su valor: A.H.P.L.P., Rodrigo de Mesa,
n.o 784, f. 374 v.
18. Así el flamenco Critóbal de amberes se obligaba pagaren 1569 al vecino
de Murcía Agustín de Franquez 30 ducados castellanos que había recibido en la Isla;
se los pagaría en el Nombre de Dios, en un plazo de dos días después de la llegada, en
oro aquilatado o plata ensayada: A.H.P.L.P., Lorenzo de Palenzuela, n.O 287,
f. 398 r.
19. AH.P.L.P., Lorenzo de Palenzuela, n.o 829, f. 275 r: Juan Pérez, zapatero,
daba poder en 1570 para que pudiesen recíbir en Sevilla cualquíer cantidad de oro,
plata, perlas, cueros, azúcar, salsaparrilla u otra mercancia remitida por Ebrat Prebasté,
su yerno, desde las Indias.
20. Por ejemplo Eberarte Provoste durante su estancia en Cuba había recibido
de García Sánchez una cama de red con un travese de holanda labrada, 2 cojinicos
labrados y 3 libras de hilo portugués delgado y blanco para llevarlos desde San Cris-
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18 Manuel Lobo Cabrera
tóbal de La Habana a Honduras y allí venderlo y beneficiarlo: A.H.P.L.P., Luis de
Balboa, n.O 860, f. 78 v.
21. En 1588 Daniel Vandama da poder a su cuñado Hemando de Trigueros y a
Juan Constante, flamenco, residente en Indias que fue de esta Isla a La Margarita, para
cobrar todos y cualesquier maravedís, oro, plata, cueros, azúcares y otras mercaderías y
deudas que le deban así en La Margarita como en otras partes de las Indias, y para
que pueda cargar en flota que viniere de Indias para España todo lo que le pareciere,
registrada para entregar en Sevilla a los dichos y en su ausencia a Francisco Sainz de
Pesquera, vecino de Sevilla, para que haga su orden: AH.P.L.P.: Alonso Femández
Saavedra, n.O 798, f. 172 r.
22. Art Tiles declara en su testamento entre otras cosas haber recibido en este
viaje a Indias: 27.512 mrs. en ciertas mercaderías para vender de Juan Bodín, flamenco,
que van a su riesgo; 77.729 mrs. de Camelia de Manaquer, flamenco, en
cosas para vender, que van a su riesgo; cierta cantidad de mercaderías de Gerardo
Brinzeles, flamenco, para vender a su riesgo; 5.808 mrs. de Luis Sánchez, su suegro,
para vender, a su riesgo; y 1.411.980 mrs. de Nicolás Jans, mercader flamenco, en
ciertas mercaderías para vender. Parece que es algo más, pero se remite a la cuenta de
Jans. A.H.P.L.P., Antonio Lorenzo, n.o 808, f. r.
23. Anrique Quesquier, flamenco y estante en la Isla, confiesa tener cargado en
navío con destino a Indias del señor Bemardino Camino de Veintemilla, regidor,
192.754 maravedís en diversas mercancías, según la memoria que de ello se ha hecho.
De las ganancias que se hicieren recibirá por su trabajo la tercera parte, sin otro premio
alguno. A la vez está concertado para este viaje con el flamenco Nicolás Jans:
A.H.P.L.P., Antonio Lorenzo, n.O 808, f. 133 r.
24. AH.P.L.P., Luis Felipe, n.O 854, f. 315 r.: En esta escritura otorgada el 14
de noviembre de 1571 Vanquisel señala como destinos Nueva España y Cartagena,
adonde irá él con la carga a bordo, más su matalotaje, y un hijo suyo o en su lugar un
mozo. El flete varía en función del puerto: si es Cartagena pagaría 22,5 ducados por
tonelada y en Nueva España 27. En 13 de diciembre le comunica al maestre que su
voluntad se haría en Santiago de Cuba, donde Vanquisel podía descargar la mercancía
si quisiera. Sin embargo el 24 de diciembre cambia de opinión decidiéndose por el
puerto de Cartagena: A.H.P.L.P., Luis Felipe, n.O 854, f. 335 v. y s. f.
25. A.H.P.L.P., Antonio Lorenzo, n.O 807, f. 200 r. LORENZO SANZ, E.:
op. cit., p. 410.
26. AH.P.L.P., Alonso Femández Saavedra, n.O 791, s. f. En 1561 revoca el
poder dado a Zurita, y lo da al también vecino de Cádiz, Antonio Lorenzo, con el
mismo fin, y para que entrara en la urca como maestre y capitán.
27. A.H.P.L.P., Alonso Femández Saavedra, n.O 791, s. f. El dinero no lo
recibe el comprador del flamenco sino del vecino de Cádiz Gaspar de Zurita, quizá
porque éste se lo debía al mercader como apoderado suyo que era.
28. AH.P.L.P., Alonso Femández Saavedra, s. f.: En el mismo año y mes,
Nicolás Jans y Antonio Lorenzo, como copropietarios del navío Nuestra Señora de
la Consebr;ión, nombran por capitán del mismo a Julio Sesario, vecino de Cádiz, y le
dan facultad para que haga los fletes, nombre piloto, maríneros y gente
necesaria.
29. A.H.P.L.P., Alonso Femández Saavedra, n.O 791, s. f.: Con la carga iría
una persona nombrada por Jans, obligada a descargar en Puerto Rico en los puertos
de Puerto Plata y Monte y Puerto Real. Una vez el navío libre recibiría en Indias las
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Flamencos en la Carrera de Indias, via Gran Canaria 19
cajas de azúcar, cueros y otras mercaderías que le diere cualquier persona, en un
plazo de dos meses después de la descarga, y de allí partiría para Cádiz.
30. A.H.P.L.P., Alonso Fernández Saavedra, n.O 797, fs. 96 r., 103 r. y 105 r.:
Con relación a este navío Vandama otorga tres escrituras: en una en unión del otro
propietario da poder para nombrar piloto en el mismo, mediante el precio de 145
ducados, en moneda o en perlas, y la obligación de darle antes de llegar a puerto un
hombre que conozca la tierra y la entrada en el mismo. En otra reconoce haber
pagado 30 ducados al registro y despacho hasta Cartagena que se descontará de los
fletes, y en la última da poder para vender sus partes en Indias.
31. A.H.P.L.P., Alonso de Balboa, n.O 774, f. 150 v. El arcediano se llamaba
Francisco Núñez de Contreras.
32. A.H.P.L.P., Alonso de Balboa, n.O 774, f. 180 v. Brinzeles le había prestado
45 doblas, y da poder para que cobradas se las remitan en las cosas que le pareciere
a Sevilla, consignadas a Antonio Pesquera para que haga su voluntad.
33. A.H.P.L.P., Alonso Fernández Saavedra, n.O 799, f. 284 r. Vandama para
cobrar esta deuda da poder a Gonzalo Sánchez de Herrera en Méjico y a Gaspar de
Aguilar, vecino de Méjico, para que una vez cobrados se los registren en flota o navío
que traiga hacienda real, y lo consignen a Sevilla.
35. A.H.P.L.P., Lorenzo de Palenzuela, n.O 846, f. 355r. Un maestre de navío
con registro para Nueva España reconoce haber recibido de Vandama 1.400 reales en
dineros de contado para despachar el navío.
36. En 1590 dos mercaderes que fueron de compañía a Indias declaran haber
recibido de Vandama 20 pipas de vino que tomaron fiadas del mismo: A.H.P.L.P.,
Luis de Loreto, n.O 875, f. r.
37. A.H.P.L.P., Francisco de Casares, n.O 926, f. 440 r. En 1597 el maestre de
navío, natural de Valencia, Jerónimo Simón Estrasoldo reconoce haber recibido la tal
cantidad que se la ha dado a riesgo sobre el navío. La cantidad más el interés se obliga
a pagarla a Andrés Vandama, hijo de Daniel, que va en el navío.
38. A.H.P.L.P., Lorenzo de Palenzuela, n.O 830, f. r. El propio maestre y Juan
Martinez de Bilbao «la vieja», se comprometen a que Vandama no pagará cosa alguna
por la fianza.
39. A.H.P.L.P., Lorenzo de Palenzuela, n.O 848, f. 196 r.
40. A.H.P.L.P., Luis de Loreto, n.O 872, f. 224 r. El vino iba a bordo de la nao
San Francisco de Buenaventura, su maestre Alonso Delgado.
41. A.H.P.L.P., Alonso Fernández Saavedra, n.O 797, f. 185 r. En esta fecha
Rodrigo de Contreras, maestre del navío, Pedro González, mercader, Luis de Padilla
y Felipa de Santiago, su mujer, se obligan a pagar a Vandama 660 ducados por las
pipas de vino, hipotecando a la deuda todos los mrs., oro, plata, perlas, corambre y
otras mercaderías que trajeren o enviaren de Indias a Sevilla.
42. A.H.P.L.P., Lorenzo de Palenzuela, n.O 850, f. 604 r. El maestre del navío
se compromete a recibir a bordo las 15 toneladas con el hombre que Vandama
enviare y su mataloraje para llevarlas a la costa de Tierra Firme, Coro, Caracas y La
Margarita, pagándole de flete 25.5 ducados por tonelada, más 6 de averías.
43. A.H.P.L.P., Lorenzo de Palenzuela, n.O 850, s. f.: Artogue ante el registro
declaró ante escribano que las pipas eran suyas, pero posteriormente confesó ser de
Vandama. Posteriormente este daba poder a un vecino de Cartagena para cobrar del
dicho las 15 botas de vino, y a la vez 6 más que llevan Domingo Hernández y Gaspar
de Molina, con peruleras de vino.
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20 Manuel Lobo Cabrera
44. AH.P.L.P., Lorenzo de Palenzuela, n.o 850, s. f. Para cobrar estos artículos
también da poder a dos vecinos de Cartagena con la consigna de que una vez
cobrado se lo remitan en flota o navío que traiga la plata de su majestad, registrado y
consignado a él, y en su nombre a Francisco Prieto de Belmonte en Sevilla, y en su
ausencia a Juan Florida para que hagan su orden.
45. AH.P.L.P., Alonso Femández Saavedra, n.O 797, fs. 22 r. y 24. Las mercancías
habían ido a bordo del navío del cual era maestre Miguel de Tolosa e iban a
cargo de Juan BemaJ.
46. A.H.P.L.P., Alonso Femández Saavedra, n.O 798, f. 390 r.
47. En 1590 Daniel Vandama da por libre y quitó a Rodrigo de León, de toda la
mercadería que llevó a su cargo de esta Isla en el navío de Miguel de Tolosa porque
de esto y otras cosas está pagado: A.H.P.L.P., Alonso Femández Saavedra, n.O 800,
f. 239 r.
48. AH.P.L.P., Lorenzo de Palenzuela, n.O 845, f. 295 r.
49. AH.P.L.P., Alonso Fernández Saavedra, n.O 803, f. 366 f. En el viaje el
maestre no le ha de cobrar cosa alguna por la comida y vestido que le diere al esclavo,
porque él le da bizcocho y otras cosas para que coma en el mar y un vestido que lleva.
Sólo le cobrará 8 ducados por el flete y no otra cosa.
50. LOBO CABRERA, M.: La esclavitud en las Canarias Orientales en el
siglo XVI (negros. moros y moriscos), Las Palmas, 1982, p. 165.
51. A.H.P.L.P., Alonso Femández Saavedra, n.O 798, f. 390 r.
52. LOBO CABRERA, M.: Esclavos negros a Indias a través de Gran Canaria,
«Revista de Indias», 175, Madrid, 1985.
53. AH.P.L.P., Alonso Femández Saavedra, n.O 798, f. 174 r. Al mismo
tiempo le da el poder para pedir registro para que por vía de Gran Canaria el juez de
registro los pueda despahar para ir de los Ríos de Guinea a Tierra Firme, con la
gente y marineros que para semejantes viajes conviene, y para que haga los conciertos
y precios que le pareciere, obligandose a pagarlos.
54. A.H.P.L.P., Francisco Suárez, n.O 908, s. f.
55. A.H.P.L.P., Francisco Suárez, n.O 908, f. 345 r.
56. AH.P.L.P., Juan de Quintana, n.O 2.336, f. 226 r.
57. A.H.P.L.P., Francisco Méndez, n.O 821, f. 13 r.
58. Pascual Leardin es el consignatario de dos remisiones de mercancías que
solícita Beatriz Ponce, por bíenes que deben a su marido, difunto: AH.P.L.P., Francisco
de la Cruz, n.O 851, f. 3 r.
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