EL TURISMO EN LA PRENSA
DEL VALLE DE OROTAVA (1880-1930)
CARMEN MILAGROS GONZÁLEZ CHÁVEZ
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
INTRODUCCIÓN
La siguiente comunicación tiene como objetivo realizar una síntesis
de las aportaciones hechas por la prensa en relación al desarrollo
del turismo del Valle de La Orotava, en el espacio temporal
1880-1930. Los periódicos, como principal medio de comunicación
social, se hacen eco de los problemas planteados con interés general, .
llegando a convertirlos en temas centrales de algunos de sus más
importantes titulares. Los periodistas comprometidos en la defensa
de los intereses del Valle, colaboran exponiendo sus impresiones y
descubriendo aquellas fuentes de riqueza material e intelectual.
«(...) sin contar que, al fin y al cabo la calle es de todos, a nadie
se le puede censurar el que hable de cosas con interés
general»l.
«( ...) no omitiremos medio alguno que estuviera a nuestro
alcance, si creyéramos que nuestro pobre concurso podría
coadyugar en algo a sacarla del deplorable estado en que se
halla sumida» 2.
Cuestión básica de la realidad socioeconómica del Valle de
Taoro es el fenómeno turístico, constante en «Valle de Orotava»
(1887-1892), «El Valle» (1906), «Diario del Norte» (1908),
1. «Arautápala», 13 de mayo de 1909.
2. «Arautápala», 22 de junio de 1909.
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«Arautápala» (1909-1911), «Excelsior» (1912), «Heraldo de Orotava
» (1921-1923), «La Voz del Valle» (1928), entre otros.
El turismo es tratado como editorial en primera plana o en distintas
secciones como «noticias» que incluye información desde el
número de turistas, construcción de hoteles, llegada de vapores...; en
«ecos de sociedad» comunicándose las actividades desarrolladas
por estos viajeros en los centros hoteleros; la sección de anuncios
notifica sobre los distintos hoteles de la villa y sobre el horario de los
vapores.
Determinados periódicos como «Heraldo de Orotava» poseen
ilustraciones y fotografías de lugares pintorescos del Valle de Arautápala,
con objeto de promocionarlo ante el turismo.
Para esta nueva clientela se llega a publicar prensa en inglés, tal
es el caso del «The Tenerife News» desde 1888. Estaba vinculada
al gran hotel Taoro, editándose en la temporada turística y cesando
en la época de verano. Más sorprendente resulta ser el semanario de
caricatura «The Monigoty» dirigido por españoles, Francisco Navarrete
y Joaquín Xandaró. No ha sido posible consultar ningún ejemplar
teniendo constancia del mismo a través del «Semanario de
Orotava» de 1897 y en el cual se anuncia en los siguientes
términos:
«The Monigoty, es raro el titulo ¿eh? muy inglés; en España los
ingleses se imponen.
¿Qué, qué va a ser? .. pues un periódico esencialmente de caricaturas;
lo más chic, rigolot, amussan y guasón que diríamos en
castellano, sin pornografía, política ni otros excesos tan peIjudicables
al individuo (... )
Los buenos aficionados a la literatura española, los amantes de
las buenas letras, los que leen en una palabra encontrarán segu-.
ramente satisfecho su deseo leyendo el titulo de este periódico
y el pie de imprenta, amén de los epígrafes, porque es el único
texto que ha de llevar. Odiamos las letras.»3
3. «Semanario de Orotava», 2 de octubre de 1897.
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El turismo en la prensa del Valle de Orotava (1880-1930)
La mayoría de los estudiosos coinciden al afirmar que en el
desarrollo del turismo isleño jugaron papel importante las compañías
comerciales, la ausencia de aduanas, las noticias difundidas por
científicos y viajeros en Europa, la bondad de un clima curativo de
enfermedades pulmonares y el despliegue de medios de comunicación
marítima.
Con respecto a las compañías comerciales, fue decisiva para la
vida del Puerto de la Cruz el papel desempeñado por las colonias
extranjeras, al socaire de las diferentes casas comerciales que también
se instalaron en la parte baja del Valle. Estos grupos no canarios,
sin llegar a integrarse socialmente mantuvieron relaciones con
la incipiente burguesía porteña, a la vez que actuaron de cuña en la
ruptura de la tradicional endogamia del Valle, bipolarizada en un
estamento aristocrático en La Orotava frente a un grupo comercial
más liberal en el Puerto. Serán dichas clases las que por intereses
políticos y socioeconómicos promuevan el auge de la prensa.
Desemboca en el fenómeno turístico los viajes realizados a
fmes de siglo por espíritus románticos y aventureros, artistas o científicos.
Entre los primeros visitantes sobresale Alejandro Humboldt,
cuyas palabras de entusiasmo por la belleza del Valle son recordadas
en 1887 por el «Valle de Orotava».
«He aquí lo más hermoso que he visto en mi vida. La naturaleza
prodiga mayor riqueza y majestad en el desenvolvimiento
de las formas orgánicas. Pero en ninguna parte ostenta un cuadro
más armonioso y encantador que en el Valle de
Orotava (... ).»4
Alejandro Dumas llamó a esta comarca «el jardín del mundo»
y Julio Leclercq creyéndola indescriptible dice: «parece un pedazo
arrancado a otro mucho mejor»5.
Las narraciones que estos viajeros hacían de sus viajes se publicaban
en París, Londres o Leipzig, lo que permitía propagar por
Europa las posibilidades que ofrecían las Islas para los
visitantes.
4. «Valle de Orotava», 22 de octubre de 1887.
5. «Diario del Norte», 26 de mayo de 1908.
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A partir de 1885 se incrementa la afluencia turística en el
Archipiélago, a ello contribuyó notablemente el folleto sobre «Tenerife
y sus seis satélites», obra de Olivia M. Stone editada en
1887.
En 1893 recorre las Islas Miss Jesse Halmiton cuyas impresiones
fueron celosamente recogidas en su diario de viaje, publicándose
los párrafos más significativos en el «Diario del Norte» en 1908.
Esta americana quiso comprobar las observaciones que viajeros y
escritores «con tan bellos colores han pintado el suelo de las Canarias,
encareciendo las ventajas del clima para los enfermos del pecho
y la laringe»6, llegando a confesar «que los atractivos y encantos de
las Canarias superan a cuantos pueda concebir el poeta más soñador
y que los elogios que se les ha prodigado son bien merecidos»7•
Define el Valle como caseductora ninfa que atrae a los viajeros con
su fama y les retiene con sus encantos»8.
Las descripciones apasionadas de los viajeros insisten pues en
la belleza del Valle y en la bondad del clima, cuyas propiedades
curativas permiten el establecimiento de estaciones sanitarias para
acoger a los enfermos de los países nórdicos que en invierno se desplazan
a las Islas.
La importancia concedida a las condiciones climáticas radica
en el desenvolvimiento de una literatura médica de ámbito internacional
que influyó y sedujo a numerosos extranjeros, los cuales
atraídos por las competentes aseveraciones de los Hart, Spencer y
Jacoud, reivindicaron el clima isleño frente al de Madeira y
Azores.
«En la importante revista de Londres The World, de que es
propietario y director Mr. Hart, y en el número 27 de abril se
lee lo siguiente: «Mr. y Mres Ennest Hart llegaron a Londres el
jueves último en compañía de Sir Spencer Wells que se unió a
ellos en Tenerife. La Atlántida de Platón, el jardín de las Hespérides
de Homero (... ) son sin disputa, merecedora según la
opinión de Mr. Hart, de su antigua fama y La Orotava asegura
es un sanatorio ideal. El termómetro nunca baja allí de 6()o ni
6. Extracto del diario de viaje de Miss Jesse de Hamilton publicado por
«Diario del Norte» en mayo de 1905.
7. Idem.
S.ldem.
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sube de 750 ; las rosas florecen todo el año, no hay sereno y apenas
llueve; las camelias son tan grandes como manzanos y se
vive en un palacio cubano, con cheffrancés y con un lujo inconcebible
por 10 chelines.»9
Variados artículos con esta temática se hacen públicos en la
prensa de la villa resaltando los relativos a los efectos fisiológicos y
terapéuticos del clima orotavense, firmados por D. Tomás Zerolo,
médico del hospital de La Orotava.
Notable incidencia en el crecimiento del turismo tuvo el despliegue
de los medios de comunicación marítima desde Europa a las
Islas. R. Castellanos se expresaba en estos términos en el semanario
«Valle de Orotava» en 1887:
«En comunicación directa las Canarias con el resto del mundo
por el cable de la Compañía Nacional Española, los medios de
transportes a las Islas, y especialmente a la de Tenerife, y al
Valle de Orotava, son cómodos y numerosos. Los vapores
correos españoles que salen de Cádiz cada quince días llegan
en tres o poco más a Santa Cruz, capital de dicha isla y de la
provincia y los de la compañía trasatlántica que parten del
mismo Cádiz o de Santander arriban a Las Palmas, capital de
Gran Canaria o a Santa Cruz todos los meses. Los correos de
la costa occidental de Africa que salen de Liverpoolllegan a las
islas cada semana, y en cinco días desde Plymouth los de
Nueva Zelanda; otra línea inglesa, la de Forwond y Compañía,
hace sus viajes desde Londres cada mes tocando en las Canarias;
(oo.) resultando pues que las Canarias tienen comunicaciones
regulares con la Península española y demás del continente
europeo diez y ocho veces por mes, facilitándose así el viaje a
los enfermos con menos gastos, que el que se hace a la isla de
Madeira, célebre estación invernal, con las notables ventajas
del de La Orotava.» 10
Todos estos vapores transportaban un moderado número de
extranjeros, cuyas arribadas fueron en aumento desde las últimas
décadas de la pasada centuria, siendo en su mayoría ricos comer-
9. «Valle de Orotava», 30 de octubre de 1887.
10. «Valle de Orotava», 30 de octubre de 1887.
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ciantes, motivados por la carencia de aduanas, amantes de la naturaleza
y científicos que destacaron las características fisicas de las Islas
y enfennos que buscaban el restablecimiento a su quebrantada salud.
A principios de siglo, S. Echenique exponía en «Arautápala» cuales
eran los móviles que incitaban al hombre a trasladarse de uno
a otro punto:
«(...) las empresas industriales y mercantiles, el tratamiento
preventivo o curativo de ciertas enfermedades y el deseo de disfrutar
los halagos de climas suaves y benignos, son además de
los indicados en primer término, los principales motivos que
originan y encauzan el movimiento de viajeros por el
mundo.» 11
Sin embargo, el tipo de turismo dominante en los primeros años
del siglo xx eran los enfennos. Ahora bien, estos convalecientes
como base de negocios valen poco, ocasionando más peIjuicios que
ganancias. Aquellos viajan por el afán de recobrar la salud. No se
prodiga el lujo, los vicios ni una vida ostentosa.
«(...) agua, aire, solo ambiente templado es en resumen, lo que
demanda el enfermo (... )
Los enfermos ni comen, ni beben, ni juegan, ni se divierten, ni
dejan que lo hagan a su satisfacción los sanos. Su tristeza es
más contagioso que su enfermedad, y el temor a uno y otro contagio
aleja de ellos a los que aman la vida y sus
esplendores» 12.
La prensa a partir de 1910 se hace eco del malestar provocado
por la presencia de enfennos en el Valle. Los grupos de poder, a través
de este medio de comunicación llegaron a concienciar a la
población de que las enfennedades del pecho eran contagiosas. La
repulsa hacia los convalecientes se fueron generalizando:
«los lugares frecuentados por la humanidad doliente están, casi
siempre excluidos de los itinerarios de la humanidad
gozosa» 13.
11. «Arautápala», 20 de mayo de 1909.
12. «Arautápala», 1 de junio de 1909.
13. «Arautápala», 1 de junio de 1909.
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Se precisa fomentar un nuevo tipo de turista, el viajante de placer.
Esta forma de turismo se define como «la fuente de riqueza más
pingüe, más segura y duradera del progreso y bienestar de estas privigiladas
islas»14.
Estos viajantes poseen pocas ocupaciones y mucho dinero,
aspirando a no sufrir ni calor en verano ni frío en invierno. Con ellos
se asienta las bases de la llamada «industria del forastero», terminología
creada por la prensa, propuesta como alternativa ante una
situación de sucesivas crisis agrícolas. No obstante el desarrollo de
esta incipiente actividad se había planteado sin la intervención de
los canarios ni del gobierno español. Estaba en manos de extranjeros
propietarios de empresas lucrativas como explotaciones comerciales,
bancos, construcciones de hoteles, etc.
La prensa consciente de la necesidad de impulsar y promover el
turismo criticaba la pasividad de la administración pública y al interés
privado:
«Es preciso que nuestros pueblos se coloquen a la altura de los
mejores organizados para las facilidades del turismo. Es vergonzoso
lo que ocurre en Canarias. La fuente de riqueza del
turismo sólo saben explotarla hasta obtener incalculables rendimientos,
unas cuantas docenas de indios, intérpretes y cabuHoneros.
Para esos unicamente las ventajas de turismo, al que se
hace objeto de la infame explotación de los unos o del acaparamiento
industrial de los otros y todo eHo porque nadie allí se ha
preocupado de reglamentar los servicios.» 15
«( ... ) que todos y cada uno de los elementos activos del país, se
den cuentan de como y en que medida pueden y deben influir
en el desarrollo y prosperidad de la industria del forastero y que
no perdonen medio alguno de foemntarla y arraigala» 16.
Asimismo en varios de los periódicos hallamos algunas de las
claves estimulantes del auge turístico, tales como la obligación de
dotar a los residentes del país de una educación social que las habi-
14. «Arautápala», 13 de marzo de 1910.
15. «Diario del Norte», 28 de julio de 1908.
16. «Arautápala», 15 de mayo de 1909.
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túe a interesarse por dicho fenómeno o a iniciar campañas de propaganda
en favor del turismo. A este respecto las noticias en la prensa
son contradictorias; en 1912 «Excelsior» publicaba un artículo
sobre la creación del «centro de propaganda y fomento del turismo
en la capital con fines exclusivamente patrióticos y desinteresados
»17, «Heraldo de Orotava» en 1923 se hace eco de las críticas de
«La Voz», periódico de Santa Cruz de Tenerife, acerca de la indiferencia
de los representantes hoteleros sobre este aspecto. «La Voz
del Valle» de 1928 recoge, que aparte de algunas informaciones
publicadas en varias revistas de la Península, la verdadera propaganda,
aquella que puede encauzar el turismo hacia nuestras Islas,
no ha existido nunca, porque tampoco se han creado organismos
dedicados a tan imprescindible menester.
Alfredo Fuentes, culto periodista distinguido por sus campañas
en pro del turismo, apunta la conveniencia de publicar folletos y
álbums con vistas de las Islas, repartidos gratuitamente entre las
agencias de turismo de Europa y América y entre los viajantes del
Archipiélago. En 1930 ve la luz el «Album Guía de Canarias
».
Estas campañas de propaganda iban dirigidas a un viajero de
placer, ahora bien el producto ofertado continuaba siendo el clima.
Lo que declaraba Miss Jesse de Hamilton tendría actualidad por
mucho tiempo:
«(...) no producen las islas ningún articulo que se busque con
afán en los mercados de Europa y sólo el clima se puede
explotar» 17.
La magnitud alcanzada por el turismo exigía una infraestructura
que satisfaciese las necesidades habidas. La prensa, respondiendo
a su actitud crítica, advertía que no bastaba solamente
con el clima:
«No hay que hacerse excesivas ilusiones, ni es prudente dormirse
confiando en que todo lo harán las ventajas naturales. Es
preciso valorarlas con el concurso de otras arbitradas por la
17. «Excelsior», 25 de abril de 1912.
18. «Diario del Norte», mayo de 1908.
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actividad humana sin dormirse en la esperanza de que aquellas
por sí solas puedan atraer y hacer arraigar una numerosa y opulenta
colonia de turistas invernantes; que estos necesitan
muchas cosas que no da hechas la naturaleza y no se satisfacen
con los dones de ésta, por espléndidos que sean.»19
Con el fin de atender a la demanda turística se construyeron
desde un principio hotelés-sanatorios que acogían a los enfermos.
Hasta entonces sólo habían funcionado algunas fondas españolas o
bien el sistema de alquileres de casas. En 1887 el «Valle de Orotava
» publicaba diferentes artículos relativos al «Valle y Sanatorium
de La Orotava», en los cuales se incitaba a la fundación de un hotel
sanatorio que ofreciera confort y comodidad a los viajantes valetudinarios,
a la vez que competía con el instalado en el Puerto de la
Cruz, en la Quinta de dña. Antonia Dehesa. Es preciso recordar que
el «Valle de Orotava» es un semanario impreso en la villa y en ese
propósito de defender los intereses locales se advierte cierta rivalidad
hacia el núcleo porteño.
La prensa es insistente en esta cuestión llegando a entusiasmar
al colectivo formado por personas de alta posición social, poseedora
de grandes influencias y de los más antiguos títulos nobiliarios, las
cuales al explotar este filón de riqueza emulaban a los comerciantes
y burgueses del Puerto de la Cruz.
En la década de los noventa se inauguraba un destacado establecimiento
hotelero, el «Taoro hotel», que ofrecía bienestar a los
enfermos europeos. A principios del siglo xx el hotel Taoro pasó a
ser propiedad de los alemanes y se donominó Humboldt.
Al iniciarse la actual centuria y con la arribada en mayor
número de turistas de placer, se incrementó la infraestructura
hotelera:
«Los hoteles Mongol, Martiánez, Marquesa están llenos, en el
Humboldt con capacidad para 200 huéspedes hacia 108. Ello
demuestra que nuestras islas se van universalizando.» 20
19. «Arautápala», 1 de julio de 1909.
20. «Arautápala», 12 de enero de 1911.
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82 Carmen Milagros González Chávez
En los periódicos del momento se hacen más frecuentes los
anuncios de dichos establecimientos, en ocasiones en tres idiomas,
español, inglés y alemán como:
«El pintoresco Valle de Orotava, de la eterna primavera, queda
al pie del magnífico Teide, cuyo pico está" cubierto de
nieve.
La Orotava es el primer sitio del mundo para la salud pues en
su clima se encuentran todas las ventajas climáticas del mundo,
se que ha sido científicamente expuesto. Para turistas y personas
padecientes de los nervios, riñones o digestión. La Orotava
está sin igual (... ). Hay médicos españoles, ingleses y
alemanes.»21
Las deficiencias estructurales conectadas con la realidad
socioeconómica y política del' Valle, fueron constantemente denunciadas
y criticadas por la prensa. En este sentido temas como el
alumbrado eléctrico en las calles, la creación de una junta de sanidad
en el Puerto de la Cruz, la construcción de un muelle que facilitase
el tráfico de pasajeros, la conexión de Santa Cruz y el Puerto a
través del tranvía eléctrico, las mejoras en plazas y paseos, el empedrado
de las calles o el blanqueamiento de las casas, fueron algunos
de los apartados a los que la prensa prestó singular atención.
Singulares son los artículos relativos a la actividad de los viajantes.
En un principio y según describe «Arautápala» la odisea de
los turistas es la que sigue:
«(oo.) Va a cualquiera de los hoteles, buenos en su mayor parte,
siquiera por algunos días, pues tampoco en la generalidad de
ellos se proporciona al turista la distracción y el género de vida
a que está habituado, y encuentra cierto confort al principio,
algo que recuerda su vida ordinaria. Los primeros días los pasa
embebecido en la contemplación de las bellezas naturales de la
comarca, entretenido en adquirir el conocimiento de los demás
turistas, entre los cuales acaso encuentre algún amigo. Pero
transcurre algunos días; se cansa de las mismas perspectivas
que antes les parecía encantadoras (clima, paisaje, comida,
amigos) (oo.) quiere viajar para conocer más el país, y encuentra
unas carreteras detestables en cuanto a baches (... ) el polvo del
21. «Diario del Norte», 2 de febrero de 1908.
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camino le asfixia, y los carruajes no son del todo confortables
(...) y los chiquillos le atosigan pidiendo «un peny, un peny».
Otro día baja al pueblo para verlo y buscar algún alivio y se
cansa de salir de una calle más o menos buena, para entrar en
otra más o menos mala, y se cansa de mirar tarjetas y postales.
Trata de buscar algún sitio de recreo y no lo halla. Ni un club
en que pueda entrar, ni un restaurante si quiere comer sólo
algún café para tomar cerveza y whisky; ni un punto de reunión,
ni un teatro, ni un salón de concierto... como si esto no
fuera bastante una turba de mendigos le cerca, le importuna y
hasta le inspira asco y repugnancia, en vez de lástima. Tiende
la vista hacia el mar... y baja a la playa con la ilusión de encontrar
en ella ese algo que en todas partes busca. Nada ni un
banco, ni una silla, ni un Kiosko, ni siquiera un piso para pasear
cómodamente. Quiere darse un baño. Nada hay ni que se
parezca a un balneario (...) y cansado y aburrido se vuelve al
hotel (...) Y esa misma escena se repite un día y otro
( ...)>>22
Tras la campaña en pro del turismo desde distintos medios y
fundamentalmente a través de la prensa, la situación se modifica,
organizándose dentro y fuera de los establecimeintos hoteleros actividades
tales como funciones de variedades, cuadros vivos, bailes,
verbenas, conciertos de la banda de música, excursiones al Teide.
Asimismo se ve la conveniencia de arreglar una parte de la playa
para el establecimeinto de Kioskos, tiendas de campaña, casetas
para baños con el fin de formar un balneario; todo lo cual sería un
centro de atracción para los turistas que en vez de andar por esas
calles tendrían un lugar donde reunirse y estrechar más las relaciones
entre ellos y los naturales del país.
Para concluir resta añadir que las aportaciones de la prensa,
fuente histórica por excelencia, nos permite ahondar en las raíces y
evolución del fenómeno turístico en el Archipiélago.
La prensa traspasó límites geográficos al ser muchos de sus artículos
transcritos en el extranjero. Prensa que llegó a editarse en
inglés ganándose una nueva clientela, el viajero; prensa que no se
conformó con hacer literatura generosa y ensalzante del Valle, sino
que fiel a sus propósitos y con el fin de defender los intereses de La
Orotava y el Puerto de la Cruz, adoptó una postura crítica y denunciante
en pro del turismo.
22. «Arautápala», 11 de marzo de 1910.
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