CONTRIBUCIÓN A LA DESMITIFICACIÓN
DEL CAMPESINADO CANARIO'
VÍCTOR O. MARTÍN MARTÍN
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
1. INTRODUCCIÓN
La mitificación del campesinado canario en el contexto de la
cultura popular -donde se le conoce con el nombre de «mago»-ha
impregnado, como parte misma de la superestructura, el contenido
de los trabajos de investigación en las ciencias sociales.
Esa imagen estereotipada del campesino canario que trabaja de
sol a sol, en una pequeña parcela de su propiedad, donde no se sabe
si la cosecha de papas o cebada saldrá «pa'lante», ha llegado a formar
parte de la identidad canaria actual al retomarlo de su pasado
más inmediato.
Efectivamente, hasta bien entrados los años sesenta de este
siglo, amplios espacios de las Islas presentaban una mayoría de
población dedicada a actividades agrícolas. Los diversos trabajos
que versan sobre el tema han puesto de manifiesto este fenómeno,
poniendo de relieve el campesino y su hábitat circundante. No son
pocos los autores que han realizado descripciones como ésta de
Eugenio L. Burriel:
«El resultado es la gran fragmentación e irregularidad de la
parcelación al adaptarse a las formas de relieve; y el ingente
trabajo de aterrazamiento que ha tenido que realizar el hombre,
construyendo en ocasiones bancales de un desnivel enorme y
unas dimensiones ridículas. En efecto, el campesino, en busca
de la máxima variedad de producciones...»2
Este trabajo se va a ocupar pues de este campesinado y del
espacio en el que se asienta, es decir, del policultivo tradicional de
secano. Para ello hemos estudiado el municipio de San Miguel de
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
330 Víctor O. Martín Martín
Abonma ubicado a sotavento de la isla de Tenerife. Se trata de un
estudio de geografía histórica, ya que es una primera aproximación
al estudio de la «cuestión agraria» en la década de los cincuenta de
este siglo. analizadas las fuentes (amillaramiento, catastro y padrón
de habitantes) no han resuelto nuestro problema fundamental: las
relaciones de producción que configuran ese espacio. Sólo a través
de una reflexión sobre las fuentes' estadísticas burguesas en combinación
con la información oral han podido dar a la luz los primeros
resultados. El proceso de elaboración de los resultados y la exposición
de los mismos conforman el grueso de esta ponencia.
2. ALGUNAS PUNTUALIZACIONES TEÓRICAS SOBRE
EL MÉTODO Y LAS FUENTES
La importancia que, inicialmente, hemos atribuido a las relaciones
de producción no es gratuita. C. Marx señala en el prólogo de
la crítica de la economía política:
«En la producción social de su existencia, los hombres establecen
detenninadas relaciones, necesarias e independientes de su
voluntad, relaciones de producción, que corresponden a un
detenninado estado evolutivo de sus fuerzas materiales. La
totalidad de estas relaciones de producción constituyen la
estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que
se alza un edificio jurídico y político...»3
En un estudio de estructuras agrarias,como es el que nos ocupa,
el hilo conductor será el tipo de relaciones de producción que se
establezcan entre las personas, y entre las personas con el resto de
las fuerzas productivas. Pero entendiendo las relaciones como
subraya Gerald A. Cohen:
«... son relaciones de poder efectivo sobre las personas y las
fuerzas productivas, no únicamente relaciones de propiedad
legal»4
Siguiendo a eohen, y para que quede más diáfana la definición
de relación de producción, he aquí algunas de las más
representativas:
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
Contribución a la desmitificación del campesinado canario / 331
1 alquila...
2 es propietario de...
3 no es el propietario de ...
4 arrienda su fuerza de trabajo a .
5 ... se ve obligado a trabajar para .
Queda patente que algunas relaciones se pueden establecer sólo
entre personas, otras entre personas y cosas, y otras entre ambas a la
vez.
Otro término de trascendencia con el que nos vamos a encontrar
es el llamado sistema de pago en trabajo. V. I. Lenin al definir el
sistema de pago en trabajo lo califica de:
«... reminiscencia directa e inmediata de la prestación personal.
Es la transición de la prestación personal al capitalismo»5.
En este sentido la aparcería es una forma de pago en trabajo,
aunque el academicimo vulgar la considera como una forma de
tenencia indirecta de la tierra (lo que desde nuestro punto de vista,
contribuye a confundir este tipo de relación de producción, al contraponer
la aparcería a la explotación directa).
Marx coincide con Lenin a la hora de caracterizar la
aparcería:
«Como forma de transición de la forma primitiva de la renta a
la renta capitalista podemos considerar el sistema de la
aparcería.»6
El sistema de la aparcería en que el cultivador pone además de
el trabajo una parte del capital de explotación y el terrateniente, además
de la tierra otra parte del capital necesario para explotarla, y el
producto se distribuye en determinadas proporciones que varían
según las zonas y países. En el caso objeto de estudio el tipo de aparcería
predominante es la medianería donde el producto final se distribuye
en partes iguales (50% para el propietario, 50% para el
medianero o cultivador directo).
En el breve análisis de la aparcería ha aparecido otro término a
destacar cual es el de la renta de la tierra. La renta es acaparada por
el terrateniente o propietario de la tierra en forma de producto, y no
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
332 Víctor O. Martín Martín
en trabajo ni en dinero. Sin embargo desde el punto de vista del
materialismo histórico, la renta en producto que percibe el terrateniente
o propietario en el sistema de aparcería no se puede considerar
como renta en producto (recordemos que Marx distingue tres
tipos de renta precapitalista: en trabajo, en producto y en dinero). Es
decir, no es 10 mismo la categoría histórica «renta en producto» que
la forma de pago de una renta que es, entre otras, la renta en producto.
El propio Marx advierte sobre esta posible confusión cuando
comenta, refiriéndose a la aparcería:
«La parte del producto que el capitalista percibe no presenta
la forma pura de la renta.»7
y recordemos que renta era igual a plusvalía en todas las formas
de renta precapitalista. O sea, la renta no aparece ya como la
forma normal de la plusvalía:
«De un lado el aparcero, ya emplee trabajo propio o ajeno,
tiene derecho a percibir una parte del producto no en su calidad
de obrero, sino como poseedor de una parte de los instrumentos
de trabajo, como su propio capitalista. Por otro lado el terrateniente
no reivindica su parte exclusivamente en virtud de su
derecho de propiedad sobre la tierra, sino también en concepto
de prestamista de un capital.»8
Para terminar este apartado expondremos algunas notas sobre
las fuentes utilizadas: catastro de la riqueza rústica, padrón de habitantes,
amillaramiento e información oral.
El catastro de la riqueza rústica es una relación de bienes
inmuebles relacionados con la agricultura. Para el Estado· Español
fue confeccionado en los años cincuenta de este siglo, con una finalidad
fiscal a efectos de cobro de la contribución rústica y pecuaria.
Su ventaja, y he ahí una de las diferencias con respecto a los amillaramientos,
es que posee una información estadística pero también
gráfica (a través de la fotografía aérea). Ello nos permite elaborar
mapas de cultivos y de estructura de propiedad de la tierra bastante
próximos a la realidad, sobre todo para la época en que fue elaborado:
1956. Es una fuente cada vez más utilizada.
El amillaramiento no sólo carece de información gráfica, sino
que además sus datos, en cuanto a superficie, parecen estar infrava-
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
Contribución a la desmitificación del campesinado canario I 333
lorados. Sin embargo, no cabe duda del valor del amillaramiento
para otras épocas históricas.
El padrón de habitantes es una fuente demográfica para el estudio
de la estructura de la población. Es una fuente pues, de carácter
estático ya que nos presenta a la población con sus cualidades en un
momento dado. Es un documento interesante porque informa sobre
la estructura socio-profesional del municipio en cuestión.
La información oral resultó de gran valor a la hora de comprobar
las hipótesis del trabajo. Ello fue así porque la cercanía temporal
del objeto de estudio permite que una parte todavía importante de
esa población se encuentre viva. La entrevista personal nos puso en
contacto con la concepción del espacio y de la intrincada red de relaciones
que lo determinaban. El conocimiento empírico de la zona
hizo más fácil la utilización de estas fuentes.
3. ELABORACIÓN DEL TRABAJO: PREGUNTAS y SOLUCIONES
El padrón de habitantes de San Miguel data del año 1955. La
elección en concreto de este padrón es bien fácil: poderlo comparar
con el catastro de rústica que es del año 1956. De este padrón analizamos
la estructura socioprofesional de la población. Sin embargo,
antes tuvimos que hacer una serie de precisiones.
1. El trabajo intenta analizar la población que podía dedicarse
al policultivo tradicional de secano. Como a partir del año 1952 el
regadío (con el trasvase de agua a través del Canal del Sur)
comienza a transformar el paisaje agrario de la plataforma costera
de San Miguel. Desde el punto de vista demográfico el municipio se
convierte en inmigratorio: llegada de aparceros y braceros desde
otras islas que se establecen en las cuarterías de las explotaciones
agrícolas de tomates de la costa. Ello hace que tengamos que descontar
del total de la población de hecho del municipio (3.182 habitantes)
no sólo los que están censados como transeúntes, sino
también aquellos que, aún siendo vecinos del municipio -por llevar
varios años viviendo en él- viven en las cuarterías y trabajan para
la agricultura de exportación. Ello provoca que la cifra total anterior
quede rebajada a 2.148 habitantes9 , mucho más representativa para
el análisis del sistema, llamémosle tradicional de explotación de la
tierra en estas partes del Sur de Tenerife: el policultivo de secano.
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
334 Víctor O. Martín Martín
Esta cifra de población absoluta es más concordante con los recursos
del territorio municipal de San Miguel, a cuyo reforzamiento
contribuye la población que ofrece el padrón de habitantes del año
1945, época en que el regadío aún no había llegado al Sur:
2.253 habitantes.
2. De la anterior cifra (2.148 habitantes) había que descontar
por un lado los niños menores de 14 años (obvio ya que no tienen
ocupación profesional) y las mujeres (excepto sirvientas y maestras
nacionales) que únicamente declaraban como ocupación «sus labores
» (evidentemente el lugar que ocupaba la mujer en este tipo de
sociedad era algo mayor que un simple «sus labores» ). El resultado
final fue el que expresa el cuadro siguiente.
Obsérvese como la mayoría de la población se asienta en los .
pagos de medianías.
El análisis del cuadro muestra como primer fenómeno constatable
el alto número de habitantes que se declaran obreros, representando
un porcentaje del 47,5%. Pero obreros -si realmente eran
obreros- de qué sector. Evidentemente del sector primario, concretamente
agrícola: el espacio en cuestión todavía no permitía
otros aprovechamientos.
Teniendo en cuenta lo anterior se puede dar una primera aproximación
a la estructura socio-profesional del municipio. El 81,6%
de los habitantes que declaran su ocupación profesional, trabajan en
la agricultura. Este porcentaje se elevaría aún más si consideráramos
la población absoluta del municipio, pero lo que ahora nos interesa
es la abrumadora mayoría de la población dedicada a las tareas
agrícolas. Es esa conclusión la que nos llevó a la formulación de dos
preguntas o hipótesis:
a) Ante esa mayoría de población agrícola, ¿no es la estructura
de la propiedad de la tierra principal tema a estudiar para comprender
la situación del campesinado en este espacio?
b) Una tan escasa división del trabajo reflejado en el cuadro
anterior ¿implica acaso un sistema de relaciones de producción capitalistas,
como muestra limitadora de casi el 50% de obreros?
4. LA PROPIEDAD DE LA TIERRA Y LAS RELACIONES
DE PRODUCCIÓN
La tierra como condición de trabajo, como objeto de trabajo, y
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
CUADRO 1
Estructura socio-profesional de San Miguel según el padrón de 1955. Elaboración propia
Pagos de medianías Pagos medianías Bajas
Casco
S. Miguel Tamaide El Roque El Frontón Las Zocas Aldea TOTAL
Obreros 132 37 47 37 40 63 356
Labradores 96 38 42 3 5 1 185
Agricultor 58 9 4 71
Chófer 21 4 1 2 3 31
Empleado 14 2 1 17
Carpintero 13 1 2 16
Maestro 12 1 1 14
Albañil 6 1 1 2 10
Zapatero 5 4 9
Sirviente 8 8
Mecánico 5 1 1 7
Otros 20 3 1 2 26
TOTAL 390 99 98 40 50 73 750
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
336 Víctor O. Martín Martín
su «reparto», es decir, la estructura de la propiedad de la tierra se
convierte en una variable que nos acerca en esta ocasión al problema
de la cuestión agraria. Por otro lado, como consecuencia de la
estructura de la propiedad, se establecen unas particulares relaciones_
de producción entre los hombres. Constituyen ambas ideas el
grueso de este punto, aplicadas al contexto espacial-temporal del
Sur de Tenerife.
3.1. La estructura de la propiedad de la tierra
o hacia la desmitificación del campesinado canario
Para el estudio de esta parte del trabajo sólo hemos tomado el
total de las tierras labradas del municipio, esto es, descontando los
terrenos eriales e improductivos. En este sentido cabe decir que, a
principio de los años cincuenta, aproximadamente un tercio
(29,3%) de la superficie del municipio era cultivable, lo cual con- .
firma la escasez de recursos que la tierra ofrecía sobre todo cuando
aún nos encontramos en una zona de policultivo de secano. Las
fuentes utilizadas han sido el catastro de rústica 1956 y el amillaramiento
de 1942.
El estudio de la propiedad de la tierra se nos planteó desde dos
vertientes diferentes pero dialécticamente imbricadas. En primer
lugar partiendo del total de la población en tanto en cuanto hubiese
habitantes que podían o no acceder a la propiedad jurídica de la tierra,
es decir, propietarios y no propietarios (pues no hay que obviar
que más del 80% de la población se dedica a las tareas agrícolas).
En segundo lugar, desde el punto de vista exclusivo de lo propietarios
de la tierra y sus posibles diferenciaciones internas.
Hemos tomado como base de estudio las familias u hogares, ya
que son los núcleo principales sobre los que se desarrolla esta mal
denominada «economía campesina». El padrón dio para el municipio
la cantidad de 651 familias u hogares censados. Sin embargo, el
análisis del catastro de rústica fue tajante: únicamente 308 familias
poseían tierras en el municipio. Si descontamos las familias que
podían obtener recursos en otros sectores productivos (construcción,
transportes o servicios) resulta que 277 familias se veían obligadas
a trabajar en la agricultura para lograr su subsistencia sin
poseer tierra cultivable alguna. Como vemos, a pesar del peso abrumador
de la población agrícola, hay campesinos (con tierra) y cam-
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
Contribución a la desmitificación del campesinado canario J 337
pesinos (sin tierra). Ese «modo de producción campesino»
caracterizado por ChayanovlO, y que se ha intentado aplicar a Canrias
al hablar del policultivo de secano comienza a resquebrajarse
por su base.
Pero donde quizás quede mejor patentado la inoperatividad
como categoría histórica de la economía campesina para el caso que
nos ocupa sea en el análisis de las familias propietarias pues es aquí
donde pudiera darse ese igualitarismo chayanovista.
Es conocido el peso que la gran propiedad hajugado en la historia
del Sur de Tenerife y de las Islas en general. En el caso de San
Miguel no podía ser menos, ya que seis apellidos concentran el
40,5% de las tierras cultivadas (porcentaje que se elevaría si se
tomase en consideración el total de tierras, esto es, labradas y no
labradas). Estos pocos grandes propietarios -terratenientes, caciques
así llamados por el mago- son dueños sobre todo de la franja
costera, aunque ello no quiere decir que no posean predios en la
franja de medianías. Sin embargo, no es el objeto de este trabajo
analizar la gran propiedad agraria a pesar de que los cultivos que
aquí se obtienen sean los típicos de la agricultura de secano: cereales
y en menor medida papas.
Más relevante y explicativo resulta la estructura de la propiedad
de la tierra en medianías, implícita en el siguiente cuadro.
CUADRO 2
Estructura de la propiedad de la tierra en San Miguel,
según las familias propietarias residentes
De 300 familias propietarias
residentes 1
37 con propiedades mayores de 4 has.
61 con propiedades entre 1 y 4 has.
202 con propiedades menores de 1 has.
FUENTE: Catastro de la riqueza rustica. Elaboración propia.
A continuación, y para conseguir una mayor clarificación de
estos tres subtipos de familias propietarias, se verá un ejemplo real
de cada subdivisión. Obsérvese la gran dispersión parcelaria.
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
338 Víctor O. Martín Martín
Propietario X. Cantidad de tierra labrada que posee =
6,6620 has.
Distribución de dicha propiedad dentro del
municipio
Polígono 4 = 2,9383 has. de cereal secano/
Polígono 5 0,9753 has. de cereal secano/ Polígono
7 = 0,1220 de papas en jable/ Polígono 8
= 0,0708 has. de papas en jable/ Polígono 11
= O,OOIQO has. de frutal secano, 0,00240 de
viña/ Polígono 12 = 1,2063 has. de cereal
secano, 0,5798 has. de papas en jable, 0,0300
has. de frutal secano/ Polígono 13 = 0,1242
has. de cereal secano, 0,0540 has. de papas de
jable/ Polígono 14 = 0,1984 has. de cereal
secano, 0,3039 has. de papas en jable, 0,0250
has. de frutal secano.
Propietario Y. Cantidad de tierra labrada que posee =
2,4350 has.
Distribución de dicha propiedad dentro del
municipio
Polígono 6 = 0,0175 has. de papas en jable,
0,0050 de frutal secano/ Polígono 10 = 0,3422
has. de papas en jable/ Polígono 11 = 0,7097
has. de cereal secano 0,0100 has. de frutal
secano/ Polígono 12 = 0,9191 has. de cereal
secano, 0,3795 has. de papas en jable 0,0200
de frutal secano, 0,0320 has. de viña.
Propietario Z. Cantidad de tierra labrada que posee =
0,1940 has.
Distribución de dicha propiedad dentro del
municipio
Polígono 4 = 0,0406 has. de papas en jable,
0,0032 has. de cereal secano, 0,0200 has. de
frutal secano/ Polígono 7 = 0,1302 has. de
papas en jable.
El primer grupo de familias (con propiedades mayores de 4
hectáreas) son potencialmente rentistas, junto a las obviamente
familias terratenientes. El segundo grupo es el que tradicionalmente
se conoce como agricultor autónomo, o sea, aquel que con sus tierras
puede autoabastecer a su familia. El primer grupo junto a algunos
propietarios del segundo se constituirá algunos años después en
una pequeña burguesía agraria con la revalorización de papa en
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
Contribución a la desmitificación del campesinado canario J 339
jable en los mercados europeos y la llegada del agua canalizada
al municipio!!.
El último grupo (propietarios con menos de una hectárea) conforma
el pequeño campesinado cuyas tierras escasamente dan para
la autosubsistencia familiar. Constituye este último grupo un campesinado
pobre, que tiene que recurrir a «alquilar» otras tierras para
lograr el sustento. De ahí el potencial productivo de la familia, ya
que los hijos de este campesinado pueden actuar como
medianeros.
Probablemente el cuadro 2 es excesivamente funcionalista,
pero aún así pensamos que es sumamente esclarecedor. Una vez
más existen campesinos (con muchas tierras) y campesinos (con
escasas tierras). El mito, ahora sí, del campesinado canario se
derrumba. Se justifica de esta manera que hayamos tomado como
base el agrupamiento de las familias por su situación económica
-en este caso superficie cultivada-, y no por el número de familiares,
ni por el de trabajadores pues, como afirma Lenin:
«... todo el fondo de la evolución capitalista de la pequeña agricultura
consiste en que crea y acentúa la desigualdad patrimonial
dentro de las sociedades patriarcales y después transforma
la simple desigualdad en relaciones capitalistas»! 2 •
Es necesario estudiar las diferencias existentes en cuanto a la
situación económica en el seno del campesinado.
3.2. La medianería como reminiscencia del régimen feudal
Al final del punto 2 nos preguntábamos cómo era posible que
ante una tan escasa división del trabajo, los datos del padrón de
habitantes mostraran un porcentaje cercano alSO% de obreros. Este
dato podía haberse confirmado cuando analizando la estructura de
la propiedad por familias resultaba que el 42,S% de ellas no poseían
nada de tierras.
Recordemos que el contenido del término obrero implica una
relación de producción típicamente capitalista: no posesión de
medios de producción y como consecuencia la única forma de subsistir
es vendiendo su fuerza de trabajo. Sin embargo, nos preguntamos
si era efectivamente capitalista la sociedad sureña que se
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
340 Víctor O. Martín Martín
organizaba en tomo al policultivo de secano. Pensamos que no. No
porque las relaciones de producción dominantes, fruto del desarrollo
de las fuerzas productivas, no eran precisamente capitalistas.
La información oral fue definitiva para configurar esta respuesta.
Frases como «aquí todos éramos medianeros», «sí, aquí
hubo mucho caciquismo» o «cuatro ricos de la tierra eran los que
mandaban» muestran algunos matices económicos y superestructurales
existentes entre campesinos y grandes propietarios.
El poder de la tierra se verifica aquí con toda su realidad. La
medianería como forma particular de la aparcería es la relación económica
más habitual,sobre todo si, además de las familias que no
poseen tierras, una gran parte del pequeño campesinado tenía que
optar por la medianería ya que sus escasas tierras no le daban para
mantener a su familia.
La medianería -como señalábamos en el punto 1- no es más
que una reminiscencia directa del régimen feudal, de la prestación
personal. En esta forma del sistema de pago en trabajo
«... el avasallamiento en lugar de la libre contratación es
secuela imprescindible»13 •
En efecto, la medianería como sistema de pago en trabajo y el
avasallamiento es un método para atar el campesino a la tierra. La
confirmación de este hecho es que, cuando comience a desarrollarse
la agricultura de exportación en la costa del municipio años después,
la mano de obra tiene que traerse de otros lugares de la isla y/o de
las Islas; a pesar de que en el municipio cerca del 50% de la población
no poseía tierra alguna.
El medianero no dispone del capital necesario (tierra y otros
medios de producción) para.la explotación de la tierra y tiene que
someterse al usurero rentista, el cual al final de la cosecha obtiene
una renta (la mitad de la producción), renta que en el caso que nos
ocupa no es igual a plusvalía (ver punto 1).
Otro fenómeno más a favor del «poder de la tierra» sobre el
«poder del dinero» viene dado porque la tierra no circula en el mercado.
No está en manos de particulares, no hay ni sociedades ni
compañías. Los predios se transmiten por herencia, siendo un síntoma
más del escaso valor, en el sentido capitalista del término, de
las tierras de policultivo de secano. Se puede observar que, al com-
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
Contribución a la desmitificación del campesinado canario I 341
parar el amillaramiento con el catastro, hay pocos cambios por lo
que se refiere a la cantidad de tierras adquiridas por dinero;
Se trataba de acumular la máxima superficie cultivable -a través
de herencias y casamientos- aunque esto supusiera una gran
dispersión de las mismas por todo el municipio (ver ejemplos de propietarios
en el apartado 3.1.). Cuanta mayor cantidad de tierras se
tuviese más posibilidades de medianeros, más posibilidades de convertirse
en rentista. No había pues un concepto de explotación agrícola
al modo capitalista.
En resumen, no existía ni mercado de trabajo, ni mercado de la
tierra: no era posible aún el sistema capitalista de explotación.
¿Cómo encuadrar este espacio en el contexto general del
archipiélago?
Pensamos que en Canarias dominaba el modo de producción
capitalista. Las relaciones de producción capitalistas son introducidas
en Canarias en la segunda mitad del siglo XIX por el capital
imperialista inglés. Como señala Montllor:
«... la propiedad privada de la tierra sigue manteniéndose por
cuestión de apellidos y es sólo con la introducción del arrendamiento
capitalista y con su generalización, que es llevado a
cabo por el capital inglés a finales de siglo XIX, cuando
comienza a tomar importancia el papel del dinero en la adquisición
de las tierras. Es en ese momento cuando las tierras pasan
a convertirse en un instrumento del capital y a generar plusvalía
en beneficio de ese mismo capital» 14.
Es decir, el capital inglés introduce a Canarias en el circuito
capitalista internacional en función de unos determinados cultivos
agrícolas que servían para abastecer Europa. La dependencia de
Canarias queda de manifiesto en la siguiente cita de Luis Pérez de la
Rosa:
«... fueron los intereses y necesidades de Londres los que determinaron
la decisión de las tierras canarias un día a la cochinilla,
otro al plátano, tomate ... En 1860 Londres obtuvo la
cochinilla en Canarias a mejor precio que en Guatemala y fue
el boom de la cochinilla en Canarias y la crisis de la
guatemalteca» 15 •
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
342 Víctor O. Martín Martín
Si ello es así veamos el papel de San Miguel, que es el caso que
nos ocupa, dentro de la formación social canaria. El modo de producción
capitalista como dominante, subordinó a este modo de producción
vigente en el Sur de la isla sin necesidad de destruirlo, sino
únicamente asimilándolo. No destruye esta forma de sociedad
basada en el sistema de pago en trabajo porque, simplemente, el
capitalismo ni iba a obtener ningún beneficio en un policultivo de
secreto: sin agua, sin buenos suelos~ es decir, con un escaso desarrollo
de las fuerzas productivas, la plusvalía en el sentido capitalista
del termino no era posible. Únicamente años después con la llegada
del agua, la valorización de los cultivos de exportación (tomates,
plátanos y papas), la posibilidad de «suelos de prestación»16 y,
sobre todo, el comienzo y confirmación del desarrollo turístico en la
década de los sesenta impondrá las relaciones de producción capitalistas,
liberando el campesino del avasallamiento feudal hacia la tierra;
presentándolo en el mercado de trabajo, libre. Es decir
asalarizándolo.
CONCLUSIONES
El concepto de campesinado canario ha podido quedar desmitificado
el analizar la estructura de la propiedad de la tierra, pues en
definitiva existe una diferenciación en el seno de dicho campesinado,
al menos en el caso que nos ocupa: San Miguel, años
cincuenta.
El predominio del sistema de pago en trabajo (cuya forma más
representativa aquí es la medianería) hace caracterizar a este espacio,
en función de las relaciones de producción como una reminiscencia
directa del régimen feudal, a pesar de que Canarias ya se
presentaba como un archipiélago dominado por el modo de producción
capitalista.
Las fuentes estadísticas en un estudio de economía política no
resuelven los problemas planteados para caracterizar las relaciones
de producción. Sólo una reflexión meditada en íntima relación con
la información oral permite un acercamiento más exacto a la cuestión
agraria en Canarias.
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
Contribución a la desmitificación del campesinado canario} 343
BmLIOGRAFÍA
BURRIELDE ORUETA, E. L. (1982): «Canarias: población y agricultura en
una sociedad dependiente.» Oikos tau. Barcelona.
COHEN, G. A. (1986): «La teoría de la Historia de Carl Marx: una
defensa». Siglo XXI. Madrid.
CHAYANOV, A. V. (1974): «La organización de la unidad económica campesina.
» Nueva Visión. Buenos Aires.
FERNÁNDEZ NAVARRETE, D. (1978): «La evolución histórica de la Contribución
Territorial Rústica», en Agricultura y Sociedad, núm. 8.
Ministerio de agricultura. Madrid, p.p. 183-209.
LENIN, V. 1. (1981): «El problema agrario en Rusia a finales del siglo XIX».
Tomo XVII, Obras Completas. Progreso. Moscú.
LóPEZ ONTIVEROS, A. (1971): Notas sobre el Catastro actual como fuente
geográfica», en Estudios Geográficos, núm. 122. CSIC. Madrid.
MACÍAS HERNÁNDEZ, A. M. (1981): «El papel histórico de la Economía
de subsistencia en Canarias», en Canarias ante el cambio. Santa
Cruz de Tenerife.
MARTÍN RUÍz, J. F. (1982): «Sectores productivos y estructura de la propiedad
en el siglo XIX. El ejemplo del NW de Gran Canaria», en
Homenaje a Alfonso Trujillo. Aula de Cultura de Tenerife, Santa
Cruz de Tenerife, p.p. 519-573.
MARX, C. (1978): «El Capital». Tomo I1I. Fondo de Cultura Económica.
México. (1980): «Contribución a la crítica de la economía política».
Siglo XXI. México.
MONTLLOR, D. G. (1988): «Sobre historiografía canaria». Artículo inédito
cedido por el autor.
PÉREZ DE LA ROSA, L. (1986): «Tres enfoques clasistas sobre la Historia
Contemporánea de Canarias», en Periferia, núm. 2. aula de Cultura
de Geografía e Historia. La Laguna, p.p. 5-28.
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
344
NOTAS
Víctor O. Martín Martín
1. Esta ponencia fonna parte de un trabajo de investigación más amplio que
constituye la tesis doctoral que llevará por titulo «Transfonnaciones especiales recientes
en el Sur de Tenerife» que, como dicho'título indica, intenta explicar los cambios
acaecidos en esta parte del espacio insular. En esta primera parte de la tesis estamos
recibiendo una ayuda económica del Cabildo Insular de Tenerife.
2. BURRIELDE ORUETA, E. L.: «Canarias: población y agricultura en una
sociedad dependientes». Ed. üikos Tau. Barcelona, 1982, p. 59.
3. MARX, C.: «Contribución a la crítica de la economía política». Ed. Siglo
XXI. México, 1980, p. 4.
4. COHEN, G. A:: «La teoria de la Historia de Carl Marx: una defensa.» Ed.
Siglo XXI. Madrid, 1986, p. 69.
5. LENIN, V. l.: «El problema agrario en Rusia a finales del siglo XIX». Tomo
XVII, Obras Completas. Ed Progreso. Moscú, 1981, p. 73.
6. MARX, C.: «El Capital». Tomo 111. Ed. Fondo de Cultura Economía.
México, 1978, p. 743.
7. MARX, C.: «El Capital». Tomo 111. Ed. Fondo de Cultura Económica.
México, 1978, p. 743.
8. MARX, C.: «El Capital». Tomo 111. E$!. Fondo de Cultura Económica.
México. 1978, p. 743.
9. Donde se observa esta llegada masiva de población al municipio de San
Miguel es en la Sección 6 del pago de Aldea Blanca, al comparar el padrón de 1945
con el de 1955: el número de habitantes pasa de 274 a 1.173, multiplicándose casi
por cinco en apenas un decenio.
10. CHAYANOV, A. V.: «La organización de la unidad económica campesina
». Ed. Nueva Visión. Buenos Aires 1974. Sobre algunos comentarios del tema
del modo de producción campesino o la economía campesina ver MACÍAS HERNÁNDEZ,
A. M.: «El papel histórico de la economía de subsistencia en Canarias.»
En Canarias ante el Cambio. Santa Cruz de Tenerife, 1981.
11. La caracterización de este grupo como pequeña burguesía no es gratuita. Y
es que fruto de su toma de conciencia es la creación de la Cooperativa Agrícola San
Miguel, algunos años después, en 1959. Con el tiempo se convertirá en la principal
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
Contribución a la desmitificación del campesinado canario J 345
entidad exportadora de papas de Canarias, aunque hoy día es un subsector agrícola
en franca crisis.
12. LENIN, V. l.: op. cit., p. 83.
13. Ibídem, p. 73.
14. MONTLLOR, D. G.: «Sobre historiografía canaria». 1988. Trabajo cedido
por el autor.
15. PÉREZ DE LA ROSA, L.: «Tres enfoques clasistas sobre la Historia Contemporánea
de Canarias». Revista Periferia núm. 2. Editada por el Aula de-Cultura
de la Facultad de Geografía e Historia. La Laguna, 1986, p. 12.
16. Ante la falta de buenos suelos para los cultivos de exportación se recurrió a
trasvasar tierras desde la zona Norte de la Isla: son los suelos de prestación (una
muestra más del avance y desarrollo de las fuerzas productivas bajo la impronta del
sistema capitalista).
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
DIVISIÓN EN POLíGONOS CATASTRALES
DEL MUNICIPIO DE SAN MIGUEL
LOCALlZACION
DE SAN MIGUEL
ESCALA (1150.000 (reducido el 81%).
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009