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E
LA ARQUITECTURA DEL -RENACIMIENTO EN LA CIUDAD
3 DE LAS PALMAS -
0m
JUAN SEBASTIÁNLÓ PEZ GARC~A E
Hasta el momento ninguna publicación se ha encargado de es-tudiar
globalmente la arquitectura del Renacimiento en la ciudad
de Las Palmas de Gran Canaria. Los edificios se han estudiado
como hitos históricos, factor que nos ha servido en muchos casos
de guía documental.
El apartado de este estilo artístico en la ciudad de Las Palmas,
es un adelanto de nuestra Memoria de Licenciatura, que tratará este
tema, pero con el ámbito general del Archipiélago Canario.
Ninguna ciudad grancanaria tiene tanto material de este mo-mento
artístico como Las Palmas, incluso en este sentido, casi se
podría afirmar que la totalidad de lo renacentista en la isla se loca-liza
en su actual capital. Esto no es absoluto, ya que hay ejempla-res
en otros municipios, que escapan del tema de la presente po-nencia.
A nivel de las Islas, Las Palmas de Gran Canaria compar-tiría
su primer puesto (en cuanto a número de monumentos) con
otras capitales (pasadas o presentes) como es el caso de Santa Cruz
de La Palma y San Cristóbal de La Laguna.
El número de construcciones que nos han llegado de ese mo-mento,
que sean definidora del estilo, apenas son unas veintena, ese
r&~d& númerc rrspet&le par2 n c & r ~ &tri.i=rad= ptrL~=ni=
artístico canario (en este caso arquitectónico). Desgraciadamente mu-chos
ejemplares fueron estudiados por fotografías, ya que la piqueta
u otro instrumento hizo que desaparecieran; otros casos, nos lleva-ron
a estudiarlos en sitios que le eran ajenos y en un feliz tercer
grupo, se nos permitió el estudio in situ. Como ejemplos tendríamos:
Primer caso.-Antiguo Cabildo de Gran Canaria, Convento de
Santa Clara o la casa n." 16 de la calle de Triana.
Segundo caso.-Claustro de San Pedro Mártir (del convento do-minico),
actualmente en uno de los patios de la «Casa de Colóns.
Tercer caso.-Casa Regental, Capilla de Santa Teresa o la ccPuer-ta
del Aire)) en la Catedral de Santa Ana.
En líneas generales se toma el mundo del Renacimiento (y por
tanto su estilo) como algo que está en oposición a la Edad Media.
Esta afirmación es válida para los países europeos, pero queda algo
diluida al considerarla en relación con el Archipiélago Canario.
Para todos los que están en contacto con el arte en Canarias,
no descubrimos nada nuevo al afirmar que los esquemas básicos en
cuanto a los estilos artísticos (sobre todo en el aspecto cronológico)
caen en las Islas. Las nuevas tendencias artísticas, nacidas en zonas
culturalmente más dinámicas llegan tardíamente al Archipiélago y
perduran enraizándose en nuestra tierra, de manera que se arcaizan
y se amoldan a las condiciones e imperativos de los medios físicos
y tecnic~s de] pafs. Tndn esto hace que les estiles artistices en Ca- 2
N narias, como colonia artística que es, tengan peculiaridades. E
Las peculiaridades son más marcadas en los dos estilos de tipo $
occidental que primero se introdujeron: el gótico y el renacimiento. n -
=m
Este trabajo sólo tratará el aspecto del renacimiento, dado que el
gótico será tema de una interesante ponencia en este Coloquio. E
2
El único estilo medieval que se dio en las Canarias fue el gótico, =E
por tanto sería el único oponente al renacimiento. Sin embargo, eso
no se da, no se oponen, sino que llegan hasta yuxtaponerse. -
Al conquistarse las islas, los naturales no aportaron técnicas B
constructivas, por lo que la arquitectura canaria de los siglos XV y
XVI fue obra de pioneros (maestros canteros, alarifes) venidos de
otras zonas (Portugal, España y hasta Italia). Esta arquitectura (pri- n
mero gótica) se encontró con el fuerte freno de una tierra sin tra- -E
a
dición constructiva y con escasez de medios, por lo que no es de
extrañar que algunas de nuestras primeras construcciones fuesen
prácticamente chozas, sabemos que el primitivo templo de Santiago E
de los Caballeros de Gáldar tuvo por techo unos troncos de pal- 3
O
mera. A pesar de todo lo expuesto, el gótico tuvo su difusión (re-mitu
a la ponencia muiiugráfica del íeiiia en la CiUdad de Las Tal-mas)
y es importante por cuanto supone el primer estilo de tipo oc-cidental
en las Islas. Con el renacimiento, las técnicas constructivas
están más generalizadas, será el estilo de edificios de gran impor-tancia
civil como el antiguo Cabildo y la Casa Regental.
El estilo renacimiento no supone, como queda dicho, una ruptura
ron el gótico, de tal forma que en determinados edificios perduran
elementos goticistas en construcciones de corte renacentista o vice-versa,
elementos del renacimiento en edificios góticos como se verá
en alguna construcción de Las Palmas de Gran Canaria. No olvide-mos
que la cronología del gótico en la isla coincide con la del rena-cimiento
en otras tierras.
El mismo término ((renacimiento» es problemático en cuanto a
su utilización en Canarias, sobre todo al no coincidir con los esque-mas
de lo que entendemos por tal en su tierra de origen. En Cana-rias
es una forma de construir que se da en el siglo XVI, pero tam-bién
en el XVII, por ese carácter arcaizante que hemos valorado
para el Archipiélago. Tampoco podemos pasar por alto el matiz
fragmentario del estilo, ya que en ocasiones se trata de elementos
sueltos (puertas, ventanas, lo más una fachada) inmersos en edifi-cios
de tipo mudéjar.
TT.-- --A- ,-A:-- A. -
UUd cax dc L m bL K ~ i &cn~cay ut: será definiioria U d hacer aryüi-m
tectónico grancanario es el uso abundante de la cantería y escasas -
carpinterías. Ya desde el renacimiento se ve la generosidad de la mis- E
ma en las fachadas (por ejemplo en la Casa Regental) y que triun- O
n
fará en la fachada de los grandes templos del siglo XVIII y XIX (Ca-
-
=m
O tedral de Santa Ana de Las Palmas, Santiago de los Caballeros de E
Gáldar y San Sebastián de Agüimes). E
2
E George Glasl publica en 1764 una obra donde nos señala que =
«las casas particulares son, en general buenas, todas de piedra)). La 3
cronología ya escapa a nuestro renacimiento, la idea nos es válida. --
Morales Padrón2 en su edición de las ((Ordenanzas del Concejo 0m
E de Gran Canaria)) toma datos que nos son interesantes. Deduce, ya
que los textos citan a alarifes, canteros y caleros, que hacia 1530 ya O
se alzaban edificios de piedra, cal y canto, afirmación que viene co- n
rroborada por otros textos. E a-
2
LAS PALMAS. SIGLOS XVI-XVII
El espacio, el marco geográfico en que nos vamos a centrar es el
de Las Palmas, el de la Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria3,
homenajeándola en su 500 aniversario de fundación como ciudad
de tipo occidental.
En consideración a la efemérides vamos a repasar brevemente
un hecho, el olvido que se ha tenido del nombre aborigen del lugar
1. GEORGEG LAS: Descripcidn de las Islas Canarias. Trad. Constantino Aznar
Acevedo. Instituto de Estudios Canarios. La Laguna, 1976.
2. MORALEPSA DR~FN.:, Ordenanzas del Concejo de Gran Canaria (1531). Ed. del
Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaria, 1974, p. 24.
3. Denunciamos el hecho, ya casi generalizado, de dar el nombre de Las Palmas
por el de Gran Canaria a la isla.
donde se fundó la ciudad. A nuestro entender queda claro en el
capítulo XVI de la denominada ((Crónica Lacunense~4 : adonde aho-ra
está la ciudad (de Las Palmas) que entonces se llamaba Guinigua-da
», en la citada crónica, capítulo XXII se añade : «...en la ciudad
que ahora se llama de Las Palmas y que en lengua canaria se lla-maba
entonces Guiniguada.. .D. Abreu y Galindo nos dice lo si-guenite:
(( ... los canarios entendieron de la compañía de los que
estaban en el real de Guiniguada)). Este bellísimo nombre, patrimo-nio
de la ciudad, sólo es recordado por el Barranco.
Centrándonos más en el tema, vamos a detenernos algo en el
ambiente urbano de la ciudad en el siglo XVI y XVII, tomando co-mo
referencia a varios autores que han estudiado este interesante
apartado de la vida de la ciudad, así como los textos de viajeros que
pusaror?. pm 12 isla de Grm Canrcri-. Por tantoj este acercamiento a
la historia local no es tarea inédita. La urbanística de Las Palmas en
el siglo XVI ya destacó entre los apartados de la obra de Rumeu
de Armas 6.
La incipiente ciudad que tomó vida a partir de aquel ya popular
día del 24 de junio de 1478 (festividad de San Juan Bautista) se
fundó en la margen derecha del barranco. Terminada la conquista,
su núcleo se distribuyó a ambas orillas. Hacia 1550 su fisonomía
quedaría fija por casi trescientos años.
El padre José de Sosa' nos habla en su obra de «muchas casas
de caballeros particulares, hospitales y conventos)), así como de
((plazas)), datos que en realidad no son demasiado determinantes,
pero bajo ese anonimato deben esconderse nombres de edificios que
estudiamos en el presente trabajo. Torriani da la cifra de más de
800 casas u hogares en el año 1590, que darían una población de
4.000 habitantes.
Si en 1978 Las Palmas tiene la supremacía demográfica del Ar-chipiélago,
en el siglo XVI era la principal ciudad por los cargos y
dignidades que la tenían por sede, pero no por el número de su
población.
Frutuoso S tiene un polémico texto: «la ciudad de Santa Ana,
4. Crdnica de la Conquista de Gvan Canaria. El Museo Canario, Col. Arcón Ca-nario,
n.o l, Las Palmas, 1976, pp. 70 y 83.
5. ABREU Y GALIXDO: Historia de la conquista de las Siete Islas de Canarias.
Goya Ediciones, Santa Cruz de Tenerife, 1977, cap. XI, p. 185.
6. RUMEU DE ARMAS, A. : Pirate~ias y ataques navales a las Islas Canarias,
t o ~ oII; 1.8 parte; p. 261, Madrid. 1948.
7. SOSA, José de: Topogiafia de las isla afortunada Gran Canaria. Imprenta
Isleña, Santa Cruz de Tenerife, 1849.
8. GASPARF RUTUOSOL: as I s h Canarias (de Saududes da terra). Instituto de
Estudios Canarios. La Laguna, 1964.
principal cabeza, que tendrá más de 3.000 vecllios, bien asentada
con una iglesia catedral grande y rica y de obra y traza muy cos-tosa,
tiene otras dos o tres parroquias y dos monasterios de Fran-ciscanos
y Dominicos ; la iglesia catedral, situada en una plaza donde
hay una hermosa fuente de caños ... Esta ciudad de Santa Ana (que
lleva ese nombre por ganarse la isla en ese día) es de todo bien abas-tecida..
. ». En el interesante texto, hay noticias aprovechables, por
otra parte está ese topónimo que da a la ciudad (Santa Ana) y tras-ladar
la conquista a un 26 de julio. Nos documenta la Catedral, los
conventos de S. Francisco y S. Pedro Mártir, la Plaza de Santa Ana
y una fuente (jrenacentista?). Igualmente queda patente la impor-tancia
histórica de la ciudad en cuanto a sus dotaciones, verificable
hoy por los e&ficiOs coriseiva~os.
Thomas Nichols g: «la isla (de Canaria) es ahora la más impor-tante
de todas, no por su fertilidad, sino porque allí reside la jus-ticia
y el gobierno de todas las ademásn. Esto es con referencia a la
isla, aunque habla de autoridades que residen en Las Palmas, con-creta
con la ciudad: «la ciudad se llama Civitas Palmarum. Tiene
hermosa iglesia catedral, con todas las dignidades que le pertenecen.
Para el bienestar público de esta isla hay varios regidores de mucha
autoridad, que tienen una casa propia para el consejon. Cita la ca-tedral,
la casa del consejo debe referirse al antiguo Cabildo, ya cons-truido
en el momento de publicarse la obra de Nichols.
Una última publicación, que conocimos después de la primera
redacción de este apartado, viene a servir de síntesis al tema del
urbanismo en Las Palmas. Nos referimos a Herrera Piqué lo, señala
el hecho de que las edificaciones venían marcadas por los solares
repartidos entre los protagonistas de la conquista, por otro lado
el enorme papel urbanístico que dio al trazado de la ciudad la
construcción de la catedral, dando a la plaza donde se localizó el
centro administrativo civil (Cabildo, Audiencia y Casa Regental) y
religioso (Catedral y Palacio Episcopal).
Todo lo anterior nos habla de una ciudad importante a los pocos
años de su fundación, donde la importancia de los cargos y dignida-des
establecidos la hicieron un foco atrayente en el aspecto cons-tructivo,
donde en el siglo XVI se trabajaba en la fábrica de una
obra casi colosal, la Catedral. Por otro lado estarían las construc-
9. CIORANESCAU.,: Thomas Nichols. Mercader de azzícar, hWn i s t a y hereje.
Instituto de Estudios Canarios, La Laguna, 1963, 1." edición 1583.
10. HERRERPAIQ UÉ, Aifredo: La ciudad de Las Palmas. Notick histórica de su
urbanizacidn. Edición del Exomo. Ayuntamiento de Lafi Palmas de Gran Canaxia,
1978, PP. 32-33.
ciones de tipo oficial y las de carácter particular (sin olvidarnos de
las militares).
CATALOGO DE OBRAS
Un edificio de gran interés en nuestro patrimonio artístico e
histórico desapareció desgraciadamente en 1842, nos referimos al
antiguo Cabildo, sede del Ayuntamiento y de la Audiencia.
Estaba en el solar que ocupa el actual Consistorio de Las Pal-mas
de Gran Canaria, daba frente a la Catedral de Canarias, en
el importate rriarco de id Tlam de Santa Ana. El edificio, a
pesar de su belleza formal, en el siglo XM ya era insuficiente y se
ideaba la construcción de uno nuevo. Sus dependencias estaban
en deterioro y muchas sesiones del Ayuntamiento y Audiencia por
este motivo se celebraron en otras sedes. En una solicitud fechada
en Gran Canaria, el 15 de noviembre de 1806, pedían al Rey la
construcción de un nuevo Ayuntamiento ((por haberse arruinado
en la mayor parte el edificio material en que se hallavan reunidas
las casas del Ayuntamiento, las cárceles, y las salas de la Audiencia
con su Archivo y demás oficinas)).
El triste fin del edificio fue un incendio (se supone intenciona-do)
que lo destruyó rápidamente en la noche del 29 de marzo de
1842 ll.
El antiguo Cabildo se había construido en el siglo XVI. Millares
nos relata, referido al año 1535: «Viene de Gobernador de Canaria
el Licenciado Agustín de Zurbarán y construye las siguientes obras:
Casas de Audiencia, Casas del Cabildo ; cárcel ; Poso de la harina ;
Fuente de la plaza principal; plazas de las Gradas; Gradas de los
Remedios; Carnicerías; empedrado de calles)) 12. Esta serie de obras
nos revelan la personalidad de Francisco de Zurbarán como em-prendedora,
aunque a juzgar por la realidad, en Las Palmas durante
esas fechas estaba casi todo por hacer. La importancia de este go-bernante
ya queda patente en la obra de Rumeu de Armas 13. Había
desempenado en dos ocasiones el cargo en Gran Canaria, entre
1535-1537 y 1540-1543, tiempo hipotético en que realizó las obras
11. HERRERPAIQ UÉ. A.: Op. cit., p. 171.
12. MILLARES:A nales, siglo XVI, recogido por TARQCI(SA rchivo Miguel Tarquis,
Departamento de Historia del Arte, Universidad de La Laguna).
13. RUMEU DE ARMAS, A.: Op. cit., tomo 11, 1.a parte, p. 264.
reseñadas. De todas ellas, la más importante sería la construcción
de las Casas del Cabildo, en la que tenía su asiento el Concejo de
la Ciudad, Tribunal de Justicia, la Real Audiencia, así como cárce-les
reales, el pósito, alhóndiga y el ((peso de la harina)). Rumeu de
Armas1& anota la posibilidad de que las obras prosiguieran con los
gobernantes posteriores a Zurbarán, lo que no debe estar lejos de la
realidad si repasamos el proceso constructivo de un edificio del
momento o algo posterior, como sería el caso de la Casa Regental.
Las obras de urbanización llevadas a cabo son de gran importancia,
la citada fuente en la ((plaza Principal)), «plaza de las Gradas)), ((Gra-das
de los Remedios)), ((empedrado de calles)) 15.
Tenemos la descripción que del edificio hizo en el siglo XIX Do-mingo
J. Navarro 16, cuando se incendió el Cabildo, el citado autor
debía contar unos 39 años: m
D
«Las casas consistoriales, aunque estaban construidas con sille- E
ría de arenisca, no carecían de magnificencia. En la parte baja corría O n
todo el largo frontis una arquería que daba entrada al anchuroso -
=m
atrio en cuyo centro arrancaban sobre amplia meseta dos escaleras O
E
de la mencionada piedra. La de la derecha conducía a los departa- E
2
mentos de la Real Audiencia; la de la izquierda a los del Cabildo E
=
secular. La parte alta se componía de cinco arcos centrales cerrados 3
en su base por una barandilla de piedra, cuyos balaustres estaban -
tallados con esmero. En los extremos se abrían dos largos balcones -
0m
de hierro destinados a las exhibiciones públicas de ambas corpora- E
ciones.. . u. O
El edificio en cuestión era una construcción renacentista, de
tipo civil, emparentado con el actual Ayuntamiento de Santa Cruz
de La Palma (antiguo Cabildo de San Miguel de La Palma), ya que
ambos son porticados, sin embargo, el ejemplar palmero (que afor-tunadamente
subsiste) se presenta como de mayor calidad. El gran
canario era de arenisca, pero se recalca que sus ((balaustres estaban
tallados con esmero)) l7 y en los documentos gráficos conservados se
adivinan partes de delicado trabajo, en especial en las pervivencias
góticas de las ventanas.
Se componía de dos plantas, destacando como protagonista la
fachada porticada, con siete arcos de medio punto, sostenidos por
columnas y una galería o doggia)) tan del gusto renaciente, en el
14. Zbid.
15. MILLARESO: $. cit.
16. NAVARRYO PASTRANAD, omingo José: Recuerdos de un noventdn. Ed. del
Museo Canario, Col. Arcón Canario, n.0 3, Las Palmas de Gran Canaria, 1977, p. 27.
17. Ibid.
piso superior, con tres elegantes arcos de medio punto, más alarga-dos
que los del piso inferior, dando un ánimo ascensional a la edi-ficación.
A los lados, los ventanales góticos enmarcados por el alfiz,
tan típico en la arquitectura de Las Palmas18. También definidoras
del gusto renacentista son las balaustradas, no sólo la de la galería,
sino la que culmina el edificio, donde se alternan los pedestales con
jarrones con los balaustres. El motivo heráldico no podía faltar en
la edificación, el escudo de Gran Canaria se sitúa en el centro de la
balaustrada superior y .el de Castilla-León en el extremo izquierdo
de la segunda planta, junto a un ventanal gótico.
El edificio no sufrió daño con la invasión holandesalg, con lo
cual pudo mantenerse en su pureza hasta el incendio y desaparición
total en 1842.
Capilla de Santa Teresa n-- m
Al estudiarse la obra de la Catedral de Santa Ana de Canarias, O
E
se habla de su interior gótico y de su fachada neoclásica, pero ge- E
2
neralmente cae en el olvido las partes de estilo renacimiento que
posee. En realidad quedan apagadas entre la preponderancia de los $
estilos citados. -
Lo primero que vamos a estudiar dentro de la Catedral es la ac- B
E tual capilla de Santa Teresa de Jesús, que fundacionalmente se de-dicó
a Nuestra Señora de La Antigua. Es interesante porque para
la citada capilla tenemos el nombre del autor y del cantero. Se trata
respectivamente de Pedro de Narea y Simón Merino. E a-
La capacidad de Pedro de Narea no debió ser tenido por abso-luta
desde el punto de vista del Cabildo eclesiástico, se desprende
de las sesiones de la corporación que trata «si el dicho Pedro de E
Narea es bastante para ser maestre mayor de la dicha obran (di-ciembre
de 1562). Otras reuniones se celebraron el 2, 4 y 8 de enero
de 1563, donde se reciiíió el informe de muchos oficiales 'O. Se llega
a votar en contra de Pedro de Narea, alegando 10s errores que por
desconocimientos técnicos habían tenido otros maestros mayores,
fue el caso del votante arcediano don Juan Salvago. A pesar de las
18. MARTÍNEZ DE LA PEGA. Domingo: El alfiz en la arquitectura canaria, en "Ho-menaje
a Eiías Serra Rafols", Universidad de La Laguna, 1970.
19. Rumu DE h s : 09 . cit., tome 11, 1." parte, p. 282.
20. HERNLNDEPZE RBRAJe,s ús: S o b e los arquitectos de la Catedval de Las Palmas,
1500-1570, El Museo Canario, Homenaje a SimÓn Benitez PadiUa, tomo 1, año XXI,
n.0 7%4, Las Palmas, 1960, p. 298.
controversias al fin fue elegido maestro mayor de la fábrica de la
Catedral de Canarias *l.
La obra de la Catedral debía cerrarse para darla por terminada
a la altura de la mitad del templo, con ello se cumplía un acuerdo
anterior del Cabildo, de 10 de enero de 1536, en que se lee: «En
este Cabildo se consideró que el templo que los Sres. Capitulares
difuntos habían empezado no sería posible concluirse por la falta de
medios y miseria del país, y viendo por otra parte, que lo que estaba
hecho era grandioso y muy suficiente para la población actual, se
acordó mandar disponerlo y cerrarlo de manera que se pudiese
usara a. Narea cerraría algunas bóvedas, siguiendo criterios góticos,
bóvedas con sólo las nervaduras de cantería azul, mientras las ple-menterías
serían en hormigón 23.
En las obras de la capilla de Santa Teresa sigue con la cubierta
tradicional del gótico, que domina en todo el templo catedral, sin
embargo, lo que la hace incluible en el presente trabajo es la labor
renacentista que en ella aparece. La antigua capilla de Ntra. Sra.
de La Antigua es doble, dando cara en sus dos partes a la Nave de
la Epístola, frente a la de San Gregorio-San Fernando, que dan a la
Nave del Evangelio. Según la documentación la obra debía termi-narse
para la fiesta de la Virgen titular, el 15 de agosto de 1573
Lo que parece se logró, ya que el Cabildo con fecha 14 de agosto de
ese año se dice que la imagen pase a su nueva capilla. En 1574 se le
pagaron 200 doblas a Pedro de Narea y queda fijo su salario en
100 doblas anuales U.
21. TARQUISR ODRÍGUEZP,e dro : Diccionario de arquitectos, alarzfes y canteros.. .
Anuario de Estudios Atlánticos, Madrid-Las Palmas, 1964, n.o 10. Tarquis recoge del
5.0 Libro de Actas, Cabildo de 8 de enero de 1563. Resumen: "Se hizo el quarto
tratado.. . de quién a de ser maestro mayor de la dha. obra de la dha. yglesia.. . y
mandando a dezir misa al Espíritu Santo, para que les encaminase.. . sus mercedes,
botando el dho. negocio, acordaron y mandaron que Pedro de Narea sea maestro
mayar de la dha. obra de la yglesia, con ciertas condiciones que el señor racionero
Martel ley6 en el dho. Cabildo, las quales se ponían en la escritura que con el se
hiciere.. ." Don Juan Saivago pide que se traiga maestro de España.
22. VIERA Y CLAVIJOJ,o sB: Extractos de las Actas.. ., Manuscrito, copia de CHIL
Y NARANJOM, useo Canario, Las Palmas, pp. 55-56.
23. HERNANDEPZE RER:A O@. cit.
24. TARQUIS: O$. cit., p. 518, recoge del 6.0 Libro de Actas del Cabildo de 5 de
enero de 1573: "para acabar la capilla de Ntra. Sra. de la Antigua era conveniente
meter algunos officiales, y porque con más brevedad se acabe sería necesario darles
alguna cosa m& del jornal, que son quatro reales.. .". En Cabildo de 14 de agosto
de 1573 se dice: "...que la imagen de Ntra. Sra. de la Antigua se passa a la cap&
que tiene en la iglesia nueva.. .", en Acta de 21 de mayo de 1574: ". . .que al maestro
Pedro de Narea se le paguen 200 doblas quando acabe la capilla de Ntra. Señora y
que (ilegible, en quanto) ... toca el salario de cada un año, se le den cien doblas
solamente, atento a su yndustria y diligencia que a tenido en la obra de esta santa
yglesia, y este salario, y no más, gane desde primero de mayo deste año de setenta
y quatro en adelante".
Pedro de Narea trabajaba con colaboradores, se destacan a Ma-nuel
de Acevedo, que sacaba los cantos para la obra; el aparejador
Juan González, del que se dice «buen oficial de su oficio> Como
labrante de Pedro de Narea estaba Simón Merino 26, hasta 1590 apa-rece
a sueldo en la obra de la Catedral, con tal calidad aparece re-señado
en el 6." Libro de Actas del Cabildo de Canarias. También
se le encuentra en documentos tinerfeños, isla donde trabaja en la
Fortaleza Vieja de Santa Cruz de Tenerife (destruida) y portada de
la Concepción lagunera. Narea también pasó a Tenerife «a dar traca
en ciertos fuertes que quiere hacer aquella isla». En 1577 se le da
permiso «para ir a Tenerife y La Palma a reparar ciertas iglesias)) ?'.
La obra conservada de Pedro Narea es pues la Capilla de Santa
Teresa en la Catedral de Canaria. Tiene un carácter doble, precisa-mente
lo renarentista está en la arcada que s q a r a en dos la citada 2
capilla. A pesar de que el arco sigue siendo apuntado, por ese espí- N
E
ritu goticista que domina en la obra, las pilastras que lo mantienen
tienen una clara filiación renacentista. Se trata de columnas que se
levantan sobre un plinto cajeado en su frente, basa, fuste estriado E
con aristas muertas. El capitel es corintio con hojas y volutas, re- £
2
coge un trozo de entablamento, solución que desde el Cuatrocientos
italiano usaría BruneUeschi para alargar el canon de la columna.
-
La cornisa es sostenida por tacos y unas bellas ménsulas. A partir $
de ahí arranca el arco. La parte del entablamento recuerda a lo que
hará más tarde Juan Lucero en la ((Puerta del Aire». m
E
La cubierta continúa con soluciones góticas, pero las nervadu- O
ras ya no arrancan de una ménsula con decoraciones vegetales gó- n
ticas (como es el caso de la capilla de San Gregorio-San Fernando), -E
sino que aquí son ménsulas de sabor clásico e incluibles en el Re- a
2
nacimiento. n
n
Dando hacia el «Patio de los Naranjos)), a la altura de la capilla E
de Santa Teresa, hay una ventana de gran interés y que debe ser obra O
de Pedro de Narea. Frente al arco apuntado, que protagoniza otras
vcctana~d e la cate&-a!, &Sta es de arce de p ~ ~ tEcs.tá 12-
brada en cantería azul, las columnillas son abalaustradas, tan del
gusto renacentista en el Norte de Italia, de donde pasara a España.
Van adosadas a una pequeña pilastra cajeada y sostenidas por mén-sulas,
a su vez recogen un pequeño entablamento sobre el que luce
un frontón triangular, rematado en su vértice superior por una con-
25. HERNÁNDEPZE RERAJ, . : Op. cit., p. 302.
26. TARQUIPS,. : O$. cit., PP. 506-509.
27. HERNÁNDEZP ERERAJ, .: OP. nt . , p. 303.
344
cha. El tipo de ventana se repite hacia el interior en esta capilla y
en la que preside el cuadro de la Concepción de .Hernández de Quin-tana
(capilla de San Francisco de Paula).
Puerta principal
El frontis de la Catedral de Santa Ana de Canarias fue obra de
Juan de Palacio (o Palacios). La fachada era de gran sencillez y de-sapareció
en el siglo XIX ante la fachada neoclásica que actualmen-te
posee
La obra que en principio realizó Juan de Palacios se enriqueció
años más tarde con la construcción de la Puerta Mayor, en la que
se trabajaba en la octava década del siglo XVI: ((Año de 1589,
14 de abril. Que asista Miser Irosperü, italiano, acompañado dei m
ingeniero a la obra de la puerta mayor que el Sr. Obispo Figueroa E
había mandado fabricar, *. Del documento se desprende el nombre O
de un italiano como autor de la obra de la Puerta Mayor. En otra n - m acta se da el nombre del cantero: «Año de 1589, 14 de noviembre. O
E
Que se haga información cómo el cantero Bartolomé Díaz ha errado E
2
los cantos que ha labrado para la puerta mayorP 30. Mientras otras E
obras quedan en el anonimato, la desaparecida ((Puerta Mayor)) fue
trazada por Próspero Casola (o Cassola), bajo sus indicaciones tra- 3
baja en la citada obra el maestro de cantería Bartolomé Díaz. Este O-cantero
también labraría la portada de la fachada de otro templo m
E
dedicado a Santa Ana, el de Garachico 31. O
Próspero Cassola había nacido en Reggio nell'Emilia (Emilia Ro- n
magna), en 1565. Pasó a España y de allí a Gran Canaria, llegando a E
Las Palmas cuando contaría 24 años. Era ingeniero militar y cons- a
tructor al servicio de Felipe 11. Siempre se consideró discípulo de n
Tiburcio Spanochi. Se relaciona su llegada a la isla con la del Capi- n
tán General y Presidente de la Real Audiencia, don Luis de la Cueva O3
y Benavides en junio de 1589. Cassola llegó a Regidor del Cabildo
de c-ranPb a"r*r"a&l l"a . hE-lna .u.1.1" a--l+r i:-ad...r a L--.Ul+I- LVe, s queda patente en Id
posesión de libros de grabados de arquitectura y fortificaciones. Ca-só
con una teldense en 1605. Muere en 1647 3z.
28. RUMEU DE ARMAS: Op. cit., tomo 11, 1." parte, pp. 273-275.
29. VIERA Y CLAVUOE: xtractos de las Actas Capitulares más notables desde los
años de 1514 hasta I70+?, manuscrito (copia de CHIL Y NARANJOn)h, seo Canario, Las
,=;as de G:m Yunz:;a, p. 1%.
30. VIERA: Op. cit., p. 137.
31. TARQUISR ODRÍGUEZP, edro : Diccionario de arquitectos, alarifes y canteros.. . ,
rlnuario de Estudios Atlánticos, 1964, n.O 10, p. 458.
32. TARQUISO: p. cit., pp. 455-453.
Según parece para la obra de la puerta mayor de la Catedral, en
estilo renacentista, se inspiró en la del «Duomo» de su ciudad natal
de Reggio nell'Emilia. Poseemos un dibujo de la portada grancana-ria
realizado por Alvare-., Rixo 31, en él se ve la gran sencillez de la
misma, donde casi no hay decoración. Puerta adintelada con un sim-ple
marco de cantería y frontón, sobre el que se aprecia una peque-ña
roseta, más arriba y separado del inferior hay otro frontón, tam-bién
con el tímpano sin decorar, apareciendo unas decoraciones en
sus vértices laterales.
Puerta del Aire
La tercera y última obra renacentista en la Catedral, la segunda
de las conservadas, es la que llevó a cabo el Maestro Juan Lucero
(o Luzeroj. Se le caiificó de Maestro de Cantería, alarife y construc- 2
N
tor. Rumeu de Armas lo hace hijo del Maestro de obras militares E
Andrés Lucero (trabaja en Gran Canaria a fines del siglo XVI), con
el que aprendió el oficio ". -- m
Juan Lucero es contratado por el Cabildo de la Catedral de Ca- O
E
naria, realizando varias obras. Una fue en el interior de la catedral E
2
y es una atribución, se trata de las obras de reconstrucción de la ca- -E
pilla de San Francisco de Paula, después de que sufriera los efectos $
de la invasión holandesa-zelandesa el 30 de junio de 1599 35. Se com- -
promete con el Cabildo para llevar a cabo las obras de las dependen- -
0
m
cias que se iban a realizar junto a la Catedral, en el costado de la
Epistola, consistiría en el denominado ((Patio de los Naranjos)) 36,
las dependencias que daban al mismo y la puerta que comunicara la
Catedral con el citado patio, através de la capilla de San Francisco
de Paula, la puerta será conocida con el nombre del «Aire». l
La Puerta del Aire es una obra en cantería azul, de gran calidad, n
n
con un marcado clasicismo. Se compone de un vano (el acceso) con E
arco de medio punto, que comunica el patio con el interior de la
Catedral. En las jambas de la puerta aparecen sendas pilastras ca-jeadas,
coii capitel corintiu, a base de tres huja subre la qüe se
talló una especie de rosa. La rosca del arco aparece también con
33. ALVARERZIX O,J . A. : Cuadro histórico de estas Islas Canarias de 1808 a 1812,
Edici6n de El Gabinete Literario. Las Palmas de Gran Canaria, 1955.
34. TARQUIRSO DRÍGUEPZe,d ro : Diccionavio de arquitectos, alarifes y canteros.. .,
Anuario de Estudios Atlánticos, n.o 11, 1965, .P.P . 292-293.
35. TARQUISO:@ . cit., p. 294.
36. VIERAY CLAVTJÜj, u&: Exiirc~iüs de ius Acius Cupiiuiüres.. . , I I I * I I L I U I L "
(copia de CRIL Y NARANJOM)u, seo Canario, Las Palmas de Gran Canaria, p. 191:
"Año 1612. 6 de febrero. Que se haga un jardín en el patio principal de esta Santa
Yglesia".
una especie de almohadillado cajeado, donde se alternan rosas, ca-bezas
de querube y una ménsula, la decoración se repite en el in-tradós.
A la altura de la clave aparece una tarja con las armas pon-tificias
(el elemento heráldico). Las columnas son adosadas a pilas-tras
cajeadas, descansan sobre zócalo y basa ática, el fuste es estria-do
en dos tercios, con aristas muertas (filetes), el capitel es al gusto
renacentista con volutas y hojas de acanto. Las columnas recogen
el entablamento, con arquitrabe, friso desnudo de decoración, que
queda cajeado a la altura de las columnas y cornisa acodada, soste-nida
por tacos y ménsulas. Como remate el frontón, de tímpano sin
decorar, .con un «espejo» en su vértice superior y sendos jarrones
en los extremos, situados en la vertical de las Columnas. El clasi-cismo
de la obra es total, destacando la elegancia de líneas y una
gran perfección de talla. Esta obra deja a Juan Lucero como un m
D
gran maestro. E
En la capilla de San Francisco de Paula, presidida por el cuadro O
n -
de «La Inmaculada~d e Hernández de Quintana3?, destaca la mén- =m
O
sula, que recoge los haces de nervios góticos, de tipo clásico, así EE
como la ventana, que repite la que hiciera Pedro de Narea para la S
E capilla de Santa Teresa. =
3
-
CONVENTDOE SANTOD OMINGO -
0m
La fundación del Convento dominicano de Las Palmas está li-gado
al conquistador Pedro de Vera, que había erigido el convento
de Santo Domingo en Jerez de la Frontera. El mismo había llevado
entre sus acompañantes en la expedición grancanaria a dos domini-cos,
los frailes Diego de las Cañas y Juan de Lebrija. El conquista-dor
Vera fue el solicitante ante los Reyes Católicos de la ayuda para
fabricar el convento. Esta era la primera fundación de la orden en
Canarias, parece que tuvo lugar el 19 de marzo de 1522 (fecha en
Reyes h2f;iUE fa&cidoj m". SUs oí-&enes 2
esa fecha. Viera3' nos da la noticia de que por los años de 1518 ya
37. MART~GNO NZÁLEZJ,. J.: El Pinto7 canario Cristóbal Hermindez de Qintana,
Valladolid, 1958.
38. VIERAY CLAVIJ:O Historia General de las Islas Canarias, Ed. Goya, Santa Cruz
de Tenerife, 1971, libro XVIII, apartado 24.
39. VIERA: Ibid. : "Por otra parte hallamos que el padre fray Antonio Touron, en
ia Historia de varones ilustres de ia orden de Santo Domingo, habiando de fray Do-mingo
de Mendoza, religioso digno de aquelia gloriosa lista, afirme que después de
haber estado entregado al ministerio de predicacibn en nuestras Canarias, donde ya
había religiosos de su orden, pas6 a Roma el año de 1518, para asistir al Capítulo
general en que se dio sucesor al cardenal Cayetano".
había dominicos en las Islas, diferentes a los citados con Vera, que
murieron despeñados en el Monte Lentiscal.
En el lugar donde se levantó el convento existía una ermita de-dicada
a San Pedro Mártir, en solar donado por el conquistador, a
fin de erigir un oratorio en recuerdo del día de ese santo dominico
(29 de abril), que fue el de la conquista de la isla ".
Se levantó el convento en un lugar de Vegueta, donde en 1524
ya habían casas por las cercanías ". Por Rumeu de Armas"' sabe-mos
que la iglesia era de tres naves, con puerta principal hacia la
plaza de Santo Domingo. Junto a ésta, tres cuerpos de edificación
con claustro bajo y alto (donde estaban las habitaciones y dependen-cias
del convento) cerraban un espacioso patio. En 1524 se trabajaba
en la Iglesia, faltando por edificar la capilla mayor ". El 15 de fe-brero
de 1535 el cantero Miguel Alonso, grancanario, trataba con
el Padre Fray Tomás de San Vicente, Provincial de la Orden de
Santo Domingo para hacer la capilla de la Magdalena en ese con-vento,
ante el escribano Cristóbal de San Clemente44.
Tal como ocurriera en otras edificaciones, el convento de San
Pedro Mártir (Santo Domingo) no escapó del furor de los holande-ses,
lo redujeron a cenizas en el ya tristemente año de 1599 4B La
reconstrucción llegó pronto, en escritura de 27 de agosto de 1610,
Rodrigo de León y su esposa doña Susana del Castillo Tamaris se
obligan a reedificar la obra, poniendo como condición el patronato
de la capilla mayor y sepultura en la mismai6. De esta reconstruc-ción
o del edificio anterior, en el caso que la cantería de la primera
fábrica se aprovechara de nuevo, dataría el claustro. El claustro en
cuestión está ubicado actualmente en uno de los patios de la «Casa
de Colón)), ya que su lugar de origen fue destruido en 1951 sin que
hiciera falta la vuelta de Van der Does ".
40. RUNEU DE ARXAS: Pirate~íus y ataques navales contra las Islas Camvias,
tomo 11, 1." parte, p. 2%.
41. HERRERAPI QUÉ: La Ciudad de Las Palmas. Noticia histórica de su urbaniza-ción,
%. del Excmo. Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Las Palmas
de G. L.. 1978. D. 3.3.
42. ~ u i v ~ m A. 6RM~A S: O*. cit., tomo 11, 1.a Darte, -v á- ~2.%.
43. HERRERLPI QUÉ: ~ p . - ~ i t P. ,. 4s.
44. Archivo Histórico Provincial de Las Palmas, legajo 742, folio 6 V.
45. VIERA Y CUVIJO: Ibid.: "Hemos referido en otro lugar con qué motivo y
cuanto furor auemaron los holandeses este convento de Canaria. año de 1599. aña-diendo
pez y &qüitrán al combustible de la iglesia, a fin de que se redujese a cenizas
más prontamente.. . Reedificólo con limosnas el padre fray Juan de Saavedra y la
iglesia el vicario provincial fray Juan W n , costeando la obra el capitán Rodrigo de
León y doña Susana del Castillo, su mujer, novidos de no sé qué sueño misterioso".
46. ~~DLLARTEOSR RESA,g üstíü. Ar~aEasd a ;as Islas Cür~ürcua,t . 8, f. 49, iiiaiiüxiitü
del Museo Canario, Las Palmas de Gran Canana.
47. TARQUISG ~RcÍAM, i,wel: Un claustro del siglo XVI destruido a golpes de
piqueta, Comunicación, Revista de Historia, Facultad de Filocofia y Letras, Univer-
Como quedó dicho, el claustro no se perdió en su totalidad, ac-tualmente
lo podemos ver parcialmente en la Casa de Colón. Este
claustro fue el único de arquerías que se conservaba en Canarias,
por tanto era uno de los más ricos en cantería. En el resto de los
canarios lo que predomina es obra de carpintería, salvo las colum-nas
(si este era el elemento sustentante y no los pies derechos). En
el caso a estudiar la basa es ática, sobre un pequeño plinto, fustes
lisos, una moldura a especie de collarino, el capitel es en realidad
una sección del fuste, la columna se remata con un ábaco que re-coge
las arcadas. En la rosca del arco no hay elementos decorativos,
salvo un rebaje en la arista y una moldura arqueada, a manera de
guardapolvo.
El purismo del claustro se patente, lástima que al verlo en su
actual ubicación nos dé sensación de ahogo, máxime cuando en uno
de los lados la arcada quedó a medias por no ser su espacio natu-ral.
Lo Único positivo es que esta obra, a pesar de ser discutible la
forma de conservación, aún perdura y forma parte indiscutible de
nuestro patrimonio artístico.
El edificio de mayor belleza renacentista dentro de la arquitec-tura
civil de la isla de Gran Canaria e incluso dentro del bloque
oriental de islas, es la denominada «Casa Regental)), situada en el
número 10 de la Plaza de Santa Ana.
Se trata de un edificio de dos plantas, pero sólo estimaremos la
primera, propiamente renacentista. La segunda planta es obra pos-terior,
del siglo XIX y en estilo neoclásico *.
sidad de la Laguna, tomo XVII, año XXIV, nhms. 95-96. Nos preguntamos con Miguel
Tarquis: "Es posible que existan motivos, hoy día, para que un ,monu~mento artístico
ceda su solar para construcciones anodinas y carentes de todo valor". Terminamos
crin S-2 hela pidaria: ''LTilA ~ o n u ~ ~Ee&n qt u~e se fue para &=prp".
48. MILLARESA, . : Coleccidn de documentos snéditos fiara la Histovia de las Islas
Canarias, tomo 14, documento n.0 10 ("Histórico de la Casa Regenta1 de Canarias").
Manuscrito, 1891. Museo Canario, Las Palmas de Gran Canaria. ".. .se recibió una Real
orden, su fecha 23 de agosto de dicho año de 1835, por la que enterada S.M. de aquella,
que pas6 al Ministerio de Hacienda en !2!2 de junio, comunicada al de Gracia y Jus-ticia
en 30 de julio sobre la necesidad de reparar las casas Regentales, y señalar fondos
para sus gastos, resolvió <que no habiendo ingresado en el N. Erario ningún fondo
para penas de Cámara, y estando designados en la ley presupuestos 30.000 reales para
gastos de la Audiencia, y debiendo elia misma cuidar de invertir en los reparos que
necesiten las rasas; el alquiler de las piezas que sirven de habitación a sus Ministros,
podía el Regente llevar a cabo las obras que indicaba con el producto de dichos al-quileres
o con alguna parte de lo consignado pan gastosw".
" ... A consecuencia de dicha Real orden de 28 de agosto procedió el Sor. Regente
a la obra, sin que conste a .cuanto ascendió su importe, y si cuando llegó el Sor Re-gente
Dn. Juan García del Pozo que le sucedió por jubilación en abril de 1837. la
Como documentación para la Casa Regenta1 tenemos el deno-minado
((Histórico de la Casa Regenta1 de Canarias)) @S.e gún se
refiere, la fundación de la Audiencia de Canarias tuvo lugar en el
año de 1527, desde sus primeros momentos la preocupación esencial
fue dotarla de una sede. Así a los diez años de fundarla se recurre
a Felipe 11 para presentarle la petición de casas para el Regente, ale-gando
una serie de motivos para que sean concedidas así como
soluciones jO.
Por Real Provisión de 26 de mayo de 1567 se pedía informes so-bre
lo que se necesitaba para el edificio y el lugar más idóneo de
construcción. Se precisó la cantidad de 2.500 doblas para la compra,
suma que se concede por Real Provisión de 24 de enero de 1568,
por cuenta de pena de Cámara por el tiempo de seis años. Se tuvo
qGe prorrggur p r v t r ~ se is (Real Pr=iisiSr, de 18 de x a p de 1573) 2
N y en 18 de abril de 1583 se le otorga el total de las penas de Cámara E
de los años 1580, 1581 y 1582j1. O
n
Con ese dinero la Audiencia compró los solares para la construc- -
=m
ción del edificio. El 23 de febrero de 1582 solicitan del Cabildo ecle- O
E
siástico y unos particulares la citada adquisición j2. Las escrituras E
2
de la compra se otorgan en Las Palmas, ante los escribanos públi- E
tos de Canaria Alonso de Balboa (el 30 de agosto, 5 de febrero y $
14 de septiembre de 1582) j3 y Alonso Hernández de Saavedra (28
de enero de 1584)jS. -
0m
E
Las gestiones para llevar a cabo la obra fueron de larga dura- O
ción, aún en 1613 se pedía al Rey 20 ducados de penas de Cámara -
-E
obra llevaba 18 meses de duración, y la mandó suspender.. ." Hubo problemas de a
presupuestos que por Real orden de 12 de marzo de 1838 se solucionaba, faciitándose l
la cantidad necesaria para cubrir los gastos. n
49. MILLARESA, . : Op. ci t . 0
50. Ibid. : ". . .que el Regente tuviese su habitacibn en las casas de aquella, porque
no había ninguna que fuese cómoda, y que si alguna se encontraba estaba muy dis- 3
O
tante, y en parage no tan decente como se requena para el destino de Regente que
de necesidad tenía que atravesar toda la Ciudad para venir a la Audiencia, lo cual
se remediaba con la compra de una caca que existía unida a otras que eran propias
de este Cabildo; y suplic6 la aplicaci6n de penas de Cámara por el término de seis
años para la fábrica de dicha casa".
51. Ibid.
52. VIERAY CLAVIJO(c opia de CHIL): ExEyactos de las Actas del Cabildo.. . Ma-nuscrito,
p. 124, Biblioteca del Museo Canario, Las Palmas. "Año de 1582, 23 de
febrero. Por parte de los Sres. Rejentes y Oidores de la Real Audiencia se presentó
petición sobre que se les dé las casas que tenia a censo el Sr. Licenciado Aceytuno
y las que junto a ellas tiene Francisco de Cona para hacer casas de Rejente, ofre-ciendo
en trueque lo que valiere el censo en otras propiedades cuya propuesta aceptó
e] C&Z&".
53. IMULARESA: nales, tomo 2 .O. folio 149. Manuscrito. Museo Canario, Las Palmas
de Gran Canaria.
54. Ibid., tomo 2.O. folio 157.
para la obra, siendo la última fecha en que se solicita ayuda para
la misma en su fase renacentista, la cantidad se concede en 1622 55.
Herrera Piqué da por terminada la Casa Regenta1 en 1640, en
tiempos del Presidente de la Audiencia y Capitán General Luis
Fernández de Córdoba 56.
De esta forma, sobre 1640 estaría terminado este singular edifi-cio.
Desprovisto de su segunda planta decimonónica, se trataría de
una fachada en cantería azul de una sola planta. Aparece dividida
en tres calles, colocándose en la central el acceso y en las laterales
dos vanos. Hay una armoniosa distribución de macizos y huecos.
El acceso es por una bellísima puerta con arco de medio punto.
Los dinteles y dovelas del arco son con almohadillado cajeado, re-cibiendo
como decoración un motivo heráldico, los castillos y leo-nes
alusivos a los homónimos reinos. En los almohadones aparecen
los leones, mientras en la clave el castillo. En total son seis leones
y siete castillos. En el intradós del arco, también cajeado, aparecen
unas rosas como motivo decorativo; a la altura de las jambas: rosas,
flores acampanadas y conchas renacientes. Todo un repertorio ico-nográfico
del momento artístico.
Las ventanas, situadas en las calles laterales, son adinteladas con
un sencillo marco de cantería. Por tipología (hasta el color diferente
con la cantería del XVII parece afirmarlo) diríamos que son obra de
la reforma que la casa sufrió en el siglo XIX.
La columna aparece como elemento decorativo y no sustentante,
también tienen la misión de separar la calle central de las dos late-rales
y marcar los extremos del edificio. Son cuatro columnas de
orden corintio, adosadas a pilastras cajeadas del mismo orden. La
base de la columna es ática, levantada sobre un alargado podium a
manera de zócalo. Su £uste es liso y el capitel quedó reseñado. Las
columnas sostienen un pequeño entablamento con un tímido arqui-trabe,
un pequeño friso, sin decoración y una cornisa poco voladiza.
El entablamento queda acodado a la altura de las columnas.
Destaca en la obra su gran sabor clásico y su mesura.
55. Ibid.: "...Acordó la Audiencia en 19 de abril de 1613, fue el consdtar a S.M.
sobre el estado en que se hallaba la obra, y pedirle para concluirla U) ducados de
penas de Cámara; y- efectivamente se concedieron por Real Provisión de 4 de julio
de IfiE, cgn r~lidad T,,ez y 20 &S".
56. HERRERAP IQU~A, . : La Ciudad de Las Palmas. Noticia histórica de su w b a
nizacidn. Ed. del Excmo. Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canana, 1978, p. 83.
NAVARROY RUIZ en notas de PEDROTA RQUIS( Legado Tarquis, Departamento de
=storia del Arte, Universidad de La Laguna), señala : "El Capitán general Fernández
de Córdoba mandó reconstxuir en 1640 el Palacio Regentar. Posiblemente se refiere
a la terminaci6n de las obras y no a una reconstxu.cci6n.
El convento de San Agustín no se conserva en la actualidad y
la presente iglesia data a partir del 6 de junio de 1786, en que se
colocó la primera piedra. El convento tenía un claustro con una
fuente en su centro 5T, en 1959 se inició su derribo para construir en
ese lugar el Palacio de Justicia 5S.
En cuanto a la historia de la Orden Agustina en Las Palmas, el
Cabildo acuerda conceder licencia a los agustinos el 15 de marzo de
1664 para que funden un convento en la Ermita de la Vera Cruz
de esa ciudad j9.
Las obras del nuevo convento comenzaron a partir de 1664, la
ermita que estaba ruinosa se reconstruyó ".
De la segunda mitad del siglo XVII debía datar el claustro des-truido
en 1959. Sus columnas se aprovecharon y actualmente están
en la galería alta de la fachada de la Audiencia (plaza de San Agus-tín).
Están talladas en cantería azul, con un fuerte sentido clásico,
pero arcaizantes y populistas. Sobre basa ática se levanta un fuste
monolítico sin estrías, el capitel es a base de unas hojas de acanto y
pequeñas volutas, con interpretación popular.
La torre primitiva se conserva íntegramente. El primer cuerpo
es una arcada, sobre ésta se levantan otros dos, cúbicos y macizos,
separados por molduras. Se le superpone el cuerpo de campanas
con vanos de arco de medio punto y rematada en chapitel. Todo es
en cantería azul.
A nivel del siglo XVI, los edificios de cierta importancia civil
o religiosa se localizan preferentemente en el Barrio de Vegueta,
en la otra orilla de Guiniguada sólo destaca (en esos momentos) el
convento de San Francisco.
57. HERRERPAIQ UÉ, 9.:L a ciudad de Las Palmas. Noticia histórica de su urba-nización,
Edición del Excmo. Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, 1978,
p. SS.
58. ALZOLAJ,o sé Miguel: Historia del IZmtre Colegio de Abogados de Las Palmas
de Ckan Canaria, Ed. del Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaria, Las Palmas de
Gran Canaria, 1966, p. 148.
59. VIERA Y CLAVIJOJ, osé: Extracto de las Actas Capitulares. .., manuscrito,
c o ~ i ad e CHU Y NARANTOM.u seo Canario. Las Palmas de Gran Canaria, D. 344:
' ' k o de 1664, 15 de marzo. En considera& al memorial del Padre Fray josé de
Anchieta, a nombre de su Providencia, acozdó el Cabildo condescender por su parte
en que los Padres A ~ U S ~ ~ i~unOaeSn un convenzo de su orden en la Ermita de ia
Sta. Veracmz, con las condiciones siguientes.. . ".
60. HERN~NDEMZIL LARESJ, orge: La iglesia y convento de Saw Agustin de Las
P d z a s , Revista del Museo Canano, año 111, n.o 5, enero-abril de 1935, pp. 29-32.
Casa Regental. Detalle. Decoración heráldica en las jambas: Castillos
y leones, así como motivos florales y venera
Catedral de Canarias. Capilla de Ntra. Sra. de la Antigua. hoy de Santa Teresa.
Obra de Pedro de Narea. finalizada hacia 1573. Columna, pilastra y entabla-mento
del lado de la nave de la Epístola
Portada del Duomo de Reggio Nell'Emilia (Italia), ciudad natal de Próspero
Cassola, cuyo recuerdo pudo inspirar la <<Puerta Mayor>> de la Catedral canaria
Casa Regental. Situada en la Piaza de Santa Ana. Anónima. terminada hacia 1640
Catedral de Canarias. Ventana de la Capilla de Ntra. Sra. de la
Antigua (hoy de Santa Teresa) hacia el Patio de los Xaranjos.
Obra de Pedro de Narea
La fundación del citado convento franciscano fue temprana, sien-do
el segundo de la provincia (el primero fue el de la Villa de Santa
María de Betancuria, dedicado a San Buenaventura). Se adjudica a
Juan Rejón el papel de fundador, ya que al establecerse en el Real
de Las Palmas, señaló un sitio para que algunos frailes menores que
estaban en la campaña erigiesen su casac1. Se desconoce el año exac-to
de su fundación, la documentación desapareció incendiada en
1599, por la invasión holandesa, que también hizo desaparecer la
iglesia (se reconstruía poco después) c2.
El convento de San Francisco fue de los primeros edificios reli-giosos
de la ciudad, sólo aventajado en antigüedad por la ermita de
San Antonio Abad y la iglesia vieja de Santa Ana 'j3.
Se Uocümenta en 1518 a Pedro 6e Llerrna, sed!ailo, para hacer
la obra de la iglesia y capilla mayor 6k. A pesar del documento, no m
D
se estima que subsista obra en San Francisco del que fuera arqui- E
tecto de la Catedral de Canarias 65. Hay que considerar el incendio
de 1599. On-- m
Los genoveses que residían en Las Palmas ofrecieron una ayuda O
E
económica para la terminación de las obras, a cambio del derecho E
2
de enterramiento en la capilla mayor del templo. El contrato lo fir- -E
maron ante el escribano Cristóbal de San Clemente, con fecha 10 3 de abril de 1518 66. -
La iglesia, que era de tres naves con crucero, pereció totalmente, -
0
m
como ya anotamos, bajo el incendio, salvándose la parte del conven- E
to 'j7. A partir de 1599 sería la reconstrucción del templo, tal como O
anota Viera y Clavijo. n
El templo en el siglo XVII no tenía sino una sola nave, con otras -E
a
dos de capillas (lados de la Epístola y del Evangelio). En 1635, Juan l
Lucero se obliga hacer la capilla colateral de la Epístola, la otra co- n
n
lateral correría a cargo de Juan Báez Marichal en 1652 68.
3
O
61. VIERAY CLAVIJOH: htoria General de las Islas Canarias, tomo 11 libro XVIII,
p. 714, Ed. Goya, Santa Cruz de Tenerife, 1971.
62. VIERA: Op. cit., t. 11, libro XVIII, p. 715.
63. RUMEU DE ARMAS: Piratedas y ataques navales contra las Islas Canarias,
tomo U[, 1.8 parte, 1948, p. 289.
64. MILLARESA: nales.. ., tomo 1.0, folio 154, manuscrito, El Museo Canario, Las
Palmas de Gran Canaria: "1518,IV.lQ. Por escntum de esta fecha ante el escribano
de Las Palmas Cristóbal de San Clemente el Comisario de San Francisco y otros
frailes de su orden pertenecientes al convento de la misma en Las Palmas hacen un
contrato be obra cqn el maestro cantero P+ro de Llarena, natural de Seviiia, respecto
a ia fábrica de la igiesia y capiiia mayor ae su convento".
65. TARQUISR ODR~GUEPZed, ro : Diccionario de arquitectos, abrifes y canteros.. . ,
Anuario de Estudios Atlánticos, n.0 10, Madrid-Las Palmas, 1964, pp. 491-495.
66. RIJMEU DE &ARMAS : Op. cit.
67. RuMEu DE ARMAS: Op. Cit., p. 290.
68. FRAGGAON ZALEZ, María d d Carmen: Arquitectura mudéjar en Canarias. Aula
de Cultura de Tenerife, Santa Cruz de Tenerife, 1977, pp. 209-211.
En la actualidad, lo más importante en cuanto a labor de can-tería
en la iglesia de San Francisco es su puerta principal. Continúa
como obra anónima, a pesar de que en el siglo XVII hay maestros
canteros que trabajan en el interior del templo, nos referimos al
autor del retablo en cantería dedicado a San Cayetano, Francisco
Montesdeoca 'j9.
La portada sigue todos los esquemas del manierismo tardío, con
una concepción de aversión al vacío, ya con un concepto proto-barroco.
Esta obra sería escalón o nexo entre el manierismo y barro-co.
En cuanto a su estructura sigue la serenidad de líneas, sin cur-vas,
columnas pareadas que se levantan sobre plintos, recogiendo un
entablamento (con arquitrabe, friso y cornisa), frontón triangular
roto que acoge un escudo franciscano y rematado con cruz (todo
dentro del gusto manierista tardío canario). El arco es de medio
punto, con pilastras lisas en las jambas y recuadros cajeados en la
rosca. Sin embargo, en el aspecto decorativo, la gran riqueza orna-mental
ya no es propia del momento, aparte que cronológicamente,
la obra debe ser de fines del siglo XVII. En los frentes de los plintos
aparecen espejos con tarjas, elemento que se repite en el primer
tercio de la columna, entre gran decoración de tipo vegetal. Volve-mos
a ver los espejos como remates en los vértices laterales del fron-tón
a la altura de las columnas, en uno se lee «Armo» y en el otro
((1689)). Los temas vegetales cubren tanto las enjutas del arco, como
el friso del entablamento. Hay un marcado afán claroscurista. La
cronología será la que viene en la tarja : 1689.
Hay otra puerta del templo, que aparece dibujada en la obra
de Alvarez Rixoío, orientada también hacia la Alameda de Colón
y con un sabor manierista. Se trata de un portalón adintelado, con
una moldura en los bordes, que tiene una fuerte sensación de alfiz
que llega hasta el suelo. Encima se abre un vano, también arquitra-bado,
que se cubre con un frontón roto, pero por su lado inferior y
que se apoya en dos tarjas. Realmente se trata de una puerta con
soluciones curiosas.
Entre las construcciones más populares de Las Palmas se en-cuentra
la iglesia de San Telmo o actual parroquia de San Bernardo.
69. TRUJILLOR ODRÍGUEZA, lfonso: EL Retablo Barroco en ¿anarias, Zi. E:xcmo.
Cabildo Insular de Gran Canaria, 1977, tomo 1, p. 53.
70. ALVAREBZX O, J. A, : Cuadro histórico de estas Islas Canavias de 1808 a 1812,
Ed. El Gabinete Literano, Las Palmas de Gran Canaria, 1955, lámina VI.
Destaca en el interior por su conjunto barroco de retablosi1. La
fábrica es de tipo mudéjar ", pero es en la fachada donde están los
elementos que estudiaremos.
Entre las tantas edificaciones religiosas desaparecidas en Las Pal-mas
está la ermita de San Sebastián, allí radicó una cofradía de Ma-reantes
desde 1692, cerca de ella se edificó la Ermita de San Tel-mo
iJ, cuyos cimientos se abrieron en 1694 74. Según el texto de Mi-llares,
las obras de la ermita no se realizaron por artífices isleños
sino peninsulares.
Destaca en la fachada de la ermita la puerta de acceso, en can-tería
azul. El arco no es 'totalmente de medio punto sino algo apun-tado,
sería «arco de todo punto». Este goticismo es extraño en fe-chas
tan tardías (fines del siglo XVII) no sólo para el gótico sino ,,
D para el renacimiento, ya que estamos en el momento del barroco. E
En las jambas aparecen pilastras cajeadas que recogen en su seno O
unos elementos, ecos tardíos de almohadillado, que han perdido
n-=
su corte tradicional. El conjunto de la puerta es rematado por un m
O
E frontón, muy plano, como toda la decoración. El claroscurismo viene E
2 marcado por unas conchas (lamentablemente han desaparecido al- E
gunas) que en número de siete (tal vez con algún significado, como =
con frecuencia se le suele dar en diversos temas bíblicos) decoran 3
el tímpano del frontón, junto con un círculo que cobija la cruz do- - - 0
minicana. Este elemento iconográfico está en relación con la dedi- m
E
cación del templo a San Pedro .González Telmo, que militó en la O
orden de Santo Domingo de Guzmán. En los tres vértices del fron-tón
aparecen otras conchas, de mayor tamaño. En las enjutas del n
-E
arco, metidas en un recuadro, debieron existir otras dos hasta que a
desaparecieron, la concha número trece está a la altura de la clave, 2
n
que aquí como tal no existe. o
En definitiva, es una sencilla pero interesante portada, obra de O3
artistas peninsulares. Sin embargo, es de gran rareza el carácter ar-caizante
de la fábrica, aún más cuando se labraría por artífices ve-nidos
de otras tierras, donde el barroco había triunfado. Este ar-
71. TRUJILLOR ODR~GUEAZlf,o nso: El Retablo Barroco en Canarias, tomo 1, Ed. del
Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaria, 1977, pp. 190-191.
72. FRAGAG ONZ~LEZM,a ría del Carmen: La arquitectura mudbfar en Canarias,
Auia de Cultura de Tenerife, Santa Cruz de Tenerife, 1977. P. 218.
73. NAV-~RRROU IZ, Carlos: Tradiciones Canarias, TipografTa Diario, Las Palmas de
Gran Canaria, 1944, pp. 78-79.
74. MILLARETSO RRES, Agustin: Anales de las Islas Canarias, tomo 4.0, de 1650 a
1699, folio 234, manuscrito, Museo Canario, Las Palmas: "1694. Se abren en este año
los cimientos de la Iglesia de S. Pedro Telmo, en la calle de Triana de Las Palmas,
por la Confraternidad de Marinos de Canaria y tenia en sus arcas 800.000 pesos? de
capital, para cuya fábrica vinieron artífices de la Península.. .".
caísmo nos lleva a pensar de que realmente no fue llevada a cabo
por artistas foráneos, llevándonos a la posibilidad de que sea obra
de canteros canarios. La tipología parece confirmarlo.
El convento de San Bernardino de Siena, orden de Santa Clara,
se fundó en Las Palmas en el año de 1664 en casas que fueron de
don Bartolomé Cairasco de Figueroa, el canónigo literato. Otorgó
la licencia de construcción el Obispo Fray Juan de Toledo. La mue-va
iglesia)) se bendice el 1 de junio del citado año de 1664'j. Era el
((sexto y último convento)) de Las Pahas, en palabras de Sosa
El infortunio que persigue a nuestros monumentos hizo que se
incendiara en !?E, ree&ficár?d~se gracias 2 cna aportación 4~500
pesos que dio don Agustín de Torres y DenisYí. Su total demoli-ción
tuvo lugar en 1840. Ocupaba lo que actualmente es el Gabinete
Literario y Plaza de Cairasco.
Gracias a Alvarez Rixo (1796-1883) conservamos un dibujo de la
construcción que lo representa tras su reconstrucción, posterior
a 1720. Esta fecha es muy tardía, aún lo es la de 1664, año de fun-dación.
El incendio no debió ser total o la cantería se conservó del
primer edificio, por lo que lo hemos incluido en el presente catálogo.
En la desapareci,da fachada había un frontón, éste estaba en una de
las puertas, con jarrones en los extremos. Desestimamos el carácter
neoclásico del mismo, dado que 1720 es tardío para el manierismo,
puede ser una pervivencia o un mantenimiento del esti10 (caso fre-cuente
en Canarias) lo que no sería normal es encontrarnos un neo-clásico
en la segunda década del siglo XVIII.
En la arquitectura doméstica que se desarrolló en Las Palmas,
en los siglos XVI y XVII (en algunos casos hasta principios del
75. VIERA Y CLAVIJOJ, osé de: Historia General de las Islas Canarias, tomo 11,
libro XVIII, apartado 60, Ed. Goya, Santa Cruz de Tenerife, 1971, pp. 801-802.
76. SOSA, Padre José de: Topografia de la isla afw/tunudu Gran Canaria, Imprenta
Isleña, Santa Cruz de Tenerife, 1849, p. 29: "El sesto y último convento es de monjas
de Santa Clara. Su titular señor san Bernardino de Sena. Fundolo el año de 1664 el
M.R.P. Fr. Gonzalo Temudo, siendo segunda vez ministro provincial de esta provincia
el señor san .Díego de Canana, en las casas que fueron de D. Bartolcmé Cairasco de
Fig~eioa, p-ur j ~ i 6 n i g oq ue fue de esta. C i t a iplesia catedral, inventor de los
esdrújulos y autor de los tomos.. .".
77. VIERA Y CLAVIJO: Op. cit., t. 11, libro SVIII, p. 502.
7s. ALVARERZI XO, José Agustín: Cuadvo izistórico de estas Islas Canarias de 1808
a 1812, Edición de El Gabinete Literario, Las Palmas de Gran Canaria, 1955, lamina VI.
XVIII) es posible encontrar elementos definidores del momento re-nacentista.
Generalmente triunfa el concepto manierista tardío con
el frontón partido, aunque está el caso del elemento decorativo den-tro
de edificios de carácter gótico. Quedan englobados dentro de la
arquitectura que se ha denominado «modo de construir canario, 19,
que se repite con variantes según las islas y localidades (en cuanto
al espacio), matizándose además la evolución cronológica (en cuanto
al tiempo), pero con una línea de continuidad que da un valor ge-neral.
Dentro de este tipo quedarían perfectamente catalogados los
edificios que vamos a señalar. Elementos más generalizados:
i i -Cm concha en el tím-pano.
1 Con cruz en el v&io superior.
Partido -Cm Acr en el vértice
abierto.
Frontón Con flor en el vértice
abierto.
Sin decoraci6n. 1 Cerrado 1 Con flor en d tímpano y rematado en cruz.
Decoración a c<candelieri»
Puntas de diamante
Fuste liso
Columna
Fuste torso
Ca,jeadas
Pilastvas
[ Lisas
Conchas
( Con forma estrellada
Flores
Rmas
59. I ~ARTÍXR ODRÍGUEFZe, rnando Gabnel: La arqwitectura doméstica canaria.
Aula de Cultura de Tenerife, 1978.
Ejemplos importantes
Se señala en general la calle y el número de la edificación.
- Triana, 20 (desaparecida).
- León y Joven, 9.
- León y Joven, 13.
- León y Joven, 15.
- Torres, 20.
- Seminario, Dr. Chil.
- Dr. Chil, 8.
- Herrería, esquina Pelota.
- Castillo, 11.