ORFEBRERIA EN GUIA DE ISORA
APORTACIONES AMERICANAS
COSTANZA MORIN JIMENEZ
INTRODUCCION
No es nada extraño que los lugares alejados de los puntos neurálgicos
de la vida insular sean aquellos que muestren unos contactos más relevantes
con los dos países, Cuba y Venezuela, que han dejado una huella indeleble
en el panorama canario. Así acontece con Guía de Isora, situada en el Sur-
Oeste de Tenerife, cuya parroquia guarda piezas escultóricas y de orfebrería
procedentes de aquellas tierras.
Precisamente la lejanía es lo que ha mantenido en la sombra ese conjun-to
artístico. Es conveniente insistir en que la parroquia cuya titular es Ntra.
Sra. de la Luz de Guía, ha estado muy unida en su historia a Garachico, de
manera que la advocación deriva del hecho de haberse aparecido la Virgen
en estos lugares en 1670'. La aparición de Ntra. Sra. de Guía se conoció por
una Sra. de la familia de Ponte, Marqueses de Quinta Roja y Condes del Pal-mar.
La Virgen se apareció ante la citada Sra., un fraile, un capellán y un
criado, cuando iban desde Garachico a Guía para mostrar sus propiedades.
En una cueva encontraron a la Virgen ante los insistentes ladridos de un pe-rro
que se hallaba con su pastor. En la choza del pastor la Sra. de Ponte hizo
una capilla para la Virgen. Desde 1670 hasta 1856 se llevó en ~o r n e r í aS~e.-
gún las notas del Manuscrito del Convento la Virgen se llevó excepcional-mente
a Garachico a causa de la sequía en 1768 y 1769.
Sin embargo, el cronista de Icod de los Vinos don Emeterio Gutiérrez
L ó p j publicó en la Reuirta de Historia, correspondiente al año 1928, un cor-
1. FRAGA GONZALEZ, M* del Carmen: La arquitectura mudéjar en Canarias. Santa Cruz de
Tenerife, 1976, pág. 25 1.
2. Notas históricas sobre la aparición de Ntra. Sra. de Guia. 84. 2. Convento de Garachico.
Orfebrená an Gula de I~ora 4
to trabajo que tituló Gura de Tener$ o de hora en el que se dice que cuando la
«erupción volcánica de 1706, cuya lava cayó sobre el pueblo de Garachico
destruyéndolo todo, los habitantes de esta antigua y noble población invoca-ron
a la Virgen de Guía, para que cesara el estrago del volcán devastador.
Asf lo hicieron y todos los años sucesivos se celebraba la fiesta trasladándose
de Garachico a Gufa muchas personas»3. La primitiva imagen se conserva
hoy en el convento de monjas Concepcionistas de dicha población garachi-en
tanto que otra nueva atribuida a Fernando Estévez, sustituyó a
ese antiguo icono en 1856~V. inculada a la citada advocación mariana se ha-lla
er, hueca la serie & jaya; F e los hijos & la parroquia enviaroil
desde América.
Por consiguiente, debemos diferenciar las piezas relacionadas con la ti-tular,
de aquellas otras destinadas al culto general, aunque estas últimas sue-len
ser más antiguas que las primeras.
Efectivamente, al dotarse la ermita en el siglo XVII y al añadirsele nue-vos
objetos de culto en el Setecientos, hubo de tenerse en cuenta, primera-mente
las necesidades litúrgicas, siendo más tarde que se enviaron alhajas
para la Virgen desde tierras americanas.
Ya en 1725 se registra una considerable cantidad de piezas de orfebre-rfa,
en el inventario que se realiza con motivo de la visita realizada por don
Manuel Milán Carnacho, Vicario de los partidos de Daute e 1cod6. Entre
ellas figuran una luna de plata de la imagen mariana, que no ha de identifi-carse
con la actual, puesto que la primitiva escultura se encuentra hoy, tras la
&p t a & Arier jr !eS PGi,te, e= e! CeIlVe=,:= de Francisc&qt-,as& nce-y"*'"-; n
nistas de la Villa de arac chico'. Por consiguiente la luna de plata actual no
se corresponde con las dimensiones de la primitiva imagen.
3. ROSA OLIVERA, Leopoldo de la: Ef bando de Daute. Aula de Cultura de Tenerife, 1978,
pág. 45.
4. GOh-ZALEZ REGALADO; Pascual: Euocaciones hiMricar AP Garmhim A&nr Antor robrr
Ntra. Sra. de Guh, aparecida en 1670. Periódico El Día, Santa Cruz de Tenerife, 5 de Mayo de
1956.
5. Notas históricas sobre la aparición de Ntra. Sra. de Guia. 84. 2. Convento de Garachico.
6. Archivo Parroquid de Guia de Isora (A.G.I.), Libro segundo de la Cofradla de Ntra, Sra.
de Guía, fol. 18.
7. Notas históricas sobre la aparición de Ntra. Sra. de Gufa. 84. 2. Convento de Garachico.
Constan% Morín Jnzénez
Lo mismo habrfa que decir de las dos coronas y de los zaparhx de pla-ta,
mencionados en dicho inventario, correspondientes al Niño y a la Madre,
ya que se refieren a la antigua imagen. Se registra también la presencia de un
incensario que perdura, una naveta con una cucharilla, dos cruces (corres-pondiente
una a la manga y la otra al altar), un portapaz, dos lámparas, un
par de vinajeras, dos cálices, así como una taza, una cajita para el Sagrario,
una cucharita de los purificadores y dieciséis campanitas de plata para las an-das
que se conservan.
De todo ello destacaremos las vinajeras en cuyo plato una inscripción
señala que se trata de una donación de Francisca Martínez de Fuentes, pro-cedente
de Los Silos.
Las vinajeras y el plato son de plata, lisas, sólo una inicial en las tapas,
V-A, les distingue, el plato en su borde lleva una decoración de roleos que
por alguno de sus lados ha desaparecido.
En ese inventario de 1725- se mencionan dos cálices, pero ninguno de
ellos se corresponde con los existentes hoy, pues el más antiguo de los aaua-les,
fue donado por don Luis de Payba el 29 de Abril de 1746 según una ins-cripción
en el pie. Este nombre y apellido se identifican con los de don Luis
Bernardo de Payba que el 18 de Junio del año 1749 fue nombrado en Gufa
capellán para las fiestas del año de 1749 ante el Beneficiado de Sta. Ana de
Garachico, don Manuel de Acosta perera8. Sin duda una gran devoción por
la advocación mariana de la ermita de Guia indujo a este clérigo a realizar
esta donación.
Dicha pieza no lleva decoración a excepción de la abrazadera o azillo
en torno a la copa cuyo pie presenta distintos estrangulamientos en forma
abalaustrada.
Con anterioridad a esta donación tuvo lugar en 1739 un inventario de
los bienes de la plata y ornamentos de la ermita9, el cual es muy interesante
por suministrar datos acerca de la presencia de distintas imágenes. Entre
ellas se cita la de San Agustin con su iglesia, mitra y báculo de plata, la de
San Nicolás con su diadema y la de San José y el Niño con su sol, asi como
la de Sta. Rita con su diadema. Las figuras de San José y el ~ i ñ eost án ahora
en la ermita de Tejina. En cuanto a la de Sta. Rita no se corresponde con la
actual y no se conserva, lo mismo ocurre con la de San Nicolás. La imagen
del San Agustin está hoy en la parroquia de Guía en un estado muy deterio-
8. A.G.I. Ibidem, fol. 82.
9. A.G.I. lbídem, fol. 69 vto.
Orfebrenú un Guia de Imra 6
rado, no sólo en cuanto a la escultura sino también en sus atribuciones ar-génteas.
De otra parte se mencionan por primera vez las crismeras. Estas piezas
son de plata, de pequeño tamaño con una fina decoración geométrica en sus
tapas.
No es hasta 1765 que se inventaría la custodia, la cual está sobredora-dalo
y muestra unas lineas barrocas acordes con los gustos imperantes en el
siglo XVIII. De ella ha escrito don Leopoldo de la Rosa que es de factura is-leña1
l.
El profesor Hernández Perera en su libro sobre Ofebreria de Canariar,
publicado por el C.S.I.C. de 1955, hace un estudio de ias custodias, nos dice
que la platería canaria produjo numerosas custodias de sol durante el siglo
XVIII.
Esta custodia, de la parroquial, la caiacteriza el sol formado por
rayos flameados, no tan gruesos ni espaciados, sino más delgados y numero-sos,
terminados en estrellas. El pie moldurado es cónico y con acompaña-miento
de asa a dos niveles, falsa pedrería enriquece las estrellas en que re-matan
los rayos del sol, asf como la cruz terminal.
A pesar de que la información oral atribuye a la custodia de la parro-quia
de Guía de Isora origen cubano, cosa que no podemos confirmar, es
lógico pensar que surgiera de los talleres de orfebres isleños que tan afanosa-mente
trabajaron, en este tipo de custodias, durante todo el siglo XVIII, ins-pirándose
en las custodias producidas en talleres peninsulares y americanos.
Se citan en esa fecha de 1765 dos rostrillos de perlas entre las alhajas de
la Virgen, pero se trata de piezas correspondientes a la primitiva imagen.
En 1789, ante el Licenciado don Juan Agustín Quevedo, Examinador
Sinodal del Obispado y Vicario eclesiástico del partido de Taoro, el mayo:-
domo don Bernardo Nicolás Hernández presenta cuentas de los gastos de la
cofradfa12, haciendo constar el descargo de 460 reales de una corona y 100
reales para el sol de las andas de Ntra. Sra. Esa corona no es la que porta
hoy la Virgen y el sol tampoco es el actual, ya que el registrado aquf estaba
hecho en rnadera13.
10. A.G.I.Ibídem,fol. 101.
11. ROSA OLIVERA, Leopoldo de la: El bando de Daute. Aula de Cultura de Tenenfe.
1978, pág. 46.
12. A.G.I. Ibídem, fol. 11 1.
13. A.G.I. «Provincia de.Canarias. Pueblo de Guia. Cofradfa de la Patrona Ntra. Sra de la
Lum. Data del año 1872, factura n" 26.
ALHAJAS Y OTRAS PIEZAS
Una segunda etapa importante para nuestro estudio se abre en 1856, al
ser sustituida la imagen original del siglo XVII por otra nueva que se atri-buye
estilísticamente a Fernando Estévez.
La otra escultura quedó en Garachico, según hemos indicado anterior-mente,
pero la nueva emplazada en Guía fomentó las donaciones de alhajas
para su ornato.
Las donaciones se incrementaron a partir del año de 1909 con motivo
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UC Id. C I U ~ C I U I IU C l V U l C d l l L I U l I Y C L U . m
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El conjunto de joyas que resaltan la belleza de la imagen de Ntra. Sra de E
la Luz, lo forman: anillos, pendientes, pulseras, medallas, broches, rosarios O
n etc., etc ... -
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Los anillos: son numerosos, en oro con piedras como granates, aguama- O
E
rinas, corales, perlas y, sobre todo, el conjunto de diez esmeraldas de induda- E
2
E ble valor. =
Los pendientes: son las piezas más numerosas, las hay de bella filigrana 3
en oro, o bien, combinándolo con piedras como turquesas, perlas, rubíes, co- -- 0
rales, amatistas; algunos están labrados con fina hojarasca en medio de la m
E
cual aparecen motivos zoomorfos. O
Las pulseras: son las menos, de oro y con importante labor de orfebre-n
ría, alguna pieza lleva brillantes. -E
Las medallas: son varias con sus cadenas de las que penden medallas a
2
circulares o en forma de corazón o moneda. n
0
Los broches: el conjunto de estas piezas también es importante. Destaca
por su belleza y acabado un agua marina que constituye la pieza más impor- 3
O
tante que orna el talle de la imagen. La piedra está engarzada en oro como
una hornacina rematada en flores y también con piedras.
Otro broche a destacar es el de amatista, a juego con unos pendientes.
Los demás, también en oro, son de granates, perlas o bien cristales en-garzados
en oro.
Los rosarios: son piezas que con frecuencia se donan y que también
constituyen objetos de valor. De entre ellos destacamos un rosario de coral y
oro macizo de gran belleza, otros son de oro y esmeraldas y oro.
Todas estas alhajas, como ya dijimos anteriormente, proceden del pue-blo
que se volcó hacia su Patrona ante la amenaza del volcán, no obstante
hemos de citar algunas familias que destacaron en sus donaciones, así,los
Orfebrería un Guía de Isora 8
González Afonso, González Navarro, González Jordán, Hernández Alonso,
Rivero González.. .
Otras joyas que ornan a Ntra. Sra de la Luz son la corona y la candela,
ésta de plata y oro es anterior a 1956. En este año de 1956 tuvo lugar la Co-ronación
de Ntra. Sra de la Luz, a tal acontecimiento colaboró el pueblo iso-rano
y pagos, entidades de Santa Cruz de Tenerife y los residentes en Vene-zuela,
que con su aportación en dinero hicieron posible que orfebres msdrile-ñcs,
por la cantidad de 150.000 ptas., realizaran !a corona de Ntra. Sra.
La corona está confeccionada en oro, dos topacios, perlas, aguamarinas,
amatista y zafiros blancos, piedras que fueron donadas por personas del pue-blo.
Muchas de estas piezas proceden de tierras americanas especialmente
Cuba y Venezuela. Entre ellas debemos citar una pulsera de finas laminillas
de oro unidas por cadenas, otra formada por seis cuadrados en !os que se in-crustan
monedas venezolanas; anillos de aguamarina, esmeraldas, que segú~
la información oral atestigua su procedencia de aquellas tierras; broches, uno
de esmeraldas, otro de oro como un sol formado por una moneda; medallas,
cadenas y una moneda de plata.
EL SEKOR CRUCIFICADO
Capítulo aparte dentro de nuestro estudio merece, por su calidad y ori-gen,
el Crucificado que se venera en la parroquial.
El Señor Crucificado o Cristo de la Dulce ~ u e r t e els~ u na escultura del
siglo XVIII, realizada en pasta de maíz y cedro para las manos y el rostro.
Este crucificado procede, y así lo atestigua una inscripción en la misma
pieza escultórica, de Cuba-La Habana, terminado de barnizar en el mes! de
nwiemhre de 1787.
Otra inscripción dcja constancia de que en octubre de 1891 fue retoca-do
y barnizado en Guía por Abelardo Pérez Martínez.
La devoción del pueblo hacia esta imagen despertó pronto ya que en
sendos testamentos fechables en 179815 se mencionan misas en relación con
dicha efigie.
14. A.G.I. Legajo 4 del.:estamento, fol. 18, año 1829.
15. A.G.I. Legajo 1 del testamento, fol. 6 vto.
El crucificado está acompañado por las imágenes de la Dolorosa y San
Juan, constituyendo el característico Calvario.
Similar conjunto forma el llamado Cristo de las Antillas, que se conser-va
en la iglesia parroquia1 de Santiago de los Caballeros en ~ á l d a r ' ~pe,r o se
diferencia de aquél en la fecha, pues arribó a Gran Canaria en torno a 1820.
El Cristo de la Dulce Muerte muestra a la altura de los hombros la dis-posición
peculiar de los yacentes, aunque en Guía de Isora se le emplazó
como Crucificado.
16. MARTINEZ D E LA PENA,D omingo: Esct lhra~a mericanas en Canaria. 11 Coloquio de
Ha. Canario-Americano (1977). Cabildo Insular de Gran Canaria, 1979, TomoII, pág. 4.912.
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