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ARQUITECTURA DEL MANDO ECONOMICO EN LA CIUDAD DE LAS PALMAS Esta ponencia constituye uno de los capítulos de nuestra Me-moria de Licenciatura por la Universidad de San Fernando de La Laguna, con el título de ((Arquitectura del Mando Económico en las Islas Canarias (1941-46))). No obstante, intentaremos desvestir el tn-3 nn ~ r i o n t n q cii t r s t ~ m ; a n t n An A n r t n c .~cnnntnc mn+nAnlXn;- L b I I I U ) bu bUCIIIIiV U DU L I L I L U U I I b I I C V , Ub b I b I L V D U D p b b L U O IIIbLVUVIU61- m cos que restarían claridad expositiva al mismo. D E Esbozaremos una breve historia del organismo propulsor de las O obras estudiadas, el área de sus competencias, su significado, y, en n - = concreto, su actuación en el terreno arquitectónico. En el aspecto m O E concreto de las edificaciones realizadas, intentaremos desentrañar su E significado, los precedentes, si los hubo, y toda la problemática con- 2 E cerniente a ellos l. = 3 1. Breve historia del Mando Econámico. Para la realización de -- e la misma, y habida cuenta de la inexistencia de fuentes, utilizaremos m E la Memoria editada por la propia Capitanía General de Canarias, en O 1946, y los datos publicados periódicamente en los diarios locales (preferentemente el diario tinerfeño «La Tarden). n E La peculiar naturaleza del organismo denominado «Mando Eco- - a nómico de Canariasu, es perceptible desde el momento de su crea- 2 n ción y se materializa posteriormente durante el período de su actua- n 0 ción con diversos cambios, no siempre justificados. 3 Los motivos de la creación de este organismo, vienen dados, casi O a modo de justificación en la Memoria citada: ((El gobierno atento a los problemas nacionales y a la vista de las posibles complicacio-nes que la contienda mundial pudiera originar, tomando en consi-deración el aislamiento y la lejanía del Archipiélago Canario, con-sideró necesario reunir en la mano del Capitán General la dirección de su Economía, al igual que el mando de todas las fuerzas de los tres Ejércitos de Tierra, Mar y Aire. 1. Quiero hacer constar mi agradecimiento personal a D. Manuel Rodríguez Acosta, Archivero Jefe del Excmo. Ayuntamiento de Las Palmas, por la inestimable ayuda prestada por 61 en todo momento. De esta manera y por tales consideraciones y necesidades, fue creado el Mando Económico del Archipiélago, por Decreto Presi-dencial del 5 de agosto de 1941)) 2. En este «avance de principios)), se manifiesta claramente y ante todo, el problema planteado por esa ((lejanía)) de las islas, lejanía que en esos momentos constituía una circunstancia peligrosa debido a la amenaza de ciertas ofensivas vinculadas a la Segunda Guerra Mundial. En este sentido, no hay que olvidar la normativa dirigida a los ayuntamientos, y en concreto, al de la ciudad de Las Palmas, conducente a la obligación de instalar refugios antiaéreos en los edificios de nueva construcción, así como a la construcción de los mismos en edificios en que se realizaran reformas a partir de la en-trada en vigor de la citada normativa 3. Este clima de tensión, percibido sobre todo en el área militar, lleva incluso a encargar a la Oficina Técnica del Ayuntamiento, la I realización de un plano de la capital, con expresión en el mismo de los puestos militares de defensa antiaérea n - Es de todos conocida la ingente labor constructora5 en el ám- E bit0 militar en este período, en lo referente a defensa de costas sobre todo. Aún son visibles hoy las pequeñas edificaciones de los bún- 2 E keres como huella de las preocupaciones defensivas del momento que analizamos. Debido entonces a esta ingente labor constructora, se 5 hacía necesaria la realización de un inventario de existencias de cara % a una posible defensa antiaérea. Fue frecuente observar en las islas el vuelo de flotas aéreas inglesas, y, en algunos casos, el aviso de las baterías de costa a aquellas, de la existencia de una cierta de-fensa insular (según información oral). n E Toda esta actividad, desconocida hasta entonces en el ámbito ca- - a nario, llevó a la unificación de los tres ejércitos bajo el único y ex- 2 n clusivo mando del Capitán General del Archipiélago. n n Resulta pues evidente, el primero de los motivos de la creación $ de este organismo, y su naturaleza eminentemente militar. Esta pe- " culiaridad puede resultar obvia, debido a las competencias que se ie atribuyeron en ei terreno dei-ensivo. Pero, no fue ésta el área ex-clusiva de actuación del Mando Económico. Volviendo de nuevo a la Memoria citada anteriormente, y en el 2. CAPITANÍGAE SERALD E C.ISARIAS: Sfemoria. De In labor realizada por este ovganismo dwa n t e el periodo de SU f z~n~ioi zaw~i e~Staon, ta Cruz de Tenerife, 1946, p. 9. 3, Arci1ivo Muriicipa~ & Las Legajoio "ujj4, 4. Archivo Municipal de Las Palmas. Legajo 160/5. 5. Emplearemos frecuentemente el término 'constructora', frente a 'constructiva', por entender que este último constituye un eufemismo. párrafo mencionado, se hablaba de una labor de dirección de la eco-nomía. Como el propio texto indica, incluso en la forma (la palabra «economía» viene expresada con mayúscula), las competencias en este campo se entendían en su sentido más amplio. Es por ello que conviene explicar cómo se materializó esta actuación. Partiendo de la realidad existente en el Archipiélago, es fácil recordar en términos tales como escasez o carencia de los artículos más necesarios, las circunstancias que vivieron los habitantes de las islas, no ajenas sin embargo a los de la órbita nacional, pero sí es-peciales. Especial había sido el régimen económico de las islas, y centrado en parte en el régimen de franquicia de sus puertos. No hay que olvidar la atención constante de que son objeto las obras del Puerto de La Luz. La situación privilegiada de la preguerra, con el comienzo en la postguerra española del conflicto mundial y las m D consecuencias de la postura autárquica del país, motivan una cierta E paralización del tráfico portuario. De este modo, se lee en la misma O n Memoria: ((Así, pues, no podía excluirse la posibilidad de que este - =m grupo de islas hubiese tenido que bastarse a sí mismo)) 6. O E E Teniendo en cuenta las circunstancias expresadas, el cierre eco- s E nómico obligó a aprovechar al máximo las posibilidades insulares, y = dentro de este aprovechamiento entraba la distribución de produc- 3 tos de toda índole, y su posterior colocación mediante el sistema de -- racionamiento. Nadie que haya vivido estos años olvidará las largas 0m E colas ante ciertos establecimientos localizados de las zonas urbanas O sobre todo. Así, según expresión de J. Vicens Vives: «Jamás las cifras estadísticas, a pesar de reflejar el descenso de la agricultura y n E la ganadería, hablarán de los sacrificios impuestos a las poblacio- - a nes urbanas por el déficit crónico en los abastecimientos. Más que nl un capítulo de historia económica, esto es un trozo vivo de la his- n 0 toria social de la época)) '. 3 Con respecto a los problemas de distribución interior de los O productos, la inexistencia de una red viaria importante, la carencia de medios de transporte mecánicos, y, en general, la desarticulación de los mercados, motivaron la creación de la denominada ((Comisa-ría General de Abastecimientos y Transportes)). La competencia de dicho organismo queda expresada en la problemática indicada. Pero, plantea el problema fundamental de la procedencia de los medios económicos que sustentaban al Mando Económico. Las actividades 6. 09. cit., p. 9. 7. VICENS VIVES: Histo~ia económica de España, Vicens Vives, Barcelona, 1972 (IX), p. 689. hasta ahora citadas presuponen la existencia de un nutrido número de personal a su cargo y un contingente considerable de gastos. En líneas generales, el volumen de beneficios más importante procedía de la comercialización .de los crudos refinados en la Refinería de Santa Cruz de Tenerife, y de las tarifas portuarias de los petroleros que fondeaban en los puertos insulares. Dentro de los objetivos que se propuso el Mando Económico, uno de los más espectaculares por la magnitud del problema se re-fiere a la disminución del número de parados. Las circunstancias eco-nómicas de cierre comercial, fueron la causa directa de índices de paro espectaculares. El Mando Económico de Canarias, buscó como solución al problema, la utilización de esta mano de obra en las diferentes construcciones que emprendió. nos !leva a jUsGfiCar la ac-jvi&d e&licia S de! MunzG EcG= 2 N nómico. Ciertos análisis demográficos realizados, siempre a partir E de los datos facilitados por la Dirección General de Estadística, ma- O nifiestan un fenómeno marcado de éxodo rural canalizado hacia las n - =m capitales de ambas provincias. Esto planteó un serio problema de O E carencia de viviendas en un sector de población débil económica- S£ mente, que solía buscar remedio en las ya existentes ciudadelas, que =E fueron ocupadas a modo de colmena. Así, al tiempo que para el ám-bito nacional actuó la Dirección General de Regiones Devastadas, 3 - el Mando Económico acometió para la órbita regional canaria la resolución del problema de la vivienda, así como la realización de E obras diversas. Por otra parte, con ello se pretendía absorber la O mano de obra en paro. n Por último, la existencia de tal gama de sectores de actuación, -E a determinó la elaboración de programas de trabajo; éstos, previa l consulta a los equipos municipales. n 0 Para el caso concreto del Ayuntamiento de Las Palmas, en su Archivo se encuentra un expediente, cuya intitulación reza como 3 O sigue: ((Informe que rinde el Excmo. Ayuntamiento de Las Palmas a, c,,, P ,,,, :, "A,, ,+,+,;A, -1 :,a;n, a, nri"r+:A,nr rAhrm UG ulau ballalla, LVIIIU b u l l L c u L a b l u u al IILUILG UG LUGJLIVIIC.~ 3VUIG necesidades de la provincia en la inmediata postguerra, planteado por el Excmo. Sr. Capitán General Jefe del Mando Económico en 5 de octubre de 1944)) '. S. Empleamos el término de 'edilicia' siguiendo a Bruno Zevi, en su apreciaci6n de que ésta, la 'edilicia', se agota en la representación del espacio, mientras que la araui~ecrura opera con éi sometiéndoio a mii formas. ZEVI, Bruno: Ayquiieciu~a in ~ & e ,A guilar; Madrid, 1969, pp. 60-63. 9. Archivo Municipal de Las Pal.mas. Legajo 170/19. Una transcripción completa de este documento podrá encontrarse en nuestra Memoria de Licenciatura. Debido a la importancia clarificadora de este documento, inten-taremos resumir brevemente su contenido, ya que en él se recogen los aspectos considerados como vitales, dentro de la problemática vivida por Las Palmas. El cuestionario se refería a aspectos de índole económica en ge-neral, algunos de ellos ajenos al área de actuación de las corporacio-nes municipales, y así lo hacen saber en su respuesta al mismo. Los aspectos tratados en síntesis son: Problemas viarios de ámbito urbano relacionados con los problemas de tráfico; inexistencia de comunicaciones eficaces con barrios capitalinos tales como Tafira, Tamaraceite y Tenoya, Guanarteme, Marzagán, por pertenecer estas vías al monopolio estatal; solicitud de inserción de la isla de Gran Canaria en las rutas aéreas del Atlántico, para lo que se haría nece-saria una mejora de la infraestructura del existente Aeropuerto de Gando, al mismo tiempo que se solicita la creación de un Aeropuer-to más próximo a la capital; acondicionamiento del Puerto de La Luz, considerado el ((verdadero pulmón» de la economía de la isla. Por ello, se solicita el reconocimiento de la situación de franquicia 'O, vigente en la preguerra, como única salida para la reconstrucción de la economía. Con respecto al problema agrícola, la Corporación mantiene pun-tos de vista asombrosos, pronunciándose por una conservación de los productos existentes, contrariamente a la propuesta de diversi-ficación de cultivos de cara a conseguir el autoabastecimiento so-ñado en las islas. El tema del agua, constante preocupación insular, es analizado desde el punto de vista de toda canalización posible a la capital, de cara a cubrir la serie de necesidades que el incremento de población planteaba, todo ello concerniente a las aguas residuales. En lo refe-rente al problema hidráulico, el Ayuntamiento propone la realiza-ción de una Ley de aguas para Canarias, imprescindible para su re-solución, debido a las peculiaridades insalvables mediante la ley vi-gente, pero respetando la vieja formuia de ias Heredades de aguas. Con respecto al tema de Instrucción Pública, se limita a consta-tar el hecho de la ausencia de centros escolares, centros de forma-ción profesional, y tribunales de oposición para los distintos cuer-pos de la administración del Estado. El apartado referente a fomento del turismo, está directamente reladcnriri~c m e! pr~h!emi i rqci tectSni~j~7 ,~ G eI!!~ merece rices-tra atención. 10. Ley de Bravo Murilio. Primeramente se cita la especial atención que para el Ayunta-miento suponen los aspectos de hermoseamiento y saneamiento. Por otra parte, se expresa la preocupación por resolver los problemas del transporte urbano. Igualmente, se refiere al deseo de la Corporación de poner en funcionamiento el Hotel Santa Catalina, de su pro-piedad, en colaboración con el Patronato Nacional de Turismo. Por último, se menciona la actividad municipal en el caso concreto de la apertura de nuevas vías de descongestión, tales como el denomi-nado ((último tramo del Paseo de Chiln y «la gran vía de enlace entre la carretera del Puerto y la nueva carretera en construcción a BaÍiaderos», así como las mejoras en alumbrado público. A continuación, en los últimos apartados del cuestionario, se ex-presa la seguridad de que el Ayuntamiento capitalino ha realizado hasta el monento cm eficiente labor de prvime~tuciSn, a!cuntari= Ilado, el alumbrado pGblico, recogida de basuras, etc. Es particularmente interesante el apartado signado con la letra «o», referido al supuesto derecho de todo Ayuntamiento a su auto-nomía. La Corporación se pronuncia en la siguiente manera: uen-tendemos que son otros Organismos y Entidades los llamados a dar opiniones con perfecto conocimiento de causa. La vigente Ley Mu-nicipal y también, al parecer, la que próximamente se promulgará, sanciona la perfecta autonomía municipal, que ha de ser plenamente lograda en circunstancias de vida normal y usual desenvolvimiento económico D. Por último, el apartado final, se refiere a la posibilidad de un con- " cierto económico con el Estado, y en este sentido, el Ayuntamiento n se declara incapacitado para opinar. E a Hasta aquí, la exposición referente a los aspectos funcionales del n Mando Económico. n n 1.1. Significado del Mundo Económico. La explicación del pre- 3 O sente tema, nos vendrá dada en su mayoría por los comentarios re-cogidos en prensa, teniendo presentes siempre las pecuiiaridades y condicionantes que en el período de postguerra afectan a los medios informativos. Por otra parte, y como medio complementario, hemos utilizado la información oral, siempre buscando la más amplia gama de pareceres. Comenzaremos por significar aquí la importancia que para la com-prensi6n & estor aspectos de ~ p i ~ t ichv ~ 12 actividad rnnctriictnra de este organismo. No puede entenderse la significación de la labor edilicia de este período sin analizar la propia historia del Mando Económico, así como ésta es vital para la comprensión de la pri-mera. Ya se ha citado la fecha de creación del Mando Económico, en 5 de agosto de 1941. En las fuentes utilizadas (diario tinerfeño «La Tarde))), no se recoge mención alguna de tal hecho. Es a partir del día 3 de diciembre de 1941 que comienza a hacer acto de presencia la primera autoridad militar, en calidad de Jefe del Mando Econó-mico del Archipiélago. A partir de entonces, hemos constatado el protagonismo creciente de la labor del organismo, siempre vinculado a la persona que ostentaba la jefatura. En la Memoria ya comentada, se encuentra una relación com-pleta de todas aquellas personas vinculadas al Mando Económico, pero el análisis detallado de sus competencias y vinculaciones, ex- ,, cede al objetivo del presente trabajo. En esta relación, destacan pre- - ferentemente, y según el carácter jerárquico de su naturaleza, las E figuras, en orden cronológico, de los siguientes jefes: Don Ricardo O n Serrador Santés (del día 5-8-41 al 22-1-43), don Eugenio Sanz de - m O Larín (de 22-1-43 al 26-3-43), y don Francisco García-Escámez e EE Iniesta (del día 26-3-43 al 7-2-46). S E El mandato del Capitán General Serrador, supuso la puesta en - marcha un poco a ciegas, del amplio volumen de acciones ya expre- 3 sadas. Todo ello motivó un mayor acercamiento a la problemática -- de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, y en concreto a su capi- 0 m E tal, por otra parte, sede de Capitanía. De todas formas, es patente O la peculiaridad de confundir al organismo con su cabeza visible, de modo muy similar a como acontece en las hazañas militares. n Un hecho clarificador constituye la denominación de un espacio arquitectónico de gran significado urbano: El puente sobre el barran-co de Santos, que conduce al Mercado capitalino en Santa Cruz de Tenerife. En sus extremos contiene dos leones, en conmemoración de la batalla del Alto de los leones, debida al Capitán General Serra-dnr, qiue da nnmhre d puentee El mencionado mercado, recibió la denominación de ((Mercado de Nuestra Señora de Africa)), según la onomástica de la esposa de dicho Jefe del Mando Económico. Por otra parte, y vinculado a una práctica generalizada a nivel nacional, se constata el hecho de que cada inauguración, viaje, o iniciativa del Jefe de la jurisdicción militar constituía un hecho so-cial, y más que un hecho, un rito de masas. En el caso concreto (ya posterior) de la inauguración del Monumento a los Caídos en Santa Cruz de Tenerife, se llegó al extremo de publicar en los diarios lo-cales, un croquis del monumento en cuestión, con expresión en el mismo de los espacios reservados a cada una de las jerarquías so-ciales. Por último, y dentro de esta importancia social de la figura del Jefe del Mando Económico, con motivo de la muerte del Capitán General Serrador, el eco en la prensa, los actos sociales de sepelio y honras fúnebres en honor del mismo, e incluso el recuerdo de sus aniversarios formaban parte de este ritual que comentamos ll. La figura del Capitán General Sanz de Larín, como se podrá su-poner por la referencia cronológica citada constituyó exclusivamen-te una figura accidental, que durante tres meses, y hasta el nombra-miento de don Francisco García-Escámez e Iniesta figuró al frente del Mando Económico. Es García-Escámez la figura más conocida en ámbitos populares, la personalidad recordada, en muchos casos casi como figura exclu-siva en la dirección del Organismo que comentamos. Esto tiene una serie de causas, algunas de mayor consistencia que otras. Al adve-nimiento de García-Escámez, muchos de los problemas procedentes de la organización burocrática del Organismo estaban resueltas, así como encauzadas muchas obras. Por otra parte, y paulatinamente, las distintas actuaciones del Mando Económico, eran objeto de cre-ciente interés, de tal forma que en la prensa, se hacía constar dia-riamente y de un modo en ocasiones reiterativo las excelencias de la entidad mediante la forma ya explicada de absorción de sus fun-ciones en su jefe. Finalmente, la mayoría de las obras empezadas, vieron la luz durante su mandato, y tanto en aquellas que fueron realizadas de nueva planta, como en las que se efectuaron reformas o se aportaron fondos, figura una placa recordatoria bajo su nombre. Aparte de estas circunstancias, y en justicia, hay que recordar que fue durante su mandato cuando se comenzó a atender realmente a los problemas y construcciones en las restantes islas del Archipié-lago. No sólo se vieron afectadas por esta atención las islas meno-res de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, sino también, la to-talidad de las islas de la provincia vecina. La. causa de este hecho, tal vez podría encontrarse en la ostentación por parte de García- Escámez del cargo de Gobernador Militar de dicha provincia, sien-do Capitán General de Canarias don Ricardo Serrador. La historia del Mando Económico finaliza con la exposición con-memorativa de su labor en el terreno arquitectónico en el Círculo de Bellas Artes, en Santa Cruz de Tenerife, el 7 de febrero de 1946. 11. Ko incluiremos en este trabajo un desglose de los diferentes artículos de penó-dicos utilizados, por considerar que excedería a las necesidades del mismo. En síntesis, hemos esbozado hasta aquí, las peculiaridades de un organismo de naturaleza militar, pero cuyas competencias y realiza-ciones en la órbita civil fueron, se podría decir, ilimitadas. De todas las actividades llevadas a cabo, la que siempre ha es-tado presente en la mente y el recuerdo popular ha sido la labor arquitectónica. Ya comentamos anteriormente la importancia que revestían desde el punto de vista social las realizaciones, y su eco en la prensa. A continuación contemplaremos las causas de este hecho, pero, en principio, resaltaremos la idea que resume la pro-blemática. Es evidente, que con las circunstancias económicas ya citadas, se hacía necesario justificar ante el pueblo la importancia de una labor que hubiera sido difícil explicar. Es de sobra sabido que el momento que analizamos constituyó un claro exponente de m «estado de excepción burgués)), sostenido en el momento por la D E sustitución de la economía planificada, por un tipo de «economía de guerran. En tales circunstancias, y debido al sistema de propaganda O n - propio del momento, era más fácil sustituir una idea por una imagen, =m O imagen que venía facilitada por la arquitectura. Solo de este modo E E es posible entender el tremendo lujo y aparato escénico que supuso 2 E la construcción del Monumento a los Caídos en Santa Cruz de Te- = nerife. En lo referente a las obras de tipo benéfico, barriadas obre- = ras, etc., aparte de la labor social más o menos eficiente perseguida - - 0 con su realización, se traduce el enorme efecto de pantalla que su- m E puso esta actividad, más simbólica que resolutoria de necesidades. O Como última expresión de la complejidad del tema que plantea- n mos, el de la Historia del Mando Económico, y en concreto, en es- -£ tos párrafos, el de su significado en la vida insular, hemos de incluir a 2 la particularidad de que, al menos para el ámbito canario, no existe n ningún fondo documental, salvo los inventarios contenidos actual- 0 mente en Capitanía General de Canarias, referidos al trasvase de O3 mercancías. En lo referente a las obras edilicias del organismo en CEPC~~&, fic es p=sibIe !oc&zar uA-v-.-~---+u--i:"i-i r; i ira~lvdig~i f id ell d l ~ h h ü ~ militares, y en algunos casos, tampoco es posible encontrar docu-mentación en los expedientes de obra de los archivos municipales. Este hecho traduce al igual que los ya comentados, ese difícil equi-librio, y el carácter mixto que revistió desde el momento de su creación. 2. Obras realizadas por el Mando Económico en la ciudad de Las Pdmas. No sería posible entender las pecuIiaridades de la ar-quitectura que comentamos sin analizar previamente la problemá- tica arquitectónica nacional. Es por ello que comenzaremos por ana-lizarla, para a continuación atender a los aspectos específicamente insulares. 2.1. Aspectos generales de la arquitectura española del rnomen-to. La arquitectura en el ámbito nacional, pasó a adquirir una dimen-sión hasta entonces desconocida en el país. Partiendo de los aspec-tos burocráticos, el clima de libertad que caracterizó al desenvolvi-miento de los Colegios en la preguerra se vio fulminado con la vin-culación directa de los mismos al Ministerio de la Gobernación. Este hecho traduce la especial significación que para el General Franco tenía la labor constructora. Hechos tales como la devoción que re-vistió la construcción del Valle de los Caídos, de dirección personal por el entonces Caudillo de España, y su propia inclinación a la ac-tividad constructora, explican por sí mismas esta atención oficial N2 hacia el hecho edil. E Dentro del ámbito de los Colegios, hay que partir del nuevo es- o píritu de control de los mismos. Es particularmente significativa la ((depuración de arquitectos)), que afectó en desigual medida a los E profesionales colegiados, con el exilio, la pérdida temporal o defini- E 2 tiva de sus cargos, o la simple sanción económica 12. -E Desde el punto de vista de la propia actividad profesional, fue- = ron también fundamentales las disposiciones, emitidas por los Ser- - vicios Técnicos de Arquitectura de FET y de las JONS, que resu- - 0 m mían las peculiaridades de estilo con respecto a las edificaciones ofi- E ciales 13. o El concepto de estilo a partir de estas disposiciones supone de nuevo esa dirección y supervisión de «la fachada». Interesa aportar una imagen en consonancia al espíritu de la ((Revolución Nacional- l Sindicalista)). Este nuevo estilo, supone un revisionismo histórico I de las formas arquitectónicas del pasado ((Imperio españoln. Se de-sempolvan y 'sacan a la luz obsesivamente diversas formas proceden- 3 O tes, sobre todo, del Escorial. Este será el edificio considerado como patr& dn ? n ~ z n 1 1 ~oc n n ~ f r ~ ~ ~ o i n nm7n7 c~n r a t a n ~ c a nr a n r n c a n t l r de al- U- UYU-"UY bWI IY, .L L.L.,,IwllrU y&'- yI C C b I I . & U I I I I y L I Y I A I L U I guna manera el concepto de Estado. 12. Una información precisa y documentada puede encontrarse en las revistas que citamos a continuación : - POL, Francisco: La enseñanza autkquica de la avquitectura (1939-57) como autwrepioduccidn del grupo piofesional, "Arquitectura" (Madrid), n.0 199 (1976), p. 102. - DÍAZ LANGAT,o aquin: Depuracidn politico-social de aiquitectos, "Arquitectura" (Madrid), n.O 204-205 (1978). pp. 43-49. 13. En Ideas Geneiales sobre el Plan Nacional de Ordezación y Reconstwccidn (Madrid 1939) que publican los "Servicios Técnicos de F.E.T. y de las Jons, Sección de Arquitectura". Todo ello supone una vuelta atrás en los logros hasta cierto punto revolucionarios del período republicano en arquitectura. No hay que olvidar que en este momento, por un fenómeno de rechazo, todas las iniciativas culturales del período anterior son borradas y menospreciadas. En toda esta problemática incide directamente, por otra parte, la posición ideológica de España frente al conflicto bélico mundial. La identificación española con los Países del Eje en los primeros momentos, fue un hecho fundamental. Pero, el país que influyó de manera decisiva en la actividad constructora, fue Alemania. El con-cepto propagandístico y escenográfico, el derroche de espacio en las edificaciones oficiales, el rescate de los valores patrios, y en su-ma, ei papei predominante de ia arquitectura frente a ios restantes ,, modos de expresión artísticos, se debe a la influencia alemana. Por D otra parte, los contactos entre ambos países, fueron hasta cierto E punto estrechos, y se manifiestan en hechos tales como la permisi- O n bilidad de distribución de propaganda nazi, los comentarios triun- - m O falistas de la prensa española acerca de las ofensivas alemanas, las EE exposiciones de arquitectos y artistas alemanes en nuestro país, etc. 14. S E Pero, aparte de esta preocupación por el estilo nacional oficial, - y debido a esta dirección de la iniciativa edil, se concibió una dico- 3 tomía estilística determinada, no tanto por la función del edificio O-- como por la imagen que se prendía dar con el mismo. Así, por una m E parte, la edificación singular de obras representativas se ajustaría al O estilo «imperials, y por otra parte, aquellas construcciones destina-das a uso del pueblo, sea cual fuera su función, debía vestirse de la n E forma regional. Este fenómeno es particularmente significativo, pues - a se pueden constatar en el período republicano ciertas tendencias ge- 2 n neralizadas de revisionismo regional, pero, en ambos casos, el mo- n n tivo es diametralmente opuesto. Para el caso republicano, la región 3 constituía un concepto histórico de autonomía a rescatar mediante O la Constitución, mientras que en el período que analizamos, por el mecanismo citado de sustitución de la razón por la fantasía, los anhelos autonomistas son sofocados por un concepto de la región basado en sus formas folklóricas (recuédese la labor realizada por la Sección de Coros y Danzas). Desde el punto de vista de la infraestructura económica, en 10 referente a los aspectos constructivos, un determinante considerable 14. El estado actual de las investigaciones en este terreno comienza a despejarse con trabajos tales como d de VIÑAS, Angel: La Alemania naz; y el 18 de Julio, Alianza Universidad, Madrid 1974. 371 del momento lo constituyó la carencia de materiales de vital impor-tancia, tales como el cemento, hierro, etc. Es cierto que esta cir-cunstancia obligó a los arquitectos a trabajar con materiales en mal estado, y a buscar soluciones nuevas para esta contingencia, pero, tal eventualidad no justifica en su totalidad las formas resultantes de la actividad en este período, sin apelar a los condicionantes pro-cedentes de la supraestructura ideológica. Hasta aquí, las condicionantes generales que rigieron en el ámbi-to nacional, y cuyas repercusiones en las obras insulares observa-remos. 2.2. CondicZonantes y caracteliísticas del panorama arquitectó-nico canario. Para el caso concreto de las islas, las circunstancias mencionadas adquirieron dimensiones de gravedad, y en muchos casos, la paralización de ciertas obras por ausencia de material 'j. En el Archivo del Ayuntamiento de Las Palmas, por ejemplo, se conserva un expediente cuya intitulación habla de ello: «Expe-diente que contiene la petición de una partida de cemento a la Dele-gación del Gobierno en la Industria del Cemento, por parte del Ayuntamiento con destino a la ampliación del Mercado)) 16. Las obras pertenecientes a la iniciativa del Mando Económico se vieron menos afectadas por esta contingencia, debido a su papel de supervisor de todas las mercancías, regulada por la Comisaría General de Abastecimientos y Transportes, a él adscrita, que dis-ponía de cupos oficiales para sus propias obras. Desde el punto de vista formal, el Mando Económico, como or-ganismo oficial rector de las obras que comentaremos a continuación, aplicó en sus edificios la dicotomía estilística que esbozamos ante-riormente. Así, nos encontraremos obras de marcado sello clásico, opuestas a claros exponentes del estilo denominado ccNeocanario» lC. 2.3. Los estilos. Las peculiaridades del denominado «estilo ofi-cial » han sido comentadas con respecto al ámbito nacional, y se dij:ical&ee lll CtSd eSCPiijCioEeS de ajücteE 2 aqUe!. Comentamos a continuación las características del estilo Neo-canario, que afectan a las restantes edificaciones del Mando Econó-mico en Las Palmas. 15. Información oral facilitada por el arquitecto tinerfeño D. Tomás Machado y Méndez Fernández de Lugo. 16. Ayuntamiento de Las Palmas. Legajo 156131. 17. Este término se u,tiEza en oposición al de "Barroco Colonial", por considerar que encierra un sentido más amplio. Véase MATÍASD ELGADOS,e bastiln: Arquitectura de la posguerra en Tenerife, "Arquitectura" (Madrid), n.O 199 (1976), pp. 51-55. El denominado estilo Neocanario, comenzó a surgir en el pen-samiento de los profesionales republicanos la a pesar de las fuertes críticas de que era objeto en ciertas publicaciones especializadas, tales como ((Gaceta de Arte», para el ámbito regional isleño. La tras-cendencia de este tema, viene corroborada por la serie de reuniones realizadas entre los arquitectos de ámbito regional, ya con posterio-ridad a la guerra española, con vistas a establecer un balance de principios 19. Los requisitos imprescindibles que debe reunir una obra perte-neciente a este estilo son, a grosso modo: En cuanto a los elementos constructivos, un empleo de la mam-postería ordinaria en la composición del muro, tabiques divisorios en panderete, cubierta de soiera de hormigón, con cámara aislante, y tejado. Los vanos, adquieren una significación determinada. La puerta principal, suele encontrarse en posición elevada con respecto a la rasante del edificio, y se asciende a ella mediante escalera sim-ple, enmarcada por un arco de influencia colonial 20. Este elemento ha determinado el que en ocasiones se denomine a este estilo me-diante el término de «colonialn. Las ventanas, a pesar de la inno-vación de la carpintería metálica, suelen ser de madera, con doble hoja y listones transversales a modo de persiana, con ornamentos a base de casetones tallados. En algunos casos, las ventanas se cubren con una moldura decorada con teja, que recibe el nombre de ((guar-dapolvo~. Otro elemento fundamental y representativo es el balcón, que en la tradición insular responde a presupuestos artesanales, pero, que en este momento, debido a la escasez de la madera y en-carecimiento de su uso, responde a modos de producción indus-triales, y en mampostería. Existieron fábricas especializadas en bal-cones de diferentes tamaños, según las necesidades de la obra en cuestión. También para la cubierta del balcón se emplea el tejado. En cuanto a los aspectos volumétricos, éstos dependen de la función del edificio. De todas formas, el edificio prototipo del estilo Neocanario es el chalet, debido a las influencias coloniales. Son las viviendas californianas las que sirven de patrón en la creación del estilo que comentamos. Es por ello que el chalet se convierte en la 18. Entendido este término exclusivamente en su acepci6n cronológica. 19. Véase "Revista Nacional de Arquitectura" (Número extraordinario dedicado a Canarias), (Madrid) n.0 140-141. 20. El término "colonial" se entiende en el sentido de que las características que presentan las edificaciones californianas son importadas de las que presentaban las construcciones españolas en las colonias. aspiración de la oligarquía insular, y se instala a lo largo de las principales arterias urbanas, y en las zonas de veraneo agrarias. El chalet se presenta en sus aspectos volumétricos como un he-cho diferenciado, por su emplazamiento cercado, el eje simétrico de su entrada, y el jardín indispensable. La entrada señalada por el arco colonial en altura, y sobre todo, por la existencia de un cuerpo de torre con cubierta igualmente de tejado, ubicada en posición asi-métrica con respecto a la portada principal. La utilización de este estilo sin embargo, no se ciñó exclusiva-mente a la tipología del chalet, sino que afectó a diversos tipos de construcción. Uno de los más usuales es el del bloque de viviendas, normalmente vinculado a una barriada de iniciativa oficial. En este caso, el estilo que comentamos, evidencia las peculiaridades de un ..--- L..-:--- 2 - 1 -..-1 - -. 2- : L -.--: - J:J- 1-- --..--A.-- uuu ~ U U > I V UU ~ SI U ~ Ny ut: uria irripurcaricia curiceulua a lus aspecrus 2 N formales de los exteriores. Es el caso de las fachadas-pantalla, muy usual en la construcción de la época. O n 2.4. Labor del Mando Económico en Las Palmas. El presente tema, carecería de sentido a no ser que se entienda en relación con la restante labor del organismo en el Archipiélago, ya que conside-ramos que la labor del Mando Económico en la ciudad de Las Pal-mas no fue lo suficientemente amplia como para que en ella se tra-duzcan en su totalidad las características que afectan a sus cons-trucciones. Es decir, hay una labor edilicia específica del Mando Económico en ca,da isla, en virtud de la orientación de la misma, pero, sobre todo, en cuanto a su volumen numérico. En este sentido, comenzaremos por afirmar que el número total de edificaciones apa-rece claramente desigual, en primer lugar, entre ambas provincias 21, con una superioridad manifiesta de la provincia de Santa Cruz de Tenerife; en segundo lugar, entre las islas mayores y menores de cada provincia; y, por último, dentro de las islas, por un marcado protagonismo de los núcleos capitalinos. La justificacihn de tal afirma-cjhn viene do& por -1 estudio pre-viamente realizado por nosotros de la totalidad de la actividad del Mando Económico, y es comprobable con un simple recuento de obras, en la relación que incluimos a continuación. Por otra parte, ya se ha comentado aquí la desatención de que fue objeto la provin- 21. Sabemos que se pretendió durante el mandato de García-Esdmez, paliar las quejas procedentes de las rivalidades de ambas provincias, con hechos tales como un.. ampliación del número de camas del Hotel Santa Catalina, hasta igualar en número al Hotel Mencey tinerfeño. (Información oral de D. Miguel Martín Femández de la Torre). cia oriental durante el primer período de actuación del organismo que estudiamos. Será a partir de la intervención del Capitán Gene-ral García-Escámez que la labor en la provincia oriental se intensi-fica. Es también entonces cuando se hacen frecuentes las visitas del Jefe del Mando Económico a las islas de la provincia vecina, y cuan-do se solicita de los distintos Ayuntamientos la respuesta a un cues-tionario de temas de interés local emitido por el Mando Económico como el que antes comentábamos para el Ayuntamiento de Las Pal-mas, que aparece fechado en 30 de octubre de 1944, cuando e1 or-ganismo llevaba en vigor ya tres años La labor arquitectónica llevada a cabo por el Mando Económico en Las Palmas se puede dividir en tres capítulos, según la clasifica-ción que aparece en los Anuarios Estadísticos del momento: Obras nuevas, de reforma y de conclusión. Aparte de esta clasificac~on, aportaremos la relación completa de la labor del Mando Económico en Las Palmas, relación en que se incluirán obras no directamente vinculadas al terreno arquitectónico. La clasificación de las mismas según la mencionada fuente estadística será como sigue: Obras hidráulicas, públicas, sociales, de beneficencia, y de enseñanza. Dentro de estos márgenes se distinguirá a su vez entre las obras realizadas según el ((estilo oficialn y los que obedecen al estilo Neo-canario. Facilitamos a continuación la relación de obras en las que se destacará exclusivamente las edificaciones que respondan a la ini-ciativa del Mando Económico desde su fase de proyecto, es decir, las obras de nueva planta. 1. Obrm hidráulicas: Depósito de 50.000 m3 para el abasteci-miento de Las Palmas, por valor de 2.500.000 pesetas, completando el Ayuntamiento en igual cantidad. 2. Obras públicas: En este terreno, no se realizó ninguna obra, ya que, según el propio informe de la Corporación Municipal, la ca-pital se hahh visto aten,&d:, en este sentido hst:, -1 mnmento* 3. Obrm sociales: En este orden de cosas cabe incluir la reali-zación de dos barriadas, denominadas ((obrerasr, por el destino so-cial a que iban dirigidas. 3.1. Barriada del Generalisirno Franco, con un total de 176 vi-viendas, Grupo Escolar de 8 secciones, con casas para Maestros, 22. Para una comparación en este sentido véase CAPITANÍGAE TERALD E CANARIAS: !Memoria. De la labw realizada pw este organismo durante el pedodo de su funciona-miento, Santa Cruz de Tenerife, 1946. 375 Mercado y Comercio. La aportación económica ascendió a 7.087.702 pesetas. Al Ayuntamiento se debieron los solares y obras de urba-nización. Esta barriada, responde a la aplicación del estilo Neocanario al módulo volumétrico del bloque, que citábamos anteriormente. Ubicada en lugar preferente en los comienzos de la denominada «ciudad alta)), constituye un tipo de conjunto similar al tinerfeño que recibe su nombre del Capitán General García-Escámez. En este ca-so, se concibe la barriada como un núcleo autónomo, dotado de to-dos los servicios imprescindibles, tales como Mercado, comercios, iglesia, y Grupo Escolar. Esta circunstancia, viene explicada por mo-tivos ideológicos y a modo siempre de justificación, en la propia Me-moria del Mando Económico, en que se recoge el siguiente párrafo: «...con alojamientos para los maestros y sacerdotes. ?ara que la con- 2 vivencia de éstos contribuyese a la mejor formación moral de sus N E habitantess. o Es este un documento de primer orden para comprender la da- n-- m bor socialn, tal y como era concebida en estos momentos. Las «ba- o E rriadas obrerass, eran entendidas como un medio de diferenciar geo- E 2 gráficamente una clase social. En la mayoría de los casos, de segre- -E garla aún más. Por otra parte, el estimar necesario el que maestros y sacerdotes, con su proximidad física contribuyan a la formación 3 moral de los futuros usuarios de estas barriadas, hace suponer la consideración en que eran tenidos. Y, por último, la proyección en E el tiempo nos permite afirmar que esta segregación real de las ba- o rriadas, lejos de contribuir a una mejora social, constituye una baza n desde e1 punto de vista del control policial, para que sea fácilmente -E detectable una zona de ((peligrosidad socialn, al mismo tiempo que a 2 contribuye a crear un auténtico clima de adelincuencia juvenils, etc., n debido al desarraigo de unas clases sociales auténticamente margi- n nadas. 3 O En el caso concreto de la Barriada del ((Generalísimo Franco)), se detecta un fenómeno, de difícil explicación: Los usuarios de los bloques de viviendas que figuraban en el momento de la entrega de la barriada, actualmente no se hallan en posesión de las mismas23. Las viviendas de esta barriada, se organizan en ejes longitudina-les, que sirven de marco a la fachada del Grupo Escolar. En el caso que comentamos, la construcción de viviendas para obreros estuvo orientada con no usual lujo. Se concibió dos tipos de edificios, uno 23. Hechos tales wmo los que comentamos evidencian la necesidad de estudios serios de índole económica e hist6rica acerca del Mando Económico. de tipo unifamiliar con dos plantas; y otro para alojar un máximo de dos familias. Es por ello que las características formales de estas viviendas se asemejan a las del tipo chalet descrito. Pero, queremos señalar en estos bloques de viviendas, una pecu-liaridad formal significativa. Al hablar de los aspectos volumétricos del estilo ((Neocanarion, destacábamos, entre otros, elementos co-rrespondientes al emplazamiento, e individualización de los inmue-bles, mediante el jardín, el cerco, el pasillo, la portada señalada, y sobre todo, el cuerpo de torre, que se yergue asimétricamente con respecto a la portada principal. Estos elementos son aplicados más modestamente en el caso de la barriada que comentamos. Existe en ellas el jardín, y el exiguo cercado, pero, el espacio más significativo del jardín que se ciñe alrededor del chalet, y se extiende hasta la ,, cerca que sirve de perímetro individualizador de la vivienda burgue- D sa, aquí ha desaparecido. Las viviendas se unen unas a otras, con- E tando exclusivamente con el pequeño jardín delantero, auténtico O n - remedo del espacio que describíamos para el chalet. Por otra parte, =m O se localiza igualmente en la entrada, el arco que en el chalet enmar- EE ca en altura la portada, pero, al igual, que en el caso del jardín, S E constituye una caricatura, ya que el auténtico significado del arco, = enlazaba con la escalera como elemento ascensional conectado con 3 el cuerpo de la torre. Este desaparece igualmente, y tan sólo se con- -- serva la cubierta de teja. 0m E Con respecto al Grupo Escolar adscrito a la Barriada, aparece O cargado con una significación especial. Dos pabellones simétricos, de enorme sencillez compositiva, se vinculan mediante un cuerpo n E central prismático de elevadas proporciones, rematado mediante un - a ridículo cuerpo de tejado, y que sirve de soporte al mástil, al mismo 2 n tiempo que contiene en su frente una placa alusiva a la procedencia n 0 de la iniciativa constructora. En el interior de esta fachada se en- = cuentran los patios de recreo, en torno a los cuales se disponen los O pabellones mencionados. La significación especial de la que hablábamos con respecto a este grupo escolar, se refiere a esta disposición de la fachada, pero, sobre todo, a la relación del edificio con las viviendas, que a modo de calle se disponen enmarcando a aquel. El sentido de la simetría, y esta vinculación simbólica y espacial vienen a corroborar el sen-tido ((social)) que explicábamos antes. 3.2. Barriada de Nuestra Señora del Carmen, con 76 viviendas, por valor de 2.852.141,36 pesetas. En este caso, tanto los solares co- mo las obras de urbanización, se debieron al Ayuntamiento igual-mente. El problema planteado es diferente al que comentábamos. Esta barriada, situada en la Isleta, en solares adquiridos por el Ayunta-miento al Ramo de Guerra, se dirigió a una población de nivel so-cial ínfimo. La propia situación de los solares habla por sí misma de la marginación social de sus habitantes. Por otra parte, las condi-ciones físicas que en la actualidad presentan los dos bloques cons-truidos frente a los arrecifes rocosos y el batiente costero eviden-cian las huellas erosivas de la salinidad ambiental. Por otra parte, las viviendas proyectadas responden al sistema del bloque compac-to, de escasas perspectivas en cuanto a espacio interior se refiere, y organizado en torno a una escalera central, que sirve de eje divisorio de la simple ornamentación a base de ventanas en su traducción exterior. D E 4. Obras de beneficencia: En este capítulo se incluirán las de- - nominadas «Obras religiosas)), y las «Obras sanitarias y de benefi-cencia D. E 4.1. Obras religiosas: Todas ellas son obras en su mayoría de aportación económica, y a ello se debe su inclusión en este apartado. 4.1.1. Colegio de Marío Auxiliadora, este edificio fue ampliado y mejorado en sus servicios recibiendo una subvención de 455.555,63 pesetas. 4.1.2. Donativo a las Damas Catequisas, para construcción de un centro, ascendiendo a la cantidad de 95.187,50 pesetas. 4.1.3. Donativo a los PP. Salesianos de Las Palmas, para insta-laciones de talleres en el centro, por valor de 3.001,90 pesetas. 4.1.4. Donativo a las Religiosas Adoratrices por valor de 5.016,30 pesetas. 4.1.5. Donativo a las Hermanas de la Caridad de Las Palmas, para arreglo de la Capilla y retablos, cuya suma ascendió a 29.632,30 pesetas. 4.2. Obras sanitarias y de beneficencia. 4.2.1. Leproseria Regional, ampliada en 100 camas con fondos del Mando Económico, por un valor de 400.000 pesetas. 4.2.2. Sanatorio Antituberculoso, ampliado en 100 camas y me-jorado con la instalación de ascensores y montacargas, todo ello por la suma de 1.070.062,90 pesetas. 4.2.3. Edificio de la Cruz Roja de Las Palmas, construido con una asignación de 823.635,42 pesetas. Con respecto a las peculiaridades de esta construcción, consti-tuye un ejemplo de la concepción del momento acerca de las tipolo-gías formales vinculadas a edificios determinados. Desde el punto de vista estilístico, esta construcción obedece por entero a los pre-supuestos que ya hemos comentado como pertenecientes al estilo Neocanario, en el módulo tipo chalet. Pero esta asimilación a los aspectos volumétricos, no constituye una fórmula aislada, ya que el Mando Económico construyó un edificio similar, también para sede de la Cruz Roja en el Puerto de la Cruz en la isla de Tenerife. El emplazamiento excepcional del edificio en la amplia avenida marítima de la ciudad en las proximidades del edificio del Hotel Santa Catalina, forma parte de la importancia concedida al concepto de ((Ornato Público)), del que se encuentran referencias abundantes ,, en el Archivo Municipal de la capital. Es en definitiva, la importan- - cia de la fachada y de los aspectos formales de un edificio. E En aparato escénico conseguido en este tipo de edificios no se O n - corresponde con un uso interior del espacio adecuado a las necesida- =m O des de una sanidad tercermundista. Es fácil imaginar que una planta E E organizada en cuanto a su sección a diferentes alturas, con cuerpo S E de torre, constituye un auténtico derroche de espacio tan solo justi- = ficado por un mero concepto esteticista oficial. 3 4.2.4. Instituto Provincial de Sanidad, construido por el Mando - - 0 Económico mediante la suma de 1.939.410,37 pesetas. m E Este edificio corresponde al estilo oficial. Emplazado en un solar O próximo al Gobierno Militar de Las Palmas, constituye un claro ex- - ponente de la edificación oficial. El estilo buscado para esta cons- -E trucción es el Neoclásico, en nuestra opinión, no tanto por la influen- a 2 cia alemana (así se expresa en arquitectura el 111 Reich), cuanto por n una proximidad al Gobierno Militar, y una tradición en igual sentido 0 en las edificaciones oficiales insulares. O3 En realidad, este edificio fue llevado a cabo, con una orientación ,-lmrn:,-l:am--..+-,.- m+..--m- -.--m 1- ---1:---:x- a-1 -.d m- -.:- -..- U G w u l u a u i c u L c L a D uC LIDC~ U, C Uld IG~ I I L ~ L IUI IU CI UYCLLU DC V I ~YI c-sidida por la idea de una uniformidad en relación a las edificaciones oficiales precedentes, sobre todo, las de índole militar y gubernativa. La causa de este hecho viene dada por la propia función del edi-ficio. Ya hemos visto cómo las formas que invisten al edificio de la Cruz Roja son las del estilo Neocanario. En este caso, las funciones del edificio no suponen una vinculación directa con el concepto de gobierno central que es el caso del edificio correspondiente al orga-nismo sanitario de tipo burocrático que es el Instituto Provincial de Sanidad. El estilo Neoclásico, tal y como es leído en este edificio, no hace suponer un propósito de creatividad, aún dentro de los presupuestos de la iniciativa oficial. La uniformidad con respecto a las edificacio-nes citadas, hace pensar en un camuflaje atemporal, justificado en la historia y muy del gusto, por otra parte de la actividad construc-tora de la época. La descripción del edificio, se hace casi innecesaria, por las cir-cunstancias que comentamos. Hablar de un uso de la mampostería en muros, piedra vista en marcos de ventanas y puertas, enlucido blanco de las paredes en contraste con la tonalidad oscura de la piedra, en la que es muy rica la isla, es hablar de formas que son observables en los núcleos de arquitectura tradicional de la isla. Esta búsqueda de la historia como compromiso político con unas formas es hasta cierto punto gratuita, pues está lejos de las fantasías 2 descriptivas y teatrales de conjuntos tales como la Plaza de España N E en Santa Cruz de Tenerife, máximo exponente en el Archipiélago O de la denominada por Cirici Pellicer ((arquitectura azul)). n-= Iniciativas de este tipo, son constatables en calidad de proyecto m O E en el Ayuntamiento de Las Palmas en su Archivo. En la colección E 2 documental se encuentran expedientes tales como los de construc- E ción de un monumento conmemorativo de la partida del Generalí- = simo en los puertos de Las Palmas y de La Luz. Aparte de este, exis- 3 te un proyecto de construcción de Cruz a los Caídos, de caracterís- - - 0 ticas similares a las recogidas por el monumento tinerfeño. Este m E Último caso aparece conectado con el concepto de ((Ornato público^, O ya comentado, pues el proyecto preveía su ubicación en los comien-zos de los jardines del Hotel Santa Catalina, entendiendo que este n -E espacio era lo suficientemente significativo en la historia de la ciu- a dad, y reunía las condiciones de visibilidad requeridas por este tipo 2 n de monumentos. 0 5. Obras de enseñanza. 3 O 5.1. Grupo Escolar de 8 secciones, con vivienda para Maestros en la Barriada del ((Generalísimo Franco)), realizada con un capital de 688.456,42 pesetas. El comentario acerca de este edificio se incluyó conjuntamente al de la barriada por entender que ambas soluciones arquitectónicas constituyen una unidad. 6. Obras varias. 6.1. Hotel Santa Catalina: Construido en colaboración con el Ayuntamiento con una aportación económica de 5.262.289,OO ptas. Constituyó una auténtica reconstrucción del antiguo edificio. Ea historia de esta construcción comienza antes que la iniciativa edil del Mando Económico hiciera su aparición. El perfil de esta cons-trucción se recortaba en la costa de la capital grancanaria desde co-mienzos de siglo, y constituía el principal establecimiento hotelero de la isla en los tiempos de un claro predominio turístico inglés. Los solares fueron adquiridos por el Ayuntamiento a Mr. Wood, en zona próxima a la ermita de Santa Catalina ". El empleo predominante de maderas en su erección, originó un deterioro progresivo, que hizo deseable en la postguerra una remo-delación completa del edificio, respetando la idea original del pro-yecto, pero ampliado en cuanto a su capacidadz5. El proyecto origi-nal consistía en una construcción de planta de ele, con dos cuerpos de torre poligonales, que significaban el tránsito de la fachada recta m 0" a los brazos oblicuos laterales. La obra del Mando Económico con- E sistió en el refuerzo de las estructuras, y en un completo remodelado O de los interiores, que afectó no sólo al gran hall de entrada, recu- n-- m bierto con mármoles, sino también al enriquecimiento decorativo del O E gran comedor de uso habitual, con pinturas de Arencibia, y una ins- E 2 talación de mobiliario con una diversificación tal que cada habitación -e del hotel presenta una tipología de mueble diferente, realizada por artesanos de la isla 26. 3 - La importancia que se concedió a este edificio en cuanto a zona - 0 m significativa de la ciudad, ya es constatable desde el año 1938, en E que se solicita por la Corporación Municipal mediante un anuncio en O prensa la colaboración de los facultativos isleños para la erección de g n un Monumento a los Caídos, que debía emplazarse en la montaña de -E Wood, sobre el Parque de Doramas. a 2 n 6.2. Mercado de Las Palmas: Acondicionado mediante la ins- n n talación de nuevos frigoríficos, por un valor de 600.000 pesetas. 3 6.3. Ampliación del edificio del Museo Canario ". O 24. Datos tomados en ALMEIDAC ABRERAP,e dro: Museo de Ndstor (Catdlogo], Excma. Mancomunidad de Cabildos de Las Palmas, Plan Cultural. Las Palmas, 1976, p. 6. 25. Información oral de D. Miguel Nlartin Fernández de ia Torre. 26. Vhse CAPITANG~EAN ERADLE CANARIASM:e moria. De la labor realizada por este organismo durante el perz'odo de m funcionamiento, Santa Cruz de Tenenfe, 1946, p. 75. 27. Esta ampliación no figura en la memona del Mando Económico, pero es fácil-mente comprobable en la placa que figura en dicho edificio. INTERVENCIONES : Carlos Pérez Reyes. Recordar la incorporación de arquitectos formados en la Baccham en e2 pseudoclasicismo alemán del ZZZ Reich, que justifica la aparición de fórmulas racionalistas subyaciendo a las impuestas por los totalitarismos. Su contraste con la vigencia de2 futuri.smo dentro del fascio italiano. En defini-tiva que el eje Madrid-Berlin funcionó con más fuerza que el de Roma-Madrid. ~ P o d ~ dt eas iúcúr el yuyd de la escultura en las obras reali-zadas bajo el Mando Económico?
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Calificación | |
Título y subtítulo | La arquitectura del Mando Económico en la ciudad de Las Palmas |
Autor principal | Navarro Segura, María Isabel |
Publicación fuente | III Coloquio de historia canario - americano |
Numeración | Coloquio 03. Tomo 2 |
Tipo de documento | Congreso y conferencia |
Lugar de publicación | Las Palmas de Gran Canaria |
Editorial | Mancomunidad de Cabildos |
Fecha | 1978 |
Páginas | p. 360-381 |
Materias | Congresos ; Historia ; Canarias ; América |
Notas | Coordinación y prólogo de Francisco Morales Padrón |
Copyright | http://biblioteca.ulpgc.es/avisomdc |
Formato digital | |
Tamaño de archivo | 1318910 Bytes |
Texto | ARQUITECTURA DEL MANDO ECONOMICO EN LA CIUDAD DE LAS PALMAS Esta ponencia constituye uno de los capítulos de nuestra Me-moria de Licenciatura por la Universidad de San Fernando de La Laguna, con el título de ((Arquitectura del Mando Económico en las Islas Canarias (1941-46))). No obstante, intentaremos desvestir el tn-3 nn ~ r i o n t n q cii t r s t ~ m ; a n t n An A n r t n c .~cnnntnc mn+nAnlXn;- L b I I I U ) bu bUCIIIIiV U DU L I L I L U U I I b I I C V , Ub b I b I L V D U D p b b L U O IIIbLVUVIU61- m cos que restarían claridad expositiva al mismo. D E Esbozaremos una breve historia del organismo propulsor de las O obras estudiadas, el área de sus competencias, su significado, y, en n - = concreto, su actuación en el terreno arquitectónico. En el aspecto m O E concreto de las edificaciones realizadas, intentaremos desentrañar su E significado, los precedentes, si los hubo, y toda la problemática con- 2 E cerniente a ellos l. = 3 1. Breve historia del Mando Econámico. Para la realización de -- e la misma, y habida cuenta de la inexistencia de fuentes, utilizaremos m E la Memoria editada por la propia Capitanía General de Canarias, en O 1946, y los datos publicados periódicamente en los diarios locales (preferentemente el diario tinerfeño «La Tarden). n E La peculiar naturaleza del organismo denominado «Mando Eco- - a nómico de Canariasu, es perceptible desde el momento de su crea- 2 n ción y se materializa posteriormente durante el período de su actua- n 0 ción con diversos cambios, no siempre justificados. 3 Los motivos de la creación de este organismo, vienen dados, casi O a modo de justificación en la Memoria citada: ((El gobierno atento a los problemas nacionales y a la vista de las posibles complicacio-nes que la contienda mundial pudiera originar, tomando en consi-deración el aislamiento y la lejanía del Archipiélago Canario, con-sideró necesario reunir en la mano del Capitán General la dirección de su Economía, al igual que el mando de todas las fuerzas de los tres Ejércitos de Tierra, Mar y Aire. 1. Quiero hacer constar mi agradecimiento personal a D. Manuel Rodríguez Acosta, Archivero Jefe del Excmo. Ayuntamiento de Las Palmas, por la inestimable ayuda prestada por 61 en todo momento. De esta manera y por tales consideraciones y necesidades, fue creado el Mando Económico del Archipiélago, por Decreto Presi-dencial del 5 de agosto de 1941)) 2. En este «avance de principios)), se manifiesta claramente y ante todo, el problema planteado por esa ((lejanía)) de las islas, lejanía que en esos momentos constituía una circunstancia peligrosa debido a la amenaza de ciertas ofensivas vinculadas a la Segunda Guerra Mundial. En este sentido, no hay que olvidar la normativa dirigida a los ayuntamientos, y en concreto, al de la ciudad de Las Palmas, conducente a la obligación de instalar refugios antiaéreos en los edificios de nueva construcción, así como a la construcción de los mismos en edificios en que se realizaran reformas a partir de la en-trada en vigor de la citada normativa 3. Este clima de tensión, percibido sobre todo en el área militar, lleva incluso a encargar a la Oficina Técnica del Ayuntamiento, la I realización de un plano de la capital, con expresión en el mismo de los puestos militares de defensa antiaérea n - Es de todos conocida la ingente labor constructora5 en el ám- E bit0 militar en este período, en lo referente a defensa de costas sobre todo. Aún son visibles hoy las pequeñas edificaciones de los bún- 2 E keres como huella de las preocupaciones defensivas del momento que analizamos. Debido entonces a esta ingente labor constructora, se 5 hacía necesaria la realización de un inventario de existencias de cara % a una posible defensa antiaérea. Fue frecuente observar en las islas el vuelo de flotas aéreas inglesas, y, en algunos casos, el aviso de las baterías de costa a aquellas, de la existencia de una cierta de-fensa insular (según información oral). n E Toda esta actividad, desconocida hasta entonces en el ámbito ca- - a nario, llevó a la unificación de los tres ejércitos bajo el único y ex- 2 n clusivo mando del Capitán General del Archipiélago. n n Resulta pues evidente, el primero de los motivos de la creación $ de este organismo, y su naturaleza eminentemente militar. Esta pe- " culiaridad puede resultar obvia, debido a las competencias que se ie atribuyeron en ei terreno dei-ensivo. Pero, no fue ésta el área ex-clusiva de actuación del Mando Económico. Volviendo de nuevo a la Memoria citada anteriormente, y en el 2. CAPITANÍGAE SERALD E C.ISARIAS: Sfemoria. De In labor realizada por este ovganismo dwa n t e el periodo de SU f z~n~ioi zaw~i e~Staon, ta Cruz de Tenerife, 1946, p. 9. 3, Arci1ivo Muriicipa~ & Las Legajoio "ujj4, 4. Archivo Municipal de Las Palmas. Legajo 160/5. 5. Emplearemos frecuentemente el término 'constructora', frente a 'constructiva', por entender que este último constituye un eufemismo. párrafo mencionado, se hablaba de una labor de dirección de la eco-nomía. Como el propio texto indica, incluso en la forma (la palabra «economía» viene expresada con mayúscula), las competencias en este campo se entendían en su sentido más amplio. Es por ello que conviene explicar cómo se materializó esta actuación. Partiendo de la realidad existente en el Archipiélago, es fácil recordar en términos tales como escasez o carencia de los artículos más necesarios, las circunstancias que vivieron los habitantes de las islas, no ajenas sin embargo a los de la órbita nacional, pero sí es-peciales. Especial había sido el régimen económico de las islas, y centrado en parte en el régimen de franquicia de sus puertos. No hay que olvidar la atención constante de que son objeto las obras del Puerto de La Luz. La situación privilegiada de la preguerra, con el comienzo en la postguerra española del conflicto mundial y las m D consecuencias de la postura autárquica del país, motivan una cierta E paralización del tráfico portuario. De este modo, se lee en la misma O n Memoria: ((Así, pues, no podía excluirse la posibilidad de que este - =m grupo de islas hubiese tenido que bastarse a sí mismo)) 6. O E E Teniendo en cuenta las circunstancias expresadas, el cierre eco- s E nómico obligó a aprovechar al máximo las posibilidades insulares, y = dentro de este aprovechamiento entraba la distribución de produc- 3 tos de toda índole, y su posterior colocación mediante el sistema de -- racionamiento. Nadie que haya vivido estos años olvidará las largas 0m E colas ante ciertos establecimientos localizados de las zonas urbanas O sobre todo. Así, según expresión de J. Vicens Vives: «Jamás las cifras estadísticas, a pesar de reflejar el descenso de la agricultura y n E la ganadería, hablarán de los sacrificios impuestos a las poblacio- - a nes urbanas por el déficit crónico en los abastecimientos. Más que nl un capítulo de historia económica, esto es un trozo vivo de la his- n 0 toria social de la época)) '. 3 Con respecto a los problemas de distribución interior de los O productos, la inexistencia de una red viaria importante, la carencia de medios de transporte mecánicos, y, en general, la desarticulación de los mercados, motivaron la creación de la denominada ((Comisa-ría General de Abastecimientos y Transportes)). La competencia de dicho organismo queda expresada en la problemática indicada. Pero, plantea el problema fundamental de la procedencia de los medios económicos que sustentaban al Mando Económico. Las actividades 6. 09. cit., p. 9. 7. VICENS VIVES: Histo~ia económica de España, Vicens Vives, Barcelona, 1972 (IX), p. 689. hasta ahora citadas presuponen la existencia de un nutrido número de personal a su cargo y un contingente considerable de gastos. En líneas generales, el volumen de beneficios más importante procedía de la comercialización .de los crudos refinados en la Refinería de Santa Cruz de Tenerife, y de las tarifas portuarias de los petroleros que fondeaban en los puertos insulares. Dentro de los objetivos que se propuso el Mando Económico, uno de los más espectaculares por la magnitud del problema se re-fiere a la disminución del número de parados. Las circunstancias eco-nómicas de cierre comercial, fueron la causa directa de índices de paro espectaculares. El Mando Económico de Canarias, buscó como solución al problema, la utilización de esta mano de obra en las diferentes construcciones que emprendió. nos !leva a jUsGfiCar la ac-jvi&d e&licia S de! MunzG EcG= 2 N nómico. Ciertos análisis demográficos realizados, siempre a partir E de los datos facilitados por la Dirección General de Estadística, ma- O nifiestan un fenómeno marcado de éxodo rural canalizado hacia las n - =m capitales de ambas provincias. Esto planteó un serio problema de O E carencia de viviendas en un sector de población débil económica- S£ mente, que solía buscar remedio en las ya existentes ciudadelas, que =E fueron ocupadas a modo de colmena. Así, al tiempo que para el ám-bito nacional actuó la Dirección General de Regiones Devastadas, 3 - el Mando Económico acometió para la órbita regional canaria la resolución del problema de la vivienda, así como la realización de E obras diversas. Por otra parte, con ello se pretendía absorber la O mano de obra en paro. n Por último, la existencia de tal gama de sectores de actuación, -E a determinó la elaboración de programas de trabajo; éstos, previa l consulta a los equipos municipales. n 0 Para el caso concreto del Ayuntamiento de Las Palmas, en su Archivo se encuentra un expediente, cuya intitulación reza como 3 O sigue: ((Informe que rinde el Excmo. Ayuntamiento de Las Palmas a, c,,, P ,,,, :, "A,, ,+,+,;A, -1 :,a;n, a, nri"r+:A,nr rAhrm UG ulau ballalla, LVIIIU b u l l L c u L a b l u u al IILUILG UG LUGJLIVIIC.~ 3VUIG necesidades de la provincia en la inmediata postguerra, planteado por el Excmo. Sr. Capitán General Jefe del Mando Económico en 5 de octubre de 1944)) '. S. Empleamos el término de 'edilicia' siguiendo a Bruno Zevi, en su apreciaci6n de que ésta, la 'edilicia', se agota en la representación del espacio, mientras que la araui~ecrura opera con éi sometiéndoio a mii formas. ZEVI, Bruno: Ayquiieciu~a in ~ & e ,A guilar; Madrid, 1969, pp. 60-63. 9. Archivo Municipal de Las Pal.mas. Legajo 170/19. Una transcripción completa de este documento podrá encontrarse en nuestra Memoria de Licenciatura. Debido a la importancia clarificadora de este documento, inten-taremos resumir brevemente su contenido, ya que en él se recogen los aspectos considerados como vitales, dentro de la problemática vivida por Las Palmas. El cuestionario se refería a aspectos de índole económica en ge-neral, algunos de ellos ajenos al área de actuación de las corporacio-nes municipales, y así lo hacen saber en su respuesta al mismo. Los aspectos tratados en síntesis son: Problemas viarios de ámbito urbano relacionados con los problemas de tráfico; inexistencia de comunicaciones eficaces con barrios capitalinos tales como Tafira, Tamaraceite y Tenoya, Guanarteme, Marzagán, por pertenecer estas vías al monopolio estatal; solicitud de inserción de la isla de Gran Canaria en las rutas aéreas del Atlántico, para lo que se haría nece-saria una mejora de la infraestructura del existente Aeropuerto de Gando, al mismo tiempo que se solicita la creación de un Aeropuer-to más próximo a la capital; acondicionamiento del Puerto de La Luz, considerado el ((verdadero pulmón» de la economía de la isla. Por ello, se solicita el reconocimiento de la situación de franquicia 'O, vigente en la preguerra, como única salida para la reconstrucción de la economía. Con respecto al problema agrícola, la Corporación mantiene pun-tos de vista asombrosos, pronunciándose por una conservación de los productos existentes, contrariamente a la propuesta de diversi-ficación de cultivos de cara a conseguir el autoabastecimiento so-ñado en las islas. El tema del agua, constante preocupación insular, es analizado desde el punto de vista de toda canalización posible a la capital, de cara a cubrir la serie de necesidades que el incremento de población planteaba, todo ello concerniente a las aguas residuales. En lo refe-rente al problema hidráulico, el Ayuntamiento propone la realiza-ción de una Ley de aguas para Canarias, imprescindible para su re-solución, debido a las peculiaridades insalvables mediante la ley vi-gente, pero respetando la vieja formuia de ias Heredades de aguas. Con respecto al tema de Instrucción Pública, se limita a consta-tar el hecho de la ausencia de centros escolares, centros de forma-ción profesional, y tribunales de oposición para los distintos cuer-pos de la administración del Estado. El apartado referente a fomento del turismo, está directamente reladcnriri~c m e! pr~h!emi i rqci tectSni~j~7 ,~ G eI!!~ merece rices-tra atención. 10. Ley de Bravo Murilio. Primeramente se cita la especial atención que para el Ayunta-miento suponen los aspectos de hermoseamiento y saneamiento. Por otra parte, se expresa la preocupación por resolver los problemas del transporte urbano. Igualmente, se refiere al deseo de la Corporación de poner en funcionamiento el Hotel Santa Catalina, de su pro-piedad, en colaboración con el Patronato Nacional de Turismo. Por último, se menciona la actividad municipal en el caso concreto de la apertura de nuevas vías de descongestión, tales como el denomi-nado ((último tramo del Paseo de Chiln y «la gran vía de enlace entre la carretera del Puerto y la nueva carretera en construcción a BaÍiaderos», así como las mejoras en alumbrado público. A continuación, en los últimos apartados del cuestionario, se ex-presa la seguridad de que el Ayuntamiento capitalino ha realizado hasta el monento cm eficiente labor de prvime~tuciSn, a!cuntari= Ilado, el alumbrado pGblico, recogida de basuras, etc. Es particularmente interesante el apartado signado con la letra «o», referido al supuesto derecho de todo Ayuntamiento a su auto-nomía. La Corporación se pronuncia en la siguiente manera: uen-tendemos que son otros Organismos y Entidades los llamados a dar opiniones con perfecto conocimiento de causa. La vigente Ley Mu-nicipal y también, al parecer, la que próximamente se promulgará, sanciona la perfecta autonomía municipal, que ha de ser plenamente lograda en circunstancias de vida normal y usual desenvolvimiento económico D. Por último, el apartado final, se refiere a la posibilidad de un con- " cierto económico con el Estado, y en este sentido, el Ayuntamiento n se declara incapacitado para opinar. E a Hasta aquí, la exposición referente a los aspectos funcionales del n Mando Económico. n n 1.1. Significado del Mundo Económico. La explicación del pre- 3 O sente tema, nos vendrá dada en su mayoría por los comentarios re-cogidos en prensa, teniendo presentes siempre las pecuiiaridades y condicionantes que en el período de postguerra afectan a los medios informativos. Por otra parte, y como medio complementario, hemos utilizado la información oral, siempre buscando la más amplia gama de pareceres. Comenzaremos por significar aquí la importancia que para la com-prensi6n & estor aspectos de ~ p i ~ t ichv ~ 12 actividad rnnctriictnra de este organismo. No puede entenderse la significación de la labor edilicia de este período sin analizar la propia historia del Mando Económico, así como ésta es vital para la comprensión de la pri-mera. Ya se ha citado la fecha de creación del Mando Económico, en 5 de agosto de 1941. En las fuentes utilizadas (diario tinerfeño «La Tarde))), no se recoge mención alguna de tal hecho. Es a partir del día 3 de diciembre de 1941 que comienza a hacer acto de presencia la primera autoridad militar, en calidad de Jefe del Mando Econó-mico del Archipiélago. A partir de entonces, hemos constatado el protagonismo creciente de la labor del organismo, siempre vinculado a la persona que ostentaba la jefatura. En la Memoria ya comentada, se encuentra una relación com-pleta de todas aquellas personas vinculadas al Mando Económico, pero el análisis detallado de sus competencias y vinculaciones, ex- ,, cede al objetivo del presente trabajo. En esta relación, destacan pre- - ferentemente, y según el carácter jerárquico de su naturaleza, las E figuras, en orden cronológico, de los siguientes jefes: Don Ricardo O n Serrador Santés (del día 5-8-41 al 22-1-43), don Eugenio Sanz de - m O Larín (de 22-1-43 al 26-3-43), y don Francisco García-Escámez e EE Iniesta (del día 26-3-43 al 7-2-46). S E El mandato del Capitán General Serrador, supuso la puesta en - marcha un poco a ciegas, del amplio volumen de acciones ya expre- 3 sadas. Todo ello motivó un mayor acercamiento a la problemática -- de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, y en concreto a su capi- 0 m E tal, por otra parte, sede de Capitanía. De todas formas, es patente O la peculiaridad de confundir al organismo con su cabeza visible, de modo muy similar a como acontece en las hazañas militares. n Un hecho clarificador constituye la denominación de un espacio arquitectónico de gran significado urbano: El puente sobre el barran-co de Santos, que conduce al Mercado capitalino en Santa Cruz de Tenerife. En sus extremos contiene dos leones, en conmemoración de la batalla del Alto de los leones, debida al Capitán General Serra-dnr, qiue da nnmhre d puentee El mencionado mercado, recibió la denominación de ((Mercado de Nuestra Señora de Africa)), según la onomástica de la esposa de dicho Jefe del Mando Económico. Por otra parte, y vinculado a una práctica generalizada a nivel nacional, se constata el hecho de que cada inauguración, viaje, o iniciativa del Jefe de la jurisdicción militar constituía un hecho so-cial, y más que un hecho, un rito de masas. En el caso concreto (ya posterior) de la inauguración del Monumento a los Caídos en Santa Cruz de Tenerife, se llegó al extremo de publicar en los diarios lo-cales, un croquis del monumento en cuestión, con expresión en el mismo de los espacios reservados a cada una de las jerarquías so-ciales. Por último, y dentro de esta importancia social de la figura del Jefe del Mando Económico, con motivo de la muerte del Capitán General Serrador, el eco en la prensa, los actos sociales de sepelio y honras fúnebres en honor del mismo, e incluso el recuerdo de sus aniversarios formaban parte de este ritual que comentamos ll. La figura del Capitán General Sanz de Larín, como se podrá su-poner por la referencia cronológica citada constituyó exclusivamen-te una figura accidental, que durante tres meses, y hasta el nombra-miento de don Francisco García-Escámez e Iniesta figuró al frente del Mando Económico. Es García-Escámez la figura más conocida en ámbitos populares, la personalidad recordada, en muchos casos casi como figura exclu-siva en la dirección del Organismo que comentamos. Esto tiene una serie de causas, algunas de mayor consistencia que otras. Al adve-nimiento de García-Escámez, muchos de los problemas procedentes de la organización burocrática del Organismo estaban resueltas, así como encauzadas muchas obras. Por otra parte, y paulatinamente, las distintas actuaciones del Mando Económico, eran objeto de cre-ciente interés, de tal forma que en la prensa, se hacía constar dia-riamente y de un modo en ocasiones reiterativo las excelencias de la entidad mediante la forma ya explicada de absorción de sus fun-ciones en su jefe. Finalmente, la mayoría de las obras empezadas, vieron la luz durante su mandato, y tanto en aquellas que fueron realizadas de nueva planta, como en las que se efectuaron reformas o se aportaron fondos, figura una placa recordatoria bajo su nombre. Aparte de estas circunstancias, y en justicia, hay que recordar que fue durante su mandato cuando se comenzó a atender realmente a los problemas y construcciones en las restantes islas del Archipié-lago. No sólo se vieron afectadas por esta atención las islas meno-res de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, sino también, la to-talidad de las islas de la provincia vecina. La. causa de este hecho, tal vez podría encontrarse en la ostentación por parte de García- Escámez del cargo de Gobernador Militar de dicha provincia, sien-do Capitán General de Canarias don Ricardo Serrador. La historia del Mando Económico finaliza con la exposición con-memorativa de su labor en el terreno arquitectónico en el Círculo de Bellas Artes, en Santa Cruz de Tenerife, el 7 de febrero de 1946. 11. Ko incluiremos en este trabajo un desglose de los diferentes artículos de penó-dicos utilizados, por considerar que excedería a las necesidades del mismo. En síntesis, hemos esbozado hasta aquí, las peculiaridades de un organismo de naturaleza militar, pero cuyas competencias y realiza-ciones en la órbita civil fueron, se podría decir, ilimitadas. De todas las actividades llevadas a cabo, la que siempre ha es-tado presente en la mente y el recuerdo popular ha sido la labor arquitectónica. Ya comentamos anteriormente la importancia que revestían desde el punto de vista social las realizaciones, y su eco en la prensa. A continuación contemplaremos las causas de este hecho, pero, en principio, resaltaremos la idea que resume la pro-blemática. Es evidente, que con las circunstancias económicas ya citadas, se hacía necesario justificar ante el pueblo la importancia de una labor que hubiera sido difícil explicar. Es de sobra sabido que el momento que analizamos constituyó un claro exponente de m «estado de excepción burgués)), sostenido en el momento por la D E sustitución de la economía planificada, por un tipo de «economía de guerran. En tales circunstancias, y debido al sistema de propaganda O n - propio del momento, era más fácil sustituir una idea por una imagen, =m O imagen que venía facilitada por la arquitectura. Solo de este modo E E es posible entender el tremendo lujo y aparato escénico que supuso 2 E la construcción del Monumento a los Caídos en Santa Cruz de Te- = nerife. En lo referente a las obras de tipo benéfico, barriadas obre- = ras, etc., aparte de la labor social más o menos eficiente perseguida - - 0 con su realización, se traduce el enorme efecto de pantalla que su- m E puso esta actividad, más simbólica que resolutoria de necesidades. O Como última expresión de la complejidad del tema que plantea- n mos, el de la Historia del Mando Económico, y en concreto, en es- -£ tos párrafos, el de su significado en la vida insular, hemos de incluir a 2 la particularidad de que, al menos para el ámbito canario, no existe n ningún fondo documental, salvo los inventarios contenidos actual- 0 mente en Capitanía General de Canarias, referidos al trasvase de O3 mercancías. En lo referente a las obras edilicias del organismo en CEPC~~&, fic es p=sibIe !oc&zar uA-v-.-~---+u--i:"i-i r; i ira~lvdig~i f id ell d l ~ h h ü ~ militares, y en algunos casos, tampoco es posible encontrar docu-mentación en los expedientes de obra de los archivos municipales. Este hecho traduce al igual que los ya comentados, ese difícil equi-librio, y el carácter mixto que revistió desde el momento de su creación. 2. Obras realizadas por el Mando Económico en la ciudad de Las Pdmas. No sería posible entender las pecuIiaridades de la ar-quitectura que comentamos sin analizar previamente la problemá- tica arquitectónica nacional. Es por ello que comenzaremos por ana-lizarla, para a continuación atender a los aspectos específicamente insulares. 2.1. Aspectos generales de la arquitectura española del rnomen-to. La arquitectura en el ámbito nacional, pasó a adquirir una dimen-sión hasta entonces desconocida en el país. Partiendo de los aspec-tos burocráticos, el clima de libertad que caracterizó al desenvolvi-miento de los Colegios en la preguerra se vio fulminado con la vin-culación directa de los mismos al Ministerio de la Gobernación. Este hecho traduce la especial significación que para el General Franco tenía la labor constructora. Hechos tales como la devoción que re-vistió la construcción del Valle de los Caídos, de dirección personal por el entonces Caudillo de España, y su propia inclinación a la ac-tividad constructora, explican por sí mismas esta atención oficial N2 hacia el hecho edil. E Dentro del ámbito de los Colegios, hay que partir del nuevo es- o píritu de control de los mismos. Es particularmente significativa la ((depuración de arquitectos)), que afectó en desigual medida a los E profesionales colegiados, con el exilio, la pérdida temporal o defini- E 2 tiva de sus cargos, o la simple sanción económica 12. -E Desde el punto de vista de la propia actividad profesional, fue- = ron también fundamentales las disposiciones, emitidas por los Ser- - vicios Técnicos de Arquitectura de FET y de las JONS, que resu- - 0 m mían las peculiaridades de estilo con respecto a las edificaciones ofi- E ciales 13. o El concepto de estilo a partir de estas disposiciones supone de nuevo esa dirección y supervisión de «la fachada». Interesa aportar una imagen en consonancia al espíritu de la ((Revolución Nacional- l Sindicalista)). Este nuevo estilo, supone un revisionismo histórico I de las formas arquitectónicas del pasado ((Imperio españoln. Se de-sempolvan y 'sacan a la luz obsesivamente diversas formas proceden- 3 O tes, sobre todo, del Escorial. Este será el edificio considerado como patr& dn ? n ~ z n 1 1 ~oc n n ~ f r ~ ~ ~ o i n nm7n7 c~n r a t a n ~ c a nr a n r n c a n t l r de al- U- UYU-"UY bWI IY, .L L.L.,,IwllrU y&'- yI C C b I I . & U I I I I y L I Y I A I L U I guna manera el concepto de Estado. 12. Una información precisa y documentada puede encontrarse en las revistas que citamos a continuación : - POL, Francisco: La enseñanza autkquica de la avquitectura (1939-57) como autwrepioduccidn del grupo piofesional, "Arquitectura" (Madrid), n.0 199 (1976), p. 102. - DÍAZ LANGAT,o aquin: Depuracidn politico-social de aiquitectos, "Arquitectura" (Madrid), n.O 204-205 (1978). pp. 43-49. 13. En Ideas Geneiales sobre el Plan Nacional de Ordezación y Reconstwccidn (Madrid 1939) que publican los "Servicios Técnicos de F.E.T. y de las Jons, Sección de Arquitectura". Todo ello supone una vuelta atrás en los logros hasta cierto punto revolucionarios del período republicano en arquitectura. No hay que olvidar que en este momento, por un fenómeno de rechazo, todas las iniciativas culturales del período anterior son borradas y menospreciadas. En toda esta problemática incide directamente, por otra parte, la posición ideológica de España frente al conflicto bélico mundial. La identificación española con los Países del Eje en los primeros momentos, fue un hecho fundamental. Pero, el país que influyó de manera decisiva en la actividad constructora, fue Alemania. El con-cepto propagandístico y escenográfico, el derroche de espacio en las edificaciones oficiales, el rescate de los valores patrios, y en su-ma, ei papei predominante de ia arquitectura frente a ios restantes ,, modos de expresión artísticos, se debe a la influencia alemana. Por D otra parte, los contactos entre ambos países, fueron hasta cierto E punto estrechos, y se manifiestan en hechos tales como la permisi- O n bilidad de distribución de propaganda nazi, los comentarios triun- - m O falistas de la prensa española acerca de las ofensivas alemanas, las EE exposiciones de arquitectos y artistas alemanes en nuestro país, etc. 14. S E Pero, aparte de esta preocupación por el estilo nacional oficial, - y debido a esta dirección de la iniciativa edil, se concibió una dico- 3 tomía estilística determinada, no tanto por la función del edificio O-- como por la imagen que se prendía dar con el mismo. Así, por una m E parte, la edificación singular de obras representativas se ajustaría al O estilo «imperials, y por otra parte, aquellas construcciones destina-das a uso del pueblo, sea cual fuera su función, debía vestirse de la n E forma regional. Este fenómeno es particularmente significativo, pues - a se pueden constatar en el período republicano ciertas tendencias ge- 2 n neralizadas de revisionismo regional, pero, en ambos casos, el mo- n n tivo es diametralmente opuesto. Para el caso republicano, la región 3 constituía un concepto histórico de autonomía a rescatar mediante O la Constitución, mientras que en el período que analizamos, por el mecanismo citado de sustitución de la razón por la fantasía, los anhelos autonomistas son sofocados por un concepto de la región basado en sus formas folklóricas (recuédese la labor realizada por la Sección de Coros y Danzas). Desde el punto de vista de la infraestructura económica, en 10 referente a los aspectos constructivos, un determinante considerable 14. El estado actual de las investigaciones en este terreno comienza a despejarse con trabajos tales como d de VIÑAS, Angel: La Alemania naz; y el 18 de Julio, Alianza Universidad, Madrid 1974. 371 del momento lo constituyó la carencia de materiales de vital impor-tancia, tales como el cemento, hierro, etc. Es cierto que esta cir-cunstancia obligó a los arquitectos a trabajar con materiales en mal estado, y a buscar soluciones nuevas para esta contingencia, pero, tal eventualidad no justifica en su totalidad las formas resultantes de la actividad en este período, sin apelar a los condicionantes pro-cedentes de la supraestructura ideológica. Hasta aquí, las condicionantes generales que rigieron en el ámbi-to nacional, y cuyas repercusiones en las obras insulares observa-remos. 2.2. CondicZonantes y caracteliísticas del panorama arquitectó-nico canario. Para el caso concreto de las islas, las circunstancias mencionadas adquirieron dimensiones de gravedad, y en muchos casos, la paralización de ciertas obras por ausencia de material 'j. En el Archivo del Ayuntamiento de Las Palmas, por ejemplo, se conserva un expediente cuya intitulación habla de ello: «Expe-diente que contiene la petición de una partida de cemento a la Dele-gación del Gobierno en la Industria del Cemento, por parte del Ayuntamiento con destino a la ampliación del Mercado)) 16. Las obras pertenecientes a la iniciativa del Mando Económico se vieron menos afectadas por esta contingencia, debido a su papel de supervisor de todas las mercancías, regulada por la Comisaría General de Abastecimientos y Transportes, a él adscrita, que dis-ponía de cupos oficiales para sus propias obras. Desde el punto de vista formal, el Mando Económico, como or-ganismo oficial rector de las obras que comentaremos a continuación, aplicó en sus edificios la dicotomía estilística que esbozamos ante-riormente. Así, nos encontraremos obras de marcado sello clásico, opuestas a claros exponentes del estilo denominado ccNeocanario» lC. 2.3. Los estilos. Las peculiaridades del denominado «estilo ofi-cial » han sido comentadas con respecto al ámbito nacional, y se dij:ical&ee lll CtSd eSCPiijCioEeS de ajücteE 2 aqUe!. Comentamos a continuación las características del estilo Neo-canario, que afectan a las restantes edificaciones del Mando Econó-mico en Las Palmas. 15. Información oral facilitada por el arquitecto tinerfeño D. Tomás Machado y Méndez Fernández de Lugo. 16. Ayuntamiento de Las Palmas. Legajo 156131. 17. Este término se u,tiEza en oposición al de "Barroco Colonial", por considerar que encierra un sentido más amplio. Véase MATÍASD ELGADOS,e bastiln: Arquitectura de la posguerra en Tenerife, "Arquitectura" (Madrid), n.O 199 (1976), pp. 51-55. El denominado estilo Neocanario, comenzó a surgir en el pen-samiento de los profesionales republicanos la a pesar de las fuertes críticas de que era objeto en ciertas publicaciones especializadas, tales como ((Gaceta de Arte», para el ámbito regional isleño. La tras-cendencia de este tema, viene corroborada por la serie de reuniones realizadas entre los arquitectos de ámbito regional, ya con posterio-ridad a la guerra española, con vistas a establecer un balance de principios 19. Los requisitos imprescindibles que debe reunir una obra perte-neciente a este estilo son, a grosso modo: En cuanto a los elementos constructivos, un empleo de la mam-postería ordinaria en la composición del muro, tabiques divisorios en panderete, cubierta de soiera de hormigón, con cámara aislante, y tejado. Los vanos, adquieren una significación determinada. La puerta principal, suele encontrarse en posición elevada con respecto a la rasante del edificio, y se asciende a ella mediante escalera sim-ple, enmarcada por un arco de influencia colonial 20. Este elemento ha determinado el que en ocasiones se denomine a este estilo me-diante el término de «colonialn. Las ventanas, a pesar de la inno-vación de la carpintería metálica, suelen ser de madera, con doble hoja y listones transversales a modo de persiana, con ornamentos a base de casetones tallados. En algunos casos, las ventanas se cubren con una moldura decorada con teja, que recibe el nombre de ((guar-dapolvo~. Otro elemento fundamental y representativo es el balcón, que en la tradición insular responde a presupuestos artesanales, pero, que en este momento, debido a la escasez de la madera y en-carecimiento de su uso, responde a modos de producción indus-triales, y en mampostería. Existieron fábricas especializadas en bal-cones de diferentes tamaños, según las necesidades de la obra en cuestión. También para la cubierta del balcón se emplea el tejado. En cuanto a los aspectos volumétricos, éstos dependen de la función del edificio. De todas formas, el edificio prototipo del estilo Neocanario es el chalet, debido a las influencias coloniales. Son las viviendas californianas las que sirven de patrón en la creación del estilo que comentamos. Es por ello que el chalet se convierte en la 18. Entendido este término exclusivamente en su acepci6n cronológica. 19. Véase "Revista Nacional de Arquitectura" (Número extraordinario dedicado a Canarias), (Madrid) n.0 140-141. 20. El término "colonial" se entiende en el sentido de que las características que presentan las edificaciones californianas son importadas de las que presentaban las construcciones españolas en las colonias. aspiración de la oligarquía insular, y se instala a lo largo de las principales arterias urbanas, y en las zonas de veraneo agrarias. El chalet se presenta en sus aspectos volumétricos como un he-cho diferenciado, por su emplazamiento cercado, el eje simétrico de su entrada, y el jardín indispensable. La entrada señalada por el arco colonial en altura, y sobre todo, por la existencia de un cuerpo de torre con cubierta igualmente de tejado, ubicada en posición asi-métrica con respecto a la portada principal. La utilización de este estilo sin embargo, no se ciñó exclusiva-mente a la tipología del chalet, sino que afectó a diversos tipos de construcción. Uno de los más usuales es el del bloque de viviendas, normalmente vinculado a una barriada de iniciativa oficial. En este caso, el estilo que comentamos, evidencia las peculiaridades de un ..--- L..-:--- 2 - 1 -..-1 - -. 2- : L -.--: - J:J- 1-- --..--A.-- uuu ~ U U > I V UU ~ SI U ~ Ny ut: uria irripurcaricia curiceulua a lus aspecrus 2 N formales de los exteriores. Es el caso de las fachadas-pantalla, muy usual en la construcción de la época. O n 2.4. Labor del Mando Económico en Las Palmas. El presente tema, carecería de sentido a no ser que se entienda en relación con la restante labor del organismo en el Archipiélago, ya que conside-ramos que la labor del Mando Económico en la ciudad de Las Pal-mas no fue lo suficientemente amplia como para que en ella se tra-duzcan en su totalidad las características que afectan a sus cons-trucciones. Es decir, hay una labor edilicia específica del Mando Económico en ca,da isla, en virtud de la orientación de la misma, pero, sobre todo, en cuanto a su volumen numérico. En este sentido, comenzaremos por afirmar que el número total de edificaciones apa-rece claramente desigual, en primer lugar, entre ambas provincias 21, con una superioridad manifiesta de la provincia de Santa Cruz de Tenerife; en segundo lugar, entre las islas mayores y menores de cada provincia; y, por último, dentro de las islas, por un marcado protagonismo de los núcleos capitalinos. La justificacihn de tal afirma-cjhn viene do& por -1 estudio pre-viamente realizado por nosotros de la totalidad de la actividad del Mando Económico, y es comprobable con un simple recuento de obras, en la relación que incluimos a continuación. Por otra parte, ya se ha comentado aquí la desatención de que fue objeto la provin- 21. Sabemos que se pretendió durante el mandato de García-Esdmez, paliar las quejas procedentes de las rivalidades de ambas provincias, con hechos tales como un.. ampliación del número de camas del Hotel Santa Catalina, hasta igualar en número al Hotel Mencey tinerfeño. (Información oral de D. Miguel Martín Femández de la Torre). cia oriental durante el primer período de actuación del organismo que estudiamos. Será a partir de la intervención del Capitán Gene-ral García-Escámez que la labor en la provincia oriental se intensi-fica. Es también entonces cuando se hacen frecuentes las visitas del Jefe del Mando Económico a las islas de la provincia vecina, y cuan-do se solicita de los distintos Ayuntamientos la respuesta a un cues-tionario de temas de interés local emitido por el Mando Económico como el que antes comentábamos para el Ayuntamiento de Las Pal-mas, que aparece fechado en 30 de octubre de 1944, cuando e1 or-ganismo llevaba en vigor ya tres años La labor arquitectónica llevada a cabo por el Mando Económico en Las Palmas se puede dividir en tres capítulos, según la clasifica-ción que aparece en los Anuarios Estadísticos del momento: Obras nuevas, de reforma y de conclusión. Aparte de esta clasificac~on, aportaremos la relación completa de la labor del Mando Económico en Las Palmas, relación en que se incluirán obras no directamente vinculadas al terreno arquitectónico. La clasificación de las mismas según la mencionada fuente estadística será como sigue: Obras hidráulicas, públicas, sociales, de beneficencia, y de enseñanza. Dentro de estos márgenes se distinguirá a su vez entre las obras realizadas según el ((estilo oficialn y los que obedecen al estilo Neo-canario. Facilitamos a continuación la relación de obras en las que se destacará exclusivamente las edificaciones que respondan a la ini-ciativa del Mando Económico desde su fase de proyecto, es decir, las obras de nueva planta. 1. Obrm hidráulicas: Depósito de 50.000 m3 para el abasteci-miento de Las Palmas, por valor de 2.500.000 pesetas, completando el Ayuntamiento en igual cantidad. 2. Obras públicas: En este terreno, no se realizó ninguna obra, ya que, según el propio informe de la Corporación Municipal, la ca-pital se hahh visto aten,&d:, en este sentido hst:, -1 mnmento* 3. Obrm sociales: En este orden de cosas cabe incluir la reali-zación de dos barriadas, denominadas ((obrerasr, por el destino so-cial a que iban dirigidas. 3.1. Barriada del Generalisirno Franco, con un total de 176 vi-viendas, Grupo Escolar de 8 secciones, con casas para Maestros, 22. Para una comparación en este sentido véase CAPITANÍGAE TERALD E CANARIAS: !Memoria. De la labw realizada pw este organismo durante el pedodo de su funciona-miento, Santa Cruz de Tenerife, 1946. 375 Mercado y Comercio. La aportación económica ascendió a 7.087.702 pesetas. Al Ayuntamiento se debieron los solares y obras de urba-nización. Esta barriada, responde a la aplicación del estilo Neocanario al módulo volumétrico del bloque, que citábamos anteriormente. Ubicada en lugar preferente en los comienzos de la denominada «ciudad alta)), constituye un tipo de conjunto similar al tinerfeño que recibe su nombre del Capitán General García-Escámez. En este ca-so, se concibe la barriada como un núcleo autónomo, dotado de to-dos los servicios imprescindibles, tales como Mercado, comercios, iglesia, y Grupo Escolar. Esta circunstancia, viene explicada por mo-tivos ideológicos y a modo siempre de justificación, en la propia Me-moria del Mando Económico, en que se recoge el siguiente párrafo: «...con alojamientos para los maestros y sacerdotes. ?ara que la con- 2 vivencia de éstos contribuyese a la mejor formación moral de sus N E habitantess. o Es este un documento de primer orden para comprender la da- n-- m bor socialn, tal y como era concebida en estos momentos. Las «ba- o E rriadas obrerass, eran entendidas como un medio de diferenciar geo- E 2 gráficamente una clase social. En la mayoría de los casos, de segre- -E garla aún más. Por otra parte, el estimar necesario el que maestros y sacerdotes, con su proximidad física contribuyan a la formación 3 moral de los futuros usuarios de estas barriadas, hace suponer la consideración en que eran tenidos. Y, por último, la proyección en E el tiempo nos permite afirmar que esta segregación real de las ba- o rriadas, lejos de contribuir a una mejora social, constituye una baza n desde e1 punto de vista del control policial, para que sea fácilmente -E detectable una zona de ((peligrosidad socialn, al mismo tiempo que a 2 contribuye a crear un auténtico clima de adelincuencia juvenils, etc., n debido al desarraigo de unas clases sociales auténticamente margi- n nadas. 3 O En el caso concreto de la Barriada del ((Generalísimo Franco)), se detecta un fenómeno, de difícil explicación: Los usuarios de los bloques de viviendas que figuraban en el momento de la entrega de la barriada, actualmente no se hallan en posesión de las mismas23. Las viviendas de esta barriada, se organizan en ejes longitudina-les, que sirven de marco a la fachada del Grupo Escolar. En el caso que comentamos, la construcción de viviendas para obreros estuvo orientada con no usual lujo. Se concibió dos tipos de edificios, uno 23. Hechos tales wmo los que comentamos evidencian la necesidad de estudios serios de índole económica e hist6rica acerca del Mando Económico. de tipo unifamiliar con dos plantas; y otro para alojar un máximo de dos familias. Es por ello que las características formales de estas viviendas se asemejan a las del tipo chalet descrito. Pero, queremos señalar en estos bloques de viviendas, una pecu-liaridad formal significativa. Al hablar de los aspectos volumétricos del estilo ((Neocanarion, destacábamos, entre otros, elementos co-rrespondientes al emplazamiento, e individualización de los inmue-bles, mediante el jardín, el cerco, el pasillo, la portada señalada, y sobre todo, el cuerpo de torre, que se yergue asimétricamente con respecto a la portada principal. Estos elementos son aplicados más modestamente en el caso de la barriada que comentamos. Existe en ellas el jardín, y el exiguo cercado, pero, el espacio más significativo del jardín que se ciñe alrededor del chalet, y se extiende hasta la ,, cerca que sirve de perímetro individualizador de la vivienda burgue- D sa, aquí ha desaparecido. Las viviendas se unen unas a otras, con- E tando exclusivamente con el pequeño jardín delantero, auténtico O n - remedo del espacio que describíamos para el chalet. Por otra parte, =m O se localiza igualmente en la entrada, el arco que en el chalet enmar- EE ca en altura la portada, pero, al igual, que en el caso del jardín, S E constituye una caricatura, ya que el auténtico significado del arco, = enlazaba con la escalera como elemento ascensional conectado con 3 el cuerpo de la torre. Este desaparece igualmente, y tan sólo se con- -- serva la cubierta de teja. 0m E Con respecto al Grupo Escolar adscrito a la Barriada, aparece O cargado con una significación especial. Dos pabellones simétricos, de enorme sencillez compositiva, se vinculan mediante un cuerpo n E central prismático de elevadas proporciones, rematado mediante un - a ridículo cuerpo de tejado, y que sirve de soporte al mástil, al mismo 2 n tiempo que contiene en su frente una placa alusiva a la procedencia n 0 de la iniciativa constructora. En el interior de esta fachada se en- = cuentran los patios de recreo, en torno a los cuales se disponen los O pabellones mencionados. La significación especial de la que hablábamos con respecto a este grupo escolar, se refiere a esta disposición de la fachada, pero, sobre todo, a la relación del edificio con las viviendas, que a modo de calle se disponen enmarcando a aquel. El sentido de la simetría, y esta vinculación simbólica y espacial vienen a corroborar el sen-tido ((social)) que explicábamos antes. 3.2. Barriada de Nuestra Señora del Carmen, con 76 viviendas, por valor de 2.852.141,36 pesetas. En este caso, tanto los solares co- mo las obras de urbanización, se debieron al Ayuntamiento igual-mente. El problema planteado es diferente al que comentábamos. Esta barriada, situada en la Isleta, en solares adquiridos por el Ayunta-miento al Ramo de Guerra, se dirigió a una población de nivel so-cial ínfimo. La propia situación de los solares habla por sí misma de la marginación social de sus habitantes. Por otra parte, las condi-ciones físicas que en la actualidad presentan los dos bloques cons-truidos frente a los arrecifes rocosos y el batiente costero eviden-cian las huellas erosivas de la salinidad ambiental. Por otra parte, las viviendas proyectadas responden al sistema del bloque compac-to, de escasas perspectivas en cuanto a espacio interior se refiere, y organizado en torno a una escalera central, que sirve de eje divisorio de la simple ornamentación a base de ventanas en su traducción exterior. D E 4. Obras de beneficencia: En este capítulo se incluirán las de- - nominadas «Obras religiosas)), y las «Obras sanitarias y de benefi-cencia D. E 4.1. Obras religiosas: Todas ellas son obras en su mayoría de aportación económica, y a ello se debe su inclusión en este apartado. 4.1.1. Colegio de Marío Auxiliadora, este edificio fue ampliado y mejorado en sus servicios recibiendo una subvención de 455.555,63 pesetas. 4.1.2. Donativo a las Damas Catequisas, para construcción de un centro, ascendiendo a la cantidad de 95.187,50 pesetas. 4.1.3. Donativo a los PP. Salesianos de Las Palmas, para insta-laciones de talleres en el centro, por valor de 3.001,90 pesetas. 4.1.4. Donativo a las Religiosas Adoratrices por valor de 5.016,30 pesetas. 4.1.5. Donativo a las Hermanas de la Caridad de Las Palmas, para arreglo de la Capilla y retablos, cuya suma ascendió a 29.632,30 pesetas. 4.2. Obras sanitarias y de beneficencia. 4.2.1. Leproseria Regional, ampliada en 100 camas con fondos del Mando Económico, por un valor de 400.000 pesetas. 4.2.2. Sanatorio Antituberculoso, ampliado en 100 camas y me-jorado con la instalación de ascensores y montacargas, todo ello por la suma de 1.070.062,90 pesetas. 4.2.3. Edificio de la Cruz Roja de Las Palmas, construido con una asignación de 823.635,42 pesetas. Con respecto a las peculiaridades de esta construcción, consti-tuye un ejemplo de la concepción del momento acerca de las tipolo-gías formales vinculadas a edificios determinados. Desde el punto de vista estilístico, esta construcción obedece por entero a los pre-supuestos que ya hemos comentado como pertenecientes al estilo Neocanario, en el módulo tipo chalet. Pero esta asimilación a los aspectos volumétricos, no constituye una fórmula aislada, ya que el Mando Económico construyó un edificio similar, también para sede de la Cruz Roja en el Puerto de la Cruz en la isla de Tenerife. El emplazamiento excepcional del edificio en la amplia avenida marítima de la ciudad en las proximidades del edificio del Hotel Santa Catalina, forma parte de la importancia concedida al concepto de ((Ornato Público)), del que se encuentran referencias abundantes ,, en el Archivo Municipal de la capital. Es en definitiva, la importan- - cia de la fachada y de los aspectos formales de un edificio. E En aparato escénico conseguido en este tipo de edificios no se O n - corresponde con un uso interior del espacio adecuado a las necesida- =m O des de una sanidad tercermundista. Es fácil imaginar que una planta E E organizada en cuanto a su sección a diferentes alturas, con cuerpo S E de torre, constituye un auténtico derroche de espacio tan solo justi- = ficado por un mero concepto esteticista oficial. 3 4.2.4. Instituto Provincial de Sanidad, construido por el Mando - - 0 Económico mediante la suma de 1.939.410,37 pesetas. m E Este edificio corresponde al estilo oficial. Emplazado en un solar O próximo al Gobierno Militar de Las Palmas, constituye un claro ex- - ponente de la edificación oficial. El estilo buscado para esta cons- -E trucción es el Neoclásico, en nuestra opinión, no tanto por la influen- a 2 cia alemana (así se expresa en arquitectura el 111 Reich), cuanto por n una proximidad al Gobierno Militar, y una tradición en igual sentido 0 en las edificaciones oficiales insulares. O3 En realidad, este edificio fue llevado a cabo, con una orientación ,-lmrn:,-l:am--..+-,.- m+..--m- -.--m 1- ---1:---:x- a-1 -.d m- -.:- -..- U G w u l u a u i c u L c L a D uC LIDC~ U, C Uld IG~ I I L ~ L IUI IU CI UYCLLU DC V I ~YI c-sidida por la idea de una uniformidad en relación a las edificaciones oficiales precedentes, sobre todo, las de índole militar y gubernativa. La causa de este hecho viene dada por la propia función del edi-ficio. Ya hemos visto cómo las formas que invisten al edificio de la Cruz Roja son las del estilo Neocanario. En este caso, las funciones del edificio no suponen una vinculación directa con el concepto de gobierno central que es el caso del edificio correspondiente al orga-nismo sanitario de tipo burocrático que es el Instituto Provincial de Sanidad. El estilo Neoclásico, tal y como es leído en este edificio, no hace suponer un propósito de creatividad, aún dentro de los presupuestos de la iniciativa oficial. La uniformidad con respecto a las edificacio-nes citadas, hace pensar en un camuflaje atemporal, justificado en la historia y muy del gusto, por otra parte de la actividad construc-tora de la época. La descripción del edificio, se hace casi innecesaria, por las cir-cunstancias que comentamos. Hablar de un uso de la mampostería en muros, piedra vista en marcos de ventanas y puertas, enlucido blanco de las paredes en contraste con la tonalidad oscura de la piedra, en la que es muy rica la isla, es hablar de formas que son observables en los núcleos de arquitectura tradicional de la isla. Esta búsqueda de la historia como compromiso político con unas formas es hasta cierto punto gratuita, pues está lejos de las fantasías 2 descriptivas y teatrales de conjuntos tales como la Plaza de España N E en Santa Cruz de Tenerife, máximo exponente en el Archipiélago O de la denominada por Cirici Pellicer ((arquitectura azul)). n-= Iniciativas de este tipo, son constatables en calidad de proyecto m O E en el Ayuntamiento de Las Palmas en su Archivo. En la colección E 2 documental se encuentran expedientes tales como los de construc- E ción de un monumento conmemorativo de la partida del Generalí- = simo en los puertos de Las Palmas y de La Luz. Aparte de este, exis- 3 te un proyecto de construcción de Cruz a los Caídos, de caracterís- - - 0 ticas similares a las recogidas por el monumento tinerfeño. Este m E Último caso aparece conectado con el concepto de ((Ornato público^, O ya comentado, pues el proyecto preveía su ubicación en los comien-zos de los jardines del Hotel Santa Catalina, entendiendo que este n -E espacio era lo suficientemente significativo en la historia de la ciu- a dad, y reunía las condiciones de visibilidad requeridas por este tipo 2 n de monumentos. 0 5. Obras de enseñanza. 3 O 5.1. Grupo Escolar de 8 secciones, con vivienda para Maestros en la Barriada del ((Generalísimo Franco)), realizada con un capital de 688.456,42 pesetas. El comentario acerca de este edificio se incluyó conjuntamente al de la barriada por entender que ambas soluciones arquitectónicas constituyen una unidad. 6. Obras varias. 6.1. Hotel Santa Catalina: Construido en colaboración con el Ayuntamiento con una aportación económica de 5.262.289,OO ptas. Constituyó una auténtica reconstrucción del antiguo edificio. Ea historia de esta construcción comienza antes que la iniciativa edil del Mando Económico hiciera su aparición. El perfil de esta cons-trucción se recortaba en la costa de la capital grancanaria desde co-mienzos de siglo, y constituía el principal establecimiento hotelero de la isla en los tiempos de un claro predominio turístico inglés. Los solares fueron adquiridos por el Ayuntamiento a Mr. Wood, en zona próxima a la ermita de Santa Catalina ". El empleo predominante de maderas en su erección, originó un deterioro progresivo, que hizo deseable en la postguerra una remo-delación completa del edificio, respetando la idea original del pro-yecto, pero ampliado en cuanto a su capacidadz5. El proyecto origi-nal consistía en una construcción de planta de ele, con dos cuerpos de torre poligonales, que significaban el tránsito de la fachada recta m 0" a los brazos oblicuos laterales. La obra del Mando Económico con- E sistió en el refuerzo de las estructuras, y en un completo remodelado O de los interiores, que afectó no sólo al gran hall de entrada, recu- n-- m bierto con mármoles, sino también al enriquecimiento decorativo del O E gran comedor de uso habitual, con pinturas de Arencibia, y una ins- E 2 talación de mobiliario con una diversificación tal que cada habitación -e del hotel presenta una tipología de mueble diferente, realizada por artesanos de la isla 26. 3 - La importancia que se concedió a este edificio en cuanto a zona - 0 m significativa de la ciudad, ya es constatable desde el año 1938, en E que se solicita por la Corporación Municipal mediante un anuncio en O prensa la colaboración de los facultativos isleños para la erección de g n un Monumento a los Caídos, que debía emplazarse en la montaña de -E Wood, sobre el Parque de Doramas. a 2 n 6.2. Mercado de Las Palmas: Acondicionado mediante la ins- n n talación de nuevos frigoríficos, por un valor de 600.000 pesetas. 3 6.3. Ampliación del edificio del Museo Canario ". O 24. Datos tomados en ALMEIDAC ABRERAP,e dro: Museo de Ndstor (Catdlogo], Excma. Mancomunidad de Cabildos de Las Palmas, Plan Cultural. Las Palmas, 1976, p. 6. 25. Información oral de D. Miguel Nlartin Fernández de ia Torre. 26. Vhse CAPITANG~EAN ERADLE CANARIASM:e moria. De la labor realizada por este organismo durante el perz'odo de m funcionamiento, Santa Cruz de Tenenfe, 1946, p. 75. 27. Esta ampliación no figura en la memona del Mando Económico, pero es fácil-mente comprobable en la placa que figura en dicho edificio. INTERVENCIONES : Carlos Pérez Reyes. Recordar la incorporación de arquitectos formados en la Baccham en e2 pseudoclasicismo alemán del ZZZ Reich, que justifica la aparición de fórmulas racionalistas subyaciendo a las impuestas por los totalitarismos. Su contraste con la vigencia de2 futuri.smo dentro del fascio italiano. En defini-tiva que el eje Madrid-Berlin funcionó con más fuerza que el de Roma-Madrid. ~ P o d ~ dt eas iúcúr el yuyd de la escultura en las obras reali-zadas bajo el Mando Económico? |
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