XXII Coloquio de Historia Canario-Americana
ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-155, pp. 1-12
PROPUESTA DE ITINERARIO TURÍSTICO EN TENERIFE A PARTIR DEL VIAJE DE HUMBOLDT EN 1799
DESDE EL PUERTO DE LA CRUZ AL TEIDE
HUMBOLDT´S TOURISM ITINERARY (1799) IN TENERFE FROM PUERTO DE LA CRUZ TO TEIDE
F. Javier Dóniz Páez * y Chaxxiraxi Rodríguez Méndez**
Cómo citar este artículo/Citation: Dóniz Páez, F. J, y Rodríguez Méndez, C. (2017). Propuesta de itinerario turístico en Tenerife a partir del viaje de Humboldt en 1799 desde Puerto de la Cruz al Teide. XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016), XXII-155.
http://coloquioscanariasmerica.casadecolon.com/index.php/aea/article/view/10093
Resumen: El 19 de Junio de 1799 el naturalista alemán Alexander von Humboldt hace una parada en Tenerife con el objeto de realizar el ascenso al volcán Teide. Dado la importancia de la literatura de viajes en el turismo de experiencias, esta comunicación tiene como objetivo identificar y localizar las paradas que hizo el naturalista, analizar los atractivos turísticos de las mismas y a partir de ellas proponer un itinerario turístico. Para alcanzar el objetivo se ha hecho un estudio detallado del viaje y se han visitado los hitos que se mencionan en la descripción del viajero. El recorrido tiene una longitud de 30 km, un desnivel de 3718 metros y 18 paradas. A partir de la reconstrucción del itinerario las actividades turísticas propuestas están asociadas con la naturaleza (relieve, clima, aguas, vegetación y fauna) y con el turismo cultural (urbano-rural).
Palabras clave: Humboldt, excursión, recursos turísticos, turismo experiencia, Puerto de La Orotava, El Teide, Tenerife
Abstract: On 19 June 1799 the german naturalist Alexander von Humboldt stopped in Tenerife, with the aim of climbing El Teide volcano. Due to the importance of travel literature in experience tourism, this research aims as analysing their touristic allure. To reach this result, a detailed study of the journey has been made through field-work. The route itself is 30 km long in a 3,718-metre slope with eighteen halts. Considering the reconstruction of Humboldt’s itinerary, the touristic activities associated with natural tourism (relief, climate, water, vegetation and wildlife) and cultural (urban-rural).
Keywords: Humboldt, excursion, touristic resources, experiential tourism, Puerto de La Orotava, El Teide, Tenerife
INTRODUCCIÓN
El Puerto de la Cruz en Tenerife es actualmente un destino turístico mundialmente conoci-do. A finales del siglo XIX la ciudad portuense comenzó a recibir excursionistas desde Gran Bretaña1. La benignidad del clima primaveral de la ciudad y la belleza del paisaje en el que se enmarca, eran las dos razones principales que recompensaban la larga travesía atlántica hasta el Puerto de La Orotava2. La extensión en toda Europa de una especie de propaganda sanitaria de la ciudad a través de multitud de artículos en prensa, guías y folletos3, es lo que propició la
* Departamento de Geografía e Historia. Facultad de Humanidades. Universidad de La Laguna. Campus de Guajara s/n. 38071. La Laguna, Tenerife. España. Teléfono: +34 922317229; correo electrónico: jdo-niz@ull.es
** Graduada en Turismo. EUTI-Universidad de La Laguna. España.
1 GONZÁLEZ-LEMUS (2016); GONZÁLEZ-LEMUS et Al., (2005); (2012).
2 GONZÁLEZ-LEMUS y HERNÁNDEZ, (2010).
3 GONZÁLEZ-LEMUS et Al., (2012).
F. JAVIER DÓNIZ PÁEZ Y CHAXXIRAXI RODRÍGUEZ MÉNDEZ
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llegada de visitantes a través de los barcos de las compañías fruteras que operaban en Cana-rias y que sirvieron de líneas turísticas, iniciándose así el verdadero arranque de la industria turística en Puerto de la Cruz y el Valle de La Orotava4. Al mismo tiempo comenzó a ser cada vez más frecuente la presencia de científicos y viajeros acaudalados en Puerto de La Cruz5. De esta manera la ciudad fue sentando las bases de lo que será su motor y medio de subsisten-cia hasta la actualidad. Pero es a partir de la segunda mitad del siglo XX cuando Puerto de La Cruz se constituye como una ciudad turística de renombre internacional.
Sin embargo, desde hace algunos años la ciudad presenta síntomas de declive o agotamien-to del destino en términos de llegada de turistas6 y en la obsolescencia de los equipamientos e infraestructuras turísticas. Este hecho está obligando al destino a buscar alternativas que evi-ten su declive a través de la renovación, reconversión o reinvención del mismo desde una tri-ple perspectiva: legislativa, urbana y de creación de nuevos productos. En este sentido, los nuevos productos y experiencias turísticas contribuyen a la diversificación de la oferta en el destino, al mismo tiempo que dan respuesta a esa demanda cada vez más informada y especia-lizada, que en cierto modo está presionando para que se innove desde la perspectiva del ocio turístico7. Esto conlleva a la renovación casi continua en materia de creación de productos turísticos, buscando la máxima singularidad para cada turista y creando vivencias individuali-zadas (customising).
Dentro de la diversidad de productos que puede ofertar el Puerto de La Cruz el turismo de viajes-literario relacionado con la presencia de personajes ilustres en la ciudad es una buena oportunidad para poner en valor no sólo el hecho en sí de que personajes tan importantes como Humboldt, Agatha Christie, Wiston Churchil o Los Beatles8 hayan estado en la ciudad, sino también con poner en valor el conjunto de los atractivos en los que éstos centraron sus visitas.
El objetivo de esta comunicación es poner en valor el recorrido que hizo Humboldt en ju-nio de 1799 y valorar las potencialidades turísticas del mismo a través de cómo describió y caracterizó esta geografía y de cuáles son los atractivos naturales y culturales que el viajero observó e interpretó. A partir de aquí se propone identificar y localizar espacialmente las pa-radas, reconstruir el itinerario interpretativo atendiendo a las facilidades actuales de las vías de comunicación y proponer diferentes usos turísticos, todo ello enmarcado dentro del turismo de experiencias (viajes-literario-científico) y bajo la filosofía del turismo slow.
Las razones de la elección del itinerario del viajero alemán desde el Puerto de La Orotava hasta el Teide responden al prestigio de la literatura de viajes en todo el mundo9, al gran atrac-tivo que representa la figura de Humboldt y su estancia en Tenerife10 y al incremento del tu-rismo de experiencias y slow como válvula de escape al turismo de masas.
MARCO TEÓRICO
La diversidad de la oferta de ocio actual en cualquier región turística es muy elevada. Es evidente que los síntomas de declive de muchas espacios turísticos maduros, sobre todo litora-
4 GONZÁLEZ-LEMUS, (2007b).
5 GONZÁLEZ-LEMUS, (2008); GONZÁLEZ-LEMUS y MIRANDA, (2002).
6 ÁLVAREZ, (2004).
7 DÓNIZ-PÁEZ et Al., (2015).
8 GONZÁLEZ-LEMUS (1999), (2007a y b), (2008); (2010); GONZÁLEZ-LEMUS y HERNÁNDEZ, (2010); GONZÁLEZ-LEMUS et Al., (2012).
9 MARTÍNEZ DE PISÓN, (1984); GONZÁLEZ-LEMUS, (2008); URQUIJO, (2008); HERNÁNDEZ, (2011); GARCÍA, (2013); PAULSEN, (2013); SAGREDO, (2013).
10 CIORANESCU, (1978); GONZÁLEZ-LEMUS, (2005); (2008); GEBAUER, (2009); PUIG-SAMPER y REBOK, (2009) PROPUESTA DE ITINERARIO TURÍSTICO...
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les, junto con una demanda cada vez más especializada, han ido configurando un amplio aba-nico de posibilidades de ocio turístico casi siempre centrado en actividades de turismo activo al aire libre. En este sentido, el turismo asociado a los lugares por los que han discurrido via-jeros ilustres se convierte en una experiencia muy atractiva en la oferta local de algunos desti-nos, en la medida que combina los atractivos de índole natural con los culturales y en los que subyace un trasfondo de carácter científico-cultural11 que fueron la base de los estudios cientí-ficos de estos viajeros.
El naturalista alemán Alexander von Humboldt ha dejado huella por las geografías por las que ha discurrido con una intención científica12 que ha sido la clave para configurar el corpus de su teoría geográfica13. Este hecho ha sido aprovechado en numerosas ocasiones para resal-tar los aspectos más académicos de los viajes del alemán, centrados tanto en aspectos geológi-cos, geomorfológicos, biológicos como antropológicos14. Es verdad que este ilustre viajero siempre tuvo cierta predilección por las montañas y que le llamó mucho la atención las volcá-nicas. Ya Ottmar Ette destaca la importancia que tuvo la ascensión al Teide para toda la obra de Humboldt15.
En el periplo de ascenso al Pico del Teide desde el Puerto de La Orotava el naturalista deja claro que se trata de una montaña. Éstas tradicionalmente han despertado mucho el interés debido a la belleza de sus paisajes, a el entorno ambiental y a la dificultad de su ascenso16, más recientemente la gran diversidad de actividades de esparcimiento y las oportunidades de entrar en contacto con las culturas locales son también alicientes de los paisajes montañosos para atraer turistas17. En este sentido, el turismo de montaña, sobre todo relacionado con los deportes, ha proliferado en los últimos treinta años18. El alpinismo, como aglutinador de la mayor parte de las actividades que se realizan en la montaña, ofrece diversas actividades que son las más comúnmente practicadas en las mismas: senderismo, esquí, escalada, geoturismo, observación de aves, deporte de aventura y riesgo, bienestar y salud, etc.19. Relacionado con la oferta de ocio turístico de las montañas, con una nueva filosofía donde tú eres el protago-nista y responsable de cómo consumes y a qué ritmo, con un ocio sin estrés y bajo los precep-tos de la sostenibilidad20, la experiencia del turismo de montaña puede encuadrarse, sin lugar a dudas, bajo los preceptos del denominado turismo slow21.
ÁREA DE ESTUDIO
Humboldt desembarcó en Santa Cruz de Tenerife e hizo todo el recorrido de la vertiente nor-te de la isla hasta el Valle de La Orotava. En esta comunicación nos centraremos en el trayecto desde el puerto de La Orotava hasta la cima del Teide, ya que el naturalista lo pidió expresa-
11 GONZÁLEZ-LEMUS, (2008); GARCÍA, (2013); PAULSEN, (2013).
12 HUMBOLDT, (1816).
13 GONZÁLEZ-LEMUS, (2005) y (2008).
14 MARTÍNEZ DE PISÓN, (1993) y (1995); MARTÍNEZ DE PISÓN y ÁLVARO, (2002); PETIT-BREUILH, (2004); GEBAUER, (2009); SAGREDO, (2013); PAULSEN, (2013).
15 Un estudio del informe de viaje de Alexander von Humboldt, así como de su obra en general permite identificar hasta qué punto aquella isla-mundo de Tenerife influyó y desafió a esta práctica científica, más ade-lante acuñada como 'ciencia humboldteana'. [GEBAUER, (2009)].
16 MARTÍNEZ DE PISÓN y ÁLVARO, (2002).
17 VERA et Al., (2011).
18 VERA et Al., (2011).
19 VERA et Al., (2011).
20 FULLAGAR et Al., (2012).
21 MATOS, (2004); BLANCO, (2011); FULLAGAR et Al., (2012).
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mente22. El viajero alemán dedicó bellos relatos a los paisajes naturales y culturales de esta ver-tiente de la isla, pero sin duda fueron el Valle de La Orotava y el gran volcán Teide las geograf-ías que más centraron su atención. No es de extrañar, puesto que todavía hoy estas dos grandes unidades morfoestructurales de Tenerife siguen focalizando el interés de un gran número de científicos y de turistas. A ello contribuyen no sólo sus espectaculares paisajes naturales y cultu-rales, sino los enigmas que rodean su génesis geológica23 y su evolución geomorfológica24.
METODOLOGÍA
La metodología empleada en esta comunicación se basa en la recopilación bibliográfica y el trabajo de campo. La primera se centra en la consulta de fuentes secundarias que describen la estancia de Humboldt en Tenerife y su ascenso desde el Puerto de La Orotava (actual Puer-to de la Cruz) hasta el Teide en junio de 1799. En el trabajo de campo se han visitado los dife-rentes lugares o paradas que hizo el viajero alemán y su séquito durante el recorrido y se han inventariado los recursos y se han analizado las potencialidades turísticas de cada uno de los lugares a través de una ficha de campo.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
A partir de 1798 varios fueron los intentos de Humboldt por partir rumbo a las Indias Oc-cidentales, pero todos cayeron en banca rota pues la mala fortuna no dejaba más que impedir que este viaje tuviera partida. Su suerte cambió cuando allá por febrero del 1799 Humboldt pisa tierra en España25. El naturalista conoce por aquella época personas muy importantes en la sociedad del momento y se relaciona en determinados círculos sociales que desembocarán en una audiencia con el Rey Carlos IV de España26. Este concederá a Humboldt y a su fiel amigo Bonpland pasaportes del primer Secretario de Estado y del Consejo de Indias para par-tir su viaje a la América Española27. Así pues, inicia Humboldt su andadura con el fin de ad-quirir los conocimientos científicos y culturales que le permitirán elaborar el corpus de su teoría geográfica. El viaje dio comienzo el 5 de junio de 1799 desde La Coruña y que tendría como primera parada Tenerife, donde pondría pie el 19 de junio del mismo año28. Humboldt manifestó su interés por visitar el Puerto de Orotava y ascender a la cima del pico del Teide29, él mismo señala la importancia del ascenso al volcán cuando en una de sus cartas señala que casi todos los naturalistas que se dirigen a las Indias no tuvieron tiempo sino para ir al pie del volcán y de admirar los jardines botánicos del Puerto de La Orotava30.
22 “…visitar el Puerto de La Orotava y ascender a la cima del Pico del Teyde” [GONZÁLEZ-LEMUS, (2005)].
23 ABLAY y MARTÍ, (2000); MARTI y GUDMUNDSSON (2000).
24 MARTÍNEZ DE PISÓN y QUIRANTES, (1981); PALACIOS, (1994).
25 GONZÁLEZ-LEMUS, (2008).
26 PUIG-SAMPER, (1999).
27 GONZÁLEZ-LEMUS, (2014).
28 GONZÁLEZ-LEMUS, (2008).
29 GONZÁLEZ-LEMUS, (2014).
30 CIORANESCU, (1978). PROPUESTA DE ITINERARIO TURÍSTICO...
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La duración del trayecto
La excursión del viajero alemán debía durar 21 horas solo contando con la marcha y sin te-ner en cuenta el tiempo empleado en el estudio del Pico o para tomar descanso31. Humboldt y sus acompañantes salieron en la mañana del 21 de junio de 1799 desde el Puerto de La Orota-va (actual Puerto de La Cruz) rumbo a la cima del volcán Teide, a la que llegaron el 22 de junio a las ocho de la mañana y desde aquí rumbo otra vez al puerto al que arribaron al caer el día, que al tratarse del mes de junio debían de ser más de las 21:00 pm. Esto significa que el tiempo total empleado suma en torno a 37 horas, 16 más de lo que indica32. Ahora bien, te-niendo en cuenta que el propio alemán señala que los guías locales les gusta mucho descan-sar33, que a él no34, que a las tres de la madruga se ponen en marcha con antorchas de pino desde la Estación de los Ingles donde pasaron la noche y que en junio se pone el sol pasadas las 21:00 horas; a las 16 horas de más podemos restar las seis de pernoctación en la Estancia de los Ingleses, pero es imposible calcular cuánto tiempo dedicaron al descanso a lo largo de las paradas. Sin embargo, debemos recordar que desde el Puerto de La Orotava hasta la Es-tancia de los Ingleses el trayecto lo hicieron en mula y siempre es más rápido y que saliendo a las tres desde aquí alcanzaron la cima a las ocho de la mañana, dedicando tan sólo cinco horas y de noche (siendo la marcha más lenta), de lo que se desprende que la hicieron bastante más rápido que las impresiones que deja notar el viajero en sus apuntes cuando habla de la pasivi-dad de los guías locales.
En definitiva, de esas diez horas restantes dedicadas al descanso y al estudio, dado el vo-lumen de las descripciones, de las anotaciones y de los experimentos que realizó Humboldt, se deduce que tuvo que emplear la mayor parte del tiempo disponible en su recorrido35. Estos datos son sólo indicativos para quienes a día de hoy deseen realizar el itinerario, no debemos olvidar que el viajero disponía de un tiempo limitado para su incursión en Tenerife36, por ello, se plantea la posibilidad de que cada uno lleve a cabo el itinerario adaptándolo a sus propias características (slow) e intereses (costumising).
Las paradas del viaje, el recorrido y los recursos-atractivos
Según los diferentes libros consultados37el naturalista Humboldt realizó un total de diecio-cho paradas desde el Puerto de la Orotava hasta la cima del volcán Teide (fig. 1 y tabla 1). El recorrido fue de unos 30 km de longitud y salvando un desnivel de 3718 metros. A lo largo de la expedición las observaciones fueron muy diversas referidas tanto a paisajes naturales (pa-radas 12, 13, 14, 15, 16, etc.) como culturales (paradas 1, 2, 3 y 5), sin olvidar que el científi-co siempre ha demostrado unas excelentes habilidades para tratar de forma holística el paisa-je. A pesar de las significativas observaciones socioculturales que realizó acerca de la pobla-ción, de los pueblos y de los paisajes rurales, el interés del viajero por los aspectos naturales
31 GONZÁLEZ-LEMUS, (2014).
32 GONZÁLEZ-LEMUS, (2014).
33 …se sentaban a descansar de diez en diez minutos… [Humboldt, 1816].
34 …nuestros guías canarios eran de una pasividad desesperante… [Humboldt, 1816].
35 Al caer el día llegamos a Puerto de La Orotava, y aquí nos encontramos con la inesperada notica de que La Pizarro no se haría a la mar sino en la noche del 24 al 25. De haber contando con esta demora habría-mos prolongado nuestra permanencia en el Teide o emprendido una excursión al volcán de Chahorra… [Hum-boldt (1816)].
36 GEBAUER, (2009).
37 HUMBOLDT, (2005); GONZÁLEZ-LEMUS, (2005), (2008), (2014); GONZÁLEZ-LEMUS y MI-RANDA, (2002); GONZÁLEZ-LEMUS et Al., (2012). F. JAVIER DÓNIZ PÁEZ Y CHAXXIRAXI RODRÍGUEZ MÉNDEZ
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del recorrido es más que evidente38, de ahí el calificativo de naturalista o que para la geografía sea considerado el padre de la geografía física dado su preocupación por aspectos relaciona-dos con el clima, el relieve-geomorfología y la vegetación39 que se ponen en evidencia en su viaje a las regiones equinocciales del nuevo continente.
Figura 1. Mapa de las paradas realizadas por Humboldt. Los números hacen referencia a cada parada (tabla 1). Fuente grafcan. Elaboración propia.
De la unión de las paradas resulta el itinerario supuestamente realizado por Humboldt y el resto del equipo de la expedición. Es preciso indicar que el itinerario no es con exactitud milimétrica como lo hizo el viajero, sino que responde más a la facilidad que suponen las vías de comunicación actuales, muchas de ellas provenientes desde antaño. A excepción de la parada ocho que habla con bastante imprecisión espacial del monteverde, en el resto de las diecisiete, gracias a la toponimia que se ha mantenido a lo largo de la historia y la buena descripción de los procesos naturales y culturales que tenían lugar en cada una de ellas40, ha sido relativamente fácil identificar espacialmente los puntos y a partir de ahí “reconstruir” el itinerario que varía un poco con respecto al original dado que hoy existen vías de comunicación que lo facilitan. Por su parte, la deducción geográfica de la parada del monteverde se ha hecho siguiendo el derrotero del viajero desde el Pino Dornajito hasta el Portillo y teniendo en cuenta que ascendían altitudinalmente y que describe las formaciones y comunidades vegetales propias de la laurisilva y del fayal-brezal. La ubicación de esta parada, aun no siendo la que ellos probablemente realizaron, si que está dentro de la franja altitudinal
38 …De haber contando con esta demora habríamos prolongado nuestra permanencia en el Teide o em-prendido una excursión al volcán de Chahorra… [Humboldt (1816)].
39 MARTÍNEZ DE PISÓN, (1984)
40 Este punto para descansar lo conocen en todo el país con el nombre de “Pino del Dornajito” […] se disfruta de una vista magnífica del mar y de toda la parte septentrional de la isla. [Humboldt (1816)]. PROPUESTA DE ITINERARIO TURÍSTICO...
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del monteverde, en el límite entre la laurisilva y el fayal-brezal como indica en sus descripciones41.
El itinerario tiene valor por si solo en la medida en que Humboldt lo realizó. Este aspecto queda enmarcado dentro del turismo cuyo principal atractivo es quien o quienes lo han realizado independientemente del tipo de atractivos que posea. Además de esto, el interés que despierta el itinerario está en relación con la riqueza de la información que aportan sus descripciones e interpretaciones42; por lo que se deduce que el recorrido puede ser objeto de dos grandes tipos de usuarios. Por un lado, aquéllos cuyo principal aliciente o atractivo es que Humboldt lo haya hecho y que está muy relacionado con los turistas que buscan lugares o recorridos ilustres centrados en la majestuosidad del hecho o de la hazaña más que en los atractivos que posea, siendo el acontecimiento histórico la principal motivación más que el contenido del recorrido. Y, por otro, aquellos usuarios que, además de lo anterior, les interesa el recorrido por el gran número de fenómenos que describen las investigaciones que el viajero relató y que está más vinculado con el turismo científico43. Es evidente que unos y otros turistas pueden enmarcarse dentro de las nuevas experiencias turísticas y bajo la filosofía del turismo slow.
Tabla 1. Paradas y aspectos relacionados con el patrimonio natural y cultural y las experiencias según las descripciones y anotaciones de Humboldt
Nº
Parada
Patrimonio natural
Patrimonio cultural
1
Puerto de La Oro-tava
Costa de La Paz, hornitos y escorias volcánicas
Gusto por la naturaleza, le-tras, música, fiesta de San Juan en Sitio Litre
2
Casa familia Cólogan (Hotel Marquesa)
Amabilidad de la familia
3
Jardín Aclimata-ción (Jardín Botá-nico)
Plantas, agua
Jardín
4
Volcanes Fraile y Horca
Geología y geomorfología, vegetación
Paisajes rurales
5
Villa de La Orota-va
Geología, clima, aguas, drago, fauna
Casas nobles, cultivos cam-pesinos
6
Monte de los Cas-taños
Laurisilva, brezos
7
Pino Dornajito
Fuente de agua, vegetación
8
Monteverde
Sotobosques, helechos
Gofio de raíces
9
Portillo
Volcanes, caldera, pinares
10
Cañadas Occiden-tales-Volcán M. Corrales
Retamas
Cabras
11
Roque de Gyata (Huevos del Tei-de)
Bolas acreción, coladas negras
Conejos y cabras
41 A la región de los brezos arborescentes se le llama Monte Verde y sucede a la de los Helechos… [Humboldt, 1816].
42 Es fácil darse cuenta que el tamaño de un cráter no depende únicamente de la altura y la masa de la montaña y que incluso esa abertura está raramente relacionada directamente con la intensidad del fuego volcá-nico o con la actividad del volcán. [Humboldt (1816)].
43CODERCH y AGUSTÍN, (2002) F. JAVIER DÓNIZ PÁEZ Y CHAXXIRAXI RODRÍGUEZ MÉNDEZ
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12
Montón del Trigo (Estanca de los Ingleses)
Coladas negras, cuevas
Mulas
13
Altavista
Neveros suben con mulas indígenas
14
Malpaís (cueva del Hielo)
Malpaís, nieves perpetuas, mar de nu-bes, avistamiento otras islas
15
Senda coladas negras
Coladas negras, malpaís, pitón
Carácter de los guías
16
Rambleta
Vapores-gases
17
Pitón
Muro lateral e enfriamiento (actual senda de ascenso)
18
Cráter
Cráter pequeño, sensación de frío, fu-marolas bramadoras, violeta del Teide, clima, cielo, abejeas
Sentimiento de soledad, vino malvasía
Humboldt se ocupó de la geografía isleña como soporte para localizar las actividades turís-ticas centradas en la estrecha relación entre clima y salud44. A la hora de analizar con más pro-fundidad las potencialidades turísticas tanto de las paradas como del recorrido de Humboldt, se observa que éstas son infinitas dado la diversidad de temas que el viajero recogió en sus impresiones sobre la expedición. En este sentido, refiriéndose a Tenerife señaló que el hombre sensible a la perfección de la naturaleza encuentra en la isla remedios aún más potentes que el clima y afirma que en ningún otro lugar le parece más apropiado para disipar la melancolía y devolver la paz al alma dolorida que Tenerife y Madeira45. Ahora bien, al correlacionar los atractivos descritos por el naturalista con los perfiles de los potenciales usuarios turísticos mencionados anteriormente, se ponen de manifiesto los dos grandes tipos de turismo que se pueden asociar a este itinerario. Por un lado, aquél que consistiría en turistas cuya principal motivación es realizar el recorrido de Humboldt independientemente de los contenidos del mismo, puesto que su principal motivación está asociada al hecho de que Humboldt estuvo allí y que podría enmarcarse quizás dentro del turismo de viajes o literario. Por otro lado, los visitantes que si pondrían en valor, además del recorrido por sí solo, el conjunto de recursos descritos e interpretados por Humboldt, centrándose también en el entorno geográfico en el cuál se insertan. Aunque se mencionen ambos tipos por separado, es evidente que se pueden combinar, máximo cuando en el objetivo de esta comunicación subyace el turismo de expe-riencias y la filosofía del turismo slow.
Dado el perfil más generalista del primer tipo de usuarios con respecto al segundo, es nece-sario dar unas pinceladas acerca de qué tipos de recursos y atractivos mencionó Humboldt y su relación con los que se podrían observar actualmente en el conjunto del itinerario y de las paradas. Este hecho es clave a la hora de definir los productos y las experiencias turísticas que se pueden vincular a la excursión del naturalista y que ya él mismo se encargó de expresar en términos de experiencias46. Éstas se pueden agrupar en: turismo cultural y natural.
44 El clima en Tenerife es agradable y sano. No conozco ninguno mejor para la convalecencia de los en-fermos. A esto hay que añadir que los que quieran vivir aquí pueden elegir la temperatura que les guste por el carácter montañosos de la isla… [Humboldt (1816)].
45 González-Lemus, (2008).
46 Pintar esas sensaciones es tarea difícil de realizar, estas sensaciones nos afecta más cuando poseen algo de sobrecogimiento producido por la inmensidad del espacio y por la grandeza, la novedad y la multiplici-dad de las especies en el seno de la cual nos hallamos [Humboldt (1816)]. PROPUESTA DE ITINERARIO TURÍSTICO...
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Dentro del turismo cultural se puede subdividir en urbano47 y rural48. El primero está más centrado en los núcleos de Puerto de La Cruz (paradas 1, 2 y 3) y de La Orotava (parada 5), ambos con un patrimonio histórico-artístico significativo desde los tiempos en que Humboldt los visitó. Actualmente además de los interesantes recorridos por ambas ciudades, se pueden combinar con otro tipo de experiencias como el geoturismo urbano49. El turismo rural estaría vinculado a los numerosos paisajes agrícolas y ganaderos que durante el recorrido son men-cionados por el viajero y que se pueden disfrutar en las paradas 4, 5, 6, 8 y 10; donde mencio-na los cultivos frutales, los regadíos, las mulas o las cabras, entre otros50. En la actualidad los paisajes han variado significativamente y podemos encontrarnos los cultivos de exportación del plátano en la franja de costa, los viñedos en las medianías bajas y la agricultura de subsis-tencia en las medianías altas, centrada mayormente en el cultivo de papas de secano, los ce-reales y los frutales.
Con respecto al turismo natural, dado las preferencias por la geografía física de Humboldt, el abanico de posibilidades de ocio son mucho mayores que en el cultural. En líneas generales se pueden enmarcar todas las actividades dentro del denominado ecoturismo o turismo de naturaleza. Entre éstas destacan las asociadas con el relieve y el geoturismo51, el clima52, la vegetación53, la fauna54 y a las aguas55. Las referencias históricas del viajero a cada uno de estos temas se pueden encontrar en las paradas 4, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17 y 18. De los temas tratados por Humboldt en su excursión el fenómeno volcánico es al que más atención le dedica, tanto por la extensión de las descripciones, como por la trascendencia de los estudios cuyo modelo es exportado a la investigación de los volcanes americanos56. Este hecho pone de manifiesto el importante papel que hoy podría suponer la excursión de Hum-boldt para el geoturismo volcánico en la medida que éste también consiste en el estudio y la exploración de los volcanes57. En la actualidad, aunque el hombre ha intervenido en el paisaje natural modificándolo en parte, los grandes rasgos físicos descritos e interpretados por Hum-boldt se pueden seguir observando en las paradas señaladas anteriormente, por lo que no exis-ten cambios significativos en los atractivos turísticos de índole físico-natural.
47 La Orotava, que es la antigua Taoro de Los Guanches, está situada en la empinada cuesta de una coli-na. Nos parecieron las calles muy solitarias, las casas solamente construidas pero de un aspecto lúgubre, perte-necen casi todas a una nobleza acusada de ser muy orgullosa, ella misma se designa con el fastuoso nombre de doce casas [Humboldt (1816)].
48 Visitamos varios huertos en los que los árboles frutales de Europa septentrional se mezclan con los na-ranjos, los granados y las palmeras datileras. [Humboldt (1816)].
49 DÓNIZ-PÁEZ et Al., (2015).
50 Visitamos varios huertos en los que los árboles frutales de Europa septentrional se mezclan con los na-ranjos, los granados y las palmeras datileras [Humboldt (1816)].
51 El volcán principal no está exactamente en el centro de la Isla cuya erupciones laterales han dado ori-gen a externos promontorio. [Humboldt, (1816)].
52 De ahí la aridez en la mayor parte de las Islas Canarias a pesar de la considerable altura de sus mon-tañas y la masa de nubes que los navegantes ven sin cesar amontonadas sobre este Archipiélago… [Humboldt (1816)].
53 …a un sitio cubierto de maleza, de algunas especies de Laurel y de Brezos Arbóreos… [Humboldt, (1816)].
54 Pero de todos los pájaros de las Islas canarias y el que tiene el canto más agradable es desconocido en Europa, es el capirote que nunca ha podido ser domesticado, por su amor a la libertad. [Humboldt (1816)].
55 …un poco a la derecha del camino, brota un manantial bastante abundante… [Humboldt (1816)].
56 MARTÍNEZ DE PISÓN, (1993); PETI-BREUILH, (2004), GEBAUER, (2009); MARTÍNEZ DE PISÓN et Al., (2011).
57 DÓNIZ-PÁEZ, (2014). F. JAVIER DÓNIZ PÁEZ Y CHAXXIRAXI RODRÍGUEZ MÉNDEZ
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El turismo deportivo es el nexo de unión entre las actividades asociadas al turismo cultural y natural. Éste está centrado tanto en el senderismo58, como en el alpinismo59. Ambos van en todo momento de la mano siendo muy difícil establecer los límites entre uno y el otro.
Sobre la base de las consideraciones anteriores, que se reflejan en la diversidad de aspectos tratados y el potencial turístico (relieve, vegetación, clima, flora, fauna, agua, población, agri-cultura, ganadería, urbanismo, comportamiento, etc.) y en la flexibilidad a la hora de consu-mir turísticamente el recorrido y los recursos, tanto los usuarios como las actividades que se proponen deben enmarcarse dentro del turismo experiencial (viajes y literarios) y bajo la filo-sofía del turismo slow.
CONCLUSIONES
— La reputación internacional de Humboldt y la importancia de sus viajes ha quedado su-ficientemente constatada tanto dentro de la literatura de viajes, como de los estudios científi-cos sobre la geografía humana y física.
— Humboldt estuvo en Tenerife en 1799 con el expreso deseo de realizar una excursión al pico del Teide. La razón de su interés estriba en que sabía que se trataba de una montaña volcá-nica equiparándola con volcanes europeos emblemáticos como el Vesubio, el Etna o el Auverg-ne, o más tarde con volcanes americanos como el Chimborazo o el Jurollo, hacia donde exportó el modelo de estudió que desarrolló en el Teide, siendo éste un referente internacional.
— Humboldt partió desde el Puerto de La Orotava hacia la cima del Teide el 21 de junio de 1799 por la mañana y alcanzó la misma el 22 de junio a las ocho de la mañana y regresó al puerto el 22 de junio a las 21:00 horas. De lo que se deduce que su expedición alcanzó unas 37 horas. El reducido tiempo empleado en esta expedición contrasta con el gran volumen de información que aportó desde múltiples campos científicos. Para sopesar con más exactitud la importancia de las investigaciones del natularista alemán, debemos pensar que sólo en una semana en Tenerife le sirvió para esbozar su modelo de estudio que exporta hacia América.
— Humboldt era un gran observador [¡Que tesoro de observaciones me esperan…!] y esto se refleja en la precisión y el detalle de la información reflejada en sus apuntes. Este hecho es fundamental para poder identificar las paradas, intentar reconstruir el recorrido y dotarlo de contenido en función de las descripciones e interpretaciones que hacía en todo momento.
— El recorrido posee una longitud de unos 30 km desde el Puerto de La Orotava (actual Puerto de La Cruz) hasta la cima del Teide, salva un desnivel de 3718 metros y consta de un total de dieciocho paradas. De éstas sólo la número 8, correspondiente al monteverde, presen-ta ciertos problemas de indefinición espacial. Para su ubicación geográfica se ha tenido en cuenta donde están ubicadas las paradas 7 y 9 y que en todo momento estaban ascendiendo. Respecto a la reconstrucción del recorrido se ha centrado más en la unión de las paradas junto con las facilidades actuales que ofrecen las infraestructuras de comunicación, que en intentar buscar el recorrido exacto. Aspecto muy complicado debido a que en muchas ocasiones los caminos y veredas utilizados por el viajero alemán y su equipo hoy en día no existen o están transformadas debido a la expansión de la actividad del hombre.
— A partir de la información obtenida de las descripciones de Humboldt, de la identifica-ción espacial de las paradas y de la “reconstrucción” del itinerario, el uso turístico del recorri-
58 La senda por la que nos vimos obligados a abrirnos camino a través del malpaís fue sumamente fatigo-sa… [Humboldt (1816)].
59 A los ojos del geólogo toda la isla de Tenerife, no es más que una montaña cuya base casi elíptica se alarga hacia el noreste y en la que se distinguen varios sistemas de rocas volcánicas formadas en diferentes épocas… [Humboldt, (1816)].
PROPUESTA DE ITINERARIO TURÍSTICO...
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do se puede orientar a dos grandes tipos de usuarios y a dos conjuntos de actividades. Dentro de los primeros están aquéllos que sólo se sienten atraídos por el hecho histórico de que Humboldt realizó el itinerario, frente a los que valoran también el conjunto de los atractivos que se describen e interpretan y que están más acordes con el turismo científico. Dentro de las actividades turísticas están las asociadas con el turismo cultural (urbano-rural) y de naturaleza (relieve, clima, aguas, vegetación y fauna); ambas potencialmente unidas por el turismo deportivo (senderismo y alpinismo).
— La diversidad de aspectos tratados y la flexibilidad del recorrido potencian que el uso turístico del itinerario se enmarque dentro del turismo de experiencias y bajo los fundamentos del turismo slow.
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