XXII Coloquio de Historia Canario-Americana
ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-079, pp. 1-10
MUJERES DE SAL ENTRE DOS ORILLAS
SALT WOMEN BETWEN TWO SHORES
Lidia Iris Carballo Déniz* y Mario Ramírez Cabrera**
Cómo citar este artículo/Citation: Carballo Déniz, L. I. y Ramírez Cabrera, M. (2017). Mujeres de sal entre dos orillas. XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016), XXII-079. http://coloquioscanariasmerica.casadecolon.com/index.php/aea/article/view/10023
Resumen: Esta comunicación trata la problemática generada por el flujo migratorio en las primeras décadas del siglo XX desde Canarias a Cuba desde un punto de vista de género. Pretende dar un paso más allá en cuanto a los estudios sobre historia de la inmigración, y profundizar sobre realidad de aquellas mujeres que quedaron a la espera de los hombres que salieron de Canarias en busca de una mejor vida, pero que nunca regresaron. También, para completar la investigación se intentan analizar las causas del no retorno de los emigrantes.
Palabras clave: Género; mujer; Islas Canarias; Cuba; inmigración; incertidumbre; Atlántico
Abstract: This communication addresses the problems generated by migratory flows in the first decades of the twentieth century from the Canary Islands to Cuba from the point of view of gender . It aims to take a step further in terms of studies on history of immigration , and to deepen reality of those women who were waiting for the men who left the Canary Islands in search of a better life , but never returned . Also, to complete the research attempt to analyze the causes of non-return of migrants.
Keywords: Gender; Emigration; woman; Canary Island; Cuba; Atlantic; uncertainty
INTRODUCCIÓN
Las familias canarias que emigraron a Cuba a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, han generado un proceso de intercambio cultural que ha enriquecido ambas orillas del Atlántico y también ha llevado aparejados ciertos fenómenos sociales poco conocidos, como la experiencia de las mujeres que se quedaron en Canarias al emigrar sus maridos, padres o hermanos, viviendo las consecuencias sociales, políticas, morales y económicas derivadas de la emigración familiar, temporal o definitiva.
Mujeres de sal entre dos orillases una iniciativa de investigación participativa que busca hacer visible el fenómeno de la emigración canario-cubana desde una perspectiva de género, trazando así puentes entre canarios y cubanos y evitando por tanto, perder esas voces y relatos a punto de apagarse por el tiempo y el olvido.
A través de las micro-historias rescatadas mediante la historia oral, podemos observar las consecuencias que las migraciones provocan en el contexto familiar de origen.
Los estudios sobre el papel de la mujer en el fenómeno migratorio son bastante escasos, por lo que un continuo leer entre líneas facilita el camino a estos rescates orales y favorece el conocimiento y la investigación sobre los efectos que la emigración tuvo para la mujer canaria.
* Educadora Social. 35414. Arucas, Gran Canaria. España. Teléfono: +34 629775014; correo electrónico: ccdeniz@hotmail.com
** Historiador especialista en Historia de América Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y Univer-sidad Complutense de Madrid). 35300. Sta. Brígida. Gran Canaria. España. Teléfono: +34 660428705; correo electrónico: ramirez.cabrera25@gmail.com
LIDIA IRIS CARBALLO DÉNIZ Y MARIO RAMÍREZ CABRERA
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Este proyecto, rescata desde Cuba las vivencias de las personas que marcharon, y no volvieron, facilitando así, el camino hacia la investigación participativa que se procura llevar a cabo para descubrir las causas del no retorno y comenzar a descifrar así el enigma que quedó en los corazones de las mujeres y familias isleñas.
Mediante el desarrollo de esta experiencia, comienza la unión de las voces de ambos lados del Atlántico, con la intención de empoderar la memoria de las mujeres que quedaron en Canarias y entendiendo las razones de los emigrantes que no volvieron de Cuba.
El enriquecimiento cultural que genere esta iniciativa entre Cuba y Canarias, completa un poco más la parte desconocida de los relatos, descubriendo qué ocurrió realmente en la otra orilla, con los hombres emigrados a Cuba que no regresaron a Canarias y abriendo la puerta hacia una posterior investigación de cómo vivieron las consecuencias de la emigración las mujeres y familias que quedaron en las islas, esperando el eterno retorno del emigrante.
Por tanto, el objetivo de esta investigación busca las diferentes circunstancias en las que se encontraban aquellas mujeres canarias que se vieron desamparadas por la falta de una figura masculina que desaparece, así como las distintas respuestas que dichas mujeres dieron en su momento a esta problemática, entendiendo cada uno de los mecanismos de supervivencia que tuvieron que desempeñar ante las adversidades derivadas del abandono de los cabeza de familia. Y, por otro lado, este trabajo intenta ir un poco más allá, para profundizar en las causas del no retorno de los hombres, que en busca de un mejor porvenir para sus familias en Canarias, abandonaron todo, en muchas ocasiones para no volver jamás.
La isla de Cuba se convirtió a inicios de siglo en la esperanza de todos aquellos canarios que no encontraban un futuro en su tierra puesto que las expectativas no acompañaban, viendo el panorama político y económico que les rodeaba. La Gran Guerra (1914-1918) asolaba Europa, a pocos kilómetros del Archipiélago estallaba la Guerra de Marruecos (1911-1927) en la que España luchaba contra la resistencia rifeña en el Protectorado de Marruecos, y por si fuera poco, en las islas se vivía una nueva crisis económica desde mediados del siglo XIX debido a la caída del cultivo de la vid, principalmente en Tenerife y la cochinilla, que afectó sobre todo a las islas de Fuerteventura y Lanzarote. Con todo ello, el espacio insular se transformó nuevamente en un emisor de emigrantes que salían otra vez con destino a América, y en esta ocasión, y durante largo tiempo, fueron a parar a la Mayor de las Antillas, donde desarrollarían principalmente labores agrícolas como el cultivo en las vegas de tabaco y en los campos de caña de azúcar.
Podemos asegurar que es prácticamente imposible cuantificar de forma exacta, la cantidad de canarios que cruzaron el Océano Atlántico en diferentes buques hacia Cuba, en las tres primeras décadas del siglo XX.
Sin embargo, puede tenerse una idea si se consideran, por ejemplo, dos autorizadas opiniones sobre el particular; la primera de ellas ofrecida por la Revista Patria Isleña, editada en La Habana, cuando menciona en su edición de noviembre de 1926,que en esos momentos había en Cuba más de cien mil isleños, y la segunda, perteneciente al afamado poeta Félix Duarte, que sitúa en algo más de veinte mil a los palmeros que habían arribado a Cuba, desde principios del siglo XX hasta finales de los años treinta.
En los puertos canarios se embarcaron millares de personas, para emprender un largo viaje por la ilusión y la esperanza. Si en el siglo XIX la travesía trasatlántica se efectuaba en bergantines, goletas, corbetas y bergantines-goletas, en la época tratada se utilizaban, generalmente, los modernos vapores, los cuales, además de reducir considerablemente el tiempo de viaje, se suponía que tuvieran condiciones aceptables para albergar a seres humanos. Nada más lejos de la verdad, los emigrantes canarios, en su gran mayoría pobres campesinos que malamente pudieron pagar el pasaje -si no se habían endeudado para ello- eran tratados sin consideración alguna y se convertían en víctimas de repudiables atropellos. MUJERES DE SAL...
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Por otro lado, el afán de ganancias de los dueños, motivaba que en cada viaje se embarcaran más personas que las que aceptaba la capacidad del barco, lo que traía funestas consecuencias, tanto por el hacinamiento, como por las enfermedades o las epidemias que se producían a bordo. En los buques existían hospedajes de tres clases: primera, segunda y tercera, casi la totalidad de los embarcados viajaban en la última de ellas, que era sinónimo no ya de molestias, sino de sufrimientos y calamidades.
La emigración canaria a Cuba fue una migración con un alto porcentaje de varones y de retor-nados, que invertían sus ahorros en Canarias, favoreciendo la división de la gran propiedad espe-cialmente en los altos de los pueblos. Las diferencias salariales entre un lado y otro y la llevada cotización del peso cubano estimularon ese retorno en una época de bonanza en las islas con la reactivación económica gracias a los nuevos cultivos de exportación (plátanos, tomates y papas). Se intensificó a partir de 1910, y especialmente entre 1915-20 por las graves consecuencias de la Primera Guerra Mundial. El bienestar económico cubano llega a su cenit por esos años. Pero en 1921 se originó un impresionante derrumbe. Hubo una cierta recuperación económica entre 1923-24, pero el crac del 29 trajo consigo el hundimiento definitivo de la migración.
Una parte de la emigración se canalizó hacia el tabaco en Pinar del Río y la región central de la isla y otra hacia la caña de azúcar en Oriente. Un 30% se quedó definitivamente en la isla, mientras que el resto retornó. Eran éstos últimos fundamentalmente varones jóvenes em-pleados en las labores de las zafras tabaqueras o cañeras, en el cultivo de frutales o en la venta ambulante. Los que se quedaban en su mayoría eran cultivadores de tabaco o colonos cañeros que traían a sus familias o se casaban con hijas de canarios. En las vegas se iniciaban como trabajadores a la parte de los beneficios. Con sus ahorros en épocas de bonanza compraban luego propiedades, asentándose definitivamente en ellas, como era característico de la zona de Sancti Spiritus donde los bajos precios de los terrenos hasta entonces montuosos favoreció el asentamiento de la población en esa región, donde la presencia canaria era muy numerosa. La deserción del servicio militar, sobre todo en los momentos álgidos de la Guerra de Marruecos, fue también otro de sus alicientes. Uno de sus rasgos característicos fue el asociacionismo canario creando delegaciones de la Asociación canaria por toda la isla. Dieron pie a centros sanitarios y a un importante movimiento periodístico1.
MUJERES DE SAL, HOMBRES DE HUMO
La presente investigación parte de estudios ampliamente trabajados en la historia de Canarias y claramente, la inmigración Canarias-América, es un tema que se ha tratado numerosas veces en el Coloquio de historia Canario Americano. Pero como antes se comentaba, la intensión es avanzar en aquellos estudios que traspasan la tendencia generalizadora de los estudios sobre los éxodos masivos en Canarias, y dar una mayor relevancia a las historias vividas en el anonimato. Siempre se habla del emigrante, que debido a las complicaciones políticas y económicas en su tierra de origen, deben salir a ganarse la vida a un lugar lejano, en este caso América. Pero no se suele hablar de aquellos familiares que quedan a la espera del retorno de hijos y padres, una espera que llegó a convertirse en incertidumbre y que en muchas ocasiones terminó por transformarse en la certeza de que nunca volvería ese padre o ese hijo que partió no solo con su esperanza, sino con la de toda su familia.
Este trabajo no es pionero, aunque pretende proporcionar nuevos datos y rescatar testimonios vivos que en su momento cayeron en el olvido. Las fuentes que hemos utilizado para desarrollar esta investigación son bibliográficas, orales y archivísticas, centrándonos
1 HERNÁNDEZ (2009), p. 7. LIDIA IRIS CARBALLO DÉNIZ Y MARIO RAMÍREZ CABRERA
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principalmente en las fuentes orales, que nos proporcionan el testimonio vivido por los descendientes de aquellos inmigrantes que no retornaron y forjaron una nueva vida en la otra orilla, así como de los familiares que quedaron las islas esperando.
En cuanto a los estudios realizados previamente a este en relación a la historia de la inmigración y a la historia de género, destaca el realizado por Mª Eugenia Monzón Perdomo y su trabajo “Ni solteras, ni casadas, ni viudas… Emigración masculina a América (siglos XVIII y XIX)” Esta investigadora aborda la problemática de la inmigración desde un punto de vista de género, por lo que supone la referencia más cercana a nuestra línea de investigación y facilita la labor de investigación sobre un tema tan concreto y tan poco trabajado. Las dificultades con la bibliografía referente a historia de género son múltiples, pero también, ésta ausencia de datos abre un amplio espacio virgen aún para profundizar sobre el tema. Por otro lado, los estudios sobre inmigración Canarias-Cuba son diversos, entre ellos están todos los recogidos en las actas del Coloquio de Historia Canario Americana, pero también existen numerosas publicaciones sobre inmigración ya que es una constante en la historia de las islas. Entre ellos se podrían destacarinvestigadores como Manuel Hernández González, especialista en Historia de la inmigración Canarias-América, o Antonio M. Macías Hernández.
A medida que se desarrolla este estudio se aprecia que la bibliografía que encontramos habla de la salida emigrantes hacia América, los países en los que se instalaron y las actividades que desempeñaron en dicho lugar, pero poco más se sabe de la situación de estos inmigrantes. La mayoría de los estudios a nuestro alcance para investigar acerca del período que tratamos es escrita en este lado de la orilla, mientras que los estudios cubanos, por desgracia, no son fácilmente accesibles. En busca de más respuestas a las causas del no retorno llegamos al otro lado del Atlántico, para darnos cuenta de que la importante presencia de los canarios en Cuba aún esconde muchos enigmas por resolver. Durante la estancia pudimos compartir vivencias y conocimientos con Mario Luis López Isla, reputado historiador y escritor cubano, presidente provincial de la UNEAC en Sancti-Spiritus y residente en Cabaiguán. Dicho investigador nos dio a conocer numerosas publicaciones y documentos gráficos, así como testimonios vivos de los descendientes de los canarios llegados casi un siglo atrás. Esto fue la prueba de que el fondo del asunto no era uno, sino varios, pues cada historia relataba unas circunstancias diferentes o una anécdota que cambiaba la interpretación sobre aquellos isleños que nunca retornaron, evidenciando distintas motivaciones que los llevaron a no volver.
Esto nos lleva a otra de las fuentes utilizadas, las fuentes orales, quizá la principal y la más esclarecedora en los objetivos de esta investigación. La única manera que parece posible para llegar a los recovecos que las anteriores investigaciones dejaron de lado, es escuchar las historias vividas, es decir, entrevistar a aquellas personas mayores que aún conservan la memoria suficiente como para relatar la historia de sus padres y abuelos, que en un momento del siglo pasado llegaron a la isla en busca de una nueva vida. Y en la otra orilla, los relatos y testimonios de las familias canarias de los emigrados nos desvelan la crudeza de una familia dividida por el espacio y el tiempo, presionada por una legislación que empoderaba únicamente al varón en la sociedad y señalada por ésta misma exigiéndole una incertidumbre infinita. En este caso, la historia de la mujer y de la familia que ella sola tiene que sacar adelante con un mayor sacrificio representa la unión de las dos orillas, y aquíno aportamos nada nuevo al conocimiento del pasado de las mujeres al señalar la situación de desigualdad, en todos los ámbitos de la vida, en la que se han encontrado a lo largo de la historia. Una desigualdad sancionada por las leyes civiles y eclesiásticas2
La experiencia con la historia oral nos ha revelado importantes datos sobre el porvenir de estas familias a ambos lados del Atlántico pues el fenómeno migratorio en estos niveles
2 MONZÓN (2014), p. 1016. MUJERES DE SAL...
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masivos de población, tanto para la sociedad canaria como para la Cuba, implican unas modificaciones culturales que se aprecian en la vida actual de manera clara y en todos los ámbitos de ambas comunidades.
El ejemplo de este trasiego humano y cultural que ello conlleva está en Cuba actualmente, especialmente en Cabaiguán, “Capital canaria de Cuba”, que a día de hoy es el municipio de Cuba donde más inmigrantes vivos quedan y donde el componente poblacional es mayoritariamente de origen canario. Y el único municipio del país que cuenta con una danza portadora de la tradición musical y bailable de los emigrantes canarios: la Danza Isleña de Pozas, Premio Nacional de Cultura Comunitaria y Olga Alonso.
También se conservan costumbres en la gastronomía, la vinicultura, el bordado y el tejido, en la tradicional oral, en el léxico, en la toponimia con muchos nombres provenientes de las Islas Canarias y de sus hijos emigrantes que se asentaron en el lugar.
Esta raíz canaria es alimentada por sus descendientes y por la Asociación Canaria de Cuba Leonor Pérez Cabrera que tiene una sede en la ciudad y que ha desarrollado una excelente labor junto a otras instituciones culturales del territorio en el rescate y conservación de esta parte de la identidad común, en la Escuela de Etnografía y Folklore donde se imparten clases y talleres de literatura, música, danza, artes plásticas, cocina tradicional canaria, juego del palo, fútbol, tejido y bordado y de historia y geografía de las Islas Canarias.
La Asociación Canaria Leonor Pérez Cabrera, con su sede principal en la ciudad de la Habana, tiene órganos de base en todos los barrios de la ciudad y en todos los departamentos donde la presencia de canarios y descendientes de los mismos sea cuantiosa, que son casi todos. Esto permitió que en la estancia en Cuba se pudiera contar con un gran número de entrevistados, facilitando la tarea previa de búsqueda. Entre todas las investigaciones, sorprenden los casos en que se pudo contar, al menos, con la presencia de nativos canarios llegados a la isla cuando eran niños, y que relataron su experiencia o en otros casos eran sus hijos quienes nos transmitían las anécdotas. Al menos unas cincuenta entrevistas a canarios y descendientes de canarios se realizaron buscando enlaces con un pasado olvidado en las islas, llegando a encontrar casos sorprendentes que afirmaban la tesis que buscábamos confirmar sobre aquellos padres que habían formado dos familias, una antes y otra después de su partida.
Otro evento que aportó una gran cantidad de testimonios así como contactos previos a las entrevistas que se desarrollarían en la estancia en Cuba fue el “Festival Canariguán”.
La palabra CANARIGUÁN, es una mezcla de las palabras Canarias y Cabaiguán (la I es común); este es el nombre de un evento dedicado, desde hace casi un cuarto de siglo, a la presencia de los canarios en Cuba y a su inserción en la sociedad cubana y en especial en el campo, en el tabaco y en Cabaiguán, territorio que a principios del siglo XX fue el que más acogió isleños inmigrantes en la República. Se celebra desde 1992 por iniciativa de la Asociación Canaria de Cabaiguán y con el apoyo de la Sede Nacional de dicha Asociación, a lo que inmediatamente se le sumó la Dirección de Cultura y Arte Municipal, con la ayuda del Sectorial Provincial.
Desde el año 2005, a propuesta del Museo Etnográfico Regional (Campesino), ubicado en los campos de Cabaiguán y con el apoyo incondicional del Centro Provincial de Patrimonio Cultural, se aunaron otros esfuerzos y se pasó a llamar FIESTA DEL TABACO-CANARIGUÁN y se incorporó la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), a través del Comité Municipal y con el apoyo del Comité Provincial de Sancti Spíritus.
Desde entonces funciona en varios escenarios, pero siempre en la Casa Canaria y el Museo Campesino y se celebra cada dos años, alternando con la Bienal de Cultura Agraria. Se dedica un día a Canarias y otro a Cuba, pero se mezclan los elementos identitarios, algo inevitable por el proceso de transculturación ocurrido, de lo que da fe la historia. Se realiza un evento científico con ponencias, concursos de comidas y vinos, interpretación de repentismo, música y danza canarias y cubanas, exposiciones de tejidos y bordados, exhibiciones de LIDIA IRIS CARBALLO DÉNIZ Y MARIO RAMÍREZ CABRERA
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deportes y otras actividades. Y lo fundamental: es un proyecto para fortalecer la identidad cultural y conservar y fortalecer los lazos entre Cuba y Canarias. Hasta ahora se han celebrado trece ediciones, por lo que el que se realizará el 11 y 12 de marzo será el número catorce (XIV). Este evento es organizado por la UNEAC (Unión de Escritores y Artistas de Cuba, Museo Etnográfico Regional (campesino) de la dirección municipal de cultura y arte y Asociación Canaria de Cuba: Leonor Pérez Cabrera.
Por medio de la historia oral la investigación se va completando así como va ampliando sus horizontes en la búsqueda de los relatos que den una nueva perspectiva de lo que ocurría en el seno de las familias canarias de las dos orillas. Si es cierto que quedan claras las razones de partida, no está tan claro lo ocurrido en la intimidad de las familias que quedaron esperando; al igual que al otro lado se sabe actualmente la labor de los recién llegados pero no el transcurso vital que los llevó a olvidar a sus familias para fundar otras en Cuba.
Otra de las fuentes consultadas para elaborar este trabajo es la de los archivos, en este caso los cubanos en la medida de lo posible.
La historia oral no puede ser la única fuente en una verdadera investigación y debe ser contrastada con las fuentes escritas, por ello en nuestro viaje, además de recopilar todos los relatos transmitidos principalmente en el ámbito familiar, acudimos a los registros civiles y archivos municipales además del archivo nacional de Cuba en La Habana para conseguir entender cuáles fueron las circunstancias concretas de los canarios llegados a la isla desde un punto de vista legal nacional. Con mayor o menor resultado en nuestra investigación documental, conseguimos información de gran valor para nuestro trabajo. Siguiendo una cronología que coincide con nuestro itinerario de viaje, consultamos documentos en las diferentes poblaciones que fuimos visitando.
Nuestra primera parada es Cabaiguán, “la capital canaria de Cuba”, donde conseguimos rescatar numerosas historias y relatos que demuestran la huella de los isleños que le dan el sobrenombre al lugar. A pesar de ello, nuestros intentos para acceder al archivo municipal no fueron fructíferos, dado que nos exigían una documentación previa de la que no disponíamos y que habríamos tardado demasiado tiempo en conseguir. Hablamos con el director del archivo y nos imposibilitó el acceso, con cámaras y sin ella.
Por otro lado, consultamos documentación en el Registro Civil de Cabaiguán, donde nos recibieron con mayor atención y nos permitieron ver algunos documentos de cambio de nacionalidad de los canarios que llegaron al municipio, y donde en muchos casos detallan aspectos de su vida, como su estado civil o si tenían familia en Canarias. Conseguimos hacernos con algunos documentos oficiales, y cada uno se refiere a un canario de origen diferente. Debemos atender a estos documentos con especial cuidado, pues aunque sean simples documentos administrativos en los que a priori solo se reflejan datos personales, en muchas ocasiones nos hablan de algo más y una lectura entre líneas o reflexiva ayuda a extraer mejores hipótesis.
En medio de nuestra estancia en Cabaiguán dimos un salto a la ciudad de Trinidad acompañados por el historiador y escritor Mario Luis López Isla, que por medio de sus contactos nos dio acceso al “Museo de Historia” de la ciudad y al “Museo de Lucha contra bandidos”. Pero lo más interesante de este fugaz viaje fue la visita al archivo municipal de Trinidad, donde pudimos acceder a toda la información acerca de los canarios llegados a esa localidad allá a principios del siglo XX. Si es cierto que los datos registrados oficialmente no reflejan una gran número de canarios en comparación a otros llegados desde otras regiones de España, no debemos olvidar la importancia que tuvo la inmigración clandestina o ilegal, que siempre evitó cualquier tipo de control gubernamental que pretendiera censar la población de cada una de las regiones de la isla.
Después de quince días de trabajo continuo persiguiendo los relatos de las familias canario-cubanas y los rumores sobre historias de “hombres de humo”, decidimos seguir MUJERES DE SAL...
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nuestro camino en busca de estos relatos en otras poblaciones. Ya en la Habana no tuvimos tiempo de iniciar el trabajo de campo, cuando los representantes de la Asociación Canaria de Jovellanos nos vinieron a invitarnos a su municipio, muy cerca de la ciudad de Matanzas, capital de la provincia del mismo nombre. Aceptamos sin dudarlo, pasando una semana en esta localidad y sus alrededores, que nos brindó un número récord de entrevistas. En cuanto a fuentes documentales, pudimos acceder al libro de registro de los asociados de la Asociación Canaria de Jovellanos, constatando la gran cantidad de Canarios llegados a esta zona desde todas las islas y que aún hoy, sus hijos y nietos seguían desde el mismo lugar conectados a a sus raíces por medio de dicha asociación.
Finalmente, terminamos el viaje en La Habana donde nos empleamos al máximo para no perder las innumerables historias de aquellos muchos canarios que se afincaron en la capital para desarrollar una nueva vida. Nuestra estancia en la capital giraba en torno al eje de la “Casa Canaria de La Habana”, órgano central de todas las asociaciones del país presidida por su fundador Carmelo González Acosta, quien nos recibió desde el primer momento con la mayor calidez. Por medio de este espacio pudimos contactar con los miembros del “Grupo Renacer” formado por aquellos asociados de mayor edad, algunos incluso eran canarios nativos, que se reunían en la Asociación para desarrollar actividades lúdicas. Esta experiencia nos aportó historias y relatos de gran intimidad, secretos familiares sobre familias en la otra orilla que nunca conocieron, hermanos y primos innombrables en casa pero que poco a poco fueron saliendo tímidamente a la luz. Ahora son historias que incluso para sus protagonistas, merecen la pena ser reveladas a pesar de la presión de la vergüenza.
En nuestra labor de archivo no podíamos dejar atrás la oportunidad de documentarnos en el Archivo Nacional de Cuba. En este caso, Mario Ramírez Cabrera en calidad de historiador especialista en historia y antropología de América tuvo acceso a dicho archivo, no sin antes intentarlo varias veces. Antes tuvimos que buscar una institución cubana que nos abalase para acceder a los documentos, algo más que nos aportó “La Asociación Canaria Leonor Pérez Cabrera”. Por fin pudimos consultar los diferentes fondos documentales, además de la rica biblioteca que atesora dicho archivo. Después de cinco días analizando los registros mientras se tramitaba y se aceptaba mi carta de recomendación, sin poder trabajar directamente sobre los legajos debido al retraso burocrático, no tuve más que dos días antes de mi vuelo de regreso para bucear en los documentos.
Entre las colecciones consultadas destacan “El Fondo de Secretaría de la Presidencia” y el de “Donativos y Remisiones”
CONCLUSIONES
Mediante las entrevistas y los coloquios realizados con los descendientes de canarios, hemos podido comprobar que las relaciones intergeneracionales se van estrechando entre los sujetos más pequeños y los más mayores, en los que ambos se hacen partícipes de la creación de un nuevo relato, transformándose en sujetos activos de vital importancia en el proceso de recogida de la información. Además, en el caso de las personas mayores la necesidad de escucha y el sentirse protagonistas, contribuye a una subida de la autoestima y un sentimiento de valía debido al interés que se muestra en conocer la vida de su persona. El estudio de los distintos relatos biográficos nos ha brindado una serie de oportunidades para conocer una información minuciosa y detallada sobre la realidad, pero también sentimientos y emociones personales muy interesantes para conocer el impacto real de cambio y complejidad de las relaciones sociales primarias. Durante esta experiencia en Cuba, se puede decir que el rescate y descubrimiento de las causas del no retorno nos ayuda a entender el funcionamiento de la LIDIA IRIS CARBALLO DÉNIZ Y MARIO RAMÍREZ CABRERA
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sociedad y de la vida en sí, ya que a través del recuerdo autonarrado comprendemos nuestra vida, en un relato en el que el autor, el narrador y el personaje son una misma persona.
La oportunidad de escuchar estas vivencias particulares y querer accionar con ellas nos brinda la oportunidad de estudiar los distintas situaciones sociales en las que estamos inmersas, con el objetivo de construir una sociedad más horizontal, justa, igualitaria y coherente, donde se reconozca la voz de la mujer que a lo largo de los siglos ha sido silenciada y obviada.
Estas historias de vida de las que nos hemos nutrido y hemos compartido por el camino en los diversos encuentros en los que hemos participado, han sido una semilla de reflexión y concienciación que comienza a desarrollarse hacia una sociedad que camina en el sendero del des-aprendizaje de los mecanismos de opresión y dominación del sistema actual, reconstruyendo el empoderamiento del aprendizaje colectivo en la preparación para la acción transformadora.
Según las autoras Costa y Magalhaes, (2001) consideran que partiendo del trabajo sobre sus historias de vida, las personas pueden alcanzar su propia transformación personal y social.
Por otro lado, somos conscientes de que el uso de éste método presenta algunas limitaciones ya que el testimonio individual suscita una gran subjetividad y relatividad, y las técnicas de recogida de la información (las entrevistas) pueden ser objeto de grandes errores y omisiones sobre fechas, datos, etc. Esta técnica empleada nos ha ayudado a cambiar el enfoque de la indagación que normalmente se lleva a cabo al recoger los testimonios de las personas que han sido olvidadas en el momento de construir la historia.
Los testimonios recogidos pueden ser de gran ayuda para ver la historia desde otro punto de vista y cumplimentar visiones que sí han sido registradas. A la misma vez los condicionamientos, principalmente, fisiológicos: edad de las personas encuestadas, enfermedades, pérdidas de memoria, entre otros, nos limitan obviamente la fiabilidad exacta de las fuentes. Además, resalta la problemática de que el recuerdo de estas experiencias están inmersas en un gran carácter subjetivo. En varias de las entrevistas realizadas a las personas descendientes de canarios, se ha podido comprobar cómo éstas pueden elegir qué recordar, qué omitir, qué contar y qué guardarse para ellos, así como la forma de hacerlo, lo que influye en la narración de los testimonios. Hay que tener en cuenta que la información que queremos obtener es un tema bastante íntimo y personal y por lo tanto conseguir adentrarnos en los más profundo de sus corazones con tan poco tiempo de relación no fue una tarea fácil, pues es necesario cultivar las relaciones con más tiempo para poder construir un clima de confianza con las personas entrevistadas, pues en varias ocasiones, nos contaban detalles personales pero resaltando siempre un: “ que esto quede entre nosotros” ya que no querían herir a la otra familia del otro lado. Del mismo modo, reflexionar sobre este tema y en muchas ocasiones reconocer y/o sentir que su padre dejó otra familia en Canarias de la que nunca más se supo conlleva un trabajo personal y un nivel de conciencia que no se consigue en un solo primer contacto.
Al mismo tiempo, otra de las dificultades con las que nos encontramos es el estado de la memoria, en este sentido, juega un papel muy importante en el uso de la historia oral. Puede ayudarnos o puede dificultarnos la tarea, ya que se pueden recurrir a recuerdos sesgados y no se puede garantizar la veracidad de los mismos. Esta selección dependerá del grado de conocimiento, el grado de interés, el de implicación, que el sujeto tenga sobre el hecho que esté narrando. Hay que decir, que las personas entrevistadas o encuestadas tienden a interpretar la historia bajo sus propias vivencias que al fiel relato de la misma, pero que puede ser utilizada esa información para ser contrastada con otras y generar visiones más objetivas. No obstante, a través de ella podemos llegar a interpretar cambios en la conciencia de las personas y, además, encontrar sentido no sólo a lo que nos dicen los libros históricos o la gente relata, sino a lo que se oculta y no se dice. MUJERES DE SAL...
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Concretamente hemos tratado de que la forma en la que realizamos las entrevistas y coloquios no fuera muy estructurada, propiciando así, la creación de un clima cercano, factor relevante para el desarrollo de este trabajo. La sociabilidad y el carácter extrovertido del pueblo cubano, nos facilitó enormemente la labor de adentrarnos en las intimidades y poder rescatar la información pertinente para el desarrollo de esta investigación, pues podemos agradecer, que detrás de cada puerta nos abrían un corazón. Cabe decir, que desde el primer momento les advertimos que podían quedarse en el anonimato, aunque no fue necesario ya que no tenían inconveniente en presentarse. Otra de las cuestiones que tuvimos en cuenta fue el apoyarnos en documentos, imágenes y visitas, que sustente lo que nuestro entrevistado nos relata. Como entrevistadores, el rol que utilizamos a la hora de recabar información fue la función de guía, es decir, seguir unas pautas para poder obtener la información que se ha planteado en los objetivos iníciales. Por otro lado, se nos presentan situaciones en las que florecen sentimientos, emociones o recuerdos que causan estrés, miedo, agobio, etc, en nuestros protagonistas. En este caso, mantuvimos siempre actitudes respetuosas e intentamos calmar al sujeto y restablecer la entrevista siempre que no supusiera una presión o un compromiso para los entrevistados, ya que ante todo, la relación que construimos es de sujeto a sujeto y no de sujeto a objeto. Consideramos importante tener en cuenta tales detalles y mostrar siempre la gratitud por el esfuerzo realizado.
Por otro lado, como primera toma de contacto hacia el análisis de las causas del no retorno, se puede decir, que un gran número de entrevistados, relatan que el emigrante canario del cual descienden, no volvió a Canarias por falta de recursos económicos. Al mismo tiempo, cabe decir, que son muchos les emigrantes que fueron para Cuba dejando familias en Canarias, mujeres, hijos, madres y padres. Nos parece singular el dato, de que un número considerado de canarios que no regresaron, les comunicaban a sus mujeres cubanas que tenían otra familia en Canarias, sin embrago, la mujer canaria, no sabe que su marido no va a regresar, esperando eternamente, atada de pies y manos, debido a las imposiciones legales y morales que le afectan en su condición de mujer, casada, soltera o viuda. En la mayoría de estos casos, las familias cubanas que tienen conocimiento de sus lazos familiares en el otro lado del Atlántico, intentan mantener el contacto, o rescatar el parentesco que los une hacia Canarias. Son varias las situaciones en las que los cubanos descendientes de emigrantes que hemos entrevistado, nos cuentan el rechazo de la familia que tienen en canarias. “Ellos están enfadados porque el padre nunca volvió pero nosotros somos sus hijos y no tenemos culpa” Nos dice por ejemplo Álcida, hija de un Tinerfeño que dejó a su hijo en Los Realejos y no regresó nunca más.
En varios casos, fueron creciendo estás dobles familias poco a poco y en el momento que ya el emigrante canario tenía el dinero para volver, ya había formado otra familia en Cuba y no se decidía partir de nuevo para las islas. Por otro lado, cabe decir, que muchos emigrantes que se iban de canarias ya casados, no podían casarse en Cuba, debido a que en este país está prohibido tener doble matrimonio, al mismo tiempo que en Canarias el divorcio estuvo prohibido hasta después del periodo de la dictadura franquista.
Los beneficios a los que podrían estar sujetos los canarios que se matrimoniaran en Cuba y por otro lado la entrada ilegal al país tanto por la huida al servicio militar como por falta de medios económicos, hace que una gran mayoría de emigrantes se cambiaran el nombre al llegar a Cuba. Este asunto hoy en día trae consecuencias nefastas para sus descendientes, pues debido al bloqueo que sufre la isla por parte de los EEUU, los cubanos tienes bastante restringida la salida del país si no tienen la doble nacionalidad. Este cambio de nombres de sus ascendientes, causa confusión y imposibilita el acceso a las partidas de nacimiento necesarias para que se les otorgue la nacionalidad española y puedan salir fácilmente del país.
Otras de las causas del no retorno con las que nos encontramos, es la vergüenza de haber fracasado. Muchos de los emigrantes, llegaron a Cuba endeudados con familias y vecinos, a los cuales debían pagarle algún tipo de préstamos que se les había hecho para emprender el viaje LIDIA IRIS CARBALLO DÉNIZ Y MARIO RAMÍREZ CABRERA
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XXII Coloquio de Historia Canario-Americana
ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-079, pp. 1-10
hacia la mayor de Las Antillas. Encontramos varios casos de suicidios, en los canarios que no lograron salir adelante y hacer suficiente dinero como para mandarle a la familia que quedó en Canarias.
A nivel personal, consideramos, que aunque las comunicaciones eran difíciles y muchos no sabían ni leer ni escribir, el flujo entre islas era constante, al mismo tiempo que los años van pasando y las comunicaciones mejorando, y por tanto pensamos que para aquellos que decidieron no volver, no era imposibles dar una señal de vida, tanto a esposas, hijos, madres… Pues no solamente quedaron esperando esposas e hijos, muchas madres y padres, se sacrificaron para mandar a sus hijos a buscar el porvenir a Cuba, y nunca regresaron. Con este comienzo del proyecto “rescatando las voces del no retorno” esperamos responder a las preguntas que quedan en el corazón de las que esperaron toda la vida la vuelta a casa del emigrante.
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