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XXII Coloquio de Historia Canario-Americana ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-124, pp. 1-15 LAS MANIFESTACIONES RUPESTRES DE LOS LETREROS: LAS REPRESENTACIONES DE ÉQUIDOS EN EL BARRANCO DE BALOS THE ROCK ART OF LOS LETREROS: THE EQUIDS REPRESENTATIONS IN THE BALOS RAVINE Iván Ventura Florido* Cómo citar este artículo/Citation: Ventura Florido, I. (2017). Las manifestaciones rupestres de Los Letreros: las representaciones de équidos en el Barranco de Balos. XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016), XXII-124. http://coloquioscanariasmerica.casadecolon.com/index.php/aea/article/view/10063 Resumen: Las representaciones rupestres de Gran Canaria han constituido tradicionalmente un foco de atención destacado para el estudio de nuestro pasado. Las figuraciones humanas y las inscripciones alfabéticas cuentan con gran cantidad de análisis históricos. Sin embargo, otros motivos, como los équidos, no han recibido una atención semejante pese al enorme interés que presentan para abordar cuestiones como el poblamiento insular y la semiótica de los grabados rupestres prehispánicos. Este trabajo afronta el estudio de seis paneles con representaciones de caballos localizadas en el conjunto de Los letreros de Balos y Montaña de los Perros. Los patrones de representación, las composiciones reconocibles en cada panel y las asociaciones de motivos han servido para caracterizar una de las figuraciones más singulares de la Gran Canaria prehispánica, permitiendo el planteamiento de hipótesis sobre el significado de este tipo de expresiones y del papel de Balos en la configuración identitaria de los antiguos canarios. Palabras clave: Grabados, caballos, poblamiento, Balos, simbolismo Abstract: The rock art of Gran Canaria have been traditionally a prominent focus for the study of our past. The human figures and alphabetic inscriptions have many historical analyses. However, other motives, such as hors-es, have not received a similar attention despite the enormous interest that have to approach questions as the insular settlement and semiotics of prehistoric rock carvings. This work confronts the study of six panels with representations of horses located in the site of Balos and Montaña de los Perros. Patterns of representation, recognizable compositions in each panel and associations of motives have been used to characterize one of the most singular figurations of the prehispanic Gran Canaria, allowing the approach of hypotheses about the meaning of this kind of expressions and the role of Balos in the identity configuration of the old canaries. Keywords: Engravings, horses, settlement, Balos, symbolism INTRODUCCIÓN Las manifestaciones rupestres de los antiguos canarios constituyen una de las expresiones culturales más significativas de cuantas singularizan a esta sociedad. Han recibido la atención de numerosos investigadores que han querido reconocer en tales representaciones aspectos como el lugar y la cronología de la llegada de los primeros habitantes de la isla, la celebración de prácticas mágico-religiosas, marcas territoriales e identitarias, mensajes, etc. Pese a la disparidad de valoraciones en la historiografía canaria, existe un cierto consenso en torno a las dificultades que entraña la interpretación y explicación histórica de estas manifestaciones. Esta situación se ha ido paliando en cierta medida en los últimos años, pues el número de estaciones * Graduado en Historia por la Universidad Las Palmas Gran Canaria. Máster de Formación del Profesora-do de Secundaria y Bachillerato en la especialidad de Geografía e Historia. Las Palmas de Gran Canaria. España. Correo electrónico: ivanlpool@hotmail.com IVÁN VENTURA FLORIDO 2 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-124, pp. 1-15 rupestres al aire libre conocidas en Gran Canaria ha ido aumentando de forma muy significativa. De un conocimiento que descansaba fundamentalmente en Balos, en las dos últimas décadas se han inventariado más de una docena de yacimientos rupestres repartidos por toda Gran Canaria, si bien con una especial concentración en el SE de la isla. Pero además, el propio yacimiento de Balos también ha ido aumentando sus límites, pues diferentes trabajos de prospección han sumado el hallazgo de nuevos paneles1, algunos de ellos aún inéditos. Este trabajo presenta los datos que formaron parte del trabajo de fin de grado de quien suscribe estas líneas, y pretende ser un modesto punto de partida desde el que afrontar un trabajo futuro más exhaustivo. Por ello en esta comunicación solo se aspira a presentar una serie de datos y primeras reflexiones surgidas en un marco de trabajo tan concreto como es el de un TFG, que tuvo como principal foco de atención las representaciones de équidos en Balos. Este tipo de manifestaciones rupestres son una de las expresiones más singulares de cuantas integran el universo rupestre de Gran Canaria. Incluso en algún caso se ha llegado a cuestionar su adscripción al período prehispánico2, por cuanto los caballos no formaban parte de la cabaña ganadera de los antiguos canarios. Las manifestaciones rupestres en el entorno del barranco de Balos han llamado la atención de aquellos investigadores locales o extranjeros que, desde la segunda mitad del siglo XIX, se interesaron por los antiguos habitantes de Gran Canaria. De este modo existen referencias en alusión a los documentos epigráficos concentrados en Los Letreros como las de Berthelot, Chil y Naranjo o Vernau que ya hablaban de estos grabados en algunos de sus trabajos, aunque de manera muy general. Desde mediados del pasado siglo XX, ya comienzan a aparecer trabajos que abordan la temática de una manera más pormenorizada. La primera referencia monográfica hacia estas expresiones culturales de los antiguos canarios en este contexto, fue la realizada por Pedro Hernández Benítez en el año 1945 en su publicación recogida en la revista del Museo Canario3. Sobre los grabados realiza un balance de tan solo algunos paneles, obviando muchos otros y establece que las características predominantes en el arte rupestre de Balos se limitan a la representación de “arboles, figuras antropomorfas y signos alfabetiformes”. De este modo deja fuera de las diversas tipologías la presencia de zoomorfos y solo alude a la presencia de caballos, al referirse a un grabado del sector B1, que describe como “un caballo marino o hipocampo al parecer, del que solo se ven la cola y la cabeza, por haber saltado esquirlas de la piedra al desconcharse por la acción del tiempo y de los agentes atmosféricos”.4 Como puede desprenderse de lo dicho, nada que ver con las figuraciones que constituyen el centro de nuestro trabajo. Serán los trabajos de A. Beltrán los que empiecen a ofrecer una información más detallada siguiendo un método descriptivo y de clasificación pormenorizado, cuyo resultado fue la publicación de la primera monografía dedicada a este yacimiento en el año 1971. Realiza un estudio de las formas de ejecución de los grabados estableciendo que existen tres técnicas basadas en el picado, frotado o arrastrado y en la incisión fina y continua la cual explica que es más “rara de encontrar”5. Beltrán incorpora valoraciones detalladas de los grabados y nuevos calcos y fotografías. De este modo, identifica y describe paneles que, según él, desde que Verneau los citara en sus trabajos, estaban olvidados. Por otro lado desestima las comparaciones llevadas a cabo por Benítez. 1 MARTÍN (2008); CUENCA (2010). 2 HERNÁNDEZ (1982). 3 HERNÁNDEZ (1945). 4 HERNÁNDEZ (1945), p. 311. 5 BELTRÁN (1971), p. 18. LAS MANIFESTACIONES RUPESTRES... 3 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-124, pp. 1-15 Beltrán realiza una labor exhaustiva de clasificación de las tipologías existentes en Balos, y será él quien dé a conocer los paneles en los que aparecen representaciones zoomorfas apuntando a la posibilidad de que se tratasen de équidos o cuadrúpedos. La primera alusión a estas figuraciones la hace en su descripción del panel XXVII refiriéndose a la que denomina como figura 16, y dice ver un “esquema animal, muy dudoso, quizá un cuadrúpedo con una sola pata por par o mejor simplemente signo unido a un remate extraño en la parte superior izquierda”. 6 Sin embargo ya identificará y clasificará como jinetes a unos motivos de su panel XLIII, figura 74, (identificados en este trabajo como Balos 2 panel II), de los que escribe que “hay una escena rectangular con tres figuras, dos de ellas jinetes y uno mostrando claramente las riendas del équido, en línea seguida grabada, con presencia de algunas picadas. El picado superficial da unos trazos claros. Todas estas figuras tienen que ser, dada la presencia de caballos montados, posteriores a la conquista”7. De esta manera el que fuera catedrático de Prehistoria de la Universidad de Zaragoza ofrece una propuesta cronológica que sitúa la autoría de estos grabados en un periodo posterior a la llegada de los europeos a la isla, si bien no se aventura a suponer a manos de quienes fueron realizados. Además añade que este panel ya fue conocido por Vernau quien lo describe en su conocida obra “Rapport”, diciendo que se trata de “una especie de personaje informe montado sobre un animal groseramente figurado”8. Beltrán ofrece en su trabajo un calco de estos grabados y una descripción detallada de los mismos. Del mismo modo, estudia los paneles que nosotros hemos clasificado como Balos 3, paneles 3 y 4, denominándolos panel XLVII-1, figura 79 (arboriforme), y panel XLVII-2 a 10, figura 80 (jinetes). Beltrán sugiere la posibilidad de que los arboriformes que aparecen asociados a las figuras de los jinetes puedan ser la representación de “hombres-arboles”,9 y posteriormente los compara con el “arte esquemático europeo de la Edad del Bronce”.10 Este autor desarrolla una detallada tipología de los diferentes motivos concentrados en Balos incorporando una categoría de “Animales” en su propuesta explicativa. De estos dice que “los únicos grabados seguros de animales son los cuadrúpedos y estilizaciones de lagartos o reptiles semejantes”.11 Sin embargo añade, que pese a que los caballos y camellos están fuera del mundo indígena y que su presencia física en las islas se correspondería a la llegada e introducción de los europeos después del siglo XIII, su representación en los soportes pétreos de Balos puede responder “a los recuerdos y conocimientos de los grabadores si admitimos que pueden ser gentes llegadas de África o Europa que, sin haber llevado consigo animales de silla, no obstante los conocieron”12. En líneas posteriores añade que además los grabados de los diferentes paneles que estudia, tienen diferentes grados de estilización, añadiendo que “Si estos grabados no son posteriores a la conquista española, deben referirse a dos momentos diferentes, realizados por inmigrantes distintos que plasmarían su recuerdo de la monta de caballos; en todo caso, la diferencia entre ambos postula el atribuirlos a dos autores distintos”13. Prosigue su discurso a través del establecimiento de analogías de los grabados de Balos con otros de diferentes culturas, tal y como explica al ver “asombrosas semejanzas en uno del desierto del Negev, no muy antiguo, con sólo una pata por par, cuerpo recto, sin marcar la cola y largo cuello terminado por la cabeza también larga y doblada, mientras el jinete es un trazo vertical sin mostrar los pies; grabado mediante el picado con instrumento de punta gruesa. El otro ejemplo lo hallamos en Carschena, cantón de los Grisones (Suiza), teniendo el caballo cuatro patas, largos cuello y cabeza, 6 BELTRÁN (1971), p. 87. 7 BELTRÁN (1971), p. 119. 8 BELTRÁN (1971), p. 119. 9 BELTRÁN (1971), p. 128. 10 BELTRÁN (1971), p. 135. 11 BELTRÁN (1971), p. 137. 12 BELTRÁN (1971), p. 137. 13 BELTRÁN (1971), p. 138. IVÁN VENTURA FLORIDO 4 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-124, pp. 1-15 salientes orejas y cola; el jinete rebasa muy poco la línea recta del cuerpo del animal y adelanta los brazos; se datan estos grabados en el Bronce avanzado”14. Otro de los investigadores que fijaron su atención en los grabados rupestres de Balos fue Mauro S. Hernández Pérez, quien realiza su tesis doctoral sobre las representaciones rupestres del Archipiélago Canario. En su publicación “Las representaciones zoomorfas en el arte rupestre del archipiélago canario”, aborda de manera monográfica el tema, e incluye un apartado específico a las representaciones de caballos y jinetes. Hernández llama la atención sobre la escasa presencia de motivos zoomorfos dentro del universo indígena, y circunscribe la presencia de équidos específicamente al entorno de Balos. De este modo, desecha las interpretaciones que hacían tanto Hernández Benítez como Jiménez Sánchez, tras llevar a cabo sus propios calcos y comparativas con el de los autores mencionados anteriormente. Señala que estas figuraciones representan animales de monta, y sugiere que “nos inclinamos por la representación de caballos, mulos o burros, pues de tratarse de camellos, se les habría señalado la giba, como es corriente en el arte rupestre del vecino continente africano”.15 Hernández Pérez cierra sus referencias a los équidos estableciendo que estas representaciones son según la patina y técnica de ejecución, pertenecientes al periodo histórico, “es decir con posterioridad al siglo XIV-XV d.C. Por ello no consideramos necesario buscarles paralelos con otros tan alejados en el tiempo y el espacio como los del desierto del Negev o de Caschena, cantón de Grisones, en Suiza”16, tal y como sugería Beltrán. De este modo, Hernández Pérez defiende que las representaciones zoomorfas de Balos no deben ser consideradas de factura prehispánica, siguiendo la información que le aporta el estudio de la técnica y estudio tipológico de los grabados. Hernández Pérez, incluye los motivos ramiformes dentro de la categoría de antropomorfos, como “representaciones humanas”17, asociándolos a las zoomorfas. Sin embargo a este tipo de figuraciones sí les reconoce una posible cronología indígena anterior al siglo XV d.C. y dice que “los asociamos todos ellos a los africanos donde se encuentran sus paralelos de conjunto”18. E. Martín Rodríguez (2006, 2008) ha sido otro de los investigadores que más atención ha prestado a las representaciones de Balos. Entre otras cuestiones, desestima el modelo de sistematización de Beltrán por considerarlo incompleto, atribuyendo tal circunstancia a la falta de prospecciones eficientes ya que Beltrán, según dice, basó su trabajo fundamentalmente en los grabados ya conocidos con anterioridad. Además de plantear su propia sectorización del yacimiento, Martín llevó a cabo un estudio de las patinas mediante el cual tratar de establecer una cronología para los grabados19. En lo que a la materia de este trabajo se refiere, no se alude a la adscripción cronológica de las representaciones de équidos. Es probable que se deba a que las aportaciones sobre este yacimiento tienen un carácter más metodológico que descriptivo o valorativo de conjunto. Uno de los estudios más recientes sobre Balos es el que realiza J. Cuenca Sanabria (2010). Plantea su propia sistematización del yacimiento, la cual ha sido la base de la nuestra para este trabajo. Sanabria realiza descripciones de los grabados de una manera exhaustiva y precisa, y lleva a cabo el planteamiento de una nueva propuesta de catalogación que sin duda facilita el entendimiento del conjunto de Los Letreros e incorporando paneles que habían pasado desapercibidos hasta el momento. Las representaciones de caballos no son objeto de atención particular en los trabajos de este autor, quedando solo incorporados en la relación de motivos que aparecen representados en Balos y su entorno inmediato. 14 BELTRÁN (1971), p. 138. 15 HERNÁNDEZ PÉREZ (1982), p. 58. 16 HERNÁNDEZ PÉREZ (1982), p. 60. 17 HERNÁNDEZ PÉREZ (1981), p. 14. 18 HERNÁNDEZ PÉREZ (1981), p. 16. 19 MARTÍN (2008). LAS MANIFESTACIONES RUPESTRES... 5 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-124, pp. 1-15 Como se desprende de lo dicho hasta el momento, los investigadores pioneros en el estudio de Los Letreros de Balos no dudaron en situar en los momentos posteriores a la Conquista castellana las figuraciones de équidos. Los trabajos más recientes, sin embargo, pasaron a incorporar estos grabados en sus descripciones de la zona Arqueológica, si bien sin entrar a plantear valoraciones particulares sobre su cronología o relación tipológica o cultural. METODOLOGÍA Las particularidades del tema elegido para este trabajo, así como los objetivos perseguidos implicaban el desarrollo de una metodología diversa que abarcase desde el análisis bibliográfico hasta las tareas de campo dirigidas a documentar las manifestaciones rupestres objeto de estudio. El análisis de los grabados rupestres se llevó a cabo a través del estudio de fotografías detalladas de aquellos paneles contenedores de la tipología que nos interesa para este trabajo. Dicho material fotográfico fue facilitado por Javier Velasco Vázquez, y posteriormente cotejado con la realidad mediante visitas al yacimiento, sin en ningún momento, llevar a cabo prácticas de prospección o de manipulación de los paneles, que pudieran poner en peligro su integridad o el de los soportes. Una vez concluido el trabajo de campo, procedimos al trabajo en el laboratorio realizando los calcos digitales de los paneles, con lo que se evita, por lo general, una reproducción subjetiva de los elementos representados. Para esta labor decidimos emplear el software libre de tratamiento de imágenes GIMP 2.0. La imagen fotográfica de base fue mejorada mediante el aumento del contraste y los equilibrios de color, empleando además diferentes filtros que fueron trabajados en capas independientes. Cada panel fue realizado de forma independiente mediante la reproducción grafiada de los elementos rupestres identificables. Una vez obtenido este material, decidimos acudir una vez más al yacimiento para establecer comparaciones con los calcos realizados y con los existentes de los diversos autores. Los calcos resultantes sirvieron para ampliar y corregir las descripciones hechas inicialmente, completándose de ese modo el trabajo de documentación. DESCRIPCIONES DE LOS PANELES Balos II. Panel 1. Motivos: 2 zoomorfos (posibles caballos) y un arboriforme. Orientación: Norte-Sur. Exposición: Oeste. Panel: Vertical. Técnica de ejecución: Frotado. El soporte rocoso se encuentra a unos tres metros de altura con respecto al nivel actual del suelo, y no muestra una asociación directa con otros grabados. Las tres figuras representadas se identifican en un único panel definido por fracturas naturales de la roca basáltica que enmarcan la composición en su conjunto. El arboriforme ocupa la parte superior del panel, y ha sido representado siguiendo unos criterios que lo distinguen de otros motivos similares en Balos: lejos de lo que es habitual, “las ramas”, además de ser menos numerosas, tienen dirección ascendente y el grosor de los trazos es significativamente mayor que los documentados, por ejemplo, en los paneles 3-4 de Balos II. Con todo, el patrón general de representación y su asociación con posibles équidos, lleva a que se mantenga su clasificación como arboriforme. Ocupando un lugar inferior en la composición se observa lo que parece ser la representación de dos équidos, ambos con la cabeza hacia la derecha (desde la perspectiva del observador). Pese a su acentuado esquematismo y al hecho singular de no contar con jinete, el canon de representación es semejante al identificado en el resto de los caballos de Balos que IVÁN VENTURA FLORIDO 6 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-124, pp. 1-15 se describen en las páginas siguientes. La técnica empleada es el piqueteado y el posterior frotado para resaltar el diseño. El motivo de la parte inferior izquierda muestra tan solo dos patas del animal y la línea horizontal que haría las veces de cuerpo parece prolongarse para perfilar la cabeza. La otra representación, situada en la parte inferior derecha, tiene tres trazos verticales que podrían representar las patas, y un apéndice en la parte posterior que podría representar la cola, del que salen dos trazos con trayectorias diagonales opuestas entre sí. El resto del panel contiene trazos indeterminados que no llegan a formar ningún motivo preciso. Balos II. Panel 2. Motivos: 2 équidos con jinete. Orientación: Norte-Sur. Exposición: Oeste. Panel: Vertical. Técnica de ejecución: Frotado. Este panel corresponde con el XLIII de Antonio Beltrán (1971), en el que ya describía la presencia de los dos jinetes así como una tercera figura de difícil adscripción tipológica. De nuevo, parece poder hablarse de una composición en la que los dos équidos son representados con la misma orientación, ocupando el de mayores dimensiones la posición central del panel. La figura del jinete se consigue mediante un trazo vertical, ligeramente engrosado en su extremo superior, dibujándose ambos brazos que aparentan sujetar riendas (que van tanto a lo que podría entenderse como la cabeza del animal, como a su cola). Se representan con mucha claridad tres de las patas y se intuye un trazo menor que podría corresponder a una cuarta. El segundo de los jinetes aparece también sosteniendo las riendas que, en este caso van solo hacia la cabeza del animal. Este équido ha sido representado tan solo con dos patas, pero sigue el modelo general que se puede reconocer en el anteriormente descrito. La técnica empleada ha sido el frotado superficial hasta conseguir eliminar la capa meteorizada del basalto y así destacar el color blanquecino que constituye el surco del grabado. Este panel ha sufrido agresiones recientes que dificultan la visibilidad de los motivos representados y que lo han deteriorado. LAS MANIFESTACIONES RUPESTRES... 7 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-124, pp. 1-15 Balos II. Panel 3. Motivos: 3 caballos con jinete; 7 arboriformes. Orientación: Norte-Sur. Exposición: Oeste. Panel: Vertical formando un ángulo. Técnica de ejecución: Frotado superficial con capa meteorizada. Balos II. Panel 4. Motivos: 1 arboriforme. Orientación: Este-Oeste. Exposición: Norte. Panel: Vertical formando un ángulo. Técnica de ejecución: Frotado superficial con capa meteorizada. IVÁN VENTURA FLORIDO 8 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-124, pp. 1-15 Pese a que formalmente se trata de dos paneles distinguibles por su orientación y exposición, a todas luces puede interpretarse como una composición única y por esa razón se describen de forma conjunta. Este conjunto de paneles presentan una diferencia estilística apreciable con respecto a los paneles 1 y 2 previamente descritos. Además parece tratarse de una composición debido a la organización y distribución de las representaciones. Los dos paneles verticales 3 y 4, conforman un ángulo recto. Este panel corresponde al número XLVII estudiado por Antonio Beltrán, y también fue entendido como un conjunto en el que debían integrarse todos los elementos representados en él. En este nuevo panel sigue siendo factible mantener que su concepción responde a una composición única muy probablemente realizada en un único momento y por una única mano. En total se aprecian tres caballos con jinetes y ocho motivos arboriformes. Siete de los arboriformes aparecen representados en el panel 3, mientras otro ocupa el 4, siendo el único elemento grabado en la roca. Además su tamaño es bastante mayor que las supuestas representaciones de árboles que se asocian directamente a los zoomorfos. Lo que podría ser el tronco central del arboriforme está elaborado mediante un trazo grueso que destaca frente a los trazos finos (y descendentes) que representarían las ramas, en un número significativamente mayor que el grabado de la misma tipología del panel 1 descrito páginas atrás. Llama la atención su tamaño y el hecho de que ocupe un panel entero, lo cual indica la importancia del diseño y la intencionalidad de que resalte en la composición del conjunto de grabados. El resto de representaciones arboriformes son de menor tamaño aunque realizados con la misma técnica y estilo, lo cual parece indicarnos que, como se ha dicho, fueron realizados por la misma mano. Uno de los arboriformes es más difícil de apreciar, aunque se intuye la presencia del tronco, siendo mucho menos perceptibles las supuestas ramas. Sin duda, el elemento que destaca sobremanera en el panel es la presencia de tres caballos con jinete. Uno de ellos, el situado en la parte inferior es de mayor tamaño que los otros dos. El animal ha sido representado con un cuello largo y, a diferencia del resto de équidos analizados, se observa claramente el trazo que representa su cabeza, pues no se graba el extremo opuesto, es decir, la cola. Pese a que todos los jinetes han sido realizados siguiendo los mismos criterios estilísticos, en el de mayores dimensiones pueden apreciarse con más claridad ambos brazos y, en su lado izquierdo, la presencia de tres trazos que podrían estar figurando los dedos del individuo. El animal aparece representado con sus cuatro patas que no presentan ningún tipo de dificultad en su observación. En la parte superior derecha del zoomorfo de mayor tamaño, se identifica con nitidez un segundo jinete de menor tamaño. El équido es representado con sus cuatro patas perpendiculares al trazo que haría las veces de grupa, mientras que el jinete presenta los brazos extendidos en forma de cruz con ausencia de indicios de riendas. A su izquierda aparece el tercer jinete, el más pequeño de todos, que se realiza del mismo modo que los dos anteriores, sin riendas y con los brazos en cruz. Debe llamarse la atención sobre el acentuado esquematismo de estas representaciones y, en particular, sobre el hecho de que, como ya se apuntaba, parecen formar una composición en la que los tres jinetes siguen un mismo sentido de la marcha y en la que la diferencia de tamaños daría cierta profundidad y movimiento a la escena. La técnica empleada para su realización ha sido el frotado hasta conseguir la desaparición de la capa meteorizada del soporte rocoso, consiguiendo con ello una pátina blanquecina que favorece el resalte de las figuras sobre un fondo oscuro. El empleo de la misma técnica en todos los grabados que integran estos paneles refuerza la idea de una composición única. La relativa dificultad de acceso a estos paneles parece haberlos preservado mejor frente a las agresiones en comparación del resto de los estudiados. Destaca además, que su particular LAS MANIFESTACIONES RUPESTRES... 9 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-124, pp. 1-15 ubicación hace más complicada su localización y observación desde el cauce del barranco, lo cual hace pensar que no se realizaron para ser observados desde la zona baja, si bien es difícil contrastar tal posibilidad. Balos III. Panel 5. Motivos: 3 caballos con jinete; 3 posiblemente inacabados; 1 salamandra de 6 patas. Orientación: Noroeste-Sureste. Exposición: Suroeste. Panel: Vertical. Técnica de ejecución: Frotado superficial con capa meteorizada Este panel no ha sido publicado en ningún trabajo previo, si bien se encuentra nombrado en algunos de los inventarios presentes en el yacimiento de Balos desarrollados hasta el momento (por ejemplo los desarrollados por Julio Cuenca Sanabria o Ernesto Martín Rodríguez). El primer aspecto sobre el que se debe llamar la atención es su aislamiento con respecto al resto de las manifestaciones rupestres de la zona. Todos los motivos aparecen realizados en un mismo panel basáltico vertical (aunque ligeramente inclinado) donde, entre otros motivos, se representaron tres monturas con jinete y otros tres posibles caballos, aparentemente inacabados, situados en la parte derecha del panel. En este panel los équidos y sus jinetes son las figuras principales de la composición compartiendo espacio con la representación de un zoomorfo (posible lacértido) que se ubica en el extremo izquierdo del panel. Se observa una diferencia estilística en la realización de los grabados con respecto a los ejemplos descritos hasta el momento. En el centro del panel destaca un jinete, en particular debido al mayor naturalismo empleado en su elaboración, lo que se consigue dando un cierto volumen tanto al cuerpo del caballo como al de su jinete. Este último presenta las extremidades superiores bien definidas, así como un trazo más fino que representa las riendas. Además ha sido representado con cinco patas (o quizás una de ellas sea la pierna del jinete) y un trazo grueso que representaría la cola del animal. Entre este caballo y el zoomorfo de tipo IVÁN VENTURA FLORIDO 10 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-124, pp. 1-15 salamandra se sitúa otra montura con jinete que parece tener dos brazos izquierdos (desde la perspectiva del observador). Ocupando el lugar inferior del panel se representa otro caballo con monta en el que se dibujaron dos trazos finos y cortos que representan los brazos. En la parte derecha, aparece un jinete montado sobre un caballo al que, aparentemente, solo se le ha dibujado una pata. Este hecho, así como las dos evidencias situadas en la parte inferior, llevan a sospechar que se trata de una composición inacabada. Pese a ello, los trazos presentes recuerdan mucho a los criterios de representación de équidos presentes, por ejemplo, en el panel 1 de Balos II. Los équidos aparecen representados con apéndices a ambos extremos del trazo que conforma el cuerpo del animal, aunque la nitidez de la representación del morro permite adivinar que en todos los casos las monturas se orientan hacia la derecha del panel. La técnica empleada para la ejecución de los grabados es el frotado, aunque en este caso, el color anaranjado del basalto hace menos apreciable al motivo, al menos si compara con los paneles 3-4. Este panel presenta un gran deterioro debido al vandalismo que ha sufrido en tiempo reciente. MONTAÑA DE LOS PERROS I La Montaña de Los Perros es una elevación que alcanza los 400 metros de altura sobre el nivel del mar, y que se integra en la dorsal que, desde la Degollada del Cardón hasta la Montaña de Majadaciega, separan los cauces del Barranco de Balos del de los Morretillos. Abunda la presencia de grabados rupestres en diferentes afloramientos rocosos situados en su ladera suroeste, buena parte de ellos definiendo motivos geométricos y ejecutados mediante técnica incisa. A ellos se suman algunos motivos piqueteados, como un óvalo segmentado o lo que bien pudieran ser inscripciones alfabéticas líbico-bereberes. Pese a que puedan existir algunas reservas sobre la filiación prehispánica de las representaciones de équidos (básicamente por lo superficial de sus trazos), tanto el territorio en el que aparecen como su asociación con otras manifestaciones rupestres han hecho que finalmente se incluyeran en este trabajo. Los équidos de este yacimiento no han sido publicados previamente, si bien, y como en el caso anterior, aparecen recogidos en algunos inventarios patrimoniales. Por ejemplo, Julio Cuenca señala que "Estos últimos motivos (zoomorfos) se visualizaron en un único panel donde se dibujó, a base de rayitas, un jinete que cogía las riendas de un caballo"20. 20 CUENCA (2010), p. 20. LAS MANIFESTACIONES RUPESTRES... 11 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-124, pp. 1-15 Montaña de Los Perros. Panel 1. Motivos: Un caballo con jinete y riendas. Orientación: Este-Oeste. Exposición: Sur. Panel: Vertical. Técnica de ejecución: Incisión con trazos muy finos (cambio de técnica). Este panel contiene la representación de un caballo con jinete con los brazos en cruz y riendas. Sin embargo, se aprecia un cambio de la técnica empleada en su ejecución con respecto a los descritos para Balos pues está realizado mediante incisión con unos trazos muy finos y que se agrupan entre sí en haces para conformar las diferentes partes del animal y el jinete. Tiene un estilo muy esquemático mediante el cual el caballo aparece representado con sus cuatro extremidades y contiene unos trazos que podrían representar el apéndice de cola. Las riendas están realizadas mediante un trazo fino que, desde el brazo del antropomorfo, parece llegar hasta la cabeza del animal. Montaña de Los Perros. Panel 2 Motivos: dos caballos. Orientación: Noreste-Suroeste. Exposición: Sureste. Panel: Vertical. IVÁN VENTURA FLORIDO 12 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-124, pp. 1-15 Técnica de ejecución: Incisión muy fina con trazos muy juntos entre sí y frotado en algún tramo de las patas. En este panel podemos observan dos caballos con jinete. Están realizados mediante incisión muy superficial con trazos muy juntos entre sí, y en algún trazo de las patas del animal situado en la parte derecha inferior del panel parece observarse el empleo del frotado para resaltar las patas del animal. La propia composición del basalto y la enorme presencia de piroxenos dificultan la visibilidad de los grabados. El caballo situado en la parte inferior derecha del panel, está montado por un jinete cuyo cuerpo se ha representado tan solo mediante trazos verticales, careciendo de brazos y de riendas. La composición y el diseño de los motivos localizados en Montaña de los Perros, recuerda a los situados en Balos 2, panel 3, aunque la técnica empleada es claramente diferente. DISCUSIÓN Las representaciones de caballos en Balos Las expresiones culturales de los grabados localizados en el barranco de Balos permiten el planteamiento de diversas lecturas interpretativas, pero sin duda, la singularidad de las representaciones hace de ellos una de las manifestaciones más difíciles de explicar desde el punto de vista histórico. Empezando por el dilema que presenta su vinculación al período anterior a la conquista o, como han defendido otros autores, a los momentos que siguen al siglo XV. Si hacemos un repaso de los grabados de la isla de Gran Canaria, veremos que Balos es el único enclave contenedor de esta tipología de motivos, no habiéndose documentado este tipo en ninguna otra estación rupestre. La presencia exclusiva de representaciones de caballos en Los Letreros y en la Montaña de los Perros hace pensar que se trata de un motivo excepcional, con un significado especial, y que por ello pudiera explicarse su ausencia en otras estaciones de grabados de Gran Canaria. Prestando atención a las representaciones, pronto nos damos cuenta de que, a pesar de ciertas diferencias, todas responden a un esquema en donde se expresan las propias particularidades del diseño. En otras palabras, siguen una pauta dominada por el LAS MANIFESTACIONES RUPESTRES... 13 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-124, pp. 1-15 esquematismo, pero conforme a una pauta repetida en la que destaca la ausencia general de detalles y solo se dibujan aquellos considerados importantes (riendas, etc.). La representación del animal se hace, por norma general, a través de un trazo del que salen de dos a cuatro patas, y en uno de sus extremos estaría representada la cabeza del animal y en el opuesto el apéndice de cola. En cada panel, todos los grabados parecen haber sido representados encarando la misma dirección (cabeza hacia la derecha si el observante se sitúa frente al motivo), excepto los grabados contenidos en el panel de Balos II. En la mayoría de los casos (excepto en el panel 1, Balos II donde se identificaban posibles équidos), todos los animales han sido representados montados por un jinete, que puede sujetar al animal mediante riendas que van desde el cuerpo o brazos del propio jinete hasta la cabeza del animal. Como en el caso de las monturas, destaca el esquematismo de las representaciones humanas: el cuerpo es un trazo vertical en el que a veces se destaca la cabeza por un ligero engrosamiento del grabado y del que parten los brazos definidos por sendas líneas perpendiculares. Un esquematismo que presenta claros paralelismos con algunos de los antropomorfos de Los Letreros, o de ciertos yacimientos de la isla, pero que contrastan con otros por la ausencia de ciertos rasgos (interpretados como tocados, escudos, etc.). A pesar de ello, no parece haber duda de que antropomorfos “a pie” o “a caballo”, así como los équidos y otros zoomorfos, parecen responder a unos mismos modelos de representación, reconocibles tanto en Balos como en otros conjuntos rupestres del sureste de Gran Canaria. Por lo general estos grabados, con diferencia a otras tipologías localizadas en el yacimiento, solo aparecen asociados a motivos ramiformes, y en el caso del panel 5 de Balos III, a la presencia de un zoomorfo o antropomorfo de tipo salamandra, como algunos autores han preferido referirse a él. Esto parece ser un elemento a destacar, debido a que el resto de tipologías sí que aparecen asociadas a todo tipo de motivos (escritura, antropomorfos, geométricos, etc.). Además, los soportes donde han sido representados los jinetes, parecen no haber sido empleados para la superposición de grabados en su contexto de producción, aunque sí que se puede apreciar algunas manifestaciones de vandalismo reciente. Por otro lado, los paneles donde se ubican parecen haber sido seleccionados de manera distinta al resto de paneles, o eso nos lleva a pensar la situación elevada y oculta a la vista de algunos de ellos (ejemplo Balos II, panel 3-4). En muchos casos, (Balos II panel 3, Balos III panel 5) parecen formar una composición en la que se intuye cierta profundidad y movimiento en la propia forma de organizar los motivos. Los équidos parecen seguir una misma marcha, y la presencia de arboriformes, y los distintos tamaños, le otorgan esa profundidad y sensación de movimiento ya descrita líneas arriba. Además, otro elemento a tener en cuenta es que si analizamos los paneles independientemente, parece que cada uno fue realizado en un mismo momento y por una misma mano, básicamente teniendo en cuenta los criterios de forma, diseño y técnica empleada. Sin embargo llama la atención las similitudes en los diseños de los équidos de Montaña de los Perros, con respecto a los localizados en el panel 3 de Balos II. Estos dos paneles sostienen enormes similitudes en el modo en el que se representan los caballos y jinetes, pese a que existe el empleo de una técnica de ejecución distinta (frotado en Balos II frente a incisión muy fina en Montaña de los Perros). La combinación de los propios motivos y su pronunciado esquematismo, no dejan lugar a dudas con respecto a las enormes similitudes de los grabados de équidos de Balos y Los Perros con los descritos para el Norte de África. Como queremos defender, la forma en la que se representan los animales y sus jinetes, las composiciones y las asociaciones espaciales con otros tipos de grabados permiten sostener esta hipótesis y, con ella, la asociación de las representaciones de caballos de Balos con la población prehispánica de Gran Canaria. Estas representaciones en el Norte de África surgen con el conocido como periodo del caballo, en torno al 1500 a.C. y van a perdurar más allá del cambio de Era cuando hacen aparición las figuraciones de camellos, con las que conviven. Y a finales del mismo, se IVÁN VENTURA FLORIDO 14 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-124, pp. 1-15 documentan las primeras referencias de las inscripciones líbico bereber entre las manifestaciones rupestres21, convirtiéndose en algo común y llegando a otras zonas durante el siguiente periodo, el del camello. El fósil director de este periodo se corresponde a la presencia de motivos que representan a équidos pese a compartir presencia con otros motivos. Sin embargo como dice Springer, “el caballo, al seguir presente en tiempos posteriores al periodo que lleva su nombre, solo puede ser valorado como indicador cronológico de los momentos de su mayor antigüedad, pero constituye un elemento de poco valor para determinar una fecha entre las representaciones más recientes de este cuadrúpedo”22. Sin duda uno de los yacimientos norteafricanos más importantes para ejemplificar todas estas cuestiones es el de Foum Chenna (Marruecos), donde se han documentado decenas de representaciones de jinetes sobre caballos y camélidos, así como una abundante muestra de inscripciones alfabéticas tifinagh23 . Un recorrido por los calcos y las fotografías de los motivos identificados en este yacimiento permite sostener la evidente semejanza en las pautas de representación: esquematismo dominante, donde los caballos y los jinetes se representan con trazos rectilíneos que señalan cuerpo, extremidades, con indicación en ciertas ocasiones de la cabeza u otros detalles anatómicos. Entendemos que este tipo de representación constituye, en el norte de África y en Balos, un símbolo, por cuanto es concebido para ser reconocido, no por sus detalles sino por el patrón de representación empleado. Desde este punto de vista, la ausencia de caballos entre los animales de la cabaña ganadera prehispánica no tendría por qué ser un obstáculo para que pudieran representarlos, pues lo que se graba en Balos o en Montaña de los Perros es un símbolo más que un reflejo fiel y directo de la realidad que les rodea. Sin embargo, también pueden señalarse algunas diferencias entre los dos contextos comparados. En primer lugar, como en el norte de África, en Balos ciertos paneles parecen estar representando escenas o composiciones, si bien en Gran Canaria no pueden identificarse las cacerías o confrontaciones bélicas que se describen para yacimientos como Foum Chenna. Por otro lado, si fijamos la atención a las referencias del mismo tipo en el continente africano, en el caso insular los jinetes no parecen portar ningún tipo de arma o escudo, como es común en el norte africano durante el periodo del caballo y el posterior del camello. En el norte de África la presencia de escudos redondos y armas ofensivas (lanzas fundamentalmente) en las representaciones de jinetes de caballos (y también de camellos), así como la escenificación de enfrentamientos, se ha interpretado como el reflejo de unos grupos humanos con una importante élite guerrera que ocuparía el vértice superior de la organización social. Ninguno de los jinetes de Balos lleva ningún elemento que pueda ser interpretado de este modo. Sin embargo, en el mismo yacimiento se observan antropomorfos en los que pudiera interpretarse que llevan en una de sus manos un elemento circular muy parecido a lo que en el norte de África se identifica como escudo. En este caso, ¿se están representando guerreros?, ¿los jinetes serían también una forma de representar a una élite social? La existencia de importantes diferencias sociales en la Prehistoria de Gran Canaria hace que esta posibilidad no sea muy arriesgada de plantear. BIBLIOGRAFÍA BELTRÁN, A. (1971). Los grabados del Barranco de Balos/Gran Canaria. Zaragoza: CSIC. BELTRÁN, A. (1971). “El arte rupestre canario y las relaciones atlánticas”. Anuario de Estudios Atlánticos, 17, pp. 281-306. 21 SPRINGER (2009), p. 5. 22 SPRINGER (2009), p. 13. 23 PICHLER (2000). LAS MANIFESTACIONES RUPESTRES... 15 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-124, pp. 1-15 CUENCA SANABRIA, J. 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Título y subtítulo | Las manifestaciones rupestres de Los Letreros: las representaciones de équidos en el Barranco de Balos |
Autor principal | Ventura Florido, Iván |
Entidad | Cabildo de Gran Canaria |
Publicación fuente | XXII Coloquio Historia canario - americana |
Numeración | Coloquio 22 |
Sección | Tesis doctorales en curso |
Tipo de documento | Congreso y conferencia |
Lugar de publicación | Las Palmas de Gran Canaria |
Editorial | Cabildo Insular de Gran Canaria |
Fecha | 2016 |
Páginas | pp. 1172-1186 |
Materias | Congreso ; Historia ; Canarias ; América ; Arte Rupestre ; Balos |
Enlaces relacionados | Enlace al editor : http://coloquioscanariasamerica.casadecolon.com/ |
Copyright | http://biblioteca.ulpgc.es/avisomdc |
Formato digital | |
Tamaño de archivo | 1121535 Bytes |
Texto | XXII Coloquio de Historia Canario-Americana ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-124, pp. 1-15 LAS MANIFESTACIONES RUPESTRES DE LOS LETREROS: LAS REPRESENTACIONES DE ÉQUIDOS EN EL BARRANCO DE BALOS THE ROCK ART OF LOS LETREROS: THE EQUIDS REPRESENTATIONS IN THE BALOS RAVINE Iván Ventura Florido* Cómo citar este artículo/Citation: Ventura Florido, I. (2017). Las manifestaciones rupestres de Los Letreros: las representaciones de équidos en el Barranco de Balos. XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016), XXII-124. http://coloquioscanariasmerica.casadecolon.com/index.php/aea/article/view/10063 Resumen: Las representaciones rupestres de Gran Canaria han constituido tradicionalmente un foco de atención destacado para el estudio de nuestro pasado. Las figuraciones humanas y las inscripciones alfabéticas cuentan con gran cantidad de análisis históricos. Sin embargo, otros motivos, como los équidos, no han recibido una atención semejante pese al enorme interés que presentan para abordar cuestiones como el poblamiento insular y la semiótica de los grabados rupestres prehispánicos. Este trabajo afronta el estudio de seis paneles con representaciones de caballos localizadas en el conjunto de Los letreros de Balos y Montaña de los Perros. Los patrones de representación, las composiciones reconocibles en cada panel y las asociaciones de motivos han servido para caracterizar una de las figuraciones más singulares de la Gran Canaria prehispánica, permitiendo el planteamiento de hipótesis sobre el significado de este tipo de expresiones y del papel de Balos en la configuración identitaria de los antiguos canarios. Palabras clave: Grabados, caballos, poblamiento, Balos, simbolismo Abstract: The rock art of Gran Canaria have been traditionally a prominent focus for the study of our past. The human figures and alphabetic inscriptions have many historical analyses. However, other motives, such as hors-es, have not received a similar attention despite the enormous interest that have to approach questions as the insular settlement and semiotics of prehistoric rock carvings. This work confronts the study of six panels with representations of horses located in the site of Balos and Montaña de los Perros. Patterns of representation, recognizable compositions in each panel and associations of motives have been used to characterize one of the most singular figurations of the prehispanic Gran Canaria, allowing the approach of hypotheses about the meaning of this kind of expressions and the role of Balos in the identity configuration of the old canaries. Keywords: Engravings, horses, settlement, Balos, symbolism INTRODUCCIÓN Las manifestaciones rupestres de los antiguos canarios constituyen una de las expresiones culturales más significativas de cuantas singularizan a esta sociedad. Han recibido la atención de numerosos investigadores que han querido reconocer en tales representaciones aspectos como el lugar y la cronología de la llegada de los primeros habitantes de la isla, la celebración de prácticas mágico-religiosas, marcas territoriales e identitarias, mensajes, etc. Pese a la disparidad de valoraciones en la historiografía canaria, existe un cierto consenso en torno a las dificultades que entraña la interpretación y explicación histórica de estas manifestaciones. Esta situación se ha ido paliando en cierta medida en los últimos años, pues el número de estaciones * Graduado en Historia por la Universidad Las Palmas Gran Canaria. Máster de Formación del Profesora-do de Secundaria y Bachillerato en la especialidad de Geografía e Historia. Las Palmas de Gran Canaria. España. Correo electrónico: ivanlpool@hotmail.com IVÁN VENTURA FLORIDO 2 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-124, pp. 1-15 rupestres al aire libre conocidas en Gran Canaria ha ido aumentando de forma muy significativa. De un conocimiento que descansaba fundamentalmente en Balos, en las dos últimas décadas se han inventariado más de una docena de yacimientos rupestres repartidos por toda Gran Canaria, si bien con una especial concentración en el SE de la isla. Pero además, el propio yacimiento de Balos también ha ido aumentando sus límites, pues diferentes trabajos de prospección han sumado el hallazgo de nuevos paneles1, algunos de ellos aún inéditos. Este trabajo presenta los datos que formaron parte del trabajo de fin de grado de quien suscribe estas líneas, y pretende ser un modesto punto de partida desde el que afrontar un trabajo futuro más exhaustivo. Por ello en esta comunicación solo se aspira a presentar una serie de datos y primeras reflexiones surgidas en un marco de trabajo tan concreto como es el de un TFG, que tuvo como principal foco de atención las representaciones de équidos en Balos. Este tipo de manifestaciones rupestres son una de las expresiones más singulares de cuantas integran el universo rupestre de Gran Canaria. Incluso en algún caso se ha llegado a cuestionar su adscripción al período prehispánico2, por cuanto los caballos no formaban parte de la cabaña ganadera de los antiguos canarios. Las manifestaciones rupestres en el entorno del barranco de Balos han llamado la atención de aquellos investigadores locales o extranjeros que, desde la segunda mitad del siglo XIX, se interesaron por los antiguos habitantes de Gran Canaria. De este modo existen referencias en alusión a los documentos epigráficos concentrados en Los Letreros como las de Berthelot, Chil y Naranjo o Vernau que ya hablaban de estos grabados en algunos de sus trabajos, aunque de manera muy general. Desde mediados del pasado siglo XX, ya comienzan a aparecer trabajos que abordan la temática de una manera más pormenorizada. La primera referencia monográfica hacia estas expresiones culturales de los antiguos canarios en este contexto, fue la realizada por Pedro Hernández Benítez en el año 1945 en su publicación recogida en la revista del Museo Canario3. Sobre los grabados realiza un balance de tan solo algunos paneles, obviando muchos otros y establece que las características predominantes en el arte rupestre de Balos se limitan a la representación de “arboles, figuras antropomorfas y signos alfabetiformes”. De este modo deja fuera de las diversas tipologías la presencia de zoomorfos y solo alude a la presencia de caballos, al referirse a un grabado del sector B1, que describe como “un caballo marino o hipocampo al parecer, del que solo se ven la cola y la cabeza, por haber saltado esquirlas de la piedra al desconcharse por la acción del tiempo y de los agentes atmosféricos”.4 Como puede desprenderse de lo dicho, nada que ver con las figuraciones que constituyen el centro de nuestro trabajo. Serán los trabajos de A. Beltrán los que empiecen a ofrecer una información más detallada siguiendo un método descriptivo y de clasificación pormenorizado, cuyo resultado fue la publicación de la primera monografía dedicada a este yacimiento en el año 1971. Realiza un estudio de las formas de ejecución de los grabados estableciendo que existen tres técnicas basadas en el picado, frotado o arrastrado y en la incisión fina y continua la cual explica que es más “rara de encontrar”5. Beltrán incorpora valoraciones detalladas de los grabados y nuevos calcos y fotografías. De este modo, identifica y describe paneles que, según él, desde que Verneau los citara en sus trabajos, estaban olvidados. Por otro lado desestima las comparaciones llevadas a cabo por Benítez. 1 MARTÍN (2008); CUENCA (2010). 2 HERNÁNDEZ (1982). 3 HERNÁNDEZ (1945). 4 HERNÁNDEZ (1945), p. 311. 5 BELTRÁN (1971), p. 18. LAS MANIFESTACIONES RUPESTRES... 3 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-124, pp. 1-15 Beltrán realiza una labor exhaustiva de clasificación de las tipologías existentes en Balos, y será él quien dé a conocer los paneles en los que aparecen representaciones zoomorfas apuntando a la posibilidad de que se tratasen de équidos o cuadrúpedos. La primera alusión a estas figuraciones la hace en su descripción del panel XXVII refiriéndose a la que denomina como figura 16, y dice ver un “esquema animal, muy dudoso, quizá un cuadrúpedo con una sola pata por par o mejor simplemente signo unido a un remate extraño en la parte superior izquierda”. 6 Sin embargo ya identificará y clasificará como jinetes a unos motivos de su panel XLIII, figura 74, (identificados en este trabajo como Balos 2 panel II), de los que escribe que “hay una escena rectangular con tres figuras, dos de ellas jinetes y uno mostrando claramente las riendas del équido, en línea seguida grabada, con presencia de algunas picadas. El picado superficial da unos trazos claros. Todas estas figuras tienen que ser, dada la presencia de caballos montados, posteriores a la conquista”7. De esta manera el que fuera catedrático de Prehistoria de la Universidad de Zaragoza ofrece una propuesta cronológica que sitúa la autoría de estos grabados en un periodo posterior a la llegada de los europeos a la isla, si bien no se aventura a suponer a manos de quienes fueron realizados. Además añade que este panel ya fue conocido por Vernau quien lo describe en su conocida obra “Rapport”, diciendo que se trata de “una especie de personaje informe montado sobre un animal groseramente figurado”8. Beltrán ofrece en su trabajo un calco de estos grabados y una descripción detallada de los mismos. Del mismo modo, estudia los paneles que nosotros hemos clasificado como Balos 3, paneles 3 y 4, denominándolos panel XLVII-1, figura 79 (arboriforme), y panel XLVII-2 a 10, figura 80 (jinetes). Beltrán sugiere la posibilidad de que los arboriformes que aparecen asociados a las figuras de los jinetes puedan ser la representación de “hombres-arboles”,9 y posteriormente los compara con el “arte esquemático europeo de la Edad del Bronce”.10 Este autor desarrolla una detallada tipología de los diferentes motivos concentrados en Balos incorporando una categoría de “Animales” en su propuesta explicativa. De estos dice que “los únicos grabados seguros de animales son los cuadrúpedos y estilizaciones de lagartos o reptiles semejantes”.11 Sin embargo añade, que pese a que los caballos y camellos están fuera del mundo indígena y que su presencia física en las islas se correspondería a la llegada e introducción de los europeos después del siglo XIII, su representación en los soportes pétreos de Balos puede responder “a los recuerdos y conocimientos de los grabadores si admitimos que pueden ser gentes llegadas de África o Europa que, sin haber llevado consigo animales de silla, no obstante los conocieron”12. En líneas posteriores añade que además los grabados de los diferentes paneles que estudia, tienen diferentes grados de estilización, añadiendo que “Si estos grabados no son posteriores a la conquista española, deben referirse a dos momentos diferentes, realizados por inmigrantes distintos que plasmarían su recuerdo de la monta de caballos; en todo caso, la diferencia entre ambos postula el atribuirlos a dos autores distintos”13. Prosigue su discurso a través del establecimiento de analogías de los grabados de Balos con otros de diferentes culturas, tal y como explica al ver “asombrosas semejanzas en uno del desierto del Negev, no muy antiguo, con sólo una pata por par, cuerpo recto, sin marcar la cola y largo cuello terminado por la cabeza también larga y doblada, mientras el jinete es un trazo vertical sin mostrar los pies; grabado mediante el picado con instrumento de punta gruesa. El otro ejemplo lo hallamos en Carschena, cantón de los Grisones (Suiza), teniendo el caballo cuatro patas, largos cuello y cabeza, 6 BELTRÁN (1971), p. 87. 7 BELTRÁN (1971), p. 119. 8 BELTRÁN (1971), p. 119. 9 BELTRÁN (1971), p. 128. 10 BELTRÁN (1971), p. 135. 11 BELTRÁN (1971), p. 137. 12 BELTRÁN (1971), p. 137. 13 BELTRÁN (1971), p. 138. IVÁN VENTURA FLORIDO 4 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-124, pp. 1-15 salientes orejas y cola; el jinete rebasa muy poco la línea recta del cuerpo del animal y adelanta los brazos; se datan estos grabados en el Bronce avanzado”14. Otro de los investigadores que fijaron su atención en los grabados rupestres de Balos fue Mauro S. Hernández Pérez, quien realiza su tesis doctoral sobre las representaciones rupestres del Archipiélago Canario. En su publicación “Las representaciones zoomorfas en el arte rupestre del archipiélago canario”, aborda de manera monográfica el tema, e incluye un apartado específico a las representaciones de caballos y jinetes. Hernández llama la atención sobre la escasa presencia de motivos zoomorfos dentro del universo indígena, y circunscribe la presencia de équidos específicamente al entorno de Balos. De este modo, desecha las interpretaciones que hacían tanto Hernández Benítez como Jiménez Sánchez, tras llevar a cabo sus propios calcos y comparativas con el de los autores mencionados anteriormente. Señala que estas figuraciones representan animales de monta, y sugiere que “nos inclinamos por la representación de caballos, mulos o burros, pues de tratarse de camellos, se les habría señalado la giba, como es corriente en el arte rupestre del vecino continente africano”.15 Hernández Pérez cierra sus referencias a los équidos estableciendo que estas representaciones son según la patina y técnica de ejecución, pertenecientes al periodo histórico, “es decir con posterioridad al siglo XIV-XV d.C. Por ello no consideramos necesario buscarles paralelos con otros tan alejados en el tiempo y el espacio como los del desierto del Negev o de Caschena, cantón de Grisones, en Suiza”16, tal y como sugería Beltrán. De este modo, Hernández Pérez defiende que las representaciones zoomorfas de Balos no deben ser consideradas de factura prehispánica, siguiendo la información que le aporta el estudio de la técnica y estudio tipológico de los grabados. Hernández Pérez, incluye los motivos ramiformes dentro de la categoría de antropomorfos, como “representaciones humanas”17, asociándolos a las zoomorfas. Sin embargo a este tipo de figuraciones sí les reconoce una posible cronología indígena anterior al siglo XV d.C. y dice que “los asociamos todos ellos a los africanos donde se encuentran sus paralelos de conjunto”18. E. Martín Rodríguez (2006, 2008) ha sido otro de los investigadores que más atención ha prestado a las representaciones de Balos. Entre otras cuestiones, desestima el modelo de sistematización de Beltrán por considerarlo incompleto, atribuyendo tal circunstancia a la falta de prospecciones eficientes ya que Beltrán, según dice, basó su trabajo fundamentalmente en los grabados ya conocidos con anterioridad. Además de plantear su propia sectorización del yacimiento, Martín llevó a cabo un estudio de las patinas mediante el cual tratar de establecer una cronología para los grabados19. En lo que a la materia de este trabajo se refiere, no se alude a la adscripción cronológica de las representaciones de équidos. Es probable que se deba a que las aportaciones sobre este yacimiento tienen un carácter más metodológico que descriptivo o valorativo de conjunto. Uno de los estudios más recientes sobre Balos es el que realiza J. Cuenca Sanabria (2010). Plantea su propia sistematización del yacimiento, la cual ha sido la base de la nuestra para este trabajo. Sanabria realiza descripciones de los grabados de una manera exhaustiva y precisa, y lleva a cabo el planteamiento de una nueva propuesta de catalogación que sin duda facilita el entendimiento del conjunto de Los Letreros e incorporando paneles que habían pasado desapercibidos hasta el momento. Las representaciones de caballos no son objeto de atención particular en los trabajos de este autor, quedando solo incorporados en la relación de motivos que aparecen representados en Balos y su entorno inmediato. 14 BELTRÁN (1971), p. 138. 15 HERNÁNDEZ PÉREZ (1982), p. 58. 16 HERNÁNDEZ PÉREZ (1982), p. 60. 17 HERNÁNDEZ PÉREZ (1981), p. 14. 18 HERNÁNDEZ PÉREZ (1981), p. 16. 19 MARTÍN (2008). LAS MANIFESTACIONES RUPESTRES... 5 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-124, pp. 1-15 Como se desprende de lo dicho hasta el momento, los investigadores pioneros en el estudio de Los Letreros de Balos no dudaron en situar en los momentos posteriores a la Conquista castellana las figuraciones de équidos. Los trabajos más recientes, sin embargo, pasaron a incorporar estos grabados en sus descripciones de la zona Arqueológica, si bien sin entrar a plantear valoraciones particulares sobre su cronología o relación tipológica o cultural. METODOLOGÍA Las particularidades del tema elegido para este trabajo, así como los objetivos perseguidos implicaban el desarrollo de una metodología diversa que abarcase desde el análisis bibliográfico hasta las tareas de campo dirigidas a documentar las manifestaciones rupestres objeto de estudio. El análisis de los grabados rupestres se llevó a cabo a través del estudio de fotografías detalladas de aquellos paneles contenedores de la tipología que nos interesa para este trabajo. Dicho material fotográfico fue facilitado por Javier Velasco Vázquez, y posteriormente cotejado con la realidad mediante visitas al yacimiento, sin en ningún momento, llevar a cabo prácticas de prospección o de manipulación de los paneles, que pudieran poner en peligro su integridad o el de los soportes. Una vez concluido el trabajo de campo, procedimos al trabajo en el laboratorio realizando los calcos digitales de los paneles, con lo que se evita, por lo general, una reproducción subjetiva de los elementos representados. Para esta labor decidimos emplear el software libre de tratamiento de imágenes GIMP 2.0. La imagen fotográfica de base fue mejorada mediante el aumento del contraste y los equilibrios de color, empleando además diferentes filtros que fueron trabajados en capas independientes. Cada panel fue realizado de forma independiente mediante la reproducción grafiada de los elementos rupestres identificables. Una vez obtenido este material, decidimos acudir una vez más al yacimiento para establecer comparaciones con los calcos realizados y con los existentes de los diversos autores. Los calcos resultantes sirvieron para ampliar y corregir las descripciones hechas inicialmente, completándose de ese modo el trabajo de documentación. DESCRIPCIONES DE LOS PANELES Balos II. Panel 1. Motivos: 2 zoomorfos (posibles caballos) y un arboriforme. Orientación: Norte-Sur. Exposición: Oeste. Panel: Vertical. Técnica de ejecución: Frotado. El soporte rocoso se encuentra a unos tres metros de altura con respecto al nivel actual del suelo, y no muestra una asociación directa con otros grabados. Las tres figuras representadas se identifican en un único panel definido por fracturas naturales de la roca basáltica que enmarcan la composición en su conjunto. El arboriforme ocupa la parte superior del panel, y ha sido representado siguiendo unos criterios que lo distinguen de otros motivos similares en Balos: lejos de lo que es habitual, “las ramas”, además de ser menos numerosas, tienen dirección ascendente y el grosor de los trazos es significativamente mayor que los documentados, por ejemplo, en los paneles 3-4 de Balos II. Con todo, el patrón general de representación y su asociación con posibles équidos, lleva a que se mantenga su clasificación como arboriforme. Ocupando un lugar inferior en la composición se observa lo que parece ser la representación de dos équidos, ambos con la cabeza hacia la derecha (desde la perspectiva del observador). Pese a su acentuado esquematismo y al hecho singular de no contar con jinete, el canon de representación es semejante al identificado en el resto de los caballos de Balos que IVÁN VENTURA FLORIDO 6 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-124, pp. 1-15 se describen en las páginas siguientes. La técnica empleada es el piqueteado y el posterior frotado para resaltar el diseño. El motivo de la parte inferior izquierda muestra tan solo dos patas del animal y la línea horizontal que haría las veces de cuerpo parece prolongarse para perfilar la cabeza. La otra representación, situada en la parte inferior derecha, tiene tres trazos verticales que podrían representar las patas, y un apéndice en la parte posterior que podría representar la cola, del que salen dos trazos con trayectorias diagonales opuestas entre sí. El resto del panel contiene trazos indeterminados que no llegan a formar ningún motivo preciso. Balos II. Panel 2. Motivos: 2 équidos con jinete. Orientación: Norte-Sur. Exposición: Oeste. Panel: Vertical. Técnica de ejecución: Frotado. Este panel corresponde con el XLIII de Antonio Beltrán (1971), en el que ya describía la presencia de los dos jinetes así como una tercera figura de difícil adscripción tipológica. De nuevo, parece poder hablarse de una composición en la que los dos équidos son representados con la misma orientación, ocupando el de mayores dimensiones la posición central del panel. La figura del jinete se consigue mediante un trazo vertical, ligeramente engrosado en su extremo superior, dibujándose ambos brazos que aparentan sujetar riendas (que van tanto a lo que podría entenderse como la cabeza del animal, como a su cola). Se representan con mucha claridad tres de las patas y se intuye un trazo menor que podría corresponder a una cuarta. El segundo de los jinetes aparece también sosteniendo las riendas que, en este caso van solo hacia la cabeza del animal. Este équido ha sido representado tan solo con dos patas, pero sigue el modelo general que se puede reconocer en el anteriormente descrito. La técnica empleada ha sido el frotado superficial hasta conseguir eliminar la capa meteorizada del basalto y así destacar el color blanquecino que constituye el surco del grabado. Este panel ha sufrido agresiones recientes que dificultan la visibilidad de los motivos representados y que lo han deteriorado. LAS MANIFESTACIONES RUPESTRES... 7 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-124, pp. 1-15 Balos II. Panel 3. Motivos: 3 caballos con jinete; 7 arboriformes. Orientación: Norte-Sur. Exposición: Oeste. Panel: Vertical formando un ángulo. Técnica de ejecución: Frotado superficial con capa meteorizada. Balos II. Panel 4. Motivos: 1 arboriforme. Orientación: Este-Oeste. Exposición: Norte. Panel: Vertical formando un ángulo. Técnica de ejecución: Frotado superficial con capa meteorizada. IVÁN VENTURA FLORIDO 8 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-124, pp. 1-15 Pese a que formalmente se trata de dos paneles distinguibles por su orientación y exposición, a todas luces puede interpretarse como una composición única y por esa razón se describen de forma conjunta. Este conjunto de paneles presentan una diferencia estilística apreciable con respecto a los paneles 1 y 2 previamente descritos. Además parece tratarse de una composición debido a la organización y distribución de las representaciones. Los dos paneles verticales 3 y 4, conforman un ángulo recto. Este panel corresponde al número XLVII estudiado por Antonio Beltrán, y también fue entendido como un conjunto en el que debían integrarse todos los elementos representados en él. En este nuevo panel sigue siendo factible mantener que su concepción responde a una composición única muy probablemente realizada en un único momento y por una única mano. En total se aprecian tres caballos con jinetes y ocho motivos arboriformes. Siete de los arboriformes aparecen representados en el panel 3, mientras otro ocupa el 4, siendo el único elemento grabado en la roca. Además su tamaño es bastante mayor que las supuestas representaciones de árboles que se asocian directamente a los zoomorfos. Lo que podría ser el tronco central del arboriforme está elaborado mediante un trazo grueso que destaca frente a los trazos finos (y descendentes) que representarían las ramas, en un número significativamente mayor que el grabado de la misma tipología del panel 1 descrito páginas atrás. Llama la atención su tamaño y el hecho de que ocupe un panel entero, lo cual indica la importancia del diseño y la intencionalidad de que resalte en la composición del conjunto de grabados. El resto de representaciones arboriformes son de menor tamaño aunque realizados con la misma técnica y estilo, lo cual parece indicarnos que, como se ha dicho, fueron realizados por la misma mano. Uno de los arboriformes es más difícil de apreciar, aunque se intuye la presencia del tronco, siendo mucho menos perceptibles las supuestas ramas. Sin duda, el elemento que destaca sobremanera en el panel es la presencia de tres caballos con jinete. Uno de ellos, el situado en la parte inferior es de mayor tamaño que los otros dos. El animal ha sido representado con un cuello largo y, a diferencia del resto de équidos analizados, se observa claramente el trazo que representa su cabeza, pues no se graba el extremo opuesto, es decir, la cola. Pese a que todos los jinetes han sido realizados siguiendo los mismos criterios estilísticos, en el de mayores dimensiones pueden apreciarse con más claridad ambos brazos y, en su lado izquierdo, la presencia de tres trazos que podrían estar figurando los dedos del individuo. El animal aparece representado con sus cuatro patas que no presentan ningún tipo de dificultad en su observación. En la parte superior derecha del zoomorfo de mayor tamaño, se identifica con nitidez un segundo jinete de menor tamaño. El équido es representado con sus cuatro patas perpendiculares al trazo que haría las veces de grupa, mientras que el jinete presenta los brazos extendidos en forma de cruz con ausencia de indicios de riendas. A su izquierda aparece el tercer jinete, el más pequeño de todos, que se realiza del mismo modo que los dos anteriores, sin riendas y con los brazos en cruz. Debe llamarse la atención sobre el acentuado esquematismo de estas representaciones y, en particular, sobre el hecho de que, como ya se apuntaba, parecen formar una composición en la que los tres jinetes siguen un mismo sentido de la marcha y en la que la diferencia de tamaños daría cierta profundidad y movimiento a la escena. La técnica empleada para su realización ha sido el frotado hasta conseguir la desaparición de la capa meteorizada del soporte rocoso, consiguiendo con ello una pátina blanquecina que favorece el resalte de las figuras sobre un fondo oscuro. El empleo de la misma técnica en todos los grabados que integran estos paneles refuerza la idea de una composición única. La relativa dificultad de acceso a estos paneles parece haberlos preservado mejor frente a las agresiones en comparación del resto de los estudiados. Destaca además, que su particular LAS MANIFESTACIONES RUPESTRES... 9 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-124, pp. 1-15 ubicación hace más complicada su localización y observación desde el cauce del barranco, lo cual hace pensar que no se realizaron para ser observados desde la zona baja, si bien es difícil contrastar tal posibilidad. Balos III. Panel 5. Motivos: 3 caballos con jinete; 3 posiblemente inacabados; 1 salamandra de 6 patas. Orientación: Noroeste-Sureste. Exposición: Suroeste. Panel: Vertical. Técnica de ejecución: Frotado superficial con capa meteorizada Este panel no ha sido publicado en ningún trabajo previo, si bien se encuentra nombrado en algunos de los inventarios presentes en el yacimiento de Balos desarrollados hasta el momento (por ejemplo los desarrollados por Julio Cuenca Sanabria o Ernesto Martín Rodríguez). El primer aspecto sobre el que se debe llamar la atención es su aislamiento con respecto al resto de las manifestaciones rupestres de la zona. Todos los motivos aparecen realizados en un mismo panel basáltico vertical (aunque ligeramente inclinado) donde, entre otros motivos, se representaron tres monturas con jinete y otros tres posibles caballos, aparentemente inacabados, situados en la parte derecha del panel. En este panel los équidos y sus jinetes son las figuras principales de la composición compartiendo espacio con la representación de un zoomorfo (posible lacértido) que se ubica en el extremo izquierdo del panel. Se observa una diferencia estilística en la realización de los grabados con respecto a los ejemplos descritos hasta el momento. En el centro del panel destaca un jinete, en particular debido al mayor naturalismo empleado en su elaboración, lo que se consigue dando un cierto volumen tanto al cuerpo del caballo como al de su jinete. Este último presenta las extremidades superiores bien definidas, así como un trazo más fino que representa las riendas. Además ha sido representado con cinco patas (o quizás una de ellas sea la pierna del jinete) y un trazo grueso que representaría la cola del animal. Entre este caballo y el zoomorfo de tipo IVÁN VENTURA FLORIDO 10 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-124, pp. 1-15 salamandra se sitúa otra montura con jinete que parece tener dos brazos izquierdos (desde la perspectiva del observador). Ocupando el lugar inferior del panel se representa otro caballo con monta en el que se dibujaron dos trazos finos y cortos que representan los brazos. En la parte derecha, aparece un jinete montado sobre un caballo al que, aparentemente, solo se le ha dibujado una pata. Este hecho, así como las dos evidencias situadas en la parte inferior, llevan a sospechar que se trata de una composición inacabada. Pese a ello, los trazos presentes recuerdan mucho a los criterios de representación de équidos presentes, por ejemplo, en el panel 1 de Balos II. Los équidos aparecen representados con apéndices a ambos extremos del trazo que conforma el cuerpo del animal, aunque la nitidez de la representación del morro permite adivinar que en todos los casos las monturas se orientan hacia la derecha del panel. La técnica empleada para la ejecución de los grabados es el frotado, aunque en este caso, el color anaranjado del basalto hace menos apreciable al motivo, al menos si compara con los paneles 3-4. Este panel presenta un gran deterioro debido al vandalismo que ha sufrido en tiempo reciente. MONTAÑA DE LOS PERROS I La Montaña de Los Perros es una elevación que alcanza los 400 metros de altura sobre el nivel del mar, y que se integra en la dorsal que, desde la Degollada del Cardón hasta la Montaña de Majadaciega, separan los cauces del Barranco de Balos del de los Morretillos. Abunda la presencia de grabados rupestres en diferentes afloramientos rocosos situados en su ladera suroeste, buena parte de ellos definiendo motivos geométricos y ejecutados mediante técnica incisa. A ellos se suman algunos motivos piqueteados, como un óvalo segmentado o lo que bien pudieran ser inscripciones alfabéticas líbico-bereberes. Pese a que puedan existir algunas reservas sobre la filiación prehispánica de las representaciones de équidos (básicamente por lo superficial de sus trazos), tanto el territorio en el que aparecen como su asociación con otras manifestaciones rupestres han hecho que finalmente se incluyeran en este trabajo. Los équidos de este yacimiento no han sido publicados previamente, si bien, y como en el caso anterior, aparecen recogidos en algunos inventarios patrimoniales. Por ejemplo, Julio Cuenca señala que "Estos últimos motivos (zoomorfos) se visualizaron en un único panel donde se dibujó, a base de rayitas, un jinete que cogía las riendas de un caballo"20. 20 CUENCA (2010), p. 20. LAS MANIFESTACIONES RUPESTRES... 11 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-124, pp. 1-15 Montaña de Los Perros. Panel 1. Motivos: Un caballo con jinete y riendas. Orientación: Este-Oeste. Exposición: Sur. Panel: Vertical. Técnica de ejecución: Incisión con trazos muy finos (cambio de técnica). Este panel contiene la representación de un caballo con jinete con los brazos en cruz y riendas. Sin embargo, se aprecia un cambio de la técnica empleada en su ejecución con respecto a los descritos para Balos pues está realizado mediante incisión con unos trazos muy finos y que se agrupan entre sí en haces para conformar las diferentes partes del animal y el jinete. Tiene un estilo muy esquemático mediante el cual el caballo aparece representado con sus cuatro extremidades y contiene unos trazos que podrían representar el apéndice de cola. Las riendas están realizadas mediante un trazo fino que, desde el brazo del antropomorfo, parece llegar hasta la cabeza del animal. Montaña de Los Perros. Panel 2 Motivos: dos caballos. Orientación: Noreste-Suroeste. Exposición: Sureste. Panel: Vertical. IVÁN VENTURA FLORIDO 12 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-124, pp. 1-15 Técnica de ejecución: Incisión muy fina con trazos muy juntos entre sí y frotado en algún tramo de las patas. En este panel podemos observan dos caballos con jinete. Están realizados mediante incisión muy superficial con trazos muy juntos entre sí, y en algún trazo de las patas del animal situado en la parte derecha inferior del panel parece observarse el empleo del frotado para resaltar las patas del animal. La propia composición del basalto y la enorme presencia de piroxenos dificultan la visibilidad de los grabados. El caballo situado en la parte inferior derecha del panel, está montado por un jinete cuyo cuerpo se ha representado tan solo mediante trazos verticales, careciendo de brazos y de riendas. La composición y el diseño de los motivos localizados en Montaña de los Perros, recuerda a los situados en Balos 2, panel 3, aunque la técnica empleada es claramente diferente. DISCUSIÓN Las representaciones de caballos en Balos Las expresiones culturales de los grabados localizados en el barranco de Balos permiten el planteamiento de diversas lecturas interpretativas, pero sin duda, la singularidad de las representaciones hace de ellos una de las manifestaciones más difíciles de explicar desde el punto de vista histórico. Empezando por el dilema que presenta su vinculación al período anterior a la conquista o, como han defendido otros autores, a los momentos que siguen al siglo XV. Si hacemos un repaso de los grabados de la isla de Gran Canaria, veremos que Balos es el único enclave contenedor de esta tipología de motivos, no habiéndose documentado este tipo en ninguna otra estación rupestre. La presencia exclusiva de representaciones de caballos en Los Letreros y en la Montaña de los Perros hace pensar que se trata de un motivo excepcional, con un significado especial, y que por ello pudiera explicarse su ausencia en otras estaciones de grabados de Gran Canaria. Prestando atención a las representaciones, pronto nos damos cuenta de que, a pesar de ciertas diferencias, todas responden a un esquema en donde se expresan las propias particularidades del diseño. En otras palabras, siguen una pauta dominada por el LAS MANIFESTACIONES RUPESTRES... 13 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-124, pp. 1-15 esquematismo, pero conforme a una pauta repetida en la que destaca la ausencia general de detalles y solo se dibujan aquellos considerados importantes (riendas, etc.). La representación del animal se hace, por norma general, a través de un trazo del que salen de dos a cuatro patas, y en uno de sus extremos estaría representada la cabeza del animal y en el opuesto el apéndice de cola. En cada panel, todos los grabados parecen haber sido representados encarando la misma dirección (cabeza hacia la derecha si el observante se sitúa frente al motivo), excepto los grabados contenidos en el panel de Balos II. En la mayoría de los casos (excepto en el panel 1, Balos II donde se identificaban posibles équidos), todos los animales han sido representados montados por un jinete, que puede sujetar al animal mediante riendas que van desde el cuerpo o brazos del propio jinete hasta la cabeza del animal. Como en el caso de las monturas, destaca el esquematismo de las representaciones humanas: el cuerpo es un trazo vertical en el que a veces se destaca la cabeza por un ligero engrosamiento del grabado y del que parten los brazos definidos por sendas líneas perpendiculares. Un esquematismo que presenta claros paralelismos con algunos de los antropomorfos de Los Letreros, o de ciertos yacimientos de la isla, pero que contrastan con otros por la ausencia de ciertos rasgos (interpretados como tocados, escudos, etc.). A pesar de ello, no parece haber duda de que antropomorfos “a pie” o “a caballo”, así como los équidos y otros zoomorfos, parecen responder a unos mismos modelos de representación, reconocibles tanto en Balos como en otros conjuntos rupestres del sureste de Gran Canaria. Por lo general estos grabados, con diferencia a otras tipologías localizadas en el yacimiento, solo aparecen asociados a motivos ramiformes, y en el caso del panel 5 de Balos III, a la presencia de un zoomorfo o antropomorfo de tipo salamandra, como algunos autores han preferido referirse a él. Esto parece ser un elemento a destacar, debido a que el resto de tipologías sí que aparecen asociadas a todo tipo de motivos (escritura, antropomorfos, geométricos, etc.). Además, los soportes donde han sido representados los jinetes, parecen no haber sido empleados para la superposición de grabados en su contexto de producción, aunque sí que se puede apreciar algunas manifestaciones de vandalismo reciente. Por otro lado, los paneles donde se ubican parecen haber sido seleccionados de manera distinta al resto de paneles, o eso nos lleva a pensar la situación elevada y oculta a la vista de algunos de ellos (ejemplo Balos II, panel 3-4). En muchos casos, (Balos II panel 3, Balos III panel 5) parecen formar una composición en la que se intuye cierta profundidad y movimiento en la propia forma de organizar los motivos. Los équidos parecen seguir una misma marcha, y la presencia de arboriformes, y los distintos tamaños, le otorgan esa profundidad y sensación de movimiento ya descrita líneas arriba. Además, otro elemento a tener en cuenta es que si analizamos los paneles independientemente, parece que cada uno fue realizado en un mismo momento y por una misma mano, básicamente teniendo en cuenta los criterios de forma, diseño y técnica empleada. Sin embargo llama la atención las similitudes en los diseños de los équidos de Montaña de los Perros, con respecto a los localizados en el panel 3 de Balos II. Estos dos paneles sostienen enormes similitudes en el modo en el que se representan los caballos y jinetes, pese a que existe el empleo de una técnica de ejecución distinta (frotado en Balos II frente a incisión muy fina en Montaña de los Perros). La combinación de los propios motivos y su pronunciado esquematismo, no dejan lugar a dudas con respecto a las enormes similitudes de los grabados de équidos de Balos y Los Perros con los descritos para el Norte de África. Como queremos defender, la forma en la que se representan los animales y sus jinetes, las composiciones y las asociaciones espaciales con otros tipos de grabados permiten sostener esta hipótesis y, con ella, la asociación de las representaciones de caballos de Balos con la población prehispánica de Gran Canaria. Estas representaciones en el Norte de África surgen con el conocido como periodo del caballo, en torno al 1500 a.C. y van a perdurar más allá del cambio de Era cuando hacen aparición las figuraciones de camellos, con las que conviven. Y a finales del mismo, se IVÁN VENTURA FLORIDO 14 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-124, pp. 1-15 documentan las primeras referencias de las inscripciones líbico bereber entre las manifestaciones rupestres21, convirtiéndose en algo común y llegando a otras zonas durante el siguiente periodo, el del camello. El fósil director de este periodo se corresponde a la presencia de motivos que representan a équidos pese a compartir presencia con otros motivos. Sin embargo como dice Springer, “el caballo, al seguir presente en tiempos posteriores al periodo que lleva su nombre, solo puede ser valorado como indicador cronológico de los momentos de su mayor antigüedad, pero constituye un elemento de poco valor para determinar una fecha entre las representaciones más recientes de este cuadrúpedo”22. Sin duda uno de los yacimientos norteafricanos más importantes para ejemplificar todas estas cuestiones es el de Foum Chenna (Marruecos), donde se han documentado decenas de representaciones de jinetes sobre caballos y camélidos, así como una abundante muestra de inscripciones alfabéticas tifinagh23 . Un recorrido por los calcos y las fotografías de los motivos identificados en este yacimiento permite sostener la evidente semejanza en las pautas de representación: esquematismo dominante, donde los caballos y los jinetes se representan con trazos rectilíneos que señalan cuerpo, extremidades, con indicación en ciertas ocasiones de la cabeza u otros detalles anatómicos. Entendemos que este tipo de representación constituye, en el norte de África y en Balos, un símbolo, por cuanto es concebido para ser reconocido, no por sus detalles sino por el patrón de representación empleado. Desde este punto de vista, la ausencia de caballos entre los animales de la cabaña ganadera prehispánica no tendría por qué ser un obstáculo para que pudieran representarlos, pues lo que se graba en Balos o en Montaña de los Perros es un símbolo más que un reflejo fiel y directo de la realidad que les rodea. Sin embargo, también pueden señalarse algunas diferencias entre los dos contextos comparados. En primer lugar, como en el norte de África, en Balos ciertos paneles parecen estar representando escenas o composiciones, si bien en Gran Canaria no pueden identificarse las cacerías o confrontaciones bélicas que se describen para yacimientos como Foum Chenna. Por otro lado, si fijamos la atención a las referencias del mismo tipo en el continente africano, en el caso insular los jinetes no parecen portar ningún tipo de arma o escudo, como es común en el norte africano durante el periodo del caballo y el posterior del camello. En el norte de África la presencia de escudos redondos y armas ofensivas (lanzas fundamentalmente) en las representaciones de jinetes de caballos (y también de camellos), así como la escenificación de enfrentamientos, se ha interpretado como el reflejo de unos grupos humanos con una importante élite guerrera que ocuparía el vértice superior de la organización social. Ninguno de los jinetes de Balos lleva ningún elemento que pueda ser interpretado de este modo. Sin embargo, en el mismo yacimiento se observan antropomorfos en los que pudiera interpretarse que llevan en una de sus manos un elemento circular muy parecido a lo que en el norte de África se identifica como escudo. En este caso, ¿se están representando guerreros?, ¿los jinetes serían también una forma de representar a una élite social? La existencia de importantes diferencias sociales en la Prehistoria de Gran Canaria hace que esta posibilidad no sea muy arriesgada de plantear. BIBLIOGRAFÍA BELTRÁN, A. (1971). Los grabados del Barranco de Balos/Gran Canaria. Zaragoza: CSIC. BELTRÁN, A. (1971). “El arte rupestre canario y las relaciones atlánticas”. Anuario de Estudios Atlánticos, 17, pp. 281-306. 21 SPRINGER (2009), p. 5. 22 SPRINGER (2009), p. 13. 23 PICHLER (2000). LAS MANIFESTACIONES RUPESTRES... 15 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-124, pp. 1-15 CUENCA SANABRIA, J. 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