XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014)
ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-052, pp. 1-7 1
© 2016 Cabildo de Gran Canaria. Este es un artículo de acceso abierto distribuido bajo los términos de la licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.
* Profesora de Historia de Bachillerato Nacional e Internacional Colegio Arenas-Atlántico. Las Palmas de Gran Canaria.
España. Correo electrónico: carmenm@eduarenas.com
** Profesora Titular de Historia Medieval. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Departamento de Ciencias
Históricas. C/ Pérez del Toro s/n. 35003. Las Palmas de Gran Canaria. España. Teléfono: +34928458913; correo electróncio:
brivero@dch.ulpgc.es
MERCEDES GAIBROIS: UNA HISTORIADORA COLOMBIANA EN EL
FONDO BALLESTEROS
MERCEDES GAIBROIS: A COLOMBIAN HISTORIAN IN THE
FONDO BALLESTEROS
Carmen Morales García*; Benedicta Rivero Suárez**
Cómo citar este artículo/Citation: Morales García, C.; Rivero Suárez, B. (2016). Mercedes Gaibrois: una his-toriadora
colombiana en el fondo Ballesteros. XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014), XXI-502.
http://coloquioscanariasmerica.casadecolon.com/index.php/aea/article/view/9534
Resumen: Resulta casi incompresible que Mercedes Gaibrois no haya sido reconocida aún, en nuestros días, como
una de las más relevantes figuras femeninas de la historia de España y América del siglo XX. Podemos considerarla
como una de las primeras mujeres historiadoras en España, una de las precursoras de la Historia de Género y sin duda,
la primera mujer que entró como miembro correspondiente en la Real Academia de la Historia.
Pese a su labor como historiadora de “mujeres” y moverse en un ambiente donde sus amigas mas íntimas encarnan
el espíritu de la superación intelectual femenina de principios del siglo XX, Gaibrois buscará un alejamiento de
polémicas y centrará sus objetivos en dos campos: como investigadora de reinas medievales y como difusora de
un feminismo intelectual y católico a través de su labor periodística en la revista Voluntad.
Palabras clave: Historia Cultural; Historia de Canarias y América; Historia de las mujeres; Historiografía
Abstract: It turns out almost uncompressible that Mercedes Gaibrois has not been recognized still, nowadays, as
one of the most relevant feminine figures of the history of Spain and America of the 20th century. We can consider
it to be one of the first women historians in Spain, one of the precursors of the History of Kind and undoubtedly,
the first woman who entered as corresponding member the Royal Academy of the History.
In spite of his labor like historian of “women” and to move in an environment where his friends mas intimate per-sonify
the spirit of the intellectual feminine overcoming of beginning of the 20th century, Gaibrois will look for a
withdrawal of polemics and will centre his aims on two fields: as investigator of medieval queens and as diffusive
of an intellectual and catholic feminism across his journalistic labor in the magazine Voluntad.
Keywords: Cultural History; History of Canaries and America; History of the women; Historiografía
Resulta casi incompresible que Mercedes Gaibrois no haya sido reconocida aún, en nuestros días,
como una de las más relevantes figuras femeninas de la historia de España y América del siglo XX. Sin
temor a exageraciones podemos considerarla como una de las primeras mujeres historiadoras en España,
una de las precursoras de la Historia de Género en nuestro país y sin duda, la primera mujer que ingresa
como miembro correspondiente en la Real Academia de la Historia en 1932. Es por ello que en esta
comunicación intentaremos analizar las principales características que definieron su “feminismo intelec-tual
y católico” a través del estudio de los caracteres morales y físicos con los cuales traza las figuras
de las mujeres que investiga y tomando como base la documentación que estudiamos durante años en el
denominado Fondo Ballesteros-Gaibrois de esta Casa Colón.
Carme n Mora les Garc ía; Benedic ta River o Suáre z
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Su labor como historiadora coincide con un aumento del papel de la mujer dentro de los ámbitos inte-lectuales
en España. De esta manera, la llegada a Madrid de Gaibrois se une al aumento de alumnas en la
Facultad de Filosofía y Letras. Apareciendo una primera promoción de historiadoras donde cabe destacar
Ángela García Rives (que presenta la primera tesis doctoral con Fernando VI y Doña Bárbara de Bragan-za
en 1917) o Aurea Javiera Arteaga. Mercedes Gaibrois irrumpe en este mundo de mujeres historiadoras
cuando obtiene en 1920, el premio Duque de Alba por su obra Historia del reinado de Sancho IV, ganada
por una aficionada ya que ella era autodidacta. La concesión del premio levantó mucha desconfianza entre
los círculos académicos, universitarios, archiveros, y ateneísta tanto por su condición de mujer como por
ser la esposa de un académico: el catedrático don Antonio Ballesteros y Beretta.
Pero ¿quién era esta mujer?, ¿cómo había llegado a España y estrechado lazos con Antonio Balleste-ros?,
¿cómo una década después la vemos colaborando con Blanca de los Ríos en Raza Española o con
Angélica Palma o Sofía Casanova en la revista Voluntad? Y por supuesto, ¿cómo obtiene el reconoci-miento
intelectual para ser la primera mujer académica numeraria de la Historia en un mundo dominado
por el hombre en 1932?
Mercedes Gaibrois y Riaño nació en París un 13 de septiembre de 1891, hija única del José Trinidad
Gaibrois encargado de Negocios de Colombia en París y en Madrid, fundador de la revista Colombia
Ilustrada. Su encuentro con el catedrático ser realizará en Sevilla, cuando ella y su madre, ya viuda,
Soledad Riaño, se encuentra retenidas por el pleito de una herencia. En 1910 con 19 años, casará con
Ballesteros que en esos momentos con 30 años ya es catedrático en la Universidad de Sevilla1.
Desde ese momento Mercedes se convertirá en investigadora medievalista. 10 años más tarde en 1919
gana el premio “Duque de Alba” de la Real Academia de Historia con su obra Historia del reinado de San-cho
IV de Castilla. El 12 de diciembre de 1932, D. Ramón Menéndez y Pidal, D. Elías Tormo y D. Rafael
Altamira presentan su candidatura para ser elegida académica de número y el 23 de ese mismo mes, es
elegida por unanimidad. Es, pues, tras años de disputas y polémicas, la primera mujer que ingresaba en una
Real Academia en España (con la medalla novena) haciendo su discurso de presentación el 24 de febrero
de 1935 sobre uno de sus personajes mas estudiados: Mª de Molina. 2 La Real Academia de la Historia será
también el centro de su actividad familiar e intelectual, de la misma será nombrada bibliotecaria perpetua
desde la muerte de su marido en 1949 hasta la suya en 1960, además desde 1940 fundará en sus estancias la
tertulia y luego revista El Correo Erudito. A lo largo de su vida también será académica correspondiente de
las Academias de Buenas Letras de Barcelona, de la Sociedad de Americanista de Paris y Vicepresidenta de
la Asociación Española de Ciencias Históricas. Son, pues, distinciones de manera académica que subrayan
un reconocimiento a su valía intelectual independiente de su sexo.
En este sentido, es difícil encuadrar la figura de Mercedes Gaibrois como feminista. Pese a su labor
como historiadora de género y moverse en un ambiente donde sus amigas más cercanas encarnan el
espíritu de la superación intelectual de la mujer a principios del siglo XX (Blanca de los Ríos será pro-puesta
para el premio Nobel de Literatura)3. Gaibrois buscará un alejamiento de las polémicas que se
deja entrever desde el premio Duque de alba en 1919 hasta su entrada en la Academia en 1932.
Pese a ello, la historiadora se convertirá en un icono de ese primer feminismo intelectual, elitista,
católico y además hispanoamericano. Imaginemos el estupor que tuvo que ocasionar que algo que no
había conseguido ni Emilia Pardo Bazán, ni Concepción Arenal, ni Concha Espina, ni Blanca de Los
1 En 1947, en una entrevista a la Revista “el Tiempo”, Mercedes Gaibrois comenta que fue a Andalucía por una
herencia con la idea de pasar seis meses pero que el pleito alargó su estancia en la ciudad hispalense. El primer encuentro con
Antonio Ballesteros transcurrió en la Feria de Sevilla, cuando paseando en carroza por el Real de La Feria, el historiador se fijó
en ella. Teniendo la coincidencia que fueron a residir en la misma pensión de la calle Abades. No especifica el año, pero hubo
de ser en la Feria de 1908 o 1909 cuando Mercedes tenía 17 o 18 años ya que Sánchez Catón señala que viaja a Europa con
17 años (1908) y las primeras cartas de Ballesteros son en agosto de 1909. (SANCHEZ CATÓN (1960), pp. 7-18 y V .AA.
(1947), Caja 3/14). Ambas son recogidas en las notas 3-6 de MORALES GARCIA (2004) Archivo Virtual Fondo Ballesteros,
pp. 2-4, (inédito) y de la misma autora: MORALES GARCÍA (2003), pp. 180-181.
2 “La Academia de la Historia, entre sus cinco hermanas de entonces y las siete de hoy, ha sido, y sigue s”iendo
única por esta admisión… Ni las académicas de mérito en la de Bellas Artes, lo eran con plenos derechos ni la siempre citada
numeraria de la Española puede considerarse seriamente una excepción…” SANCHEZ CATÓN (1960), p. 11.
3 MORALES GARCIA (2004). La autora estudia y cataloga el epistolario de Gaibrois con sus amigas. Resaltan las
cartas de Angélica Palma y Blanca de los Ríos.
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Ríos recayese en una colombiana. Las palabras que le dedica su amiga Angélica Palma unos años antes
nos esboza ese posible ambiente: “…ojalá que el justiciero propósito se convierta inmediatamente en
hecho; poquita importancia nos daremos las americanas¡ La primera académica de la Historia en Espa-ña,
la primera triunfadora de rancios prejuicios, una hija de este Continente…”4
Pero Gaibrois nunca aceptará ser causa de ningún movimiento feminista. Es más, la autora se consi-dera
ante todo “mujer” y como tal, su contribución al mundo intelectual supondrá un esfuerzo anímico
en detrimento a su familia. Gaibrois entiende que el problema fundamental de la mujer en el trabajo no
es su intelecto sino su propia naturaleza, el sentimiento ante de la razón, algo que la hace inferior al hom-bre
a la hora de ser más productiva. Llegando incluso a afirmar que para que una obra femenina valga
intelectual y artísticamente, una mujer necesita ser o muy desgraciada (el trabajo como vía de escape)
o muy feliz (perfecta armonía), “no se si esto será bueno o malo pero en la mujer el sentimiento rige,
ordena la vida. Es algo esencialmente femenino….”5
Ejemplos del intelecto femenino en la Historia es más lo que busca Gaibrois que una particular reivin-dicación
social, política o económica de la mujer. Sus reinas desde Isabel la Católica hasta Leonor de Tras-támara
se caracterizan por ser mujeres inteligentes y cultas, (elitismo), con un sentido del deber superior a
cualquier reconocimiento de poder o social, profundamente cristianas y ante todo madres, que finalmente
acababan a la sombra de sus hijos o maridos (catolicismo y patriarcado). Al igual que Maria Goyri,6 mujer
a la que profundamente admiró, la autora propugna por el respeto hacia la condición intelectual femenina
en base de una seriedad afable y correcta de la mujer. De esta forma, Goyri había conseguido ser la primera
mujer española universitaria “superando prejuicios y escollos de rutina, sin convertir tampoco un acto que
estimaba, y era, normal, en un fácil banderín de combate”7.
Pero no nos equivoquemos, si bien de manera pública Gaibrois no manifestará su adhesión a ningún
tipo de feminismo (ni siquiera Acción Católica); si centrará sus objetivos en su labor como investigadora
de mujeres que representen por una parte los valores ejemplares de la mujer católica y por otra, en plena
concordancia con dichos valores, la reivindicación cultural e intelectual de la mujer.
De esta forma podemos comprobar que es muy amplia su producción sobre la mujer en la Historia de
España y América a lo largo de su vida. Desde su magna obra Maria de Molina (1936) al retrato del perfil
psicológico y físico de Isabel la católica que presenta en Ensayos Históricos (De los tiempos de Isabel y
Fernando (1941). Dos artículos de investigación sobre las reinas: Doña Mencia (1930) o Leonor de Tras-támara,
reina de Navarra (1944). Tres conferencias sobre; Las Jornadas de María de Hungría (1926),
Presencia de la mujer en la Conquista de América (1940) y Homenaje a la memoria de Doña Maria Go-yri
de Menéndez Pidal (1956). E incluso su discurso de entrada en la Academia, “Un episodio de la vida
de Maria de Molina” (1935). Todo ello sin contar los numerosos artículos escritos en la revista Voluntad
(1919-1920), Raza Española (1919-1927), Boletín de la Real Academia de la Historia (1919-1955) y el
Correo Erudito (1940-1949) y (1958-1960), sobre otros tantos personajes femeninos: Sor Maria de Agre-da,
Anacoana, (reina de Haití), Doña Constanza, Doña Sancha, Ana de Austria…
Una labor en la que se verá arropada y secundada por sus amigas más cercanas: Angélica Palma8 y
4 Ver en MORALES GARCIA (2004), p. 33.
5 “…puede llevarlo de la misma manera dentro del mismo nivel de inteligencia, de capacidad de estudio. Pero en la
mujer el hogar prima aunque ella no lo quisiera… Desde este punto de vista el trabajo del hombre siempre será superior al de
la mujer porque no está supeditado por el sentimiento. Y además, la mujer no se dedica con pasión a una obra intelectual o
artística, sino cuando entorno suyo siente una perfecta armonía que le permite desarrollar un esfuerzo, o cuando algo le pide
hallar esa armonía y busca un escape…” En V.V.A.A. (1947) y MORALES GARCIA (2004), pp. 33-34.
6 Maria Amalia Goyri, (1875-1955).Nace en Bilbao pero desde los cinco años va a Madrid. Con doce años ingresó
en la Asociación para la Enseñanza de la Mujer” y se matriculó en la escuela de Comercio. Fue la primera estudiante oficial
de Filosofía y Letras de la universidad española. Alumna de la Escuela de Estudios Superiores casó con Ramón Menéndez y
Pidal Además de colaborar en la obra de su marido y en las suyas propias, participó las tareas docentes del Instituto Escuela de
Segunda Enseñanza de la Institución de Libre Enseñanza, creado en 1918 y dirigido por Maria de Maeztu.
7 GAIBROIS DE BAL ESTEROS (1956), pp. 21-22.
8 Angélica Palma, (1883-1935). Novelista y periodista. Hija del ilustre tradicionalista Ricardo Palma. Usó el pseudó-nimo
de Marienala con el que colaboró en varias revistas literarias. En 1921 llega a España para dirigir la edición póstuma de
la obra de su padre Tradiciones Peruanas. En 1926 fue delegada del Perú en los Congresos Interamericanos de Mujeres Boli-varianos.
En 1929 forma parte de la Comisión oficial del gobierno peruanos en la Exposición de Sevilla. Miembro de “Entre
Nous” (sociedad femenina limeña) y Secretaria del Consejo Nacional de Mujeres del Perú. Colaboradora del periódico “El Sol”
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Blanca de los Ríos9. Con ellas publicará básicamente en dos revistas: Voluntad y Raza Española10. Cen-trándonos
en este comunicación en la primera de ellas donde Gaibrois publicará entre los años 1919 y
1920 una serie de biografías de heroínas subrayando el papel decisivo de la mujer en la historia y en la
sociedad.
Las mujeres de voluntad11
Gaibrois publicará seis artículos en la revista Voluntad. En ellos se recogen diez retratos de mujeres
de la Historia de España:
-En 1919: Isabel la Católica (nº 3)
-En 1920: María la Grande, tres veces reina (nº 6),
Una monja y un rey: Sor María de Agreda (nº 12)
Anacaona (nº 15)
Dña Constanza y Doña Sancha, Infantas de Aragón (nº 17)
Las cuatro esposas de Felipe el Prudente (nº 19)
Podemos comprobar que de las diez menos tres; Sor Maria de Agreda y las Infantas de Aragón, todas
son reinas Y de las siete una de ella no es de España, Anacaona reina de Haiti ante de la llegada de los
españoles. Por tanto son mujeres que representa la élite de una sociedad.
de Madrid, perteneciendo a la Sociedad Menéndez y Pelayo de Santander, a la Academia Hispano-Americana de Cádiz y a la
Academia de Buenas Letras de Barcelona.
9 Blanca de los Ríos Lámperez, (1862-1956). De pronta vocación literaria, destacó como estudiosa de la literatura
del Siglo de Oro. Premio de la Academia de la Lengua por su Estudio biográfico y crítico de Tirso de Molina (1889). Fundó
“Raza Española. Revista de España y América” en 1919, la cual dirigió durante doce años. También fue miembro del Ateneo
de Madrid, logrando gran reconocimiento como novelista. Más información en GONZ ALEZ LO PEZ (2001).
10 “Raza Española. Revista de España y América” se funda bajo la dirección de Blanca de Los Ríos en 1919. Entre sus
colaboradores destacan Concha Espina o Emilia Pardo Bazán en un concepto de Raza que su directora expone la presentación
de la revista, la Fecha 1919, final de la primera guerra mundial, suponía una victoria más del expansionismo de EEU sobre
América y una pérdida para España ya no a nivel político o económico como el Desastre del 98 sino cultural. En 1923 con la
llegada de la dictadura de Primo de Rivera, la revista alcanzará su mayor prestigio e influencia ya que su directora serafín al
régimen dictatorial llegando a ser una de las mujeres que accedieron a la Asamblea Nacional. De este momento en la aparición
de la Fiesta de la Raza en Madrid donde el concepto de Raza se ha modificado. La raza estaría compuesta solamente por España
y los pueblos hispanoamericanos apareciendo la fe católica como instrumento de unión y transmisor de la lengua castellana.
Ya no se reivindica el hecho del descubrimiento sino la conquista y colonización, apareciendo España como La gran Madre
difusora del catolicismo y con ella de la cultura. Estas palabras esconde ya la influencia de la iglesia católica que se hace patente
la Exposición Universal de 1929 donde Blanca de los Ríos manifiesta su adhesión a Acción Católica.
La labor americanista de Gaibrois en la revista “Raza Española” al igual que su línea historiográfica americanista han
sido ampliamente estudiados en MORALES GARCÍA (2003), pp. 179-191.
11 Revista ilustrada para las mujeres de la clase alta y aristocrática, como “órgano de los pensamientos cimentadores
de la Fe y la Patria” y abanderada de los “ideales de la Raza”, dirigida por el sector católico de la gran empresa periodística
y editorial que funda Nicolás María Urgoiti (1869-1951) …Comienza a editarse a partir del doce de octubre de 1919, con
periodicidad quincenal, impresa lujosamente y confeccionada de forma elegante, revelando su elevadísimo precio (2 pesetas
el ejemplar) su carácter elitista. Su cubierta siempre contiene estampado el escudo de la España imperial (que después será
adoptado oficialmente por el Régimen de la dictadura franquista). A través de una sección propia, recomienda a las mujeres
la práctica del deporte, especialmente los entonces minoritarios del esquí, el tenis o el alpinismo. También cuenta con
secciones dedicadas a labores femeninas, moda, viajes (gran parte e sus anuncios publicitarios son de automóviles y compañías
trasatlánticas), páginas de humor y musicales (con partituras), biografías, medicina, reportajes varios (beneficencia, sociedad,
etc.), así como de creación literaria (narraciones y poesía) y artículos de fondo. Entre sus colaboradores estarán desde Santiago
Ramón y Cajal (que escribirá sobre la capacidad intelectual de las mujeres), Ramón María del Valle Inclán y José Ortega
Munilla, hasta Armando Palacio Valdés, Pedro Muñoz Seca, Juan Pujol, Ricardo León, Antonio Ballesteros o los hermanos
Álvarez Quintero y el marqués de Lozoya. Entre sus colaboradoras, Emilia Pardo Bazán, Concha Espina, Sofía Casanova,
Carmen Cuesta, María Cruz de Ebro, Carmen Karr, Dolores Monedero, Dolores Moya de Marañón, Salomé Núñez y Topete
y Blanca de los Ríos. Del elemento eclesiástico son Zacarías Martínez (obispo de Huesca) y los jesuitas Constancio Eguía,
Carlos Gálvez, Alfonso Torres y Ruiz Amad. La revista, concebida como una “obra de fe, de caridad y de cultura”, destinada
a “instruir a la mujer” con el propósito de “unir con vínculos de piedad y comprensión a todas las clases sociales”. Voluntad,
Madrid, 1919, Hemeroteca Digital, BN.
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MERCEDES GAIBROIS: UN A HISTORIADO RA COLO MBIANA EN EL FONDO BAL ESTEROS
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De entre ellas destaca (sin mencionar a Maria de Molina y a las demás protagonistas de la época medie-val
que serán después analizadas) una de sus heroínas más preciada: Isabel La Católica. Mercedes escribirá
sobre la reina primeramente en este artículo publicado en 1919 que reedita en 1941 en la obra conjunta con
su marido Ensayos históricos (De los tiempos de Isabel y Fernando) conformando el capítulo “Algunos
rasgos de Isabel La Católica”. Es curioso como se adentra primero en su descripción física para centrarse
posteriormente en los datos que confirman su espíritu fuerte y justiciero que la confirman como una gran
reina: el matrimonio secreto con Fernando, la guerra de Sucesión con el Rey de Portugal, el dominio de
los nobles rebeldes, la Guerra de Granada, su protección a Colón,,,, En la biografía de Isabel de Castilla,
Mercedes encuentra el modelo perfecto para presentar a su lectoras un modelo de mujer “que pensó como
hombre y sintió como mujer” Y olvidando toda objetividad afirma; “fue el temple ideal, la norma admira-ble
donde debemos fijar nuestra inteligencia y nuestro corazón”.
Gaibrois se centra en el análisis de su vida privada y no pública (que como Reina ocupa) ya que el
objetivo principal es que sirva de referencia al feminismo católico e intelectual que la revista Voluntad
propugna. De esta manera, nos aparece ejemplos de su piedad y devoción, de su valor aunque “mas no
se crea que estas virtudes varoniles eclipsaban el espíritu y modo de ser completamente femenino de
nuestra Soberana”. Modo femenino que se caracteriza por el uso de la rueca, el cuidado de su marido
“se enorgullecía de que su marido no se había puesto ninguna camisa que no estuviese hilada y cosida
por ella”, el fervor religioso, la llaneza española, el gracejo del ingenio, la ternura maternal, el pudor
hacia su cuerpo, la sobriedad en sus gastos y sobre todo la prudencia ante el varón. “gobernó su reino
apareciendo que gobernaba el Rey, de cuya autoridad era escrupulosa guardadora.”
Los demás artículos son una repetición de dichos valores: Sor María Agreda, prudente, sosegada, pa-triota,
voz del pueblo, devota, escritora insigne, “el único Hombre de Estado de su tiempo” o Anacaona,
autoritaria, bella, ingeniosa y poeta (nuevamente en este artículo recuerda la piedad de Isabel la Católi-ca).
O las cuatros mujeres de Felipe II que quedan eclipsadas tras la figura del Rey Prudente: María de
Portugal será su amor, María Tudor, la razón de Estado, Isabel de Valois la paz con Francia y finalmente,
Ana de Austria la madre de su heredero. En fin, en sí, estas reinas extranjeras, tal y como las define la
autora son analizadas desde la óptica del rey español.
En suma, las biografías representan fielmente el espíritu de la revista Voluntad, un feminismo que
queda descrito en los objetivos que presentan en su primera editorial12. De esta forma, la mujer sin edu-cación,
sin intelecto puede representar un problema al convertirse en un mero objeto florero o máquinas
domésticas al servicio exclusivo del marido y su prole. Una afirmación que en un principio parece bus-car
una mejora en la situación de la mujer a principios del siglo XX, pero lo cierto que lo que se esconde
detrás de estas palabras, es el miedo a una reivindicación donde ser rompan todas las trabas, donde la
mujer se convierta “en una parodia del hombre, en una criatura sin sexo donde reviven la soberbia, la
presunción y fealdad del ángel caído” Para ello la revista aboga por “construir un eje de acción y pen-samiento
católicos para encauzar esos ímpetus, para ilustrar y dirigir esas modernas ambiciones…”13
Las mujers medievales
Hay que agradecer a doña Mercedes el interés que desde muy pronto despierta en ella el conocimien-to
de determinadas mujeres de la España Medieval. Su gran obra será María de Molina que en el siglo
XIII tuvo una actuación relevante dentro de los avatares políticos de su tiempo. Con anterioridad había
escrito María de Hungría (1926) así como un trabajo referido a Doña Mencia de Portugal, en 1930 y
posteriormente en 1942 su trabajo referente a Leonor de Trastámara, Reina de Navarra.
Hemos centrado esta comunicación en las obras referente a Doña Mencia y a doña Leonor, a través
de las cuales intentaremos expresar como, al igual que en su trabajo sobre María de Molina, doña Merce-des
se centra especialmente en representar a estas mujer por ser, devotas así como base fundamental del
12 Voluntad (12-10-1919).
13 Ibid.
6
Carme n Mora les Garc ía; Benedic ta River o Suáre z
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hogar cristianos, siguiendo las líneas claras del feminismo cristianos defendido por su maestra Blanca
de los Ríos, sin olvidar su labor en reivindicar las capacidades intelectuales de las mujeres que estudia.
Como hemos señalado en 1930 publica su trabajo “La Reina Doña Mencía” en honor a doña Caro-lina
Michaëlis de Vasconcellos, profesora de la facultad de letras de la Universidad de Coimbra, siendo
publicado por dicha universidad.
Doña Mencía López de Haro, era hija de Lope Díaz de Haro, señor de Vizcaya y de su esposa Urraca
Afonso de León, hija ilegitima de Alfonso IX de León. Casa con Alvar Pérez de Castro y tras su falleci-miento
contrae nuevo matrimonio con Sancho II de Portugal. A lo largo de su trabajo el objetivo esencial
de doña Mercedes es echar por tierra todas las acusaciones que los cronistas de la época realizaron sobre
la figura de esta mujer a la que consideraban la causante de los males del rey Sancho así como de la
guerra civil que sufre Portugal durante el gobierno de Sancho II hasta que fue depuesto por su hermano
Alfonso. Para rescatar la figura de doña Mencía de tantas críticas vertidas sobre ella, doña Mercedes la
presente cómo una mujer valiente, heroína y guerrera que le llevó a hacer frente al ataque del walí de
Arjona a Martos en 1238 estando ausente su marido de Castilla. En contra de lo señalado por las cró-nicas
la presenta como una mujer delicada, leal, cuya belleza era motivo de admiración de cuantos la
veía y fundamentalmente resalta su papel de mujer letrada lo que le llevó a entablar gran amistad con el
rey de Castilla-León, Alfonso X el Sabio. Sin embargo en ningún momento Mercedes analiza el motivo
por el cual las crónicas utilizan a doña Mencía para justificar las tomas de decisiones de don Sancho en
contra de la nobleza y que en última instancia es la causa por la cual estalla la guerra civil en Portugal.
El motivo de dicha guerra entra en la dinámica de la época ante la incremento de autoridad por parte de
la monarquía lo que le lleva a enfrentarse a la nobleza y los cronistas de la ´poca encuentra en Mencia
la causante perfecta para no ir en contra del linaje establecido, por otro lado hay que tener en cuenta que
aquella era una viuda castellana, dos aspectos negativos; no era virgen y provenía de Castilla que quería
dominar Portugal y se atribuía un parentesco con el monarca que impedía el casamiento.
En su trabajo Leonor de Trastámara, reina de Navarra, la defensa de la ideología del feminismo
cristiano queda más patente Leonor de Trastámara, Reina de Navarra. Hija de Enrique II de Castilla y
de la infanta Juana Manuel, hermana de Juan I de Castilla. Por su matrimonio con Carlos el Noble, pasa
a ser reina consorte de Navarra.
En contra de lo que se menciona en las crónicas así como por otros historiadores, Mercedes vuelve
a resaltar la belleza, lozanía, bondad y cortesía basándose para ello en el poema que sobre ella escribió
por la época el poeta Álvarez de Villa Sandino Al igual que con Mecía, la describe decidida y valiente
cuando abandona la Corte de Navarra para regresar a Castilla junto a su hermano Juan I. Mercedes justi-ficar
esta actitud de Leonor, acción criticada por los historiadores que se han acercado a su figura, en las
palabras que la reina dirige a su hermano para que comprenda su negativa a regresar a Navarra “cuando
fui a Navarra no fui acogida ni tratada como debía…” , además Mercedes señala que pese a ello puede
que el rechazo a regresar al lado de su marido no se debiera a la razones que ella apunta que centra en
que la renta que se le asignó mensualmente no llegó a percibirla y que le dieron unas hierbas que casi la
mata aunque no cree que fuera por mandado de su marido pero él no hizo las diligencias en saber qué
hierbas eran; Mercedes, en defensa de la figura de doña Leonor considera que la razón fundamental se
encontraba en que “ la paciente Leonor tuvo que asistir a la infidelidad de su marido con María Miguel
de Esparza, madre de Lancelot mientras ella solo había tenido hijas”.
Pese a ello la reina volvió a Navarra momento en que Leonor pasa a desempeñar un importante papel
político ante la ausencia de su marido en Francia. Concluye doña Mercedes que después de su estudio
ha podido comprobar que Leonor de Trastámara fue una mujer generosa incluso con los hijos bastardos
de su marido así mismo la describe como mujer sentimental, apasionada, fastuosa, inteligente, celosa,
suspicaz, no rencorosa, hábil gobernante, prudente administradora, diligente, caritativa, amante de las
artes, buena madre y buena esposa. Fue bella, pero enfermiza.
En su intento de resaltar los valores de la mujer cristiana y resignada deja de lado la época en la que
esta tratando sin tener en cuenta que la situación de la mujer, y sobre todo referente a la mujer noble es
diferente si nos referimos a los siglos X al siglo XIV si por el contrario nos adentramos ya en el siglo
XV. Los siglos postrimeros de la edad media son particularmente ricos para el historiador, puesto que en
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MERCEDES GAIBROIS: UN A HISTORIADO RA COLO MBIANA EN EL FONDO BAL ESTEROS
XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014)
ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-052, pp. 1-7
ellos se observan cambios sustanciales en la mirada que los hombres tienen sobre las mujeres ya no son
mero decorado del entorno del rey o del noble. Reinas madres ejerciendo la tutoría del jóvenes reyes;
concubinas de los soberanos desplazando a las reinas legales, y ejerciendo una fuerte influencia sobre
las decisiones del rey; reinas repudiadas concertando alianzas con bando nobiliarios para recuperar su
posición; jefas de señoríos haciéndose cargo de la gestión de sus negocios; mujeres nobles de familias
desposeídas por las rivalidades nobiliarias reclamando sus patrimonios y ejerciendo personalmente la
venganza; camareras reales influyendo en las decisiones de su señora.
A la docilidad y al carácter decorativo de la imagen femenina en la crónica del pleno Medievo sucede
una evidente imagen de bravura, de virilidad, de violencia, encarnada en destinos individuales de mu-jeres
que cumplen un rol protagónico en la política y en la guerra. Pareciera que en este último periodo
de la edad media el hombre libre ya, gracias a la creciente laicización de la sociedad de los arquetipos
femeninos de la virgen y la santa, predominantes en el periodo anterior.
Conclusiones
Analizando la figura y obra de Mercedes Gaibrois como historiadora de la etapa medieval en sus
trabajos de investigación y periodística en su etapa moderna debemos señalar varias cuestiones:
A través de sus trabajos se puede observar la línea positivista aplicado en sus estudios de la cual es
gran defensora hasta el punto de que ella misma afirma que “La historia tiene su columna vertebral que
es la cronología y sin ella no se sostiene los hechos ni se explican, ni se entienden…”. Pero incluso pese
a la ampliación de dicha metodología, se observa escasa reflexión sobre los temas que trata, siempre que
no sea para justificar el objetivo de sus trabajos sobre determinadas mujeres, el cual se centra es rescatar
dichas personas del olvido como grandes personajes que desempeñaron un importante papel en la época
medieval y moderna de España.
Muy diferente son sus trabajos a los realizados por su marido Don Antonio Ballestero e incluso en
temas relacionado con la historia de la mujer. En tal sentido sabemos que con anterioridad a que doña
Mercedes publicase su trabajo sobre María de Hungría (1926), su marido había realizado un estudio so-bre
Doña Leonor de Guzmán, concretamente en 1908 en el cual Ballesteros, pese a emplear igualmente
la metodología positivista, deja traducir mayor preparación como historiador a la hora de plantear sus
hipótesis y conclusiones.
Ella por el contrario caracterizará a las mujeres que investiga con una serie de valores morales, modelos
para fomentar un feminismo de convicciones católicas a la par que propugna, en plena concordancia con
dichos valores, la reivindicación cultural e intelectual de la mujer dentro de la Historia.
BIBLIOGRAFÍA
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3/14.