mdC
|
pequeño (250x250 max)
mediano (500x500 max)
grande
Extra Large
grande ( > 500x500)
Alta resolución
|
|
XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 1 © 2016 Cabildo de Gran Canaria. Este es un artículo de acceso abierto distribuido bajo los términos de la licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional. * Catedrático de inglés. Departamento de Filología Inglesa y Alemana, Universidad de La Laguna. Tenerife. España. Correo electrónico: pnleal@ull.edu.es APRECIACIÓN DE GRAN CANARIA EN LAS DISTINTAS EDICIONES (1889-1932) DE LA OBRA DEL ESCRITOR INGLÉS ALFRED SAMLER BROWN APPRECIATION OF GRAN CANARIA IN THE SUCCESIVE EDITIONS (1889-1932) OF THE WORK OF THE ENGLISH TRAVEL-WRITER ALFRED SAMLER BROWN Pedro Nolasco Leal Cruz* Cómo citar este artículo/Citation: Leal Cruz, P. N. (2016). Apreciación de Gran Canaria en las distintas edicio-nes (189-1932) de la obra del escritor inglés Alfred Samper Samler. XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014), XXI-040. http://coloquioscanariasmerica.casadecolon.com/index.php/aea/article/view/9522 Resumen: Esta contribución es una continuación de la presentada en el precedente Coloquio de Historia Canario- Americana titulado “Las Palmas de Gran Canaria según las catorce ediciones de la obra del escritor inglés Alfred Samler Brown (periodo de 1889-1932)”. Este autor cambió el título de su obra de “Madeira and the Canary Islands” a “Brown’s Madeira, Canary Islands and Azores”, incluyendo este archipiélago en su obra. Hemos con-trastado las distintas ediciones de su guía en lo que concierne a la isla de Gran Canaria. Tenemos un periodo de 43 años (1889-1932) en el que se describe esta isla en todos sus aspectos: características generales, índice de población, fondas y hoteles, red viaria, cambio de la tracción animal a la mecánica y una profunda descripción de todas las ciudades y pueblos de Gran Canaria. Palabras clave: Alfred Samler Brown; escritor de viajes; Gran Canaria Abstract: This contribution is a follow-up of the one presented in the preceding “Coloquio de Historia Canario- Americana” entitled “Las Palmas de Gran Canaria according to the fourteen editions of the work of the English travel-writer Alfred Samler Brown (period from 1889 to 1932”). This author changed the name of his guide from “Madeira and the Canary islands” to “Brown’s Madeira, Canary Islands and Azores”, including this Archipelago in his work. We have contrasted the different editions of his guide as far as the island of Gran Canaria is concerned. We have a period of 43 years (1889-1932) in which this island is described in all its aspects: General character-istics, population rate, inns and hotels, road network, the change from animal traction to motor traction and an in-depth description of every town and village in Gran Canaria Keywords: Alfred Samler Brown; travel writer; Gran Canaria Introducción Ante todo cabe apuntar que esta contribución es una continuación a la ofrecida en el anterior Colo-quio de Historia Canario-americana en el que autor presentó: “Las Palmas de Gran Canaria según las catorce ediciones de la obra del escritor inglés de viajes Alfred Samler Brown (período de 1889-1932)”. Es decir, Las Palmas no va a entrar en esta edición sino el resto de la isla de Gran Canaria. Madeira y las Islas Canarias (Madeira and the Canary Islands) es la primera guía turística seria a nivel mundial. Su fama llegó a ser tal que se va a reimprimir 14 veces a lo largo de cuarenta y tres años, de 1889 a 1932. Su autor es Alfred Samler Brown. Pedro Nolasco Leal Cruz 2 XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 Cabe apuntar que realmente existe un gran desconocimiento en Canarias tanto de este autor tan importante como de su magna obra. Por otro lado, existe un gran contraste entre la fama que la guía turística alcanzó en su época y lo poco que conocemos sobre la figura de Alfred Samler Brown, su autor, y su obra. Al igual que el escocés George Glas, fue un “canariófilo empedernido y un auténtico canariólogo”. Si seguimos a nuestros mejores comentaristas y analistas de escritores viajeros a las Islas Canarias, José Luis García Pérez en su obra Viajeros ingleses en las islas canarias durante el siglo XIX y Nicolás González Lemus en Viajeros victorianos en Canarias, observamos que estos se muestran muy escépticos con la vida de Alfred Samler Brown. Afirma el primero: “Acerca de Alfred Samler Brown se puede relatar algo de sus viajes y estancias en el archipiélago, de aquellos se hacen eco los periódicos canarios de la época. Para estas publicaciones la figura del británico fue siempre motivo de atracción informativa; sin lugar a dudas su libro superó con creces en importancia a su propia persona y siempre su nombre se relaciona con su guía”. El segundo se limita a decir: “Desconocemos todo acerca de su vida, aunque tuvo enorme importancia para el desarrollo del turismo en las islas, pues a él le debemos la primera guía ‘moderna’ sobre Canarias en lengua inglesa”. Es nuestro objetivo aquí indagar sobre su vida. Por encargo del cónsul inglés Samuel Henry Harford, en 1892, Alfred Samler Brown escribió un informe sobre el estado de las Islas Canarias en ese momento. Report on the Social and Economical Conditions of the Canary Islands, (Informe sobre las condiciones económicas y sociales de las Islas Canarias) editado en Londres en Miscellaneous Series of the Foreign Office. En dicho informe demuestra que es un gran conocedor y experto de la realidad económica y so-cial de Canarias en la última década del siglo XIX. Todo el contenido de este informe va a aparecer en las distintas ediciones de su obra, probablemente a partir de la de 1893. Fruto de sus viajes por los tres archipiélagos macaronésicos fue su obra Madeira and the Canary Is-lands, (Madeira y las Islas Canarias), editada por primera vez en 1889, después de dos o más años de un recorrido profundo por las Islas. La guía se vendía tanto en Londres como en Canarias (aquí al precio de 3 pesetas y 12 céntimos). Fueron los distribuidores de la misma las casas Miller en Las Palmas de Gran Canaria y Hamilton en Santa Cruz de Tenerife (T. M. Reid difunde la obra por el Puerto de la Cruz). En Madeira lo va a hacer la Blandy Brothers. Luego, a comienzos del siglo XX, se incluye Azores y la obra se titula Madeira, Canary Islands and Azores. Se hacía un estudio profundo de cada isla y sus tiradas llegaron a alcanzar los dos mil ejemplares, y se vendía en todo el mundo, principalmente en el anglosajón. El autor para la detallada descripción de las islas de los tres archipiélagos macaronésicos los recorre en su totalidad y es por ello que describe los puntos más alejados de estos. Es una descripción muy im-parcial, rigurosamente precisa y muy práctica. La obra comienza con una introducción, un índice pormenorizado de los distintos topónimos citados; pasa a las medidas, precios, las frases y palabras más importantes de la lengua que el viajero debe uti-lizar (en español y portugués), hoteles, lugares de esparcimiento, excursiones, costumbres del pueblo, comida local, agricultura e industria. Continúa con los resultados y causas del flujo de enfermos y otros visitantes. Sigue con pesca, fauna y flora. Luego hace un estudio de las observaciones meteorológicas, con tablas exhaustivas y condiciones climáticas. Continúa con rasgos geológicos, para acabar con la historia de los tres archipiélagos. Para la conquista de las Islas Canarias sigue principalmente a George Glas. En este apartado hace un estudio exhaustivo de las costumbres y lengua de los naturales. Cabe señalar que la obra de Glas ha sido traducida y comentada por el autor de esta contribución. La obra de Brown va a ser citada por muchos escritores de la época: Margaret D’Este la consulta para sus viajes por las tres islas que recorrió: Tenerife, La Palma y Gran Canaria. Asimismo lo cita1, en su obra “Las líneas de desarrollo del turismo en las Islas Canarias” y Morales Lezcano2 en su obra sobre los informes consulares británicos. Es citado asimismo por Francisco Quintana Navarro3. 1 RIEDEL (1972), p. 13. 2 MORALES LEZCANO (1986), p. 24. 3 QUINTANA NAVARO (1992), p. XIII. 3 APRECIACIÓN DE GRAN CANARIA EN LAS DISTINTAS EDICIONES (1889-1932) DE LA OBRA de... XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 Véase la opinión que tiene el mismo autor, Alfred Samler Brown, de su guía, en su español: “Esta guía, como libro, siempre se há vendido sin gananza alguna. Existe solamente como medio de propa-ganda y no rinde beneficio sino por el ayudo con que ha sido favorecido por las casas comerciales, casas de negocio, hoteles y otras empresas que han tenido la bondad de cooperar en los gastos por anunciarse entre sus páginas”. El autor de este artículo, al ser experto y docente de lengua inglesa, ha utilizado las distintas versio-nes de la obra en versión original. Como ya se ha comentado, la obra se va reeditar muchísimas veces: 14 veces. Se va a hacer uso de las versiones de 1889, 1890, 1898, 1903, 1905, 1908, 1910, 1913, 1922, 1927 y 1932. Me ha sido imposible consultar hasta ahora algunas versiones intermedias: 1893, 1896 y 1901. Creo que con las consultadas la visión de Gran Canaria es completa. Recordemos que el autor en muchas ediciones no pone al día sus datos. Este escritor plasma en su obra la percepción de lo que ve. Estamos ante una de las mejores fuentes para el conocimiento de Canarias, en este caso concreto, de la isla de Gran Canaria. Como se va a comprobar el autor va cambiando y aumentando el contenido de las distintas versiones. Elimina información ya desfasada y añade datos nuevos. Para el análisis de los distintos municipios y pueblos, citados por este escritor, se ha tenido en cuenta las tres grandes carreteras para carruajes que existían en 18894 en Gran Canaria. 1/ Las Palmas, Tafira, Monte Lentiscal, Santa Brígida y San Mateo. 2/ Las Palmas, Tamaraceite, Arucas, Bañaderos, Guía, Gáldar y Agaete. 3/ Las Palmas, Telde y Agüimes Mapa de GranCanaria por Alfred Samler Brown (1889). 4 Las redes de carreteras para carruajes va a aumentar a lo largo del período estudiado (1889-1932). Alfred Samler Brown lo va reflejar en las distintas ediciones. Estas rutas adaptadas para el paso de carruajes van a usarse luego para automó-viles con la llegada de la tracción mecánica a la Isla. 4 Pedro Nolasco Leal Cruz XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 Mapa de Gran Canaria por Alfred Samler Brown (1932) Gran Canaria. Características generales Para la descripción general de la isla de Gran Canaria según Alfred Samler Brown vamos a hacer dos apartados. 1.- Ediciones de su obra de 1889 (primera) y 1890. 2.- Ediciones de su obra de 1898 hasta 1932 (última). Conviene señalar que el contenido de las ediciones de 1889 y 1890 es mucho menor y a veces dis-tinto5 al de las restantes. En las ediciones primeras (1889-1890) el autor es muy escueto, señala que la isla está situada al S. E. de Tenerife y que se llamó Canaria, que tiene 38 millas de longitud por 32 de anchura y 75.000 habi-tantes, que su forma es casi circular, que es montañosa con volcanes extintos y que por el sur presenta extensas llanuras. Manifiesta que tiene vegetación exuberante: en las zonas áridas, donde se puede apre-ciar abundante cantidad de euforbias, que se puede cultivar trigo y otros cereales y que en la parte más 5 Lamentablemente no hemos podido consultar las ediciones de 1893 y 1896. Suponemos que el autor, a partir de la publicación del Informe comentado, en 1892, cuyo contenido aparece en la edición de 1898, ya lo debió incluir en las ediciones no consultadas de 1893 y 1896. 5 APRECIACIÓN DE GRAN CANARIA EN LAS DISTINTAS EDICIONES (1889-1932) DE LA OBRA de... XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 húmeda además se puede sembrar gran cantidad de verduras. Constata que en la parte norte se producen caña de azúcar, cochinilla y papas, que en la parte sur abunda el almendro y el olivo, que en las partes altas medra el castaño, que abunda la higuera en cualquier parte y que la vid se cultiva principalmente en la zona del Monte Lentiscal. Cita las famosas naranjas de Telde. Destaca como rasgo orográfico importante la Caldera de Bandama, donde no se aprecian rastros de lava. Menciona a continuación la Atalaya y la describe como lugar de viviendas trogloditas y señala que sus mora-dores son continuación de los antiguos canarios y que tienen muy poca relación con sus vecinos. A continuación cita las fuentes de Agaete y Firgas. Menciona el esfuerzo hecho en la red vial para carruajes y su extensión hasta Agaete por el norte, San Mateo por el centro y Agüimes por el sur6. Apunta que el punto más alto de la isla es el Pico del Pozo de las Nieves (6.400 pies)7. En el plano histórico señala que a los antiguos naturales se les debe llamar canarios, no guanches, que se han encontrado inscripciones fenicias y que la isla fue una república hasta la Conquista. Señala que el clima es seco, más que el de Tenerife pero menos que el de Fuerteventura. Menciona, como rasgo distintivo de la vestimenta, la pañoleta de la mujer y la manta del hombre. Señala que el puerto principal es la Luz; cita el de Agaete y señala que el de Gando ha sido destinado al lazareto. Como industrias principales cita el bordado, pieles de cabra curtidas y alfarería de color rojo, desti-laderas de piedra, telas y cuchillos con mangos ornamentados. Para el turista que va a tener una estancia corta en la isla le señala como puntos dignos de interés, aparte de Las Palmas, San Mateo pasando por Tafira y visitando el Monte Lentiscal y la Atalaya. Asimis-mo señala que se debe visitar Teror, Firgas, Moya y Gáldar retornando por la carretera de Guía. Especifica que se pueden enviar telegramas hasta Telde o Guía. En las restantes versiones (1898-1932), Alfred Samler Brown amplía la descripción general de Gran Canaria. Comienza afirmando que la Isla se conocía con el nombre de Canaria y se le cambió el nombre a Gran Canaria por la defensa heroica que los naturales protagonizaron durante la Conquista. Curio-samente señala, a partir de la edición de 1922, que el término Canaria es una corrupción del aborigen Tamarán. Añade que existe una conexión entre el nombre Canaria y una raza de perros enormes, dos de los cuales se le presentaron al rey de Mauritania, Juba II, según el escritor Plinio. Comenta que Tolomeo hace referencia a una parte de la cercana costa de África que se le conoce como Gannaria. A continuación nos ofrece la situación de la Isla, para pasar a ofrecernos la población, que se distribu-ye en tres ciudades, tres villas y 178 poblados y que tiene 22 municipios. Continúa afirmando que la Isla tiene una forma casi circular y está surcada por numerosos barrancos, que el punto más alto es el Pico de las Nieves que tiene 6.400 pies8 y que el mayor barranco es el de Tejeda y detalla que es tan grande que parece que divide la isla en dos partes si se observa desde Granadilla en Tenerife. Comenta que otros barrancos importantes son Tirajana, Fataga y el de la Virgen. Comenta asimismo que los barrancos y otros cursos de agua se parecen entre sí y que son muy pintorescos. Manifiesta que hay épocas de lluvia en que el agua fluye, bien por áreas amplias, bien entre precipicios muy escarpados y peligrosos y que en los lugares en donde hay humedad la vegetación es exuberante, con bosques, en ciertos casos muy amplios, como sucede con el barranco de la Virgen. Detalla que se da el caso de que en algunos lugares una diminuta fuente de agua da gran fertilidad al suelo donde medra el laurel, el pino y el drago, y asi-mismo prospera el culantrillo, la cineraria y la madreselva. Asevera que no se sabe con seguridad si estos barrancos proceden de fisuras volcánicas o si son el resultado de una erosión y comenta que los ejemplos más perfectos de cuevas aborígenes se encuentran en Gran Canaria. Apunta que existe una llanura que se extiende desde Agüimes hasta Arguineguín, cuya formación es distinta de la del resto de la isla y la alteración se produjo muy probablemente en el barranco de Tirajana. 6 Olivia Stone, que recorre la Isla en 1884, señala que la carretera para carruajes del norte llega a Gáldar. 7 Curiosamente lo va a denominar en la edición de 1898: Pico de los Pozos. 8 A partir de 1910 cambia su nombre por el de Los Pechos que tiene 6.400 pies (1.952 metros). 6 Pedro Nolasco Leal Cruz XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 Subraya que existen zonas volcánicas como puede ser la Caldera de Bandama y señala que la Isleta es de formación más reciente que el resto de la isla, con zonas muy arenosas, como también lo es Mas-palomas. Comenta que los barrancos son más largos que los de Tenerife, que el agua de los mismos se recoge y canaliza y que se han construido estanques, muy útiles para el riego en los meses de verano. Señala que hay muchos manantiales como los de Firgas, Agaete y Santa Catalina en Las Palmas y que existen zonas boscosas como las comprendidas entre Tejeda y Tirajana y las del barranco de la Virgen. Lamenta que se hayan destruido muchos árboles, hasta tal punto que ya no se puede elaborar carbón vegetal. Lamenta asimismo que se planten eucaliptos en detrimento de los pinos, los laureles y los bre-zos y detalla que existe gran cantidad de euforbias y que son abundantes los castaños, las higueras, los olivos, los almendros y los naranjos. Manifiesta que se cultiva cochinilla en varias partes de la isla, así como tomates, plátanos y caña de azúcar. En las últimas ediciones subraya el gran progreso que ha te-nido la isla, sobre todo el sur, con el cultivo del plátano y el tomate y compara el progreso de la isla con el efectuado en Egipto con la presa de Asuán. Señala que existe mucho comercio y que el puerto de la Luz ha avanzado muchísimo en los últimos años, que está separado seis kilómetros de la Ciudad y que se comunica por medio de un tranvía de vapor9. En cuanto a la vestimenta continúa destacando la pañoleta blanca que utilizan las mujeres y las man-tas de los hombres. Resalta las casas construidas de cantería azul y destaca la cantera de la Atalaya. Repite desde la primera versión que las especialidades son los bordados, los calados y la piel de cabra curtida y destaca la cerámica de arcilla, ropa de tejido grueso y los cuchillos con mangos elaborados y asevera que se emplea la hoja de palma para la confección de “serones” que se utilizan para el transporte de abono en mulos. Destaca como gran especialidad el queso conocido como flor de Canaria y detalla que para su elabo-ración se cuaja la leche con la flor de una alcachofa salvaje, que llaman “cardo”. Repite desde la primera versión de 1889 que el puerto de Agaete solo es utilizado por goletas y el de Gando se ha destinado al lazareto. En la edición de 1932 ya destaca a Gando como lugar de aterrizaje. Donde realmente hay cambios sustanciales en las distintas ediciones es en el índice de población, en los alojamientos y en la red vial. Véanse para ello las siguientes tablas. Índice de población. 9 A partir de la edición de 1910, lo cambia por tranvía eléctrico. 7 APRECIACIÓN DE GRAN CANARIA EN LAS DISTINTAS EDICIONES (1889-1932) DE LA OBRA de... XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 Fondas.10 Red vial Edición de 1889-1890: Carretera del norte: llega a Agaete con ramal de Tenoya a Teror. Carretera del centro: llega a San Mateo. Carretera del sur: llega a Agüimes. Adiciones en la edición de 1898: Carretera del norte: se añade el ramal de Tenoya a Teror. Se comienza el tramo de Arucas a Firgas y Moya. Carretera del centro: igual. Carretera del sur: igual. Adiciones en la edición de 1903: Carretera del norte: igual. Carretera del centro: se añade el ramal de Santa Brígida a la Atalaya. Carretera del sur: se agrega el tramo de Agüimes al Llano de las Piedras. Adiciones en la edición de 1905: Carretera del norte: se añade el ramal de Gáldar a Sardina del norte. Carretera del centro: igual. Carretera del sur: se agrega el tramo del Llano de Las Piedras a Santa Lucía. Adiciones en la edición de 1910: Carretera del norte: se agrega el tramo de Tamaraceite al Puerto de la Luz. Carretera del centro: igual. Carretera del sur: igual. 10 El signo x indica que el lugar posee fonda o pensión, el signo – señala que no la hay, pero que, en la mayoría de los casos, se pueden conseguir camas en casas particulares. 8 Pedro Nolasco Leal Cruz XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 Adiciones a la edición de 1913: Carretera del norte: igual. Carretera del centro: igual. Carretera del sur: se añade el ramal de Telde a Valsequillo. Adiciones a la edición de 1922: Carretera del norte: se agregan los tramos: de Tamaraceite a San Lorenzo y de Arucas a Moya. Carretera del centro: se añade el tramo de Santa Brígida a Telde. Carretera del sur: se agregan los tramos de Telde a Melenara, de Telde a la Atalaya, de Telde a Gando y de Agüimes a Arinaga. Se continúa la carretera principal al sur con el tramo de Santa Lucía a Tunte. Por iniciativa particular se construye el tramo de Juan Grande a Maspalomas. Adiciones a la edición de 1932: Carretera del norte: se señala el tramo de Agaete a Casas del Camino en la ruta a la Aldea de San Nicolás. Se agrega el ramal de Moya a los Tilos. Carretera del centro: se adiciona el ramal de San Mateo a Valsequillo y de San Mateo a las Lagunetas. Carretera del sur: se añaden los tramos de Juan Grande a Gando, de Tunte a Fataga y de Maspalomas a Arguineguín, de Agüimes al Carrizal y de los Letreros a Juan Grande. Muchos de los ramales son construidos por iniciativa privada. Da la tracción animal al motor Sin lugar a dudas el cambio más atractivo es el paso paulatino de la tracción animal a la mecánica en el transporte público. Véanse las distintas tablas que ofrece Alfred Samler Brown en las sucesivas ediciones de su obra: Horario de los carruajes (1890). 9 APRECIACIÓN DE GRAN CANARIA EN LAS DISTINTAS EDICIONES (1889-1932) DE LA OBRA de... XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 Horario de los carruajes y coches (1898). Horarios aproximados de los carruajes públicos (1905). 10 Pedro Nolasco Leal Cruz XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 Horarios aproximados de los carruajes públicos y guaguas (1910). Precios aproximados de los automóviles en Las Palmas (según la tarifa de 1922) 11 APRECIACIÓN DE GRAN CANARIA EN LAS DISTINTAS EDICIONES (1889-1932) DE LA OBRA de... XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 Precios aproximados de los automóviles públicos en Las Palmas (según la tarifa establecida en 1932) Descripción de lugares11 1.- Ruta al norte de la Isla Vamos a continuar haciendo una distinción entre las versiones de: 1889-1890 y 1898-193212. San Lorenzo13 Ediciones de 1889-1890. Alfred Samler Brown recuerda al lector que la carretera de carruajes acaba de acceder a Agaete14, que el transporte público es barato, pero que el viaje es duro y a veces los carrua-jes van demasiado llenos, lo que los hace muy inconvenientes para los enfermos. 11 Conviene señalar que algunos topónimos, como las Temisas, Tenteniguada, Güigüi, Pinar del Pajonal, etc. aparecen en los mapas pero no en el texto. Además, en los mapas de las ediciones de 1889 y 1890 el autor muestra algún topónimo que luego elimina en los mapas de las siguientes ediciones, como: el Pinal. 12 Seguimos el mismo esquema vial del autor en las distintas ediciones. 13 Debemos tener en cuenta que Gran Canaria contaba con 22 municipios, no 21 como en la actualidad. San Lorenzo formaba municipio junto con Tenoya y Tamaraceite. 14 Sin embargo, señala que el transporte público aún no llega sino a Gáldar. 12 Pedro Nolasco Leal Cruz XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 Señala a continuación que la carretera deja el muelle de Las Palmas y pasa por la fábrica de tabaco15 del señor Miller, que el medio es seco, pero que se piensa poner en cultivo en breve. Cita Tamaraceite y Tenoya. Comenta que las vistas del barranco de Tenoya son las mejores del viaje. Ediciones 1898-1932. Muestra que la carretera parte del muelle y asciende el barranco, dejando el fuerte a la izquierda16 y que a una milla a la izquierda se pasa la granja de los señores Miller y Com-pañía17. Apunta que el campo es muy seco, sin embargo, hay estanques para el riego por lo que gran parte de él está cultivado. Señala que desde Tamaraceite se puede observar un pequeño trapiche18 y que después del cruce a Teror se pasa un túnel y se entra en el pueblo de Tenoya cruzando el barranco de su nombre. Detalla que es quizá la parte más bonita de esta carretera al norte. Cita San Lorenzo. Teror Ediciones 1889-1890. Comenta que es una ciudad importante con catedral (sic), palacio obispal y un convento. Ediciones 1898-1932. Señala que es una villa situada en medio de un valle vistoso en el barranco de la fuente Agria, que a poca distancia y a nivel más bajo hay algunas fuentes consagradas a la Virgen de Lourdes y que existe un balneario con cuatro baños. Comenta que la iglesia, construida en 1740, es de gran importancia, con un exterior bonito y detalla que la torre izquierda es lo que queda de la antigua iglesia ahora desaparecida y que es el único ejemplo de renacimiento gótico en la Isla y señala que la imagen apareció una vez junto a un pino que se encontraba en la plaza, lugar que ahora está marcado con una cruz y que el actual es un descendiente directo del desaparecido. Asevera que antaño emanaba una fuente curativa cerca del pino y que se secó poco después de venderse agua de la misma. Manifiesta que el interior del templo es hermoso con cinco altares y apunta que dicho templo fue muy rico antes de la desamortización, que merece ver las vestimentas y las joyas de la imagen que se ubica en la capilla central en un altar de plata alto. Añade que es digno de admirar la pintura de San José con el niño19. Finalmente cita el palacio episcopal que fue un antiguo convento y señala que ahora existe un convento con 25 a 30 monjas en la carretera a Firgas. En la edición de 1922 añade que existe una curiosa escalera de caracol que va desde la sacristía al camarín, por detrás del altar, de donde se puede contemplar la imagen, que la llave de acceso se puede conseguir si se pide, que cada año se celebra la fiesta, con gran asistencia de público, el día 8 de septiem-bre y que la imagen se decora con las mejores joyas. En la edición de 1932 cambia parte de la información. Señala que el templo se terminó en 1765, según el diseño del coronel Antonio de la Roche y que presenta una arquitectura única en Canarias. Añade que la imagen apareció en septiembre de 1481 en las ramas de un pino que se hallaba en la plaza delante del templo y que el actual es un descendiente del original, parte del cual se conserva en forma de cruz, que la cubierta de plata del altar data de 1777 y que los candelabros y otros objetos de culto de gran belleza se deben al maestro Antonio Juan Correa de La Laguna, Tenerife. Añade asimismo que los vestidos de la imagen son famosos, que dos de ellos fueron regalo del rey Carlos III. Ofrece dos hoteles en las ediciones de 1922, 1927 y 1932: Hotel Pino y Hotel Royal. Termina afirmando que salió un real decreto de 1929 que obligaba al Capitán general, con residencia en Santa Cruz de Tenerife, acompañado por un escuadrón de soldados, a rendir homenaje a la Virgen el 8 de septiembre pero que este homenaje se suprimió con el comienzo de la República. En 1932 agrega asimismo que hay una ruta desde el puente de Teror a la fuente Agria. 15 En las ediciones a partir de 1898 menciona granja, no fábrica. 16 Se trata de la Mata. 17 Esta información ya no aparece en la edición de 1903. 18 Información que suprime a partir de la edición de 1913. 19 Quita esta información a partir de la edición de 1922. 13 APRECIACIÓN DE GRAN CANARIA EN LAS DISTINTAS EDICIONES (1889-1932) DE LA OBRA de... XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 Excursiones desde Teror A partir de la edición de 1898 nos presenta una serie de caminatas y excursiones desde Teror, infor-mación que no va a cambiar en las ediciones siguientes20: 1. Al bosque de los Osorios, donde hay un manantial, lugar para picnic. Señala que se puede subir al Pico de los Osorios y de allí continuar a pie a Firgas y que se puede apreciar una vista excelente desde el citado pico que abarca desde la montaña de Gáldar al Pico de Bandama. Asevera que hay carretera para carros. 2. A Santa Brígida21. 3. A Valleseco por las Cumbres y a la Cruz de Tejeda. 4. A Firgas y Moya por la montaña de Doramas y los Tilos. Declara que de Moya se puede continuar a Guía. 5. A Artenara por Valleseco y luego hasta Tejeda y Agaete. Advierte que el lugar es muy peligroso. 6. A San Mateo por la Vega de Arriba. 7. A Tafira por la carretera que pasa por Tamaraceite y de allí a San Lorenzo. Señala que se pasa a Tafira por el barranco del Dragonal y que se conoce como la ruta de la Vega de Abajo. 8. A Arucas por los Osorios22. Arucas Ediciones 1889-1890. Someramente comenta que es una ciudad bonita con mercado y que es el cen-tro de la industria de la cochinilla y de la caña. Subraya que existen factorías de azúcar y señala que tiene una montaña, que se denomina Cardones, de donde se divisa gran parte de la isla. Ediciones 1898-1932. Comenta que es una ciudad grande y pulcra con mercado, que es el centro de la cochinilla23 y que hay dos factorías de azúcar e importantes canteras. En la edición de 1903 añade que el terreno está cultivado, en su mayoría con riego del agua que procede de los manantiales cercanos, con quince millones de litros al día. Aconseja que se visite la montaña porque de ella se aprecian espléndidas vistas. En la edición de 1922 añade que la nueva iglesia, construida con cantera del lugar, se debe contemplar desde cierta distancia pues su exterior es el más ornado de Canarias y que la ciudad ha prosperado enorme-mente con el cultivo de plátanos, información que omite en la de 1932. Manifiesta que se ha construido un teatro. Indica el nombre de la fonda en las ediciones de 1922, 1927 y 1932: Fonda de Arucas. Apunta que ahora se puede contemplar una enorme presa en la carretera a Firgas y la describe con profu-sión. En la edición de 1932 añade que existe otra enorme presa que pertenece al marqués de Arucas. Excursiones desde Arucas Ediciones 1889-1990. Se limita a citar someramente la excursión a Teror con continuación a Vallese-co y a la Cruz de Tejeda. Destaca la vista desde este lugar y la de montaña de los Osorios. Ediciones 1898-1932. En las ediciones a partir de 1898 amplía la información de las excursiones: 1. A Teror. Manifiesta que la ruta es buena, que el paisaje es agradable y lo es mucho más al lle-gar a Teror al pasar por el bosque de castaños de los Osorios. Añade que se puede continuar a Valleseco y de allí a las Cumbres y a la Cruz de Tejeda desde donde su puede contemplar una 20 Conviene señalar que, a pesar del avance en la red vial de Gran Canaria entre 1898 y 1932, Alfred Samler Brown no cambia nada en lo referente a las rutas ni a los medios (tracción animal) en las distintas ediciones. 21 Insta al lector a que vea las excursiones que parten de Santa Brígida. 22 Elimina esta excursión a partir de la edición de 1922. 23 Suprime esta información en la edición de 1913. 14 Pedro Nolasco Leal Cruz XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 bella vista. Asimismo comenta que de Teror se puede acceder a la montaña de los Osorios, desde donde se puede contemplar una vista panorámica de casi toda la isla. Añade que de allí por una ruta rodeada de codesos se puede acceder a Firgas y que los mulos para la excursión se pueden conseguir en Arucas por tres pesetas. 2. A Firgas. Señala que es un camino de herradura por lo que se debe ir en mulo o a pie. Especifica que se baja el barranco de Azuaje y a una milla más allá del balneario se llega a Moya. En las últimas ediciones cita el Buen Lugar. Valleseco Ediciones 1889-1890. Solo se limita a comentar que es una ciudad pequeña. Ediciones 1898-1932. Comenta en la edición de 1898 que Valleseco es un grupo de casas con una iglesia grande en construcción. A partir de la edición de 1903 ya cita la iglesia como terminada. Hace notar que de allí se puede continuar el viaje a Tejeda y Tirajana. En la edición de 1932 añade que el lugar es muy pintoresco donde se cultivan papas, millo, almendras, manzanas y castañas, que la carretera pasa la Cueva Corcho hasta Lanzarote y que se va a conectar con la de las Lagunetas. Firgas Ediciones 1889-1890. Señala que es una ciudad pequeña con una buena pensión con cinco camas y que tiene fuentes termales (Fuente Santa) en el barranco Suaje (sic) donde se ha erigido una casa de baños. Sostiene que existen dos pequeñas cuevas guanches en el fondo del barranco. Detalla que el ba-rranco de Suaje (sic) se denomina barranco de la Virgen en su parte superior Ediciones 1898-1932. Añade que Firgas es un buen lugar para excusiones, que posee fonda española: Fonda Azuaje, por 5 pesetas al día y que el pueblo es conocido por su manantial que produce agua sabro-sa y saludable. En la edición de 1898 cita la fuente de Guadalupe. En las últimas ediciones menciona los baños de Azuaje, la fuente Santa y la fuente Agria. En todas las ediciones nos proporciona una detallada descripción del contenido del agua de los manantiales. Excursiones desde Firgas Ediciones 1889-1890. No cita excursiones Ediciones 1898-1932. Menciona excursiones a: 1. A los Osorios, Teror, el Monte Lentiscal, etc. Detalla que se pasa por la parte baja del pico de los Osorios y que es una ruta muy atractiva. Aconseja subir al pico, pues de allí se puede divi-sar casi todo el norte de la isla: la montaña de Doramas y las Cumbres, la montaña de Gáldar y la montaña de Doramas. Añade que se puede descender a Teror pasando por los castaños de los Osorios. Advierte que en época de lluvias los senderos son peligrosos por el barro. 2. A Moya y los Tilos. Señala que se cruza el barranco de Azuaje y se pasa a Moya y asevera que hay bosques muy bonitos. Moya Ediciones 1889-1890. Comenta que es una población desde la que se pueden visitar los Tilos y la montaña de Doramas. 15 APRECIACIÓN DE GRAN CANARIA EN LAS DISTINTAS EDICIONES (1889-1932) DE LA OBRA de... XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 Ediciones 1898-1932. Apunta que Moya, con 7.674 habitantes, se encuentra en un filo escarpado del barranco. Señala que de allí se puede bajar al Pagador, por un camino de herradura y detalla que cuando la carretera a Moya se termine es la mejor ruta para acceder a los Tilos, zona arbolada aconsejable para comidas campestres. Añade, a partir de la edición de 1903, que en la Finca Corvo se puede admirar una colección interesante de plantas traídas de Fernando Poo y de esa zona. En las ediciones finales asevera que el bosque de los Tilos ha perdido parte de su belleza debido a la tala indiscriminada de árboles, sin embargo, se debe visitar. Para ello señala que se debe subir el barranco desde donde se pueden con-templar plataneras. Cita a Viera y Clavijo, a Webb y a Sabin Berthelot como grandes admiradores de la belleza del bosque citado. Bañaderos y Cuesta de Silva Ediciones 1889-1890. Alfred Samler Brown comenta que Bañaderos se encuentra cerca del mar jun-to al Pagador, Roque del Moro y la Cuesta de Silva. Destaca las Cuevas. Ediciones 1898-1932. Señala que desde Arucas la carretera baja a la costa de Bañaderos y luego al Pagador, para comenzar un sufrido ascenso por un paraje rocoso, donde se encuentra el Roque del Moro y justo debajo “hay unas cuevas antiguamente ocupadas por los canarios24”. Aconseja que se visiten pero que es preciso llevar guía y antorchas o velas. Asegura que son 364 cuevas, que probablemente se corre-sponden con los días del año, pero deja claro que esto puede no ser cierto. Comenta que el lugar se conoce como Cuesta de Silva. A partir de la edición de 1922 añade que Bañaderos y el Pagador son zona de pro-ducción platanera de gran importancia y que con ello se ha embellecido el lugar. Asimismo añade que ha aumentado el abastecimiento de agua de riego y con ello los cultivos en la zona. Guía Ediciones 1889-1890. Sólo menciona que es una pequeña ciudad con una gran iglesia. Apunta que existe un buen hotel español con diez camas desde donde se puede apreciar una hermosa vista del Teide. Ediciones 1898-1932. Comenta que su suelo es muy fértil, con caña de azúcar y que allí se encuentra una de las mejores factorías de la Isla entre el lugar y Gáldar. Comenta que hay coches que hacen el trayec-to de Guía a Agaete y vuelta dos veces al día. Cita plataneras en las últimas ediciones. Consigna el nombre de la pensión en la versión de 1898: Francisco Artiles. Margaret D’Este asimismo la cita. Excursiones desde Guía Ediciones 1889-1898 En las ediciones de 1889 y 1890 se limita a citar a Guía como el lugar apropiado para hacer excur-siones a Gáldar y Agaete. Ediciones 1898-1932: 1. A Agaete. 2. A Moya y los Tilos, Comenta que se pasa por la ermita de San Juan y el barranco Calabozo. Detalla que de aquí parte un sendero que accede a Artenara, Tejeda, etc., y que a la izquierda dicho sendero conduce a Santa Cristina y a los Tilos y que pasando la ermita de San Bartolomé se llega a las Cumbres. 24 La denominación “Cenobio de Valerón” no aparece en Alfred Samler Brown. Pedro Nolasco Leal Cruz Gáldar Ediciones 1889-1890. Sólo señala que es una pequeña ciudad de apariencia muy oriental, con una iglesia que es rival de la de Guía. Detalla que se elaboran destiladeras que se usan mucho en América y que se puede contemplar una cueva prehispánica que se descubrió sólo ocho años antes, en 1881, pero advierte que para visitarla se necesitan antorchas. Detalla que las paredes y el techo de la cueva se han decorado con cabón con dibujos de color rojo y blanco muy parecidos a los que se pueden observar en las pieles con las que han sido cosidas las momias guanches. Apunta que antes se podía contemplar el famoso palacio de un guanarteme, que después de la conquista de la isla eligió el lugar para su residencia y que la estructura está sostenida con madera de pino. Aconseja que se visite la montaña desde donde se puede apreciar una bella vista. Ediciones 1898-1932. En las versiones siguientes amplía la información. Continúa afirmando que tiene apariencia oriental con una iglesia grande, que ocupa el lugar donde se encontraba el palacio del Guanarteme, en otro tiempo sede de la princesa Andamana. Afirma que se dice que en la pila fue donde se bautizó a los canarios justo después de la Conquista y que cerca de la iglesia hay una cueva, cuya entrada se descubrió accidentalmente en 1881. Asevera que su interior está bien conservado porque no entra la luz ni el aire y que existen pinturas con dibujos geométricos en ocre rojo y blanco y carbón vegetal. Detalla que en el patio del casino hay un pequeño drago. Cita la montaña de Gáldar con vistas maravillosas y apunta que existen cuevas utilizadas por los antiguos canarios y que se podían ver las vigas colocadas por los naturales, hasta hace pocos años. En la edición de 1922 manifiesta que la fa-mosa cueva25 se dañó debido a la humedad procedente del riego para las plataneras sembradas sobre la cubierta de la misma. En la edición de 1932 añade que a una corta distancia del lugar se ha descubierto en 1926 los restos de un “magarete” o lugar de asamblea de los naturales. Agaete Ediciones 1889-1890. Asevera que se accede al lugar por mulo pues la carretera de carruajes aún no se ha terminado26 y advierte que el viaje es duro. Sostiene que la ciudad es pequeña con una gran iglesia y aconseja visitar el barranco por la mañana hasta donde se encuentra la fuente de agua mineral recomendada para enfermedades de piel. Aconseja asimismo visitar desde el puerto la Aldea de San Nicolás por barco, porque advierte que el viaje a la Aldea por tierra es duro y aún más duro es el acceso a Tejeda desde este lugar. Cita una famosa cascada y pronostica que en el futuro Agaete puede llegar a ser uno de los grandes atractivos turísticos de Gran Canaria. Señala que se está construyendo un muelle en el puerto desde donde ya existe comercio con Tenerife, basado en mantequilla y naranjas. Comenta que existe un famoso cementerio guanche cerca del puerto y finalmente apunta que se pueden visitar los Tilos, bien por el Pagador, bien por Guía y que se aconseja llevar guía y comida y advierte que el ascenso es tortuoso. Ediciones 1898-1932. Añade que es un lugar muy pintoresco situado cerca del mar y que se puede llegar por carretera y que posee un fondeadero al final de la ruta. En la edición de 1932 cita el nombre: Puerto de las Nieves. Asegura que en la costa existe un cementerio canario del que todavía quedan tum-bas por abrir. Vuelve a afirmar que hay tráfico con Tenerife, pues se transporta mantequilla y naranjas que se dan bien aquí. Detalla en la edición de 1898 que en febrero de 1896 se produjo una inundación del barranco que causó importantes daños. Esta información va a aparecer en todas las ediciones siguientes. Afirma que existen dos casas que según Webb y Berthelot fueron construidas por los antiguos canarios. 25 Alfred Samler Brown no utiliza nunca la denominación “Cueva Pintada”. 26 Sin embargo, en el mapa notifica que la carretera para carruajes ya llega al lugar. 16 XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 17 APRECIACIÓN DE GRAN CANARIA EN LAS DISTINTAS EDICIONES (1889-1932) DE LA OBRA de... XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 Excursiones desde Agaete Ediciones 1889-1890. A los Tilos y Moya por el Pagador. Aconseja llevar guía pues el ascenso es tortuoso pero asegura que las vistas son excelentes. Ediciones 1898-1932: 1. A los manantiales de agua mineral de Berrazales y a Artenara. Señala que la subida es por el barranco y asegura que el agua del balneario es excelente para enfermedades de la piel y para la anemia.y nos da amplio detalle del contenido de la misma y detalla que se parece al manantial de Lower Soda en Salem, en Oregón, en Estados Unidos. Señala que se puede acceder a Arte-nara, donde se puede conseguir alojamiento, pero que se necesita guía 2. A la Aldea de San Nicolás. Advierte que se accede por un sendero peligroso porriscos impre-sionantes con bonitas vistas. Detalla que en la ruta se puede visitar la montaña de Tirma, que fue uno de los montes sagrados de los antiguos canarios. Apunta que se puede acceder desde allí a Tejeda y que se pueden contemplar hermosas vistas pero que la ruta es muy peligrosa por lo que advierte que se necesita guía y que hay muy pocas personas que estén familiarizadas con el lugar. Aldea de San Nicolás Ediciones 1889-1890. Señala que se accede desde Agaete por una vereda peligrosa, solo apta para aventureros. Menciona que de allí se puede acceder a Tejeda. Ediciones 1898-1932. Señala asimismo que un sendero peligroso conduce a la Aldea de San Nicolás. Aconseja que la Aldea se visite desde Agaete por barco, por un precio de 4 dólares. Añade en la edición de 1922 que se puede acceder al lugar por barcos fruteros, pues se cultivan tomates en la Aldea. 2.- Carretera de carruajes al centro de la Isla Salida de Las Palmas Ediciones 1889-1890. Comienza señalando que la carretera de carruajes deja el Puente de Piedra en Las Palmas, sube el barranco de Guiniguada, desde donde se pueden contemplar palmeras y canteras hasta que se llega a Tafira. Ediciones 1898-1932. Subraya que se cruza el Puente de Piedra del barranco de Guiniguada y se pasa un palmeral y huertos de plátanos. Detalla que allí se encuentran las canteras de toba blanca con la que se han construido casi todas las casas de Las Palmas y añade que por una aguda subida se llega al Pico del Viento que ofrece una vista espectacular de San Lorenzo. Alfred Samler Brown comenta que al barranco de Guiniguada en realidad sólo se le designa así en su desembocadura. Así pues, en Las Palmas se le denomina barranco de la Ciudad, donde se encuentra la fuente Morales27. Según se adentra en la isla se le designa sucesivamente barranco del Dragonal, de la Angostura, de Alonso y de Utiaca. En la edición de 1922 señala que a dos kilómetros de la ruta se encuentran los depósitos techados de Las Palmas con una capacidad para 64.000 metros cúbicos de agua, para el consumo de un mes de la ciudad y sus alrededores y que ocupa el lugar que se llamaba Llano de la Bruja, muy estéril. 27 Alfred Samler Brown suprime esta información a partir de la edición de 1922. Pedro Nolasco Leal Cruz Tafira Ediciones 1889-1890. Se limita a citar el Hotel Victoria y el restaurante Halfway House28. Celebra las vistas desde el lugar hasta la llegada al Monte Lentiscal. Cita los viñedos del lugar. Cita el Hotel Victoria. Ediciones 1898-1932. Cita de nuevo el restaurante Halfway House29 y añade la fonda Esperanza en la edición de 1898, en 1905 la fonda Esperanza y la pensión los Frailes, de propiedad inglesa; en 1910 cita Victoria, y The Friars en 1913, 1922, 1927 y 1932. Comenta que desde aquí se puede conectar con Tamaraceite por el barranco del Dragonal y con San Lorenzo y luego conectar con Teror. Informa que cerca del lugar hay un jardín privado que merece una visita pero que se necesita permiso para ello. Ad-vierte que el aire es más frío, con montañas con viñedos y eucaliptos El Monte Lentiscal Ediciones 1889-1890. No cita hoteles. Menciona los viñedos y los eucaliptos y comenta que un siglo antes el lugar era boscoso y predominaban las euforbias. Ediciones 1898-1932. Informa que se llama así porque antes de su roturación para sembrar viñedos existía el lentisco e informa que en ese momento es el principal productor de vino tinto de Canarias. Cita dos hoteles: Hotel Quiney’s Bella Vista30, bien situado y con hermosas vistas y Hotel Santa Brígida, con vistas a las Cumbres, por 10 chelines y 6 peniques. Los dos hoteles tienen preciosos jardines y son puntos de partida excelentes para hacer excursiones a distintos lugares de la Isla. Destaca los sanatorios. Añade que es el principal lugar de descanso en verano para los enfermos de tisis en Gran Canaria y que es muy alabado por el doctor Brian Melland, en su obra “Climatic Treatment in Grand Canary”. Informa que este médico vivió allí muchos años e hizo progresos en la curación de enfermos con la alternancia de clima entre Las Palmas y este lugar31. En la edición de 1898 sostiene que la apertura de sanatorios en el campo es un signo de progreso en Gran Canaria, información que luego desaparece en la edición de 1903. A partir de la edición de 1922 aconseja a los visitantes que compren terrenos en el lugar y que lo hagan incluso aquellos que tienen negocios en Las Palmas Excursiones desde el Monte Lentiscal Ediciones 1889-1890. Señala que a media milla de Tafira una carretera secundaria desciende a la izquierda que nos lleva a la Gran Caldera de Bandama. Ediciones 1898-1932: 1. Por el barranco de La Angostura hasta Santa Brígida, por un sendero que pasa por la finca de los Laureles. 2. Hasta Tafira por el barranco del Dragonal. Comenta que se pasa por las cuevas y las casas de campo de los Frailes y la Calzada y que existe un puente de madera que conduce al Dragonal donde existen dos dragos secos. Añade que de allí se puede acceder a San Lorenzo y a Tamaraceite. 3. A Telde. Señala que se pasa por San Francisco, por el sendero que tiene enlace con la Gran Caldera. 4. A Valsequillo. Comenta que existe un sendero entre los dos grandes hoteles por una ruta para carruajes y que se pasa cerca de la Gran Caldera de Bandama. 28 Esta información ya no aparece en la versión de 1903. Asimismo el viajero Isaac Latimer cita el restaurante. Su hija Frances Latimer incluso habla de su propietario: Manuel Ojeda. Señala que su nombre en inglés es un señuelo para los turistas. Harold Lee asimismo lo menciona y nos da detalles. Parece ser la primera vez en la que se utiliza la lengua inglesa como recurso turístico propagandístico. 29 Elimina la información sobre Halfway House en la edición de 1903. 30 Dejar de citar este hotel a partir de la edición de 1898. 31 Información que va a aparecer en todas las ediciones, a partir de la de 1898. 18 XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 19 APRECIACIÓN DE GRAN CANARIA EN LAS DISTINTAS EDICIONES (1889-1932) DE LA OBRA de... XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 5. A La Gloria32. Manifiesta que es un agradable y sombrío paraje poco más arriba a la izquierda de la carretera que sube a San Mateo, que está detrás de una cadena de montañas con buenas vistas. Añade que se puede pasear por las acequias hasta un aljibe y de allí acceder a la carretera de Las Palmas a San Mateo en un lugar donde existe una venta. 6. A Gúia vía Teror y Firgas. Señala que se sube a Santa Brígida, que se pasa por Vega del Centro y que luego se pasa cerca de un drago en un pasaje rocoso, donde se pueden observar grupos de na-ranjos y castaños. Añade que a continuación se cruzan los barrancos de Alonso y del Pino Santo y de allí se pasa por un sendero a San Isidro, donde existe una iglesia privada muy bonita y que de allí se pasa luego a la Caldera de la Vega con árboles y un manantial donde se puede acampar, si el tiempo lo permite. Termina informando que a continuación se encuentra la Cruz de Lobrelar con vistas a Teror y que de Teror se puede acceder a Firgas y Guía. La Caldera de Bandama Ediciones 1889-1890. Comenta que una vereda desde un grupo de casas asciende hasta un pico cerca del cráter y que otra desciende hasta el fondo del mismo. Comenta asimismo que desde la cima del pico se puede obtener una hermosa vista y que el cráter es probablemente el más perfecto que se conoce, que tiene una anchura de una milla y media y una profundidad de 1.040 pies. Comenta que se puede degustar un vaso del vino de la viña que se cultiva dentro del cráter o caldera. Ediciones 1898-1932. Añade que el campo de los alrededores es tan hermoso como el de los Osorios, que la caldera tiene una milla de ancho y que el fondo se ha ido hundiendo gradualmente y tiene una profundidad de casi mil pies; añade asimismo que su origen lo confirman la capa de picón que rodea la caldera, así como los diferentes colores de algunas de las rocas y que se cultiva el fondo y las laderas. Añade que cerca hay en grupo de casas y que en una de ellas se puede conseguir un vaso de vino del que se cultiva en las laderas y fondo del cráter. Confiesa que es uno de los cráteres más perfectos del mundo, pues es un círculo redondo sin salida. Ma-nifiesta que desde una de las casas del grupo citado hay un sendero por el que se puede ascender hasta el pico de Bandama, desde donde se puede apreciar una excelente vista, comparable a la del pico de los Osorios citado, pues se pueden contemplar Las Palmas, San Lorenzo, Tafira, el valle de Jinámar, Telde, los Llanos, la montaña de las Cuatro Puertas, el lazareto de Gando, Valsequillo y la Atalaya. La Atalaya Ediciones 1889-1890. Informa que es un antiguo poblado guanche que proporciona una espléndida vista a Jinámar y al barranco de las Goteras, que está formado de cuevas que están habitadas y donde se elabora la alfarería de los antiguos canarios, sin embargo señala que los residentes no parecen proceder de esta población natural. Ediciones 1898-1932. Añade que es el grupo más perfecto de habitáculos trogloditas en el Archipié-lago, que se puede contemplar el barranco de las Goteras y que los habitantes no necesitan torno para fabricar la cerámica, pues en su lugar utilizan una piedra redonda como los habitantes prehispánicos. Comenta que la población no está bien considerada por los vecinos y que no se ha podido averiguar si esta aversión es un legado anterior a la Conquista o no. Hace notar que desde la Atalaya hay un sendero que conduce a Valsequillo. En las últimas ediciones añade que cerca del lugar se están construyendo casas de campo o quintas con huertos de naranjos, viñedos y millo. Santa Brígida Ediciones 1889-1890. Señala que la vegetación es muy exuberante y que se puede oír el sonido del agua de las cascadas y arroyos. Comenta que el lugar tiene una iglesia y una fonda pequeña y apunta que un poco más arriba comienza la zona de los castaños, hasta San Mateo. 32 Incorpora esta información a partir de la edición de 1903. Pedro Nolasco Leal Cruz Ediciones 1898-1932. Añade que está al borde de un barranco, que posee dos fondas de cuatro o cinco pesetas al día. Cita la iglesia y la Gloria y comenta que de allí se puede acceder a Teror. Finalmente señala que en la carretera a San Mateo, en los Pasitos, existe un enorme castaño, el más viejo de la isla. San Mateo Ediciones 1889-1890. Comenta que es una pequeña ciudad, que tiene una fonda para cuatro personas y que su propietaria es doña Candelaria; añade que es un lugar excelente por las hermosas vistas y que el aire es agradable. Ediciones 1898-1932. Añade en las ediciones de 1922, 1927 y 1932 la fonda Quintana. Cita bosques de nogales, castaños y pinos. Comenta que tiene un clima de montaña y que es el mejor punto para la partida para las Cumbres y sur de la isla. Excursiones desde San Mateo La descripción de los lugares a visitar es muy parecida en todas las versiones de la obra: 1. A los Chorros. Señala que se pasa por la montaña de Cabreja, con subida muy ardua, y que luego se pasa una cascada donde se puede contemplar un paisaje muy hermoso. 2. A Valsequillo. Comenta que se va por un sendero al Charco de la Higuera donde hay una cas-cada, y que de allí se puede contemplar una hermosa vista de Valsequillo. 3. A Teror por la montaña de Cabreja citada. 4. A Tejeda. Señala que se pasa por la Cruz de Tejeda para bajar a Tejeda, que desde la Cruz se observa el barranco de la Culata, y que asimismo se aprecia el Teide y se contempla el roque de Bentaguaya (sic). Añade que desde Tejeda se puede acceder a San Nicolás, a Mogán o a Tirajana, por el barranco de la Culata pasando por el Roque Nublo, pero para ello es preciso cruzar las Cumbres y que por el Paso de la Plata se accede a Tunte. 5. A Agaete por Artenara. Manifiesta que se pasa por la montaña de Cabreja, que se desciende al interior por los barrancos de Utiaca, Ariñes y San Isidro, lugar donde se celebra una conocida fiesta anual y que luego se accede a Valleseco y a Artenara o a la Cruz de Tejeda. Añade que de Artenara se puede acceder a Agaete pero advierte que para esta excursión se necesita guía. 6. A las Cumbres. Señala que se toma el sendero que accede al Paso de la Cueva Grande y que se sube la loma que divide los barrancos de los Chorros y de la Lechucilla desde donde se puede apreciar una hermosa vista que abarca desde San Mateo hasta Las Palmas. Señala que en el camino existe una cruz que indica el lugar donde murió un hombre congelado. Añade que se coge el barranco de la Lechucilla, se cruza la corriente del mismo y se llega a una cima que separa dicho barranco del barranco del Rodeo, de donde se contempla una hermosa vista, luego se continua por un sendero por dicha loma, por el lado izquierdo de una montaña de arena volcánica, se pasa entre la cima de dicha montaña y el roque de los Saucillos, y delante se encuentran las Cumbres, coronadas por una cruz en la montaña de la Cruz Santa, sin embargo, comenta que el pico más alto es el Pozo de las Nieves. Informa que “pozo” significa depósito de nieve. Aclara que los que se decanten por ir en mulo deben tomar otra ruta, deben pasar por la parte más alta del barranco del Rodeo, lugar desde donde se puede contemplar una hermosa vista de Telde, para ello deben ascender una montaña y se deja el roque de los Saucillos a la derecha. Ambas rutas conducen al lugar donde se celebra una “fiesta”, pues dos veces al año, al pie de una cruz, se reúnen los lugareños los días de San Pedro y San Juan. 20 XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 21 APRECIACIÓN DE GRAN CANARIA EN LAS DISTINTAS EDICIONES (1889-1932) DE LA OBRA de... XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 Comenta que aquí se cruza el Pico de los Pozos33 y se llega al Paso de la Cueva Grande. Subraya que una vez en la cima no hay dificultad en el moverse de un lado a otro, pues se trata de un valle ondulado de poca profundidad inclinado hacia el barranco de Tejeda. Cita la montaña de la Cruz Santa y el Roque Nublo y apunta que este se puede apreciar desde Tenerife y que tiene una altura de 370 pies. Subraya que se encuentra en un lugar desolado. Alaba a continuación la hermosa vista que se aprecia desde la Cruz de Tejeda. En las ediciones de 1922 a 1932 cambia el orden de toda esta información y la divide en dos seccio-nes: excursiones desde San Mateo y excursiones desde las Lagunetas y solo añade que ya la carretera llega a las Lagunetas y que, aunque existen los cimientos de dicha carretera hasta la Cruz de Tejeda esta es intransitable. En la edición de 1932 añade que dicha carretera se va a unir a la que se va a construir por Lanzarote, Valleseco y Teror. Sur de la Isla desde San Mateo Ediciones 1889-1890 Deja bien claro que la mejor opción para comunicarse desde Las Palmas con Santa Lucía, Tunte y Maspalomas es desde San Mateo. Manifiesta que para ello se asciende a las Cumbres por el barranco de la Higuera y se sigue hacia el sur. Advierte que el viaje es duro, pero que se pueden contemplar unas hermosas vistas de la zona comprendida entre Telde y Maspalomas. Añade que después de una hora de camino se toma el barranco, se pasan unas cuantas casas, se sigue el lecho del barranco dos millas y se llega al barranco de Santa Lucía (sic), donde predomina el almendro y el olivo. En las versiones de 1889 y 1890 describe Santa Lucía, Tunte y Maspalomas. Describe el regreso a San Mateo desde Tunte por el Monte del Gobierno o Pinal, lugar donde predomina el pino34, luego se pasa por el Paso de la Plata y el lugar, donde, según la tradición, apareció la imagen de Santiago y se asciende hacia las Cumbres. Especifica que el Roque Nublo aparece por el este. Detalla que el acceso a San Mateo puede hacerse por Tejeda o por el Valle Seco. Ediciones 1898-1932. Alfred Samler Brown reduce la información del acceso a Santa Lucía, Tunte y Maspalomas desde San Mateo a partir de la edición de 1898. Se limita a resumir lo narrado en las ediciones anteriores. Informa que se accede a Tunte por las Cumbres y el Paso de la Plata, que de Tunte se puede llegar a Mogán por un camino muy duro y que asimismo de Tunte se puede acceder a Maspalomas por Fataga. Asimismo informa que se llega a Santa Lucía por el roque de los Saucillos y las Cumbres y la Caldera de los Marteles y que se desciende por las vueltas de Taidia hasta Santa Lucía. Subraya que se pueden apreciar hermosas vistas en ambas rutas, sobre todo, la que se contempla desde las vueltas de Taidia sobre el barranco de Tirajana. Las Lagunetas A partir de la edición de 1922, cuando llega la carretera, describe el lugar. Manifiesta que está a una altura de 3.890, con población dispersa por las laderas de las montañas, que se han construido terrazas, donde los habitantes cultivan sus productos. Cita cierto número de cuevas donde los lugareños almace-nan el grano y asegura que son reminiscencias de los antiguos canarios. Confiesa que hay mucha niebla sobre todo en invierno. Tejeda Ediciones 1889-1890. Comenta que es una pequeña población con una pensión precaria y subraya que detrás del lugar existe una roca aislada que antiguamente la habitaba el rey de Gáldar en los meses de verano. 33 Se refiere al Pozo de las Nieves. 34 Curiosamente llama al pino con la voz castellana “tea”. Pedro Nolasco Leal Cruz Ediciones 1898-1932. Continúa comentando que es pequeño con pensión precaria. Cita la vista her-mosa del Teide desde la bajada de la Cruz de Tejeda y la del Roque Bentayga. En la ediciones de 1922 a 1932 comenta que durante la Conquista Bentejin (sic) y su esposa Arminda, con unos cuantos canarios, se atrincheraron allí y se defendieron hasta el final. Excursiones desde Tejeda Ediciones 1889-1890. No cita estas excursiones desde este lugar. Ediciones 1898-1932: 1. A la Aldea de San Nicolás. Advierte que es una ruta peligrosa pero que en la Aldea se puede coger un barco hasta Agaete. 2. A Mogán. Confiesa que el lugar por donde pasa la ruta es hermoso pero muy peligroso. 3. A Tirajana por el barranco de la Culata y Roque Nublo cruzando las Cumbres y el Paso de la Plata. Artenara Alfred Samler Brown comenta que se puede llegar al lugar por el barranco desde Agaete. No cita las famosas cuevas en ninguna de las ediciones. 3. Carretera de carruajes al sur de la Isla Ruta de Las Palmas a Jinámar Ediciones 1889-1890. Comenta que el carruaje deja la Alameda en Las Palmas y toma la carretera de Telde, quedando el cementerio protestante a la derecha y detalla que la ruta se ciñe a la costa. Añade que se cruza un túnel y se llega a Ginámar (sic), donde se puede apreciar una gran cantidad de euforbias sobre un terreno volcánico. Señala que existe desde este lugar un camino a Tafira, al Monte Lentiscal y a Santa Brígida, por donde se dice que pueden pasar carruajes Ediciones 1898-1932. La información de las ediciones de 1898 a 1932 es casi parecida: Señala que se parte del Puente de Piedra, se sube por el Ayuntamiento y se coge la carretera a Telde, se deja el cementerio protestante a la derecha y se bordea la costa, ahora con plantaciones de plátanos, hasta llegar a Jinámar. Jinámar Ediciones 1889-1890. Cita el lugar como zona volcánica, donde medra la “Euphorbia canariensis”. Ediciones 1898-1932. Señala que se trata de un grupo de casas debajo de la Gran Caldera, delimitado por un extenso suelo volcánico por un lado y por el otro por una montaña de picón. Comenta que, a pesar de su entorno volcánico, se puede conseguir piedra caliza cerca del pueblo y que desde allí parten caminos hacia Tafira y la Atalaya. Añade que en las cercanías se encuentra la Cima del Gallego. Telde Ediciones 1889-1890. Comenta que es una población con apariencia oriental y con muchos palmerales. Manifiesta que para su entrada se cruza el barranco por un puente de piedra, que tiene buena fonda que ofrece 22 XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 23 APRECIACIÓN DE GRAN CANARIA EN LAS DISTINTAS EDICIONES (1889-1932) DE LA OBRA de... XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 excelente comida. Añade que al entrar en la ciudad se destaca la iglesia de San Pedro que posee una antigua pila de agua bendita que lleva las letras mayúsculas latinas S: P. Q .R. Cita la finca del conde León y Castillo. Menciona los naranjales del lugar donde se producen las mejores naranjas de Canarias. En todas las versio-nes cita el pueblo de los Llanos, a media milla de Telde; señala que aquí se elaboran cuchillos y menciona la enorme iglesia del lugar. Comenta que existe un camino de herradura a Valsequillo. Ediciones 1898-1932. En las primeras ediciones comenta que un mayor número de turistas visitarían el lugar, si tuviera una fonda mejor y menciona los palmerales, la cúpula moruna de los Llanos y grupos de casas blancas con apariencia oriental y señala que hay otras dos iglesias: San Juan35 y San Pedro. Destaca las escasas lluvias y su buen clima con una brisa refrescante y resalta que el paisaje no es tan atractivo como el del norte de la Isla y alaba el excelente abastecimiento de agua y el ingenio azucarero, con cultivo de caña en sus alrededores e insta al viajero a que dé un paseo por el lecho del barranco de la Higuera Canaria, por los naranjales, los mejores de Canarias, plantados en suelo arenoso. En la versión de 1913 cita que se está construyendo una carretera hasta el valle de la Higuera y hasta Santa Brígida. En la edición de 1922 aconseja al turista a que, como se ha construido la carretera de Telde a Santa Brígida, haga un viaje circular, desde Las Palmas vía Telde, la Atalaya y Santa Brígida. En las ediciones de 1922 a 1932 se cita Melenara donde en la edición de 1922 afirma que existe una estación de radio, información que ya no aparece en la de 1932. En las últimas ediciones de su obra afirma que es una ciudad floreciente. En las ediciones de su obra de 1898 a 1932 describe con profusión la Montaña de las Cuatro Puertas. Gando Ediciones 1889-1890. Lo denomina “Punto Gando”, cerca del cual existe un pequeño fuerte, origi-nariamente construido por Diego García de Herrera en 1466. Ediciones 1898-1932. Comenta que siguiendo por la carretera principal a unos 21 kilómetros parte un ramal, de tierra, a la izquierda, por el que se puede acceder a Maspalomas. Afirma que en Aguatona, que se asemeja a un oasis, se observan algunas palmeras y que, entre este lugar e Ingenio, parte una ruta a la izquierda, adecuada para carruajes, que lleva a la Punta de Gando, donde se encuentran los edificios del lazareto. Hace la siguiente observación: “los pasajeros que vienen de puertos infectados pueden pasar la cua-rentena aquí”. Detalla, por otra parte, que las autoridades podrían haber sido más generosas con el lugar, pues la Bahía de Gando fue nada menos que el lugar en donde los españoles podían comerciar con los naturales antes de la Conquista. Añade que estos permitieron a don Diego de Herrera erigir un fuerte en este lugar en 1466 y que al final fue destruido por los excesos por parte de los conquistadores. En la edición de 1932 se añade que allí existe un aeródromo de “aterrizage” (sic)36. Valsequillo Alfred Samler Brown, a partir de la edición de 1898, cita Valsequillo como lugar de paso para acce-der a la Atalaya desde Telde y comenta que del Charco de la Higuera se puede contemplar una hermosa vista del lugar. En la edición de 1922 añade que tiene gran cantidad de almendros. Ingenio Ediciones 1889-1890. Señala que la ruta al lugar pasa por una zona muy baldía. Comenta que la ca-rretera de carruajes no pasa por la ciudad. Esta queda a una milla. Ediciones 1898-1932. Añade que su nombre se debe a una fábrica de azúcar que existió en el lugar y que existen casas antiguas y detalla que algunas de ellas pueden haber sido construidas por los naturales, 35 Curiosamente no menciona el famoso retablo flamenco. 36 Este va a ser la cuna del moderno aeropuerto actual. Pedro Nolasco Leal Cruz según muestran sus cimientos, pero comenta que podrían haber sido edificadas por los primeros colonos. Añade que un poco más abajo se pasa el barranco de Guayadeque. Agüimes Ediciones 1889-1890. Comenta que es pobre, que la iglesia está sin terminar y que muy cerca se encuentran cuevas con inscripciones fenicias. Ediciones 1898-1932. Subraya que es pobre y que cerca de la ciudad en un barranco se pueden con-templar cierto número de cuevas donde vivieron los antiguos canarios y que aún se pueden encontrar huesos y momias en el lugar. Añade que también se pueden contemplar cuevas en otro barranco. Se cita la Mina, el barranco de la Angosura y el Llano de las Piedras, no lejos de Santa Lucía. Cita asimismo los Letreros, lugar que describe con profusión. Conviene señalar que en las ediciones de 1898 a 1913 habla de Barranco de los Letreros para pasar a denominarlo en las ediciones posteriores Risco de los Letreros (en castellano). En las ediciones de 1922 a 1932 cita el barranco de Valos (sic), la Era del Cardón, la Cuesta de los Cuchillos y el sendero a Sardina por las Mesas de la Burra. Se queja del viento constante en el lugar. Santa Lucía Ediciones 1889-1890. Subraya que está en el barranco de Santa Lucía y que posee castaños, almen-dros y olivos. Cita asimismo palmerales. Ediciones 1898-1932. Comenta que está en un lugar precioso con muchos cultivos, pero que está sucia y llena de pulgas37. Manifiesta que está oculto detrás de un monte y que cerca del lugar se pueden contemplar piedras con inscripciones. Cita las vueltas de Taidía y detalla que en el lugar existía un edificio de forma cir-cular que fue construido con piedras triangulares y que estaba tan bien sostenido que su techo fue utilizado como era, añade que por desgracia fue demolido hace unos años y los propietarios construyeron otra casa utilizando las piedras antiguas y que la han revestido. Cita cuevas en las proximidades. San Bartolomé / Tunte Ediciones 1889-1890. Comenta que al otro lado del barranco, frente a Santa Lucía, se encuentra Tunte, San Bartolomé de Tirajana o Santiago. Señala que el nombre de Santiago se debe a la presencia de una imagen, que ahora se encuentra en la iglesia, que apareció milagrosamente en una cabaña a pocas millas del lugar y que dicha imagen ha obrado muchos milagros. Cita una ruta del lugar a San Mateo y a Maspa-lomas y otra a Mogán y a La Aldea por lugares altamente duros y peligrosos y aconseja que el retorno a Las Palmas se haga por San Mateo. Menciona una caseta circular de época prehispánica. Ediciones 1898-1932. Repite lo referente a la imagen de Santiago y que su fiesta es la más importante del lugar. Subraya que el enorme valle, en el que se encuentra, ha sido considerado cráter y sostiene que quizá lo fue y que muy probablemente fue el centro de los cambios geológicos que, según él, tuvieron lugar en Juan Grande. Cita el Paso de la Plata para acceder a las Cumbres y a San Mateo. Comenta que en la parte alta de la ciudad existe una caseta circular que parece tener origen prehispáni-co, que se encuentra en perfecto estado, que los cimientos son grandes piedras sin tallar y que el diámetro en su interior es de 20 pies. Añade que parece que para su construcción se utilizó barro. Describe asimismo la madera de pino de los dinteles de las puertas así como la arcada y los pilares y compara el edificio con las viejas viviendas circulares de Baldmin Moors en Cornwall (Inglaterra). En las ediciones de 1922 a 1932 elimina esta información para sólo añadir que se llama Casa canaria de las Piedras Lirias, que los cimientos 37 Santa Lucía no se va a librar de este parecer en ninguna de las ediciones a partir de la de 1898. 24 XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 25 APRECIACIÓN DE GRAN CANARIA EN LAS DISTINTAS EDICIONES (1889-1932) DE LA OBRA de... XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 están en buen estado, pero que la antigüedad de la parte superior del edificio es cuestionable. Reitera que se parece a las casas circulares de Baldmin Moors en Cornwall (Inglaterra). Excursiones desde San Bartolomé de Tirajana Ediciones 1889-1890. A Mas Palomas (sic), donde hay un faro y llanuras arenosas llenas de pájaros. Ediciones 1898-1932: 1. Hacia las Cumbres y San Mateo por el Paso de la Plata. Apunta que se pasa por la ermita de Santiago donde se dice que apareció la imagen comentada del santo. En las ediciones de 1922 a 1932 subraya que la fiesta de Santiago es el gran acontecimiento del lugar. 2. A Mogán y continuación a la Aldea de San Nicolás. Advierte que se contemplan bonitas vistas pero que el camino es duro. 3. A las Cumbres por las vueltas de Taidía. Manifiesta que se pasa por Santa Lucía. En las edi-ciones de 1922 a 1932 comenta que se puede visitar la Caldera de los Marteles. 4. A Maspalomas por el barranco de Fataga38. Cita un cementerio y comenta que las vistas son muy hermosas pero que la ruta es escabrosa. De Las Palmas via Agüimes a Mogán El autor, a partir de la edición de 1898, añade una nueva sección que va a denominar: “De Las Pal-mas vía Telde a Carrisal (sic), Juan Grande, Maspalomas, Arguineguín, Mogán y Aldea de San Nicolás o Tejeda, o de Maspalomas vía el barranco de Fatarga (sic) a Tirajana”, hasta la edición de 1913. En la de 1922 la denomina “De Las Palmas vía Agüimes a Juan Grande, Maspalomas, Arguineguín, Mogán y Aldea de San Nicolás o Tejeda, o de Maspalomas vía el barranco de Fataga a Tirajana”; en la de 1932: “De Las Palmas a Arinaga, Juan Grande, Maspalomas y Arguineguín” 39. Hay muchos cambios en las distintas ediciones a partir de la de 1913. Comienza comentando que de-jando la carretera del sur después de pasar Agüimes se llega al Carrizal, un pueblecito con manantial en el barranco de Guayadeque. Especifica que en el lugar hay varias cuevas prehispánicas y que por un camino largo se llega a Arinaga, donde describe salinas y un faro y a Sardina, zona donde abunda la cal. A continu-ación se llega a Juan Grande, desde donde por los Gallegos se puede acceder a Santa Lucía. Asegura que en los Gallegos todavía vive población negra. En las ediciones de 1922 a 1932 asegura que esta población negra mora en la parte baja del barranco de Tirajana. Comenta asimismo que la ruta continúa por un lugar llano donde abundan las euforbias y los balos. Hasta la edición de 1922, nos detalla la formación geológica del lugar con una teoría suya que luego va a eliminar en la edición de 1932. Especifica que la ruta continúa por arenales arrastrados por el viento hasta Maspalomas. Aquí cita el faro y el charco40 y recomienda que para el alojamiento se lleve cartas de presentación41. Reconoce que gran parte del suelo podría ser fértil con la ayuda de manantiales y molinos de agua y comenta que los carruajes podrían llegar hasta allí pero que el traqueteo es horrible, por lo que es preferible caminar o cabalgar. Elimina esta última información en la edición de 1932. Cita Arguneguín donde advierte que no hay pensión. Señala que cerca hay un cementerio prehispánico que ha sido saqueado y que Arguineguín o Alguin Arguin fue el nombre de algún jefe guanche. En las 38 Normalmente utiliza la forma “Fatarga”. 39 Conviene señalar que topónimos tan emblemáticos hoy en día como Vecindario, el Doctoral, Bahía Feliz, San Agustín, Playa del Inglés, Patalavaca, Puerto Rico, Tauro y algunos otros no aparecen citados por Alfred Samler Brown. 40 Alfred Samler Brown utiliza la forma castellana “charco”. 41 El autor, ya en las ediciones de 1889 y 1890 lo hace. Asimismo otros escritores de finales del siglo XIX como René Verneau y Charles Barker recomiendan que para toda esta zona lo mejor es llevar cartas de presentación o de recomendación para personas conocidas del lugar. Pedro Nolasco Leal Cruz ediciones de 1903 a 1910 cita una fábrica de enlatado de atún, que se cerró en 1910. En la edición de 1932 añade que se ha construido una carretera para automóviles de Maspalomas a Arguineguín. En la edición de 1932 comenta que existe un autobús que lleva pasajeros desde Las Palmas a Ar-guineguín. Subraya que de allí se puede ascender hasta Mogán, de donde se puede ir a La Aldea por Veneguera y Tasartico. Mogán Ediciones 1889-1890. En las ediciones de 1889 y 1890 solo señala que desde aquí se puede acceder a La Aldea. Ediciones 1898-1932. Apunta que para acceder al pueblo lo mejor es coger un barco en Arguineguín y desembarcar en el barranco de Mogán. Comenta que Mogán es un pueblo muy pequeño en las montañas y cita una cueva prehispánica de enterramientos. En la edición de 1903 añade que es un lugar perfecto para la pesca de atunes, que llegan a sobrepasar las 500 libras y apunta que para su pesca el mejor cebo es el de caballa o sardina. En la edición de 1932 añade que se cultivan tomates y plátanos en el lugar. Fataga Finalmente comenta que de Maspalomas se puede acceder a Tunte por el barranco de Fataga, que aquí se encuentran acequias y cuevas prehispánicas, algunas inexploradas, que hay manantiales y que es un lugar perfecto para la práctica de la caza de palomas. Añade que a la llegada a Tunte la vista es magnífica ya que se pueden contemplar Santa Lucía, las casas de Taidía y el Paso de la Plata. BIBLIOGRAFÍA BROWN, A. S. (1889). Madeira and the Canary Islands. Sampson Low, Marston, Searle, and Rivington Fetter Lane Fleet Street, E. C: London. BROWN, A. S. (1890). Madeira and the Canary Islands. Sampson Low, Marston, Searle, and Rivington Fetter Lane Fleet Street, E. C: London. BROWN, A. S. (1898). Madeira and the Canary Islands. Sampson Low, Marston, Searle, and Rivington Fetter Lane Fleet Street, E. C: London. BROWN, A. S. (1903). Madeira, Canary Islands and Azores. Simkin, Marshall LTD: London. BROWN, A. S. (1905). Madeira, Canary Islands and Azores. Simkin, Marshall LTD: London. BROWN, A. S. (1908). Madeira, Canary Islands and Azores. Simkin, Marshall LTD: London. BROWN, A. S. (1910). Madeira, Canary Islands and Azores. Simkin, Marshall LTD: London. BROWN, A. S. (1922). Madeira, Canary Islands and Azores. Simkin, Marshall LTD: London. BROWN, A. S. (1927). Madeira, Canary Islands and Azores. Simkin, Marshall LTD: London. BROWN, A. S. (1932). Madeira, Canary Islands and Azores. Simkin, Marshall LTD: London. BROWN, A. S. (2000). Madeira, Islas Canarias y Azores. Introducción de Isabel González Cruz y traducción de Isabel Pascual Febles y Sonia del Carmen Bravo Utrera. Las Palmas de Gran Canaria: Ediciones del Cabildo de Gran Canaria D’ESTE, M. (2009). Viajando por Canarias con una cámara (1909), traducida por Pedro N. Leal Cruz. Editorial Benchomo. GARCÍA PÉREZ, J. L. (1988). Viajeros ingleses en las Islas Canarias durante el siglo XIX. Santa Cruz de Tenerife: Servicio de publicaciones de la Caja General de Ahorros de Canarias.. GONZALEZ LEMUS, N. (1998). Viajeros victorianos en Canarias. Ediciones del Cabildo Insular de Gran Canaria. LEAL CRUZ, P. (2007). “Singularidades de Lanzarote y Fuerteventura dentro del Archipiélago canario según George Glas”, en XII Jornadas de Estudio sobre Lanzarote y Fuerteventura. LEAL CRUZ. P (2009). “Visión de Fuerteventura por cinco escritores de viaje británicos (1884-1911)”. XIV Jornadas de estudio sobre Lanzarote y Fuerteventura. LEAL CRUZ, P. (2010). George Glas. The History of the Discovery and Conquest of the Canary Islands. La Laguna:Servigraf. LEAL CRUZ, P. (2010). George Glas: La historia del descubrimiento y conquista de las Islas Canarias. La Laguna: Servigraf. 26 XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26
Click tabs to swap between content that is broken into logical sections.
Calificación | |
Título y subtítulo | Apreciación de Gran Canaria en las distintas ediciones (1889-1932) de la obra del escritor inglés Alfred Samler Brown = Appreciation of Gran Canaria in the succesive editions (1889-1932) of the work of the English travel-writter Alfred Samler Brown |
Autor principal | Leal Cruz, Pedro Nolasco |
Autores secundarios | Samler Brown, Alfred |
Entidad | Cabildo de Gran Canaria |
Publicación fuente | XXI Coloquio Historia canario - americana |
Numeración | Coloquio 21 |
Sección | Historiografía |
Tipo de documento | Congreso y conferencia |
Lugar de publicación | Las Palmas de Gran Canaria |
Editorial | Cabildo Insular de Gran Canaria |
Fecha | 2014 |
Páginas | pp. 0469-0478 |
Materias | Congreso ; Historia ; Canarias ; América ; Escritor de viajes ; Gran Canaria |
Enlaces relacionados | http://coloquioscanariasamerica.casadecolon.com/ |
Notas | Esta contribución es una continuación de la presentada en el precedente Coloquio de Historia Canario-Americana titulado “Las Palmas de Gran Canaria según las catorce ediciones de la obra del escritor inglés Alfred Samler Brown (periodo de 1889-1932)”. Este autor cambió el título de su obra de “Madeira and the Canary Islands” a “Brown’s Madeira, Canary Islands and Azores”, incluyendo este archipiélago en su obra. Hemos contrastado las distintas ediciones de su guía en lo que concierne a la isla de Gran Canaria. Tenemos un periodo de 43 años (1889-1932) en el que se describe esta isla en todos sus aspectos: características generales, índice de población, fondas y hoteles, red viaria, cambio de la tracción animal a la mecánica y una profunda descripción de todas las ciudades y pueblos de Gran Canaria. |
Copyright | http://biblioteca.ulpgc.es/avisomdc |
Formato digital | |
Tamaño de archivo | 1345060 Bytes |
Texto | XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 1 © 2016 Cabildo de Gran Canaria. Este es un artículo de acceso abierto distribuido bajo los términos de la licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional. * Catedrático de inglés. Departamento de Filología Inglesa y Alemana, Universidad de La Laguna. Tenerife. España. Correo electrónico: pnleal@ull.edu.es APRECIACIÓN DE GRAN CANARIA EN LAS DISTINTAS EDICIONES (1889-1932) DE LA OBRA DEL ESCRITOR INGLÉS ALFRED SAMLER BROWN APPRECIATION OF GRAN CANARIA IN THE SUCCESIVE EDITIONS (1889-1932) OF THE WORK OF THE ENGLISH TRAVEL-WRITER ALFRED SAMLER BROWN Pedro Nolasco Leal Cruz* Cómo citar este artículo/Citation: Leal Cruz, P. N. (2016). Apreciación de Gran Canaria en las distintas edicio-nes (189-1932) de la obra del escritor inglés Alfred Samper Samler. XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014), XXI-040. http://coloquioscanariasmerica.casadecolon.com/index.php/aea/article/view/9522 Resumen: Esta contribución es una continuación de la presentada en el precedente Coloquio de Historia Canario- Americana titulado “Las Palmas de Gran Canaria según las catorce ediciones de la obra del escritor inglés Alfred Samler Brown (periodo de 1889-1932)”. Este autor cambió el título de su obra de “Madeira and the Canary Islands” a “Brown’s Madeira, Canary Islands and Azores”, incluyendo este archipiélago en su obra. Hemos con-trastado las distintas ediciones de su guía en lo que concierne a la isla de Gran Canaria. Tenemos un periodo de 43 años (1889-1932) en el que se describe esta isla en todos sus aspectos: características generales, índice de población, fondas y hoteles, red viaria, cambio de la tracción animal a la mecánica y una profunda descripción de todas las ciudades y pueblos de Gran Canaria. Palabras clave: Alfred Samler Brown; escritor de viajes; Gran Canaria Abstract: This contribution is a follow-up of the one presented in the preceding “Coloquio de Historia Canario- Americana” entitled “Las Palmas de Gran Canaria according to the fourteen editions of the work of the English travel-writer Alfred Samler Brown (period from 1889 to 1932”). This author changed the name of his guide from “Madeira and the Canary islands” to “Brown’s Madeira, Canary Islands and Azores”, including this Archipelago in his work. We have contrasted the different editions of his guide as far as the island of Gran Canaria is concerned. We have a period of 43 years (1889-1932) in which this island is described in all its aspects: General character-istics, population rate, inns and hotels, road network, the change from animal traction to motor traction and an in-depth description of every town and village in Gran Canaria Keywords: Alfred Samler Brown; travel writer; Gran Canaria Introducción Ante todo cabe apuntar que esta contribución es una continuación a la ofrecida en el anterior Colo-quio de Historia Canario-americana en el que autor presentó: “Las Palmas de Gran Canaria según las catorce ediciones de la obra del escritor inglés de viajes Alfred Samler Brown (período de 1889-1932)”. Es decir, Las Palmas no va a entrar en esta edición sino el resto de la isla de Gran Canaria. Madeira y las Islas Canarias (Madeira and the Canary Islands) es la primera guía turística seria a nivel mundial. Su fama llegó a ser tal que se va a reimprimir 14 veces a lo largo de cuarenta y tres años, de 1889 a 1932. Su autor es Alfred Samler Brown. Pedro Nolasco Leal Cruz 2 XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 Cabe apuntar que realmente existe un gran desconocimiento en Canarias tanto de este autor tan importante como de su magna obra. Por otro lado, existe un gran contraste entre la fama que la guía turística alcanzó en su época y lo poco que conocemos sobre la figura de Alfred Samler Brown, su autor, y su obra. Al igual que el escocés George Glas, fue un “canariófilo empedernido y un auténtico canariólogo”. Si seguimos a nuestros mejores comentaristas y analistas de escritores viajeros a las Islas Canarias, José Luis García Pérez en su obra Viajeros ingleses en las islas canarias durante el siglo XIX y Nicolás González Lemus en Viajeros victorianos en Canarias, observamos que estos se muestran muy escépticos con la vida de Alfred Samler Brown. Afirma el primero: “Acerca de Alfred Samler Brown se puede relatar algo de sus viajes y estancias en el archipiélago, de aquellos se hacen eco los periódicos canarios de la época. Para estas publicaciones la figura del británico fue siempre motivo de atracción informativa; sin lugar a dudas su libro superó con creces en importancia a su propia persona y siempre su nombre se relaciona con su guía”. El segundo se limita a decir: “Desconocemos todo acerca de su vida, aunque tuvo enorme importancia para el desarrollo del turismo en las islas, pues a él le debemos la primera guía ‘moderna’ sobre Canarias en lengua inglesa”. Es nuestro objetivo aquí indagar sobre su vida. Por encargo del cónsul inglés Samuel Henry Harford, en 1892, Alfred Samler Brown escribió un informe sobre el estado de las Islas Canarias en ese momento. Report on the Social and Economical Conditions of the Canary Islands, (Informe sobre las condiciones económicas y sociales de las Islas Canarias) editado en Londres en Miscellaneous Series of the Foreign Office. En dicho informe demuestra que es un gran conocedor y experto de la realidad económica y so-cial de Canarias en la última década del siglo XIX. Todo el contenido de este informe va a aparecer en las distintas ediciones de su obra, probablemente a partir de la de 1893. Fruto de sus viajes por los tres archipiélagos macaronésicos fue su obra Madeira and the Canary Is-lands, (Madeira y las Islas Canarias), editada por primera vez en 1889, después de dos o más años de un recorrido profundo por las Islas. La guía se vendía tanto en Londres como en Canarias (aquí al precio de 3 pesetas y 12 céntimos). Fueron los distribuidores de la misma las casas Miller en Las Palmas de Gran Canaria y Hamilton en Santa Cruz de Tenerife (T. M. Reid difunde la obra por el Puerto de la Cruz). En Madeira lo va a hacer la Blandy Brothers. Luego, a comienzos del siglo XX, se incluye Azores y la obra se titula Madeira, Canary Islands and Azores. Se hacía un estudio profundo de cada isla y sus tiradas llegaron a alcanzar los dos mil ejemplares, y se vendía en todo el mundo, principalmente en el anglosajón. El autor para la detallada descripción de las islas de los tres archipiélagos macaronésicos los recorre en su totalidad y es por ello que describe los puntos más alejados de estos. Es una descripción muy im-parcial, rigurosamente precisa y muy práctica. La obra comienza con una introducción, un índice pormenorizado de los distintos topónimos citados; pasa a las medidas, precios, las frases y palabras más importantes de la lengua que el viajero debe uti-lizar (en español y portugués), hoteles, lugares de esparcimiento, excursiones, costumbres del pueblo, comida local, agricultura e industria. Continúa con los resultados y causas del flujo de enfermos y otros visitantes. Sigue con pesca, fauna y flora. Luego hace un estudio de las observaciones meteorológicas, con tablas exhaustivas y condiciones climáticas. Continúa con rasgos geológicos, para acabar con la historia de los tres archipiélagos. Para la conquista de las Islas Canarias sigue principalmente a George Glas. En este apartado hace un estudio exhaustivo de las costumbres y lengua de los naturales. Cabe señalar que la obra de Glas ha sido traducida y comentada por el autor de esta contribución. La obra de Brown va a ser citada por muchos escritores de la época: Margaret D’Este la consulta para sus viajes por las tres islas que recorrió: Tenerife, La Palma y Gran Canaria. Asimismo lo cita1, en su obra “Las líneas de desarrollo del turismo en las Islas Canarias” y Morales Lezcano2 en su obra sobre los informes consulares británicos. Es citado asimismo por Francisco Quintana Navarro3. 1 RIEDEL (1972), p. 13. 2 MORALES LEZCANO (1986), p. 24. 3 QUINTANA NAVARO (1992), p. XIII. 3 APRECIACIÓN DE GRAN CANARIA EN LAS DISTINTAS EDICIONES (1889-1932) DE LA OBRA de... XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 Véase la opinión que tiene el mismo autor, Alfred Samler Brown, de su guía, en su español: “Esta guía, como libro, siempre se há vendido sin gananza alguna. Existe solamente como medio de propa-ganda y no rinde beneficio sino por el ayudo con que ha sido favorecido por las casas comerciales, casas de negocio, hoteles y otras empresas que han tenido la bondad de cooperar en los gastos por anunciarse entre sus páginas”. El autor de este artículo, al ser experto y docente de lengua inglesa, ha utilizado las distintas versio-nes de la obra en versión original. Como ya se ha comentado, la obra se va reeditar muchísimas veces: 14 veces. Se va a hacer uso de las versiones de 1889, 1890, 1898, 1903, 1905, 1908, 1910, 1913, 1922, 1927 y 1932. Me ha sido imposible consultar hasta ahora algunas versiones intermedias: 1893, 1896 y 1901. Creo que con las consultadas la visión de Gran Canaria es completa. Recordemos que el autor en muchas ediciones no pone al día sus datos. Este escritor plasma en su obra la percepción de lo que ve. Estamos ante una de las mejores fuentes para el conocimiento de Canarias, en este caso concreto, de la isla de Gran Canaria. Como se va a comprobar el autor va cambiando y aumentando el contenido de las distintas versiones. Elimina información ya desfasada y añade datos nuevos. Para el análisis de los distintos municipios y pueblos, citados por este escritor, se ha tenido en cuenta las tres grandes carreteras para carruajes que existían en 18894 en Gran Canaria. 1/ Las Palmas, Tafira, Monte Lentiscal, Santa Brígida y San Mateo. 2/ Las Palmas, Tamaraceite, Arucas, Bañaderos, Guía, Gáldar y Agaete. 3/ Las Palmas, Telde y Agüimes Mapa de GranCanaria por Alfred Samler Brown (1889). 4 Las redes de carreteras para carruajes va a aumentar a lo largo del período estudiado (1889-1932). Alfred Samler Brown lo va reflejar en las distintas ediciones. Estas rutas adaptadas para el paso de carruajes van a usarse luego para automó-viles con la llegada de la tracción mecánica a la Isla. 4 Pedro Nolasco Leal Cruz XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 Mapa de Gran Canaria por Alfred Samler Brown (1932) Gran Canaria. Características generales Para la descripción general de la isla de Gran Canaria según Alfred Samler Brown vamos a hacer dos apartados. 1.- Ediciones de su obra de 1889 (primera) y 1890. 2.- Ediciones de su obra de 1898 hasta 1932 (última). Conviene señalar que el contenido de las ediciones de 1889 y 1890 es mucho menor y a veces dis-tinto5 al de las restantes. En las ediciones primeras (1889-1890) el autor es muy escueto, señala que la isla está situada al S. E. de Tenerife y que se llamó Canaria, que tiene 38 millas de longitud por 32 de anchura y 75.000 habi-tantes, que su forma es casi circular, que es montañosa con volcanes extintos y que por el sur presenta extensas llanuras. Manifiesta que tiene vegetación exuberante: en las zonas áridas, donde se puede apre-ciar abundante cantidad de euforbias, que se puede cultivar trigo y otros cereales y que en la parte más 5 Lamentablemente no hemos podido consultar las ediciones de 1893 y 1896. Suponemos que el autor, a partir de la publicación del Informe comentado, en 1892, cuyo contenido aparece en la edición de 1898, ya lo debió incluir en las ediciones no consultadas de 1893 y 1896. 5 APRECIACIÓN DE GRAN CANARIA EN LAS DISTINTAS EDICIONES (1889-1932) DE LA OBRA de... XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 húmeda además se puede sembrar gran cantidad de verduras. Constata que en la parte norte se producen caña de azúcar, cochinilla y papas, que en la parte sur abunda el almendro y el olivo, que en las partes altas medra el castaño, que abunda la higuera en cualquier parte y que la vid se cultiva principalmente en la zona del Monte Lentiscal. Cita las famosas naranjas de Telde. Destaca como rasgo orográfico importante la Caldera de Bandama, donde no se aprecian rastros de lava. Menciona a continuación la Atalaya y la describe como lugar de viviendas trogloditas y señala que sus mora-dores son continuación de los antiguos canarios y que tienen muy poca relación con sus vecinos. A continuación cita las fuentes de Agaete y Firgas. Menciona el esfuerzo hecho en la red vial para carruajes y su extensión hasta Agaete por el norte, San Mateo por el centro y Agüimes por el sur6. Apunta que el punto más alto de la isla es el Pico del Pozo de las Nieves (6.400 pies)7. En el plano histórico señala que a los antiguos naturales se les debe llamar canarios, no guanches, que se han encontrado inscripciones fenicias y que la isla fue una república hasta la Conquista. Señala que el clima es seco, más que el de Tenerife pero menos que el de Fuerteventura. Menciona, como rasgo distintivo de la vestimenta, la pañoleta de la mujer y la manta del hombre. Señala que el puerto principal es la Luz; cita el de Agaete y señala que el de Gando ha sido destinado al lazareto. Como industrias principales cita el bordado, pieles de cabra curtidas y alfarería de color rojo, desti-laderas de piedra, telas y cuchillos con mangos ornamentados. Para el turista que va a tener una estancia corta en la isla le señala como puntos dignos de interés, aparte de Las Palmas, San Mateo pasando por Tafira y visitando el Monte Lentiscal y la Atalaya. Asimis-mo señala que se debe visitar Teror, Firgas, Moya y Gáldar retornando por la carretera de Guía. Especifica que se pueden enviar telegramas hasta Telde o Guía. En las restantes versiones (1898-1932), Alfred Samler Brown amplía la descripción general de Gran Canaria. Comienza afirmando que la Isla se conocía con el nombre de Canaria y se le cambió el nombre a Gran Canaria por la defensa heroica que los naturales protagonizaron durante la Conquista. Curio-samente señala, a partir de la edición de 1922, que el término Canaria es una corrupción del aborigen Tamarán. Añade que existe una conexión entre el nombre Canaria y una raza de perros enormes, dos de los cuales se le presentaron al rey de Mauritania, Juba II, según el escritor Plinio. Comenta que Tolomeo hace referencia a una parte de la cercana costa de África que se le conoce como Gannaria. A continuación nos ofrece la situación de la Isla, para pasar a ofrecernos la población, que se distribu-ye en tres ciudades, tres villas y 178 poblados y que tiene 22 municipios. Continúa afirmando que la Isla tiene una forma casi circular y está surcada por numerosos barrancos, que el punto más alto es el Pico de las Nieves que tiene 6.400 pies8 y que el mayor barranco es el de Tejeda y detalla que es tan grande que parece que divide la isla en dos partes si se observa desde Granadilla en Tenerife. Comenta que otros barrancos importantes son Tirajana, Fataga y el de la Virgen. Comenta asimismo que los barrancos y otros cursos de agua se parecen entre sí y que son muy pintorescos. Manifiesta que hay épocas de lluvia en que el agua fluye, bien por áreas amplias, bien entre precipicios muy escarpados y peligrosos y que en los lugares en donde hay humedad la vegetación es exuberante, con bosques, en ciertos casos muy amplios, como sucede con el barranco de la Virgen. Detalla que se da el caso de que en algunos lugares una diminuta fuente de agua da gran fertilidad al suelo donde medra el laurel, el pino y el drago, y asi-mismo prospera el culantrillo, la cineraria y la madreselva. Asevera que no se sabe con seguridad si estos barrancos proceden de fisuras volcánicas o si son el resultado de una erosión y comenta que los ejemplos más perfectos de cuevas aborígenes se encuentran en Gran Canaria. Apunta que existe una llanura que se extiende desde Agüimes hasta Arguineguín, cuya formación es distinta de la del resto de la isla y la alteración se produjo muy probablemente en el barranco de Tirajana. 6 Olivia Stone, que recorre la Isla en 1884, señala que la carretera para carruajes del norte llega a Gáldar. 7 Curiosamente lo va a denominar en la edición de 1898: Pico de los Pozos. 8 A partir de 1910 cambia su nombre por el de Los Pechos que tiene 6.400 pies (1.952 metros). 6 Pedro Nolasco Leal Cruz XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 Subraya que existen zonas volcánicas como puede ser la Caldera de Bandama y señala que la Isleta es de formación más reciente que el resto de la isla, con zonas muy arenosas, como también lo es Mas-palomas. Comenta que los barrancos son más largos que los de Tenerife, que el agua de los mismos se recoge y canaliza y que se han construido estanques, muy útiles para el riego en los meses de verano. Señala que hay muchos manantiales como los de Firgas, Agaete y Santa Catalina en Las Palmas y que existen zonas boscosas como las comprendidas entre Tejeda y Tirajana y las del barranco de la Virgen. Lamenta que se hayan destruido muchos árboles, hasta tal punto que ya no se puede elaborar carbón vegetal. Lamenta asimismo que se planten eucaliptos en detrimento de los pinos, los laureles y los bre-zos y detalla que existe gran cantidad de euforbias y que son abundantes los castaños, las higueras, los olivos, los almendros y los naranjos. Manifiesta que se cultiva cochinilla en varias partes de la isla, así como tomates, plátanos y caña de azúcar. En las últimas ediciones subraya el gran progreso que ha te-nido la isla, sobre todo el sur, con el cultivo del plátano y el tomate y compara el progreso de la isla con el efectuado en Egipto con la presa de Asuán. Señala que existe mucho comercio y que el puerto de la Luz ha avanzado muchísimo en los últimos años, que está separado seis kilómetros de la Ciudad y que se comunica por medio de un tranvía de vapor9. En cuanto a la vestimenta continúa destacando la pañoleta blanca que utilizan las mujeres y las man-tas de los hombres. Resalta las casas construidas de cantería azul y destaca la cantera de la Atalaya. Repite desde la primera versión que las especialidades son los bordados, los calados y la piel de cabra curtida y destaca la cerámica de arcilla, ropa de tejido grueso y los cuchillos con mangos elaborados y asevera que se emplea la hoja de palma para la confección de “serones” que se utilizan para el transporte de abono en mulos. Destaca como gran especialidad el queso conocido como flor de Canaria y detalla que para su elabo-ración se cuaja la leche con la flor de una alcachofa salvaje, que llaman “cardo”. Repite desde la primera versión de 1889 que el puerto de Agaete solo es utilizado por goletas y el de Gando se ha destinado al lazareto. En la edición de 1932 ya destaca a Gando como lugar de aterrizaje. Donde realmente hay cambios sustanciales en las distintas ediciones es en el índice de población, en los alojamientos y en la red vial. Véanse para ello las siguientes tablas. Índice de población. 9 A partir de la edición de 1910, lo cambia por tranvía eléctrico. 7 APRECIACIÓN DE GRAN CANARIA EN LAS DISTINTAS EDICIONES (1889-1932) DE LA OBRA de... XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 Fondas.10 Red vial Edición de 1889-1890: Carretera del norte: llega a Agaete con ramal de Tenoya a Teror. Carretera del centro: llega a San Mateo. Carretera del sur: llega a Agüimes. Adiciones en la edición de 1898: Carretera del norte: se añade el ramal de Tenoya a Teror. Se comienza el tramo de Arucas a Firgas y Moya. Carretera del centro: igual. Carretera del sur: igual. Adiciones en la edición de 1903: Carretera del norte: igual. Carretera del centro: se añade el ramal de Santa Brígida a la Atalaya. Carretera del sur: se agrega el tramo de Agüimes al Llano de las Piedras. Adiciones en la edición de 1905: Carretera del norte: se añade el ramal de Gáldar a Sardina del norte. Carretera del centro: igual. Carretera del sur: se agrega el tramo del Llano de Las Piedras a Santa Lucía. Adiciones en la edición de 1910: Carretera del norte: se agrega el tramo de Tamaraceite al Puerto de la Luz. Carretera del centro: igual. Carretera del sur: igual. 10 El signo x indica que el lugar posee fonda o pensión, el signo – señala que no la hay, pero que, en la mayoría de los casos, se pueden conseguir camas en casas particulares. 8 Pedro Nolasco Leal Cruz XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 Adiciones a la edición de 1913: Carretera del norte: igual. Carretera del centro: igual. Carretera del sur: se añade el ramal de Telde a Valsequillo. Adiciones a la edición de 1922: Carretera del norte: se agregan los tramos: de Tamaraceite a San Lorenzo y de Arucas a Moya. Carretera del centro: se añade el tramo de Santa Brígida a Telde. Carretera del sur: se agregan los tramos de Telde a Melenara, de Telde a la Atalaya, de Telde a Gando y de Agüimes a Arinaga. Se continúa la carretera principal al sur con el tramo de Santa Lucía a Tunte. Por iniciativa particular se construye el tramo de Juan Grande a Maspalomas. Adiciones a la edición de 1932: Carretera del norte: se señala el tramo de Agaete a Casas del Camino en la ruta a la Aldea de San Nicolás. Se agrega el ramal de Moya a los Tilos. Carretera del centro: se adiciona el ramal de San Mateo a Valsequillo y de San Mateo a las Lagunetas. Carretera del sur: se añaden los tramos de Juan Grande a Gando, de Tunte a Fataga y de Maspalomas a Arguineguín, de Agüimes al Carrizal y de los Letreros a Juan Grande. Muchos de los ramales son construidos por iniciativa privada. Da la tracción animal al motor Sin lugar a dudas el cambio más atractivo es el paso paulatino de la tracción animal a la mecánica en el transporte público. Véanse las distintas tablas que ofrece Alfred Samler Brown en las sucesivas ediciones de su obra: Horario de los carruajes (1890). 9 APRECIACIÓN DE GRAN CANARIA EN LAS DISTINTAS EDICIONES (1889-1932) DE LA OBRA de... XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 Horario de los carruajes y coches (1898). Horarios aproximados de los carruajes públicos (1905). 10 Pedro Nolasco Leal Cruz XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 Horarios aproximados de los carruajes públicos y guaguas (1910). Precios aproximados de los automóviles en Las Palmas (según la tarifa de 1922) 11 APRECIACIÓN DE GRAN CANARIA EN LAS DISTINTAS EDICIONES (1889-1932) DE LA OBRA de... XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 Precios aproximados de los automóviles públicos en Las Palmas (según la tarifa establecida en 1932) Descripción de lugares11 1.- Ruta al norte de la Isla Vamos a continuar haciendo una distinción entre las versiones de: 1889-1890 y 1898-193212. San Lorenzo13 Ediciones de 1889-1890. Alfred Samler Brown recuerda al lector que la carretera de carruajes acaba de acceder a Agaete14, que el transporte público es barato, pero que el viaje es duro y a veces los carrua-jes van demasiado llenos, lo que los hace muy inconvenientes para los enfermos. 11 Conviene señalar que algunos topónimos, como las Temisas, Tenteniguada, Güigüi, Pinar del Pajonal, etc. aparecen en los mapas pero no en el texto. Además, en los mapas de las ediciones de 1889 y 1890 el autor muestra algún topónimo que luego elimina en los mapas de las siguientes ediciones, como: el Pinal. 12 Seguimos el mismo esquema vial del autor en las distintas ediciones. 13 Debemos tener en cuenta que Gran Canaria contaba con 22 municipios, no 21 como en la actualidad. San Lorenzo formaba municipio junto con Tenoya y Tamaraceite. 14 Sin embargo, señala que el transporte público aún no llega sino a Gáldar. 12 Pedro Nolasco Leal Cruz XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 Señala a continuación que la carretera deja el muelle de Las Palmas y pasa por la fábrica de tabaco15 del señor Miller, que el medio es seco, pero que se piensa poner en cultivo en breve. Cita Tamaraceite y Tenoya. Comenta que las vistas del barranco de Tenoya son las mejores del viaje. Ediciones 1898-1932. Muestra que la carretera parte del muelle y asciende el barranco, dejando el fuerte a la izquierda16 y que a una milla a la izquierda se pasa la granja de los señores Miller y Com-pañía17. Apunta que el campo es muy seco, sin embargo, hay estanques para el riego por lo que gran parte de él está cultivado. Señala que desde Tamaraceite se puede observar un pequeño trapiche18 y que después del cruce a Teror se pasa un túnel y se entra en el pueblo de Tenoya cruzando el barranco de su nombre. Detalla que es quizá la parte más bonita de esta carretera al norte. Cita San Lorenzo. Teror Ediciones 1889-1890. Comenta que es una ciudad importante con catedral (sic), palacio obispal y un convento. Ediciones 1898-1932. Señala que es una villa situada en medio de un valle vistoso en el barranco de la fuente Agria, que a poca distancia y a nivel más bajo hay algunas fuentes consagradas a la Virgen de Lourdes y que existe un balneario con cuatro baños. Comenta que la iglesia, construida en 1740, es de gran importancia, con un exterior bonito y detalla que la torre izquierda es lo que queda de la antigua iglesia ahora desaparecida y que es el único ejemplo de renacimiento gótico en la Isla y señala que la imagen apareció una vez junto a un pino que se encontraba en la plaza, lugar que ahora está marcado con una cruz y que el actual es un descendiente directo del desaparecido. Asevera que antaño emanaba una fuente curativa cerca del pino y que se secó poco después de venderse agua de la misma. Manifiesta que el interior del templo es hermoso con cinco altares y apunta que dicho templo fue muy rico antes de la desamortización, que merece ver las vestimentas y las joyas de la imagen que se ubica en la capilla central en un altar de plata alto. Añade que es digno de admirar la pintura de San José con el niño19. Finalmente cita el palacio episcopal que fue un antiguo convento y señala que ahora existe un convento con 25 a 30 monjas en la carretera a Firgas. En la edición de 1922 añade que existe una curiosa escalera de caracol que va desde la sacristía al camarín, por detrás del altar, de donde se puede contemplar la imagen, que la llave de acceso se puede conseguir si se pide, que cada año se celebra la fiesta, con gran asistencia de público, el día 8 de septiem-bre y que la imagen se decora con las mejores joyas. En la edición de 1932 cambia parte de la información. Señala que el templo se terminó en 1765, según el diseño del coronel Antonio de la Roche y que presenta una arquitectura única en Canarias. Añade que la imagen apareció en septiembre de 1481 en las ramas de un pino que se hallaba en la plaza delante del templo y que el actual es un descendiente del original, parte del cual se conserva en forma de cruz, que la cubierta de plata del altar data de 1777 y que los candelabros y otros objetos de culto de gran belleza se deben al maestro Antonio Juan Correa de La Laguna, Tenerife. Añade asimismo que los vestidos de la imagen son famosos, que dos de ellos fueron regalo del rey Carlos III. Ofrece dos hoteles en las ediciones de 1922, 1927 y 1932: Hotel Pino y Hotel Royal. Termina afirmando que salió un real decreto de 1929 que obligaba al Capitán general, con residencia en Santa Cruz de Tenerife, acompañado por un escuadrón de soldados, a rendir homenaje a la Virgen el 8 de septiembre pero que este homenaje se suprimió con el comienzo de la República. En 1932 agrega asimismo que hay una ruta desde el puente de Teror a la fuente Agria. 15 En las ediciones a partir de 1898 menciona granja, no fábrica. 16 Se trata de la Mata. 17 Esta información ya no aparece en la edición de 1903. 18 Información que suprime a partir de la edición de 1913. 19 Quita esta información a partir de la edición de 1922. 13 APRECIACIÓN DE GRAN CANARIA EN LAS DISTINTAS EDICIONES (1889-1932) DE LA OBRA de... XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 Excursiones desde Teror A partir de la edición de 1898 nos presenta una serie de caminatas y excursiones desde Teror, infor-mación que no va a cambiar en las ediciones siguientes20: 1. Al bosque de los Osorios, donde hay un manantial, lugar para picnic. Señala que se puede subir al Pico de los Osorios y de allí continuar a pie a Firgas y que se puede apreciar una vista excelente desde el citado pico que abarca desde la montaña de Gáldar al Pico de Bandama. Asevera que hay carretera para carros. 2. A Santa Brígida21. 3. A Valleseco por las Cumbres y a la Cruz de Tejeda. 4. A Firgas y Moya por la montaña de Doramas y los Tilos. Declara que de Moya se puede continuar a Guía. 5. A Artenara por Valleseco y luego hasta Tejeda y Agaete. Advierte que el lugar es muy peligroso. 6. A San Mateo por la Vega de Arriba. 7. A Tafira por la carretera que pasa por Tamaraceite y de allí a San Lorenzo. Señala que se pasa a Tafira por el barranco del Dragonal y que se conoce como la ruta de la Vega de Abajo. 8. A Arucas por los Osorios22. Arucas Ediciones 1889-1890. Someramente comenta que es una ciudad bonita con mercado y que es el cen-tro de la industria de la cochinilla y de la caña. Subraya que existen factorías de azúcar y señala que tiene una montaña, que se denomina Cardones, de donde se divisa gran parte de la isla. Ediciones 1898-1932. Comenta que es una ciudad grande y pulcra con mercado, que es el centro de la cochinilla23 y que hay dos factorías de azúcar e importantes canteras. En la edición de 1903 añade que el terreno está cultivado, en su mayoría con riego del agua que procede de los manantiales cercanos, con quince millones de litros al día. Aconseja que se visite la montaña porque de ella se aprecian espléndidas vistas. En la edición de 1922 añade que la nueva iglesia, construida con cantera del lugar, se debe contemplar desde cierta distancia pues su exterior es el más ornado de Canarias y que la ciudad ha prosperado enorme-mente con el cultivo de plátanos, información que omite en la de 1932. Manifiesta que se ha construido un teatro. Indica el nombre de la fonda en las ediciones de 1922, 1927 y 1932: Fonda de Arucas. Apunta que ahora se puede contemplar una enorme presa en la carretera a Firgas y la describe con profu-sión. En la edición de 1932 añade que existe otra enorme presa que pertenece al marqués de Arucas. Excursiones desde Arucas Ediciones 1889-1990. Se limita a citar someramente la excursión a Teror con continuación a Vallese-co y a la Cruz de Tejeda. Destaca la vista desde este lugar y la de montaña de los Osorios. Ediciones 1898-1932. En las ediciones a partir de 1898 amplía la información de las excursiones: 1. A Teror. Manifiesta que la ruta es buena, que el paisaje es agradable y lo es mucho más al lle-gar a Teror al pasar por el bosque de castaños de los Osorios. Añade que se puede continuar a Valleseco y de allí a las Cumbres y a la Cruz de Tejeda desde donde su puede contemplar una 20 Conviene señalar que, a pesar del avance en la red vial de Gran Canaria entre 1898 y 1932, Alfred Samler Brown no cambia nada en lo referente a las rutas ni a los medios (tracción animal) en las distintas ediciones. 21 Insta al lector a que vea las excursiones que parten de Santa Brígida. 22 Elimina esta excursión a partir de la edición de 1922. 23 Suprime esta información en la edición de 1913. 14 Pedro Nolasco Leal Cruz XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 bella vista. Asimismo comenta que de Teror se puede acceder a la montaña de los Osorios, desde donde se puede contemplar una vista panorámica de casi toda la isla. Añade que de allí por una ruta rodeada de codesos se puede acceder a Firgas y que los mulos para la excursión se pueden conseguir en Arucas por tres pesetas. 2. A Firgas. Señala que es un camino de herradura por lo que se debe ir en mulo o a pie. Especifica que se baja el barranco de Azuaje y a una milla más allá del balneario se llega a Moya. En las últimas ediciones cita el Buen Lugar. Valleseco Ediciones 1889-1890. Solo se limita a comentar que es una ciudad pequeña. Ediciones 1898-1932. Comenta en la edición de 1898 que Valleseco es un grupo de casas con una iglesia grande en construcción. A partir de la edición de 1903 ya cita la iglesia como terminada. Hace notar que de allí se puede continuar el viaje a Tejeda y Tirajana. En la edición de 1932 añade que el lugar es muy pintoresco donde se cultivan papas, millo, almendras, manzanas y castañas, que la carretera pasa la Cueva Corcho hasta Lanzarote y que se va a conectar con la de las Lagunetas. Firgas Ediciones 1889-1890. Señala que es una ciudad pequeña con una buena pensión con cinco camas y que tiene fuentes termales (Fuente Santa) en el barranco Suaje (sic) donde se ha erigido una casa de baños. Sostiene que existen dos pequeñas cuevas guanches en el fondo del barranco. Detalla que el ba-rranco de Suaje (sic) se denomina barranco de la Virgen en su parte superior Ediciones 1898-1932. Añade que Firgas es un buen lugar para excusiones, que posee fonda española: Fonda Azuaje, por 5 pesetas al día y que el pueblo es conocido por su manantial que produce agua sabro-sa y saludable. En la edición de 1898 cita la fuente de Guadalupe. En las últimas ediciones menciona los baños de Azuaje, la fuente Santa y la fuente Agria. En todas las ediciones nos proporciona una detallada descripción del contenido del agua de los manantiales. Excursiones desde Firgas Ediciones 1889-1890. No cita excursiones Ediciones 1898-1932. Menciona excursiones a: 1. A los Osorios, Teror, el Monte Lentiscal, etc. Detalla que se pasa por la parte baja del pico de los Osorios y que es una ruta muy atractiva. Aconseja subir al pico, pues de allí se puede divi-sar casi todo el norte de la isla: la montaña de Doramas y las Cumbres, la montaña de Gáldar y la montaña de Doramas. Añade que se puede descender a Teror pasando por los castaños de los Osorios. Advierte que en época de lluvias los senderos son peligrosos por el barro. 2. A Moya y los Tilos. Señala que se cruza el barranco de Azuaje y se pasa a Moya y asevera que hay bosques muy bonitos. Moya Ediciones 1889-1890. Comenta que es una población desde la que se pueden visitar los Tilos y la montaña de Doramas. 15 APRECIACIÓN DE GRAN CANARIA EN LAS DISTINTAS EDICIONES (1889-1932) DE LA OBRA de... XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 Ediciones 1898-1932. Apunta que Moya, con 7.674 habitantes, se encuentra en un filo escarpado del barranco. Señala que de allí se puede bajar al Pagador, por un camino de herradura y detalla que cuando la carretera a Moya se termine es la mejor ruta para acceder a los Tilos, zona arbolada aconsejable para comidas campestres. Añade, a partir de la edición de 1903, que en la Finca Corvo se puede admirar una colección interesante de plantas traídas de Fernando Poo y de esa zona. En las ediciones finales asevera que el bosque de los Tilos ha perdido parte de su belleza debido a la tala indiscriminada de árboles, sin embargo, se debe visitar. Para ello señala que se debe subir el barranco desde donde se pueden con-templar plataneras. Cita a Viera y Clavijo, a Webb y a Sabin Berthelot como grandes admiradores de la belleza del bosque citado. Bañaderos y Cuesta de Silva Ediciones 1889-1890. Alfred Samler Brown comenta que Bañaderos se encuentra cerca del mar jun-to al Pagador, Roque del Moro y la Cuesta de Silva. Destaca las Cuevas. Ediciones 1898-1932. Señala que desde Arucas la carretera baja a la costa de Bañaderos y luego al Pagador, para comenzar un sufrido ascenso por un paraje rocoso, donde se encuentra el Roque del Moro y justo debajo “hay unas cuevas antiguamente ocupadas por los canarios24”. Aconseja que se visiten pero que es preciso llevar guía y antorchas o velas. Asegura que son 364 cuevas, que probablemente se corre-sponden con los días del año, pero deja claro que esto puede no ser cierto. Comenta que el lugar se conoce como Cuesta de Silva. A partir de la edición de 1922 añade que Bañaderos y el Pagador son zona de pro-ducción platanera de gran importancia y que con ello se ha embellecido el lugar. Asimismo añade que ha aumentado el abastecimiento de agua de riego y con ello los cultivos en la zona. Guía Ediciones 1889-1890. Sólo menciona que es una pequeña ciudad con una gran iglesia. Apunta que existe un buen hotel español con diez camas desde donde se puede apreciar una hermosa vista del Teide. Ediciones 1898-1932. Comenta que su suelo es muy fértil, con caña de azúcar y que allí se encuentra una de las mejores factorías de la Isla entre el lugar y Gáldar. Comenta que hay coches que hacen el trayec-to de Guía a Agaete y vuelta dos veces al día. Cita plataneras en las últimas ediciones. Consigna el nombre de la pensión en la versión de 1898: Francisco Artiles. Margaret D’Este asimismo la cita. Excursiones desde Guía Ediciones 1889-1898 En las ediciones de 1889 y 1890 se limita a citar a Guía como el lugar apropiado para hacer excur-siones a Gáldar y Agaete. Ediciones 1898-1932: 1. A Agaete. 2. A Moya y los Tilos, Comenta que se pasa por la ermita de San Juan y el barranco Calabozo. Detalla que de aquí parte un sendero que accede a Artenara, Tejeda, etc., y que a la izquierda dicho sendero conduce a Santa Cristina y a los Tilos y que pasando la ermita de San Bartolomé se llega a las Cumbres. 24 La denominación “Cenobio de Valerón” no aparece en Alfred Samler Brown. Pedro Nolasco Leal Cruz Gáldar Ediciones 1889-1890. Sólo señala que es una pequeña ciudad de apariencia muy oriental, con una iglesia que es rival de la de Guía. Detalla que se elaboran destiladeras que se usan mucho en América y que se puede contemplar una cueva prehispánica que se descubrió sólo ocho años antes, en 1881, pero advierte que para visitarla se necesitan antorchas. Detalla que las paredes y el techo de la cueva se han decorado con cabón con dibujos de color rojo y blanco muy parecidos a los que se pueden observar en las pieles con las que han sido cosidas las momias guanches. Apunta que antes se podía contemplar el famoso palacio de un guanarteme, que después de la conquista de la isla eligió el lugar para su residencia y que la estructura está sostenida con madera de pino. Aconseja que se visite la montaña desde donde se puede apreciar una bella vista. Ediciones 1898-1932. En las versiones siguientes amplía la información. Continúa afirmando que tiene apariencia oriental con una iglesia grande, que ocupa el lugar donde se encontraba el palacio del Guanarteme, en otro tiempo sede de la princesa Andamana. Afirma que se dice que en la pila fue donde se bautizó a los canarios justo después de la Conquista y que cerca de la iglesia hay una cueva, cuya entrada se descubrió accidentalmente en 1881. Asevera que su interior está bien conservado porque no entra la luz ni el aire y que existen pinturas con dibujos geométricos en ocre rojo y blanco y carbón vegetal. Detalla que en el patio del casino hay un pequeño drago. Cita la montaña de Gáldar con vistas maravillosas y apunta que existen cuevas utilizadas por los antiguos canarios y que se podían ver las vigas colocadas por los naturales, hasta hace pocos años. En la edición de 1922 manifiesta que la fa-mosa cueva25 se dañó debido a la humedad procedente del riego para las plataneras sembradas sobre la cubierta de la misma. En la edición de 1932 añade que a una corta distancia del lugar se ha descubierto en 1926 los restos de un “magarete” o lugar de asamblea de los naturales. Agaete Ediciones 1889-1890. Asevera que se accede al lugar por mulo pues la carretera de carruajes aún no se ha terminado26 y advierte que el viaje es duro. Sostiene que la ciudad es pequeña con una gran iglesia y aconseja visitar el barranco por la mañana hasta donde se encuentra la fuente de agua mineral recomendada para enfermedades de piel. Aconseja asimismo visitar desde el puerto la Aldea de San Nicolás por barco, porque advierte que el viaje a la Aldea por tierra es duro y aún más duro es el acceso a Tejeda desde este lugar. Cita una famosa cascada y pronostica que en el futuro Agaete puede llegar a ser uno de los grandes atractivos turísticos de Gran Canaria. Señala que se está construyendo un muelle en el puerto desde donde ya existe comercio con Tenerife, basado en mantequilla y naranjas. Comenta que existe un famoso cementerio guanche cerca del puerto y finalmente apunta que se pueden visitar los Tilos, bien por el Pagador, bien por Guía y que se aconseja llevar guía y comida y advierte que el ascenso es tortuoso. Ediciones 1898-1932. Añade que es un lugar muy pintoresco situado cerca del mar y que se puede llegar por carretera y que posee un fondeadero al final de la ruta. En la edición de 1932 cita el nombre: Puerto de las Nieves. Asegura que en la costa existe un cementerio canario del que todavía quedan tum-bas por abrir. Vuelve a afirmar que hay tráfico con Tenerife, pues se transporta mantequilla y naranjas que se dan bien aquí. Detalla en la edición de 1898 que en febrero de 1896 se produjo una inundación del barranco que causó importantes daños. Esta información va a aparecer en todas las ediciones siguientes. Afirma que existen dos casas que según Webb y Berthelot fueron construidas por los antiguos canarios. 25 Alfred Samler Brown no utiliza nunca la denominación “Cueva Pintada”. 26 Sin embargo, en el mapa notifica que la carretera para carruajes ya llega al lugar. 16 XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 17 APRECIACIÓN DE GRAN CANARIA EN LAS DISTINTAS EDICIONES (1889-1932) DE LA OBRA de... XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 Excursiones desde Agaete Ediciones 1889-1890. A los Tilos y Moya por el Pagador. Aconseja llevar guía pues el ascenso es tortuoso pero asegura que las vistas son excelentes. Ediciones 1898-1932: 1. A los manantiales de agua mineral de Berrazales y a Artenara. Señala que la subida es por el barranco y asegura que el agua del balneario es excelente para enfermedades de la piel y para la anemia.y nos da amplio detalle del contenido de la misma y detalla que se parece al manantial de Lower Soda en Salem, en Oregón, en Estados Unidos. Señala que se puede acceder a Arte-nara, donde se puede conseguir alojamiento, pero que se necesita guía 2. A la Aldea de San Nicolás. Advierte que se accede por un sendero peligroso porriscos impre-sionantes con bonitas vistas. Detalla que en la ruta se puede visitar la montaña de Tirma, que fue uno de los montes sagrados de los antiguos canarios. Apunta que se puede acceder desde allí a Tejeda y que se pueden contemplar hermosas vistas pero que la ruta es muy peligrosa por lo que advierte que se necesita guía y que hay muy pocas personas que estén familiarizadas con el lugar. Aldea de San Nicolás Ediciones 1889-1890. Señala que se accede desde Agaete por una vereda peligrosa, solo apta para aventureros. Menciona que de allí se puede acceder a Tejeda. Ediciones 1898-1932. Señala asimismo que un sendero peligroso conduce a la Aldea de San Nicolás. Aconseja que la Aldea se visite desde Agaete por barco, por un precio de 4 dólares. Añade en la edición de 1922 que se puede acceder al lugar por barcos fruteros, pues se cultivan tomates en la Aldea. 2.- Carretera de carruajes al centro de la Isla Salida de Las Palmas Ediciones 1889-1890. Comienza señalando que la carretera de carruajes deja el Puente de Piedra en Las Palmas, sube el barranco de Guiniguada, desde donde se pueden contemplar palmeras y canteras hasta que se llega a Tafira. Ediciones 1898-1932. Subraya que se cruza el Puente de Piedra del barranco de Guiniguada y se pasa un palmeral y huertos de plátanos. Detalla que allí se encuentran las canteras de toba blanca con la que se han construido casi todas las casas de Las Palmas y añade que por una aguda subida se llega al Pico del Viento que ofrece una vista espectacular de San Lorenzo. Alfred Samler Brown comenta que al barranco de Guiniguada en realidad sólo se le designa así en su desembocadura. Así pues, en Las Palmas se le denomina barranco de la Ciudad, donde se encuentra la fuente Morales27. Según se adentra en la isla se le designa sucesivamente barranco del Dragonal, de la Angostura, de Alonso y de Utiaca. En la edición de 1922 señala que a dos kilómetros de la ruta se encuentran los depósitos techados de Las Palmas con una capacidad para 64.000 metros cúbicos de agua, para el consumo de un mes de la ciudad y sus alrededores y que ocupa el lugar que se llamaba Llano de la Bruja, muy estéril. 27 Alfred Samler Brown suprime esta información a partir de la edición de 1922. Pedro Nolasco Leal Cruz Tafira Ediciones 1889-1890. Se limita a citar el Hotel Victoria y el restaurante Halfway House28. Celebra las vistas desde el lugar hasta la llegada al Monte Lentiscal. Cita los viñedos del lugar. Cita el Hotel Victoria. Ediciones 1898-1932. Cita de nuevo el restaurante Halfway House29 y añade la fonda Esperanza en la edición de 1898, en 1905 la fonda Esperanza y la pensión los Frailes, de propiedad inglesa; en 1910 cita Victoria, y The Friars en 1913, 1922, 1927 y 1932. Comenta que desde aquí se puede conectar con Tamaraceite por el barranco del Dragonal y con San Lorenzo y luego conectar con Teror. Informa que cerca del lugar hay un jardín privado que merece una visita pero que se necesita permiso para ello. Ad-vierte que el aire es más frío, con montañas con viñedos y eucaliptos El Monte Lentiscal Ediciones 1889-1890. No cita hoteles. Menciona los viñedos y los eucaliptos y comenta que un siglo antes el lugar era boscoso y predominaban las euforbias. Ediciones 1898-1932. Informa que se llama así porque antes de su roturación para sembrar viñedos existía el lentisco e informa que en ese momento es el principal productor de vino tinto de Canarias. Cita dos hoteles: Hotel Quiney’s Bella Vista30, bien situado y con hermosas vistas y Hotel Santa Brígida, con vistas a las Cumbres, por 10 chelines y 6 peniques. Los dos hoteles tienen preciosos jardines y son puntos de partida excelentes para hacer excursiones a distintos lugares de la Isla. Destaca los sanatorios. Añade que es el principal lugar de descanso en verano para los enfermos de tisis en Gran Canaria y que es muy alabado por el doctor Brian Melland, en su obra “Climatic Treatment in Grand Canary”. Informa que este médico vivió allí muchos años e hizo progresos en la curación de enfermos con la alternancia de clima entre Las Palmas y este lugar31. En la edición de 1898 sostiene que la apertura de sanatorios en el campo es un signo de progreso en Gran Canaria, información que luego desaparece en la edición de 1903. A partir de la edición de 1922 aconseja a los visitantes que compren terrenos en el lugar y que lo hagan incluso aquellos que tienen negocios en Las Palmas Excursiones desde el Monte Lentiscal Ediciones 1889-1890. Señala que a media milla de Tafira una carretera secundaria desciende a la izquierda que nos lleva a la Gran Caldera de Bandama. Ediciones 1898-1932: 1. Por el barranco de La Angostura hasta Santa Brígida, por un sendero que pasa por la finca de los Laureles. 2. Hasta Tafira por el barranco del Dragonal. Comenta que se pasa por las cuevas y las casas de campo de los Frailes y la Calzada y que existe un puente de madera que conduce al Dragonal donde existen dos dragos secos. Añade que de allí se puede acceder a San Lorenzo y a Tamaraceite. 3. A Telde. Señala que se pasa por San Francisco, por el sendero que tiene enlace con la Gran Caldera. 4. A Valsequillo. Comenta que existe un sendero entre los dos grandes hoteles por una ruta para carruajes y que se pasa cerca de la Gran Caldera de Bandama. 28 Esta información ya no aparece en la versión de 1903. Asimismo el viajero Isaac Latimer cita el restaurante. Su hija Frances Latimer incluso habla de su propietario: Manuel Ojeda. Señala que su nombre en inglés es un señuelo para los turistas. Harold Lee asimismo lo menciona y nos da detalles. Parece ser la primera vez en la que se utiliza la lengua inglesa como recurso turístico propagandístico. 29 Elimina la información sobre Halfway House en la edición de 1903. 30 Dejar de citar este hotel a partir de la edición de 1898. 31 Información que va a aparecer en todas las ediciones, a partir de la de 1898. 18 XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 19 APRECIACIÓN DE GRAN CANARIA EN LAS DISTINTAS EDICIONES (1889-1932) DE LA OBRA de... XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 5. A La Gloria32. Manifiesta que es un agradable y sombrío paraje poco más arriba a la izquierda de la carretera que sube a San Mateo, que está detrás de una cadena de montañas con buenas vistas. Añade que se puede pasear por las acequias hasta un aljibe y de allí acceder a la carretera de Las Palmas a San Mateo en un lugar donde existe una venta. 6. A Gúia vía Teror y Firgas. Señala que se sube a Santa Brígida, que se pasa por Vega del Centro y que luego se pasa cerca de un drago en un pasaje rocoso, donde se pueden observar grupos de na-ranjos y castaños. Añade que a continuación se cruzan los barrancos de Alonso y del Pino Santo y de allí se pasa por un sendero a San Isidro, donde existe una iglesia privada muy bonita y que de allí se pasa luego a la Caldera de la Vega con árboles y un manantial donde se puede acampar, si el tiempo lo permite. Termina informando que a continuación se encuentra la Cruz de Lobrelar con vistas a Teror y que de Teror se puede acceder a Firgas y Guía. La Caldera de Bandama Ediciones 1889-1890. Comenta que una vereda desde un grupo de casas asciende hasta un pico cerca del cráter y que otra desciende hasta el fondo del mismo. Comenta asimismo que desde la cima del pico se puede obtener una hermosa vista y que el cráter es probablemente el más perfecto que se conoce, que tiene una anchura de una milla y media y una profundidad de 1.040 pies. Comenta que se puede degustar un vaso del vino de la viña que se cultiva dentro del cráter o caldera. Ediciones 1898-1932. Añade que el campo de los alrededores es tan hermoso como el de los Osorios, que la caldera tiene una milla de ancho y que el fondo se ha ido hundiendo gradualmente y tiene una profundidad de casi mil pies; añade asimismo que su origen lo confirman la capa de picón que rodea la caldera, así como los diferentes colores de algunas de las rocas y que se cultiva el fondo y las laderas. Añade que cerca hay en grupo de casas y que en una de ellas se puede conseguir un vaso de vino del que se cultiva en las laderas y fondo del cráter. Confiesa que es uno de los cráteres más perfectos del mundo, pues es un círculo redondo sin salida. Ma-nifiesta que desde una de las casas del grupo citado hay un sendero por el que se puede ascender hasta el pico de Bandama, desde donde se puede apreciar una excelente vista, comparable a la del pico de los Osorios citado, pues se pueden contemplar Las Palmas, San Lorenzo, Tafira, el valle de Jinámar, Telde, los Llanos, la montaña de las Cuatro Puertas, el lazareto de Gando, Valsequillo y la Atalaya. La Atalaya Ediciones 1889-1890. Informa que es un antiguo poblado guanche que proporciona una espléndida vista a Jinámar y al barranco de las Goteras, que está formado de cuevas que están habitadas y donde se elabora la alfarería de los antiguos canarios, sin embargo señala que los residentes no parecen proceder de esta población natural. Ediciones 1898-1932. Añade que es el grupo más perfecto de habitáculos trogloditas en el Archipié-lago, que se puede contemplar el barranco de las Goteras y que los habitantes no necesitan torno para fabricar la cerámica, pues en su lugar utilizan una piedra redonda como los habitantes prehispánicos. Comenta que la población no está bien considerada por los vecinos y que no se ha podido averiguar si esta aversión es un legado anterior a la Conquista o no. Hace notar que desde la Atalaya hay un sendero que conduce a Valsequillo. En las últimas ediciones añade que cerca del lugar se están construyendo casas de campo o quintas con huertos de naranjos, viñedos y millo. Santa Brígida Ediciones 1889-1890. Señala que la vegetación es muy exuberante y que se puede oír el sonido del agua de las cascadas y arroyos. Comenta que el lugar tiene una iglesia y una fonda pequeña y apunta que un poco más arriba comienza la zona de los castaños, hasta San Mateo. 32 Incorpora esta información a partir de la edición de 1903. Pedro Nolasco Leal Cruz Ediciones 1898-1932. Añade que está al borde de un barranco, que posee dos fondas de cuatro o cinco pesetas al día. Cita la iglesia y la Gloria y comenta que de allí se puede acceder a Teror. Finalmente señala que en la carretera a San Mateo, en los Pasitos, existe un enorme castaño, el más viejo de la isla. San Mateo Ediciones 1889-1890. Comenta que es una pequeña ciudad, que tiene una fonda para cuatro personas y que su propietaria es doña Candelaria; añade que es un lugar excelente por las hermosas vistas y que el aire es agradable. Ediciones 1898-1932. Añade en las ediciones de 1922, 1927 y 1932 la fonda Quintana. Cita bosques de nogales, castaños y pinos. Comenta que tiene un clima de montaña y que es el mejor punto para la partida para las Cumbres y sur de la isla. Excursiones desde San Mateo La descripción de los lugares a visitar es muy parecida en todas las versiones de la obra: 1. A los Chorros. Señala que se pasa por la montaña de Cabreja, con subida muy ardua, y que luego se pasa una cascada donde se puede contemplar un paisaje muy hermoso. 2. A Valsequillo. Comenta que se va por un sendero al Charco de la Higuera donde hay una cas-cada, y que de allí se puede contemplar una hermosa vista de Valsequillo. 3. A Teror por la montaña de Cabreja citada. 4. A Tejeda. Señala que se pasa por la Cruz de Tejeda para bajar a Tejeda, que desde la Cruz se observa el barranco de la Culata, y que asimismo se aprecia el Teide y se contempla el roque de Bentaguaya (sic). Añade que desde Tejeda se puede acceder a San Nicolás, a Mogán o a Tirajana, por el barranco de la Culata pasando por el Roque Nublo, pero para ello es preciso cruzar las Cumbres y que por el Paso de la Plata se accede a Tunte. 5. A Agaete por Artenara. Manifiesta que se pasa por la montaña de Cabreja, que se desciende al interior por los barrancos de Utiaca, Ariñes y San Isidro, lugar donde se celebra una conocida fiesta anual y que luego se accede a Valleseco y a Artenara o a la Cruz de Tejeda. Añade que de Artenara se puede acceder a Agaete pero advierte que para esta excursión se necesita guía. 6. A las Cumbres. Señala que se toma el sendero que accede al Paso de la Cueva Grande y que se sube la loma que divide los barrancos de los Chorros y de la Lechucilla desde donde se puede apreciar una hermosa vista que abarca desde San Mateo hasta Las Palmas. Señala que en el camino existe una cruz que indica el lugar donde murió un hombre congelado. Añade que se coge el barranco de la Lechucilla, se cruza la corriente del mismo y se llega a una cima que separa dicho barranco del barranco del Rodeo, de donde se contempla una hermosa vista, luego se continua por un sendero por dicha loma, por el lado izquierdo de una montaña de arena volcánica, se pasa entre la cima de dicha montaña y el roque de los Saucillos, y delante se encuentran las Cumbres, coronadas por una cruz en la montaña de la Cruz Santa, sin embargo, comenta que el pico más alto es el Pozo de las Nieves. Informa que “pozo” significa depósito de nieve. Aclara que los que se decanten por ir en mulo deben tomar otra ruta, deben pasar por la parte más alta del barranco del Rodeo, lugar desde donde se puede contemplar una hermosa vista de Telde, para ello deben ascender una montaña y se deja el roque de los Saucillos a la derecha. Ambas rutas conducen al lugar donde se celebra una “fiesta”, pues dos veces al año, al pie de una cruz, se reúnen los lugareños los días de San Pedro y San Juan. 20 XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 21 APRECIACIÓN DE GRAN CANARIA EN LAS DISTINTAS EDICIONES (1889-1932) DE LA OBRA de... XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 Comenta que aquí se cruza el Pico de los Pozos33 y se llega al Paso de la Cueva Grande. Subraya que una vez en la cima no hay dificultad en el moverse de un lado a otro, pues se trata de un valle ondulado de poca profundidad inclinado hacia el barranco de Tejeda. Cita la montaña de la Cruz Santa y el Roque Nublo y apunta que este se puede apreciar desde Tenerife y que tiene una altura de 370 pies. Subraya que se encuentra en un lugar desolado. Alaba a continuación la hermosa vista que se aprecia desde la Cruz de Tejeda. En las ediciones de 1922 a 1932 cambia el orden de toda esta información y la divide en dos seccio-nes: excursiones desde San Mateo y excursiones desde las Lagunetas y solo añade que ya la carretera llega a las Lagunetas y que, aunque existen los cimientos de dicha carretera hasta la Cruz de Tejeda esta es intransitable. En la edición de 1932 añade que dicha carretera se va a unir a la que se va a construir por Lanzarote, Valleseco y Teror. Sur de la Isla desde San Mateo Ediciones 1889-1890 Deja bien claro que la mejor opción para comunicarse desde Las Palmas con Santa Lucía, Tunte y Maspalomas es desde San Mateo. Manifiesta que para ello se asciende a las Cumbres por el barranco de la Higuera y se sigue hacia el sur. Advierte que el viaje es duro, pero que se pueden contemplar unas hermosas vistas de la zona comprendida entre Telde y Maspalomas. Añade que después de una hora de camino se toma el barranco, se pasan unas cuantas casas, se sigue el lecho del barranco dos millas y se llega al barranco de Santa Lucía (sic), donde predomina el almendro y el olivo. En las versiones de 1889 y 1890 describe Santa Lucía, Tunte y Maspalomas. Describe el regreso a San Mateo desde Tunte por el Monte del Gobierno o Pinal, lugar donde predomina el pino34, luego se pasa por el Paso de la Plata y el lugar, donde, según la tradición, apareció la imagen de Santiago y se asciende hacia las Cumbres. Especifica que el Roque Nublo aparece por el este. Detalla que el acceso a San Mateo puede hacerse por Tejeda o por el Valle Seco. Ediciones 1898-1932. Alfred Samler Brown reduce la información del acceso a Santa Lucía, Tunte y Maspalomas desde San Mateo a partir de la edición de 1898. Se limita a resumir lo narrado en las ediciones anteriores. Informa que se accede a Tunte por las Cumbres y el Paso de la Plata, que de Tunte se puede llegar a Mogán por un camino muy duro y que asimismo de Tunte se puede acceder a Maspalomas por Fataga. Asimismo informa que se llega a Santa Lucía por el roque de los Saucillos y las Cumbres y la Caldera de los Marteles y que se desciende por las vueltas de Taidia hasta Santa Lucía. Subraya que se pueden apreciar hermosas vistas en ambas rutas, sobre todo, la que se contempla desde las vueltas de Taidia sobre el barranco de Tirajana. Las Lagunetas A partir de la edición de 1922, cuando llega la carretera, describe el lugar. Manifiesta que está a una altura de 3.890, con población dispersa por las laderas de las montañas, que se han construido terrazas, donde los habitantes cultivan sus productos. Cita cierto número de cuevas donde los lugareños almace-nan el grano y asegura que son reminiscencias de los antiguos canarios. Confiesa que hay mucha niebla sobre todo en invierno. Tejeda Ediciones 1889-1890. Comenta que es una pequeña población con una pensión precaria y subraya que detrás del lugar existe una roca aislada que antiguamente la habitaba el rey de Gáldar en los meses de verano. 33 Se refiere al Pozo de las Nieves. 34 Curiosamente llama al pino con la voz castellana “tea”. Pedro Nolasco Leal Cruz Ediciones 1898-1932. Continúa comentando que es pequeño con pensión precaria. Cita la vista her-mosa del Teide desde la bajada de la Cruz de Tejeda y la del Roque Bentayga. En la ediciones de 1922 a 1932 comenta que durante la Conquista Bentejin (sic) y su esposa Arminda, con unos cuantos canarios, se atrincheraron allí y se defendieron hasta el final. Excursiones desde Tejeda Ediciones 1889-1890. No cita estas excursiones desde este lugar. Ediciones 1898-1932: 1. A la Aldea de San Nicolás. Advierte que es una ruta peligrosa pero que en la Aldea se puede coger un barco hasta Agaete. 2. A Mogán. Confiesa que el lugar por donde pasa la ruta es hermoso pero muy peligroso. 3. A Tirajana por el barranco de la Culata y Roque Nublo cruzando las Cumbres y el Paso de la Plata. Artenara Alfred Samler Brown comenta que se puede llegar al lugar por el barranco desde Agaete. No cita las famosas cuevas en ninguna de las ediciones. 3. Carretera de carruajes al sur de la Isla Ruta de Las Palmas a Jinámar Ediciones 1889-1890. Comenta que el carruaje deja la Alameda en Las Palmas y toma la carretera de Telde, quedando el cementerio protestante a la derecha y detalla que la ruta se ciñe a la costa. Añade que se cruza un túnel y se llega a Ginámar (sic), donde se puede apreciar una gran cantidad de euforbias sobre un terreno volcánico. Señala que existe desde este lugar un camino a Tafira, al Monte Lentiscal y a Santa Brígida, por donde se dice que pueden pasar carruajes Ediciones 1898-1932. La información de las ediciones de 1898 a 1932 es casi parecida: Señala que se parte del Puente de Piedra, se sube por el Ayuntamiento y se coge la carretera a Telde, se deja el cementerio protestante a la derecha y se bordea la costa, ahora con plantaciones de plátanos, hasta llegar a Jinámar. Jinámar Ediciones 1889-1890. Cita el lugar como zona volcánica, donde medra la “Euphorbia canariensis”. Ediciones 1898-1932. Señala que se trata de un grupo de casas debajo de la Gran Caldera, delimitado por un extenso suelo volcánico por un lado y por el otro por una montaña de picón. Comenta que, a pesar de su entorno volcánico, se puede conseguir piedra caliza cerca del pueblo y que desde allí parten caminos hacia Tafira y la Atalaya. Añade que en las cercanías se encuentra la Cima del Gallego. Telde Ediciones 1889-1890. Comenta que es una población con apariencia oriental y con muchos palmerales. Manifiesta que para su entrada se cruza el barranco por un puente de piedra, que tiene buena fonda que ofrece 22 XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 23 APRECIACIÓN DE GRAN CANARIA EN LAS DISTINTAS EDICIONES (1889-1932) DE LA OBRA de... XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 excelente comida. Añade que al entrar en la ciudad se destaca la iglesia de San Pedro que posee una antigua pila de agua bendita que lleva las letras mayúsculas latinas S: P. Q .R. Cita la finca del conde León y Castillo. Menciona los naranjales del lugar donde se producen las mejores naranjas de Canarias. En todas las versio-nes cita el pueblo de los Llanos, a media milla de Telde; señala que aquí se elaboran cuchillos y menciona la enorme iglesia del lugar. Comenta que existe un camino de herradura a Valsequillo. Ediciones 1898-1932. En las primeras ediciones comenta que un mayor número de turistas visitarían el lugar, si tuviera una fonda mejor y menciona los palmerales, la cúpula moruna de los Llanos y grupos de casas blancas con apariencia oriental y señala que hay otras dos iglesias: San Juan35 y San Pedro. Destaca las escasas lluvias y su buen clima con una brisa refrescante y resalta que el paisaje no es tan atractivo como el del norte de la Isla y alaba el excelente abastecimiento de agua y el ingenio azucarero, con cultivo de caña en sus alrededores e insta al viajero a que dé un paseo por el lecho del barranco de la Higuera Canaria, por los naranjales, los mejores de Canarias, plantados en suelo arenoso. En la versión de 1913 cita que se está construyendo una carretera hasta el valle de la Higuera y hasta Santa Brígida. En la edición de 1922 aconseja al turista a que, como se ha construido la carretera de Telde a Santa Brígida, haga un viaje circular, desde Las Palmas vía Telde, la Atalaya y Santa Brígida. En las ediciones de 1922 a 1932 se cita Melenara donde en la edición de 1922 afirma que existe una estación de radio, información que ya no aparece en la de 1932. En las últimas ediciones de su obra afirma que es una ciudad floreciente. En las ediciones de su obra de 1898 a 1932 describe con profusión la Montaña de las Cuatro Puertas. Gando Ediciones 1889-1890. Lo denomina “Punto Gando”, cerca del cual existe un pequeño fuerte, origi-nariamente construido por Diego García de Herrera en 1466. Ediciones 1898-1932. Comenta que siguiendo por la carretera principal a unos 21 kilómetros parte un ramal, de tierra, a la izquierda, por el que se puede acceder a Maspalomas. Afirma que en Aguatona, que se asemeja a un oasis, se observan algunas palmeras y que, entre este lugar e Ingenio, parte una ruta a la izquierda, adecuada para carruajes, que lleva a la Punta de Gando, donde se encuentran los edificios del lazareto. Hace la siguiente observación: “los pasajeros que vienen de puertos infectados pueden pasar la cua-rentena aquí”. Detalla, por otra parte, que las autoridades podrían haber sido más generosas con el lugar, pues la Bahía de Gando fue nada menos que el lugar en donde los españoles podían comerciar con los naturales antes de la Conquista. Añade que estos permitieron a don Diego de Herrera erigir un fuerte en este lugar en 1466 y que al final fue destruido por los excesos por parte de los conquistadores. En la edición de 1932 se añade que allí existe un aeródromo de “aterrizage” (sic)36. Valsequillo Alfred Samler Brown, a partir de la edición de 1898, cita Valsequillo como lugar de paso para acce-der a la Atalaya desde Telde y comenta que del Charco de la Higuera se puede contemplar una hermosa vista del lugar. En la edición de 1922 añade que tiene gran cantidad de almendros. Ingenio Ediciones 1889-1890. Señala que la ruta al lugar pasa por una zona muy baldía. Comenta que la ca-rretera de carruajes no pasa por la ciudad. Esta queda a una milla. Ediciones 1898-1932. Añade que su nombre se debe a una fábrica de azúcar que existió en el lugar y que existen casas antiguas y detalla que algunas de ellas pueden haber sido construidas por los naturales, 35 Curiosamente no menciona el famoso retablo flamenco. 36 Este va a ser la cuna del moderno aeropuerto actual. Pedro Nolasco Leal Cruz según muestran sus cimientos, pero comenta que podrían haber sido edificadas por los primeros colonos. Añade que un poco más abajo se pasa el barranco de Guayadeque. Agüimes Ediciones 1889-1890. Comenta que es pobre, que la iglesia está sin terminar y que muy cerca se encuentran cuevas con inscripciones fenicias. Ediciones 1898-1932. Subraya que es pobre y que cerca de la ciudad en un barranco se pueden con-templar cierto número de cuevas donde vivieron los antiguos canarios y que aún se pueden encontrar huesos y momias en el lugar. Añade que también se pueden contemplar cuevas en otro barranco. Se cita la Mina, el barranco de la Angosura y el Llano de las Piedras, no lejos de Santa Lucía. Cita asimismo los Letreros, lugar que describe con profusión. Conviene señalar que en las ediciones de 1898 a 1913 habla de Barranco de los Letreros para pasar a denominarlo en las ediciones posteriores Risco de los Letreros (en castellano). En las ediciones de 1922 a 1932 cita el barranco de Valos (sic), la Era del Cardón, la Cuesta de los Cuchillos y el sendero a Sardina por las Mesas de la Burra. Se queja del viento constante en el lugar. Santa Lucía Ediciones 1889-1890. Subraya que está en el barranco de Santa Lucía y que posee castaños, almen-dros y olivos. Cita asimismo palmerales. Ediciones 1898-1932. Comenta que está en un lugar precioso con muchos cultivos, pero que está sucia y llena de pulgas37. Manifiesta que está oculto detrás de un monte y que cerca del lugar se pueden contemplar piedras con inscripciones. Cita las vueltas de Taidía y detalla que en el lugar existía un edificio de forma cir-cular que fue construido con piedras triangulares y que estaba tan bien sostenido que su techo fue utilizado como era, añade que por desgracia fue demolido hace unos años y los propietarios construyeron otra casa utilizando las piedras antiguas y que la han revestido. Cita cuevas en las proximidades. San Bartolomé / Tunte Ediciones 1889-1890. Comenta que al otro lado del barranco, frente a Santa Lucía, se encuentra Tunte, San Bartolomé de Tirajana o Santiago. Señala que el nombre de Santiago se debe a la presencia de una imagen, que ahora se encuentra en la iglesia, que apareció milagrosamente en una cabaña a pocas millas del lugar y que dicha imagen ha obrado muchos milagros. Cita una ruta del lugar a San Mateo y a Maspa-lomas y otra a Mogán y a La Aldea por lugares altamente duros y peligrosos y aconseja que el retorno a Las Palmas se haga por San Mateo. Menciona una caseta circular de época prehispánica. Ediciones 1898-1932. Repite lo referente a la imagen de Santiago y que su fiesta es la más importante del lugar. Subraya que el enorme valle, en el que se encuentra, ha sido considerado cráter y sostiene que quizá lo fue y que muy probablemente fue el centro de los cambios geológicos que, según él, tuvieron lugar en Juan Grande. Cita el Paso de la Plata para acceder a las Cumbres y a San Mateo. Comenta que en la parte alta de la ciudad existe una caseta circular que parece tener origen prehispáni-co, que se encuentra en perfecto estado, que los cimientos son grandes piedras sin tallar y que el diámetro en su interior es de 20 pies. Añade que parece que para su construcción se utilizó barro. Describe asimismo la madera de pino de los dinteles de las puertas así como la arcada y los pilares y compara el edificio con las viejas viviendas circulares de Baldmin Moors en Cornwall (Inglaterra). En las ediciones de 1922 a 1932 elimina esta información para sólo añadir que se llama Casa canaria de las Piedras Lirias, que los cimientos 37 Santa Lucía no se va a librar de este parecer en ninguna de las ediciones a partir de la de 1898. 24 XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 25 APRECIACIÓN DE GRAN CANARIA EN LAS DISTINTAS EDICIONES (1889-1932) DE LA OBRA de... XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 están en buen estado, pero que la antigüedad de la parte superior del edificio es cuestionable. Reitera que se parece a las casas circulares de Baldmin Moors en Cornwall (Inglaterra). Excursiones desde San Bartolomé de Tirajana Ediciones 1889-1890. A Mas Palomas (sic), donde hay un faro y llanuras arenosas llenas de pájaros. Ediciones 1898-1932: 1. Hacia las Cumbres y San Mateo por el Paso de la Plata. Apunta que se pasa por la ermita de Santiago donde se dice que apareció la imagen comentada del santo. En las ediciones de 1922 a 1932 subraya que la fiesta de Santiago es el gran acontecimiento del lugar. 2. A Mogán y continuación a la Aldea de San Nicolás. Advierte que se contemplan bonitas vistas pero que el camino es duro. 3. A las Cumbres por las vueltas de Taidía. Manifiesta que se pasa por Santa Lucía. En las edi-ciones de 1922 a 1932 comenta que se puede visitar la Caldera de los Marteles. 4. A Maspalomas por el barranco de Fataga38. Cita un cementerio y comenta que las vistas son muy hermosas pero que la ruta es escabrosa. De Las Palmas via Agüimes a Mogán El autor, a partir de la edición de 1898, añade una nueva sección que va a denominar: “De Las Pal-mas vía Telde a Carrisal (sic), Juan Grande, Maspalomas, Arguineguín, Mogán y Aldea de San Nicolás o Tejeda, o de Maspalomas vía el barranco de Fatarga (sic) a Tirajana”, hasta la edición de 1913. En la de 1922 la denomina “De Las Palmas vía Agüimes a Juan Grande, Maspalomas, Arguineguín, Mogán y Aldea de San Nicolás o Tejeda, o de Maspalomas vía el barranco de Fataga a Tirajana”; en la de 1932: “De Las Palmas a Arinaga, Juan Grande, Maspalomas y Arguineguín” 39. Hay muchos cambios en las distintas ediciones a partir de la de 1913. Comienza comentando que de-jando la carretera del sur después de pasar Agüimes se llega al Carrizal, un pueblecito con manantial en el barranco de Guayadeque. Especifica que en el lugar hay varias cuevas prehispánicas y que por un camino largo se llega a Arinaga, donde describe salinas y un faro y a Sardina, zona donde abunda la cal. A continu-ación se llega a Juan Grande, desde donde por los Gallegos se puede acceder a Santa Lucía. Asegura que en los Gallegos todavía vive población negra. En las ediciones de 1922 a 1932 asegura que esta población negra mora en la parte baja del barranco de Tirajana. Comenta asimismo que la ruta continúa por un lugar llano donde abundan las euforbias y los balos. Hasta la edición de 1922, nos detalla la formación geológica del lugar con una teoría suya que luego va a eliminar en la edición de 1932. Especifica que la ruta continúa por arenales arrastrados por el viento hasta Maspalomas. Aquí cita el faro y el charco40 y recomienda que para el alojamiento se lleve cartas de presentación41. Reconoce que gran parte del suelo podría ser fértil con la ayuda de manantiales y molinos de agua y comenta que los carruajes podrían llegar hasta allí pero que el traqueteo es horrible, por lo que es preferible caminar o cabalgar. Elimina esta última información en la edición de 1932. Cita Arguneguín donde advierte que no hay pensión. Señala que cerca hay un cementerio prehispánico que ha sido saqueado y que Arguineguín o Alguin Arguin fue el nombre de algún jefe guanche. En las 38 Normalmente utiliza la forma “Fatarga”. 39 Conviene señalar que topónimos tan emblemáticos hoy en día como Vecindario, el Doctoral, Bahía Feliz, San Agustín, Playa del Inglés, Patalavaca, Puerto Rico, Tauro y algunos otros no aparecen citados por Alfred Samler Brown. 40 Alfred Samler Brown utiliza la forma castellana “charco”. 41 El autor, ya en las ediciones de 1889 y 1890 lo hace. Asimismo otros escritores de finales del siglo XIX como René Verneau y Charles Barker recomiendan que para toda esta zona lo mejor es llevar cartas de presentación o de recomendación para personas conocidas del lugar. Pedro Nolasco Leal Cruz ediciones de 1903 a 1910 cita una fábrica de enlatado de atún, que se cerró en 1910. En la edición de 1932 añade que se ha construido una carretera para automóviles de Maspalomas a Arguineguín. En la edición de 1932 comenta que existe un autobús que lleva pasajeros desde Las Palmas a Ar-guineguín. Subraya que de allí se puede ascender hasta Mogán, de donde se puede ir a La Aldea por Veneguera y Tasartico. Mogán Ediciones 1889-1890. En las ediciones de 1889 y 1890 solo señala que desde aquí se puede acceder a La Aldea. Ediciones 1898-1932. Apunta que para acceder al pueblo lo mejor es coger un barco en Arguineguín y desembarcar en el barranco de Mogán. Comenta que Mogán es un pueblo muy pequeño en las montañas y cita una cueva prehispánica de enterramientos. En la edición de 1903 añade que es un lugar perfecto para la pesca de atunes, que llegan a sobrepasar las 500 libras y apunta que para su pesca el mejor cebo es el de caballa o sardina. En la edición de 1932 añade que se cultivan tomates y plátanos en el lugar. Fataga Finalmente comenta que de Maspalomas se puede acceder a Tunte por el barranco de Fataga, que aquí se encuentran acequias y cuevas prehispánicas, algunas inexploradas, que hay manantiales y que es un lugar perfecto para la práctica de la caza de palomas. Añade que a la llegada a Tunte la vista es magnífica ya que se pueden contemplar Santa Lucía, las casas de Taidía y el Paso de la Plata. BIBLIOGRAFÍA BROWN, A. S. (1889). Madeira and the Canary Islands. Sampson Low, Marston, Searle, and Rivington Fetter Lane Fleet Street, E. C: London. BROWN, A. S. (1890). Madeira and the Canary Islands. Sampson Low, Marston, Searle, and Rivington Fetter Lane Fleet Street, E. C: London. BROWN, A. S. (1898). Madeira and the Canary Islands. Sampson Low, Marston, Searle, and Rivington Fetter Lane Fleet Street, E. C: London. BROWN, A. S. (1903). Madeira, Canary Islands and Azores. Simkin, Marshall LTD: London. BROWN, A. S. (1905). Madeira, Canary Islands and Azores. Simkin, Marshall LTD: London. BROWN, A. S. (1908). Madeira, Canary Islands and Azores. Simkin, Marshall LTD: London. BROWN, A. S. (1910). Madeira, Canary Islands and Azores. Simkin, Marshall LTD: London. BROWN, A. S. (1922). Madeira, Canary Islands and Azores. Simkin, Marshall LTD: London. BROWN, A. S. (1927). Madeira, Canary Islands and Azores. Simkin, Marshall LTD: London. BROWN, A. S. (1932). Madeira, Canary Islands and Azores. Simkin, Marshall LTD: London. BROWN, A. S. (2000). Madeira, Islas Canarias y Azores. Introducción de Isabel González Cruz y traducción de Isabel Pascual Febles y Sonia del Carmen Bravo Utrera. Las Palmas de Gran Canaria: Ediciones del Cabildo de Gran Canaria D’ESTE, M. (2009). Viajando por Canarias con una cámara (1909), traducida por Pedro N. Leal Cruz. Editorial Benchomo. GARCÍA PÉREZ, J. L. (1988). Viajeros ingleses en las Islas Canarias durante el siglo XIX. Santa Cruz de Tenerife: Servicio de publicaciones de la Caja General de Ahorros de Canarias.. GONZALEZ LEMUS, N. (1998). Viajeros victorianos en Canarias. Ediciones del Cabildo Insular de Gran Canaria. LEAL CRUZ, P. (2007). “Singularidades de Lanzarote y Fuerteventura dentro del Archipiélago canario según George Glas”, en XII Jornadas de Estudio sobre Lanzarote y Fuerteventura. LEAL CRUZ. P (2009). “Visión de Fuerteventura por cinco escritores de viaje británicos (1884-1911)”. XIV Jornadas de estudio sobre Lanzarote y Fuerteventura. LEAL CRUZ, P. (2010). George Glas. The History of the Discovery and Conquest of the Canary Islands. La Laguna:Servigraf. LEAL CRUZ, P. (2010). George Glas: La historia del descubrimiento y conquista de las Islas Canarias. La Laguna: Servigraf. 26 XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2016, XXI-040, pp. 1-26 |
|
|
|
1 |
|
A |
|
B |
|
C |
|
E |
|
F |
|
M |
|
N |
|
P |
|
R |
|
T |
|
V |
|
X |
|
|
|