LA NATALIDAD LEGIT EVíA
EN LA FORMACION SOCIAL CANARIA:
LAS REPERCUSIONES
DE LA EMIGRACION AMERICANA
JUAN FRANCISCO MARTIN RUIZ
M. DEL CARMEN DIAZ RODRIGUEZ
INTRODUCCION
Con esta comunicación pretendemos demostrar cómo en la formación
social canaria, en particular durante los siglos XVIII, XIX y en gran parte
del XX, el proceso emigratorio americano tuvo grandes repercusiones en el
aumento de la ilegitimidad de los nacimientos. En este sentido, las causas ex-plicativas
del incremento del número de nacimientos ilegítimos, hay que bus-carlas
de un lado, en la interrupción y ruptura de la vida matrimonial, en
plena edad fértil, por emigración del cabeza de familia; y de otro, en el au-mento
del celibato femenino derivado de la enorme sangrfa de varones. Evi-dentemente,
la natalidad ilegítima en las coyunturas de intensa emigración
actúa como compensadora de la reducción de la natalidad global. En efecto,
en tales etapas, no se observa una caída de la misma, porque los nacimientos
ilegítimos ocupan el lugar de las potenciales concepciones legítimas.
En el interior del espacio canario, efectivamente, un diferente compor-tamiento
emigratorio transoceánico, más o menos duradero, entre Canarias
occidentales, de fuerte riada emigratoria desde mediados de los años 40 hasta
los 70, y las Canarias orientales en las que las salidas, menos duraderas, se
dirigieron hacia el vecino continente africano, incide en las distintas pautas
en las concepciones ilegítimas. Asi, la provincia de Santa Cruz de Tenerife
registra una tasa de ilegitimidad mucho más elevada que la de Las Palmas.
Ahora bien, en la formación social canaria el parámetro emigración no
es el único determinante de la ilegitimidad de los nacimientos. Una estructu-ra
de la propiedad de la tierra fuertemente concentrada en pocas manos,
unas relaciones de producción tfpicarnente precapitalistas, con un fuerte pre-dominio
caciquil, son responsables, también, de la importancia de este pro-ceso.
Así, por ejemplo, en particular en la isla de La Gornera, aunque tam-
bién en otros espacios insulares, hemos constatado la existencia de una im-portante
ilegitimidad, debida, no sólo a la intensa emigración, sino también
al predominio de unas estructuras caciquiles.
El Archipiélago canario ha sido considerado, por algunos autores, entre
ellos Livi ~a c c i lc,o mo uno de los espacios de mayor ilegitimidad dentro del
territorio nacional, aunque tampoco hay que olvidar algunas regiones de
fuerte tradición emigratoria y predominio caciquil, tales como Galicia y gran
parte de Andalucía.
Analizaremos la iiegitimidad a partir de los expósitos, en su mayoria ile-gítimos,
desde el siglo XW hasta la presente centuria, y en ésta utilizando el
volumen de nacimientos ilegítimos, obtenidos del I.N.E. diferenciando arn-bas
provincias canarias y sus res-pectivas capitales.
En ciertos períodos, en particular hasta 1935, el alto subregistro consta-tado
en los Registro civiles2, puede incidir en una relativa infravaloración
del monto de los nacimientos ilegítimos.
LAS CASAS CUNA Y EL REGISTRO DE EXPOSITOS
Dada la gran importancia de los expósitos, potencialmente ilegítimos,
se hizo necesaria la creación- de varias Casas Cuna repartidas, sobre todo, en
las dos islas centrales. Este interesante tema aún no ha sido objeto de estu-dio,
aunque se sabe de la existencia temprana de una Cuna de expósitos crea-da
en la ciudad de Las Palmas en 1647 con sede en el Hospital de San Mar-tfn
por auto del provisor D. Pablo Gutiérrez de Sotomayor. El objeto, evi-dentemente,
era recoger a todos los niños de padres desconocidos, expuestos
en las puertas de las casas, hospitales y conventos3. Se ha recogido cierta in-formación
de esta Casa Cuna, la cual emplearemos en este trabajo. Parece
que el bautizo de estos d o s expósitos se realizó en su gran mayoría en la
Iglesia de San Agustín, o al menos se inscribieron en su casi totalidad en su
registro parroquiai. Disponemos de una serie que va desde ei sigio XVii .has-ta
mediados del XM.
J. E Martlír Ruiz - M. del C. Diaz Rodriguez
En las Canarias orientales no sabemos de la existencia de otra Casa
Cuna, aunque es de suponer que alguna institución en las islas de Lanzarote
y Fuerteventura actuara como tal.
En la provincia de Santa Cruz de Tenerife la Cuna de expósitos más an-tigua
se estableció en La Laguna, aunque no sabemos su fecha de apertura.
En marzo de 1827 un vecino de Santa Cruz hizo una donación para crear en
la capital un establecimiento que sirviera para estos propósitos. Dicho esta-blecimiento
se estableció en la calle de la Caleta y parece que hasta 1860 fun-cionó
de forma intermitente. Desde 1852, la Cuna de expósitos se agregó a
la sección de maternidad que se ubicaba en el Hospital de los Desamparados.
Un año después, ambas secciones pasaron a la categoria de provinciales4.
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ULJUL LL IIIUIIILIILV ~ 1 y1 u 1~a ~ a a aL L u A a UL ~~I ILP. LI-, auyauuu ia Larb-goria
de provincial, las de La Laguna, La Orotava, cuyo torno aún se con-serva,
Garachico y Santa Cruz de La Palma, ubicada esta última en el Hospi-tal
de los Dolores, y cuyo funcionamiento llega hasta fechas relativamente
recientes, se consideraron como hijuelas.
En 1936, según proyecto del arquitecto José Marrero y en terrenos ce-didos
gratuitamente por Alvaro Rodriguez López en 1933, se constituyó la
actual Casa Cuna o Jardín Infantil de la Sagrada Familia, atendido por las
hermanas de San Vicente de Paú15.
El registro de los expósitos de Tenerife se realizó en su mayoria, al pa-recer,
en la Parroquia de la Concepción de Santa Cruz, cuya información he-mos
obtenido para un periodo comprendido entre 1775 y 1873, aunque con
algunas lagunas intermedias.
Contamos, igualmente, con los nacimientos ilegítimos de la Parroquia
de Santo Domingo de Las Palmas, desde 1867 hasta 1894. Asisrnismo de
~uerteventurah emos podido obtener la información de Tetir de los naci-mientos
ilegítimos de su Registro civil desde 1871 hasta 1945, fecha en que
se unió a Puerto del Rosario. De este último municipio disponemos de la se-rie
comprendida entre 1896 y 1970.
4. CIORANESCU, A.: Historia de Smrta Cwz de Tentge. Tomo N, Santa C m de Tenerife,
1979. Pie. 79.
5. C~RANESCUA, .: op. cit. Pág. 314.
La nataiidad ifegitima
LA EVOLUCION DEL VOLUMEN DE EXPOSITOS
HASTA EL SIGLO XM
Ya desde el siglo XW, el volumen de expósitos parece ser considera-ble,
aunque la emigración a ultramar todavía, en estas fechas, no fuera muy
importante, pero las características de la sociedad de aquella época: fuerte in-migración,
relaciones sociales fuertemente contrastadas, con una clase domi-nante
muy arraigada, explican tal aseveración.
Como puede apreciarse en el cuadro 1 la proporción de expósitos es re-lativamente
baja en el primer cuarto de siglo, y aumenta hasta alcanzar casi
el 30 por cien del total de nacimientos de 1654 a 1674. Su explicación puede
radicar, posiblemente, en un mejor funcionamiento de la Casa Cuna, creada
2 en tomo a los años 40 de dcha centuria, y a un mejor registro de los expósi- N
tos. Con todo, la proporción de expósitos permanece relativamente elevada E
desde 1675 hasta finales de siglo, toda vez que supone una quinta parte del O
n -
total de nacimientos. =m
O
CUADRO 1
3
Expósitos de la ciudad de Las Palmas durante el siglo X W -
0m
E
Años Nacimientos Expósitos Yo
Fuente: Sánchez Falcdn, Emilia (6).
6. SANCHU FALCON, E.: Euo/a&'n demograyca de Las Palmas. Anuario de Estudios Atlán-ticos,
1964, n" 10. Págs. 299-414.
208
J. F. Martín Ruiz - M. del C. Diaz Rodrkua
Durante buena parte del siglo XVIII el porcentaje de expósitos, en la
Parroquia de San Agustin de Las Palmas, continúa siendo bastante elevado,
tal como se aprecia en el Cuadro 11.
En efecto, el primer tercio del siglo XVIII, continúa la tónica del últi-mo
tercio del XVII, con cerca de una cuarta parte de expósitos sobre el total
de nacimientos. Desde 1735, la proporción cae hasta situarse en una media
del 13 - 14 por cien, hecho que se constata, tanto en la Parroquia de San
Agustín, como en la de la Concepción.
E
Evolución de la proporción de expósitos en la Parroquia de San O
Agustin de Las Palmas y en la Concepción de Santa Cruz n - m
Años Parroquia de S. Agustin P. Concepción
Fuentes: Registros parroquiaies. Elabora4611 propia
La natalidad ilegzha 8
Y ello pese a la coyuntura depresiva de la segunda mitad del siglo
XVIII, y al consiguiente incremento de la emigración americana. Sin embar-go,
pensamos que la evolución de los expósitos, tal vez infravalorada en su
registro, no se corresponde con la proporción de nacimientos ilegítimos, tal
como se constata en la evolución de natalidad ilegftima de La-Laguna. Pues
desde 1770 se aprecia un importante aumento de la misma que llega hasta
1810.
Evolución de la natalidad ilegítima en el municipio de la Laguna
Años Proporción de nacimientos ilegítimos
Fuente: M. Coderch. (7)
Durante el siglo XM la proporción de nacimientos ilegítimos y/o ex-pósitos,
parece incluso que aumenta con respecto a los siglos precedentes,
pese a que la emigración americana se redujo coyunturalmente a principios
de la centuria, como consecuencia de las guerras de la Independencia y de
las pérdidas de las colonias.
7. CODERCH FIGUEROA, M.: EuolunDn de la población de La Lagw entre 1750- 1860. Ins-tituto
de Estudios Canarios, La Laguna, 1975.
210
J. E Marfín Ruiz - Ma del C. Díaz Rodr'guez
CUADRO IV
Evolución de los expósitos y nacimientos ilegitimos en la primera
mitad del siglo XIX
Expósitos Ilegítimos
Años S. Agustfn P.concepción Años La Laguna
Fuentes: Registros parroquiales de San Agustfn y de la Concepción. Elaboración propia.
3
La Laguna: M. Coderch. p. 34.
-
0
m
E
O
Efectivamente, tal como se desprende del cuadro IV la proporción de n
E expósitos y concepciones ilegítimas permanece en cotas bastante elevadas, a
alcanzando casi una cuarta parte del total de nacimientos. A partir de los 2
n
aiíos 30, la crisis depresiva, se deja sentir claramente en un aumento irnpor-tante
de la emigración y por ende en la ilegitimidad. 30
La informición disponible para la segunda mitad del siglo XIX, no es
muy abundante, pero puede perfectamente servir de aproximaci6n ai conoci-miento
del volumen de expósitos y nacimientos ilegítimos.
Conocemos la evolución de los expósitos, bautizados e ingresos en la
Casa Cuna de Las Palmas, asi como la proporción de ilegítimos del munici-pio
de Tetir en Fuerteventura. El monto de expósitos de la Casa Cuna de
Las Palmas lo hemos relacionado con el total de bautismos de Gran Canaria,
porque una buena parte de los ingresos proceden de municipios del interior
de dicha isla. Los porcentajes obtenidos, pese a ser importantes en algunos
momentos, son relativamente bajos en líneas generales, puesto que segura-
La natalidad ilegítima 1 0
mente en algunos municipios de la isla de Gran Canaria existirfan estableci-mientos
dedicados a la recogida de niiios expósitos.
CUADRO V
' Evolución de los expósitos bautizados e ingresos en la Casa Cuna
de Las Palma7 y de 10s nsrLmi~ntorii-l egitLmor de Tetir en Fcefteeefif._?tl) 2
N
Años Expósitos Casa Cuna Bautismos Ilegftimos
Gran Canana Tetir = "m -
E
E
V. Abs. Yo V. Abs. Yo 2
E
- Fuentes: Archivo Parroquid de S. Martín y Registros parroquiales; y Registro Civil a
de Tetir. Etaboraudn propia n
n
0
Si relacionamos el número de expósitos de la ciudad de Las Palmas con
los nacimientos de la misma, la proporción ascendería notablemente, pero el
problema estriba en que no contamos con la información desagregada por
municipios. Llama la atención, en cambio, la baja proporción de ilegitimos
de Tetir desde 1871 hasta 1890, y sobre todo su gran caída posterior. Proba-
~~i1~-in eíiteei, subregistro de esros nacimientos sea la causa explicativa de tal
fenómeno.
J. E Marh Ruiz - Ma del C. Díaz Rodríguez
CUADRO Vi
Evoluci6n de los bautismos legítimos e ilegitimos en la Parroquia de
Santo Domingo de Las Palmas
Afios Bautismos Legítimos Ilegitimos
V. Abs. V. Abs. V. Abs %
-- -.. -. -. --- - - - -. - - - - E
Fuente: Registro Parroquia1 de Santo Domingo. Las Palmas. 2
E
Elaburación Propia =
3
-
0m
Como se aprecia en el cuadro precedente la proporción de ilegítimos si- E
gue siendo baja, no superándose el valor del 3 por cien. Pero los datos de O
,esta parroquia no tienen porqué ser veraces, pues muy bien puede ocurrir n
E que los expósitos ilegítimos se registraran en su casi totalidad en la Parro- -
a
quia de San Agustfn. n
-
En el siglo XX la proporción de exp6sitos parece disminuir de una for-ma
importante, pues los valores nunca superan el 3 por cien, pero ello con-trasta
con una natalidad ilegítima relativamente elevada, en particular, en la
provincia de Santa C m de Tenerife. Esta alta ilegitimidad obedece a la per-sisten&
12 ~ m i p & n cm&cgnc. E! p&$e,n;?n rn&cz !a h& ---- ""I" !."".Y"'-
ción de ilegitimos de las Canarias orientales, cuya emigración hasta la década
de los afios 40 fue tan elevada como la de la provincia occidental.
La natalidad ilegftima 12
Sin embargo, la carencia de información en el primer tercio del siglo
XX, imposibilita analizar el fenómeno en profundidad.
Desde 1940 contamos con series desagregadas para ambas provincias y
sus capitales.
CUADRO vn
Evolución de la proporción de nacimientos ilegítimos en Canarias
orientales, occidentales y en sus respectivas capitales
Años
-
-r m. Las Palmas Capltal PN. de SIC. Capital
Fuente: LNE. Elaboración propia.
La gran emigración americana de la provincia occidental determina los
elevados porcentajes de nacimientos ilegítimos, desde 1945 hasta 1960. Por
cüiitra, las Canarias orkiitaies, cuya emigración se dirigía primorciiabente
hacia el vecino continente africano, con un carácter más temporal, registran
unos fndices de ilegitimidad bastante más reducidos. La explicación de tal di-ferencia
se halla en el distinto comportamiento de uno y otro proceso emi-gratorio.
En efecto, la emigración americana traía consigo la ruptura de las
relaciones matrimoniales y un porcentaje alto de celibato femenino. En cam-bio,
ia emigración ai continente africano, por su proximida4 no implicaba
tales fenómenos de una forma tan intensa.
13 J. F. Martin Ruiz - Ma del C. Dláz Rodríguez
Desde 1960 en ambas provincias los ifidices de ilegitimidad decrecen
bastante, aunque en el periodo 1975-1977, la provincia de Santa Cruz de Te-nerife,
registra una proporción nada despreciable. Ello obedece a la persis-tencia
del fenómeno emigratorio, aunque menos intenso, pero también, al
crecimiento económico, al aumento del nivel de vida, el incremento cultural,
la incorporación, si bien lenta, de la mujer, en particular de las jóvenes, al
mercado de trabajo, su liberación, etc., posibilitan el ascenso reciente de la
ilegitimidad.
LA ELEVADA MORTALIDAD DE LOS EXPOSITOS
Hasta bien avanzada la presente centuria la elevada mortalidad es una
constante histórica. Tiene razón Alvarez Santaló cuando dice: K.. todo expó-sito
es un nifio muerton8, porque la mortalidad de estos niños en las Casas
Cunas poda ascender perfectamente a la mitad e incluso a las dos terceras
partes de los ingresados. Nada menos que el 62 por cien de los ingresados
entre 1839 y 1850 murieron en la Casa Cuna del Hospital de San Martfn.
Hasta 1872, aproximadamente, la mortalidad de los expósitos ascendía
a cerca del 50 por cien. A partir de este momento se produce un descenso
importante, de tal forma que a finales del pasado siglo la proporción se cifra-ba
en torno a una cuarta parte.
En la presente centuria los niveles de mortalidad de los años 40 oscilan
entre el 10 y el 15 por cien del total de ingresados. Y desde la década de los
50, la mortalidad de los expósitos se reduce sobremanera, conforme descien-de
también la motalidad general, hasta alcanzar valores reducidos al 1 por
cien.
8. ALVAREZ SANTALO, L.C.: M#'gmMón soflaly mentalidad en Andairida ocn'dentak Expó-sitos
en SeyiIL (16 13- 19 10). Consejerfa de Cultura de la Junta de Andalucla, Seda, 1980. Págs.
263-278.
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ZS-1S81
J. E Mortin Ruiz - Ma del C. Diaz Rodrkua
CUADRO IX
--
Evolución de los ingresos y de la mortalidad de los expósitos en
Santa Cruz de Tenerife
AAos ingresos Mortalidad
1945 130 14,l
1946 209 17,O
1947 197 1 1,4
1948 20 1 11,2
1949 188 1 1,4
1950 132 10,7 m
1951 118 10,2 D
1952 144 1 1,7 E
1953 154 7,1 O
n
1954 154 7,0 -
=m
1955 161 6 1 O
E
1956 145 38 E
2
1957 101 48 =E
1958 110 5,6
1959 118 3,5 3
1960 116 32 - - 0
1961 97 1,6 m
E
1962 87 04 O
Fuente: A. Cioranescu, op. cit. p. 314 Tomo IV. n
Como se observa en el cuadro precedente hay una reducción sustancial n
de la mortalidad de los expósitos desde 1945 a 1962, año a partir del cual la
mortalidad es prácticamente nula. 3
O
CONCLUSIONES
1) En la formación social canaria el volumen de ninos expósitos e ilegí-timos
ha sido considerable, pese al problable subregistro, durante los siglos
XVIII, XM y en buena parte del XX. El alto nivel de ilegitimidad es conse-cuencia
pm m ladoí de la intensa emigaci6n de varones y de otroj rl- la
existencia de unas relaciones sociales y de producción precapitalistas con un
fuerte predominio caciquil.
La natalidad ilegítima 16
2) Hasta la presente centuria las dos provincias canarias ofrecen similar
proporción de ilegftimos, pero desde los años 40 de la misma, las Canarias
occidentales superan ampliamente los valores que registran las orientales.
Ello es el resultado del diferente comportamiento emigratorio de una y otra
provincia. Efectivamente, en la primera, hasta la década de los años 60, per-siste
la tradicional emigración americana que implica la interrupción de la
vida matrimonial y el aumento del celibato femenino, hechos que favorecen,
como hemos puesto de manifiesto, el incremento de las concepciones ilegíti-mas.
Por el contrario, la provincia de Las Palmas dirige su contingente emi-gratorio,
fundamentalmente, hacia el vecino continente africano. La proxi-midad
del lugar de destino es el determinante de que la ruptura de las rela-ciones
de la pareja sea menos frecuente y, sobre todo, menos duradera.
2 5j Durante las pasadas centurias, la mortalidad de los expósitos alcanza- t. ba proporciones elevadas, superiores, en muchos casos al 50 - 60 por cien E E
del total. Aiui a mediados del presente siglo se cifraba en torno al 10 por
cien, y solamente desde el momento en que el retroceso de la mortalidad ge- E
E
neral es patente, desde los años 50, desciende la mortalidad de los exp6sitos E
2
de manera sustancial hasta registrar, a comienzos de la década de los 60, va- -E
lores exiguos, inferiores al 1 por cien.
3
- -
0
m