EL PUERTO DE SARDINA DE GALDAR
EN T n c C T ~ Tn c v x r v VXI T
Li11 bu0 L > I U L U . J A Y L A V 1
Juan Sebastián Lopez Garcia
Introducción
Por su condición insular, la Historia de Canarias tiene omnipresente el
mar. Los puertos naturales jugaron un enorme papel en el acontecer de las
islas, no sólo centrados en los puertos principales de cada una, sino en los
que podríamos denominar «menores». Cada comarca tuvo su salida hacia
el mar, un puerto que canalizaba su producción agrícola y le servía de
entrada para otros productos. Las mismas crónicas de la conquista
hablan de estas múltiples puertas de la isla, referido a Gran Canaria:
(L.. entre las innumerables dotes con que había sido adornada por la
naturaleza, se hallaba rodeada de cómodas bahías para dar cobijo a las
naves))'.
La Historia marítima de Canarias, que nos pone de manifiesto las
relaciones de estas peñas con el resto del mundo, no sólo se hizo por los
grandes puertos (Santa Cruz de La Palma, Las Palmas de Gran Canaria,
Santa Cruz de Tenerife, etc.), sino que se complementa con otra red de
puertos menores, especializados en una zona determinada. Dentro de este
panorama, el presente trabajo tratará de Sardina, puerto más importante
de la comarca de Cáldar.
Nos centraremos en el papel que jugó en el siglo XV y primera mitad
del siglo XVI. Dentro de las grandes coordenadas históricas de la isla
coincidirá con el momento de lucha por la conquista, la consumación de
ésta y la primer media centuria de colonización. El siglo XIX será otro
momento de verdadera importancia para el puerto, pero ese momento se
nos escapa del presente trabajo.
En los límites cronólogicos que nos ocupa, Sardina no se va a consoli-dar
como núcleo de población, sino que su papel será de puerto. Estará en
función de la entonces Villa de Santiago de los Caballeros de Cáldar.
&&;dar, aiitigüa capiia; de ia isla, tras ia conquista se convierte
1 LOPEZ DEL TORO, José: La conquisra de Gran Canaria en /a »Guarra Década)) del
cronista Alonso de Palencia 1478-1480, en «Anuario de Estudios Atlánticos», nQ 16, Madrid-
Las Palmas, 1970, pág. 34.
en cabecera de esta comarca, siendo la sede de la parroquia matriz y vara
de alcaldía. Las tierras que la rodean serán dedicadas a los nuevos cultivos
comerciales, como la caña de azúcar y consecuentemente se instalarán
ingenios de moler, algunos localizables en La Vega Mayor. Este producto
tenía su salida por el Puerto de Sardina.
Toponimia
Desconocemos el nombre aborígen que tuvo la ensenada, dado que en
los últimos quinientos años ha llevado el actual. La toponimia costera es
eminentemente hispánica, en la mayoría de los casos relativa a accidentes
naturales: Bocabarranco, Caleta de Arriba, Caleta de Abajo, Punta de
Gáldar, El Farallón, etc. Un lusitanismo: La Furnia2. Los topónimos
aborígenes más cercanos son Amagro, la montaña sagrada de la isla
prolorigada hasta el Puerto de Sardina en la Montaña Pelada, y Tirma,
nombre que coincide con otros del mismo nombre de la isla. No tenemos
pues topónimo aborígen para nuestro puerto.
Como estudiaremos, nos encontramos con un topónimo de orígen
portugués, españolizado, dado que en lusitano sería Sardinha. Conoce-
'mos el apellido homónimo, introducido en la isla durante la conquista
pero por vía hispana. Entre los conquistadores se cuenta Diego Sardinaj,
abuelo que será de Amaro Sardina, éste casará en dos ocasiones y tendrá
varios hijos, localizables en Telde y La Vega. Esta vinculación del apellido
Sardina a la comarca de Telde, nos lleva a la hipótesis de que sea el origen
de la localidad de Sardina del Sur (Santa Lucía), que por su carácter
interior poco tendría que ver con el navegante portugués. Sabido es que
de los apellidos instalados en la Ciudad de Telde han surgido numerosos
topónimos del Sur de Gran Canaria: Inglés, Doctoral, Maspalomas,
Cabrón, etc., Sardina del Sur podría ser un caso más de esa regla general.
Con respecto a las grafías, nuestro puerto aparece en los Archivos de
Protocolos de Sevilla con tres variantes: «Sardyna», «Sardina» y por
defecto, en un caso aislado «San Dimaw4.
LORENZO RAMOS, A,: Sobre el léxico regional canario, revista «Rumbos», 2a
etapa, Circulo de Estudios Sociales de Canarias, no 7, Santa Cruz de la Palma-Las Palmas,
1982, pág. 53. Para «furnia», portuguesismo utilizado en Canarias, da los significados de
sima, gruta o socavo que hace el mar. En Galdar se trata de una cueva junto al mar.
1 Datos facilitados por el genealogista D. Miguel RODRIGUEZ DlAZ DE QUIN-TANA.
4 MORALES PADRON, Francisco: Canarias en el Archivo de Prolocolos de Sevilla.
en ((Anuario de Estudios Atlánticos», nQ 7, Madrid-Las Palmas, 1961, págs. 334-35,280,326
y 333.
Puerto de Sardina, papel estralégico en la conquista
La aparición del Puerto de Sardina en la historia esta íntimamente
ligada a las pretensiones portuguesas de conquistar Gran Canaria, incluso
se acepta ese orígen para su nombre. Así lo interpreta Millares Torres:
«Con mayores esperanzas se dirigió la escuadrilla a Gran Canaria, dete-niéndose
frente a las playas de Gáldar, poblado distrito y corte que era de
los guanartemes. Echose el ancla al abrigo de la punta de Sardina, nombre
que se supone le diera el jefe de las tropas lusitanas que así se llamaba ... »5
Puede que de Miralles surja la tradición de derivar el nombre de
Sardina del apellido portugués Sardinha, o que recoja otra tradición
anterior. Lo que sí se desprende de las crónicas, ya no hablamos de
Miralles. es que las primeras referencias a l lugar están vinc~!~rlíias !I
presencia portuguesa. Los probables desembarcos por el Puerto de Sar-dina
y su importancia en el momento de la conquista, están en relación
con su posición estratégica frente a Gáldar, que es la sede de los guanarte-mes
o reyes de la isla.
Este primer episodio en que se hace referencia al Puerto de Sardina está
en relación con Diego de Silva, anterior al desembarco oficial de los castella-nos
en las Isletas, el 24 de junio de 14786. Siguiendo Miralles y descono-ciendo
sus fuentes, las tropas forman una especie de real flotante en La
Bahía de Sardina, desembarcando por la playa de Agumastel y la Caleta
de Vacas.
El convencimiento portugués de la importancia de la comarca de
Gáldar, centro político de Gran Canaria prehispánica, les llevará de
nuevo a las aguas del Puerto de Sardina.
Las tentativas portuguesas se repitieron en varias ocasiones, siempre
dentro de la situación política internacional de conflicto entre ese reino y
el de Castilla:
«Se esforzaban en ocupar esta isla de Canaria tanto el rey de Castilla
como el de Portugal, los que hacían tiempo habían intentado hacerlo,
porque, entre las innumerables dotes con que había sido adornada por la
naturaleza, se hallaba rodeada de cómodas bahías para dar cobijo a las
naves. Aunque bajo el mismo aspecto ambos reyes tenían diversas intencio-nes,
se sabía que ninguno de los dos podría llegar a capturar a los canarios,
pertinaces dueños de aquella isla feliz, para después traerlos a España como
siervos ... Tal empresa fue acometida por los portugueses, pero sin éxito: en
dos o tres expediciones en tiempo del rey Juan de Portugal -el que venrib
5 MILLARES TORRES, Agustin: Historia General de las Islas Canarias, tomo 11,
Edirca. Las Palmas de Gran Canaria, 1977, págs. 119-120.
6 MILLARES, Op. Cit., pág. 120.
en la lucha contra el rey Juan 1 de Castilla y León- ante Canaria, numero-sas
tropas de lusitanos sucumbieron, porque, fiados en sus fuerzas, tuvieron
en menos la astucia de los canarios, pereciendo todos miserablemente en las
trampas del enemigo...^^.
La situación de litigio entra en una mayor tensión al tomar Castilla la
firme decisión de conquista real de Gran Canaria, que en palabras del
cronista Alonso de Palencia ((únicamente la perseverancia en una guerra
futura era para los nuestros la sola esperanza de someter a Canaria)+.
Hacia el año 1478 se va a esclarecer el panorama, dándose los mayores
intentos por ambas partes y que terminarán por favorecer definitivamente
a Castilla:
«Más, después de tantos reveses, cuando en aquellos días los portugue-ses
se preparaban con mayor cautela para dirigirse a la isla de Canaria, se
enteraron de que el rey Fernando había preparado ya una flota para some-ter
la isla a su jurisdicción por derecho de las armas, y al mismo tiempo
desde allí debilitar el poderío de los portugueses que se ajudicaban el seño-río
de toda la navegación por el océano australn9.
En el referido año, ambas coronas enviarán sus expedicioneslO. Doña
Inés Peraza esgrimiría sus argumentos de derecho de conquista sobre la
isla, en su defecto tomaba partido portugués, motivada por el vínculo
familiar con Diego de Silva (su yerno)lI.
Es el cronista Alonso de Palencia el que por primera vez documenta
((puerto de Sardina». Allí pensaban desembarcar los portugueses, tras
acordar alianza con los canarios, frente al enemigo común: Castilla.
«Por entonces veinte naves lusitanas, de las cuales siete iban numeradas,
se empeñaron en desembarcar a sus soldados, con el fin de acabar con los
nuestros gracias a su abrumadora mayoría. Unos mil seiscientos llevaría
aquella flota portuguesa; y creían que les sería en extremo fácil capturar al
reducido número de los nuestros, si llegaban a poner pie en la playa. Para
asegurar más el éxito de su empresa, los portugueses enviaron a los cana-rios
a un conocedor de su idioma, a fin de que estableciera con ellos un
convenio sobre estas bases; en un día y hora determinados desembarcarían
los soldados portugueses llevados al puerto de Sardina, aunque pretendie-ron
estorbárselo las reducidas tropas de Andalucía. Y como era necesario
que unos pocos guardaran los campamentos tan distantes, los canarios en
su totalidad debían esforzarse o en aniquilar aquel pequeño grupo o en
7 LOPEZ DEL TORO, Op. Cit., pág. 341.
8 Ibid.
9 Ibid.
10 Ibíd., pág. 347.
1 1 Ibid., pág. 349.
hacerlos prisioneros, mientras el resto de los que hacían frente a la expedi-ción
lusitana serían abatidos. Había que repartirse por igual entre canarios
.y portugueses el número de prisioneros, para que luego quedara su pose-sión
a seguro en manos de los canarios copartícipes de la victoria)+?.
Portugal aparece una vez mas unido a los orígenes del Puerto de
Sardina. El desembarco lusitano estaba previsto para el día d e San Cristó-bal,
27 de julio de 1478, pero por el mal estado del tiempo no llegó a
materializarse:
«... Como de antemano se temía, aquella flota (portuguesa) lo llenó de
intranquilidad (al Deán Bermúdez), y, en previsión de los futuros aconteci-mientos,
le sirvió de ayuda en sus planes una tempestad que se levantó
entonces. En aquellos serenos días de julio -el 27- bajo el signo de León,
en tal manera se embraveció el mar, precisamente a las horas escogidas por
el enemigo para el desembarco, que apenas si les permitió el trasbordo de
!as naves a !.S !.nchzc. Tampnce E !es rddrdcx !es er8 pmlb!e upreta: !as
armas ni preparar los cañones contra los nuestros, manteniéndose contra la
corriente del mar en las popas de las naves más altas sin correr grave
peligro ...
Agotados, pues, los enemigos por el esfuerzo de intentar en vano el
desembarco, se marcharon a los cinco días, y los canarios se retiraron a sus
escondrijos ...DI)
Hecho histórico tan importante no sólo es reseñado por Alonso de
Palencia, se documenta además en las denominadas crónicas ((Ovetensen,
((Lacunense)) y en la ((Historia de la Conquista de las Siete Yslas de
Canaria» de López de UlloaI4. Los tres textos referidos se repiten en los
mismos términos y con menos detalles que el cronista real Alonso de
Palencia. La ((Ovetense)) lo recoge en su capitulo nueve:
«De cómo fueron de Portugal siete carauelas de armada y del consierto
que hisieron con los canarios para quitar y echar de la ysla los castellanos.
Estando los nuestros con gran contento por tener la ysla casi conquis-tada
y que ya los canarios les auían cobrado miedo, uino una armada de
siete carauelas de Portugal, que las ynbiava el rrey de aquel rreino para que
echasen de la ysla a los nuestros disiendo pertenerserle a él la conquista
dellas y las demás, las quales surjieron en vn puerto del Agaete y allí
tuvieron habla con algunos de los canarios a los quales dieron a entender
que uenían a echar de aquella ysla a sus contraios los castellanos, que
procurasen ayudarles, que no lo perderían y que aquellos yrían a desembar-car
a el puerto de las Ysletas y que yendo los canarios por tierra los cojerían
, 2 3 ' ' 3 ioiu., pág. 35:.
13 Ibíd., págs. 353 y 355.
l 4 MORALES PADRON, Francisco: Canarias: Crónicas de su conquisfa. Ediciones del
Excmo. Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, 1978.
en medio y harían dellos su boluntad acabándolos todos de vna ues, de lo
qual quedaron los canarios legres y contentísimos deseando mucho uerlo ya
executado, de que dieron las gracias a los portugueses estimado sus ofresi-minetos,
aceptándolo y pidiéndoles lo hiziesen luego sin dilación, y les
dieron el rrefresco de carne, leche y qveso y pescado y asi lo hisieron luego a
la uela las carabelas la buelta del puerto de las Ysletas y los canarios se
esparsieron luego por toda la tierra con la alegre nueba para todos y el
consierto hecho; vuo general plaser en toda ella y mucha alegría y todos se
aprestaron para conplir de su parte lo consertado ... 015.
Desde nuestra óptica nos interesa resaltar que se señala la zona, pero
sin concretar «en vn puerto del Agaete)). Lo mismo repite Francisco
López de Ulloa, en su «Capitulo Noueno»lb. En el capítulo diez, la «Lacu-nense)),
de forma aislada determinada «en el puerto de la Gaete»17. Sabe-mos
de la repetición e imprecisión en la cita de datos anteriores, que se
van cambiando. De referirse a un puerto de la zona de Agaete, en un
mementn de poca especificidad toponimica se pasa a concertarlo, de
forma errónea, en Agaete. Por Alonso de Palencia podemos saber que
tras esas imprecisiones está claramente el Puerto de Sardina.
Por varios cauces documentales se conoce la «Torre de Gáldar)). Con
su conocida especial ización~e~l D r. Rumeu de Armas la sitúa en el Puerto
de Sardina:
«Se trata de la construcción, en el momento de la conquista de Gran
Canaria, de la torre de Gáldar, cuya ubicación se impone fijar, sin posible
vacilación, en el puerto de Sardina. Recuérdese que todas las fortalezas de
la conquista se emplazaron en puertos y surgideros para ofensa de las zonas
aledañas, estando a cubierto de cualquier sorpresa y asegurado el aprovi-sionamiento
marítimo ... ~ ' 9 .
Hace el paralelo con los torreones de Rubicón, La Gomera, Gando,
Las Palmas o el cercano de Agaete. Del torreón galdense fue guarda
mayor el antequerano Lorenzo Fernández Padilla, por designación de
Pedro de Vera.
En el casco de la entonces Villa de Santiago de los Caballeros de
Gáldar se localizaba otra torre, identificada con una construcción del
15 Op. Cit., págs. 127-128.
'6 Ibid., págs. 278-279.
17 Ibid., pág. 200.
18 RUMEU DE ARMAS, Antonio: Piraterías y ataques navales contra las islas Cana-rias.
Instituto Jerónimo Zurita (C.S.I.C.), 3 tomos, en 5 vols., Madrid, 1947-1950.
19 RUMEU DE ARMAS, A.: prólogo, en RODRIGUEZ BATLLORI, Francisco y
Antonio, Sardina, puerro del Allantico (Apunres para la hisroria de Gáldar), Madrid, pág.
13.
momento de la conquista y que con posteridad, tras la pacificación, sirve
de campanario del templo20.
Todos los datos y citas reseñadas no hacen sino asignarle un impor-tante
papel estratégico al Puerto de Sardina en los años de la Conquista
de Gran Canaria, período que el Dr. Martín de Guzmán ha denominado
«la Guerra de Canaria)) (1478-1483).
Papel comercial en los siglos XV y XVI
El papel estratégico que juega el Puerto de Sardina en la conquista de
Gran Canaria, centrado principalmente en las pretensiones portuguesas,
cambia de significado al consumarse la ocupación de la isla.
Hemos comentado la importancia de los puertos menores en el Archi-piélago.
Su protagonismo en las fechas aledañas tras la Conquista es
primordia!, por !o 1-e riipnnen er? !as re!ricimes c~mercia!es. Fstm puer-tos
se localizan lógicamente en las cercanías de las poblaciones principales
de la isla, cuando aún no se ha definido la preponderancia absoluta de un
puerto insular. Para Gran Canaria, los puertos que se citan a finales del
siglo XV y principios del XVI son los de las Isletas, Melenara, Caleta y
Sardina. El primero corresponderá a Las Palmas, los restantes a Telde
(Melenara) y Gáldar (La Caleta y Sardina). El Dr. Morales Padrón nos
ha dejado d pertinente comentario:
«Desde el Puerto de las Muelas o de las Nueve Fuentes en Sevilla, Cádiz
y Málaga a veces, salían los barcos que iban en general a las "Yslas de
Canaria" o concretamente a los puertos de las Ysletas, La Caleta, Sardina o
San Dimas, en Gran Canaria, o a La Torre en Tenerife, o a Lanzarote, o a
Fuerteventura. El retorno con productos isleños se efectuaba a "algún
puerto de Andalucía", Flandes o a otros puertos situados en el Mediterra-neo.
En Canarias los navíos demoraban el tiempo necesario para vender y
cargar, siendo corriente hallar que se fije al maestre de la nao los días que
debe permanecer en cada puerto. De acuerdo con esta permanencia
cobrada»*'.
En las relaciones del Archivo de Protocolos de Sevilla, el primer
puerto galdense citado es Caleta, en junio de 149622. Posiblemente se trate
del actual de Caleta de Arriba, aunque tampoco podemos descartar que
sea Caleta de Abajo, más cercano al Puerto de Sardina. Por el referido
protocolo se da opción a Juan de la Mezquita, vecino de Triana y maestre
20 Su presencia dió lugar a la calle de «La Torre», actualmente dedicada a Gumidafe.
2 ' MORALES PADRON, Francisco: Canarias en el Archivo de Protocolos de Sevilla,
pág. 252.
22 Ibíd., págs. 269-270.
del navío ((Sancti Spirituw a ir al dicho puerto, tras su obligada estancia
en el puerto de las Isletas. Como es normativo en este tipo de documento
se reseñan las condiciones de las transacciones comerciales.
A partir del año 1500 el Puerto de Sardina toma el protagonismo de
esta zona de la isla. El 26 de febrero de ese año, el marino Pedro Sánchez,
maestre de la nao «San Pablo)) se obliga a venir desde Sevilla a Lanzarote,
Fuerteventura, Las Isletas y al ((puerto de Sardina, qués en término de
6áldar)+r
En la documentación de la primera mitad del siglo XVI sigue citán-dose
nuestro puerto unido al de Las Isletas, en otras ocasiones se agrega al
de Melenara o Telde. En Gran Canaria es frecuente el binomio Las
Metas-Sardina, aunque queda claro en 1506 la supremacía del Puerto de
Las Palmas. El de Sardina queda como el segundo en importancia de la
isla:
«... y partir luego para las yslas de Canaria, a descargar allí: y c a r g a r en
Grand Canaria y Tenerlfe toda la carga de azúcar e orchilla que le den,
estando 40 días en las yslas, no contándose lo que tarde yr de una parte a
otra; conviene a saber: en el Puerto de la Grand Canaria que se iz de las
Ysletas u Puerto d e S a n Dirnas, y en Tenerife en el Puerto de la Torre ... $4
La documentación referida al Puerto de Sardina en el siglo XVI no es
exclusiva a su relación con Andalucía. Factor importante es el comercio
interno entre islas, principalmente Gran Canaria con Tenerife. En este
sentido, el 26 de diciembre de 1522 se firma un concierto para trasladar
madera desde la isla de Tenerife hasta el puerto de Gáldar. El destino de la
misma era el convento franciscano de San Antonio de Padua de dicha
ciudad25, procedía de lawcaleta de Arautava y otros». Esta Caleta debe
responder al actual Puerto de la Cruz, aún sin definir su topónimo en esa
fecha.
Tenerife será la gran receptora de los barcos cargados en el puerto o el
orígen de los que llegan. Este aspecto, que se perfila desde los primeros
momentos de la colonización quedará como una constante y tendrá un
enorme desarrollo en el siglo XIX. La comarca de Gáldar, por estos
'3 Ibíd., pág. 279
24 Ibid., protocolo número 275, 16 de junio de 1506, págs. 334-335. Las otras citas de
nuestro puerto son: protocolo número 75, de 14 de marzo de 1500 (pág. 280); no 242, de 9 de
julio de 1505 (pág. 326); no 270 jabril? de 1506 (pág. 333).
25 LOBO CABRERA, Manuel: Aspecros artísticos de Gran Canaria en el siglo XVI.
Documentos para su historia, Excma. Mancomunidad de Cabildos de Las Palmas, Plan
Cultural, Las Palmas de Gran Canaria, 1981, págs. 38 y 39.
Hacen el concierto Diego González, maestre de su caravela «San Antom. que estaba
anclada en el Puerto de Las Isletas, con Jerónimo de Pineda, síndico de los monasterios
franciscanos de Canarias. Del documento solo se conserva el extracto. es de la escribanía de
Cristóbal de San Clemente, n.o 736, f. 16.
vínculos, en el que Puerto de Sardina era nexo de unión con Santa Cruz
de Tenerife, va a desarrollar cierta afinidad con la isla tinerfeña a lo largo
de su historia.
Entre los productos de orígen tinerfeño que recalan en el Puerto de
Sardina no sólo está la madera, sino el trigo. Tenerife se convertirá en
granero de la zona. En protocolo de 4 de diciembre de 1523, el mercader
genovés Pedro Juan Leardo concierta con el marinero Juan de Aguirre
(en nombre de Juan Gallego, maestre del navío) para traer 1.200 fanegas
de trigo a la isla de Gran Canaria, así como todo el trigo y cebada de las
tercias reales de SS. MM. El orígen de tales cereales era San Cristóbal de
La Laguna, La Orotava y Garachico. El primer viaje tenía por destino el
((puerto de Sardina, en la isla de Gran Canaria)) y el segundo «Las
I~letas»~6.
Hay un importante aspecto que potencia la dimensión comercial del
Puerto de Sardina en el siglo, se trata de la expansión comercial de la caña
de azúcar. Los cuitivos aprovechan ias ricas tierras de ia comarca, insta-lándose
una serie de ingenios: en El Palmita1 los de Agustín de la Chavega
y los Riveroles, teniendo éstos otro en Ingenio Blanco; el de Mateo Cai-rasco
en Guía; en Gáldar el de Juan de Alemania y más tarde los de
Valerón, Lorenzo de Riverol y Lorenzo Estrella; en Agaete, Antón
Cerezo*'. Nuestro puerto queda entre los de embarque de azúcar, junto
con los de Las Isletas, Melenara y Agaete; los de destino serían Cádiz,
Sevilla, Amberes, Génova y Venecia28.
En 1533 Lorenzo de Riverol y Teodoro Calderín conciertan con Diego
Díaz, maestre de la nao «Santa María de la Misericordia)) para cargar
azúcar con destino a Amberes, entre los puertos de orígen estaba Sar-dina29.
Estas relaciones se estrechaban con la presencia de intermediarios
y exportadores. Sardina sólo será lugar desde donde se expiden los produc-tos,
el centro será la Villa de Santiago de los Caballeros de Gá1da1-30, dado
que en el puerto no habrá núcleo de población. Entre exportadores de
azúcar localizados en Gáldar tenemos a los Sopranis (año 1524), éstos
26 COELLO GOMEZ, Ma Isidra, RODRIGUEZ GONZALEZ, Margarita y PARRI-LLA
LOPEZ. Avelino: Protocolos de Alonso Gufiérrez 1522-1525, Aula de Cultura del
Cabildo de Tenerife -Instituto de Estudios Canarios, Santa Cruz de Tenerife, 1980, pág.
485.
27 CAMACHO Y PEREZ GALDOS, Guillermo: El cultivo de la caña de azúcar y la
industria azucarera, en «Anuario de Estudios Atlánticos», no 7, Madrid-Las Palmas, 1961,
pág. 22.
28 Ibíd., págs. 51 y 55.
30 Así será su denominación a finales del siglo XV y principios del siglo XVI. LOPEZ
GARCIA, Juan Sebastián: Aproximación a la toponimia jacobe-canario-americana: San-tiago
de los Caballeros de Gáldar, en V Coloquio de Historia Canario-Americana, Las
Palmas, 1982.
para facilitar la exportación y colocación del producto azucarero en los
mercados tendrán sus corresponsales en Sevilla y Cádiz, coincidiendo en
este caso con familiares)'.
En definitiva, a lo largo de la primera mitad del siglo XVI, Sardina se
consolida como puerto comercial, en tres vertientes:
- Internacional: Amberes.
- Nacional: Sevilla y Cádiz.
- Interinsular: Tenerife.
Entre los productos de salida, destaca el azúcar, hacia los mercados
extrainsulares y la importación de madera y cereales de Tenerife.
Epílogo
Superado el límite cronológico que nos hemos impuesto en el presente
trabajo, el siglo XIX será de verdadero apogeo para nuestro puerto.
Don Francisco y Don Antonio Rodríguez Batllori, estudiosos del
tema, aportan amplia documentación al respecto32. Siguiendo a estos
autores, el Puerto de Sardina se convertirá en el tercero del Archipiélago,
situado detrás de los de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran
Canaria. Ligado a esta importancia está la creación del Distrito Marítimo
de Gáldar, la declaración de puerto de interés general, el trazado de la
nueva carretera de la ciudad a su puerto, la construcción del muelle y la
erección de la ermita de San Pedro González Telmo.
En el siglo XX ha perdido este carácter, conservando el de pequeño
puerto pesquero, en espera de un refugio. Se consolida como núcleo de
población y centro de veraneo local. El censo de 1981 le asigna 2.053
habitantes de derecho.
Conclusiones
l . Importancia de los puertos menores en la Historia de Canarias.
2. La localización del puerto está en función de Gáldar, que marcará
el papel a jugar por Sardina, dentro de las grandes coordenadas de la
Historia de Canarias.
3. El orígen del topónimo está en relación con las pretensiones portu-guesas
de conquistar la isla de Gran Canaria.
4. Topónimo de orígen portugués, españolizado, derivado ael ar.tr:;-
pónimo Sardinha.
.1i CAMACHO Y PEREZ GALDOS. Op. Cit.. pág. 52.
.;-' RODRIGUEZ SATLLORl, Francisco y Antonio: Sardina, puer!o de! r?rlitii~i.~;
{Apuntes para la hisroria de Gáldar), Ed. Fragua, Madrid, !9iC.
5. No tiene que ver, a niveles toponímicos, con el apellido Sardina
introducido por vía hispana, que posiblemente sí definió a Sardina del
Sur (Santa Lucía, Gran Canaria).
6. Lugar de los pactos de canarios y portugueses el 27 de julio de 1478.
7. Papel estratégico en el momento de la conquista.
8. Se ubica en su costa la «Torre de Gáldar)).
9. Papel comercial tras la conquista y colonización. Comercio inter-nacional,
nacional e interinsular.
10. Segundo puerto de la isla.
1 1. Vínculo con Tenerife.
12. No será núcleo de población hasta el siglo XX.
13. Su auténtica denominación: Puerto de Sardina.