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1374 DEL PÉNDULO AL DILOGGÚN. DIBUJANDO ITINERARIOS RELIGIOSOS FROM PENDULUM TO DILOGGÚN. DRAWING RELIGIOUS ROUTES Grecy Pérez Amores RESUMEN La tradición religiosa de las islas Canarias, marcada por prácticas locales de sanación, adivinación, etc., constituye un elemento vital a la hora de comprender la naturaleza de algunos procesos de afiliación religiosa a las religiones afrocubanas. Entender la temporalidad y otras características de estos itinerarios religiosos en contextos sociales, económicos, culturales, familiares y migratorios nos permitirá la elaboración de mapas conceptuales capaces de dibujar los contornos de las prácticas religiosas actuales. PALABRAS CLAVE: religión afrocubana, itinerarios religiosos, afiliación religiosa, creencias esotéricas. ABSTRACT The religious tradition of the Canary Islands, marked by local practices of healing, divination, etc., constitute a vital element in understanding the nature of some religious affiliation processes to Afro-Cuban religions. Understanding the temporal and others characteristics of these routes religious, within the social, economic, cultural, family and migration will allow the development of concept maps can draw the outlines of the current religious practices. KEYWORDS: Afro-Cuban religion, religious itineraries, religious affiliation, esoteric beliefs. INTRODUCCIÓN Para el desarrollo de una investigación sobre el campo de las conversiones en el universo de las religiones afrocubanas se hace imprescindible definir primero los conceptos a utilizar. No se trata de pensarlas como una excepción sino de comprender que algunas de las nociones utilizadas para estudiar estos procesos no son adecuadas a lo que ocurre con los practicantes de estos cultos. Términos como conversión, asimilación, afiliación o adscripción traen consigo interpretaciones que no se ajustan a su realidad religiosa y dificultan la interpretación coherente de esos complejos procesos. Pueden ser de gran utilidad a la hora de interpretar y analizarlas pero no son suficientes. Son conceptos que implican en muchos casos el paso de una creencia a otra. El tránsito que realiza una persona de una religión a otra, como ocurre con el término conversión donde un converso es definido como una persona que ha abandonado una fe para comenzar su paso por otra. Asimismo considerar el de afiliación que permanece en el horizonte de la familiaridad, donde los miembros se consideran parientes entre sí, hijos con relación de parentesco ritual, sería como elegir un término que solo valdría para religiones donde el parentesco ritual tiene gran protagonismo, llegando a sustituir al sanguíneo y nos lleva a preguntarnos si en realidad esto explica con la misma intensidad este proceso. Este texto propone que el estudio de los procesos religiosos de los practicantes requiere de metodologías capaces de captar la complejidad de estos y señala la dificultad de la utilización de algunos conceptos con los que analizar muchos aspectos de la religiosidad actual. Las religiones afrocubanas están marcadas por grandes dosis de individualidad, interpretación ritual y tolerancia religiosa. Esto conduce a que muchos practicantes no tengan necesariamente que abandonar sus creencias a la hora de formar parte de las mismas, sino que fusionan y conforman una espiritualidad plural capaz de asimilar múltiples credos sin contradicciones ni en la práctica ni en la mente de los creyentes. Por ello resulta necesaria la creación de conceptos capaces de teorizar estos modelos religiosos. Conceptos capaces de abarcar posibilidades y combinaciones plurales del creer que no conduzcan a una jerarquización del mismo. Conceptos como el de itinerarios religiosos Investigadora científica. Universidad de La Laguna. Campus Guajara s/n. 38071. La Laguna. Tenerife. España; Teléfono: +34922317718; Correo electrónico: ysologrecy@hotmail.com Del péndulo al diloggún… 1375 planteado por José Alberto Galván Tudela en una conferencia sobre conversiones religiosas en el XIX Coloquio de Historia Canario-Americana del 2010, que implica la perspectiva del sincretismo constante, la movilidad religiosa y la innovación ritual y que no se vincula a los modelos excluyentes de las religiones universalistas. Asimismo, centrarme en las etnografías de algunos de los practicantes y dar protagonismo a las narrativas individuales sobre los itinerarios religiosos apunta a la hipótesis de que en estas religiones hay grandes dosis de individualidad que deben ser tenidas en cuenta en la interpretación de la construcción de las identidades religiosas en la actualidad. No obstante, hay que señalar que no basta con el seguimiento etnográfico y la comprensión de los procesos. Hay que profundizar en el análisis de estos para explicar porqué y como ocurren. Por otra parte sugiero que la cercanía y el contacto previo con las prácticas de religiosidad popular canaria (curanderismo, participación en festividades patronales, protecciones a maleficios) facilitan la aceptación de las prácticas afrocubanas y que la proliferación de las creencias esotéricas simplifica el proceso de inserción, al representar para muchos creyentes, no son solo un espacio intermedio, sino fronteras sin límites concretos que los practicantes cruzan. El camino que siguen aquellos que quieren iniciarse en las religiones afrocubanas en Canarias les lleva a atravesar complejos procesos de asimilación entre las creencias que ya poseen, aquellas que deben incorporar y otras que pueden surgir en el camino, aunque esto no es ni mucho menos arbitrario. Sin duda alguna hay espacios de conexión que hacen posible este bricolaje. Esto no es una novedad, sin duda es un proceso que está presente en toda conversión, de no ser porque en el camino de hacerse creyente de los cultos afrocubanos no se eliminan todas las antiguas convicciones, sino que se formula un modelo religioso donde la imbricación de credos juega un papel fundamental y es justo en ese eslabón donde las investigaciones deben centrarse. Se pasa de una religión a otra, sí, pero no mediante la negación, sino de la permisión. Por ello no resulta extraño que muchos practicantes conjuguen el crucifijo con la pulsera de Eleggúa, se lean el tarot hoy y mañana los caracoles. No coman carne en semana santa, pero en la fiesta de su santo sacrifiquen un gallo. No es raro que se limpien el aura y organicen la casa según el feng shui, que se relajen con yoga y asistan a talleres budistas. Que bauticen a sus hijos en la iglesia de su barrio y los lleven a quitar el mal de ojo al curandero de siempre. Que escondan sus collares en el trabajo de día y de noche asistan al cumpleaños de Changó en la discoteca. Porque ¿Cómo iba a perderme un toque de tambor? Esta complementariedad hace que no sea tan difícil pasar de limpiarse el aura, que estás tan fatal que ni duermes, de hacer una llamada al programa de TV de la noche del sábado, el que tiene la tienda esa del Puerto de la Cruz, a ver si te dicen qué le pasa a tu novia que te tiene de cabeza con tanto si y no, de llevar un resguardo a raparse la cabeza en una ceremonia yoruba por la que has pagado más de 12.000 euros. En el camino, velas, ángeles guardianes, rezos a san Cipriano y a José Gregorio, sesiones espiritistas, cruces de mayo, cascarilla en la nuca, clases de salsa y un día el prismas de cristal bajo la cama ha sido remplazado por una piedra con ojos de cauri que no para de pedir ron. Tú que nunca tenías más que vino tinto en casa. ¿Qué has estado en esas celebraciones de tu prima que vino de Cuba, tan cambiada y con la cabeza envuelta en un pañuelo blanco? ¿Qué un tío regresó de Venezuela, ahora, con la crisis y se trajo tantas cortes que no puedes explicármelas? La corte malandra, la corte india. Y también está eso de que: …se dice en los medios brujeriles que cuando la santiguadora eleva su mano para curar, haciendo la señal de la cruz al santiguar al enfermo, la sombra de los dedos en la pared representa los cuernos y la cara del diablo…1 Aquí comienza la historia de un creyente de hoy en Canarias. DEFINIENDO CONCEPTOS: DE CONVERSIÓN A ITINERARIOS RELIGIOSOS Las palabras que usamos para definir resultan vitales pues tienen cargas que deben ser tenidas en cuenta a la hora de interpretar la realidad desde los mismos. Un concepto puede determinar una realidad y todo aquello que le rodea. No por gusto se usan nociones como religión y secta para diferenciar aquello que es considerado como religión históricamente verdadera y creencias nuevas de connotaciones generalmente negativas. ¿Hasta qué punto no se trata de conceptos que relatan los XX Coloquio de Historia Canario-Americana 1376 esquemas de pensamiento jerarquizados de un catálogo de religiones, donde las universalistas o mayoritarias tienen prioridad como religiones sobre las otras? Por ello, definir que conceptos son o no satisfactorios a la hora de investigar y comunicar es primario. Términos como Identidad religiosa, conversión o itinerarios religiosos, que intentan narrar, describir y comprender un proceso tan complejo como es la práctica de la regla Osha en las islas Canarias hoy. La identidad nos habla de las características culturales que definen a un individuo indicando su pertenencia y su status, tanto adscrito como adquirido. Este status es a veces excluyente, otras, solo contextual, pero siempre marca un límite. Sin embargo, estas identidades no son fijas ni están tan cerradas como a veces aparentan, sino que están sujetas a procesos de construcción y cambios, en muchos casos, individualmente. Construcción que implica la posibilidad de combinación y fabricación de nuevos y múltiples lindes, con materiales más o menos diversos y teniendo como consecuencia la pluralidad de identidades: madre, venezolana, licenciada, blanca, católica, joven, etc. Se puede ser una funcionaria del Estado en la mañana y en la tarde una tarotista de renombre o una cuidadora de guardería y músico nacionalizada en Canarias que es también una santera, madrina e inmigrante en Cuba. En el caso de las identidades religiosas en contextos multiculturales ocurre igual. Estas pasan por procesos de depuración y sincretismo formando conjuntos de creencias capaces de traer de cabeza al más competente científico social. Se pude ser espiritista, santera, curandera y vidente, a la par que católica y practicar formas de vida ligadas al budismo mientras adoras a la madre tierra. En una entrevista en una tienda esotérica pregunté a la dueña si se considera católica. A lo que respondió contrariada que no se consideraba, era católica. Y cuando pregunté por sus clientes católicos practicantes de Osha, protestó airada. …Los católicos no creen en todos esos santos (…) ¿Acaso sale Yemayá en la Biblia? ¿Hablan de Changó? No son católicos. Ellos practican otras creencias, pero no son católicos verdaderos…2 Nacida en Venezuela, da cursos de psicobiofísica aplicada y de lectura del tarot, mientras su hermana, también propietaria de la tienda y una prestigiosa médium compagina las consultas en la tienda con un popular programa nocturno en el canal local Teidevisión. Ser católico y ser considerado católico no es lo mismo. Como tampoco lo es serlo en Venezuela, que serlo en Brasil, Nigeria, Cuba o en Italia y por supuesto en Canarias. La adscripción y la autoadscripción no siempre se corresponden. El otro ya puede tener un nombre para ti para cuando arribes a sus costas. De ese modo, las identidades religiosas son a veces públicas y otras más privadas. A veces sirven para obtener reconocimiento social, como un Babalawo en La Habana o para reconciliarse con su pasado como uno en Madrid. Otras es para obtener un lugar en la comunidad, como muchos inmigrantes que se hacen bautistas o para beneficiarse del apoyo reconocido de los Evangélicos, como ocurrió a los llegados desde Cuba en las oleadas del Mariel en los años 80 a los EE.UU., que veían en la práctica de los Testigos de Jehová una salida muy provechosa, no solo porque les ayudaban a salir de las cárceles-albergues improvisados por el gobierno para ello, sino porque una vez fuera servían de apoyo psicológico y económico en una nueva vida. Porque una nueva vida era lo que realmente ofrecían. Dejar atrás familia, creencias, miedos, tradiciones y entrar a formar parte de una nueva condición. Un creyente de la verdadera fe. La identidad religiosa, como he dicho, puede ser más de una a la vez. Se puede ser una santera católica que es también palera y médium y que desarrolla prácticas de chamanismo y rastafarianismo y como no, de la New Age. Una entrevistada en la noche de San Juan se ufana en explicarme sus ancestrales y plurales creencias: …vengo de una familia de mujeres con magia (…) mi abuela era curandera en México y mi madre era una vidente con mucho poder (…) a mi me gusta experimentar (…) pienso que el poder de la naturaleza y el de los dioses no está reñido (…) mis santos están acompañados de los ángeles y los tengo juntos cuando les hablo o medito (…) también veo lo que acompaña a cada uno. Mi padrino me llama a veces para que miré (…) tengo el don de ver…3 Del péndulo al diloggún… 1377 Cuando le pregunté cuál era su religión me miró de lo más asombrada y me dijo “…soy católica. Yo creo en Dios…”.4 Por ello, la identidad religiosa es más que el nombre de aquello en lo que crees. Es también el como, el donde y ante quien lo practicas. Por ello, cuando nos enfrentamos al estudio de las religiones hay que hacer una “…aproximación preformativa de las mismas…”.5 No todo está dicho pues una parte importante de las prácticas religiosas poseen gran movilidad y creatividad, lo que tiene que ser tenido en cuenta o nos perderemos por el camino. En una lucha entre lo manifiesto y lo íntimo donde cada cuál hace uso de sus experiencias para juzgar y nombrar, las religiones hacen acto de presencia social. La identidad religiosa asumida individual y socialmente hace visible una religión. Este es el caso de las religiones afrocubanas, como la regla Osha, totalmente asumida hoy por la sociedad canaria, muy alejada del falaz ideal de homogeneidad religiosa católica, aunque esta sigue siendo la religión dominante, pues muchos practicantes de otras religiones se consideran católicos y muchos que no practican ninguna se llaman a sí mismos católicos no practicantes. Pero ¿Podemos hablar de conversión en el caso de religiones como la Osha? ¿Se han convertido los canarios a la santería? y ¿Qué es un converso? Un converso es alguien que, abandonando sus creencias anteriores asume una nueva en un proceso unilineal. Es un concepto excluyente que elimina toda posibilidad de sincretismo, aunque también hay que entender que no existe un único modelo de conversión, sino que cada sociedad puede poseer uno e implica un cambio en el modo en que se mira el mundo y en “…como nos comportamos…”.6 Asimismo es visto como un momento más que un proceso. Una experiencia vivida a veces como una iluminación capaz de borrar el pasado y por lo general de gran intensidad emocional. Puede ser instantánea, única, irracional y te ocurre. No puedes hacer nada ante la vivencia para la que has sido elegido. No puedes elegir. Sin embargo algunos autores no aprueban este modelo vertiginoso y apuestan por otros ritmos de una conversión más graduales y menos pasivos, donde los creyentes van teniendo una comprensión gradual del mensaje divino, acercándose cada vez más a la “verdadera religión”.7 En el caso de una conversión gradual hay que tener en cuenta varios aspectos. La presión social a la que se somete al posible converso, la duración del proceso, la emotividad y la excitación presentes en el mismo, todo apunta a una transformación total que llegará tarde o temprano y será más o menos violenta con su yo anterior. Hay que convertirse en otro. Pero, tanto las tipologías: intelectual, mística, experimental, afectiva, revivificadora o coercitiva8 o los ritmos de conversión gradual: por volición y rendición9 son planteados desde las grandes religiones hegemónicas y exclusivistas y dejan de lado la posibilidad de otras formas del creer, sincréticas y multidimencionales, donde el compromiso no implica en todos los casos, el abandono de las verdades anteriores, como es el caso de la regla Osha y otras religiones afrocubanas. Por ello su uso no es el más indicado. Se requiere de nuevos conceptos capaces de expresar el modo en que los practicantes acceden a estos cultos. No pretendo desacreditar términos o autores, simplemente señalar que metodológicamente es más productivo estudiar estos procesos religiosos teniendo en cuenta la complejidad que los caracteriza, más que la comodidad de asumir los autorizados y verificados, aunque para ello se tenga que usar otros poco compactos, menos experimentados, pero que funcionen. Concepto como el de itinerario religioso, introducido por Galván Tudela10 que no solo entrañaría un proceso continuo sino también multidireccional e individual, que aunque puede ser mas bien descriptivo, sería sin duda el más apropiado para adentrarse en el estudio de religiones como las afrocubanas. Itinerario, del latín iter/ itineris/ itinerarium, es la descripción de un camino, de un recorrido donde se incluye la mención de los lugares, las paradas y los accidentes que hay a lo largo del mismo. La descripción y narración de estos pequeños accidentes representa un elemento primario pues es en ese discurrir donde se centra el concepto. En sus inicios, el vocablo hacía referencia a la red de carreteras del imperio romano, citando las ciudades y parajes importantes de las mismas para luego formar parte del vocabulario de todo viajero. Es el trayecto en una dirección cuyo antónimo podría ser la inactividad y la consumación del viaje, pues la noción de proceso está implícita en el mismo. Un Itinerario implica un proceso inacabado, más o menos continuo que lleva a alguna parte. Un viaje que en este caso no se reduce al mundo interior del practicante, sino que implica también la movilidad física y un cambio en la forma de vida y en la relación con lo que le rodea. Con la iniciación religiosa en estos cultos llegan las jerarquías, las prohibiciones, los viajes rituales, las obligaciones de parentesco ritual y los compromisos con los Orishas. Una carrera de ascenso religioso y peticiones constantes donde el padrino o madrina hacen de maestro y guía espiritual. Un aprendizaje que sale de XX Coloquio de Historia Canario-Americana 1378 las casas de santo, los libros y los parientes implantándose en la red virtual de Internet. Una ruta que no termina con el ascenso en la pirámide de poder, sino que ocupa la existencia de aquel que es coronado y que no niega la posibilidad del contacto con otras formas religiosas. Por ello, definir la conversión a las religiones afrocubanas como un itinerario, un proceso y no como un momento resulta fundamental. En el caso de otros religiosos como los testigos de Jehová, musulmanes o los ortodoxos, entre otros, podemos hablar de que existe una conversión religiosa según los modelos antes expresados en una transformación donde es necesario el abandono de las creencias anteriores y su sustitución por lo nuevo. Sin embargo, cuando se entra11 en estos cultos no hay que abandonar tus antiguas creencias. Hay que acercarse a un modelo de persona, sin duda, aceptar los preceptos y normas y como no, formar parte de un grupo con su jerarquía y sus practicas rituales. Hay que creer en los Orishas, aprender los cultos, respetar a los mayores, asumir compromisos y limitaciones. Es una religión y como todas tiene obligaciones y beneficios. Pero es más. Permite la asimilación de otras creencias dentro de ella. La regla Osha no termina en los Patakkís ni en las libretas de santo. No acaba en la coronación ni en la punta de la pirámide donde el babalawo reina. Se adentra en la santa muerte, en María de Lionza y en los rezos de las curanderas locales. No rechaza el péndulo, el tarot ni los ángeles guardianes. No tiene dudas de llamar a un programa de la TV para que le den una receta que le devuelva la suerte o el amor. Los practicantes de estos cultos acuden a la procesión del silencio en semana santa y hacen sacrificios en los montes. Siguen adorando a la Virgen de su parroquia mientras guardan a sus muertos en calderos y los santos en soperas. Las paradas pueden ser muchas y constantes, la travesía cara y larga, pero sobre todo, no podremos hablar de un final del viaje. Cada creyente tiene su propia hoja de ruta dictada en el tablero de Ifá y la posibilidad de la combinación en el tiempo. Nadie le dirá que no puede adorar al hermano Pedro y seguir con la tradición de llenar las islas Canarias con el Esquisúchil o árbol del hermano Pedro (Bourreria huanita) para hacer la ruta canaria de estos árboles santos. Puede seguir las enseñanzas del yoga de Jesús para comprender las enseñanzas ocultas de los evangelios.12 Acudir a una fiesta Chickaban de la antigua tradición olmeca en una ecoaldea en México.13 Puede perseguir psicofonías o avistamientos de OVNIS y tener el don de la videncia y la mediumnidad. Avanzar en el conocimiento de la psicología o ver las brujas muertas que caminan en el atardecer por la calle Lucas Vega, en La Laguna. Acatar que hay que hacer santo en Cuba o hacerlo en La Gomera. Permanecer con los guerreros o hacerse coronar. Tener imágenes de santos o decidir que eso pertenece al pasado colonial. Vestir trajes ceremoniales con los colores de los Orishas o simplemente cubrirte la cabeza con un pañuelo cuando das esa fiesta del santo, que puede ser una fiesta de tres días o una tranquila cena familiar. No siempre serán bien vistos y pocas veces se pasearan con sus emblemas religiosos en público, pero cuando te los encuentres en las calles de La Laguna a la salida de la oficina del paro, cabizbaja y retraída te mirarán a los ojos con otros ojos para decirte, no como antes un: “…vamos, te invito a un café que te veo decaída…” sino “…Te veo mal, y yo veo mucho. Esa gente con la que andas es muy negativa y te está haciendo un daño (…) Tú ya sabes lo que tienes que hacer (…) Eso no le hace mal a nadie y te ayudará (…) pásate por mi casa y lo hablamos…”.14 DE CAMINO A LA CORONACIÓN Nació hace veinte años y ya lleva tres con los guerreros. Espera su turno para hacerse santo. A él lo ha llamado Oyá. Su experiencia en el campo religioso se limita a ligeros coqueteos con la espiritualidad familiar. Bautizado de niños, ya de mayor apenas va a la iglesia. Velas a la abuela, esa que no para de aparecérsele, rezos para la fiebre, un resguardo o despojos contra el mal de ojo del curandero local “…Somos creyentes, de siempre pero a mi madre no le va eso de los curas (…) aunque ahora vamos a ver a mi prima cada vez que tenemos un problema…”.15 Cuando ella apareció la vida religiosa familiar cambió. Primero su hermano y ahora él ¿Su madre? “…Ella no dice ni si ni no…” aunque la pequeña por ahora no quiere saber nada de santos o restricciones. ¿Te costó comprometerte con los Orishas? “…Todavía me estoy acostumbrando porque es una vida de trabajo y aunque sacas provecho, también tiene muchos sacrificios…”. Este 2013 le espera un viaje a La Habana donde será consagrado por su madrina y cuando regrese tendrá que explicar a sus amigos del Conservatorio porqué no se pide una cerveza en Heraclio Sánchez, como siempre. Tendrá que hacerles entender que no pueden tocarle la cabeza ni besarle en la cara. Que las Del péndulo al diloggún… 1379 pulseras que lleva en la muñeca no son del rastro de Santa Cruz y que a las 12:00 de la noche debe estar en su casa. Y esto es solo el principio. Me cuenta que desde niño tenía contacto con los muertos y en la soledad de su habitación no existía el silencio. “…No es que me diera miedo, pero no es sencillo cuando no sabes lo que te está pasando…”.16 Como a tantos su madre le llevó a despojarse con la santiguadora, la de Los Realejos, la que todos conocen pero ella no pudo ayudarle. Visitó al psicólogo que sonrió y acariciándole la cabeza sugirió que solo quería llamar la atención. Cuando fue mayor de edad se consultó con la tarotista de Diosa del mar, en Las Galletas, se limpió el aura y encendió velas cada noche para alejar a los espíritus pero no descansaba y cada día era más largo que el anterior. Decidió ir a la iglesia los domingos mientras le limpiaban con humo y le rezaban en lenguas que no puede recordar. Llevó talismanes, durmió con la cabeza al poniente y aprendió a vivir con los susurros hasta que apareció la prima con su caótico árbol genealógico y le habló de Orula y de Changó y con unas ramas y unos rezos se llevó las voces. No todas, es cierto, pero muchas de ellas desaparecieron cuando se restregó su cuerpo con esa mezcla de hierbas que guarda en la habitación del patio. Siguió con las pirámides verdes y amarillas bajo la cama, para alejar espíritus y propiciar exorcismos. Que eso tampoco hace mal a nadie, le dice su madrina. Ahora reúne el dinero que le hace falta para la consagración. Y eso que su madrina no le cobra, pero a los santos hay que darles lo que los santos piden y está el viaje, muchos gastos. Aunque de este año no puede pasar. Ya tiene los guerreros, lo suyo le costó porque no estaba seguro de querer estar como su hermano. Su viaje apenas comienza. Él es uno de los muchos que han conocido a Elegguá con la llegada de un pariente extranjero. Ya ha aprendido a cuidar a los guerreros y se prepara para un 2013 espiritual de ceremonias y cambios. Porque habrá cambios. Que pueda mantener sus creencias antiguas, sus tradiciones y costumbres no significa que no deba asumir nuevas rutinas. La entrada en estos cultos implica sacrificios personales de tipo económico, social y espiritual. Tendrá una nueva familia ante la que responder, celebraciones que compartir, promesas que cumplir. El bautizo le dará un nuevo nombre con el que será reconocido por la comunidad religiosa y por el que deberá responder con respeto, pues los dioses lo han elegido para él. Le esperan cambios en su dieta y en su forma de vivir. Se acabó el alcohol, el dormir desnudo o vestir determinados colores. Ya no podrá visitar una vivienda sin tener en cuenta la jerarquía religiosa del que la habita. Y cuando en la soledad de la noche termine la cena tendrá que levantarse, golpear la mesa y hacer alguna cosa antes de recoger su plato, reproduciendo el protocolo que prohíbe recoger tu propio plato, respetando las jerarquías religiosas de las que un día formaras parte. Pero no hace falta que llegue una prima de Cuba o Venezuela. A veces basta con un viaje de vacaciones, un paquete turístico que incluye asistir a un toque de santo, justo una horas antes del brindis en Tropicana. Ella estaba sorprendida cuando la gente empezó a bailar y se sintió mareada. Mira que su madre le advirtió de que solo tomara bebidas embotelladas y ahí estaba con el coco en la mano y bebiendo no se que cosa con el ritmo de los tambores. Allí mismo le dijeron que estaba llamada a hacer santo. Que Yemayá llevaba mucho tiempo esperándola y que le harían un precio especial. Y vaya si fue especial. Todavía recuerda el préstamo en el banco. En unas semanas se va de viaje a Perú a ver las pirámides con un grupo de amigos. Los mismos con los que sale de acampada para observar fenómenos paranormales en la finca La Raya, en Güímar, en el barrio de La Hoya cuando viaja a Tenerife y con los que practica yoga y hace danza para armonizar el cuerpo y el alma. No hay aparentes incompatibilidades en sus creencias y en sus prácticas cuando asiste a los talleres y las charlas de la semana tibetana. Ella vive en La Palma y como muchas palmeras se siente orgullosa de su pasado de magia e inquisición. Su madre le hablaba de su abuela y de como era partera en Los Sauces “… De niña yo quería ser enfermera (…) bueno, ahora se que puedo ayudar a la gente de otros maneras…”.17 Al fin y al cabo “…Toda curandera es, al menos en potencia, una hechicera…”.18 Su plan. Abrir una tienda en cuanto pueda en Los Sauces. …Allí hay muchas santeras pero trabajan en su casa (…) Quiero montar una donde la gente encuentre todo lo que se le ocurra. Es un buen negocio y me gusta el tarot. Este verano he dado un curso muy interesante…19 Me comenta la posibilidad de las franquicias como Sabat, que ya tiene en Barcelona, Granada, Ferrol, Madrid y Tenerife. Si, creo que es un buen plan ¿Por qué no me habrá ocurrido a mí? XX Coloquio de Historia Canario-Americana 1380 ¿Te costó aceptar a los Orishas en tu vida? Me habla de una vida de búsqueda espiritual. De como sentía que algo le faltaba y como intentaba llenar ese agujero con cursos de autoayuda y meditación zen. Entraba al mar y solo allí se sentía completa. Por el camino conoció el templo Hare Krishna en Adeje. Me habla de sus visitas a Los sonidos del Arcóiris, una finca de Vilaflor donde se honra a la madre tierra y se sana el alma con el contacto con la tierra y prácticas de chamanismo y sanación. Y ¿que piensan los Orishas de tanto trasiego espiritual? Se va a la habitación, vuelve con un pequeño objeto en la mano ¿Qué es? “…Es una runa para mejorar la clarividencia. Me ayuda. Por la noche lo pongo bajo la almohada para soñar las respuestas…”.20 Ya en casa busco información sobre la runa: Esta runa permite integrar todos los mundos, las diferentes realidades y planos. Nos saca del problema para encontrar la solución. Sin duda alguna la runa está haciendo su tarea. BUSCANDO RESPUESTAS A LOS ITINERARIOS RELIGIOSOS En Canarias es muy común que las familias acudan a los curanderos para hacer despojos o limpiezas a sus hijos y muchas personas visitan a un tarotista al menos una vez en la vida, en momentos de crisis emocionales o porque son animadas por otras. No voy a entrar en todos los que llaman a los programas de la TV o a los que llevan algún talismán al cuello. Los que se tatúan su ángel guardián en el brazo o los que se ayudan de un buen rezado y compran Adormidera y Reina Luisa en el mercado para los espasmos nerviosos. Que ya se sabe que “…las palabras del santiguado son importantes, ayudan, pero hay que jaser algo más, darle infusión…”.21 Si bien es cierto que no siempre se tiene una entrada fluida en estos cultos y no siempre la mente del practicante está preparada para sacrificar una paloma o tener en su casa un caldero con huesos y clavos, lo cierto es que en el contexto de Canarias el tránsito no suele ser muy traumático. Aunque tampoco podemos decir que se lleva a cabo una práctica pública de los mismos. Se trata de una opción espiritual como muchas otras, una religión más en unas islas donde el catolicismo sigue siendo la religión dominante. No digo que los creyentes pasen de una creencia a otra de modo arbitrario, sino que son capaces de seguir un itinerario multilíneal que los lleva a acercarse a los cultos afrocubanos desde muchas direcciones y que a su vez les permite seguir recorridos paralelos y simultáneos por distintas creencias. Es por ello que prestar atención a los relatos personales resulta un instrumento analítico fundamental. Estas narrativas nos llevan a comprender cada proceso dentro de un contexto concreto y desde su lectura, interpretación y análisis, nos ayuda a definir el fenómeno. Los itinerarios son rutas y como tales pueden ser trazadas. En el caso de los practicantes en Canarias el mapa que se dibuja puede resumirse brevemente así: eventos personales —ofertas religiosas— búsquedas espirituales individuales. Todo ello dentro del contexto de las creencias familiares, las creencias individuales y las locales. Entre estos elementos el creyente transita. Son procesos ligados a eventos que hacen posible el movimiento de las identidades religiosas. Cada uno tendrá su propio punto de partida y trazará un dibujo particular donde se conjugaran credos y practicas diversas, unas más excluyentes que otras, pero donde el practicante de Osha encontrará su espacio. El momento de la experiencia religiosa podrá durar unos días o toda la vida, pero en el mapa de sus creencias ya hay un punto que reza: “…Guanañongo Sanabecondó…”.22 ¿Cómo explicar esta confluencia de creencias? ¿Cómo entender el por qué y el cómo se engarzan dentro de la mente o en la propia práctica, aunque algunas veces estas resulten contradictorias? La unión o encuentro de fragmentos que encajan hasta conformar la práctica religiosa afrocubana en Canarias nos lleva a preguntarnos qué es lo que lo hace posible. Primero hay que entender que no estamos hablando de mezcla arbitraria o de amalgama incoherente. No todo pega con todo. Hay que buscar aquello que hace posible un determinado itinerario religioso en el creyente. Hay prácticas que son fácilmente coherentes unas con otras como el espiritismo, el palomonte, vudú, Chamanismo o candomblé, por ejemplo. Algunas tienen puntos de contacto como las tradiciones de curanderismo, sanación y la Osha. Otras ya no tanto como el budismo, la regla Osha o la fe baha'i. Y las hay que son del todo incompatibles como el judaísmo, el islamismo y el umbanda. El modo en cada cuál construye su propia red de creencias nos lleva a analizar la forma en que encajan unas con otras, temporal, física y mentalmente. En muchas de las entrevistas los creyentes aparentaban una pluralidad espiritual que me hacia preguntarme hasta qué punto era posible esta diversidad. No tanto por el recorrido temporal, que ya es complejo y variado, sino por la coexistencia de creencias que suele darse. Del péndulo al diloggún… 1381 Los ejemplos anteriores expresan este heterogéneo sincretismo. Sin embargo no siempre queda claro el modo en que una creencia se acopla a la otra y el por qué. ¿En qué momento la curandera atrapó al Mfunbe en el caldero? ¿Cuándo los ángeles guardianes se hicieron compatibles con los nikitas? Es en estos espacios compartidos donde debemos buscar la respuesta y desde estos podemos ver que no todas las combinaciones son posibles. Hay una lógica en la selección de las creencias que pasa por los conceptos de magia homeopática y contaminante o simpática, donde la ley de semejanza y la del contagio son fundamentales.23 No tengo a Elegguá sobre el piano, tengo un Elleguá. Cuando lo bañan y le colocan las ofrendas, cuando se pone un avión de madera trabajado por un santero para que se te de un viaje al extranjero usan los principios de la magia homeopática haciendo honor a la ley de semejanza. La curandera cuando reza usa plantas medicinales y como el palero espera la semana santa para recogerlas con más poder. El palero, como el espiritista, trabaja con los muertos. La santiguadora y la santera usan el principio de sustitución, la ley de semejanza y las analogías. Cuando rezo en la iglesia de San Lázaro no rezo “también” a Babalú Ayé. Rezo a Babalú Ayé mientras miró la imagen del santo. Un talismán puede ser una runa, una cruz, una semilla, una llave. Las semillas de huayruro, originarias del Perú y Venezuela que se usan en amuletos para atraer la fortuna, la suerte y la fama son rojas y negras, como las utilizadas para Elegguá. Nadie pisará la paloma del lacito rojo en la acera, porque se sabe que el mal ha sido depositado en el ave mediante el principio de sustitución, como las santiguadoras o los chamanes. El sanador, como el santero, trabajará con ritos, sustancias materiales y formulas verbales. El neopaganismo asume la pluralidad de vidas y con ellos de creencias religiosas. Las velas y las limpiezas con plantas son prácticas comunes en todas las culturas y la New Age con su énfasis en la clarividencia y las canalizaciones mediúmnicas no es contraria a la posesión del santo. La televidencia y el tarot, tan comunes entre los neopaganos, son un importante medio de vida para santeras y paleras. Es importante entonces que no permanezcamos en la mera descripción de los fenómenos y procesos ligados a estos cultos, sino que intentemos comprender por qué hay un Buda en un trono de Osha y sobre todo el por qué hay un Buda y no un Shiva. El camino de la etnografía es vital. Constatar la distancia entre la palabra y el acto. Entre lo que se ve y lo que se hace. Esto conlleva a un seguimiento multisituado capaz de constatar que la practica religiosa varia según el contexto y que un mismo practicante no hace la ceremonia igual en un lugar que en otro, y esto se complica aún más si tenemos en cuenta que una ceremonia es siempre única e irrepetible por la dinámica performática de los rituales.24 CONCLUSIONES Las etnografías deben atender a estos relatos personalizados de tronos, a veces improvisados y otras cuidadosamente encargados a profesionales, donde los viajes interiores se intercalan con problemas financieros o amorosos y las soperas de la vajilla de boda acaban en un misterioso rinconcito del cuarto. Podemos y debemos detenernos en cada una de las pausas o trozos de la trayectoria individual porque es justo desde donde podremos entender el proceso que lleva a las religiones afrocubanas. Un proceso que es constante y que no debe ser considerado una conversión, como expresa el concepto, más afín a las grandes y excluyentes religiones, sino un recorrido de búsqueda constante donde cada uno reestructura la nueva creencia según sus necesidades y vivencias y desde su contexto. No estoy diciendo que se trate de un proceso caótico, sino de un proceso complejo. No es un toma y deja arbitrario sino una construcción constante de la práctica y la creencia de esta religión en movimiento, en constante creatividad e innovación que pasa también por un movimiento físico transnacional.25 Se trata de un proceso continuo de adaptación, sincretismo y bricolaje26 así como de relocalización.27 No estoy diciendo que las religiones como la Osha sean compatibles con todo tipo de creencias. El bautismo o la confirmación resultan rituales de estrecha relación con el catolicismo, del mismo modo que los son los rezos, así como muchas otras prácticas religiosas espiritistas, chamánicas o vinculadas a las llamadas nuevas religiosidades, al tributo a los muertos o a los ancestros. Sin embargo no podemos decir lo mismo de las creencias de musulmanes, ortodoxos o mormones, por ejemplo. Ninguna religión es compatible con todas las formas del creer, es solo que las personas que la practican pueden ser permeadas antes o después por otras, sin necesidad de abandonar muchas de sus prácticas. Nadie tendrá que dejar de acudir al curandero de toda la vida o faltar el domingo a la misa ni tendrá que quitar la pirámide, la que da energías positivas mientras duerme o XX Coloquio de Historia Canario-Americana 1382 dejar de leer el Bardo Thodol. Las imágenes de la abuela, con sus velas y sus vasitos de agua seguirán sobre la repisita del salón. Cuando llegues a ser una santera importante y una yaya de renombre, podrás atender a tus santos y a tus muertos con igual pasión. Podrás incluso comentar mientras una fastidiosa e inexperta antropóloga te graba que “…Yo prefiero a los muertos antes que a los santos (…) me encanta trabajar con los muertos (…) el palo es especial…”28. Y entonces piensas que hay múltiples maneras de convivir con estos cultos. Niveles de cercanía y compromiso que no implican un cambio permanente en la forma de ver y relacionarte con el mundo. ¿Se puede creer solo un poco? ¿Se puede ser un católico que no practica la religión católica? Y en estos casos ¿Se es un creyente? Las investigaciones apuntan a que no solo es posible sino bastante común. No hay que ser monja o cura para creer en Dios. Del mismo modo no hay que iniciarse en Osha para creer en los Orishas. Hay muchos católicos que no han leído la Biblia y no se sienten menos católicos por ello. Y los hay que han estudiado en colegios religiosos y se autodefinen como ateos, aunque que se autodefinan como tales no los hace ateos. Las religiones afrocubanas en Canarias representan un espacio en el que confluyen credos antiguos y contemporáneos. Nacidos en las islas o importados de otros continentes son personalizados por las condiciones particulares y contextuales de cada creyente y por supuesto, de cada casa de santo a la que está ligado, aunque en ocasiones estas se conviertan en verdaderos campos de batallas en una lucha por legitimar prácticas nuevas y sincréticas. Entre estas fronteras los creyentes encuentran su espacio, pero no permanecerán quietos, sino que los franquearán en múltiples direcciones hasta encontrar dónde encajar mejor el crucifijo, la curandera-adivina, la belladona, el estramonio y los hechizos con imágenes de cera. Y, cuando llegue el momento de colocar ese trabajito, lo mejor será dejarlo en la cueva de Satanás, en el muro del Diablo, en san Diego, La Laguna, en la fuente de Guillen en el Ortigal Alto camino hacia La Esperanza o en el famoso bailadero del Escobonal. Allí, justo donde bailaban las brujas que contaba la abuela, junto a las cruces que colocan hoy los viejitos no se notará demasiado, como han empezado a pasar inadvertidos junto a los granos de maíz y velas en los cementerios esos pequeños platitos con berenjena, aceite de comer, azúcar blanca y prieta, todo quemado junto a un ramo de flores y cera derretida. Y es que Canarias es un contexto rico en tradiciones y creencias religiosas donde las religiones afrocubanas han encontrado un nicho desde el que reescribirse. Un santo, un remedio. Así anunciaba el periódico La Opinión del 16 de marzo de este 2012 la venta de pequeñas medallitas de santos y vírgenes por solo 0.10 céntimos más el precio del periódico. Hoy san Cristóbal, para los conductores y viajeros, mañana san Daniel y el próximo jueves san Antonio de Padua, para los que han perdido algo. Y, ella, que ha sido coronada hace poco con Yemayá en Gran Canaria ha corrido al estanco a por las medallitas y dice que se hará una pulsera con todas “…va a quedar preciosa cuando la ponga en el canastillero…”.29 Del péndulo al diloggún… 1383 ANEXO FOTOGRÁFICO FOTOGRAFÍA 1. Trono de Babalú Ayé (San Lázaro) La Laguna. Tenerife. Autora: Grecy Pérez Amores. FOTOGRAFÍA 2. Trono de Changó (Santa Barbara) Arafo. Tenerife. Autora: Grecy Pérez Amores. XX Coloquio de Historia Canario-Americana 1384 FOTOGRAFÍA 3. Exvotos en Museo Anaga. Autora: Grecy Pérez Amores. FOTOGRAFÍA 4. Tienda esotérica en Santa Cruz de Tenerife. Autora: Grecy Pérez Amores. Del péndulo al diloggún… 1385 FOTOGRAFÍA 5. Tiendas y santos en Tenerife. Autora: Grecy Pérez Amores. XX Coloquio de Historia Canario-Americana 1386 BIBLIOGRAFÍA AUGÉ, M. (1988). Dios como objeto. 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Del péndulo al diloggún… 1387 NOTAS 1 GARCÍA BARBUZANO (2001), p. 17. 2 Entrevista a un informante durante trabajo de campo. 3 Entrevista a un informante durante trabajo de campo. 4 Entrevista a un informante durante trabajo de campo. 5 GALVÁN (2011), pp. 116-120. 6 RAMBO (1982), pp. 4-5. 7 MARFÁ I CASTÁN (2009), pp. 157-172; PRAT (1997), pp. 127-177 y BASTIAN (2008,) pp. 19-30. 8 LOFLAND & SKODOVD (1981), pp. 373-385. 9 MARFA I CASTÁN (2009), pp. 157-172. 10 GALVÁN (2010). Sin paginar. 11 Los practicantes usan este término para referirse al primer contacto con los cultos, ya sea para iniciarse o para solicitar los servicios de un practicante. Ello nos hace pensar que para estos entrar a estas religiones no siempre implica un compromiso con estas, sino un beneficio. Muchos entrevistados no aceptan una diferenciación entre creyente y practicante, asumiendo que si crees y acudes a una consulta, haces la ofrenda que te exigen y aceptas las palabras del religioso, ya eres un practicante. Por ello, es importante entender que conceptos como el de conversión, que conlleva un cambio total y excluyente no siempre funcione a la hora de comprender el acceso a estas religiones. 12 PARAMAHANSA (2010), pp. 110-123. 13 INESTA (2010), pp. 81-87. 14 Entrevista a un informante durante trabajo de campo. 15 Entrevista a un informante durante trabajo de campo. 16 Entrevista a un informante durante trabajo de campo. 17 Entrevista a un informante durante trabajo de campo. 18 GARCÍA BARBUZANO (2001), p. 79. 19 Entrevista a un informante durante trabajo de campo. 20 Entrevista a un informante durante trabajo de campo. 21 GARCÍA BARBUZANO (2001), p. 79. 22 TRUJILLO Y MONAGAS (1882), p. 23. 23 FRAZER (1890), pp. 18-73. 24 GALVÁN (2011), pp. 113-129. 25 CORNEJO, CANTÓN DELGADO y BLANES (2009), pp. 2-20, GALVÁN (2008), pp. 1571-1578. Así como de relocalización ROSSBACH (2010), Sin paginar; PÉREZ AMORES (2010), Sin paginar. 26 GALVÁN (2008), pp. 224-232, (2011), p. 123, PÉREZ AMORES (2011), Sin paginar. 27 ROSSBACH (2010), sin paginar; PÉREZ AMORES (2010), Sin paginar. 28 Entrevista a un informante durante trabajo de campo. 29 Entrevista a un informante durante trabajo de campo.
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Título y subtítulo | Del péndulo al diloggún. Dibujando itinerarios religiosos = From pendulum to diloggún. Drawing religious routes |
Autor principal | Pérez Amores, Grecy |
Publicación fuente | XX Coloquio Historia canario - americana |
Numeración | Coloquio 20 |
Sección | Historia social. Multiculturalismo y religiones en Canarias |
Tipo de documento | Congreso y conferencia |
Lugar de publicación | Las Palmas de Gran Canaria |
Editorial | Cabildo Insular de Gran Canaria |
Fecha | 2012 |
Páginas | pp. 1374-1387 |
Materias | Congreso ; Historia ; Canarias ; América ; Religión ; Esoterismo ; Afrocubanos |
Enlaces relacionados | http://coloquioscanariasamerica.casadecolon.com/ |
Copyright | http://biblioteca.ulpgc.es/avisomdc |
Formato digital | |
Tamaño de archivo | 770 KB |
Texto | 1374 DEL PÉNDULO AL DILOGGÚN. DIBUJANDO ITINERARIOS RELIGIOSOS FROM PENDULUM TO DILOGGÚN. DRAWING RELIGIOUS ROUTES Grecy Pérez Amores RESUMEN La tradición religiosa de las islas Canarias, marcada por prácticas locales de sanación, adivinación, etc., constituye un elemento vital a la hora de comprender la naturaleza de algunos procesos de afiliación religiosa a las religiones afrocubanas. Entender la temporalidad y otras características de estos itinerarios religiosos en contextos sociales, económicos, culturales, familiares y migratorios nos permitirá la elaboración de mapas conceptuales capaces de dibujar los contornos de las prácticas religiosas actuales. PALABRAS CLAVE: religión afrocubana, itinerarios religiosos, afiliación religiosa, creencias esotéricas. ABSTRACT The religious tradition of the Canary Islands, marked by local practices of healing, divination, etc., constitute a vital element in understanding the nature of some religious affiliation processes to Afro-Cuban religions. Understanding the temporal and others characteristics of these routes religious, within the social, economic, cultural, family and migration will allow the development of concept maps can draw the outlines of the current religious practices. KEYWORDS: Afro-Cuban religion, religious itineraries, religious affiliation, esoteric beliefs. INTRODUCCIÓN Para el desarrollo de una investigación sobre el campo de las conversiones en el universo de las religiones afrocubanas se hace imprescindible definir primero los conceptos a utilizar. No se trata de pensarlas como una excepción sino de comprender que algunas de las nociones utilizadas para estudiar estos procesos no son adecuadas a lo que ocurre con los practicantes de estos cultos. Términos como conversión, asimilación, afiliación o adscripción traen consigo interpretaciones que no se ajustan a su realidad religiosa y dificultan la interpretación coherente de esos complejos procesos. Pueden ser de gran utilidad a la hora de interpretar y analizarlas pero no son suficientes. Son conceptos que implican en muchos casos el paso de una creencia a otra. El tránsito que realiza una persona de una religión a otra, como ocurre con el término conversión donde un converso es definido como una persona que ha abandonado una fe para comenzar su paso por otra. Asimismo considerar el de afiliación que permanece en el horizonte de la familiaridad, donde los miembros se consideran parientes entre sí, hijos con relación de parentesco ritual, sería como elegir un término que solo valdría para religiones donde el parentesco ritual tiene gran protagonismo, llegando a sustituir al sanguíneo y nos lleva a preguntarnos si en realidad esto explica con la misma intensidad este proceso. Este texto propone que el estudio de los procesos religiosos de los practicantes requiere de metodologías capaces de captar la complejidad de estos y señala la dificultad de la utilización de algunos conceptos con los que analizar muchos aspectos de la religiosidad actual. Las religiones afrocubanas están marcadas por grandes dosis de individualidad, interpretación ritual y tolerancia religiosa. Esto conduce a que muchos practicantes no tengan necesariamente que abandonar sus creencias a la hora de formar parte de las mismas, sino que fusionan y conforman una espiritualidad plural capaz de asimilar múltiples credos sin contradicciones ni en la práctica ni en la mente de los creyentes. Por ello resulta necesaria la creación de conceptos capaces de teorizar estos modelos religiosos. Conceptos capaces de abarcar posibilidades y combinaciones plurales del creer que no conduzcan a una jerarquización del mismo. Conceptos como el de itinerarios religiosos Investigadora científica. Universidad de La Laguna. Campus Guajara s/n. 38071. La Laguna. Tenerife. España; Teléfono: +34922317718; Correo electrónico: ysologrecy@hotmail.com Del péndulo al diloggún… 1375 planteado por José Alberto Galván Tudela en una conferencia sobre conversiones religiosas en el XIX Coloquio de Historia Canario-Americana del 2010, que implica la perspectiva del sincretismo constante, la movilidad religiosa y la innovación ritual y que no se vincula a los modelos excluyentes de las religiones universalistas. Asimismo, centrarme en las etnografías de algunos de los practicantes y dar protagonismo a las narrativas individuales sobre los itinerarios religiosos apunta a la hipótesis de que en estas religiones hay grandes dosis de individualidad que deben ser tenidas en cuenta en la interpretación de la construcción de las identidades religiosas en la actualidad. No obstante, hay que señalar que no basta con el seguimiento etnográfico y la comprensión de los procesos. Hay que profundizar en el análisis de estos para explicar porqué y como ocurren. Por otra parte sugiero que la cercanía y el contacto previo con las prácticas de religiosidad popular canaria (curanderismo, participación en festividades patronales, protecciones a maleficios) facilitan la aceptación de las prácticas afrocubanas y que la proliferación de las creencias esotéricas simplifica el proceso de inserción, al representar para muchos creyentes, no son solo un espacio intermedio, sino fronteras sin límites concretos que los practicantes cruzan. El camino que siguen aquellos que quieren iniciarse en las religiones afrocubanas en Canarias les lleva a atravesar complejos procesos de asimilación entre las creencias que ya poseen, aquellas que deben incorporar y otras que pueden surgir en el camino, aunque esto no es ni mucho menos arbitrario. Sin duda alguna hay espacios de conexión que hacen posible este bricolaje. Esto no es una novedad, sin duda es un proceso que está presente en toda conversión, de no ser porque en el camino de hacerse creyente de los cultos afrocubanos no se eliminan todas las antiguas convicciones, sino que se formula un modelo religioso donde la imbricación de credos juega un papel fundamental y es justo en ese eslabón donde las investigaciones deben centrarse. Se pasa de una religión a otra, sí, pero no mediante la negación, sino de la permisión. Por ello no resulta extraño que muchos practicantes conjuguen el crucifijo con la pulsera de Eleggúa, se lean el tarot hoy y mañana los caracoles. No coman carne en semana santa, pero en la fiesta de su santo sacrifiquen un gallo. No es raro que se limpien el aura y organicen la casa según el feng shui, que se relajen con yoga y asistan a talleres budistas. Que bauticen a sus hijos en la iglesia de su barrio y los lleven a quitar el mal de ojo al curandero de siempre. Que escondan sus collares en el trabajo de día y de noche asistan al cumpleaños de Changó en la discoteca. Porque ¿Cómo iba a perderme un toque de tambor? Esta complementariedad hace que no sea tan difícil pasar de limpiarse el aura, que estás tan fatal que ni duermes, de hacer una llamada al programa de TV de la noche del sábado, el que tiene la tienda esa del Puerto de la Cruz, a ver si te dicen qué le pasa a tu novia que te tiene de cabeza con tanto si y no, de llevar un resguardo a raparse la cabeza en una ceremonia yoruba por la que has pagado más de 12.000 euros. En el camino, velas, ángeles guardianes, rezos a san Cipriano y a José Gregorio, sesiones espiritistas, cruces de mayo, cascarilla en la nuca, clases de salsa y un día el prismas de cristal bajo la cama ha sido remplazado por una piedra con ojos de cauri que no para de pedir ron. Tú que nunca tenías más que vino tinto en casa. ¿Qué has estado en esas celebraciones de tu prima que vino de Cuba, tan cambiada y con la cabeza envuelta en un pañuelo blanco? ¿Qué un tío regresó de Venezuela, ahora, con la crisis y se trajo tantas cortes que no puedes explicármelas? La corte malandra, la corte india. Y también está eso de que: …se dice en los medios brujeriles que cuando la santiguadora eleva su mano para curar, haciendo la señal de la cruz al santiguar al enfermo, la sombra de los dedos en la pared representa los cuernos y la cara del diablo…1 Aquí comienza la historia de un creyente de hoy en Canarias. DEFINIENDO CONCEPTOS: DE CONVERSIÓN A ITINERARIOS RELIGIOSOS Las palabras que usamos para definir resultan vitales pues tienen cargas que deben ser tenidas en cuenta a la hora de interpretar la realidad desde los mismos. Un concepto puede determinar una realidad y todo aquello que le rodea. No por gusto se usan nociones como religión y secta para diferenciar aquello que es considerado como religión históricamente verdadera y creencias nuevas de connotaciones generalmente negativas. ¿Hasta qué punto no se trata de conceptos que relatan los XX Coloquio de Historia Canario-Americana 1376 esquemas de pensamiento jerarquizados de un catálogo de religiones, donde las universalistas o mayoritarias tienen prioridad como religiones sobre las otras? Por ello, definir que conceptos son o no satisfactorios a la hora de investigar y comunicar es primario. Términos como Identidad religiosa, conversión o itinerarios religiosos, que intentan narrar, describir y comprender un proceso tan complejo como es la práctica de la regla Osha en las islas Canarias hoy. La identidad nos habla de las características culturales que definen a un individuo indicando su pertenencia y su status, tanto adscrito como adquirido. Este status es a veces excluyente, otras, solo contextual, pero siempre marca un límite. Sin embargo, estas identidades no son fijas ni están tan cerradas como a veces aparentan, sino que están sujetas a procesos de construcción y cambios, en muchos casos, individualmente. Construcción que implica la posibilidad de combinación y fabricación de nuevos y múltiples lindes, con materiales más o menos diversos y teniendo como consecuencia la pluralidad de identidades: madre, venezolana, licenciada, blanca, católica, joven, etc. Se puede ser una funcionaria del Estado en la mañana y en la tarde una tarotista de renombre o una cuidadora de guardería y músico nacionalizada en Canarias que es también una santera, madrina e inmigrante en Cuba. En el caso de las identidades religiosas en contextos multiculturales ocurre igual. Estas pasan por procesos de depuración y sincretismo formando conjuntos de creencias capaces de traer de cabeza al más competente científico social. Se pude ser espiritista, santera, curandera y vidente, a la par que católica y practicar formas de vida ligadas al budismo mientras adoras a la madre tierra. En una entrevista en una tienda esotérica pregunté a la dueña si se considera católica. A lo que respondió contrariada que no se consideraba, era católica. Y cuando pregunté por sus clientes católicos practicantes de Osha, protestó airada. …Los católicos no creen en todos esos santos (…) ¿Acaso sale Yemayá en la Biblia? ¿Hablan de Changó? No son católicos. Ellos practican otras creencias, pero no son católicos verdaderos…2 Nacida en Venezuela, da cursos de psicobiofísica aplicada y de lectura del tarot, mientras su hermana, también propietaria de la tienda y una prestigiosa médium compagina las consultas en la tienda con un popular programa nocturno en el canal local Teidevisión. Ser católico y ser considerado católico no es lo mismo. Como tampoco lo es serlo en Venezuela, que serlo en Brasil, Nigeria, Cuba o en Italia y por supuesto en Canarias. La adscripción y la autoadscripción no siempre se corresponden. El otro ya puede tener un nombre para ti para cuando arribes a sus costas. De ese modo, las identidades religiosas son a veces públicas y otras más privadas. A veces sirven para obtener reconocimiento social, como un Babalawo en La Habana o para reconciliarse con su pasado como uno en Madrid. Otras es para obtener un lugar en la comunidad, como muchos inmigrantes que se hacen bautistas o para beneficiarse del apoyo reconocido de los Evangélicos, como ocurrió a los llegados desde Cuba en las oleadas del Mariel en los años 80 a los EE.UU., que veían en la práctica de los Testigos de Jehová una salida muy provechosa, no solo porque les ayudaban a salir de las cárceles-albergues improvisados por el gobierno para ello, sino porque una vez fuera servían de apoyo psicológico y económico en una nueva vida. Porque una nueva vida era lo que realmente ofrecían. Dejar atrás familia, creencias, miedos, tradiciones y entrar a formar parte de una nueva condición. Un creyente de la verdadera fe. La identidad religiosa, como he dicho, puede ser más de una a la vez. Se puede ser una santera católica que es también palera y médium y que desarrolla prácticas de chamanismo y rastafarianismo y como no, de la New Age. Una entrevistada en la noche de San Juan se ufana en explicarme sus ancestrales y plurales creencias: …vengo de una familia de mujeres con magia (…) mi abuela era curandera en México y mi madre era una vidente con mucho poder (…) a mi me gusta experimentar (…) pienso que el poder de la naturaleza y el de los dioses no está reñido (…) mis santos están acompañados de los ángeles y los tengo juntos cuando les hablo o medito (…) también veo lo que acompaña a cada uno. Mi padrino me llama a veces para que miré (…) tengo el don de ver…3 Del péndulo al diloggún… 1377 Cuando le pregunté cuál era su religión me miró de lo más asombrada y me dijo “…soy católica. Yo creo en Dios…”.4 Por ello, la identidad religiosa es más que el nombre de aquello en lo que crees. Es también el como, el donde y ante quien lo practicas. Por ello, cuando nos enfrentamos al estudio de las religiones hay que hacer una “…aproximación preformativa de las mismas…”.5 No todo está dicho pues una parte importante de las prácticas religiosas poseen gran movilidad y creatividad, lo que tiene que ser tenido en cuenta o nos perderemos por el camino. En una lucha entre lo manifiesto y lo íntimo donde cada cuál hace uso de sus experiencias para juzgar y nombrar, las religiones hacen acto de presencia social. La identidad religiosa asumida individual y socialmente hace visible una religión. Este es el caso de las religiones afrocubanas, como la regla Osha, totalmente asumida hoy por la sociedad canaria, muy alejada del falaz ideal de homogeneidad religiosa católica, aunque esta sigue siendo la religión dominante, pues muchos practicantes de otras religiones se consideran católicos y muchos que no practican ninguna se llaman a sí mismos católicos no practicantes. Pero ¿Podemos hablar de conversión en el caso de religiones como la Osha? ¿Se han convertido los canarios a la santería? y ¿Qué es un converso? Un converso es alguien que, abandonando sus creencias anteriores asume una nueva en un proceso unilineal. Es un concepto excluyente que elimina toda posibilidad de sincretismo, aunque también hay que entender que no existe un único modelo de conversión, sino que cada sociedad puede poseer uno e implica un cambio en el modo en que se mira el mundo y en “…como nos comportamos…”.6 Asimismo es visto como un momento más que un proceso. Una experiencia vivida a veces como una iluminación capaz de borrar el pasado y por lo general de gran intensidad emocional. Puede ser instantánea, única, irracional y te ocurre. No puedes hacer nada ante la vivencia para la que has sido elegido. No puedes elegir. Sin embargo algunos autores no aprueban este modelo vertiginoso y apuestan por otros ritmos de una conversión más graduales y menos pasivos, donde los creyentes van teniendo una comprensión gradual del mensaje divino, acercándose cada vez más a la “verdadera religión”.7 En el caso de una conversión gradual hay que tener en cuenta varios aspectos. La presión social a la que se somete al posible converso, la duración del proceso, la emotividad y la excitación presentes en el mismo, todo apunta a una transformación total que llegará tarde o temprano y será más o menos violenta con su yo anterior. Hay que convertirse en otro. Pero, tanto las tipologías: intelectual, mística, experimental, afectiva, revivificadora o coercitiva8 o los ritmos de conversión gradual: por volición y rendición9 son planteados desde las grandes religiones hegemónicas y exclusivistas y dejan de lado la posibilidad de otras formas del creer, sincréticas y multidimencionales, donde el compromiso no implica en todos los casos, el abandono de las verdades anteriores, como es el caso de la regla Osha y otras religiones afrocubanas. Por ello su uso no es el más indicado. Se requiere de nuevos conceptos capaces de expresar el modo en que los practicantes acceden a estos cultos. No pretendo desacreditar términos o autores, simplemente señalar que metodológicamente es más productivo estudiar estos procesos religiosos teniendo en cuenta la complejidad que los caracteriza, más que la comodidad de asumir los autorizados y verificados, aunque para ello se tenga que usar otros poco compactos, menos experimentados, pero que funcionen. Concepto como el de itinerario religioso, introducido por Galván Tudela10 que no solo entrañaría un proceso continuo sino también multidireccional e individual, que aunque puede ser mas bien descriptivo, sería sin duda el más apropiado para adentrarse en el estudio de religiones como las afrocubanas. Itinerario, del latín iter/ itineris/ itinerarium, es la descripción de un camino, de un recorrido donde se incluye la mención de los lugares, las paradas y los accidentes que hay a lo largo del mismo. La descripción y narración de estos pequeños accidentes representa un elemento primario pues es en ese discurrir donde se centra el concepto. En sus inicios, el vocablo hacía referencia a la red de carreteras del imperio romano, citando las ciudades y parajes importantes de las mismas para luego formar parte del vocabulario de todo viajero. Es el trayecto en una dirección cuyo antónimo podría ser la inactividad y la consumación del viaje, pues la noción de proceso está implícita en el mismo. Un Itinerario implica un proceso inacabado, más o menos continuo que lleva a alguna parte. Un viaje que en este caso no se reduce al mundo interior del practicante, sino que implica también la movilidad física y un cambio en la forma de vida y en la relación con lo que le rodea. Con la iniciación religiosa en estos cultos llegan las jerarquías, las prohibiciones, los viajes rituales, las obligaciones de parentesco ritual y los compromisos con los Orishas. Una carrera de ascenso religioso y peticiones constantes donde el padrino o madrina hacen de maestro y guía espiritual. Un aprendizaje que sale de XX Coloquio de Historia Canario-Americana 1378 las casas de santo, los libros y los parientes implantándose en la red virtual de Internet. Una ruta que no termina con el ascenso en la pirámide de poder, sino que ocupa la existencia de aquel que es coronado y que no niega la posibilidad del contacto con otras formas religiosas. Por ello, definir la conversión a las religiones afrocubanas como un itinerario, un proceso y no como un momento resulta fundamental. En el caso de otros religiosos como los testigos de Jehová, musulmanes o los ortodoxos, entre otros, podemos hablar de que existe una conversión religiosa según los modelos antes expresados en una transformación donde es necesario el abandono de las creencias anteriores y su sustitución por lo nuevo. Sin embargo, cuando se entra11 en estos cultos no hay que abandonar tus antiguas creencias. Hay que acercarse a un modelo de persona, sin duda, aceptar los preceptos y normas y como no, formar parte de un grupo con su jerarquía y sus practicas rituales. Hay que creer en los Orishas, aprender los cultos, respetar a los mayores, asumir compromisos y limitaciones. Es una religión y como todas tiene obligaciones y beneficios. Pero es más. Permite la asimilación de otras creencias dentro de ella. La regla Osha no termina en los Patakkís ni en las libretas de santo. No acaba en la coronación ni en la punta de la pirámide donde el babalawo reina. Se adentra en la santa muerte, en María de Lionza y en los rezos de las curanderas locales. No rechaza el péndulo, el tarot ni los ángeles guardianes. No tiene dudas de llamar a un programa de la TV para que le den una receta que le devuelva la suerte o el amor. Los practicantes de estos cultos acuden a la procesión del silencio en semana santa y hacen sacrificios en los montes. Siguen adorando a la Virgen de su parroquia mientras guardan a sus muertos en calderos y los santos en soperas. Las paradas pueden ser muchas y constantes, la travesía cara y larga, pero sobre todo, no podremos hablar de un final del viaje. Cada creyente tiene su propia hoja de ruta dictada en el tablero de Ifá y la posibilidad de la combinación en el tiempo. Nadie le dirá que no puede adorar al hermano Pedro y seguir con la tradición de llenar las islas Canarias con el Esquisúchil o árbol del hermano Pedro (Bourreria huanita) para hacer la ruta canaria de estos árboles santos. Puede seguir las enseñanzas del yoga de Jesús para comprender las enseñanzas ocultas de los evangelios.12 Acudir a una fiesta Chickaban de la antigua tradición olmeca en una ecoaldea en México.13 Puede perseguir psicofonías o avistamientos de OVNIS y tener el don de la videncia y la mediumnidad. Avanzar en el conocimiento de la psicología o ver las brujas muertas que caminan en el atardecer por la calle Lucas Vega, en La Laguna. Acatar que hay que hacer santo en Cuba o hacerlo en La Gomera. Permanecer con los guerreros o hacerse coronar. Tener imágenes de santos o decidir que eso pertenece al pasado colonial. Vestir trajes ceremoniales con los colores de los Orishas o simplemente cubrirte la cabeza con un pañuelo cuando das esa fiesta del santo, que puede ser una fiesta de tres días o una tranquila cena familiar. No siempre serán bien vistos y pocas veces se pasearan con sus emblemas religiosos en público, pero cuando te los encuentres en las calles de La Laguna a la salida de la oficina del paro, cabizbaja y retraída te mirarán a los ojos con otros ojos para decirte, no como antes un: “…vamos, te invito a un café que te veo decaída…” sino “…Te veo mal, y yo veo mucho. Esa gente con la que andas es muy negativa y te está haciendo un daño (…) Tú ya sabes lo que tienes que hacer (…) Eso no le hace mal a nadie y te ayudará (…) pásate por mi casa y lo hablamos…”.14 DE CAMINO A LA CORONACIÓN Nació hace veinte años y ya lleva tres con los guerreros. Espera su turno para hacerse santo. A él lo ha llamado Oyá. Su experiencia en el campo religioso se limita a ligeros coqueteos con la espiritualidad familiar. Bautizado de niños, ya de mayor apenas va a la iglesia. Velas a la abuela, esa que no para de aparecérsele, rezos para la fiebre, un resguardo o despojos contra el mal de ojo del curandero local “…Somos creyentes, de siempre pero a mi madre no le va eso de los curas (…) aunque ahora vamos a ver a mi prima cada vez que tenemos un problema…”.15 Cuando ella apareció la vida religiosa familiar cambió. Primero su hermano y ahora él ¿Su madre? “…Ella no dice ni si ni no…” aunque la pequeña por ahora no quiere saber nada de santos o restricciones. ¿Te costó comprometerte con los Orishas? “…Todavía me estoy acostumbrando porque es una vida de trabajo y aunque sacas provecho, también tiene muchos sacrificios…”. Este 2013 le espera un viaje a La Habana donde será consagrado por su madrina y cuando regrese tendrá que explicar a sus amigos del Conservatorio porqué no se pide una cerveza en Heraclio Sánchez, como siempre. Tendrá que hacerles entender que no pueden tocarle la cabeza ni besarle en la cara. Que las Del péndulo al diloggún… 1379 pulseras que lleva en la muñeca no son del rastro de Santa Cruz y que a las 12:00 de la noche debe estar en su casa. Y esto es solo el principio. Me cuenta que desde niño tenía contacto con los muertos y en la soledad de su habitación no existía el silencio. “…No es que me diera miedo, pero no es sencillo cuando no sabes lo que te está pasando…”.16 Como a tantos su madre le llevó a despojarse con la santiguadora, la de Los Realejos, la que todos conocen pero ella no pudo ayudarle. Visitó al psicólogo que sonrió y acariciándole la cabeza sugirió que solo quería llamar la atención. Cuando fue mayor de edad se consultó con la tarotista de Diosa del mar, en Las Galletas, se limpió el aura y encendió velas cada noche para alejar a los espíritus pero no descansaba y cada día era más largo que el anterior. Decidió ir a la iglesia los domingos mientras le limpiaban con humo y le rezaban en lenguas que no puede recordar. Llevó talismanes, durmió con la cabeza al poniente y aprendió a vivir con los susurros hasta que apareció la prima con su caótico árbol genealógico y le habló de Orula y de Changó y con unas ramas y unos rezos se llevó las voces. No todas, es cierto, pero muchas de ellas desaparecieron cuando se restregó su cuerpo con esa mezcla de hierbas que guarda en la habitación del patio. Siguió con las pirámides verdes y amarillas bajo la cama, para alejar espíritus y propiciar exorcismos. Que eso tampoco hace mal a nadie, le dice su madrina. Ahora reúne el dinero que le hace falta para la consagración. Y eso que su madrina no le cobra, pero a los santos hay que darles lo que los santos piden y está el viaje, muchos gastos. Aunque de este año no puede pasar. Ya tiene los guerreros, lo suyo le costó porque no estaba seguro de querer estar como su hermano. Su viaje apenas comienza. Él es uno de los muchos que han conocido a Elegguá con la llegada de un pariente extranjero. Ya ha aprendido a cuidar a los guerreros y se prepara para un 2013 espiritual de ceremonias y cambios. Porque habrá cambios. Que pueda mantener sus creencias antiguas, sus tradiciones y costumbres no significa que no deba asumir nuevas rutinas. La entrada en estos cultos implica sacrificios personales de tipo económico, social y espiritual. Tendrá una nueva familia ante la que responder, celebraciones que compartir, promesas que cumplir. El bautizo le dará un nuevo nombre con el que será reconocido por la comunidad religiosa y por el que deberá responder con respeto, pues los dioses lo han elegido para él. Le esperan cambios en su dieta y en su forma de vivir. Se acabó el alcohol, el dormir desnudo o vestir determinados colores. Ya no podrá visitar una vivienda sin tener en cuenta la jerarquía religiosa del que la habita. Y cuando en la soledad de la noche termine la cena tendrá que levantarse, golpear la mesa y hacer alguna cosa antes de recoger su plato, reproduciendo el protocolo que prohíbe recoger tu propio plato, respetando las jerarquías religiosas de las que un día formaras parte. Pero no hace falta que llegue una prima de Cuba o Venezuela. A veces basta con un viaje de vacaciones, un paquete turístico que incluye asistir a un toque de santo, justo una horas antes del brindis en Tropicana. Ella estaba sorprendida cuando la gente empezó a bailar y se sintió mareada. Mira que su madre le advirtió de que solo tomara bebidas embotelladas y ahí estaba con el coco en la mano y bebiendo no se que cosa con el ritmo de los tambores. Allí mismo le dijeron que estaba llamada a hacer santo. Que Yemayá llevaba mucho tiempo esperándola y que le harían un precio especial. Y vaya si fue especial. Todavía recuerda el préstamo en el banco. En unas semanas se va de viaje a Perú a ver las pirámides con un grupo de amigos. Los mismos con los que sale de acampada para observar fenómenos paranormales en la finca La Raya, en Güímar, en el barrio de La Hoya cuando viaja a Tenerife y con los que practica yoga y hace danza para armonizar el cuerpo y el alma. No hay aparentes incompatibilidades en sus creencias y en sus prácticas cuando asiste a los talleres y las charlas de la semana tibetana. Ella vive en La Palma y como muchas palmeras se siente orgullosa de su pasado de magia e inquisición. Su madre le hablaba de su abuela y de como era partera en Los Sauces “… De niña yo quería ser enfermera (…) bueno, ahora se que puedo ayudar a la gente de otros maneras…”.17 Al fin y al cabo “…Toda curandera es, al menos en potencia, una hechicera…”.18 Su plan. Abrir una tienda en cuanto pueda en Los Sauces. …Allí hay muchas santeras pero trabajan en su casa (…) Quiero montar una donde la gente encuentre todo lo que se le ocurra. Es un buen negocio y me gusta el tarot. Este verano he dado un curso muy interesante…19 Me comenta la posibilidad de las franquicias como Sabat, que ya tiene en Barcelona, Granada, Ferrol, Madrid y Tenerife. Si, creo que es un buen plan ¿Por qué no me habrá ocurrido a mí? XX Coloquio de Historia Canario-Americana 1380 ¿Te costó aceptar a los Orishas en tu vida? Me habla de una vida de búsqueda espiritual. De como sentía que algo le faltaba y como intentaba llenar ese agujero con cursos de autoayuda y meditación zen. Entraba al mar y solo allí se sentía completa. Por el camino conoció el templo Hare Krishna en Adeje. Me habla de sus visitas a Los sonidos del Arcóiris, una finca de Vilaflor donde se honra a la madre tierra y se sana el alma con el contacto con la tierra y prácticas de chamanismo y sanación. Y ¿que piensan los Orishas de tanto trasiego espiritual? Se va a la habitación, vuelve con un pequeño objeto en la mano ¿Qué es? “…Es una runa para mejorar la clarividencia. Me ayuda. Por la noche lo pongo bajo la almohada para soñar las respuestas…”.20 Ya en casa busco información sobre la runa: Esta runa permite integrar todos los mundos, las diferentes realidades y planos. Nos saca del problema para encontrar la solución. Sin duda alguna la runa está haciendo su tarea. BUSCANDO RESPUESTAS A LOS ITINERARIOS RELIGIOSOS En Canarias es muy común que las familias acudan a los curanderos para hacer despojos o limpiezas a sus hijos y muchas personas visitan a un tarotista al menos una vez en la vida, en momentos de crisis emocionales o porque son animadas por otras. No voy a entrar en todos los que llaman a los programas de la TV o a los que llevan algún talismán al cuello. Los que se tatúan su ángel guardián en el brazo o los que se ayudan de un buen rezado y compran Adormidera y Reina Luisa en el mercado para los espasmos nerviosos. Que ya se sabe que “…las palabras del santiguado son importantes, ayudan, pero hay que jaser algo más, darle infusión…”.21 Si bien es cierto que no siempre se tiene una entrada fluida en estos cultos y no siempre la mente del practicante está preparada para sacrificar una paloma o tener en su casa un caldero con huesos y clavos, lo cierto es que en el contexto de Canarias el tránsito no suele ser muy traumático. Aunque tampoco podemos decir que se lleva a cabo una práctica pública de los mismos. Se trata de una opción espiritual como muchas otras, una religión más en unas islas donde el catolicismo sigue siendo la religión dominante. No digo que los creyentes pasen de una creencia a otra de modo arbitrario, sino que son capaces de seguir un itinerario multilíneal que los lleva a acercarse a los cultos afrocubanos desde muchas direcciones y que a su vez les permite seguir recorridos paralelos y simultáneos por distintas creencias. Es por ello que prestar atención a los relatos personales resulta un instrumento analítico fundamental. Estas narrativas nos llevan a comprender cada proceso dentro de un contexto concreto y desde su lectura, interpretación y análisis, nos ayuda a definir el fenómeno. Los itinerarios son rutas y como tales pueden ser trazadas. En el caso de los practicantes en Canarias el mapa que se dibuja puede resumirse brevemente así: eventos personales —ofertas religiosas— búsquedas espirituales individuales. Todo ello dentro del contexto de las creencias familiares, las creencias individuales y las locales. Entre estos elementos el creyente transita. Son procesos ligados a eventos que hacen posible el movimiento de las identidades religiosas. Cada uno tendrá su propio punto de partida y trazará un dibujo particular donde se conjugaran credos y practicas diversas, unas más excluyentes que otras, pero donde el practicante de Osha encontrará su espacio. El momento de la experiencia religiosa podrá durar unos días o toda la vida, pero en el mapa de sus creencias ya hay un punto que reza: “…Guanañongo Sanabecondó…”.22 ¿Cómo explicar esta confluencia de creencias? ¿Cómo entender el por qué y el cómo se engarzan dentro de la mente o en la propia práctica, aunque algunas veces estas resulten contradictorias? La unión o encuentro de fragmentos que encajan hasta conformar la práctica religiosa afrocubana en Canarias nos lleva a preguntarnos qué es lo que lo hace posible. Primero hay que entender que no estamos hablando de mezcla arbitraria o de amalgama incoherente. No todo pega con todo. Hay que buscar aquello que hace posible un determinado itinerario religioso en el creyente. Hay prácticas que son fácilmente coherentes unas con otras como el espiritismo, el palomonte, vudú, Chamanismo o candomblé, por ejemplo. Algunas tienen puntos de contacto como las tradiciones de curanderismo, sanación y la Osha. Otras ya no tanto como el budismo, la regla Osha o la fe baha'i. Y las hay que son del todo incompatibles como el judaísmo, el islamismo y el umbanda. El modo en cada cuál construye su propia red de creencias nos lleva a analizar la forma en que encajan unas con otras, temporal, física y mentalmente. En muchas de las entrevistas los creyentes aparentaban una pluralidad espiritual que me hacia preguntarme hasta qué punto era posible esta diversidad. No tanto por el recorrido temporal, que ya es complejo y variado, sino por la coexistencia de creencias que suele darse. Del péndulo al diloggún… 1381 Los ejemplos anteriores expresan este heterogéneo sincretismo. Sin embargo no siempre queda claro el modo en que una creencia se acopla a la otra y el por qué. ¿En qué momento la curandera atrapó al Mfunbe en el caldero? ¿Cuándo los ángeles guardianes se hicieron compatibles con los nikitas? Es en estos espacios compartidos donde debemos buscar la respuesta y desde estos podemos ver que no todas las combinaciones son posibles. Hay una lógica en la selección de las creencias que pasa por los conceptos de magia homeopática y contaminante o simpática, donde la ley de semejanza y la del contagio son fundamentales.23 No tengo a Elegguá sobre el piano, tengo un Elleguá. Cuando lo bañan y le colocan las ofrendas, cuando se pone un avión de madera trabajado por un santero para que se te de un viaje al extranjero usan los principios de la magia homeopática haciendo honor a la ley de semejanza. La curandera cuando reza usa plantas medicinales y como el palero espera la semana santa para recogerlas con más poder. El palero, como el espiritista, trabaja con los muertos. La santiguadora y la santera usan el principio de sustitución, la ley de semejanza y las analogías. Cuando rezo en la iglesia de San Lázaro no rezo “también” a Babalú Ayé. Rezo a Babalú Ayé mientras miró la imagen del santo. Un talismán puede ser una runa, una cruz, una semilla, una llave. Las semillas de huayruro, originarias del Perú y Venezuela que se usan en amuletos para atraer la fortuna, la suerte y la fama son rojas y negras, como las utilizadas para Elegguá. Nadie pisará la paloma del lacito rojo en la acera, porque se sabe que el mal ha sido depositado en el ave mediante el principio de sustitución, como las santiguadoras o los chamanes. El sanador, como el santero, trabajará con ritos, sustancias materiales y formulas verbales. El neopaganismo asume la pluralidad de vidas y con ellos de creencias religiosas. Las velas y las limpiezas con plantas son prácticas comunes en todas las culturas y la New Age con su énfasis en la clarividencia y las canalizaciones mediúmnicas no es contraria a la posesión del santo. La televidencia y el tarot, tan comunes entre los neopaganos, son un importante medio de vida para santeras y paleras. Es importante entonces que no permanezcamos en la mera descripción de los fenómenos y procesos ligados a estos cultos, sino que intentemos comprender por qué hay un Buda en un trono de Osha y sobre todo el por qué hay un Buda y no un Shiva. El camino de la etnografía es vital. Constatar la distancia entre la palabra y el acto. Entre lo que se ve y lo que se hace. Esto conlleva a un seguimiento multisituado capaz de constatar que la practica religiosa varia según el contexto y que un mismo practicante no hace la ceremonia igual en un lugar que en otro, y esto se complica aún más si tenemos en cuenta que una ceremonia es siempre única e irrepetible por la dinámica performática de los rituales.24 CONCLUSIONES Las etnografías deben atender a estos relatos personalizados de tronos, a veces improvisados y otras cuidadosamente encargados a profesionales, donde los viajes interiores se intercalan con problemas financieros o amorosos y las soperas de la vajilla de boda acaban en un misterioso rinconcito del cuarto. Podemos y debemos detenernos en cada una de las pausas o trozos de la trayectoria individual porque es justo desde donde podremos entender el proceso que lleva a las religiones afrocubanas. Un proceso que es constante y que no debe ser considerado una conversión, como expresa el concepto, más afín a las grandes y excluyentes religiones, sino un recorrido de búsqueda constante donde cada uno reestructura la nueva creencia según sus necesidades y vivencias y desde su contexto. No estoy diciendo que se trate de un proceso caótico, sino de un proceso complejo. No es un toma y deja arbitrario sino una construcción constante de la práctica y la creencia de esta religión en movimiento, en constante creatividad e innovación que pasa también por un movimiento físico transnacional.25 Se trata de un proceso continuo de adaptación, sincretismo y bricolaje26 así como de relocalización.27 No estoy diciendo que las religiones como la Osha sean compatibles con todo tipo de creencias. El bautismo o la confirmación resultan rituales de estrecha relación con el catolicismo, del mismo modo que los son los rezos, así como muchas otras prácticas religiosas espiritistas, chamánicas o vinculadas a las llamadas nuevas religiosidades, al tributo a los muertos o a los ancestros. Sin embargo no podemos decir lo mismo de las creencias de musulmanes, ortodoxos o mormones, por ejemplo. Ninguna religión es compatible con todas las formas del creer, es solo que las personas que la practican pueden ser permeadas antes o después por otras, sin necesidad de abandonar muchas de sus prácticas. Nadie tendrá que dejar de acudir al curandero de toda la vida o faltar el domingo a la misa ni tendrá que quitar la pirámide, la que da energías positivas mientras duerme o XX Coloquio de Historia Canario-Americana 1382 dejar de leer el Bardo Thodol. Las imágenes de la abuela, con sus velas y sus vasitos de agua seguirán sobre la repisita del salón. Cuando llegues a ser una santera importante y una yaya de renombre, podrás atender a tus santos y a tus muertos con igual pasión. Podrás incluso comentar mientras una fastidiosa e inexperta antropóloga te graba que “…Yo prefiero a los muertos antes que a los santos (…) me encanta trabajar con los muertos (…) el palo es especial…”28. Y entonces piensas que hay múltiples maneras de convivir con estos cultos. Niveles de cercanía y compromiso que no implican un cambio permanente en la forma de ver y relacionarte con el mundo. ¿Se puede creer solo un poco? ¿Se puede ser un católico que no practica la religión católica? Y en estos casos ¿Se es un creyente? Las investigaciones apuntan a que no solo es posible sino bastante común. No hay que ser monja o cura para creer en Dios. Del mismo modo no hay que iniciarse en Osha para creer en los Orishas. Hay muchos católicos que no han leído la Biblia y no se sienten menos católicos por ello. Y los hay que han estudiado en colegios religiosos y se autodefinen como ateos, aunque que se autodefinan como tales no los hace ateos. Las religiones afrocubanas en Canarias representan un espacio en el que confluyen credos antiguos y contemporáneos. Nacidos en las islas o importados de otros continentes son personalizados por las condiciones particulares y contextuales de cada creyente y por supuesto, de cada casa de santo a la que está ligado, aunque en ocasiones estas se conviertan en verdaderos campos de batallas en una lucha por legitimar prácticas nuevas y sincréticas. Entre estas fronteras los creyentes encuentran su espacio, pero no permanecerán quietos, sino que los franquearán en múltiples direcciones hasta encontrar dónde encajar mejor el crucifijo, la curandera-adivina, la belladona, el estramonio y los hechizos con imágenes de cera. Y, cuando llegue el momento de colocar ese trabajito, lo mejor será dejarlo en la cueva de Satanás, en el muro del Diablo, en san Diego, La Laguna, en la fuente de Guillen en el Ortigal Alto camino hacia La Esperanza o en el famoso bailadero del Escobonal. Allí, justo donde bailaban las brujas que contaba la abuela, junto a las cruces que colocan hoy los viejitos no se notará demasiado, como han empezado a pasar inadvertidos junto a los granos de maíz y velas en los cementerios esos pequeños platitos con berenjena, aceite de comer, azúcar blanca y prieta, todo quemado junto a un ramo de flores y cera derretida. Y es que Canarias es un contexto rico en tradiciones y creencias religiosas donde las religiones afrocubanas han encontrado un nicho desde el que reescribirse. Un santo, un remedio. Así anunciaba el periódico La Opinión del 16 de marzo de este 2012 la venta de pequeñas medallitas de santos y vírgenes por solo 0.10 céntimos más el precio del periódico. Hoy san Cristóbal, para los conductores y viajeros, mañana san Daniel y el próximo jueves san Antonio de Padua, para los que han perdido algo. Y, ella, que ha sido coronada hace poco con Yemayá en Gran Canaria ha corrido al estanco a por las medallitas y dice que se hará una pulsera con todas “…va a quedar preciosa cuando la ponga en el canastillero…”.29 Del péndulo al diloggún… 1383 ANEXO FOTOGRÁFICO FOTOGRAFÍA 1. Trono de Babalú Ayé (San Lázaro) La Laguna. Tenerife. Autora: Grecy Pérez Amores. FOTOGRAFÍA 2. Trono de Changó (Santa Barbara) Arafo. Tenerife. Autora: Grecy Pérez Amores. XX Coloquio de Historia Canario-Americana 1384 FOTOGRAFÍA 3. Exvotos en Museo Anaga. Autora: Grecy Pérez Amores. FOTOGRAFÍA 4. Tienda esotérica en Santa Cruz de Tenerife. Autora: Grecy Pérez Amores. Del péndulo al diloggún… 1385 FOTOGRAFÍA 5. Tiendas y santos en Tenerife. Autora: Grecy Pérez Amores. XX Coloquio de Historia Canario-Americana 1386 BIBLIOGRAFÍA AUGÉ, M. (1988). Dios como objeto. 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Del péndulo al diloggún… 1387 NOTAS 1 GARCÍA BARBUZANO (2001), p. 17. 2 Entrevista a un informante durante trabajo de campo. 3 Entrevista a un informante durante trabajo de campo. 4 Entrevista a un informante durante trabajo de campo. 5 GALVÁN (2011), pp. 116-120. 6 RAMBO (1982), pp. 4-5. 7 MARFÁ I CASTÁN (2009), pp. 157-172; PRAT (1997), pp. 127-177 y BASTIAN (2008,) pp. 19-30. 8 LOFLAND & SKODOVD (1981), pp. 373-385. 9 MARFA I CASTÁN (2009), pp. 157-172. 10 GALVÁN (2010). Sin paginar. 11 Los practicantes usan este término para referirse al primer contacto con los cultos, ya sea para iniciarse o para solicitar los servicios de un practicante. Ello nos hace pensar que para estos entrar a estas religiones no siempre implica un compromiso con estas, sino un beneficio. Muchos entrevistados no aceptan una diferenciación entre creyente y practicante, asumiendo que si crees y acudes a una consulta, haces la ofrenda que te exigen y aceptas las palabras del religioso, ya eres un practicante. Por ello, es importante entender que conceptos como el de conversión, que conlleva un cambio total y excluyente no siempre funcione a la hora de comprender el acceso a estas religiones. 12 PARAMAHANSA (2010), pp. 110-123. 13 INESTA (2010), pp. 81-87. 14 Entrevista a un informante durante trabajo de campo. 15 Entrevista a un informante durante trabajo de campo. 16 Entrevista a un informante durante trabajo de campo. 17 Entrevista a un informante durante trabajo de campo. 18 GARCÍA BARBUZANO (2001), p. 79. 19 Entrevista a un informante durante trabajo de campo. 20 Entrevista a un informante durante trabajo de campo. 21 GARCÍA BARBUZANO (2001), p. 79. 22 TRUJILLO Y MONAGAS (1882), p. 23. 23 FRAZER (1890), pp. 18-73. 24 GALVÁN (2011), pp. 113-129. 25 CORNEJO, CANTÓN DELGADO y BLANES (2009), pp. 2-20, GALVÁN (2008), pp. 1571-1578. Así como de relocalización ROSSBACH (2010), Sin paginar; PÉREZ AMORES (2010), Sin paginar. 26 GALVÁN (2008), pp. 224-232, (2011), p. 123, PÉREZ AMORES (2011), Sin paginar. 27 ROSSBACH (2010), sin paginar; PÉREZ AMORES (2010), Sin paginar. 28 Entrevista a un informante durante trabajo de campo. 29 Entrevista a un informante durante trabajo de campo. |
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