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MONTAÑA BLANCA DE ARRIBA. FUERTEVENTURA.
INSCRIPCIONES LÍBICO-CANARIAS Y LÍBICO-BEREBER
MONTAÑA BLANCA DE ARRIBA. FUERTEVENTURA. LIBYCO-CANARIAN
AND LIBYCO-BERBER INSCRIPTIONS
María Antonia Perera Betancort
Renata Anne Springer Bunk
Antonio Tejera Gaspar
RESUMEN
Se estudia un yacimiento rupestre de Fuerteventura
que contabiliza la cantidad más equitativa entre los dos
tipos de escritura que se encuentran en la isla, la
líbico-canaria y la líbico-bereber en el contexto de las
dos islas orientales, posee un panel suelto de pequeña
envergadura.
PALABRAS CLAVE: Inscripciones líbico-canaria y
líbico- bereber.
ABSTRACT
It is studied a Rock art site in Fuerteventura that offers
the most similar amount of the two types of writings
found in the island, the Libyan-Canaria and the
Libyan-Berber, in the context of the two Eastern
Islands and has a sole rock panel of small size.
KEYWORDS: Libyan-canaria and Libyan-Berber
writings.
INTRODUCCIÓN
A juzgar por el conocimiento que hoy poseemos de los grabados rupestres del archipiélago canario,
Fuerteventura es la isla en la que se documenta el mayor número de inscripciones, fundamentalmente
de la escritura de tipo líbico-canaria. Con respecto a la líbico-bereber posee menor cantidad que la isla
de El Hierro y probablemente que Gran Canaria y La Gomera. Sus yacimientos contrastan con los de
las otras islas incluida Lanzarote, a pesar de que son estas dos las únicas en las que por ahora se
encuentra este tipo de escritura. Lo característico en Fuerteventura es el uso de la grafía líbico-canaria,
al igual que en Lanzarote, aunque por el contrario en esta última el empleo de la escritura líbico-bereber
posee carácter secundario, que no residual, dado su registro minoritario, frente al uso más
generalizado de la grafía líbico-canaria. En el yacimiento de Montaña Blanca de Arriba, término
municipal de Antigua, conviven ambos alfabetos, como sucede asimismo en otros sitios, de los que
caben destacar Barranco del Cabadero, Morro de la Galera, Montaña del Sombrero, Cuchillete de
Buenavista y Morrete de la Tierra Mala. En ciertos yacimientos solo se escribe utilizando caracteres
del alfabeto líbico-canario, como en Pico de la Fortaleza, Montaña de Enmedio —o Jaifa—, Morro
Pinacho y Jacomar, mientras que en Montañeta de Adrián se sirven solamente de caracteres líbico-bereber.
Este último hecho es excepcional en Fuerteventura ya que se trata del único enclave que
únicamente contiene grafía líbico-bereber pero que, por el contrario, resulta la norma en Lanzarote,1
donde hasta el momento hemos numerado 9 yacimientos en los se ha empleado exclusivamente este
alfabeto para escribir. En Fuerteventura, 4 de los 11 yacimientos escriturarios contienen grafía líbico-canaria,
2 mientras que en Lanzarote ello sucede en 3 de los 19 enclaves, conteniendo 7 de las mismas
escrituras. Tal y como hemos señalado, conocemos 11 yacimientos con inscripciones en Fuerteventura
y 19 en Lanzarote, aunque algunos de esta última isla albergan ciertas particularidades en las que
conviene detenerse. Igualmente difiere la cantidad de paneles que se contabilizan en cada enclave en
Licenciada en Geografía e Historia. Servicio de Patrimonio Histórico. Cabildo de Lanzarote. Avenida Fred Olsen s/n. 35500.
Arrecife. España, Teléfono: +34928810100, extensión 2342; Correo electrónico: nonaperera@cabildodelanzarote.com
Doctora en Filología. Investigadora Autónoma. Universidad de La Laguna. Campus de Guajara. La Laguna. 38205. Santa
Cruz de Tenerife. España; Teléfono: +34922373604; Correo electrónico :renataspringer@yahoo.es
Catedrático de Arqueología. Departamento de Prehistoria, Antropología e Historia Antigua. Universidad de La Laguna.
Campus de Guajara. La Laguna. 38205. Santa Cruz de Tenerife. España, Teléfono: +34922317735; Correo electrónico:
atejera@ull.es
Montaña Blanca de Arriba…
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las dos islas, el número de líneas escriturarias, así como las unidades geográficas elegidas para
escribir. En Fuerteventura se seleccionan preferentemente lugares altos, en los que se hallan 10 de los
11 yacimientos inventariados. Estas altitudes corresponden a cordilleras en las que se sitúan 6
yacimientos, en cuyas cumbres se encuentran 2 enclaves en los que conviven ambos alfabetos
—Morro de la Galera y Cuchillete de Buenavista—; en 3 de ellos se ha escrito con grafía líbico-canaria
—Pico de la Fortaleza, Morro Pinacho y Jacomar—, y un único yacimiento donde
exclusivamente se ha escrito con el alfabeto líbico-bereber, Montañeta de Adrián. Del mismo modo se
eligieron 3 áreas altas de montañas para escribir en ambos alfabetos —Montaña del Sombrero,
Montaña Blanca de Arriba y Morrete de la Tierra Mala—. En esta misma unidad geográfica se
emplaza el yacimiento líbico-canario de Montaña de Enmedio o Jaifa. En Fuerteventura resulta
insólita la elección de un barranco para estructurar una realidad rupestre escrituraria, conociendo solo
Barranco del Cabadero, en la que conviven ambos sistemas alfabéticos. En Lanzarote, por el contrario,
resulta común la elección de peñas para escribir, unidad geográfica que se desecha en Fuerteventura,
así como las montañas, que es la orografía preferida para escribir en Lanzarote. En esta isla son las
peñas las mayoritariamente elegidas, ya que la escritura de montaña es objeto de excepciones.
Guatisea, Tinasoria y Castillejo 2 deben reservarse de este recuento.
En lo que respecta a los yacimientos de Fuerteventura con escritura, existe igualmente una evidente
desigualdad numérica referida a las líneas escritas en las que se opta en uno u otro alfabeto.
Sectores
Paneles
Paneles
L - C
Paneles
L - B
Paneles
L - C y
L - B
Líneas
L - C
Líneas
L - B
Paneles
escritos
Total Líneas
Cabadero 6 67 48 2 1 68 3 51 71
T. Mala 2 20 13 1 22 3 14 25
Galera 7 65 18 1 2 20 4 21 24
Blanca 5 51 32 3 6 56 12 41 50
Sombrero 2 52 9 5 19 5 14 24
Buenavista 4 27 17 5 45 6 22 51
Jacomar 1 4 3 36 3 36
Pinacho 3 107 53 100 53 100
Fortaleza 1 2 2 5 2 5
Jaifa 1 12 4 4 4 4
Adrián 1 8 1 1 1 1
Total 33 415 200 7 20 375 34 226 391
En este momento conocemos en Fuerteventura 34 líneas escritas en líbico-bereber y 357 en líbico-canaria.
En lo que respecta a las técnicas utilizadas, en una y otra isla resulta excepcional la percusión
para obtener el piqueteado continuo y discontinuo, a pesar de que este se emplee mayoritariamente en
Barranco del Cabadero, aunque del mismo modo se recurre a la técnica incisa para anotar en líbico-canario.
En ambas islas se graban con piqueteado continuo otros motivos entre los que destacan las
figuras podomorfas, que especialmente se perfilan con este método.3 Con independencia de estos 2
patrones rupestres —escritura líbico-canaria de Barranco del Cabadero y motivos podomorfos—,
resulta excepcional el uso del piqueteado continuo. No obstante, lo localizamos en Cuchillete de
Buenavista para confeccionar una figura laberintiforme, igualmente original en esta isla;4 en
Montañeta de Adrián5 se dispone del piqueteado continuo y discontinuo para obtener una línea líbico-bereber
en un contexto eminentemente inciso; en algunos paneles de Morro de la Galera y Morro
Pinacho, si bien no afecta a las inscripciones que contienen estos enclaves. En Lanzarote sucede un
hecho similar aunque no hemos constatado escritura realizada con esta técnica. El contenido de los
yacimientos de Morro Pinacho y Jacomar permite pensar que se concibieron exclusivamente para
escribir en ellos, al carecer de otro uso —exceptuando los trazos geométricos rectilíneos—, y dada la
suma de paneles con líneas alfabéticas. Este carácter, aunque en menor medida, lo posee igualmente
Pico de la Fortaleza para la escritura líbico-canaria, mientras se acentúa el empleo de ambos alfabetos
en Barranco del Cabadero, Montaña del Sombrero, Montaña Blanca de Arriba, Cuchillete de
Buenavista y Morrete de la Tierra Mala. En determinados yacimientos de las dos islas resulta
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relativamente posible separar el espacio y los soportes que se han grabado en épocas subactuales, tal y
como sucede en Barranco del Cabadero,6 Morro de la Galera7 Montaña del Sombrero,8 Montaña de
Enmedio o de Jaifa,9 Morro Pinacho,10 Jacomar11 y Montañeta de Adrián.12 Por el contrario, en
Cuchillete de Buenavista, Morrete de la Tierra Mala y Pico de la Fortaleza esta impronta rupestre
reciente permanece ausente, probablemente dada la altitud, dificultad de acceso y lejanía de los
núcleos de población y de los lugares de acopio de recursos naturales, excluido de ellos la ganadería
de suelta.
Con respecto a Montaña Blanca de Arriba, la permanencia del uso de grabar se evidencia
preferentemente entre el S1 y S2, en un área con motivos geométricos rectilíneos y curvilíneos,
figurativos barquiformes y de juegos colocados en vertical.
SITUACIÓN
El yacimiento, ubicado en La Antigua, próximo a la costa sureste de la Isla, se emplaza en la cima
de Montaña Blanca de Arriba, que con escasa cota se instala entre las cordilleras Rosa del Taro y
Cuchillete de Buenavista, y se separa de estos por valles en U acéfalos. Posee un remate rocoso
basáltico augítico-olivínico de la Serie I.
ENTORNO ARQUEOLÓGICO
Desde la vertiente cultural, el yacimiento se asienta en el área más explotada de la isla por la
cultura indígena, muy próximo a Barranco de la Torre, entre este y Barranco Río Cabras, e inmediato a
Barranco de la Muley, área donde pensamos que se sitúa el límite de las demarcaciones o jefaturas
duales vigentes en el momento en que se sucede la conquista normanda. Se trata igualmente de un
sector con un alto índice de manifestaciones rupestres, en el que prevalecen las inscripciones.
Próximos a Montaña Blanca de Arriba se hallan Montaña del Sombrero, Cuchillete de Buenavista y
más alejado Morro Pinacho. Este suelo también muestra un alto repertorio de asentamientos de
significativo desarrollo, así como unidades ganaderas como Río Cabras, Lomo Lesque, Lesque de la
Pila, Los Corrales del Negrito, Llanos del Bizcocho, Llanos del Dinero, La Guirra, Llanos de la
Guirra, Tamia, Llanos del Morrito, Llanos de la Cancela, Altos de Miraflor, Corrales de la Torre,
Rosita del Vicario, etc. Igualmente, en esta franja ha sido frecuente, y así la hemos conocido, la
presencia de construcciones de perfil circular y elipsoidal fabricadas con piedras hincadas, con una
sola hilada e hilera, elegidas por su forma ovalada, así como piedras hincadas aisladas que permanecen
calzadas y erguidas. En la actualidad ambas tipologías constructivas han desaparecido.
Los motivos rupestres se sitúan en el remate basáltico que corona la montaña. En la misma cresta,
de desarrollo sureste, se distribuye un conjunto de acumulaciones de piedras. Se trata de unidades
arquitectónicas de planta de tendencia circular y elipsoidal, en las que en ocasiones se advierten
hiladas concéntricas de una sola hilera de piedras que conforme se aproximan al centro de la
construcción se escalonan y rematan con un espacio a modo de cista, en el que se ha dispuesto una o
dos piedras hincadas, en posición enfrentada. Estas unidades pudieran corresponderse con las
acumulaciones de piedras que se registran igualmente en Lanzarote.13 Algunas de estas acumulaciones
se distancian escasos metros del P1S5. Del mismo modo, en el sector noroeste del yacimiento existen
diversas unidades constructivas cuyo estado de conservación impide en unos casos y dificulta en otros
su descripción cultural. En su suelo y en escasa cuantía se esparce material arqueológico entre el que
se localizan fragmentos cerámicos.
En la llanura de Triquivijate extendida hacia el noroeste del yacimiento existen asimismo diversas
cimentaciones de variada planta, aunque principalmente son de tendencia elipsoidal y circular y se
alejan de la tipología de acumulación de piedras que hemos citado para la cresta sureste de Montaña
Blanca de Arriba, si bien en ocasiones mantienen cierta semejanza. En su suelo se muestra escasa
frecuencia de piezas arqueológicas. Por último, en la cima de Montaña Blanca de Abajo existía una
estructura con perfil de torreta en un suelo con significativas evidencias de material.
Montaña Blanca de Arriba…
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CONTENIDO: INSCRIPCIONES, TÉCNICAS, ORIENTACIÓN. OTRAS TEMÁTICAS
El yacimiento posee 51 paneles organizados en 5 sectores.14 41 de los 51 soportes que conforman el
sitio contienen escritura, de los que en 19 ocasiones se ha escrito con caracteres líbico-canarios,15 y en
13 paneles,16 esta grafía se acompaña de trazos geométricos rectilíneos. En cuanto a la escritura líbico-bereber,
solo en 2 ocasiones17 se halla como única representación, y esta junto a trazos geométricos
rectilíneos se presenta en un solo panel18 y finalmente ambos alfabetos comparten superficie con
trazos geométricos rectilíneos en 6 paneles.19 En los 10 paneles restantes, 8 responden a una temática
geométrica rectilínea20 y 2 a trazos geométricos rectilíneos junto a la tipología figurativa, ya sea una
imagen de hoja de palmera21 o barco,22 con pátina y zonas erosionadas que reflejan una clara
antigüedad en su ejecución.
El S1 posee un solo panel que acoge una línea de escritura líbico-bereber como único motivo. El S2
es el que conserva mayor cantidad de soportes grabados, 23 de los que se ha escrito en 18 de ellos. De
estos, en 10 se ha usado grafía líbico-canaria, y en 5 líbico-bereber, acompañado de trazos geométricos
rectilíneos y cuya totalidad suma 20 líneas de tipo líbico-canario y 10 de líbico-bereber. El S3 está
compuesto por 16 paneles, en los que en 13 se ha escrito con líbico-canario como único tema,
grabándose 22 líneas. En este sector los signos líbico-bereberes permanecen ausentes, al igual que
ocurre en el S5. El S4 acoge 8 paneles de los que en 6 se ha escrito con líbico-canario y en 1 esta
escritura coexiste con otros caracteres líbico-bereber. En total, en este sector se cuentan 8 líneas líbico-canarias
y 2 líbico-bereber. Un último panel conserva escasos trazos geométricos rectilíneos.
Finalmente el S5 se compone de 2 paneles con grafía líbico-canaria, sumando entre ambos 5 líneas. En
el soporte restante se han grabado trazos geométricos rectilíneos. En general, 32 de los 51 paneles que
forman el yacimiento contienen grafía líbico-canaria, 3 de ellos líbico-bereber y 6 ambos alfabetos. Se
debe vincular necesariamente esta actividad con la función a la que estarían destinadas las
acumulaciones de piedras y las estructuras arquitectónicas que se distribuyen en los dos lados de la
cúspide de Montaña Alta de Arriba, en su vertiente sureste y noroeste. Si bien la vigencia del uso o la
funcionalidad de ambas expresiones —rupestre y arquitectónica— pudieran remitirse a dos momentos
diferentes de la cultura aborigen, sin poder especificar cual se proyectaría primero, también puede
darse el caso de que ambas sean sincrónicas. La incisión ha sido la técnica más utilizada en este
yacimiento, aunque el piqueteado también se halla presente,23 así como las superficies brillantes.24 En
las incisiones predomina el grosor de grado medio, recurriéndose apenas al trazo ancho,25 siendo el
usual el fino y superficial.26 Generalmente las líneas finas, superficiales, medias y profundas conviven
en el mismo panel, empleándose una o dos de ellas para confeccionar la línea escrituraria o cualquier
otro trazo. La norma recoge que los signos alfabéticos se realizan recurriendo a uno o dos grosores en
sus líneas, o bien a un solo trazo de un único grosor. No resulta categórica la coloración del surco,
debido a la iluminación solar. En estas dos islas orientales recalcamos la frecuencia del trazo más claro
de los caracteres y en este yacimiento el surco más albo se registra especialmente en los signos líbico-bereber
que conforman los paneles 13 y 14 del S2.
ORIENTACIÓN
La mayoría de los paneles intervenidos, especialmente los del S3, se instala en cotas más bajas del
resalte basáltico de la cresta, protegidos de los vientos dominantes del noreste. El P1 del S2, o bien
todos los paneles del S4 y el S5, están próximos a la cresta, siempre resguardados del efecto de los
vientos, con las siguientes alineaciones:
N NE NO S SE SO E O Cet27 Móvil
Cantidad
de paneles 1 2 6 5 7 8 6 2 11 3
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OTRA TEMÁTICA
Destaca especialmente la alfabetiforme, coincidiendo en el yacimiento con motivos geométricos
rectilíneos, bien ilustrados en casi todos los enclaves rupestres de la isla, aunque casi exentos en los
yacimientos con tipología podomorfa. En Montaña Blanca de Arriba se han representado dos
imágenes. Una28 se asemeja a una hoja de palmera lograda a partir de una línea incisa ligeramente
curva, de la que surgen multitud de trazos arqueados y convergentes con los trazos limítrofes, que a
modo de hojas lanceoladas se reproducen por la línea central. La otra imagen es una silueta de un
barquiforme. Entre el S1 y el S2 existe un conjunto de siete paneles que acogen motivos geométricos
rectilíneos, naviformes y reproducciones de distintos tipos de juegos o reticulados en soportes en
disposición vertical, de los que algunos poseen carácter etnográfico más que arqueológico
propiamente dicho. Pero los dibujos referidos29 son dos barcos que se distinguen porque el surco
presenta una tonalidad oscura, el plano del soporte se halla erosionado, conservando dos fragmentos
de las naves.
SOPORTES EXENTOS
Varios yacimientos rupestres de esta isla cuentan con paneles sueltos que se han elegido para
grabar y que generalmente alcanzan un tamaño que no permite su movilidad o traslado. En diversas
ocasiones hemos documentado piedras de pequeña envergadura grabadas con temas geométricos
rectilíneos o juegos en yacimientos de Fuerteventura,30 y Lanzarote. Montaña Blanca de Arriba
contiene tres ubicados en el mismo Sector. En uno31 se han representado escasos signos líbico-canarios
de fábrica superficial y fina, en otro32 se han escrito 3 líneas líbico-bereber de desarrollo vertical
—todas siguiendo el mismo sentido en su disposición—, y compuestas por 3 y 4 signos cada una.
Además se han anotado 4 líneas de caracteres líbico-canarios, y otros signos de este alfabeto,
agrupados en 2 o bien sueltos. 2 de las líneas de este alfabeto se desarrollan transversales a las otras 2.
Una de las hileras se sitúa entre 2 líneas incisas que recorren de lado a lado la distancia más corta del
soporte y que se compone de 5 signos. Este panel presenta 2 peculiaridades que detallamos. Una se
trata de un signo líbico-bereber compuesto por 2 líneas paralelas que acoge en el espacio disponible
entre los 2 trazos una línea líbico-canaria de 5 recurrencias, 2 de ellas formando ligaduras. La otra
característica objeto de interés, se refiere a los signos líbicos-canarios, entre los que destaca uno muy
significativo, la “A”, sobre el que se han grabado 2 de las 3 líneas de caracteres líbico-bereber. En
ambos casos, los signos líbico-bereberes se realizan sobre los líbico-canarios. El último panel exento33
se caracteriza porque corresponde a un soporte de pequeñas dimensiones34 en cuya superficie más
homogénea y en todo su largo se distribuyen con ritmo uniforme 9 signos líbico-bereber. Este panel no
presenta correspondencia con ningún otro conocido en estas dos islas.
ORGANIZACIÓN ESPACIAL DEL REGISTRO RUPESTRE. CONCENTRACIÓN
Se trata de un yacimiento de escasa longitud total, distanciándose los sectores de los extremos entre
sí escasamente unos 75 m.35 La colocación de los sectores es de oeste a este. El S1 situado en el
extremo noroeste contiene 1 panel con una línea líbico-canaria, mientras que el S2, que se distribuye
en esa misma cota hasta las zonas inferiores del yacimiento, incluye 23 soportes de los que 18
contienen escritura, ya sea líbica-canaria (10 paneles),36 líbica-bereber (3)37 o ambas (5)38 con un total
de 20 líneas líbico-canarias y 10 líbico-bereber. Igualmente posee 4 paneles con temática geométrica
rectilínea39 y una figurativa.40 El S3 se instala en la cresta más alta y consta de 16 paneles de los que
en 13 se ha escrito líbico-canario,41 mientras que 242 poseen temas geométricos y uno43 acoge una
representación barquiforme. Este sector posee 22 líneas líbico-canarias. El S4 se encaja en cotas
ligeramente inferiores en dirección este, conformándose por 8 paneles de los que en 644 se ha escrito
líbico-canario, en uno45 una línea de ambos alfabetos, y en otro46 unos escuetos trazos geométricos
rectilíneos. En este Sector se anotan 8 líneas líbico-canarias y 2 líbico-bereber. Por último, el S5, el
más próximo a las construcciones tumulares, comprende 3 paneles de los que 247 contiene grafía
líbico-canaria y el último48 motivos rectilíneos, además de 5 líneas de escritura. En general, este
yacimiento suma 56 líneas de caracteres líbico-canario y 12 líbico-bereber. En 32 paneles se ha escrito
empleando solo el alfabeto líbico-canario, en 3 líbico-bereber y en 6 ambos sistemas de escritura. De
Montaña Blanca de Arriba…
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los 6 soportes con uno y otro alfabeto, 5 se circunscriben en el S249 y 1 en el S4.50 En el extremo de
mayor longitud del P5 se ha escrito una larga línea líbico-canario, y frente a ella, en el otro borde, una
línea líbico-bereber de 5 caracteres.51 El plano orientado al cenit con ligera inclinación noreste acoge
ambas líneas sin superponerse o encontrase, permaneciendo cada una de ellas en ambos extremos del
panel. El P12, igualmente alineado al cenit, con leve oscilación al norte responde a una forma de
tendencia redonda, localizándose 3 de las líneas líbico-canarias en las orillas a similar distancia entre
ellas. En la parte central se ha grabado otra hilera de 3 signos aparentemente líbico-bereber, que
presentan dudas sobre su pertenencia a este sistema, dado que se corresponde con un plano muy
intervenido y superpuesto a una profusión de trazos geométricos. El P13 se organiza con una línea
líbico-bereber de desarrollo vertical compuesta de 9 formas. La primera de ellas se ha grabado sobre
una letra líbico-canaria de factura tenue, que contrasta con el trazo más grueso y perfecta hechura de
los signos líbico-bereber. El P16 se caracteriza por contener un cambio de dirección en su superficie,
que a modo de ligera carena acoge en cada sector signos de ambos caracteres. La línea líbico-canaria
posee 3 letras de trazo grueso, si bien no aparenta representar una palabra, que se alinea
horizontalmente. La línea líbico-bereber se muestra más controvertida pero en ningún caso sus signos
se superponen o disputan por el espacio disponible en el panel. Con desarrollo irregular se reproducen
siete signos, de los que descartamos 2 y mantenemos dudas sobre 3 más, ya que las anomalías de la
línea y el tamaño de ciertas letras no permiten tener seguridad total. En uno de los extremos del P22 y
2 filas líbico-bereber de exposición vertical compuestas cada una de ellas por 4 caracteres que se han
grabado sobre letras líbico-canarias incisas más finas y sutiles. A su vez, en la parte central, la
superficie conserva otra línea confeccionada con igual trayectoria conformada por 3 signos líbico-bereber.
El último de ellos, situado en la zona interior del panel se conforma de 2 líneas paralelas
grabadas sobre otra líbico-canaria compuesta por 5 signos. Además existen formas de este último
alfabeto que se han reproducido sueltas y distribuidas por diversas zonas del soporte. En este caso
constatamos que la forma líbico-bereber se superpone a la líbico-canaria en 2 ocasiones. Algo similar
sucede en el P2 del S4 que, con menor formato,52 acoge 2 líneas líbico-bereber de 4 y 2 signos de
desarrollo vertical, situadas en los lados izquierdo y derecho de la superficie. Sobre la letra superior de
la línea derecha conformada por una línea corta horizontal se han grabado sin superficie sin
superponerse 4 letras líbico-canarias. A la espera de realizar análisis más minucioso con instrumentos
de mayor precisión que los disponibles las letras líbico-bereberes se han realizado sobre la líbico-canaria
en todas las superposiciones que se advierten.
CAMBIOS DE TAMAÑO
En ambos sistemas de escritura se constatan cambios en las dimensiones de los signos. Si se trata
de una única intervención en el panel o bien si este cuenta con escasos grabados no constituye
problema alguno, pues no se dificulta la compresión, permitiendo la toma en consideración de los
caracteres. Si ello no es así, optamos por reservar los signos de diferente tamaño de aquellos otros
situados fuera de línea, o bien que hayan sido ejecutados con diferente técnica, que permiten pensar
que no es obra de la persona que ha grabado la escritura restante.
Resulta revelador cómo en ocasiones la incidencia de una determinada luz puede inducir a errores
que se resuelven observando el grabado a otra hora del día, cuando varía las circunstancias de
luminosidad. Otras veces la penumbra permite reproducir artificialmente los efectos de lo delimitado,
pudiendo tomar en consideración opciones que la luz natural no admite.
FRECUENCIA Y AUSENCIAS
La escritura líbico-canaria se singulariza por la repetición de unos signos frente a otros, más
limitados y circunscritos. Se constata la frecuencia de uso de determinadas letras en los yacimientos de
estas islas. La repetición de ciertos signos proporciona un carácter más global e interinsular, frente a
otras que se perciben más locales por su bajo o excepcional uso. Así, unas letras y palabras se suceden
de forma idéntica en un mismo yacimiento y en ocasiones una palabra se escribe de manera muy
similar a otra en la que se altera o modifica un signo. De igual modo nos llama la atención que una
palabra se reitera hasta en cuatro ocasiones con algunas variantes, en un mismo yacimiento y en dos
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paneles contiguos en el caso de la escritura líbico-canaria o que se dupliquen los caracteres líbico-bereberes
en el mismo panel.
ESCRITURA LÍBICO-CANARIA
La presencia de la escritura líbico-bereber se documenta en todo el Norte de África y el Sáhara,
mientras que la líbico-canaria no se ha identificado con ningún punto geográfico del continente
africano, a excepción de Bu Njem en Libia u otra isla canaria, a excepción de Fuerteventura y
Lanzarote en las que su uso resulta generalizado, hasta el extremo de que el líbico-bereber mantiene
un carácter secundario y adjunto, más que auxiliar, del alfabeto líbico-canario, aunque nunca suplente.
Si pensáramos que esta escritura fuera el resultado de una creación insular resultaría probable que
estas dos islas reflejaran en sus paneles la gestación y desarrollo de este abecedario. Sin embargo,
advertimos una cierta uniformidad de trazos en la estructura de los signos, así como un relajado
ductus, como si se tratara de la consolidación del proceso de unificación de la escritura extendida en
las dos islas. Todo lo contrario, si comparamos el gesto y la tipología, es la grafía líbico-bereber la que
aparenta mayor carácter rudimentario y embrionario, sin que queramos decir que la forma geométrica
refleje este aspecto primitivo, ya que el formato de los signos no implica o se relaciona con su
evolución. En este sentido el líbico-bereber ocupa la posición más evolucionada en la sucesión gradual
pictográfica-logográfica-logosilábica-fonética. Destacamos algunas palabras que se repiten, como las
del S2P3 y P4, cuya terminación se iguala a una de las 4 líneas del S2P12. Igualmente se reiteran las
palabras contenidas en el S2P18 y P19. Existen 2 líneas53 que destacan por ser las más extensas,
formadas por doce y trece signos, si bien aparentan ser compuestas, juntándose por una `x´ de formato
menor, tal y como se escriben o documentan en otros enclaves. De ser ello cierto, estas líneas de
palabras se compondrían de 4 signos más 8 de una de estas líneas y de 6 más 6 la otra. Ambas
segundas partes poseen una ligadura54 de “AN” y de “AR”. La primera de ellas resulta muy frecuente,
reconociéndose en este yacimiento 11 veces experimentando ligeras variantes en ocasiones. La “MA”
resulta muy usual, sumándose en 5 ocasiones. Con menos frecuencia se han escrito unidas “AR”,
“DA” y “VR”. Así pues la “A” es el signo más frecuente en todos los yacimientos de Fuerteventura y
Lanzarote y el que más se emplea para conformar una ligadura. Como en otros yacimientos los signos
alineados más representados son la “I” (50 veces) y la “A” (25) seguidos de la “V” invertida y la “V”
22 y 20 veces cada una. Sin embargo se ha recurrido a otras en una o dos ocasiones, tal y como sucede
con la “K” y la “C”.
ESCRITURA LÍBICO-BEREBER
Montaña Blanca de Arriba es el yacimiento de Fuerteventura que aporta el mayor número de
paneles con caracteres líbico-bereberes, 9, además de otro que no fue contabilizado, por mostrar
rasgos que inducen a sospechar una factura reciente. Se consideran líneas con dirección
indeterminables las que se hallan en superficie horizontal, 2 casos, y sobre un soporte exento, 1 caso,
mientras que los caracteres de lectura insegura son aquellos en los que no se distingue con claridad su
trazado. Existen otros grabados donde resulta imposible estimar entre caracteres alfabéticos y motivos
geométricos, ya que ambos pueden poseer una similar morfología. El cómputo de líneas se eleva de
este modo a 12, mientras que los caracteres empleados —descontando las probables variantes
formales— ascienden a 18. Estos resultan comunes a los demás yacimientos de Fuerteventura, con
excepción de uno. Lo mismo se observa también en relación con las características de este enclave
referidas a la técnica de ejecución. No obstante, por el momento es pronto para deducir una
contemporaneidad para la producción de todas las inscripciones. El hecho de aparecer con surcos de
mayor o menor intensidad, la variabilidad de tamaño de los caracteres, así como la organización
aparente sobre el panel conjuntamente con otras intervenciones, puede responder a la manufactura en
momentos o debidos a autorías distintas, aunque pertenecientes (en el caso de las inscripciones líbico-bereber)
a este ámbito cultural. Concretando el S2P5, consta de una línea vertical de la que los cuatro
signos inferiores permiten una lectura, al igual que el primero de ellos. En el centro de la línea se
mezclan varios trazos con un posible signo líbico-bereber, que no ha podido ser identificado; S2P8:
línea de probable lectura vertical, en superficie inclinada que consta de 9 signos; S3P12: línea de 3
signos en un panel con múltiples intervenciones de tipo rectilíneo. Conviven otras formas similares a
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la grafía líbico-bereber, que descartamos al contar con superposiciones, ya que para permitir su lectura
se precisa seleccionar ciertos trazos dejando al margen otros. Consideramos solo los que no permiten
dudas de su carácter alfabético, S2P13: línea vertical en otra superficie del mismo bloque basáltico
donde se ubica, P12: posee 9 signos; S2P14, situado frente al P13 acoge una línea vertical de 7
caracteres. La incisión para manufacturar los signos se ha realizado insistiendo con múltiples repasos,
que en ocasiones la trayectoria del surco muestra desviaciones del trazo primigenio; S2P16 posee
múltiples intervenciones, entre las que existen varias formas alfabéticas líbico-bereber conviviendo
con motivos geométricos rectilíneos, realizados a varias profundidades y perfiles del surco.
Reproducimos con seguridad 3 signos, cuyo tamaño y surco responden a similar forma de elaboración;
S3P22 con 3 líneas verticales de 4, 4 y 3 signos, realizados con muesca de cierta profundidad; S2P23,
exento con 1 línea, cuya dirección no permite ser determinada con seguridad, optando por considerarla
vertical, debido a la disposición de algunos caracteres que fundamentalmente se muestran en esa
colocación. S4P2, con 2 líneas verticales de 3 y 2 signos grabados con profundidad.
Las características de las inscripciones líbico-bereberes de este enclave referidas a la técnica de
ejecución, cantidad de caracteres y signos que se han realizado resultan comunes a los demás
yacimientos de Fuerteventura. En ocasiones se constatan surcos de distinta intensidad aparentando
responder a la manufactura en dos espacios temporales o bien a autorías distintas. Ello se refleja en la
línea anotada en el S2P16 por lo que se estiman los signos que responden a la misma profundidad,
tamaño y perfil descartándose otras representaciones.
CONCLUSIONES
El contenido temático de los grabados permite incluirse en tres categorías mayores, subdivididos en
apartados específicos menores. En primer lugar se hallan las inscripciones alfabéticas líbico-canaria y
líbico-bereber, después la temática geométrica, por lo general, incisiones rectilíneas, entre las que
sobresalen figuras como el cuadrado, formas estrelladas, etc., y en último lugar 2 motivos figurativos.
La escritura líbico-bereber ocupa un puesto secundario, incluso marginal, en relación a la líbico-canaria,
solo documentada en Fuerteventura y Lanzarote, aunque es en Fuerteventura donde se marca
de manera muy señalada la diferencia entre ambas. Montaña Blanca de Arriba constituye el
yacimiento rupestre que aporta la relación más equilibrada en la existencia de ambos alfabetos, ya que
contabiliza el número más elevado de líbico-bereber de toda la isla. En ocasiones resulta problemática
la recopilación de signos alfabéticos debido a la superposición, yuxtaposición y amalgama que se
observa con otros trazos, preferentemente geométrico rectilíneos, tal y como sucede en líbico-bereber
de S2P12 y S2P16 que ya hemos citado. Se constata un comportamiento diferente en cada uno de los
dos alfabetos, ya que generalmente cuando se emplea el líbico-bereber se escribe una línea de signos
en cada soporte, mientras que en el caso del líbico-canario es muy usual la presencia de más líneas,
aunque este yacimiento no refleje esta generalidad. La escritura líbico-bereber se presenta sola excepto
en los soportes S2P22 (3 líneas) y S4P4 (2 líneas). Con respecto a ello este yacimiento responde a la
norma observada en otros, referida al número de caracteres por líneas que oscilan entre 2 (S4P2) a 9
(S2P8, S2P13 y S2P23). Los signos que documenta este enclave se localizan en otros yacimientos de
la isla, no resultando ninguno excepcional que no se haya documentado con anterioridad. El alfabeto
majorero sí constata diferencias con el de El Hierro, aunque todavía no las hemos valorado en su
conjunto. Destacamos la frecuencia de algunos signos que se documentan en otras islas, aunque no
con esa regularidad. Montaña Blanca de Arriba es el yacimiento de la isla que aporta la relación
numérica más igualada entre ambas grafías, presentando el mayor número de inscripciones líbico-bereber
individualizadas de Fuerteventura con un total de 9 paneles —6 de ellos compartidos con el
alfabeto líbico-canario y 3 paneles en los que la grafía se exhibe sola— con 12 líneas de escritura que
representan el 36% del total insular al tener contadas para la isla 33 líneas. A su vez, en la isla
conocemos 375 líneas líbico-canaria, de las 56 pertenecen a Montaña Blanca de Arriba, por lo que en
ella se representa el 13% insular. En líneas generales conocemos 375 filas de escritura líbico-canaria y
33 de líbico-bereber, que hacen un total de 408. Ello significa que la escritura líbico-canaria representa
el 91% y la líbico-bereber el 8% del cómputo insular. En el Tablón de Guarazoca del yacimiento Hoyo
de los Muertos de El Hierro, en el tallo o rama de sabina de La Gomera y, en la pequeña laja de piedra
de Montaña Blanca de Arriba de Fuerteventura aparecen líneas de signos líbico-bereber grabadas,
permitiéndonos plantearnos la posibilidad de que exista un elevado número de piezas de similares
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características, fácilmente transportables y en las que la escritura adquiere otra estimación, al
prescindir del significado intrínseco y el implícito derivado del lugar fijo marcado con la presencia
rupestre con independencia de lo que anuncian, comunican o señalan las palabras, del lenguaje que se
transporta o traslada.
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ANEXO FOTOGRÁFICO
FOTO 1. Panel 15 del S3 compuesto por una líbico–bereber compuesta de 7 signos más otro aislado situado a la derecha.
FOTO 2. Panel 6 del S3 compuesto por 2 líneas líbico–canaria de 4 y 8 signos unidas por una `x´. En el extremo izquierdo
superior del panel se encuentra una línea líbico- bereber.
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FOTO 3. Panel 24 del S3 exento con una línea escritura líbico–bereber conformada por 9 caracteres.
FOTO 4. Estuctura tumular n.º 4 situada en la degollada este del yacimiento.
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NOTAS
1 Conocemos 19 yacimientos, de los que casi su mitad se reserva para la escritura líbico–bereber.
2 Pico de la Fortaleza, Montaña de Enmedio o Jaifa, Morro Pinacho y Jacomar.
3 Tal y como se comprueba en Los Risquetes, Tisajoyre, Montaña Tindaya, Montaña del Sombrero, Pico de la Muda,
Morro del Humilladero, La Majada del Sol, Las Peñitas, Castillete Alto. Descartamos el motivo que en otras ocasiones
una de las autoras de este trabajo ha citado como tal podomorfo en Barranco del Cabadero. En Lanzarote se emplea
mayoritariamente esta técnica, pero también la incisa.
4 P1S1.
5 S1P3.
6 En el sector etnográfico localizado entre el S4 y el S5.
7 Bien formando parte de los sectores, como sucede en los sectores 1, 2, 3, 4, 5 y 6, así como una dilatada vigencia de la
idea de grabar que recoge el espacio situado entre el S5 y S6.
8 Sector 6.
9 S1 y S3.
10 Sector 1.
11 Sector 2.
12 Sector 1.
13 Aunque también están presentes, que sepamos, en La Palma y El Hierro. En un sondeo arqueológico practicado en una
de ellas se comprobó que no existía elemento arqueológico alguno, resultando por tanto estéril de materiales. Sin
embargo, en las unidades totalmente destrozadas por el Ministerio de Defensa en el área de Las Nieves, término
municipal de Teguise, se documentó una presencia notable de huesos de ovicáprido muy fraccionados y con señales de
haber estado en contacto con fuego intenso.
14 En este recuento hemos obviado las intervenciones rupestres de carácter etnográfico, aquellas emplazadas entre el S1 y
el S2, así como las localizadas preferentemente en medio de los paneles del S3 y S4.
15 S1P1, S2P3, S2P4, S2 P18, S3P1, S3P2, S3P3, S3P4, S3P8, S3P10, S3P12, S4P1, S4P3, S4P4, S4P5, S4P6, S4P7,
S5P1 y S5P2.
16 S2P1, S2P2, S2P9, S2P15, S2P17, S2P19, S2P21, S3P5, S3P6, S3P7, S3P9, S3P11 y S3P14.
17 S2P14 y S2P23.
18 S2P8.
19 S2P5, S2P12, S2P13, S2P16, S2P22 y S4P2.
20 S2P6, S2P7, S2P11, S2P20, S3P13, S3P15, S4P8 y S5P3.
21 S2P10.
22 S3P16.
23 S2P15.
24 S3P5, S3P9 y S3P16. Probablemente sea el resultado del roce que produce el cuerpo de la cabra y de la oveja cuando
descansan sobre ella, al tratarse de un lugar de pasto y de permanencia del ganado algunas horas al día.
25 S2P2, S2P10.
26 S2P6, S2P7, S2P17, S2P20, S2P21, S2P22, S3P15, S3P16, S4P1, S4P7, S5P1, S5P2 y S5P3.
27 Con respecto a la alineación al cenit, 3 de ellas son plenas (S2P15, S3P9 y S3P15), 3 con ligera inclinación al Este
(S2P7, S3P3 y S3P11), 2 al NO (S1P1 y S3P4) y una unidad de paneles se disponen al N (S2P12), al NE (S2P5) y al
SE (S3P5).
28 S3P10.
29 S3P16.
30 Ello ocurre en las márgenes de Barranco del Cabadero, Cuchillete de Buenavista, Montañeta de Adrían, Montaña del
Sombrero, El Cardón, etc. en Fuerteventura.
31 S2P21 con unas dimensiones de 0.50 por 0.20 metros.
32 S2P22, de 1,05 por 0,32 metros.
33 S3P23.
34 027 x 0,11 m.
35 Un sector se diferencia de otro si se produce un cambio de cota altimétrica, o bien en el caso del S1 y S2, una variación
de vertiente.
36 P1, P2, P3, P4, P9, P15, P17, P18, P19 y P21
37 P8, P14 y P23.
38 P5, P12, P13, P16 y P22.
39 P6, P7, P11 y P20.
40 P10
41 P1, P2, P3, P4, P5, P6, P7, P8, P9, P10, P11, P12 y P14.
42 P13 y P15.
43 P16.
44 P1, P3, P4, P5, P6 y P7.
45 P2.
46 P8.
47 P1 y P2.
48 P3.
49 P5, P12, P13, P16 y P22.
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50 P2.
51 Por presentar mayor seguridad de que se trata de signos de escritura.
52 0.15 por 0.35 m.
53 S2P5 y S5P5.
54 Se trata de un ejemplo para facilitar la compresión, ya que efectivamente no sabemos si corresponde con la grafía “A”
del mismo modo que ignoramos si la forma de R corresponde a una “R”.