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606 UN INSTRUMENTO PARA EL CONOCIMIENTO DEL DISCURSO VITAL DE LOS INMIGRANTES EUROPEOS EN CANARIAS EN EL ANTIGUO RÉGIMEN: LOS EXPEDIENTES DE SOLTERÍA AN INSTRUMENT FOR THE KNOWLEDGE OF THE VITAL SPEECH OF THE EUROPEAN IMMIGRANTS IN THE CANARY ISLANDS IN THE ANCIEN RÉGIME Alexis D. Brito González RESUMEN La presente comunicación pretende dar a conocer a los expedientes de soltería como fuente documental para conocer la trayectoria vital de los inmigrantes europeos antes de su asentamiento en Canarias. Cada foráneo que quisiese contraer matrimonio debía justificar su soltería mediante documentos procedentes de sus lugares de origen o bien mediante testigos, así como realizar una declaración de sus datos personales, lugares en los que ha estado, etc. PALABRAS CLAVE: extranjeros, familia, matrimonio, Canarias, Antiguo Régimen. ABSTRACT The present paper wants to release the singleness records as a documentary source to know the life story of the european immigrants before their settlement at Canary Islands. Every foreign person who wants to marriage may justify their singleness with documents from their birthplaces or with witnesses, and also they must to do a statement with their personal data, the places they had been, etc. KEYWORDS: Foreigners, Family, Marriage, Canary Islands, Old Regime. INTRODUCCIÓN Con la finalización del proceso de incorporación del archipiélago a la Corona castellana se inició otra fase: la del asentamiento de aquellos individuos que procedentes no solo de la península ibérica sino de otros reinos habían participado en la conquista, o bien se sintieron atraídos ante las oportunidades que ofrecían las islas para iniciar una nueva vida. De esta manera, y desde bien temprano en la historia canaria, los europeos formaron parte de la sociedad y la economía insular con una aportación muy diversa, tanto en efectivos humanos como en cultura, tradiciones y costumbres. Uno de los principales problemas con los que se encuentran los historiadores de la etapa moderna consiste en la obtención de datos concretos de aquellas personas que transitaron y se asentaron temporal o definitivamente en las islas. El control por parte de las autoridades de los foráneos tropezaba constantemente con la falta de recursos, tanto económicos como humanos, así como con la desidia de buena parte de los implicados, por lo que la elaboración de censos, matrículas y listas que recogiesen los datos de los inmigrantes se convirtió en un hecho excepcional hasta mediados del siglo XVIII, cuando Carlos III intentó que se ejecutasen con una periodicidad anual.1 Las fuentes documentales que tradicionalmente se han utilizado en la historiografía canaria, como los protocolos notariales por ejemplo, adolecen de ciertas lagunas que impiden alcanzar un conocimiento exhaustivo de estos individuos. El hecho de que buena parte de esta población tuviese la condición de flotante y transeúnte, que no acudiese necesariamente a los escribanos para registrarse u otorgar cualquier tipo de documentos así como la falta de datos en los documentos en caso de que llegasen a otorgar alguno constituyen varios de los obstáculos a la hora de establecer un discurso vital de estas personas. Archivero-Ayudante, Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas, Gobierno de Canarias. Avenida Alcalde Ramírez Bethencourt, 22. 35004. Las Palmas de Gran Canaria. España; Teléfono: +34669930291; Correo electrónico: abrigonr@gobiernodecanarias.org Un instrumento para el conocimiento… 607 Es, por ello, por lo que localizar alguna fuente documental que incluya información concreta de su biografía siempre supone un hallazgo de especial relevancia. Así sucede con los expedientes de soltería, un tipo documental escasamente explotado por los investigadores hasta el momento y que pretendemos difundir con la presente comunicación. Los expedientes de soltería, tal y como veremos en el siguiente apartado, se convirtieron en documentos necesarios para contraer matrimonio en las islas a partir del siglo XVII. A pesar de ello su número es notablemente inferior al que debió ser ya que los expedientes conservados son escasos, sobre todo en el siglo XVII y comienzos del siglo XVIII. Es por esta cuestión por lo que nuestro trabajo tiene una orientación más cualitativa que cuantitativa, lo que no es óbice para que ofrezcamos algunos datos sobre esta documentación y la información que contiene. LOS EXPEDIENTES DE SOLTERÍA: UNA APROXIMACIÓN A SU ESTUDIO El Concilio de Trento supuso importantes cambios dentro de la Iglesia católica pues impuso numerosos procedimientos para situaciones que requerían un mayor control. Una de las áreas en las que se estableció un registro más efectivo fue el ámbito matrimonial. Así, en la sesión XXIV del concilio, que trató sobre el sacramento del matrimonio, se prohibía la poligamia (canon II) y se excomulgaba a aquellos que señalasen que la Iglesia erraba cuando prohibía contraer nuevo matrimonio viviendo el anterior consorte (canon VII).2 En Canarias, las autoridades eclesiásticas se dieron cuenta muy pronto de la gran cantidad de individuos foráneos que deambulaban por las islas y que contraían matrimonio, lo cual generaba un cierto problema pues muchos de ellos ya estaban casados en sus lugares de origen. La bigamia era considerada un delito y perseguida como tal por el Santo Oficio, pues se estimaba que podía contener visos de herejía, y se convirtió en un fenómeno de cierta relevancia en las islas en el siglo XVI debido a la presencia constante de una población flotante, al constituir una zona de frontera así como paso obligatorio en el camino a Indias. Dicha trascendencia no viene originada tanto por el número de procesos que la Inquisición insular realizó en la persecución de los bígamos3 sino porque afectaba a un significativo número de forasteros, fundamentalmente de procedencia lusa que residían temporal o definitivamente en las islas. Así, los portugueses suponían el 35% del total de procesados (solo superados por los canarios); si a ellos les añadimos el resto de europeos la cifra se situaría en el 39%. Cronológicamente, a pesar de que se dieron algunos casos en la primera mitad del siglo XVI, como el de Pedro Yánez, un herrero portugués vecino de La Gomera, que entre 1529 y 1530 fue procesado por el Santo Oficio por haberse casado tres veces estando vivas sus esposas,4 la gran mayoría de los mismos se sitúan en la segunda mitad del Quinientos y primeras décadas del Seiscientos, con una cierta continuidad a finales de esa centuria y comienzos de la siguiente, si bien es cierto que nunca alcanzaron los niveles previos.5 Para evitar estas situaciones, desde finales del siglo XVI comienzan a promulgarse disposiciones que intentan regular las condiciones para contraer matrimonio en las islas. Una de las primeras se produce en 1598, en los mandatos de la isla de Tenerife, en la cual el obispo Martínez Ceniceros ordena que a la gente que llega del exterior se le obligue a vivir con su pareja si son casados y están asentadas en la isla.6 Pocos años después, este mismo obispo hará algo similar en los mandatos de la ciudad de Santa Cruz de la Palma, ampliando los condicionantes: si algunos se pretendieren casar, que sean ambos o algunos de ellos extranjeros, el vicario no permita que contraigan matrimonio sino que primeramente traigan información de su tierra donde son naturales y de las partes donde han sido vecinos y moradores, cantidad de tiempo en el cual se pueda presumir que puedan haber contraído matrimonio o dado palabra de que son libres y no tienen impedimento alguno para contraer el tal matrimonio […] además de lo cual deben traer hechas las amonestaciones de los lugares dichos, todo ello autorizado, y llevar la información a Las Palmas para que el provisor dé la autorización para poder celebrarse el matrimonio.7 Ambos mandatos se complementan con los recogidos en la visita a la parroquia de la Concepción de La Laguna a comienzos del siglo XVII, en los que insistía en la necesidad de realizar informaciones de los lugares de procedencia.8 XX Coloquio de Historia Canario-Americana 608 A pesar de que dichos mandatos únicamente afectaban a La Palma y Tenerife, parece que se hicieron extensivos a todo el archipiélago antes de ser recogida en el capítulo V de la constitución VIII de las Sinodales del obispo Cámara y Murga,9 pues en fechas tan tempranas como la década de 1610 ya se conservan expedientes para demostrar la soltería por parte de extranjeros.10 No obstante, si prestamos atención a la citada constitución podremos comprobar como aquella no se cumplía en su totalidad. En las sinodales se señalaba: que quando algunos se pretenden casar, siendo uno o ambos forasteros, no permitan los Beneficiados y Curas que contrayan matrimonio, sin que primero traygan información como son libres y no tienen impedimento alguno: la qual información hagan en su tierra, donde son naturales, o de las partes donde han sido vezinos y moradores mucho tiempo: y asimismo traygan hechas y publicadas las amonestaciones de los dichos lugares y todo en forma autentica, ante los Prelados o Ordinarios de las sobredichas partes o lugares donde los tales fueren naturales o huvieren sido vezinos o moradores, la cantidad del tiempo sobredicho: y traida la dicha información y recaudos sobredichos antes de contraer el matrimonio se lleve a Canaria, para que nuestro Provisor la vea, y juzgue si viene competente, y viniendolo de licencia para contraer el dicho matrimonio sin la qual no se pueda contraer […]11 Es decir, se requería expresamente que se debía realizar una información en el lugar del cual eran naturales o donde hubiesen sido vecinos durante bastante tiempo. Sin embargo, los expedientes de soltería conservados del período del Antiguo Régimen no suelen incluir dicha información de libertad realizada en los lugares de origen;12 los solicitantes suelen aludir a los conflictos bélicos que impiden las comunicaciones con sus lugares de origen, a la pérdida de la documentación, etc.13 Generalmente, dichos expedientes de libertad o soltería suelen constar de: — una solicitud — la declaración del solicitante, en la que señala su origen, su filiación, edad, lugares en los que ha vivido, dedicación profesional y un testimonio expreso de cómo es persona libre y no ha dado palabra de matrimonio — declaraciones de los testigos, que normalmente suelen ser entre dos y cuatro, aunque a veces pueden llegar a ser incluso cinco, y — el auto y licencia del provisor para contraer matrimonio Junto a estos datos, posteriormente se solía incluir un informe del párroco, sobre todo si residían en algún pueblo distinto a la capital, a la vez que ocasionalmente se citaba a la persona con la que se deseaba contraer matrimonio y se incluía el certificado de bautismo.14 Estos requerimientos se mantuvieron intactos en las sinodales celebradas en 1735 por el obispo Dávila.15 No cabe duda que el matrimonio de los foráneos constituía una de las preocupaciones de los prelados canarios pues a las órdenes citadas debemos añadir la opinión de fray Juan de Guzmán el cual, en su visita pastoral, señalaba como una de las situaciones pecaminosas más graves la presencia de casados que permanecían en las islas sin sus esposas durante mucho tiempo.16 En el Archivo Histórico Diocesano del Obispado de Canarias se conserva la serie de expedientes de soltería dentro de la sección de Sacramental.17 Los expedientes son bastantes numerosos, sobre todo para el período comprendido entre el siglo XIX y primeras décadas del siglo XX; como ejemplo baste decir que solo hasta 1860 se custodian más de 1.500 documentos. A pesar de ello, el número es notablemente inferior al de los expedientes que, en teoría, deberían haberse generado; como ejemplo, apuntar que para el período de nuestro estudio, entre 1600 y 1820, apenas se conservan 173 expedientes de individuos procedentes de Europa, un dato a todas luces escaso en comparación con los matrimonios que se efectuaron en las islas en el mismo período.18 A lo largo de los poco más de dos siglos que abarca esta comunicación se custodian un total de 795 expedientes de soltería, los cuales se distribuyen temporalmente de la siguiente manera: Un instrumento para el conocimiento… 609 1612-1700 1701-1750 1751-1800 1801-1820 TOTAL 24 75 150 546 795 Tabla I. Evolución de los expedientes de soltería (1612-1820) Fuente: A.H.D.O.C. Elaboración propia. En la tabla I se observa el elevado crecimiento exponencial de la producción de los expedientes de soltería conforme avanzamos en el tiempo. Si del siglo XVII apenas se conservan una veintena, esta cifra se multiplica por tres solo en la primera mitad del Setecientos la cual, a su vez, se duplica en la segunda mitad de esa centuria. Además, solo en los primeros veinte años del siglo XIX se generan más de 540 documentos, una cifra superior a la acumulada durante los dos siglos anteriores y que constituye casi dos veces y media la cantidad de expedientes que se custodian del siglo anterior. ORIGEN TOTAL % Canarias 465 58,5 Península 134 16,85 Europa 173 21,76 América 15 1,88 Sin identificar 8 1 Total 795 100 Tabla II. Procedencia de los solicitantes (1612-1820) Fuente: A.H.D.O.C. Elaboración propia. En cuanto al origen de los solicitantes, tal y como se aprecia en la tabla II, la mayoría de los mismos son naturales de las islas. Casi un 59% de los pretendientes procede del propio archipiélago, los cuales se reparten principalmente entre Gran Canaria, algo más del 60% de las peticiones, y Tenerife, un poco más del 20%; el resto se reparte entre el resto de las islas, fundamentalmente Lanzarote y Fuerteventura. Esta situación es lógica si tenemos en cuenta que la sede del Obispado se hallaba en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y que, a pesar de que las solicitudes debían remitirse a ella, muchas se resolvían y se custodiaban en Tenerife.19 Del resto de solicitudes, casi un 22% pertenecen a individuos procedentes de diversos puntos de Europa mientras que casi un 17% lo son de súbditos de la Corona española, originarios de la península ibérica. Es indudable que existen múltiples factores que nos obligan a matizar estos datos, tal y como ya hemos comentado con anterioridad. Por un lado, la existencia de una serie documental similar en el Archivo Histórico Diocesano de La Laguna nos lleva a considerar que un gran número de solicitudes no se remitieron a la sede del Obispado y que fueron tramitadas en su origen. Por otro lado, algunos de los documentos que se custodian se encuentran en mal estado o incompletos, conservándose tan solo fragmentos del mismo; es el caso del veneciano Antonio Calimano Nardari, cuyo expediente únicamente contiene su solicitud y dos testificaciones a su favor,20 o el del francés Antonio José Roque del que solo se conserva sendas solicitudes presentadas.21 No obstante, estas cifras permiten al menos aproximarnos a una realidad y confirmar ciertas hipótesis, como el hecho de que el mayor número de solicitantes fuesen los naturales de las islas. LOS INMIGRANTES EUROPEOS EN LOS EXPEDIENTES DE SOLTERÍA Los inmigrantes europeos se convirtieron en uno de los principales focos hacia donde se dirigía la atención de los párrocos cuando transmitían su intención de contraer matrimonio. Los numerosos casos de bigamia que se produjeron principalmente en el siglo XVI, su condición de foráneos en la sociedad local, el recelo de esta ante cualquier elemento extraño y, en ocasiones, su escaso tiempo de asentamiento les convertía en sospechosos de los más variados motivos por los cuales querían casarse. Por ello, los expedientes de soltería se convirtieron en un instrumento para cribar posibles casos de bigamia y evitar posibles situaciones incómodas posteriores. De hecho, varios expedientes se encuentran incompletos contando solo con la solicitud, que puede deberse a varias razones: extravío XX Coloquio de Historia Canario-Americana 610 de parte de la documentación, una pérdida de interés en obtener la licencia o bien que no decidieron continuar con la solicitud por la incapacidad de encontrar testigos que avalasen su soltería. En el apartado anterior detallamos cual era la composición del expediente. Uno de los elementos más interesantes, si no el que más, lo constituye la declaración del solicitante, sujeta a una serie de preguntas ya fijadas que apenas variaron en los poco más de doscientos años de nuestro estudio. Así, en el expediente del genovés Ángel Fortuna el provisor y vicario general daba comisión al notario: para q[ue] reciva a esta parte su juramento supletorio con la escrupulosidad debida, preguntandole: 1ª como se llama, de donde es natural y vecino, como se llaman sus padres, en q[ue] pila fue bautisado, que edad y estado tiene: 2ª quando y con q[ue] motivo salio de su Patria, en q[ue] parages ha estado y quanto t[iem]po ha recidido en ellos: 3ª si en alguno de los parages q[ue] manifiesta haber estado ha contraido matrim[oni]o celebrado esponsales, voto o contrato alguno q[ue] le impida el libre uso de su persona: 4ª y q[ue] religión ha profesado y profesa con lo demás q[ue] pareciere conveniente a la claridad de la delicadesa del asunto: y evacuado procederá a recibir la justificac[io]n q[ue] esta d[ic]ha parte solicita con la propia escrupulocidad al tenor de la representac[io]n presentada y demas q[ue] resultare de d[ic]ho juram[en]to supletorio; la qual concluida llamara de oficio tres t[esti]gos personas integras y de cristianos procedimientos q[ue] depongan de la conducta del pretend[ien]te su catolicismo y actos de religión q[ue] les hayan visto ejercer tomando informe de uno de los ven[erable]s parrocos de este sagrario o de donde haya recidido que deponga asi mismo si el q[ue] pretende ha cumplido con los preceptos de la Yg[lesi]a y demas que haya observado en su conducta: Dixo el s[eñ]or prov[is]or y Vic[ari]o Gral de este ob[is]p[a]do que firmo doy fe. Liz. Dn Andres Arbelos.22 Otro tanto sucedía con los testigos que aportaba el aspirante a obtener la licencia; debían presentarse ante el beneficiado, notario o párroco y contestar a una serie de preguntas en las que hacían constar de qué conocían a quien les presentaba y si tenían conocimiento de que estuviese casado o dado palabra de matrimonio. No obstante, en alguna ocasión fue el propio solicitante quien contribuía con el cuestionario de preguntas que debían ser respondidas por los testigos, como fue el caso del napolitano Francisco Ortanello.23 A pesar de la existencia de una práctica común, no todos los expedientes siguen la misma estructura pues, en determinadas circunstancias, los peticionarios aportaban documentos que acreditaban su soltería. Por ejemplo, el maltés José Grech presentó su renuncia al fuero extranjero realizada un par de años antes en las que se realizaban testificaciones que probaban su estado civil.24 La declaración solía comenzar con los datos básicos de filiación del solicitante. Lo habitual en este apartado es que el demandante pase casi de puntillas señalando apenas cual es su origen, los nombres de progenitores, la edad y profesión (como el francés Tomás Maye, que cita a sus padres, su origen marsellés, que tiene veintiseis años y ser hombre de la mar).25 En determinados casos se vuelve a citar a los ascendientes en el discurso vital que declaran pues suelen ser motivo de la salida del lugar de origen26 o haberse dedicado profesionalmente con ellos.27 Sin embargo, salvo casos muy excepcionales, los padres no suelen participar de manera activa en el proceso de gestación del expediente. Uno de ellos es el de José Dol, que presenta varios documentos para acreditar su soltería entre los cuales se encuentra uno de su madre, Anna Bonnet, quien al haber sido avisada por su hijo de donde se hallaba y que deseaba contraer matrimonio le otorga una escritura de consentimiento confirmando que el susodicho nunca se había casado.28 En varios casos aportan datos de su infancia y/o sus estudios en sus lugares de origen; por ejemplo, el cremonense José Sachini señala que estuvo en su ciudad de origen hasta los siete años cuando pasó a Milán y de alí se trasladó a Padua con su padre donde estuvo en la universidad hasta que cumplió los quince años;29 o el siciliano Mariano Estinga declara que “salio de dicha su patria de edad de once años para Londres en donde estudio pilotaje en un colegio catolico governado por irlandeses […] y permanecio en dicho colegio tres años […]”.30 En alguna ocasión son los testigos quienes añaden aún más información, como sucede con Miguel Angel Salamita, el cual testifica que conoce a Juan Un instrumento para el conocimiento… 611 Maritano, ambos del Piamonte, “hay mas de dies y seis años con motivo de haber handado juntos al estudio de primeras letras”.31 Uno de los aspectos que más pueden interesar de la biografía de los peticionarios está constituido por las vías empleadas para llegar al archipiélago así como las motivaciones para instalarse en él. Indudablemente, un número significativo de ellos lo hacen para buscarse la vida y su fortuna, tal y como apunta Alejandro José de Silva al señalar que “su residencia siempre la ha tenido en d[ic]ha ciudad de Funchal hasta que abra tiempo de un año poco mas o menos que se bino a esta ciudad [de Canaria] con el animo de mejora de fortuna en el ejercicio de carpintero que es el d[ic]ho q[ue] tiene […]”.32 Dentro de esta circunstancia, algunos arriban a las islas para trabajar con familiares previamente asentados, como fue el caso de Bartolomé Calimano Nardari el cual acompañaba a su hermano Gotardo Calimano Nardari enviado por su padre a instancias del capitán Gotardo Calimano, vecino de Las Palmas;33 o el madeirense Servolo Nicolás de Sousa Drumondo que salió de su tierra a comienzos de 1813 para estar con un tío suyo en Tenerife, donde permaneció tres meses, y luego se separó de su compañía y ha ejercitado el comercio entre Gran Canaria, Tenerife y Madeira.34 La tradición mercantil de las islas siempre ha supuesto un factor de atracción para los europeos y este hecho se refleja en diversas declaraciones de los interesados. Ya sea directa o indirectamente, varios de ellos se instalan en el archipiélago con ese fin, tal y como se ha expuesto justo en las líneas precedentes al reunirse con parientes ya asentados. Algunos lo hacen por su propia mano, como el madeirense Juan José de Ornellas35 o como José Grech, quien: de edad de dies y siete años salio de su patria en derechura a esta ysla siguiendo el comercio con otros malteses en cuia compañia benia y volvio a Malta p[o]r dos ocasiones de donde salio con el mismo destino y la ultima fue por ultimos del año de setenta y uno y s[iem]pre venia a esta ysla […]36 Otros comerciantes acabaron recalando en las islas después de numerosos viajes por América y ciudades de la España penínsular, como fue el caso del maltés José Muscat, que salió de Malta con destino a La Habana por haber fallecido allí su padre, estuvo previamente un año en Valencia realizando diligencias y luego ocho años en La Habana, tras lo cual se dirigió a Gran Canaria donde se avecinda, o el portugués José Fortunato Pereira que salió con destino a Lisboa para dedicarse al comercio con otros paisanos, de allí viajó a Madeira y recala definitivamente en Gran Canaria.37 Algo similar sucede con los marineros o aquellos individuos que se dedican a las actividades de la mar. Muchos reconocen en sus declaraciones que han salido jóvenes de su tierra, que han navegado por numerosos lugares, con frecuencia por América, puertos españoles tanto del Atlántico como del Mediterráneo, etc., y que acaban sus trayectorias en las islas. Es el caso del genovés Antonio Sierra que reconoce haber navegado por Alicante, Lisboa, Cartagena, Cádiz, las Azores, Sevilla y Málaga antes de recalar en Gran Canaria;38 el portugués Manuel Francisco de los Santos, el genovés Bernardo Ballino o el azoreano Juan Silvera de Matos, por citar algunos ejemplos.39 A comienzos del siglo XIX no resulta extraño localizar individuos que se asientan en Canarias tras salir de sus lugares de origen con motivo de los conflictos bélicos que asolan Europa, como el turinés José Alejandro Carnaveso que salió de casa de sus padres con quince años “a resultas de haberse posesionado los Franceses de aquella ciudad y recelar con vastante fundamento el que le hecharian mano p[ar]a incluirlo en sus exercitos […]”.40 En el fondo los motivos esgrimidos tanto para la salida de su patria como para la llegada al archipiélago son de lo más variopinto; desde formar parte de los ejércitos y, por tanto, ser trasladados al servicio del rey,41 el cobro de un legado o herencia,42 un litigio por un crédito43 o, incluso, de manera accidental por enfermedad.44 Lo que es indudable que la mayoría de ellos tienen un largo recorrido vital antes de recalar definitivamente en alguno de los puertos canarios, que se manifiesta en las distintas vivencias y viajes que han experimentado. Así, el francés Antonio Dohormann declaraba que había vivivo en el Guarico francés en América y: Que haviendo acaecido el incendio de d[ic]ho Guarico y revolución de los negros salió el q[ue] declara fugitivo con todos los havitantes al norte de América a la ciudad de Baltimor en donde estaria cosa de mes y medio, que declarada la Guerra de la Francia con la Ygalaterra salio el q[ue] declara a corso en calidad de capitan y aporto en las colonias XX Coloquio de Historia Canario-Americana 612 francesas y españolas en la ciudad de la Havana nueva ollian y Puerto Rico y en otros distintos parages p[o]r donde tocavan ya con algunas presas y ya p[ar]a tomar viveres […] tras lo cual estuvo en La Habana cinco veces, Charleston y Nueva York en América, Le Havre y se vino a Canarias donde ha estado navegando entre las islas y Senegal.45 Al margen de la información sobre la vida previa a su asentamiento en el archipiélago, las declaración de los interesados nos permiten acceder a algunos datos más íntimos como pueden ser los motivos para contraer matrimonio. No son numerosos los testimonios que sobre este aspecto podemos localizar, aunque a veces indirectamente se pueden deducir a través de algún testigo presentado, como le sucedió al parisino Pedro José Melliu uno de cuyos testigos señalaba que sabía que quería contraer matrimonio con María Josefa de Armas, vecina de La Laguna, con la que había tenido una criatura, circunstancia similar a la de Francisco Casanueva aunque en este caso es el mismo quien lo apunta.46 Son los testigos también quienes aportan el motivo que tiene Juan Tavares para desposar a Ana Cardoso pues “haviendo tenido una tormenta en la embarcasión hiso boto el d[ic]ho joan tavares de casarse llegando a salbam[en]to con la donsella mas pobre que hallasse […]”.47 No obstante, las intenciones matrimoniales no siempre contaban con la aprobación de la familia, como le sucedió al portugués Antonio Vicente al tratar de casar con María de las Nieves, pues su padre se oponía y ambos solicitaban que la susodicha fuese depositada en custodia en una casa honrada para evitar la violencia y el maltrato que sufría.48 Asimismo, y de manera mucho más puntual, los expedientes nos permiten recabar referencias curiosas como la descripción física del solicitante,49 acontecimientos sucedidos en las islas50 o incluso saber que alguna de las futuras esposas estaba en la cárcel, como ocurrió con Josefa Peraza, la cual se hallaba presa “por trato ilicito con Antonio de los Santos Caises de este vecindario natural de la ysla de la Madera […]”.51 Mención aparte merece el nutrido grupo de franceses que a mediados de la segunda década del siglo XIX deciden asentarse y casarse en las islas. Estos franceses constituían una parte importante del conjunto de prisioneros que, como consecuencia de las guerra con Napoleón, habían sido enviados a Canarias entre 1809 y 1810.52 Una vez finalizado el conflicto bélico, la mayor parte del contingente retornó a su patria de origen pero algunos decidieron permanecer en las islas y contraer matrimonio. En la serie que se conserva en el Archivo Histórico Diocesano de Las Palmas existen setenta y tres expedientes de antiguos prisioneros que solicitan la licencia repartidos por todas las islas, fundamentalmente Gran Canaria (cuarenta y tres) y Tenerife (veintidós); número al cual se debe añadir aquellos que se custodian en el Archivo Histórico Diocesano de La Laguna y que será notablemente superior habida cuenta que en aquella isla se concentró el grueso de aquellos reos. No obstante, debemos señalar que, si bien constituían el colectivo mayoritario, no todos los prisioneros eran originarios de Francia, pues muchos procedían de diversos lugares de Europa como la península italiana, Flandes o Alemania, muestra de la heterogeneidad de los ejércitos napoleónicos. Al igual que en el resto de los casos, los expedientes de estos individuos nos ofrecen abundante información de sus trayectorias antes de su captura. En varios casos nos indican que fueron enrolados con engaño o a la fuerza para el servicio en el ejército o la marina, como fue el caso de Pablo Bartolomy que señala: que hay catorse años salio de su patria con motivo de haverlo aprehendido para soldado e ir a las Guerras y se dirigio a Paris donde estava el palacio del Rey Luis dies y seis donde permanecio seis meses pasados los quales paso a la Alemania y estuvo en ella tres o cuatro meses, después fue a Bolonia en donde permanecio tres años, después paso a la Olanda y duro alli cinco meses pasando después a la Prucia en donde residio quatro meses en donde vino con el exercito a Madrid manteniendose en ella quatro meses saliendo después p[ar]a Bailen donde fue hecho pricionero […]53 Entre ellos había una enorme disparidad en cuanto al tiempo que habían estado de servicio en los ejércitos; el mencionado Pablo Bartolomy lo fue durante ocho años o Juan Ángel Gaffe quien fue tomado con dieciseis años en 1796, por citar un par de casos, mientras que otros fueron enrolados en las requisitorias de 1806 y 1807 por lo que apenas llevaban un par de años de servicio cuando fueron capturados en España.54 Lo que sí suelen realizar en sus declaraciones es una descripción de los Un instrumento para el conocimiento… 613 lugares en los que han estado55 o incluso, en algunas ocasiones, de los regimientos o embarcaciones en las que han servido; así, Juan Carlos Simon de Cler declaró haber entrado en España en el Regimiento de Caballería de Dragones número diez con la graduación de cadete y luego se le dio la plaza de sargento.56 Tras la firma de la paz muchos de ellos deciden permanecer y contraer matrimonio, e incluso convertirse en vasallo del monarca español,57 pues como dice Pedro Arcanio “determine avecindarme y no salir jamas de esta patria por quanto en ella ademas de disfrutar salud gano lo necesario p[ar]a mi subsistencia”.58 No obstante, en algunos casos se produce un fenómeno de retorno a las islas tras ser liberados y acudir a sus lugares de origen; Juan Ripoche se embarcó para Lorien y tras pasar solo seis días en su casa se embarcó en Nantes rumbo a Canarias vía Lisboa y Madeira por temer que lo pusiesen en el servicio de nuevo y por haber dado palabra de casamiento a D.ª Cándida Hernández.59 Por último, señalar que los expedientes nos permiten observar cómo, ante la necesidad de ratificar su catolicismo y religiosidad, es frecuente la aparición de testigos locales que afirman verlos oir misa, acudir a los oficios divinos, confesar y comulgar, llevar una vida cristiana, etc., para lo cual prefieren solicitar la ayuda de miembros del clero.60 E, igualmente, las relaciones preexistentes entre ellos que se observan al aparecer en las testificaciones, como sucede con Pablo Bartolomy y Antonio Corner, por citar un caso.61 CONCLUSIONES En las páginas precedentes hemos intentado realizar un esbozo de los expedientes de soltería, tanto en lo que se refiere a su génesis y estructura como documento como en lo que atañe a su contenido. Ya hemos apuntado al inicio de la comunicación que, dadas las características de este tipo de fuente documental así como su reparto entre los archivos diocesano de Gran Canaria y Tenerife, no se trata de un estudio cuantitativo sino más bien cualitativo, con la pretensión de darlo a conocer y fomentar su uso por aquellos investigadores interesados en las corrientes migratorias tanto procedentes del exterior como internas. Lo cierto es que, a pesar del mal estado en el que se pueden encontrar algunos expedientes, de que varios se hallen inconclusos y del carácter reiterativo en lo que concierne a los cuestionarios que deben responder tanto los solicitantes como los testigos, los expedientes de soltería constituyen una importante fuente de información para profundizar en las trayectorias vitales de aquellos individuos que, procedentes del continente europeo, decidieron asentarse y contraer matrimonio en Canarias. Máxime teniendo en cuenta la parquedad de datos que, al respecto, pueden ofrecer las tradicionales fuentes documentales que se han empleado para su estudio hasta el presente. Una información que se centra fundamentalmente en los datos de filiación, dedicación profesional y el devenir de su existencia antes de arribar al archipiélago, aunque en ocasiones también ofrezcan noticias de su estancia en él sobre todo si ha transcurrido un cierto tiempo desde su llegada hasta el momento en que decide contraer matrimonio. Es, por ello, por lo que creemos que los expedientes de soltería pueden configurarse como una herramienta de estudio significativa en futuras investigaciones centradas en la presencia de europeos en las islas Canarias durante el Antiguo Régimen. XX Coloquio de Historia Canario-Americana 614 EXPEDIENTES DE SOLTERÍA (1612-1820) AÑO EXPED. NOMBRE ORIGEN RESIDENCIA PROFESIÓN 1612 1 Sosa, Francisco de San Miguel (Azores) Las Palmas de GC Cantero 1615 2 Haya, Alonso de la Saint-Maló (Francia) Las Palmas de GC Mercader 1624 9 Alberto, Brian Saint-Maló (Francia) Las Palmas de GC Mercader 1625 7 Vega, Manuel de Tercera (Azores) Las Palmas de GC Marinero 1632 3 González, Melchor Madeira La Orotava Sin especificar 1634 5 Rodríguez, Francisco Lisboa Las Palmas de GC Marinero 1653 8 Camino, Adrián del Brujas (Flandes) Las Palmas de GC Sin especificar 1669 160 Tavares, Juan Cascais (Portugal) Las Palmas de GC Marinero 1672 11 Bunel, Pedro Ruán (Francia) Las Palmas de GC Sillero 1685 16 Calimano Nardari, Antonio Venecia Las Palmas de GC Mercader 1690 14 Calimano Nardari, Bartolomé Venecia Las Palmas de GC Mercader 1692 17 González, Andrés Madeira Fuerteventura Sin especificar 1700 22 Cus, Juan Bautista Venecia Las Palmas de GC Marinero 1702 23 Vicente, Antonio Lisboa Las Palmas de GC Marinero 1704 29 Casache, José Tomás Livorno (Florencia) Sta. Cruz de Tenerife Marinero 1712 43 Visiera, Juan Auverne (Francia) Las Palmas de GC Criado / Mercader 1713 25 Jerardin, José Cazien (Francia) La Laguna Marinero 1713 46 Sierra, Antonio Génova La Laguna Marinero 1714 47 Costa, María de la Génova Las Palmas de GC Panadera 1714 48 Lubaris, Juan Bautista Niza (Francia) Las Palmas de GC Cirujano 1716 51 Caraballo, Amaro Madeira Sta. Cruz de Tenerife Sin especificar 1717 53 Maye, Tomás Marsella (Francia) Las Palmas de GC Marinero 1725 61 Mota, José de Braga (Portugal) Sta. Cruz de Tenerife Tratante 1736 74 Tresteen, Diego Inglaterra Sta. Cruz de Tenerife Capitán 1743 87 Sabelgo, Juan Bautista Génova Las Palmas de GC Marinero 1760 101 Marino, Juan Antonio Génova Las Palmas de GC Marinero 1770 118 Sosa, Manuel de Portugal Sta. Cruz de Tenerife Carpintero 1770 119 Castellan, Antonio Santurpe (Francia) Las Palmas de GC Marinero 1772 131 O’Bray, Mauricio Irlanda Las Palmas de GC Marinero 1774 140 Grech, José Malta Las Palmas de GC Mercader 1774 147 Almeda, Joaquín de Lisboa Telde Militar 1776 135 Carbonell, Pedro Marsella (Francia) Las Palmas de GC Vicecónsul 1777 156 Pensier, Juan Francisco Tolón (Francia) La Habana Sin especificar 1778 157 Silva, Antonio Joaquin de Madeira Las Palmas de GC Sin especificar Un instrumento para el conocimiento… 615 AÑO EXPED. NOMBRE ORIGEN RESIDENCIA PROFESIÓN 1785 174 Méndez, José Lisboa Arrecife (Lanzarote) Marinero 1785 175 Romero, Antonio Francisco Portugal Teguise (Lanzarote) Marinero 1786 181 Ornellas Valdivieso, Juan José Madeira Las Palmas de GC Mercader 1787 190 Pons, José Malta Las Palmas de GC Mercader 1788 191 Inglott, Cayetano Malta Las Palmas de GC Carpintero de barco 1788 193 Pita de Govea, Antonio Madeira Sta. Cruz de Tenerife Criado / Mercader 1789 197 Dol, José Marsella (Francia) Las Palmas de GC Sin especificar 1792 213 Deutre, Tomás José Fayal (Azores) Sta. Cruz de Tenerife Sin especificar 1798 233 Ortanello, Francisco Antonio Nápoles Las Palmas de GC Soldado / Marinero 1799 238 Foré, Miguel Toulouse (Francia) Las Palmas de GC Criado 1800 247 Sortino, Miguel Malta Las Palmas de GC Mercader 1801 250 Bretonier, Luis Nantes (Francia) Las Palmas de GC Marinero 1801 251 Santos, Manuel Francisco de los Oporto (Portugal) Las Palmas de GC Marinero 1801 253 Guibaud, Pedro Aix-en- Provenza (Francia) Teguise (Lanzarote) Sin especificar 1801 257 Vallino, Bernardo Génova Sta. Cruz de La Palma Marinero 1803 279 Caises, Antonio de los Santos Madeira Sta. Cruz de Tenerife Artillero 1803 282 Silva, José Joaquín de Alentejo (Portugal) Sta. Cruz de Tenerife Marinero 1803 284 Silva, José de Madeira Las Palmas de GC Carpintero 1804 369 Rousel, Claudio Thomas Burzai/Loira inferior (Francia) Sta. Cruz de Tenerife Sin especificar 1804 372 Roque, Antonio José Bezis, Languedoc (Francia) Sta. Cruz de Tenerife Sin especificar 1804 377 Correa, Gaspar Cuvillan (Portugal) Pájara (Fuerteventura) Sin especificar 1804 382 Dormán, Antonio Burdeos (Francia) Sta. Cruz de Tenerife Capitán de navío 1804 383 Pereira, Nicolás S. Miguel (Azores) Las Palmas de GC Piloto 1805 391 Escanilla, Francisco Génova Las Palmas de GC Marinero 1805 393 Mederos, Juan S. Miguel (Azores) Arrecife (Lanzarote) Sin especificar 1806 405 Sebany, Pedro Génova Arrecife (Lanzarote) Piloto 1807 421 Matos, Juan José Tercera (Azores) Las Palmas de GC Marinero 1808 303 Rata, Juan Bautista Génova Lanzarote Marinero 1808 305 Silvera de Matos, Juan S. Jorge (Azores) Arrecife (Lanzarote) Marinero 1809 307 Vocalandro, Vicente Génova Las Palmas de GC Marinero XX Coloquio de Historia Canario-Americana 616 AÑO EXPED. NOMBRE ORIGEN RESIDENCIA PROFESIÓN 1810 322 Mouscat, José Malta Las Palmas de GC Mercader 1810 328 Ball, Carlos Dublín (Irlanda) Las Palmas de GC Sin especificar 1810 332 Canabeso, José Alejandro Turín (Italia) Sta. Cruz de Tenerife Marinero 1811 336 Pinto Suárez, Leandro Sta. María (Azores) Las Palmas de GC Marinero 1811 340 Silva Ponte, Ignacio da Bahía (Brasil) Lanzarote Sin especificar 1811 349 Botello, Juan S. Jorge (Azores) Las Palmas de GC Sin especificar 1811 360 Correa Pinto, Gaspar Cuvillan (Portugal) Sta. Cruz de Tenerife Administración 1812 432 Maffiote, Esteban Bartolomé Cette Herault (Francia) Sta. Cruz de Tenerife Marina 1812 435 Díaz, Antonio Ignacio S. Miguel (Azores) Sta. Cruz de Tenerife Calafate 1812 439 Suberiterki, Ignacio Hungría Las Palmas de GC Mercader 1812 440 Extinga, Mariano Sicilia (Italia) Lanzarote Portugal 1812 2668 Sicornia, Juan Bautista Génova Lanzarote Marinero 1813 461 Davison, Guillermo Irlanda Arrecife (Lanzarote) Sin especificar 1813 465 Viera, Manuel Jesús del Nacimiento Isla del Pico (Azores) Las Palmas de GC Sin especificar 1813 479 Pereira, José Fortunato Guimarais (Portugal) Las Palmas de GC Mercader 1813 563 West, Manuel José Wilmington (EEUU) Sta. Cruz de Tenerife Sin especificar 1814 483 Roberto, Jenaro Antonio Nápoles Las Palmas de GC Latonero 1814 484 Montis, Jacinto Verceli (Italia) Gáldar (Gran Canaria) Soldado / Carpintero 1814 492 Salamitas Donat, Miguel Angel Sospelo (Italia) Las Palmas de GC Soldado / Criado 1814 499 Yorcoh, Jacob Dantzig Arrecife (Lanzarote) Marinero 1814 501 Grafignia, Antonio Liorna (Italia) Lanzarote Calafate 1814 506 Magro, Salvador Malta La Laguna Tenerife Mercader 1814 507 Bartholomy, Pablo Briude (Francia) Las Palmas de GC Sillero 1814 509 Gaffé, Juan Angel Limoux (Francia) Las Palmas de GC Marina real 1814 510 Arcanio, Pedro Tolón (Francia) Las Palmas de GC Soldado / Carpintero de ribera 1814 511 Guillermo, Agustín Muaran (Francia) Las Palmas de GC Soldado / Zapatero 1815 454 Fontes, Pedro Francia Sta. Cruz de Tenerife Sin especificar 1815 514 Denis, Juan Bautista Feres (Francia) Las Palmas de GC Soldado 1815 515 Vejus, Esteban Satune (Francia) Las Palmas de GC Soldado 1815 516 Juanes, Andrés Esteban Dun (Francia) Gáldar (Gran Canaria) Soldado / Criado 1815 517 Pique, Simón Marsella (Francia) Las Palmas de GC Marinero (soldado) 1815 518 Summier, Juan Sastu de Flandes Moya (Gran Canaria) Soldado Un instrumento para el conocimiento… 617 AÑO EXPED. NOMBRE ORIGEN RESIDENCIA PROFESIÓN 1815 519 Guebar, Juan Bautista Flandes Moya (Gran Canaria) Soldado 1815 520 Blancar, Agustín José Lille (Francia) Santa Brígida (Gran Canaria) Soldado 1815 521 Hidouin, Juan Dormandí (Francia) Las Palmas de GC Soldado 1815 522 Ibó, Pedro Luis Ville de Dieu (Normandía, Francia) La Orotava (Tenerife) Soldado / Latonero 1815 523 Nicolás, Antonio Bernardo Marsella (Francia) Las Palmas de GC Soldado 1815 524 Hutine, Juan Agustín Dunkerque (Francia) Las Palmas de GC Soldado / Criado 1815 525 Bosio, José Birle (Piamonte) Las Palmas de GC Soldado 1815 526 Croebel, Juan Demontier (Francia) Las Palmas de GC Soldado 1815 527 Depierre, Juan Pedro Lyon (Francia) Las Palmas de GC Soldado 1815 528 Corner, Antonio Labotoluer (Francia) Las Palmas de GC Soldado 1815 529 Abeille, Juan Bautista Villeneuve (Francia) S. Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria) Soldado 1815 530 Delcour, Alberto Mons (Flandes) Las Palmas de GC Soldado 1815 531 Masolly, Carlos Paris (Francia) Las Palmas de GC Soldado 1815 532 Maritano, Juan Piamonte (Italia) La Palma Soldado / Zapatero 1815 533 Bressy, Clemente Avignon (Francia) Las Palmas de GC Soldado / Mareante 1815 534 Martín Galot, Francisco Normandía (Francia) Las Palmas de GC Soldado 1815 537 Silva, Manuel de Madeira Arrecife (Lanzarote) Marinero 1815 539 López, Francisco de Paula Angra (Azores) Las Palmas de GC Sin especificar 1815 541 Meliu, Pedro José París (Francia) Sta. Cruz de Tenerife Soldado / Pintor 1815 542 Schneider, Pablo Alemania Las Palmas de GC Soldado 1815 544 Maisonnuve (Casanueva), Francisco Savignon (Francia) La Laguna (Tenerife) Soldado / Zapatero 1815 546 López, Juan Lisboa (Portugal) Arrecife (Lanzarote) Marinero 1815 547 Ripoche, Juan Alberto Frossay (Francia) Las Palmas de GC Marinero (soldado) 1815 551 Nold, Francisco Antonio Sur Pulqui (Sas, Francia) Sta. Cruz de Tenerife Soldado / Zapatero 1815 559 Sousa, Drumondo, Servolo Nicolás de Madeira Las Palmas de GC Mercader 1815 561 Botet, Luis Deser (Francia) La Laguna (Tenerife) Soldado 1815 562 Salet, Antonio Esteban Ciras (Languedoc, Francia) La Palma Soldado 1815 566 Valeta, Ignacio Saint Topez (Francia) Sta. Cruz de Tenerife Marinero XX Coloquio de Historia Canario-Americana 618 AÑO EXPED. NOMBRE ORIGEN RESIDENCIA PROFESIÓN 1815 568 Michau, Santiago Coron (Anjou, Francia) La Laguna (Tenerife) Soldado 1815 571 Fortuna, Ángel Génova (Italia) Las Palmas de GC Marinero (soldado) 1815 572 Rosi, Antonio Mateo Córcega (Francia) Lanzarote Marinero 1815 575 Guillermo Teodoro, Andrés Marsella (Francia) Las Palmas de GC Marinero (soldado) 1815 576 Gravance, Juan Guillermo Le Havre (Francia) Lanzarote Marinero (soldado) 1815 578 Fernand, Pedro Juan Marsella (Francia) La Laguna (Tenerife) Marinero (soldado) 1816 579 Lentini, Benito Palermo (Sicilia) Las Palmas de GC Músico 1816 585 Guigo, Pedro Lifor (Francia) Las Palmas de GC Marinero 1816 586 Antigni, Francisco San Saba (Francia) La Laguna (Tenerife) Soldado 1816 588 Martín, Francisco Luis Chatelaudren (Francia) Las Palmas de GC Marino (soldado) 1816 589 Salet, Pedro Baron (Francia) La Palma Soldado 1816 590 Alexo, Juan Marsella (Francia) Las Palmas de GC Soldado 1816 598 Diuba, Antonio Lyon (Francia) Telde (Gran Canaria) Soldado 1816 600 Luis Bourdo Lorient (Francia) Las Palmas de GC Marino (soldado) 1816 603 Lamuert, Juan María Granville (Francia) Las Palmas de GC Marino (soldado) 1816 604 Arlotty, Bartolomé Génova Las Palmas de GC Soldado 1816 605 Murcilo, Francisco Lipari (Sicilia) Lanzarote Marinero 1816 606 Escola, Antonio Ángel Bastia (Córcega, Francia) La Laguna (Tenerife) Soldado 1816 609 Montisuy, Benito Lyon (Francia) Sta. Lucía de Tirajana (Gran Canaria) Soldado 1816 610 Ruilland, Juan Pedro Lorient (Francia) Las Palmas de GC Marino (soldado) 1816 612 Acosta, Francisco José Sta. María (Azores, Portugal) Sta. Cruz de Tenerife Marinero 1816 617 Gallway, Juan Florencio Lisboa Puerto de la Cruz (Tenerife) Sin especificar 1816 620 Pedro, Juan Francisco de Martinica Sta. Cruz de Tenerife Marino (soldado) 1816 622 Guerin, José Francisco Turena (Francia) Las Palmas de GC Soldado 1816 623 Lemi, Pedro Burdeos (Francia) Las Palmas de GC Marino (soldado) 1817 634 Hebert, Pedro Mongaron (Francia) Puerto de la Cruz (Tenerife) Soldado / Herrero 1817 642 Salvaje, José Miglou (Francia) Las Palmas de GC Marino (soldado) 1817 653 Maxio, Roberto Rochefort (Francia) Sta. Cruz de Tenerife Soldado Un instrumento para el conocimiento… 619 AÑO EXPED. NOMBRE ORIGEN RESIDENCIA PROFESIÓN 1817 654 Regio, José Ragusa (Italia) Sta. Cruz de Tenerife Sirviente 1817 657 Savoje, Antonio Piamonte- Cerdeña Sta. Cruz de Tenerife Soldado 1817 659 Varell, Leonard Se-Viturne (Francia) Sta. Cruz de Tenerife Soldado 1817 666 Merlle, Pedro José Cana (Provenza, Francia) Sta. Cruz de Tenerife Marino (soldado) 1817 668 Bedos, Juan José Rios Altos (Francia) La Palma Soldado 1817 669 Tulean, Juan Bautista Santi Petri (Provenza, Francia) Sta. Cruz de Tenerife Marino (soldado) 1817 670 Sumoso, Santiago Charria (Francia) La Palma Soldado 1817 682 Latour, Francisco Javier Aviñón (Francia) Las Palmas de GC Soldado 1818 691 Galo, Bernardo Génova Las Palmas de GC Mercader 1818 697 Chorin, Luis Marcial Allençon (Francia) Las Palmas de GC Platero 1818 712 Olivar, Francisco Javier Paris (Francia) Telde (Gran Canaria) Soldado 1818 714 Cler, Juan Carlos Simón de Montreuil (Picardía, Francia) Gáldar (Gran Canaria) Soldado 1818 732 Cailhor, Agustín Marsella (Francia) Sta. Cruz de Tenerife Soldado 1819 744 Schwartz, Pedro Paris (Francia) Las Palmas de GC Soldado 1819 745 Vicente, José Francisco Namur (Flandes) Las Palmas de GC Soldado 1819 748 Carrer, Juan Zacarías de la Serra (Pau, Francia) Realejo de Abajo (Tenerife) Soldado 1819 754 Fallon, Lorenzo Dublín (Irlanda) Puerto de la Cruz (Tenerife) Mercader 1819 761 Sacchini, José Cremona (Italia) Las Palmas de GC Sin especificar 1820 778 Gaudeimar, Tous Saints La Seyne sur Mer (Francia) Las Palmas de GC Marino 1820 780 Gabriel, Francisco Palermo (Italia) Lanzarote Oficial de velero 1820 785 Arrestucha, Vicente Mesina (Italia) Lanzarote Marino Fuente: A.H.D.O.C., Sacramental, Expedientes de soltería. Elaboración propia. XX Coloquio de Historia Canario-Americana 620 BIBLIOGRAFÍA ALEMÁN RUIZ, E. (1996). “La familia desde la óptica de la Iglesia canaria del Antiguo Régimen. Siglos XVI y XVIII”, en XI Coloquio de Historia Canario-Americana, Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo Insular de Gran Canaria, T. II pp. 487-511. BRITO GONZÁLEZ, A. (1999). “Matrículas de extranjeros en Canarias durante la segunda mitad del siglo XVIII”, en Anuario de Estudios Atlánticos, nº. 45, Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo Insular de Gran Canaria, pp. 219-260. BRITO GONZÁLEZ, A. (2002a). “Los obispos canarios ante la emigración europea en los siglos XVI y XVII”, en Almogaren, nº. 30, Las Palmas de Gran Canaria: Centro Teológico de Las Palmas, pp. 367-387. BRITO GONZÁLEZ, A. (2002b). Los extranjeros en las Canarias Orientales en el siglo XVII. Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo de Gran Canaria. CABALLERO MÚJICA, F. (1996). Documentos episcopales canarios. Vol. I: De Juan de Frías a fray Juan de Toledo OSH (1483-1665). Las Palmas de Gran Canaria: Real Sociedad Económica de Amigos del País, pp. 178-179. CIORANESCU, A. (1977). Historia de Santa Cruz de Tenerife. Santa Cruz de Tenerife: Caja General de Ahorros. Constituciones Sinodales de la Gran Canaria y su Santa Iglesia con su Primera fundación y traslación, vidas sumarias de sus Obispos, y breve relación de todas las siete islas. Compuestas y ordenadas por el Doctor don Christoval de la Cámara y Murga, Magistral de tres Iglesias, Badajoz, Murcia y la Santa de Toledo, Primada de las Españas, y Obispo del dicho Obispado. Dirigidas a la Católica Magestad del Rey don Felipe IIII nuestro Señor, Monarca y Emperador de las Españas. Madrid, 1631. FAJARDO SPINOLA, F. (2003). Las víctimas del Santo Oficio. Tres siglos de actividad de la Inquisición de Canarias. Las Palmas de Gran Canaria, p. 294. GONZÁLEZ NOVALIN, J. L. (dir.). La Iglesia en la España de los siglos XV y XVI. Tomo III 1º de Historia de la Iglesia en España, dirigida por Ricardo García Villoslada. Madrid, 1980, pp. 481-486. LAVANDERA LÓPEZ, J. (2009). “Los archivos diocesanos de Canarias”, en Historia de los archivos de Canarias, Las Palmas de Gran Canaria: Gobierno de Canarias, T. I, pp. 529-739. LEÓN, F. Mª de (1966). Historia de las islas Canarias 1776-1868. Tenerife: Aula de Cultura. SÁNCHEZ HERRERO, J. (1991). “La parroquia de la Concepción de La Laguna (Tenerife) en el tránsito del siglo XVI al XVII. El Libro de los Mandatos de los obispos de Canarias y sus visitadores de la parroquia de la Concepción de La Laguna, 1542-1700”, en VIII Coloquio de Historia Canario-Americano, Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo Insular de Gran Canaria, T. II, pp. 817-846. SÁNCHEZ HERRERO, J. (1994). “Las visitas ad limina apostolorum de los obispos de Canarias fray Juan de Guzmán OFM (1622-1627) y Cristóbal de la Cámara y Murga (1627-1635)”, en X Coloquio de Historia Canario-Americana, Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo Insular de Gran Canaria, T. II, pp. 459-480. Un instrumento para el conocimiento… 621 NOTAS 1 Queremos agradecer al personal del Archivo Histórico Diocesano del Obispado de Canarias las facilidades para la consulta de los expedientes allí conservados. BRITO GONZÁLEZ (1999). 2 GONZÁLEZ NOVALIN (1980). 3 El profesor Francisco Fajardo ha detectado 79 casos en el tribunal canario lo que supone apenas el 3’5% de los procesos de fe que pasaron ante los inquisidores. FAJARDO SPINOLA (2003), p. 294. 4 (A)rchivo del (M)useo (C)anario Inquisición I-11. Cit. en BRITO GONZALEZ (2002a). 5 FAJARDO SPINOLA (2003) p. 296. 6 Cit. en ALEMÁN RUIZ (1996). 7 Mandato para Santa Cruz de La Palma (1603) fol. 27 vto.-28 rto. En CABALLERO MÚJICA (1996), pp. 178-179. 8 “Cuando alguno de los contrayentes es extranjero (de otra isla, de la Península o extranjero), deberá traer información de su tierra, de donde es natural, de donde ha vivido o morado, por donde conste que no ha contraído matrimonio, ni tiene impedimentos. Traerá también publicadas las amonestaciones.” En SÁNCHEZ HERRERO (1991). 9 “De los que se quisieren casar siendo uno o ambos forasteros”. Constituciones Sinodales de la Gran Canaria y su Santa Iglesia con su Primera fundación y traslación, vidas sumarias de sus Obispos, y breve relación de todas las siete islas. Compuestas y ordenadas por el Doctor don Christoval de la Cámara y Murga, Magistral de tres Iglesias, Badajoz, Murcia y la Santa de Toledo, Primada de las Españas, y Obispo del dicho Obispado. Dirigidas a la Católica Magestad del Rey don Felipe IIII nuestro Señor, Monarca y Emperador de las Españas. Madrid, 1631. 10 En la Sección Sacramental del Archivo Histórico Diocesano del Obispado de Canarias se conserva la serie de expedientes de soltería, en la cual hallamos varios expedientes anteriores a la publicación de las Sinodales como la de Francisco de Sosa (1612), Alonso de la Haya (1615), Cristóbal Vargas (1620) y Brian Albertos (1624). 11 Constituciones Sinodales de la Gran Canaria… fol. 121 vto.-122 rto. 12 Uno de los casos excepcionales lo constituye el portugués Francisco de Paula López, el cual presenta la documentación de la información realizada en Angra (Azores). Exped. 539. 13 Antonio Dohormann señalaba en su solicitud que no podía acreditar el fallecimiento de su primera esposa por haber sobrevenida una guerra en la isla del Imarico (sic) y se incendiaron los papeles del archivo. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 382 (1804). 14 LAVANDERA LÓPEZ (2009). 15 Constituciones, y nuevas addiciones synodales del obispado de las Canarias, hechas por el ilustrísimo señor Don Pedro Manuel Dávila y Cárdenas […] Obispo de sus Islas, del Consejo de Su Magestad, Señor de la Villa de Aguimes, a las que hizo el ilustrísimo señor Don Christoval de la Camara y Murga (de gloriosa memoria) en la que celebró en el año passado de 1629. Madrid, En la Oficina de Diego Miguel de Peralta, Año 1737. 16 SÁNCHEZ HERRERO (1994). 17 En el Archivo Histórico Diocesano de San Cristóbal de La Laguna existe una serie idéntica donde los expedientes, separados por islas, comienzan en 1615 (en el caso de Tenerife) y 1623 (para La Palma, la Gomera y el Hierro). Por motivos personales no hemos podido consultar toda la documentación conservada en este archivo, de ahí que nuestro trabajo tenga un componente más cualitativo que cuantitativo. No obstante, como acicate para futuros investigadores, debemos apuntar que la serie custodiada en el archivo de La Laguna es significativamente mayor, pues solo para el siglo XVII hemos contabilizado 195 expedientes de europeos que solicitaban la licencia para contraer matrimonio. 18 Solo en Santa Cruz de Tenerife contrajeron matrimonio 225 europeos entre 1701 y 1750. CIORANESCU (1977) T. I, p. 98. En Las Palmas de Gran Canaria la cifra es de 137 europeos durante todo el siglo XVII. BRITO GONZÁLEZ (2002b) p. 260. 19 Por ejemplo, en el Archivo Histórico Diocesano de La Laguna se conservan los expedientes de Ignacio de la Cruz y Gotardo Calimano, residentes en la ciudad de Las Palmas. Caja 1 Leg. 1833 exped. 56 (1657) y Caja 2 Leg. 1836 exped. 7 (1670), respectivamente. 20 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 16 (1685). 21 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 372 (1804). 22 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 571 (1815). 23 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 233 (1798). También podemos incluir los del portugués José Méndez y el maltés Salvador Magro, exped. 174 (1785) y exped. 506 (1814), respectivamente. 24 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 140 (1774). Otro tanto sucedió con el portugués Francisco de Paula López quien presentó un documento otorgado por el provisor de la catedral de Angra que acreditaba la soltería del mismo. Exped. 539 (1818). 25 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 53 (1716). 26 Por ejemplo, el maltés José Muscat declara que, cuando tenía veintiún años, le llegó la noticia del fallecimiento de su padre en San Cristóbal de La Habana por lo que partió hacia Valencia, donde permaneció un año, y luego hacia aquella ciudad, en la que residió ocho años. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 322 (1810). 27 El genovés Bernardo Valino reconoce que se ausentó con once años de su patria con su padre yendo hacia Cádiz como marineros y que han trabajado juntos en distintas embarcaciones destinadas a América y Montevideo. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 257 (1801). 28 Junto a la escritura de consentimiento se encuentra una fe de bautismo así como una certificación del cónsul español en la Provenza y el Rosellón. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 197 (1789). 29 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 761 (1819). 30 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 440 (1812). 31 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 532 (1815). XX Coloquio de Historia Canario-Americana 622 32 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 284 (1803). Otros casos que lo especifican de manera clara, por citar algunos, son el napolitano Genaro Antonio Roberto que salió de su tierra doce años atrás para buscarse la vida en su oficio de latonero llegando a Barcelona y después, vía Talavera de la Reina, Lisboa y Madeira, llegó a Gran Canaria; el portugués Manuel de Sosa quien salió de Azores en una goleta inglesa veintidos meses atrás para buscar la vida en su oficio de carpintero; o el madeirense Manuel de Silva que declara “el motibo de su benida no fue otro que la pobresa de sus padres y el querer buscar medios de ganar la vida con cuio objeto entro en una fragata la que habiendo aportado a esta d[ic]ha ysla resolvió quedarse en ella con el fin indicado”. Exped. 483 (1814), 118 (1770) y 537 (1815), respectivamente. 33 A ambos hermanos les acompañaba, a su vez, su primo Francisco Calimano, todos los cuales se asentarían, temporal o definitivamente, en Gran Canaria. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 14 (1690). 34 A.H.D.O.C., Sacramental, Expedientes de soltería, exped. 559 (1815). 35 El mismo solicitante señala que “habiendoseme criado desde mi ynfancia en la expresada ysla de la Madera como pueblo de mi naturaleza me conserve y mantuve en ella sin haber viajado p[ar]a parte alguna hasta el mes de Mayo del año proximo pasado en que con ciertos generos comerciables me conduje a esta d[ic]ha Ysla […]” A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 181 (1786). 36 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 140 (1774). 37 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 322 (1810), para el primero, y exped. 479 (1813), para el segundo. 38 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 46 (1713). 39 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 251 (1801), 257 (1801) y 305 (1808), respectivamente. 40 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 332 (1810). Algo similar le ocurrió a José Regio, natural de Ragusa, que salió de su ciudad al llegar a Italia el ejército de Napoleón y temer que fuese tomado para defender la ciudad o para el propio ejército. Exped. 654 (1817). 41 Por ejemplo, Joaquin de Almeida, natural de Lisboa, quien “estando el declar[an]te en compañía de sus padres con engaño le persuadieron a q[ue] fuese soldado y lo llevaron sus compañeros a Badajos y tomo alli la casaca en el Regim[ien]to de cordoba en el año de sesenta y siete de donde vino a cadis con los demas soldados y se dispuso venir a estas yslas en donde a estado en el R[ea]l servisio […]”. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 147 (1774). 42 Pedro Carbonnel, teniente capitán de dragones de la Martinica, arriba a Gran Canaria para cobrar el legado que había dejado D. Bernardino Carbonnel, su hermano, fallecido en esa isla. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 151 (1776). 43 El corso Antonio Mateo Rosi salió de Bastia en 1804 hacia Paris por un litigio originado allí con la muerte de su padre por un crédito a su favor, tras lo cual se puso al servicio del cónsul francés que vino a Canarias en 1804 y estuvo en Tenerife durante cuatro años tras lo cual pasó a Lanzarote donde se hallaba avecindado siete años. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 572 (1815). 44 El francés Pedro Bunel se dirigía hacia Santo Domingo cuando al recalar en la isla de Cabo Verde le dieron unas calenturas y no pudo proseguir el viaje, estando en ella casi un año por lo que se trasladó a Gran Canaria. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 11 (1672). 45 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 382 (1804). 46 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 541 (1815), para el primero, y exped. 544 (1815), para el segundo. 47 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 160 (1669). 48 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 23 (1702). 49 Por ejemplo, Francisco de Sosa se describía como “moso de baxo cuerpo y de hedad de v[ein]te años de rostro lleno y los ojos pardos”. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 1 (1612). 50 Alonso de la Haya suplicaba una comisión a cualquier notario para que recogiese las testificaciones porque “los testigos que e de presentar estan de la [roto, ¿parte?] de triana y con la avenida del barranco no pueden passar a esta p[ar]te […]”. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 2 (1615). 51 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 279 (1803). 52 Aunque este hecho es citado por los historiadores coetáneos, que cifran estos prisioneros galos en 1.484 cuando llegan en 1809 más otros 800 que lo hacen en 1810, su presencia e influencia en las islas no ha sido objeto de un estudio exhaustivo aún. Algunos datos en LEÓN (1966: 99-100). 53 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 507 (1814). 54 Entre ellos estaban Agustin Guillermo, Juan Bautista Denis y Esteban Beos. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 511 (1814). 514 (1815) y 515 (1815), respectivamente. 55 Por ejemplo, Juan Guillermo Gravance señala que salió de su patria por haberle tomado por marinero en los buques del rey cuando gobernaba Napoléon, dirigiéndose primeramente a Puerto Principe, después a Guadalupe, la Martinica y otros puertos siempre como marinero, que estuvo en Ferrol, se halló en la batalla de Trafalgar y estando en Cádiz fue hecho prisionero cuando se declaró la guerra. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 576 (1815). 56 Y Agustín Cayor señalaba en su declaración que fue quintado en 1807 y agregado en clase de soldado al Quinto Regimiento de la Legión de Honor con el que llegó a España. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 714 (1818) para el primero, y exped. 732 (1818), para el segundo. 57 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 507 (1814). 58 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 510 (1814). Un instrumento para el conocimiento… 623 59 Otro tanto sucedió con Francisco Javier Latour el cual volvió a Francia donde estuvo diez meses sirviendo hasta que fue herido y se le dio el retiro y, para no vivir de sus padres, hizo negocios de mercadurías y se vino a Canarias. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 547 (1815), para el primero, y exped. 682 (1817), para el segundo. 60 Entre otros casos, el de Francisco Casanueva a cuyo favor testifica el presbítero y licenciado D. Alonso Ruiz, vecino de La Laguna, señalando que ha confesado al solicitante y que cumple con los preceptos anuales de confesión y comunión. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 544 (1815). 61 Pablo Bartolomy testifica en el expediente de Antonio Corner y viceversa, señalando que vivían a cuatro leguas de distancia y que se encontraron en Bolonia estando en la misma compaññía hasta que fueron hechos prisioneros. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 507 (1814) y 528 (1815).
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Título y subtítulo | Un instrumento para el conocimiento del discurso vital de los inmigrantes europeos en Canarias en el Antiguo Régimen: los expedientes de soltería = An instrument for the knowledge of the vital speech of the European immigrants in the Canary Islands in... |
Autor principal | Brito González, Alexis D. |
Publicación fuente | XX Coloquio Historia canario - americana |
Numeración | Coloquio 20 |
Sección | Historia social |
Tipo de documento | Congreso y conferencia |
Lugar de publicación | Las Palmas de Gran Canaria |
Editorial | Cabildo Insular de Gran Canaria |
Fecha | 2012 |
Páginas | pp. 0606-0623 |
Materias | Congreso ; Historia ; Canarias ; América ; Europa ; Inmigración ; Antiguo Régimen ; Familia |
Enlaces relacionados | http://coloquioscanariasamerica.casadecolon.com/ |
Copyright | http://biblioteca.ulpgc.es/avisomdc |
Formato digital | |
Tamaño de archivo | 368 KB |
Texto | 606 UN INSTRUMENTO PARA EL CONOCIMIENTO DEL DISCURSO VITAL DE LOS INMIGRANTES EUROPEOS EN CANARIAS EN EL ANTIGUO RÉGIMEN: LOS EXPEDIENTES DE SOLTERÍA AN INSTRUMENT FOR THE KNOWLEDGE OF THE VITAL SPEECH OF THE EUROPEAN IMMIGRANTS IN THE CANARY ISLANDS IN THE ANCIEN RÉGIME Alexis D. Brito González RESUMEN La presente comunicación pretende dar a conocer a los expedientes de soltería como fuente documental para conocer la trayectoria vital de los inmigrantes europeos antes de su asentamiento en Canarias. Cada foráneo que quisiese contraer matrimonio debía justificar su soltería mediante documentos procedentes de sus lugares de origen o bien mediante testigos, así como realizar una declaración de sus datos personales, lugares en los que ha estado, etc. PALABRAS CLAVE: extranjeros, familia, matrimonio, Canarias, Antiguo Régimen. ABSTRACT The present paper wants to release the singleness records as a documentary source to know the life story of the european immigrants before their settlement at Canary Islands. Every foreign person who wants to marriage may justify their singleness with documents from their birthplaces or with witnesses, and also they must to do a statement with their personal data, the places they had been, etc. KEYWORDS: Foreigners, Family, Marriage, Canary Islands, Old Regime. INTRODUCCIÓN Con la finalización del proceso de incorporación del archipiélago a la Corona castellana se inició otra fase: la del asentamiento de aquellos individuos que procedentes no solo de la península ibérica sino de otros reinos habían participado en la conquista, o bien se sintieron atraídos ante las oportunidades que ofrecían las islas para iniciar una nueva vida. De esta manera, y desde bien temprano en la historia canaria, los europeos formaron parte de la sociedad y la economía insular con una aportación muy diversa, tanto en efectivos humanos como en cultura, tradiciones y costumbres. Uno de los principales problemas con los que se encuentran los historiadores de la etapa moderna consiste en la obtención de datos concretos de aquellas personas que transitaron y se asentaron temporal o definitivamente en las islas. El control por parte de las autoridades de los foráneos tropezaba constantemente con la falta de recursos, tanto económicos como humanos, así como con la desidia de buena parte de los implicados, por lo que la elaboración de censos, matrículas y listas que recogiesen los datos de los inmigrantes se convirtió en un hecho excepcional hasta mediados del siglo XVIII, cuando Carlos III intentó que se ejecutasen con una periodicidad anual.1 Las fuentes documentales que tradicionalmente se han utilizado en la historiografía canaria, como los protocolos notariales por ejemplo, adolecen de ciertas lagunas que impiden alcanzar un conocimiento exhaustivo de estos individuos. El hecho de que buena parte de esta población tuviese la condición de flotante y transeúnte, que no acudiese necesariamente a los escribanos para registrarse u otorgar cualquier tipo de documentos así como la falta de datos en los documentos en caso de que llegasen a otorgar alguno constituyen varios de los obstáculos a la hora de establecer un discurso vital de estas personas. Archivero-Ayudante, Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas, Gobierno de Canarias. Avenida Alcalde Ramírez Bethencourt, 22. 35004. Las Palmas de Gran Canaria. España; Teléfono: +34669930291; Correo electrónico: abrigonr@gobiernodecanarias.org Un instrumento para el conocimiento… 607 Es, por ello, por lo que localizar alguna fuente documental que incluya información concreta de su biografía siempre supone un hallazgo de especial relevancia. Así sucede con los expedientes de soltería, un tipo documental escasamente explotado por los investigadores hasta el momento y que pretendemos difundir con la presente comunicación. Los expedientes de soltería, tal y como veremos en el siguiente apartado, se convirtieron en documentos necesarios para contraer matrimonio en las islas a partir del siglo XVII. A pesar de ello su número es notablemente inferior al que debió ser ya que los expedientes conservados son escasos, sobre todo en el siglo XVII y comienzos del siglo XVIII. Es por esta cuestión por lo que nuestro trabajo tiene una orientación más cualitativa que cuantitativa, lo que no es óbice para que ofrezcamos algunos datos sobre esta documentación y la información que contiene. LOS EXPEDIENTES DE SOLTERÍA: UNA APROXIMACIÓN A SU ESTUDIO El Concilio de Trento supuso importantes cambios dentro de la Iglesia católica pues impuso numerosos procedimientos para situaciones que requerían un mayor control. Una de las áreas en las que se estableció un registro más efectivo fue el ámbito matrimonial. Así, en la sesión XXIV del concilio, que trató sobre el sacramento del matrimonio, se prohibía la poligamia (canon II) y se excomulgaba a aquellos que señalasen que la Iglesia erraba cuando prohibía contraer nuevo matrimonio viviendo el anterior consorte (canon VII).2 En Canarias, las autoridades eclesiásticas se dieron cuenta muy pronto de la gran cantidad de individuos foráneos que deambulaban por las islas y que contraían matrimonio, lo cual generaba un cierto problema pues muchos de ellos ya estaban casados en sus lugares de origen. La bigamia era considerada un delito y perseguida como tal por el Santo Oficio, pues se estimaba que podía contener visos de herejía, y se convirtió en un fenómeno de cierta relevancia en las islas en el siglo XVI debido a la presencia constante de una población flotante, al constituir una zona de frontera así como paso obligatorio en el camino a Indias. Dicha trascendencia no viene originada tanto por el número de procesos que la Inquisición insular realizó en la persecución de los bígamos3 sino porque afectaba a un significativo número de forasteros, fundamentalmente de procedencia lusa que residían temporal o definitivamente en las islas. Así, los portugueses suponían el 35% del total de procesados (solo superados por los canarios); si a ellos les añadimos el resto de europeos la cifra se situaría en el 39%. Cronológicamente, a pesar de que se dieron algunos casos en la primera mitad del siglo XVI, como el de Pedro Yánez, un herrero portugués vecino de La Gomera, que entre 1529 y 1530 fue procesado por el Santo Oficio por haberse casado tres veces estando vivas sus esposas,4 la gran mayoría de los mismos se sitúan en la segunda mitad del Quinientos y primeras décadas del Seiscientos, con una cierta continuidad a finales de esa centuria y comienzos de la siguiente, si bien es cierto que nunca alcanzaron los niveles previos.5 Para evitar estas situaciones, desde finales del siglo XVI comienzan a promulgarse disposiciones que intentan regular las condiciones para contraer matrimonio en las islas. Una de las primeras se produce en 1598, en los mandatos de la isla de Tenerife, en la cual el obispo Martínez Ceniceros ordena que a la gente que llega del exterior se le obligue a vivir con su pareja si son casados y están asentadas en la isla.6 Pocos años después, este mismo obispo hará algo similar en los mandatos de la ciudad de Santa Cruz de la Palma, ampliando los condicionantes: si algunos se pretendieren casar, que sean ambos o algunos de ellos extranjeros, el vicario no permita que contraigan matrimonio sino que primeramente traigan información de su tierra donde son naturales y de las partes donde han sido vecinos y moradores, cantidad de tiempo en el cual se pueda presumir que puedan haber contraído matrimonio o dado palabra de que son libres y no tienen impedimento alguno para contraer el tal matrimonio […] además de lo cual deben traer hechas las amonestaciones de los lugares dichos, todo ello autorizado, y llevar la información a Las Palmas para que el provisor dé la autorización para poder celebrarse el matrimonio.7 Ambos mandatos se complementan con los recogidos en la visita a la parroquia de la Concepción de La Laguna a comienzos del siglo XVII, en los que insistía en la necesidad de realizar informaciones de los lugares de procedencia.8 XX Coloquio de Historia Canario-Americana 608 A pesar de que dichos mandatos únicamente afectaban a La Palma y Tenerife, parece que se hicieron extensivos a todo el archipiélago antes de ser recogida en el capítulo V de la constitución VIII de las Sinodales del obispo Cámara y Murga,9 pues en fechas tan tempranas como la década de 1610 ya se conservan expedientes para demostrar la soltería por parte de extranjeros.10 No obstante, si prestamos atención a la citada constitución podremos comprobar como aquella no se cumplía en su totalidad. En las sinodales se señalaba: que quando algunos se pretenden casar, siendo uno o ambos forasteros, no permitan los Beneficiados y Curas que contrayan matrimonio, sin que primero traygan información como son libres y no tienen impedimento alguno: la qual información hagan en su tierra, donde son naturales, o de las partes donde han sido vezinos y moradores mucho tiempo: y asimismo traygan hechas y publicadas las amonestaciones de los dichos lugares y todo en forma autentica, ante los Prelados o Ordinarios de las sobredichas partes o lugares donde los tales fueren naturales o huvieren sido vezinos o moradores, la cantidad del tiempo sobredicho: y traida la dicha información y recaudos sobredichos antes de contraer el matrimonio se lleve a Canaria, para que nuestro Provisor la vea, y juzgue si viene competente, y viniendolo de licencia para contraer el dicho matrimonio sin la qual no se pueda contraer […]11 Es decir, se requería expresamente que se debía realizar una información en el lugar del cual eran naturales o donde hubiesen sido vecinos durante bastante tiempo. Sin embargo, los expedientes de soltería conservados del período del Antiguo Régimen no suelen incluir dicha información de libertad realizada en los lugares de origen;12 los solicitantes suelen aludir a los conflictos bélicos que impiden las comunicaciones con sus lugares de origen, a la pérdida de la documentación, etc.13 Generalmente, dichos expedientes de libertad o soltería suelen constar de: — una solicitud — la declaración del solicitante, en la que señala su origen, su filiación, edad, lugares en los que ha vivido, dedicación profesional y un testimonio expreso de cómo es persona libre y no ha dado palabra de matrimonio — declaraciones de los testigos, que normalmente suelen ser entre dos y cuatro, aunque a veces pueden llegar a ser incluso cinco, y — el auto y licencia del provisor para contraer matrimonio Junto a estos datos, posteriormente se solía incluir un informe del párroco, sobre todo si residían en algún pueblo distinto a la capital, a la vez que ocasionalmente se citaba a la persona con la que se deseaba contraer matrimonio y se incluía el certificado de bautismo.14 Estos requerimientos se mantuvieron intactos en las sinodales celebradas en 1735 por el obispo Dávila.15 No cabe duda que el matrimonio de los foráneos constituía una de las preocupaciones de los prelados canarios pues a las órdenes citadas debemos añadir la opinión de fray Juan de Guzmán el cual, en su visita pastoral, señalaba como una de las situaciones pecaminosas más graves la presencia de casados que permanecían en las islas sin sus esposas durante mucho tiempo.16 En el Archivo Histórico Diocesano del Obispado de Canarias se conserva la serie de expedientes de soltería dentro de la sección de Sacramental.17 Los expedientes son bastantes numerosos, sobre todo para el período comprendido entre el siglo XIX y primeras décadas del siglo XX; como ejemplo baste decir que solo hasta 1860 se custodian más de 1.500 documentos. A pesar de ello, el número es notablemente inferior al de los expedientes que, en teoría, deberían haberse generado; como ejemplo, apuntar que para el período de nuestro estudio, entre 1600 y 1820, apenas se conservan 173 expedientes de individuos procedentes de Europa, un dato a todas luces escaso en comparación con los matrimonios que se efectuaron en las islas en el mismo período.18 A lo largo de los poco más de dos siglos que abarca esta comunicación se custodian un total de 795 expedientes de soltería, los cuales se distribuyen temporalmente de la siguiente manera: Un instrumento para el conocimiento… 609 1612-1700 1701-1750 1751-1800 1801-1820 TOTAL 24 75 150 546 795 Tabla I. Evolución de los expedientes de soltería (1612-1820) Fuente: A.H.D.O.C. Elaboración propia. En la tabla I se observa el elevado crecimiento exponencial de la producción de los expedientes de soltería conforme avanzamos en el tiempo. Si del siglo XVII apenas se conservan una veintena, esta cifra se multiplica por tres solo en la primera mitad del Setecientos la cual, a su vez, se duplica en la segunda mitad de esa centuria. Además, solo en los primeros veinte años del siglo XIX se generan más de 540 documentos, una cifra superior a la acumulada durante los dos siglos anteriores y que constituye casi dos veces y media la cantidad de expedientes que se custodian del siglo anterior. ORIGEN TOTAL % Canarias 465 58,5 Península 134 16,85 Europa 173 21,76 América 15 1,88 Sin identificar 8 1 Total 795 100 Tabla II. Procedencia de los solicitantes (1612-1820) Fuente: A.H.D.O.C. Elaboración propia. En cuanto al origen de los solicitantes, tal y como se aprecia en la tabla II, la mayoría de los mismos son naturales de las islas. Casi un 59% de los pretendientes procede del propio archipiélago, los cuales se reparten principalmente entre Gran Canaria, algo más del 60% de las peticiones, y Tenerife, un poco más del 20%; el resto se reparte entre el resto de las islas, fundamentalmente Lanzarote y Fuerteventura. Esta situación es lógica si tenemos en cuenta que la sede del Obispado se hallaba en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y que, a pesar de que las solicitudes debían remitirse a ella, muchas se resolvían y se custodiaban en Tenerife.19 Del resto de solicitudes, casi un 22% pertenecen a individuos procedentes de diversos puntos de Europa mientras que casi un 17% lo son de súbditos de la Corona española, originarios de la península ibérica. Es indudable que existen múltiples factores que nos obligan a matizar estos datos, tal y como ya hemos comentado con anterioridad. Por un lado, la existencia de una serie documental similar en el Archivo Histórico Diocesano de La Laguna nos lleva a considerar que un gran número de solicitudes no se remitieron a la sede del Obispado y que fueron tramitadas en su origen. Por otro lado, algunos de los documentos que se custodian se encuentran en mal estado o incompletos, conservándose tan solo fragmentos del mismo; es el caso del veneciano Antonio Calimano Nardari, cuyo expediente únicamente contiene su solicitud y dos testificaciones a su favor,20 o el del francés Antonio José Roque del que solo se conserva sendas solicitudes presentadas.21 No obstante, estas cifras permiten al menos aproximarnos a una realidad y confirmar ciertas hipótesis, como el hecho de que el mayor número de solicitantes fuesen los naturales de las islas. LOS INMIGRANTES EUROPEOS EN LOS EXPEDIENTES DE SOLTERÍA Los inmigrantes europeos se convirtieron en uno de los principales focos hacia donde se dirigía la atención de los párrocos cuando transmitían su intención de contraer matrimonio. Los numerosos casos de bigamia que se produjeron principalmente en el siglo XVI, su condición de foráneos en la sociedad local, el recelo de esta ante cualquier elemento extraño y, en ocasiones, su escaso tiempo de asentamiento les convertía en sospechosos de los más variados motivos por los cuales querían casarse. Por ello, los expedientes de soltería se convirtieron en un instrumento para cribar posibles casos de bigamia y evitar posibles situaciones incómodas posteriores. De hecho, varios expedientes se encuentran incompletos contando solo con la solicitud, que puede deberse a varias razones: extravío XX Coloquio de Historia Canario-Americana 610 de parte de la documentación, una pérdida de interés en obtener la licencia o bien que no decidieron continuar con la solicitud por la incapacidad de encontrar testigos que avalasen su soltería. En el apartado anterior detallamos cual era la composición del expediente. Uno de los elementos más interesantes, si no el que más, lo constituye la declaración del solicitante, sujeta a una serie de preguntas ya fijadas que apenas variaron en los poco más de doscientos años de nuestro estudio. Así, en el expediente del genovés Ángel Fortuna el provisor y vicario general daba comisión al notario: para q[ue] reciva a esta parte su juramento supletorio con la escrupulosidad debida, preguntandole: 1ª como se llama, de donde es natural y vecino, como se llaman sus padres, en q[ue] pila fue bautisado, que edad y estado tiene: 2ª quando y con q[ue] motivo salio de su Patria, en q[ue] parages ha estado y quanto t[iem]po ha recidido en ellos: 3ª si en alguno de los parages q[ue] manifiesta haber estado ha contraido matrim[oni]o celebrado esponsales, voto o contrato alguno q[ue] le impida el libre uso de su persona: 4ª y q[ue] religión ha profesado y profesa con lo demás q[ue] pareciere conveniente a la claridad de la delicadesa del asunto: y evacuado procederá a recibir la justificac[io]n q[ue] esta d[ic]ha parte solicita con la propia escrupulocidad al tenor de la representac[io]n presentada y demas q[ue] resultare de d[ic]ho juram[en]to supletorio; la qual concluida llamara de oficio tres t[esti]gos personas integras y de cristianos procedimientos q[ue] depongan de la conducta del pretend[ien]te su catolicismo y actos de religión q[ue] les hayan visto ejercer tomando informe de uno de los ven[erable]s parrocos de este sagrario o de donde haya recidido que deponga asi mismo si el q[ue] pretende ha cumplido con los preceptos de la Yg[lesi]a y demas que haya observado en su conducta: Dixo el s[eñ]or prov[is]or y Vic[ari]o Gral de este ob[is]p[a]do que firmo doy fe. Liz. Dn Andres Arbelos.22 Otro tanto sucedía con los testigos que aportaba el aspirante a obtener la licencia; debían presentarse ante el beneficiado, notario o párroco y contestar a una serie de preguntas en las que hacían constar de qué conocían a quien les presentaba y si tenían conocimiento de que estuviese casado o dado palabra de matrimonio. No obstante, en alguna ocasión fue el propio solicitante quien contribuía con el cuestionario de preguntas que debían ser respondidas por los testigos, como fue el caso del napolitano Francisco Ortanello.23 A pesar de la existencia de una práctica común, no todos los expedientes siguen la misma estructura pues, en determinadas circunstancias, los peticionarios aportaban documentos que acreditaban su soltería. Por ejemplo, el maltés José Grech presentó su renuncia al fuero extranjero realizada un par de años antes en las que se realizaban testificaciones que probaban su estado civil.24 La declaración solía comenzar con los datos básicos de filiación del solicitante. Lo habitual en este apartado es que el demandante pase casi de puntillas señalando apenas cual es su origen, los nombres de progenitores, la edad y profesión (como el francés Tomás Maye, que cita a sus padres, su origen marsellés, que tiene veintiseis años y ser hombre de la mar).25 En determinados casos se vuelve a citar a los ascendientes en el discurso vital que declaran pues suelen ser motivo de la salida del lugar de origen26 o haberse dedicado profesionalmente con ellos.27 Sin embargo, salvo casos muy excepcionales, los padres no suelen participar de manera activa en el proceso de gestación del expediente. Uno de ellos es el de José Dol, que presenta varios documentos para acreditar su soltería entre los cuales se encuentra uno de su madre, Anna Bonnet, quien al haber sido avisada por su hijo de donde se hallaba y que deseaba contraer matrimonio le otorga una escritura de consentimiento confirmando que el susodicho nunca se había casado.28 En varios casos aportan datos de su infancia y/o sus estudios en sus lugares de origen; por ejemplo, el cremonense José Sachini señala que estuvo en su ciudad de origen hasta los siete años cuando pasó a Milán y de alí se trasladó a Padua con su padre donde estuvo en la universidad hasta que cumplió los quince años;29 o el siciliano Mariano Estinga declara que “salio de dicha su patria de edad de once años para Londres en donde estudio pilotaje en un colegio catolico governado por irlandeses […] y permanecio en dicho colegio tres años […]”.30 En alguna ocasión son los testigos quienes añaden aún más información, como sucede con Miguel Angel Salamita, el cual testifica que conoce a Juan Un instrumento para el conocimiento… 611 Maritano, ambos del Piamonte, “hay mas de dies y seis años con motivo de haber handado juntos al estudio de primeras letras”.31 Uno de los aspectos que más pueden interesar de la biografía de los peticionarios está constituido por las vías empleadas para llegar al archipiélago así como las motivaciones para instalarse en él. Indudablemente, un número significativo de ellos lo hacen para buscarse la vida y su fortuna, tal y como apunta Alejandro José de Silva al señalar que “su residencia siempre la ha tenido en d[ic]ha ciudad de Funchal hasta que abra tiempo de un año poco mas o menos que se bino a esta ciudad [de Canaria] con el animo de mejora de fortuna en el ejercicio de carpintero que es el d[ic]ho q[ue] tiene […]”.32 Dentro de esta circunstancia, algunos arriban a las islas para trabajar con familiares previamente asentados, como fue el caso de Bartolomé Calimano Nardari el cual acompañaba a su hermano Gotardo Calimano Nardari enviado por su padre a instancias del capitán Gotardo Calimano, vecino de Las Palmas;33 o el madeirense Servolo Nicolás de Sousa Drumondo que salió de su tierra a comienzos de 1813 para estar con un tío suyo en Tenerife, donde permaneció tres meses, y luego se separó de su compañía y ha ejercitado el comercio entre Gran Canaria, Tenerife y Madeira.34 La tradición mercantil de las islas siempre ha supuesto un factor de atracción para los europeos y este hecho se refleja en diversas declaraciones de los interesados. Ya sea directa o indirectamente, varios de ellos se instalan en el archipiélago con ese fin, tal y como se ha expuesto justo en las líneas precedentes al reunirse con parientes ya asentados. Algunos lo hacen por su propia mano, como el madeirense Juan José de Ornellas35 o como José Grech, quien: de edad de dies y siete años salio de su patria en derechura a esta ysla siguiendo el comercio con otros malteses en cuia compañia benia y volvio a Malta p[o]r dos ocasiones de donde salio con el mismo destino y la ultima fue por ultimos del año de setenta y uno y s[iem]pre venia a esta ysla […]36 Otros comerciantes acabaron recalando en las islas después de numerosos viajes por América y ciudades de la España penínsular, como fue el caso del maltés José Muscat, que salió de Malta con destino a La Habana por haber fallecido allí su padre, estuvo previamente un año en Valencia realizando diligencias y luego ocho años en La Habana, tras lo cual se dirigió a Gran Canaria donde se avecinda, o el portugués José Fortunato Pereira que salió con destino a Lisboa para dedicarse al comercio con otros paisanos, de allí viajó a Madeira y recala definitivamente en Gran Canaria.37 Algo similar sucede con los marineros o aquellos individuos que se dedican a las actividades de la mar. Muchos reconocen en sus declaraciones que han salido jóvenes de su tierra, que han navegado por numerosos lugares, con frecuencia por América, puertos españoles tanto del Atlántico como del Mediterráneo, etc., y que acaban sus trayectorias en las islas. Es el caso del genovés Antonio Sierra que reconoce haber navegado por Alicante, Lisboa, Cartagena, Cádiz, las Azores, Sevilla y Málaga antes de recalar en Gran Canaria;38 el portugués Manuel Francisco de los Santos, el genovés Bernardo Ballino o el azoreano Juan Silvera de Matos, por citar algunos ejemplos.39 A comienzos del siglo XIX no resulta extraño localizar individuos que se asientan en Canarias tras salir de sus lugares de origen con motivo de los conflictos bélicos que asolan Europa, como el turinés José Alejandro Carnaveso que salió de casa de sus padres con quince años “a resultas de haberse posesionado los Franceses de aquella ciudad y recelar con vastante fundamento el que le hecharian mano p[ar]a incluirlo en sus exercitos […]”.40 En el fondo los motivos esgrimidos tanto para la salida de su patria como para la llegada al archipiélago son de lo más variopinto; desde formar parte de los ejércitos y, por tanto, ser trasladados al servicio del rey,41 el cobro de un legado o herencia,42 un litigio por un crédito43 o, incluso, de manera accidental por enfermedad.44 Lo que es indudable que la mayoría de ellos tienen un largo recorrido vital antes de recalar definitivamente en alguno de los puertos canarios, que se manifiesta en las distintas vivencias y viajes que han experimentado. Así, el francés Antonio Dohormann declaraba que había vivivo en el Guarico francés en América y: Que haviendo acaecido el incendio de d[ic]ho Guarico y revolución de los negros salió el q[ue] declara fugitivo con todos los havitantes al norte de América a la ciudad de Baltimor en donde estaria cosa de mes y medio, que declarada la Guerra de la Francia con la Ygalaterra salio el q[ue] declara a corso en calidad de capitan y aporto en las colonias XX Coloquio de Historia Canario-Americana 612 francesas y españolas en la ciudad de la Havana nueva ollian y Puerto Rico y en otros distintos parages p[o]r donde tocavan ya con algunas presas y ya p[ar]a tomar viveres […] tras lo cual estuvo en La Habana cinco veces, Charleston y Nueva York en América, Le Havre y se vino a Canarias donde ha estado navegando entre las islas y Senegal.45 Al margen de la información sobre la vida previa a su asentamiento en el archipiélago, las declaración de los interesados nos permiten acceder a algunos datos más íntimos como pueden ser los motivos para contraer matrimonio. No son numerosos los testimonios que sobre este aspecto podemos localizar, aunque a veces indirectamente se pueden deducir a través de algún testigo presentado, como le sucedió al parisino Pedro José Melliu uno de cuyos testigos señalaba que sabía que quería contraer matrimonio con María Josefa de Armas, vecina de La Laguna, con la que había tenido una criatura, circunstancia similar a la de Francisco Casanueva aunque en este caso es el mismo quien lo apunta.46 Son los testigos también quienes aportan el motivo que tiene Juan Tavares para desposar a Ana Cardoso pues “haviendo tenido una tormenta en la embarcasión hiso boto el d[ic]ho joan tavares de casarse llegando a salbam[en]to con la donsella mas pobre que hallasse […]”.47 No obstante, las intenciones matrimoniales no siempre contaban con la aprobación de la familia, como le sucedió al portugués Antonio Vicente al tratar de casar con María de las Nieves, pues su padre se oponía y ambos solicitaban que la susodicha fuese depositada en custodia en una casa honrada para evitar la violencia y el maltrato que sufría.48 Asimismo, y de manera mucho más puntual, los expedientes nos permiten recabar referencias curiosas como la descripción física del solicitante,49 acontecimientos sucedidos en las islas50 o incluso saber que alguna de las futuras esposas estaba en la cárcel, como ocurrió con Josefa Peraza, la cual se hallaba presa “por trato ilicito con Antonio de los Santos Caises de este vecindario natural de la ysla de la Madera […]”.51 Mención aparte merece el nutrido grupo de franceses que a mediados de la segunda década del siglo XIX deciden asentarse y casarse en las islas. Estos franceses constituían una parte importante del conjunto de prisioneros que, como consecuencia de las guerra con Napoleón, habían sido enviados a Canarias entre 1809 y 1810.52 Una vez finalizado el conflicto bélico, la mayor parte del contingente retornó a su patria de origen pero algunos decidieron permanecer en las islas y contraer matrimonio. En la serie que se conserva en el Archivo Histórico Diocesano de Las Palmas existen setenta y tres expedientes de antiguos prisioneros que solicitan la licencia repartidos por todas las islas, fundamentalmente Gran Canaria (cuarenta y tres) y Tenerife (veintidós); número al cual se debe añadir aquellos que se custodian en el Archivo Histórico Diocesano de La Laguna y que será notablemente superior habida cuenta que en aquella isla se concentró el grueso de aquellos reos. No obstante, debemos señalar que, si bien constituían el colectivo mayoritario, no todos los prisioneros eran originarios de Francia, pues muchos procedían de diversos lugares de Europa como la península italiana, Flandes o Alemania, muestra de la heterogeneidad de los ejércitos napoleónicos. Al igual que en el resto de los casos, los expedientes de estos individuos nos ofrecen abundante información de sus trayectorias antes de su captura. En varios casos nos indican que fueron enrolados con engaño o a la fuerza para el servicio en el ejército o la marina, como fue el caso de Pablo Bartolomy que señala: que hay catorse años salio de su patria con motivo de haverlo aprehendido para soldado e ir a las Guerras y se dirigio a Paris donde estava el palacio del Rey Luis dies y seis donde permanecio seis meses pasados los quales paso a la Alemania y estuvo en ella tres o cuatro meses, después fue a Bolonia en donde permanecio tres años, después paso a la Olanda y duro alli cinco meses pasando después a la Prucia en donde residio quatro meses en donde vino con el exercito a Madrid manteniendose en ella quatro meses saliendo después p[ar]a Bailen donde fue hecho pricionero […]53 Entre ellos había una enorme disparidad en cuanto al tiempo que habían estado de servicio en los ejércitos; el mencionado Pablo Bartolomy lo fue durante ocho años o Juan Ángel Gaffe quien fue tomado con dieciseis años en 1796, por citar un par de casos, mientras que otros fueron enrolados en las requisitorias de 1806 y 1807 por lo que apenas llevaban un par de años de servicio cuando fueron capturados en España.54 Lo que sí suelen realizar en sus declaraciones es una descripción de los Un instrumento para el conocimiento… 613 lugares en los que han estado55 o incluso, en algunas ocasiones, de los regimientos o embarcaciones en las que han servido; así, Juan Carlos Simon de Cler declaró haber entrado en España en el Regimiento de Caballería de Dragones número diez con la graduación de cadete y luego se le dio la plaza de sargento.56 Tras la firma de la paz muchos de ellos deciden permanecer y contraer matrimonio, e incluso convertirse en vasallo del monarca español,57 pues como dice Pedro Arcanio “determine avecindarme y no salir jamas de esta patria por quanto en ella ademas de disfrutar salud gano lo necesario p[ar]a mi subsistencia”.58 No obstante, en algunos casos se produce un fenómeno de retorno a las islas tras ser liberados y acudir a sus lugares de origen; Juan Ripoche se embarcó para Lorien y tras pasar solo seis días en su casa se embarcó en Nantes rumbo a Canarias vía Lisboa y Madeira por temer que lo pusiesen en el servicio de nuevo y por haber dado palabra de casamiento a D.ª Cándida Hernández.59 Por último, señalar que los expedientes nos permiten observar cómo, ante la necesidad de ratificar su catolicismo y religiosidad, es frecuente la aparición de testigos locales que afirman verlos oir misa, acudir a los oficios divinos, confesar y comulgar, llevar una vida cristiana, etc., para lo cual prefieren solicitar la ayuda de miembros del clero.60 E, igualmente, las relaciones preexistentes entre ellos que se observan al aparecer en las testificaciones, como sucede con Pablo Bartolomy y Antonio Corner, por citar un caso.61 CONCLUSIONES En las páginas precedentes hemos intentado realizar un esbozo de los expedientes de soltería, tanto en lo que se refiere a su génesis y estructura como documento como en lo que atañe a su contenido. Ya hemos apuntado al inicio de la comunicación que, dadas las características de este tipo de fuente documental así como su reparto entre los archivos diocesano de Gran Canaria y Tenerife, no se trata de un estudio cuantitativo sino más bien cualitativo, con la pretensión de darlo a conocer y fomentar su uso por aquellos investigadores interesados en las corrientes migratorias tanto procedentes del exterior como internas. Lo cierto es que, a pesar del mal estado en el que se pueden encontrar algunos expedientes, de que varios se hallen inconclusos y del carácter reiterativo en lo que concierne a los cuestionarios que deben responder tanto los solicitantes como los testigos, los expedientes de soltería constituyen una importante fuente de información para profundizar en las trayectorias vitales de aquellos individuos que, procedentes del continente europeo, decidieron asentarse y contraer matrimonio en Canarias. Máxime teniendo en cuenta la parquedad de datos que, al respecto, pueden ofrecer las tradicionales fuentes documentales que se han empleado para su estudio hasta el presente. Una información que se centra fundamentalmente en los datos de filiación, dedicación profesional y el devenir de su existencia antes de arribar al archipiélago, aunque en ocasiones también ofrezcan noticias de su estancia en él sobre todo si ha transcurrido un cierto tiempo desde su llegada hasta el momento en que decide contraer matrimonio. Es, por ello, por lo que creemos que los expedientes de soltería pueden configurarse como una herramienta de estudio significativa en futuras investigaciones centradas en la presencia de europeos en las islas Canarias durante el Antiguo Régimen. XX Coloquio de Historia Canario-Americana 614 EXPEDIENTES DE SOLTERÍA (1612-1820) AÑO EXPED. NOMBRE ORIGEN RESIDENCIA PROFESIÓN 1612 1 Sosa, Francisco de San Miguel (Azores) Las Palmas de GC Cantero 1615 2 Haya, Alonso de la Saint-Maló (Francia) Las Palmas de GC Mercader 1624 9 Alberto, Brian Saint-Maló (Francia) Las Palmas de GC Mercader 1625 7 Vega, Manuel de Tercera (Azores) Las Palmas de GC Marinero 1632 3 González, Melchor Madeira La Orotava Sin especificar 1634 5 Rodríguez, Francisco Lisboa Las Palmas de GC Marinero 1653 8 Camino, Adrián del Brujas (Flandes) Las Palmas de GC Sin especificar 1669 160 Tavares, Juan Cascais (Portugal) Las Palmas de GC Marinero 1672 11 Bunel, Pedro Ruán (Francia) Las Palmas de GC Sillero 1685 16 Calimano Nardari, Antonio Venecia Las Palmas de GC Mercader 1690 14 Calimano Nardari, Bartolomé Venecia Las Palmas de GC Mercader 1692 17 González, Andrés Madeira Fuerteventura Sin especificar 1700 22 Cus, Juan Bautista Venecia Las Palmas de GC Marinero 1702 23 Vicente, Antonio Lisboa Las Palmas de GC Marinero 1704 29 Casache, José Tomás Livorno (Florencia) Sta. Cruz de Tenerife Marinero 1712 43 Visiera, Juan Auverne (Francia) Las Palmas de GC Criado / Mercader 1713 25 Jerardin, José Cazien (Francia) La Laguna Marinero 1713 46 Sierra, Antonio Génova La Laguna Marinero 1714 47 Costa, María de la Génova Las Palmas de GC Panadera 1714 48 Lubaris, Juan Bautista Niza (Francia) Las Palmas de GC Cirujano 1716 51 Caraballo, Amaro Madeira Sta. Cruz de Tenerife Sin especificar 1717 53 Maye, Tomás Marsella (Francia) Las Palmas de GC Marinero 1725 61 Mota, José de Braga (Portugal) Sta. Cruz de Tenerife Tratante 1736 74 Tresteen, Diego Inglaterra Sta. Cruz de Tenerife Capitán 1743 87 Sabelgo, Juan Bautista Génova Las Palmas de GC Marinero 1760 101 Marino, Juan Antonio Génova Las Palmas de GC Marinero 1770 118 Sosa, Manuel de Portugal Sta. Cruz de Tenerife Carpintero 1770 119 Castellan, Antonio Santurpe (Francia) Las Palmas de GC Marinero 1772 131 O’Bray, Mauricio Irlanda Las Palmas de GC Marinero 1774 140 Grech, José Malta Las Palmas de GC Mercader 1774 147 Almeda, Joaquín de Lisboa Telde Militar 1776 135 Carbonell, Pedro Marsella (Francia) Las Palmas de GC Vicecónsul 1777 156 Pensier, Juan Francisco Tolón (Francia) La Habana Sin especificar 1778 157 Silva, Antonio Joaquin de Madeira Las Palmas de GC Sin especificar Un instrumento para el conocimiento… 615 AÑO EXPED. NOMBRE ORIGEN RESIDENCIA PROFESIÓN 1785 174 Méndez, José Lisboa Arrecife (Lanzarote) Marinero 1785 175 Romero, Antonio Francisco Portugal Teguise (Lanzarote) Marinero 1786 181 Ornellas Valdivieso, Juan José Madeira Las Palmas de GC Mercader 1787 190 Pons, José Malta Las Palmas de GC Mercader 1788 191 Inglott, Cayetano Malta Las Palmas de GC Carpintero de barco 1788 193 Pita de Govea, Antonio Madeira Sta. Cruz de Tenerife Criado / Mercader 1789 197 Dol, José Marsella (Francia) Las Palmas de GC Sin especificar 1792 213 Deutre, Tomás José Fayal (Azores) Sta. Cruz de Tenerife Sin especificar 1798 233 Ortanello, Francisco Antonio Nápoles Las Palmas de GC Soldado / Marinero 1799 238 Foré, Miguel Toulouse (Francia) Las Palmas de GC Criado 1800 247 Sortino, Miguel Malta Las Palmas de GC Mercader 1801 250 Bretonier, Luis Nantes (Francia) Las Palmas de GC Marinero 1801 251 Santos, Manuel Francisco de los Oporto (Portugal) Las Palmas de GC Marinero 1801 253 Guibaud, Pedro Aix-en- Provenza (Francia) Teguise (Lanzarote) Sin especificar 1801 257 Vallino, Bernardo Génova Sta. Cruz de La Palma Marinero 1803 279 Caises, Antonio de los Santos Madeira Sta. Cruz de Tenerife Artillero 1803 282 Silva, José Joaquín de Alentejo (Portugal) Sta. Cruz de Tenerife Marinero 1803 284 Silva, José de Madeira Las Palmas de GC Carpintero 1804 369 Rousel, Claudio Thomas Burzai/Loira inferior (Francia) Sta. Cruz de Tenerife Sin especificar 1804 372 Roque, Antonio José Bezis, Languedoc (Francia) Sta. Cruz de Tenerife Sin especificar 1804 377 Correa, Gaspar Cuvillan (Portugal) Pájara (Fuerteventura) Sin especificar 1804 382 Dormán, Antonio Burdeos (Francia) Sta. Cruz de Tenerife Capitán de navío 1804 383 Pereira, Nicolás S. Miguel (Azores) Las Palmas de GC Piloto 1805 391 Escanilla, Francisco Génova Las Palmas de GC Marinero 1805 393 Mederos, Juan S. Miguel (Azores) Arrecife (Lanzarote) Sin especificar 1806 405 Sebany, Pedro Génova Arrecife (Lanzarote) Piloto 1807 421 Matos, Juan José Tercera (Azores) Las Palmas de GC Marinero 1808 303 Rata, Juan Bautista Génova Lanzarote Marinero 1808 305 Silvera de Matos, Juan S. Jorge (Azores) Arrecife (Lanzarote) Marinero 1809 307 Vocalandro, Vicente Génova Las Palmas de GC Marinero XX Coloquio de Historia Canario-Americana 616 AÑO EXPED. NOMBRE ORIGEN RESIDENCIA PROFESIÓN 1810 322 Mouscat, José Malta Las Palmas de GC Mercader 1810 328 Ball, Carlos Dublín (Irlanda) Las Palmas de GC Sin especificar 1810 332 Canabeso, José Alejandro Turín (Italia) Sta. Cruz de Tenerife Marinero 1811 336 Pinto Suárez, Leandro Sta. María (Azores) Las Palmas de GC Marinero 1811 340 Silva Ponte, Ignacio da Bahía (Brasil) Lanzarote Sin especificar 1811 349 Botello, Juan S. Jorge (Azores) Las Palmas de GC Sin especificar 1811 360 Correa Pinto, Gaspar Cuvillan (Portugal) Sta. Cruz de Tenerife Administración 1812 432 Maffiote, Esteban Bartolomé Cette Herault (Francia) Sta. Cruz de Tenerife Marina 1812 435 Díaz, Antonio Ignacio S. Miguel (Azores) Sta. Cruz de Tenerife Calafate 1812 439 Suberiterki, Ignacio Hungría Las Palmas de GC Mercader 1812 440 Extinga, Mariano Sicilia (Italia) Lanzarote Portugal 1812 2668 Sicornia, Juan Bautista Génova Lanzarote Marinero 1813 461 Davison, Guillermo Irlanda Arrecife (Lanzarote) Sin especificar 1813 465 Viera, Manuel Jesús del Nacimiento Isla del Pico (Azores) Las Palmas de GC Sin especificar 1813 479 Pereira, José Fortunato Guimarais (Portugal) Las Palmas de GC Mercader 1813 563 West, Manuel José Wilmington (EEUU) Sta. Cruz de Tenerife Sin especificar 1814 483 Roberto, Jenaro Antonio Nápoles Las Palmas de GC Latonero 1814 484 Montis, Jacinto Verceli (Italia) Gáldar (Gran Canaria) Soldado / Carpintero 1814 492 Salamitas Donat, Miguel Angel Sospelo (Italia) Las Palmas de GC Soldado / Criado 1814 499 Yorcoh, Jacob Dantzig Arrecife (Lanzarote) Marinero 1814 501 Grafignia, Antonio Liorna (Italia) Lanzarote Calafate 1814 506 Magro, Salvador Malta La Laguna Tenerife Mercader 1814 507 Bartholomy, Pablo Briude (Francia) Las Palmas de GC Sillero 1814 509 Gaffé, Juan Angel Limoux (Francia) Las Palmas de GC Marina real 1814 510 Arcanio, Pedro Tolón (Francia) Las Palmas de GC Soldado / Carpintero de ribera 1814 511 Guillermo, Agustín Muaran (Francia) Las Palmas de GC Soldado / Zapatero 1815 454 Fontes, Pedro Francia Sta. Cruz de Tenerife Sin especificar 1815 514 Denis, Juan Bautista Feres (Francia) Las Palmas de GC Soldado 1815 515 Vejus, Esteban Satune (Francia) Las Palmas de GC Soldado 1815 516 Juanes, Andrés Esteban Dun (Francia) Gáldar (Gran Canaria) Soldado / Criado 1815 517 Pique, Simón Marsella (Francia) Las Palmas de GC Marinero (soldado) 1815 518 Summier, Juan Sastu de Flandes Moya (Gran Canaria) Soldado Un instrumento para el conocimiento… 617 AÑO EXPED. NOMBRE ORIGEN RESIDENCIA PROFESIÓN 1815 519 Guebar, Juan Bautista Flandes Moya (Gran Canaria) Soldado 1815 520 Blancar, Agustín José Lille (Francia) Santa Brígida (Gran Canaria) Soldado 1815 521 Hidouin, Juan Dormandí (Francia) Las Palmas de GC Soldado 1815 522 Ibó, Pedro Luis Ville de Dieu (Normandía, Francia) La Orotava (Tenerife) Soldado / Latonero 1815 523 Nicolás, Antonio Bernardo Marsella (Francia) Las Palmas de GC Soldado 1815 524 Hutine, Juan Agustín Dunkerque (Francia) Las Palmas de GC Soldado / Criado 1815 525 Bosio, José Birle (Piamonte) Las Palmas de GC Soldado 1815 526 Croebel, Juan Demontier (Francia) Las Palmas de GC Soldado 1815 527 Depierre, Juan Pedro Lyon (Francia) Las Palmas de GC Soldado 1815 528 Corner, Antonio Labotoluer (Francia) Las Palmas de GC Soldado 1815 529 Abeille, Juan Bautista Villeneuve (Francia) S. Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria) Soldado 1815 530 Delcour, Alberto Mons (Flandes) Las Palmas de GC Soldado 1815 531 Masolly, Carlos Paris (Francia) Las Palmas de GC Soldado 1815 532 Maritano, Juan Piamonte (Italia) La Palma Soldado / Zapatero 1815 533 Bressy, Clemente Avignon (Francia) Las Palmas de GC Soldado / Mareante 1815 534 Martín Galot, Francisco Normandía (Francia) Las Palmas de GC Soldado 1815 537 Silva, Manuel de Madeira Arrecife (Lanzarote) Marinero 1815 539 López, Francisco de Paula Angra (Azores) Las Palmas de GC Sin especificar 1815 541 Meliu, Pedro José París (Francia) Sta. Cruz de Tenerife Soldado / Pintor 1815 542 Schneider, Pablo Alemania Las Palmas de GC Soldado 1815 544 Maisonnuve (Casanueva), Francisco Savignon (Francia) La Laguna (Tenerife) Soldado / Zapatero 1815 546 López, Juan Lisboa (Portugal) Arrecife (Lanzarote) Marinero 1815 547 Ripoche, Juan Alberto Frossay (Francia) Las Palmas de GC Marinero (soldado) 1815 551 Nold, Francisco Antonio Sur Pulqui (Sas, Francia) Sta. Cruz de Tenerife Soldado / Zapatero 1815 559 Sousa, Drumondo, Servolo Nicolás de Madeira Las Palmas de GC Mercader 1815 561 Botet, Luis Deser (Francia) La Laguna (Tenerife) Soldado 1815 562 Salet, Antonio Esteban Ciras (Languedoc, Francia) La Palma Soldado 1815 566 Valeta, Ignacio Saint Topez (Francia) Sta. Cruz de Tenerife Marinero XX Coloquio de Historia Canario-Americana 618 AÑO EXPED. NOMBRE ORIGEN RESIDENCIA PROFESIÓN 1815 568 Michau, Santiago Coron (Anjou, Francia) La Laguna (Tenerife) Soldado 1815 571 Fortuna, Ángel Génova (Italia) Las Palmas de GC Marinero (soldado) 1815 572 Rosi, Antonio Mateo Córcega (Francia) Lanzarote Marinero 1815 575 Guillermo Teodoro, Andrés Marsella (Francia) Las Palmas de GC Marinero (soldado) 1815 576 Gravance, Juan Guillermo Le Havre (Francia) Lanzarote Marinero (soldado) 1815 578 Fernand, Pedro Juan Marsella (Francia) La Laguna (Tenerife) Marinero (soldado) 1816 579 Lentini, Benito Palermo (Sicilia) Las Palmas de GC Músico 1816 585 Guigo, Pedro Lifor (Francia) Las Palmas de GC Marinero 1816 586 Antigni, Francisco San Saba (Francia) La Laguna (Tenerife) Soldado 1816 588 Martín, Francisco Luis Chatelaudren (Francia) Las Palmas de GC Marino (soldado) 1816 589 Salet, Pedro Baron (Francia) La Palma Soldado 1816 590 Alexo, Juan Marsella (Francia) Las Palmas de GC Soldado 1816 598 Diuba, Antonio Lyon (Francia) Telde (Gran Canaria) Soldado 1816 600 Luis Bourdo Lorient (Francia) Las Palmas de GC Marino (soldado) 1816 603 Lamuert, Juan María Granville (Francia) Las Palmas de GC Marino (soldado) 1816 604 Arlotty, Bartolomé Génova Las Palmas de GC Soldado 1816 605 Murcilo, Francisco Lipari (Sicilia) Lanzarote Marinero 1816 606 Escola, Antonio Ángel Bastia (Córcega, Francia) La Laguna (Tenerife) Soldado 1816 609 Montisuy, Benito Lyon (Francia) Sta. Lucía de Tirajana (Gran Canaria) Soldado 1816 610 Ruilland, Juan Pedro Lorient (Francia) Las Palmas de GC Marino (soldado) 1816 612 Acosta, Francisco José Sta. María (Azores, Portugal) Sta. Cruz de Tenerife Marinero 1816 617 Gallway, Juan Florencio Lisboa Puerto de la Cruz (Tenerife) Sin especificar 1816 620 Pedro, Juan Francisco de Martinica Sta. Cruz de Tenerife Marino (soldado) 1816 622 Guerin, José Francisco Turena (Francia) Las Palmas de GC Soldado 1816 623 Lemi, Pedro Burdeos (Francia) Las Palmas de GC Marino (soldado) 1817 634 Hebert, Pedro Mongaron (Francia) Puerto de la Cruz (Tenerife) Soldado / Herrero 1817 642 Salvaje, José Miglou (Francia) Las Palmas de GC Marino (soldado) 1817 653 Maxio, Roberto Rochefort (Francia) Sta. Cruz de Tenerife Soldado Un instrumento para el conocimiento… 619 AÑO EXPED. NOMBRE ORIGEN RESIDENCIA PROFESIÓN 1817 654 Regio, José Ragusa (Italia) Sta. Cruz de Tenerife Sirviente 1817 657 Savoje, Antonio Piamonte- Cerdeña Sta. Cruz de Tenerife Soldado 1817 659 Varell, Leonard Se-Viturne (Francia) Sta. Cruz de Tenerife Soldado 1817 666 Merlle, Pedro José Cana (Provenza, Francia) Sta. Cruz de Tenerife Marino (soldado) 1817 668 Bedos, Juan José Rios Altos (Francia) La Palma Soldado 1817 669 Tulean, Juan Bautista Santi Petri (Provenza, Francia) Sta. Cruz de Tenerife Marino (soldado) 1817 670 Sumoso, Santiago Charria (Francia) La Palma Soldado 1817 682 Latour, Francisco Javier Aviñón (Francia) Las Palmas de GC Soldado 1818 691 Galo, Bernardo Génova Las Palmas de GC Mercader 1818 697 Chorin, Luis Marcial Allençon (Francia) Las Palmas de GC Platero 1818 712 Olivar, Francisco Javier Paris (Francia) Telde (Gran Canaria) Soldado 1818 714 Cler, Juan Carlos Simón de Montreuil (Picardía, Francia) Gáldar (Gran Canaria) Soldado 1818 732 Cailhor, Agustín Marsella (Francia) Sta. Cruz de Tenerife Soldado 1819 744 Schwartz, Pedro Paris (Francia) Las Palmas de GC Soldado 1819 745 Vicente, José Francisco Namur (Flandes) Las Palmas de GC Soldado 1819 748 Carrer, Juan Zacarías de la Serra (Pau, Francia) Realejo de Abajo (Tenerife) Soldado 1819 754 Fallon, Lorenzo Dublín (Irlanda) Puerto de la Cruz (Tenerife) Mercader 1819 761 Sacchini, José Cremona (Italia) Las Palmas de GC Sin especificar 1820 778 Gaudeimar, Tous Saints La Seyne sur Mer (Francia) Las Palmas de GC Marino 1820 780 Gabriel, Francisco Palermo (Italia) Lanzarote Oficial de velero 1820 785 Arrestucha, Vicente Mesina (Italia) Lanzarote Marino Fuente: A.H.D.O.C., Sacramental, Expedientes de soltería. Elaboración propia. XX Coloquio de Historia Canario-Americana 620 BIBLIOGRAFÍA ALEMÁN RUIZ, E. (1996). “La familia desde la óptica de la Iglesia canaria del Antiguo Régimen. Siglos XVI y XVIII”, en XI Coloquio de Historia Canario-Americana, Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo Insular de Gran Canaria, T. 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Constituciones Sinodales de la Gran Canaria y su Santa Iglesia con su Primera fundación y traslación, vidas sumarias de sus Obispos, y breve relación de todas las siete islas. Compuestas y ordenadas por el Doctor don Christoval de la Cámara y Murga, Magistral de tres Iglesias, Badajoz, Murcia y la Santa de Toledo, Primada de las Españas, y Obispo del dicho Obispado. Dirigidas a la Católica Magestad del Rey don Felipe IIII nuestro Señor, Monarca y Emperador de las Españas. Madrid, 1631. FAJARDO SPINOLA, F. (2003). Las víctimas del Santo Oficio. Tres siglos de actividad de la Inquisición de Canarias. Las Palmas de Gran Canaria, p. 294. GONZÁLEZ NOVALIN, J. L. (dir.). La Iglesia en la España de los siglos XV y XVI. Tomo III 1º de Historia de la Iglesia en España, dirigida por Ricardo García Villoslada. Madrid, 1980, pp. 481-486. LAVANDERA LÓPEZ, J. (2009). “Los archivos diocesanos de Canarias”, en Historia de los archivos de Canarias, Las Palmas de Gran Canaria: Gobierno de Canarias, T. 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BRITO GONZÁLEZ (1999). 2 GONZÁLEZ NOVALIN (1980). 3 El profesor Francisco Fajardo ha detectado 79 casos en el tribunal canario lo que supone apenas el 3’5% de los procesos de fe que pasaron ante los inquisidores. FAJARDO SPINOLA (2003), p. 294. 4 (A)rchivo del (M)useo (C)anario Inquisición I-11. Cit. en BRITO GONZALEZ (2002a). 5 FAJARDO SPINOLA (2003) p. 296. 6 Cit. en ALEMÁN RUIZ (1996). 7 Mandato para Santa Cruz de La Palma (1603) fol. 27 vto.-28 rto. En CABALLERO MÚJICA (1996), pp. 178-179. 8 “Cuando alguno de los contrayentes es extranjero (de otra isla, de la Península o extranjero), deberá traer información de su tierra, de donde es natural, de donde ha vivido o morado, por donde conste que no ha contraído matrimonio, ni tiene impedimentos. Traerá también publicadas las amonestaciones.” En SÁNCHEZ HERRERO (1991). 9 “De los que se quisieren casar siendo uno o ambos forasteros”. Constituciones Sinodales de la Gran Canaria y su Santa Iglesia con su Primera fundación y traslación, vidas sumarias de sus Obispos, y breve relación de todas las siete islas. Compuestas y ordenadas por el Doctor don Christoval de la Cámara y Murga, Magistral de tres Iglesias, Badajoz, Murcia y la Santa de Toledo, Primada de las Españas, y Obispo del dicho Obispado. Dirigidas a la Católica Magestad del Rey don Felipe IIII nuestro Señor, Monarca y Emperador de las Españas. Madrid, 1631. 10 En la Sección Sacramental del Archivo Histórico Diocesano del Obispado de Canarias se conserva la serie de expedientes de soltería, en la cual hallamos varios expedientes anteriores a la publicación de las Sinodales como la de Francisco de Sosa (1612), Alonso de la Haya (1615), Cristóbal Vargas (1620) y Brian Albertos (1624). 11 Constituciones Sinodales de la Gran Canaria… fol. 121 vto.-122 rto. 12 Uno de los casos excepcionales lo constituye el portugués Francisco de Paula López, el cual presenta la documentación de la información realizada en Angra (Azores). Exped. 539. 13 Antonio Dohormann señalaba en su solicitud que no podía acreditar el fallecimiento de su primera esposa por haber sobrevenida una guerra en la isla del Imarico (sic) y se incendiaron los papeles del archivo. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 382 (1804). 14 LAVANDERA LÓPEZ (2009). 15 Constituciones, y nuevas addiciones synodales del obispado de las Canarias, hechas por el ilustrísimo señor Don Pedro Manuel Dávila y Cárdenas […] Obispo de sus Islas, del Consejo de Su Magestad, Señor de la Villa de Aguimes, a las que hizo el ilustrísimo señor Don Christoval de la Camara y Murga (de gloriosa memoria) en la que celebró en el año passado de 1629. Madrid, En la Oficina de Diego Miguel de Peralta, Año 1737. 16 SÁNCHEZ HERRERO (1994). 17 En el Archivo Histórico Diocesano de San Cristóbal de La Laguna existe una serie idéntica donde los expedientes, separados por islas, comienzan en 1615 (en el caso de Tenerife) y 1623 (para La Palma, la Gomera y el Hierro). Por motivos personales no hemos podido consultar toda la documentación conservada en este archivo, de ahí que nuestro trabajo tenga un componente más cualitativo que cuantitativo. No obstante, como acicate para futuros investigadores, debemos apuntar que la serie custodiada en el archivo de La Laguna es significativamente mayor, pues solo para el siglo XVII hemos contabilizado 195 expedientes de europeos que solicitaban la licencia para contraer matrimonio. 18 Solo en Santa Cruz de Tenerife contrajeron matrimonio 225 europeos entre 1701 y 1750. CIORANESCU (1977) T. I, p. 98. En Las Palmas de Gran Canaria la cifra es de 137 europeos durante todo el siglo XVII. BRITO GONZÁLEZ (2002b) p. 260. 19 Por ejemplo, en el Archivo Histórico Diocesano de La Laguna se conservan los expedientes de Ignacio de la Cruz y Gotardo Calimano, residentes en la ciudad de Las Palmas. Caja 1 Leg. 1833 exped. 56 (1657) y Caja 2 Leg. 1836 exped. 7 (1670), respectivamente. 20 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 16 (1685). 21 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 372 (1804). 22 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 571 (1815). 23 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 233 (1798). También podemos incluir los del portugués José Méndez y el maltés Salvador Magro, exped. 174 (1785) y exped. 506 (1814), respectivamente. 24 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 140 (1774). Otro tanto sucedió con el portugués Francisco de Paula López quien presentó un documento otorgado por el provisor de la catedral de Angra que acreditaba la soltería del mismo. Exped. 539 (1818). 25 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 53 (1716). 26 Por ejemplo, el maltés José Muscat declara que, cuando tenía veintiún años, le llegó la noticia del fallecimiento de su padre en San Cristóbal de La Habana por lo que partió hacia Valencia, donde permaneció un año, y luego hacia aquella ciudad, en la que residió ocho años. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 322 (1810). 27 El genovés Bernardo Valino reconoce que se ausentó con once años de su patria con su padre yendo hacia Cádiz como marineros y que han trabajado juntos en distintas embarcaciones destinadas a América y Montevideo. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 257 (1801). 28 Junto a la escritura de consentimiento se encuentra una fe de bautismo así como una certificación del cónsul español en la Provenza y el Rosellón. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 197 (1789). 29 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 761 (1819). 30 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 440 (1812). 31 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 532 (1815). XX Coloquio de Historia Canario-Americana 622 32 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 284 (1803). Otros casos que lo especifican de manera clara, por citar algunos, son el napolitano Genaro Antonio Roberto que salió de su tierra doce años atrás para buscarse la vida en su oficio de latonero llegando a Barcelona y después, vía Talavera de la Reina, Lisboa y Madeira, llegó a Gran Canaria; el portugués Manuel de Sosa quien salió de Azores en una goleta inglesa veintidos meses atrás para buscar la vida en su oficio de carpintero; o el madeirense Manuel de Silva que declara “el motibo de su benida no fue otro que la pobresa de sus padres y el querer buscar medios de ganar la vida con cuio objeto entro en una fragata la que habiendo aportado a esta d[ic]ha ysla resolvió quedarse en ella con el fin indicado”. Exped. 483 (1814), 118 (1770) y 537 (1815), respectivamente. 33 A ambos hermanos les acompañaba, a su vez, su primo Francisco Calimano, todos los cuales se asentarían, temporal o definitivamente, en Gran Canaria. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 14 (1690). 34 A.H.D.O.C., Sacramental, Expedientes de soltería, exped. 559 (1815). 35 El mismo solicitante señala que “habiendoseme criado desde mi ynfancia en la expresada ysla de la Madera como pueblo de mi naturaleza me conserve y mantuve en ella sin haber viajado p[ar]a parte alguna hasta el mes de Mayo del año proximo pasado en que con ciertos generos comerciables me conduje a esta d[ic]ha Ysla […]” A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 181 (1786). 36 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 140 (1774). 37 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 322 (1810), para el primero, y exped. 479 (1813), para el segundo. 38 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 46 (1713). 39 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 251 (1801), 257 (1801) y 305 (1808), respectivamente. 40 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 332 (1810). Algo similar le ocurrió a José Regio, natural de Ragusa, que salió de su ciudad al llegar a Italia el ejército de Napoleón y temer que fuese tomado para defender la ciudad o para el propio ejército. Exped. 654 (1817). 41 Por ejemplo, Joaquin de Almeida, natural de Lisboa, quien “estando el declar[an]te en compañía de sus padres con engaño le persuadieron a q[ue] fuese soldado y lo llevaron sus compañeros a Badajos y tomo alli la casaca en el Regim[ien]to de cordoba en el año de sesenta y siete de donde vino a cadis con los demas soldados y se dispuso venir a estas yslas en donde a estado en el R[ea]l servisio […]”. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 147 (1774). 42 Pedro Carbonnel, teniente capitán de dragones de la Martinica, arriba a Gran Canaria para cobrar el legado que había dejado D. Bernardino Carbonnel, su hermano, fallecido en esa isla. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 151 (1776). 43 El corso Antonio Mateo Rosi salió de Bastia en 1804 hacia Paris por un litigio originado allí con la muerte de su padre por un crédito a su favor, tras lo cual se puso al servicio del cónsul francés que vino a Canarias en 1804 y estuvo en Tenerife durante cuatro años tras lo cual pasó a Lanzarote donde se hallaba avecindado siete años. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 572 (1815). 44 El francés Pedro Bunel se dirigía hacia Santo Domingo cuando al recalar en la isla de Cabo Verde le dieron unas calenturas y no pudo proseguir el viaje, estando en ella casi un año por lo que se trasladó a Gran Canaria. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 11 (1672). 45 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 382 (1804). 46 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 541 (1815), para el primero, y exped. 544 (1815), para el segundo. 47 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 160 (1669). 48 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 23 (1702). 49 Por ejemplo, Francisco de Sosa se describía como “moso de baxo cuerpo y de hedad de v[ein]te años de rostro lleno y los ojos pardos”. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 1 (1612). 50 Alonso de la Haya suplicaba una comisión a cualquier notario para que recogiese las testificaciones porque “los testigos que e de presentar estan de la [roto, ¿parte?] de triana y con la avenida del barranco no pueden passar a esta p[ar]te […]”. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 2 (1615). 51 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 279 (1803). 52 Aunque este hecho es citado por los historiadores coetáneos, que cifran estos prisioneros galos en 1.484 cuando llegan en 1809 más otros 800 que lo hacen en 1810, su presencia e influencia en las islas no ha sido objeto de un estudio exhaustivo aún. Algunos datos en LEÓN (1966: 99-100). 53 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 507 (1814). 54 Entre ellos estaban Agustin Guillermo, Juan Bautista Denis y Esteban Beos. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 511 (1814). 514 (1815) y 515 (1815), respectivamente. 55 Por ejemplo, Juan Guillermo Gravance señala que salió de su patria por haberle tomado por marinero en los buques del rey cuando gobernaba Napoléon, dirigiéndose primeramente a Puerto Principe, después a Guadalupe, la Martinica y otros puertos siempre como marinero, que estuvo en Ferrol, se halló en la batalla de Trafalgar y estando en Cádiz fue hecho prisionero cuando se declaró la guerra. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 576 (1815). 56 Y Agustín Cayor señalaba en su declaración que fue quintado en 1807 y agregado en clase de soldado al Quinto Regimiento de la Legión de Honor con el que llegó a España. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 714 (1818) para el primero, y exped. 732 (1818), para el segundo. 57 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 507 (1814). 58 A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 510 (1814). Un instrumento para el conocimiento… 623 59 Otro tanto sucedió con Francisco Javier Latour el cual volvió a Francia donde estuvo diez meses sirviendo hasta que fue herido y se le dio el retiro y, para no vivir de sus padres, hizo negocios de mercadurías y se vino a Canarias. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 547 (1815), para el primero, y exped. 682 (1817), para el segundo. 60 Entre otros casos, el de Francisco Casanueva a cuyo favor testifica el presbítero y licenciado D. Alonso Ruiz, vecino de La Laguna, señalando que ha confesado al solicitante y que cumple con los preceptos anuales de confesión y comunión. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 544 (1815). 61 Pablo Bartolomy testifica en el expediente de Antonio Corner y viceversa, señalando que vivían a cuatro leguas de distancia y que se encontraron en Bolonia estando en la misma compaññía hasta que fueron hechos prisioneros. A.H.D.O.C., Sacramental, expedientes de soltería, exped. 507 (1814) y 528 (1815). |
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