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1187 LAS PALMAS DE GRAN CANARIA VISTA POR CATORCE ESCRITORES Y ESCRITORAS DE VIAJES DE LENGUA INGLESA (25 AÑOS: 1883-1908) LAS PALMAS OF GRAN CANARIA SEEN BY FOURTEEN ENGLISH TRAVEL WRITERS (25 YEARS: 1883-1908) Pedro Nolasco Leal Cruz RESUMEN Este artículo analiza la apreciación y valoración de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria por catorce escritores de viajes de lengua inglesa en un pe-riodo de 25 años, entre 1883 con la llegada a Canarias de Olivia Stone hasta el 1908 con la salida de Margaret D’Este. PALABRAS CLAVE: apreciación, Las Palmas, Canarias, escritor, viajes. ABSTRACT This article analyzes the appreciation and appraisal of the City of Las Palmas of Gran Canaria (Canary Islands) by fourteen English travel writers over a period of 25 years (from 1883 when Olivia Stone arrives in the Islands until 1908 when Margaret D’Este leaves them). KEYWORDS: appraisal, Las Palmas, Canaries, writer, travel. INTRODUCCIÓN El archipiélago canario, gracias a la presencia de numerosos escritores de viajes británicos, está muy bien descrito en todos sus sentidos. Conviene señalar que el número de escritores aumentó con la aparición del vapor y la consecuente rapidez en las comunicaciones entre el archipiélago y las islas británicas. No es nada novedoso afirmar aquí que la influencia de Inglaterra en las islas se refleja desde la conquista. Primero con la exportación del azúcar (siglo XVI, principalmente), luego con la de vinos (siglos XVII y XVIII), a Pedro Nolasco Leal Cruz: Departamento de Filología Inglesa y Alemana. Universidad de La Laguna. pnleal@ull.es XIX Coloquio de Historia Canario-Americana 1188 continuación con la de cochinilla en el XIX, y a finales del mismo con el turismo de salud y exportación de frutas, principalmente el plátano. Aparte, Canarias fue lugar de paso para los barcos británicos que surcaban el Atlántico rumbo a sus colonias, a África occidental, Australia, América del Sur, y antes de abrirse el Canal de Suez, a la India y el sur de Asia y África oriental. Las Palmas de Gran Canaria fue quizá el puerto más frecuentado por dichos vapores. Después de salir de los puertos ingleses, los buques a vapor británicos con los primeros puntos que se encontraban en su ruta eran el puerto de Funchal en Madeira y con los canarios, principalmente el de La Luz y de Las Palmas; dichos buques tenían que hacer una parada para rea-bastecerse de carbón, por todo ello en la década de los ochenta del siglo XIX se comienza a ampliar el muelle de dicho puerto para poder recibir los nuevos buques a vapor, pues con la aparición de este se había reducido considerablemente el tiempo de travesía entre Canarias e Inglaterra, lo que hizo que se pudiera llevar fruta, principalmente plátanos, sin riesgo de deterioro durante el viaje. Así que, con la construcción de vapores grandes, la compañía británica Elder Dempster, principalmente, se percató de que podría haber un amplio mercado de plátanos en Gran Bretaña. La ciudad de Las Palmas de Gran Canaria va a estar condicionada a su puerto. El turismo y la exportación de fruta van a estar unidos en lo que se refiere a transporte, pues el método a seguir era así: se cargaba fruta, y en los mismos barcos se podía llevar y traer turistas. Los turistas en su mayoría pertenecían al llamado “turismo de salud”. Ya desde los comienzos del siglo XIX médicos británicos arribaban a nuestras costas con el fin de, bien curarse ellos mismos, bien prestar atención a muchos pacientes que intentaban sanar su enfermedad en el clima óptimo de Canarias. Nuestro objetivo es analizar el desarrollo espectacular de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria entre los años 1883 y 1908 (25 años) a través de catorce escritores de viajes de lengua inglesa; a saber: Olivia Stone (1883- 1884), A. B Ellis (1885)1, Isaac Latimer (1887), Frances Latimer (1888), Harold Lee (1888), Paget Thurstan (1889), Charles Edwardes (1889), Alfred Samler Brown (ediciones de su obra en 1889, 1898, 1903, 1905 y 1910), John Whitford (1890), Mordey Douglas (1890), Charles F. Barker (1890- 1892), J. Cleansy Taylor (1893), Florence Du Cane (aunque su obra se publica en 1911, en Londres, estuvo en Canarias en los años finales del XIX) y Margaret D’Este (1907/1908). Estos escritores, la mayoría victorianos, plasmaron en sus libros la percepción de lo que habían observado. Estamos ante una de las mejores fuentes para el conocimiento de Canarias, en este caso concreto, de la ciudad y puerto de Las Palmas de Gran Canaria. Las Palmas de Gran Canaria vista por… 1189 BREVE DESCRIPCIÓN DE LA BIOGRAFÍA DE LOS TRECE ESCRITORES CITADOS Olivia Stone Sobre esta escritora sabemos que llegó a Canarias en 1883 junto a su esposo el Señor J. Harris Stone con la intención de viajar por las islas. Poco sabemos de su vida. Había publicado con anterioridad Norway in June, sobre tierras noruegas. Una vez en Canarias en 1883 conoce a personalidades de la época como al señor Gregorio Chil y Naranjo. Su obra sobre Canarias: Tenerife and its Six Satellites, fue publicada dos veces, primero en dos volúmenes en 1887 y dos años más tarde en un solo volumen. Lo más impor-tante de la misma es su excesivo detalle. A. Burton Ellis (1885) Llega a Canarias en la segunda mitad del siglo XIX. La parte referente a Canarias está en su obra West African Islands, editada en Londres en 1885. Sólo describe Gran Canaria y Tenerife. Es importante su reflexión sobre la mendicidad en las islas. Ellis muere en Santa Cruz de Tenerife y está enterrado en su antiguo cementerio de la ciudad. Isaac Latimer (1887) Visita Canarias para recopilar datos para artículos con destino a periódicos ingleses. Fruto de ello es su obra Notas de viajes en las islas de Tenerife y Gran Canaria. Sólo describe estas dos islas. Su obra es un autén-tico libro de las experiencias de su estancia en las islas. Describe muy bien la Semana Santa. Frances Latimer (1888) Hija del anterior. Viajan juntos por Canarias, aunque esta a veces da detalles que no se encuentran en la obra de su padre. Esta se titula: Los ingleses en Canarias (The English in Canary Islands). Tanto ella como su padre conocen al famoso doctor inglés Ernest Hart, director del British Medical Journal y que escribe sobre Canarias A Winter Trip to the Fortunate Islands. Son famosos los dibujos en el libro de esta autora debidos a su amigo Mr J. Trowern Trend. Sólo visita Tenerife y Gran Canaria, aunque hace algunas referencias a La Palma. XIX Coloquio de Historia Canario-Americana 1190 Harold Lee (1888) Su obra sobre el archipiélago se titula Madeira y las islas Canarias (Madeira and the Canary Islands). El mejor capítulo de la misma es “Cana-rias y su gente”, capítulo muy crítico pero ameno del costumbrismo canario; destaca “los niños fumadores”. Sobresalen sus dibujos sobre todo los de tipo costumbrista. Charles Edwardes (1888) Poco sabemos de su vida, sin embargo conocemos otra obra suya: Cartas de Grecia (Letters from Greece). Viajó por Madeira y Canarias, donde inclu-so realizó reproducciones. Visitó sólo Tenerife, La Palma y Gran Canaria. Su obra Viajes y estudios en las islas Canarias (Rides and Studies in the Canary Islands) es un auténtico libro itinerario. Paget Thurstan (1889) Fue contratado como médico por la compañía del hotel Taoro del Puerto de La Cruz para atender a sus huéspedes. Escribe una obra titulada: The Canaries for Consumptives (Las Canarias para tísicos). Sólo visitó Tenerife y Gran Canaria. Edward Samler Brown (1889) Por su obra sabemos que estuvo en Sudáfrica y Madeira. Madeira and the Canary Islands se publicó por primera vez en 1889 y fue un gran éxito en el Reino Unido donde se editó (poniéndose al día) catorce veces a lo largo del siglo XX. Su última edición es la de 1932. John Whitford Sabemos por su obra The Canary Islands, publicada en 1890, que estaba aquejado de un fuerte reumatismo, de aquí la importancia que da al turismo de salud. Mordey Douglas (1890) Su vida nos es poco conocida. Nace en Sunderland. Fijó su residencia en Las Palmas y murió allí. Escribió: Grand Canary as a Health Resort. Las Palmas de Gran Canaria vista por… 1191 Charles F. Barker (1890-1892) Fue miembro de la Sociedad Bíblica Británica. Durante su estancia reali-zó un extenso recorrido por las islas de Tenerife, Gran Canaria y La Palma como difusor de la Biblia, a veces con problemas con la iglesia católica. Proponía una relativa tolerancia a la libertad de cultos. Escribe Two Years in the Canaries. J. Cleansy Taylor (1889). Médico. Residió en Leeds. Estudió la temperatura de las islas entre 1888 y 1889. Se preocupó de la dieta acertada para el enfermo. Tuvo consulta en Las Palmas. A. Samler Brown y Paget Thurstan lo citan. Escribe: Grand Ca-nary. Its Climate and Springs. Anuncio del médico J. Cleasby Taylor en el libro de Alfred Samler Brown. Florence Du Cane (última década del XIX, publica su obra en 1911) Asimismo poco sabemos de ella. Su obra The Canary Islands es famosa también por los dibujos de su hermana. Margaret D’Este (1909) Viene a Canarias acompañada de una señora mayor, la señora King. Antes de su estancia en el archipiélago ya había visitado otros lugares, como Córcega y Mallorca, sobre las que escribe sus experiencias en sus respectivos libros. Publica la obra In the Canaries with a Camera, a la que el autor de este artículo ha traducido, con introducción y notas, como Viajando por Canarias con una cámara en 2009, justo cien años después de su publicación en inglés, en Londres. XIX Coloquio de Historia Canario-Americana 1192 La percepción de los escritores ingleses se ha contrastado entre sí y con el francés René Verneau. René Verneau (1890) Antropólogo francés. Fue encargado por el Ministerio de Instrucción Pública del gobierno francés para una misión científica en el archipiélago. Estuvo tres veces en Canarias en la primera de 1876 a 1878, la segunda de 1884 a 1887 y la tercera vez en el siglo XX. No se preocupa de las fechas, como él mismo expresa. Su obra Cinco años en las islas Canarias se publica en 1890. Se destaca en la antropografía, y con sus trabajos contribuyó a su auge. Tuvo mucha importancia en la clasificación de los materiales del Museo Canario de Las Palmas. Foto de René Verneau. IMPRESIÓN GENERAL DE LA CIUDAD La mayoría de los escritores alaban la vista de la ciudad desde el mar: A. B. Ellis, Margaret D’Este2, etc. A Olivia Stone la ciudad le produce una impresión morisca, alaba las azoteas y las calles amplias. Comenta que es más bonita que Santa Cruz de Tenerife, aunque se queja de que ambas están ubicadas en lugares secos. Para ella Las Palmas es la Laguna y Santa Cruz en una. Subraya que el barrio de Vegueta está dividido en dos partes: una es la comercial, bulliciosa; la otra con los clérigos, la magistratura y la prisión, según ella, triste. Las Palmas de Gran Canaria vista por… 1193 A. Burton Ellis asimismo le produce una impresión moruna. En mi opinión los escritores intentan ofrecer al posible viajero un efecto y sensa-ción oriental y, con ello, exótica de la ciudad3. Foto de Alfred Samler Brown. Obsérvese el aspecto moruno. La impresión de Isaac Latimer es asimismo muy buena; comenta: “Se pasean en carruaje, y las calles de la ciudad y la plaza de su extremo norte estaban llenas de gente, que tiene una existencia al aire libre y toman el sol… Los hombres no llevan la manta como en Tenerife”. Consigna la costumbre, como en todas las islas, de mirar por los postigos. Apostilla este escritor: “Las Palmas tiene un periódico que apoya al gobierno y el gobierno apoya al periódico”. Su hija Frances Latimer encomia los hermosos jardines. Apostilla que la población es más europea que la tinerfeña y que la ciudad le recuerda a Nápoles. Comenta que está rodeada de plátano, planta que incluso observa en el jardín del hotel Quiney’s. Destaca que las mujeres llevan mantilla. Paget Thurstan señala que la ciudad está poniendo toda la carne en el asa-dor para ser reconocida como capital del archipiélago4. Tiene 27.000 habi-tantes. Comenta que hay nada menos que nueve conocidos médicos ingleses en la ciudad, enfermos. Cita a Frances Latimer. Harold Lee consigna que es una ciudad de antigüedad considerable. Destaca el aspecto moruno de la ciudad vista desde el mar. Remarca que la mayoría de las casas tienen azoteas y patio interior, que se dedica al cultivo de árboles frutales y flores, con una fuente en el centro. Declara que va a convertirse en la principal ciudad de las islas Canarias. Le llama la atención XIX Coloquio de Historia Canario-Americana 1194 el que las ventanas estén tapiadas para protegerse del sol, que se considera “un enemigo” aquí. Foto de Olivia Stone. Charles Edwardes alaba sobremanera la ciudad, le encanta el modo de vestir de la gente. Apostilla que un entierro en la misma es algo incluso “ro-mántico”, y que han sido la tradición y la iglesia quienes lo han hecho así. Subraya que es una ciudad más enérgica y activa que Santa Cruz de Tenerife. Añade: “Pienso que al final Las Palmas aplastará a la capital actual al igual que ésta lo hizo con La Laguna”5. John Whitford remarca que es una ciudad próspera, floreciente y labo-riosa; las calles principales están bien pavimentadas, las aceras aunque estre-chas son buenas y bien iluminadas de noche por lámparas de petróleo o gas.6 Alfred Samler Brown ofrece en todas sus versiones (1898, 1903, 1905 y 1910) una impresión muy buena de la ciudad. En la versión de su obra de 1898 nos ofrece una población de 20.756 habitantes, en las versiones de 1903, 1905 y 1910 la aumenta a 44.517 habitantes7. Apunta que fue la capi-tal de Canarias desde la conquista hasta 1822 y sede del Obispado desde 1485. Debido a sus casas terreras y de azoteas, tiene apariencia oriental. Remarca que la parte más de moda es la zona del Espíritu Santo, allí las casas son muy elegantes. Las Palmas de Gran Canaria vista por… 1195 Fotos de Alfred Samler Brown. Alfred Samler Brown, en la versión de 1903, añade que la ciudad está bien iluminada por electricidad8. En la versión de 1910 señala que existe un sistema telefónico que conecta con el Monte del Lentiscal y con Arucas. Mordey Douglas tiene una impresión muy positiva de la ciudad, para él es la más saludable del mundo, destaca sus dos hermosos jardines, muy apreciados, sobre todo cuando tocan las bandas de música. Este autor va a morir en esta ciudad. XIX Coloquio de Historia Canario-Americana 1196 Sin embargo a Florence Du Cane, que escribe a finales del siglo XIX, no le impresiona: “A place of barbed wire and cinders” (un lugar de alambrada y carbonilla). Asimismo a Margaret D’Este que la visita en 1908, no le impresiona. El puerto muy probablemente, debido a los depósitos de carbón (mineral) con un desarrollo muy rápido del mismo, hizo que el lugar conociera una profunda transformación y ya no tuviera el atractivo y el encanto de antaño. Nos comenta esta escritora: “Si la primera impresión de un lugar es la mejor, entonces Las Palmas, la capital de Gran Canaria, puede con toda seguridad pregonar a todas voces que es bonita. Puedo todavía recordar, con perpleji-dad, cuán atractivo parecía el lugar cuando tranquilamente bajamos al puerto a nuestra llegada; el inimaginable azul del agua, moteado con retazos de traslúcido verde y púrpura; la larga línea de dunas de arena de color naranja que se veían entre el puerto y la ciudad, el violeta delicado de las bajas mon-tañas detrás de ellas, las palmeras sobre el frente del mar, y la ciudad misma con sus torres catedralicias, medio veladas en las suaves nubes; apiñándose todo, sobre la orilla, a tres millas de distancia. Pero pronto se esfumó el espe-jismo; después de meternos en una tartana y en la frescura de una temprana mañana avanzamos por una carretera casi desierta en dirección a la ciudad y una vez allí nos dirigimos a los jardines del Hotel Santa Catalina”. Sin embargo le proporcionó un carácter cosmopolita. EL PUERTO DE LA LUZ. SU RAPIDO DESARROLLO EN EL PERIODO ESTUDIADO 9 Foto de Alfred Samler Brown. Las Palmas de Gran Canaria vista por… 1197 Foto de Alfred Samler Brown. Conviene tener en cuenta que, en 1883, cuando la visita Olivia Stone el puerto importante era el de San Telmo. Sin embargo, esta autora desembarca en el de La Luz porque es más seguro. Comenta que vio los comienzos de la construcción de este nuevo puerto, donde desembarca. Habla del pago, a veces excesivo, a los dueños de los botes, que transportan a los viajeros del barco a tierra. Subraya la importancia de la construcción del almacén de carbón que iba a causar un detrimento a Funchal en Madeira. Remarca que este estaba siendo construido por los hermanos Blandy, ingleses residentes en esa isla. Olivia ya prevé la importancia que va a tener este nuevo puerto10. A. B Ellis nos comenta: “Está en vías de construcción un muelle, todavía no está avanzado como para proporcionar protección. Ahora se puede de-sembarcar en el muelle de la ciudad (town mole)”. Es decir, en el muelle de San Telmo. Isaac Latimer cita las obras del puerto: “En los grandes trabajos, como los que se están realizando en Las Palmas, donde una compañía inglesa está construyendo un muelle”. Frances Latimer comenta que el recorrido de cinco horas de Tenerife a Gran Canaria es un placer si el mar está en calma, habla del transporte del barco al puerto hecho en barcas tiradas por remeros. Comenta: “Nos detuvi-mos en el muelle, uno de los lugares favoritos ya que siempre hay actividad”. Harold Lee remarca que no hay registro en la aduana y que cobran una peseta o un chelín por el transporte al muelle. Señala que ya el puerto recibe quince vapores al mes. XIX Coloquio de Historia Canario-Americana 1198 Paget Thurstan subraya que los trabajos del muelle progresan rápida-mente: “Van a constar 37.000 libras. El problema va a ser conseguir el dine-ro del gobierno”. Señala que los barcos solían desembarcar en el muelle de la ciudad (town mole). Añade: “Ahora con la construcción del de La Luz la ciudad queda a 4 millas. Ya el nuevo puerto se está convirtiendo en una pequeña ciudad”. Charles Edwardes sostiene que se comienzan los trabajos en 1885 en el Puerto de La Luz y que este va a mejorar la ciudad. Apostilla: “¡Va a poder-se anclar incluso una flota!”. Apunta que el trabajo está en mano de ingleses, por lo que cree que se va a avanzar con rapidez. Estima que las compañías inglesas que van a Sudáfrica, Sudamérica y Australia usarán esta estación de carbón en detrimento de otras como la de Santa Cruz de Tenerife o la de San Vicente en Cabo Verde11. C. Barker comenta: “Hace un cuarto de siglo sólo unos pocos barcos hacían escala en ellas, en la actualidad, importantes líneas de buques a vapor, británicos y de otras nacionalidades, las utilizan como puerto de escala para tomar carbón, etc.” Alfred Samler Brown se limita a citar, en todas las versiones de su obra, la gran importancia del puerto nuevo. Foto de Alfred Samler Brown. John Whitford destaca los muelles del carbón. Comenta el rápido avance de las obras. Cita el castillo de la Luz. Mordey Douglas detalla que ha sido construido por los señores Swanston and Co de Londres para el gobierno español con un coste de 350.000 libras. Las Palmas de Gran Canaria vista por… 1199 Añade: “Uno de los muelles: el Santa Catalina es una hermosa pieza de ingeniería”. Florence Ducane y Margaret D’Este se limitan a citar los muelles de carbón12. Foto de Alfred Samler Brown. HOTELES Y FONDAS Hay que reseñar, antes de seguir adelante, que el periodo citado conoció distintos tipos de hoteles y fondas. Empecemos con Olivia Stone que visita la ciudad en 1883. Se hospeda en fonda Europa13, que, según ella, es una gran casa en la que vivió una vez un mercader inglés. Está muy bien descrita en página 9; destaca el patio interior y señala la belleza de la vegetación. Alaba la comida y nos comenta que el camarero, Pedro, es muy eficaz. Subraya que su propietario, don Ramón López, es un hombre de gran corte-sía y que la sirvienta es negra. Comenta sus precios razonables. Harold Lee destaca que existen tres hoteles en la ciudad: el hotel Quiney’s, inglés, de ocho chelines diarios, y dos hoteles españoles14, de seis chelines. Todos son confortables. Paget Thurstan describe muy bien los dos hoteles ingleses: El Quiney’s y el Grand. Subraya que el primero no tiene patio sino un enorme jardín en la parte trasera. Remarca que se están introduciendo hamacas. Isaac Latimer y Frances Latimer se instalan en fonda Europa, dirigido por Ramón López. Ambos destacan que los hoteles españoles dan vino gratis, no los ingleses. Isaac Latimer comenta que el desayuno es a las diez y la cena a las cinco. Frances se queja de la hora de la cena: “La hora de la cena, fijada XIX Coloquio de Historia Canario-Americana 1200 tan inoportunamente a las cinco y media nos priva a menudo de los momentos mejores y más frescos para pasear”. Resaltan la abundancia de fruta. Ambos escritores describen el Hotel Quiney’s, donde se instaló el famoso médico inglés Ernest Hart con su señora. Frances Latimer comenta sobre Quiney’s: “Tiene un jardín trasero de considerables dimensiones dedi-cado al cultivo del plátano que aquí crece de forma exuberante”. Foto de Alfred Samler Brown. Charles Edwardes alaba la fonda Europa: “Es un hotel español muy bueno”. Barker sólo señala que se instala en la fonda Cuatro Naciones, donde conoce a otro escritor: Donald Mackenzie. John Whitford cita cuatro hoteles dentro del recinto de la ciudad: dos dirigidos por españoles y dos por ingleses. Los ingleses son más caros: cinco y ocho chelines respectivamente. En 1890 cita el hotel Santa Catalina, que acaba de erigirse (The Santa Catalina Hotel has just been erected). Lo enco-mia sobremanera para concluir que va a ser el precursor de muchos otros. Alaba las vistas desde el mismo. Remarca que el fuerte de Santa Catalina, que está a su lado, se está cayendo a pedazos, pues ya no tiene fin militar; según él podría convertirse en una de las mejores residencias marinas. Alfred Samler Brown, en su versión de 1889, nos ofrece los nombres de las fondas y los hoteles que se encuentran dentro de la ciudad: Quiney’s, Las Palmas de Gran Canaria vista por… 1201 Cuatro Naciones frente a La Alameda y Colón frente al puente de piedra, y el Continental. En la versión de 1903 agrega El Catalán y nos ofrece otras fondas como Constantino y La Unión. En la versión de 1905 añade el Metropole, en la ruta entre el Puerto de la Luz y la ciudad. En la versión de 1910 ofrece además el Monopol, cerca del Círculo Mercantil, y el Central en Triana. Destaca sobre todo el de Santa Catalina construido por una compañía inglesa. Comenta que detrás del mismo se encuentran el club de golf, el club de criquet y la cancha de tenis. Destaca el campeonato de Alfred Jones. Foto de Alfred Samler Brown. Margaret D’Este, que se hospeda en 1908 en el hotel Santa Catalina, lo alaba sobremanera: “En el hotel uno puede sentirse muy cómodo y disfrutar del buen tiempo… El hotel es realmente un oasis en una tierra seca, y un lugar de arcados pórticos, de pisos bien pulidos, anchos balcones y lujosos sillones de mimbre Las enredaderas tropicales del exterior, la blanquecina hierba, los espacios de tierra seca que rodean a las palmeras y el sonido de las abubillas le recuerdan a uno un jardín egipcio. Entre los árboles hay can-chas de tenis, y en la parte de atrás, en la cima de una montaña amarilla, tan falta de vegetación que parecía que se la había pelado al cero, estaban los campos de golf, y la sensación de tranquilidad, que envuelve un destino turístico del sur con la aproximación de un tiempo caliente, se empezaba a XIX Coloquio de Historia Canario-Americana 1202 sentir, a pesar de la presencia de una o dos docenas de huéspedes que aún quedaban en el hotel. Por un momento era bastante agradable dejar pasar los días y nos habríamos quedado más tiempo en el hotel Santa Catalina, si no hubiera hecho tanto calor, pues durante la primera semana de mayo el termó-metro se mantuvo en 75º Farehnheit a la sombra, por ello pensamos que nos vendría mejor un clima más fresco, en el Monte, el hotel de montaña a seis millas de distancia en dirección al interior”. CATEDRAL DE SANTA ANA A Olivia Stone le impresiona el exterior con sus dos torres, sita frente al ayuntamiento y museo. Subraya que se comienza en 1500, época de Isabel la Católica por don Diego Montande (sic). Remarca que el interior es gótico y que se parece a la abadía de Bath. Describe las ventanas, las dos pilas y los dos púlpitos. Asimismo le impresionan el órgano y el coro. Resalta los can-delabros de plata, detalla que uno, de procedencia genovesa, fue regalado por el cardenal Ximenes en 1690. Curiosamente la denomina catedral de San Cristóbal (Cathedral of San Cristobal). A. B Ellis comenta que su arquitecto fue Diego Montande (sic). Isaac Latimer cita el fresco de San Cristóbal, las capas, las redomas, el altar movible, los cálices y las patenas de oro y plata. Le llama la atención el cuadro del Purgatorio. Frances Latimer observa con interés el que la catedral esté sin terminar, comenta que la sacristía está llena de casullas y cálices bañados en oro y pla-ta y que los dignatarios fallecidos reposan debajo, en las catacumbas de la cripta. Subraya que el interior es gótico. Le llama la atención el cuadro de San Cristóbal y la música del coro. Apostilla que, como la fonda Europa está cer-ca, la puede visitar muchas veces. Describe la Semana Santa en la misma15. Harold Lee comenta que es lo primero que debe visitarse en la ciudad y subraya que es de antigüedad considerable pues hay porciones que son del siglo XV. Recalca que no se acabó por falta de fondos. Destaca las dos torres. Señala que el interior es gótico, el único monumento de este estilo en las islas. Comenta que tiene tres naves, cuatro transeptos y once capillas en los lados. Destaca el techo, sostenido por columnas, y el órgano. P. Thurstan, aunque reconoce que no es muy rica, comenta que tiene una enorme cantidad de plata y vestidos. Charles Edwardes le impresiona la enorme cantidad de tumbas, sobre todo la de Viera y Clavijo y la de Cairasco de Figueroa. Subraya que se cam-bian los restos de lugar según se van ocupando los nichos por otros difuntos. Alaba las capas y los vestidos originarios de Londres de la época de la Re-forma, sobre todo el cáliz de oro, regalo a la ciudad por Felipe IV, en 1969. Resalta los candelabros de plata. Destaca la reliquia de los huesos de San Las Palmas de Gran Canaria vista por… 1203 Plácido, santo al que los canarios recurren cuando hay plaga de langosta. Le impresionan las pinturas como la de la Anunciación y la de la Crucifixión de Losada, que describe con todo detalle. Destaca asimismo otros cuadros de la pasión y el de San Cristóbal. Remarca la importancia de la bandera carmesí del conquistador de Gran Canaria. A Charles Barker le impresiona sobre todo la música catedralicia. Le llama la atención asimismo cómo se pasa de una tristeza rigurosa durante la Semana Santa a una alegría inmensa en el domingo de Resurrección con representaciones teatrales. Alfred Samler Brown resalta la fachada imponente que, según él, se comenzó en 1497, y se reconstruyó en 1781, la estructura fue diseñada por Canon Edwards. La nueva fachada es obra de Lojan (sic) Pérez. Añade que está sin terminar. En la versión de su obra de 1898, que luego repite en otras posteriores, destaca el San Cristóbal y el portapaz por Benvenuto Cellini (sic). Cita las casullas y comenta que para verlas se ha de pagar. Algunas de ellas pertenecieron a la catedral de San Pablo de Londres y se vendieron en época de Oliver Cromwell. Curiosamente la denomina catedral de San Cristóbal. John Whitford la considera imponente, Mordey Douglas la califica de noble y Margaret D’Este se limita sólo a citarla. OTROS MONUMENTOS RELIGIOSOS El palacio obispal sólo es citado por Olivia Stone. Consigna que es inmenso, que da a la plaza (del Ayuntamiento), que está enjalbegado y que está cubierto de tejas. Describe la plaza en página 89. Olivia cita San Teófilo. Isaac Latimer y Frances Latimer citan las iglesias cuyas campanas tocan cada hora. Frances Latimer comenta que no se han desacralizado tantas iglesias como se ha hecho en Tenerife. Alfred Samler Brown cita San Telmo: “Pequeña iglesia frecuentada por marinos y pescadores, con exvotos en forma de barco”. Cita San Antonio Abad, donde oró Colón. Asimismo J. Whitman cita la iglesia de San Telmo y la compara con la capilla de San Sebastián en La Gomera, para añadir que en ambas iglesias oró Colón. XIX Coloquio de Historia Canario-Americana 1204 AYUNTAMIENTO. MUSEO Foto de René Verneau. Conviene señalar que el Museo de la ciudad se ubicaba en el edificio del Ayuntamiento en la aquella época. Ambos están citados prácticamente por todos los escritores. Olivia Stone, que los visita acompañado por don Gregorio Chil y Naranjo, comenta: “Aquí se encuentra la primera imprenta que hubo en la isla, de finales del XVIII”. Le impresionan las momias, la cerámica y una reli-quia de Fuerteventura. Fotografió alguna de las piezas. Harold Lee destaca su importancia, sobre todo por las momias, le llama la atención una cubierta por 35 pieles cosidas con cuerda por medio de una espina. Isaac Latimer y Frances Latimer citan los cráneos y las momias. Frances cita a Harold Lee, quien comenta: “Los guanches tenían la costumbre de em-balsamar a sus muertos y coser pieles para cubrir los cuerpos. Se ha descubierto que la cobertura de una momia está compuesta por más de trein-ta y cinco pieles cosidas con una cuerda, probablemente de tripas, mediante una aguja de hueso”. Alfred Samler Brown nos da amplio información: en la versión de 1898 comenta que el edificio fue erigido en 1842. En el primer piso está la biblio-teca pública con 5000 volúmenes. En el segundo piso el Museo. Apostilla que para visitarlo se puede conseguir la llave en la casa del Dr. Chil y Naranjo, calle del Colegio. Lo objetos están marcados con etiquetas de colo- Las Palmas de Gran Canaria vista por… 1205 res, según la isla. Habitación 1: piezas geológicas, 2, 3, y 4: piezas de las islas, habitación 5: crustáceos y sobre todo la famosa manta (pez). 6: departamento de antropología que es el más rico y contiene la mejor colec-ción de momias canarias. Recalca que está ubicado en el Ayuntamiento. Margaret D’Este comenta que pasó allí algunas de las horas más agradables durante su estancia en Las Palmas. Le llama mucho la atención la manta, “expuesta allí, un monstruo temeroso con enormes alas negras y con una boca como un baúl de grande, que abraza a sus víctimas y se las lleva bajo agua”. Alaba la colección de objetos y momias en cajas de cristal, asi-mismo las vasijas de cerámica negra y roja, y también las hachas y puntas de lanza de diorita y obsidiana tallada. Detalla que “delante del Museo está una gran plaza, a final de la cual, justo frente a la catedral, se pueden ver unos bonitos perros de bronce; uno, enseguida, tiende naturalmente a asociarlos con los enormes canes que, según Plinio el Viejo, se habían encontrado en la isla de Canaria, y que, en mi opinión, son los que aparecen en el escudo de Las Palmas. Sin embargo, no supimos nada al respecto, sino que procedían de París y que los habían colocado allí hacía como diez años”16. Fotos de Olivia Stone. XIX Coloquio de Historia Canario-Americana 1206 HOSPITAL (SAN MARTÍN) Olivia Stone comenta que fue un monasterio. Indica que los expósitos, después de haber estado dos años en el hospital se ofrecen en adopción al público. Habla del celebrado torno con cuna. Detalla que una mañana se ofrecieron 22 expósitos al público y por la tarde ya no quedaban sino dos. Subraya que las monjas ejecutan excelentes bordados y detalla que en la sala hay un trabajo a aguja de la Virgen del Pino. Charles Edwardes comenta que es un lugar confortable, con piadosas hermanas de la caridad, decorado con pinturas de antiguos españoles. Detalla que los expósitos pasan los primeros cinco años allí. Remarca que antaño los expósitos se colgaban a los picaportes de las puertas de las personas pudien-tes o se introducían en sus patios pero que ahora se llevan a este lugar, donde una hermana está a cargo del torno. Describe con detalle la convalecencia de un marinero inglés, encontrado por un barco de carbón, se queja de que se le baña poco. Alfred Samler Brown, en las versiones consultadas, comenta: “Hay un torno para los expósitos, a éstos se les entrena para ser criados, detalla que incluso algunas mujeres casadas dejan allí a sus hijos. A lado está el hospital de leprosos en el antiguo convento de Santo Domingo”. Lo citan asimismo Isaac Latimer, C. Barker y Harold Lee. JUZGADO Olivia Stone lo describe con todo detalle. Manifirsta que el verdugo “public executioner” es el terror de los isleños, hasta tal punto que, cuando la gente se lo encuentra, exclama: “Dios me libre de tus manos”. Su salario es de cien pesos al año, y tres libras por cada ejecución. Expresa que este horror a los verdugos y a los carniceros de los actuales canarios les viene de sus antepasados guanches. Cita algo interesante: “A los acusados de pequeños delitos no se le pone en prisión por miedo a que éstos agredan a los de delito de sangre, por ello a aquéllos sólo se les azota en los mismos juzgados”. Según ella esta aversión y fobia a la sangre es herencia de los antiguos canarios. A. Burton Ellis recalca que el palacio de justicia enorgullecería a cualquier capital europea. Isaac Latimer y Frances Latimer se limitan a citarlo. Charles Edwardes asimismo lo describe: “Ésta es la Corte Suprema del Archipiélago (Real Audiencia)”. Le impresiona el vestuario de los jueces. Alfred Samler Brown destaca que se encuentra en el convento en desuso de San Agustín, y que a lado hay una capilla17. Las Palmas de Gran Canaria vista por… 1207 CÁRCEL Olivia Stone la describe con todo detalle. Comenta que al visitarla, ines-peradamente se le presentaron los presidiarios. Según ella una docena. Apostilla que las paredes y los pisos tienen agujeros para que los guardianes puedan tener una constante supervisión de los presidiarios. Comenta con horror que este edifico le recuerda la Inquisición. Detalla que existe un paso subterráneo entre la cárcel y el hospital. Harold Lee subraya que para su visita debe obtenerse un permiso del gobernador y que los oficiales son muy corteses. Alfred Samler Brown se limita sólo a citarla. El escueto Charles F. Barker comenta: “La prisión tenía un aspecto de una gran casa privada y, en general, parecía limpia y confortable, mucho más que la mayoría de las casas. Los dormitorios bien ventilados. Cuarenta pri-sioneros. Los presos están autorizados a trabajar en su propio oficio, si quie-ren, para mantener a sus familias, pero no se les obliga. Los presos condenados a más de seis meses son enviados desde otras islas a este lugar, los que tienen penas superiores a los seis años son enviados a la Península. He oído decir que el Ayuntamiento tiene recogida cierta cantidad de dinero con el fin de construir una nueva cárcel…”. Margaret D’Este comenta cómo en su visita dos chicuelos (uno hace de verdugo y otro de reo) le hacen una exhibición del garrote vil. COLEGIO SAN AGUSTÍN Olivia Stone comenta que es una escuela para los hijos (varones) de la clase alta, que fue el lugar donde los jesuitas residieron hasta su expulsión en 1767. Detalla que allí se encuentra el seminario fundado por el obispo don Juan Bautista Servera y que existe un colegio teológico. Destaca que en el seminario sólo hay 5 residentes y 26 no residentes. Destaca asimismo la disciplina de los alumnos. Remarca: “No hay pupitres sino asientos alrede-dor de las aulas”. Detalla que el edificio ha sido ampliado varias veces y que el rector actual es don Juan Hidalgo. Olivia continúa con una descripción muy exhaustiva del lugar (pp. 101-102). Subraya que los hermanos León y Castillo estudiaron en él. Isaac Latimer y Frances Latimer asimismo lo citan. MERCADO Es citado por casi todos los escritores18 que lo dividen en mercado de pescado, de carne y de fruta. XIX Coloquio de Historia Canario-Americana 1208 Isaac Latimer consigna que está construido de piedra con bloques de mármol. Añade: “Al otro lado del puente y en el lecho del barranco se en-cuentran unas cuantas ovejas, algunos cerdos y eso constituía las existencias del mercado de ese día”. Charles Edwardes destaca el mercado del pescado y la venta de crucifijos y de cerámica de La Atalaya. Comenta, como otros escritores, que las naran-jas de Gran Canaria son las mejores de Canarias Alfred Samler Brown y P. Thurstan se limita a citarlo. John Whitford lo describe detalladamente en páginas 7 y 8. Mordey Douglas detalla que está bien abastecido. TEATRO (NUEVO) Olivia Stone cita el antiguo teatro, al que fotografía. Teatro antiguo. Foto de Olivia Stone Describe el teatro nuevo en construcción19, con capacidad para 1600 es-pectadores. El exterior está terminado y se están haciendo obras en el interior. Comenta que Las Palmas debe estar orgullosa de tal teatro. A. B. Ellis sólo se limita a citarlo. Charles Edwardes subraya que se parece a un teatro de París, que costó 16.000 libras y que da honra a Las Palmas. Alfred Samler Brown, que lo designa “Opera House”, comenta que tiene una capacidad para 1400 espectadores. John Whitford subraya que aloja a trescientos espectadores (muy probablemente se está refiriendo al antiguo). Las Palmas de Gran Canaria vista por… 1209 GABINETE LITERARIO Olivia Stone resalta que no es igual a un club inglés. Consigna que se debe pagar una suscripción que asciende a veinte dólares al año, pagados mensualmente. Detalla que sobre una mesa hay varios periódicos y dos estanterías de libros, que además existe una sala larga (la de fumar) para las tertulias, que luego se encuentra la habitación de la baraja (card-room) y una sala destinada a la danza, que a la entrada hay una lista donde se indican los días de baile. Para la asistencia al mismo hay que llevar vestido de gala, aun-que no se le exige a los extranjeros (lo que no pasa en Tenerife que se exige traje de gala para todos). Apostilla que a su lado está el teatro, bajo el mismo techo, que es pequeño. Señala que se está construyendo el teatro nuevo. Harold Lee comenta que en el casino hay música una vez por semana a la que asiste mucha gente. Resalta los bailes públicos que comienzan en noviembre, organizados por la Sociedad Filarmónica. Señala que el pueblo de Las Palmas gusta mucho de la música. PLAZAS Olivia Stone comenta que delante del casino se ubica la plaza de Cairasco con estatua del poeta. Harold Lee destaca la plaza de la Almeida (sic)20. John Whitford cita dos jardines a los que alaba, los compara con los de Kew en Londres. Cita el parque de San Telmo. También se cita la plaza de San Bernardo. El Puente. Foto de Alfred Samler Brown. XIX Coloquio de Historia Canario-Americana 1210 LOS CUARTELES Olivia Stone es la única que los describe. Resalta que hay poca vigilancia. PALACIO MILITAR Alfred Samler Brown, en la versión de 1898, asegura que va a ser la sede del gobierno de Canarias; asimismo lo hacen otros escritores. John Whitford comenta que todavía está inacabado. CEMENTERIOS Cementerio guanche de La Isleta Olivia Stone lo describe con detalle y lo fotografía. P. Thurstan comenta que hay muchas momias que se han descubierto en los trabajos del muelle en la Isleta. Foto de Olivia Stone. Cementerio de Vegueta Es citado por casi todos los escritores. Debido al vaciado de las tumbas para nuevo uso por el carácter reducido del lugar, el cementerio es objeto de ataque por casi todos los escritores consultados. Véase, por ejemplo, Marga-ret D’Este: “Como sucedía entre los antiguos egipcios y todavía lo es hoy en Italia, son únicamente los ricos los que tienen la firme esperanza de asegu-rarse un lugar de descanso permanente para sus restos mortales en el cemen-terio; el pago de una cantidad fija garantiza un reposo continuo en el mismo a los enterrados en las bóvedas familiares; sin embargo, a los ocupantes de tumbas más baratas se les echa en el mismo momento en el que su paga anual a las autoridades catedralicias se atrasa; por lo que a los pobres se les permite descansar en suelo sacrosanto sólo un año… …tan grande es el poder de la Iglesia aún, que sabiendo el destino final, en montones, para los cuerpos de los seres queridos, permite que los familiares todavía le sigan Las Palmas de Gran Canaria vista por… 1211 entregando a éstos a un lugar pasajero de descanso dentro del cementerio, al considerar la Iglesia que nada iría bien a sus seres queridos si duermen en un lugar no consagrado”. Olivia Stone (páginas 230-231), Isaac y Frances Latimer, Charles Edwards, John Whitford y Florence Du Cane siguen la misma línea sobre el lugar. Charles F. Barker cita el cementerio protestante. BAHÍA DEL CONFITAL Es citada por muchos viajeros21. GALLERA La gallera es citada por casi todos los escritores. Algunos para concluir que rechazan la fiesta. TARTANAS La mayoría de los escritores de viajes citan las tartanas (con esta designa-ción), como algo característico del lugar. Dan vistosidad al mismo. CABLE TELEFÓNICO Y ALUMBRADO ELÉCTRICO La construcción del cable de telégrafo y la instalación del alumbrado eléctrico son citadas por casi todos los escritores. Foto de Olivia Stone FIESTAS Entre las fiestas mencionadas conviene aludir al carnaval citado por Barker, la Semana Santa y el día de la Ascensión. XIX Coloquio de Historia Canario-Americana 1212 GRANCANARIOS FAMOSOS QUE CONOCIERON — Don Juan (ingeniero) y Don Fernando (embajador) de León y Castillo son mencionados por C. Barker. Visita su finca de Telde: “Por la mañana, Mr. J. y yo dimos un paseo hasta la finca del conde León y Castillo, de la que se dice que es la mejor de la isla”. Asimismo lo hace Frances Latimer que comenta: “Nos dirigimos al jardín de Juan León y Castillo, ingeniero jefe de las Islas Canarias a cargo de las obras de los puertos de Las Palmas y Santa Cruz y de las carreteras que hemos estado recorriendo. Abre su jardín a los visitantes ingleses”. — Olivia Stone consigna que Gran Canaria es rica en escritores y cita a Gregorio Chil y Naranjo. Subraya que “es un buen hombre mayor, de pelo blanco pero enhiesto como un soldado. Es uno de los historiadores de la Isla, y se da más a la literatura que a su profesión. Estudió medicina en París, sin embargo la practica muy poco. Fundador del museo Canario. No se lleva bien con la iglesia, que, según ella, lo excomulgó por tener ideas darwi-nianas. Escribió Estudios historicos, climatologicos y patologicos de las Islas Canarias en 1879”. Comenta que este le da una carta de presentación o recomendación. Asimismo Barker lo cita22. — Sobre Agustín Millares Torres Olivia Stone comenta: “Historiador, también novelista con una enorme biblioteca”. Consigna que le regaló dos de sus obras: Historia de las islas e Historia de la Inquisición en Las Islas Ca-narias (1874). Subraya que por la última obra fue excomulgado. Sin embar-go añade que el ser excomulgado por tener ideas avanzadas no es visto como algo malo por el pueblo, incluso el practicante C. Barker lo cita varias veces. — El mercader Diego Ripoche es citado por Olivia Stone. Asimismo esta menciona a Nestor de la Torre, que la acompañó a varios lugares. — Nicolás Massieu es citado por Frances e Isaac Latimer. Comenta aque-lla: “Es un español de presencia agradable, alto y bien proporcionado y con los modales corteses y el porte solemne propios de los caballeros de su raza”. Isaac Latimer se limita a comentar: “El señor Massieu nos llevó a su casa”. — Entre las familias de británicos establecidos en Las Palmas, que los escritores citan en la época tratada, destacan Quiney, Thomas y James Miller, Swanston, los hermanos Blandy y Sir Alfred Jones. HISTORIA Para la historia de la conquista, historia de la isla y de la fundación de la ciudad, todos siguen a George Glas. Las Palmas de Gran Canaria vista por… 1213 BIBLIOGRAFÍA BAKER, C. F. (1917): Two Years in the Canaries. London. Eyre and Spottiswoode. BROWN, A. S.: Madeira and the Canary Islands. (ediciones de 1898, 1903, 1905 y 1910) Simpkin, Marshall, Hamilton, Kent & Co LTD. CLEANSY, TAYLOR (1889): Grand Canary, its Climate and Springs. Leicester. John Richardson and Co. D’ESTE, M. (2009): Viajando por Canarias con una cámara (1909), traducida por Pedro N. Leal Cruz. Editorial Benc homo. DOUGLAS, M. (1887): Gran Canary as a Health Resort for Consumptives and others. London, J & A. J. A Churchill. 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No sé dónde se pudo haber encontrado estos parecidos… Los habitantes de Las Palmas son muy españoles. La gente viste a la europea, a la moda de París…” 4 “Las Palmas is bidding high to become the recognised capital of the islands”. 5 “And I fancy it will in the end crush the present capital even as that superseded La La-guna”. 6 Demuestra que no ha llegado aún el alumbrado eléctrico a la ciudad. Alfred Samler Brown, en la versión de su obra de 1903, consigna que la ciudad está bien iluminada por electricidad. 7 René Verneau da una población para 1879 de 17.069. Aunque él cree que pasa un poco de 24.800. Juan de la Puerta Canseco para 1897 ofrece una población de 21.081. 8 Sin embargo, el tranvía, que fue inaugurado el uno de octubre de 1890, desde el Puerto de La Luz a Vegueta, es a vapor. Ese mismo año se abre el hotel Santa Catalina. Puede haber una relación entre los dos hechos. Margaret D’Este lo cita. “Tranvía a va-por… lanzando montones de humo de su chimenea”. 9 Rene Verneau resalta que en 1878 sólo existían en el Puerto de La Luz tres o cuatro ca-sas. Este escritor añade que, en 1888, el número de vapores que atracaron en el puerto es de 883 y en 1889 de 1180, superando al de Santa Cruz de Tenerife. 10 “When the Harbour of Refuge is finished, this mole, which is now short, will run out a very considerable distance”. Todo ello conduce a la aparición de un vecindario en el sector portuario. 11 “And yet”, say Las Palmas merchants, “Santa Cruz presumes to think she is superior to us!” 12 Juan de la Puerta Canseco ofrece una opinión valiosa, en 1897: “Puerto de Refugio de la Luz, próximo a terminarse, pues las obras del dique de abrigo, cuya longitud es de 1.279 metros, ya están concluidas y de las del muelle de Santa Catalina se hallan hechos 184 metros de los 650 que alcanzará a su terminación”. 13 Es citada asimismo por René Verneau. 14 Se está refiriendo a fonda Europa y a Cuatro Naciones. 15 Termina Frances: “La mayoría de los curas son poco agraciados, tienen aspecto tosco y rechoncho, muy distinto del que presentan los fieles más pobres, del mismo sexo, de constitución fornida, robustos, y musculosos con rostros bronceados, atentos e inteli-gentes”. 16 Es decir los perros se instalan en 1898. 17 Asimismo el francés Verneau destaca que el Palacio de Justicia está instalado en el viejo convento de San Agustín. 18 René Verneau comenta: “La ciudad está dividida por el barranco de Guiniguada. Dos puentes uno de piedra y otro de madera, permiten pasar de un lado a otro. Este barranco completamente seco durante el verano se vuelve un torrente impetuoso en invierno. En 1886 se llevó toda la fachada del mercado de pescado”. Las Palmas de Gran Canaria vista por… 1215 19 Denominado Tirso de Molina. Actual Pérez Galdós. 20 Plaza de la Alameda. 21 Nunca aparece el topónimo “Playa de Las Canteras”. 22 Es citado por René Verneau
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Título y subtítulo | Las Palmas de Gran Canaria vista por catorce escritores y escritoras de viajes de lengua inglesa (25 años: 1883-1908) = Las Palmas of Gran Canaria seen by fourteen English travel writers (25 years: 1883-1908) |
Autor principal | Leal Cruz, Pedro Nolasco |
Publicación fuente | XIX Coloquio Historia canario - americana |
Numeración | Coloquio 19 |
Tipo de documento | Congreso y conferencia |
Lugar de publicación | Las Palmas de Gran Canaria |
Editorial | Cabildo Insular de Gran Canaria |
Fecha | 2010 |
Páginas | pp. 1187-1215 |
Materias | Congreso ; Historia ; Canarias ; América ; Literatura ; Viajeros ; Siglo 19 ; Inglaterra |
Enlaces relacionados | http://coloquioscanariasamerica.casadecolon.com/ |
Copyright | http://biblioteca.ulpgc.es/avisomdc |
Formato digital | |
Tamaño de archivo | 2,12 MB |
Texto | 1187 LAS PALMAS DE GRAN CANARIA VISTA POR CATORCE ESCRITORES Y ESCRITORAS DE VIAJES DE LENGUA INGLESA (25 AÑOS: 1883-1908) LAS PALMAS OF GRAN CANARIA SEEN BY FOURTEEN ENGLISH TRAVEL WRITERS (25 YEARS: 1883-1908) Pedro Nolasco Leal Cruz RESUMEN Este artículo analiza la apreciación y valoración de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria por catorce escritores de viajes de lengua inglesa en un pe-riodo de 25 años, entre 1883 con la llegada a Canarias de Olivia Stone hasta el 1908 con la salida de Margaret D’Este. PALABRAS CLAVE: apreciación, Las Palmas, Canarias, escritor, viajes. ABSTRACT This article analyzes the appreciation and appraisal of the City of Las Palmas of Gran Canaria (Canary Islands) by fourteen English travel writers over a period of 25 years (from 1883 when Olivia Stone arrives in the Islands until 1908 when Margaret D’Este leaves them). KEYWORDS: appraisal, Las Palmas, Canaries, writer, travel. INTRODUCCIÓN El archipiélago canario, gracias a la presencia de numerosos escritores de viajes británicos, está muy bien descrito en todos sus sentidos. Conviene señalar que el número de escritores aumentó con la aparición del vapor y la consecuente rapidez en las comunicaciones entre el archipiélago y las islas británicas. No es nada novedoso afirmar aquí que la influencia de Inglaterra en las islas se refleja desde la conquista. Primero con la exportación del azúcar (siglo XVI, principalmente), luego con la de vinos (siglos XVII y XVIII), a Pedro Nolasco Leal Cruz: Departamento de Filología Inglesa y Alemana. Universidad de La Laguna. pnleal@ull.es XIX Coloquio de Historia Canario-Americana 1188 continuación con la de cochinilla en el XIX, y a finales del mismo con el turismo de salud y exportación de frutas, principalmente el plátano. Aparte, Canarias fue lugar de paso para los barcos británicos que surcaban el Atlántico rumbo a sus colonias, a África occidental, Australia, América del Sur, y antes de abrirse el Canal de Suez, a la India y el sur de Asia y África oriental. Las Palmas de Gran Canaria fue quizá el puerto más frecuentado por dichos vapores. Después de salir de los puertos ingleses, los buques a vapor británicos con los primeros puntos que se encontraban en su ruta eran el puerto de Funchal en Madeira y con los canarios, principalmente el de La Luz y de Las Palmas; dichos buques tenían que hacer una parada para rea-bastecerse de carbón, por todo ello en la década de los ochenta del siglo XIX se comienza a ampliar el muelle de dicho puerto para poder recibir los nuevos buques a vapor, pues con la aparición de este se había reducido considerablemente el tiempo de travesía entre Canarias e Inglaterra, lo que hizo que se pudiera llevar fruta, principalmente plátanos, sin riesgo de deterioro durante el viaje. Así que, con la construcción de vapores grandes, la compañía británica Elder Dempster, principalmente, se percató de que podría haber un amplio mercado de plátanos en Gran Bretaña. La ciudad de Las Palmas de Gran Canaria va a estar condicionada a su puerto. El turismo y la exportación de fruta van a estar unidos en lo que se refiere a transporte, pues el método a seguir era así: se cargaba fruta, y en los mismos barcos se podía llevar y traer turistas. Los turistas en su mayoría pertenecían al llamado “turismo de salud”. Ya desde los comienzos del siglo XIX médicos británicos arribaban a nuestras costas con el fin de, bien curarse ellos mismos, bien prestar atención a muchos pacientes que intentaban sanar su enfermedad en el clima óptimo de Canarias. Nuestro objetivo es analizar el desarrollo espectacular de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria entre los años 1883 y 1908 (25 años) a través de catorce escritores de viajes de lengua inglesa; a saber: Olivia Stone (1883- 1884), A. B Ellis (1885)1, Isaac Latimer (1887), Frances Latimer (1888), Harold Lee (1888), Paget Thurstan (1889), Charles Edwardes (1889), Alfred Samler Brown (ediciones de su obra en 1889, 1898, 1903, 1905 y 1910), John Whitford (1890), Mordey Douglas (1890), Charles F. Barker (1890- 1892), J. Cleansy Taylor (1893), Florence Du Cane (aunque su obra se publica en 1911, en Londres, estuvo en Canarias en los años finales del XIX) y Margaret D’Este (1907/1908). Estos escritores, la mayoría victorianos, plasmaron en sus libros la percepción de lo que habían observado. Estamos ante una de las mejores fuentes para el conocimiento de Canarias, en este caso concreto, de la ciudad y puerto de Las Palmas de Gran Canaria. Las Palmas de Gran Canaria vista por… 1189 BREVE DESCRIPCIÓN DE LA BIOGRAFÍA DE LOS TRECE ESCRITORES CITADOS Olivia Stone Sobre esta escritora sabemos que llegó a Canarias en 1883 junto a su esposo el Señor J. Harris Stone con la intención de viajar por las islas. Poco sabemos de su vida. Había publicado con anterioridad Norway in June, sobre tierras noruegas. Una vez en Canarias en 1883 conoce a personalidades de la época como al señor Gregorio Chil y Naranjo. Su obra sobre Canarias: Tenerife and its Six Satellites, fue publicada dos veces, primero en dos volúmenes en 1887 y dos años más tarde en un solo volumen. Lo más impor-tante de la misma es su excesivo detalle. A. Burton Ellis (1885) Llega a Canarias en la segunda mitad del siglo XIX. La parte referente a Canarias está en su obra West African Islands, editada en Londres en 1885. Sólo describe Gran Canaria y Tenerife. Es importante su reflexión sobre la mendicidad en las islas. Ellis muere en Santa Cruz de Tenerife y está enterrado en su antiguo cementerio de la ciudad. Isaac Latimer (1887) Visita Canarias para recopilar datos para artículos con destino a periódicos ingleses. Fruto de ello es su obra Notas de viajes en las islas de Tenerife y Gran Canaria. Sólo describe estas dos islas. Su obra es un autén-tico libro de las experiencias de su estancia en las islas. Describe muy bien la Semana Santa. Frances Latimer (1888) Hija del anterior. Viajan juntos por Canarias, aunque esta a veces da detalles que no se encuentran en la obra de su padre. Esta se titula: Los ingleses en Canarias (The English in Canary Islands). Tanto ella como su padre conocen al famoso doctor inglés Ernest Hart, director del British Medical Journal y que escribe sobre Canarias A Winter Trip to the Fortunate Islands. Son famosos los dibujos en el libro de esta autora debidos a su amigo Mr J. Trowern Trend. Sólo visita Tenerife y Gran Canaria, aunque hace algunas referencias a La Palma. XIX Coloquio de Historia Canario-Americana 1190 Harold Lee (1888) Su obra sobre el archipiélago se titula Madeira y las islas Canarias (Madeira and the Canary Islands). El mejor capítulo de la misma es “Cana-rias y su gente”, capítulo muy crítico pero ameno del costumbrismo canario; destaca “los niños fumadores”. Sobresalen sus dibujos sobre todo los de tipo costumbrista. Charles Edwardes (1888) Poco sabemos de su vida, sin embargo conocemos otra obra suya: Cartas de Grecia (Letters from Greece). Viajó por Madeira y Canarias, donde inclu-so realizó reproducciones. Visitó sólo Tenerife, La Palma y Gran Canaria. Su obra Viajes y estudios en las islas Canarias (Rides and Studies in the Canary Islands) es un auténtico libro itinerario. Paget Thurstan (1889) Fue contratado como médico por la compañía del hotel Taoro del Puerto de La Cruz para atender a sus huéspedes. Escribe una obra titulada: The Canaries for Consumptives (Las Canarias para tísicos). Sólo visitó Tenerife y Gran Canaria. Edward Samler Brown (1889) Por su obra sabemos que estuvo en Sudáfrica y Madeira. Madeira and the Canary Islands se publicó por primera vez en 1889 y fue un gran éxito en el Reino Unido donde se editó (poniéndose al día) catorce veces a lo largo del siglo XX. Su última edición es la de 1932. John Whitford Sabemos por su obra The Canary Islands, publicada en 1890, que estaba aquejado de un fuerte reumatismo, de aquí la importancia que da al turismo de salud. Mordey Douglas (1890) Su vida nos es poco conocida. Nace en Sunderland. Fijó su residencia en Las Palmas y murió allí. Escribió: Grand Canary as a Health Resort. Las Palmas de Gran Canaria vista por… 1191 Charles F. Barker (1890-1892) Fue miembro de la Sociedad Bíblica Británica. Durante su estancia reali-zó un extenso recorrido por las islas de Tenerife, Gran Canaria y La Palma como difusor de la Biblia, a veces con problemas con la iglesia católica. Proponía una relativa tolerancia a la libertad de cultos. Escribe Two Years in the Canaries. J. Cleansy Taylor (1889). Médico. Residió en Leeds. Estudió la temperatura de las islas entre 1888 y 1889. Se preocupó de la dieta acertada para el enfermo. Tuvo consulta en Las Palmas. A. Samler Brown y Paget Thurstan lo citan. Escribe: Grand Ca-nary. Its Climate and Springs. Anuncio del médico J. Cleasby Taylor en el libro de Alfred Samler Brown. Florence Du Cane (última década del XIX, publica su obra en 1911) Asimismo poco sabemos de ella. Su obra The Canary Islands es famosa también por los dibujos de su hermana. Margaret D’Este (1909) Viene a Canarias acompañada de una señora mayor, la señora King. Antes de su estancia en el archipiélago ya había visitado otros lugares, como Córcega y Mallorca, sobre las que escribe sus experiencias en sus respectivos libros. Publica la obra In the Canaries with a Camera, a la que el autor de este artículo ha traducido, con introducción y notas, como Viajando por Canarias con una cámara en 2009, justo cien años después de su publicación en inglés, en Londres. XIX Coloquio de Historia Canario-Americana 1192 La percepción de los escritores ingleses se ha contrastado entre sí y con el francés René Verneau. René Verneau (1890) Antropólogo francés. Fue encargado por el Ministerio de Instrucción Pública del gobierno francés para una misión científica en el archipiélago. Estuvo tres veces en Canarias en la primera de 1876 a 1878, la segunda de 1884 a 1887 y la tercera vez en el siglo XX. No se preocupa de las fechas, como él mismo expresa. Su obra Cinco años en las islas Canarias se publica en 1890. Se destaca en la antropografía, y con sus trabajos contribuyó a su auge. Tuvo mucha importancia en la clasificación de los materiales del Museo Canario de Las Palmas. Foto de René Verneau. IMPRESIÓN GENERAL DE LA CIUDAD La mayoría de los escritores alaban la vista de la ciudad desde el mar: A. B. Ellis, Margaret D’Este2, etc. A Olivia Stone la ciudad le produce una impresión morisca, alaba las azoteas y las calles amplias. Comenta que es más bonita que Santa Cruz de Tenerife, aunque se queja de que ambas están ubicadas en lugares secos. Para ella Las Palmas es la Laguna y Santa Cruz en una. Subraya que el barrio de Vegueta está dividido en dos partes: una es la comercial, bulliciosa; la otra con los clérigos, la magistratura y la prisión, según ella, triste. Las Palmas de Gran Canaria vista por… 1193 A. Burton Ellis asimismo le produce una impresión moruna. En mi opinión los escritores intentan ofrecer al posible viajero un efecto y sensa-ción oriental y, con ello, exótica de la ciudad3. Foto de Alfred Samler Brown. Obsérvese el aspecto moruno. La impresión de Isaac Latimer es asimismo muy buena; comenta: “Se pasean en carruaje, y las calles de la ciudad y la plaza de su extremo norte estaban llenas de gente, que tiene una existencia al aire libre y toman el sol… Los hombres no llevan la manta como en Tenerife”. Consigna la costumbre, como en todas las islas, de mirar por los postigos. Apostilla este escritor: “Las Palmas tiene un periódico que apoya al gobierno y el gobierno apoya al periódico”. Su hija Frances Latimer encomia los hermosos jardines. Apostilla que la población es más europea que la tinerfeña y que la ciudad le recuerda a Nápoles. Comenta que está rodeada de plátano, planta que incluso observa en el jardín del hotel Quiney’s. Destaca que las mujeres llevan mantilla. Paget Thurstan señala que la ciudad está poniendo toda la carne en el asa-dor para ser reconocida como capital del archipiélago4. Tiene 27.000 habi-tantes. Comenta que hay nada menos que nueve conocidos médicos ingleses en la ciudad, enfermos. Cita a Frances Latimer. Harold Lee consigna que es una ciudad de antigüedad considerable. Destaca el aspecto moruno de la ciudad vista desde el mar. Remarca que la mayoría de las casas tienen azoteas y patio interior, que se dedica al cultivo de árboles frutales y flores, con una fuente en el centro. Declara que va a convertirse en la principal ciudad de las islas Canarias. Le llama la atención XIX Coloquio de Historia Canario-Americana 1194 el que las ventanas estén tapiadas para protegerse del sol, que se considera “un enemigo” aquí. Foto de Olivia Stone. Charles Edwardes alaba sobremanera la ciudad, le encanta el modo de vestir de la gente. Apostilla que un entierro en la misma es algo incluso “ro-mántico”, y que han sido la tradición y la iglesia quienes lo han hecho así. Subraya que es una ciudad más enérgica y activa que Santa Cruz de Tenerife. Añade: “Pienso que al final Las Palmas aplastará a la capital actual al igual que ésta lo hizo con La Laguna”5. John Whitford remarca que es una ciudad próspera, floreciente y labo-riosa; las calles principales están bien pavimentadas, las aceras aunque estre-chas son buenas y bien iluminadas de noche por lámparas de petróleo o gas.6 Alfred Samler Brown ofrece en todas sus versiones (1898, 1903, 1905 y 1910) una impresión muy buena de la ciudad. En la versión de su obra de 1898 nos ofrece una población de 20.756 habitantes, en las versiones de 1903, 1905 y 1910 la aumenta a 44.517 habitantes7. Apunta que fue la capi-tal de Canarias desde la conquista hasta 1822 y sede del Obispado desde 1485. Debido a sus casas terreras y de azoteas, tiene apariencia oriental. Remarca que la parte más de moda es la zona del Espíritu Santo, allí las casas son muy elegantes. Las Palmas de Gran Canaria vista por… 1195 Fotos de Alfred Samler Brown. Alfred Samler Brown, en la versión de 1903, añade que la ciudad está bien iluminada por electricidad8. En la versión de 1910 señala que existe un sistema telefónico que conecta con el Monte del Lentiscal y con Arucas. Mordey Douglas tiene una impresión muy positiva de la ciudad, para él es la más saludable del mundo, destaca sus dos hermosos jardines, muy apreciados, sobre todo cuando tocan las bandas de música. Este autor va a morir en esta ciudad. XIX Coloquio de Historia Canario-Americana 1196 Sin embargo a Florence Du Cane, que escribe a finales del siglo XIX, no le impresiona: “A place of barbed wire and cinders” (un lugar de alambrada y carbonilla). Asimismo a Margaret D’Este que la visita en 1908, no le impresiona. El puerto muy probablemente, debido a los depósitos de carbón (mineral) con un desarrollo muy rápido del mismo, hizo que el lugar conociera una profunda transformación y ya no tuviera el atractivo y el encanto de antaño. Nos comenta esta escritora: “Si la primera impresión de un lugar es la mejor, entonces Las Palmas, la capital de Gran Canaria, puede con toda seguridad pregonar a todas voces que es bonita. Puedo todavía recordar, con perpleji-dad, cuán atractivo parecía el lugar cuando tranquilamente bajamos al puerto a nuestra llegada; el inimaginable azul del agua, moteado con retazos de traslúcido verde y púrpura; la larga línea de dunas de arena de color naranja que se veían entre el puerto y la ciudad, el violeta delicado de las bajas mon-tañas detrás de ellas, las palmeras sobre el frente del mar, y la ciudad misma con sus torres catedralicias, medio veladas en las suaves nubes; apiñándose todo, sobre la orilla, a tres millas de distancia. Pero pronto se esfumó el espe-jismo; después de meternos en una tartana y en la frescura de una temprana mañana avanzamos por una carretera casi desierta en dirección a la ciudad y una vez allí nos dirigimos a los jardines del Hotel Santa Catalina”. Sin embargo le proporcionó un carácter cosmopolita. EL PUERTO DE LA LUZ. SU RAPIDO DESARROLLO EN EL PERIODO ESTUDIADO 9 Foto de Alfred Samler Brown. Las Palmas de Gran Canaria vista por… 1197 Foto de Alfred Samler Brown. Conviene tener en cuenta que, en 1883, cuando la visita Olivia Stone el puerto importante era el de San Telmo. Sin embargo, esta autora desembarca en el de La Luz porque es más seguro. Comenta que vio los comienzos de la construcción de este nuevo puerto, donde desembarca. Habla del pago, a veces excesivo, a los dueños de los botes, que transportan a los viajeros del barco a tierra. Subraya la importancia de la construcción del almacén de carbón que iba a causar un detrimento a Funchal en Madeira. Remarca que este estaba siendo construido por los hermanos Blandy, ingleses residentes en esa isla. Olivia ya prevé la importancia que va a tener este nuevo puerto10. A. B Ellis nos comenta: “Está en vías de construcción un muelle, todavía no está avanzado como para proporcionar protección. Ahora se puede de-sembarcar en el muelle de la ciudad (town mole)”. Es decir, en el muelle de San Telmo. Isaac Latimer cita las obras del puerto: “En los grandes trabajos, como los que se están realizando en Las Palmas, donde una compañía inglesa está construyendo un muelle”. Frances Latimer comenta que el recorrido de cinco horas de Tenerife a Gran Canaria es un placer si el mar está en calma, habla del transporte del barco al puerto hecho en barcas tiradas por remeros. Comenta: “Nos detuvi-mos en el muelle, uno de los lugares favoritos ya que siempre hay actividad”. Harold Lee remarca que no hay registro en la aduana y que cobran una peseta o un chelín por el transporte al muelle. Señala que ya el puerto recibe quince vapores al mes. XIX Coloquio de Historia Canario-Americana 1198 Paget Thurstan subraya que los trabajos del muelle progresan rápida-mente: “Van a constar 37.000 libras. El problema va a ser conseguir el dine-ro del gobierno”. Señala que los barcos solían desembarcar en el muelle de la ciudad (town mole). Añade: “Ahora con la construcción del de La Luz la ciudad queda a 4 millas. Ya el nuevo puerto se está convirtiendo en una pequeña ciudad”. Charles Edwardes sostiene que se comienzan los trabajos en 1885 en el Puerto de La Luz y que este va a mejorar la ciudad. Apostilla: “¡Va a poder-se anclar incluso una flota!”. Apunta que el trabajo está en mano de ingleses, por lo que cree que se va a avanzar con rapidez. Estima que las compañías inglesas que van a Sudáfrica, Sudamérica y Australia usarán esta estación de carbón en detrimento de otras como la de Santa Cruz de Tenerife o la de San Vicente en Cabo Verde11. C. Barker comenta: “Hace un cuarto de siglo sólo unos pocos barcos hacían escala en ellas, en la actualidad, importantes líneas de buques a vapor, británicos y de otras nacionalidades, las utilizan como puerto de escala para tomar carbón, etc.” Alfred Samler Brown se limita a citar, en todas las versiones de su obra, la gran importancia del puerto nuevo. Foto de Alfred Samler Brown. John Whitford destaca los muelles del carbón. Comenta el rápido avance de las obras. Cita el castillo de la Luz. Mordey Douglas detalla que ha sido construido por los señores Swanston and Co de Londres para el gobierno español con un coste de 350.000 libras. Las Palmas de Gran Canaria vista por… 1199 Añade: “Uno de los muelles: el Santa Catalina es una hermosa pieza de ingeniería”. Florence Ducane y Margaret D’Este se limitan a citar los muelles de carbón12. Foto de Alfred Samler Brown. HOTELES Y FONDAS Hay que reseñar, antes de seguir adelante, que el periodo citado conoció distintos tipos de hoteles y fondas. Empecemos con Olivia Stone que visita la ciudad en 1883. Se hospeda en fonda Europa13, que, según ella, es una gran casa en la que vivió una vez un mercader inglés. Está muy bien descrita en página 9; destaca el patio interior y señala la belleza de la vegetación. Alaba la comida y nos comenta que el camarero, Pedro, es muy eficaz. Subraya que su propietario, don Ramón López, es un hombre de gran corte-sía y que la sirvienta es negra. Comenta sus precios razonables. Harold Lee destaca que existen tres hoteles en la ciudad: el hotel Quiney’s, inglés, de ocho chelines diarios, y dos hoteles españoles14, de seis chelines. Todos son confortables. Paget Thurstan describe muy bien los dos hoteles ingleses: El Quiney’s y el Grand. Subraya que el primero no tiene patio sino un enorme jardín en la parte trasera. Remarca que se están introduciendo hamacas. Isaac Latimer y Frances Latimer se instalan en fonda Europa, dirigido por Ramón López. Ambos destacan que los hoteles españoles dan vino gratis, no los ingleses. Isaac Latimer comenta que el desayuno es a las diez y la cena a las cinco. Frances se queja de la hora de la cena: “La hora de la cena, fijada XIX Coloquio de Historia Canario-Americana 1200 tan inoportunamente a las cinco y media nos priva a menudo de los momentos mejores y más frescos para pasear”. Resaltan la abundancia de fruta. Ambos escritores describen el Hotel Quiney’s, donde se instaló el famoso médico inglés Ernest Hart con su señora. Frances Latimer comenta sobre Quiney’s: “Tiene un jardín trasero de considerables dimensiones dedi-cado al cultivo del plátano que aquí crece de forma exuberante”. Foto de Alfred Samler Brown. Charles Edwardes alaba la fonda Europa: “Es un hotel español muy bueno”. Barker sólo señala que se instala en la fonda Cuatro Naciones, donde conoce a otro escritor: Donald Mackenzie. John Whitford cita cuatro hoteles dentro del recinto de la ciudad: dos dirigidos por españoles y dos por ingleses. Los ingleses son más caros: cinco y ocho chelines respectivamente. En 1890 cita el hotel Santa Catalina, que acaba de erigirse (The Santa Catalina Hotel has just been erected). Lo enco-mia sobremanera para concluir que va a ser el precursor de muchos otros. Alaba las vistas desde el mismo. Remarca que el fuerte de Santa Catalina, que está a su lado, se está cayendo a pedazos, pues ya no tiene fin militar; según él podría convertirse en una de las mejores residencias marinas. Alfred Samler Brown, en su versión de 1889, nos ofrece los nombres de las fondas y los hoteles que se encuentran dentro de la ciudad: Quiney’s, Las Palmas de Gran Canaria vista por… 1201 Cuatro Naciones frente a La Alameda y Colón frente al puente de piedra, y el Continental. En la versión de 1903 agrega El Catalán y nos ofrece otras fondas como Constantino y La Unión. En la versión de 1905 añade el Metropole, en la ruta entre el Puerto de la Luz y la ciudad. En la versión de 1910 ofrece además el Monopol, cerca del Círculo Mercantil, y el Central en Triana. Destaca sobre todo el de Santa Catalina construido por una compañía inglesa. Comenta que detrás del mismo se encuentran el club de golf, el club de criquet y la cancha de tenis. Destaca el campeonato de Alfred Jones. Foto de Alfred Samler Brown. Margaret D’Este, que se hospeda en 1908 en el hotel Santa Catalina, lo alaba sobremanera: “En el hotel uno puede sentirse muy cómodo y disfrutar del buen tiempo… El hotel es realmente un oasis en una tierra seca, y un lugar de arcados pórticos, de pisos bien pulidos, anchos balcones y lujosos sillones de mimbre Las enredaderas tropicales del exterior, la blanquecina hierba, los espacios de tierra seca que rodean a las palmeras y el sonido de las abubillas le recuerdan a uno un jardín egipcio. Entre los árboles hay can-chas de tenis, y en la parte de atrás, en la cima de una montaña amarilla, tan falta de vegetación que parecía que se la había pelado al cero, estaban los campos de golf, y la sensación de tranquilidad, que envuelve un destino turístico del sur con la aproximación de un tiempo caliente, se empezaba a XIX Coloquio de Historia Canario-Americana 1202 sentir, a pesar de la presencia de una o dos docenas de huéspedes que aún quedaban en el hotel. Por un momento era bastante agradable dejar pasar los días y nos habríamos quedado más tiempo en el hotel Santa Catalina, si no hubiera hecho tanto calor, pues durante la primera semana de mayo el termó-metro se mantuvo en 75º Farehnheit a la sombra, por ello pensamos que nos vendría mejor un clima más fresco, en el Monte, el hotel de montaña a seis millas de distancia en dirección al interior”. CATEDRAL DE SANTA ANA A Olivia Stone le impresiona el exterior con sus dos torres, sita frente al ayuntamiento y museo. Subraya que se comienza en 1500, época de Isabel la Católica por don Diego Montande (sic). Remarca que el interior es gótico y que se parece a la abadía de Bath. Describe las ventanas, las dos pilas y los dos púlpitos. Asimismo le impresionan el órgano y el coro. Resalta los can-delabros de plata, detalla que uno, de procedencia genovesa, fue regalado por el cardenal Ximenes en 1690. Curiosamente la denomina catedral de San Cristóbal (Cathedral of San Cristobal). A. B Ellis comenta que su arquitecto fue Diego Montande (sic). Isaac Latimer cita el fresco de San Cristóbal, las capas, las redomas, el altar movible, los cálices y las patenas de oro y plata. Le llama la atención el cuadro del Purgatorio. Frances Latimer observa con interés el que la catedral esté sin terminar, comenta que la sacristía está llena de casullas y cálices bañados en oro y pla-ta y que los dignatarios fallecidos reposan debajo, en las catacumbas de la cripta. Subraya que el interior es gótico. Le llama la atención el cuadro de San Cristóbal y la música del coro. Apostilla que, como la fonda Europa está cer-ca, la puede visitar muchas veces. Describe la Semana Santa en la misma15. Harold Lee comenta que es lo primero que debe visitarse en la ciudad y subraya que es de antigüedad considerable pues hay porciones que son del siglo XV. Recalca que no se acabó por falta de fondos. Destaca las dos torres. Señala que el interior es gótico, el único monumento de este estilo en las islas. Comenta que tiene tres naves, cuatro transeptos y once capillas en los lados. Destaca el techo, sostenido por columnas, y el órgano. P. Thurstan, aunque reconoce que no es muy rica, comenta que tiene una enorme cantidad de plata y vestidos. Charles Edwardes le impresiona la enorme cantidad de tumbas, sobre todo la de Viera y Clavijo y la de Cairasco de Figueroa. Subraya que se cam-bian los restos de lugar según se van ocupando los nichos por otros difuntos. Alaba las capas y los vestidos originarios de Londres de la época de la Re-forma, sobre todo el cáliz de oro, regalo a la ciudad por Felipe IV, en 1969. Resalta los candelabros de plata. Destaca la reliquia de los huesos de San Las Palmas de Gran Canaria vista por… 1203 Plácido, santo al que los canarios recurren cuando hay plaga de langosta. Le impresionan las pinturas como la de la Anunciación y la de la Crucifixión de Losada, que describe con todo detalle. Destaca asimismo otros cuadros de la pasión y el de San Cristóbal. Remarca la importancia de la bandera carmesí del conquistador de Gran Canaria. A Charles Barker le impresiona sobre todo la música catedralicia. Le llama la atención asimismo cómo se pasa de una tristeza rigurosa durante la Semana Santa a una alegría inmensa en el domingo de Resurrección con representaciones teatrales. Alfred Samler Brown resalta la fachada imponente que, según él, se comenzó en 1497, y se reconstruyó en 1781, la estructura fue diseñada por Canon Edwards. La nueva fachada es obra de Lojan (sic) Pérez. Añade que está sin terminar. En la versión de su obra de 1898, que luego repite en otras posteriores, destaca el San Cristóbal y el portapaz por Benvenuto Cellini (sic). Cita las casullas y comenta que para verlas se ha de pagar. Algunas de ellas pertenecieron a la catedral de San Pablo de Londres y se vendieron en época de Oliver Cromwell. Curiosamente la denomina catedral de San Cristóbal. John Whitford la considera imponente, Mordey Douglas la califica de noble y Margaret D’Este se limita sólo a citarla. OTROS MONUMENTOS RELIGIOSOS El palacio obispal sólo es citado por Olivia Stone. Consigna que es inmenso, que da a la plaza (del Ayuntamiento), que está enjalbegado y que está cubierto de tejas. Describe la plaza en página 89. Olivia cita San Teófilo. Isaac Latimer y Frances Latimer citan las iglesias cuyas campanas tocan cada hora. Frances Latimer comenta que no se han desacralizado tantas iglesias como se ha hecho en Tenerife. Alfred Samler Brown cita San Telmo: “Pequeña iglesia frecuentada por marinos y pescadores, con exvotos en forma de barco”. Cita San Antonio Abad, donde oró Colón. Asimismo J. Whitman cita la iglesia de San Telmo y la compara con la capilla de San Sebastián en La Gomera, para añadir que en ambas iglesias oró Colón. XIX Coloquio de Historia Canario-Americana 1204 AYUNTAMIENTO. MUSEO Foto de René Verneau. Conviene señalar que el Museo de la ciudad se ubicaba en el edificio del Ayuntamiento en la aquella época. Ambos están citados prácticamente por todos los escritores. Olivia Stone, que los visita acompañado por don Gregorio Chil y Naranjo, comenta: “Aquí se encuentra la primera imprenta que hubo en la isla, de finales del XVIII”. Le impresionan las momias, la cerámica y una reli-quia de Fuerteventura. Fotografió alguna de las piezas. Harold Lee destaca su importancia, sobre todo por las momias, le llama la atención una cubierta por 35 pieles cosidas con cuerda por medio de una espina. Isaac Latimer y Frances Latimer citan los cráneos y las momias. Frances cita a Harold Lee, quien comenta: “Los guanches tenían la costumbre de em-balsamar a sus muertos y coser pieles para cubrir los cuerpos. Se ha descubierto que la cobertura de una momia está compuesta por más de trein-ta y cinco pieles cosidas con una cuerda, probablemente de tripas, mediante una aguja de hueso”. Alfred Samler Brown nos da amplio información: en la versión de 1898 comenta que el edificio fue erigido en 1842. En el primer piso está la biblio-teca pública con 5000 volúmenes. En el segundo piso el Museo. Apostilla que para visitarlo se puede conseguir la llave en la casa del Dr. Chil y Naranjo, calle del Colegio. Lo objetos están marcados con etiquetas de colo- Las Palmas de Gran Canaria vista por… 1205 res, según la isla. Habitación 1: piezas geológicas, 2, 3, y 4: piezas de las islas, habitación 5: crustáceos y sobre todo la famosa manta (pez). 6: departamento de antropología que es el más rico y contiene la mejor colec-ción de momias canarias. Recalca que está ubicado en el Ayuntamiento. Margaret D’Este comenta que pasó allí algunas de las horas más agradables durante su estancia en Las Palmas. Le llama mucho la atención la manta, “expuesta allí, un monstruo temeroso con enormes alas negras y con una boca como un baúl de grande, que abraza a sus víctimas y se las lleva bajo agua”. Alaba la colección de objetos y momias en cajas de cristal, asi-mismo las vasijas de cerámica negra y roja, y también las hachas y puntas de lanza de diorita y obsidiana tallada. Detalla que “delante del Museo está una gran plaza, a final de la cual, justo frente a la catedral, se pueden ver unos bonitos perros de bronce; uno, enseguida, tiende naturalmente a asociarlos con los enormes canes que, según Plinio el Viejo, se habían encontrado en la isla de Canaria, y que, en mi opinión, son los que aparecen en el escudo de Las Palmas. Sin embargo, no supimos nada al respecto, sino que procedían de París y que los habían colocado allí hacía como diez años”16. Fotos de Olivia Stone. XIX Coloquio de Historia Canario-Americana 1206 HOSPITAL (SAN MARTÍN) Olivia Stone comenta que fue un monasterio. Indica que los expósitos, después de haber estado dos años en el hospital se ofrecen en adopción al público. Habla del celebrado torno con cuna. Detalla que una mañana se ofrecieron 22 expósitos al público y por la tarde ya no quedaban sino dos. Subraya que las monjas ejecutan excelentes bordados y detalla que en la sala hay un trabajo a aguja de la Virgen del Pino. Charles Edwardes comenta que es un lugar confortable, con piadosas hermanas de la caridad, decorado con pinturas de antiguos españoles. Detalla que los expósitos pasan los primeros cinco años allí. Remarca que antaño los expósitos se colgaban a los picaportes de las puertas de las personas pudien-tes o se introducían en sus patios pero que ahora se llevan a este lugar, donde una hermana está a cargo del torno. Describe con detalle la convalecencia de un marinero inglés, encontrado por un barco de carbón, se queja de que se le baña poco. Alfred Samler Brown, en las versiones consultadas, comenta: “Hay un torno para los expósitos, a éstos se les entrena para ser criados, detalla que incluso algunas mujeres casadas dejan allí a sus hijos. A lado está el hospital de leprosos en el antiguo convento de Santo Domingo”. Lo citan asimismo Isaac Latimer, C. Barker y Harold Lee. JUZGADO Olivia Stone lo describe con todo detalle. Manifirsta que el verdugo “public executioner” es el terror de los isleños, hasta tal punto que, cuando la gente se lo encuentra, exclama: “Dios me libre de tus manos”. Su salario es de cien pesos al año, y tres libras por cada ejecución. Expresa que este horror a los verdugos y a los carniceros de los actuales canarios les viene de sus antepasados guanches. Cita algo interesante: “A los acusados de pequeños delitos no se le pone en prisión por miedo a que éstos agredan a los de delito de sangre, por ello a aquéllos sólo se les azota en los mismos juzgados”. Según ella esta aversión y fobia a la sangre es herencia de los antiguos canarios. A. Burton Ellis recalca que el palacio de justicia enorgullecería a cualquier capital europea. Isaac Latimer y Frances Latimer se limitan a citarlo. Charles Edwardes asimismo lo describe: “Ésta es la Corte Suprema del Archipiélago (Real Audiencia)”. Le impresiona el vestuario de los jueces. Alfred Samler Brown destaca que se encuentra en el convento en desuso de San Agustín, y que a lado hay una capilla17. Las Palmas de Gran Canaria vista por… 1207 CÁRCEL Olivia Stone la describe con todo detalle. Comenta que al visitarla, ines-peradamente se le presentaron los presidiarios. Según ella una docena. Apostilla que las paredes y los pisos tienen agujeros para que los guardianes puedan tener una constante supervisión de los presidiarios. Comenta con horror que este edifico le recuerda la Inquisición. Detalla que existe un paso subterráneo entre la cárcel y el hospital. Harold Lee subraya que para su visita debe obtenerse un permiso del gobernador y que los oficiales son muy corteses. Alfred Samler Brown se limita sólo a citarla. El escueto Charles F. Barker comenta: “La prisión tenía un aspecto de una gran casa privada y, en general, parecía limpia y confortable, mucho más que la mayoría de las casas. Los dormitorios bien ventilados. Cuarenta pri-sioneros. Los presos están autorizados a trabajar en su propio oficio, si quie-ren, para mantener a sus familias, pero no se les obliga. Los presos condenados a más de seis meses son enviados desde otras islas a este lugar, los que tienen penas superiores a los seis años son enviados a la Península. He oído decir que el Ayuntamiento tiene recogida cierta cantidad de dinero con el fin de construir una nueva cárcel…”. Margaret D’Este comenta cómo en su visita dos chicuelos (uno hace de verdugo y otro de reo) le hacen una exhibición del garrote vil. COLEGIO SAN AGUSTÍN Olivia Stone comenta que es una escuela para los hijos (varones) de la clase alta, que fue el lugar donde los jesuitas residieron hasta su expulsión en 1767. Detalla que allí se encuentra el seminario fundado por el obispo don Juan Bautista Servera y que existe un colegio teológico. Destaca que en el seminario sólo hay 5 residentes y 26 no residentes. Destaca asimismo la disciplina de los alumnos. Remarca: “No hay pupitres sino asientos alrede-dor de las aulas”. Detalla que el edificio ha sido ampliado varias veces y que el rector actual es don Juan Hidalgo. Olivia continúa con una descripción muy exhaustiva del lugar (pp. 101-102). Subraya que los hermanos León y Castillo estudiaron en él. Isaac Latimer y Frances Latimer asimismo lo citan. MERCADO Es citado por casi todos los escritores18 que lo dividen en mercado de pescado, de carne y de fruta. XIX Coloquio de Historia Canario-Americana 1208 Isaac Latimer consigna que está construido de piedra con bloques de mármol. Añade: “Al otro lado del puente y en el lecho del barranco se en-cuentran unas cuantas ovejas, algunos cerdos y eso constituía las existencias del mercado de ese día”. Charles Edwardes destaca el mercado del pescado y la venta de crucifijos y de cerámica de La Atalaya. Comenta, como otros escritores, que las naran-jas de Gran Canaria son las mejores de Canarias Alfred Samler Brown y P. Thurstan se limita a citarlo. John Whitford lo describe detalladamente en páginas 7 y 8. Mordey Douglas detalla que está bien abastecido. TEATRO (NUEVO) Olivia Stone cita el antiguo teatro, al que fotografía. Teatro antiguo. Foto de Olivia Stone Describe el teatro nuevo en construcción19, con capacidad para 1600 es-pectadores. El exterior está terminado y se están haciendo obras en el interior. Comenta que Las Palmas debe estar orgullosa de tal teatro. A. B. Ellis sólo se limita a citarlo. Charles Edwardes subraya que se parece a un teatro de París, que costó 16.000 libras y que da honra a Las Palmas. Alfred Samler Brown, que lo designa “Opera House”, comenta que tiene una capacidad para 1400 espectadores. John Whitford subraya que aloja a trescientos espectadores (muy probablemente se está refiriendo al antiguo). Las Palmas de Gran Canaria vista por… 1209 GABINETE LITERARIO Olivia Stone resalta que no es igual a un club inglés. Consigna que se debe pagar una suscripción que asciende a veinte dólares al año, pagados mensualmente. Detalla que sobre una mesa hay varios periódicos y dos estanterías de libros, que además existe una sala larga (la de fumar) para las tertulias, que luego se encuentra la habitación de la baraja (card-room) y una sala destinada a la danza, que a la entrada hay una lista donde se indican los días de baile. Para la asistencia al mismo hay que llevar vestido de gala, aun-que no se le exige a los extranjeros (lo que no pasa en Tenerife que se exige traje de gala para todos). Apostilla que a su lado está el teatro, bajo el mismo techo, que es pequeño. Señala que se está construyendo el teatro nuevo. Harold Lee comenta que en el casino hay música una vez por semana a la que asiste mucha gente. Resalta los bailes públicos que comienzan en noviembre, organizados por la Sociedad Filarmónica. Señala que el pueblo de Las Palmas gusta mucho de la música. PLAZAS Olivia Stone comenta que delante del casino se ubica la plaza de Cairasco con estatua del poeta. Harold Lee destaca la plaza de la Almeida (sic)20. John Whitford cita dos jardines a los que alaba, los compara con los de Kew en Londres. Cita el parque de San Telmo. También se cita la plaza de San Bernardo. El Puente. Foto de Alfred Samler Brown. XIX Coloquio de Historia Canario-Americana 1210 LOS CUARTELES Olivia Stone es la única que los describe. Resalta que hay poca vigilancia. PALACIO MILITAR Alfred Samler Brown, en la versión de 1898, asegura que va a ser la sede del gobierno de Canarias; asimismo lo hacen otros escritores. John Whitford comenta que todavía está inacabado. CEMENTERIOS Cementerio guanche de La Isleta Olivia Stone lo describe con detalle y lo fotografía. P. Thurstan comenta que hay muchas momias que se han descubierto en los trabajos del muelle en la Isleta. Foto de Olivia Stone. Cementerio de Vegueta Es citado por casi todos los escritores. Debido al vaciado de las tumbas para nuevo uso por el carácter reducido del lugar, el cementerio es objeto de ataque por casi todos los escritores consultados. Véase, por ejemplo, Marga-ret D’Este: “Como sucedía entre los antiguos egipcios y todavía lo es hoy en Italia, son únicamente los ricos los que tienen la firme esperanza de asegu-rarse un lugar de descanso permanente para sus restos mortales en el cemen-terio; el pago de una cantidad fija garantiza un reposo continuo en el mismo a los enterrados en las bóvedas familiares; sin embargo, a los ocupantes de tumbas más baratas se les echa en el mismo momento en el que su paga anual a las autoridades catedralicias se atrasa; por lo que a los pobres se les permite descansar en suelo sacrosanto sólo un año… …tan grande es el poder de la Iglesia aún, que sabiendo el destino final, en montones, para los cuerpos de los seres queridos, permite que los familiares todavía le sigan Las Palmas de Gran Canaria vista por… 1211 entregando a éstos a un lugar pasajero de descanso dentro del cementerio, al considerar la Iglesia que nada iría bien a sus seres queridos si duermen en un lugar no consagrado”. Olivia Stone (páginas 230-231), Isaac y Frances Latimer, Charles Edwards, John Whitford y Florence Du Cane siguen la misma línea sobre el lugar. Charles F. Barker cita el cementerio protestante. BAHÍA DEL CONFITAL Es citada por muchos viajeros21. GALLERA La gallera es citada por casi todos los escritores. Algunos para concluir que rechazan la fiesta. TARTANAS La mayoría de los escritores de viajes citan las tartanas (con esta designa-ción), como algo característico del lugar. Dan vistosidad al mismo. CABLE TELEFÓNICO Y ALUMBRADO ELÉCTRICO La construcción del cable de telégrafo y la instalación del alumbrado eléctrico son citadas por casi todos los escritores. Foto de Olivia Stone FIESTAS Entre las fiestas mencionadas conviene aludir al carnaval citado por Barker, la Semana Santa y el día de la Ascensión. XIX Coloquio de Historia Canario-Americana 1212 GRANCANARIOS FAMOSOS QUE CONOCIERON — Don Juan (ingeniero) y Don Fernando (embajador) de León y Castillo son mencionados por C. Barker. Visita su finca de Telde: “Por la mañana, Mr. J. y yo dimos un paseo hasta la finca del conde León y Castillo, de la que se dice que es la mejor de la isla”. Asimismo lo hace Frances Latimer que comenta: “Nos dirigimos al jardín de Juan León y Castillo, ingeniero jefe de las Islas Canarias a cargo de las obras de los puertos de Las Palmas y Santa Cruz y de las carreteras que hemos estado recorriendo. Abre su jardín a los visitantes ingleses”. — Olivia Stone consigna que Gran Canaria es rica en escritores y cita a Gregorio Chil y Naranjo. Subraya que “es un buen hombre mayor, de pelo blanco pero enhiesto como un soldado. Es uno de los historiadores de la Isla, y se da más a la literatura que a su profesión. Estudió medicina en París, sin embargo la practica muy poco. Fundador del museo Canario. No se lleva bien con la iglesia, que, según ella, lo excomulgó por tener ideas darwi-nianas. Escribió Estudios historicos, climatologicos y patologicos de las Islas Canarias en 1879”. Comenta que este le da una carta de presentación o recomendación. Asimismo Barker lo cita22. — Sobre Agustín Millares Torres Olivia Stone comenta: “Historiador, también novelista con una enorme biblioteca”. Consigna que le regaló dos de sus obras: Historia de las islas e Historia de la Inquisición en Las Islas Ca-narias (1874). Subraya que por la última obra fue excomulgado. Sin embar-go añade que el ser excomulgado por tener ideas avanzadas no es visto como algo malo por el pueblo, incluso el practicante C. Barker lo cita varias veces. — El mercader Diego Ripoche es citado por Olivia Stone. Asimismo esta menciona a Nestor de la Torre, que la acompañó a varios lugares. — Nicolás Massieu es citado por Frances e Isaac Latimer. Comenta aque-lla: “Es un español de presencia agradable, alto y bien proporcionado y con los modales corteses y el porte solemne propios de los caballeros de su raza”. Isaac Latimer se limita a comentar: “El señor Massieu nos llevó a su casa”. — Entre las familias de británicos establecidos en Las Palmas, que los escritores citan en la época tratada, destacan Quiney, Thomas y James Miller, Swanston, los hermanos Blandy y Sir Alfred Jones. HISTORIA Para la historia de la conquista, historia de la isla y de la fundación de la ciudad, todos siguen a George Glas. Las Palmas de Gran Canaria vista por… 1213 BIBLIOGRAFÍA BAKER, C. F. (1917): Two Years in the Canaries. London. Eyre and Spottiswoode. BROWN, A. S.: Madeira and the Canary Islands. (ediciones de 1898, 1903, 1905 y 1910) Simpkin, Marshall, Hamilton, Kent & Co LTD. CLEANSY, TAYLOR (1889): Grand Canary, its Climate and Springs. Leicester. John Richardson and Co. D’ESTE, M. (2009): Viajando por Canarias con una cámara (1909), traducida por Pedro N. Leal Cruz. Editorial Benc homo. DOUGLAS, M. (1887): Gran Canary as a Health Resort for Consumptives and others. London, J & A. J. A Churchill. 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No sé dónde se pudo haber encontrado estos parecidos… Los habitantes de Las Palmas son muy españoles. La gente viste a la europea, a la moda de París…” 4 “Las Palmas is bidding high to become the recognised capital of the islands”. 5 “And I fancy it will in the end crush the present capital even as that superseded La La-guna”. 6 Demuestra que no ha llegado aún el alumbrado eléctrico a la ciudad. Alfred Samler Brown, en la versión de su obra de 1903, consigna que la ciudad está bien iluminada por electricidad. 7 René Verneau da una población para 1879 de 17.069. Aunque él cree que pasa un poco de 24.800. Juan de la Puerta Canseco para 1897 ofrece una población de 21.081. 8 Sin embargo, el tranvía, que fue inaugurado el uno de octubre de 1890, desde el Puerto de La Luz a Vegueta, es a vapor. Ese mismo año se abre el hotel Santa Catalina. Puede haber una relación entre los dos hechos. Margaret D’Este lo cita. “Tranvía a va-por… lanzando montones de humo de su chimenea”. 9 Rene Verneau resalta que en 1878 sólo existían en el Puerto de La Luz tres o cuatro ca-sas. Este escritor añade que, en 1888, el número de vapores que atracaron en el puerto es de 883 y en 1889 de 1180, superando al de Santa Cruz de Tenerife. 10 “When the Harbour of Refuge is finished, this mole, which is now short, will run out a very considerable distance”. Todo ello conduce a la aparición de un vecindario en el sector portuario. 11 “And yet”, say Las Palmas merchants, “Santa Cruz presumes to think she is superior to us!” 12 Juan de la Puerta Canseco ofrece una opinión valiosa, en 1897: “Puerto de Refugio de la Luz, próximo a terminarse, pues las obras del dique de abrigo, cuya longitud es de 1.279 metros, ya están concluidas y de las del muelle de Santa Catalina se hallan hechos 184 metros de los 650 que alcanzará a su terminación”. 13 Es citada asimismo por René Verneau. 14 Se está refiriendo a fonda Europa y a Cuatro Naciones. 15 Termina Frances: “La mayoría de los curas son poco agraciados, tienen aspecto tosco y rechoncho, muy distinto del que presentan los fieles más pobres, del mismo sexo, de constitución fornida, robustos, y musculosos con rostros bronceados, atentos e inteli-gentes”. 16 Es decir los perros se instalan en 1898. 17 Asimismo el francés Verneau destaca que el Palacio de Justicia está instalado en el viejo convento de San Agustín. 18 René Verneau comenta: “La ciudad está dividida por el barranco de Guiniguada. Dos puentes uno de piedra y otro de madera, permiten pasar de un lado a otro. Este barranco completamente seco durante el verano se vuelve un torrente impetuoso en invierno. En 1886 se llevó toda la fachada del mercado de pescado”. Las Palmas de Gran Canaria vista por… 1215 19 Denominado Tirso de Molina. Actual Pérez Galdós. 20 Plaza de la Alameda. 21 Nunca aparece el topónimo “Playa de Las Canteras”. 22 Es citado por René Verneau |
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