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HISTORIOGRAFÍA Y BIBLIOGRAFÍA SOBRE LOS CANARIOS EN EL URUGUAY LUIS ALBERTO Musso AMBROSI © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 El presente trabajo intenta exponer el panorama historiográfico completo sobre los estudios concernientes a la fundación de Montevideo y su relación con la colonización canaria la cual aseguró el éxito de los planes y pautas propuestos. Procedimos a examinar toda la bibliografia disponible en esta materia sin dejar de lado ninguna pieza importante. Libros, folletos, textos de estudio, artículos publicados en revistas y periódicos, los repasamos con ánimo. exhaustivista, tratando siempre de tomar la mejor información de cada uno, la fidedigna, la extraída de fuentes originales; en consecuencia desechamos errores anotados, remedos e interpretaciones dogmáticas, evitando caer en dubitaciones. Hemos revalorado pasajes históricos y párrafos sueltos de los libros consultados, de manera de seguir la secuencia normal de los hechos; en las confrontaciones acotamos transferencias de un autor, reproducido en parte por otros, sin las debidas aclaraciones, substituyendo así la investigación en documentos de archivos, por la cuestionable noticia bibliográfica. Tuvimos a la vista más de cuatrocientos libros de historia nacional, de ellos seleccionamos noventa y dos autores; en hemerografia de catorce periódicos, escogimos siete y de éstos separamos veinticuatro trabajos. El primer capítulo contiene una «Breve reseña historiográfica uruguaya» con la nómina de los principales historiadores uruguayos del siglo XIX, iniciadores de esta ciencia en el país. Son los que primero concurrieron a los documentos disponibles en la época, y sus obras formaron la base de estudios posteriores. Luego la «Anotación histórica» breve imagen de las características formadas durante el proceso que culminó con el establecimiento definitivo de la ciudad de Montevideo, destacando la participación de las familias procedentes de Islas Canarias: «La ciudad que no se quiso fundar», «El aporte y abnegación canarios». © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 886 Luis Alberto Musso Ambrosi La «Explanación», parte central de nuestro trabajo, expone los items ordenados cronológicamente; van jalonando fechas cruciales; damos en ellos el resumen de su significación, con citas bibliográficas y notas aclaratorias. Es aquí donde se desprende si los historiadores consultaron las fuentes o tomaron fragmentos ajenos. Otros trabajos serios, que son mayoría, presentan faltas de signaturas archivísticas, cuando no, omiten el nombre del repositorio. Se aprecia, en cuanto a fechas, variantes, aun en la documentación transcripta. Termina el capítulo la «Lista de libros fundamentales para el estudio del aporte canario a la fundación de la ciudad de Montevideo)), De estos cotejos se destaca la necesidad de rever toda esta parte de la historia nacional, realizando primero la compulsa documental completa, seguida de investigaciones en archivos en búsqueda de materiales todavía desconocidos, para finalmente repasar los actuales textos en lo correspondiente no sólo a la parte expositiva, sino a la interpretación; cosa de situar a la realidad. de los acontecimientos, todo el honor que les corresponde a los colonos llegados de Canarias en la fundación de Montevideo, en la civilización del territorio que hoy forma la República Oriental del Uruguay' yen la defensa de la hispanidad deteniendo el avance portugués hacia las costas del Río de la Plata y las tierras del Sur. INTRODUCCIÓN BREVE RESEÑA HISTORIOGRÁFICA URUGUAYA En nuestro país las ciencias historiográficas no llegan a completar dos siglos de existencia. Sin entrar en mayores detalles, pues no es nuestro propósito apartamos del tema central que hoy nos ocupa, nos parece de interés presentar una brevísima reseña para exponer el panorama de la historiografía, la cual servirá mejor para comprender las alternativas ocurridas en su desarrollo durante el siglo XIX y lo que va del pesente. Comenzando por las crónicas, relatos de acontecimientos trascendentales y viejos recuerdos, hasta llegar a trabajos de síntesis e interpretaCión, afloran a menudo; especialmente en las primeras épocas, subjetividades fáciles de comprender si tenemos en cuenta que la decantación del tiempo todavía no había llegado a producir los benéficos resultados, depuradores de parcialidades. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografla y bibliografla sobre los canarios... 887 Razones de patriotismo mal encaradas, que no compartimos, específicamente elaboradas para afianzar la consolidación de las ideas de independencia, incidieron en la exposición de inexactitudes, felizmente en unos pocos trabajos de· historia nacional. Ese alejamiento de la verdad afectó no solamente la narración de los hechos compartidoscon países liinítrofes con los que tuvimos en el pasado incompatibilidades políticas y militares, sino que por ello se extendieron velos de olvido sobre muchos aspectos favorables de la colonización y dominación española. Disponemos en la actualidad de excelentes trabajos históricos resultado de afinadas pesquisas en repositorios documentales; no obstante todavía quedan extensos bancos de importante papelería en archivos y depósitos nacionales y extranjeros que deben ser objeto de revisación. Hace falta volver a estudiar variados aspectos de tiempos pasados. Causas, razones, circunstancias que incidieron o produjeron los hechos. Se hadado énfasis a las acciones militares desprovistas de los problemas socio políticos que las generaron. Queda también mucho por escribir sobre la vida, usos y costumbres, desarrollo artesanal e industrial, comercio, higiene, estados sociales y económicos, son materia de creciente interés dentro de las nuevas tendencias historiográficas nacionales. Los principales cultores de la descripción e interpretación del 'pasado uruguayo en las primeras épocas fueron los siguientes: Francisco Acuña de Figueroa (1791-1862) Primer poeta nacional. Cronista histórico de los últimos tiempos de la dominación extranjera. Su obra más importante es el «Diario histórico del sitio de Montevideo. 1812 - 1814», pero otros versos suyos también prestan relaciones históricas de interés. Juan Manuel de la Sota (?)-1858) Publicista e historiador. Nació en la República Argentina y se radicó en Uruguay. Su libro «Historia del territorio Oriental del Uruguay», salido de prensas en el año 1841 se halla enriquecido con documentación tomada de archivos montevideanos. Esta obra fue por muchos años fuente de información de otros historiadores, tales Isidorode María, Francisco Bauzá y varios contemporáneos. Su libro es la primera historia escrita de nuestro país. . Dámaso A. Larrañaga (1771 -1848) Sabio, naturalista, sacerdote y hombre de letras. Compuso con don Raymundo Guerra, primer bi- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 888 Luis Alberto Musso Ambrosi bliotecario público de Montevideo, los «Apuntes históricos sobre el descubrimiento y población de la Banda Oriental». Alejandro Magariños Cervantes (1825-1893) Literato, hombre público e historiador uruguayo. Publicó numerosas obras literarias. A nosotros nos interesa sus «Estudios históricos, políticos y sociales sobre el Río de la Plata» cuya primera edición salió en París en 1854 dentro de la serie titulada «Biblioteca Americana», que es el «trazo inicial de la historia razonada en nuestro medio rioplatense». Fue autor de novelas históricas tales «Palmas y ombúes», «Caramurú» y otros libros que describen el medio social de los tiempos pasados, en nuestro territorio. Antonio Deodoro de Pascual (?)-1874) Historiador español, naturalizado brasileño autor de «Apuntes para la historia de la República Oriental del Uruguay», editada en París en 1864 bajo lás iniciales de «A.D. de P.». Francisco Berra (1844 -1906) autor del discutido libro «Bosquejo histórico de la República Oriental del Uruguay», de gravitación pedagógica durante tres décadas. Andrés Lamas (1817-1891) Hombre de letras, político de gran actuación internacional. Fundador del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay. Llegó a formar un archivo y biblioteca propios de extraordinario valor. Recordamos su libro «Escritos políticos y literarios durante la guerra contra la tiranía de D. Juan Manuel Rosas, acompañados de documentos, en gran parte inéditos...» coleccionados por Angel J. Carranza y publicados en Buenos Aires en 1877. Isidoro de Maria (1815-1906) Autor de abundante obra histórica. Sus libros son todavía frecuentemente utilizados. De ellos citamos: «Compendio de la historia de la República Oriental del Uruguay», «Rasgos biográficos de hombres notables», «Anales de la defensa de Montevideo», «Montevideo antiguo». Francisco Bauzá (1849 -1899) Destacado político, hombre de letras, legislador e historiador. Autor de la «Historia de la dominación española en el Uruguay», de gran probidad literaria escribió en ese libro: «La dominación española fue benéfica al Uruguay, en cuanto nos dio todos los elementos que necesitaba el país para ascender de las oscuridades del barbarismo a las esferas de la civilización cristiana...». © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografla y bibliografla sobre los canarios... 889 Pablo Blanco Acevedo (1880 -1935) Político, profesor de historia, miembro de número del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay. En 1901 publicó su «Manual de historia de la República Oriental del Uruguay», en 1922 el «Informe sobre la fecha de celebración del centenario de la Independencia» y en 1929 «El gobierno colonial en el Uruguay y los orígenes de la nacionalidad». Eduardo Acevedo (1857 -1948) Jurisconsulto e historiador. Nació en Buenos Aires. Fue Rector de la Universidad, Ministro, Director del Banco de la República, Catedrático, etc. son sus principales obras históricas: «Notas y apuntes, contribución al estudio de la historia económica y financiera de la República», «Artigas, jefe de los orientales y protector de los pueblos libres, su obra cívica, alegato histórico» y los «Anales históricos del Uruguay». El doctor Eduardo Acevedo fue miembro de número del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay. Todos estos hombres nacieron en el siglo XIX, fueron los constructores que cimentaron nuestra historiografía, con Eduardo Acevedo podemos considerar que termina la primera etapa de esta ciencia en el Uruguay. Luego aparecen otras figuras destacadas, se perfeccionan los métodos de investigación y se organizan los archivos; ello traerá como resultado revisionismos históricos y nuevos enfoques de los viejos asuntos. ANüTACIÓN HISTÓRICA No concuerdan las opiniones de los investigadores sobre la determinación que movió a don Pedro de Mendoza a elegir el paraje para asentar el puerto de Buenos Aires. Si dejó atrás la bahía natural de Montevideo, de fácil defensa, protegida por el Cerro y la isla de Ratas (hoy Isla Libertad), es posible se deba ello a la circunstancia de que la boca del puerto se halla expuesta a los fuertes vientos del suroeste. Otro tanto ocurrió con Maldado, puerto natural, favorecido con dos islas para su mejor protección natural. Si bien, el lugar preferido, fue un paso más hacia adelante, trajo por consecuencia el descuido de la frontera este, tan imprecisa como lejana, lo que permitió el avance lusitano y la pérdida de enormes extensiones. Los portugueses vieron siempre como límite natural de sus posesiones americanas el Río de la Plata, ya que esto no sólo les ofrecía © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 890 Luis Alberto Musso Ambrosi las fértiles llanuras del sur, sino además, las ventajas de compartir el dominio de vías fluviales que penetran profundamente en su territorio. Todos los medios fueron buenos para ese fin. El empuje hacia el oeste era constante: partidas militares terrestres, operaciones marítimas, contrabando, arreos de ganados e inclusive favorables cláusulas en los tratados internacionales concertados con España. Herencia jurisdiccional, prolongada luego de la época colonial, casi hasta nuestros días. En cuanto al contrabando benefició a portugueses y españoles. La Colonia del Sacramento era el centro abastecedor de todo género de mercaderías, destinadas a surtir la ciudad de Buenos Aires. Una ruta menos extensa y compleja permitía mantener precios menores y ofrecer artículos de toda índole. Las cifras exponentes de las cantidades en diversos rubros introducidos por Portugal en la Colonia del Sacramento son determinantes a este respecto: una pequeña población como Colonia nunca pudo consumir para sus necesidades tantos efectos. Por otra parte el contrabando permitió eludir controles y tributos oficiales de España, utilizándose cuando las circunstancias lo permitieron, la «ruta del Janeiro» para trasladar metales preciosos y dineros, a la metrópoli, vía clandestina de Lisboa. LA CIUDAD QUE NO SE QUISO FUNDAR La posición estratégica de Montevideo tanto como puerto ideal por sus aguas profundas, como por ser punto de buen enlace de las distintas rutas marítimas del sur, no pasó desapercibida por los habitantes de Buenos Aires quienes vieron desde un comienzo, el peligro económico que les podía traer la habilitación de aquella bahía. Esas cualidades en lugar de favorecer, se transformaron en el mayor obstáculo para la fundación de la nueva ciudad. La primera disposición del rey de España sobre la fundación de Montevideo corresponde al 13 de noviembre de 1717. Debieron transcurrir seis largos años, hasta el 20 de enero de 1724, y las eventualidades conocidas para verse cumplidas las reiteradas órdenes de la corona. El gobernador Bruno Mauricio de Zavala, remiso, descuidaba el peligro tan cercano que ofrecía el portugués, extraña conducta de este avezado hombre de armas. Si bien es cierto otros proble- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografia y bibliografia sobre los canarios... 891 mas demandaban atención, éste aun desde la lejana España era considerado primordial. En tanto que los portugueses desembarcaban en Montevideo, el rey despachaba la conminatoria cédula del 20 de diciembre de 1723. Es cuando la situación se torna grave, recién frente a la realidad, que Zavala se obliga a actuar. Culminado con éxito el desalojo de los intrusos, los acontecimientos siguientes parecen llevar cierta desidia, en especial aquellos correspondientes al levantamiento de una población estable. Izado el pabellón de Castilla, ni en ese momento ni en ningún otro acto posterior de significación, se labraron actas determinantes de hechos tan solemnes. Los españoles siempre cuidadosos de docum ·entar actuaciones relevantes parece olvidaron aquellos días históricos. Aún habiéndose establecido el puesto militar de defensa, predominaba el ánimo de su precariedad. Así inclusive los sintieron las familias indigentes de Buenos Aires, llamadas a poblar Montevideo, no aceptando tentadoras regalías y títulos para decidirlas a cruzar el río. Unos pocos concurrieron a formar la nueva población, es que la Banda Oriental debía continuar de vaquería cerril. Tal era la idea de inestabilidad sobre la futura población que dos años más tarde, para alojar a los colonos provenientes de Canarias, no se tomaron providencias ¿cómo fue posible, disponiéndos~ de tiempo suficiente, el no haber preparado alojamientos adecuados donde impera un clima de frecuentes variantes, cálidos veranos, crudos inviernos, lluvias frecuentes y sobre todo vientos fríos del sur? Los colonos durante meses vivieron bajo tolderías de cuero sostenidas con estacas, impropias habitaciones para gente civilizada. Pasaron luego a pobres ranchos de adobe, insanos, con aberturas desguarnecidas de puertas y ventanas. La prohibición de utilizar piedra en la construcción de viviendas particulares, aduciendo necesidades en el levantamiento de las defensas militares, no tiene razón alguna por cuanto el poblado se asentó en una cuchilla pétrea, en campos cercanos abundaban los afloramientos de este material y en toda la costa, que es rocosa, aun hoy día se hallan cantos rodados en cantidad. EL APORTE Y ABNEGACIÓN CANARIOS Analizando los distintos trabajos históricos en aquellos pasajes relativos a la fundación de Montevideo vemos que las citas sobre el 1[, © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 892 Luis Alberto Musso Ambrosi aporte canario, se reduce casi siempre a dar el número, no exacto, de los colonos llegados a este puerto, sin entrar en otros detalles de muchísimo interés. Montevideo es esencialmente una ciudad fundada por canarios por cuanto fueron gran mayoría y se pensó en ellos como habitantes, aun antes de establecerse definitivamente los españoles en este paraje. Arribaron a nuestras playas a los pocos meses de la llegada de las siete familias provenientes de Buenos Aires. Al hablar de Montevideo debemos entrar algo más en los límites fijados para su jurisdicción, pues desde aquí partieron las corrientes humanas que sembraron los pueblos y llevaron la civilización por lo que es hoy el territorio de la República Oriental del Uruguay. Prolongados en sus descendientes caracterizaron al país hasta la mitad del siglo XIX, cuando la inmigración italiana modificó en gran parte sus costumbres. No obstante, todavía se aprecian, especialmente en la campaña, residuos folklóricos e idiomáticos. No es común se destaquen estos aspectos. Tampoco se subrayan las adversidades, indigencias, contrariedades, desventuras y tropiezos sufridos por los primeros pobladores; la indiferencia y el olvido de las autoridades de Buenos Aires, los constantes abusos cometidos contra la población civil por la guardia militar; el asedio de los bandidos en los campos, los contrabandistas en peligrosas partidas, po.rtugueses enemigos y los indios salvajes. Se vieron obligados a surtir naves con peligro de sus propias escasas reservas. Tuvieron que ajustarse a los monopolios de Francisco de Alzaybar quien convirtió la colonización que ayudó a formar, en provecho personal, hubo momentos en que la población entera se hallaba dedicada a atender sus demandas o la de los oficiales del presidio, con abandono en parte, de las chacras que les producían el sustento. Hubo carencia de utensilios, muebles, ropas. Sin asistencia médica adecuada, ni seguridad pública. Escasas comunicaciones con España y Buenos Aires. El peligro constante confinó prácticamente a los habitantes al reducido espacio de la ciudad con las necesarias salidas a las chacras del ejido o a los campos de propios. Vivieron la ausencia de higiene municipal, sin pavimentos, calles con sanjones, intransitables en invierno; soportaron perros salvajes en los campos y domésticos en el recinto, que por la abundancia de carne se hallaban en todas partes. La proliferación de insectos, en especial moscas y mosquitos fomentados por los pantanos de las zo- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Hisloriografia y bibliografia sobre los canarios... 893 nas bajas cercanas y las constantes carneadas para el acaparamiento de cueros. El renunciamiento, la privación, se soportaron por décadas, sin desmayo, con inquebrantable espíritu y fe en la nueva vida deparada por el destino. EXPLANACIÓN COMPARATIVA Hitos principales. (Señalamos las referencias bibliográficas más directas e importantes). Desde 1673 hasta enero 1 de 1730 1673-Repitiendo el acto de posesión realizado en la isla de Maldonado antes de 1600, navegantes y soldados lusitanos desembarcaron en Montevideo y esculpieron en una piedra del Cerro el escudo de su país. Azarola Gil. Los orígenes de Montevideo, p. 47. 1673 marzo-La novedad es conocida en Buenos Aires. El gobernador José Martínez de Salazar convocó a varios vecinos recién llegados de los puertos de Brasil para informarse. Uno de ellos, don Pedro Martín Flores declaró que hallándose en Santos oyó decir que estas tierras (las del Río de la Plata) eran y pertenecían a Portugal, que son las que quieren poblar y que los marcos y padrones que las dividen están en un paraje que llaman Monte Vidio. Azarola Gil, ob. cit. p. 47. 1676 mayo 26-Andrés de Robles, «gobernador» de la provincia del Paraguay eleva al rey Carlos 11 de España una comunicación denunciando la fijación en Montevideo de un marco o padrón con emblema portugués. Azarola Gil, ob. cit. p.49 y p. 215 (Documento N.O 7, Real Cédula al gobernador del Paraguay ordenándole quitar las armas de Portugal esculpidas en el cerro de Montevideo, fechada en Madrid a 20 de julio de 1679 años) (El documento se halla en el Archivo General de Indias, Audiencia de Charcas 416 (Ex 120-4-2). 1683 enero ll-Carta del gobernador de Buenos Aires a S.M. sobre la conveniencia de erigir un fuerte y un poblado en Montevideo. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 894· Luis Alberto Musso Ambrosi Azarola Gil, ob. cit. p. 50 Yp. 216 (Documento N.o 8) El gobernador de Buenos Aires era don Joseph de Herrera y Sotomayor. (Archivo General de Indias, Audiencia de Charcas 26l.(Ex 76-2-22). 1691-Francisco Naper de Lencaste gobernador de la Colonia del Sacramento enuncia vasto plan de colonización del territorio costero uruguayo y concreta el lugar de Montevideo como sede de una gran urbe por su situación central y marítima. Influyó sin lugar a dudas sobre los portugueses, en la resolución de fortificar y poblar Montevideo. Azarola Gil, ob. cit. p. 54. El texto puede ser consultado en la obra del mismo autor titulada «La epopeya de Manuel Lobo», documento N.O 41 de esta. 1701 octubre 29-El rey de Portugal don Pedro 11 decretó la fundación de Montevideo «en razón de la cesión y derecho del uso de la campaña de la Nueva Colonia del Sacramento, por el Tratado de Alianza que se hizo con el rey Católico...». Azarola Gil, ob. cit., p. 57 y p. 217 (Documento N.o 9, El Consejo Ultramarino al rey de Portugal sobre los puestos a crearse para guarnecer y administrar la fortaleza de Montevideo) (Archivo de Marinha e Ultramar de Lisboa, papeleta 2519 de Castro e Almeida, tomo VI). El documento expresa la erección de una fortificación y un pueblo en Montevideo, seguido de la construcción de un fuerte en la isla de Maldonado. 1702 enero 7-El gobernador de Río de Janeiro, Arthur de Sá e Menezez recibe instrucción por Real Cédula para proceder a la ejecución de la empresa de poblar Montevideo y fortificarlo. Azarola Gil, ob. cit., p. 57 y p. 214 (Documento N.O 10) Archivo de Río de Janeiro. 1702 marzo 17-Don Pedro 11 de Portugal deja sin efecto el proyecto de fortificar y poblar Montevideo. Azarola Gil, ob. cit., p. 59 y p. 218 (Documento N.O 11) Biblioteca Nacional de Lisboa, Libro de registros y decretos relativos al Brasil... 1702 -1833, l.er vol., fol. 1 v. y 4 v. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiograjia y bibliograjia sobre los canarios... 895 1708 octubre 30-La bahía de Montevideo y alrededores antes de la fundación de la ciudad, impresiones de la expedición científica francesa de Louis Feuillée. Citado por Horacio Arredondo en «Anales Históricos de Montevideo », v.3, 1959, p. 14. quien a su vez lo tomó del «Journal des observations physiques; mathematiques et botaniques. Faites par l'ordre du roi les cotes orientales de l'Amerique Meridionale dans les Indes Occidentales, depuis le année 1707 jusque 1712, etc., v. 1. 1714-El sargento mayor Manuel Gonc;alves de Aguiar informó que en San Francisco Xavier habló con un español llegado de Buenos Aires que se había detenido en Montevideo, en. cuyo puerto encontró embarcaciones francesas y sus tripulantes «negociaban con la gente y guardias españolas que allí estaban». Agregó que en Montevideo y Castillos había guardias castellanas y que todos los meses venía un lanchón a recorrer aquella costa y mudar las guardias. Azarola Gil, ob. cit., p. 63, quien lo transcribe de Castro e Almeida «Inventario dos documentos relativos ao Brasil», v. 6, papeleta N.O 4320. 1716 octubre 11-Felipe V, rey de España, desde Buen Retiro remite al gobernador interino de Buenos Aires, don Baltasar García Ros, un . pliego de instrucciones puntualizando la necesidad de oponer medios para evitar la ocupación lusitana de l.os parajes de Montevideo y Maldonado. Sota. Historia del Uruguay, v. 1, p. 168 Yp. 182 (Nota N.O 6; transcripción del documento). Azarola Gil, ob. cit., p. 67. . Bauzá. Historia de la dominación española en el Uruguay, v. 2, p. 253. Véase además: Revista Histórica, v. 3, p. 82. 1717 julio 11-Don Bruno Mauricio de Zavala, juró el cargo de gobernador del Río de la Plata ante el Cabildo de Buenos Aires. Azarola Gil, ob. cit., p. 69. Bauzá.ob.cit.,v.2,p.258. Blanco Acevedo. El gobierno colonial en el Uruguay. v. 1, p. 41. 1717 noviembre l3-El rey expide en Madrid una Real Cédula al gobernador de Buenos Aires, sobre poblar y fortificar Montevideo y Maldonado. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 896 Luis Alberto Musso Ambrosi Azarola Gil, ob. cit., p. 69 Yp. 219 (Documento N.o 12, del Archivo General de la Nación de Buenos Aires, división colonia, legajo de reales cédulas N.O 4) 1718 octubre 5-El rey reitera a Zavala las órdenes de fortificar Montevideo. Consulta acerca de la factibilidad de poblar el sitio con familias del Tucumán. Azarola Gil, ob. cit., p. 69 Yp. 220 (Documento N.o 13). 1720-Iniciativa particular de José García Inclán, natural de Cádiz y vecino de Buenos Aires, proponiendo poblar Montevideo. Proyectó instalar cien familias y pedía licencia para faenar 150.000 cueros vacunos por año, libres de derechos. Azarola Gil, ob. cit., p. 72, quien lo tomó de Daniel García Acevedo, en Revista Histórica, v. 5, p. 118. (Documento del Archivo General de Indias, Audiencia de Charcas 237 (Ex 76- 1- 54). I Blanco Acevedo, ob. cit., v. 1, p. 43. 1720 enero 27-Comunicación del rey al gobernador de Buenos Aires don Bruno Mauricio de Zavala sobre que los portugueses de la Colonia del Sacramento no excedan en su posición más allá que la distancia del tiro de cañón. Reitera también el proceder a la fortificación de Montevideo y Maldonado. Sota, ob. cit., v. 1, p. 185 (Nota N.O 7, documento fechado en Madrid). Sota, ob. cit., v. 2, p. 9. Bauzá,ob. cit., v. 2, p. 271. Blanco Acevedo, ob. cit., v. 1, p. 42. 1723 mayo lO-Nueva carta de instrucciones reales sobre poblar Montevideo y Maldonado. Señala debe comenzarse el asunto de inmediato «pues de su dilación se da tiempo y lugar a los portugueses a que ocupen el sitio y terreno y se fortifiquen, haciéndose más dificultoso el empeño para desalojarlos por la fuerza», es signado en Aranjuez. Azarola Gil, ob. cit., p. 70 y p. 222 (Documento N.O 14). Blanco Acevedo, ob. cit., v. 1, p. 44, este despacho según Blanco Acevedo no fue expedido hasta el día 6 de junio de 1723. Revista del Archivo General Administrativo, v. 1, p. 5. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografla y bibliografla sobre los canarios... 897 1723 junio 29-El rey de Portugal impartió instrucciones al gobernador de Río de Janeiro, Ayres "de Saldanha de Alburquerque, por Cédula del 29 de junio de 1723, disponiendo el envío de fuerzas a Montevideo con orden de fortificarse. No alude a poblaciones. Azarola Gil, ob. cit., p. 79, quien lo tomó de la «Revista del Archivo General Administrativo», v. 1, p. 17. 1723 noviembre 22-En cumplimiento a la Real Cédula de 29 de junio 1723, el Maestre de Campo Manuel de Freitas da Fonseca fondea en la bahía de Montevideo hallando solamente un lanchón que pertenecía al capitán y práctico del río, don Pedro Gronardo. Azarola Gil, ob. cit., p. 81. "María, «Compendio de la Historia de la República Oriental del Uruguay », v. 1, p. 70. Sota, ob. cit., v. 1, p. 168. Revista del Archivo cit., v. 1, p. 39. 1723 diciembre 1-Pedro Gronardo informa a zavala de la ocupación Portuguesa de Montevideo. Azarola Gil, ob. cit., p. 81. María. ob.cit., v. 1, p. 70. Sota, ob. cit., v. 1, p. 186 (Nota N.O 8: «Diario de Bruno Mauricio de Zavala de cuando se poblaron los portugueses en Montevideo y se les obligó a retirarse»). Bauzá, ob. cit., v. 2, p. 274. Blanco Acevedo, ob. cit., v. 1, p. 45. Revista del Archivo cit., v. 1, p. 45 (Transcribe el «Diario del Gobernador Bruno Mauricio de Zavala». Fundación de Montevideo). 1723 diciembre 7-Alonso de la Vega llega a Montevideo con un destacamento y frente al campamento de Freitas da Fonseca inicia las hostilidades apartando el ganado y apoderándose de caballadas. Azarola Gil, ob. cit., p. 82. María, ob. cit., v. 1, p. 70. Sota, ob. cit., v. 1, p. 169 (Consigna esta acción en fecha 4 de enero de 1724, yen p. 188, Nota N.O 8, figura también en 4 de enero 1724. Bauzá, v. 2, p. 280, establece la fecha del 7 de enero 1724 para esta acción. Blanco Acevedo. ob. cit., v. 1, p. 46 establece para lo mismo el día 7 de diciembre 1723. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 898 Luis Alberto Musso Ambrosi. 1723 diciembre 20-Real Cédula enviada al gobernador de Buenos Aires, reiterando el encargo de poblar Montevideo y Maldonado. Los términos empleados por el rey son graves, pues se le advierte: «que en el caso de no estar ejecutadas ya las ordenes anteriores... paséis desde luego y sin malograr tiempo alguno a ejecutarlas y perfeccionarlas... que de lo contrario me daré por servido de vos y se os hará gravísimo cargo»... Azarola Gil, ob. cit., p. 71 Yp. 226 (Documento N.o 15, Real Cédula) También reiteradas con fechas posteriores al establecimiento defini- . tivo de los españoles en Montevideo. De esta manera: 20 junio, 20 julio y 21 octubre de 1724. Véase Revista del Archivo General Administrativo, v. 1, p. 53,-p. 59 Yp. 63 respectivamente. 1724 enero 19-Freitas da Fonseca dirige mensaje a Zavala expresandoque, en vista de sus preparativos de agresión abandona el puesto y protesta por los hechos. Ese mismo día se hizo a la vela con hombres y elementos. Azarola Gil, ob. cit., p. 84. María, ob. cit., v. 1, p. 71. Sota, ob. cit., v. 1, p. 169 Yp. 188 (Nota N.O 8). Bauzá, ob. cit., v. 2, p. 283. Blanco Acevedo, ob. cit., v. 1, p. 47. 1724 enero 20-Alonso de la Vega ocupa la península desierta yeleva el pabellón hispano. QUEDABA DEFINITIVAMENTE ESTABLECIDO EL PUERTO Y CIUDAD DE MONTEVIDEO, SIENDO ESTALA FECHA QUE DEBE TOMARSE COMO FUNDACIONAL. Azarola Gil, ob. cit., p. 84. 1724 marzo 25-Llegan a Montevideo mil indios de las reducciones jesuíticas para reforzar el punto y cooperar como peones en la construcción de las fortificaciones. Se retira Zavala a Buenos Aires el 2 de abril de 1724 y el capitán Francisco Antonio Lemas queda de comandante de la guarnición con ciento diez soldados. Azarola Gil, ob. cit., p. 86. María, ob. cit., v. 1, p. 73. Sota, ob. cit., v. 1, p. 190 (Nota N.O 8) Bauzá, ob. cit. v. 2, p. 288. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografía y bibliow:afía sobre los canarios... 899 1724 setiembre 4-Acuerdo entre el gobernador Zavala y el Cabildo de Buenos Aires para llevar a la práctica la población de Montevideo. Azarola Gil, ob, cit., p. 92. Bauzá, ob. cit. v. 2, p. 290. 1724. diciembre 12-El rey Felipe V aprueba el asiento ajustado con don Francisco de Alzaybar y don Cristóbal de Urquijo para navegar a Buenos Aires con cuatro navíos durante cuatro años. Azarola Gil, ob. cit. p. 107 Yp. 227 (Documento N.O 16, sobre el asiento referido (En Archivo General de Indias, Audiencia de Char-cas 181 (Ex 75-6-40). . 1725 abril 16-Real Cédula comunicando a Zavala su permanencia en el gobierno hasta que termine la población de Montevideo y su ascenso al grado de teniente general. Signada en Aranjuez. Azarola Gil, ob. cit., p. 233 (Documento N.o!7; del Archivo General de Indias, Audiencia de Charcas, legajo 181 (Ex 75-6-40). 1725 abril 16-Real Cédula al gobernador de Buenos Aires don Bruno Mauricio de Zavala relativa a la Colonia del Sacramento y población de Montevideo y Maldonado. Signada en Aranjuez. Azarola Gil, ob. cit, p. 237 (Documento N.o 20; del Archivo General de la Nación. Buenos Aires, división Colonia, legajo de Reales Cédulas, N.O 4). 1725 abril 16-Real Cédula al gobernador de Tucumán disponiendo su cooperación a la población de Montevideo. Signada en Aranjuez. Azarola Gil, ob. cit., p. 239 (Documento N.o 21; del Archivo General de Indias, Audiencia de Charcas, legajo 181 (Ex 75-6-40). Idem al Gobernador del Paraguay. 1725 abril 16-Real Cédula a la ciudad de Buenos Aires sobre que solicite familias para la población de Montevideo y Maldonado. Signada en Aranjuez. Azarola Gil, ob. cit., p. 240 (Documento N.O 22; del Archivo General de la Nación. Buenos Aires, división Colonia, legajo de Reales Cédulas, N.O 4). © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 900 Luis Alberto Musso Ambrosi 1725 abril 16-Real Cédula al gobernador de Galicia sobre envío de veinticinco familias a Montevideo y Maldonado. Signada en Aranjuez. Azarola Gil, ob. cit., p. 109 Yp. 241 (Documento N.o 23; del Archivo General de Indias, Audiencia de Charcas, legajo 181 (Ex 75-6-40). Con esta Real Cédula corre unida otra igual, expedida en la misma fecha y dirigida al gobernador de las Islas Canarias. Sota, ob. cit., v. 2, p. 10 Yp. 123 (Nota N.O 2, Real Cédula). 1726 enero 20-Pedro Millán comienza bajo advocación de San Felipe y Santiago a plantear la nueva ciudad de Montevideo, y da hogar a las primeras siete familias, compuestas de treinta y seis personas, procedentes de Buenos Aires. María, ob. cit., v. 1, p. 74. Sota, ob. cit., v. 2, p. 10. Blanco Acevedo, ob. cit., v. 1, p. 49. Ponce de León, «La ciudad vieja de Montevideo», p. 16 Ycapítulos siguientes. 1726 abril ll-Asiento ajustado con don Francisco de Alzaybar y don Cristóbal de Urquijo para la conducción de cincuenta familias de las Islas Canarias destinadas a poblar Montevideo y Maldonado. Aplazado el proyecto del traslado de colonos españoles, por dificultades ocurridas con Inglaterra, se resolvió que partieran de Canarias. Por asiento signado en San Ildefonso a 3 de julio 1725 el rey ajustó la conducción de cuatrocientos hombres de tropa para el Río de la Plata. (Documento del Archivo General de Indias, Audiencia de Charcas, legajo 181 (Ex 75-6-40) con un navío del cargo de Cristóbal de Urquijo y Francisco de Alzaybar. Azarola Gil, ob. cit., p. 110 y p. 242 (Documento N.O 25, signado en Buen Retiro: pertenece al Archivo General de Indias, Audiencia· de Charcas, legajo 181 (Ex 75-6-40). 1726 agosto 21-Parte del puerto de Santa Cruz el navío «Nuestra Señora de la Encina, alias La Bretaña», al mando del capitán Bernardo de Zamorategui, con los primeros colonos canarios. Azarola Gil, ob. cit., p. 111. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografia y bibliografia sobre los canarios... 901 1726 agosto 28-Auto del gobernador de Buenos Aires don Bruno Mauricio de Zavala detallando los beneficios de que han de gozar los que pasen a radicarse en la nueva ciudad de Montevideo. Signado en Buenos Aires. Azrola, Gil, ob. cit., p. 121 Yp. 248 (Documento N.o 28, Actas del Cabildo de Buenos Aires, libro XIX, foja 387). 1726 noviembre 19-Llegan las primeras familias canarias a Montevideo, las que por imprevisión deben ser alojadas bajo tiendas de cueros sostenidos con estacas. Al mes siguiente, 20 de diciembre, Pedro Millán levanta el padrón de pobladores. Azarola Gil, ob. cit. p. 112. Figuran en esta obra las nóminas de Cas~ buena y Mesa y el Padrón de Millán, comparados, de lo que puede observarse variantes entre ellos. María, ob. cit., v. 1, p. 76, expresa: «llegaron doce familias que mandó Alzaybar de las Islas Canarias». Blanco Acevedo, ob. cit. v. 1, p. 49. Sota, ob. cit., v. 2, p. 15, presenta el padrón de los pobladores conducidos por el Navío Nuestra Señora de la Encina, en esta fecha. 1726 diciembre 20-Don Pedro Millán ejecuta el empadronamiento de los pobladores de Montevideo. Azarola Gil, ob. cit., p. 113, 122 Yp. 265 (Documento N.O 35, de Pedro Millán, testamento fechado en Buenos Aires el 23 de junio 1732, del Archivo de los Tribunales de Buenos Aires, año 1733, legajo 7147). Sota, ob. cit., v. 2, p. 12. Revista del Archivo General, ob. cit., v. 1, p. 111. Apolant, Génesis de la familia uruguaya, p. 20, 23 y 48 (En p. 48-58 figura un resumen anotado del Padrón Millán). Archivo Artigas, Comisión Nacional..., v. 1, p. 4. 1726 diciembre 24-El capitán Millán fija la jurisdición de la ciudad. (Se refiere no a la planta urbana, sino al territorio sobre el cual el futuro Cabildo ejercerá su autoridad). Se reparten solares. El día 12 de marzo de 1727 fijará el ejido y los propios. Azarola Gil, ob. cit., p. 125, quien tomó la información de la Revista del Archivo General Administrativo, v. 1, p. 99. María, ob. cit., v. 1, p. 80. Transcribe la narración de Millán sobre el término y jurisdicción de Montevideo. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 902 Luis Alberto Musso Ambrosi Sota, ob. cit., v. 2, p. 11. Revista del Archivo General, ob. cit., v. i, p. 99. Archivo Artigas, ob. cit., v. 1, p. 8. El señalamiento citado constituye la parte inicial del libro que se destinó a ese objeto, al repartimiento de cuadras y solares urbanos, ejido y adjudicación de chacras. 1727 enero l5-Pedro Millán establece las festividades oficiales. Azarola Gil, ob. cit., p. 128; tomado de la Revista del Archivo General. Administrativo, v. 1, p. 129. Fueron estas fiestas: San Felipe y Santiago, 1.° de mayo; Concepción de Nuestra Señora, 8 de diciembre; San Sebastián, 20 de enero. 1727 marzo 12-Comienza Pedro Millán la adjudicación de tierras para chacras. Azarola Gil, p. 131, quien toma la información de la «Revista del Archivo General Administrativo, v. 1, p. 135. María ob. cit.,v. 1, p. 83: transcribe el detalle de Millán sobre el repartimiento. Revista del Archivo General, ob. cit., v. 1, p. 135: contiene el detalle sobre el repartimiento. Archivo Artigas, ob. cit., v. 1, p. 12. 1728 (?)-Relación del reparto de estancias practicado por Pedro Millán a los pobladores de Montevideo. Archivo Artigas, ob. cit., v. 1, p. 16. Azarola Gil, ob. cit., p. 132. Revista del Archivo General, ob. cit., v. 1, p. 151. Apolant, ob. cit., p. 31. Varios autores, especialmente Apolant presentan dudas en cuanto a la exactitud de la fecha. 1729 enero 3I-Parte de las Islas Canarias con rumbo a Montevideo la flota bajo el mando personal de Alzaybar, compuesto de tres navíos: el de San Francisco, el San Bruno y el San Martín. En el primero embarcaron cuatrocientos hombres de tropa, que al llegar al Plata debían quedar al servicio de ambas plazas; en el último vinieron familias pobladoras. Azarola Gil, ob. cit. p. 135. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografia y bibliografia sobre los canarios... 903 1729 marzo 27-Arribaron al Puerto de Montevideo los navíos que condujeron la segunda colonización canaria. Azarola Gil, ob. cit., p. 137. Azarola establece que la segunda colonización canaria estaba formada por cuarenta y nueve personas. En cuanto al padrón Gorriti, levantado catorce años más tarde adolece de muchas inexactitudes. María, ob. cit., v. 1, p. 78, no establece la fecha exacta. Sota, ob. cit., v. 2, p. 18, se refiere al padrón Gorriti, el cual transcribe. Revista del Archivo General, ob. cit., v. 1, p. 155, presenta la lista de los segundos pobladores, se refiere al padrón Gorriti. Apolant, ob. cit., p. 25, p. 33 Yp. 59 (En p. 59-80, puede hallarse un detalle completo conteniendo los nombres de los colonos). Ponce de León, ob. cit., p. 46 establece como día de la llegada de los segundos colonos, el 28 de marzo de 1729. 1729 diciembre 20-El gobernador don Bruno Mauricio de Zavala labró el documento que erigía oficialmente en ciudad a la población. Establecimiento del Cabildo. Azarola Gil, ob. cit., p. 144 Y p. 258 (Documento N.o 30 sobre el Acta de la fundación jurídica de la ciudad). María, ob. cit., v. 1, p. 86. Sota, ob. cit., v. 2, p. 22, detalla seguidamente las estancias repartidas y los nombres de los beneficiados. Bauzá, ob. cit., v. 2, p. 293. Estableció para esta fecha el día 29. Revista del Archivo General, v. 1, p. 173 (Ordenanzas municipales) y p. 207). El Libro Capitular de la nueva población, comienza con fecha 20 de diciembre de 1729. 1730 Enero 1-DESIGNACION POR ZAVALA DE LOS CABILDANTES EN NOMBRAMIENTO DIRECTO. Prestan juramento los elegidos. Azarola Gil, ob. cit., p. 145 Yp. 260 (Documento N.O 31: Constitución del primer Cabildo). Sota, ob. cit., v. 2, p. 22 Yp. 129 (Nota N.O 4, dando la lista de los cabildantes). María, ob. cit., v. 1, p. 87. Bauzá,ob. cit., v. 2, p. 294, con la nómina de los primeros cabildantes. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 904 Luis Alberto Musso Ambrosi LISTA DE LIBROS FUNDAMENTALES PARA EL ESTUDIO DEL APORTE CANARIO A LA FUNDACIÓN DE LA CIUDAD DE MONTEVIDEO APOLANT, Juan Alejandro. Génesis de la familia uruguaya. Montevideo, Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay, 1966. También la segunda edición ampliada, en 4 volúmenes, del año 1975. Apolant presenta por primera vez minuciosos estudios de los primeros padrones de la ciudad de Montevideo, los que han permitido aclarar muchos pormenores. Se trata de una obra de riguroso corte documental realizada con pericia. ApOLANT, Juan Alejandro. Padrones olvidados de Montevideo del siglo XVIII. Montevideo, Imprenta Letras, 1966-1968. 3 v. El autor desplegó la misma técnica y exactitud que en la obra antes nombrada. Estos padrones comienzan en el año 1743. ARCHIVO ARTIGAS. Montevideo, Comisión Nacional, 1950. Es de interés para nosotros el volumen l. Transcribe el padrón de 1726, el padrón del mismo año relativo a la distribución de solares. El del año 1727, sobre reparto de chacras; el de 1728, reparto de estancias; tierras de chacras de 1730, y otros muchos documentos de interés.. AZAROLA GIL, Luis Enrique. Aportación a~ padrón histórico de Montevideo. Epoca fundacional. Madrid. Revista de Archivos, 1932. Se trata de una lista por orden alfabético de los primeros po- . bladores de Montevideo. Contiene datos de origen, matrimonios, oficios, fechas de nacimiento y muerte, propiedades, etc. Utilizó como fuentes el Archivo General de la Nación de Montevideo, los libros parroquiales de la Iglesia Matriz, el Archivo de la Escribanía de Gobierno y Hacienda, la Revista del Archi~ vo General Administrativo, la Revista Histórica, el Archivo General de la Nación de Buenos Aires, etc. AZAROLA GIL, Luis Enrique Los orígenes de Montevideo. 1607 -1749. Buenos Aires, 1933. La obra más importante para todo este estudio. Azarola Gil puede considerarse el autor histórico dedicado casi por entero a los estudios de la época fundacional de Colonia del Sacra- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografia y bibliografia sobre los canarios... 905 mento y Montevideo. Incansable investigador de archivos y bibliotecas nacionales y del exterior. AZAROLAGIL, Luis Enrique. Veinte linajes del siglo XVIII. Contribución a la historia de Montevideo... Paris, Franco-IberoAmericana. Sobre los principales personajes que actuaron en aquellos primeros tiempos de la ciudad de Montevideo: Zabala, Alzaybar, etc. Complementan estos trabajos, la obra del mismo autor titulada: «La epopeya de Manuel Lobo», contribución a la historia de la Colonia del Sacramento, seguida de una crónica de los sucesos desde 1680 hasta 1828 (Madrid, 1931). BAUZA, Francisco. Historia de la dominación española en el Uruguay. Montevideo, Ministerio de Instrucción Pública y Previsión Social, 1965. 6 v. Señalamos esta edición por ser la última y más al alcance de los lectores. El volumen 2 trata de la Conquista (1500-1624). Los jesuítas y portugueses (1625 -1730). Aunque la de Bauzá es obra importante, es muy poco lo que refiere sobre la fundación de Montevideo. BLANCO ACEVEDO, Pablo. El gobierno colonial en el Uruguay y los orígenes de la nacionalidad. 2.a Edición. Montevideo. 1936. 2.v. Blanco Acevedo es importante porque traza con mucha destreza el escenario social, político y militar de aquellos años. MARÍA, Isidoro de. Compendio de la historia de la República O. del Uruguay Montevideo, El Siglo Ilustrado, 1895-1902.6 v. Para nuestro trabajo consultar el volumen primero. Isidoro de María a pesar de estar hoy muy superado, reviste interés. Fue el primero en citar el testamento de Alzaybar. MONTERO BUSTAMANTE, Raul. -LLAMAS, Julio M. Fundación de Montevideo. Montevideo, Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay, 1976. Se trata de una reimpresión del mismo trabajo que había sido editada en 1919. Los autores reconocen como fecha para la fundación de Montevideo, el día 24 de diciembre de 1726. Así fue aprobada por el Instituto Histórico y Geográfico del Uruguayen 5 de abril de 1919. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 906 Luis Alberto Musso Ambrosi PONCE DE LEÓN, Luis R. La ciudad vieja de Montevideo. Trazado inicial y evolución en su primer cuarto de siglo. Montevideo, Impresora Rex, 1968. (Separata del tomo V de «Anales históricos de Montevideo). SOTA, Juan M. de la. Historia del territorio Oriental del Uruguay. Montevideo, Ministerio de Instrucción Pública y Previsión So-cial, 1965.2 v. . La primera edición de esta obra se hizo por la Imprenta de la Caridad en 1841. Es el primer tratado de historia sobre el Uruguay. PUBLICACIONES PERIÓDICAS Revista del Archivo General Administrativo. Montevideo, 1885. Para este trabajo es útil el volumen primero. Casi todos los autores posteriores a la publicación de este tomo han recurrido a él. Contiene comunicaciones, documentos portugueses y españoles, padrones y actas de Cabildo. Revista Historica de la Universidad (hoy revista histórica) Montevideo, 1907. Deben consultarse los tomos siguientes: 1,2,3,5,6,7,9, 10, 11 y 12. - Vida Moderna. Montevideo. Tomo 8 (1902), p. 71 artículo «La fundación de Montevideo». DOCUMENTOS IMPRESCINDIBLES Archivo General de Indias de Sevilla: Audiencia de Charcas, legajo 181, antigua nomenclatura: 75-6-40. Minutas de despachos 1723- 1726. Idem, idem, legajo 218, antes: 76- l -35. (Cartas y expedientes de los gobernadores de Montevideo y Santa Cruz de la Sierra 1702-1759). © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 SECCIÓN BIBLIOGRAFÍA CATALOGACIÓN DE LIBROS SOBRE HISTORIA DE MONTEVIDEO EN SU ÉPOCA COLONIAL, ACOMPAÑADA DE DATOS BIBLIOGRÁFICOS, COMENTARIOS y ANOTACIONES, CON TRANSCRIPCIÓN DE PÁRRAFOS DE INTERÉS PARA EL PRESENTE ESTUDIO (Contiene semblanza de autores) ABELLA TRIAS, Julio C. Arquitecto uruguayo nacido en Montevideo en el año 1909. Ocupó durante años un cargo en la Dirección General de Arquitectura del Ministerio de Obras públicas y bajo su dirección se construyeron escuelas, hospitales, etc. Fue presidente de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay en 1938; Consejero de la Facultad de Arquitectura en 1943 y 1953. Profesor en la cátedra de Construcción. Presidente de la primera Asamblea de Profesionales Universitarios. Participó en concursos de arquitectura obteniendo diversos premios. Integró la Comisión del Plan Regulador de la ciudad de Montevideo. Escribió en forma continuada durante varios años en los diarios «La Mañana» y «Acción», sobre temas de la ciudad. MONTEVIDEO, LA CIUDAD EN QUE VIVIMOS Este libró, dedicado especificamente a tratar sobre los problemas edilicios y urbanísticos que afectan a la ciudad de Montevideo, presenta un amplísimo panorama de tópicos atentos a la misma. Habla © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 908 Luis Alberto Musso Ambrosi del país y la ciudad; de los planes de la ciudad (problemas de habitación, parques y paseos, etc.); la evolución de los servicios públicos, etc. con un último capítulo titulado «Montevideo en el tiempo». Es precisamente de esta división (Cuarta parte) en la cual hallamos datos de interés histórico. Item «Epoca prefundacional»: «En 1713 por la paz de Utrech, se devolvió la Colonia del Sacramento a Portugal y España inquieta, dispuso el 13 de noviembre de 1717, la fundación de Maldonado y Montevideo. Zabala ordenó se comenzaran los estudios para la implantación de la ciudad y en 1719 el ingeniero Domingo Petrarca, levantó un magnífico plano topográfico de la bahía, en el que muestra el Cerro y los ríos que desembocaban en la mencionada bahía. Sin embargo Zabala encontró grandes dificultades para poblar la zona, por lo salvaje del medio con los indios permanentemente hostiles, y por la falta de familias que quisieran trasladarse desde Buenos Aires. Al finalizar el año 1721, una circunstancia fortuita hizo resurgir la necesidad de la fundación, ya que desalojadas varias familias de las estancias cercanas a la Colonia del Sacramento, se pensó en ubicar- _. las en una nueva población. El Ayuntamiento de Buenos Aires, el 30 de julio de 1722 por primera vez estampó el nombre de Montevideo como el designado para servir de asiento a la ciudad futura. La realización del proyecto fue aplazada y los portugueses al mando de Freitas de Fonseca tomaron posesión de Montevideo». Item: «La época fundacional»: «... Montevideo fue al nacer, un núcleo planificado, trazado de acuerdo a las normas de la colonia y a su carácter de ciudad fortaleza. El 14 de febrero de 1724, el ingeniero Domingo Petrarca, delineó la construcción de un reducto con diez cañones del calibre 12 y 24 y el Fuerte de San José, al extremo oeste de la «punta», hacia el norte de la calle Sarandí, cuyas obras se comenzaron el 22 de abril, con la llegada de un millar de indios tapes misioneros que era la mano de obra utilizada...» Termina este item expresando: «Para evitar que los portugueses se hicieran dueños de la Banda Oriental, fortificar Maldonado y Montevideo y obtener el ganado que se necesitaba en Buenos Aires, el Rey resolvió en 1725 enviar una expedición al mando de Francisco de Alzaibar, con 200 hombres de caballería y disponiendo se trajeran 50 familias, 25 de Galicia y las otras de las islas Canarias». Continúa luego narrando «El acto de la fundación de la ciudad y recuerda que «llegaba a Montevideo el 19 de noviembre de 1726, el navío «Nuestra Señora de la Encina», armado de veinticuatro caño- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografía y bibliografía sobre los canarios... 909 nes al mando del capitán Bernardo de (sic) Zamorate, cO'nduciendo 20 familias de Tenerife (Canarias), en total 96 personas, que sumadas a las seis familias procedentes de Buenos Aires, 34 personas, determinaron el núcleo primario de pobladores, con un total de 130 habitantes». Pasa el autor rápidamente sobre «El reparto de solares» y se extiende en «La jurisdicción de la nueva ciudad». Al hablar de «El primer plan urbanístico de la ciudad», dice: «El mismo día 12 de marzo se fijó el Ejido de la ciudad, destinándose una zona para «dehesas» y «propios». La zona de «Dehesas» y «Propios » estaba definida dentro de una línea que iba de mar a mar, pasando por las inmediaciones del buceo, hasta Montevideo Chiquito (Cerrito de la Victoria) y el arroyo Miguelete, hasta su desembocadura en la bahía. Efectuada la distribución de solares y chacras, Millán distribuyó las estancias, en total veintidós fracciones de tres mil varas de frente y una legua y media de fondo. Veinte estaban sobre el arroyo Pando y dos situadas sobre el Carrasco...» «El 9 de abril de 1729, llegó a Montevideo la segunda expedición de Francisco de Alzáibar, formada por tres navíos, el San Francisco, con 70 cañones, el San Bruno con 50 cañones y el San Martín con 30 cañones. Estos barcos trajeron 30 familias canarias (250 personas) y 100 soldados de guarnición. Se completó así el núcleo previsto por el monarca,. para la fundación de Montevideo, 50 familias». «La guerra Minuana». En 1730 diezmados ya los charrúas, la tribu minuana declaró la guerra a la ciudad, obteniéndose una paz después de 18 meses de lucha. La paz en realidad no se hizo nunca. Las escenas de nuestros campos eran las mismas de una película de cowboys, con sus indios asaltando las carretas, quemando los ranchos y nuestros colonizadores también escribieron una epopeya, para dominar la campaña. En febrero de 1751 la situación se hizo tan grave, que hubo de organizarse una expedición al mando de Gorriti, y las hostilidades cesaron sólo cuando los indios fueron lamentablemente borrados del mapa del Uruguay, sin poder impedir que su rebeldía entrara profundamente en la formación del hombre oriental». «El 31 de mayo de 1730 el Cabildo dio el primer nombre a las calles de la ciudad... En 1732, en el Colla, Francisco de Medina y Juan de la Piedra y en Montevideo los hermanos Perafán de la Rivera, fueron los iniciadores de la salazón de carnes. Fruto de estos esfuerzos fueron el primer cargamento de charque y tasajo realizado en . 1785 para Cuba...» © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 910 Luis Alberto Musso Ambrosi «En 1738 Francisco de Alzáibar, que consideraba a Montevideo como el fruto de su esfuerzo; por la ayuda de su flota, de su crédito y de su lucha, se trasladó a España y el Cabildo no encontró mejor embajador que el poderoso vizcaíno al que confió la misión de obtener un gobernador para Montevideo y conseguir autorización para comerciar con puertos extranjeros». «En esa época la población estaba dividida en tres grupos, los indios condenados al exterminio, el criollo, hijo de españoles nacido en América considerado como un ser inferior y peligroso al que se le daban los peores trabajos y el español, de España, para el que eran todos los honores y prerrogativas...» «Características y tipos de las primeras edificaciones de la ciudad »: «Del análisis somero que hemos hecho del acervo arquitectónico, surge que la historia de la arquitectura en el país está limitada al siglo XVIII, ya que la tardía fundación de Montevideo en 1726, y el lento desarrollo de la población hizo que la arquitectura adoptara las nuevas directrices de la reacción neoclásica. El país no conoció los ejemplos barrocos o churrigerescos de las otras capitales del virreynato de Buenos Aires, Córdoba, o las Misiones Jesuíticas y menos aun, de los períodos de los primeros años de la colonización de los virreynatos de México y Perú, con sus platerescos y herrerianos »... «Montevideo conoció, al surgir a la vida, el estilo neoclásico de la Academia de San Fernando, de lo cual es buen ejemplo nuestro Cabildo, inspirado en la vieja aduana de Madrid...» «El Fuerte de Gobierno y la propia Ciudadela, denuncian el estilo de la época. La habitación privada fue muy modesta en la ciudad, frente a las grandes arquitecturas residenciales de América. Es que esta ciudad era una ciudad pobre y sus modestos cabildantes, no tenían ni siquiera sala para sentarse. Las primeras casas al fundarse la ciudad eran toldos, no muy distintos a los de los indígenas. Sólo había cuatro casas de material que pertenecían a cuatro de los primeros pobladores, la de Pedro Gronardo, después destinada al primer Cabildo, tenía paredes de adobe crudo y estaba cubierta con cueros; la de José Burgues, fue la primera casa de muros de piedra de la ciudad, asentados con barro y cubierta de tejas, verdadero lujo para la época. Caillos construyó una casita de adobes y techo de paja y «Pistolete» una casa de piedra sentada en barro y techo de teja. En 1727 un viajero que visitó la ciudad, decía que sólo habían dos casas de material y cuarenta de cuero, a pesar de que las familias que las habitaban eran canarias. Se oía misa en un galpón de madera cubier- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografía y bibliografía sobre los canarios... 911 to con cueros. Indignado Zabala, en una visita que realiza en 1729, de que la ciudad fundada en 1726, fuera sólo una «toldería» de salvajes, dispuso que los pobladores en un plazo de 15 días, comenzaran la edificación de sus casas en los solares distribuídos. La ciudad así se transformó en un grupo de cien ranchos, por lo que el Cabildo tenía singular orgullo. Después, lentamente la ciudad fue evolucionando en los elementos que formaban la vivienda». «Las primeras casas de la ciudad no debían ser muy diferentes a las mencionadas y en los típicos solares montevideanos de 50x50 varas o de 50xlOO varas, se levantaban dos o tres ranchos, de muro de adobe o de piedra levantados con tierra, con techo de cuero, paja o tejas. Uno de los ranchos dividido en dos piezas y a veces en tres, se destinaba a la vivienda, otro serviría de cocina y el otro de depósito y caballeriza. Los viajeros de aquellas épocas cuentan que no habían puertas ni ventanas y que unos simples cueros defendían a los habitantes de nuestro «suave» pampero». «Allá por 1755 se estableció una calera en la estancia de «Nuestra Señora de los Desamparados» en Paso de Pache, sobre el Santa Lucía, con cuya cal se comenzaron a levantar las obras en Montevideo. Las otras dos caleras, también de los jesuítas, en 1740 la «Calera de Camacho» entre Nueva Palmira y Carmelo, y la calera de la estancia de las Vacas, destinaban la cal producida para Buenos Aires. Una de las primeras casas fue la del doctor Francisco LIambí, de 1755, demolida hace tiempo»... «Los primeros caminos de la ciudad»: «En el plano del ingeniero Domingo Petrarca del año 1730, según lo establece el arquitecto Pérez Montero en su libro «La calle del 18 de JuliQ), por primera vez se fijan los caminos de la ciudad, que serían en el futuro sus más conocidas vías. El principal de ellos, el «Camino Real para el Pueblo », salía desde un punto formado actualmente por las esquinas de las calles Ciudadela y Plaza Independencia, siguiendo aproximadamente la dirección de la actual calle Colonia, bifurcándose a la altura de la calle Andes...» «El camino para Maldonado tomaba la dirección de la avenida 18 de Julio en un punto entre las calles Yaguarón y Ejido, siguiendo la línea de la avenida, trayecto que se mantuvo cien años después...» «La ciudad fue, lentamente, construyendo sus edificios y sus defensas. En 1724 los jesuítas construyeron una capillita en la esquina de Piedras y Zabala, que el Cabildo destinara en 1730, para «Iglesia Interina» mientras se construía la vieja Matriz». © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 912 . Luis Alberto Musso Ambrosi «En 1730 el Cabildo se instaló en la casa del capitán Pedro Gronardo. La primera nomenclatura de las calles de 1730, cita apenas siete de ellas de oeste a este y siete de norte a sur, como ya hemos establecido. En ese mismo año se comenzó a construir la primera iglesia Matriz. Al hacer el trazado de los solares D. Pedro Millán, en 1726 estableció que las calles tendrían un ancho de 12 varas y cien varas la cuadra y no ciento cuarenta, como en Buenos Aires. Este primer despiezo de la ciudad con manzanas tan pequeñas redujo los solares en forma que debía conspirar contra el parcelamiento de la ciudad.. ,» FICHA BIBLIOGRÁFICA: ABELLA TRIAS, Julio C. Montevideo, la ciudad en que vivimos. Su desarrollo, su evolución y sus planes. Montevideo/Editorial Alfa1l960. 334 p. * * * ACEVEDO, Eduardo. Jurisconsulto e historiador nacido en Buenos Aires, el 29 de enero de 1857, siendo sus padres el ilustre codificador doctor Eduardo Acevedo y doña Joaquina Vázquez. Se graduó de doctor en derecho y jurisprudencia en 1881, a los 23 años. Ha sido Rector de la Universidad, en el período 1904 -1906; Ministro de Industrias, durante los años 1911 y 1912; Director del Banco de la República de 1914 a 1924; Director General de Enseñanza Primaria y Normal desde 1925 a 1929; Catedrático de Economía Política y Finanzas en la Facultad de Derecho; Presidente del Consejo Directivo de la Facultad de Agronomía; Presidente. de la Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland desde 1931 a 1933. Actuó en la prensa metropolitana como redactor en jefe de «La Razón» (1888); igual cargo en «El Siglo» (1889 - 1902); idem en «El Tiempo» (1907 -1908). Entre sus muchas obras publicadas figuran las siguientes: «Economía política y finanza» (1903); «Notas y apuntes. Contribución al estudio de la historia económica y financiera de la República» (1903); «Informe sobre la enseñanza secundaria en 1904, 1905 Y 1906»; «Artigas, jefe de los orientales y protector de los pueblos libres » (1909); «Manual de historia uruguaya» (1916) en 8 volúmenes; «Proyecto de ley de minería» (1916) «Ideas de actualidad» (1917), etc. En 1933 en una edición popular se reeditaron las obras: «José © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografia y bibliografia sobre los canarios... 913 Artigas, jefe de los orientales (1 vol.) y «Anales históricos del Uruguay » en 6 vols. Ambos trabajos fueron publicados también en la revista titulada «Anales de la Universidad», de Montevideo. El doctor Eduardo Acevedo fue Miembro de Número del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay y presidió la directiva del Ateneo de Montevideo. Falleció en Montevideo, en el año 1948. ANALES HISTÓRICOS DEL URUGUAY De esta obra, v. 1, p. 16, transcribimos: «Fundación de Montevideo. Asegurado el dominio de la Colonia por la diplomacia, trataron los portugueses de ensanchar el radio sometido a su influencia. A fines de 1723, arribó a Montevideo una flota al mando de Freitas Fonseca, compuesta de cuatro buques y de trescientos hombres de desembarco. Los invasores bajaron a tierra; construyeron un parapeto que se hizo pedazos por efecto de la salva real de 1.0 de enero de 1724; y se hubieran adueñado del puerto, en la misma forma que el de la Colonia, sin la oportuna intervención del gobernador de Buenos Aires. Zabala se puso en marcha al frente de un ejército que debió parecer incontrarrestable, como que ante su simple llegada resolvieron los portugueses abandonar el reducto que habían construido. Con el propósito de evitar análogas agresiones, Zabala dio principio de ejecución en el acto a un vasto plan de fortificaciones, trazado por el ingeniero don Domingo Petrarca, y se preocupó de allegar pobladores a esa zona desierta. La Corte de España, que había indicado varias veces la necesidad de fundar la ciudad de Montevideo, prometió el envío de cincuenta familias de Galicia y de las islas Canarias, y ratificó un programa de Zabala para estimular a otras tantas familias de Buenos Aires, a cruzar el río, con el halago de las siguientes concesiones: declaración de hijodalgos y de noble linaje a favor de los pobladores y descendientes legítimos; pagos de gastos de viaje; reparto de solares, chacras y estancias; regalo de doscientas vacas y de cien ovejas a cada poblador; ayuda de brazos y de materiales para la edificación de viviendas; distribución de semillas; reparto gratis, durante un año, de carne, yerba y tabaco. Fueron muy pocas las familias de Buenos Aires y de España que respondieron a estos estímulos. Pero con ellas quedó formado el nú- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 914 Luis Alberto Musso Ambrosi deo de la ciudad en 1726. Sólo tres años después, Zabala levantó el acta oficial de fundación de su gobierno civil y administrativo. El primer Cabildo que entró a actuar el 1.° de enero de 1730, estaba compuesto por los sigientes vecinos: José Vera Perdomo, José Fernández Medina, Cristóbal Cayetano de Herrera, Juan Canejo Soto, procedenies todos ellos de las islas Canarias; y Bernardo Gaytán, José González de Melo, Jorge Burgues y Juan Antonio Artigas, procedentes de Buenos Aires. Tal es el orígen de la ciudad de Montevideo: una reacción contra la invasión portuguesa. Y vale la pena destacar que entre los fundadores figura el abuelo del jefe de los orientales, a título de contingente argentino. También había hecho reiteradas indicaciones la Corte de España, a favor de una ciudad en Maldonado. Pero Zabala, después de estudiar personalmente aquellas costas, acompañado del ingeniero Petrarca, produjo un informe negativo, invocando las dificultades opuestas por los arenales y la falta de un puerto amplio y abrigado». FICHA BIBLIOGRÁFICA: ACEVEDO, Eduardo. Obras históricas. Anales históricos del Uruguay. Montevideo, Barreiro y Ramos, 1933-1936.6 vols. . ~-*-. * * ACOSTA Y LARA, Eduardo F. El autor ha publicado numerosos trabajos en diversas materias tales historia natural, comunicaciones zoológicas, etnología e historia. LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS EN LA BANDA ORIE"NTAL Este libro obtuvo el primer premio en el Concurso Municipal de Literatura (Categoría historia) correspondiente al año 1962. Es de interés para nosotros el capítulo III, «El levantamiento minuáno de 1730». Leemos: «... Son los minuanes los que realmente hostigarán la penetración española en la Banda Oriental, acosando y manteniendo en perpetuo jaque la cabeza de puente esablecida por Zavala en la península de Montevideo. Echadas las bases de nuestra futura capital en enero de 1724, en setiembre de 1730 se sublevaron aquellos indígenas, como lo narra Funes: «En número de trescientos © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografía y bibliografía sobre los canarios... 915 se derramaron por los campos en que también trabajaban los vecinos de Buenos Aires. Mataron veinte personas, quemaron, destruyeron ysaquearon cuanto les vino a las manos hasta hartarse de despojos»... Y como ejemplo de estas hostilidades, vemos que el procurador general José González de Mela comunica al Cabildo de la ciudad, con fecha 4 de noviembre del mismo año, 1730, que el día 2: «an iinbadido los índios mínuanes las estancias que son; la del alcalde provincial; la del alférez Joseph de Metrio, y la del alcalde de la Santa Hermandad, Cap. n. Ju. Antonio Artigas de las quales estancias se llevaron dhos indios todas las caualladas y ganados vacuno y auiendose mandado saliese prontamente la vecindad al amparo de dhas estancias, por vando que se publicó...» «El levantamiento había sido provocado por un portugués vecino de Montevideo, Domingo Martínez, el cual, Juego de reñir con tres minuanes y dar muerte a uno de ellos se refugió en la Colonia, buscando asilo entre sus connacionales...» Del capítulo IV, «Campaña del teniente Dn. Francisco Bruno de Zavala»: «De cuantos gobiernos presidieron los destinos españoles en el Río de la Plata, posiblemente ninguno tuvo tanto que lidiar contra los indios como el de José de Andonaegui. Desde el Chaco, desde la Pampa, desde los esteros correntinos y las cerrilladas orientales, de todos los ámbitos del desierto avanzaba el fragor tremento de los malones, aplastando la resistencia de los fortines y llevando las ciudades a los más estrechos reductos de la desesperación...» ... «Relación de lo acaecido en la corrida que se hizo contra los indios charrúas, comandando el theniente de dragones Dn. Francisco Bruno de Zavala ... la noche del día 29 de abril de este presente año de 1749, tube carta del correxidor del pueblo Redución de santo Domingo Soriano, en que me avisaba havian hurtado de las estancias de su pueblo las cavalladas, y que la tarde de la misma noche en que havian hecho este hurto havia faltado Miguel Garay de nación vizcaíno, que asistía en la estancia del difunto Pedro de Cordova, y al cabo de tres días se había hallado muerto traspasado de flechas, las que havian dicho eran de charruas, y que asi mismo decían que estos indios avian muerto a unos que venían con una tropa de mulas..» FICHA BIBLIOGRÁFICA ACOSTA y LARA, Eduardo F. La guerra de los charrúas en la Banda Oriental (período hispánico)... Montevideo, Monteverde, 1961. 251 p. * * * © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 916 Luis Alberto Musso Ambrosi ApOLANT, Juan Alejandro nació el 25 de mayo de 1903 en Alemania, en la ciudad prusiana de Belgard. Realizó estudios primarios y 1iceales en Berlín. Cumplió los de carácter superior, entre 1921 y. 1926 en las universidades de Munich, Berlín y Leipzig. Se graduó de doctor en Filosofia en Leipzig, con una tesis sobre los sindicatos obreros llamados «pacíficos» o «amarillos». Desde los días de estudiante gustó de los temas históricos y genealógicos, los cuales debió relegar por el cumplimiento de otros cometidos. Fue agregado científico de la «Cámara de Industria y Comercio » de Berlín en el período anterior a Hitler. Se inició literariamente como redactor del desaparecido «Vossische Zeitung», decano del periodismo' berlinés. Sus artículos alcanzaron las revistas científicas especializadas. El advenimiento del régimen nazista produjo un cambio radical en su vida. Asi fue que se resolvió a vivir en Uruguay, donde en 1936 estableció su hogar. Su figura se hizo familiar en los repositorios del Río de la Plata. Su eficaz tarea lo convirtió en hombre de consulta para los asuntos genealógicos. Publicó importantes libros, entre los cuales se destaca la «Génesis de la familia uruguaya», cuya primera edición salió de prensas en el año 1966 auspiciada por el Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay del cual era miembro de número. Esta obra, primitivamente en un volumen, pasó, en la segunda edición a tal extensión que debió reimprimirse mucho más copiosa, en cuatro, en el año 1976. El doctor Apolant falleció en la ciudad de Montevideo, el 26 de diciembre del año 1975. GÉNESIS DE LA FAMILIA URUGUAYA La obra «Génesis de la familia urugmiya», posee mucha documentación referida a «Canarias», pues se refiere esencialmente a los habitantes de Montevideo en sus primeros 40 años, con filiaciones -ascendencias, entronques, descendencias. El trabajo fue concebido como compendio, como obra de consulta para el historiador con la idea de suplir la ausencia prácticamente completa de detalles de los libros parroquiales de Montevideo, correspondientes al primer medio siglo de su existencia. Es hasta hoy único en su género. Incluye toda clase de personas, sin distinciones © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografla y bibliografla sobre los canarios... 917 jerárquicas e incluye pardos, mulatos, indios y negros, todos aquellos que formaron núcleos familiares en los primeros 40 años de la vida de Montevideo. La limitación del trabajo en el tiempo fue dada por los libros parroquiales de Montevideo, es decir, los primeros libros de casamientos, de bautismos, de defunciones, que empiezan más o menos con la fundación de la ciudad o poco después y terminan alrededor de la mitad del siglo XVIII. La obra transcribe el denominado «Padrón Millán», que ya fue publicado anteriormente, aunque esta vez se hace en forma condensada y con riotas y aclaraciones. Expone el autor su teoría sobre la llegada de la segunda colonización CANARIA, en dos tandas distintas. Es importante el estudio y crítica de los distintos padrones que manejó el autor, tales: el citado PADRÓN MILLÁN, la Nómina de Gorriti, los detalles de los primeros solares repartidos en Montevideo, el primer reparto de chacras, el segundo idem, el primer reparto de estancias; la NÓMINA DE CASABUENA, el PADRÓN AYALA yel «PADRÓN ALDECOA», etc. Las relaciones de vecinos de 1716 (Del Archivo General de la Nación de Bs. Aires), etc. Los núcleos familiares se presentan en asientos numerados con todos los detalles, a estos registros se accede mediante índices patronímicos. FICHA BIBLIOGRÁFICA: ApOLANT, Juan Alejandro. * Génesis de la familia uruguaya. Los habitantes de Montevideo en sus primeros 40 años. Filiaciones, ascendencias, entronques, descendencias. Montevideo, Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay 1966, XV, 972 p. * * * * FICHA BIBLIOGRÁFICA (SEGUNDA EDICIÓN): ArOLANT, Juan Alejandro. Génesis de la familia uruguaya; los habitantes de Montevideo en sus primeros 40 años: filiaciones, ascendencias, entronques, descendencias... 2 a. edición ampliada. Montevideo, Vinaak, 1975-1976.4 v. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 918 Luis Albertó Musso Ambrosi PADRONES OLVIDADOS DE MONTEVIDEO DEL SIGLO XVIII Los padrones son siempre importantes fuentes históricaner diversas conclusiones. Hasta la fecha de la impresión de esa obra del Dr. Apolant se habían publicado cinco documentos de ese tipo correspondientes a los primeros cincuenta años de Montevideo, son éstos: EL PADRÓN MILLÁN, 1726 Yagregados posteriores; La lista de la COMPAÑÍA DE CABALLOS CORAZAS, de 1730; Una LISTA DE VECINOS, incompleta a la que se atribuyó la fecha de 1761, pero según Apolant corresponde a fines de 1747; EL PADRÓN DE 1769, incompleto y con muchos errores; La primera parte de la RELACIÓN DE VECINOS de 1761. Para preparar la obra titulada «Génesis de la Familia Uru~ guaya» el autor compulsó otras nóminas de importancia, al parecer desconocidas por anteiores investigadores. En ese caso, señala Apolant, se encuentra el que denominamos PADRÓN 1751 y otro que fue levantado durante los años 1772 -1773 por el teniente Antonio de Aldecoa. La obra «Padrones Olvidados», presenta entonces los siguientes: 1. PADRÓN 1751 2. PADRÓN ALDECOA 1772-1773 3. LISTA DE VECINOS DE FINES DE 1743 4. LISTA DE VECINOS DE LA SEGUNDA MITAD DE 1747 5. LISTA DE VECINOS DE SETIEMBRE DE 1757 6. RELACIÓN DE VECINOS DE MEDIADOS DE 1761 7. CENSO DE 1769 8. ESTANCIAS Y CHACRAS EN 1757 9. EL SUPUESTO CRECIMIENTO DE MONTEVIDEO ENTRE 1751-1760 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Hisloriograjla y bibliograjla sobre los canarios... 919 10. LOS POBLADORES DE LA COSTA PATAGÓNICA (Véase la obra del autor titulada: «OPERATIVO PATAGONIA» (Dice Apolant: «Aunque las listas que se dan a conocer a continuación no forman en realidad un «Padrón de Montevideo y su jurisdicción» como las publicaciones anteriormente, creemos que la inmensa importancia demográfica de esta inmigración justificará plenamente su inclusión en la serie») FICHA BIBLIOGRÁFICA: ApOLANT, Juan Alejandro. Padrones olvidados de Montevideo del siglo XVIII... Montevideo, Imprenta Letras, 1966 -1968. 3 v. (Separatas del «Boletín Histórico del Estado Mayor General del Ejército», Nros.: 104 -119) * * * ARAUJO, Orestes. Natural de Mahón, capital de la isla Menorca; nació en el año 1850. Siendo muy joven comenzó a viajar, cerca de 1870 se radicó en Montevideo. Colaboró en la redacción de diarios y periódicos, tales «La Paz», fundado por José Pedro Varela (El reformador de la enseñanza), entre 1870 y 1872; luego continuó su labor periodística en Buenos Aires. En 1875 de vuelta en Montevideo escribió en «El Correo de España», de efímera vida; luego editó «El Indicador Oriental», su primer libro de secuencia periodística. En 1876 José Pedro Varela lo designó como Secretario de Instrucción Pública, pero tres años después regresó a Europa. En 1879 se desempeñó como traductor en Río de Janeiro, de donde Jacobo Varela lo hizo retornar para ocuparlo de Inspector Departamental de Enseñanza. Fundó en San José la Liga Patriótica de Enseñanza. En 1891 actuó de catedrático de Historia y Geografía en el Internato Nacional de Varones. En 1892 asumió de Inspector Técnico de Instrucción Primaria. En 1893 tuvo funciones en la cátedra de Historia y geografía en el Internato de Señoritas. Siguió su carrera siendo entre 1896 -1897 Director Honorario del Colegio Nacional de la Liga Patriótica de Enseñanza y profesor © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 920 Luis Alberto Musso Ambrosi en el liceo de Jaime Ferrer; catedrático de historia y geografía en la Universidad, Secretario del Censo, etc. Araújo se propuso y logró dotar a los investigadores de materiales de condulta, en un amplio plan que tomó las distintas ramas de la historia. Publicó muchísimos libros de sumo interés: «Perfiles biográficos » (8 ediciones); «Nuestro país», «Historia de -los charrúas»; «Historia de la escuela uruguaya» (2 ediciones); «Historia compendiada de la civilización uruguaya» en dos tomos; «Efemérides uruguayas »; «Prelegómenos de la legislación escolar vigente...»; «Diccionario popular de historia de la República Oriental del Uruguay», 3 tomos; «Diccionario Geográfico del Uruguay» (2 ediciones); etc. DICCIONARIO POPULAR DE HISTORIA . Del «Diccionario Popular de Historia de la República Oriental del Uruguay», tomo 1, anotamos: Artículo: ALZA YBAR, Francisco de. «Don Francisco de Alzaybar, Padura y Arteta era natural de Vizcaya, habiendo fallecido en la ciudad de Montevideo en el año 1775 y sus restos mortales sepultados en el convento de San Francisco. La ciudad de Montevideo debió ser poblada con cincuenta familias de gallegos y canarios que Alzáybar enviaría desde España, como asi lo manifestaba en una comunicación el Rey don Felipe V a don Bruno Mauricio de zabala; pero como tardasen en venir, este funcionario resolvió fundarla con varias personas que residían en Buenos Aires y algunas otras más destinadas a colonizar la Patagonia. El contrato celebrado con Alzaybar (julio 3 1725) se principió a cumplir el 19 de noviembre 1826, en cuya fecha llegaron a Montevideo, a cuenta de mayor cantidad, doce familias enviadas por el citado contratista en el Navío Nuestra Señora de La Encina, convoyado por otro navío llamado Nuestra Señora de la Guarda, de 24 cañones, construido por cuenta de Alzáybar. El año de 1728 llegaron en los navíos San Martín, San Ignacio, San Bruno y San Francisco 400 hombres de tropas regulares y treinta familias más. En recompensa se le acordó el título de capitán de mar, y patente para ejercer el corso; a su fallecimiento, en virtud de los servicios prestados a la fundación de esta ciudad, era capitán de navío de la Real Armada, caballero de la Orden de San- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografia y bibliografia sobre los canarios... 921 tiago, marqués de San Felipe y Santiago de Montevideo y Alguacil Mayor de S. M., todo por nombramiento del Rey». Del tomo 2, artículo: INMIGRACIÓN Y COLONIZACIÓN «Alarmada la corte por la escasa población del Uruguay, Valdez y del Pino se dieron a fundar poblaciones con familias canarias, gallegas y asturianas. Todas eran laboriosas y honradas, pues a América no podían venir sino hombres buenos y de conducta intachable: tales fueron los elementos traídos para nuestros campos, con notable beneficio de la futura nacionalidad». «La colonización del Río de la Plata fue la única que no obedeció a la explotación de los metales preciosos... Su capital se componía de llanuras cubiertas de malezas, donde únicamente el salvaje podía existir; montañas estériles que las limitaban en los confines; bosques vírgenes poblados de animales feroces; tierras caóticas o pantanosas que matizaban la vasta extensión del territorio y, por todo recurso, los productos silvestres que apenas alzanzaban a satisfacer las primeras necesidades de los indígenas... La repartición de la tierra no ofrecía ese carácter de feudalidad que tenía en otras partes de América...» «El sistema colonial español satisfizo las necesidades de una parte de sus posesiones, proveyéndolas de algo de lo que necesitaban; hacía posible el intercambio, etc. etc... Los que de estos hechos han sacado argumentos para recriminar a España atribuyéndole entrañas de madre despiadada para sus colonias, no han sido equitativos. A un absurdo sistemático que refluía principalmente en daño propio, no puede negarse la inconsciente buena fe». «En cuanto a las colonias pastoriles, ellas concluyeron con el indígena y el desierto, y hoy se divisan de cuchilla a cuchilla, de una extremidad a otra de la República, los núcleos de población criolla surgida de la colonización pastorial y de la colonización agraria bajo el régimen español». Del tomo 2, artículo: «GRONARDO, PEDRO». «Don Manuel Freitas de Ponseca, Jefe de la usurpadora expedición, fue reprochado por Zabala, a lo cual contestó el primero que su amo le había mandado establecerse en estas tierras, sin disputa pertenecientes a la corona de Portugal, las cuales no abandonaría sin orden expresa de su rey; pero el 19 de enero de 1724 le escribió el gobernador manifestándole que en vista de los aparatos con que intentaba atacarle se re- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 922 Luis Alberto Musso Ambrosi tiraba, aunque no sin protesta, sin darle tiempo a Zabala a que le contestara, pues el mismo día en que tal carta escribiera, puso en práctica su proyecto, abandonando estas regiones.» «Don Bruno continuó su marcha hacia Montevideo, donde desembarcó con su gente, hallando semi concluído 'un reducto que los portugueses habían construído, bastante capaz, con diez explanadas en que tenían la artillería que retiraron con precipitación, dejando alguna tablazón y otros materiales que fueron aprovechados por los españoles, quienes inmediatamente continuaron las fortificaciones comenzadas por los portugueses»... «Pedro Gronardo, el oscuro práctico del Río de la Plata, que se ganaba humildemente su sustento piloteando embarcaciones por las a menudo turbulentas aguas del amplio estuario, fue, pues, el que con veracidad y prontitud enteró a Zabala de lo que sucedía en la rada de Montevideo, impidiendo con sus importantes noticias, que los portugueses se posesionaran de estos territorios...» «Fundada el 20 de enero de 1726 la ciudad de Montevideo conlas 36 primeras personas cuyo. nombre registra la historia, el práctico del Río de la Plata Pedro Gronardo figura entre ellas, lo que quiere decir que para el ejercicio de su penosa profesión creyó más conveniente instalarse en la ciudad de San Felipe y Santiago, que continuar residiendo en la de la Santísima Trinidad». «No disfrutó, sin embargo, mucho tiempo de los beneficios con que Zabala colmara a los habitantes de Montevideo, porque la cuadra del terreno Nro. 5 que poseía Gronardo tocó en lotes a otras personas al verificarse, con fecha 24 de diciembre de 1726, el correspondiente reparto de cuadras y solares, como se desprende del siguiente asiento que literalmente copiamos del Libro de padrones en que se contiene el término y jurisdicción que se señala a esta nueva población población y ciudad de San Felipe de Montevideo, y repartimiento de cuadras y solares. Dice así: Cuadra número 5. Y luego a su linde, calle Real en medio, se sigue la cuadra del número cinco, siguiendo siempre la ribera del puerto, y en ella hallé una casa de adobe que fue de Pedro Gronardo, difunto, por cuya muerte se compró lo edificado por cuenta de Su Majestad, y se aplicó para la habilitación del ciruj~no en un solar de cincuenta varas en cuadro, y el otro solar de su linde lo repartía a José Demetrio, quien casó con una de las mujeres que vinieron de Canarias, hija de Juan Martín y la otra media cuadra la repartí al mismo Juan Martín, suegro de José Demetrio»... © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Hisloriografia y bib/iografia sobre los canarios... 923 Del tomo 2, artículo: MILLAN, Pedro. «Capitán de corazas españolas que fue comisionado por don Bruno Mauricio de Zabala para delinear la ciudad de Montevideo, como lo hizo a principios de 1726, planteando la nueva población el 20 de enero de dicho año. El 24 de diciembre del mismo, cumpliendo Millán con las órdenes recibidas, procedió a señalar el término y jurisdicción de Montevideo, a la delineación de tierras para dehesas, y se ordenaron las corrientes de las aguas desde la plaza mayor, situada en lo más alto y llano del terreno, en dirección a los dos mares, que debían de correr las calles NE y SE ...posteriormente Millán delineó las suertes de tierra de labranza que se distribuyeron en 1727, dictando por cuerda separada una serie de providencias sencillas, claras y terminantes que no daban lugar a dudas de ninguna especie respecto de la propiedad de los terrenos repartidos». «Eri seguida deslindó Millán el ejido de Montevideo, ayudándolo en este trabajo el piloto de la lancha del Rey don Manuel Blanco... » «Cuando en 1729 dispuso Zabala un nuevo reparto de tierras, otra vez apeló para efectuarlo a la pericia e inteligencia de Millán. Además éste señaló los lugares más adecuados para los edificios públicos ». «Obsérvese en todas estas donaciones que Millán no se reservó pero si ni una cuarta de terreno, ni una cabeza de ganado, 10 que deja comprender que era persona de suma delicadeza»... Artículo: FUNDACIÓN DE MONTEVIDEO. La autoria de este artículo pertenece al historiador don Héctor Alejandro Miranda y salió publicado por vez primera en la revista titulada «Vida Moderna» de donde 10 tomó el señor Araújo para su diccionario de historia. Es una monografia completa y erudita teniendo en cuenta la época en que fue preparada. Luego de la introducción histórica llega el autor al año 1723 y dice: «En la comunicación dirigida a Zabala por el rey Felipe V, fechada en Aranjuez el 10 de mayo de 1723, se vuelve a ordenar a aquella fortificación de los puertos de Montevideo y Maldonado a la mayor brevedad posible, para impedir que los portugueses ocuparan esos sitios, recomendándole, al mismo tiempo, impidiese el comercio ilícito de los portugueses de la Colonia, y toda usurpación a los dominios de la corona de Castilla.» «El 20 de diciembre de 1723 volvió el rey a España a ordenar al gobernador de Buenos Aires la ocupación y fortificación de Monte- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 924 Luis Alberto Musso Ambrosi video, por cuanto había sabido, por intermedio de su embajador en Lisboa, marqués de Capezelettro, que los portugueses se aprontaban en aquellos momentos para situarse en Montevideo, y trataban de conducir a ese paraje algunas familias de las islas Azores». «Le prevenía al gobernador de Buenos Aires que debía ejecutar sin pérdida de tiempo las reales órdenes, y que en caso de no cumplirlas se le haría gravísimo cargo, advirtiéndole y ordenándole que en caso de hallar en Montevideo fuerzas portuguesas, tratase primero pacíficamente de que se retirasen, y que en caso de no hacer lugar a este pedido, procediese por la fuerza adesalojarlos, «de forma, decía, que experimenten el rigor y queden para en adelante con el escarmiento que merece su arrojo»... «El 20 de junio de 1724 dirigió el rey a Zabala otro despacho, comunicándole que, habiendo sabido por el marqués de Capezelettro que el gobernador de Río de Janeiro había mandado una expedición al mando del capitán Enríquez, con gente y materiales para fortificar a Montevideo, tratándose al mismo tiempo de conducir cuatrocientas familias de las islas Azores, ordenaba al gobernador de Buenos Aires cumpliera inmediatamente las reiteradas órdenes sobre la ocupación de Montevideo, «sin que difiráis, decía, con pretexto alguno, 10 que se os advirtió, en inteligencia de que será muy de mi desagrado}). «Enterado el Rey de España, por su embajador en Lisboa, de la ocupación de Montevideo por los portugueses, mandó un despacho a Zabala, fechado el 20 de julio de 1724, en el que se le reconvenía por no haber impedido a los lusitanos la ocupación de Montevideo fortificándose en ese paraje antes que éstos, a pesar de los despachos reales del la de mayo y el 20 de diciembre de 1723; Yordenándole el cumplimiento preciso y puntual de lo mandado por las referidas comunicaciones, sin que sirviera ningun pretexto para retardar el cumplimiento de las órdenes superiores.}) «El 21 de octubre de 1724 volvió el Rey de España a dirigirse a don Bruno de Zabaka, participándole que había sabido por su embajador en Lisboa la ocupación de Montevideo por los portugueses, así como también su desalojo en vista de la actitud del gobernador de Buenos Aires,- y siendo probable que volviesen los portugueses con igual empeño, debía Zabala fortificar inmediatamente Montevideo y Maldonado; y enterado el rey de que no sólo no había Zabala fortificado los referidos puntos, a pesar de los despachos del 20 de junio y 20 de julio de 1724, sino que también había dado motivo con su de- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografía y bibliografía sobre los canarios... 925 mora a la ocupación por los portugueses del referido paraje de Montevideo, «he tenido a bien advertiros, decía, que me ha causado el mayor reparo que en materia de tanta importancia hayáis dado lugar a la novedad intentada por los portugueses, y ordenaros y mandaros que en caso de no hallarse ya ejecutadas las dos fortificaciones referidas, paséis sin pérdida de tiempo a construirlas, en tal disposición que puedan ser capaces, y con especialidad Montevideo de defender la entrada de los portugueses o de otra nación por el río, y espero de vuestro celo, a mi servicio, pondréis atención en este encargo, en inteligencia de que de diferirlo con cualquier pretexto, será muy de mi desagrado y se os dará grave cargo de residencia teniendo también entendido que de todo lo expresado se participa al virrey del Perú, para que os asista con los medios que hubiere menester y cuide de que precisamente se hagan las referidas fortificaciones, como lo tengo mandado, etc.» «Estas últimas comunicaciones, si bien son posteriores a la ocupación de Montevideo por los españoles, prueban de una manera acabada, -como todos los otros despachos que hemos mencionado-, el grandísimo interés y el singular empeño del rey de España en fortificar y poblar los parajes de Montevideo y Maldonado; cosa que debía ejecutarse al fin cuando los portugueses, más activos que los españoles, precipitaron los acontecimientos, obligando, con su ocupación de Montevideo, a cumplir las repetidas y apremiantes órdenes del rey de España...» «Al leer los documentos en que los reyes de España encargan a Zabala, de una manera especialísima la fortificación y población de Montevideo y Maldonado, y teniendo en cuenta las demoras de éste en dar cumplimiento a las órdenes reales, se nos ocurre preguntar si no serían exageradas por parte de Zabala las dificultades con que decía tropezar, y si no respondería más bien su inacción al deseo de Buenos Aires, de no tener una rival comercial en esta orilla del Plata y de conservar al Uruguay como una gran vaquería, fuente inagotable para el comercio bonaerense...» «Escaso de recursos pecuniarios, Saldanha de Alburquerque tuvo que hacer un empréstito de cuarenta mil cruzados (veinte mil pesos oro) para poder organizar debidamente la expedición. Esta, haciéndose a la vela, llegó con toda felicidad frente a Montevideo el 22 de noviembre de 1723, encontrando en este paraje un lanchón de Buenos Aires que mandaba un práctico del río, el capitán Pedro Gronardo...» © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 926 Luis Alberto Musso Ambrosi Siguen luego las actividades para desalojar a los portugueses, a cargo del gobernador de Buenos Aires y su gente. Finalmente las tropas españolas entraron a Montevideo el 20 de enero de 1724. Se ordenaron la construcción de las baterías; llegaron los mil indios tapes; se retiró Zabala dejando una guarnición de ciento diez hombres. «Enterado el rey de España de todas estas novedades, por notas dirigidas por Zabala a la corte en junio de 1724, contestó el 16 de abril de 1725 aprobando todo lo ejecutado por el gobernador, yanunciándole también haber encargado a don Francisco Alzáibar la conducción a Montevideo de 200 hombres de infantería y otros tantos de caballería, además de 50 familias canarias y gallegas...» «El día 19 de noviembre de 1726 llegaron a la naciente población veinte familias procedentes de las islas Canarias, y compuestas de unas cien personas, en el navío Nuestra Señora de la Encina, al cargo del capitán Zumarategui, encontrando ya algunas familias radicadas en el referido sitio...» «Al terminar el año 1728 había aumentado con más de 50 familias provenientes de Canarias, fuera de las que venían de Santa Fe, Buenos Aires y Paraguay a establecerse en la ciudad de Montevideo... » Es de destacar en este artículo transcripto en parte, que a páginas 104 y siguientes del vol. 3ro. de la obra «Diccionario...»; el autor, señor Héctor A. Miranda, realiza varias consideraciones sobre la fecha que debe ser estimada, como fundacional para Montevideo, llega a la conclusión que la misma es la del 24 de diciembre de 1726, pues ese día se señaló el término y jurisdicción de la ciudad, se repartieron tierras y solares y se establecieron de una manera definitiva los alineamientos de la población. FICHA BIBLIOGRÁFICA: ARAUJO, Orestes. Diccionario popular de historia de la República O. del Uruguay. Desde la época del descubrimiento de su territorio, hasta la de su independencia... Montevideo, Imprenta Artística, de Dornaleche y Reyes, 1901 - 1903. 3 vols. * * * © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografia y bibliografia sobre los canarios... EFEMÉRIDES URUGUAYAS 927 Da noticia breve de fechas importantes, figuran entre otras muchas referidas a los primeros años de Montevideo, la creación del Cabildo, Justicia y Regimiento (20 diciembre 1729 acordada) 1 enero 1730; mensura y reparto de tierras del 18 enero 1730; reparto de solares del 15 de enero de 1727; 3 julio 1725, la Corte Española y don Francisco de Alzaybar celebran un contrato en virtud del cual éste se obliga a poblar Montevideo conduciendo a su costa familias de las islas Canarias; etc. FICHA BIBLIOGRÁFICA: ARAUJO, Orestes. Efemérides uruguayas. Compiladas y ordenadas por Orestes Araujo. Montevideo, Barreiro y Ramos, 1894. 267 p. * * * HISTORIA DE LA ESCUELA URUGUAYA Se trata de obra importante, no superada a pesar del tiempo transcurrido. El autor realiza el enfoque histórico situando los asuntos en la época con muchos datos, documentación profusa y clara exposición. Del capítulo VI, item 2, leemos: «El día 1 de diciembre 1723, el capitán Pedro Gronardo, práctico del Río de la Plata, comunicó al gobernador de Buenos Aires don Bruno Mauricio de Zabala, que una expedición portuguesa había desembarcado en las playas de Montevideo, estableciéndose en ellas y levantado a toda prisa una fortaleza en la extremidad de la península; a lo cual proveyó don Bruno dirigiéndose a desalojar a los intrusos, lo que no tuvo necesidad de hacer por haberse anticipado los lusitanos a los propósitos del gobernador, retirándose con premura, como quiera que habían hecho acto de posesión en terreno que no les perteneCÍa ». «Aprovechó Zabala las obras de fortificación principiadas por los portugueses para construir el fuerte que se llamó de San José, en cuyo trabajo empleó 1.000 (Mil) indios tapes que de antemano había pedido al provincial de las Misiones, los cuales llegaron a Montevi- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 928 Luis Alberto Musso Ambrosi deo el día 25 de marzo de 1724 acompañados de los padres jesuítas, capellanes de dichos indios, quienes edificaron una capilla y dos habitaciones que sirvieron de escuelas, primero porque transcurrieron dos años antes de que viniesen a Montevideo sus primeros pobladores, los cuales se elevaban a 36 personas, entre las que había 15 niños en edad de recibir instrucción, o sea de 4 a 15 años, siendo mujeres 10 y varones solamente 5; segundo, porque la misión de los dos padres jesuítas prenombrados no era de la enseñanza de las primeras letras, sino atender a los indios tapes, vigilarlos y hacerlos trabajar y mantener en ellos la fe en la religión que habían abrazado, y, tercero, en razón de que su permanencia en Montevideo era exclusivamente transitoria». «Estos misioneros debieron retirarse antes de 1730, pues con fecha 30 de enero del citado año el Cabildo decía: «Lo tercero que quede acordado en este Cabildo, por todos los vocales de común acuerdo y conformidad, es que pedimos y suplicamos a dicho Excmo. señor gobernador y Capitán General, se interponga con la sagrada religión del señor San Francisco, que para consuelo de esta dicha ciudad funde en ella una hospedería en que asistan dos religiosos sacerdotes con dos hermanos legos, en el interín que se consigue licencia del Rey Nuestro Señor para que puedan fundar un convento, cuya pretensión se funda en el clamor general de toda esta nueva República y que para ello le está señalada en la traza de esta dicha ciudad y en su padrón una cuadra de cien varas castellanas en cuadro...)}.. «De conformidad con lo resuelto por aquella corporación, con fecha 17 de mayo Zabala solicitó la creación del convento de San Francisco, a lo que accedió el Rey en 7 del mes de Diciembre del año citado (1730), pues dadas las ideas imperantes en aquellos tiempos, Montevideo no podía humanamente verse privado de un elemento tan útil y provechoso como los franciscanos, «que despertaban viva afección entre las poblaciones de origen español, por su humanidad y caridad, siendo médicos y enfermeros a la vez, donde había hospitales; y párrocos, limosneros o maestros de escuela, donde fuera necesario llevar sus funciones. Sin embargo, los regulares no aparecieron por entonces en la ciudad fundada por zabala, a causa de dificultades cuya enumeración no es de lugar, aunque no fueron pocas las que surgieron en el Cabildo sobre si dichos sacerdotes tenían que ser Observantes o Recoletos, hasta que, tras maduras refle- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografía y bibliografía sobre los canarios... 929 xiones, los cabildantes optaron por los primeros, en razón de que los segundos, debido a su régimen de vida, no podían asistir tan continuamente a entierros, moribundos, sermones y enseñar los primeros rudimentos de escuela y gramática como podían hacerlos los reverendísimos PP. Observantes; de modo que las rivalidades de dos órdenes religiosas, alimentadas por sus respectivos partidarios, privaron de escuelas y maestros a la población de Montevideo durante largo tiempo, pues confiado el Cabildo en que dichos Observantes se consagrarían a la enseñanza, como lo permitía esperar el ejemplo de lo que habían hecho los franciscanos en otras comarcas platenses, y era de presumir de su instituto, optaron por ellos, teniendo presente también que se había acrecentado tanto el vecindario de Montevideo, que en 1745 se elevaba a más de mil habitantes, y que, por consiguiente, superabundaba la masa infantil educable, tan necesitada de instrucción primaria». «Sin embargo, no fue así, pues los franciscanos se entregron a toda clase de tareas, menos a la de educar a la niñez, y ésta continuó vagando por calles y plazas con profundo descontento de cabildantes y jefes de familia. En cuanto a los sacerdotes que vinieron a Montevideo en calidad de párrocos de su iglesia Matriz, exceptuando al doctor don José Nicolás Barrales, nada hicieron en obsequio de la enseñanza de la juventud, ya porque no fuese ésta su misión, ya en virtud de que sus tareas espirituales le absorbían todo su tiempo...» «Pero, la falta de iniciativa por parte de los franciscanos, a favor de la instrucción, de la niñez montevideana, fue salvada, en parte, por el doctor don José Nicolás Barrales que vino a esta ciudad en 1730 en calidad de párroco de la iglesia Matriz y preceptor, aunque no está probado que pusiese escuela ni que se aplicase a la enseñanza, por más que en los libros capitulares y en documentos oficiales y de carácter privado, se le da el título de Maestro. Si esto fuese cierto debería considerarse al doctor Barrales como el primer dómine que tuvo por entonces la ciudad de Montevideo»... FICHAS BIBLIOGRAFICAS: ARAUJO, Orestes. Historia de la Escuela uruguaya por Orestes Araújo... Montevideo, Domaleche y Reyes, 1905 -1906. 2 v. iluso © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 930 Luis Alberto Musso. Ambrosi ARAUJO, Orestes. Historia de la Escuela uruguaya por Orestes Araújo... Con un prólogo del Dr. D. Abel J. Pérez... Montevideo, Dirección General de Instrucción primaria, 1911. x, 703 p. iluso (De esta edición hicimos el comentario). * * * HISTORIA COMPENDIADA DE LA CIVILIZACIÓN URUGUAYA En muchos capítulos de este libro existen referencias a las condiciones de vida de la época de la fundación de Montevideo, y también de otros pasajes históricos. Del tomo 1.0, capítulo III (Iniciación del período colonial) extractamos: «Resumen y comentario. -De lo dicho hasta aquí se deduce que los exploradores y colonizadores españoles que llegaron a estas comarcas desde su descubrimiento, acaecido en 1516, hasta la fundación de Montevideo en 1724, o sea en el espacio de más de doscientos años, no pertenecían al número de los aventureros sin conciencia, sino que fueron gente distinguida por su cuna, por su posición social o por lo medios de que disponían, y los demás, elementos sanos y laboriosos, poseyendo algún oficio que los hacía aptos para una colonización progresista e inteligente, circunstancias que no reunieron otras expediciones salidas de España con destino a América. Tal vez contribuyese a este resultado la convicción que tuvieron los reyes de aquel período de tiempo, de que careciendo estos territorios de metales preciosos, su suelo debía destinarse a la industria ganadera, a la agricultura y al comercio»... «También se desprende que los esfuerzoa hechos por los expresados colonos a fin de entablar relaciones amistosas con los indígenas e incorporarlos a la civilización española, fracasaron completamente, no porque la actitud de éstos fuese agresiva, ni porque cometiesen con los indios del Uruguay actos violentos, sino en virtud del estado de barbarie en que dichos naturales se encontraban, que les impedía apreciar el fin que impulsaba a los extranjeros al pisar estas playas e instalarse en ellas»... Del capítulo VII (Escuelas y maestros): «Don Bruno Mauricio de Zabala, que fue un excelente gobernante, no se olvidó, una vez que fundó a Montevideo y dejó instaladas las primeras autoridades, de la educación del pueblo, de modo que en 1731 se dirigía al Rey © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiograjia y bib/iograjia sobre los canarios... 931 solicitando el envío de sacerdotes a fin de que, no sólo estos se preocupasen de sermones, bautismos, casamientos, entierros y'confesiones, sino de proporcionar al vecindario de la naciente ciudad, la enseñanza de los primeros rudimentos de escuela y gramática, de los que tan necesitada andaba la niñez de entonces»... . «La falta de instrucción pública en esta ciudad duró hasta 1745, en que los jesuítas se instalaron en ella con anuencia del Cabildo, aplicándose a la enseñanza de los niños pertenecientes a las familias más ricas, por ser éstas las únicas que podían satisfacer los emolumentos que exigían por su trabajo, los padres de la Compañía de Jesús. Además, a éstos les convenía proporcionar educación únicamente a los hijos de los poderosos, pues de este modo obtenían de ellos cuanto necesitaban para dominar y enriquecerse; y tan exacto es esto, que llegaron a poseer terrenos, casas, solares,molinos, chacras, una espléndida biblioteca, estancias bien pobladas de ganado, y fuertes sumas de dinero que prestaban mediante el correspondiente interés, sin contar con que, contrariando su misión, se entregaban a todo género de especulaciones mercantiles, como faenar maderas y abastecer de carne al vecindario de Montevideo.» «En cuanto a la enseñanza que proporcionaban los jesuítas, consistía en leer mecánicamente, escribir, conocimiento de las tablas de aritmética, de memoria y en coro, algo de gramática y abundante rezo, base principal de toda educación religiosa. Según parece también enseñaron música. Los libros de texto que usaban eran el Catón para la lectura y la Cartilla del P. Astete para la religión. Como régimen disciplinario apelaban a los castigos corporales »... Capítulo VIII: «...Como quiera que sea, con indios tapes y soldados resueltos el celoso y activo gobernado (Zabala) siguió los trabajos emprendidos, bajo la dirección del ingeniero don Domingo Petrarca, hasta que, cuando aquellos ya se vieron bastante adelantados, merced a los indios a ellos consagrados y a los 110 soldados que constituían la guarnición, se retiró a Buenos Aires y desde allí dió cuenta al Rey de cuanto había sucedido, a lo que contestó el monarca aprobando su conducta y ofreciendo enviarle cincuenta familias gallegas y canarias para el fomento de la nueva problación. Pero como éstas tardaran en venir y Zabala, por otra parte, deseaba que al © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 932 Luis Alberto Musso Ambrosi llegar a Montevideo se encontrasen aquí con otras ya instaladas con quienes tratarse, con lo cual no se hallarían aisladas y sin orientación, dio un bando ofreciendo a todas las personas que se decidier~ m a avecindarse en la hueva ciudad, las siguientes prerrogativas: 1ro. Se declara a los que viniesen a avecindarse, a sus hijos y a sus descendientes legítimos, hijodalgos y personas nobles de linaje y solar conocido, con todas las honras y preeminencias que gozaban los hijodalgos y caballeros de los reinos de Castilla, según fueros, leyes y costumbres de España. 2do. Se les daba pasaje y traslación gratuita para ellos, sus familias y sus bienes navegables. 3ro. Se les repartían solares en la plaza de la nueva población y lugares para chacras y estancias, quedando al arbitrio de cada uno pedir de merced los parajes que le convinieren. 410., Sto y 610. Se determinaba que cada poblador recibiría 200 vacas y 100 ovejas de la estancia del Rey que se mandan a formar, y también se le había de asistir a costa del Estado con el servicio de indios y con carretas, bueyes, caballos, maderas, herramientas y demás menesteres para la construcción de sus edificios. 7mo. Que había de dárseles semillas de cereales en cantidad suficiente, y que el primer año se les asistiría regular y gratuitamente también, con la subsistencia de carne, bizcocho, yerba, tabaco, sal y ají. 8vo. Que se les había de suministrar jurisdicción de terreno en que pudieran tener sus ganados y demás faenas de campo y monte, para que en la creación de otras nuevas poblaciones tuvieran su distrito conocido y amojonado, etc...» «Al amparo de estos privilegios y exenciones se decidieron a venir siete familias que en conjunto sumaban 36 personas, que con Pedro Gronardo, viejo práctico del río, que carecía de ella, alcanzaban a 37. Con tan pobres elementos planteó en nombre de su ilustre jefe la ciudad de Montevideo el capitán de corazas españolas con Pedro Millán el día 20 de enero de 1726...» «...Escaso fue el incremento de la nueva ciudad pues sólo media docena de personas se agregó a la población primitiva, hasta que el 19 de noviembre del mismo año llegó Alzaibar con las tropas y familias prometidas, viniendo subsiguientemente otros contingentes, de modo que al expirar el año 1728 Montevideo contaba ya con más de 200 habitantes, 400 hombres de tropa reglada y 1.000 indios tapes dedicados a los trabajos de fortificación» ... © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 o Historiograjla y bib/iograjla sobre los canarios... FICHA BIBLIOGRÁFICA: 933 ARAUJO, Orestes Historia comprendida de la civilización uruguaya. Montevideo, Barreiro y Ramos, 1906 - 1907. 2 v. iluso * * * EL RETRATO Y LA LA TUMBA DE DE DON BRUNO MAURICIO DE ZABALA Con motivo de haberse dispuesto el levantamiento de un monumento al fundador de Montevideo, don Bruno Mauricio de Zabala, de acuerdo a la ley de fecha del 30 de julio de 1883, don Orestes Araújo realizó la investigación contenida en este folleto. El trabajo es de mucho interés. Rastrea el autor todo indicio que pueda conducir al hallazgo de la tumba de Zabala y la autenticidad en cuanto a la figura que presentan los cuadros con su efigie. Es párrafo interesante cuando narra la muerte de Zabala: «Concluida con el mayor éxito la delicada misión que se había confiado a su valor y pericia, con gran contentamiento de los habitantes del Paraguay, todavía Zabala se detuvo seis meses más en la Asunción, a fin de cerciorarse de que el orden estaba asegurado, y convencido del buen resultado de las medidas que habia adoptado, resolvió regresar a Buenos Aires acompañado de sus más fieles servidores, como así lo hizo, embarcándose en un buque cuyo nombre no nos ha legado la historia. Sin embargo, este intento no lo consiguió, pues al llegar frente a la ciudad de Corrientes se sintió algo indispuesto, pero tan ligeramente, que se negó a detenerse en esta ciudad prefiriendo continuar su viaje, bien que con la agitación aumentó el achaque que al principio no daba cuidado. Y recetándole una sangría, lo mismo fue picarle la vena que perder el habla, la que no volvió a recobrar, yabsuelto por su capellán, cerró la última cláusula de su vida el 31 de enero de 1736. El sentimiento de toda su comitiva por esta desgracia no se puede explicar facilmente con palabras; y todos generalmente la sintieron en estas provincias, por haber sido muy aplaudido su prolijo gobierno, que duró 19 años...» Termina diciendo don Orestes Araújo: «Ignórase, pues, con precisión, el sitio exacto donde fue enterrado Zabala, siendo imposible, por consiguiente, extraer sus restos mortales para darles cristiana sepultura, ya en América, ya en España, como desean sus deudos; su © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 934 Luis Alberto Musso Ambrosi o cadáver, sepultado en arenosa playa que las intranquilas aguas del Paraná agitan de contínuo a impulso de la corriente o de los vientos, tal vez tenga por sarcófago las entrañas de algún médano...» FICHA BIBLIOGRÁFICA: ARAUJO, Orestes. El retrato y la tumba de don Bruno Mauricio de Zabala fundador de Montevideo... Montevideo, La Nación, 1912.68 p. ilus~rado. * * * ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN El Archivo General de la Nación se halla ubicado en la calle Latorre N° 1474 (Ex Convención), de la ciudad de Montevideo. INVENTARIO DE LOS FONDOS DOCUMENTALES DEL ARCHIVO GENERAL DE LANACIÓN Se trata de una colección, de la cual, hasta el momento se han editado cuatro volúmenes que contienen, por su orden, lo siguiente: I - Catálogo de libros del ex «Archivo General Administrativo » II - Catálogo del ex Archivo y Museo Histórico Nacional. III - Catálogo de libros Historia de la Administración. IV - Archivos Particulares. De todos ellos se puede extraer información de interés al tema que estudiamos, pero los de mayor importancia son los que se pasan a detallar: • I - Catálogo de libros del ex «Archivo General Administrativo» !tems: Cabildo de Montevideo. Actas 1729-1760, N°s. 5,478,6, 7. Cabildo de Montevideo. Inventario de documentos 1730-1828, N. 1347. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografia y bibliografia sobre los canarios, .. 935 Correspondencia. Autógrafos de zabala, 1722 -1735, N° l. Hacienda. Inventario de la sala capitular y la Real Caja, 1730-175'6, N° 61. Hacienda. Libro de actas de comisas. 1752, N° 324. Real Hacienda. Libro 3, mayor, 1752-1762, N° 59. Hacienda. Gobernación, inventarios de comisas, 1752-1754. N° 182. Hacienda. Gobernación, acuerdos sobre Real Hacienda, 1754, N° 192. Hacienda. Gobernación, Datas y sacas de comisas, 1754-1762, N° 181. Hornos. Libro de cuenta y razón del producto de los hornos. 1752-1761,N°903. Padrones: Padrón de los primeros pobladores de Montevideo, 1726-1802, N° 2. Idem, copia auténticada por el escribano M. Gimeno, 1726-1802, N° 334. De Montevideo, 1761-1799, N° 246. De las suertes de estancia, chacras, etc., concedidas por La Rosa, Idem campos de Achucarro, 1764-1775, N° 444. Propios. Delineación de la ciudad y señalamiento de Propios. 1726, N° 3. Reales cédulas.. Ordenanzas municipales, 1668-1730, N° 41. Reales cédulas. Indice de reales órdenes, cédulas reales y provisiones de la Real Audiencia, 1728 -1820, N° 41. Reales cédulas, 1722-1790, N° 458. Reales cédulas. Indice de reales órdenes, cédulas y provisiones de la Real Audiencia Colonial, 1728 - 1811, N° 57. Reales órdenes. Ordenanzas municipales, duplicados, 1668-1730, N°41. Soriano. Cabildo de Soriano. Traslación de la población de la isla y otros documentos, 1708-1787, N° 152. 11 - Catálogo del ex «Archivo y Museo Histórico Nacional» Items: Caja 1, años 1492-1773. Caja 2, años 1770-1782. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 936 Luis Alberto Musso Ambrosi IV - Archivos particulares Items: Caja 1, documentos procedentes de los archivos de: 1 Francisco Gorriti, 7 piezas, 1726 -1 782. 2 Francisco Bruno de Zabala, 6 piezas, 1757 -1791. 3 Clara Vidal de Zabala, 19 piezas, 1731 -1827. 4 Rudecindo Sáenz, 18 piezas, 1742 -1798. Etc. FICHA BIBLIOGRÁFICA: ARCHIVO GENERAL DE LA NACION. Inventario de los fondos documentales del Archivo General de la Nación. Montevideo /Barreiro y Ramos/ 1965 -1973.4 v. * * * ARREDONDO, Horacio. En el año 1957, conjuntamente con los actos de carácter popular que el Concejo Departamental de Montevideo, dispuso realizar para conmemorar la fecha de la fundación de la ciudad, se consideró exaltar los hechos iniciales de su historia mediante la creación artística que contribuyera a hacer posible esa evocación. Considerando el procedimiento más adecuado para lograr la realización de esa obra artística de carácte~ histórico, se llamó a concurso a los pintores nacionales, para la realización de tres telas que tuvieran por tema las etapas de la fundación de Montevideo. Los temas de las telas fueron los siguientes: «a) La llegada de las familias pobladoras conducidas al puerto de Montevideo el 19 de noviembre de 1726 por el navío «Nuestra Señora de la Encina»; b) La delineación de la ciudad, señalamiento de su jurisdicción y comienzo del reparto de los solares que tuvo lugar el 24 de diciembre de 1726, y c) La constitución del primer Cabildo ello de enero de 1730. Don Horacio Arredondo, director en ese entonces del Museo Histórico Municipal de Montevideo, preparó la «Memoria informativa sobre el temario del concurso». Arredondo fue un historiador muy conocido, autor de gran número de libros importantes, entre los que sobresalen bibliografías, estudios históricos de arquitectura colonial, etc. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografía y bibliografía sobre los canarios... MEMORIA INFORMATIVASOBRE EL TEMARIO DEL CONCURSO 937 Desembarco de los pobladores. El autor de esta memoria trata por intermedio de la misma, orientar a los concursantes, describiendo momentos históricos bastante bien documentados (especialmente teniendo en cuenta las investigaciones históricas conocidas en su época) Para ejemplo transcribimos: «EÍ 19 de noviembre de 1726 llegó a Montevideo el navío Nuestra Señora de la Encina, alias La Bretaña, de 24 cañones, mandada por el capitán Bernardo de Zamorate conduciendo 20 familias de Tenerife (Canarias) (96 personas), que sumadas a las seis que procedentes de Buenos Aires (34 personas) determinaron que el núcleo inicial de pobladores sumara 130 habitantes. En este barco no llegaron soldados. «El motivo podría ser: En la ribera del puerto de Montevideo, junto a la costa, quizá asomando a la izquierda el extremo de la hoy desaparecida punta de San José, anclada de su reparo, teniendo como fondo de escena las aguas desiertas de la bahía, con el Cerro al confin, el navío de Alzaibar, Nuestra Señora de la Encina, va desembarcando los pobladores canarios que conduce para la fundación. «Convendría, para ambientarse, que los conc.ursantes observen la configuración de la península en que la nueva población va a realizarse; y para ello deben verla en las reconstrucciones a vuelo de pájaro -ya fundada, cien años después- que pueden observarse en las realizaciones de Mme. Mattiz de Villar -en el Museo Histórico Nacional- y Carlos Menck Freire en el Histórico Municipal...» etc. FICHA BIBLIOGRÁFICA: ARREDONDO, Horacio. Certamen artístico sobre tres temas históricos, etapas de la fundación de Montevideo. Memoria informativa sobre el temario del concurso, redactada por el director honorario del Museo Histórico Municipal ...y aprobada por el Consejo Departamental de Montevideo. Montevideo, Concejo Departamental, 11957/.57 p. mimeografiado. * * * © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 938 Luis Alberto Musso Ambrosi CIVILIZACIÓN DEL URUGUAY Se trata de un trabajo muy importante en el cual su autor reunió mucha información de interés. Bien documentado y profusamente ilustrado con reproducciones de planos, paisajes, vistas y otros detalles pintorescos de carácter histórico, de la ciudad de Montevideo en sus primeros tiempos. Del tomo 1, capítulo 11, se pueden extraer datos sobre el panorama del país al tiempo de la conquista y del 'coloniaje, con generalidades sobre el ambiente rural, la arquitectura, expresiones culturales en las etapas iniciales de la orientalidad y consideraciones sobre el carácter criollo. En el capítulo III, sobre formación de la nacionalidad, hallamos datos sobre principios del siglo XVIII, dice en un párrafo: «Mediado el siglo XVIII, la sociedad montevideana fue acentuando las características que la personificaron desde sus orígenes. Estaba constituída, en su núcleo inical, por pequeños labradores que cultivaban las chacras repartidas fuera del ejido sobre el Miguelete, donde a más de las culturas extensivas -trigo, maíz, etc.- se plantaron frutales y verduras con tanto éxito que los viajeros anotan su excelencia, su abundancia y su baratura». «Hombres acostumbrados a las duras faenas del agro en los lugares de que precedían, les fue fácil desarrollar, en tierra virgen y fértil, actividades similares y las extendieron con éxito a la explotación ganadera extensiva, ya que no era novedad para ellos el cuidado del ganado vacuno, caballar, hasta del ovino, como auxiliares de las «chácaras » peninsulares. Ante la inmensidad de nuestros campos, ya superpoblados de haciendas vacunas y caballares, no es de extrañar que sintieran deseos de extender hacia ese sector el nuevo ambiente, desde que el amor a la tierra, hermana estrechamente, las distintas tareas del agro...» «El alto porcentaje de casamientos con las «hijas del país» fue cosa común y está documentada en los numerosos expedientes formados en los casos en que el contrayente figuraba en la administración y cuerpos militares, en cuyas circunstancias, para la firma de los respectivos contratos matrimoniales, era de rigor la previa licencia real.» «Este es el panorama de los primeros tiempos de la sociedad urbana, en uno de sus aspectos; pero hay otro, de más destacado relieve en la vida pública local: y es la actuación de la masa de los prime- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografía y bibliografía sobre los canarios... 939 ros labriegos y hacendados en el Cabildo de Montevideo, remarcable escuela democrática plena de virtudes cívicas. De este modesto conglomerado social salieron la mayoría de los cabildantes, poco leídos y sencillos, honrados, patriarcales, con un ahincado derrotero que le venía atavicamente de muy adentro: el celo de la dignidad del cargo, la contracción desinteresada al servicio público...» «Son conocidas las enconadas disputas de nuestro munícipes abroquelados en los fueros de la institución secular del Cabildo contra la prepotencia innata de buena parte de aquellos militares en el desempeño de la gobernación política y militar, que les era privativa, no pocas veces evidenciaron falta de equilibrio en su actuación pública, avasallando derechos civiles o pretendiendo hacerlo...» Del tomo 2do. su valiosa contribución gráfica incluye mapas del país de mediados del siglo XVIII en adelante, reproducción de portadas de libros, bandos y otras publicaciones; escenas de la vida ciudadana y rural; motivos arquitectónicos; etc. así como una bibliografía de viajeros con el registro de 186 items. FICHA BIBLIOGRÁFICA: ARREDONDO, Horacio. Civilización del Uruguay. Aspectos arqueológicos y sociológicos; 1600 - 1900. Bibliografía de viajeros; contribución gráfica. Montevideo, Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay, 1951. 2 v. iluso mapas, láms. * * * AYESTARAN, Lauro. Profesor de música e investigador uruguayo nacido en Montevideo en el año 1913. Fue profesor de musicología en la Facultad de Humanidades y Ciencias. En 1943 comenzó la tarea de la recolección sistemática del folklore musical uruguayo mediante grabación en discos y cintas. Su colección que se conserva en el Museo Histórico Nacional alcanza las 4000 grabaciones de campo. Concurrió a congresos y reuniones internacionales de musicología. Numerosos son sus artículos y muchos sus libros: «Domenico Zipoli, el gran compositor y organista romano del 1700 en el Río de la Plata» (1941); «Crónica de una temporada musical en el Montevideo de © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 940 Luis Alberto Musso Ambrosi 1830» (1943); «Fuentes para el estudio de la música colonial uruguaya » (1947); «La música indígena en el Uruguay» (1949); «La primitiva poesía gauchesca en el Uruguay» (1950); etc. LA MÚSICA EN ·EL URUGUAY Esta es la obra bibliográfica más importante de Lauro Ayestarán. El primer volumen, único publicado, obtuvo en el año 1945 el premio «Pedro Blanco Acevedo» que otorga la Universidad de la República. Fue editado por el Servicio Oficial de Difusión Radio Eléctrica (Sodre). Contempla el tomo, la música primitiva, la música negra, la música culta hasta 1860. No posee la obra capítulo específico sobre la música en la época de la fundación de la ciudad de Montevideo, o en los primeros años de vida de ese pueblo, -no obstante en razón de ser una obra completísima y con gran número de referencias históricas-, de su lectura y estudio aparecen las pautas que nos permiten formarnos idea sobre la música que acompañó la vida en aquellas primeras épocas. Al detallar la música en las Misiones Orientales dice: «En el primer tercio del siglo XVII llegaron a la Banda Oriental los primeros misioneros. Los franciscanos se dispersaron por el sur y los jesuítas por el norte. La obra de estos últimos se extendió al septentrión dentro de los límites del tratado de San Ildefonso -y sus Misiones Orientales pertenecientes al conglomerado de las llamadas Misiones del Paraguay y quedaron fuera por completo de nuestra actual configuración geográfica. En siete Reducciones jesuíticas de la antigua Banda Oriental -San Juan Bautista, Santo Angel, San Francisco de Borja, San Nicolás, San Luis Gonzága y San Miguel- se conoció y practicó la música dentro de las máximas posibilidades de la época... » «Domenico Zipoli, acerca de quien tuvimos oportunidad de demostrar que murió en Córdoba (República Argentina), después de haber entrado en el noviciado de la Compañía de Jesús en 17 I6 en Sevilla, y haber partido para el Río de la Plata en 17 I7, actuando como maestro de capilla de la iglesia y universidad de los jesuítas en Córdoba desde 1718 a 1726, fecha ésta última de su óbito». «En las Misiones Orientales la música era una actividad natural y espontánea que acompañaba al indígena en sus manifestaciones © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografia y bibliografia sobre los canarios... 941 públicas de trabajo, de religiosidad desde luego y también de guerra. Ejecutantes, compositores, hasta «luthiers» y constructores de órganos, vivían bajo la vigilancia y el adiestramiento jesuítico desarrollando en todos los sentidos sus aptitudes»... «En el Uruguay, dentro de la demarcación actual, los jesuítas sólo establecieron algunas 'estancias' y desde luego su casa central en Montevideo, pero en esta última únicamente dedicaron sus esfuerzos en materia musical a los habitantes españoles y criollos de la ciudad, quedando por lo tanto su ejercicio de música religiosa fuera de este capítulo dedicado a la indígena...» En el item «los organistas de la época colonial hasta 1830», dice:
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Título y subtítulo | Historiografía y bibliografía sobre los canarios en el Uruguay |
Autor principal | Musso Ambrosi, Luis Alberto |
Publicación fuente | VI Coloquio de historia canario - americano |
Numeración | Coloquio 06. Tomo 2 (segunda parte) |
Tipo de documento | Congreso y conferencia |
Lugar de publicación | Las Palmas de Gran Canaria |
Editorial | Cabildo Insular de Gran Canaria |
Fecha | 1984 |
Páginas | p. 883-1093 |
Materias | Congresos ; Historia ; Canarias ; América |
Notas | Coordinación y prólogo de Francisco Morales Padrón |
Copyright | http://biblioteca.ulpgc.es/avisomdc |
Formato digital | |
Tamaño de archivo | 7600658 Bytes |
Texto | HISTORIOGRAFÍA Y BIBLIOGRAFÍA SOBRE LOS CANARIOS EN EL URUGUAY LUIS ALBERTO Musso AMBROSI © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 El presente trabajo intenta exponer el panorama historiográfico completo sobre los estudios concernientes a la fundación de Montevideo y su relación con la colonización canaria la cual aseguró el éxito de los planes y pautas propuestos. Procedimos a examinar toda la bibliografia disponible en esta materia sin dejar de lado ninguna pieza importante. Libros, folletos, textos de estudio, artículos publicados en revistas y periódicos, los repasamos con ánimo. exhaustivista, tratando siempre de tomar la mejor información de cada uno, la fidedigna, la extraída de fuentes originales; en consecuencia desechamos errores anotados, remedos e interpretaciones dogmáticas, evitando caer en dubitaciones. Hemos revalorado pasajes históricos y párrafos sueltos de los libros consultados, de manera de seguir la secuencia normal de los hechos; en las confrontaciones acotamos transferencias de un autor, reproducido en parte por otros, sin las debidas aclaraciones, substituyendo así la investigación en documentos de archivos, por la cuestionable noticia bibliográfica. Tuvimos a la vista más de cuatrocientos libros de historia nacional, de ellos seleccionamos noventa y dos autores; en hemerografia de catorce periódicos, escogimos siete y de éstos separamos veinticuatro trabajos. El primer capítulo contiene una «Breve reseña historiográfica uruguaya» con la nómina de los principales historiadores uruguayos del siglo XIX, iniciadores de esta ciencia en el país. Son los que primero concurrieron a los documentos disponibles en la época, y sus obras formaron la base de estudios posteriores. Luego la «Anotación histórica» breve imagen de las características formadas durante el proceso que culminó con el establecimiento definitivo de la ciudad de Montevideo, destacando la participación de las familias procedentes de Islas Canarias: «La ciudad que no se quiso fundar», «El aporte y abnegación canarios». © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 886 Luis Alberto Musso Ambrosi La «Explanación», parte central de nuestro trabajo, expone los items ordenados cronológicamente; van jalonando fechas cruciales; damos en ellos el resumen de su significación, con citas bibliográficas y notas aclaratorias. Es aquí donde se desprende si los historiadores consultaron las fuentes o tomaron fragmentos ajenos. Otros trabajos serios, que son mayoría, presentan faltas de signaturas archivísticas, cuando no, omiten el nombre del repositorio. Se aprecia, en cuanto a fechas, variantes, aun en la documentación transcripta. Termina el capítulo la «Lista de libros fundamentales para el estudio del aporte canario a la fundación de la ciudad de Montevideo)), De estos cotejos se destaca la necesidad de rever toda esta parte de la historia nacional, realizando primero la compulsa documental completa, seguida de investigaciones en archivos en búsqueda de materiales todavía desconocidos, para finalmente repasar los actuales textos en lo correspondiente no sólo a la parte expositiva, sino a la interpretación; cosa de situar a la realidad. de los acontecimientos, todo el honor que les corresponde a los colonos llegados de Canarias en la fundación de Montevideo, en la civilización del territorio que hoy forma la República Oriental del Uruguay' yen la defensa de la hispanidad deteniendo el avance portugués hacia las costas del Río de la Plata y las tierras del Sur. INTRODUCCIÓN BREVE RESEÑA HISTORIOGRÁFICA URUGUAYA En nuestro país las ciencias historiográficas no llegan a completar dos siglos de existencia. Sin entrar en mayores detalles, pues no es nuestro propósito apartamos del tema central que hoy nos ocupa, nos parece de interés presentar una brevísima reseña para exponer el panorama de la historiografía, la cual servirá mejor para comprender las alternativas ocurridas en su desarrollo durante el siglo XIX y lo que va del pesente. Comenzando por las crónicas, relatos de acontecimientos trascendentales y viejos recuerdos, hasta llegar a trabajos de síntesis e interpretaCión, afloran a menudo; especialmente en las primeras épocas, subjetividades fáciles de comprender si tenemos en cuenta que la decantación del tiempo todavía no había llegado a producir los benéficos resultados, depuradores de parcialidades. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografla y bibliografla sobre los canarios... 887 Razones de patriotismo mal encaradas, que no compartimos, específicamente elaboradas para afianzar la consolidación de las ideas de independencia, incidieron en la exposición de inexactitudes, felizmente en unos pocos trabajos de· historia nacional. Ese alejamiento de la verdad afectó no solamente la narración de los hechos compartidoscon países liinítrofes con los que tuvimos en el pasado incompatibilidades políticas y militares, sino que por ello se extendieron velos de olvido sobre muchos aspectos favorables de la colonización y dominación española. Disponemos en la actualidad de excelentes trabajos históricos resultado de afinadas pesquisas en repositorios documentales; no obstante todavía quedan extensos bancos de importante papelería en archivos y depósitos nacionales y extranjeros que deben ser objeto de revisación. Hace falta volver a estudiar variados aspectos de tiempos pasados. Causas, razones, circunstancias que incidieron o produjeron los hechos. Se hadado énfasis a las acciones militares desprovistas de los problemas socio políticos que las generaron. Queda también mucho por escribir sobre la vida, usos y costumbres, desarrollo artesanal e industrial, comercio, higiene, estados sociales y económicos, son materia de creciente interés dentro de las nuevas tendencias historiográficas nacionales. Los principales cultores de la descripción e interpretación del 'pasado uruguayo en las primeras épocas fueron los siguientes: Francisco Acuña de Figueroa (1791-1862) Primer poeta nacional. Cronista histórico de los últimos tiempos de la dominación extranjera. Su obra más importante es el «Diario histórico del sitio de Montevideo. 1812 - 1814», pero otros versos suyos también prestan relaciones históricas de interés. Juan Manuel de la Sota (?)-1858) Publicista e historiador. Nació en la República Argentina y se radicó en Uruguay. Su libro «Historia del territorio Oriental del Uruguay», salido de prensas en el año 1841 se halla enriquecido con documentación tomada de archivos montevideanos. Esta obra fue por muchos años fuente de información de otros historiadores, tales Isidorode María, Francisco Bauzá y varios contemporáneos. Su libro es la primera historia escrita de nuestro país. . Dámaso A. Larrañaga (1771 -1848) Sabio, naturalista, sacerdote y hombre de letras. Compuso con don Raymundo Guerra, primer bi- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 888 Luis Alberto Musso Ambrosi bliotecario público de Montevideo, los «Apuntes históricos sobre el descubrimiento y población de la Banda Oriental». Alejandro Magariños Cervantes (1825-1893) Literato, hombre público e historiador uruguayo. Publicó numerosas obras literarias. A nosotros nos interesa sus «Estudios históricos, políticos y sociales sobre el Río de la Plata» cuya primera edición salió en París en 1854 dentro de la serie titulada «Biblioteca Americana», que es el «trazo inicial de la historia razonada en nuestro medio rioplatense». Fue autor de novelas históricas tales «Palmas y ombúes», «Caramurú» y otros libros que describen el medio social de los tiempos pasados, en nuestro territorio. Antonio Deodoro de Pascual (?)-1874) Historiador español, naturalizado brasileño autor de «Apuntes para la historia de la República Oriental del Uruguay», editada en París en 1864 bajo lás iniciales de «A.D. de P.». Francisco Berra (1844 -1906) autor del discutido libro «Bosquejo histórico de la República Oriental del Uruguay», de gravitación pedagógica durante tres décadas. Andrés Lamas (1817-1891) Hombre de letras, político de gran actuación internacional. Fundador del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay. Llegó a formar un archivo y biblioteca propios de extraordinario valor. Recordamos su libro «Escritos políticos y literarios durante la guerra contra la tiranía de D. Juan Manuel Rosas, acompañados de documentos, en gran parte inéditos...» coleccionados por Angel J. Carranza y publicados en Buenos Aires en 1877. Isidoro de Maria (1815-1906) Autor de abundante obra histórica. Sus libros son todavía frecuentemente utilizados. De ellos citamos: «Compendio de la historia de la República Oriental del Uruguay», «Rasgos biográficos de hombres notables», «Anales de la defensa de Montevideo», «Montevideo antiguo». Francisco Bauzá (1849 -1899) Destacado político, hombre de letras, legislador e historiador. Autor de la «Historia de la dominación española en el Uruguay», de gran probidad literaria escribió en ese libro: «La dominación española fue benéfica al Uruguay, en cuanto nos dio todos los elementos que necesitaba el país para ascender de las oscuridades del barbarismo a las esferas de la civilización cristiana...». © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografla y bibliografla sobre los canarios... 889 Pablo Blanco Acevedo (1880 -1935) Político, profesor de historia, miembro de número del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay. En 1901 publicó su «Manual de historia de la República Oriental del Uruguay», en 1922 el «Informe sobre la fecha de celebración del centenario de la Independencia» y en 1929 «El gobierno colonial en el Uruguay y los orígenes de la nacionalidad». Eduardo Acevedo (1857 -1948) Jurisconsulto e historiador. Nació en Buenos Aires. Fue Rector de la Universidad, Ministro, Director del Banco de la República, Catedrático, etc. son sus principales obras históricas: «Notas y apuntes, contribución al estudio de la historia económica y financiera de la República», «Artigas, jefe de los orientales y protector de los pueblos libres, su obra cívica, alegato histórico» y los «Anales históricos del Uruguay». El doctor Eduardo Acevedo fue miembro de número del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay. Todos estos hombres nacieron en el siglo XIX, fueron los constructores que cimentaron nuestra historiografía, con Eduardo Acevedo podemos considerar que termina la primera etapa de esta ciencia en el Uruguay. Luego aparecen otras figuras destacadas, se perfeccionan los métodos de investigación y se organizan los archivos; ello traerá como resultado revisionismos históricos y nuevos enfoques de los viejos asuntos. ANüTACIÓN HISTÓRICA No concuerdan las opiniones de los investigadores sobre la determinación que movió a don Pedro de Mendoza a elegir el paraje para asentar el puerto de Buenos Aires. Si dejó atrás la bahía natural de Montevideo, de fácil defensa, protegida por el Cerro y la isla de Ratas (hoy Isla Libertad), es posible se deba ello a la circunstancia de que la boca del puerto se halla expuesta a los fuertes vientos del suroeste. Otro tanto ocurrió con Maldado, puerto natural, favorecido con dos islas para su mejor protección natural. Si bien, el lugar preferido, fue un paso más hacia adelante, trajo por consecuencia el descuido de la frontera este, tan imprecisa como lejana, lo que permitió el avance lusitano y la pérdida de enormes extensiones. Los portugueses vieron siempre como límite natural de sus posesiones americanas el Río de la Plata, ya que esto no sólo les ofrecía © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 890 Luis Alberto Musso Ambrosi las fértiles llanuras del sur, sino además, las ventajas de compartir el dominio de vías fluviales que penetran profundamente en su territorio. Todos los medios fueron buenos para ese fin. El empuje hacia el oeste era constante: partidas militares terrestres, operaciones marítimas, contrabando, arreos de ganados e inclusive favorables cláusulas en los tratados internacionales concertados con España. Herencia jurisdiccional, prolongada luego de la época colonial, casi hasta nuestros días. En cuanto al contrabando benefició a portugueses y españoles. La Colonia del Sacramento era el centro abastecedor de todo género de mercaderías, destinadas a surtir la ciudad de Buenos Aires. Una ruta menos extensa y compleja permitía mantener precios menores y ofrecer artículos de toda índole. Las cifras exponentes de las cantidades en diversos rubros introducidos por Portugal en la Colonia del Sacramento son determinantes a este respecto: una pequeña población como Colonia nunca pudo consumir para sus necesidades tantos efectos. Por otra parte el contrabando permitió eludir controles y tributos oficiales de España, utilizándose cuando las circunstancias lo permitieron, la «ruta del Janeiro» para trasladar metales preciosos y dineros, a la metrópoli, vía clandestina de Lisboa. LA CIUDAD QUE NO SE QUISO FUNDAR La posición estratégica de Montevideo tanto como puerto ideal por sus aguas profundas, como por ser punto de buen enlace de las distintas rutas marítimas del sur, no pasó desapercibida por los habitantes de Buenos Aires quienes vieron desde un comienzo, el peligro económico que les podía traer la habilitación de aquella bahía. Esas cualidades en lugar de favorecer, se transformaron en el mayor obstáculo para la fundación de la nueva ciudad. La primera disposición del rey de España sobre la fundación de Montevideo corresponde al 13 de noviembre de 1717. Debieron transcurrir seis largos años, hasta el 20 de enero de 1724, y las eventualidades conocidas para verse cumplidas las reiteradas órdenes de la corona. El gobernador Bruno Mauricio de Zavala, remiso, descuidaba el peligro tan cercano que ofrecía el portugués, extraña conducta de este avezado hombre de armas. Si bien es cierto otros proble- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografia y bibliografia sobre los canarios... 891 mas demandaban atención, éste aun desde la lejana España era considerado primordial. En tanto que los portugueses desembarcaban en Montevideo, el rey despachaba la conminatoria cédula del 20 de diciembre de 1723. Es cuando la situación se torna grave, recién frente a la realidad, que Zavala se obliga a actuar. Culminado con éxito el desalojo de los intrusos, los acontecimientos siguientes parecen llevar cierta desidia, en especial aquellos correspondientes al levantamiento de una población estable. Izado el pabellón de Castilla, ni en ese momento ni en ningún otro acto posterior de significación, se labraron actas determinantes de hechos tan solemnes. Los españoles siempre cuidadosos de docum ·entar actuaciones relevantes parece olvidaron aquellos días históricos. Aún habiéndose establecido el puesto militar de defensa, predominaba el ánimo de su precariedad. Así inclusive los sintieron las familias indigentes de Buenos Aires, llamadas a poblar Montevideo, no aceptando tentadoras regalías y títulos para decidirlas a cruzar el río. Unos pocos concurrieron a formar la nueva población, es que la Banda Oriental debía continuar de vaquería cerril. Tal era la idea de inestabilidad sobre la futura población que dos años más tarde, para alojar a los colonos provenientes de Canarias, no se tomaron providencias ¿cómo fue posible, disponiéndos~ de tiempo suficiente, el no haber preparado alojamientos adecuados donde impera un clima de frecuentes variantes, cálidos veranos, crudos inviernos, lluvias frecuentes y sobre todo vientos fríos del sur? Los colonos durante meses vivieron bajo tolderías de cuero sostenidas con estacas, impropias habitaciones para gente civilizada. Pasaron luego a pobres ranchos de adobe, insanos, con aberturas desguarnecidas de puertas y ventanas. La prohibición de utilizar piedra en la construcción de viviendas particulares, aduciendo necesidades en el levantamiento de las defensas militares, no tiene razón alguna por cuanto el poblado se asentó en una cuchilla pétrea, en campos cercanos abundaban los afloramientos de este material y en toda la costa, que es rocosa, aun hoy día se hallan cantos rodados en cantidad. EL APORTE Y ABNEGACIÓN CANARIOS Analizando los distintos trabajos históricos en aquellos pasajes relativos a la fundación de Montevideo vemos que las citas sobre el 1[, © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 892 Luis Alberto Musso Ambrosi aporte canario, se reduce casi siempre a dar el número, no exacto, de los colonos llegados a este puerto, sin entrar en otros detalles de muchísimo interés. Montevideo es esencialmente una ciudad fundada por canarios por cuanto fueron gran mayoría y se pensó en ellos como habitantes, aun antes de establecerse definitivamente los españoles en este paraje. Arribaron a nuestras playas a los pocos meses de la llegada de las siete familias provenientes de Buenos Aires. Al hablar de Montevideo debemos entrar algo más en los límites fijados para su jurisdicción, pues desde aquí partieron las corrientes humanas que sembraron los pueblos y llevaron la civilización por lo que es hoy el territorio de la República Oriental del Uruguay. Prolongados en sus descendientes caracterizaron al país hasta la mitad del siglo XIX, cuando la inmigración italiana modificó en gran parte sus costumbres. No obstante, todavía se aprecian, especialmente en la campaña, residuos folklóricos e idiomáticos. No es común se destaquen estos aspectos. Tampoco se subrayan las adversidades, indigencias, contrariedades, desventuras y tropiezos sufridos por los primeros pobladores; la indiferencia y el olvido de las autoridades de Buenos Aires, los constantes abusos cometidos contra la población civil por la guardia militar; el asedio de los bandidos en los campos, los contrabandistas en peligrosas partidas, po.rtugueses enemigos y los indios salvajes. Se vieron obligados a surtir naves con peligro de sus propias escasas reservas. Tuvieron que ajustarse a los monopolios de Francisco de Alzaybar quien convirtió la colonización que ayudó a formar, en provecho personal, hubo momentos en que la población entera se hallaba dedicada a atender sus demandas o la de los oficiales del presidio, con abandono en parte, de las chacras que les producían el sustento. Hubo carencia de utensilios, muebles, ropas. Sin asistencia médica adecuada, ni seguridad pública. Escasas comunicaciones con España y Buenos Aires. El peligro constante confinó prácticamente a los habitantes al reducido espacio de la ciudad con las necesarias salidas a las chacras del ejido o a los campos de propios. Vivieron la ausencia de higiene municipal, sin pavimentos, calles con sanjones, intransitables en invierno; soportaron perros salvajes en los campos y domésticos en el recinto, que por la abundancia de carne se hallaban en todas partes. La proliferación de insectos, en especial moscas y mosquitos fomentados por los pantanos de las zo- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Hisloriografia y bibliografia sobre los canarios... 893 nas bajas cercanas y las constantes carneadas para el acaparamiento de cueros. El renunciamiento, la privación, se soportaron por décadas, sin desmayo, con inquebrantable espíritu y fe en la nueva vida deparada por el destino. EXPLANACIÓN COMPARATIVA Hitos principales. (Señalamos las referencias bibliográficas más directas e importantes). Desde 1673 hasta enero 1 de 1730 1673-Repitiendo el acto de posesión realizado en la isla de Maldonado antes de 1600, navegantes y soldados lusitanos desembarcaron en Montevideo y esculpieron en una piedra del Cerro el escudo de su país. Azarola Gil. Los orígenes de Montevideo, p. 47. 1673 marzo-La novedad es conocida en Buenos Aires. El gobernador José Martínez de Salazar convocó a varios vecinos recién llegados de los puertos de Brasil para informarse. Uno de ellos, don Pedro Martín Flores declaró que hallándose en Santos oyó decir que estas tierras (las del Río de la Plata) eran y pertenecían a Portugal, que son las que quieren poblar y que los marcos y padrones que las dividen están en un paraje que llaman Monte Vidio. Azarola Gil, ob. cit. p. 47. 1676 mayo 26-Andrés de Robles, «gobernador» de la provincia del Paraguay eleva al rey Carlos 11 de España una comunicación denunciando la fijación en Montevideo de un marco o padrón con emblema portugués. Azarola Gil, ob. cit. p.49 y p. 215 (Documento N.O 7, Real Cédula al gobernador del Paraguay ordenándole quitar las armas de Portugal esculpidas en el cerro de Montevideo, fechada en Madrid a 20 de julio de 1679 años) (El documento se halla en el Archivo General de Indias, Audiencia de Charcas 416 (Ex 120-4-2). 1683 enero ll-Carta del gobernador de Buenos Aires a S.M. sobre la conveniencia de erigir un fuerte y un poblado en Montevideo. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 894· Luis Alberto Musso Ambrosi Azarola Gil, ob. cit. p. 50 Yp. 216 (Documento N.o 8) El gobernador de Buenos Aires era don Joseph de Herrera y Sotomayor. (Archivo General de Indias, Audiencia de Charcas 26l.(Ex 76-2-22). 1691-Francisco Naper de Lencaste gobernador de la Colonia del Sacramento enuncia vasto plan de colonización del territorio costero uruguayo y concreta el lugar de Montevideo como sede de una gran urbe por su situación central y marítima. Influyó sin lugar a dudas sobre los portugueses, en la resolución de fortificar y poblar Montevideo. Azarola Gil, ob. cit. p. 54. El texto puede ser consultado en la obra del mismo autor titulada «La epopeya de Manuel Lobo», documento N.O 41 de esta. 1701 octubre 29-El rey de Portugal don Pedro 11 decretó la fundación de Montevideo «en razón de la cesión y derecho del uso de la campaña de la Nueva Colonia del Sacramento, por el Tratado de Alianza que se hizo con el rey Católico...». Azarola Gil, ob. cit., p. 57 y p. 217 (Documento N.o 9, El Consejo Ultramarino al rey de Portugal sobre los puestos a crearse para guarnecer y administrar la fortaleza de Montevideo) (Archivo de Marinha e Ultramar de Lisboa, papeleta 2519 de Castro e Almeida, tomo VI). El documento expresa la erección de una fortificación y un pueblo en Montevideo, seguido de la construcción de un fuerte en la isla de Maldonado. 1702 enero 7-El gobernador de Río de Janeiro, Arthur de Sá e Menezez recibe instrucción por Real Cédula para proceder a la ejecución de la empresa de poblar Montevideo y fortificarlo. Azarola Gil, ob. cit., p. 57 y p. 214 (Documento N.O 10) Archivo de Río de Janeiro. 1702 marzo 17-Don Pedro 11 de Portugal deja sin efecto el proyecto de fortificar y poblar Montevideo. Azarola Gil, ob. cit., p. 59 y p. 218 (Documento N.O 11) Biblioteca Nacional de Lisboa, Libro de registros y decretos relativos al Brasil... 1702 -1833, l.er vol., fol. 1 v. y 4 v. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiograjia y bibliograjia sobre los canarios... 895 1708 octubre 30-La bahía de Montevideo y alrededores antes de la fundación de la ciudad, impresiones de la expedición científica francesa de Louis Feuillée. Citado por Horacio Arredondo en «Anales Históricos de Montevideo », v.3, 1959, p. 14. quien a su vez lo tomó del «Journal des observations physiques; mathematiques et botaniques. Faites par l'ordre du roi les cotes orientales de l'Amerique Meridionale dans les Indes Occidentales, depuis le année 1707 jusque 1712, etc., v. 1. 1714-El sargento mayor Manuel Gonc;alves de Aguiar informó que en San Francisco Xavier habló con un español llegado de Buenos Aires que se había detenido en Montevideo, en. cuyo puerto encontró embarcaciones francesas y sus tripulantes «negociaban con la gente y guardias españolas que allí estaban». Agregó que en Montevideo y Castillos había guardias castellanas y que todos los meses venía un lanchón a recorrer aquella costa y mudar las guardias. Azarola Gil, ob. cit., p. 63, quien lo transcribe de Castro e Almeida «Inventario dos documentos relativos ao Brasil», v. 6, papeleta N.O 4320. 1716 octubre 11-Felipe V, rey de España, desde Buen Retiro remite al gobernador interino de Buenos Aires, don Baltasar García Ros, un . pliego de instrucciones puntualizando la necesidad de oponer medios para evitar la ocupación lusitana de l.os parajes de Montevideo y Maldonado. Sota. Historia del Uruguay, v. 1, p. 168 Yp. 182 (Nota N.O 6; transcripción del documento). Azarola Gil, ob. cit., p. 67. . Bauzá. Historia de la dominación española en el Uruguay, v. 2, p. 253. Véase además: Revista Histórica, v. 3, p. 82. 1717 julio 11-Don Bruno Mauricio de Zavala, juró el cargo de gobernador del Río de la Plata ante el Cabildo de Buenos Aires. Azarola Gil, ob. cit., p. 69. Bauzá.ob.cit.,v.2,p.258. Blanco Acevedo. El gobierno colonial en el Uruguay. v. 1, p. 41. 1717 noviembre l3-El rey expide en Madrid una Real Cédula al gobernador de Buenos Aires, sobre poblar y fortificar Montevideo y Maldonado. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 896 Luis Alberto Musso Ambrosi Azarola Gil, ob. cit., p. 69 Yp. 219 (Documento N.o 12, del Archivo General de la Nación de Buenos Aires, división colonia, legajo de reales cédulas N.O 4) 1718 octubre 5-El rey reitera a Zavala las órdenes de fortificar Montevideo. Consulta acerca de la factibilidad de poblar el sitio con familias del Tucumán. Azarola Gil, ob. cit., p. 69 Yp. 220 (Documento N.o 13). 1720-Iniciativa particular de José García Inclán, natural de Cádiz y vecino de Buenos Aires, proponiendo poblar Montevideo. Proyectó instalar cien familias y pedía licencia para faenar 150.000 cueros vacunos por año, libres de derechos. Azarola Gil, ob. cit., p. 72, quien lo tomó de Daniel García Acevedo, en Revista Histórica, v. 5, p. 118. (Documento del Archivo General de Indias, Audiencia de Charcas 237 (Ex 76- 1- 54). I Blanco Acevedo, ob. cit., v. 1, p. 43. 1720 enero 27-Comunicación del rey al gobernador de Buenos Aires don Bruno Mauricio de Zavala sobre que los portugueses de la Colonia del Sacramento no excedan en su posición más allá que la distancia del tiro de cañón. Reitera también el proceder a la fortificación de Montevideo y Maldonado. Sota, ob. cit., v. 1, p. 185 (Nota N.O 7, documento fechado en Madrid). Sota, ob. cit., v. 2, p. 9. Bauzá,ob. cit., v. 2, p. 271. Blanco Acevedo, ob. cit., v. 1, p. 42. 1723 mayo lO-Nueva carta de instrucciones reales sobre poblar Montevideo y Maldonado. Señala debe comenzarse el asunto de inmediato «pues de su dilación se da tiempo y lugar a los portugueses a que ocupen el sitio y terreno y se fortifiquen, haciéndose más dificultoso el empeño para desalojarlos por la fuerza», es signado en Aranjuez. Azarola Gil, ob. cit., p. 70 y p. 222 (Documento N.O 14). Blanco Acevedo, ob. cit., v. 1, p. 44, este despacho según Blanco Acevedo no fue expedido hasta el día 6 de junio de 1723. Revista del Archivo General Administrativo, v. 1, p. 5. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografla y bibliografla sobre los canarios... 897 1723 junio 29-El rey de Portugal impartió instrucciones al gobernador de Río de Janeiro, Ayres "de Saldanha de Alburquerque, por Cédula del 29 de junio de 1723, disponiendo el envío de fuerzas a Montevideo con orden de fortificarse. No alude a poblaciones. Azarola Gil, ob. cit., p. 79, quien lo tomó de la «Revista del Archivo General Administrativo», v. 1, p. 17. 1723 noviembre 22-En cumplimiento a la Real Cédula de 29 de junio 1723, el Maestre de Campo Manuel de Freitas da Fonseca fondea en la bahía de Montevideo hallando solamente un lanchón que pertenecía al capitán y práctico del río, don Pedro Gronardo. Azarola Gil, ob. cit., p. 81. "María, «Compendio de la Historia de la República Oriental del Uruguay », v. 1, p. 70. Sota, ob. cit., v. 1, p. 168. Revista del Archivo cit., v. 1, p. 39. 1723 diciembre 1-Pedro Gronardo informa a zavala de la ocupación Portuguesa de Montevideo. Azarola Gil, ob. cit., p. 81. María. ob.cit., v. 1, p. 70. Sota, ob. cit., v. 1, p. 186 (Nota N.O 8: «Diario de Bruno Mauricio de Zavala de cuando se poblaron los portugueses en Montevideo y se les obligó a retirarse»). Bauzá, ob. cit., v. 2, p. 274. Blanco Acevedo, ob. cit., v. 1, p. 45. Revista del Archivo cit., v. 1, p. 45 (Transcribe el «Diario del Gobernador Bruno Mauricio de Zavala». Fundación de Montevideo). 1723 diciembre 7-Alonso de la Vega llega a Montevideo con un destacamento y frente al campamento de Freitas da Fonseca inicia las hostilidades apartando el ganado y apoderándose de caballadas. Azarola Gil, ob. cit., p. 82. María, ob. cit., v. 1, p. 70. Sota, ob. cit., v. 1, p. 169 (Consigna esta acción en fecha 4 de enero de 1724, yen p. 188, Nota N.O 8, figura también en 4 de enero 1724. Bauzá, v. 2, p. 280, establece la fecha del 7 de enero 1724 para esta acción. Blanco Acevedo. ob. cit., v. 1, p. 46 establece para lo mismo el día 7 de diciembre 1723. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 898 Luis Alberto Musso Ambrosi. 1723 diciembre 20-Real Cédula enviada al gobernador de Buenos Aires, reiterando el encargo de poblar Montevideo y Maldonado. Los términos empleados por el rey son graves, pues se le advierte: «que en el caso de no estar ejecutadas ya las ordenes anteriores... paséis desde luego y sin malograr tiempo alguno a ejecutarlas y perfeccionarlas... que de lo contrario me daré por servido de vos y se os hará gravísimo cargo»... Azarola Gil, ob. cit., p. 71 Yp. 226 (Documento N.o 15, Real Cédula) También reiteradas con fechas posteriores al establecimiento defini- . tivo de los españoles en Montevideo. De esta manera: 20 junio, 20 julio y 21 octubre de 1724. Véase Revista del Archivo General Administrativo, v. 1, p. 53,-p. 59 Yp. 63 respectivamente. 1724 enero 19-Freitas da Fonseca dirige mensaje a Zavala expresandoque, en vista de sus preparativos de agresión abandona el puesto y protesta por los hechos. Ese mismo día se hizo a la vela con hombres y elementos. Azarola Gil, ob. cit., p. 84. María, ob. cit., v. 1, p. 71. Sota, ob. cit., v. 1, p. 169 Yp. 188 (Nota N.O 8). Bauzá, ob. cit., v. 2, p. 283. Blanco Acevedo, ob. cit., v. 1, p. 47. 1724 enero 20-Alonso de la Vega ocupa la península desierta yeleva el pabellón hispano. QUEDABA DEFINITIVAMENTE ESTABLECIDO EL PUERTO Y CIUDAD DE MONTEVIDEO, SIENDO ESTALA FECHA QUE DEBE TOMARSE COMO FUNDACIONAL. Azarola Gil, ob. cit., p. 84. 1724 marzo 25-Llegan a Montevideo mil indios de las reducciones jesuíticas para reforzar el punto y cooperar como peones en la construcción de las fortificaciones. Se retira Zavala a Buenos Aires el 2 de abril de 1724 y el capitán Francisco Antonio Lemas queda de comandante de la guarnición con ciento diez soldados. Azarola Gil, ob. cit., p. 86. María, ob. cit., v. 1, p. 73. Sota, ob. cit., v. 1, p. 190 (Nota N.O 8) Bauzá, ob. cit. v. 2, p. 288. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografía y bibliow:afía sobre los canarios... 899 1724 setiembre 4-Acuerdo entre el gobernador Zavala y el Cabildo de Buenos Aires para llevar a la práctica la población de Montevideo. Azarola Gil, ob, cit., p. 92. Bauzá, ob. cit. v. 2, p. 290. 1724. diciembre 12-El rey Felipe V aprueba el asiento ajustado con don Francisco de Alzaybar y don Cristóbal de Urquijo para navegar a Buenos Aires con cuatro navíos durante cuatro años. Azarola Gil, ob. cit. p. 107 Yp. 227 (Documento N.O 16, sobre el asiento referido (En Archivo General de Indias, Audiencia de Char-cas 181 (Ex 75-6-40). . 1725 abril 16-Real Cédula comunicando a Zavala su permanencia en el gobierno hasta que termine la población de Montevideo y su ascenso al grado de teniente general. Signada en Aranjuez. Azarola Gil, ob. cit., p. 233 (Documento N.o!7; del Archivo General de Indias, Audiencia de Charcas, legajo 181 (Ex 75-6-40). 1725 abril 16-Real Cédula al gobernador de Buenos Aires don Bruno Mauricio de Zavala relativa a la Colonia del Sacramento y población de Montevideo y Maldonado. Signada en Aranjuez. Azarola Gil, ob. cit, p. 237 (Documento N.o 20; del Archivo General de la Nación. Buenos Aires, división Colonia, legajo de Reales Cédulas, N.O 4). 1725 abril 16-Real Cédula al gobernador de Tucumán disponiendo su cooperación a la población de Montevideo. Signada en Aranjuez. Azarola Gil, ob. cit., p. 239 (Documento N.o 21; del Archivo General de Indias, Audiencia de Charcas, legajo 181 (Ex 75-6-40). Idem al Gobernador del Paraguay. 1725 abril 16-Real Cédula a la ciudad de Buenos Aires sobre que solicite familias para la población de Montevideo y Maldonado. Signada en Aranjuez. Azarola Gil, ob. cit., p. 240 (Documento N.O 22; del Archivo General de la Nación. Buenos Aires, división Colonia, legajo de Reales Cédulas, N.O 4). © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 900 Luis Alberto Musso Ambrosi 1725 abril 16-Real Cédula al gobernador de Galicia sobre envío de veinticinco familias a Montevideo y Maldonado. Signada en Aranjuez. Azarola Gil, ob. cit., p. 109 Yp. 241 (Documento N.o 23; del Archivo General de Indias, Audiencia de Charcas, legajo 181 (Ex 75-6-40). Con esta Real Cédula corre unida otra igual, expedida en la misma fecha y dirigida al gobernador de las Islas Canarias. Sota, ob. cit., v. 2, p. 10 Yp. 123 (Nota N.O 2, Real Cédula). 1726 enero 20-Pedro Millán comienza bajo advocación de San Felipe y Santiago a plantear la nueva ciudad de Montevideo, y da hogar a las primeras siete familias, compuestas de treinta y seis personas, procedentes de Buenos Aires. María, ob. cit., v. 1, p. 74. Sota, ob. cit., v. 2, p. 10. Blanco Acevedo, ob. cit., v. 1, p. 49. Ponce de León, «La ciudad vieja de Montevideo», p. 16 Ycapítulos siguientes. 1726 abril ll-Asiento ajustado con don Francisco de Alzaybar y don Cristóbal de Urquijo para la conducción de cincuenta familias de las Islas Canarias destinadas a poblar Montevideo y Maldonado. Aplazado el proyecto del traslado de colonos españoles, por dificultades ocurridas con Inglaterra, se resolvió que partieran de Canarias. Por asiento signado en San Ildefonso a 3 de julio 1725 el rey ajustó la conducción de cuatrocientos hombres de tropa para el Río de la Plata. (Documento del Archivo General de Indias, Audiencia de Charcas, legajo 181 (Ex 75-6-40) con un navío del cargo de Cristóbal de Urquijo y Francisco de Alzaybar. Azarola Gil, ob. cit., p. 110 y p. 242 (Documento N.O 25, signado en Buen Retiro: pertenece al Archivo General de Indias, Audiencia· de Charcas, legajo 181 (Ex 75-6-40). 1726 agosto 21-Parte del puerto de Santa Cruz el navío «Nuestra Señora de la Encina, alias La Bretaña», al mando del capitán Bernardo de Zamorategui, con los primeros colonos canarios. Azarola Gil, ob. cit., p. 111. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografia y bibliografia sobre los canarios... 901 1726 agosto 28-Auto del gobernador de Buenos Aires don Bruno Mauricio de Zavala detallando los beneficios de que han de gozar los que pasen a radicarse en la nueva ciudad de Montevideo. Signado en Buenos Aires. Azrola, Gil, ob. cit., p. 121 Yp. 248 (Documento N.o 28, Actas del Cabildo de Buenos Aires, libro XIX, foja 387). 1726 noviembre 19-Llegan las primeras familias canarias a Montevideo, las que por imprevisión deben ser alojadas bajo tiendas de cueros sostenidos con estacas. Al mes siguiente, 20 de diciembre, Pedro Millán levanta el padrón de pobladores. Azarola Gil, ob. cit. p. 112. Figuran en esta obra las nóminas de Cas~ buena y Mesa y el Padrón de Millán, comparados, de lo que puede observarse variantes entre ellos. María, ob. cit., v. 1, p. 76, expresa: «llegaron doce familias que mandó Alzaybar de las Islas Canarias». Blanco Acevedo, ob. cit. v. 1, p. 49. Sota, ob. cit., v. 2, p. 15, presenta el padrón de los pobladores conducidos por el Navío Nuestra Señora de la Encina, en esta fecha. 1726 diciembre 20-Don Pedro Millán ejecuta el empadronamiento de los pobladores de Montevideo. Azarola Gil, ob. cit., p. 113, 122 Yp. 265 (Documento N.O 35, de Pedro Millán, testamento fechado en Buenos Aires el 23 de junio 1732, del Archivo de los Tribunales de Buenos Aires, año 1733, legajo 7147). Sota, ob. cit., v. 2, p. 12. Revista del Archivo General, ob. cit., v. 1, p. 111. Apolant, Génesis de la familia uruguaya, p. 20, 23 y 48 (En p. 48-58 figura un resumen anotado del Padrón Millán). Archivo Artigas, Comisión Nacional..., v. 1, p. 4. 1726 diciembre 24-El capitán Millán fija la jurisdición de la ciudad. (Se refiere no a la planta urbana, sino al territorio sobre el cual el futuro Cabildo ejercerá su autoridad). Se reparten solares. El día 12 de marzo de 1727 fijará el ejido y los propios. Azarola Gil, ob. cit., p. 125, quien tomó la información de la Revista del Archivo General Administrativo, v. 1, p. 99. María, ob. cit., v. 1, p. 80. Transcribe la narración de Millán sobre el término y jurisdicción de Montevideo. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 902 Luis Alberto Musso Ambrosi Sota, ob. cit., v. 2, p. 11. Revista del Archivo General, ob. cit., v. i, p. 99. Archivo Artigas, ob. cit., v. 1, p. 8. El señalamiento citado constituye la parte inicial del libro que se destinó a ese objeto, al repartimiento de cuadras y solares urbanos, ejido y adjudicación de chacras. 1727 enero l5-Pedro Millán establece las festividades oficiales. Azarola Gil, ob. cit., p. 128; tomado de la Revista del Archivo General. Administrativo, v. 1, p. 129. Fueron estas fiestas: San Felipe y Santiago, 1.° de mayo; Concepción de Nuestra Señora, 8 de diciembre; San Sebastián, 20 de enero. 1727 marzo 12-Comienza Pedro Millán la adjudicación de tierras para chacras. Azarola Gil, p. 131, quien toma la información de la «Revista del Archivo General Administrativo, v. 1, p. 135. María ob. cit.,v. 1, p. 83: transcribe el detalle de Millán sobre el repartimiento. Revista del Archivo General, ob. cit., v. 1, p. 135: contiene el detalle sobre el repartimiento. Archivo Artigas, ob. cit., v. 1, p. 12. 1728 (?)-Relación del reparto de estancias practicado por Pedro Millán a los pobladores de Montevideo. Archivo Artigas, ob. cit., v. 1, p. 16. Azarola Gil, ob. cit., p. 132. Revista del Archivo General, ob. cit., v. 1, p. 151. Apolant, ob. cit., p. 31. Varios autores, especialmente Apolant presentan dudas en cuanto a la exactitud de la fecha. 1729 enero 3I-Parte de las Islas Canarias con rumbo a Montevideo la flota bajo el mando personal de Alzaybar, compuesto de tres navíos: el de San Francisco, el San Bruno y el San Martín. En el primero embarcaron cuatrocientos hombres de tropa, que al llegar al Plata debían quedar al servicio de ambas plazas; en el último vinieron familias pobladoras. Azarola Gil, ob. cit. p. 135. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografia y bibliografia sobre los canarios... 903 1729 marzo 27-Arribaron al Puerto de Montevideo los navíos que condujeron la segunda colonización canaria. Azarola Gil, ob. cit., p. 137. Azarola establece que la segunda colonización canaria estaba formada por cuarenta y nueve personas. En cuanto al padrón Gorriti, levantado catorce años más tarde adolece de muchas inexactitudes. María, ob. cit., v. 1, p. 78, no establece la fecha exacta. Sota, ob. cit., v. 2, p. 18, se refiere al padrón Gorriti, el cual transcribe. Revista del Archivo General, ob. cit., v. 1, p. 155, presenta la lista de los segundos pobladores, se refiere al padrón Gorriti. Apolant, ob. cit., p. 25, p. 33 Yp. 59 (En p. 59-80, puede hallarse un detalle completo conteniendo los nombres de los colonos). Ponce de León, ob. cit., p. 46 establece como día de la llegada de los segundos colonos, el 28 de marzo de 1729. 1729 diciembre 20-El gobernador don Bruno Mauricio de Zavala labró el documento que erigía oficialmente en ciudad a la población. Establecimiento del Cabildo. Azarola Gil, ob. cit., p. 144 Y p. 258 (Documento N.o 30 sobre el Acta de la fundación jurídica de la ciudad). María, ob. cit., v. 1, p. 86. Sota, ob. cit., v. 2, p. 22, detalla seguidamente las estancias repartidas y los nombres de los beneficiados. Bauzá, ob. cit., v. 2, p. 293. Estableció para esta fecha el día 29. Revista del Archivo General, v. 1, p. 173 (Ordenanzas municipales) y p. 207). El Libro Capitular de la nueva población, comienza con fecha 20 de diciembre de 1729. 1730 Enero 1-DESIGNACION POR ZAVALA DE LOS CABILDANTES EN NOMBRAMIENTO DIRECTO. Prestan juramento los elegidos. Azarola Gil, ob. cit., p. 145 Yp. 260 (Documento N.O 31: Constitución del primer Cabildo). Sota, ob. cit., v. 2, p. 22 Yp. 129 (Nota N.O 4, dando la lista de los cabildantes). María, ob. cit., v. 1, p. 87. Bauzá,ob. cit., v. 2, p. 294, con la nómina de los primeros cabildantes. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 904 Luis Alberto Musso Ambrosi LISTA DE LIBROS FUNDAMENTALES PARA EL ESTUDIO DEL APORTE CANARIO A LA FUNDACIÓN DE LA CIUDAD DE MONTEVIDEO APOLANT, Juan Alejandro. Génesis de la familia uruguaya. Montevideo, Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay, 1966. También la segunda edición ampliada, en 4 volúmenes, del año 1975. Apolant presenta por primera vez minuciosos estudios de los primeros padrones de la ciudad de Montevideo, los que han permitido aclarar muchos pormenores. Se trata de una obra de riguroso corte documental realizada con pericia. ApOLANT, Juan Alejandro. Padrones olvidados de Montevideo del siglo XVIII. Montevideo, Imprenta Letras, 1966-1968. 3 v. El autor desplegó la misma técnica y exactitud que en la obra antes nombrada. Estos padrones comienzan en el año 1743. ARCHIVO ARTIGAS. Montevideo, Comisión Nacional, 1950. Es de interés para nosotros el volumen l. Transcribe el padrón de 1726, el padrón del mismo año relativo a la distribución de solares. El del año 1727, sobre reparto de chacras; el de 1728, reparto de estancias; tierras de chacras de 1730, y otros muchos documentos de interés.. AZAROLA GIL, Luis Enrique. Aportación a~ padrón histórico de Montevideo. Epoca fundacional. Madrid. Revista de Archivos, 1932. Se trata de una lista por orden alfabético de los primeros po- . bladores de Montevideo. Contiene datos de origen, matrimonios, oficios, fechas de nacimiento y muerte, propiedades, etc. Utilizó como fuentes el Archivo General de la Nación de Montevideo, los libros parroquiales de la Iglesia Matriz, el Archivo de la Escribanía de Gobierno y Hacienda, la Revista del Archi~ vo General Administrativo, la Revista Histórica, el Archivo General de la Nación de Buenos Aires, etc. AZAROLA GIL, Luis Enrique Los orígenes de Montevideo. 1607 -1749. Buenos Aires, 1933. La obra más importante para todo este estudio. Azarola Gil puede considerarse el autor histórico dedicado casi por entero a los estudios de la época fundacional de Colonia del Sacra- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografia y bibliografia sobre los canarios... 905 mento y Montevideo. Incansable investigador de archivos y bibliotecas nacionales y del exterior. AZAROLAGIL, Luis Enrique. Veinte linajes del siglo XVIII. Contribución a la historia de Montevideo... Paris, Franco-IberoAmericana. Sobre los principales personajes que actuaron en aquellos primeros tiempos de la ciudad de Montevideo: Zabala, Alzaybar, etc. Complementan estos trabajos, la obra del mismo autor titulada: «La epopeya de Manuel Lobo», contribución a la historia de la Colonia del Sacramento, seguida de una crónica de los sucesos desde 1680 hasta 1828 (Madrid, 1931). BAUZA, Francisco. Historia de la dominación española en el Uruguay. Montevideo, Ministerio de Instrucción Pública y Previsión Social, 1965. 6 v. Señalamos esta edición por ser la última y más al alcance de los lectores. El volumen 2 trata de la Conquista (1500-1624). Los jesuítas y portugueses (1625 -1730). Aunque la de Bauzá es obra importante, es muy poco lo que refiere sobre la fundación de Montevideo. BLANCO ACEVEDO, Pablo. El gobierno colonial en el Uruguay y los orígenes de la nacionalidad. 2.a Edición. Montevideo. 1936. 2.v. Blanco Acevedo es importante porque traza con mucha destreza el escenario social, político y militar de aquellos años. MARÍA, Isidoro de. Compendio de la historia de la República O. del Uruguay Montevideo, El Siglo Ilustrado, 1895-1902.6 v. Para nuestro trabajo consultar el volumen primero. Isidoro de María a pesar de estar hoy muy superado, reviste interés. Fue el primero en citar el testamento de Alzaybar. MONTERO BUSTAMANTE, Raul. -LLAMAS, Julio M. Fundación de Montevideo. Montevideo, Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay, 1976. Se trata de una reimpresión del mismo trabajo que había sido editada en 1919. Los autores reconocen como fecha para la fundación de Montevideo, el día 24 de diciembre de 1726. Así fue aprobada por el Instituto Histórico y Geográfico del Uruguayen 5 de abril de 1919. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 906 Luis Alberto Musso Ambrosi PONCE DE LEÓN, Luis R. La ciudad vieja de Montevideo. Trazado inicial y evolución en su primer cuarto de siglo. Montevideo, Impresora Rex, 1968. (Separata del tomo V de «Anales históricos de Montevideo). SOTA, Juan M. de la. Historia del territorio Oriental del Uruguay. Montevideo, Ministerio de Instrucción Pública y Previsión So-cial, 1965.2 v. . La primera edición de esta obra se hizo por la Imprenta de la Caridad en 1841. Es el primer tratado de historia sobre el Uruguay. PUBLICACIONES PERIÓDICAS Revista del Archivo General Administrativo. Montevideo, 1885. Para este trabajo es útil el volumen primero. Casi todos los autores posteriores a la publicación de este tomo han recurrido a él. Contiene comunicaciones, documentos portugueses y españoles, padrones y actas de Cabildo. Revista Historica de la Universidad (hoy revista histórica) Montevideo, 1907. Deben consultarse los tomos siguientes: 1,2,3,5,6,7,9, 10, 11 y 12. - Vida Moderna. Montevideo. Tomo 8 (1902), p. 71 artículo «La fundación de Montevideo». DOCUMENTOS IMPRESCINDIBLES Archivo General de Indias de Sevilla: Audiencia de Charcas, legajo 181, antigua nomenclatura: 75-6-40. Minutas de despachos 1723- 1726. Idem, idem, legajo 218, antes: 76- l -35. (Cartas y expedientes de los gobernadores de Montevideo y Santa Cruz de la Sierra 1702-1759). © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 SECCIÓN BIBLIOGRAFÍA CATALOGACIÓN DE LIBROS SOBRE HISTORIA DE MONTEVIDEO EN SU ÉPOCA COLONIAL, ACOMPAÑADA DE DATOS BIBLIOGRÁFICOS, COMENTARIOS y ANOTACIONES, CON TRANSCRIPCIÓN DE PÁRRAFOS DE INTERÉS PARA EL PRESENTE ESTUDIO (Contiene semblanza de autores) ABELLA TRIAS, Julio C. Arquitecto uruguayo nacido en Montevideo en el año 1909. Ocupó durante años un cargo en la Dirección General de Arquitectura del Ministerio de Obras públicas y bajo su dirección se construyeron escuelas, hospitales, etc. Fue presidente de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay en 1938; Consejero de la Facultad de Arquitectura en 1943 y 1953. Profesor en la cátedra de Construcción. Presidente de la primera Asamblea de Profesionales Universitarios. Participó en concursos de arquitectura obteniendo diversos premios. Integró la Comisión del Plan Regulador de la ciudad de Montevideo. Escribió en forma continuada durante varios años en los diarios «La Mañana» y «Acción», sobre temas de la ciudad. MONTEVIDEO, LA CIUDAD EN QUE VIVIMOS Este libró, dedicado especificamente a tratar sobre los problemas edilicios y urbanísticos que afectan a la ciudad de Montevideo, presenta un amplísimo panorama de tópicos atentos a la misma. Habla © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 908 Luis Alberto Musso Ambrosi del país y la ciudad; de los planes de la ciudad (problemas de habitación, parques y paseos, etc.); la evolución de los servicios públicos, etc. con un último capítulo titulado «Montevideo en el tiempo». Es precisamente de esta división (Cuarta parte) en la cual hallamos datos de interés histórico. Item «Epoca prefundacional»: «En 1713 por la paz de Utrech, se devolvió la Colonia del Sacramento a Portugal y España inquieta, dispuso el 13 de noviembre de 1717, la fundación de Maldonado y Montevideo. Zabala ordenó se comenzaran los estudios para la implantación de la ciudad y en 1719 el ingeniero Domingo Petrarca, levantó un magnífico plano topográfico de la bahía, en el que muestra el Cerro y los ríos que desembocaban en la mencionada bahía. Sin embargo Zabala encontró grandes dificultades para poblar la zona, por lo salvaje del medio con los indios permanentemente hostiles, y por la falta de familias que quisieran trasladarse desde Buenos Aires. Al finalizar el año 1721, una circunstancia fortuita hizo resurgir la necesidad de la fundación, ya que desalojadas varias familias de las estancias cercanas a la Colonia del Sacramento, se pensó en ubicar- _. las en una nueva población. El Ayuntamiento de Buenos Aires, el 30 de julio de 1722 por primera vez estampó el nombre de Montevideo como el designado para servir de asiento a la ciudad futura. La realización del proyecto fue aplazada y los portugueses al mando de Freitas de Fonseca tomaron posesión de Montevideo». Item: «La época fundacional»: «... Montevideo fue al nacer, un núcleo planificado, trazado de acuerdo a las normas de la colonia y a su carácter de ciudad fortaleza. El 14 de febrero de 1724, el ingeniero Domingo Petrarca, delineó la construcción de un reducto con diez cañones del calibre 12 y 24 y el Fuerte de San José, al extremo oeste de la «punta», hacia el norte de la calle Sarandí, cuyas obras se comenzaron el 22 de abril, con la llegada de un millar de indios tapes misioneros que era la mano de obra utilizada...» Termina este item expresando: «Para evitar que los portugueses se hicieran dueños de la Banda Oriental, fortificar Maldonado y Montevideo y obtener el ganado que se necesitaba en Buenos Aires, el Rey resolvió en 1725 enviar una expedición al mando de Francisco de Alzaibar, con 200 hombres de caballería y disponiendo se trajeran 50 familias, 25 de Galicia y las otras de las islas Canarias». Continúa luego narrando «El acto de la fundación de la ciudad y recuerda que «llegaba a Montevideo el 19 de noviembre de 1726, el navío «Nuestra Señora de la Encina», armado de veinticuatro caño- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografía y bibliografía sobre los canarios... 909 nes al mando del capitán Bernardo de (sic) Zamorate, cO'nduciendo 20 familias de Tenerife (Canarias), en total 96 personas, que sumadas a las seis familias procedentes de Buenos Aires, 34 personas, determinaron el núcleo primario de pobladores, con un total de 130 habitantes». Pasa el autor rápidamente sobre «El reparto de solares» y se extiende en «La jurisdicción de la nueva ciudad». Al hablar de «El primer plan urbanístico de la ciudad», dice: «El mismo día 12 de marzo se fijó el Ejido de la ciudad, destinándose una zona para «dehesas» y «propios». La zona de «Dehesas» y «Propios » estaba definida dentro de una línea que iba de mar a mar, pasando por las inmediaciones del buceo, hasta Montevideo Chiquito (Cerrito de la Victoria) y el arroyo Miguelete, hasta su desembocadura en la bahía. Efectuada la distribución de solares y chacras, Millán distribuyó las estancias, en total veintidós fracciones de tres mil varas de frente y una legua y media de fondo. Veinte estaban sobre el arroyo Pando y dos situadas sobre el Carrasco...» «El 9 de abril de 1729, llegó a Montevideo la segunda expedición de Francisco de Alzáibar, formada por tres navíos, el San Francisco, con 70 cañones, el San Bruno con 50 cañones y el San Martín con 30 cañones. Estos barcos trajeron 30 familias canarias (250 personas) y 100 soldados de guarnición. Se completó así el núcleo previsto por el monarca,. para la fundación de Montevideo, 50 familias». «La guerra Minuana». En 1730 diezmados ya los charrúas, la tribu minuana declaró la guerra a la ciudad, obteniéndose una paz después de 18 meses de lucha. La paz en realidad no se hizo nunca. Las escenas de nuestros campos eran las mismas de una película de cowboys, con sus indios asaltando las carretas, quemando los ranchos y nuestros colonizadores también escribieron una epopeya, para dominar la campaña. En febrero de 1751 la situación se hizo tan grave, que hubo de organizarse una expedición al mando de Gorriti, y las hostilidades cesaron sólo cuando los indios fueron lamentablemente borrados del mapa del Uruguay, sin poder impedir que su rebeldía entrara profundamente en la formación del hombre oriental». «El 31 de mayo de 1730 el Cabildo dio el primer nombre a las calles de la ciudad... En 1732, en el Colla, Francisco de Medina y Juan de la Piedra y en Montevideo los hermanos Perafán de la Rivera, fueron los iniciadores de la salazón de carnes. Fruto de estos esfuerzos fueron el primer cargamento de charque y tasajo realizado en . 1785 para Cuba...» © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 910 Luis Alberto Musso Ambrosi «En 1738 Francisco de Alzáibar, que consideraba a Montevideo como el fruto de su esfuerzo; por la ayuda de su flota, de su crédito y de su lucha, se trasladó a España y el Cabildo no encontró mejor embajador que el poderoso vizcaíno al que confió la misión de obtener un gobernador para Montevideo y conseguir autorización para comerciar con puertos extranjeros». «En esa época la población estaba dividida en tres grupos, los indios condenados al exterminio, el criollo, hijo de españoles nacido en América considerado como un ser inferior y peligroso al que se le daban los peores trabajos y el español, de España, para el que eran todos los honores y prerrogativas...» «Características y tipos de las primeras edificaciones de la ciudad »: «Del análisis somero que hemos hecho del acervo arquitectónico, surge que la historia de la arquitectura en el país está limitada al siglo XVIII, ya que la tardía fundación de Montevideo en 1726, y el lento desarrollo de la población hizo que la arquitectura adoptara las nuevas directrices de la reacción neoclásica. El país no conoció los ejemplos barrocos o churrigerescos de las otras capitales del virreynato de Buenos Aires, Córdoba, o las Misiones Jesuíticas y menos aun, de los períodos de los primeros años de la colonización de los virreynatos de México y Perú, con sus platerescos y herrerianos »... «Montevideo conoció, al surgir a la vida, el estilo neoclásico de la Academia de San Fernando, de lo cual es buen ejemplo nuestro Cabildo, inspirado en la vieja aduana de Madrid...» «El Fuerte de Gobierno y la propia Ciudadela, denuncian el estilo de la época. La habitación privada fue muy modesta en la ciudad, frente a las grandes arquitecturas residenciales de América. Es que esta ciudad era una ciudad pobre y sus modestos cabildantes, no tenían ni siquiera sala para sentarse. Las primeras casas al fundarse la ciudad eran toldos, no muy distintos a los de los indígenas. Sólo había cuatro casas de material que pertenecían a cuatro de los primeros pobladores, la de Pedro Gronardo, después destinada al primer Cabildo, tenía paredes de adobe crudo y estaba cubierta con cueros; la de José Burgues, fue la primera casa de muros de piedra de la ciudad, asentados con barro y cubierta de tejas, verdadero lujo para la época. Caillos construyó una casita de adobes y techo de paja y «Pistolete» una casa de piedra sentada en barro y techo de teja. En 1727 un viajero que visitó la ciudad, decía que sólo habían dos casas de material y cuarenta de cuero, a pesar de que las familias que las habitaban eran canarias. Se oía misa en un galpón de madera cubier- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografía y bibliografía sobre los canarios... 911 to con cueros. Indignado Zabala, en una visita que realiza en 1729, de que la ciudad fundada en 1726, fuera sólo una «toldería» de salvajes, dispuso que los pobladores en un plazo de 15 días, comenzaran la edificación de sus casas en los solares distribuídos. La ciudad así se transformó en un grupo de cien ranchos, por lo que el Cabildo tenía singular orgullo. Después, lentamente la ciudad fue evolucionando en los elementos que formaban la vivienda». «Las primeras casas de la ciudad no debían ser muy diferentes a las mencionadas y en los típicos solares montevideanos de 50x50 varas o de 50xlOO varas, se levantaban dos o tres ranchos, de muro de adobe o de piedra levantados con tierra, con techo de cuero, paja o tejas. Uno de los ranchos dividido en dos piezas y a veces en tres, se destinaba a la vivienda, otro serviría de cocina y el otro de depósito y caballeriza. Los viajeros de aquellas épocas cuentan que no habían puertas ni ventanas y que unos simples cueros defendían a los habitantes de nuestro «suave» pampero». «Allá por 1755 se estableció una calera en la estancia de «Nuestra Señora de los Desamparados» en Paso de Pache, sobre el Santa Lucía, con cuya cal se comenzaron a levantar las obras en Montevideo. Las otras dos caleras, también de los jesuítas, en 1740 la «Calera de Camacho» entre Nueva Palmira y Carmelo, y la calera de la estancia de las Vacas, destinaban la cal producida para Buenos Aires. Una de las primeras casas fue la del doctor Francisco LIambí, de 1755, demolida hace tiempo»... «Los primeros caminos de la ciudad»: «En el plano del ingeniero Domingo Petrarca del año 1730, según lo establece el arquitecto Pérez Montero en su libro «La calle del 18 de JuliQ), por primera vez se fijan los caminos de la ciudad, que serían en el futuro sus más conocidas vías. El principal de ellos, el «Camino Real para el Pueblo », salía desde un punto formado actualmente por las esquinas de las calles Ciudadela y Plaza Independencia, siguiendo aproximadamente la dirección de la actual calle Colonia, bifurcándose a la altura de la calle Andes...» «El camino para Maldonado tomaba la dirección de la avenida 18 de Julio en un punto entre las calles Yaguarón y Ejido, siguiendo la línea de la avenida, trayecto que se mantuvo cien años después...» «La ciudad fue, lentamente, construyendo sus edificios y sus defensas. En 1724 los jesuítas construyeron una capillita en la esquina de Piedras y Zabala, que el Cabildo destinara en 1730, para «Iglesia Interina» mientras se construía la vieja Matriz». © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 912 . Luis Alberto Musso Ambrosi «En 1730 el Cabildo se instaló en la casa del capitán Pedro Gronardo. La primera nomenclatura de las calles de 1730, cita apenas siete de ellas de oeste a este y siete de norte a sur, como ya hemos establecido. En ese mismo año se comenzó a construir la primera iglesia Matriz. Al hacer el trazado de los solares D. Pedro Millán, en 1726 estableció que las calles tendrían un ancho de 12 varas y cien varas la cuadra y no ciento cuarenta, como en Buenos Aires. Este primer despiezo de la ciudad con manzanas tan pequeñas redujo los solares en forma que debía conspirar contra el parcelamiento de la ciudad.. ,» FICHA BIBLIOGRÁFICA: ABELLA TRIAS, Julio C. Montevideo, la ciudad en que vivimos. Su desarrollo, su evolución y sus planes. Montevideo/Editorial Alfa1l960. 334 p. * * * ACEVEDO, Eduardo. Jurisconsulto e historiador nacido en Buenos Aires, el 29 de enero de 1857, siendo sus padres el ilustre codificador doctor Eduardo Acevedo y doña Joaquina Vázquez. Se graduó de doctor en derecho y jurisprudencia en 1881, a los 23 años. Ha sido Rector de la Universidad, en el período 1904 -1906; Ministro de Industrias, durante los años 1911 y 1912; Director del Banco de la República de 1914 a 1924; Director General de Enseñanza Primaria y Normal desde 1925 a 1929; Catedrático de Economía Política y Finanzas en la Facultad de Derecho; Presidente del Consejo Directivo de la Facultad de Agronomía; Presidente. de la Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland desde 1931 a 1933. Actuó en la prensa metropolitana como redactor en jefe de «La Razón» (1888); igual cargo en «El Siglo» (1889 - 1902); idem en «El Tiempo» (1907 -1908). Entre sus muchas obras publicadas figuran las siguientes: «Economía política y finanza» (1903); «Notas y apuntes. Contribución al estudio de la historia económica y financiera de la República» (1903); «Informe sobre la enseñanza secundaria en 1904, 1905 Y 1906»; «Artigas, jefe de los orientales y protector de los pueblos libres » (1909); «Manual de historia uruguaya» (1916) en 8 volúmenes; «Proyecto de ley de minería» (1916) «Ideas de actualidad» (1917), etc. En 1933 en una edición popular se reeditaron las obras: «José © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografia y bibliografia sobre los canarios... 913 Artigas, jefe de los orientales (1 vol.) y «Anales históricos del Uruguay » en 6 vols. Ambos trabajos fueron publicados también en la revista titulada «Anales de la Universidad», de Montevideo. El doctor Eduardo Acevedo fue Miembro de Número del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay y presidió la directiva del Ateneo de Montevideo. Falleció en Montevideo, en el año 1948. ANALES HISTÓRICOS DEL URUGUAY De esta obra, v. 1, p. 16, transcribimos: «Fundación de Montevideo. Asegurado el dominio de la Colonia por la diplomacia, trataron los portugueses de ensanchar el radio sometido a su influencia. A fines de 1723, arribó a Montevideo una flota al mando de Freitas Fonseca, compuesta de cuatro buques y de trescientos hombres de desembarco. Los invasores bajaron a tierra; construyeron un parapeto que se hizo pedazos por efecto de la salva real de 1.0 de enero de 1724; y se hubieran adueñado del puerto, en la misma forma que el de la Colonia, sin la oportuna intervención del gobernador de Buenos Aires. Zabala se puso en marcha al frente de un ejército que debió parecer incontrarrestable, como que ante su simple llegada resolvieron los portugueses abandonar el reducto que habían construido. Con el propósito de evitar análogas agresiones, Zabala dio principio de ejecución en el acto a un vasto plan de fortificaciones, trazado por el ingeniero don Domingo Petrarca, y se preocupó de allegar pobladores a esa zona desierta. La Corte de España, que había indicado varias veces la necesidad de fundar la ciudad de Montevideo, prometió el envío de cincuenta familias de Galicia y de las islas Canarias, y ratificó un programa de Zabala para estimular a otras tantas familias de Buenos Aires, a cruzar el río, con el halago de las siguientes concesiones: declaración de hijodalgos y de noble linaje a favor de los pobladores y descendientes legítimos; pagos de gastos de viaje; reparto de solares, chacras y estancias; regalo de doscientas vacas y de cien ovejas a cada poblador; ayuda de brazos y de materiales para la edificación de viviendas; distribución de semillas; reparto gratis, durante un año, de carne, yerba y tabaco. Fueron muy pocas las familias de Buenos Aires y de España que respondieron a estos estímulos. Pero con ellas quedó formado el nú- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 914 Luis Alberto Musso Ambrosi deo de la ciudad en 1726. Sólo tres años después, Zabala levantó el acta oficial de fundación de su gobierno civil y administrativo. El primer Cabildo que entró a actuar el 1.° de enero de 1730, estaba compuesto por los sigientes vecinos: José Vera Perdomo, José Fernández Medina, Cristóbal Cayetano de Herrera, Juan Canejo Soto, procedenies todos ellos de las islas Canarias; y Bernardo Gaytán, José González de Melo, Jorge Burgues y Juan Antonio Artigas, procedentes de Buenos Aires. Tal es el orígen de la ciudad de Montevideo: una reacción contra la invasión portuguesa. Y vale la pena destacar que entre los fundadores figura el abuelo del jefe de los orientales, a título de contingente argentino. También había hecho reiteradas indicaciones la Corte de España, a favor de una ciudad en Maldonado. Pero Zabala, después de estudiar personalmente aquellas costas, acompañado del ingeniero Petrarca, produjo un informe negativo, invocando las dificultades opuestas por los arenales y la falta de un puerto amplio y abrigado». FICHA BIBLIOGRÁFICA: ACEVEDO, Eduardo. Obras históricas. Anales históricos del Uruguay. Montevideo, Barreiro y Ramos, 1933-1936.6 vols. . ~-*-. * * ACOSTA Y LARA, Eduardo F. El autor ha publicado numerosos trabajos en diversas materias tales historia natural, comunicaciones zoológicas, etnología e historia. LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS EN LA BANDA ORIE"NTAL Este libro obtuvo el primer premio en el Concurso Municipal de Literatura (Categoría historia) correspondiente al año 1962. Es de interés para nosotros el capítulo III, «El levantamiento minuáno de 1730». Leemos: «... Son los minuanes los que realmente hostigarán la penetración española en la Banda Oriental, acosando y manteniendo en perpetuo jaque la cabeza de puente esablecida por Zavala en la península de Montevideo. Echadas las bases de nuestra futura capital en enero de 1724, en setiembre de 1730 se sublevaron aquellos indígenas, como lo narra Funes: «En número de trescientos © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografía y bibliografía sobre los canarios... 915 se derramaron por los campos en que también trabajaban los vecinos de Buenos Aires. Mataron veinte personas, quemaron, destruyeron ysaquearon cuanto les vino a las manos hasta hartarse de despojos»... Y como ejemplo de estas hostilidades, vemos que el procurador general José González de Mela comunica al Cabildo de la ciudad, con fecha 4 de noviembre del mismo año, 1730, que el día 2: «an iinbadido los índios mínuanes las estancias que son; la del alcalde provincial; la del alférez Joseph de Metrio, y la del alcalde de la Santa Hermandad, Cap. n. Ju. Antonio Artigas de las quales estancias se llevaron dhos indios todas las caualladas y ganados vacuno y auiendose mandado saliese prontamente la vecindad al amparo de dhas estancias, por vando que se publicó...» «El levantamiento había sido provocado por un portugués vecino de Montevideo, Domingo Martínez, el cual, Juego de reñir con tres minuanes y dar muerte a uno de ellos se refugió en la Colonia, buscando asilo entre sus connacionales...» Del capítulo IV, «Campaña del teniente Dn. Francisco Bruno de Zavala»: «De cuantos gobiernos presidieron los destinos españoles en el Río de la Plata, posiblemente ninguno tuvo tanto que lidiar contra los indios como el de José de Andonaegui. Desde el Chaco, desde la Pampa, desde los esteros correntinos y las cerrilladas orientales, de todos los ámbitos del desierto avanzaba el fragor tremento de los malones, aplastando la resistencia de los fortines y llevando las ciudades a los más estrechos reductos de la desesperación...» ... «Relación de lo acaecido en la corrida que se hizo contra los indios charrúas, comandando el theniente de dragones Dn. Francisco Bruno de Zavala ... la noche del día 29 de abril de este presente año de 1749, tube carta del correxidor del pueblo Redución de santo Domingo Soriano, en que me avisaba havian hurtado de las estancias de su pueblo las cavalladas, y que la tarde de la misma noche en que havian hecho este hurto havia faltado Miguel Garay de nación vizcaíno, que asistía en la estancia del difunto Pedro de Cordova, y al cabo de tres días se había hallado muerto traspasado de flechas, las que havian dicho eran de charruas, y que asi mismo decían que estos indios avian muerto a unos que venían con una tropa de mulas..» FICHA BIBLIOGRÁFICA ACOSTA y LARA, Eduardo F. La guerra de los charrúas en la Banda Oriental (período hispánico)... Montevideo, Monteverde, 1961. 251 p. * * * © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 916 Luis Alberto Musso Ambrosi ApOLANT, Juan Alejandro nació el 25 de mayo de 1903 en Alemania, en la ciudad prusiana de Belgard. Realizó estudios primarios y 1iceales en Berlín. Cumplió los de carácter superior, entre 1921 y. 1926 en las universidades de Munich, Berlín y Leipzig. Se graduó de doctor en Filosofia en Leipzig, con una tesis sobre los sindicatos obreros llamados «pacíficos» o «amarillos». Desde los días de estudiante gustó de los temas históricos y genealógicos, los cuales debió relegar por el cumplimiento de otros cometidos. Fue agregado científico de la «Cámara de Industria y Comercio » de Berlín en el período anterior a Hitler. Se inició literariamente como redactor del desaparecido «Vossische Zeitung», decano del periodismo' berlinés. Sus artículos alcanzaron las revistas científicas especializadas. El advenimiento del régimen nazista produjo un cambio radical en su vida. Asi fue que se resolvió a vivir en Uruguay, donde en 1936 estableció su hogar. Su figura se hizo familiar en los repositorios del Río de la Plata. Su eficaz tarea lo convirtió en hombre de consulta para los asuntos genealógicos. Publicó importantes libros, entre los cuales se destaca la «Génesis de la familia uruguaya», cuya primera edición salió de prensas en el año 1966 auspiciada por el Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay del cual era miembro de número. Esta obra, primitivamente en un volumen, pasó, en la segunda edición a tal extensión que debió reimprimirse mucho más copiosa, en cuatro, en el año 1976. El doctor Apolant falleció en la ciudad de Montevideo, el 26 de diciembre del año 1975. GÉNESIS DE LA FAMILIA URUGUAYA La obra «Génesis de la familia urugmiya», posee mucha documentación referida a «Canarias», pues se refiere esencialmente a los habitantes de Montevideo en sus primeros 40 años, con filiaciones -ascendencias, entronques, descendencias. El trabajo fue concebido como compendio, como obra de consulta para el historiador con la idea de suplir la ausencia prácticamente completa de detalles de los libros parroquiales de Montevideo, correspondientes al primer medio siglo de su existencia. Es hasta hoy único en su género. Incluye toda clase de personas, sin distinciones © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografla y bibliografla sobre los canarios... 917 jerárquicas e incluye pardos, mulatos, indios y negros, todos aquellos que formaron núcleos familiares en los primeros 40 años de la vida de Montevideo. La limitación del trabajo en el tiempo fue dada por los libros parroquiales de Montevideo, es decir, los primeros libros de casamientos, de bautismos, de defunciones, que empiezan más o menos con la fundación de la ciudad o poco después y terminan alrededor de la mitad del siglo XVIII. La obra transcribe el denominado «Padrón Millán», que ya fue publicado anteriormente, aunque esta vez se hace en forma condensada y con riotas y aclaraciones. Expone el autor su teoría sobre la llegada de la segunda colonización CANARIA, en dos tandas distintas. Es importante el estudio y crítica de los distintos padrones que manejó el autor, tales: el citado PADRÓN MILLÁN, la Nómina de Gorriti, los detalles de los primeros solares repartidos en Montevideo, el primer reparto de chacras, el segundo idem, el primer reparto de estancias; la NÓMINA DE CASABUENA, el PADRÓN AYALA yel «PADRÓN ALDECOA», etc. Las relaciones de vecinos de 1716 (Del Archivo General de la Nación de Bs. Aires), etc. Los núcleos familiares se presentan en asientos numerados con todos los detalles, a estos registros se accede mediante índices patronímicos. FICHA BIBLIOGRÁFICA: ApOLANT, Juan Alejandro. * Génesis de la familia uruguaya. Los habitantes de Montevideo en sus primeros 40 años. Filiaciones, ascendencias, entronques, descendencias. Montevideo, Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay 1966, XV, 972 p. * * * * FICHA BIBLIOGRÁFICA (SEGUNDA EDICIÓN): ArOLANT, Juan Alejandro. Génesis de la familia uruguaya; los habitantes de Montevideo en sus primeros 40 años: filiaciones, ascendencias, entronques, descendencias... 2 a. edición ampliada. Montevideo, Vinaak, 1975-1976.4 v. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 918 Luis Albertó Musso Ambrosi PADRONES OLVIDADOS DE MONTEVIDEO DEL SIGLO XVIII Los padrones son siempre importantes fuentes históricaner diversas conclusiones. Hasta la fecha de la impresión de esa obra del Dr. Apolant se habían publicado cinco documentos de ese tipo correspondientes a los primeros cincuenta años de Montevideo, son éstos: EL PADRÓN MILLÁN, 1726 Yagregados posteriores; La lista de la COMPAÑÍA DE CABALLOS CORAZAS, de 1730; Una LISTA DE VECINOS, incompleta a la que se atribuyó la fecha de 1761, pero según Apolant corresponde a fines de 1747; EL PADRÓN DE 1769, incompleto y con muchos errores; La primera parte de la RELACIÓN DE VECINOS de 1761. Para preparar la obra titulada «Génesis de la Familia Uru~ guaya» el autor compulsó otras nóminas de importancia, al parecer desconocidas por anteiores investigadores. En ese caso, señala Apolant, se encuentra el que denominamos PADRÓN 1751 y otro que fue levantado durante los años 1772 -1773 por el teniente Antonio de Aldecoa. La obra «Padrones Olvidados», presenta entonces los siguientes: 1. PADRÓN 1751 2. PADRÓN ALDECOA 1772-1773 3. LISTA DE VECINOS DE FINES DE 1743 4. LISTA DE VECINOS DE LA SEGUNDA MITAD DE 1747 5. LISTA DE VECINOS DE SETIEMBRE DE 1757 6. RELACIÓN DE VECINOS DE MEDIADOS DE 1761 7. CENSO DE 1769 8. ESTANCIAS Y CHACRAS EN 1757 9. EL SUPUESTO CRECIMIENTO DE MONTEVIDEO ENTRE 1751-1760 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Hisloriograjla y bibliograjla sobre los canarios... 919 10. LOS POBLADORES DE LA COSTA PATAGÓNICA (Véase la obra del autor titulada: «OPERATIVO PATAGONIA» (Dice Apolant: «Aunque las listas que se dan a conocer a continuación no forman en realidad un «Padrón de Montevideo y su jurisdicción» como las publicaciones anteriormente, creemos que la inmensa importancia demográfica de esta inmigración justificará plenamente su inclusión en la serie») FICHA BIBLIOGRÁFICA: ApOLANT, Juan Alejandro. Padrones olvidados de Montevideo del siglo XVIII... Montevideo, Imprenta Letras, 1966 -1968. 3 v. (Separatas del «Boletín Histórico del Estado Mayor General del Ejército», Nros.: 104 -119) * * * ARAUJO, Orestes. Natural de Mahón, capital de la isla Menorca; nació en el año 1850. Siendo muy joven comenzó a viajar, cerca de 1870 se radicó en Montevideo. Colaboró en la redacción de diarios y periódicos, tales «La Paz», fundado por José Pedro Varela (El reformador de la enseñanza), entre 1870 y 1872; luego continuó su labor periodística en Buenos Aires. En 1875 de vuelta en Montevideo escribió en «El Correo de España», de efímera vida; luego editó «El Indicador Oriental», su primer libro de secuencia periodística. En 1876 José Pedro Varela lo designó como Secretario de Instrucción Pública, pero tres años después regresó a Europa. En 1879 se desempeñó como traductor en Río de Janeiro, de donde Jacobo Varela lo hizo retornar para ocuparlo de Inspector Departamental de Enseñanza. Fundó en San José la Liga Patriótica de Enseñanza. En 1891 actuó de catedrático de Historia y Geografía en el Internato Nacional de Varones. En 1892 asumió de Inspector Técnico de Instrucción Primaria. En 1893 tuvo funciones en la cátedra de Historia y geografía en el Internato de Señoritas. Siguió su carrera siendo entre 1896 -1897 Director Honorario del Colegio Nacional de la Liga Patriótica de Enseñanza y profesor © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 920 Luis Alberto Musso Ambrosi en el liceo de Jaime Ferrer; catedrático de historia y geografía en la Universidad, Secretario del Censo, etc. Araújo se propuso y logró dotar a los investigadores de materiales de condulta, en un amplio plan que tomó las distintas ramas de la historia. Publicó muchísimos libros de sumo interés: «Perfiles biográficos » (8 ediciones); «Nuestro país», «Historia de -los charrúas»; «Historia de la escuela uruguaya» (2 ediciones); «Historia compendiada de la civilización uruguaya» en dos tomos; «Efemérides uruguayas »; «Prelegómenos de la legislación escolar vigente...»; «Diccionario popular de historia de la República Oriental del Uruguay», 3 tomos; «Diccionario Geográfico del Uruguay» (2 ediciones); etc. DICCIONARIO POPULAR DE HISTORIA . Del «Diccionario Popular de Historia de la República Oriental del Uruguay», tomo 1, anotamos: Artículo: ALZA YBAR, Francisco de. «Don Francisco de Alzaybar, Padura y Arteta era natural de Vizcaya, habiendo fallecido en la ciudad de Montevideo en el año 1775 y sus restos mortales sepultados en el convento de San Francisco. La ciudad de Montevideo debió ser poblada con cincuenta familias de gallegos y canarios que Alzáybar enviaría desde España, como asi lo manifestaba en una comunicación el Rey don Felipe V a don Bruno Mauricio de zabala; pero como tardasen en venir, este funcionario resolvió fundarla con varias personas que residían en Buenos Aires y algunas otras más destinadas a colonizar la Patagonia. El contrato celebrado con Alzaybar (julio 3 1725) se principió a cumplir el 19 de noviembre 1826, en cuya fecha llegaron a Montevideo, a cuenta de mayor cantidad, doce familias enviadas por el citado contratista en el Navío Nuestra Señora de La Encina, convoyado por otro navío llamado Nuestra Señora de la Guarda, de 24 cañones, construido por cuenta de Alzáybar. El año de 1728 llegaron en los navíos San Martín, San Ignacio, San Bruno y San Francisco 400 hombres de tropas regulares y treinta familias más. En recompensa se le acordó el título de capitán de mar, y patente para ejercer el corso; a su fallecimiento, en virtud de los servicios prestados a la fundación de esta ciudad, era capitán de navío de la Real Armada, caballero de la Orden de San- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografia y bibliografia sobre los canarios... 921 tiago, marqués de San Felipe y Santiago de Montevideo y Alguacil Mayor de S. M., todo por nombramiento del Rey». Del tomo 2, artículo: INMIGRACIÓN Y COLONIZACIÓN «Alarmada la corte por la escasa población del Uruguay, Valdez y del Pino se dieron a fundar poblaciones con familias canarias, gallegas y asturianas. Todas eran laboriosas y honradas, pues a América no podían venir sino hombres buenos y de conducta intachable: tales fueron los elementos traídos para nuestros campos, con notable beneficio de la futura nacionalidad». «La colonización del Río de la Plata fue la única que no obedeció a la explotación de los metales preciosos... Su capital se componía de llanuras cubiertas de malezas, donde únicamente el salvaje podía existir; montañas estériles que las limitaban en los confines; bosques vírgenes poblados de animales feroces; tierras caóticas o pantanosas que matizaban la vasta extensión del territorio y, por todo recurso, los productos silvestres que apenas alzanzaban a satisfacer las primeras necesidades de los indígenas... La repartición de la tierra no ofrecía ese carácter de feudalidad que tenía en otras partes de América...» «El sistema colonial español satisfizo las necesidades de una parte de sus posesiones, proveyéndolas de algo de lo que necesitaban; hacía posible el intercambio, etc. etc... Los que de estos hechos han sacado argumentos para recriminar a España atribuyéndole entrañas de madre despiadada para sus colonias, no han sido equitativos. A un absurdo sistemático que refluía principalmente en daño propio, no puede negarse la inconsciente buena fe». «En cuanto a las colonias pastoriles, ellas concluyeron con el indígena y el desierto, y hoy se divisan de cuchilla a cuchilla, de una extremidad a otra de la República, los núcleos de población criolla surgida de la colonización pastorial y de la colonización agraria bajo el régimen español». Del tomo 2, artículo: «GRONARDO, PEDRO». «Don Manuel Freitas de Ponseca, Jefe de la usurpadora expedición, fue reprochado por Zabala, a lo cual contestó el primero que su amo le había mandado establecerse en estas tierras, sin disputa pertenecientes a la corona de Portugal, las cuales no abandonaría sin orden expresa de su rey; pero el 19 de enero de 1724 le escribió el gobernador manifestándole que en vista de los aparatos con que intentaba atacarle se re- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 922 Luis Alberto Musso Ambrosi tiraba, aunque no sin protesta, sin darle tiempo a Zabala a que le contestara, pues el mismo día en que tal carta escribiera, puso en práctica su proyecto, abandonando estas regiones.» «Don Bruno continuó su marcha hacia Montevideo, donde desembarcó con su gente, hallando semi concluído 'un reducto que los portugueses habían construído, bastante capaz, con diez explanadas en que tenían la artillería que retiraron con precipitación, dejando alguna tablazón y otros materiales que fueron aprovechados por los españoles, quienes inmediatamente continuaron las fortificaciones comenzadas por los portugueses»... «Pedro Gronardo, el oscuro práctico del Río de la Plata, que se ganaba humildemente su sustento piloteando embarcaciones por las a menudo turbulentas aguas del amplio estuario, fue, pues, el que con veracidad y prontitud enteró a Zabala de lo que sucedía en la rada de Montevideo, impidiendo con sus importantes noticias, que los portugueses se posesionaran de estos territorios...» «Fundada el 20 de enero de 1726 la ciudad de Montevideo conlas 36 primeras personas cuyo. nombre registra la historia, el práctico del Río de la Plata Pedro Gronardo figura entre ellas, lo que quiere decir que para el ejercicio de su penosa profesión creyó más conveniente instalarse en la ciudad de San Felipe y Santiago, que continuar residiendo en la de la Santísima Trinidad». «No disfrutó, sin embargo, mucho tiempo de los beneficios con que Zabala colmara a los habitantes de Montevideo, porque la cuadra del terreno Nro. 5 que poseía Gronardo tocó en lotes a otras personas al verificarse, con fecha 24 de diciembre de 1726, el correspondiente reparto de cuadras y solares, como se desprende del siguiente asiento que literalmente copiamos del Libro de padrones en que se contiene el término y jurisdicción que se señala a esta nueva población población y ciudad de San Felipe de Montevideo, y repartimiento de cuadras y solares. Dice así: Cuadra número 5. Y luego a su linde, calle Real en medio, se sigue la cuadra del número cinco, siguiendo siempre la ribera del puerto, y en ella hallé una casa de adobe que fue de Pedro Gronardo, difunto, por cuya muerte se compró lo edificado por cuenta de Su Majestad, y se aplicó para la habilitación del ciruj~no en un solar de cincuenta varas en cuadro, y el otro solar de su linde lo repartía a José Demetrio, quien casó con una de las mujeres que vinieron de Canarias, hija de Juan Martín y la otra media cuadra la repartí al mismo Juan Martín, suegro de José Demetrio»... © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Hisloriografia y bib/iografia sobre los canarios... 923 Del tomo 2, artículo: MILLAN, Pedro. «Capitán de corazas españolas que fue comisionado por don Bruno Mauricio de Zabala para delinear la ciudad de Montevideo, como lo hizo a principios de 1726, planteando la nueva población el 20 de enero de dicho año. El 24 de diciembre del mismo, cumpliendo Millán con las órdenes recibidas, procedió a señalar el término y jurisdicción de Montevideo, a la delineación de tierras para dehesas, y se ordenaron las corrientes de las aguas desde la plaza mayor, situada en lo más alto y llano del terreno, en dirección a los dos mares, que debían de correr las calles NE y SE ...posteriormente Millán delineó las suertes de tierra de labranza que se distribuyeron en 1727, dictando por cuerda separada una serie de providencias sencillas, claras y terminantes que no daban lugar a dudas de ninguna especie respecto de la propiedad de los terrenos repartidos». «Eri seguida deslindó Millán el ejido de Montevideo, ayudándolo en este trabajo el piloto de la lancha del Rey don Manuel Blanco... » «Cuando en 1729 dispuso Zabala un nuevo reparto de tierras, otra vez apeló para efectuarlo a la pericia e inteligencia de Millán. Además éste señaló los lugares más adecuados para los edificios públicos ». «Obsérvese en todas estas donaciones que Millán no se reservó pero si ni una cuarta de terreno, ni una cabeza de ganado, 10 que deja comprender que era persona de suma delicadeza»... Artículo: FUNDACIÓN DE MONTEVIDEO. La autoria de este artículo pertenece al historiador don Héctor Alejandro Miranda y salió publicado por vez primera en la revista titulada «Vida Moderna» de donde 10 tomó el señor Araújo para su diccionario de historia. Es una monografia completa y erudita teniendo en cuenta la época en que fue preparada. Luego de la introducción histórica llega el autor al año 1723 y dice: «En la comunicación dirigida a Zabala por el rey Felipe V, fechada en Aranjuez el 10 de mayo de 1723, se vuelve a ordenar a aquella fortificación de los puertos de Montevideo y Maldonado a la mayor brevedad posible, para impedir que los portugueses ocuparan esos sitios, recomendándole, al mismo tiempo, impidiese el comercio ilícito de los portugueses de la Colonia, y toda usurpación a los dominios de la corona de Castilla.» «El 20 de diciembre de 1723 volvió el rey a España a ordenar al gobernador de Buenos Aires la ocupación y fortificación de Monte- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 924 Luis Alberto Musso Ambrosi video, por cuanto había sabido, por intermedio de su embajador en Lisboa, marqués de Capezelettro, que los portugueses se aprontaban en aquellos momentos para situarse en Montevideo, y trataban de conducir a ese paraje algunas familias de las islas Azores». «Le prevenía al gobernador de Buenos Aires que debía ejecutar sin pérdida de tiempo las reales órdenes, y que en caso de no cumplirlas se le haría gravísimo cargo, advirtiéndole y ordenándole que en caso de hallar en Montevideo fuerzas portuguesas, tratase primero pacíficamente de que se retirasen, y que en caso de no hacer lugar a este pedido, procediese por la fuerza adesalojarlos, «de forma, decía, que experimenten el rigor y queden para en adelante con el escarmiento que merece su arrojo»... «El 20 de junio de 1724 dirigió el rey a Zabala otro despacho, comunicándole que, habiendo sabido por el marqués de Capezelettro que el gobernador de Río de Janeiro había mandado una expedición al mando del capitán Enríquez, con gente y materiales para fortificar a Montevideo, tratándose al mismo tiempo de conducir cuatrocientas familias de las islas Azores, ordenaba al gobernador de Buenos Aires cumpliera inmediatamente las reiteradas órdenes sobre la ocupación de Montevideo, «sin que difiráis, decía, con pretexto alguno, 10 que se os advirtió, en inteligencia de que será muy de mi desagrado}). «Enterado el Rey de España, por su embajador en Lisboa, de la ocupación de Montevideo por los portugueses, mandó un despacho a Zabala, fechado el 20 de julio de 1724, en el que se le reconvenía por no haber impedido a los lusitanos la ocupación de Montevideo fortificándose en ese paraje antes que éstos, a pesar de los despachos reales del la de mayo y el 20 de diciembre de 1723; Yordenándole el cumplimiento preciso y puntual de lo mandado por las referidas comunicaciones, sin que sirviera ningun pretexto para retardar el cumplimiento de las órdenes superiores.}) «El 21 de octubre de 1724 volvió el Rey de España a dirigirse a don Bruno de Zabaka, participándole que había sabido por su embajador en Lisboa la ocupación de Montevideo por los portugueses, así como también su desalojo en vista de la actitud del gobernador de Buenos Aires,- y siendo probable que volviesen los portugueses con igual empeño, debía Zabala fortificar inmediatamente Montevideo y Maldonado; y enterado el rey de que no sólo no había Zabala fortificado los referidos puntos, a pesar de los despachos del 20 de junio y 20 de julio de 1724, sino que también había dado motivo con su de- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografía y bibliografía sobre los canarios... 925 mora a la ocupación por los portugueses del referido paraje de Montevideo, «he tenido a bien advertiros, decía, que me ha causado el mayor reparo que en materia de tanta importancia hayáis dado lugar a la novedad intentada por los portugueses, y ordenaros y mandaros que en caso de no hallarse ya ejecutadas las dos fortificaciones referidas, paséis sin pérdida de tiempo a construirlas, en tal disposición que puedan ser capaces, y con especialidad Montevideo de defender la entrada de los portugueses o de otra nación por el río, y espero de vuestro celo, a mi servicio, pondréis atención en este encargo, en inteligencia de que de diferirlo con cualquier pretexto, será muy de mi desagrado y se os dará grave cargo de residencia teniendo también entendido que de todo lo expresado se participa al virrey del Perú, para que os asista con los medios que hubiere menester y cuide de que precisamente se hagan las referidas fortificaciones, como lo tengo mandado, etc.» «Estas últimas comunicaciones, si bien son posteriores a la ocupación de Montevideo por los españoles, prueban de una manera acabada, -como todos los otros despachos que hemos mencionado-, el grandísimo interés y el singular empeño del rey de España en fortificar y poblar los parajes de Montevideo y Maldonado; cosa que debía ejecutarse al fin cuando los portugueses, más activos que los españoles, precipitaron los acontecimientos, obligando, con su ocupación de Montevideo, a cumplir las repetidas y apremiantes órdenes del rey de España...» «Al leer los documentos en que los reyes de España encargan a Zabala, de una manera especialísima la fortificación y población de Montevideo y Maldonado, y teniendo en cuenta las demoras de éste en dar cumplimiento a las órdenes reales, se nos ocurre preguntar si no serían exageradas por parte de Zabala las dificultades con que decía tropezar, y si no respondería más bien su inacción al deseo de Buenos Aires, de no tener una rival comercial en esta orilla del Plata y de conservar al Uruguay como una gran vaquería, fuente inagotable para el comercio bonaerense...» «Escaso de recursos pecuniarios, Saldanha de Alburquerque tuvo que hacer un empréstito de cuarenta mil cruzados (veinte mil pesos oro) para poder organizar debidamente la expedición. Esta, haciéndose a la vela, llegó con toda felicidad frente a Montevideo el 22 de noviembre de 1723, encontrando en este paraje un lanchón de Buenos Aires que mandaba un práctico del río, el capitán Pedro Gronardo...» © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 926 Luis Alberto Musso Ambrosi Siguen luego las actividades para desalojar a los portugueses, a cargo del gobernador de Buenos Aires y su gente. Finalmente las tropas españolas entraron a Montevideo el 20 de enero de 1724. Se ordenaron la construcción de las baterías; llegaron los mil indios tapes; se retiró Zabala dejando una guarnición de ciento diez hombres. «Enterado el rey de España de todas estas novedades, por notas dirigidas por Zabala a la corte en junio de 1724, contestó el 16 de abril de 1725 aprobando todo lo ejecutado por el gobernador, yanunciándole también haber encargado a don Francisco Alzáibar la conducción a Montevideo de 200 hombres de infantería y otros tantos de caballería, además de 50 familias canarias y gallegas...» «El día 19 de noviembre de 1726 llegaron a la naciente población veinte familias procedentes de las islas Canarias, y compuestas de unas cien personas, en el navío Nuestra Señora de la Encina, al cargo del capitán Zumarategui, encontrando ya algunas familias radicadas en el referido sitio...» «Al terminar el año 1728 había aumentado con más de 50 familias provenientes de Canarias, fuera de las que venían de Santa Fe, Buenos Aires y Paraguay a establecerse en la ciudad de Montevideo... » Es de destacar en este artículo transcripto en parte, que a páginas 104 y siguientes del vol. 3ro. de la obra «Diccionario...»; el autor, señor Héctor A. Miranda, realiza varias consideraciones sobre la fecha que debe ser estimada, como fundacional para Montevideo, llega a la conclusión que la misma es la del 24 de diciembre de 1726, pues ese día se señaló el término y jurisdicción de la ciudad, se repartieron tierras y solares y se establecieron de una manera definitiva los alineamientos de la población. FICHA BIBLIOGRÁFICA: ARAUJO, Orestes. Diccionario popular de historia de la República O. del Uruguay. Desde la época del descubrimiento de su territorio, hasta la de su independencia... Montevideo, Imprenta Artística, de Dornaleche y Reyes, 1901 - 1903. 3 vols. * * * © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografia y bibliografia sobre los canarios... EFEMÉRIDES URUGUAYAS 927 Da noticia breve de fechas importantes, figuran entre otras muchas referidas a los primeros años de Montevideo, la creación del Cabildo, Justicia y Regimiento (20 diciembre 1729 acordada) 1 enero 1730; mensura y reparto de tierras del 18 enero 1730; reparto de solares del 15 de enero de 1727; 3 julio 1725, la Corte Española y don Francisco de Alzaybar celebran un contrato en virtud del cual éste se obliga a poblar Montevideo conduciendo a su costa familias de las islas Canarias; etc. FICHA BIBLIOGRÁFICA: ARAUJO, Orestes. Efemérides uruguayas. Compiladas y ordenadas por Orestes Araujo. Montevideo, Barreiro y Ramos, 1894. 267 p. * * * HISTORIA DE LA ESCUELA URUGUAYA Se trata de obra importante, no superada a pesar del tiempo transcurrido. El autor realiza el enfoque histórico situando los asuntos en la época con muchos datos, documentación profusa y clara exposición. Del capítulo VI, item 2, leemos: «El día 1 de diciembre 1723, el capitán Pedro Gronardo, práctico del Río de la Plata, comunicó al gobernador de Buenos Aires don Bruno Mauricio de Zabala, que una expedición portuguesa había desembarcado en las playas de Montevideo, estableciéndose en ellas y levantado a toda prisa una fortaleza en la extremidad de la península; a lo cual proveyó don Bruno dirigiéndose a desalojar a los intrusos, lo que no tuvo necesidad de hacer por haberse anticipado los lusitanos a los propósitos del gobernador, retirándose con premura, como quiera que habían hecho acto de posesión en terreno que no les perteneCÍa ». «Aprovechó Zabala las obras de fortificación principiadas por los portugueses para construir el fuerte que se llamó de San José, en cuyo trabajo empleó 1.000 (Mil) indios tapes que de antemano había pedido al provincial de las Misiones, los cuales llegaron a Montevi- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 928 Luis Alberto Musso Ambrosi deo el día 25 de marzo de 1724 acompañados de los padres jesuítas, capellanes de dichos indios, quienes edificaron una capilla y dos habitaciones que sirvieron de escuelas, primero porque transcurrieron dos años antes de que viniesen a Montevideo sus primeros pobladores, los cuales se elevaban a 36 personas, entre las que había 15 niños en edad de recibir instrucción, o sea de 4 a 15 años, siendo mujeres 10 y varones solamente 5; segundo, porque la misión de los dos padres jesuítas prenombrados no era de la enseñanza de las primeras letras, sino atender a los indios tapes, vigilarlos y hacerlos trabajar y mantener en ellos la fe en la religión que habían abrazado, y, tercero, en razón de que su permanencia en Montevideo era exclusivamente transitoria». «Estos misioneros debieron retirarse antes de 1730, pues con fecha 30 de enero del citado año el Cabildo decía: «Lo tercero que quede acordado en este Cabildo, por todos los vocales de común acuerdo y conformidad, es que pedimos y suplicamos a dicho Excmo. señor gobernador y Capitán General, se interponga con la sagrada religión del señor San Francisco, que para consuelo de esta dicha ciudad funde en ella una hospedería en que asistan dos religiosos sacerdotes con dos hermanos legos, en el interín que se consigue licencia del Rey Nuestro Señor para que puedan fundar un convento, cuya pretensión se funda en el clamor general de toda esta nueva República y que para ello le está señalada en la traza de esta dicha ciudad y en su padrón una cuadra de cien varas castellanas en cuadro...)}.. «De conformidad con lo resuelto por aquella corporación, con fecha 17 de mayo Zabala solicitó la creación del convento de San Francisco, a lo que accedió el Rey en 7 del mes de Diciembre del año citado (1730), pues dadas las ideas imperantes en aquellos tiempos, Montevideo no podía humanamente verse privado de un elemento tan útil y provechoso como los franciscanos, «que despertaban viva afección entre las poblaciones de origen español, por su humanidad y caridad, siendo médicos y enfermeros a la vez, donde había hospitales; y párrocos, limosneros o maestros de escuela, donde fuera necesario llevar sus funciones. Sin embargo, los regulares no aparecieron por entonces en la ciudad fundada por zabala, a causa de dificultades cuya enumeración no es de lugar, aunque no fueron pocas las que surgieron en el Cabildo sobre si dichos sacerdotes tenían que ser Observantes o Recoletos, hasta que, tras maduras refle- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografía y bibliografía sobre los canarios... 929 xiones, los cabildantes optaron por los primeros, en razón de que los segundos, debido a su régimen de vida, no podían asistir tan continuamente a entierros, moribundos, sermones y enseñar los primeros rudimentos de escuela y gramática como podían hacerlos los reverendísimos PP. Observantes; de modo que las rivalidades de dos órdenes religiosas, alimentadas por sus respectivos partidarios, privaron de escuelas y maestros a la población de Montevideo durante largo tiempo, pues confiado el Cabildo en que dichos Observantes se consagrarían a la enseñanza, como lo permitía esperar el ejemplo de lo que habían hecho los franciscanos en otras comarcas platenses, y era de presumir de su instituto, optaron por ellos, teniendo presente también que se había acrecentado tanto el vecindario de Montevideo, que en 1745 se elevaba a más de mil habitantes, y que, por consiguiente, superabundaba la masa infantil educable, tan necesitada de instrucción primaria». «Sin embargo, no fue así, pues los franciscanos se entregron a toda clase de tareas, menos a la de educar a la niñez, y ésta continuó vagando por calles y plazas con profundo descontento de cabildantes y jefes de familia. En cuanto a los sacerdotes que vinieron a Montevideo en calidad de párrocos de su iglesia Matriz, exceptuando al doctor don José Nicolás Barrales, nada hicieron en obsequio de la enseñanza de la juventud, ya porque no fuese ésta su misión, ya en virtud de que sus tareas espirituales le absorbían todo su tiempo...» «Pero, la falta de iniciativa por parte de los franciscanos, a favor de la instrucción, de la niñez montevideana, fue salvada, en parte, por el doctor don José Nicolás Barrales que vino a esta ciudad en 1730 en calidad de párroco de la iglesia Matriz y preceptor, aunque no está probado que pusiese escuela ni que se aplicase a la enseñanza, por más que en los libros capitulares y en documentos oficiales y de carácter privado, se le da el título de Maestro. Si esto fuese cierto debería considerarse al doctor Barrales como el primer dómine que tuvo por entonces la ciudad de Montevideo»... FICHAS BIBLIOGRAFICAS: ARAUJO, Orestes. Historia de la Escuela uruguaya por Orestes Araújo... Montevideo, Domaleche y Reyes, 1905 -1906. 2 v. iluso © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 930 Luis Alberto Musso. Ambrosi ARAUJO, Orestes. Historia de la Escuela uruguaya por Orestes Araújo... Con un prólogo del Dr. D. Abel J. Pérez... Montevideo, Dirección General de Instrucción primaria, 1911. x, 703 p. iluso (De esta edición hicimos el comentario). * * * HISTORIA COMPENDIADA DE LA CIVILIZACIÓN URUGUAYA En muchos capítulos de este libro existen referencias a las condiciones de vida de la época de la fundación de Montevideo, y también de otros pasajes históricos. Del tomo 1.0, capítulo III (Iniciación del período colonial) extractamos: «Resumen y comentario. -De lo dicho hasta aquí se deduce que los exploradores y colonizadores españoles que llegaron a estas comarcas desde su descubrimiento, acaecido en 1516, hasta la fundación de Montevideo en 1724, o sea en el espacio de más de doscientos años, no pertenecían al número de los aventureros sin conciencia, sino que fueron gente distinguida por su cuna, por su posición social o por lo medios de que disponían, y los demás, elementos sanos y laboriosos, poseyendo algún oficio que los hacía aptos para una colonización progresista e inteligente, circunstancias que no reunieron otras expediciones salidas de España con destino a América. Tal vez contribuyese a este resultado la convicción que tuvieron los reyes de aquel período de tiempo, de que careciendo estos territorios de metales preciosos, su suelo debía destinarse a la industria ganadera, a la agricultura y al comercio»... «También se desprende que los esfuerzoa hechos por los expresados colonos a fin de entablar relaciones amistosas con los indígenas e incorporarlos a la civilización española, fracasaron completamente, no porque la actitud de éstos fuese agresiva, ni porque cometiesen con los indios del Uruguay actos violentos, sino en virtud del estado de barbarie en que dichos naturales se encontraban, que les impedía apreciar el fin que impulsaba a los extranjeros al pisar estas playas e instalarse en ellas»... Del capítulo VII (Escuelas y maestros): «Don Bruno Mauricio de Zabala, que fue un excelente gobernante, no se olvidó, una vez que fundó a Montevideo y dejó instaladas las primeras autoridades, de la educación del pueblo, de modo que en 1731 se dirigía al Rey © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiograjia y bib/iograjia sobre los canarios... 931 solicitando el envío de sacerdotes a fin de que, no sólo estos se preocupasen de sermones, bautismos, casamientos, entierros y'confesiones, sino de proporcionar al vecindario de la naciente ciudad, la enseñanza de los primeros rudimentos de escuela y gramática, de los que tan necesitada andaba la niñez de entonces»... . «La falta de instrucción pública en esta ciudad duró hasta 1745, en que los jesuítas se instalaron en ella con anuencia del Cabildo, aplicándose a la enseñanza de los niños pertenecientes a las familias más ricas, por ser éstas las únicas que podían satisfacer los emolumentos que exigían por su trabajo, los padres de la Compañía de Jesús. Además, a éstos les convenía proporcionar educación únicamente a los hijos de los poderosos, pues de este modo obtenían de ellos cuanto necesitaban para dominar y enriquecerse; y tan exacto es esto, que llegaron a poseer terrenos, casas, solares,molinos, chacras, una espléndida biblioteca, estancias bien pobladas de ganado, y fuertes sumas de dinero que prestaban mediante el correspondiente interés, sin contar con que, contrariando su misión, se entregaban a todo género de especulaciones mercantiles, como faenar maderas y abastecer de carne al vecindario de Montevideo.» «En cuanto a la enseñanza que proporcionaban los jesuítas, consistía en leer mecánicamente, escribir, conocimiento de las tablas de aritmética, de memoria y en coro, algo de gramática y abundante rezo, base principal de toda educación religiosa. Según parece también enseñaron música. Los libros de texto que usaban eran el Catón para la lectura y la Cartilla del P. Astete para la religión. Como régimen disciplinario apelaban a los castigos corporales »... Capítulo VIII: «...Como quiera que sea, con indios tapes y soldados resueltos el celoso y activo gobernado (Zabala) siguió los trabajos emprendidos, bajo la dirección del ingeniero don Domingo Petrarca, hasta que, cuando aquellos ya se vieron bastante adelantados, merced a los indios a ellos consagrados y a los 110 soldados que constituían la guarnición, se retiró a Buenos Aires y desde allí dió cuenta al Rey de cuanto había sucedido, a lo que contestó el monarca aprobando su conducta y ofreciendo enviarle cincuenta familias gallegas y canarias para el fomento de la nueva problación. Pero como éstas tardaran en venir y Zabala, por otra parte, deseaba que al © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 932 Luis Alberto Musso Ambrosi llegar a Montevideo se encontrasen aquí con otras ya instaladas con quienes tratarse, con lo cual no se hallarían aisladas y sin orientación, dio un bando ofreciendo a todas las personas que se decidier~ m a avecindarse en la hueva ciudad, las siguientes prerrogativas: 1ro. Se declara a los que viniesen a avecindarse, a sus hijos y a sus descendientes legítimos, hijodalgos y personas nobles de linaje y solar conocido, con todas las honras y preeminencias que gozaban los hijodalgos y caballeros de los reinos de Castilla, según fueros, leyes y costumbres de España. 2do. Se les daba pasaje y traslación gratuita para ellos, sus familias y sus bienes navegables. 3ro. Se les repartían solares en la plaza de la nueva población y lugares para chacras y estancias, quedando al arbitrio de cada uno pedir de merced los parajes que le convinieren. 410., Sto y 610. Se determinaba que cada poblador recibiría 200 vacas y 100 ovejas de la estancia del Rey que se mandan a formar, y también se le había de asistir a costa del Estado con el servicio de indios y con carretas, bueyes, caballos, maderas, herramientas y demás menesteres para la construcción de sus edificios. 7mo. Que había de dárseles semillas de cereales en cantidad suficiente, y que el primer año se les asistiría regular y gratuitamente también, con la subsistencia de carne, bizcocho, yerba, tabaco, sal y ají. 8vo. Que se les había de suministrar jurisdicción de terreno en que pudieran tener sus ganados y demás faenas de campo y monte, para que en la creación de otras nuevas poblaciones tuvieran su distrito conocido y amojonado, etc...» «Al amparo de estos privilegios y exenciones se decidieron a venir siete familias que en conjunto sumaban 36 personas, que con Pedro Gronardo, viejo práctico del río, que carecía de ella, alcanzaban a 37. Con tan pobres elementos planteó en nombre de su ilustre jefe la ciudad de Montevideo el capitán de corazas españolas con Pedro Millán el día 20 de enero de 1726...» «...Escaso fue el incremento de la nueva ciudad pues sólo media docena de personas se agregó a la población primitiva, hasta que el 19 de noviembre del mismo año llegó Alzaibar con las tropas y familias prometidas, viniendo subsiguientemente otros contingentes, de modo que al expirar el año 1728 Montevideo contaba ya con más de 200 habitantes, 400 hombres de tropa reglada y 1.000 indios tapes dedicados a los trabajos de fortificación» ... © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 o Historiograjla y bib/iograjla sobre los canarios... FICHA BIBLIOGRÁFICA: 933 ARAUJO, Orestes Historia comprendida de la civilización uruguaya. Montevideo, Barreiro y Ramos, 1906 - 1907. 2 v. iluso * * * EL RETRATO Y LA LA TUMBA DE DE DON BRUNO MAURICIO DE ZABALA Con motivo de haberse dispuesto el levantamiento de un monumento al fundador de Montevideo, don Bruno Mauricio de Zabala, de acuerdo a la ley de fecha del 30 de julio de 1883, don Orestes Araújo realizó la investigación contenida en este folleto. El trabajo es de mucho interés. Rastrea el autor todo indicio que pueda conducir al hallazgo de la tumba de Zabala y la autenticidad en cuanto a la figura que presentan los cuadros con su efigie. Es párrafo interesante cuando narra la muerte de Zabala: «Concluida con el mayor éxito la delicada misión que se había confiado a su valor y pericia, con gran contentamiento de los habitantes del Paraguay, todavía Zabala se detuvo seis meses más en la Asunción, a fin de cerciorarse de que el orden estaba asegurado, y convencido del buen resultado de las medidas que habia adoptado, resolvió regresar a Buenos Aires acompañado de sus más fieles servidores, como así lo hizo, embarcándose en un buque cuyo nombre no nos ha legado la historia. Sin embargo, este intento no lo consiguió, pues al llegar frente a la ciudad de Corrientes se sintió algo indispuesto, pero tan ligeramente, que se negó a detenerse en esta ciudad prefiriendo continuar su viaje, bien que con la agitación aumentó el achaque que al principio no daba cuidado. Y recetándole una sangría, lo mismo fue picarle la vena que perder el habla, la que no volvió a recobrar, yabsuelto por su capellán, cerró la última cláusula de su vida el 31 de enero de 1736. El sentimiento de toda su comitiva por esta desgracia no se puede explicar facilmente con palabras; y todos generalmente la sintieron en estas provincias, por haber sido muy aplaudido su prolijo gobierno, que duró 19 años...» Termina diciendo don Orestes Araújo: «Ignórase, pues, con precisión, el sitio exacto donde fue enterrado Zabala, siendo imposible, por consiguiente, extraer sus restos mortales para darles cristiana sepultura, ya en América, ya en España, como desean sus deudos; su © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 934 Luis Alberto Musso Ambrosi o cadáver, sepultado en arenosa playa que las intranquilas aguas del Paraná agitan de contínuo a impulso de la corriente o de los vientos, tal vez tenga por sarcófago las entrañas de algún médano...» FICHA BIBLIOGRÁFICA: ARAUJO, Orestes. El retrato y la tumba de don Bruno Mauricio de Zabala fundador de Montevideo... Montevideo, La Nación, 1912.68 p. ilus~rado. * * * ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN El Archivo General de la Nación se halla ubicado en la calle Latorre N° 1474 (Ex Convención), de la ciudad de Montevideo. INVENTARIO DE LOS FONDOS DOCUMENTALES DEL ARCHIVO GENERAL DE LANACIÓN Se trata de una colección, de la cual, hasta el momento se han editado cuatro volúmenes que contienen, por su orden, lo siguiente: I - Catálogo de libros del ex «Archivo General Administrativo » II - Catálogo del ex Archivo y Museo Histórico Nacional. III - Catálogo de libros Historia de la Administración. IV - Archivos Particulares. De todos ellos se puede extraer información de interés al tema que estudiamos, pero los de mayor importancia son los que se pasan a detallar: • I - Catálogo de libros del ex «Archivo General Administrativo» !tems: Cabildo de Montevideo. Actas 1729-1760, N°s. 5,478,6, 7. Cabildo de Montevideo. Inventario de documentos 1730-1828, N. 1347. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografia y bibliografia sobre los canarios, .. 935 Correspondencia. Autógrafos de zabala, 1722 -1735, N° l. Hacienda. Inventario de la sala capitular y la Real Caja, 1730-175'6, N° 61. Hacienda. Libro de actas de comisas. 1752, N° 324. Real Hacienda. Libro 3, mayor, 1752-1762, N° 59. Hacienda. Gobernación, inventarios de comisas, 1752-1754. N° 182. Hacienda. Gobernación, acuerdos sobre Real Hacienda, 1754, N° 192. Hacienda. Gobernación, Datas y sacas de comisas, 1754-1762, N° 181. Hornos. Libro de cuenta y razón del producto de los hornos. 1752-1761,N°903. Padrones: Padrón de los primeros pobladores de Montevideo, 1726-1802, N° 2. Idem, copia auténticada por el escribano M. Gimeno, 1726-1802, N° 334. De Montevideo, 1761-1799, N° 246. De las suertes de estancia, chacras, etc., concedidas por La Rosa, Idem campos de Achucarro, 1764-1775, N° 444. Propios. Delineación de la ciudad y señalamiento de Propios. 1726, N° 3. Reales cédulas.. Ordenanzas municipales, 1668-1730, N° 41. Reales cédulas. Indice de reales órdenes, cédulas reales y provisiones de la Real Audiencia, 1728 -1820, N° 41. Reales cédulas, 1722-1790, N° 458. Reales cédulas. Indice de reales órdenes, cédulas y provisiones de la Real Audiencia Colonial, 1728 - 1811, N° 57. Reales órdenes. Ordenanzas municipales, duplicados, 1668-1730, N°41. Soriano. Cabildo de Soriano. Traslación de la población de la isla y otros documentos, 1708-1787, N° 152. 11 - Catálogo del ex «Archivo y Museo Histórico Nacional» Items: Caja 1, años 1492-1773. Caja 2, años 1770-1782. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 936 Luis Alberto Musso Ambrosi IV - Archivos particulares Items: Caja 1, documentos procedentes de los archivos de: 1 Francisco Gorriti, 7 piezas, 1726 -1 782. 2 Francisco Bruno de Zabala, 6 piezas, 1757 -1791. 3 Clara Vidal de Zabala, 19 piezas, 1731 -1827. 4 Rudecindo Sáenz, 18 piezas, 1742 -1798. Etc. FICHA BIBLIOGRÁFICA: ARCHIVO GENERAL DE LA NACION. Inventario de los fondos documentales del Archivo General de la Nación. Montevideo /Barreiro y Ramos/ 1965 -1973.4 v. * * * ARREDONDO, Horacio. En el año 1957, conjuntamente con los actos de carácter popular que el Concejo Departamental de Montevideo, dispuso realizar para conmemorar la fecha de la fundación de la ciudad, se consideró exaltar los hechos iniciales de su historia mediante la creación artística que contribuyera a hacer posible esa evocación. Considerando el procedimiento más adecuado para lograr la realización de esa obra artística de carácte~ histórico, se llamó a concurso a los pintores nacionales, para la realización de tres telas que tuvieran por tema las etapas de la fundación de Montevideo. Los temas de las telas fueron los siguientes: «a) La llegada de las familias pobladoras conducidas al puerto de Montevideo el 19 de noviembre de 1726 por el navío «Nuestra Señora de la Encina»; b) La delineación de la ciudad, señalamiento de su jurisdicción y comienzo del reparto de los solares que tuvo lugar el 24 de diciembre de 1726, y c) La constitución del primer Cabildo ello de enero de 1730. Don Horacio Arredondo, director en ese entonces del Museo Histórico Municipal de Montevideo, preparó la «Memoria informativa sobre el temario del concurso». Arredondo fue un historiador muy conocido, autor de gran número de libros importantes, entre los que sobresalen bibliografías, estudios históricos de arquitectura colonial, etc. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografía y bibliografía sobre los canarios... MEMORIA INFORMATIVASOBRE EL TEMARIO DEL CONCURSO 937 Desembarco de los pobladores. El autor de esta memoria trata por intermedio de la misma, orientar a los concursantes, describiendo momentos históricos bastante bien documentados (especialmente teniendo en cuenta las investigaciones históricas conocidas en su época) Para ejemplo transcribimos: «EÍ 19 de noviembre de 1726 llegó a Montevideo el navío Nuestra Señora de la Encina, alias La Bretaña, de 24 cañones, mandada por el capitán Bernardo de Zamorate conduciendo 20 familias de Tenerife (Canarias) (96 personas), que sumadas a las seis que procedentes de Buenos Aires (34 personas) determinaron que el núcleo inicial de pobladores sumara 130 habitantes. En este barco no llegaron soldados. «El motivo podría ser: En la ribera del puerto de Montevideo, junto a la costa, quizá asomando a la izquierda el extremo de la hoy desaparecida punta de San José, anclada de su reparo, teniendo como fondo de escena las aguas desiertas de la bahía, con el Cerro al confin, el navío de Alzaibar, Nuestra Señora de la Encina, va desembarcando los pobladores canarios que conduce para la fundación. «Convendría, para ambientarse, que los conc.ursantes observen la configuración de la península en que la nueva población va a realizarse; y para ello deben verla en las reconstrucciones a vuelo de pájaro -ya fundada, cien años después- que pueden observarse en las realizaciones de Mme. Mattiz de Villar -en el Museo Histórico Nacional- y Carlos Menck Freire en el Histórico Municipal...» etc. FICHA BIBLIOGRÁFICA: ARREDONDO, Horacio. Certamen artístico sobre tres temas históricos, etapas de la fundación de Montevideo. Memoria informativa sobre el temario del concurso, redactada por el director honorario del Museo Histórico Municipal ...y aprobada por el Consejo Departamental de Montevideo. Montevideo, Concejo Departamental, 11957/.57 p. mimeografiado. * * * © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 938 Luis Alberto Musso Ambrosi CIVILIZACIÓN DEL URUGUAY Se trata de un trabajo muy importante en el cual su autor reunió mucha información de interés. Bien documentado y profusamente ilustrado con reproducciones de planos, paisajes, vistas y otros detalles pintorescos de carácter histórico, de la ciudad de Montevideo en sus primeros tiempos. Del tomo 1, capítulo 11, se pueden extraer datos sobre el panorama del país al tiempo de la conquista y del 'coloniaje, con generalidades sobre el ambiente rural, la arquitectura, expresiones culturales en las etapas iniciales de la orientalidad y consideraciones sobre el carácter criollo. En el capítulo III, sobre formación de la nacionalidad, hallamos datos sobre principios del siglo XVIII, dice en un párrafo: «Mediado el siglo XVIII, la sociedad montevideana fue acentuando las características que la personificaron desde sus orígenes. Estaba constituída, en su núcleo inical, por pequeños labradores que cultivaban las chacras repartidas fuera del ejido sobre el Miguelete, donde a más de las culturas extensivas -trigo, maíz, etc.- se plantaron frutales y verduras con tanto éxito que los viajeros anotan su excelencia, su abundancia y su baratura». «Hombres acostumbrados a las duras faenas del agro en los lugares de que precedían, les fue fácil desarrollar, en tierra virgen y fértil, actividades similares y las extendieron con éxito a la explotación ganadera extensiva, ya que no era novedad para ellos el cuidado del ganado vacuno, caballar, hasta del ovino, como auxiliares de las «chácaras » peninsulares. Ante la inmensidad de nuestros campos, ya superpoblados de haciendas vacunas y caballares, no es de extrañar que sintieran deseos de extender hacia ese sector el nuevo ambiente, desde que el amor a la tierra, hermana estrechamente, las distintas tareas del agro...» «El alto porcentaje de casamientos con las «hijas del país» fue cosa común y está documentada en los numerosos expedientes formados en los casos en que el contrayente figuraba en la administración y cuerpos militares, en cuyas circunstancias, para la firma de los respectivos contratos matrimoniales, era de rigor la previa licencia real.» «Este es el panorama de los primeros tiempos de la sociedad urbana, en uno de sus aspectos; pero hay otro, de más destacado relieve en la vida pública local: y es la actuación de la masa de los prime- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografía y bibliografía sobre los canarios... 939 ros labriegos y hacendados en el Cabildo de Montevideo, remarcable escuela democrática plena de virtudes cívicas. De este modesto conglomerado social salieron la mayoría de los cabildantes, poco leídos y sencillos, honrados, patriarcales, con un ahincado derrotero que le venía atavicamente de muy adentro: el celo de la dignidad del cargo, la contracción desinteresada al servicio público...» «Son conocidas las enconadas disputas de nuestro munícipes abroquelados en los fueros de la institución secular del Cabildo contra la prepotencia innata de buena parte de aquellos militares en el desempeño de la gobernación política y militar, que les era privativa, no pocas veces evidenciaron falta de equilibrio en su actuación pública, avasallando derechos civiles o pretendiendo hacerlo...» Del tomo 2do. su valiosa contribución gráfica incluye mapas del país de mediados del siglo XVIII en adelante, reproducción de portadas de libros, bandos y otras publicaciones; escenas de la vida ciudadana y rural; motivos arquitectónicos; etc. así como una bibliografía de viajeros con el registro de 186 items. FICHA BIBLIOGRÁFICA: ARREDONDO, Horacio. Civilización del Uruguay. Aspectos arqueológicos y sociológicos; 1600 - 1900. Bibliografía de viajeros; contribución gráfica. Montevideo, Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay, 1951. 2 v. iluso mapas, láms. * * * AYESTARAN, Lauro. Profesor de música e investigador uruguayo nacido en Montevideo en el año 1913. Fue profesor de musicología en la Facultad de Humanidades y Ciencias. En 1943 comenzó la tarea de la recolección sistemática del folklore musical uruguayo mediante grabación en discos y cintas. Su colección que se conserva en el Museo Histórico Nacional alcanza las 4000 grabaciones de campo. Concurrió a congresos y reuniones internacionales de musicología. Numerosos son sus artículos y muchos sus libros: «Domenico Zipoli, el gran compositor y organista romano del 1700 en el Río de la Plata» (1941); «Crónica de una temporada musical en el Montevideo de © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 940 Luis Alberto Musso Ambrosi 1830» (1943); «Fuentes para el estudio de la música colonial uruguaya » (1947); «La música indígena en el Uruguay» (1949); «La primitiva poesía gauchesca en el Uruguay» (1950); etc. LA MÚSICA EN ·EL URUGUAY Esta es la obra bibliográfica más importante de Lauro Ayestarán. El primer volumen, único publicado, obtuvo en el año 1945 el premio «Pedro Blanco Acevedo» que otorga la Universidad de la República. Fue editado por el Servicio Oficial de Difusión Radio Eléctrica (Sodre). Contempla el tomo, la música primitiva, la música negra, la música culta hasta 1860. No posee la obra capítulo específico sobre la música en la época de la fundación de la ciudad de Montevideo, o en los primeros años de vida de ese pueblo, -no obstante en razón de ser una obra completísima y con gran número de referencias históricas-, de su lectura y estudio aparecen las pautas que nos permiten formarnos idea sobre la música que acompañó la vida en aquellas primeras épocas. Al detallar la música en las Misiones Orientales dice: «En el primer tercio del siglo XVII llegaron a la Banda Oriental los primeros misioneros. Los franciscanos se dispersaron por el sur y los jesuítas por el norte. La obra de estos últimos se extendió al septentrión dentro de los límites del tratado de San Ildefonso -y sus Misiones Orientales pertenecientes al conglomerado de las llamadas Misiones del Paraguay y quedaron fuera por completo de nuestra actual configuración geográfica. En siete Reducciones jesuíticas de la antigua Banda Oriental -San Juan Bautista, Santo Angel, San Francisco de Borja, San Nicolás, San Luis Gonzága y San Miguel- se conoció y practicó la música dentro de las máximas posibilidades de la época... » «Domenico Zipoli, acerca de quien tuvimos oportunidad de demostrar que murió en Córdoba (República Argentina), después de haber entrado en el noviciado de la Compañía de Jesús en 17 I6 en Sevilla, y haber partido para el Río de la Plata en 17 I7, actuando como maestro de capilla de la iglesia y universidad de los jesuítas en Córdoba desde 1718 a 1726, fecha ésta última de su óbito». «En las Misiones Orientales la música era una actividad natural y espontánea que acompañaba al indígena en sus manifestaciones © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Historiografia y bibliografia sobre los canarios... 941 públicas de trabajo, de religiosidad desde luego y también de guerra. Ejecutantes, compositores, hasta «luthiers» y constructores de órganos, vivían bajo la vigilancia y el adiestramiento jesuítico desarrollando en todos los sentidos sus aptitudes»... «En el Uruguay, dentro de la demarcación actual, los jesuítas sólo establecieron algunas 'estancias' y desde luego su casa central en Montevideo, pero en esta última únicamente dedicaron sus esfuerzos en materia musical a los habitantes españoles y criollos de la ciudad, quedando por lo tanto su ejercicio de música religiosa fuera de este capítulo dedicado a la indígena...» En el item «los organistas de la época colonial hasta 1830», dice: |
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