1970
EL CENTRO-OESTE FRANCÉS Y LA EXPEDICIÓN
A LAS ISLAS CANARIAS EN 1402
Nathalie Le Brun
El 1 de mayo de 1402 sale del Puerto de La Rochela una expedición francesa que marca el
inicio de la conquista señorial de las Islas Canarias. Según las crónicas de la conquista
conocidas con el nombre de Le Canarien, en dicha empresa, encabezada por Jean de
Béthencourt, caballero del País de Caux (en Normandía) y Gadifer de La Salle, caballero del
País de Thouars (en Poitou), participaban naturales de Normandía y de toda la franja oeste de
Francia. Nos hemos interesado en la participación de estos últimos, y más particularmente en
los nativos de la zona centro-oeste. A principios del siglo XV, el centro-oeste correspondía a
las provincias de Poitou, Saintonge, Aunis y Angoumois. Globalmente, estaba delimitado al
norte por el valle del Loira y se extendía hacia el sur hasta el estuario de Gironde; estaba
bordeado al oeste por las costas atlánticas y se extendía hacia las tierras interiores unos 200
kilómetros aproximadamente. El País de Aunis correspondía a un pequeño enclave costero
rodeado por Poitou y Saintonge, y tenía como principal centro urbano y portuario La Rochela.
A la hora de situar dicha expedición dentro de un contexto social general, nos damos
cuenta de que el momento de su realización corresponde a una época en que, tras haber sido
escenario de conflictos franco-ingleses durante más de cincuenta años, el centro-oeste francés
vive un período de tregua de diez años (1394-1404) en la guerra de Cien Años (1330-1453).
La presencia de naturales del centro-oeste francés y el papel desempeñado por el puerto de
La Rochela en la expedición, así como el contexto social que conocía la zona a finales del
siglo XIV nos han incitado a orientar nuestras investigaciones en dos direcciones diferentes.
En primer lugar, nos hemos interesado en los miembros de la expedición vinculados a la zona
centro-oeste. Exponemos los vínculos que unen a Gadifer de La Salle y Pierre Boutier (el
religioso que le acompaña hasta la isla de Lanzarote) con Poitou. Intentamos ver también, a
partir de los datos que nos proveen las crónicas, cuál pudo ser, en su conjunto, la
representación de los naturales del centro-oeste en la expedición, y prestamos atención a una
serie de participantes mencionados por Le Canarien cuya procedencia no resulta muy clara.
En segundo lugar, nos interesamos en el contexto social y económico de la zona centro-oeste
en el momento de la expedición pictavino-normanda. Esta segunda orientación tiene como
objetivo intentar poner de relieve los factores que pudieron incitar a algunos naturales de la
zona a participar en la expedición con destino a las islas Canarias en 1402.
LOS NATURALES DEL CENTRO-OESTE EN LA EXPEDICIÓN DE 1402
Gadifer de La Salle y Pierre Boutier en el País de Thouars
En las crónicas de la conquista francesa de Canarias,1 Gadifer de la Salle está presentado
como chevalier du pays thouarsois y Pierre Boutier como monje de Saint-Jouin-de-Marnes.
Estos detalles geográficos sobre la procedencia de uno de los conquistadores y sobre el
religioso que le acompaña implican directamente a Poitou –y más particularmente al País de
Thouars– en esa expedición a las Canarias. A principios del XV el Pays de Thouars
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El centro-oeste francés y la expedición a las islas…
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corresponde a una amplia zona situada al norte de Poitou, zona fronteriza con Turena, Anjou
y Bretaña que se extiende desde Thouars hasta el Atlántico.2
Lo que nos interesa son los vínculos que unen a Gadifer de la Salle con el centro-oeste
francés. En realidad, el origen de este personaje y su procedencia exacta dentro de este marco
geográfico plantea un problema. En efecto, si dos documentos pontificios de Benedicto XIII
del 21 y 22 de enero de 1403 lo hacen depender de la diócesis de Saintes,3 tanto la genealogía
de la familia de La Salle, realizada a partir de los documentos de Hozier a principios del siglo
XX,4 como los demás documentos encontrados a lo largo de nuestras investigaciones5 lo
relacionan, tal y como lo hace Le Canarien, con el País de Thouars. Sin embargo, en ningún
momento dichos documentos indican explícitamente el lugar de su nacimiento.6
Según la genealogía mencionada, la familia de La Salle sería una familia antigua que
provendría de Urgel en Cataluña. A partir del siglo XI, numerosas ramas de esta familia se
habrían formado y dispersado por Francia. Si ninguna de estas ramas figura como asentada en
Saintonge, sí lo está en Poitou. Se trataría de una rama menor, la decimotercera, fundada por
Ferrand de La Salle, el padre de Gadifer. Ferrand de La Salle se habría instalado en Poitou en
los años 1325 o 1330, después de su casamiento con la heredera de las tierras de Ligron (cerca
de Thouars). Gadifer habría nacido algunos años después, entre 1340 y 1350,7 lo cual viene a
significar que tendría más de cincuenta años cuando embarcó para las islas Canarias.8
Los otros documentos tienden a corroborar ciertos datos, aunque no todos, de esta
genealogía. Más precisamente, dichos documentos confirman la estrecha relación que existe
entre la familia de Gadifer y el País de Thouars. Si por una parte confirman la presencia de
Gadifer en Ligron entre 1380 y 1399, también nos aportan datos sobre otros vínculos entre los
De La Salle y Poitou.
En lo que respecta las posesiones en Ligron, sabemos por un documento del 31 de agosto
de 1380 que Gadifer, presentado como chevalier du païs de Poitou (caballero del País de
Poitou), fue autorizado por el rey de Francia a fortificar su casa de Ligron en la castellanía
(châtellenie) de Thouars, una casa que tenía en tenencia de Clisson.9 Este último personaje es
el bretón Olivier de Clisson y Belleville, sucesor de Bertrand Du Guesclin como condestable
de Francia en 1380.10 Entre 1371 y 1373, Olivier de Clisson había participado en la guerra
contra los ingleses que ocupaban la zona de Poitou.11 Pierre Margry señala que en 1373
Gadifer participó en la “reconquista” de la fortaleza de Lusignan al sur de Poitiers,12 pero
ignoramos si llegó a formar parte de la compañía de Olivier de Clisson en algún momento.
Gadifer de La Salle seguía teniendo contactos con la zona de Ligron hasta por lo menos tres
años antes de la expedición, ya que su presencia en dicho lugar consta en un documento de
1399.13
Un documento fechado en abril de 1385 y otro en junio de 1388 siguen relacionando a
Gadifer con el País de Thouars, pero ya no con Ligron, y nos traen datos sobre los lazos de
parentezco entre los De La Salle y otras familias pictavinas así como sobre otras posesiones
de esta familia en Poitou. El primero de estos documentos es una carta de remisión otorgada
por el rey en 1385 a propósito del rapto de una mujer cometido por Gadifer en 1381. Bajo la
instigación de su padre Ferrand de La Salle y con la complicidad de algunos pictavinos, entre
los cuales figuraban su hermano Brandelis y un primo hermano llamado Philippon de Nueil,
Gadifer raptó a la hija del denominado Jean Garin.14 No hemos podido comprobar si
Philippon de Nueil, presentado como primo hermano de Gadifer, lo era por su padre o por su
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madre. En realidad, poco se sabe sobre la familia de los Nueil. Los diccionarios de la familias
del Antiguo Poitou no mencionan a esta familia que, en la opinión de Paul Guérin, tuvo que
pertenecer a la pequeña nobleza pictavina.15
Por otra parte, en el resumen de un documento fechado el 19 de junio de 1388 del
cartulario del castillo de la Durbelière,16 J. Salvini señala que Gadifer había heredado la
señoría de Fraigne por alianza matrimonial con Guillemette Morelle (o Moreau), y que poseía
derechos señoriales en el lugar de Tournelay, en la parroquia de Nueil.17 Tanto el lugar de
Tournelay como el de Fraigne se sitúan en la parte central del País de Thouars, cerca de
Mauléon,18 donde estuvieron presentes los vizcondes de Thouars a lo largo del siglo XIV.19 En
realidad, cabe señalar que los datos que figuran en el cartulario publicado por Salvini plantean
algunos problemas de verosimilitud. En efecto, en dicho cartulario, Guillemette Morelle o
Moreau, hija de Jean Moreau y de Jeanne de Couloigne, figura como mujer del denominado
Pierre de Meulles en 133120 y como viuda del mismo Pierre de Meulles en 1369.21 En todo
caso, si los datos publicados por Salvini son exactos, Guillemette Morelle tenía una edad
bastante avanzada cuando se casó, en segundas nupcias, con Gadifer de La Salle. Lo que se
puede decir es que en 1402 Gadifer de La Salle no se beneficiaba de derechos sobre Fraigne,
puesto que en dicho año el señor de lugar era Renaud de Meulles, hijo nacido del primer
matrimonio de Guillemette con Pierre de Meulles.22 Por otra parte, la coincidencia entre el
nombre de la parroquia a la que pertenecía el lugar de Tournelay y el apellido dado a
Philippon, el primo hermano de Gadifer, nos hace sospechar que parte de la familia de
Gadifer podría proceder de una zona próxima a Mauléon. También podemos suponer, a partir
de los datos sobre el parentezco entre los De La Salle y la familia pictavina de los Nueil, que
la familia de Gadifer estaba asentada en Poitou, tal y como lo sugiere la genealogía de los De
La Salle, desde por lo menos mediados del siglo XIV. De hecho, sabemos que Ferrand de La
Salle, está presente en Poitou en 1348, ya que el 14 de abril de dicho año figura como testigo
del arrendamiento de unas tierras de Olonne, en la costa atlántica de Poitou.23 En fin,
Alejandro Cioranescu señala que Ferrand de la Salle también poseyó tierras en Loudun (al
este de Thouars) hasta el año 1359.24
En cuanto a lo que relaciona a Gadifer con Saintonge, una hipótesis que podemos formular
es que su doble pertenencia por una parte a Poitou y por otra a la diócesis de Saintonge quizás
se explique por la falta de coincidencia exacta entre las fronteras que delimitaban las unidades
administrativas civiles y eclesiásticas. A partir de principios del siglo XI, los límites
territoriales de las diferentes diócesis que reunía la zona centro-oeste no siempre
correspondieron con exactitud a las que definían las diferentes unidades administrativas
civiles. En la época que nos interesa, el centro-oeste contaba con cinco diócesis: la de
Angouleme, la de Saintes de la que dependía la zona de Aunis, y tres diócesis pictavinas que
resultaban de la desestructuración, en 1317, de la inmensa diócesis de Poitiers por el papa
Jean XXII. En efecto, a partir de 1317, Poitou cuenta con tres diócesis: la de Poitiers, la de
Maillezais y la de Luçon.25 Según un mapa realizado por R. Favreau, la ciudad de Thouars,
Ligron y Saint-Jouin-de-Marnes dependían de la diócesis de Poitiers; la zona de Mauléon, de
Maillezais.26 A pesar de que no hemos podido averiguarlo, es posible que la familia de
Gadifer tuviera en Poitou posesiones situadas en una zona fronteriza con Saintonge o incluso
con Aunis que no dependieran de una de las tres diócesis pictavinas, sino de la de Saintes.
La presencia de Pierre Boutier al lado de Gadifer de La Salle en la expedición de 1402
también remite a la relación que existía entre Gadifer y el norte de Poitou. En efecto, Pierre
Boutier era, según las crónicas, monje de Saint-Jouin-de-Marnes, a saber, de una abadía
benedictina que se encontraba a unos kilómetros al sureste de Thouars.
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La documentación relativa a la abadía de Saint-Jouin-de-Marnes es escasa dado la
dispersión y sobre todo la destrucción de la mayoría de sus archivos durante las guerras entre
católicos y protestantes que afectaron el norte de Poitou a principios de la segunda mitad del
siglo XVI.27 Según la tradición, la abadía de Saint-Jouin-de-Marnes, también conocida con el
nombre de Ension, fue fundada en el siglo IV por San Jovini. Se desarrolló progresivamente y
llegó a convertirse en una abadía prestigiosa de Poitou. Desde el siglo XI, la abadía tenía
muchas posesiones dentro de la zona que correspondría, a principios del XV, a la diócesis de
Poitiers y a las otras dos diócesis pictavinas de Luçon y Maillezais; también contaba con
algunas posesiones en las diócesis de Le Mans, Angers, Nantes y Rennes en Bretaña.28
Sobre la relación exacta entre Pierre Boutier y dicha abadía carecemos de datos. Los
diferentes documentos referentes a Saint-Jouin-de-Marnes que hemos consultado no
mencionan en ninguna ocasión su nombre. Si las crónicas no especifican a qué orden religiosa
pertenecía Pierre Boutier, diversos autores lo presentan como franciscano. Es el caso, por
ejemplo, de Pierre Bergeron quien escribía en 1629 a propósito de los dos religiosos que
acompañaban a Jean de Bethencourt que “uno era religioso de San Francisco y el otro
capellán de este señor”.29 El vasco Henri de Sponde,30 obispo de Pamiers, también lo
presentaba como “Petro Bonterio, Franciscano” en sus Anales publicados en 1641.31 En
fechas más recientes, a saber en 1921, el italiano Giovani Sbaraglia lo mencionaba como
franciscano con el nombre “Petrus Bonterius”.32 En realidad, es poco probable que Pierre
Boutier haya pertenecido a la orden de los Franciscanos. En efecto, en una bula de 1179,
Alejandro III ponía la abadía de Saint-Jouin-de-Marnes bajo la protección de la Santa Sede y
ordenaba la observación perpetua de la regla de San Benito.33
Los demás hombres de la compañía de Gadifer
Sin embargo, los miembros de la expedición que salieron de La Rochela el 1 de mayo de
1402 no procedían exclusivamente de Poitou y Normandía. En efecto, a lo largo del relato de
los acontecimientos que suceden desde el momento de la partida de La Rochela hasta el 19 de
abril de 1404, fecha de regreso de Jean de Béthencourt a la isla de Lanzarote, los cronistas de
Le Canarien van indicando que los participantes procedían de Normandía, Poitou, Gascoña y
también de Anjou.34 También se hace referencia de manera específica a la presencia de un
natural de Aunis llamado Jean de Lalieu o de Laleu,35 y a otro de Bretaña llamado Yvonnet de
Launay.36
El hecho de que sólo se haga referencia a un natural de Aunis no significa que no haya
habido otros participantes de La Rochela o sus inmediaciones. Lo mismo se puede decir para
los participantes que procedían de Bretaña. A pesar de que encontramos una sola alusión
explícita a la presencia de un bretón, es posible, como vamos a ver, que participaran otros
naturales de Bretaña en la expedición. Por lo que toca a los naturales de Poitou, si Gadifer de
La Salle y Pierre Boutier son los únicos en ser mencionados de manera explícita como
oriundos de Poitou, en una ocasión se alude brevemente a la presencia de algunas mujeres
pictavinas.37
A la hora de estimar la importancia numérica de cada grupo de procedencia nos
encontramos con varios problemas. En efecto, en primer lugar, la versión G de Le Canarien
indica que de las 280 personas que salen de La Rochela a principios de mayo de 1402, sólo 63
llegarán a Lanzarote. Disponemos de pocos datos sobre esos hombres que renuncian a viajar
hasta el archipiélago y se quedan en el sur de la Península Ibérica. Los cronistas se contentan
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con decir que los que finalizan su viaje en los puertos andaluces son “más de 200 hombres de
lo mejor dispuestos”,38 lo cual nos permite suponer que son gente de armas, pero ignoramos
cuál era su procedencia. Por otra parte, el grupo francés constituido de 63 personas a su
llegada a la Isla de Lanzarote se ve aún más reducido a partir de noviembre de 1402 ya que
parte de él se marcha de la isla con Béthencourt (a finales del verano o principios del otoño) o
pacta con Bertin de Berneval y se va también de la isla a finales de octubre de dicho año.
Si por un lado conocemos el origen geográfico de los participantes iniciales en su conjunto,
y si, por otro lado, es posible realizar, aunque de forma incompleta, una lista de personas con
nombres y apellidos que llegan a Lanzarote en 1402, los cronistas no indican siempre de
manera exacta y específica la procedencia de los que acompañan a Gadifer de La Salle. En la
mayoría de los casos, los participantes mencionados de forma explícita por la versión G de las
crónicas, son los que van a distinguirse en acciones que van o bien a favor o bien en contra de
los intereses de Gadifer de la Salle.
Los que se rebelan contra Gadifer o representan un estorbo para los intereses de este
último, son en su mayoría normandos y gascones. Es el caso por ejemplo de los marineros
normandos de Harfleur a los que se atribuye la responsabilidad de haber provocado una
discordia entre los miembros de la expedición entre La Rochela y el sur de la Península
Ibérica.39 Es el caso también de gran parte de los gascones llegados posiblemente en
compañía de Ramonet de Levedan (oriundo de Bigorre)40 que van a pactar con Bertin de
Berneval para apresar indígenas y marcharse con la nave Tajamar procedente de España. En
la llamada “traición de Bertin de Berneval” también se ven implicados probablemente algunos
normandos y el natural de Aunis llamado Jean de Lalieu o Laleu.41 Según los datos provistos
por las crónicas, en noviembre de 1402 sólo quedan en la isla de Lanzarote tres hombres de la
compañía de Jean de Béthencourt, supuestamente normandos, a saber: Jean Le Courtois,
Jennequin d'Auberbosc y Jean Le Verrier, capellán del conquistador.42 Todo lo cual supone,
obviamente, que a partir de esta misma fecha los que se quedan en compañía de Gadifer de La
Salle proceden en su mayoría del oeste de Francia.
En la versión G de Le Canarien, los cronistas nos indican el nombre de una serie de
personas que, al contrario de los precedentes, van a distinguirse de manera especial por su
colaboración con Gadifer de La Salle entre el momento de la llegada a la isla en 1402 y el
regreso de Jean de Béthencourt en abril de 1404. En este caso, encontramos referencias
precisas a Ramonet de Levedan, natural de Bigorre, y a tres gascones que venían en su
compañía (Jamet de Barège, Colle du Pont, Bernard de Coite), al bretón Yvonnet de Launay y
a una serie de hombres cuyo origen no está especificado, como Guillaume D’Allemaigne y
Pierre du Plessis (presentados en una ocasión como escuderos de Gadifer),43 Pierre Enjourrant
o Enguerran44 (cambiado en una ocasión por Pierre de Rieulx en la versión B),45 Girard de
Serberay, Guillén d’Andernac, Anderrac o Andrac),46 Jean Le Masson.47 Otros personajes de
procedencia desconocida, como es el caso de Thomas Richart y Jean Chevalier también se
distinguen en ciertas ocasiones.48
La consulta de diccionarios sobre la nobleza, de diccionarios de las familias del Antiguo
Poitou, y de los armoriales que contienen informaciones de tipo genealógico sólo nos permite
formular hipótesis en cuanto a la procedencia de algunos de los participantes. Pero en ningún
momento ha aportado datos relevantes que permitieran identificarlos claramente.
Guillaume d’Allemaigne podría ser un participante de origen alemán. En efecto, en su
sentido literal, la expresión D’Allemaigne significa “de Alemania”. Sabemos que Gadifer
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estuvo en Prusia por lo menos en una ocasión, a finales del año 1390 y principios de 1391.49
No se puede descartar que Guillaume D’Allemaigne estuviera con Gadifer en uno de esos
viajes. También es posible que formara parte de las llamadas Grandes Compañías (Grandes
Compagnies) a veces compuestas de mercenarios ingleses, bretones, franceses, gascones y
alemanes, cuyos servicios alquilaban de forma temporal los príncipes durante la guerra
franco-inglesa. Estos mercenarios permanecieron en el territorio francés hasta mediados del
siglo XV.50 Sin embargo, la expresión D’Allemaigne también puede remitir a un apellido que
encontramos en el centro-oeste francés en la época que nos interesa. En efecto, según el
diccionario de las familias del Antiguo Poitou de Henri Filleau, la familia D’Allemaigne era
una antigua e importante casa oriunda de Aunis que llegó a establecerse en Poitou en el siglo
XIV. Algunos de los miembros de dicha casa se instalaron en la zona de Loudun, cerca de
Thouars. Hemos encontrado referencias a varios Guillaume d’Allemaigne para los siglos XIII
y XIV, pero, por cuestiones de fechas, ninguno parece corresponder con el mencionado en las
crónicas.51
La familia Du Plessis es una casa que encontramos en varias zonas del oeste francés y
Normandía en los siglos XIV y XV. Los genealogistas suelen presentar a los Du Plessis de
Poitou con el nombre de Plessis-Richelieu. En realidad, los Du Plessis-Richelieu representan
una rama de la familia que se formó en el siglo XV. Pero los Du Plessis estaban presentes con
anterioridad en Poitou. Encontramos a varios Pierre Du Plessis en la rama primera de la
familia pictavina a lo largo del siglo XIV.52
En lo que se refiere a Pierre Enjourrant (/ Enguerran) no hemos encontrado nada. Como lo
señalamos, en una ocasión la versión B de las crónicas cambia Pierre Enjourrant (de la
versión G) por Pierre de Rieulx. Si la familia De Rieulx no está registrada en el diccionario de
la familias de Poitou de Henri Filleau, tanto el armorial de la nobleza bretona de Potier de
Courcy como el diccionario de la nobleza de la Chenaye-Desbois et Badier presentan a los De
Rieulx como una ilustre casa bretona.53 Pierre de Rieulx podría ser un miembro de dicha
familia. Pero sabiendo que Rieulx también es el lugar de donde procedía la casa de los De
Rieulx, existe la posibilidad de que Pierre Enjourrant y Pierre de Rieulx formen una sola y
misma persona, con el apellido Enjourrant y procedente de Rieulx en Bretaña. No se puede
descartar –como ya lo sugerimos para Guillaume d’Allemaigne– que en ciertas ocasiones las
crónicas nos den el nombre de la persona acompañado, no de un apellido sino de un lugar de
procedencia. Que sea apellido o simplemente lugar de procedencia, la expresión De Rieulx
parece remitir al origen bretón del personaje mencionado por las crónicas. Su participación en
la expedición de 1402, como también la del otro bretón Yvonnet de Launay, quizás tenga que
ver con el desarrollo del puerto de La Rochela iniciado a finales del siglo XIII. En efecto,
Robert Favreau señala en un estudio sobre el puerto de La Rochela a lo largo de la Guerra de
Cien Años que, debido a la intensificación de los contactos comerciales entre La Rochela y
otros puertos abiertos al Atlántico, en particular los de Bretaña, los bretones estaban muy
presentes en toda la zona de Aunis a finales del siglo XIV y principios del XV.54
Es poco probable que el denominado Guillén d’Andernac fuera pictavino. Tanto la
terminación en “–ac” de lo que puede ser apellido o lugar de procedencia del personaje, como
la forma del nombre “Guillén” remiten más bien a formas lingüísticas de la mitad suroeste de
Francia en la época que nos interesa. Este personaje podría proceder de la parte suroeste de
Francia.55
De los otros participantes como Thomas Richart, Jean Chevalier, Girard de Serberay, Jean
Le Masson, no se puede decir casi nada. Si los apellidos Richart o Chevalier son demasiado
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comunes como para formular hipótesis en cuanto a la procedencia de Thomas Richart y Jean
Chevalier, no hemos encontrado ningún dato que nos permitiera relacionar el término
Serberay con un lugar de la zona centro-oeste y emitir hipótesis en cuanto a la procedencia de
Girard de Serberay. El caso de Jean Le Masson es un poco particular, ya que, si en las
crónicas a favor de Gadifer se distingue por su valentía en los enfrentamientos con las
poblaciones isleñas y no forma parte de los tres hombres de la compañía de Béthencourt que
permanecieron en la isla a partir de noviembre de 1402, la versión B de Le Canarien lo
presenta como hombre al servicio del conquistador normando y hace de él un albañil, o sea
toma las palabras le masson56 en su sentido literal y no realmente como apellido (cuando en
realidad también podría serlo).57
Esta tentativa de identificación y localización en un espacio concreto de algunos miembros
de la expedición que eventualmente pudieran ser de Poitou, Saintonge y Aunis no ha sido
muy concluyente. Las pistas más serias en cuanto a la participación de naturales de dicha zona
(aparte de la de Gadifer de La Salle) parecen ser las de Pierre Du Plessis y Guillaume
d’Allemaigne (dos escuderos de Gadifer). El probable origen bretón de Pierre de Rieulx
demuestra que a pesar de mencionar de forma explícita a un solo bretón (Yvonnet de Launay),
pudieron participar en la expedición más naturales de esta zona. Y, como lo señalamos, la
presencia de bretones quizás tengamos que relacionarla con el desarrollo de los contactos que
conocía La Rochela con otras zonas y en especial con Bretaña en aquella época. Lo mismo se
podría decir de la presencia de naturales de Aunis. Puede resultar extraño que sólo se nombre
a un participante de esta zona, siendo que la expedición sale de la Rochelle y que todos los
marineros a los que se hace referencia en las crónicas son de Harfleur, es decir de Normandía.
LOS FACTORES FAVORABLES A LA PARTICIPACIÓN DE NATURALES DEL CENTRO-OESTE FRANCÉS
EN LA EXPEDICIÓN DE 1402
Para intentar entender qué factores pudieron incitar a algunos naturales del centro-oeste
francés a participar en la expedición a las Canarias, es necesario tener en cuenta el contexto
social y económico en los ultimos años del siglo XIV y primeros del XV. La expedición
normando-pictavina de 1402 se inscribe en el período de tregua de 10 años (1394-1404) en la
“Guerra de cien años” que opuso a los franceses e ingleses entre 1337 y 1453.58 Los diez años
de tregua corresponden a un período en que, por un lado, el balance de las consecuencias de la
guerra a nivel económico y demográfico en Poitou, Angoumois y Saintonge resulta
generalmente desastroso, pero en que, sin embargo, el puerto de La Rochela, principal y
esencial polo económico de la zona, multiplica sus contactos comerciales con el sur y el norte.
También es un período en que la gente de armas se encuentra desempleada.
La crisis económica y demográfica en el centro-oeste de Francia a finales del siglo XIV y
principios del XV
El tipo de guerra que había enfrentado a franceses e ingleses, sobre todo entre 1346 y 1375,
se tradujo en numerosas destrucciones. Toda la zona centro-oeste se vio saqueada e
incendiada, las cosechas muchas veces fueron destruidas. La reconquista francesa de Poitou,
realizada entre 1369 y 1375, no produjo un cese real del conflicto franco-inglés en la zona
centro-oeste, ni permitió una reconstrucción social. Al contrario, desde 1375 hasta 1394, las
ciudades tuvieron que seguir fortificándose para poder defenderse de los ataques perpetrados,
no solamente por las tropas inglesas sino también por las francesas que en muchas ocasiones
salían a saquear.59 La autorización real obtenida por Gadifer de la Salle en 1380 para poder
fortificar su casa de Ligron responde sin duda a esta necesidad, ya que se especifica en el
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documento que se autoriza dicha fortificación “a fin de que la buena gente del país
circunvecino a dicha casa pueda a partir de entonces retraerse y poner a salvo sus personas y
sus bienes en caso de necesidad”.60 De la misma manera, a lo largo de los últimos veinticinco
años del siglo XIV, la abadía de Saint-Jouin-de-Marnes tuvo que fortificarse a fin de asegurar
su defensa.61 Es de notar que las destrucciones ocasionadas por el conflicto franco-inglés
tuvieron que ser importantes en la zona de Thouars, sobre todo entre 1369 y finales de 1372.
Durante ese período, Thouars había sido un lugar de refugio para los grandes señores
pictavinos que se habían adherido a la causa inglesa desde 1360 y resistían a las tropas de
Carlos V de Francia.62 Thouars fue recuperada por los franceses al final del año 1372, gracias
a la intervención de Bertrand Du Guesclin que sitió la fortaleza durante cinco meses.63
Según Robert Favreau, la crisis económica y demográfica tuvo que afectar particularmente
a los señores con pequeñas posesiones territoriales. La cuestión de la tierra había sido
fundamental en la constitución de dos grupos adversarios y en la evolución de las relaciones
de fuerzas entre el momento de la instalación inglesa y la “reconquista” francesa. Las
confiscaciones y redistribuciones de tierras formaron una táctica militar desarrollada tanto por
los ingleses para asentar su dominación y conseguir el apoyo de los señores en la zona, como
por Carlos V de Francia, sobre todo a partir de 1369, para reconquistarla.64 La familia de La
Salle tuvo que ser afectada por los conflictos, ya que en 1359, por ser partidario de los
ingleses, Ferrand de La Salle vio sus tierras de Loudun confiscadas por el rey francés.65 El
propio Gadifer parece haber sido partidario de los ingleses hasta 1372.66 Sin embargo, tuvo
que haberse vuelto partidario de la causa francesa poco después, puesto que en 1373
participaba en la reconquista de la fortaleza de Lusignan para el rey francés.
Muchas veces, los ingleses dejaban a salvo a los señores o los apresaban para devolverles
la libertad a cambio de un rescate. Para poder sobrevivir, muchos tuvieron que vender sus
tierras, lo que provocó la ruina de muchos linajes.67 En los años que precedieron la tregua, los
habitantes del medio rural e incluso algunas ciudades tenían que seguir comprando su
tranquilidad y seguridad a los ingleses, mediante el pago de un tributo llamado pâtis.68 Por
otro lado, los ataques provocaron la huida de los habitantes de los campos hacia las ciudades o
sitios fortificados. Al hacerse escasa la mano de obra en los campos, disminuyó la producción
agrícola, con lo cual también disminuyeron los ingresos de los pequeños y grandes
terratenientes y de los establecimientos eclesiásticos.69 Al aumento de la pobreza y a la
“despoblación” contribuyeron también una serie de castástrofes naturales que habían afectado
las cosechas en 1388, 1389 y 1399,70 así como las epidemias que afectaron la zona de Poitou
en 1375, 1376 y 1402 y la de Saintonge en 1399.71
El auge del puerto de La Rochela
En cambio, en los últimos años del siglo XIV y primeros del XV, es decir durante el período
de tregua, La Rochela conoce una intensificación de sus actividades comerciales con otros
puertos del Atlántico. A partir de finales del siglo XIII y sobre todo de la primera mitad del
siglo XIV, el puerto de La Rochela se había ido convertiendo en un puerto comercial y
también militar importante de la costa atlántica francesa. De hecho, en su Historia de La
Rochela y del País de Aunis publicada en 1756, M. Arcere aludiendo a la expedición francesa
que salió de La Rochela en 1402, relacionó de forma explícita la organización de dicha
expedición por Jean de Béthencourt (no menciona a Gadifer) con el auge del puerto en la
misma época. El historiador señala:
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XV Coloquio de Historia Canario-Americana
1978
El descubrimiento de nuevos países más allá de los mares se convirtió para los
habitantes de La Rochela en una nueva fuerza de comercio. Béthencourt, hidalgo
normando, valiente y sensible a la gloria de alejar los límites del antiguo mundo,
proyectó embarcarse y recorrer el océano atlántico. Con ese proyecto atrevido, vino a
La Rochela, armó dos navíos y salió del puerto en 1402, y descubrió las Canarias en
el mes de julio.72
A finales del siglo XIV, el mayor polo económico de la zona centro-oeste se situaba
precisamente en la costa atlántica. Desde La Rochela se establecían contactos comerciales con
la Península Ibérica, con puertos del Mar del Norte y sobre todo con Bretaña. La ciudad se
había convertido en un centro de exportación de los productos de la zona, en particular del
vino de Aunis, hacia el norte; un centro de importación y redistribución hacia las tierras de
adentro de lana y hierro traídos por naves procedentes de Cantabria, de cereales procedentes
de Bretaña.73 La situación del puerto en la ruta entre Inglaterra y Gascoña, así como el lugar
estratégico que representaba, para los defensores de la causa francesa, para impedir cualquier
tentativa inglesa de penetración desde la costa hacia el interior de la zona centro-oeste
hicieron también que La Rochelle se convirtiera en un puerto militar, frecuentado por naves
procedentes de diversas partes.74
Para concluir, podemos decir que los factores que favorecieron la participación de
naturales del centro-oeste francés en la expedición a Canarias pudieron ser varios. Las
primeras páginas de Le Canarien ponen de manifiesto el carácter militar y religioso de la
empresa.75 Pero como lo sugiere M. Arcere, es posible que haya habido una motivación
comercial por parte de algunos participantes oriundos del centro-oeste, y más particularmente
de Aunis. Le Canarien propone como punto de partida de la expedición el puerto de La
Rochela. En realidad, lo es según el punto de vista del redactor de las crónicas. Para algunos
participantes, en particular para los naturales de la zona centro-oeste, La Rochela habrá sido
un lugar de embarque; para los participantes oriundos de Normandía, habrá sido un “puerto
escala”. Es posible que en La Rochela los miembros de la expedición se procuraran parte de
los víveres necesarios para el viaje y la estancia en las islas. También es posible que en fechas
posteriores al primer viaje, las naves normandas que regresaban del archipiélago hicieran
escala en La Rochelle antes de llegar a Normandía.76 La conyuntura política, social y
económica general en la zona también nos permite sugerir una hipótesis en cuanto a los
intereses de los participantes. La crisis que asoló de manera general el centro-oeste pudo
haber motivado a sus habitantes a intentar buscar fortuna en otras partes. La cuestión de la
adquisición y explotación agrícola de las tierras isleñas por los franceses parece existir en las
crónicas, ya que según la descripción de las islas visitadas por Gadifer durante el verano de
1403, algunas ofrecían condiciones ideales para que se desarrollara la agricultura.77 También
es de notar que la gente de armas que solía asegurar la defensa de las ciudades y castillos
hasta 1394, se vio desempleada en la época de tregua. Quizás la participación en la conquista
de las islas representara, para algunos de ellos, una alternativa a la guerra. Queda por saber
cómo y hasta qué punto Gadifer de La Salle pudo participar en la financiación de la
expedición de 1402, y cómo pensaba remunerar a los que le acompañaban. No sabemos si
llegó a vender sus posesiones pictavinas. El caso es que en 1402 había perdido sus derechos
señoriales sobre el lugar de Fraigne, y no hemos vuelto a encontrar rastros de su presencia en
Poitou después de 1399.
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El centro-oeste francés y la expedición a las islas…
1979
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El centro-oeste francés y la expedición a las islas…
1981
NOTAS
1 Existen dos versiones de Le Canarien: la versión favorable a Gadifer, conocida como versión G, relata los
acontecimientos que suceden desde la partida de La Rochela hasta el otoño de 1404, época en que Gadifer
se marcha de las islas; la versión favorable a Jean de Béthencourt, de redacción bastante tardía (finales del
siglo XV), prosigue la relación de las empresas francesas en las islas hasta después de 1406. Para nuestro
estudio, usamos básicamente la versión G, aunque en algunas ocasiones también recurrimos a la versión B.
2 H. Imbert, Histoire de Thouars, p. 21. En la época que la expedición, Poitou era una posesión condal de
Jean de Berri, tercer hijo del rey francés Juan II “El Bueno”. El País de Thouars correspondía a uno de los
cuatro vizcondados pictavinos.
3 A. Rumeu de Armas, El Obispado de Telde…, doc. 32 y 33, pp. 197-201.
4 La reseña genealógica que nos interesa figura con el apellido “De La Salle Rochemaure” en el primer
volumen de una obra conocida como el Armorial général et universel rédigé d'après les documents (la
plupart inédits laissés par les d'Hozier et autres généalogistes du roi). Recueil de généalogies dressées et
mises à jour par l'institut héraldique et encyclopédique dirigé par Alexis Daigre. En nuestra bibliografía,
figura como obra de Hozier.
5 Consultamos una serie de documentos del siglo XIV y XV publicados por la Sociedad de los Archivos
Históricos de Poitou. Cada volumen de esta colección dispone de índices con nombres de personas y
lugares que nos han permitido localizar dos documentos relativos a Gadifer de La Salle (uno de 1380 y otro
de 1385) conservados en los registros de la Cancillería de Francia y publicados por Paul Guérin en la
colección de los Archivos Históricos de Poitou, así como el resumen de un documento de 1388 procedente
de los archivos del castillo de la Durbelière que también alude a Gadifer y que fue publicado por J. Salvini
en la misma colección. Consultamos algunos legajos de fondos monásticos conservados en los Archivos
Departamentales de la Vienne (en Poitiers). Existen inventarios para estos diferentes fondos, pero no están
completos. Sólo localizamos, en los legajos del fondo de la Abadía de Sainte-Croix de Poitiers, un
manuscrito de 1399 que concierne a Gadifer de La Salle.
6 En 1694, el autor canario Tomás Arias Marín de Cubas presentaba a Gadifer como natural de La Rochela.
Señalaba a propósito de la expedición que nos interesa que “tres gentiles hombres salieron de Francia en
tres navíos grandes de guerra […] llamados Jean de Betencourt, Girardo de Monleon y Etelfe de la Salle, a
quien la historia de Bethencourt llama Gaiferos o Gadifer de la Sale natural de La Rochela” (in: Historia…,
p. 64). Este fragmento de texto presenta similitudes con otro sacado de una obra redactada en 1629 por
Pierre Bergeron. En efecto, este autor francés atribuye los primeros descubrimientos del “nuevo mundo” a
“Iean de Bethencourt, à Girard de Mauleon, & à vn Etelphe de la Salle, Gentils-hommes François. Cet
Etelphe de la Salle est le Gadifer (ou Gayfer, cõme Monstrelet l’appelle) de la Salle tant mentionné en
ceste histoire, & estoit lors à la Rochelle” (in: Traicté de la navigation…, pp. 273-274). La principal
discrepancia entre ambos textos estriba en que el autor canario hace de Gadifer un natural de La Rochelle,
cuando el autor francés se contenta con decir que Gadifer se encontraba “en la Rochelle”. Es posible que
T. Marín de Cubas saque sus datos de la obra de P. Bergeron y que la discrepancia provenga de un error de
lectura por parte del primero.
7 D’Hozier, “De La Salle Rochemaure”, Armorial Général et universel…, p. 2, p.6, p. 60.
8 A. Cioranescu propone como año más probable para su nacimiento el año 1355, in: A. Cioranescu y E.
Serra Rafols, Le Canarien […], vol III, p. 166.
9 Paul Guérin, Recueil de documents [...] (1376-1390), doc. DCXXXVII, pp. 141-145.
10 Si Olivier de Clisson poseía la mayoría de sus tierras en Bretaña, también poseía parte de ellas en Anjou y
Poitou, en particular en Ligron. En 1407, año en que muere Olivier de Clisson, las tierras de Ligron
pasarán a manos de Marguerite, condesa de Penthevièvre, in: Y. Gicquel, Olivier de Clisson…, p. 250.
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XV Coloquio de Historia Canario-Americana
1982
11 Ibid, p. 22, p. 86.
12 P. Margry, La conquête et les conquérants, pp. 111-112.
13 Archives Départementales de la Vienne, Fonds de l'Abbaye Sainte-Croix de Poitiers (Sainte-Radegonde-des-
Pommiers), 2 H1 / 74, “Contre Gadiffer de la Salle, 1399”.
14 El objetivo de dicho rapto era el casamiento de la hija de Jean Garin (quien estaba bajo la tutela de Renaud
de Thouars, señor de Pousauges en Poitou) con Philippon de Nueil. Esta alianza había sido decidida por
Ferrand de La Salle y Jean Garin antes de la muerte de este último, pero parece ser que la mujer en
cuestión también estaba comprometida con un denominado Ladmiraut de Pousauges, in: Paul Guérin,
Recueil de documents […] (1376-1390), doc. DCLXXXVI, pp. 259-262.
15 Paul Guérin, Recueil de documents […] (1390-1403), p. 193 (nota al pie de página).
16 Se trata de los archivos de la familia Vergier de la Rochejaquelin que, hasta 1793, estaban conservados en
el castillo de la Durbelière, en Saint-Aubain-de-Baubigné (Deux-Sèvres). Ignoramos cuál es su paradero
actual, aunque, según una información conseguida en los Archivos Departamentales de Deux-Sèvres
(Niort), podrían encontrarse en el Castillo de Clisson (Vendée).
17 J. Salvini, Le Chartrier de la Durbelière, pp. 153-154.
18 Hay que distinguir este Mauléon en Poitou de otro lugar también llamado Mauléon situado al suroeste de
Francia. El denominado Bernard de Mauléon que mencionan las crónicas procedía probablemente del
suroeste francés (cf: A. Cioranescu, Le Canarien…, p. 28). El lugar de Mauléon en Poitou pasó a llamarse
Châtillon-sur-Sèvre en 1736 (cf : B. Ledain, Dictionnaire topographique…, p. 76). Volvió a recuperar su
nombre inicial recientemente.
19 Desde principios del siglo XIV hasta 1370, los señores de la isla de Ré, Talmont y Mauléon son los
vizcondes de Thouars. En 1370, cuando Pétronelle hereda del vizcondado de Thouars hereda también de la
señoría de Talmont y de la isla de Ré. La señoría de Mauléon pasa en manos de su hermana Isabeau, quien,
a partir de 1397 (año en que fallece Pétronelle) será la nueva vizcondesa de Thouars, in: J-B-P. Courcelles,
Généalogie de la maison de la Trémoille, pp. 34-36.
20 J. Salvini, op. cit., p. 219.
21 Ibid, p. 135.
22 Ibid, p. 169.
23 Louis de La Boutetière, Cartulaire de l’Abbaye d’Orbestier (Vendée), doc. 77, pp. 212-213.
24 A. Cioranescu y E. Serra Rafols, op. cit., p. 165.
25 R. Favreau, La ville de Poitiers…, vol. 1, p. 122.
26 Mapa de las tres diócesis pictavinas en 1317, in: R. Favreau, La ville de Poitiers…, vol. 2, p. 617.
27 Ch. L. Grandmaison, Chartularium Sancti Jovini, p. XVI. Bélissaire Ledain considera que los archivos que
conservaba la abadía tuvieron que ser importantes, in: Notice historique…, p. 72. El cartulario de la abadía
publicado por Ch. L. Grandmaison (op.cit.), no contiene ningún documento para el período comprendido
entre los años 1369 y 1416.
28 Ibid, pp. 45-53.
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El centro-oeste francés y la expedición a las islas…
1983
29 En el texto francés se lee: “l’vn estant Religieux de S. François, & l’autre Ausmosnier de ce seigneur”, in:
Pierre Bergeron, Traicté de la navigation…, p. 275.
30 El vasco Henri de Sponde (1568-1643) fue nombrado obispo de Pamiers en 1626.
31 H. de Sponde, Annalivm […] cardinalis Caes. Baronii continuatio…, tomo II, n°13 del año 1417, p. 237.
32 Ver a “Petrus Bonterius”, in: G. Sbaraglia, Supplementum et castigatio ad scriptores trium ordinum santi
Francisci…, Pars II (I-Q), p. 331.
33 B. Ledain, Notice historique…, p. 45. En realidad, según este mismo autor, el establecimiento de la regla
de San Benito en la abadía de Saint-Jouin-de-Marnes tuvo que ser bastante anterior al siglo XII, in: ibid, p.
19, p. 45.
34 La participación de naturales de Anjou es una indicación que nos provee la versión B de las crónicas, y no
figura en la versión G, in: A. Cioranescu, op. cit., p. 115.
35 Ibid, p. 28 y p. 93. La variante Laleu figura en una ocasion en la versión B, in: ibid, p. 115.
36 Ibid, p. 47.
37 Ibid, p. 32.
38 Ibid, p. 22. La versión B de las crónicas hace referencia a un grupo compuesto inicialmente por 80
personas que quedó reducido a 53 en los puertos andaluces, in: Ibid, p. 82.
39 Ibid, p. 22
40 La participación de naturales de Bigorre en la expedición ha de relacionarse probablemente con el cargo de
senechal que ocupó Gadifer de la Salle, precisamente en Bigorre, pocos años antes de salir para las islas
Canarias.
41 Ibid, p. 28, p. 30.
42 Ibid, p. 47.
43 Ibid, p. 34.
44 “Pierre Enjourrant”, in: ibid, p. 41, p. 47; “Pierre Enguerran”, in: P. Margry, op. cit., p. 186, p. 201. Como
la transcripción de la versión G por A. Cioranescu y la de P. Margry presentan variantes a nivel de los
apellidos de los personajes mencionados, recurrimos a los dos textos.
45 Existe una variante entre las versiones G y B de las crónicas respecto a los hombres que acompañan a
Gadifer a Fuerteventura durante el verano de 1403. Las dos versiones coinciden sobre el hecho de que
pasaron a dicha isla: Remonnet de Levedan, Hannecquin (o Jennequin) d’Auberbosc, Jamet de Barège.
Pero si la versión G también se refiere a la participación de Pierre Enjourrant, la versión de Béthencourt se
refiere a la de Pierre de Rieulx, cf: A. Cioranescu, op. cit., p. 41, p.126.
46 “Guillén d’Andernac”, in: ibid, p. 47; “d’Andrac” et “Danderrac”, in: P. Margry, op. cit., p. 178, p. 201.
47 A. Cioranescu, op. cit., p. 47.
48 Ibid, p. 33.
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XV Coloquio de Historia Canario-Americana
1984
49 E. Jarry, La vie politique de Louis de France, duc d’Orléans (1372-1407), p. 55.
50 A. Daubard, “Compagnies grandes”, in: Encyclopeaedia universalis en ligne, <http://www.universalis-edu.
com>.
51 “Allemaigne”, in: H. Filleau, Dictionnaire historique, biographique et généalogique…, Tome I, pp. 33-36 ;
H. Beauchet-Filleau, Dictionnaire historique et généalogique…, Tome I, pp. 42-46.
52 “Plessis-Richelieu”, in: H. Filleau, op. cit., Tome II, pp. 534-538. H. Filleau hace referencia a un Pierre Du
Plessis, caballero, señor de La Bourgeonnière, casado con Jeanne, una hermana de Clément Rouault de
Boisménard, caballero pictavino y segundo esposo de Pétronelle, la vizcondesa de Thouars entre 1370 y
1397. Al morir sin descendencia, Clément Rouault dejó parte de sus posesiones a los hijos de su hermana
(cf: “Rouault”, in: H. Filleau, ibid, pp. 853-854). Son a esos Du Plessis, hijos de Pierre du Plessis y Jeanne
Rouault, a los que probablemente M. Arcere hace referencia y presenta como herederos de Clément
Rouault para las tierras de L'Aleu en Aunis. En 1376, las tierras de L’Aleu, situadas cerca de La Rochelle y
que pertenecían a los vizcondes de Thouars, fueron cedidas por Pétronelle a Clément Rouault con el que
había contraído matrimonio el mismo año (cf: H. Imbert, op. cit., pp. 146-147). En 1397, año en que muere
Pétronelle, los “du Plessis” seguían teniendo derechos en las tierras de l’Aleu (cf: M. Arcere, Histoire de la
ville de La Rochelle…, p. 146). Es poco probable, por cuestiones de fechas, que Pierre Du Plessis, el
escudero de Gadifer, sea el esposo de Jeanne Rouault. En todo caso, sólo podría ser un hijo. Por otra parte,
ignoramos si el topónimo de L'Aleu tendrá algo que ver con la procedencia del natural de Aunis Jean de
Lalieu o de Laleu.
53 P. Potier de Courcy, Nobiliaire de Bretagne…, p. 336 ; De la Chenaye-Desbois et Badier, Dictonnaire de
la noblesse…, tomo XVII, pp. 63-75.
54 R. Favreau, “La Rochelle…”, Guerre, pouvoir et noblesse au Moyen-Age, pp. 266-267.
55 La frontera lingüística entre la zona de habla occitana (la mitad sur de Francia) y la zona de habla de Oïl (la
mitad norte) atravesaba, entre el siglo XI y el siglo XV, la zona centro-oeste. Si a finales de la Edad Media
la lengua de Oïl cubría casi toda la zona de Saintonge, Aunis, Augoumois así como todo el norte de Poitou,
parte del sureste de Poitou era zona donde se hablaba tanto la lengua de Oïl como la de Oc. Según Robert
Favreau, la progresión de la lengua de Oïl desde el norte de Saintonge hacia el sur tuvo que realizarse
durante los siglos XIV y XV, ya que la toponimia de Saintonge y Angoumois (que se había establecido
definitivamente en los siglos XI y XII) recoge formas lingüísticas propias del occitano (Cf: mapa y los
comentarios de R. Favreau, in: E. R. Labande, Histoire du Poitou, du Limousin…, p. 202). Actualmente,
seguimos encontrando al sur de Angouleme y Saintes topónimos con terminación en “–ac” como Jarnac,
Cognac…
56 “Le maçon” según la ortografía moderna.
57 La versión de Le Canarien favorable a Béthencourt dice: “también estaba allí Jean Le Masson y otros
albañiles y carpinteros y varios otros del país de Normandía”, in: A. Cioranescu, op. cit., p. 202.
58 En el centro-oeste, los conflictos franco-ingleses empezaron en 1330 (siete años antes del inicio “oficial”
de la guerra), principalmente en la parte sur de Saintonge y en las costas, para intensificarse y generalizarse
en el conjunto de la zona centro-oeste a partir de 1346. Finalmente, en 1360, a raíz del Tratado de Bretigny,
Francia se vio obligada a ceder a los ingleses los territorios del oeste situados al sur del Río Loira. Y si
entre 1369 y 1375, el rey Carlos V de Francia emprende una reconquista del centro-oeste, el cese de las
hostilidades, violencias y destrucciones sólo será posible en 1394, año del tratado de Leulinghen que abre
una tregua de diez años de duración. A lo largo de este período que va de 1394 a 1404, es precisamente
cuando algunos nativos del centro-oeste embarcan en La Rochela con rumbo a las islas Canarias.
59 R. Favreau, La Ville de Poitiers…, vol. 1, pp. 203-205.
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El centro-oeste francés y la expedición a las islas…
1985
60 El texto francés dice así : “ afin que les bonnes gens du païs d’environ la dite maison y puissent dores en
avant retraire et mettre à sauveté eulx et leurs biens, en cas de necessité”, in: Paul Guérin, Recueil de
documents […] (1376-1390), doc. DCXXXVII, p. 143.
61 B. Ledain, Notice historique…, p. 62.
62 F. Leroux, op. cit., pp. 214-215; H. Imbert, op. cit., pp. 139-141.
63 Ibid, pp. 142-143.
64 F. Leroux, op. cit., pp. 214-215. Ver también R. Favreau, La ville de Poitiers…, vol 1, p .163.
65 A. Cioranescu y E. Serra Rafols, op.cit., p. 165.
66 A. Cioranescu señala que en 1372 hubo un encuentro entre los representantes del rey francés y los del rey
inglés, entre los cuales figuraban los pictavinos Tristan Rouault, Perceval de Couloingne y Gadifer de La
Salle, in: ibid, p. 167. Ignoramos qué grado de parentezco pudo existir entre este Perceval de Couloingne
que se encontraba en compañía de Gadifer en 1372 y Jeanne de Couloigne, la madre de Guillemette
Morelle (esposa de Gadifer según los documentos publicados por J. Salvini).
67 Ibid, p. 183.
68 En 1392, dos años antes de la tregua y diez antes de la expedición a las Canarias, la ciudad de Saint-Jean-d’Angély,
en Saintonge, tenía que pagar dicho impuesto a los ingleses, in: ibid, p. 236.
69 Ibid, pp. 239-241, p. 251 (nota 716).
70 Ibid, p. 238, note 621. En épocas anteriores, a saber entre 1349 y 1351 así como entre 1360 y 1365,
también se habían producido catástrofes naturales cuyas consecuencias se habían dejado notar en la
agricultura y a nivel demográfico en Poitou y Anjou, in: ibid, pp. 177-179.
71 Ibid, p. 211. También fueron afectadas por las epidemias las poblaciones de las zonas de Angouleme en
1400, y sobre todo de Limoges en 1382, 1389, 1395, 1402. Por otra parte, la zona de Poitou también se
había visto afectada por epidemias de peste en épocas un poco anteriores, a saber entre 1348 y 1450 y entre
1362 y 1365, in: ibid, pp. 177-179.
72 El texto dice : “La découverte de nouveaux pays au-delà des mers devint pour les Rochellois une nouvelle
source de commerce. Bethencourt gentilhomme Normand, courageux & sensible à la gloire de reculer les
limites de l’ancien monde, forma le dessein de s’embarquer & de parcourir l’océan atlantique. Occupé de
ce projet hardi, il vint à La Rochelle, arma deux navires, sortit du port en 1402, & découvrit les Canaries au
mois de juillet. “, in: M. Arcere, op. cit., tomo 1, p. 264.
73 R. Favreau, “La Rochelle…”, Guerre, pouvoir et noblesse au Moyen-Age, pp. 266-267.
74 Según R. Favreau, en 1372, los castellanos derrotan las naves inglesas de Pembroke; en 1376, los
habitantes de La Rochela preparan seis naves para rechazar a los ingleses que se han acercado a la costa,
ibid, pp. 263-264; según Arcere, en 1383, los castellanos están presentes otra vez en La Rochela para atacar
a los ingleses, in: M. Arcere, op. cit., p. 262.
75 A. Cioranescu, op. cit., pp. 19-20.
76 De hecho, según una indicación de Le Canarien (versión B), una nave normanda cargada habría
naufragado en las proximidades de La Rochela, in: ibid, p. 209.
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XV Coloquio de Historia Canario-Americana
1986
77 Nos dicen por ejemplo los cronistas que el norte de la isla de Gran Canaria “es bueno para cualquier
cultivo” y que en la isla de Lanzarote también hay “gran cantidad de fuentes y de cisternas, de pastos y de
buenas tierras para cultivos, y crece gran cantidad de cebada, de que se hace muy buen pan”, in: ibid, p. 66,
p. 69.
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