1084
LA ILUSTRACIÓN EN LA TRAYECTORIA ARTÍSTICA
DE BORGES LINARES
Ana María Quesada Acosta
Con este trabajo pretendemos dar a conocer una de las facetas más ignoradas de la
trayectoria artística de Borges Linares, (Gáldar 19412004).
En efecto, hasta ahora, su labor
como ilustrador ha sido obviada por los distintos historiadores, entre los que nos incluimos,
que han analizado su trayectoria artística.
Al abordar esta parte de su obra debemos indicar en primer lugar que estos trabajos no
representan un porcentaje alto dentro de su producción general, conformada por un elevado
número de pinturas y esculturas, si bien consideramos que son lo suficientemente interesantes
como para ser estudiados, ya que por una parte nos hablan de su versatilidad artística, y por
otra, nos ayudan a completar la visión que tenemos de su trayectoria creativa.
En líneas generales, atendiendo a la génesis y finalidad de estos dibujos en relación con la
ilustración, podemos dividirlos en dos grandes grupos. Primero, los que han sido utilizados
con su autorización para completar gráficamente algún programa de actos o folletos y
segundo, los que han sido expresamente concebidos por el autor para una determinada
publicación, siendo éstos los más numerosos y en los que hemos basado fundamentalmente
nuestra investigación, pues demuestran su capacidad de interpretación e imbricación literaria.
Por otra parte, indicar que Borges con este apartado de su trabajo se suma a la nómina de
artífices que han compaginado el dibujo gráfico con otros géneros artísticos. Prueba de lo que
decimos es que durante el siglo XX, y centrándonos tan sólo en Canarias, podemos encontrar
distintos artistas que han simultaneado la ilustración con otros géneros artísticos. Ése es el
caso, por citar algunos ejemplos, de Néstor de la Torre, 1 Antonio Padrón, 2 Jesús Arencibia 3 o
Pedro de Guezala. 4
Al respecto, no deja de ser curioso el hecho de que hoy en día, con todos los
medios tecnológicos que tiene a mano cualquier escritor, éste prefiera ilustrar su texto con
iluminaciones realizadas por artistas. Pensamos, sin temor a equivocarnos, que la razón
estriba en la personalidad que estos dibujos le imprimen, sin olvidarnos de la calidez que le
proporcionan, pues en muchos casos como ocurre en el de Borges, estas ilustraciones le han
sido encargadas por amigos, que a veces, a través de tertulias o simples conversaciones
han hecho al artista, de algún modo, testigo y copartícipe del proceso creativo literario. Por
otro lado, la colaboración actual entre pintores y escritores viene a demostrar la pervivencia
de una realidad artística que tuvo sus orígenes en el mundo clásico.
La primera ilustración borgiana de la que tenemos noticias se fecha en 1971. Para
entonces, nuestro artífice había superado lo que consideramos su etapa formativa, tras pasar
por la Escuela Luján Pérez y Las Academias Municipales, y ya había celebrado distintas
exposiciones colectivas y una individual. Su producción escultórica comenzaba a destacar en
el panorama artístico de Canarias, resaltando por el lenguaje expresionista e indigenista con el
que plasmaba figuras de campesinos y pescadores propios de su entorno natal. Pero ese
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
La Ilustración en la trayectoria artística de Borges Linares
1085
mismo año comienza su andadura fuera de las Islas, pues en agosto marcha a Argentina donde
permaneció por espacio de siete años. De modo que este dibujo se encuentra entre la frontera
de lo que consideramos su primer periodo y el segundo, en el que consolida su bagaje artístico
canario para finalmente fusionarlo con la estética mapuche. 5
El dibujo en cuestión ornamenta la portada del programa de actos a celebrar en el Casino
La Luz en Agaete, con el fin de conmemorar el cincuenta aniversario de la muerte de Tomás
Morales. El motivo elegido no es otro que su interpretación del niño arquero, personaje
creado por el poeta en la célebre balada que lleva su nombre. La composición es sencilla y
algo convencional, bien distinta de la que del mismo tema nos dejara Néstor. 6 Nos muestra a
Cupido con los ojos vendados y apoyado sobre una nube; porta sus característicos atributos,
carcaj y flecha, empuñando ésta última con su mano derecha bien cerrada, con la que parece
dispuesto aporrear la puerta, tal como indica el fragmento de texto seleccionado que se
distingue al pie de la imagen: “El rapaz de los ojos vendados golpea mi puerta y su golpe:
atraviesa temblando la casa desierta”. Sobre el texto, en el ángulo inferior izquierdo aparecen
las iniciales del autor: J.B.L., firma poco frecuente, si bien propia de su primera etapa,
decantándose posteriormente por rubricar con sus dos apellidos Borges Linares, tal como hoy
en día es conocido. De ese mismo motivo, Borges realizó una escultura de yeso con la
intención de que sirviera de molde a una posterior figuración broncínea que nunca se llevó a
cabo. 7
En 1972, cuando ya estaba ausente, aparece otro dibujo fechado un año antes, que es
utilizado para ilustrar la portada de las II Jornadas Culturales del Archipiélago, que tuvieron
lugar ese año en Agaete, tras el éxito conseguido en las primeras celebradas en 1971 en
Garachico. Durante un tiempo este evento con el que se pretendió ahondar en distintos
aspectos de la cultura del Archipiélago se fue celebrando anualmente de forma alternativa en
los dos municipios citados. La edición referida tuvo como lema “Arte en las islas” y a ella
asistieron figuras de la talla de Eduardo Westerdahl, Consuelo Sanz Pastor y Juan Contreras,
Marqués de Lozoya. 8
La iluminación de la que hablamos reproduce de forma esquemática un reducido banco de
peces, todos de igual factura, concebidos con trazos geométricos, destacando las formas
triangulares que evocan una de sus grandes influencias, la que le ejerció el pintor también
galdense Antonio Padrón. Los peces, que aluden a la vida marinera de la villa anfitriona,
aparecen organizados en el lado derecho de un inclinado tronco de árbol, con el que alegoriza
uno de los símbolos más destacados del municipio: la popular fiesta de La Rama.
Otro motivo marino, perfectamente involucrable con el contexto natural de Agaete, es
reproducido en 1974 para ilustrar la relación de actividades teatrales que se programaron
como actos complementarios al desarrollo de esas mismas jornadas en su cuarta convocatoria.
Data también de 1971, 9 y representa de forma personal y con un fuerte carácter simbólico, un
barco surcando las aguas. En la composición se distinguen tres elementos claros: las velas, las
hélices y el ancla, que adopta en sus extremos las formas de unas manos alargadas con las que
simboliza el talante abierto del municipio, ávido de acoger al visitante. En conjunto, podemos
calificarlo como un dibujo con componentes oníricos.
De su estancia en Neuquén no nos consta ningún trabajo de este tipo, hecho quizás
explicable por el ingente número de obras que se vio obligado a realizar entre las que
destacaron sus monumentos conmemorativos, destinados a la memoria de Juan Perón y a la
popular Evita, además de su espectacular trabajo sobre las piedras del Águila, en las que dejó
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
XVI Coloquio de Historia CanarioAmericana
1086
labrados la figura de una maternidad mapuche, y el rostro de un indio, sin desdeñar su labor
como profesor y director de dos centros de cerámica. 10
A su vuelta en 1978 expone en distintas galerías de Las Palmas de Gran Canaria y de Santa
Cruz de Tenerife una producción que revela su capacidad para captar el ancestral mundo de la
tribu de los mapuches: sus rasgos físicos y su modo de vida, consolidando el calificativo de
antropólogo, con el que algunos críticos isleños lo habían denominado antes de su marcha. 11
Sin embargo, no parece interesado en la ilustración hasta 1980, año en el que es invitado a
diseñar la portada de dos programas de festejos. El primero ilustraba las populares fiestas y
romería de Santiago de Gáldar. 12 Aquí, nos ofrece una abigarrada composición rectangular
trabajada en tintas azules. Una figura femenina alude a Guayarmina, princesa aborigen
que con generosidad oferta los productos típicos de la tierra como acto simbólico y
peculiar de las romerías isleñas. En un extremo se aprecia la representación de un drago,
árbol típico de las islas, del que Gáldar conserva un ejemplar en el patio de su Ayuntamiento,
que cuenta ya con varios siglos de antigüedad y que constituye uno de sus recursos turísticos.
Desde el punto de vista compositivo destacan las grandes masas de tinta en las que se recortan
los elementos, adoptando formas angulosas y dinámicas muy propias de la producción
borgiana. En especial habría que destacar las numerosas espirales que rematan el cabello de la
joven y que se disponen en la base del dibujo. Suponen un motivo constante en toda su
producción, icono que él ha puesto en relación con la espiral aborigen canaria.
Más sencilla es la ilustración que ornamenta el segundo programa al que hemos hecho
referencia, destinado a publicitar las fiestas en honor de Nuestra Señora de los Desamparados
en Barrial, popular término de Gáldar. 13 De nuevo, el drago se convierte en un referente de la
cultura, disponiendo ante él, dos figuras femeninas que exaltan el papel que tradicionalmente
ha venido desarrollando la mujer en la sociedad canaria. Una de ellas, de pie, resalta las
características de las vendedoras de pescado que antaño recorrían el municipio y la otra, en
posición sedente, acoge entre sus piernas a un niño. No nos sorprende en absoluto que Borges
se haya decantado por representaciones femeninas, pues durante toda su vida la mujermadre
fue el leivmotiv
de buena parte de su producción escultórica, tanto que una de sus últimas
exposiciones, celebrada en el Club Prensa Canaria de Las Palmas de Gran Canaria en los años
noventa, tuvo como único argumento ese tema. 14
En los años siguientes continuó decorando este tipo de publicaciones, siguiendo una línea
muy similar a la expuesta, hasta que en 1989 pasa a colaborar con el escritor grancanario
Orlando Hernández. La obra literaria aludida consiste en una novela titulada Con las manos
llenas de sol, que fue publicada ese mismo año, con prólogo del profesor Celso Martín de
Guzmán, amigo personal y mentor de Borges en sus primeros pasos artísticos. El libro se ha
definido como una apasionada fabulación de amor, juventud y utopía, desarrollada en el sur
de Gran Canaria, en una especie de mundo que se ha enloquecido por el mal llamado
“progreso”. 15 A decir del prologuista es un auténtico retablo de luces y sombras, de
indecisiones y conflictos propios de la adolescencia, donde quedan marcados “los recuerdos
como huellas de guerra y amor”. 16
Los dibujos que Borges realiza para esta obra suman un total de dieciséis, de los cuales
catorce se encuentran diseminados a lo largo del libro ocupando páginas completas; fueron
trazados en lápiz o carboncillo, siguiendo esquemáticas composiciones. De los dos restantes,
uno se corresponde con la portada y presenta la peculiaridad de estar coloreados con cera. En
parte, este último dibujo resume perfectamente el contenido de la novela. En un primer plano
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
La Ilustración en la trayectoria artística de Borges Linares
1087
sobresale el protagonista, que en actitud teatral y algo dramática, dirige sus manos hacia el
cielo a la espera de que cambie su destino. Tras él se distingue otra figura recostada en
unas dunas sobre las que se contempla el mar en azul intenso y el horizonte, elementos
referenciales al lugar en el que se desarrolla la novela.
El otro, localizado entre las primeras páginas, supone un retrato de Orlando Hernández, al
que Borges perpetúa en color sepia, reproduciendo con acierto sus rasgos físicos mediante
un marcado contraste entre sombras y luces. Lo muestra, además, con vestimenta apenas
esbozada, pero entre la que se distingue la corbanda o pañuelo, prenda que caracterizó el
vestir del escritor.
Por razones de espacio no vamos a comentar todos los dibujos de este texto, seleccionando
algunos, de forma arbitraria, y no en atención a su importancia, ya que consideramos que
todos de algún modo lo son, y que han sido creados en perfecta armonía con la obra,
derrochando el artista toda su inventiva a favor de la misma. Uno de ellos retrata a Matías, el
protagonista, un adolescente que Borges convierte de repente en un personaje físicamente
maduro, atormentado por sus múltiples dubitaciones, expresadas en sus rudas facciones y en
su mirada, que aunque penetrante, parece perderse en el infinito en busca de soluciones.
El desaliento de los protagonistas, acuciados por el “progreso”, es bien patente en el dibujo
que recrea las tumbas de sus antepasados, abiertas por ellos mismos, con el fin de custodiar
los restos, ante la amenaza que suponía el desbaste del solar para levantar edificaciones
turísticas. Patética situación que nuestro artífice interpreta con la representación de una tumba
abierta y vacía. El tenebrismo se acentúa por la presencia en un primer plano de una pala,
árboles derribados, y restos humanos diseminados.
Otra de las viñetas ilustra unas páginas del texto en las que se pone de manifiesto
la superstición de los personajes y su sentir religioso. Borges las interpreta a través de la
figuración de una joven de origen nórdico y de estilizadas formas acentuadas por la larga
vestimenta que luce. Su llegada al pueblo es interpretada como la aparición de una virgen, a la
que los jóvenes llegan a pedir todo tipo de favores, incluidos los carnales. La esperanza ante
tanta confusión viene dada por el mar, alegorizado con un velero, elemento de comunicación
que ha favorecido el contacto con otras culturas. La misma idea se persigue en la novela con
alusiones a los viajes de Colón a las Islas, alusiones que el ilustrador traduce plasmando la
fachada de la ermita de San Antonio Abad en Vegueta.
En 1990, Borges repite experiencia ilustrando para su amigo Celso Martín de Guzmán,
más de treinta ensayos que publicó en el Canarias 7, bajo el título genérico de “Corte de
Guanartemes”. Durante algo más de un mes y diariamente, este profesor comentó aspectos
culturales e históricos relacionados con Gáldar. En conjunto, los dibujos se muestran más
elaborados que los anteriores, han sido realizados a plumilla y presentan también el rasgo
común de haber sido trabajados con una técnica puntillista. Todos aparecen iluminando el
lado derecho del texto e insertos en un formato rectangular. De nuevo, al analizar esta fuente,
nos vemos obligados a seleccionar, siguiendo idéntico criterio que anteriormente.
El artículo titulado “Juventud y Ecología”, cuyo contenido versaba sobre el papel que
debían ejercer los jóvenes dentro de la sociedad turbulenta en la que vivían, es traducido en
una imagen femenina encerrada en una elipse, que contempla un pez representativo del
cuidado de los mares y un fragmento de rama con el que el artífice alude, casi siempre en sus
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
XVI Coloquio de Historia CanarioAmericana
1088
trabajos, a la polinización. En la parte superior, la luna y el sol marcan el ciclo vital y rigen el
universo. 17
El homenaje literario que Martín de Guzmán rinde a “Antonio Padrón” es interpretado por
nuestro artífice con un rostro juvenil, que se interrumpe por la recreación de figuras circulares
dispuestas en espiral, y que aparecen decoradas por triángulos con los que evoca las
composiciones de pintaderas canarias, elementos que con frecuencia aparecen en la obra del
referido pintor. 18
Génesis fue el título elegido para desarrollar como tema el origen geológico de las Islas.
La versión borgiana explicita el origen del hombre, surgido de la tierra sobre la que arranca un
árbol que comunica con el útero donde se engendra la vida. El dibujo está en consonancia con
las siguientes palabras del escritor:
Esta isla, en su expresiva circularidad, elevó sus vértices geológicos con la seguridad
con que se construyen los grandes edificios naturales, y se dio a sí misma un sistema
radial de abarrancados surcos que tallan su rostro y lo sostienen. / Para el mito, se
dice que toda esta génesis no es otra cosa que el resultado de un amoroso combate
entre Venus y Marte, entre el agua y el fuego, librado en el lecho de espumas del
proceloso y sonoro Atlántico. 19
Más sencillo, pero igual de interesante, es el dibujo que ornamenta el escrito dedicado a
la montaña de Gáldar, conocida por los aborígenes como Ajódar. La formación geológica
nos la muestra como una composición piramidal cuyas aristas quedan marcadas por franjas
sombreadas; delante de la misma, aparece una típica piedra de moler. En el texto, el
antropólogo trae a colación el gráfico que de ella dejara William en su escrito de 1837,
titulado “Valle de Gáldar”. Recuerda que también había sido motivo de inspiración para
artistas tan celebrados como Camillo SaintSäens,
quien le dedicó un poema publicado en el
Diario de España en 1898. 20
A la misma serie pertenece Metrópoli , otro dibujo en el que dos figuras de sexo contrario y
dispuestas de perfil parecen sentirse atraídas por compartir un mundo en el que cada uno de
ellas se convierte en su negativo. La imagen puede estar emparentada con el texto que a
continuación reproducimos:
No es posible compartir la primacía y estar atormentado por estas dos cabezas, como
el águila bicéfala. Otra cosa es el sistema dual, en función de la organización clánica,
o tribal de los parentescos y de los lazos de sangre, que iba tejiendo la trama social
de los antiguos canarios, nuestros antepasados. 21
En 1991 veía la luz el libro escrito por Felipe Bermúdez Sánchez con el título Fiesta
Canaria. Una interpretación teológica , del que se publicó una segunda edición en el año
2001. Las dos publicaciones contienen ilustraciones gráficas realizadas por Borges, algunas
con fecha de 1990 y otras de 1991. 22 El texto, como su título indica, recoge las efemérides
más representativas del Archipiélago, y Borges despliega las más importantes siempre a
página completa. En total suman diez ilustraciones, además de la que concierne a la portada,
que recoge las fiestas del Hierro. A diferencia de los casos citados anteriormente, en los
que predominan las composiciones sencillas y simbólicas, ahora Borges se decanta por
representaciones con un alto sentido narrativo. Las escenas, la mayoría de las veces plasmadas
también con técnica puntillista, adquieren un talante descriptivo, tanto de los personajes como
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
La Ilustración en la trayectoria artística de Borges Linares
1089
del entorno en el que se ubican. Muchas ofrecen una minuciosidad exquisita, recreando todo
tipo de detalles como vestimenta, instrumentos musicales, vegetación y paisaje. Destacamos
por su elaboración la que reproduce la popular fiesta de La Rama de Agaete, interpretada por
múltiples personajes que bailan calle abajo con las manos alzadas, portando los característicos
gajos, mientras son contemplados por otros vecinos desde las azoteas, fiel retrato
del desarrollo que adquiere ese acontecimiento festivo en el momento más significativo del
mismo. 23
También podemos entresacar la ilustración que evoca de forma general a las fiestas isleñas,
eligiendo a tal fin, los elementos más característicos. Constituye ésta una composición
dividida por sinuosas líneas, en la que en cada segmento se recrean distintos ingredientes
festivos, tales como un ventorrillo frecuentado por familias con niños, una caja de turrones
atendida por una señora y, al fondo, la iglesia ante la que se concentra numeroso público. 24
Pero entre todas ellas hay una, relativa a la Semana Santa, que desde nuestro punto de
vista, merece la atención especial del lector. El gráfico plasma el fervor de los creyentes
de forma minuciosa, casi a manera de los antiguos grabados. Predomina la figura de un
crucificado sobre un trono ornamentado con flores y lámparas, rodeado por numerosos fieles,
presentando como fondo una construcción religiosa. 25
En 1997 se publica el libro Obispos de Canarias y Rubicón debido a Santiago Cazorla
León y Julio Sánchez Rodríguez. 26 El texto, de contenido histórico, como bien indica su
título, aparece ilustrado gráficamente por una serie de fotografías, pero en sus páginas
también tienen cabida un total de seis ilustraciones borgianas de diferentes tamaños, algunas
insertas en formato rectangular y otras de marco cuadrangular. Así ocurre en el dibujo que
plasma, según reza a pie de página, el momento en el que Alonso de Idubaren, enviado a
Roma por el obispo Calveto, recibe del Papa Eugenio IV la bula en defensa de los canarios.
Se desarrolla en una sobria habitación donde pocas columnas y algunas pilastras aportan
profundidad a la composición. El pontífice, sentado, apoya su mano izquierda en un brazo de
la silla, mientras que en la derecha porta el referido escrito. Ante él se distingue la
estilizada figura del fraile que se inclina para llevar a efecto su cometido. 27 Algo más
desarrollada se muestra la ilustración que interpreta el momento en el que el obispo Frías
solicita a los Reyes Católicos la libertad de los gomeros. 28 Al igual que en el caso anterior,
unos pocos elementos arquitectónicos sirven para ambientar y dar profundidad, disponiendo
también en el extremo derecho un voluminoso cortinaje delante del que se distinguen los
monarcas. Éstos, sentados en sus respectivos tronos, aparecen elegantemente ataviados a la
usanza de la época, marcando la diferencia social y su poder, no sólo por sus asientos y
ropajes, sino también por la tarima en la que éstos se elevan y que los separa del obispo, quien
adopta una postura un tanto respetuosa.
Algunas páginas más adelante nos encontramos con un gráfico que relata un
acontecimiento posterior al descrito. Expresa las amenazantes palabras que Pedro de Vera
dirigió al obispo López de la Serna, en respuesta a las numerosas críticas, que éste le había
dirigido por la venganza contra los gomeros: “Padre Obispo, mucho os habéis demandado
contra mí; callad, porque si dais tanta libertad a vuestra lengua, os haré clavar un casco
ardiendo sobre la cabeza”. 29 Un paisaje montañoso sirve de fondo a los dos personajes, tras
los que se distinguen otros dos soldados que al igual que el conquistador lucen armaduras
representativas del ejército castellano. Pedro de Vera mira directamente al espectador en
actitud un tanto arrogante, lo que le obliga a estirar su mano izquierda de forma desmesurada
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
XVI Coloquio de Historia CanarioAmericana
1090
para intentar cumplir su amenaza. El obispo, por su parte, con vestidura talar detallada y cruz
pectoral, parece cuestionar su conducta al conquistador.
También a página completa despliega el dibujante la última escena de este libro de la que
nosotros vamos a ocuparnos. Es la que refiere un acontecimiento protagonizado por el obispo
Juan Francisco Guillén ante la escuadra inglesa del almirante Windon, cuando ésta atacó
a la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria en junio de 1743, ganándose por ello el
reconocimiento del rey Felipe V. Durante los tres días que duró el asedio, el prelado, montado
a caballo, animó y reconfortó a las milicias. 30 Borges Linares vio este momento con una
recreación dividida en tres claras partes por medio de líneas, finamente trazadas, que originan
igual número de planos. Al fondo, se distingue el mar con una serie de barcos de la flota
extranjera; en medio, en tintas oscuras, se nos muestra un retrato ecuestre del obispo que con
mano alzada parece ordenar a un soldado, representado en un plano bajo, el lugar en el que se
encuentra el resto del ejército para que se incorpore.
Las últimas ilustraciones de este artífice que salen a la luz datan de 2000 y pertenecen a la
obra titulada Los Habitantes de Tamarán, escrita por María Etelvina Calcines Molina, obra
que invita al lector a viajar en el tiempo hasta los primeros años de la conquista de
Gran Canaria. Dado el tema desarrollado, no resulta extraño, que la autora haya elegido
dibujos de Borges para ornamentar el texto, pues éste ha venido desarrollando en
los últimos años, y de forma paralela a su quehacer escultórico, toda una serie de dibujos
con temática aborigen de similar factura a los que acompañan su recreación literaria.
Concretamente, éstos que ahora nos ocupan, se localizan en la portada y en las páginas que
demarcan las tres partes en las que se divide la novela. Están realizados a color, y la mayor
parte de ellos representan figuras femeninas decoradas con símbolos alusivos a la cultura
isleña, tales como pintaderas, cerámica, espirales, etc. 31 Parecen concebidos de forma similar
a su escultura, cuya textura, a veces tosca, realizada con amplios cortes de gubia, es imitada
en el papel mediante pinceladas negras y cortas.
Aún podemos citar otro libro que contiene también una ilustración borgiana, si bien en este
caso, no ha sido expresamente realizada para tal fin, sino que fue elegida por el joven, Luis
Antonio González Pérez, dada la admiración que profesaba al artista. Se trata de un libro de
poesía, prologado por Luis Natera Mayor, que lleva por título ¿Me escuchas? . 32
Si cotejamos las ilustraciones con la producción escultórica desarrollada simultáneamente,
nos damos cuenta de que en ocasiones, ambas facetas presentan concomitancias bastante
claras, pero en otras discurren de forma autónoma. Suponemos que este hecho se debe
precisamente a su interés por supeditarse de algún modo al contenido literario. Así, en novelas
y ensayos, su imaginación parece más libre y a su vez más próxima a su línea escultórica,
mostrándonos dibujos en los que predomina el esquematismo, mientras que en los textos de
contenido histórico, su labor se torna narrativa y minuciosa, aplicando una figuración
extrema. Por otra parte, habría que destacar también como conclusión, que su relación con la
literatura se presenta de forma intermitente en su trayectoria, pero no por ello deja de ser
interesante.
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
La Ilustración en la trayectoria artística de Borges Linares
1091
ANEXO GRÁFICO
Programa de las fiestas de Gáldar, 1980.
Antonio Padrón.
En el artículo “Corte de Guanartemes”, de Celso Martín de Guzmán. Canarias 7, 15 de marzo de 1990.
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
XVI Coloquio de Historia CanarioAmericana
1092
Portada del libro Con las manos llenas de sol, de Orlando Hernández. 1989.
Ilustración “El carnaval tinerfeño”, en el libro Fiesta canaria. Una interpretación teológica, de Felipe Bermúdez,
1991.
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
La Ilustración en la trayectoria artística de Borges Linares
1093
NOTAS
1 Almeida Cabrera, P., Néstor: Vida y Arte , Las Palmas de Gran Canaria, Confederación Nacional de
Cajas de Ahorros Caja
Insular de ahorros de Canarias, 1987.
2 Padrón Martinón, V, El pintor Antonio Padrón, Las Palmas de Gran Canaria, Cabildo Insular de Gran
Canaria, 1986 y Hernández Cabrera, E., A. Padrón, Viceconsejería de Cultura y Deportes Gobierno
de
Canarias, 1994.
3 La trascendencia de tal actividad en la producción artística de este pintor ha sido estudiada en un libro
monográfico por Hernandez Socorro, Mª R., Jesús Arencibia ilustrador de libros, Las Palmas de Gran
Canaria, Cabildo Insular de Gran Canaria, 1994.
4 Sobre la labor del mismo consúltese Peralta Sierra, Y., “Pedero de Guezala como ilustrador gráfico”, Las
Palmas de Gran Canaria, Cabildo Insular de Gran Canaria, Actas del XIV Coloquio de Historia CanarioAmericana
(2000), 2002.
5 Para esta parte de su vida consiltar prefrentemente, Cedrés Machín, F., “Borgess Linares: estancia en
Neuquén (Argentina 19711977)”,
Las Palmas de Gran Canaria, Cabildo Insular de Gran Canaria, Actas
del XI Coloquio de Historia CanarioAmericana
(1994), 1996, pp. 717723.
6 Con ese cuadro Néstor intentó rendir homenaje al que fuera su gran amigo Tomás Morales, si bien no se
trató en ningún momento de una ilustración y ni tan siquiera se inspiró en el texto correspondiente.
Veáse al respecto, Almeida Cabrera, P., op. cit ., p. 78.
7 Betancor Brito, S., “Una escultura del niño arquero se descubrirá en homenaje a Tomás Morales”, La
Provincia , 3 de agosto de 1971, p. 25.
8 Estas Jornadas se celebraron concretamente entre los días 17 y 24 de agosto. Fueron patrocinadas por los
Cabildos Insulares de Gran Canaria y Tenerife, la Caja General de Ahorros de Santa Cruz de Tenerife, y
la Caja General de Ahorros de Gran Canaria, con la colaboración de la Casa de Colón. Programa de las II
Jornadas Culturales del Archipiélago, Litografía Saavedra, Las Palmas de Gran Canaria, 1972.
9 Programa de las IV Jornadas Culturales del Archipiélago. Actividades Teatrales.Villa de Agaete,
Litografía Saavedra, Las Palmas de Gran Canaria, 1974.
10 Cedrés Machín, F., op. cit.
11 Jiménez Sánchez, S., “El escultor Borges Linares en la sala de exposiciones del real Club Naútico”, El
Eco de Canarias, 771970,
p. 25 y López Pedrol, J.L., “Borges Linares, escultorantropólogo
de etnias”,
La Provincia , 27121997,
p. 8.
12 Programa de las fiestas mayores en honor de Santiago de los Caballeros. Tipografía el Norte, Gáldar,
1980. En su interior aparece otro dibujo de similar factura pero con un formato que tiende al círculo. En
esencia desarrolla el mismo tema, alegorizando la fecundidad de las tierras galdenses dentro de su
marcada línea indigenista.
13 Programa de las fiestas de Barrial, Gáldar, 1980. En dicho programa se daba cuenta de la celebración de
una exposición individual de este artista en el transcurso de las fiestas de dicho barrio que fue presentada
por el Dr. Juan Sebastián López García quien además es el autor del texto que acompaña el díptico que
nos ocupa.
14 VV.AA., Borges Linares mujermadre,
Excmo Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria Club
Prensa Canaria, 21 al 30 de noviembre de 1994.
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
XVI Coloquio de Historia CanarioAmericana
1094
15 Hernández, O., Con las manos llenas de sol, Agüimes (Gran Canaria), Gráficas Bordón, 1989.
16 “Con las manos llenas de sol”, La Provincia , 1161989.
17 Martín De Guzmán, C., “Juventud y Ecología. Corte de Guanartemes”, Canarias 7, 1531990,
p. 19.
18 — , “ Padrón”, Canarias 7, 1431990,
p. 19.
19 — , “ Génesis”, Canarias 7, 131990,
p. 17.
20 — , “ La montaña”, Canarias 7, 831990,
p. 19.
21 — , “ Metrópoli”, Canarias 7, 331990,
p.19.
22 Bermúdez Sánchez, F., Fiesta canaria. Una interpretación teológica (2ª edición), Las Palmas de Gran
Canaria, Publicaciones del Centro Teológico, 2001, p. 35.
23 Ibídem, p. 36.
24 Ibídem, p. 77.
25 Ibídem, p. 402.
26 Cazorla Leòn, S. y Sánchez Rodríguez, J., Obispos de Canarias y Rubicón, Madrid, Eypasa, 1997.
27 El texto que figura al pie es el siguiente: “Alonso de Idubaren, enviado a Roma por el obispo Calveto,
recibe del Papa Eugenio IV la bula en defensa de los canarios”, Ibídem, p. 31.
28 Ibídem, p. 50 donde se lee: “El obispo Juan de Frías acudió a la corte de los Reyes Católicos para pedir la
libertad de los gomeros cautivos”.
29 Ibídem, p. 58.
30 Ibídem, p. 295.
31 Calcines Molina, Mª E., Los habitantes de Tamarán, Gáldar, Litografía Suso, 2000.
32 González Pérez, L.A., ¿Me escuchas? Sabiendo que me pudo él amar , Gran Canaria, Tegrarte S.L., 2001.
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009