LOS EVADIDOS Y EXLIADOS CANARIOS EN FRANCIA
Y EN LAS COLONIAS FRANCESAS DEL AFRICA OCCIDENTAL
(1936 - 1946)
INTRODUCCION
La 2." República da la posibilidad de instalar un cambio político y
social también en Canarias. Con el nuevo régimen, las diversas opciones
ideológicas pudieron iniciar un proceso que acercó las islas a un nivel
parecido ai conjunto aei Zstacio.
En el aspecto político, las diversas fuerzas inician, ya desde 193 1, un
esfuerzo de reorganización e implantación. De izquierda a derecha del
espectro político, este proceso se generaliza. El PSOE logra tener organi-zación
en casi todos los núcleos importantes de población, y aún en las
zonas rurales, superando con seguridad los 1.500 afiliados que dan las
estadísticas de la Comisión Ejecutiva Federal. Su configuración como
partido de masas se vió confirmada con la decisiva influencia entre las
organizaciones sindicales, la mayoría de las cuales (federaciones insulares
y locales) dirigió e impuso su orientación ideológica.
El PCE, fundado en 1932, se fortaiece pocos años después, disputando
al PSOE la dirección de las organizaciones sindicales, en algunos casos
con éxito como en Gran Canaria, Gomera y Valle de la Orotava. En 1936,
sobre todo tras el triunfo del Frente Popular, adquirió un considerable
grado de consolidación; significativamente, es la única organización polí-tica
que tuvo una estructura regional, pues las demás no pudieron superar
las barreras impuestas por el hecho insular. En su 1 Congreso, en 1936,
622 L. A. Anaya, S. Millares, J. Alcaraz y M. Suárez
En 1936, las izquierdas lograron un acuerdo electoral que les permitió
ganar las elecciones en ambas provincias, logrando ocho diputados de un
total de once.
La reconstrucción y potenciación partidaria también llegó, en los años
de la República, a las fuerzas de la derecha. Una vez recuperados de la
"sorpresa" que les ocasionó la proclamación de la República y el cambio
de regimen político que ello supone, así como de la pérdida circunstancial
del poder institucional -aunque siguiera manteniendo importantes parce-las
del poder real-, inician su recuperación siguiendo las pautas generales
propias del conjunto del Estado, aunque con peculariedades. En las islas
occidentales la burguesía encuentra un representante genuino en el Parti-do
Republicano Tinerfeño, de adscripción radical, configurándose como
la fuerza hegemónica en la provincia. Algunos de sus dirigentes (Zárate,
Lara, Orozco) representan, incluso como ministros, ante el Estado, los
intereses de la burguesía canaria. Los radicales, abanderando los intereses
de esa misma clase social, fundaron el Partido Republicano Radical en
Gran Canaria en 1932, bajo la dirección de Guerra del Río, por esta época
portavoz del grupo parlamentario radical en las Cortes.
La derecha tradicional y caciquil aparece más fragmentada. En las
c zEz ias ^firfit&s surgefi &S partides: e! Pafiidc PA n-yn-.i-iul sr A- ao.rUa.-r in "A..i i-tónomo,
abanderado por el abogado José Mesa y López; y Acción Popular.
Ambos estuvieron ligados a la CEDA, aunque este último tuvo una mayor
vinculación. Precisamente, la rivalidad de estos grupos entre sí y de am-bos
con los radicales provocó la derrota de la derecha en las elecciones de
1936. En las islas occidentales esta derecha aparece encuadrada en Acción
Popular Agraria.
También las organizaciones sindicales cobraron un rápido auge al poco
de proclamarse la República. El sindicalismo de clase fue ampliamente
mayoritario entre, los trabajadores canarios, bien en su versión socialde-mócrata
como en la anarquista. En algunos casos, ambas tendencias
lograron convivir unitariamente (Gran Canaria, La Palma); en otros, los
más, se impone la versión ugetista. En Santa Cruz de Tenerife la situación
predominante es la división sindical.
Un alto porcentaje de la clase trabajadora está sindicada, llegando la
afiliación hasta los trabajadores del campo, hecho novedoso en este perio-do
de la historia de las islas. El Congreso Regional Canario, celebrado en
Los evadidos y exiliados canarios en Francia ... 623
vincias, englobando a varias federaciones importantes de distintos secto-res
económicos.
La conflictividad, impulsada por los cada vez mejor organizados sin-dicatos,
fue alta durante todo el período como respuesta a la incidencia de
la crisis económica de los años treinta; también la mayor capacidad de
repuesta y organización de los trabajadores y las posibilidades que abrió
la situación democrática y de plenas libertades del régimen republicano.
Alcanzó su punto culminante-en 1933 y 1936. En este último, durante los
meses del Frente Popular, se produjeron importantes movilizaciones que
hicieron pensar a la oligarquía tradicional, acostumbrada a la paz social
vigente durante centurias, que perdía su situación de privilegio y su modus
vivendi, al ser recortado el márgen de beneficio obtenido gracias a la
sobreexplotación de la mano de obra campesina. Si bien no se dieron
situaciones de violencia social significativas, como quisieron demostrar
los ideólogos del golpismo para justificar el 18 de julio de 1936 y la
posterior represión.
El triunfo del golpe de estado desde los primeros momentos en Cana-rias,
dejó a las islas en la zona llamada "nacional", constituyendo estas
una retaguardia importante para las fuerzas rebeldes.
1. EL GOLPE MILITAR, LA RESISTENCIA REPUBLICANA
Y LA REPRESION EN CANARIAS
La presencia de Franco en Tenerife como Lomañdañíe geñerai dei
archipiélago le convertirá en una pieza clave de la trama conspirativa
contra la República. Mensajeros enviados desde la península mantenían al
general puntualmente informado de los entresijos de la misma y, a la vez,
en las islas se hacían preparativos del golpe, como lo demuestra el supues-to
táctico que, con el título de "La lucha en las calles y su aplicación
práctica en el caso de Las Palmas", tiene lugar en esta ciudad ante el
general el 28 de mayo de 1936'.
Como es sabido, Franco se traslada a Las Palmas aprovechando el
entierro del general Balmes, que había muerto en la Isleta en un más que
discutido accidente, la noche del 16 de julio en compañia de su familia. En
Ía madmgada del 18 11egS desde mmecos, vfa ieiicíife, el telegime
624 L A. Amaya, S. Millares, J. Alcaraz y M. Suúrez
que la carretera de Telde se encontraba cortada por los republicanos, que
habían tomado esta localidad.
La resistencia en Gran Canaria apenas duró hasta el día 21, cuando fue
ocupado el último pueblo que aún resistía, el de Agaete en el norte de la
isla. La zona norte -sobre todo el municipio de Arucas- fue la que más
duró en manos republicanas, ya que por su economía platanera existía un
proletariado agrícola organizado sindicalmente, que, dirigido por el dipu-tado
comunista Eduardo Suárez Morales y el delegado gubernativo de la
zona Fernando Egea, logró resistir hasta el día 21 ya citado. Ambos din-gentes
serían los primeros fusilados en esta isla2.
En Tenerife, el ejército ocupó la capital y las princípales localidades el
mismo día 18, confinando al gobernador civil Manuel Vázquez Moro en ,, -
sus dependencias y comenzando a detener en el resto de la isla a los repu- E
blicanos más destacados. No obstante, el rumor de que el golpe había O
fracasado en la península alentó a los afectos del gobierno, que junto con n--
el teniente de la guardia de asalto, Alfonso González Campos y de sus m
O
E
guardias, intentaron tomar el gobierno civil, donde serían rechazados tras iE un tiroteo. Tras este fracaso y el de la huelga general convocada por los E
sindicatos. los sublevados ocuparon la isla sin más oposici6n3.
-
En la Gomera, la única resitencia se efectuó en Vallehermoso, donde la 3
guardia civil y los trabajadores defendieron el pueblo por poco tiempo
- -
0
frente a las tropas enviadas desde Tenerife4. La mayor oposición al golpe m
E
tuvo lugar en La Palma, donde los republicanos junto a la guardia de O
asalto controlaron la isla durante una semana, aprovechando la inhibición
de su de la g";irdia civil. Tropas ieg-Jlaies n
-E
falangistas llegados de otras islas desembarcaron y desarmaron a los re- a
beldes en pocos días5. En las restantes islas, tanto las fuerzas militares 2
n
como las de orden público permanecieron a la espera del desarrollo de los n
acontecimientos. 3
El capítulo más trágico y desconocido de nuestra guerra civil lo cons- O
tituye sin duda la represión efectuada sobre los desafectos al nuevo orden
que se intenta implantar. En Canarias, las resistencia al golpe apenas pro-dujo
media docena de víctimas, repartidas por igual entre ambos bandos.
A pesar de esto, las represalias subsiguientes fueron numerosas y
desproporcionadas. Varios m.i le. s de canarios dieron con sus huesos en A- A-----+-,AX- .r ,cvnn~-no n t ~ n cm ; l a c nnrA; a rn* E ~ I Et taha;ne
~11JlUll~iUUJU, Los evadidos y exiliados canarios en Francia ... 625
una parte importante de la misma había mostrado su repulsa al golpe a
través de la resistencia y mediante fugas. Asimismo, existía la intención
de castigar a los que habían intervenido en política con anterioridad, para
evitar cualquier "tentación" democrática posterior. Algunos patronos
aprovecharon la ocasión para saldar cuentas con los obreros más díscolos,
eliminando para el futuro cualquier oposición sindical.. Influirá, también,
la concepción pura y simple de que al enemigo había que doblegado o
eliminarlo mediante la violencia, acrecentada por los ejemplos de la gue-rra.
Los periódicos de la época recogen testimonios de combatientes
canarios en la península que narran su participación en fusilamientos de
prisioneros. Por último habría quienes aprovecharon la coyuntura para
vengar pasados agravios de tipo personal. De esta temática disponemos de
estudios bastante completos sobre la provincia de Las Palmas y las islas de
La Gomera y El Hierro, pero no así sobre las otras dos islas6.
En cuanto a las detenciones, podemos afirmar que alrededor de 5.000
personas pasaron por los campos de concentración de La Isleta y de Gando
y por las prisiones provinciales y militares de Gran Canaria durante los
tres años de la guerra. Un número similar debió pasar por Fyffes y otras
cárceles tinerfeñas. Unos, sujetos a procesos y condenados; otros, denomi-n&
s gilhemzivns, sin ici'ración cencretz z!gma, p e r ~t d m se~netidos
por igual a tratos, vejaciones y hambre.
Respecto a los sujetos a consejos de guerra, muchos eran juzgados,
paradójicamente, de "rebelión militar", o "auxilio a la rebelión" apli-cando
las leyes de la República. De los condenados a la pena capital en Las
Palmas, fueron sesenta los fusilados, incluyendo a los militares de Ifni y
Sáhara; otros muchos, tras angustiosa espera, vieron esta pena conmutada.
Destacan, entre estos, las veintiuna condenas a muerte del consejo de gue-rra
de Arucas.
El capítulo más trágico y desconocido de la represión lo constituye el
que los desaparecidos, es decir, los que sin juicio previo fueron asesinados
y sus cuerpos, en la mayoría de los casos desaparecidos. Los cadáveres de
algunos en sufrir esta suerte aparecieron flotando en el mar o abandona-dos
en una calle en un primer momento. Luego, para evitar la intervención
de jueces y de la prensa, serán "desaparecidos" en la tristemente famosa
Sima de Jinarnar o los pozos del norte de Gran Canaria.
A diferencia de la Península, donde la mayoría de los crímenes se
626 L A. Anoya, S. Millares, J. Alceraz y M. Suára
den Público en combinación con el Servicio de Información de falange, y
con la colaboración de las distintas fuerzas policiales, ya depuradas de
republicanos, sobre todo el cuerpo de Guardias de Asalto. Su elevado
número hace impensable que estos hechos se realizaran sin el concurso y
beneplácito de las autoridades, máxime si tenemos en cuenta el contexto
dictatorial en que se vivía.
Respecto al número total de víctimas en Gran Canaria, pues en
Lanzarote y Fuerteventura no hubo "sacas", las cifras que se han baraja-do
difieren considerablemente entre sí. Por nuestra parte, calculamos que
los asesinados en nuestra provincia, contabilizando los sesenta fusilados
por sentencias judiciales, totalizan una cifra algo inferior a quinientos. En
El Hierro no hubo condenas a muerte ni "sacas". En cambio en la Gomera,
a consecuencia de la resistencia de Vallehermoso, fueron fusilados el bri-gada
de la guardia civil Francisco Mas y cinco trabajadores. Asimismo,
asesinaron sin juicio a varios de los encartados en los sucesos de
Hermigua7. En La Palma, los huidos, tras la llegada de rebeldes de otras
islas en el vapor "Canalejas", fueron capturados en su mayoría; varios
serían fusilados en Tenerife, entre ellos el maestro José Miguel Pérez,
fundador del partido comunista cubano y miembro destacado del canario.
Otros fueron asesinados al momento de ser capturados, entre ellos el gm-po
de "los trece".
En Tenerife, por la resistencia ofrecida a los sublevados en el Gobier-no
Civil serán fusilados el gobernador, su secretario, el teniente de la
guardia de asa.l to. y otros dos paisanos. Por el intento de ocupación de A: -:l:& ---- c -:--.-&-A-- -S-?.- A:--: --A-.. U I V C I S ~ S~ U ~ I I I I L I U I I G1Su u u a l c b IUGIUII G J G G U L ~ U UU ~L I UU~ I C C I I I U ~ VG~ I, I LIC
civiles y militares. Pero también en Tenerife se produjeron "sacas" di-rectamente
desde el campo de concentración de Fyffes hasta alta mar,
donde eran arrojados. Entre los nombres más conocidos, el del alcalde de
Santa Cruz José Carlos Schwartz, el diputado Luís Rodríguez Figueroa y
el poeta Domingo López Torres entre otros. Por supuesto, los detenidos y
represaliados de la forma más variada alcanzaron algunos miles.
2. EXILIADOS CANARIOS EN LAS COLONIAS FRANCESAS
DEL AFRICA OCCIDENTAL
Los evadidos y exiliados canarios en Francia ... 627
tan solo tuvieron que abandonar su barco y quedarse en los puertos de
Dakar, Safi, Port-Etienne o Casablanca. Otros, sin embargo, debieron
afrontar los riesgos de la navegación atlántica en pequeñas embarcaciones
y falúas, tratando de alcanzar la vecina costa africana, como el caso del
militante socialista Domingo del Pino, quien junto a seis más se embarcó
prácticamente a la deriva por carecer de conocimientos naúticos, siendo
rescatados por un mercante francés y trasladados a Casablanca8.
Sin embargo, la mayoría de los que intentaron y, por lo general, con-siguieron
huir por esta vía, eran marineros, sobre todo pescadores, que
aprovecharon la estancia de su barco en algunos de los puertos citados,
abandonaron el buque y solicitaron asilo político. Esta forma de evasión
llegó a ser tan frecuente que las autoridades franquistas terminaron po-niendo
falangistas armados en los pesqueros. Entre la documentación que
hemos manejado sobre estos hechos, destaca, por su interés, un informe,
que reproducimos en el apéndice documental, del cónsul español en
Burdeos, Pedro Lecuona, en el que avisa a la embajada republicana en
París, el 31 de marzo de 1938, de la llegada de diez pescadores canarios,
entre los que se encontraba el lanzaroteño Juan Martín Dumpiérrez, que
habia hiiido e! 16 de fehrero de ese mimo año de! hertn de Las Palmas,
Lo interesante de este documento es que recoge información política, eco-nómica
y militar proporcionada por los huidosg.
La documentación policial que hemos manejado nos ha proporcionado
información sobre hechos similares, como la huída de once pescadores de
Lanzarote, antes de febrero de 1938, pues en esta fecha la Ayudantía de
Marina de Lanzarote soiicita ai gobierno civii ae Las Yaimas que ios de-tenga
para procesarlos por el delito de deserciónl0. Sin embargo, nos consta
que consiguieron alcanzar zona republicana, ya que uno de ellos, el vecino
de la localidad lanzaroteña de Yaiza Nicolás Tavío Martín, sería detenido
en la península y trasladado a Las Palmas para ser procesado el 17 de
septiembre de 1940". Otro lanzaroteño, Pedro Noda Cruz, tendría un fin
más trágico pues moriría en el campo de concentración nazi de
Mauthau~en'~O.t ra huída de pescadores, también de Lanzarote, es la pro-tagonizada
por siete de ellos, los cuales son reclamados por la misma
Ayudantía de Marina citada. A nivel individual conocemos la huída del
marinero de Arrecife Antonio Torres Aguilar, que en Port-Etienne aban-
A--L -1 6 6 1 -1:*->9 A --L-A- 1- 3. . .. -.- .3. vapui Luiira . fiwuaua ia gueria seria wpiurauv y prvcesauv
decide escapar tras ser puesto en libertad. Aprovechando la estancia de su
barco, el "Rafael Orive" en Port-Etienne, se fuga del mismo en compa-ñía
de su padre y dos marineros más, Domingo Hernández y Antonio
Artiles Pérez. Tras conseguir asilo político, serán concentrados, en com-pañía
de numerosos canarios, en unos barracones durante tres meses, a la
espera de un buque francés que les transportará a Casablanca. Desde allí,
unos partirán hacia Marsella y otros hacia Burdeos, de donde conseguirán
llegar a Barcelona y Valencia. Tras luchar con el Ejército Popular de la
República, nuestro protagonista es hecho prisionero y enviado a Las Pal-mas,
donde fue condenado a 12 años de prisión, aunque como la mayoría
de los detenidos canarios saldrá en libertad a finales de 1940.
Otra vía de escape era la de embarcar clandestinamente como polizón m
D
en alguno de los barcos extranjeros que habitualmente recalaban en los E
puertos insulares. Algunos lograron escapar, pero tenemos constancia de O
algunos que no lograron su objetivo13. n-- m
También creemos que este tipo de hechos podrían haber sido utiliza- O
E
dos por las.autoridades franquistas como justificación para la desaparición iE
física de algunos de los detenidos o sospechosos. Tal es el caso del -E
o r n n r n n n r i n C i i i l l o n n n Pn17 F e h l e c Aotonidn o1 2 1 d e mn r 7 n r l ~1Q 2 7 a 6'LU'VLU'LU'V UYlllVllllV VlULl. VVIVU, UVLVlllUV V. d a U" ..~..AYV U" 141d ., U
cuya familia, tras repetidas solicitudes de la misma para conocer su para- 3
-
dero, el gobernador civil contesta en abril de 1938 expresando que "había -
0
m
sido liberado dos días despues de su detención" y que, según confidencias E
solventes, había huido como polizón en el vapor francés "Hont~ria"'~. O
Respecto a la intencionalidad de las huidas, uno de los datos que con- -
viene tener en cuenta es el hecho de que la mayoría de los fugados -E
pertenecieran a los reemplazos de 193 1, 1932 y 1933, lo que indica que a
2
antes de ser movilizados para servir al ejército sublevado, optaron por n
correr el riesgo de la huida y, en la mayoría de los casos, unirse al ejército n
republicano. O3
El número exacto de evadidos, por las vías antes descritas, lo descono-cemos
aun con exactitud, aunque sostenemos que debieron ser varios
centenares, e incluso superar el millar, a tenor de las informaciones mane-jadas.
En la entrevista ya señalada a Eduardo Romero se habla de 204
canarios esperando en Port-Etienne la llegada de algún barco que los trans-portara
a Francia. Si a esto unimos la evasión simultánea de siete barcos
dei armador Antonio jorge, conocida por varias fuentes, podemos acer-carnos
Los evadidos y exiliados canarios en Francia ... 629
trabajando en la vecina costa africana se quedaron allí con sus ideas con-trarias
al movimiento y allí viven, ejerciendo sobre los trabajadores de los
barcos de Lanzarote una influencia que merece tenerse en cuenta"15.
Los sucesos de Villa Cisneros de marzo de 1937, con la fuga a Dakar
de 152 personas en el vapor Viera y Clavijo, constituyen uno de esos
hechos insolitos de la guerra civil española. El 19 de agosto del año ante-rior
eran deportados al Sáhara español 37 presos políticos tinerfeños. Seis
de ellos, elementos destacados de varias organizaciones de izquierda ads-critas
al Frente Popular, lo serían temporalmente a la Güera y los
veintinueve restantes al fuerte de Villa Cisneros, en donde quince días
más tarde se les unirían los primeros.
Su estancia de siete meses en la árida superficie sahariana se vió plaga-da
de pequeños incidentes hasta que, finalmente, tomaron la decisión de la
huida. Estrechamente vigilados por las "Mias" (Compañías nativas), su
única actividad constitirá en el trazado de varias pistas en el desierto. El
mes de septiembre, tres de ellos serán reenviados a Tenerife para ser juz-gados,
paralelamente se produce el relevo del comandante del fuerte,
advirtiéndoles el recién nombrado a los deportados que en el caso de que
el crucero republicano "Méndez Nuñez", atacara la guarnición, como se
temía, eiios serían inmediatamente nisiiados.
En el mes de octubre son trasladados a Tenerife Helenio Padrón, maes-tro
de Izquierda Republicana, y en diciembre otras siete para ser juzgados
y condenados. Con posterioridad, también sería trasladado el médico y
militante socialista José Pérez Trujillo. En enero de 1937, los deportados
que restaban parten para el istmo de la península de Y ala, a 70 kilometros
del fuerte, para construir una carretera. Al parecer, y según noticias que
tras su fuga confirmaron los presos, el alférez que dirigía las tropas reci-bió
órdenes de aplicarles la "ley de fugas", pero ante la exigencia del
citado oficial de recibir la orden por escrito, la acción no se llevó a cabo.
Durante el mes de febrero se producirán dos nuevas partidas, la de
Julio López, oficial de telégrafos de adscripción socialista, y la de Rafael
Díaz Castro, hermano del diputado socialista. En total, el número de reex-pedidos
a Tenerife para ser juzgados se eleva a catorce, con 10 que quedan
en Vilia Cisneros 23 de los 37 iniciales.
A finales del mismo mes, la "Mia" parte del fuerte y este queda
custodiado exclusivamente por soldados, de orígen canario en su mayoría,
630 L. A. Awa, S. Millares, J. Alcaraz y M. Suárez
la estación de radio para inutilizarla, derribando su enorme antena de 70
metros para impedir tras la fuga cualquier comunicación con el exterior.
Otro grupo irá al dormitorio de la tropa, en donde se harán con el control
de las armas, repartiendolas entre los implicados en el complot. El tercero
trata de controlar a los oficiales, en primer lugar al comandante del fuerte
Francisco Malo Estéban, el cual ante la órden de rendición desenfundó su
pistola, resultando muertos en el tiroteo el citado Malo y el soldado com-prometido
en la fuga Virgilio Munuera Domínguez y herido uno de los
deportados. El resto de los oficiales, menos el alférez Clares que logro
huir, fueron arrestados.
Entre los dirigentes de la conspiración se encontraban el civil Layo
Rodríguez Figueroa, los hermanos Niebla y algún otro. Entre los militares
implicados sobresalían el sargento Miguel Angel Rodríguez y varios ca-bos
y soldados. El proyecto de fuga coincidió con una de las periódicas
visitas que hacían los correillos, para cuya toma concibieron un plan de
asalto. Un grupo de 20 hombres en un camión se acercaría por la costa
hasta el muelle, mientras el otro de doce lo haría en una falua y abordaría
al vapor desde el mar. Cumplido el plan sin ningún contratiempo, se hi-cieron
a la mar rumbo al puerto de Dakar, al que llegaron los 152 pasajeros
el 17 de marzo. De estos, casl todos optaron por pasar a zona republicana,
menos varios tripulantes y algunos soldados que decidieron volver a Ca-narias
Ih.
Tras el final de la guerra civil la suerte sería diversa. A todos se les
abrió una causa, la 96/1937, por el delito de rebelión. Tenemos constancia
documental de algunos consejos de guerra celebrados contra algunos de
ellos y de los que aportamos relación nominal en el apéndice. Otros tuvie-ron
lugar en la península y, en algún caso como el de Lucio Illada, se
pronunciaron y cumplimentaron la pena capital. Pero las represalias por
estos sucesos no se detendrán en los protagonistas, pues siguiendo una
práctica habitual entre las autoridades militares sublevadas, serán deteni-dos
más de una docema de familiares de los tripulantes en calidad de
rehenes. Su estancia en prisión, sin embargo, no será larga, ya que con
motivo de la "liberación" de Bilbao el 20 de junio de 1937, serán objeto
de un indulto y liberados".
De las vicisitudes de los huidos canarios en las colonias francesas de
Los evadidos y exiliados canarios en Francia ... 63 1
Uxda (Alto Atlas), desde allí les llevaron al Sáhara, tierra adentro, para
trabajar en el proyecto del ferrocarril Transahariano (desde Orán a
Tombouctu). Hacían el terraplén para poner las vigas y, aproximadamen-te,
era unos doce mil hombres, muchos españoles, que trabajaban para el
gobierno francés por 15 céntimos de franco al día; de esos 15 c. donaban
5 c. para los castigados que los enviaban más al sur. Posteriormente esca-pó
y, desde Orán, volvio a Francia18.
Tras el final de la guerra civil y con la salida de los campos de concen-tración
y las prisiones de los militantes de las distintas formaciones
políticas que habían apoyado la república, algunos reorganizarán su acti-vidad
política de forma clandestina contra el franquismo. En Canarias, los
comunistas serán la única fuerza que consigue articularse de nuevo para,
mediante la propaganda y la creación, de débiles núcleos sindicales, inten-tar
acciones contra el régimen, sobre todo a la espera de un cambio en la
situación internacional, tras la victoria aliada en la 2" Guerra Mundial.
Después de esta, la pérdida de las esperanzas en una intervención de las
potencias aliadas y sometido el Partido Comunista, a una persecución
policial, acabará por disolverse, poniéndose a salvo muchos de sus mili-tantes
mediante la emigración clandestina, mayontariamente a Venezuela
y, algunos casos, a la vecina costa africana. En este caso se encuentra un
grupo de militantes de las Juventudes Socialistas Unificadas que, ante el
acoso policial, en septiembre de 1946 huyeron a Dakar en un barco. En
este grupo se encontraban Juan González Socorro, su hermano Mateo,
Juan Santana Ruíz, el maestro Juan Mendéz Castro, José Hemández Gon-zález
y Santiago Santana Moreno. Sin duda, algunos más de forma
colectiva o individual intentarían y lograrían establecerse en la zona no-roeste
del continente africano, huyendo de la represión como es el caso
del militante comunista tinerfeño Ramón Sosa Castilla, establecido en
Casablanca, quien a finales de los años 50 servirá de enlace entre el Comi-té
Central del PCE y los comunistas canarios en su intento de volver a
reconstruir la organización.
3. LOS CANARIOS EN LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA
Y EL EXILIO EN FRANCIA
632 L. A. Anaya, S. Millares, J. Alcara y M. Suira
constituyeron un baluarte en la retaguardia de un valor estratégico
importantísimo, aportando recursos, barcos y tropas regulares al frente de
guerra peninsular. En cambio, la aportación canaria al bando republicano
es mucho más reducida y fragmentaria, aunque tiene gran interés para
conocer el destino de muchos isleños que decidieron combatir al lado de
la República.
En el apartado anterior se han señalado los aspectos referentes a los
evadidos de las islas que, a través de las colonias francesas en Africa y de
Marsella, se pasaron a la zona republicana; este grupo constituye un nú-cleo
importante de canarios pero no el único. También, muchos desertaron
de las tropas de Franco en los mismos frentes de guerrapeninsulares y con
posterioridad engrosaron las filas de los combatientes republicanos. A
muchos les sorprendio el alzamiento en la zona leal a la República donde
se encontraban de forma circunstancial o por cuestiones de trabajo. Un
último grupo es el de los canarios de ideología republicana, que habian
sido encarcelados en zona rebelde, y que son canjeados por gentes proclives
al alzamiento militar presos en zona republicana. Estos cuatro grupos cons-tituirán
la aportación canaria en la defensa de la República.
Las sucesivas fases de la guerra civil y, sobre todo, la pérdida de Cata-luña
y la derrota final, tra~eron consigo un exodo repubiicano de
considerables proporciones encaminado, lógicamente, hacia Francia.
La mayor parte de los canarios, sobre todo los que huyeron de las islas,
se instalarían en la zona levantino-catalana, al ser trasladados alli desde
Francia por la única zona de la frontera en manos republicanas. De este
~ m p por ovendria el mayor número de exiliados, pues los que lucharon en
ya zona centro o en Andalucia lo tuvieron más difícil. Ignoramos la cifra
total de exiliados isleños, aunque a tenor de los que conocemos debio de
rondar los varios centenares. A excepción de unos pocos, que en los pri-meros
momentos consiguieron salir a Mejico o a la URSS desde Francia,
la mayoría tuvo que permanecer en el país galo. Allí sufrieron las vicisi-tudes
de los restantes republicanos españoles: campos de concentración,
batallones de trabajo, resistencia anti-nazi, etc.
El periodo que transcurre desde el abandono de España de la mayor
parte de los exiliados con destino a Francia, a comienzos de 1939, y la
ocupación alemana del territorio francés, verano de 1940, es extraordina-riamente
duro y humillante. Según numerosos testimonios de canarios,
Los evadidos y exiliaabs canarios en Francia ... 633
permanecieron aproximadamente un año en dichos campos hasta que, de-bido
a.la invasión alemana de Polonia y la inminente entrada de Francia
en la guerra, son destinados a campos de trabajo e industrias de tipo mili-tar.
Es el caso del citado Bernardo de la Torre, que aprendio el oficio de
fundidor y fue a trabajar a un arsenal de guerra frances en Tarbes (Pirineos).
Una vez consumada la invasión alemana en territorio francés, en el
verano de 1940 y el posterior armisticio franco-alemán, se dividió Fran-cia
en dos zonas: una ocupada por los alemanes y otra libre (regimen de
Vichy); al frente de esta última se nombro al mariscal Petain como primer
ministro. La experiencia militar de los españoles será muy importante a la
hora de organizar focos de resistencia al invasor alemán. Tenemos cons-tancia
de un numeroso grupo de canarios que participaron en la misma. Es
el caso de Domingo del Pino, que permaneció siete años en Toulouse y
trabajó en una fabrica metalurgica donde hacian tubos que servían de
recipientes para bombas. Dichas bombas servian para volar postes eléctri-cos
y otros actos de sabotajez0.
Pero el caso más destacado es el del canario Antonio Medina Vega,
que participa en el grupo de Cristino García que actuaba en los departa-mentos
de Lozere, Ardeche y Vauclase, al principio de forma espontanea
y iuego, en i942, integránciose en ia E División de ias Fuerzas Francesas
del Interior (F.F.I.), cuyo comandante en jefe era el mismo Cristino García,
operando en la zona de los Bajos Pirineos. Medina Vega es nombrado
capitan de las F.F.I. y luego comandante de la 11 Compañía de la 5 Briga-da
de la 26 División. Participa en la liberación del departamento de Aude
y en las batallas de Prayols y Rimont en la. zona de Ariege contra las
tropas alemanas. Alli se hicieron con abundante material móvil y armas
automáticas, lo que le valió para que el mismo general De Gaulle envie
desde Londres un telegrama de felicitación por los éxitos obtenidos que
decia asi:
"Al capitan Antonio Medina Vega, campo de batalla de
Ariege Foix. Francia.
Querido capitan de las F.F.I.: enterado de las batallas de
Prayols y Rimont por los bravos luchadores republicanos españo-les,
al mando del comandante Cristino Garcia y su destacarnen-to,
donde hicieron sucumbir a un contingente de la Wehrmacht
634 L A. Anaya. S. Millares, J. Alcaraz y M. Suárez
una vez terminada la guerra, regresa a España a luchar contra Franco pero
es detenido y fusilado en enero de 1946 en Madrid junto a 16 maquis
españoles. Las protestas internacionales fueron numerosas, sobre todo en
francia, donde eran considerados héroes nacionales.
Es sabido también que los primeros tanques de la Division Leclerc que
entraron en París estaban conducidos por españoles y llevaban nombres
como "Brunete", "Guernica", "Guadalajara", "Ebro7' y otros simila-res.
Entre sus ocupantes también habia un canario, el alferez Campos,
originario de Güimar en Tenerife, que mandaba uno de los blindados.
Campos jugo un importante papel enrolando voluntarios españoles en di-cha
división que participó activamente en el escenario bélico del norte de
Africa antes de desembarcar en N~rmandía~~.
También conocemos el caso de Germán Pirez Pérez, que estuvo más
de tres años en campos de concentración, protagonizó algunas fugas, par-ticipó
en la resistencia y fue detenido por la policia de Vichy y procesado.
Cuando iba a ser deportado a Alemania se le ofrece la posibilidad de
regresar a España al tener en su expediente una nota favorable por haber
salvado a una niña de un incendio. Acepta regresar a España en 194224.
De las entrevistas realizadas y de la información obtenida hemos con-seguido
aigunas informaciones referentes ai trasiado de juaios a traves de
territorio francés con dirección a Alemania para su exterminio. Domingo
del Pino afirma haber visto en Toulouse un vagón cargado de niños
"previsiblemente judios" que lloraban de miedo y hambre. Germán Pirez
también afirma que estuvo, en Francia, en un campo de concentración
compuesto por judios y rusos, cuyo número se reducia a medida que los
alemanes les reclamaban.
Bernardo de la Torre sufrirá en carne propia la represión en los cam-pos
de concentración situados en la llamada "Francia Libre". Después de
trabajar en la zona sahariana controlada por Francia construyendo el fe-rrocarril
Transahariano, escapa y desde Orán embarca para Francia. Alli,
despues de trabajar en la vendimia, es capturado e internado en el campo
de concentración de Saint Cyprien donde les metieron en el llamado "Pan
y bacalao", que consistía en unos embudos en la arena rodeados de alam-bradas
con un poste clavado en el centro. Le raparon, le quitaron los
botones, el cinto, los cordones de los zapatos y los cigarrillos. Asi perma-neció
unos días alimentado sólo por una botella de agua, un pedazo de
Los evadidos y exiliados canarios en Francia ... 635
internados en el campo de Mauthausen, construido en Austria en 1938 y
que estaba catalogado dentro de la organización penitenciaria alemana
con la categoria 111, que correspondia a los Vernichtungslager, o campos
de exterminio. En este y en los auxiliares, sobre todo en el de Gusen,
fueron asesinados entre 7.000 y 10.000 españoles de un total de 12.000
deportados. La actuación de los presos españoles en los mismos fue im-portante
en la organización de la resistencia clandestina del campo, que
logró liberarlo poco antes de la llegada de los aliados, impidiendo asi el
exterminio de la práctica totalidad de los presos. Entre los recluidos en el
campo figuraban varias decenas de canarios, de los cuales, al menos, 29
fueron asesinadosz6.
Una vez terminada la guerra mundial, muchos de los canarios que
permanecían en Francia lograrán un barco para ir a América, preferente-mente
a Mejico. Es el caso de Bernardo de la Torre, que desde Casablanca
consigue el pasaje por intermedio de la embajada mejicana. Otros optaron
por quedarse en Francia o paises limítrofes como Bélgica. Pero también
habrá quien vuelva a España a luchar en el interior, probablemente empu-jados
por la euforia de la victoria sobre los nazis. Muchos encontraron la
muerte, LO~~IOA iii~lii~Mi ediiia Vega, peio oiios pdieron b U h 4 !a
policia franquista como Germán Pirez, que volvió a Las Palmas y se inte-gró
en la lucha clandestina.
Pero uno de los casos que merece estudiarse con más detenimiento es
el del abogado grancanario Rafael Guerra del Río, destacado dirigente del
Partido Radical liderado por Alejandro Lerroux. Fue portavoz parlamen-tario
de la minoría radical en las Cortes Constituyentes de la 2." Republica
y nombrado posteriormente Ministro de Obras Públicas durante diversos
gabinetes de Lerroux. Cuando la CEDA accede al gobierno en octubre de
1934 Guerra lo abandona, probablemente por su adscripción masónica y
por su oposición a que la derecha mas recalcitrante accediera a responsa-bilidades
ministeriales. En las elecciones de febrero de 1936 obtiene el
acta de diputado a Cortes, siendo de los pocos radicales que obtienen el
escaño.
Al estallar la guerra civil emigra a Francia, a Marsella, con toda su
familia, en el invierno de 1936-37, temeroso de sufrir represalias por
parte de los elementos mas extremistas del bando republicano. Posterior-mente
vuelve a España y participa en una las sesiones que las Cortes de
636 L A. A y a , S. Millares, J. Alcaraz y M. Suára
situación de los refugiados españoles en Marsella, asi como sus-relaciones
con el gobiemo de Vichy, con los alemanes y con el consulado y la emba-jada
española.
Una vez instalado en Marsella Guerra del Río se dedica al ejercicio de
su profesión, la abogacía. En un primer momento, vive "modes-tísimamente
del producto de un trabajo honrado e independiente",
afirmación hecha en 1938 para salir al paso de unas acusaciones que se
vierten en la prensa canaria de que se dedicaba al negocio de compra de
armas para el gobierno de la Repúblican. Posteriormente, en comparación
con otros compatriotas, su situación será privilegiada: "Estoy más saluda-ble
que nunca, trabajo mucho, estudio mucho, tengo una clientela
internacional interesantísima...", escribirá en 1941 desde Marsellaz8,a un- ,,
D
que de sus afirmaciones se desprende una cierta angustia por sus ingresos E
económicos y por sus deseos de volver a España, cosa esta última que no O
puede hacer porque el gobierno español no le facilita los pasaportes nece- n -
=m
sarios que había pedido desde 1939. Al parecer, las razones que esgrime el O
E
gobierno de Franco son las siguientes: haber asistido a las Cortes republi- SE
canas en plena guerra y pertenecer a la masonería. Tiene uii compañero de =E
derpuche, Smirge Guhez, yue va u vdver u Espziz en diciembre de
1941. De el afirma que a nivel económico le conviene que se vaya pues 3
-
"toda la clientela es mia y ahora tengo que partir los beneficio^"^^. -
0m
Sus relaciones con el consulado y embajada española merecen desta- E
carse. Con frecuencia se entrevista con el Cónsul General de Marsella al O
que le solicita reiteradamente pasaportes para él y para su mujer, pero n
rechazan su pehción desde Madnd. También se entrevista con el embaja- -E
dor español ante el gobierno de Vichy, Lequerica, al que conoce desde su a
2 actividad politica durante la República: "Yo he estado recientemente en n
Vichy, y he hablado largo y tendido con el embajador, antiguo y buen 0
amigo. Me aconsejo que regresara a España. Yo le contesté, como siem- O3
pre, que s610 esperaba que me entregasen los pasaportes, que tengo
solicitados .... Me ofreció pedirlos. ve remo^."^^ Algunos años después, en
diciembre de 1943, viaja a París por un asunto profesional, visitando la
embajada española y a su amigo el embajador Lequerica, el cual acompa-ña
a Guerra y a su esposa por las principales dependencias de la delegación
dipl~mática~~
Sus reiaciones con ei gobierno de Yichy no son maias, como se des-prende
Los evadidos y exiliados canarios en F r m ia... 637
acuden numerosos españoles en busca de consejo y ayuda a los que Guerra
presta sus servicios profesionales ante el consulado español o la prefectura
francesa, "y la mayoría no me pueden pagar", dice33.
Pero uno de los acontecimientos que le dejaron profunda huella será el
de su detención por la Gestapo alemana. El 14 de mayo de 1943 es deteni-do
a punta de pistola en su domicilio por los mismos alemanes, trasladado
a Pan's y acusado de ejercer una actividad profesional contraria a los inte-reses
de Alemania, cosa que, dice Guerra del Río, era cierta "ya que yo
empleaba toda mi actividad y todo mi saber en impedir que fueran condu-cidos
a trabajar forzosamente en Alemania nuestro desgraciados
compatriotas, a los que nadie defendía"34. A fines de junio de 1943, y
cinco días antes de ser deportado a Alemania es liberado, gracias a la
intervención del mismo embajador español ya citado, que viajó de Vichy
a París, y de un ex-diputado español y abogado residente en Niza Pedro
Amasa. "Yo soporte toda la aventura bastante bien, fisica y moralmente,
aunque no olvidaré nunca los horrores que he presenciado en la prisión
Las cartas de Guerra del Río también nos informan sobre la vida coti-
-d-,..i,,,a, na de. .u n determinado tipo de exiliado español, el profesional con L ., ,..,,..- ..-m ..-.. r - - - : - - ~ - 1- r nr..-
LGLUIJUJ y VUGIIUJ umLauuo, aullquc, uua VCL Lcllluiidua ia uuerra iviuri-dial,
se aprecian numerosas dificualtades para poder vivir en Marsella.
Dice que el invierno de ese año se presenta muy duro por la falta de
calefacción y de avituallamiento.
En esas fechas Guerra espera una pronta vuelta a España, pero subsis-ten
los mismos problemas para poder realizarlo. Finalmente, el 10 de
enero de 1946, comunica a sus familiares de Las Palmas su próximo re-greso
a España, cosa que realiza el 28 de enero del mismo año a traves de
Port Bou, pasando por Barcelona, donde residían familiares, y finalmente
a Madrid3'.
L A. Anaya, S. Millares, J. Alcarcil y M. Suarez
1. PINTOD E LA ROSA,J . M.: El Grupo Mixto de Ingenieros n."4 en la Campaña de
Liberación. 1936-39. Santa Cruz de Tanarife, 1944, p. 22.
2. MILLARECSA NTEROS., et al.: "Movimiento Obrero, Resistencia y Represión en la
provincia de Las Palmas (1931-1939)", en Estudios de Historia Social, n." 48-49, Madrid,
1989, p.25 1.
. 3. CABRERAAC OSTAM, . A,: La resistencia al golpe de estado de 1936 en Tenerife, en .T*T "
vi11 ~ o i o q i ode kiisioria Canario-Americana, Las Paimas, iY88.
GONZALEVZÁ ZQUEZS,. : La conspiración en Canarias, en I X Coloquio de Historia
Canario Americana, Las Palmas, 1990.
4. GRACIAL UIS, R. Y TORRESV ERA,J . M.: Vallehermoso "El Fogueo", Centro
Amilcar Cabral, Santa Cruz de Tenerife, 1986.
5. PAZ,M . DE: J o ~ éM iguel Pérez y la resistencia antifranquista en La Palma, Vlll
Coloquio de Historia Canario-Americana, Las Palmas, 1988.
6. ANAYAH ERNANDELZ. ,A . et al.: La represión franquista en la enseñanza en la
provincia de Las Palmas, en Guiniguada, n.' 3, Tenerife, 1987.
SUÁREBZO SAM, . et al.: La represión franquista durante la guerra civil en Lanzarore y
Fuerteventura, en 11 Jornadas de Historia de Lanzarote y Fuerteventura, Arrecife , 1990.
ALCARAAZB ELLÁNJ., et al.: Los extranjeros y la guerra civil en la provincia de Las
Palmas (1936-1939), en VI1 Coloquio de Historia Canario-Americana, Las Palmas, 1986.
CABRERAAC OSTAM, . A.: La represión franquista en el Hierro, Centro Amílcar Cabral,
Tenerife, 1985.
7. Los sucesos de Hermigua se produjeron en 1933 en el contexto de conflictividad
social que vivia el archipiélago, sobre todo por el aumento de parados. Un gran número de
trabajadores en paro queria trabajar en una carretera que se estaba construyendo, pero el
caciquismo imperante ejercía un control antisindical sobre su construcción. En una refriega
entre las fuerzas de orden público y los obreros hay varios muertos y heridos por ambos
Los evadidos y exiliados canarios en Francia ... 639
11. Ibidem, Legajo septiembre de 1938.
12. SINCAV ENDRELAL.:, Lo que Dante no pudo imaginar: Mauthausen-Gusen. 1940-
1945, Producciones editoriales, Barcelona, 1980, pp. 153-21 5.
13. Hoy, 7 de marzo de 1937.
14. Carta del gobierno civil de Las Palmas, en Archivo Histórico Provincial de Los
Palmas, Legajo de Orden Público, abril de 1938.
15. Memoria de gestión del Gobierno Civil de Las Palmas de 1960, en Archivo Histó-rico
Provincial de Los Palmas, Legajo de Orden Público.
16. SAHARENJoOs,k Villa Cisneros. Deportación y fuga de un grupo de anrifascistas.
Ediciones españolas, Valencia, 1937, p.66 y 67.
17. Los copnsejos de guerra de la causa 9611937 son tres e implican a un total de 54
encausados.
18. Entrevistas a Bernardo de la Torre Champsaur, en La Provincia, de 22 de septiem-bre
de 1985.
19. Declaraciones de Bernardo de la Torre en la prensa de Canarias La Provincia, 22
de septiembre de 1985.
20. Declaraciones efectuadas a La Provincia, 26 de febrero de 1984.
21. La Provincia, 22 de febrero de 198 1.
22. Ibídem.
23. PONSP RADESE, .: Españoles en la liberación de París, Historia 16, n." 11 1.
24. Declaraciones de Gemán Pirez para el periódico Canar¿as 7,4 de diciembre de 1983.
25. Entrevista a Bernardo de la Torre. Ibídem.
26. RAZOLAM, . Y CAMPOM, .: LOSr epublicanos españoles en Mauthausen, Ed. Penín-
. . l . n- ..-..~-~ ,A-A bula, DaiCelUlXi, 1Y /Y.
27. Carta de R. G. R. a Remedios G. R. desde Marsella a Las Palmas, de 22 de abril
de 1938.
28. Carta de Rafael Guerra del Río a Remedios Guerra del Río desde Marsella a Las
Palmas, de 27 de diciembre de 1941.
29. Ibídem.
30. Ibídem.
3 i . íbidem, 4 de febrero de 1944.
32. Ibídem, de 6 de noviembre de 1941.
33. Ibídem, 4 de febrero de 1944.
34. Ibídem, 6 de octubre de 1945.
35. Ibídem.
36. Ibídem, 6 de octubre de 1945.
37. Ibídem, 10 de enero de 1946.
L A. Anaya, S. Millares, J. Aicaraz y M. Suárn
CUADRO 1
Relación de deportados a Río de Oro fugados en marzo de 1937
Lucio Illada.
Francisco S. Infante.
Feliciano Jérez.
Layo Rodríguez Figueroa.
Balbino S. Millán.
Mauro Rodríguez.
Juan Hernández Correa.
Adolfo Hemández.
Anselmo Tmjiilo.
jairne Quinteiro.
Antonio Hemández.
Carlos Pestana.
Félix Sosa.
Manuel Illada.
José Gonín.
Manuel Prieto.
Luis Niebla.
Leoncio Niebla.
Francisco Verdejo.
Pedro García Cabrera.
José Rial.
Nicolás Mingorance.
Presidente de la Mancomunidad interinsular y
socialista.
Maestro de obras. De C.N.T.
Médico y militante socialista.
Piloto mercante y comunista.
Guardia municipal. Socialista.
Mecánico comunista.
Oficial del Ayuntamiento de La Orotava.
Socialista.
Inspector de Correos de Izquierda republicana.
Comunista.
. m Maestro comunista.
Portuario de C.N.T.
Aparejador. Concejal de Arafo.por Izquierda
Republicana.
Alcalde de La Orotava y socialista.
Delegado de Trabajo de Santa Cruz y
socialista.
Mampostero y socialista.
Camarero de C.N.T.
Obrero bamizador y comunista.
Obrero barnizador y comunista.
Piloto mercante. Comunista.
Poeta y publicista. Concejal del Ayuntamiento
de Santa Cruz de Tenerife. Socialista.
Publicista y funcionario. Socialista.
Comerciante. Concejal del Ayuntamiento de
Santa Cruz.
Los evadidos p exiliados canarios en Franci a... 64 1
CUADRO 2
Familiares de tripulantes lanzaroteños del "Viera y Clavijo", detenidos
como rehenes el 30 de marzo de 1937
- José Bethencourt González: de cuarenta años de edad, casado,
cuñado del evadido Juan Rocha Tophan.
- Juan Cabrera Hernández: de dieciocho años, soltero, hermano del
evadido Francisco Cabrera Hernández.
- Julián Hernández González: de sesenta y nueve años, padre del
evadido Leandro Hernández Abreu.
- Marcos Hormiga Hernández: hijo del evadido Marcos Hormiga
Hormiga, empleado, natural de Puerto Cabras.
- Prudencio Navarro Navarro: de sesenta y ocho años, casado, padre
del evadido Miguel Navarro Cedrés.
- Pedro Martín Camacho, de diecisiete años, soltero, hijo del evadido
Pedro Blas Martín.
- José Martín Robaina: de sesenta y tres años, casado, cuñado de los
evadidos Domingo y Pedro Cabrera Déniz.
- Rafael Padrón Torres, de treinta y un años, hijo del evadido Adán
Padrón Cruz.
Evadidos lanzaroteños reclamados por deserción
el 24 de febrero de 1938
- BARRETO PEREZ, DOMLNGO: Natural de Arrecife, hijo de
Manuel y María, pescador, nacido el 27 de noviembre de 1912.
- CABRERA MARTLN, JOAQUIN: Natural de Teguise, hijo de
Jacinto y M." Dolores, pescador, nacido el 30 de agosto de 1913.
- FERNANDEZ FUENTES, MANUEL: Natural de Arrecife, hijo de
Antonio y Herminia, pescador, nacido el 2 de abril de 1913.
- DE LA EOZ SAKiL4, XwiibCL: Xaiurai Oe Arrecife., hijo de Jum
642 L. A. Anuya, S. Millares, J. Alcaraz y M. Suárez
- NODA CRUZ, PEDRO: Natural de Arrecife, hijo de Grego,no y Felipa,
pescador, nacido e! 30 de agosto de 191 3.
- PADRON VALIENTE, DOMINGO: Natural de Tías, hijo de Ruperto
y María, pescador, nacido el 7 de octubre de 1912.
- ROJAS TAVIO, JUAN: Natural de Arrecife, hijo de Juan e Isabel,
pescador, nacido el 1 de noviembre de 1912.
- SUAREZ FUENTES, MANUEL: Natural de Arrecife, hijo de
Santiago y Eladia, pescador, nacido el 11 de junio de 1912.
- TAVIO MARTW, NICOLAS: Natural de Yaiza, hijo de José y
Eloisa, pescador, nacido el 9 de diciembre de 1913.
Evadidos lanzaroteños reclamados por deserción
el 29 de abril de 1938
- BONILLA MESA, JOSE: Natural de Haría, hijo de Fernando y
Agueda, nacido el 1 de marzo de 19 1 1.
- GALLEGO CERRA, RICARDO: Natural de santandq, hijo de
R i c z d ~y Er?czl?aciSr?, nucldv e! 10 de n~viemhred e !9 1 1.
- GARCIA ABERO, RAMON: Natural de Arrecife, hijo de Juan y
Juana, nacido el 22 de junio de 191 1.
- GONZALEZ RODRIGUEZ, PEDRO: Natural de Arrecife, hijo de
Blas y Florencia, nacido el 2 de julio de 191 1.
- MARTIN ROBAYNA, CECILIO: Natural de Teguise, hijo de
Ildefonso y Estela, nacido el 1 de febrero de 191 1.
- MARTIN SEPULVEDA, MARCELINO: Natural de Tinajo, hijo de
Isidro y María, nacido el 26 de abril de 191 1.
- PERDOMO, BRAULIO: Natural de Teguise, hijo de padres
desconocidos, nacido el 24 de marzo de 191 1.
- RODIUGUEZ CABRERA, JUAN: Natural de Arrecife, hijo de
Francisco y Ana, nacido el 11 de abril de 191 1.
Los evadidos y exiliados canarios en Francia..
CUADRO 4
Canje de prisioneros "Frente Rojo". 1938
;DE NUEVO EN TIERRA DE LIBERTAD!
Llegan a Barcelona los canjeados de Canarias y Melilla
Ayer llegaron a Barcelona, después de una penosísima peregrinación, 97 camaradas
republicanos que durante dos años sufrieron prisión en las cárceles fascistas de Canarias y
Melilla y que, mediante canje, vienen ahora a la España del pueblo.
Todos ellos traen en sus rostros las huellas de largos y duros padecimientos. Cansados,
débiles, despojados de cuanto tenían (tierra, dinero, familiares, afectos), resplandecen, sin
embargo, con la alegría de hallarse de nuevo entre hombres libres.
Son, en su mayoría, trabajadores manuales, afiliados a diversos partidos y organizacio-nes
antifascistas; pero hay también maestros, marinos, guardias de Asalto, empleados y
republicanos de la clase media.
He aquí su relación nominal:
Pedro Expósito García, Mi& Concepción García, Manuel Camacho Aguiar, Manuel
Torbot Corbacho, Domingo SeluL,n Barrera, Manuel González Abreu, Miguel Baniodero
Femi"&z, Manuel Ayaja Salvu, joaqüírAi ii,j6jZ kaniíreGza, 'oriri Frra&-lijez Fe&&¿,
Felipe Alcaraz López, Rafael Aguilar Vera, Pedro Carlo Banti, Enrique Aracil Cortés,
Anastasio Femández Batiista, Manuel Lauque Duque, Amando García Perdón, Martín
Molina Reyes, Fernando Hernández González, Sebastián Perera Marrero, Basilio García
Pineda, Manuel García Modoig, Jorge Suárez Maleros, Agustín Baeza Armas, Manuel
Hernández Gómez, Víctor Marrero Delgado, Antonio Ros Zamora, Juan Rodngue Valido,
José Padilla Cabrera, Andrés Plasencio Pérez, Estanisltto Bello Llanos, Máximo Marrero
Díez, Eulogio García González, Juan Hernández González, Diego González Trujillo, An-gel
Mejías Zamorano, José Sala Mercader, Antonio Corrales h é , Raúl Hernández Pomes,
José Roledo Molleiro, Salvador Marrero Díaz, Francisco Medina García, Hilario Llanos
González, Héctor Molina Padrón, Manuel Rodríguez Rodríguez, Santiago García Cabrera,
Francisco Rodnguez, Vicente Méndez Hernández, Antonio Curín Franqués, Justo Serrano
González, Antonio Solá Vila, Luis Carmona Leiva, Juan García Padrón y Aurelio Díaz
Meliano.
Francisco Morales Bautista, Francisco Alonso García, Ernesto Luján Campos, Salvador
Madrid Blate, Julio Rebelo Alonso, Eulogio Prieto Prieto, José Caprado Tejada, José
Perdomo Rodíguez, Aniceto Luque Pérez, Rafael Martín PBrez, Angel García Ubals,
Antonio Travieso Molero, Gregorio Rams Montes de Oca, Laureano Hemández Ruiz,
Francisco Abello Abello, Miguel Jaén Cortés, Domingo Medina Pérez, José Pérez Gonzá-lez,
Raimundo Carbó Día, Rosendo Llanos Martín, Antonio Medello Rodríguez, Ramón
Gz{r M=&ez, Lrcreafig Gfi!!P~," ~'g%er, Jruq nkz ~LT~?Qe&,n_ u p e z LSpez, RE-fael
de Burdeos al embajador en Parir de la Rt!pública
de participar a V.E. que el dia 9 del corriente llegaron
procedentes de Dakar. diez compatriotas evadidos de Cana-rias
salieron el 16 de febrero enrolados en un barco do pesca ?
de efectuar su huida del territorio que detmtan lo*
aliados extranjeros. Adjunto a V.E. la relación circuns-idnciada
ciudadanos con las manifes<acionesq ue anteriurmcn-te
en las mismas condiciones ?a presentaron iinte este
han hecho relacion de los sufnmientns y vej:imenes a
sometidos por los facciosos cuantas pmunas han manifestado
República o simplemente su afinidad p r la causa de la
las ideas liberales. Han hecho constar quie en los
observa un gran muvimicnto de barcos de tuúi clabe.
alemana. asi como mncentraciones de indigenas africa-nos
Riii de Oro. lfni y Colonias Irancesas. a quicncs se
edad de catorce anus parJ conducirlos p>steriormente a
peninsula. Han dicho que ultimamentc ha I le~adiui n
Pildnin que debe de ser el mismo que fue d i p u u h en
entes que se dedica a predicar dema(tjgicanncntz por
obreras. En ellas el terror es ahsolutu y la vida dlc los ira-bajadores
erahle. Ho existen contratos de trabajo ni norma que
salanos. Escos se elrvan par3 10) ubreros del muelle 3
pesetas diarias por &?ce hora, de jornada. Lin patrono.
una durri interrzncilin e inlluencia. LOS riicw y -u.
CUADRO S
hijos han logrado que u les exceptúe de ir a los frentes y con di!rtintas
c legaciones lo consiguen. enviando en surtitución otros. a quienes pagan
para que ocupen sus puestos en los Ilamamicntos. La vida está muy cara
la falta de aniculos de primera necesidad re siente hondamente. hle
dicen que se destaca la del jab6n. azucar. patatas. arroz. garbairros y
carne. Los plátanos se exportan en su mayoria. como el resto de las
frutas del país. a Alemania. Los que re pudren. consienten sus propieta-rios
en enterrarlos para abono de los plataneros antes que de venderlos a
precios bajos. Estos alcansan a 0.55 y 0.60 pta@ilo. La guarnición de
Las Palmas. xgún los declarantes. es de unos 4.000 hombres de las tres
Armas. existiendo tambitn un gran numirm de falangistas. a quienes se
ha armado para la constitución de las Iltimadas guardias civiles. De los
dirigentes obreros han sido fusilador casi todos. pem me señalan la exis-tencia
en libertad condicionada del sciior Alvarez Astorga. Según los
evadidos. ejerce el cargo de Gobernador Civil de Las Palmas el Coman-dante
militar Antonio García Lópz. La !vigilancia que ejercen los faxis-la4
sobre los trabajadores impide a Cstm la huida y los intentos de Csta
x han pagado muchas veces con la vidja. Con todo. los manife!itantes
me dicen que wn miles los ciudadanos que están deseando wliir de la
opresidn en quc viven en aquella zona.
De los dicz c\.adidos. a petición del Capitán de Corbeta don Francis-co
Miranda, pasan: JoíC Perdomo Ortega. de cuarenid y tres atia~s: hla-nuel
Merino Hcmández. de cincuenta y dos aiios. y Cristóbal Guarde
Macía. de cuarenta y tres aios. a ser ciarolados como msrinertri en el
vapor -Cclta~.
Los otros Yete saldrhn rnafiana para ~spaña.debidamente pasapor-tad01.
Buirdcus. 31 de marzo de 1938.
El Cónsul de España.
PEDRO LECLiCiNA
Los evadidos y exiliados cannrios en Franc h... 645
CUADRO 6
Republicanos canarios asesinados en los campos de exterminio nazi
de Mauthausen-Gusen
Nombre
Afonso García, Fco.
Cabrera Alvarez, 1.
Cedrés Arocha, Dom.
Dodnguez Moreno
Dorta Díaz, Jose
Duque Pérez, Aniceto
Fuentes Nieto, Manuel
González Abreru, Manuel
Henríquez Pérez, Domingo
Hernández González, Nic.
Lorenzo Rodriguez, Fulg.
Martin Perez, Rafaei
Mata RoMguez, Orensio
Moreno García, Alejandro
Noda de la Cruz, Pedro
Perera Manero, Sebastián
Ramos Díaz, Antonio
Ramos Garcfa, Vicente
Reyes González, Emilio
0 D lX.4-l
Lagar
aaeimKoto
La Laguna
(Tenerife)
Canarias
Lanzmte
Las Palmas
S. J. Rambla
(Tenerife)
Sta. cmz
La Palma
Sta. cruz
Tenerife
Los Silos
(Temife)
Sta. Cruz
La Palma
Orotava
(Tenerife)
Garaffa
(La Palma)
Las Palmas
Garaffa
(La Palma)
Hemiigua
(Gomera)
Arrecife
(Lanzarote)
La Laguna
(Tenerife)
Las Palmas
Las Palmas
Tablero
(Tenerife)
----L..-
hw
mwrte
Mauthausen
Gusen
Gusen
Gusen
Gusen
Mauthausen
Gusen
Gusen
Gusen
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Mauthausen
Gusen
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646 L A. Anaya, S. Millares, J. Alcaraz y M. Suárez
Nombre Fecha Lugar Fecha Lugar
nacimiento nacimiento muerte muerte
Salinas Lizarondo. Juan Las Palmas 04/12/1941 Gusen
Sánchez Santana, Matías Las Palmas 31/07/1941 Gusen
Santa Ana Domínguez, P. Las Palmas 20/08/1941 Gusen
Santana Martín. Angel Las Palma 28/01/1942 Gusen
Santana Pérez. Fco. Las Palmas 26/09/1941 Gusen
Tabares Hernández 23/03/1919 Sta. Cruz 05/05/1942 Gusen
Tenerife
Fuenre: Datos extraídos de Los republicanos españoles en Maufhausen, por Razola, M., y Campo, M. Ed.
Península. Rarcelona. 1979: y Lo que Danse no pudo imaginar: Maufhausen, 1939-1945, por Sinca Vendrell, A.
Producciones Editoriales. Barcelona. 1980.