ESTUDIO DE LAS LÍNEAS DE HARRIS
LA POBLACI~NIN HUMADA EN LA IGLESIA
'A CONCEPCTÓN (SANTA CRUZ DE TENERIFE)
Cualquier intervención arqueológica en yacimientos de carácter
sepulcral, ha de llevar implícita el conocimiento exhaustivo de los ma-teriales
recuperados en los trabajos de campo. Este hecho es especial-mente
relevante en lo concerniente a las evidencias bioantropológicas,
ya que el &p&ito de los humanos coiisii~uy-ei ge
gira buena parte del proceso funerario. En este sentido, los análisis es-pecíficos
practicados a los conjuntos osteológicos humanos pueden pro-porcionar
información en relación directa a la organización del espacio
inhurnatorio, su dinámica de funcionamiento, etc., además de adentramos
en cuestiones básicas como las enfermedades padecidas por un conjun-to
poblacional, su régimen alirnentario, las actividades físicas que desa-rrollaban,
etc.
El conocimiento de estas materias en las poblaciones prehistóricas
del Archipiélago cuenta con una literatura específica al respecto, cuyos
primeros trabajos se remontan al pasado siglo (Verneau, 1878) siendo
una línea que ha tenido una vigente continuidad hasta la actualidad
(González et al., 1988; 1990; 1992; Amay y González, 1994). No obs-tante,
estos mismos conocimientos en relación a los habitantes de las
islas en fechas posteriores a su incorporación a la Corona de Castilla
son bastante escasos, lo que ha determinado un amplio desconocimien-to
en relación directa a la biología y pautas demográficas de los mis-mos
(a partir de las evidencias antropoiógicas se entiende).
No ha sido hasta los últimos años, con la reactivación de las inves-tigaciones
arqueológicas en los contextos históricos, cuando se ha podi-do
contar con una serie antropológica amplia, a partir de la cual ir de-
496 Velasco Vázquez - Arnay de la Rosa - González Reimers - Chinea Díaz
sarrollando trabajos específicos y representativos. Uno de estos casos, y
el que sin duda ha proporcionado un mayor número de restos esquelé-ticos,
es el de la Iglesia de la Concepción de Santa Cruz de Tenerife,
de donde, tras dos campañas de excavaciones (1993 y 1995), se
exhumaron restos pertenecientes a más de 700 individuos (incluyendo
tanto las deposiciones en fosas como los reconocidos en el relleno co-bertor
de las mismas).
Los trabajos arqueológicos en el interior de este recinto, pusieron de
manifiesto un espacio definido por un entramado de fosas, con una dis-tribución
bastante homogénea, que facilita el establecimiento de una
diferenciación clara de las distintas partes que forman parte del suelo
arqueológico. De este modo, estos trabajos no sólo permitieron la recu-peración
de un importantísimo volumen de evidencias óseas, sino que
definieron muchos de los parámetros imprescindibles para su interpreta-ción.
Con el fin de tener un conocimiento sobre ei estado nuuicionai y
de la salud de este subconjunto poblacional, se abordaron diferentes vías
de investigación, una de las cuales lo constituye el estudio de las Lí-neas
de Hanis.
Uno de los marcadores más asiduamente empleados para la deter-minación
y cuantificación de procesos de stress nutricional en Lpobla-ciones
arqueológicas?, son las denominadas Líneas de Harris l. En el
transcurso del desarrollo de un individuo puede llegar a sucederse una
interrupción en el normal crecimiento en los huesos largos, que, en
muchos casos puede ser producida por deficiencias nutricionales, así
como por la concurrencia de determinadas enfermedades. Cuando este
agente causal desaparece o se hace más tenue, el crecimiento cartila-ginoso
del hueso se reanuda, localizándose en sus epífisis unas líneas
(por lo general horizontales) de mayor condensación ósea, que van a
recibir esta denominación de Líneas de Harris. Estas serán normalmen-te
observables como bandas de mayor opacidad en las placas radiográ-ficas
de las piezas óseas.
La aparición de estas líneas es posible detectadas en buena parte de
los huesos largos del esqueleto, aunque resulta posible hallar diferen-cias
drnm de En mi sm~in dividuo. Tal como indican varios autores
(Gilbert, 1985: 259, Huss Ashmore et al., 1982: 437), la prevalencia de
Líneas de Harris es un fenómeno más común en la epífisis dista1 de la
Estudio de las Líneas de Harris de la población inhumada ... 497
tibia. Le van a seguir, en cuanto a frecuencia de aparición, y en este
orden, la epífisis proximal de la tibia, extremo distal del fémur, distal
del radio, metatarsos y metacarpos.
Uno de los problemas más acuciantes que coinciden en señalar to-dos
los autores en relación a este marcador, es la controversia en cuan-to
a la etiología causal de esta interrupción del crecimiento cartilaginoso
del hueso. Sin embargo existe la opinión generalizada de que existe una
dependencia directa entre la presencia de las Líneas de Harris y el esta-do
nutricional y de salud de un individuo o de una población. De esta
forma, ha sido puesto en relación con deficiencias alimentarias de vita-minas
A, C y D, malnutrición proteínico-energética, así como afeccio-nes
neumónicas o restricciones mecánicas (Keplinger, 1984; Gilbert,
1985: 261-263, Wells, 1961: 526-528; Drenhaus, 1991: 288-290;
Vyhnanek y Stloukal, 1991: 92-93, Huss-Ashmore et al., 1982: 434-439).
-D-P p-Yctí.i ..m gnp r a rnn c i i f i r i ~ n t p cI f i ~i) gntes 2 fz-qer de que e s~ma& "V.. "..L."."..."" ..,U
como un marcador válido y contrastado que sirva de guía para el estu-dio
del estado nutricional de la población que forma parte de nuestro
trabajo.
Evidentemente, dado que las Líneas de Hams son interrupciones del
crecimiento cartilaginoso del hueso, serán reflejo de procesos estresadores
..^,.,.^..'.-,:^-I-^^-&- ^ 1. .....-L.. --.- :-A^ 1- .- ------ 1 F-&-L - . I . _ 1. '
~ L ~ G L ~uUluLVa~ult ;llLt: UUMIILG t x III~LCIV~ IU LcI IpIaI . CSL~: wxnu iimi-taría
la posibilidad de aplicación hasta los 14-18 años aproximadamente
y según el hueso escogido, por lo que tan sólo tendríamos referencias a
un grupo de edad reducido. Desconoceríamos si se repetirían, o no, es-tas
pautas de comportamiento durante la edad adulta, si se atenuarían o
llegarían a desaparecer por completo. A pesar de todo ello, los datos
que proporciona son tan significativos que en cualquier caso, y desde
nuestro punto de vista, merecen ser destacados.
El material sometido a análisis radiográfico está constituido por 54
metatarsos, escogidos aleatoriamente, correspondientes a un número
equivalente de individuos enterrados en el interior de la Iglesia de la
Concepción. Este material forma parte, tanto de las inhumaciones pri-marias
constatadas en los trabajos arqueológicos, como de las piezas
procedentes del relleno sedimentario cobertor de cada uno de los depó-sitos
funerarios.
La elección de los primeros metatarsos responden a una serie de
causas justificadas. En primer lugar, aún a pesar de que no sea éste en
498 Velasco Vázquez - Arnay de la Rosa - González Reimers - Chinea Díaz
el que se haya constatado una más elevada prevalencia de Líneas de
Harrjs, es, de entre todos los huesos largos exhumados en el recinto
eclesial, el que cuenta con un mejor estado de conservación. La mayor
parte de las tibias presentan un elevado grado de destrucción, tanto en
lo que se refiere al hueso compacto como a su fracción vacuolar (un
estado similar puede ser descrito para fémures, cubitos, etc). De este
modo, y teniendo como objetivo llevar a cabo una analítica representa-tiva
de este subconjunto poblacional, era necesario un replanteamiento
del material a seleccionar.
La existencia de otros trabajos (Mafart, 1989) en los que se contem-plaba
el estudio de este mismo tipo de hueso, permitía contar con ante-cedentes
en relación a la representatividad de los marcadores de stress
episódico en los primeros metatarsos, a la vez que plantear las subsiguien-tes
comparaciones con grupos adscritos al mismo período cronológico.
La otra motivación que iievó a ia eiección ae ios metatarsos responde
a un planteamiento metodológico, también acorde a las características
del material. Normalmente, y como ya se señaló, se suele emplear cual-quier
hueso largo, en particular la tibia, para la determinación de las
bandas radiopacas. Una de las caractensticas que tienen en común estos
huesos, es la presencia de dos centros de osificación, por lo que se hace
necesario tener uno de las dos epífisis para poder llevar a cabo un re-cuento
estadísticamente significativo. En este mismo sentido, en la ma-yor
parte de los trabajos se observan variaciones en cada individuo en
relación al numero de líneas presentes en la extremidad proximal y dista],
ya que el crecimiento y desarrollo del hueso suele ser asimétrico. La
elección del primer metatarso, un hueso largo en el sentido anatómico
del término, responde también a esta circunstancia ya que tan sólo cuenta
con un centro de osificación (el extremo proximal), con lo que se mini-mizan
los inconvenientes expuestos con anterioridad. Por otro lado, la
naturaleza de los procesos postdeposicionales que afectaron a las fosas
de enterramiento, así como la configuración anatómica del metatarso,
g---d--Ai:d---i i i~~aiei ,n Güena paiie de ius casos, unas 6p- ii~ñasc oridiciunes de
conservación. A ello se suma, lo reducido de su tamaño que facilita y
economiza los análisis.
Todos y cada uno de los metatarsos fueron radiografiados en posi-ción
lateral, situándose los extremos proximales y distales en perpendi-cular
al plano de proyección. Las radiografías fueron realizadas sobre
placas mamográficas con el fin de lograr la máxima calidad de imagen
que permitiera la identificación y cuantificación de las Líneas de Hams.
Tras la exposición a los Rayos-X, cada una de las placas fue obser-vada
sobre un negastocopio estándar, haciéndose una cuantificación de
Estudio de las Líneas de Harris de la población inhumada ... 499
las líneas transversas por individuo. Se cuantificaron todas aquellas ban-das
que fueran observables a simple vista, y que superasen la mitad de
la diáfisis del hueso, siguiendo los criterios ya expuestos por varios
autores (Gilbert, 1985). Esta observación llevó a descartar cinco de los
individuos para el análisis cuantitativo, ya que presentaban en su super-ficie
e interior, concreciones sedimentarias que provocaban «artefactos»
en la observación.
Dadas las condiciones del material objeto de estudio, no se pudo
hacer una identificación precisa del sexo al que pertenecía cada uno de
los individuos.
RESULTADOS
Dentro de los resultados de la analítica radiográfica desarrollada en
el muestre0 de metatarsos de la Iglesia de la Concepción habría que
destacar varios aspectos. En primer lugar ha de resaltarse la validez
metodológica de este tipo óseo para llevar a cabo estos estudios. Tanto
las condiciones de preservación del conjunto osteológico, así como el
desconocimiento dei estado de conservación de ¡a estructura interna dei
hueso, podían poner en duda, a priori, la obtención de unos resultados
óptimos. En segundo lugar, ha sido posible apreciar diferencias entre
individuos atendiendo al número de situaciones de stress episódico, lo
que valida los datos obtenidos, en relación a las variaciones que sobre
este marcador pueden observarse en la muestra analizada.
Además de la cuantificación del número de líneas por individuo, se
pretendía lograr una aproximación al estado nutricional y de salubridad
del grupo en cuestión. El índice más apropiado para los fines sobre los
que aquí queremos llamar la atención es el que Calvin Wells (1961:
526-527) denominará como «índice de morbilidah, y cuya efectividad
viene prohada por mor. &aha;m mas orientes (Mafxfl, 1989: 77-79).
Este resultado se obtiene a partir del cálculo de la media del número de
Líneas Harris por individuo. De esta manera, en razón a este valor po-drá
hacerse una estimación global de los procesos "estresadores" a los
que se ha visto sometido el grupo analizado durante la infancia y la
primera adolescencia (Wells, 1961: 527). Del mismo modo, permitirá
Iiia b-c--i ~ui i i~aiac--i~- ie-i-reLi-us- r . ~- - -o. . .r.LiAj-u niusp- .o.o 1~. a-c iondesd iversos y, de esta
forma, contrastar los resultados.
A nivel general puede decirse que existe una reducida prevalencia
de Líneas de Harris en los individuos inhumados en la Iglesia de la
Concepción, que presentan una media de 1,68 (+1,70 d.s.). En porcen-
500 Velasco Vázquez - Arnay de la Rosa - González Reimers - Chinea Díaz
tajes se distribuirían de la siguiente forma: 14 individuos (19,8%) no pre-sentan
ninguna de estas bandas radiopacas, 10 (21,3%) tan sólo cuentan
con una, en un 25,5 % fue posible observar dos, mientras que en un
12,896 eran 3 ó más las presentes,
Con el fin de discernir posibles diferenciaciones entre estos indivi-duos
que comparten un mismo espacio funerario, se procedió a dividir
en dos zonas diferenciadas el suelo de la iglesia. De este modo se agru-paron
aquellos metatarsos correspondientes a individuos inhumados más
próximos al altar, diferenciándose de aquellos que fueron enterrados más
alejados del mismo. Para los primeros se obtuvo una media de 1,15
(+1,42 d.s.) frente a un 1,76 (11,87 d.s) de los segundos. Si bien se ob-serva
una tendencia a una mayor prevalencia de situaciones de stress ,,
en estos últimos, las diferencias no son significativas desde el punto de E
vista estadístico (t= 1,32, n-s.). u
Esta ligera variación es también observable en relación a los por- - -
centajes de Líneas de Harris en unos individuos y otros. Así, para los m
O
E
primeros, los individuos que no presentan líneas transversas suponen E
2
un 37% del total, mientras que en el segundo grupo se reducen a E
un 25%, situación que también se repite en aquellos con tan sólo una
(26,370 y 1 1 OCW .: *-\ L--:z->--- &--L:<- .-.:.l.-*- 3
11,0370, lCb~CLLlVdlllGIILG), IIdLIGIIUUbG LdIIIUlGII CVIUGIILL;
en aquellos metatarsos con dos o más bandas transversales (36%, fren- o-te
al 57,2%). m
E
La imposibilidad de la determinación del sexo de los individuos O
sometidos a examen, dificulta la valoración de nuevos parámetros en
relación a dichos resultados, por lo que las diferencias observadas pu- E
dieran estar respondiendo, además de a la propia jerarquía del espacio a
funerario, a otras variables de difícil determinación en el estado actual
del conocimiento.
3
O
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Son varios los razonamientos a los que pudieran llegarse a partir de
10s resultados expuestos, siempre teniendo en cuenta que éstos son, en
cierta medida, provisionales, ya que está previsto la continuidad de esta
línea de investigación bioantropológica. También ha de valorarse que las
Linrus de uu-s censtituyer! un ~?..zrcud~hirm ntr~pe!6gice h i c e , p r
lo que para su completa significación se requiere de una interrelación
con el resto de los datos derivados de la propia investigación arqueoló-gica,
a los que han de añadirse otros proporcionados por los análisis
específicos sobre el material óseo humano.
Estudio de las Líneas de Harris de la población inhumada ... 501
En primer instancia ha de resaltarse la baja prevalencia de líneas de
Harris en la población observada. La falta de estudios similares (en
metatarsos) en poblaciones del Antiguo Régimen en contexto insulares
o hispanos, no facilita las comparaciones entre nuestra muestra y otras
adscritas al mismo contexto cronológico. No obstante tales resultados
parecen hacer referencia a que la población de los s. xv~r y xvm que
se entierra en la Concepción gozó de unas buenas condiciones nutncio-nales
y un óptimo estado de salud, al menos en lo que se refiere a su
niñez y primera adolescencia (aprox. hasta los 14 años).
A pesar de estos valores, es más que probable que tales resultados
no puedan hacerse extensivos al conjunto de la población de Santa Cruz
de Tenerife, y menos al de toda la isla. La parroquia matriz, constituye
durante un largo período de tiempo el lugar escogido por buena parte
de las famijias Iiiás stcuiiio&ifas ife la ciü&& da sePü:iüar a
difuntos. Aún a pesar de que la documentación escrita pudo probar la
existencia de fosas (comunes) dedicadas a la población más pobre, la
intervención arqueológica tan sólo afectó a fosas unipersonales, en las
que se sucedieron varias inhumaciones 2. En este sentido resulta lógico
mantener que esta reducida incidencia de Líneas de Hams sea una con-secuencia
de este fenómeno, tratándose de un subconjunto poblacional
con unas características económico-sociales singulares.
No obstante, los resultados expuestos también ponen de manifiesto
que no se trata de una población homogénea, teniendo en cuenta funda-mentalmente
la variabilidad de bandas radiopacas observadas en cada uno
de los individuos, que van desde O hasta 8. No es posible atribuir esta
circunstancia a desemejanzas en las condiciones de conservación del
material óseo, ya que el análisis en negatoscopio lo hubiese revelado
claramente, por lo que han de buscarse otras causas a las que atribuir
estas disparidades. Mantenemos la hipótesis de trabajo de que estas di-ferencias
pueden ser reflejo de la propia organización jerárquica del
espacio funerario, es decir, que la existencia de diferencias entre ios
individuos inhumados en la Iglesia es un hecho constatable no sólo por
el lugar ocupado dentro del recinto eclesial, sino también en relación a
las propias evidencias óseas de stress episódico. La correlación entre el
lugar ocupado en el espacio funerario y el número de Líneas de Harris
en los metatarsos parece ser estrecha, si bien no es posible la determi-nación
de diferencias que sean significativas estadísticamente hablando.
Aquellos enterrados en las zonas más lejanas al altar presentan una media
ligeramente más elevada de líneas transversas que los situados en las
fosas más cercanas al mismo. Pero además, los restos procedentes de la
zona más próxima a la puerta cuentan con un porcentaje más elevado
502 Velasco Vázquez - Amay de la Rosa - González Reimers - Chinea Díaz
de individuos en los que está presente, y con una mayor incidencia, este
marcador bioantropológíco.
La ordenación del espacio funerario en el interior de la Iglesia de la
Concepción es un hecho más que evidente, y que se pone de manifies-to,
entre otros factores, por la regularidad espacial en la distribución de
las fosas inhumatorias. La elección por parte de las familias más pode-rosas
y acaudaladas de lugares preeminentes dentro de la construcción
eclesial para su tumba, es un hecho que aparece perfectamente recogido
en la documentación escrita. Por esta razón no resulta demasiado arries-gado
plantear la hipótesis de que estas variaciones en la prevalencia de
Líneas de Harris en la población estudiada sean el reflejo de las dife-rencias
socioeconómicas de las gentes que escogieron la parroquia ma-triz
de Santa Cruz de Tenerife como sepultura definitiva.
Eszudio de las Líneas de Harris de la población inhumada ... 503
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Estudio de las Líneas de Harris de la población inhumada ...
NOTAS
1. También recibirán otras denominaciones (como líneas transversas, líneas trans-versales
radiopacas, bandas de detención del crecimiento), aunque la mayoría de los au-iores
prefieren mantener ia denominación de Líneas de narris con ei fin de evitar ¡as
posibles confusiones terminológicas.
2. Resulta un hecho más que probable que la fosa común "de pobres" se situaría
fuera de los muros de la Iglesia de la Concepción (Inf. oral de D. A. Larraz Mora).