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ABASTECIMIENTO DE LOS ESTANCOS DE TABACO CANARIOS POR LA REAL COMPAÑÍA DE LA HABANA (1 746-1 760) Esta comunicación tiene como objetivo aportar nuevos datos sobre las relaciones comerciales entre Canarias y Cuba a mediados del siglo XVIII a través del estudio de las remesas de tabaco cubano que, a partir de 1746, comienza a enviar la Real Compañía de La Habana a los Estancos de las Islas Canarias. Las premisas que nos llevaron a considerar esta investigación como relevante y significativa para el comercio canario con las Indias fueron las siguientes: Por una parte, la importancia que adquiere el tabaco cubano en esta centuria. Como muchos autores ya han señalado, desde finales del siglo XVII, el tabaco se convierte en el principal motor de la eco-nomía cubana para pasar a ser, en el siglo XVIII, uno de los más importantes productos dentro del marco del comercio colonial1. Una segunda premisa parte de las tradicionales relaciones comerciales existentes, desde los primeros años del siglo XVr, entre Canarias y Cuba2. Estas relaciones se vieron alimentadas por el envío de familias canarias a las vegas cubanas3. Esta comunicación isleña toma especial importancia a mediados del XnII cuando el puerto de La Habana se convierte, junto al de Campeche, en el des-tino habitual de los Registros de navíos canarios4, siendo el tabaco cubano uno de los principales productos en el viaje de retorno a Canarias5. A partir de 1746, la encargada de enviar este tabaco será la Real Compañía de Comercio de La Habana, una Compañía Privile-giada6 nacida seis años antes fmto de la ambición de comerciantes cubanos y españoles7. El 24 de agosto de 1746, el Marqués de la Ensenada, Secreta-rio de Estado del Despacho Universal de Hacienda y Superinten- 648 Carmen Morales García dente General de ella, manda una Real Orden al Ministro Interventor del Asiento.de Tabaco de la Compañía en La Habana, don Antonio Bayona. En ella, especifica que la Compañía, en cuenta del Asiento de Tabacos dado por la Corona en 1744, remita mil arrobas de tabaco polvo a poder de don Francisco de Astigarraga, Adrninis- Interventor del Asiento de tabaco de la Compañia en La Habaha, D. Antonio Bayona. En ella, especifica que la Compañía en cuenta del Asiento de Tabacos dado por la Corona en 1744, remita mil arrobas de tabaco polvo a poder de D. Francisco de Astigarraga, Adminis-trador de la Real Renta de Tabacos de Canarias. Esta obligación parte del propio fundamento de la Compañía. La Real Compañía de La Habana tenia en el tabaco cubano a su principal pilar ya que su fundación está íntimamente relacionada con el Asiento de tabacos concedido a la isla de Cuba en 1739 por Felipe V8, es decir, un año antes de su creación. Este Asiento de tabaco recae en Martín de Arostegui, quien se presenta ante el Monarca como Apoderado General de los Partidos de Cuba. Un año después, el mismo personaje ofrecerá el proyecto de creación de la Real Compañía de La Habana, que será aprobado por Real Cédula de 18 de diciembre de 17409. En su preámbulo, el Rey menciona el Asiento ya otorgado: «Por quanto Don Martín de Arostegui, y Diputado de la Ciudad de San Christóval de La Habana, y demás Pue-blos de la Isla de Cuba, me ha representado, que en consequen-cía de la subrogación que por vía de Tanteo avía Yo concedido a aquellos vecinos del Assiento de tabacos ajustado para la pro-visión de estos Reynos.)) El primer Asiento de tabacos durará hasta 1744, año en que se reemplazado por una segunda Contrata con la Corona Españ~la'~. En el título de la misma se reitera la obligación de la Compañía de aprovisionar a las Reales Fábricas de Sevilla, así como los estancos ciei Reino. Es por esto por io que entendemos que los estancos de ias Islas Canarias se encuentran incluidos bajo este término. Transcurridos tres años del último Asiento, el 24 de agosto de 1746, se envía una Real Orden en la que exige enviar mil arrobas anualmente a las Islas Canarias". Un segundo motivo lo encontramos en los esfuerzos de la Real Hacienda por conseguir un mayor controi fiscal sobre ios Registros Abastecimiento de los estancos de tabaco canarios ... 649 de Retorno de los navíos canarios, y mas concretaniente, en la importación de tabaco cubano:Como ya hemos mencionado ante-riormente, en el siglo xviii, el arribo de este producto a los puertos canarios era práctica habitual12. Ya desde la época de la Intendencia General de Tabacos (1724) en la Isla de Cuba, aparecen noticias de envíos de comer-ciantes cubanos a las Canarias para, posteriormente, llegar a países extranjeros sin el obligado control fiscal13. De esta manera, el papel desempeñado por Canarias, como centro reexportador de productos 'indianos y, con ello, núcleo de contrabando, es una constante en toda la historia de las Islas. Un factor determinante es la situación geográfica del Archipiélago, que.le conduce a un menor control esta-tal y, a la par, a una administración fiscal menos rígida14. El tabaco cubano, por su fuerte demanda en la Europa del siglo XVIII, adquiere principal protagonismo dentro de este comercio ili-cito y los registros de Canarias serán fáciles instrumentos para evitar los controles de la Corona española15. En este contexto, la Corona ensayara diversas reformas dentro de la renta del Tabaco16. Ya en 1707, estanca el tabaco en toda la Península aunque, concretamente en las Islas Canarias, no aparecen menciones documentales hasta los años 17 17-1 71 8 con el primer Intendente General de la renta. Posteriormente, en 1724, la Inten-dencia General va a desaparecer y las Islas Canarias obtendrán la administración propia de la renta1'. En Cuba, el estanco del tabaco se realizara por las mismas fechas (1 1-IV-17 17). También aquí, la Corona pone en práctica varios intentos para fiscalizar el comercio del tabaco, desde la pri-mera factoría de Cuba pasando por los Asentistas particulares (Marqués de Casa Madrid y don José Tallapiedra)ls. En 1740, con el otorgamiento de este Asiento a la Compañía de La Habana, la Corona cree haber encontrado una solución para aca-bar con el contrabando del tabaco cubano. La Orden de 1746 res-ponde a ia necesidad de un mayor controi Íiscai sobre ios retornos de Registros Canarios, habituales agentes del contrabandolg . Las reme-sas serán reconocidas a la salida del puerto de La Habana por el Ministro Interventor de Tabacos de la Real Compañia de La Habana, y vendrán consignadas hasta Canarias en propiedad de Su Majestad. En Canarias, ia Corona también intentará reforzar su vigilancia sobre el comercio del tabaco, no solo con América sino además, con 650 Carmen Morales Garciá la Península. Por Real Orden de 1 de dícíembre de 1744, se man-dará al Comandante General del Archipiélago que dé noticias al Juez de Indias de realizar nuevos registros en materia de tabaco y caudales de los navíos que salgan desde Canarias hacia la Penínsulazo. En 1747, un año después de que la Compañía comience a enviar tabaco, la Orden será nuevamente emitida, recalcándose que se debe evitar cualquier fraude a la Real Hacienda2'. Otra carta de don Pedro Casabuena, Juez de Indias en Canarias, dirigida al Marqués de la Ensenada, nos ofrece más noticias sobre el contrabando de tabaco. El Juez de Indias avisa que en el momento de realizar la visita a los Registros que regresan de América, «se m D encuentra alguna corta porción en las Cajas de la tripulación y pasa- E jeros que traen para su gasto o de otras personas»22. O Estas dos cartas nos muestran, por un lado, los esfuerzos de la --- m Corona para supervisar no sólo la administración de las Rentas del O E tabaco, sino también, su comercio entre Cuba, Canarias y la Penín- E 2 sula. Pese a ello, el contrabando de tabaco existirá a lo largo de todo -E el siglo. Los envíos de tabaco de la Compañía sólo servirán para controlar mejor la carga que de manera oficial salga desde La Habana 3 hacia Santa Cruz de Tenerife, pero no esas otras cargas ilícitas, ver- - - 0 m daderas causantes del mayor contrabando. E Por último, el tercer motivo que creemos influye en el encargo O hecho a la Compañía de enviar el tabaco a Canarias, es la necesidad - de descargar a la Administración de la renta de tabacos en Canarias -E del pago de los tabacos cubanos, ya que las islas, en general, se halla- a 2 ban faltas de caudales. Este hecho estaba motivado tanto por la - necesidad de dinero de la Corona Española para sufragar su con- - frontación bélica con Inglaterra (1746-48, Guerra de la oreja de O3 Jenkins), como por los ataques del corso inglés en aguas canarias y antillanas, que impedían la llegada de caudales a la Administración General de la renta en Santa Cruz de Tenerife. n : A A t : A rl....:n;nt ..n,-ar\r r l n 1" Danto r l a YULI 1.1L UICILJCIU UG n ~ u e j La aE~ a , n u u u l i i a u auui uc la IxGliCa U C ~ Tabaco en Canarias, expresa, en una carta de 1746, su imposibili-dad de pagar las remesas de tabaco entregadas, tanto por don José del Duque como por el Marqués de Casa-Madrid: «Por causa de las remesas de dinero que e hecho a esos Reynos en virtud de órdenes de V. E., no sólo de lo que había existente sino buscándolo prestado, para poderlas hacer de Abastecimiento de los estancos de tabaco canarios ... 65 1 alguna consideración por la urgencia que ocurren, con la obliga-ción de pagarlo del primer caudal que entrase en Caja, a que se añade lo penoso de no poder conducir a esta isla por el temor de los Ingleses que cruzan estos mares.»23 Más adelante, continúa el Administrador relatando que son los mismos corsarios que hace un año habían capturado una balandra procedente de Lanzarote cargada con 800 fanegas de trigo y 2 1 .O00 reales corrientes del producto de aquella administración. Este texto nos indica la falta de caudal existente en esta Admi-nistración. En este sentido, la conducción de tabacos cubanos reali-zada por la Compañía a las Islas suponía un respiro para la tesorería de la administración, ya que, según el Asiento de 1744, el pago de todos los tabacos que la Compañía enviase a los estancos y Fábricas había de hacerse primero por medio del producto del azo-gue de la Nueva España que se entregase en La Habana, segundo (descontada la primera cantidad entregada), por la Real Hacienda en Cádiz y S e ~ i l l a ~ ~ . De esta manera, la Administración de la Renta en Canarias en ningún momento va a entregar caudal por la remisión de estos taba-cos, por lo que la Real Hacienda liberaba de esta carga a la Admi-nistración de Canarias. A. h ORGANIZACI~N DEL TRÁFICO A partir de 1746 y hasta 1760, año en que se le rescinde el Asiento de tabaco, la Real Compañía remitirá numerosas libras de este producto a las Islas de Canarias. Los medios de los que se va a valer y su organización son las siguientes cuestiones que vamos a analizar. El tabaco cubano será remitido en barcos canarios que, o bien han sacado su registro desde Canarias a La Habana o, simplemente, en su viaje de retorno, han tocado este puerto. En ninguno de los casos aparecen navíos propiedad de la Compañía o del Rey que, habituaimente, son ios encargados de trasíadar el tabaco hasta Cádiz y Sevilla. 652 Carmen Morales Garcúz La utilización de los Registros de Canarias está determinada por la Real Cédula de Fundación de la Compañía: en el Capítulo XXX se obliga a todos sus barcos a ir directamente a Cádiz y, a partir de este puerto, los navíos podrían descargar sus mercancías en otros lugares. En el caso del tabaco, sólo se entregaría en los Alma-cenes de la Administración General de la Rentaz5. Con esta medida, resultaba de enorme costo para la Compañía enviar sus cargas de tabaco a Canarias pasando antes por la ciudad gaditana. Mucho más rentable era aprovechar los navíos canarios que, hallándose surtos y anclados en el Puerto de La Habana, iban a retomar directa-mente a las Islas Canarias. Por otra parte, nada le impedía a los maestres de los barcos canarios acoger la carga de la Compañía: « ... prohibido puedan comprar, ni traer de su cuenta, ni de par-ticulares, tabaco en polvo, rama, hoja, ni en otra cualquier forma que sea, y solo han de poder conducir a España o Cana-rias, el que en la Habana se les entregare de mi Real cuenta, pagandose por el flete el precio en que se conviniere con la per-sona que de mi orden tuviera esta cornisi~n~~~~. (Articulo 14 del Reglamento de Comercio de 17 18.) A esto se sumaba que el tabaco que remitía la Compañia era, por su Asiento con la Corona, de propiedad Real por lo que en 1746, las Oficinas Reales de La Habana no ponen ningtín impedi-mento para que los navíos canarios carguen sus bodegas con tabaco cubano. Once fueron los Registros canarios que utilizó la Compañia para cumplir su obligación. Su origen y propiedad, capitanes y maestres aparecen ya señalados por el profesor Morales Padrón. A estos datos hemos sumado los años que van a retornar con carga de tabaco de la Compañía para ofrecer, a continuación, una relación de los mismos27: 1 . Navw Nuestra Señora del Rosario, San Francisco Javier y Las Animas, alias La Venus Propietario: Antonio Miranda y Bernardo Espinosa, vecinos del Puerto de Santa Cruz de Tenerife. Capitán: Antonio Miranda. Maestre: José Antonio Sosa. Lugar de fabricación: La Habana. Abastecimiento de los estancos de tabaco canarios ... 653 Salió de Santa Cruz con registro para el puerto de Campeche el 7 de enero de 1745 y regresó a Santa Cruz desde La Habana el 20 de mayo de 1746. 2. Fragata Nuestra Señora de la Soledad, alias el Marte Propietarios: Juan Bautista y Saviñón, José Isidro Vázquez Osorio y Diego Antonio Ma r r e r ~ v~e~ci,n os de La Laguna. Capitán y Maestre: José Antonio Vázquez Osorio. Lugar de fabricación: La Habana. Regresa con tabaco de la Compañia el 4 de octubre de 1746 después de haber salido para La Habana a principios de ese mismo año. En 1748 realiza un segundo viaje, regresando en 1749 con más tabaco de la Real Compañía. 3. Navw Nuestra Señora de los Remedios, San José y Las Animas, alias el Javier Propietario, Capitán y Maestre: José Antonio Espinosa. Fue comprada en La Habana y en su regreso a Santa Cruz trajo tabaco de la Compañía, llegando el 27 de agosto de 1747. Después de este viaje, es vendido a don Fernando Rodríguez de Molina que cm-biara su apodo por «alias La Perla)). Con él como capitán y maestre retorna a La Habana en 1748 para regresar con carga de la Compa-ñía el 13 de enero de 1750. Lugar de fabricación: La Habana. Sus dos propietarios eran vecinos de Santa Cruz de Tenerife. 4. Navw Santiiima Trinidad, alias el Triunfo. Propietario: Antonio Rodríguez Felipe, vecino de Santa Cruz. Capitán y Maestre: Pedro Rodríguez Muñoz. Sale de Santa Cruz con registro para Campeche el 17 de marzo de 1746 y regresa el 27 de julio de 1747 con carga de tabaco para la Administración General. En 1754 nuevamente retorna de La Habana teniendo como capitán a Antonio González Mesa y como iñaesire a ñaiaei Ramos Pereza. Este segundo viaje había partido de Santa Cruz el 26 de mayo de 1753. 654 Carmen Morales García 5 . Fragata Nuestra Señora del Rosario, San Juan Bautista y Las Animas, alias el Vencedor Propietario, Capitán y Maestre: Fernando Gaspar Calimano, vecino y natural de Gran Canaria. Lugar de Fabricación: Sevilla. Es comprada en La Habana y regresa con carga de tabaco de la Compañía en 1748. Un segundo registro para el mismo puerto en 1749 y viaje de regreso en 1751. 6. Fragata el Sant kimo Sacramento y Nuestra Señora del Carmen, alias La Paloma Isleña Propietario: Felipe Massieu de Vandala, vecino de la isla de La m Palma. Capitan: Santiago Fierro. O n Maestre: Bartolomé Antonio Montaner. - m Lugar de fabricación: La Palma. O E Sale de La Palma hacia La Habana en 1748 y regresa con E 2 carga de tabaco el 18 de febrero de 1749. En 1752 saldrá de registro E para La Habana llevando ocho familias a Santo Domingo. A su 3 regreso en 1753, trae tabaco de la Compañia. - 0 m 7. Fragata Nuestra Señora de las Angustias E y San Antonio de Padua, alias El Canario O Propietario y Capitan: Francisco Loucel, vecino de La Laguna. n Maestre: José Tolosa Grimaldi. E a Solamente una vez será utilizada para enviar tabacos, será a su regreso del registro enviado de Santa Cruz a Campeche en 1750. n n Retorna a Santa Cruz el 25 de abril de 1752. 3 O 8. Fragata el Corazón de Jesús y Nuestra Señora de los Dolores, alias La Dichosa Propietario: Guillermo Sebastián Pujadín. Ccipi;it&n y ?&&re: ?.%"n de !!=S Xeyrs Ierce. Lugar de fabricación: Campeche. Fue el navío más utilizado por la Compañía para enviar sus tabacos a las Islas Canarias. Volverá cargado de tabaco polvo a Santa Cruz en 1755, 1757 y 1760. 9. Fragata Nuestra Señora de ia SoieM, San han Evangeiisiü y San José, alias El Fénix Abastecimiento de los estancos de tabaco canarios ... 655 Propietario y Capitán: José Antonio Vázquez. Maestre: Antonio Felipe Ramos y Marrero. Sale de registro a La Habana el 28 de junio de 1750 y regresa en 1756. Su segundo viaje lo realiza en 1757, regresando con carga de tabaco a Santa Cruz en 1759. En esta ocasión su Capitan y Maestre es Manuel Dapelo Saviñón. 10. Fragata Sagrado Corazón de Jesús y Santa Ana, alias La Natural. Capitan y Maestre: Domingo Jansen. Lugar de fabricación: Santa Cruz de Tenerife, año de 1755. Solamente llevará tabaco de la Compañía en 1757. 1 1. Nav w Santíiimo Sacramento y Nuestra Señora de la Candelaria)), alias el Santiago. Propiedad de varios isleños de Canarias. Capitan: Antonio José Eduardo. Maestre: Pedro Domingo Eduardo. Lugar de fabricación: Campeche. Parte del puerto de Santa Cruz con registro a La Guaira en 1757. A su regreso carga tabaco en La Habana y llega a Santa Cruz de Tenerife en 175 8. 2. Los fletes Siguiendo el Artículo número 14 del Reglamento de Comercio de 171 8, los directivos de la Compañía y los Maestres de los navíos canarios acuerdan en La Habana la cantidad a pagar por la Compa-ñía en materia de fletes por el traslado de tabacos a Canarias. Este acuerdo, en todos los Registros estudiados, es el de 6 Rea-les Plata de 16 Cuartos por Arroba29. A sU llegada a Saiyta. Cm kas ser la a la Administración General de la renta del tabaco, el Administrador Principal da certificación de la cantidad a pagar por la Compañía tras el ajuste del flete, que se elabora a partir del peso en bruto de los tabacos según consta en la certificación realizada por el Ministro Interventor en La Habana y que debe entregar el Maestre. ¿os rletes serán abonados por el Factor de ia Red Compañia en Cádiz, quien los anotará en la Data de sus Libros de Cuentas30. 656 Carmen Morales Garcúz En muchos de los casos, los Maestres van a ceder el pago de estos fletes a vecinos de Cádiz. Esto podría indicar la existencia de deudas de los comerciantes canarios con las Compañías gaditanas que, en materia de Seguros Marítimos o con fines comerciales, se establecen durante el siglo XVIII en la capital gaditana31. Un ejemplo de esto lo encontramos en la cesión que otorga don Pedro Domingo Eduardo, maestre dei navío Santísimo Sacramento, Nuestra Señora de La Candelaria, alias Santiago: He por bien que por mí se entreguen los 820 pesos y 5 Reales de Plata de 16 quartos que importan los fletes de los tabacos que he conducido por remisión de la Real Compañia de m La Habana que está a cargo de Diego Antonio Marrero a la Orden de los señores Butler, Joyers y Cia, comerciantes en Cádiz .»32 O n - m O E En el período comprendido entre los años de 1746 a 1760, la E 2 Real Compañía de La Habana paga como fletes a los Registros E canarios un total de 75.266 Reales de Plata de 16 quartos33. Esta cantidad sólo refleja una pequeña parte del total de los intercambios 3 comerciales entre Canarias y Cádiz, pero corrobora la idea de la - 0 m existencia de un importante comercio entre ambos puntos durante el E siglo XVII134. O 3. Clases de tabaco y gravámenes Hemos creído conveniente unir estos dos apartados ya que n ambos están reglamentados por el mismo documento, el Asiento de O3 tabaco de la Real Compañía de fecha 1 de mayo de 1744. En él hallamos los precios que va a pagar la Administración General según las clases de tabaco y los gravámenes que se aplicarán a su recibe en !es A!mzcenes de !zi Real Hacienda En lo referente a las clases de tabaco importadas, las cargas de navíos estudiadas demuestran que el tabaco enviado por la Compa-ñía es de dos clases: tabaco en polvo de Matanzas (Partido de La Habana) y tabaco en rama de las Vegas de Santiago tal y como lo estipula la Contrata de 174435. según ia ~~~i ~~d~~ dei 24 de ag"sto de 1746 ,-p --i-a ~~ni -~z-i-i -a :ii-a-s , tan sólo se pedía a la Compañía el envío de 1.000 arrobas anuales Abastecimiento de los estancos de tabaco canarios ... 657 de tabaco en polvo, pero a partir de 175 136s e envía además tabaco en rama, aunque este Ultimo en una proporción mucho menor que la clase ~olicitada~~. También, en la Contrata de 1744 aparecen los precios con los que son recibidos en la Administración de la Renta en Canarias. Así, la libra de tabaco en polvo será pagada a 104 maravedíes vellón, y la de tabaco en rama a 117 maravedíes vellón3*. En lo que respecta a los gravámenes, las cargas de tabaco no pagaran ningún impuesto ya que en los propios precios Que se ofrece a entregarles a la Real Hacienda se entienden que van incluido^^^. La cantidad a cobrar por la Compañia sólo tendrá dos deduc-ciones, que se aplican al peso de la carga entregada. La primera es la deducción del peso por la tara, es decir, se rebajan 11 libras por saco de tabaco polvo entregado y 4 libras por tercio si el tabaco es rama. -A- e-s--te- f iuev~pe so, Q p p s l~im pie, q ~ i t - _p!~ a2? /n por ygz& & buen peso o Peso de Cruz40. De esta manera, el Administrador obtendrá el Peso Neto, en función del cual hallará la cantidad que deberá la Administración a la Real Compañía. La cantidad adeudada será pagada deducido el dinero que por parte de la Real Hacienda se le hubiese entregado ya a la Compañía en La Habana a cuenta de los 400.000 pesos del producto del azo-gue de la Nueva España. El resto se le abonaría en Cádiz o Sevilla en los dos meses siguientes.a la entrega del tabaco. Este sistema de pago viene reglamentado por la Contrata de 1744 e incluye tanto el tabaco para las Reales Fábricas de Sevilla como el enviado a los estancos de Canarias4' 4. Organización del tráfico La valiosa mercancía que supone el tabaco en el siglo xW11 ori-gina que su tráfico desde La Habana hasta Santa Cruz de Tenerife, ciudx! d~nde se hi!!rrh2 !a ACtminisUaciSn Genera! de !ES Iv!u Canarias, esté rígidamente reglamentado. La fuerte vigilancia de los Oficiales de la Real Hacienda está dirigida, sobre todo, a observar el peso de la carga, así lo demuestran los sucesivos pesos y repesos que se realizan tanto en La Habana como en Santa Cruz. Muy rígido sera también el control sobre los caudaies que origina este comercio, dato que se verifica en ia Acimi-nistración de Canarias, en la Contaduría General de la renta en Madrid y por el Ministro Interventor, además de ser anotados por la 658 Carmen Morales Garcúz Factoría de Cadiz. De esta forma, en La Habana, Canarias, Cádiz y Madrid hallamos noticias de este comercio de tabaco que, aunque se desarrolla de hecho entre La Habana y Canarias, dejará también sus «rastros» en la Península. La Habana 42 El proceso del tráfico del tabaco nacía en esta ciudad cuando los vegueros vendían sus cosechas a la Compañía. Los precios del tabaco oscilaban entre 18 y 22 reales de plata la arroba de tabaco de Santiago y 12 reales de plata por arroba de tabaco polvo43. m Desde el momento de la compra, el tabaco era almacenado en E la Factoría de la Compañia para, posteriormente, ser reconocido por no el Ministro Interventor de tabacos, cargo de designación real. El - m Interventor debía verificar si el tabaco entregado correspondía a las O E clases que imponía la Contrata establecida por la Corona. Hacía E 2 después certificación de la carga embarcada en Peso en Bruto, del E navío encargado del transporte y de los nombres de su Capitán 3 y M a e ~ t r e ~ ~ . Desde el momento del embarque, era el Maestre el responsable - 0 m de entregarlo a la Administración General de la renta en Canarias. E Los riesgos de mar corrían a cargo de la Compañía, según la Con- o trata de 1744, que también estipulaba que, en caso de ser presa de n los enemigos de la Corona, ésta se haría cargo de dicho riesgo45. aE riesgo45. n - A su llegada a las Islas Canarias, el tabaco sufría nuevos con-troles, tanto en su cantidad como en su resguardo. Una carta de jUarüi hinaC, omandar3te General de las Islas y si la vez, gado de la Renta, nos relata cómo el tabaco, a la llegada del registro, es almacenado bajo tres llaves, que están en posesión del Contador, del Guardalmacén de la Renta y del Juez de Indias4'. Tras la entrada en los almacenes, el Administrador General de la Renta en Canarias junto a un representante del Comandante General, el Contador de la renta y un escribano, efectuaba el repeso de la carga. De esta manera, averiguaba las libras que, o bien falta- Abastecimiento de los estancos de tabaco canarios ... 659 ban o sobraban según la certificación emitida por el Ministro Inter-ventor en La Habana. A partir de este peso, y una vez descontada la tara y el 2% de buen peso, extendía certificación del tabaco entre-gado y de la cantidad que debía pagar la Real Hacienda a la C~mpañía~~. El Administrador General mandaba esta certificación a Madrid y ejecutaba otra a Cádiz donde determinaba el ajuste de fletes que se debían al maestre del navío. Madrid 49 Tras el recibo de las certificaciones de la Administración de Canarias, el Contador General de la Renta de Tabaco, que en este período es don Manuel Rosado, anotaba en los Libros de Cuentas del Asiento de Tabaco con la Real Compañía el tabaco entregado y la cantidad que se le debia. Cádiz 50 El Factor de la Compañía en Cádiz, don Francisco de Iturriga-ray, abonaba los pagos de fletes adeudados por la remisión del tabaco de La Habana a Canarias una vez recibida la certificación del Administrador General de estas Islas. B. ANÁLISIS DEL TRÁFICO COMERCIAL Esta investigación quedaría incompleta si no la acompañára-mos de las relaciones comprobantes del trafico examinado. BAsizmente, este z;~artadose s~blliridee n dos pziies. La pri-mera hace referencia a los tabacos introducidos en Canarias por la Real Compañia, relación que nos sirve para comprobar si esta cum-plió con su obligación. La segunda representa los beneficios obteni-dos por este comercio, para averiguar si realmente fue en detrimento de la actividad comercial de la Compañia o sí, por el contrario, sir-vió para generar beneficios tanto para eiia como para ios comercian-tes cubanos y españoles que lo integraban. Carmen Morales Garcia 1. Relación de los tabacos entregados por la Real Compañia en la Administración General de la Renta de Tabacos de las Islas Canariass1 Año Tabaco Polvo Tabaco Rama Total de tabacos 1746 24.451 Libras O 24.45 1 Libras m D E 1747 24.003 Libras o 24.003 Libras O n - = 1748 12.004 Libras O 12.W4 Llbras O - E E 1749 12.341 L. y 3 Onzas O 12.241 L. y 3 Onzas S E = 1750 17.695 L. y 33 Onzas O 17.695 L. y 3,5 Onzas 1751 18.632 L. y 12 Onzas 1.147 L. 19.779 Libras 1752 33.371 Libras 719 L. y 934.090 L. y 9 Onzas Onz. 1753 ,24.432 Libras 810 L. y 2 onz. 25.242 L. y 2 Onzas 1754 23.984 Libras 806 L. 24.790 Libras 1755 5.187 L. y 4 Onzas O 5.187 L. y 4 Onzas 1756 42.844 Libras 815 L. 43.659 Libras 1757 24.327 Libras 931 L. 25.258 Libras 1758 24.076 Libras 997 L. 25.073 Libras 1759 26.448 Libras O 26.448 Libras 1760 O 907 L. 907 Libras Abastecimiento de los estancos de tabaco canarios ... 661 Total período Tabaco Polvo Tabaco Rama Total tabacos (1 746-1 760) 31 3.795 Libras 7.1 32 Libras 320.927 Libras = 12.551 Arrobas = 285 Arrobas = 12.837 Arrobas y 20 Libras y 47 Libras y 2 Libras MEDIA ANUAL: 855 ARROBAS Analizando las cifras del cuadro anterior observamos que, salvo cinco años, las exportaciones de tabaco a Canarias fluctúan entre 20 y 30.000 libras anuales. El cambio más brusco se produce en los años 1755 y 1756, donde se pasa de 5.187 libras a 43.659, marcando ambas cantidades el mínimo (si exceptuamos 1760, año en que finalizó la Contrata) y el máximo de las exportaciones. Estas fluctuaciones proceden de La Habana, ya que las inci-dencias del tráfico marítimo (corso y contrabando) apenas influyen en el mismo. La Compañía envía 19 Registros con remesas de tabaco a las Islas Canarias y ninguno de ellos va a ser apresado. Así consta en las certificaciones de salida de La Habana y entrega en Santa Cruz de Tenerife. Por otra parte, la diferencia entre el peso bruto cargado en La Habana y el recibido en Canarias apenas sufre variaciones e incluso, en bastantes años se verá incrementado. Todo esto indica que no hubo desapariciones ni descargas de este tabaco en cantidades de importancia. Para una mejor comprensión, presen-tamos una relación de las cantidades embarcadas en La Habana y su peso al recibo en Santa Cruz de Tenerife: Año Peso en La Habana Peso en Canarias Diferencia i 746 í3.4i3 Libras 13.376 Libras (- 46 Libras) 1747 26.41 1 Libras 26. 033 Libras (-378 Libras) 1748 13.175 Libras 13.184 Libras (+ 9 Libras) 1749 13.437 Libras 13.451 Libras (+ 14 Libras) 1750 18.976 Libras 19.158 Libras (+ 182 Libras) 662 Año 1751 1752 1753 1754 1755 1756 1757 1758 1759 1760 TOTAL, 52 Carmen Morales Garcúa Peso en La Habana Peso en Canarias 21.337 Libras 36.861 Libras 27.1 13 Libras - - 47.740 Libras 27.633 Libras 27.628 Libras 29105 1 Libras - 21.301 Libras 36.869 Libras 27.1 1 3 Libras - - 47.770 Libras 27.653 Libras 27.355 Libras 28.924 Libras - Diferencia (- 36 Libras) (+ 8Libras) ( O Libras) - (+ 30 Libras) (+ 20 Libras) (-273 Libras) (-127 Libras) - 302.775 Libras = 302.1 78 Libras = (-597 Libras = = 12.111 Arrobas= 12.087 Arrobas = 23 Arrobas y 3 Libras y 22 Libras De las 302.775 libras (o 12.1 1 1 arrobas) enviadas durante 15 años (1746-1760), se pierden en el trático, bien por mal peso, bien por desaparición, un total de 597 libras (23 arrobas y 22 libras), es decir, un 0,18% del tráfico total. El porcentaje de pérdidas es pues mínimo y de nula influencia en el tráfico marítimo. Porcentual-mente, el año de mayores pérdidas fue el de 1747, cuando desapare-ció un 1,43% de la mercancía. Los datos pues, nos conducen a La Habana y, con esta ciudad, a la gestión de ia Red Compañia. En un primer momento creímos hallar la explicación en la obli-gación que tenía la Compañia de enviar 2 millones de libras anuales de tabaco a las Reales Fábricas de Sevilla. En el período estudiado, 1746-1760, las entradas que se producen en las Fábricas no alcan-zan dicha cantidad, por lo que pudiéramos pensar que las exporta-ciones a Canarias sufren la baja para poder cumplir con las entregas Abastecimiento de los estancos de tabaco canarios ... 663 a Sevillas3. Por el contrario este hecho va a influir claramente en lo que respecta a las clases de tabaco, ya que desde 175 1 la Compañía exportará tabaco en rama para poder cumplir con las 25.000 libras que le imponía la obligación de 1746 y que no alcanzaba con el tabaco en polvo. Por lo demás no parece que exista una estrecha relación entre las remesas mandadas a Sevilla y las recibidas en Canarias, ya que tampoco la cantidad de tabaco exigido para Canarias (25.000 libras), supone una gran influencia en la cantidad exigida para Las Reales Fábricas de Sevilla que asciende a tres millones de libras de tabaco cubano. Es por tanto que las causas provienen de las propias vegas cubanas, es decir, de la fluctuación de la producción del tabaco. Una buena cosecha o, por el contrario, un año malo, influyen en las com-pras de la Compañía y, con ello, en las exportaciones tanto para Sevilla como para Canarias. Junto a esto, el propio mercado canario incide en la necesidad de enviar mayor o menor cantidad de tabaco según se halle abastecido o no. Un ejemplo claro lo observamos en el alza que experimenta la importación en el año de 1756, tras la poca entrada de tabacos del año anterior. El déficit de tabaco en el mercado canario en 1755 ocasiona esta subida en 1756 para satisfa-cer la demanda del tabaco: Año 1755: 5.187 libras y 4 onzas. Año 1756: 43.659 libras. Podemos afirmar que en los quince años que dura esta obliga-ción la Compañía cumple, de manera global, la entrega de 25.000 libras de tabaco anuales, aunque puntualizando que tendrá que recu-rrir al tabaco en rama para poder exportar dicha cantidad. 2. Resultados económicos La Real Orden de 1746 y el consiguiente compromiso de enviar 1.000 arrobas anuales (o 25.000 libras) de tabaco cubano a Cana-rias será una empresa muy fmctífera para la Compañía. En estos 15 años, la Compañía obtendrá un beneficio neto de 423.1 89 reales de vellón y 10 maravedís de la misma moneda sobre los 428.475 reales A, ,,'.a.,1.1.,' ,..,,,, 1 Q ,a,..:,..,..,: ,,, ,,,.., 1:- *,,, ,.,:' E, UG VGIIVLI 1 u I I I ~aI v ~ u l c aII IVCI LIUUJ y aa ~ U I I I ~ I IcIx a U ~ C~IL I U I I .L ~ I I suma un incremento del 8.7% por cada real invertido. 664 Carmen Morales Garcúl ¿A qué se debe esta alta rentabilidad? Sin duda al bajo precio en que era comprado el tabaco en La Habana: una arroba de tabaco polvo costaba 12 reales de plata o 768 maravedíes de vellón, mien-tras que la de rama oscilaba entre los 18 y los 22 reales de la misma moneda. Por el contrario, la Compañía recibía en Canarias el tabaco en polvo a 2.60 maravedíes de vellón la arroba, con lo que resultaba un beneficio bruto de 1.832 maravedíes de vellón, es decir, un 238,5%. De igual forma ocurría con los precios del tabaco en rama. El precio de la libra en Santa Cruz se pagaba a 117 maravedíes de vellón. Tomando como válido el precio de 20 reales de plata para la arroba en La Habana, la Compañia obtenía un beneficio bruto del 128.5%. Al beneficio bruto hay que deducirle los gastos de fletes de los navíos, que eran pagados por el Factor de Cádiz a 6 reales de plata por arroba. Durante los 12 años que hemos podido contabili-zar estas salidas de caudal nos suma un total de 141.504 reales de vellón, es decir un 33% se gasta la Compañía en pagar los fletes de los 428.475 reales de vellón que invierte. El restante 67% servía para pagar los tabacos en La Habana, pero como hemos dicho ante-riormente, este dinero invertido estaba fuertemente recompensado por un 98.7% de beneficios netos. En suma, la Compañia de La Habana obtuvo de esta contrata un fuerte caudaF4. Relación de las entradas y salidas de caudales referentes al tráfico de tabaco con las Islas Canarias Cifras en reales de vellón Salidas Por pago Total Año Entradas Por fletes de tabaco salidas Beneficios Abastecimiento de los estancos de tabaco canarios ... 665 Año 1751 1752 1753 1756 1757 1758 1759 Salidas Por pago Total Entradas Por fletes de tabaco salidas . 60.943..16 9.622 ... 20 19.983 ... 2 29.65..22 104.552 16.636.A 33.724 ... 8 50.360..16 77.424..15 16.975..2 35.230 ... 4 52.205..6 133.859..33 21.549..6 43.595 ... 10 65.144..16 77.617..9 12.468..24 25.524 ... 24 37.993..14 77.079..33 12.480 25.607 ... 18 38.087..18 80.900..14 13.123..26 26.247 ... 18 39.371..10 Beneficios 31.337..28 54.191..18 25.219..9 68.715..17 39.623..29 38.992..15 41.529..4 TOTALES 85 l.664..28 141.504 287.057 ... 18 428.475..28 423.189..10 El comercio entre Cuba y Canarias a través del tabaco queda enmarcado dentro de las grandes líneas del tráfico comercial del siglo XVIII. Las entradas de tabaco a las islas siguen las mismas pau-tas, curvas o fluctuaciones que aparecen en el comercio del tabaco con la Metrópolis6. Por otra parte, este tráfico existirá gracias a la creciente demanda de este producto que coincide precisamente con estos añoss7. Nuestro estudio no pretende aventurarse en las rutas que seguirá el tabaco después de su entrada en las Islas, aunque no parece haber olvidado. En este sentido, el estudio de las remesas de exige, mil arrobas anudes. Más bien nos sugiere su utilización para" propio de ias Sanarias. Lo que sí resaltaremos son las estrechas relaciones comercides entre Cuba y Canarias en el Xviii. El comercio de los Registros canarios no verá solamente en La Habana un puerto de destino para las mercancías de las islas. Hay además una visión de puerto de retorno que la historia del comercio de Canarias con América parece haber olvidado. En este sentido, el estudio de las remesas de tabaco por la' Real Compañía de La Habana es sólo un pequeño 666 Carmen Morales Garciá apunte en el análisis de las importaciones que los canarios van a traer de La Habana. Junto al tabaco, azúcar y cuero llenaran las bodegas de los navíos siguiendo las mismas líneas del comercio colonial que se está desarrollando en Cádiz. Si bien en el caso del tabaco los beneficios de su comercio no repercutirán en los habitan-tes del Archipiélago, sí habría que puntualizar que sus navíos no vol-verán de vacío. D N NOTAS O - 1. El relevante papel que adquiere e1,tabaco cubano dentro de) comercio colo- - m nial ha ido objeto de estudio por: GARCIA-BAQUERO GONZALEZ, Antonio. O E Cádiz y el Atlántico (1 71 7-1 778). Sevilla, 1976; GUERRA Y SANCHEZ, Ramiro. E 2 Manual de Historia de Cuba. La Habana, 1968; RIVERO MUNIZ, José. Tabaco. E Su Historia en Cuba. La Habana. 1965; MARRERO, Levi. Cuba: Economía y - Sociedad. La Habana. 3 2. MORALES PADRÓN, Francisco. El Comercio Canario-Americano - eiglos XVZ, XVZZ y XVZZZ), Sevilla, 1955. Pág. 17 1. - 0 3. Este tema ha sido estudiado por MORALES PADRÓN, F. en Colonos m E canarios en Indias. «Anuario de Estudios Americanos». Escuela de Estudios Hispa- O noamericanos. Sevilla, 195 1. Vol. VIII, págs. 339 a 441 y TORNERO TINA-JERO, Pablo. Znmigrantes canarios en Cuba y cultivo tabacalero. La fundación de - Santiago de las Vegas. (1745-1771). IV Coloquio de Historia Canario-Americana. -E Las Palmas de Gran Canaria, 1980. a 9 4. PERAZA DE AYALA, José.El régimen comercial de Canarias con las - Indias en los siglos XVZ, XVZZy XVZZZ. Sevilla, 1977. Pág. 114. TORRES SAN- -- TANA, Elisa. Relaciones comerciales de Gran Canaria entre 1700 y 1725. «Una aproximación a la burguesía mercantil canaria)). Excma. Mancomunidad de Cabildos O de Las Palmas. Plan Cultural 1981. Pág. 56. 5. MORALES PADRÓN, F. El comercio ... Pág. 240. 6. Sobre las Compañías privilegiadas encontramos información en las obras de RICO LINAGE, R. Reales Compañh de Comercio con América. Sevilla, 1984. GARCIA RUIPEREZ, M. El pensamiento económico ilustrado y la crea-ción de las Cbmpañúzs de Comercio. Revista de Historia Economica, IV, í986. MATILLA QUIZA, María J . k s Compañías Privilegiadas en la España del Anti-guo Régimen, en La Economía española al fmal del Antiguo Régimen. IV, Institucio-nes, Madrid, 1982. 7. Hay numerosas obras que citan la Real Compañia de La Habana. Entre otras hay que señalar: LE RIVEREND BRUSONE, J.La Habana, biogrsfh de una provincia. La Habana, Imp. El siglo xx, 1974. Ver nota 1; PEZUELA, Jacobo de la, Diccionario geogr@co estadhtico histórico de la isla de cuba. Tomo i, Madrid, Abastecimiento de los estancos de tabaco canarios ... 667 1863; VENTURA REJA, J. Abastecimiento y Poblamiento de la Florida por la Real Compañía de Comercio de La Habana, ((Actas del Congreso de Historia de los Estados Unidos)). Madrid, 1978, págs. 1 13-1 29. 8. Primera Contrata de tabacos, 13-VIII-1739. Ultramar 999. ARCHIVO GENERAL DE INDIAS (AGI). En este documento la Compañia se comprometía a enviar tres millones de libras anuales a las Reales Fábricas de Tabaco de Sevilla. 9. Real Cédula de Fundación de la Real Compañia de La Habana. l&XII- 1740. Ultramar 882, Santo Domingo 426 e Indiferente General 901-A. AGI. 10. Segunda Contrata de Tabacos. 1-V-1744. Legajo 650, n.O 3. ARCHIVO DE LA FABRICA DE TABACOS DE SEVILLA. (AFTS). 1 1. Real Orden del 26-VIII-1746 del Marqués de La Ensenada al Ministro Interventor de Tabacos de la Real Compañía de La Habana, don Antonio Bayona. Ultramar 1.002. AGI. 12. PERAZA DE -AYALA, op. cit., pág. 112. Nota 326. 13. YVERO MUNIZ, op. cit., tomo 1, pág. 13 1. 14. PEREZ MALLAINA BUENO, Pablo Emilio, El Consulado de Sevilla y el contrabando canario con América en la segunda mitad del siglo XVII. IV Colo-quio de Historia Canario-Americana, 1980. 15. Ejemplos de la utilización de los registros de Canarias como instrumentos del contrabando los encontramos en la obra de PEREZ MALLAINA, P. E.,op. cit., págs. 626 y 627. Incluso muchos de los navíos utilizados para el tráfico como Regis-tros eran introducidos por extranjeros para fomentar el contrabando, como expone RAMOS, Luis J. Navbs extranjeros habilitados como nacionalespara efectuar el comercio con América a mediados del siglo XVIII. Pág. 23.11 Coloquio de Historia Canario Americana, 1977. 16. GONZALEZ ENCISO, Agustin. Organización y valores de 1a'~entad el tabaco en la primera mitad del Siglo XVIII. 1 Symposium Internacional: Estado y Fiscalidad en el Antiguo Régimen. Murcia, 1988. RODRIGUEZ GORDILLO, José. Una aportación al estudio de la expansión de la Renta del tabaco en el siglo XVIII. (El papel de las atarazanas reales de Sevilla como posible sede de la Real Fábrica. H.0 Inst. Doc., n.O 5. Publicaciones Universidad de Sevilla, 1978.) 17. MELIAN PACHECO, Fátima.Aproximación a la Renta del Tabaco en Canarias. Págs. 109-12$. Santa Cruz de Tenerife, 1986. 18. RIVERO MUNIZ, op. cit., tomo 1, pág. 91-92. 19. MORALES PADRON, F.,op. cit., pág. 295. 20. Carta del Comandante General de las Islas Canarias, don Juan de Urbina del 3 1-V-1747. Indiferente General 3.100-B.A.G.I. 21. Carta citada en nota 20. En este documento se inserta la Real Orden de 1746. 22. Carta del Juez de Indias en Canarias, don Pedro Casabuena del 31-VIII- 1747. Indiferente General 3.100-B.A.G.I. 23. Carta del Administrador General de la Renta del Tabaco en las Islas Cana-rias, don Francisco de Astigarraga al Marquks de la Ensenada, 4-1-1 746. Indiferente General 3.100-B.A.G.I. 24. Contrata de 1744. Leg. 650, n.O 3. Cap. I.A.H.T.S. 25. Keai Séciuia de Fundación de ia Compaiiia 1740. Cap. XXXI. Ultramar 882. A.G.I. 668 Carmen Morales Garcúl 26. Reglamento Especial para las Islas Canarias, 1718. Libros de Registros canarios. Contratación 2.859. A.G.I. 27. Relación realizada a partir de los datos encontrados en los Legajos Contrata-ción 2.859-2.860-2.861 para el período 174-1752. A partir de esta fecha, los datos han sido obtenidos de MORALES PADRON, F. op. cit., pág. 130. 28. Don Diego Antonio Marrero aparece en esos documentos como dueño de la cuarta parte de esta fragata:Se le nombra como vecino de la isla por lo que habría tenido que vivir varios años en las Canarias. El va a ser el único miembro de la Real Compañía que aparezca como participe particular en el comercio con las Islas Canarias. 29. Conocimiento del Capitán y Maestre, don Fernando Rodriguez Molina. La Habana, 18-XI-1749. Ultramar 1.001. AGI. 30. Libros de Cuenta de la Factoría de la Real Compañía de La Habana en Cádiz, 1746-1757. Ultramar 257. AGI. 3 1. Las Funciones de las Compañías comerciales gaditanas han sido estudiadas por el Prof. Garcia-Baquero en su obra: Cádiz y el Atlántico. Op. cit., en nota 1. El autor relaciona estas Compañías con los navíos canarios en materia de Seguros marí-timos. Concretamente en la pág. 409 cita a don Guillermo Butler como miembro de la Sociedad Ley, Van Holen y Hore pero no podemos precisar si se trata de la misma persona que cita el Maestre. 32. Otorgamiento de don Pedro Domingo Eduardo. Santa Cruz de Tenerife, en 9-XII-1758. Ultramar 1.001. AGI. 33. Los fletes pagados por la Compañia se incluyen en el cuadro «Relación de entradas y salidas de caudales referentes al Tráfico comercial)), pág. 18. 34. Así lo apunta Morales Padrón en su obra: El Comercio Canario Ameri-cano, op. cit., pág. 259. 35. Se incluye estas clases en los Cap. 1 y 11 del Contrato de tabacos, 1-V-1744. Doc. Cit. AFTS. 36. Contratación 2.861, 2.862, 2.863 y 2.864. AGI. 37. Las cantidades de tabaco enviadas por la compañía a Canarias anualmente y en su totalidad, se encuentran incluidas en el cuadro «Relación de los tabacos entregados por la Real Compañía de La Habana en la Administración General de la Renta del Tabaco de las Islas Canarias)), pág. 14. 38. Ver nota 35. 39. Cap. VI de la 2.8 Contrata de tabacos del 1-V-1744. Leg. 650. AFTS. 40. Cap. 1V de la 2: Contrata de Tabacos del 1-V-1744. AFTS. 41. Cap. 1 de la 2.8 Contrata de tabacos. AFTS. 42. Certificaciones del Comisario Real de Guerra de los Ejércitos de Su Majes-tad y Ministro Interventor para el reconocimiento, recibo y embarco de los tabacos que la Compañia de La Habana debe comprar y remitir a España. Ultramar 1.001, i.K2 y "Jañio Düniiiigü 22.24. AGI. 43. Manifiesto a favor de la Compañía de La Habana, La Habana, 1747. Ultra-mar 891. AGI. 44. Los Ministros Interventores del período estudiado son los siguientes: - D. Antonio Bayona. (1746-1749). - D. Manuel Garcia Baremo. (1749). - D. Lorenzo Montalvo. ( 1749-1 755). - D. Manuel García Baremo. (1755-1760). Abastecimiento de los estancos de tabaco canarios ... 669 45. Cap. VII. Contrato de tabacos de 1744. APTS. 46. Noticias elaboradas a partir de las certificaciones de entrada de tabacos en la Administración General de la Renta de Tabacos en Canarias. Santa Cruz de Tene-rife. Ultramar 1.000, 1 .O02 e Indiferente General 3.100-B.ACT. 47. Carta de D. Juan de Urbina, Comandante General de Canarias al Marqués de la Ensenada. Santa Cruz de Tenerife, 3 1-V-1747. Indiferente General 3.100- R.AG1. 48. Los administradores Generales de la Renta del Tabaco en Canarias del periodo estudiado son los siguientes: - D. Francisco de Astigarraga. (1746-1752). - D. Santiago Echevarria. (1753-1760). 49. Certificaciones de la Contaduria General de la Renta en Madrid, Ultramar 255, 256, 257, 999 y 1.002.AGI. 50. Certificaciones de pago de fletes de la Factoria de la Cia en Cádiz. Ultramar 256 y 918.AGI. 5 1. Los pesos de las cargas de tabacos expresados corresponden al Peso Neto de los mismos. Hemos elegido esta medida porque es el peso que va a servir para hallar el valor de los tabacos. 52. Estas cargas están expresadas por el Peso Bruto para poder hacer la compa-ración entre los tabacos entregados en La Habana y los traidos a Canarias. La serie no está completa al faltar los datos referentes al Registro del año de 1746 ((Nuestra Sra. de La Soledad, alias el Marte», y los Registros de los años de 1754 y 1755. 53. Las entradas de tabaco a las Reales Fábricas de Sevilla por parte de la Compañia de La Habana están siendo objeto de nuestro estudio al ser un apartado de la investigación que nos encontramos realizando sobre la vida de esta Compañia Pri-vilegiada. Los datos de las exportaciones a estas Fábricas han sido elaborados a par-tir de los legs. 650,651,652,2.782,2.783,2.784,2.785y 2.786 que corresponden a los libros de Cargo y Data General de las Fábricas. AFTS. Las cargas de tabaco entregadas por la Compañia en estas Fábricas durante 1746-1 760, son las siguientes: (Expresadas en Libras y por su Peso Neto). Años Polvo Rama Cannen Morales Garcúa Xdos Polvo Rama -- m 54. Claro ejemplo de los beneficios obtenidos por la Compañía en el cumpiimiento de O E esta obligación se puede observar hallando los beneficios netos por cada clase E de arroba: 2 E Una arroba de tabaco Polvo - Precio en La Habana: 12 Reales Plata o 768 maravedies vellón. 3 - Precio en Canarias: 104 maravedies de vellón por libra = 2.600 maravedies - 0 por arroba. m - Beneficio Bruto: 1.832 maravedies o 238,5%. E - Fletes: 6 reales de plata por arroba o 384 maravedies de vellón. O - Beneficio Neto: 1.448 maravedies de vellón o 188,596. Una arroba de tabaco en Rama E - Precio en La Habana: 20 Reales Plata o 1.280 maravedies vellón. a - Precio en Canarias: 117 maravedies de vellón por libra = 2.925 maravedies n por arroba. n n - Beneficio Bruto: 1.645 maravedies o 128,5%. - Fletes: 6 reales de plata por arroba o 384 maravedies de vellón. 3 O - Beneficio Neto: 1.261 maravedies de vellón o 98,5%. 55. Elaboración propia a partir de los datos extaidos de las Certificaciones de fletes en Santa Cruz de Tenerife, Ultramar 1 .O01 y 1.002. También de las certifica-ciones de salidas de tabaco en bruto de La Habana por el Ministro Interventor, Ultra-iiix 999 y :.%C. Y :as ceitificciciuiies de eiitiadas de tabaco e:: Ysp~5a Wr e! Contador General de la Renta en Madrid, Ultramar 256, 257, 255 y 1.002. Y los pagos de fletes realizados por la Factoría de la Compañia en Cádiz, Ultramar 256 y Y 18 AGI. Esta relación adolece de la falta de datos en los años de 1754 y 1755, al igual que los del registro «N.a S.a de La Soledad)) del año de 1746, por lo que concreta-mente en este año el caudal expresado como entradas y salidas, solamente corres-ponde a un registro. 56. SAXC~A-aAQüEñG, og. cit., T. E, pigs. 221-237. Abastecimiento de los estancos de tabaco canarios ... 67 1 57. RODIÚGUEZ GORDILLO, J.EI consumo del tabaco en Andalucia en la l . a mitad del s. XVZZI. Actas del 11 Coloquio de Historia de Andalucía. Córdoba, 1980, págs. 513.
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Calificación | |
Título y subtítulo | Abastecimiento de los estancos de tabaco canarios por la Real Compañía de La Habana (1746-1760) |
Autor principal | Morales García, Carmen |
Publicación fuente | IX Coloquio de historia canario - americano |
Numeración | Coloquio 09. Tomo 2 |
Tipo de documento | Congreso y conferencia |
Lugar de publicación | Las Palmas de Gran Canaria |
Editorial | Cabildo Insular de Gran Canaria |
Fecha | 1990 |
Páginas | P. 0646-0671 |
Materias | Congresos ; Historia ; Canarias ; América |
Copyright | http://biblioteca.ulpgc.es/avisomdc |
Formato digital | |
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Texto | ABASTECIMIENTO DE LOS ESTANCOS DE TABACO CANARIOS POR LA REAL COMPAÑÍA DE LA HABANA (1 746-1 760) Esta comunicación tiene como objetivo aportar nuevos datos sobre las relaciones comerciales entre Canarias y Cuba a mediados del siglo XVIII a través del estudio de las remesas de tabaco cubano que, a partir de 1746, comienza a enviar la Real Compañía de La Habana a los Estancos de las Islas Canarias. Las premisas que nos llevaron a considerar esta investigación como relevante y significativa para el comercio canario con las Indias fueron las siguientes: Por una parte, la importancia que adquiere el tabaco cubano en esta centuria. Como muchos autores ya han señalado, desde finales del siglo XVII, el tabaco se convierte en el principal motor de la eco-nomía cubana para pasar a ser, en el siglo XVIII, uno de los más importantes productos dentro del marco del comercio colonial1. Una segunda premisa parte de las tradicionales relaciones comerciales existentes, desde los primeros años del siglo XVr, entre Canarias y Cuba2. Estas relaciones se vieron alimentadas por el envío de familias canarias a las vegas cubanas3. Esta comunicación isleña toma especial importancia a mediados del XnII cuando el puerto de La Habana se convierte, junto al de Campeche, en el des-tino habitual de los Registros de navíos canarios4, siendo el tabaco cubano uno de los principales productos en el viaje de retorno a Canarias5. A partir de 1746, la encargada de enviar este tabaco será la Real Compañía de Comercio de La Habana, una Compañía Privile-giada6 nacida seis años antes fmto de la ambición de comerciantes cubanos y españoles7. El 24 de agosto de 1746, el Marqués de la Ensenada, Secreta-rio de Estado del Despacho Universal de Hacienda y Superinten- 648 Carmen Morales García dente General de ella, manda una Real Orden al Ministro Interventor del Asiento.de Tabaco de la Compañía en La Habana, don Antonio Bayona. En ella, especifica que la Compañía, en cuenta del Asiento de Tabacos dado por la Corona en 1744, remita mil arrobas de tabaco polvo a poder de don Francisco de Astigarraga, Adrninis- Interventor del Asiento de tabaco de la Compañia en La Habaha, D. Antonio Bayona. En ella, especifica que la Compañía en cuenta del Asiento de Tabacos dado por la Corona en 1744, remita mil arrobas de tabaco polvo a poder de D. Francisco de Astigarraga, Adminis-trador de la Real Renta de Tabacos de Canarias. Esta obligación parte del propio fundamento de la Compañía. La Real Compañía de La Habana tenia en el tabaco cubano a su principal pilar ya que su fundación está íntimamente relacionada con el Asiento de tabacos concedido a la isla de Cuba en 1739 por Felipe V8, es decir, un año antes de su creación. Este Asiento de tabaco recae en Martín de Arostegui, quien se presenta ante el Monarca como Apoderado General de los Partidos de Cuba. Un año después, el mismo personaje ofrecerá el proyecto de creación de la Real Compañía de La Habana, que será aprobado por Real Cédula de 18 de diciembre de 17409. En su preámbulo, el Rey menciona el Asiento ya otorgado: «Por quanto Don Martín de Arostegui, y Diputado de la Ciudad de San Christóval de La Habana, y demás Pue-blos de la Isla de Cuba, me ha representado, que en consequen-cía de la subrogación que por vía de Tanteo avía Yo concedido a aquellos vecinos del Assiento de tabacos ajustado para la pro-visión de estos Reynos.)) El primer Asiento de tabacos durará hasta 1744, año en que se reemplazado por una segunda Contrata con la Corona Españ~la'~. En el título de la misma se reitera la obligación de la Compañía de aprovisionar a las Reales Fábricas de Sevilla, así como los estancos ciei Reino. Es por esto por io que entendemos que los estancos de ias Islas Canarias se encuentran incluidos bajo este término. Transcurridos tres años del último Asiento, el 24 de agosto de 1746, se envía una Real Orden en la que exige enviar mil arrobas anualmente a las Islas Canarias". Un segundo motivo lo encontramos en los esfuerzos de la Real Hacienda por conseguir un mayor controi fiscal sobre ios Registros Abastecimiento de los estancos de tabaco canarios ... 649 de Retorno de los navíos canarios, y mas concretaniente, en la importación de tabaco cubano:Como ya hemos mencionado ante-riormente, en el siglo xviii, el arribo de este producto a los puertos canarios era práctica habitual12. Ya desde la época de la Intendencia General de Tabacos (1724) en la Isla de Cuba, aparecen noticias de envíos de comer-ciantes cubanos a las Canarias para, posteriormente, llegar a países extranjeros sin el obligado control fiscal13. De esta manera, el papel desempeñado por Canarias, como centro reexportador de productos 'indianos y, con ello, núcleo de contrabando, es una constante en toda la historia de las Islas. Un factor determinante es la situación geográfica del Archipiélago, que.le conduce a un menor control esta-tal y, a la par, a una administración fiscal menos rígida14. El tabaco cubano, por su fuerte demanda en la Europa del siglo XVIII, adquiere principal protagonismo dentro de este comercio ili-cito y los registros de Canarias serán fáciles instrumentos para evitar los controles de la Corona española15. En este contexto, la Corona ensayara diversas reformas dentro de la renta del Tabaco16. Ya en 1707, estanca el tabaco en toda la Península aunque, concretamente en las Islas Canarias, no aparecen menciones documentales hasta los años 17 17-1 71 8 con el primer Intendente General de la renta. Posteriormente, en 1724, la Inten-dencia General va a desaparecer y las Islas Canarias obtendrán la administración propia de la renta1'. En Cuba, el estanco del tabaco se realizara por las mismas fechas (1 1-IV-17 17). También aquí, la Corona pone en práctica varios intentos para fiscalizar el comercio del tabaco, desde la pri-mera factoría de Cuba pasando por los Asentistas particulares (Marqués de Casa Madrid y don José Tallapiedra)ls. En 1740, con el otorgamiento de este Asiento a la Compañía de La Habana, la Corona cree haber encontrado una solución para aca-bar con el contrabando del tabaco cubano. La Orden de 1746 res-ponde a ia necesidad de un mayor controi Íiscai sobre ios retornos de Registros Canarios, habituales agentes del contrabandolg . Las reme-sas serán reconocidas a la salida del puerto de La Habana por el Ministro Interventor de Tabacos de la Real Compañia de La Habana, y vendrán consignadas hasta Canarias en propiedad de Su Majestad. En Canarias, ia Corona también intentará reforzar su vigilancia sobre el comercio del tabaco, no solo con América sino además, con 650 Carmen Morales Garciá la Península. Por Real Orden de 1 de dícíembre de 1744, se man-dará al Comandante General del Archipiélago que dé noticias al Juez de Indias de realizar nuevos registros en materia de tabaco y caudales de los navíos que salgan desde Canarias hacia la Penínsulazo. En 1747, un año después de que la Compañía comience a enviar tabaco, la Orden será nuevamente emitida, recalcándose que se debe evitar cualquier fraude a la Real Hacienda2'. Otra carta de don Pedro Casabuena, Juez de Indias en Canarias, dirigida al Marqués de la Ensenada, nos ofrece más noticias sobre el contrabando de tabaco. El Juez de Indias avisa que en el momento de realizar la visita a los Registros que regresan de América, «se m D encuentra alguna corta porción en las Cajas de la tripulación y pasa- E jeros que traen para su gasto o de otras personas»22. O Estas dos cartas nos muestran, por un lado, los esfuerzos de la --- m Corona para supervisar no sólo la administración de las Rentas del O E tabaco, sino también, su comercio entre Cuba, Canarias y la Penín- E 2 sula. Pese a ello, el contrabando de tabaco existirá a lo largo de todo -E el siglo. Los envíos de tabaco de la Compañía sólo servirán para controlar mejor la carga que de manera oficial salga desde La Habana 3 hacia Santa Cruz de Tenerife, pero no esas otras cargas ilícitas, ver- - - 0 m daderas causantes del mayor contrabando. E Por último, el tercer motivo que creemos influye en el encargo O hecho a la Compañía de enviar el tabaco a Canarias, es la necesidad - de descargar a la Administración de la renta de tabacos en Canarias -E del pago de los tabacos cubanos, ya que las islas, en general, se halla- a 2 ban faltas de caudales. Este hecho estaba motivado tanto por la - necesidad de dinero de la Corona Española para sufragar su con- - frontación bélica con Inglaterra (1746-48, Guerra de la oreja de O3 Jenkins), como por los ataques del corso inglés en aguas canarias y antillanas, que impedían la llegada de caudales a la Administración General de la renta en Santa Cruz de Tenerife. n : A A t : A rl....:n;nt ..n,-ar\r r l n 1" Danto r l a YULI 1.1L UICILJCIU UG n ~ u e j La aE~ a , n u u u l i i a u auui uc la IxGliCa U C ~ Tabaco en Canarias, expresa, en una carta de 1746, su imposibili-dad de pagar las remesas de tabaco entregadas, tanto por don José del Duque como por el Marqués de Casa-Madrid: «Por causa de las remesas de dinero que e hecho a esos Reynos en virtud de órdenes de V. E., no sólo de lo que había existente sino buscándolo prestado, para poderlas hacer de Abastecimiento de los estancos de tabaco canarios ... 65 1 alguna consideración por la urgencia que ocurren, con la obliga-ción de pagarlo del primer caudal que entrase en Caja, a que se añade lo penoso de no poder conducir a esta isla por el temor de los Ingleses que cruzan estos mares.»23 Más adelante, continúa el Administrador relatando que son los mismos corsarios que hace un año habían capturado una balandra procedente de Lanzarote cargada con 800 fanegas de trigo y 2 1 .O00 reales corrientes del producto de aquella administración. Este texto nos indica la falta de caudal existente en esta Admi-nistración. En este sentido, la conducción de tabacos cubanos reali-zada por la Compañía a las Islas suponía un respiro para la tesorería de la administración, ya que, según el Asiento de 1744, el pago de todos los tabacos que la Compañía enviase a los estancos y Fábricas había de hacerse primero por medio del producto del azo-gue de la Nueva España que se entregase en La Habana, segundo (descontada la primera cantidad entregada), por la Real Hacienda en Cádiz y S e ~ i l l a ~ ~ . De esta manera, la Administración de la Renta en Canarias en ningún momento va a entregar caudal por la remisión de estos taba-cos, por lo que la Real Hacienda liberaba de esta carga a la Admi-nistración de Canarias. A. h ORGANIZACI~N DEL TRÁFICO A partir de 1746 y hasta 1760, año en que se le rescinde el Asiento de tabaco, la Real Compañía remitirá numerosas libras de este producto a las Islas de Canarias. Los medios de los que se va a valer y su organización son las siguientes cuestiones que vamos a analizar. El tabaco cubano será remitido en barcos canarios que, o bien han sacado su registro desde Canarias a La Habana o, simplemente, en su viaje de retorno, han tocado este puerto. En ninguno de los casos aparecen navíos propiedad de la Compañía o del Rey que, habituaimente, son ios encargados de trasíadar el tabaco hasta Cádiz y Sevilla. 652 Carmen Morales Garcúz La utilización de los Registros de Canarias está determinada por la Real Cédula de Fundación de la Compañía: en el Capítulo XXX se obliga a todos sus barcos a ir directamente a Cádiz y, a partir de este puerto, los navíos podrían descargar sus mercancías en otros lugares. En el caso del tabaco, sólo se entregaría en los Alma-cenes de la Administración General de la Rentaz5. Con esta medida, resultaba de enorme costo para la Compañía enviar sus cargas de tabaco a Canarias pasando antes por la ciudad gaditana. Mucho más rentable era aprovechar los navíos canarios que, hallándose surtos y anclados en el Puerto de La Habana, iban a retomar directa-mente a las Islas Canarias. Por otra parte, nada le impedía a los maestres de los barcos canarios acoger la carga de la Compañía: « ... prohibido puedan comprar, ni traer de su cuenta, ni de par-ticulares, tabaco en polvo, rama, hoja, ni en otra cualquier forma que sea, y solo han de poder conducir a España o Cana-rias, el que en la Habana se les entregare de mi Real cuenta, pagandose por el flete el precio en que se conviniere con la per-sona que de mi orden tuviera esta cornisi~n~~~~. (Articulo 14 del Reglamento de Comercio de 17 18.) A esto se sumaba que el tabaco que remitía la Compañia era, por su Asiento con la Corona, de propiedad Real por lo que en 1746, las Oficinas Reales de La Habana no ponen ningtín impedi-mento para que los navíos canarios carguen sus bodegas con tabaco cubano. Once fueron los Registros canarios que utilizó la Compañia para cumplir su obligación. Su origen y propiedad, capitanes y maestres aparecen ya señalados por el profesor Morales Padrón. A estos datos hemos sumado los años que van a retornar con carga de tabaco de la Compañía para ofrecer, a continuación, una relación de los mismos27: 1 . Navw Nuestra Señora del Rosario, San Francisco Javier y Las Animas, alias La Venus Propietario: Antonio Miranda y Bernardo Espinosa, vecinos del Puerto de Santa Cruz de Tenerife. Capitán: Antonio Miranda. Maestre: José Antonio Sosa. Lugar de fabricación: La Habana. Abastecimiento de los estancos de tabaco canarios ... 653 Salió de Santa Cruz con registro para el puerto de Campeche el 7 de enero de 1745 y regresó a Santa Cruz desde La Habana el 20 de mayo de 1746. 2. Fragata Nuestra Señora de la Soledad, alias el Marte Propietarios: Juan Bautista y Saviñón, José Isidro Vázquez Osorio y Diego Antonio Ma r r e r ~ v~e~ci,n os de La Laguna. Capitán y Maestre: José Antonio Vázquez Osorio. Lugar de fabricación: La Habana. Regresa con tabaco de la Compañia el 4 de octubre de 1746 después de haber salido para La Habana a principios de ese mismo año. En 1748 realiza un segundo viaje, regresando en 1749 con más tabaco de la Real Compañía. 3. Navw Nuestra Señora de los Remedios, San José y Las Animas, alias el Javier Propietario, Capitán y Maestre: José Antonio Espinosa. Fue comprada en La Habana y en su regreso a Santa Cruz trajo tabaco de la Compañía, llegando el 27 de agosto de 1747. Después de este viaje, es vendido a don Fernando Rodríguez de Molina que cm-biara su apodo por «alias La Perla)). Con él como capitán y maestre retorna a La Habana en 1748 para regresar con carga de la Compa-ñía el 13 de enero de 1750. Lugar de fabricación: La Habana. Sus dos propietarios eran vecinos de Santa Cruz de Tenerife. 4. Navw Santiiima Trinidad, alias el Triunfo. Propietario: Antonio Rodríguez Felipe, vecino de Santa Cruz. Capitán y Maestre: Pedro Rodríguez Muñoz. Sale de Santa Cruz con registro para Campeche el 17 de marzo de 1746 y regresa el 27 de julio de 1747 con carga de tabaco para la Administración General. En 1754 nuevamente retorna de La Habana teniendo como capitán a Antonio González Mesa y como iñaesire a ñaiaei Ramos Pereza. Este segundo viaje había partido de Santa Cruz el 26 de mayo de 1753. 654 Carmen Morales García 5 . Fragata Nuestra Señora del Rosario, San Juan Bautista y Las Animas, alias el Vencedor Propietario, Capitán y Maestre: Fernando Gaspar Calimano, vecino y natural de Gran Canaria. Lugar de Fabricación: Sevilla. Es comprada en La Habana y regresa con carga de tabaco de la Compañía en 1748. Un segundo registro para el mismo puerto en 1749 y viaje de regreso en 1751. 6. Fragata el Sant kimo Sacramento y Nuestra Señora del Carmen, alias La Paloma Isleña Propietario: Felipe Massieu de Vandala, vecino de la isla de La m Palma. Capitan: Santiago Fierro. O n Maestre: Bartolomé Antonio Montaner. - m Lugar de fabricación: La Palma. O E Sale de La Palma hacia La Habana en 1748 y regresa con E 2 carga de tabaco el 18 de febrero de 1749. En 1752 saldrá de registro E para La Habana llevando ocho familias a Santo Domingo. A su 3 regreso en 1753, trae tabaco de la Compañia. - 0 m 7. Fragata Nuestra Señora de las Angustias E y San Antonio de Padua, alias El Canario O Propietario y Capitan: Francisco Loucel, vecino de La Laguna. n Maestre: José Tolosa Grimaldi. E a Solamente una vez será utilizada para enviar tabacos, será a su regreso del registro enviado de Santa Cruz a Campeche en 1750. n n Retorna a Santa Cruz el 25 de abril de 1752. 3 O 8. Fragata el Corazón de Jesús y Nuestra Señora de los Dolores, alias La Dichosa Propietario: Guillermo Sebastián Pujadín. Ccipi;it&n y ?&&re: ?.%"n de !!=S Xeyrs Ierce. Lugar de fabricación: Campeche. Fue el navío más utilizado por la Compañía para enviar sus tabacos a las Islas Canarias. Volverá cargado de tabaco polvo a Santa Cruz en 1755, 1757 y 1760. 9. Fragata Nuestra Señora de ia SoieM, San han Evangeiisiü y San José, alias El Fénix Abastecimiento de los estancos de tabaco canarios ... 655 Propietario y Capitán: José Antonio Vázquez. Maestre: Antonio Felipe Ramos y Marrero. Sale de registro a La Habana el 28 de junio de 1750 y regresa en 1756. Su segundo viaje lo realiza en 1757, regresando con carga de tabaco a Santa Cruz en 1759. En esta ocasión su Capitan y Maestre es Manuel Dapelo Saviñón. 10. Fragata Sagrado Corazón de Jesús y Santa Ana, alias La Natural. Capitan y Maestre: Domingo Jansen. Lugar de fabricación: Santa Cruz de Tenerife, año de 1755. Solamente llevará tabaco de la Compañía en 1757. 1 1. Nav w Santíiimo Sacramento y Nuestra Señora de la Candelaria)), alias el Santiago. Propiedad de varios isleños de Canarias. Capitan: Antonio José Eduardo. Maestre: Pedro Domingo Eduardo. Lugar de fabricación: Campeche. Parte del puerto de Santa Cruz con registro a La Guaira en 1757. A su regreso carga tabaco en La Habana y llega a Santa Cruz de Tenerife en 175 8. 2. Los fletes Siguiendo el Artículo número 14 del Reglamento de Comercio de 171 8, los directivos de la Compañía y los Maestres de los navíos canarios acuerdan en La Habana la cantidad a pagar por la Compa-ñía en materia de fletes por el traslado de tabacos a Canarias. Este acuerdo, en todos los Registros estudiados, es el de 6 Rea-les Plata de 16 Cuartos por Arroba29. A sU llegada a Saiyta. Cm kas ser la a la Administración General de la renta del tabaco, el Administrador Principal da certificación de la cantidad a pagar por la Compañía tras el ajuste del flete, que se elabora a partir del peso en bruto de los tabacos según consta en la certificación realizada por el Ministro Interventor en La Habana y que debe entregar el Maestre. ¿os rletes serán abonados por el Factor de ia Red Compañia en Cádiz, quien los anotará en la Data de sus Libros de Cuentas30. 656 Carmen Morales Garcúz En muchos de los casos, los Maestres van a ceder el pago de estos fletes a vecinos de Cádiz. Esto podría indicar la existencia de deudas de los comerciantes canarios con las Compañías gaditanas que, en materia de Seguros Marítimos o con fines comerciales, se establecen durante el siglo XVIII en la capital gaditana31. Un ejemplo de esto lo encontramos en la cesión que otorga don Pedro Domingo Eduardo, maestre dei navío Santísimo Sacramento, Nuestra Señora de La Candelaria, alias Santiago: He por bien que por mí se entreguen los 820 pesos y 5 Reales de Plata de 16 quartos que importan los fletes de los tabacos que he conducido por remisión de la Real Compañia de m La Habana que está a cargo de Diego Antonio Marrero a la Orden de los señores Butler, Joyers y Cia, comerciantes en Cádiz .»32 O n - m O E En el período comprendido entre los años de 1746 a 1760, la E 2 Real Compañía de La Habana paga como fletes a los Registros E canarios un total de 75.266 Reales de Plata de 16 quartos33. Esta cantidad sólo refleja una pequeña parte del total de los intercambios 3 comerciales entre Canarias y Cádiz, pero corrobora la idea de la - 0 m existencia de un importante comercio entre ambos puntos durante el E siglo XVII134. O 3. Clases de tabaco y gravámenes Hemos creído conveniente unir estos dos apartados ya que n ambos están reglamentados por el mismo documento, el Asiento de O3 tabaco de la Real Compañía de fecha 1 de mayo de 1744. En él hallamos los precios que va a pagar la Administración General según las clases de tabaco y los gravámenes que se aplicarán a su recibe en !es A!mzcenes de !zi Real Hacienda En lo referente a las clases de tabaco importadas, las cargas de navíos estudiadas demuestran que el tabaco enviado por la Compa-ñía es de dos clases: tabaco en polvo de Matanzas (Partido de La Habana) y tabaco en rama de las Vegas de Santiago tal y como lo estipula la Contrata de 174435. según ia ~~~i ~~d~~ dei 24 de ag"sto de 1746 ,-p --i-a ~~ni -~z-i-i -a :ii-a-s , tan sólo se pedía a la Compañía el envío de 1.000 arrobas anuales Abastecimiento de los estancos de tabaco canarios ... 657 de tabaco en polvo, pero a partir de 175 136s e envía además tabaco en rama, aunque este Ultimo en una proporción mucho menor que la clase ~olicitada~~. También, en la Contrata de 1744 aparecen los precios con los que son recibidos en la Administración de la Renta en Canarias. Así, la libra de tabaco en polvo será pagada a 104 maravedíes vellón, y la de tabaco en rama a 117 maravedíes vellón3*. En lo que respecta a los gravámenes, las cargas de tabaco no pagaran ningún impuesto ya que en los propios precios Que se ofrece a entregarles a la Real Hacienda se entienden que van incluido^^^. La cantidad a cobrar por la Compañia sólo tendrá dos deduc-ciones, que se aplican al peso de la carga entregada. La primera es la deducción del peso por la tara, es decir, se rebajan 11 libras por saco de tabaco polvo entregado y 4 libras por tercio si el tabaco es rama. -A- e-s--te- f iuev~pe so, Q p p s l~im pie, q ~ i t - _p!~ a2? /n por ygz& & buen peso o Peso de Cruz40. De esta manera, el Administrador obtendrá el Peso Neto, en función del cual hallará la cantidad que deberá la Administración a la Real Compañía. La cantidad adeudada será pagada deducido el dinero que por parte de la Real Hacienda se le hubiese entregado ya a la Compañía en La Habana a cuenta de los 400.000 pesos del producto del azo-gue de la Nueva España. El resto se le abonaría en Cádiz o Sevilla en los dos meses siguientes.a la entrega del tabaco. Este sistema de pago viene reglamentado por la Contrata de 1744 e incluye tanto el tabaco para las Reales Fábricas de Sevilla como el enviado a los estancos de Canarias4' 4. Organización del tráfico La valiosa mercancía que supone el tabaco en el siglo xW11 ori-gina que su tráfico desde La Habana hasta Santa Cruz de Tenerife, ciudx! d~nde se hi!!rrh2 !a ACtminisUaciSn Genera! de !ES Iv!u Canarias, esté rígidamente reglamentado. La fuerte vigilancia de los Oficiales de la Real Hacienda está dirigida, sobre todo, a observar el peso de la carga, así lo demuestran los sucesivos pesos y repesos que se realizan tanto en La Habana como en Santa Cruz. Muy rígido sera también el control sobre los caudaies que origina este comercio, dato que se verifica en ia Acimi-nistración de Canarias, en la Contaduría General de la renta en Madrid y por el Ministro Interventor, además de ser anotados por la 658 Carmen Morales Garcúz Factoría de Cadiz. De esta forma, en La Habana, Canarias, Cádiz y Madrid hallamos noticias de este comercio de tabaco que, aunque se desarrolla de hecho entre La Habana y Canarias, dejará también sus «rastros» en la Península. La Habana 42 El proceso del tráfico del tabaco nacía en esta ciudad cuando los vegueros vendían sus cosechas a la Compañía. Los precios del tabaco oscilaban entre 18 y 22 reales de plata la arroba de tabaco de Santiago y 12 reales de plata por arroba de tabaco polvo43. m Desde el momento de la compra, el tabaco era almacenado en E la Factoría de la Compañia para, posteriormente, ser reconocido por no el Ministro Interventor de tabacos, cargo de designación real. El - m Interventor debía verificar si el tabaco entregado correspondía a las O E clases que imponía la Contrata establecida por la Corona. Hacía E 2 después certificación de la carga embarcada en Peso en Bruto, del E navío encargado del transporte y de los nombres de su Capitán 3 y M a e ~ t r e ~ ~ . Desde el momento del embarque, era el Maestre el responsable - 0 m de entregarlo a la Administración General de la renta en Canarias. E Los riesgos de mar corrían a cargo de la Compañía, según la Con- o trata de 1744, que también estipulaba que, en caso de ser presa de n los enemigos de la Corona, ésta se haría cargo de dicho riesgo45. aE riesgo45. n - A su llegada a las Islas Canarias, el tabaco sufría nuevos con-troles, tanto en su cantidad como en su resguardo. Una carta de jUarüi hinaC, omandar3te General de las Islas y si la vez, gado de la Renta, nos relata cómo el tabaco, a la llegada del registro, es almacenado bajo tres llaves, que están en posesión del Contador, del Guardalmacén de la Renta y del Juez de Indias4'. Tras la entrada en los almacenes, el Administrador General de la Renta en Canarias junto a un representante del Comandante General, el Contador de la renta y un escribano, efectuaba el repeso de la carga. De esta manera, averiguaba las libras que, o bien falta- Abastecimiento de los estancos de tabaco canarios ... 659 ban o sobraban según la certificación emitida por el Ministro Inter-ventor en La Habana. A partir de este peso, y una vez descontada la tara y el 2% de buen peso, extendía certificación del tabaco entre-gado y de la cantidad que debía pagar la Real Hacienda a la C~mpañía~~. El Administrador General mandaba esta certificación a Madrid y ejecutaba otra a Cádiz donde determinaba el ajuste de fletes que se debían al maestre del navío. Madrid 49 Tras el recibo de las certificaciones de la Administración de Canarias, el Contador General de la Renta de Tabaco, que en este período es don Manuel Rosado, anotaba en los Libros de Cuentas del Asiento de Tabaco con la Real Compañía el tabaco entregado y la cantidad que se le debia. Cádiz 50 El Factor de la Compañía en Cádiz, don Francisco de Iturriga-ray, abonaba los pagos de fletes adeudados por la remisión del tabaco de La Habana a Canarias una vez recibida la certificación del Administrador General de estas Islas. B. ANÁLISIS DEL TRÁFICO COMERCIAL Esta investigación quedaría incompleta si no la acompañára-mos de las relaciones comprobantes del trafico examinado. BAsizmente, este z;~artadose s~blliridee n dos pziies. La pri-mera hace referencia a los tabacos introducidos en Canarias por la Real Compañia, relación que nos sirve para comprobar si esta cum-plió con su obligación. La segunda representa los beneficios obteni-dos por este comercio, para averiguar si realmente fue en detrimento de la actividad comercial de la Compañia o sí, por el contrario, sir-vió para generar beneficios tanto para eiia como para ios comercian-tes cubanos y españoles que lo integraban. Carmen Morales Garcia 1. Relación de los tabacos entregados por la Real Compañia en la Administración General de la Renta de Tabacos de las Islas Canariass1 Año Tabaco Polvo Tabaco Rama Total de tabacos 1746 24.451 Libras O 24.45 1 Libras m D E 1747 24.003 Libras o 24.003 Libras O n - = 1748 12.004 Libras O 12.W4 Llbras O - E E 1749 12.341 L. y 3 Onzas O 12.241 L. y 3 Onzas S E = 1750 17.695 L. y 33 Onzas O 17.695 L. y 3,5 Onzas 1751 18.632 L. y 12 Onzas 1.147 L. 19.779 Libras 1752 33.371 Libras 719 L. y 934.090 L. y 9 Onzas Onz. 1753 ,24.432 Libras 810 L. y 2 onz. 25.242 L. y 2 Onzas 1754 23.984 Libras 806 L. 24.790 Libras 1755 5.187 L. y 4 Onzas O 5.187 L. y 4 Onzas 1756 42.844 Libras 815 L. 43.659 Libras 1757 24.327 Libras 931 L. 25.258 Libras 1758 24.076 Libras 997 L. 25.073 Libras 1759 26.448 Libras O 26.448 Libras 1760 O 907 L. 907 Libras Abastecimiento de los estancos de tabaco canarios ... 661 Total período Tabaco Polvo Tabaco Rama Total tabacos (1 746-1 760) 31 3.795 Libras 7.1 32 Libras 320.927 Libras = 12.551 Arrobas = 285 Arrobas = 12.837 Arrobas y 20 Libras y 47 Libras y 2 Libras MEDIA ANUAL: 855 ARROBAS Analizando las cifras del cuadro anterior observamos que, salvo cinco años, las exportaciones de tabaco a Canarias fluctúan entre 20 y 30.000 libras anuales. El cambio más brusco se produce en los años 1755 y 1756, donde se pasa de 5.187 libras a 43.659, marcando ambas cantidades el mínimo (si exceptuamos 1760, año en que finalizó la Contrata) y el máximo de las exportaciones. Estas fluctuaciones proceden de La Habana, ya que las inci-dencias del tráfico marítimo (corso y contrabando) apenas influyen en el mismo. La Compañía envía 19 Registros con remesas de tabaco a las Islas Canarias y ninguno de ellos va a ser apresado. Así consta en las certificaciones de salida de La Habana y entrega en Santa Cruz de Tenerife. Por otra parte, la diferencia entre el peso bruto cargado en La Habana y el recibido en Canarias apenas sufre variaciones e incluso, en bastantes años se verá incrementado. Todo esto indica que no hubo desapariciones ni descargas de este tabaco en cantidades de importancia. Para una mejor comprensión, presen-tamos una relación de las cantidades embarcadas en La Habana y su peso al recibo en Santa Cruz de Tenerife: Año Peso en La Habana Peso en Canarias Diferencia i 746 í3.4i3 Libras 13.376 Libras (- 46 Libras) 1747 26.41 1 Libras 26. 033 Libras (-378 Libras) 1748 13.175 Libras 13.184 Libras (+ 9 Libras) 1749 13.437 Libras 13.451 Libras (+ 14 Libras) 1750 18.976 Libras 19.158 Libras (+ 182 Libras) 662 Año 1751 1752 1753 1754 1755 1756 1757 1758 1759 1760 TOTAL, 52 Carmen Morales Garcúa Peso en La Habana Peso en Canarias 21.337 Libras 36.861 Libras 27.1 13 Libras - - 47.740 Libras 27.633 Libras 27.628 Libras 29105 1 Libras - 21.301 Libras 36.869 Libras 27.1 1 3 Libras - - 47.770 Libras 27.653 Libras 27.355 Libras 28.924 Libras - Diferencia (- 36 Libras) (+ 8Libras) ( O Libras) - (+ 30 Libras) (+ 20 Libras) (-273 Libras) (-127 Libras) - 302.775 Libras = 302.1 78 Libras = (-597 Libras = = 12.111 Arrobas= 12.087 Arrobas = 23 Arrobas y 3 Libras y 22 Libras De las 302.775 libras (o 12.1 1 1 arrobas) enviadas durante 15 años (1746-1760), se pierden en el trático, bien por mal peso, bien por desaparición, un total de 597 libras (23 arrobas y 22 libras), es decir, un 0,18% del tráfico total. El porcentaje de pérdidas es pues mínimo y de nula influencia en el tráfico marítimo. Porcentual-mente, el año de mayores pérdidas fue el de 1747, cuando desapare-ció un 1,43% de la mercancía. Los datos pues, nos conducen a La Habana y, con esta ciudad, a la gestión de ia Red Compañia. En un primer momento creímos hallar la explicación en la obli-gación que tenía la Compañia de enviar 2 millones de libras anuales de tabaco a las Reales Fábricas de Sevilla. En el período estudiado, 1746-1760, las entradas que se producen en las Fábricas no alcan-zan dicha cantidad, por lo que pudiéramos pensar que las exporta-ciones a Canarias sufren la baja para poder cumplir con las entregas Abastecimiento de los estancos de tabaco canarios ... 663 a Sevillas3. Por el contrario este hecho va a influir claramente en lo que respecta a las clases de tabaco, ya que desde 175 1 la Compañía exportará tabaco en rama para poder cumplir con las 25.000 libras que le imponía la obligación de 1746 y que no alcanzaba con el tabaco en polvo. Por lo demás no parece que exista una estrecha relación entre las remesas mandadas a Sevilla y las recibidas en Canarias, ya que tampoco la cantidad de tabaco exigido para Canarias (25.000 libras), supone una gran influencia en la cantidad exigida para Las Reales Fábricas de Sevilla que asciende a tres millones de libras de tabaco cubano. Es por tanto que las causas provienen de las propias vegas cubanas, es decir, de la fluctuación de la producción del tabaco. Una buena cosecha o, por el contrario, un año malo, influyen en las com-pras de la Compañía y, con ello, en las exportaciones tanto para Sevilla como para Canarias. Junto a esto, el propio mercado canario incide en la necesidad de enviar mayor o menor cantidad de tabaco según se halle abastecido o no. Un ejemplo claro lo observamos en el alza que experimenta la importación en el año de 1756, tras la poca entrada de tabacos del año anterior. El déficit de tabaco en el mercado canario en 1755 ocasiona esta subida en 1756 para satisfa-cer la demanda del tabaco: Año 1755: 5.187 libras y 4 onzas. Año 1756: 43.659 libras. Podemos afirmar que en los quince años que dura esta obliga-ción la Compañía cumple, de manera global, la entrega de 25.000 libras de tabaco anuales, aunque puntualizando que tendrá que recu-rrir al tabaco en rama para poder exportar dicha cantidad. 2. Resultados económicos La Real Orden de 1746 y el consiguiente compromiso de enviar 1.000 arrobas anuales (o 25.000 libras) de tabaco cubano a Cana-rias será una empresa muy fmctífera para la Compañía. En estos 15 años, la Compañía obtendrá un beneficio neto de 423.1 89 reales de vellón y 10 maravedís de la misma moneda sobre los 428.475 reales A, ,,'.a.,1.1.,' ,..,,,, 1 Q ,a,..:,..,..,: ,,, ,,,.., 1:- *,,, ,.,:' E, UG VGIIVLI 1 u I I I ~aI v ~ u l c aII IVCI LIUUJ y aa ~ U I I I ~ I IcIx a U ~ C~IL I U I I .L ~ I I suma un incremento del 8.7% por cada real invertido. 664 Carmen Morales Garcúl ¿A qué se debe esta alta rentabilidad? Sin duda al bajo precio en que era comprado el tabaco en La Habana: una arroba de tabaco polvo costaba 12 reales de plata o 768 maravedíes de vellón, mien-tras que la de rama oscilaba entre los 18 y los 22 reales de la misma moneda. Por el contrario, la Compañía recibía en Canarias el tabaco en polvo a 2.60 maravedíes de vellón la arroba, con lo que resultaba un beneficio bruto de 1.832 maravedíes de vellón, es decir, un 238,5%. De igual forma ocurría con los precios del tabaco en rama. El precio de la libra en Santa Cruz se pagaba a 117 maravedíes de vellón. Tomando como válido el precio de 20 reales de plata para la arroba en La Habana, la Compañia obtenía un beneficio bruto del 128.5%. Al beneficio bruto hay que deducirle los gastos de fletes de los navíos, que eran pagados por el Factor de Cádiz a 6 reales de plata por arroba. Durante los 12 años que hemos podido contabili-zar estas salidas de caudal nos suma un total de 141.504 reales de vellón, es decir un 33% se gasta la Compañía en pagar los fletes de los 428.475 reales de vellón que invierte. El restante 67% servía para pagar los tabacos en La Habana, pero como hemos dicho ante-riormente, este dinero invertido estaba fuertemente recompensado por un 98.7% de beneficios netos. En suma, la Compañia de La Habana obtuvo de esta contrata un fuerte caudaF4. Relación de las entradas y salidas de caudales referentes al tráfico de tabaco con las Islas Canarias Cifras en reales de vellón Salidas Por pago Total Año Entradas Por fletes de tabaco salidas Beneficios Abastecimiento de los estancos de tabaco canarios ... 665 Año 1751 1752 1753 1756 1757 1758 1759 Salidas Por pago Total Entradas Por fletes de tabaco salidas . 60.943..16 9.622 ... 20 19.983 ... 2 29.65..22 104.552 16.636.A 33.724 ... 8 50.360..16 77.424..15 16.975..2 35.230 ... 4 52.205..6 133.859..33 21.549..6 43.595 ... 10 65.144..16 77.617..9 12.468..24 25.524 ... 24 37.993..14 77.079..33 12.480 25.607 ... 18 38.087..18 80.900..14 13.123..26 26.247 ... 18 39.371..10 Beneficios 31.337..28 54.191..18 25.219..9 68.715..17 39.623..29 38.992..15 41.529..4 TOTALES 85 l.664..28 141.504 287.057 ... 18 428.475..28 423.189..10 El comercio entre Cuba y Canarias a través del tabaco queda enmarcado dentro de las grandes líneas del tráfico comercial del siglo XVIII. Las entradas de tabaco a las islas siguen las mismas pau-tas, curvas o fluctuaciones que aparecen en el comercio del tabaco con la Metrópolis6. Por otra parte, este tráfico existirá gracias a la creciente demanda de este producto que coincide precisamente con estos añoss7. Nuestro estudio no pretende aventurarse en las rutas que seguirá el tabaco después de su entrada en las Islas, aunque no parece haber olvidado. En este sentido, el estudio de las remesas de exige, mil arrobas anudes. Más bien nos sugiere su utilización para" propio de ias Sanarias. Lo que sí resaltaremos son las estrechas relaciones comercides entre Cuba y Canarias en el Xviii. El comercio de los Registros canarios no verá solamente en La Habana un puerto de destino para las mercancías de las islas. Hay además una visión de puerto de retorno que la historia del comercio de Canarias con América parece haber olvidado. En este sentido, el estudio de las remesas de tabaco por la' Real Compañía de La Habana es sólo un pequeño 666 Carmen Morales Garciá apunte en el análisis de las importaciones que los canarios van a traer de La Habana. Junto al tabaco, azúcar y cuero llenaran las bodegas de los navíos siguiendo las mismas líneas del comercio colonial que se está desarrollando en Cádiz. Si bien en el caso del tabaco los beneficios de su comercio no repercutirán en los habitan-tes del Archipiélago, sí habría que puntualizar que sus navíos no vol-verán de vacío. D N NOTAS O - 1. El relevante papel que adquiere e1,tabaco cubano dentro de) comercio colo- - m nial ha ido objeto de estudio por: GARCIA-BAQUERO GONZALEZ, Antonio. O E Cádiz y el Atlántico (1 71 7-1 778). Sevilla, 1976; GUERRA Y SANCHEZ, Ramiro. E 2 Manual de Historia de Cuba. La Habana, 1968; RIVERO MUNIZ, José. Tabaco. E Su Historia en Cuba. La Habana. 1965; MARRERO, Levi. Cuba: Economía y - Sociedad. La Habana. 3 2. MORALES PADRÓN, Francisco. El Comercio Canario-Americano - eiglos XVZ, XVZZ y XVZZZ), Sevilla, 1955. Pág. 17 1. - 0 3. Este tema ha sido estudiado por MORALES PADRÓN, F. en Colonos m E canarios en Indias. «Anuario de Estudios Americanos». Escuela de Estudios Hispa- O noamericanos. Sevilla, 195 1. Vol. VIII, págs. 339 a 441 y TORNERO TINA-JERO, Pablo. Znmigrantes canarios en Cuba y cultivo tabacalero. La fundación de - Santiago de las Vegas. (1745-1771). IV Coloquio de Historia Canario-Americana. -E Las Palmas de Gran Canaria, 1980. a 9 4. PERAZA DE AYALA, José.El régimen comercial de Canarias con las - Indias en los siglos XVZ, XVZZy XVZZZ. Sevilla, 1977. Pág. 114. TORRES SAN- -- TANA, Elisa. Relaciones comerciales de Gran Canaria entre 1700 y 1725. «Una aproximación a la burguesía mercantil canaria)). Excma. Mancomunidad de Cabildos O de Las Palmas. Plan Cultural 1981. Pág. 56. 5. MORALES PADRÓN, F. El comercio ... Pág. 240. 6. Sobre las Compañías privilegiadas encontramos información en las obras de RICO LINAGE, R. Reales Compañh de Comercio con América. Sevilla, 1984. GARCIA RUIPEREZ, M. El pensamiento económico ilustrado y la crea-ción de las Cbmpañúzs de Comercio. Revista de Historia Economica, IV, í986. MATILLA QUIZA, María J . k s Compañías Privilegiadas en la España del Anti-guo Régimen, en La Economía española al fmal del Antiguo Régimen. IV, Institucio-nes, Madrid, 1982. 7. Hay numerosas obras que citan la Real Compañia de La Habana. Entre otras hay que señalar: LE RIVEREND BRUSONE, J.La Habana, biogrsfh de una provincia. La Habana, Imp. El siglo xx, 1974. Ver nota 1; PEZUELA, Jacobo de la, Diccionario geogr@co estadhtico histórico de la isla de cuba. Tomo i, Madrid, Abastecimiento de los estancos de tabaco canarios ... 667 1863; VENTURA REJA, J. Abastecimiento y Poblamiento de la Florida por la Real Compañía de Comercio de La Habana, ((Actas del Congreso de Historia de los Estados Unidos)). Madrid, 1978, págs. 1 13-1 29. 8. Primera Contrata de tabacos, 13-VIII-1739. Ultramar 999. ARCHIVO GENERAL DE INDIAS (AGI). En este documento la Compañia se comprometía a enviar tres millones de libras anuales a las Reales Fábricas de Tabaco de Sevilla. 9. Real Cédula de Fundación de la Real Compañia de La Habana. l&XII- 1740. Ultramar 882, Santo Domingo 426 e Indiferente General 901-A. AGI. 10. Segunda Contrata de Tabacos. 1-V-1744. Legajo 650, n.O 3. ARCHIVO DE LA FABRICA DE TABACOS DE SEVILLA. (AFTS). 1 1. Real Orden del 26-VIII-1746 del Marqués de La Ensenada al Ministro Interventor de Tabacos de la Real Compañía de La Habana, don Antonio Bayona. Ultramar 1.002. AGI. 12. PERAZA DE -AYALA, op. cit., pág. 112. Nota 326. 13. YVERO MUNIZ, op. cit., tomo 1, pág. 13 1. 14. PEREZ MALLAINA BUENO, Pablo Emilio, El Consulado de Sevilla y el contrabando canario con América en la segunda mitad del siglo XVII. IV Colo-quio de Historia Canario-Americana, 1980. 15. Ejemplos de la utilización de los registros de Canarias como instrumentos del contrabando los encontramos en la obra de PEREZ MALLAINA, P. E.,op. cit., págs. 626 y 627. Incluso muchos de los navíos utilizados para el tráfico como Regis-tros eran introducidos por extranjeros para fomentar el contrabando, como expone RAMOS, Luis J. Navbs extranjeros habilitados como nacionalespara efectuar el comercio con América a mediados del siglo XVIII. Pág. 23.11 Coloquio de Historia Canario Americana, 1977. 16. GONZALEZ ENCISO, Agustin. Organización y valores de 1a'~entad el tabaco en la primera mitad del Siglo XVIII. 1 Symposium Internacional: Estado y Fiscalidad en el Antiguo Régimen. Murcia, 1988. RODRIGUEZ GORDILLO, José. Una aportación al estudio de la expansión de la Renta del tabaco en el siglo XVIII. (El papel de las atarazanas reales de Sevilla como posible sede de la Real Fábrica. H.0 Inst. Doc., n.O 5. Publicaciones Universidad de Sevilla, 1978.) 17. MELIAN PACHECO, Fátima.Aproximación a la Renta del Tabaco en Canarias. Págs. 109-12$. Santa Cruz de Tenerife, 1986. 18. RIVERO MUNIZ, op. cit., tomo 1, pág. 91-92. 19. MORALES PADRON, F.,op. cit., pág. 295. 20. Carta del Comandante General de las Islas Canarias, don Juan de Urbina del 3 1-V-1747. Indiferente General 3.100-B.A.G.I. 21. Carta citada en nota 20. En este documento se inserta la Real Orden de 1746. 22. Carta del Juez de Indias en Canarias, don Pedro Casabuena del 31-VIII- 1747. Indiferente General 3.100-B.A.G.I. 23. Carta del Administrador General de la Renta del Tabaco en las Islas Cana-rias, don Francisco de Astigarraga al Marquks de la Ensenada, 4-1-1 746. Indiferente General 3.100-B.A.G.I. 24. Contrata de 1744. Leg. 650, n.O 3. Cap. I.A.H.T.S. 25. Keai Séciuia de Fundación de ia Compaiiia 1740. Cap. XXXI. Ultramar 882. A.G.I. 668 Carmen Morales Garcúl 26. Reglamento Especial para las Islas Canarias, 1718. Libros de Registros canarios. Contratación 2.859. A.G.I. 27. Relación realizada a partir de los datos encontrados en los Legajos Contrata-ción 2.859-2.860-2.861 para el período 174-1752. A partir de esta fecha, los datos han sido obtenidos de MORALES PADRON, F. op. cit., pág. 130. 28. Don Diego Antonio Marrero aparece en esos documentos como dueño de la cuarta parte de esta fragata:Se le nombra como vecino de la isla por lo que habría tenido que vivir varios años en las Canarias. El va a ser el único miembro de la Real Compañía que aparezca como participe particular en el comercio con las Islas Canarias. 29. Conocimiento del Capitán y Maestre, don Fernando Rodriguez Molina. La Habana, 18-XI-1749. Ultramar 1.001. AGI. 30. Libros de Cuenta de la Factoría de la Real Compañía de La Habana en Cádiz, 1746-1757. Ultramar 257. AGI. 3 1. Las Funciones de las Compañías comerciales gaditanas han sido estudiadas por el Prof. Garcia-Baquero en su obra: Cádiz y el Atlántico. Op. cit., en nota 1. El autor relaciona estas Compañías con los navíos canarios en materia de Seguros marí-timos. Concretamente en la pág. 409 cita a don Guillermo Butler como miembro de la Sociedad Ley, Van Holen y Hore pero no podemos precisar si se trata de la misma persona que cita el Maestre. 32. Otorgamiento de don Pedro Domingo Eduardo. Santa Cruz de Tenerife, en 9-XII-1758. Ultramar 1.001. AGI. 33. Los fletes pagados por la Compañia se incluyen en el cuadro «Relación de entradas y salidas de caudales referentes al Tráfico comercial)), pág. 18. 34. Así lo apunta Morales Padrón en su obra: El Comercio Canario Ameri-cano, op. cit., pág. 259. 35. Se incluye estas clases en los Cap. 1 y 11 del Contrato de tabacos, 1-V-1744. Doc. Cit. AFTS. 36. Contratación 2.861, 2.862, 2.863 y 2.864. AGI. 37. Las cantidades de tabaco enviadas por la compañía a Canarias anualmente y en su totalidad, se encuentran incluidas en el cuadro «Relación de los tabacos entregados por la Real Compañía de La Habana en la Administración General de la Renta del Tabaco de las Islas Canarias)), pág. 14. 38. Ver nota 35. 39. Cap. VI de la 2.8 Contrata de tabacos del 1-V-1744. Leg. 650. AFTS. 40. Cap. 1V de la 2: Contrata de Tabacos del 1-V-1744. AFTS. 41. Cap. 1 de la 2.8 Contrata de tabacos. AFTS. 42. Certificaciones del Comisario Real de Guerra de los Ejércitos de Su Majes-tad y Ministro Interventor para el reconocimiento, recibo y embarco de los tabacos que la Compañia de La Habana debe comprar y remitir a España. Ultramar 1.001, i.K2 y "Jañio Düniiiigü 22.24. AGI. 43. Manifiesto a favor de la Compañía de La Habana, La Habana, 1747. Ultra-mar 891. AGI. 44. Los Ministros Interventores del período estudiado son los siguientes: - D. Antonio Bayona. (1746-1749). - D. Manuel Garcia Baremo. (1749). - D. Lorenzo Montalvo. ( 1749-1 755). - D. Manuel García Baremo. (1755-1760). Abastecimiento de los estancos de tabaco canarios ... 669 45. Cap. VII. Contrato de tabacos de 1744. APTS. 46. Noticias elaboradas a partir de las certificaciones de entrada de tabacos en la Administración General de la Renta de Tabacos en Canarias. Santa Cruz de Tene-rife. Ultramar 1.000, 1 .O02 e Indiferente General 3.100-B.ACT. 47. Carta de D. Juan de Urbina, Comandante General de Canarias al Marqués de la Ensenada. Santa Cruz de Tenerife, 3 1-V-1747. Indiferente General 3.100- R.AG1. 48. Los administradores Generales de la Renta del Tabaco en Canarias del periodo estudiado son los siguientes: - D. Francisco de Astigarraga. (1746-1752). - D. Santiago Echevarria. (1753-1760). 49. Certificaciones de la Contaduria General de la Renta en Madrid, Ultramar 255, 256, 257, 999 y 1.002.AGI. 50. Certificaciones de pago de fletes de la Factoria de la Cia en Cádiz. Ultramar 256 y 918.AGI. 5 1. Los pesos de las cargas de tabacos expresados corresponden al Peso Neto de los mismos. Hemos elegido esta medida porque es el peso que va a servir para hallar el valor de los tabacos. 52. Estas cargas están expresadas por el Peso Bruto para poder hacer la compa-ración entre los tabacos entregados en La Habana y los traidos a Canarias. La serie no está completa al faltar los datos referentes al Registro del año de 1746 ((Nuestra Sra. de La Soledad, alias el Marte», y los Registros de los años de 1754 y 1755. 53. Las entradas de tabaco a las Reales Fábricas de Sevilla por parte de la Compañia de La Habana están siendo objeto de nuestro estudio al ser un apartado de la investigación que nos encontramos realizando sobre la vida de esta Compañia Pri-vilegiada. Los datos de las exportaciones a estas Fábricas han sido elaborados a par-tir de los legs. 650,651,652,2.782,2.783,2.784,2.785y 2.786 que corresponden a los libros de Cargo y Data General de las Fábricas. AFTS. Las cargas de tabaco entregadas por la Compañia en estas Fábricas durante 1746-1 760, son las siguientes: (Expresadas en Libras y por su Peso Neto). Años Polvo Rama Cannen Morales Garcúa Xdos Polvo Rama -- m 54. Claro ejemplo de los beneficios obtenidos por la Compañía en el cumpiimiento de O E esta obligación se puede observar hallando los beneficios netos por cada clase E de arroba: 2 E Una arroba de tabaco Polvo - Precio en La Habana: 12 Reales Plata o 768 maravedies vellón. 3 - Precio en Canarias: 104 maravedies de vellón por libra = 2.600 maravedies - 0 por arroba. m - Beneficio Bruto: 1.832 maravedies o 238,5%. E - Fletes: 6 reales de plata por arroba o 384 maravedies de vellón. O - Beneficio Neto: 1.448 maravedies de vellón o 188,596. Una arroba de tabaco en Rama E - Precio en La Habana: 20 Reales Plata o 1.280 maravedies vellón. a - Precio en Canarias: 117 maravedies de vellón por libra = 2.925 maravedies n por arroba. n n - Beneficio Bruto: 1.645 maravedies o 128,5%. - Fletes: 6 reales de plata por arroba o 384 maravedies de vellón. 3 O - Beneficio Neto: 1.261 maravedies de vellón o 98,5%. 55. Elaboración propia a partir de los datos extaidos de las Certificaciones de fletes en Santa Cruz de Tenerife, Ultramar 1 .O01 y 1.002. También de las certifica-ciones de salidas de tabaco en bruto de La Habana por el Ministro Interventor, Ultra-iiix 999 y :.%C. Y :as ceitificciciuiies de eiitiadas de tabaco e:: Ysp~5a Wr e! Contador General de la Renta en Madrid, Ultramar 256, 257, 255 y 1.002. Y los pagos de fletes realizados por la Factoría de la Compañia en Cádiz, Ultramar 256 y Y 18 AGI. Esta relación adolece de la falta de datos en los años de 1754 y 1755, al igual que los del registro «N.a S.a de La Soledad)) del año de 1746, por lo que concreta-mente en este año el caudal expresado como entradas y salidas, solamente corres-ponde a un registro. 56. SAXC~A-aAQüEñG, og. cit., T. E, pigs. 221-237. Abastecimiento de los estancos de tabaco canarios ... 67 1 57. RODIÚGUEZ GORDILLO, J.EI consumo del tabaco en Andalucia en la l . a mitad del s. XVZZI. Actas del 11 Coloquio de Historia de Andalucía. Córdoba, 1980, págs. 513. |
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