ELECCIONES LOCALES Y SOCIEDAD EN TENERIFE:
EL ETEMPLO DE SAN JUAN DE LA RAMBLA (1770-1823)
1.- INTRODUCCION
Los estudios sobre las elecciones y la actividad política en Canarias .
durante la etapa del Antiguo Régimen, comienzan actualmente a tener
a!gúr? ecc en !E hirtnringrafh ca~aria'; no obstante creemns necesario
todavía una mayor profundización en los aspectos socio-profesionales y
económicos de los protagonistas de la actividad política, especialmente
importantes a partir de las reformas de la administración local en la
época de Carlos 111, para comprobar realmente los cambios que se
operan en el ámbito de la administración local, los grupos sociales que
agiutinan ios empieos pubiicos y en aefinitiva conocer ias Íransforma-ciones
socio-políticas que se experimentan en los distintos lugares de
las islas. Igualmente, todos estos aspectos anteriormente mencionados
convendrían ser analizados en las etapas liberales, para valorar del
mismo modo, que supuso el nuevo marco político y administrativo en el
ámbito local.
Ciertamente, una de las principales dificultades con las que se tro-pieza
el investigador canario, es la desaparición prácticamente total de
las actas y la documentación relativa a los actos electorales que se
celebran en las etapas de tránsito del Antiguo Régimen; en esta comu-nicación
pretendemos hacer un estudio a pequeña escala de los cambios
poiíucos y sociaies que se experime.ni.dn eñ peyiiefia iüealidad 788 Adolfo Arbelo García y Jesús Manuel Rolo Rodríguez
acercamos en gran medida a la realidad de la administración local en
esta época de tránsito del Antiguo al Nuevo Régimen, por lo menos por
lo que respecta a las localidades rurales, poco significativas social y
económicamente.
2.- EL PROCESO ELECTORAL Y SUS CARACTERISTICAS
El reinado de Carlos 111, supuso desde el punto de vista de la Adrni-nistración
local al menos en teoría importantes cambios, a raíz de la
creación de los Diputados y Personeros del Común, que de alguna
manera iban dirigidas a sanear el anquilosamiento que reflejaban los ,, -
municipios, a causa particularmente de la labor de monopolio y control E
que de la actividad municipal realizan las oligarquías locales, formadas O
en su mayoría por los Regidores perpetuos. El primer cambio a destacar ---
en esta reforma es el nuevo sistema de elección de los nuevos oficios m
O
E
públicos; en efecto, la elección afectará a todo el pueblo al contar con iE
voto activo los vecinos seculares y contribuyentes, quedando excluidos -E
-ln--s clCri~nsv, frailes. E-l c-.a..r..á. ct.e-r -d. e- c- o.n. t.r-ib-u.-y~.en tei parece no limitar la
participación de vecindario, pues la mayoría del vecindario lo era de 3
una u otra forma; no obstante parece que el término vecino era el que
- -
0
m
resultaba más ambiguo, si bien tal carácter vendría dado por el hecho E
de poseer domicilio fijo en una determinada población. Por otro lado, O
por lo que respecta al sistema electoral empleado, era el de segundo -
grado o graduai, es aecir, ia eiección se iieva a cabo en dos fases. En ia -E
primera fase, los vecinos organizados por pagos o parroquias, eligen en a
2 concejo abierto, presidido por la Justicia del Lugar, 24 comisarios- -
electores si existe una sola parroquia ó 12 por cada parroquia si existe -
más de una. En una segunda fase, los compromisarios electos debían O3
elegir las personas que habían de desempeñar los cargos de Diputados
y Síndicos, presidiendo la elección el Corregidor o Alcalde Mayor en
los cargos del Cabildo o el Alcalde y Síndico salientes en las elecciones
de los pueblos. Inicialmente, estos empleos tenían una duración anual,
aunque posteriormente la renovación de la mitad de los cargos de dipu-tados
se hacía cada dos años. Nobles y plebeyos, podían optar a dichos
cai;80s, sieiiiPre Y riu esavieran &cta&js por de las
Elecciones locales y sociedad en Tenerife: ... 789
ejercido oficios de la república durante los dos años anteriores a la
elección.
2.1. Las elecciones locales en San Juan de la Rambla (1 770-1808)
La dinámica electoral que aparece en San Juan de La Rambla, a raíz
de la implantación de las reformas de Carlos III, se caracteriza por el
predominio a lo largo de este extenso período, de un núcleo restringido
de individuos que se eternizan, no sólo en los empleos públicos propia-mente
dichos, sino también monopolizan año tras año los cargos de
comisarios-electores, fundamentales para elegir y controlar directamen-te
los oficios públicos de la localidad, como tendremos la ocasión de
ver a lo largo de este estudio. En efecto, un grupo reducido de indivi-duos
se eternizan en los cargos de comisarios electores a lo largo de
este período, son los casos del Capitán D. Antonio Oramas, Teniente D.
Juan José Machado, D. Sebastián González Quevedo, D. Agustín Alonso
del Castillo, el Capitán D. Mateo Delgado Oramas y Saa, D. Manuel
Vicente Alonso del Castillo, D. Baltazar Díaz de Mesa etc., la mayoría
de éstes pe-mecen pr&ticamnte en f m ~ 2i s intvmqidu e :: sus
funciones de Comisarios-electores, casi veinte años. Este fenómeno nos
pone de manifiesto, la formación y consolidación de un grupo
oligárquico que monopoliza toda la actividad pública. (Véase Cuadro
n." 1) en este largo período, pero esta élite local no sólo fiscaliza la
primera etapa de la elección (Comisarios-electores), sino que también
acaparan los empleos públicos de la localidad de forma cotinua; así
detectamos como D. Manuel Vicente Alonso del Castillo, ocupa distin-tos
oficios públicos en diez ocasiones distintas, la misma circunstancia
concurre en otros personajes del Lugar, como D. Joseph Bautista
Perdomo, Capitán D. José Hemhdez Bautista, D. Antonio Rodríguez
del Castillo etc. (Véase Cuadros n." 1, 2, 3).
El dominio de la actividad política, por parte de esta oligarquía es
ciertamente rotundo, y un rasgo significativo de nuestra afirmación lo
pone de manifiesto, los porcentajes de votos que reciben cada uno de
los empleos públicos, de los comisarios electores, la mayoría de las
790 Adolfo Arbelo García y Jesús Manuel Rolo Rodríguez
nopolización que la élite social de San Juan de la Rambla ejerce sobre
la política local, es los escasos conflictos electorales a lo largo de este
período, tan frecuentes en otras localidades del archipiélago2. En efec-to,
las únicas controversias que aparecen reflejadas en las actas
electorales de esta localidad, son mayormente de tipo formal, relaciona-das
en su mayoría con la exoneración de algún empleo público. Para
tener un conocimiento más exacto de la actividad política cotidiana,
creemos necesario analizar todos los altercados que de alguna manera
inquietan la normalidad electoral, que por otra parte suele ser la tónica
general. Así, D. Sebastián González Quevedo, uno,de los individuos
que con mayor frecuencia ocupan los empleos públicos de San Juan de
La Rambla. (Véase Cuadros n." 1, 2, 3) y que indudablemente forma
parte del grupo oligárquico que aglutina los empleos públicos de esta
localidad, pide al Alcalde Mayor de La Orotava, que le exonere del
cargo de fiel de fechos que había recaído en su persona en el año de
1793, argumentando para ello:
"Que haviendose hecho las elecciones de oficios publicos,
en aquel Lugar para el año venidero, se procedio con notable
hierro a relejir de fiel de fechos a aquel que lo es ev la actuali-dad.
Pero teniendo presente posteriormente un oficio que paso
al Alcalde, en que le prevenia la prohivición que había de tales
reeleciones, se zelebró nuevamente Junta, el veinte y ocho del
corriente, y sin haserse cargo la mayor parte de los vocales de
las circunstancias y qualidades de que deve estar adornado el
que exerse ei oficio ciei fiei de fechos; que por io reguiar iieba
toda la carga sobre sí, particularmente en unos pueblos donde
se carese de instrucción, se inclinaron catorse votos; por lo que
salí electo por la mayor pluralidad, lo que se me ha hecho
saber, y en virtud de lo qual me beo en la presicion de represen-tar
a vmd; que soi un hombre de setenta y dos aiios, que ademas
de este me allo continuamente enfermo y medisinandome en la
actualidad, que caresco de vista y no se escnvir, si solo firmar
malamente (...). siendo por otra parte constante en aquel
vesindario, el amor y gusto con que he servido tres años aquella
Alcaldía, la Personena y Diputación en diversos tiempos (...), el
repugnar en el día el encargo que se me ha hecho de Fiel de
Elecciones locales y sociedad en Tenerife: ... 79 1
de esta localidad, como es la ocupación de empleo de fiel de fechos de
forma contínua y año tras año por los mismos individuos, sin dejar el
hueco de dos años que exigía la legislación para otros oficios públicos,
ejemplos de ello son los casos de D. José Bautista Perdomo, que des-empeñó
dicho oficio en los años de 1782-83 y 1794-95, de D. Antonio
Glez. de La Loma en los años de 1791-92, D. Antonio Rodríguez del
Castillo, en 1806-7-8. (Véase Cuadros n." 1, 2, 3). A pesar de la repeti-ción
de estas circunstancias, durante esta etapa no se produce ningún
tipo de nulidad electoral, interpretamos que existiría cierta tolerancia de
las autoridades locales, en tomo a este empleo, pues como manifestaba
Gónzalez Quevedo, los individuos que sabían leer y escribir eran bas-tante
escasos en la localidad4.
Otra petición de exoneración, pero con motivos diferentes al que
hemos analizado anteriormente, lo platea otro de los individuos de la
élite social del Lugar, con una de las carreras militares más sobresalien-tes
de esta localidad, nos referimos en concreto a D. José de Castro y
Torres, Capitán de Milicias Provinciales y condecorado con la Cruz de
la Real y Militar Orden de San Hermenegildo5. Este ilustre personaje,
elegido como Diputado del Común en el año de 1790, se niega a acep-tar
dicho cargo, argumentanao que está sujeto ai fuero rniiitar y que por
lo tanto le está imposibilitado a desempeñar dicho cargo. El alcalde de
San Juan de la Rambla, recurre al Corregidor de La Laguna, señalando éste:
"Que lo decretado en Real Provisión del Supremo Concejo
de Castilla de veinte y cinco de Junio de 1788, reducido a
aquellos militares de estas islas, que fueron elegidos para di-chos
oficios, no han de gozar del fuero en lo concerniente al
uso de ellos, no dirime la duda que si el citado fuero les aprove-cha
o no a los militares, para excusarse a la admisión de los
empleo^."^
El Corregidor lagunero, decretó que el militar mencionado debía
ocupar su empleo público sin más dilación, esta circunstancia no hacía
sino repetir uno de los principales problemas de incompatibilidad de
empleos que se suscitó en el archipiélago, una vez que se pretendieron
llevar a la práctica las reformas de Carlos ID, y que fueron subsanadas
792 Adoqo Arbelo Garch y Jesús Manuel Rolo Rodríguez
Estos dos casos que hemos estudiado minuciosamente, son las
únicas alteraciones dignas de mencionar de entre las que aparecen
reflejadas en las actas electorales del municipio, que como citamos
anteriormente se caracteriza a diferencia de otras localidades por la
prácticamente inexistencia de conflictos de tipo político entre la élite
local que monopoliza los empleos públicos, lo cual ciertamente es
un rasgo distintivo con respecto a otras localidades de igual catego-ría
socio-económica. Sin embargo, la conflictividad del Lugar se
dirige hacia otros temas que afectan a toda la comunidad y que no
hacen sino poner de relieve uno de los rasgos distintivos de la admi-nistración
local del archipiélago, nos referimos a las rivalidades de ,,
toda índole entre los municipios limítrofes. En efecto, en las actas D
electorales de San Juan de La Rambla, se refleja este fenómeno con E
respecto a la cercana localidad de la Fuente de La Guancha. De ahí O
n -
que en el año de 1808, el Sindico-Personero D. Miguel Delgado, =m
O
como defensor de los intereses públicos de su localidad, muestra su E
E
rotunda oposición a "los autos que sigue el Venerable Cura del Lu- 2
E
gar de La Guancha, sobre la incorporación del Pago de San Josef a =
su fe!igrrsf2"8. Y! sffi&~e-?e~sofie~ye e ! reste de 12 &itr secja! 3
San Juan de la Rambla, eran conscientes que la actitud del párroco - - 0
de la Guancha a largo plazo significaría la pérdida de este Pago, el m
E
cual pasaría a formar parte de la localidad limítrofe; los vecinos O
recurren ante varios procuradores para que les defienda, de lo que
ellos consideran como "usurpación de su jurisdicción". El enfren- n
-E
tamiento entre éstas dos localidades, parece tener su orígen en la a
restructuración eclesiástica que llevó a cabo el Obispo Tavira, en 12 2
n
de Diciembre de 1795, que "desagregó de la Parroquia de la 0
Guancha, la Ermita y Pago de Santa Catalina y la agregó a la Iglesia O3 de San Juan de La Rambla, con condiciones de agregar a la de este
Pueblo, la Ermita y pago de San José, como más inmediatas, para
que fuese mejor administrado el pasto espiritual, y si bien cumplie-ron
los del Pago de esta jurisdicción, no lo verificaron los del Pago
de aquella, sobre lo que los curas de ambas parroquias tienen litigio
pers~nal"~.
El texto anterior que data del año de 1841, es fiel reflejo de la larga
Elecciones locales y sociedad en Tenerife: ... 793
2.2. Las elecciones locales durante la etapa liberal:
del municipio del antiguo régimen al municipio constitucional
(1 808- 1823)
Esta etapa a escala nacional se caracteriza por la ocupación de la
Península por los ejércitos napoleónicos y el surgimiento de una guerra
de independencia, éstos acontecimientos desembocarán en una serie de
transformaciones socio-políticas que dejarán una profunda huella en
todo el país. Por lo que respecta al archipiélago canario estos primeros
años del siglo XIX, se caracterizan por el predominio de la incertidum-bre
y del rumor, dada la lejanía que vivía el archipiélago con respecto a
los escenarios bélicoslO.
Por lo que se refiere, a la actividad municipal de San Juan de la
Rambla durante esta etapa, hay una continuidad del modelo de la adrni-nistración
local del Antiguo Régimen, se repiten los mismos individuos
en los empleos municipales de la localidad, así por ejemplo aparece
como Alcalde el Capitán D. Antonio de Armas Perdomo en el año de
1808, en 1809 el Alcalde de la localidad es el Capitán D. José
Hemández Bautista, en 1810 la máxima autoridad municipal es el Capi-tán
D. José Castro y Torres etc; todos ellos en su gran mayoría habían
desempeñado oÍicios públicos en ia anterior centuria y también nabían
formado parte del grupo de Comisarios-electores. (Véase Cuadros n." 1,
2, 3, 4.) Al igual que en el siglo xvm, los porcentajes de votos que
reciben la mayor parte de los cargos municipales de San Juan de La
Rambla, en estas primeras décadas del siglo XIX, continúan siendo ele-vados,
lo que pone de manifiesto la cohesión que presenta la élite local,
que año tras año monopoliza los empleos municipales; otro signo que
revela la existencia de una oligarquía perfectamente consolidada, lo
pone de relieve la inexistencia de conflictos electorales y de peticiones
de nulidad electoral, en estos primeros años del siglo xrx, por lo que
podemos señalar que la característica más sobresaliente de la vida mu-nicipal
en la primera década del siglo XIX, es la escasez de cambios y la
continuidad de la misma élite social en los empleos públicos.
794 Adolfo Arbelo García y Jesús Manuel Rolo Rodríguez
las bases del municipio contemporáneo. En efecto, especial significado
tendrá el Decreto de 6 de Agosto de 18 11 para los municipios españo-les,
lo que dará lugar a un proceso de unificación de todos los municipios
que se llevará a cabo a partir de. 1812, reflejándose en la nueva concep-ción
de la administración local la ideología propia del primer liberalismo
español, tendente a la centralización y la homogeneidad. La figura del
Alcalde se ve mermada, al perder muchas de las facultades que ostenta-ba
en el Antiguo Régimen, fundamentalmente en lo referente a sus
competencias judiciales, en este caso el Alcalde aparece como un mero
conciliador ante cualquier tipo de pleito. Por otro lado, el número de
municipios se multiplica de forma extraordinaria, pues este primer libe-ralismo,
como señala Concepción de Castro, concibe el ayuntamiento m
D
como un medio de participación del ciudadano en el gobierno y tam- E
bién son concebidas las entidades locales, como una forma de O
penetración de las nuevas ideas y una manera de atraerse a la población n-- m
hacia la nueva ideología liberal; así mismo se desarrolla de forma ex- O
E
traordinaria el pequeño municipio rural, pues desde -la óptica liberal SE
éste se adapta mejor a la realidad del paíslL. El modelo municipal -E
gaditano trajo consigo algunos cambios en el sistema de elección de los
empleos públicos, así como en las funciones que desempeñarán cada 3
uno de los nuevos oficios públicos, ya hemos señalado como la figura
- -
0
m
del Alcalde ve reducidas sus facultades, constituyéndose en un conci- E
liador entre las partes pleiteantes, convirtiéndose la conciliación en un O
requisito previo indispensable para la iniciación de cualquier pleito, n
tratando de frenar una de las características más peculiares de la socie- -E
dad del Antiguo Régimen, como es la excesiva inclinación a pleitar. a
2 Las funciones de juez, características del Alcalde del municipio del n
Antiguo Régimen quedan por lo tanto reducidas, aunque puede resolver n
todas las demandas civiles hasta 500 reales, las criminales sobre inju- O3
rias y faltas leves, y atiende las primeras diligencias judiciales hasta su
remisión al juez del partido12.
Por lo que respecta al nuevo sistema electoral, del modelo gaditano
establece algunas restricciones en lo que se refiere al voto activo y
pasivo de los vecinos. En efecto, del voto activo quedan excluidos los
simientes domésticos y los deudores de los fondos públicos; por otro
Elecciones locales y sociedad en Tenerife: ... 795
res, nunca elegibles. Por otro el Jefe político y presidente de la Audien-cia
nacional, el el encargado en primera instancia de atender los asuntos
relativos a la organización municipal local.
En San Juan de la Rambla, durante esta primera etapa del liberalis-mo,
comienzan a llevarse a la práctica las disposiciones que las Cortes
de Cádiz aprobaron sobre materia electoral. Las primeras elecciones
que se acomodaron al nuevo sistema electoral se celebraron en el año
de 18 12, siendo elegidos como primeros comisarios-electores, el Capi-tán
D. Manuel Alonso del Castillo, el Capitán D. José Castro y Torres,
el Capitán D. José Hernández Bautista, el Cadete D. Pablo Oramas
Quevedo, y los Presbíteros D. Antonio de Caa y Meneses; D. Vicente
Bautista Perdomo; y D. Bartolomé Oramas de Saa. Individuos ya pre-sentes
en la vida política local y que en su mayor parte formaban parte
del grupo oligárquico que monopolizaba la vida política del municipio
desde el Antiguo Régimen, conformaban además algunos de ellos los
empleos militares de más relieve dentro de la localidad. A la élite
militar y social del lugar, se unen ahora todo el clero secular de la
localidad, lo que presuponía una garantía de continuidad de la élite
social en el monopolio de la actividad política, pues los encargados de
nombrar los oficios públicos eran los integrantes del grupo social, que
se había perpetuado en el dominio político de la localidad. La posibili-dad
que participe el clero secular como elector, era una estrategia del
primer liberalismo para contar con el favor o por lo menos la pasividad
del clero, con tanta influencia en las comunidades rurales, su importan-cia
queda bien patente en la localidad que estamos analizando, donde
su nombramiento como electores será perpetuo a lo largo de la primera
etapa liberal. (Véase Cuadro n." 3 y 4.) Una nueva y fundamental
figura, aparece con la nueva concepción del municipio, se trata del
secretario municipal, elegido por la corporación municipal como em-pleado
suyo y retribuido de los fondos municipales, aunque no tiene
voto en el consistorio, por su larga continuidad en la vida municipal, la
experiencia que llega a adquirir y las funciones que desempeña, es una
pieza fundamental en el Ayuntamiento del modelo gaditano. En el caso
de San Juan de La Rambla, el empleo estará monopolizado durante la
primera etapa liberal por D. José Díaz Bethencourt, el cual ya ha parti-cipado
7 96 Adolfo Arbelo García y Jesús Manuel Rolo Rodríguez
de la localidad. (Véase Cuadro n." 3.) Es más, muchos empleos los
ostenta un mismo individuo año tras año, transgrediendo la legalidad
vigente que exige que los cargos de Alcalde se renueven anualmente,
es el caso del Capitán D. Antonio de Armas Perdomo, que ocupó la
alcaldía durante la primera etapa constitucional desde 18 12 hasta 1 8 1 4.
Sin que existiera la más mínima petición de nulidad, ello pone de mani-fiesto
el dominio de la oligarquía y el temor que a este grupo
encaramado perpetuamente en el poder, se le tiene entre sus conveci-nos.
De ahí que al igual que en el Antiguo Régimen la conflictividad
social sea inexistente.
m
2.2.2. San Juan de la Rambla durante el trienio liberal (1820-23) E
Tras el paréntesis absolutista iniciado en el año de 1814, donde de - m
nuevo se recurre al modelo municipal del Antiguo Régimen, y se exige O
E
por Real Decreto de Fernando VII, que ocupen los empleos públicos E
2
aquellos individuos que los ostentaban en el año de 1888, proceso que E
se llevó a cabo en San Juan de La Rambla; de nuevo entra en vigor el 3
modelo municipal gaditano, pero si en la primera etapa liberal, el régi-men
municipal no pasó de ser un ensayo, durante el Trienio Liberal, los -
0
m
ayuntamientos pasaron a un primer plano de la política munipal13. No E
obstante en el caso de San Juan de la Rambla, la continuidad en todos O
los aspectos es la tónica general, inexistencia de conflictividad electoral n
y perpetuación en los empleos públicos de la mayoría de los individuos aE que los ostentaban en años anteriores. (Véase cuadro n." 3 y 4), cree-mos
por lo tanto necesario para comprender el fenómeno del continuismo n
n
socio-político, analizar las características socio-políticas de los protagonis-tas
de la vida política, labor que acometeremos a continuación. 3
O
3.- CARACTERISTICAS SOCIO-POLITICAS
DE LOS EMPLEOS PUBLICOS
DE SAN JUAN DE LA RAMBLA (1770-1823)
Elecciones locales y sociedad en Tenerife: ...
dad tinerfeña, está constituída en líneas generales por un grupo de
labradores acomodados, que conforman una auténtica burguesía rural
que aprovecha las reformas carolinas para perpetuarse en los empleos
públicos de su localidad, son individuos que habían construido un im-portante
patrimonio personal fundamentalmente a raíz de sus actividades
comerciales con el continente americano. Un ejemplo ilustrativo, del
indiano enriquecido, lo constiuye sin duda el Capitán D. Manuel Alonso
del Castillo el cual poseía un importante patrimonio, en gran parte
formado a raíz de una participación muy activa en el comercio canario-americano,
así señala en su testamento:
"Mi propia solisitud y agencia, me produxeron quanto apa-rece
de rayces, cuadal, muebles y demas, que se adquirio en el
matrimonio, deben darse todo a los riesgos que sufri en mi
embarque y a mi trabajo."I4
Este individuo, que participó activamente en la vida política de su
pueblo desde la etapa del Antiguo Régimen, es el prototipo de esta
burguesía agraria que se afianza en la vida política local ajustándose
también al modelo del indiano enriquecido y triunfante que a imitación
de la oligarquía tradicional, realiza en su pueblo importantes donaciones
de tipo religioso, como manifiesta en su citado testamento:
''Declaro fabrique la capilla de la santa Imagen de La Concepci6n,
con su retablo frontal dorado y vidriera en el nicho, un quarto de
Sacristán y enlosado, cuyo costo ha sido de más de 300 pesos."'5
También D. Manuel Alonso del Castillo fundó una escuela de pri-meras
letras, en cuyas cláusulas de fundación queda bien patente la
realidad socio-cultural de este municipio rural:
"Guiado de mi verdadera piedad y amor al Rey Nuestro
Señor y a la patria, he deliverado fomentar dicha instrucción,
estando cierto de que sino se verifica llegará el caso, de no
encontrarse en dicho Lugar, una persona que pueda ser Alcalde,
Diputado, Personero, fiel de fechos por no saber leer y escribir,
y lo que es más no estar instruido en Doctrina cristiana, al paso
798 Adolfa Arbelo Garciú y Jesús Manuel Rolo Rodngitez
de vino y en la venta de productos alimenticios. Otro rasgo definitorio
de este grupo social en la profunda endogarnia tanto familiar como
económica que se ve también reflejada en el ámbito político. En efecto,
así observamos a modo de ejemplo el enlace entre el Capitán D. José
Hernández Bautista, Síndico-Personero en 1789 y 1821, Alcalde en
1799, 1802 y 1805, 1809 y 18 15, casado con Da Andrea Oramas, hija
de D. Antonio de Oramas y Saa, el cual fue Diputado del Común en el
año de 178 1, Alcalde en 1784 y fiel de fechos en 1787 y 1790, por otro
su cuñado el párroco de San Juan de La Rambla, D. Bartolomé Oramas
y Saa, formó parte de la Junta electoral de las épocas constitucionales
bajo las cuales fue elegido Alcalde del municipio en el año de 182 1, D.
José Hemández Bautista. Por otra parte, la hermana de D." Andrea, ,, -
estaba casada con el Capitán D. Manuel Alonso del Castillo, del que ya E
hemos hablado anteriormente, esta familia una de las más poderosas de O
la localidad es un caso evidente del proceso endogámico de esta oligar- n-=
quía rural, ostentadora de los empleos públicos. m
O
E Es por tanto el análisis socio-económico, de los protagonistas de los E
2
empleos públicos lo que nos pueden explicar en gran medida, la conti- =E nuidad que existe en el mapa político insular, por lo menos en los
yn-p-,.n.-i"i'p"ñ n c "m'i..i.n"i'~r i'rn.iVnUc r'"n'"r'"a"l ,~ c t a m h i b n ~I IDAD cn Shtomz 12 3 CU".V"L. YU"V"
impasibilidad con que la gran mayoría del campesinado veía los cam- - - 0
bios que se operaban en la administración local. Por lo tanto, la creación m
E
de numerosos municipios por el primer liberalismo, que ya eran una O
realidad desde la segunda mitad del siglo XVIIIs,i bien significó el fin de
los omnipotentes cabildos insulares, no hizo sino confirmar una reali- n
-E
dad que ya estaba presente en muchas comunidades rurales y es la a
perpetuación en el poder de un grupo de labradores acomodados que 2
n
también habían participado activamente en el comercio canario-ameri- o
cano, en las épocas de mayor pujanza y que se habían erigido en la 3
clase política de las pequeñas comunidades rurales. O
Elecciones locales y sociedad en Tenerife: ...
1. Noreña Salto, Teresa y Núñez Pestano, Juan Ramón. Reformismo y Reacción
en la Administración local. Los conflictos entre el personero Carlos Soler Carreño y
la oligarquía concejil de Tenerife (1786-1790).
Suárez Grimón, Vicente y Arbelo García, Adolfo. "La Administración Local y las
Reformas de Carlos III". En la Historia General de Canarias, dirigida por D. Francis-co
Morales padrón. Las Palmas, 1992.
2. Arbelo García, Adolfo. La Burguesía agraria del VaIle de La Orotava (1750-
1823). La Orotava. 1986.
3. A.M.S.J.R. Libro de Actas electorales, año de 1793.
4. Alloza Moreno, Miguel Angel y Rodríguez Mesa, Manuel. San Juan de La
Rambla. Santa Cruz de Tenerife, 1986.
5. Hernández Morán, José. Reales Despachos de Oficiales de Milicias en Cana-rias.
Madrid, 1982.
6. Ibídem, doc. cit.
7. Suárez Grirnón, Vicente y Arbelo García, Adolfo. Ibídem.
8. A.M.S.J.R. lbídem.
9. A.M.L.O. "Sobre el plan de División Municipal y Parroquia1 de La Guancha".
Año de 1841.
10. Noticias sobre los primeros años del siglo XIX y sobre las etapas liberales,
aparecen reflejadas en la siguiente bibliografía: Alvarez Rixo, José Agustín. Cuadro
Histórico de las islas Canarias de 1808 a 1812. Las Palmas de Gran Canaria, 1955.
De León, Francisco María. Historia de las Islas Canarias (1776-1868). Santa Cmz
de Tenerife, 1966.
Hernández González, Manuel y Arbelo García, Adolfo. Revolución Liberal y Con-flictos
Sociales en el Valle de La Orotava (1808-1823). Puerto de la Cruz, 1984.
11. Castro, Concepción. La Revolución Liberal y los municipios españoles. Ma-drid,
1979.
12. Ibídem, op. cit.
CUADRO 1
Comisarios electores y empleos públicols de San Juan de la Rambla (1 771 -1 799)
CUADRO 1
Comisarios electores y empleos públicos de S,an Juan de la Rambla (1771-1 799) (Cont.)
CUADIRO 1
Comisarios electores y empleos públicos de San Juan de la Rambla (1 771-1 799) (Cont.)
Elecciones locales y sociedad en Tenerife: ...
CUADRO 1 (Cont.)
Nora: Elaboracidn propia.
A: Alcalde.
D: Diputado del com~ín.
S.P.: Sfndico - Personero.
F.F.: Fiel de Fechos.
Empleos públicos y porcentaje de voto (1771-1800)
CUADRO 2
Empleos públicos y porcentaje de voto (1 771-1800) (Cont.)
Nora: Elaboración propia.
A.:Aicdde.
D.: Diputado del comdn.
S.P.: Síndico Personero.
F.F.: Fiel dc Fcchos.
D.A.: Diputado de la Alhóndiga
AdoIfo Arbelo Garcúl y Jesús Manuel Rolo Rodríguez
CUADRO 3
Empleos públicos de San Juan de la Rambla (1808-1823)
De Armas Perdomo, A.
D. Anionio. Capitán
Oramas Quevedo,
D. Pablo. Cadete 1
Lazo de la Vega,
D. Agustín
Rodriguet del Castillo,
D. Antonio
Alonsa del Castillo,
D. Manuel. Capitán
Díaz Bethencourt,
Machado Timudo,
D. Nicolás
Castro y Torres,
D. losé. Capitán I
IYann. D. Agustin 1
Garcla de Barrios,
D. Francisco 1
PCrez Alvarez,
Joaquín 1
Hernández de la Cruz,
ID. Pablo
Hernández Bautista,
Díaz de Mesa,
D. Miyel
Bautisia Perdomo,
Elecciones locales y sociedad en Tenerife: ... 81 1
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--
F.F.
4.A. A.A.
'=
Adolfo Arbelo García y Jesús Manuel Rolo RodGuez
CUADRO 3
Empleos públicos de San Juan de la Rambla (1808-1823) (Cont.)
Nora: Elsboracidn propil.
D. Aniaoia
Luis Ravelo, Iod
A.: Alcaide.
D.: Diputado.
S.P.: Slndiw Personcro.
F.F.: Fiel de Fechos.
S.: Secrewio.
R.: Regidor.
A.A.
Elecciones locales y sociedad en Tenerve: ...
CUADRO 4
Comisarios electores (1808-1823)
Adolfo Arbelo Garch y Jesús Manuel Rolo Rodríguez
CUADRO 4
Comisarios electores (1808-1823) (Cont.)
Amas Perdono,
Díaz Bethhcood,
D. Jost. Subtne.
Navarra, JasC
Subtoied. 1
Delgado Oramas,
D. Antonio
Yanes. D. Antonio
Oramas Quevedo,
D. Pablo. Cadete H G a n l a Tacoronte,
D. Pedro
Llanos, D. Miguel
Dominguez, D. Antonio H-Dfaz
Oramas,
D. Pedro 1
I Guerra, D. Antonio
Tente. ¡
Hdz. Abreu,
Luis Avila. D. Antonio
Elecciones locales y sociedad en Tenerife: ... 815