CANARIAS Y VENEZUELA:
TENDENCIAS ACTUALES DE MIGRACION TRANSATLANTíCA
Y RETORNO
"El emigrante nunca termina de rodar."
"El emigrante siempre esta pensando en su tierra."
Un informante
La migración de retorno es el menos comprendido e investigado de
todos los fenómenos relativos al proceso de migración internacional.
Los estudios sobre el tema en su mayoría enfocan el movimiento de
gentes de un país a otro, la salida y la llegada, y analizan las consecuen-cias
del proceso en las áreas remitentes y receptoras. Pero, la migración
de retorno, el permanente movimiento de vuelta a la patria, constituye
faceta integral del proceso de migración, que debe ser tratado adecuada-mente.
En los últimos años los investigadores europeos han comenzado
a concentrarse en los aspectos de retorno de la migración laboral
intraregional y los antropólogos norteamericanos han iniciado la bús-queda
de una antropología de la migración de regreso. No obstante, la
migración transatlántica implica por lo general una estancia prolongada
o aparentemente permanente, y el fenómeno del regreso ha sido virtual-mente
olvidado.
¿Por qué hemos ignorado un aspecto tan elemental del proceso
migratorio? La razón reside probablemente en nuestro rutinario enfoque
m t ~ d d 5 g i cE~ .s Inc!ir,ames u venteq!ur !a ~AgruclSnr eme un solo
hecho demográfico que ocurre en un momento determinado, y por ende
vemos una sola parte del cuadro total. Empero, los procesos de rnigra-ción
avanzan y continúan, se desarrollan y transforman, hay un ir y
venir entre los países remitentes y receptores, y se establecen nexos de
naturaleza a la vez personal e institucional. Los países receptores se
798 Luise Margolies de Gasparini
convierten entonces en remitentes como consecuencia de los cíclicos
flujos y reflujos que se generan entre las áreas participantes. Por tanto,
los movimientos migratorios forman parte de sistemas flexibles y
adaptables cuyos eslabones cambian en respuesta a lo que acontece
globalmente dentro de una más amplia orientación política y
socioeconórnica.
Personalmente, como ponente de este enfoque sistémico, he utiliza-do
un método bifocal y he efectuado el trabajo antropológico de campo
en ambas zonas, la remitente y la receptora, examinando los enlaces del
sistema desde una perspectiva de espacio, tiempo y escala. Al examinar
la migración canario-venezolana como un constante proceso multiacético, se
constata que la migración de retorno es tan esencial como la partida del
inicio y debe ser tomada en cuenta para comprender el fenómeno total.
Me gustaría ahora plantear algunos de los patrones espaciales y
temprdes ~ Q hPan conformado el sistema migratorio de las Islas Cana-rias
en los últimos años.
EL CONTEXTO DE LA MIGRACION
CANARIO-VENEZOLANA CONTEMPORANEA
El traslado contemporáneo de los isleños canarios hacia Venezuela
comenzó poco después del final de la Segunda Guerra Mundial y alcan-zó
su apogeo a finales de la década del 50. Este movimiento poblacional
constituye parte del éxodo masivo de europeos hacia las Américas que
ha determinado el rápido crecimiento demográfico de Latinoaménca
durante casi un siglo. Argentina, Uruguay y Brasil fueron las principales
naciones recipientes hasta el momento en que la Gran Recesión ocasio-nó
una interrupción abrupta de las comentes migratorias (Momer 1985:
55). Estos países, una vez alcanzados sus objetivos poblacionales y
puestos en marcha procesos de modernización, instituyeron políticas de
inmigración cada vez más restrictivas. Al final de la Segunda Guerra
Mundial se abrió de niievo el compis de !a ~>gr~c i i ;yn ,V enezuela era
la única nación de América Latina preparada para recibir aquellas masas
que habían inundado previamente los países del cono sur.
Políticamente Venezuela se hallaba bajo la dictadura de Marcos Péres
Jiménez, quien más que sus predecesores, implantó una política de puer-tas
abiertas para atraer a los inmigrantes europeos. El objetivo no era
sólo poblar el campo, sino también impüliai üiiz eiiGme f~erzu de
trabajo para cumplir con los crecientes requerimientos de los nuevos
sectores industriales y de servicios. El veloz crecimiento de la industria
Canarias y Venezuela: tendencias actuales ... 799
petrolera creaba urgentes necesidades laborales que sólo podían enfren-tarse
mediante la importación poblacional. La expansión de la economía
industrial condujo a la consolidación del moderno estado-nación me-diante
el desarrollo de una infraestructura y un crecimiento urbano. Ya
en el año 1936 era innegable que con una población de 3.5 millones, un
territorio escasamente poblado, y un bajo índice de crecimiento natural,
Venezuela tendría que atraer a los inmigrantes si aspiraba a afrontar el
desafío planteado por el nuevo estado industrial. El único requisito era
que vinieron jóvenes saludables que encaminaron a Venezuela resuelta-mente
hacia el siglo veinte. En ese flujo migratorio de la Segunda
Postguerra hacia Venezuela predominaron los nacionales del Sur de
Europa. A mediados de los años 50 el mayor grupo estaba constituido
por españoles, y en él sobresalía un fuerte componente de las Islas
Canarias.
Desde la perspectiva de las Islas Canarias, Venezuela era el destino
ideal. Cuba, tradicional zona receptora hasta principios de los años 20,
ya no constituía destino viable debido al inesperado colapso del merca-do
azucarero mundial. Se rumoreaba que Venezuela ofrecía nuevas y
Q ~ ~ Q P ~ ~ Vp^QsiChi! iCl_&s e~nnSmi~aAs.& m$s, 1-S afinidades ru!t_iiralplr ......-.A. .."
ente las dos regiones estaban a la vista. Ya Venezuela había disfrutado
del flujo de isleños en los siglos 17 y 18, y se decía que casi la mitad de
la población criolla era de ascendencia canaria. La legislación
inmigratoria venezolana también favorecía a los isleños canarios, los
distinguía de sus hermanos españoles y les otorgaba privilegios de
asentamiento.
¿Cuáles factores contribuyeron al masivo viaje de canarios hacia
Venezuela? Algunos estudiosos tienden a enfatizar los aspectos "labora-les"
de este impulso migratorio, pero, personalmente, prefiero no caer
en determinismos económicos. Cuando se examina la historia migratoria
de los canarios, es obvio que algunos factores han perdurado desde la
época de la primera colonización de las Islas Canarias, mientras otros
han reaparecido cíclicamente. El aislameinto geográfico y político de las
islas frente a tierra firme se ha mantenido hasta tiempos recientes. Por lo
demás, las constantes crisis en las economías de exportación de enclave,
que se distinguen por su dependencia a un producto estratégico del agro,
han exaeer"v(-jlau skuaci&l de la ecoiloírl& domCsiica campeQ-na.
Los desastres naturales combinados con mortales epidemias han
diezmado a grandes masas de población. Al hojear los relatos descriptivos
escritos por los primeros visitantes a las islas, y los tratados sobre las causas
de la emigración isleño-canana, se confirmará que la situación dentro de las
islas condujo a una perenne comente migratoria hacia América.
800 Luise Margolies de Gasparini
Por último, el cuadro que los informantes de las Islas Canarias me
han pintado sobre los años siguientes a la Guerra Civil Española y la
Segunda Guerra Mundial es verdaderamente sombrío. Y en ello coinci-de
cualquiera que tenga más de 50 años. En el mejor de los casos, las
privaciones económicas sufridas por la población serán olvidadas por
ahora. No sólo se racionaban severamente los alimentos básicos, sino
que toda la producción local estaba destinada a los centros gubernamen-tales
ue controlaban su distribución. Estas condiciones se intensificaron
durante la Segunda Guerra Mundial como consecuencia de un embargo
comercial internacional. La situación política era tensa y altamente re-presiva;
comunistas, socialistas, "rojos", y de hecho cualquiera que
tuviera inclinaciones antifranquistas, era denunciado, perseguido y hasta
llevado a campos locales de concentración. Como sucintamente lo ha
expresado ei dramaturgo iosé Anronio Riai, quien pasó varios años en
la prisión de Fyffes, sus tres novelas sobre la Guerra Civil Española son
en realidad tres venganzas. Este clima siguió existiendo mucho después
de la conclusión de la guerra civil en la discriminación contra todo
aquél que pensara libremente. Los emigrados políticos abandonaban
voluntariamente las islas en cuanto podían obtener la documentación
necesaria. Los motivos políticos son fundamentales en muchos de los
casos de emigración en la postguerra.
Por último, la tradición migratoria de los isleños canarios es un
aspecto importante que debe tenerse presente en toda discusión sobre la
migración y sus causas. Los isleños canarios fueron una sociedad
migrante y el viaje hacia Venezuela constituía casi un rito, un paso
normal dentro del proceso de crecimiento. En los años de la guerra
alcanzaron su mayoría de edad muchos jóvenes que veían poco futuro
para sus vidas en el tradicional sector de la agricultura. Las historias
narradas oralmente atestiguan la naturaleza deprimida y limitada de la
empresa agrícola así como los sentimientos de frustración y desesperan-za
ante la precariedad de la situación económica. La ideología de la
migración -la tradición de migrar hacia América- permitió a los
isleños canarios percibir a Venezuela como el país de las oportunidades
para alcanzar una mejor vida. En palabras de un informante, "estábamos
todos inquietos con la idea de irnos, de probar lo que otros ya habían
pr&&." E! C~itc &-h ~mbm@ ven -st&i !igadn &rect~m~n?~
hecho de abandonar las islas y abrirse camino en la tierra de las nuevas
perspectivas.
La migración hacia Venezuela se aceleró velozmente a partir de
1948. Los tres primeros años de este influjo masivo se caracterizaron
por la llegada clandestina de barcos pesqueros y veleros, ocasionando el
Canarias y Venezuela: tendencias actuales ... 801
consiguiente deterioro de la flota pesquera de las islas. Por lo general,
tales violaciones eran rara vez sancionadas y los infractores normaiiza-ban
su situación en breve tiempo. Con la reanudación de las relaciones
diplomáticas entre los dos países, la comente migratoria creció ininte-rrumpidamente
en el curso de los años cincuenta, nivelándose a
principios de la década de 60 después de la caída de Pérez Jiménez.
El migrante promedio era el varón activamente productivo de origen
rural, de alguna eduación primaria y poca experiencia laboral fuera del
trabajo en la finca familiar. El espectro etario iba de la adolescencia a la
adultez media, pero el grupo migratorio era semejante en los anteceden-tes
culturales, las experiencias vitales y las aspiraciones. Los hombres
partían solos dentro de un patrón de migración secuencia1 destinado a
aliviar la carga de la granja familiar espaciando la pérdida de mano de
obra por cierto numero de anos. Se acostumbraba que ios hijos mayores
se fueran primero y luego siguieran los menores en continua cadena
migratoria.
Los emigrantes encontraban trabajo muy pronto mediante contactos
con los paisanos y a menudo eran empleados por emigrantes ya estable-cidos.
Hoy se reconoce el espíritu independiente de los isleños canarios
en el crecimiento de industrias de servicios que eran prácticamente
desconocidas antes de su arribo. Los mercados mayoristas de frutas y
vegetales, las empresas de mudanzas, así como la distribución de leche,
querosén, agua embotellada, hielo y refrescos son algunos de los servi-cios
iniciados por los canarios y que todavía están predominantemente
en sus manos. Otros ingresaron al área de los negocios en pequeña
escala y abrieron bares, restaurantes, casas de abasto, fruterías, etc. En
el campo los isleños canarios, particularmente los palmeros, jugaron
importante papel en la tecnificación de .las prácticas agrícolas tradicio-nales
y el transporte de producción a los mercados mayoristas urbanos.
PASADO Y PRESENTE DE LA MIGRACION DE RETORNO
A fines de la década de los 50 la migración de retorno constituía una
contracorriente creciente en yuxtaposición a los flujos de ingreso, conti-nllAP
.inrnnnfn ncrl.,.,,~~ A- i o m o..rnn;-~- ,.-A,
l l U V L I Y V I W V11 UCObVIIUW. YhdUFUCU U C I / V U UCI U y l U C I U U U bUUU LlLICIV U l l W J
la disminución en el número de ingresos de isleños canarios a Venezue-la;
entre 1961 y 1965 vinieron alrededor de 24.000 inmigrantes y entre
1966 y 1970, cerca de 13.000, mientras que de 1971 a 1976 el flujo bajó
a 5.000 personas aproximadamente (Alvarez 1980: 368). Estos flujos
decrecientes de migración se equilibraron con una contracorriente nor-
802 Luise Margolies de Gasparini
mal de migración de retorno que se desarrolló a mediados de los años
60 y permaneció relativamente estable a través de la década siguiente.
Detrás de esta pequeña e ininterrumpida contracomente se hallaban las
consideraciones familiaies y la evaluación de las oportunidades de vida
(ver el Cuadro 1).
Los hombres jóvenes que regresaron durante este período para que-darse
en Ias Canarias comparten aparentemente las siguientes
características: 1) atravesaban una etapa crítica de su ciclo de desarrollo
familiar que requería de decisiones con implicaciones a largo plazo.
Había que escager entre regresar a la tierra natal y reunirse con la
familia o llevar ésta a Venezuela para reagruparse todos allí; 2) satisfe-chos
como estaban sus objetivos iniciales, los migrantes podían regresar ,, -
a las islas con suficientes ahorros para mejorar sus condiciones materia- E
les y efectuar inversiones de capital. Conforme ai Coiectivo 78, ias O
remesas y los ahorros se invirtieron mayormente en tierras, vivienda, n-- m pequeños negocios y automóviles de alquiler, en este mismo orden O E
(1981: 142). Prevalecía una tasa de cambio favorable que permitía a los SE migrantes amasar "perras" y en poco tiempo lograr las metas propues- -E
tar. Las condiciones en Las Canarias habían mejorado de modo
impresionante: la situación de post-guerra había experimentado una re- 3
cuperación y la naciente industria turística ofrecía crecientes - -
0
oportunidades tanto para el empleo como para la gerancia. Los recién m
E
llegados habían estado ausentes por un período promedio de diez años y O
se encontraban con una sociedad familiar de origen rural en el umbral
de grandes transformaciones. n
-E
Pareciera que la historia de la migración ha concluido, pero los a
acontecimientos recientes ilustran no sólo la naturaleza pragmática del 2
n
migrante en general, sino su habilidad para responder sistemdticamente n
a las condiciones cambiantes cuando fuese necesario. No obstante lo 3
bien acomodados que se encuentran en su país de adopción, los inrni- O
grantes raras veces olvidan su patria y siempre dejan abierta la
posibilidad de un eventual regreso. Esto es valedero aún para aquellos
migrantes que han alcanzado una firme identificación por razones de
afinidad cultural, lingüística y religiosa con la sociedad que ha sido su
a-n-f-i triona. De igual manera se comportan los visitantes que van y vie- E---.. -+----+a n r C nmmr i Inr n r i n ;n-4 han t anr e cor ln T 1odtzd IIGLI ~ ~ G L U ~ ~ ~ L G ~ ~w ~ 1Gb LV Il LCl Gu 1, u 0 rjuc. juiiid iiuii ivglvuuuv. u u iv
está a menudo dividida y los migrantes a largo plazo están apegados
afectivamente a ambos países. Tienen nostalgia por la patria ausente y
la misma sensación se manifiesta cuando están lejos de Venezuela. Un
informante dijo en pocas palabras: "uno no está ni aquí ni allá". Otra
expresión típica es, "uno tiene dos patrias y cuando está en la una, siente
Canarias y Venezuela: tendencias actuales ... 803
nostalgia de la otra". Este sentido de permanencia, característico de la
comunidad tras casi cincuenta años de vida en el exterior, está siempre
sujeto a reinterpretación. La intención de volver -la ideología del re-tomo-
que pareciera adormecida durante los años de prosperidad en
Venezuela, ha resurgido violentamente en la ilusión de que siempre se
puede regresar al hogar.
El actual proceso de retorno no tiene precedentes, no sólo por la
longevidad de la estadía de los canarios en Venezuela, sino también por
el éxito de su asimilación. Este regreso difiere considerablemente de
anteriores flujos. Los que volvieron en el pasado estaban en el mejor
momento de sus vidas y podían ingresar al mercado de trabajo que
estaba en proceso de expansión en el archipiélago. Hoy reingresa una
población encanecida, en edad de jubilación. Los primeros se valían
exclusivamente de sus propios recursos' mientras que la actual pobla-ción
envejecida necesita los beneficios de los programas oficiales que le
son ofrecidos. Aquéllos estaban adaptados a la sociedad natal, los de
hoy sufren cierto desapego y sienten más a Venezuela como su hogar.
En el pasado el regreso fue completamente voluntario, pero el proceso
de hoy presenta aspectos coercitivos engendrados por la situación global.
Euli cia.-.r,.trnv.. i p*&i i-i"m&ni i v uAartu. 4aea uA nr rarr ,i.i,.u>ar.v,nv i,.raifli.*u;nj v ara@ ar li Auartrar&i inv. -inv Auarli
entorno venezolano. La migración de regreso es percibida como solu-ción
inmediata a una profunda crisis nacional que puede ser resuelta
únicamente a largo plazo. En 1983 Venezuela sufrió una severa crisis
deficitaria caracterizada por aguda devaluación, la imposición de con-troles
monetarios y una inflación en espiral. La contracomente migratona
aumentó lentamente a medida que partían los primeros grupos de viaje-ros.
La crisis de la deuda, sin embargo, fue pálida en comparación con
la inquietud política generada en 1989 como consecuencia de los gene-ralizados
motines y saqueos. La violencia con la cual se contuvo la
crisis produjo una sensaci6n de presión e inseguridad personal entre los
isleños canarios. Surgieron en forma escalada repentinas oleadas de
apresurados viajes de regreso como respuesta directa a los aconteci-mientos.
Finalmente, el fracasado golpe militar de febrero de este año
(1992) contribuyó al creciente malestar y a una pragmática reevaluación
del futuro posible bajo tales condiciones impredecibles. Un análisis del
material estadístico de la oficina de la Dirección General de Migracio-n
e c en T e n o r i f e c e ñ ~ l gn1 1m nc tg t enr lnnr - ;g r n n t ¡ n i < n nn t n r l n r i r i r A n n r / . ,nr l*V" V.. IV I.I.V-A'I"I"I . . Y.." VUCU .V.IUU'I"IU "VllLlllUU e11 LVUU .,U "lejV1 (.U1
el Cuadro 2).
El retorno no es el simple acto de mudarse de nuevo a las islas.
Puede tardar varios años desde el inicio hasta el final y comprende la
planificación preliminar antes de la partida y luego un prolongado pe-
804 Luise Morgolies de Gosparini
ríodo de reincorporación a la sociedad de las Islas Canarias. La decisión
de regresar parece particularmente difícil de articular y ejecutar. En su
estudio sobre los rnigrantes irlandeses del retorno, Gmelch ha observado
que existe gran incertidumbre entre ellos y que se hacen exámenes de
consciencia antes de partir. Su decisión nunca es muy definida (1987:
272). Se trata de personas que conforman una generación "sandwich":
posiblemente tienen en las islas familiares mayores, de quienes estuvie-ron
separados por muchos años, y al mismo tiempo están renuentes a
dejar en Venezuela a sus hijos y nietos. Si aspiran a regresar deberán
recuperar la nacionaidad española, obtener cartas de trabajo, y bajas
consulares, todo esto antes de viajar. También habrá que disponer lo
relativo a los negocios y las propiedades. ,, -
Estos preparativos pueden tomar varios años, por las condiciones de
recesión ec"ntñiica e" ?Jenezueia y iss oiierosas exigencias consu-
E
O
lado español. n--
Los primeros en realizar esta repatriación abandonaron Venezuela m
O
E bajo un estado de pánico e iban mal preparados para enfrentarse a los E
2 trámites exigidos para convertirse de nuevo en isleños canarios. Pero los E
canales informales de comunicación y también los contactos familiares
-
han proporcionado, la suficiente retroalimentación para conocer acerca 3
de los requisitos correspondientes. Hoy, pasados casi diez años desde - -
0
aquellos retornos apresurados, el traslado se efectúa con considerable m
E
previsión. O
El éxito de la readaptación depende del conocimiento que se tenga
de la situación en el país de origen y del nivel perosnal de preparación n
E para el regreso. Gmelch ha observado que los problemas del reajuste -
a
surgen cuando "los migrantes albergan expectativas ilusorias sobre lo 2
n
que la sociedad de su país le ha de proporcionar" (1980: 145). A rnenu- n
n
do se cuestionan el regreso y la conveniencia de tal decisión. La 3
reincorporación implica una serie de actividades que comienzan ante O
todo, por la recuperación de la personería jurídica como ciudadano
español y residente. Es preciso cumplir con los siguientes requerimien-tos:
tarjeta de seguro social, tarjeta nacional de identificación,
empadronamiento en la comunidad local, convalidación de los estudios
de los hijos y licencia española para conducir. El papeleo es abrumador
y -&P. q y i r jentamnte -11 camjnn a través de los respectivos canales
burocráticos. Aquellas personas que construyeron sus casas en los días
en que la tasa de cambio estaba alta son afortunados; los otros están en
clara desventaja financiera para resolver el difícil problema de la vivien-da.
El empleo es otro asunto engañoso; los salarios son generosos en
comparación con los de Venezuela, pero si usted pasa de los 40, desen-
Canarias y Venezuela: tendencias actuales ... 805
tiéndase de la idea de conseguir trabajo pronto -hay mucha competen-cia
ante cada plaza vacante.-. Los recién llegados deberán encarar
también muchos aspectos mundanos de la vida diaria y se encuentran a
menudo insatisfechos por la manera como se hacen las cosas. La pérdi-da
o la muerte de viejos amigos los entristece, y se quejan de la rigidez
de la burocracia, la mentalidad local y las habladurías. Se sienten iirnita-dos
por las fronteras de las islas y la pequeñez de los pueblos y las
ciudades. Los jóvenes lo pasan bien porque carecen de un marco previo
de referencia que incluya a las Islas Canarias del período preemigratorio
de Postguerra. Los que han regresado recientemente se quejan de que
los tratan como venezolanos (es decir, extranjeros) y no se sienten
identificados con la sociedad local. Un informante se expresó de este
modo: "Cuando se ha estado en un gran lago, nunca podrá uno sentirse
bien en un pocito." En medio de todo existe un gran amor por la
Venezuela que dejaron atrás y gran tristeza por la crisis nacional que
engendró la mudanza. En síntesis, este retorno se parece muy poco al
regreso triunfal del estereotipado "indianoWque alardeaba con orgullo
sobre sus éxitos en América.
-El- análisic poliminar & 10s qisms & !a oficina provincia! de la --e --e -- -
Dirección General de Migraciones señala varias tendencias definidas: 1)
los que regresan actualmente pertenecieron a una clase media en Vene-zuela.
En su mayona eran empleados asalariados que sufrieron las
repercusiones de la crisis, bien por la disminucih del poder adquisitivo
o la reducción de personal; 2) predominan los que provienen de Tenerife
y La Gomera; los herreños, que monopolizan los mercados mayoristas y
los palmeros de las grandes empresas agrícolas en Venezuela han estado
poco inclinados al regreso; 3) la segunda generación, los hijos de los
isleños, nacidos o criados en Venezuela, retornan en progresión escalo-nada,
mientras sus padres se quedan atrás. Estos jóvenes se sienten
atraídos por la atmósfera segura y tranquila de las islas y ven con
pesimismo el futuro inmediato de Venezuela.
El gobierno de España mantiene una política francamente abierta
hacia los migrantes del retorno y propugna un amplio programa a través
de la Dirección General del Instituto Español de Migración (Ministerio
de Trabajo y Seguro Social), mediante una serie de atractivas publica-
-:----.4 :2x-*:--,. c...- --.."-- - 1- -.-L-.l-.l A-LIUIICB
U ~ U ~ L L I L ~=>BL.E : GALGLISU p u g ~ a m i iL v t nmI i p l a utra v ú i i e u i i u uc:
ayudas con relación a la vivienda, becas, asistencia social de diferentes
tipos, estímulos a la integración laboral, ayudas de emergencia y progra-mas
especiales dirigidos a los ancianos. Lo más importante desde el
punto de vista de los inmigrantes de retorno es el "subsidio de desem-pleo",
una asignación de diecioscho meses otorgada a todos los migrantes
806 Luise Margolies de Gasparini
que llenen el requisito básico de haber trabajado por un período mínimo
de seis meses durante los últimos cuatro años. Este programa ha sido un
factor vital en la ayuda la migrante de retorno durante el período transi-torio
de reajuste, pues al cabo de los dieciocho meses casi todos se
sienten satisfechos con la nueva situación.
A1 mirar las diversas tendencias migratorias y los patrones que han
definido la historia de la migración Islas Canarias - Venezuela, es evi-dente
que los cambios en el contexto global constituyen los factores
necesarios que dirigen su curso. Debemos tener presente ese campo
social global cuando hacemos la disección de la orientación e intensidad
de los movimientos de migración en determinados períodos de tiempo.
Dudo que ésta fase particular de la migración de retorno sea la última. ,, -
Hay que recordar que la composición de retorno sea la última. Hay que E
recordar que la composición y las características de los flujos rnigratorios O
se transforman constantemente y son indicadores sensible no sólo de los n-- m macroacontecirnientos sino de las acciones creativas de los individuos O E
que reevalúan su status migratorio a la luz de sus mayores apremios. SE
-E
AGRADECIMIENTO
Quiero dejar constancia de mi profundo agradecimiento a todos los
que de una forma u otra me ayudaron en las investigaciones que vengo
realizando sobre la migración de retorno. En especial al Director Pro-vincial
de Trabajo de Santa Cruz de Tenerife, Sr. José María Medina
García; a Rafaela Expósito, Mary Carmen Herrera Rodríguez y Ana
Rodríguez de la dirección provincial de Migraciones por la valiosa cola-boración
y atenta asistencia que siempre me brindaron.
CUADRO 1
O
Resumen de la migración entre Canarias, y Venezuela, 1946-1 970
Fuente: Cuadro 5.43, p. 368, Alvarez.
Año
!946-50
1951-55
1956-60
1961-65
1966-70
Emigración
?A92
34.058
42.006
24.065
12.760
Retorno
l .M8
9.147
18.606
16.866
11.150
% Saldo
7 8
73
S 1
30
13
Canarias y Venezuela: tendencias actuales ... 8 07
CUADRO 2
Retornados recientes
(Provincia de Santa Cruz de Tenerife)
Fuente: Archivo, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Dirección Provincial de Migra-ciones.
Santa Cruz de Tenerife.
Año
1985
1986
1987
1988
1989
1990
i99í
Total
289
742
1.102
1.209
1.310
1.264
888
1
Desde Venezuela
160
529
788
1 .O24
1.186
1.117
674
Lu.se Margolies de Gasparini
ALVAREZM, arcelo, 1980: Estructura Social de Canarias. 1. Desarticulación y
dependencia, claves de la formación social canaria. Caja Insular de
Ahorros de Gran Canaria: Centro de Investigación Ecenómica y Social.
Cuadernos de Ciencias Sociales, 5.
C O L E ~78O, 1 981: Los Efectos Económicos de un Proceso Migratorio: La Emi-gración
a Venezuela. En Canarias ante el Cambio. Santa Cruz de Tenerife:
Ediciones Universidad de la Laguna y Banco Bilbao, p. 129-146.
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Bernard Siegel, ed. Palo Alto: Annual Reviews Inc.
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Role of Family, Labor and Politics. Hans and Judith-Marina Buechler,
eds. New York: Greenwood Press, p. 265-281.
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