TIPOLOG~AS ARQUITECT~NICAS DE LAS «INDUSTRIAS
DEL PAN» DURANTE LA RESTAURACI~N:
INTRODUCCI~N A LA ARQUEOLOGIA INDUSTRIAL
EN LA C.APIT.AL GR-M!SlC.AN-ARIA
La presente comunicación es el resultado de una síntesis de un
amplio trabajo de investigación y búsqueda de la arquitectura indus-trial
relacionada con el mundo de la panadería y molinería . en la ciu- dad de Las Palmas be Gwi, Canaria el iesiauiaCíor.i íSia.ias
motivaciones que nos llevaron a profundizar en esta desconocida fa-ceta
de nuestra historia reciente fueron, fundamentalmente, dos:
En primer lugar, pretendíamos atraer la atención hacia estas ar-quitecturas,
tradicionalmente olvidadas y marginadas, e integrarlas en
el panorama histórico de su época. Para tal fin fuimos recogiendo
todas aquellas imágenes que todavía se conservaban mediante el ras-treo
de diversas fuentes impresas o manuscritas (cuando el resto ma-terial
había desaparecido), o bien estudiando los vestigios que toda-vía
hoy en día se mantienen en pie de este tipo de edificaciones de
carácter industrial.
Por otro lado, y en base a los resultados obtenidos, pretendíamos
establecer una visión lo más exacta posible de la significación y evo-lución
histórica de la ya citada actividad industrial a todos los nive-les:
arquitectónico, tecnológico, artístico, humano, etc. Con el claro
objetivo de conseguir estos propósitos adoptamos el proceso
metodológico propio de una ciencia que en los últimos años ha expe-rimentad~
un imprtante derrcri.~!!~: !a Arqilrnlngih Indurtulal.
El nacimiento de la referida disciplina está directamente relacio-nado
con la destrucción, en 1962, de una estación de ferrocarril
londinense construida en la época victoriana: la Euston Station, que
generó en el Reino Unido un movimiento de revalorización del patri-
66 Amara M. Florido Castro
monio industrial que se fue extendiendo al resto de Europa '. El tér-mino
«Arqueología Industrial» habia sido acuñado en los años cua-renta
por Donald Dudley, pero han sido quizás los historiadores Angus
Buchanan y Kenneth Hudson los que han aportado las primeras defi-niciones
de esta sugerente disciplina *. En lineas generales, podemos
indicar que la finalidad de la Arqueología Industrial, o Arqueología
Moderna y Contemporánea, es el descubrimiento, catalogación y es-tudio
de los restos físicos del pasado industrial, para conocer a través
de ellos aspectos diversos sobre las condiciones de trabajo y los pro-cesos
técnicos y productivos así como establecer, en última instan-cia,
posibles propuestas para la rehabilitación de los vestigios que aún
se conserven. En definitiva, esta nueva ciencia permite aproximarnos
a una reconstrucción de la actividad económica del pasado a través
del estudio directo de los testimonios industriales al mismo tiempo que
defiende el restablecimiento, la recuperación y la reutilización de los
bienes industriales más significativos. Este último aspecto convierte
al patrimonio industrial en un factor destacado para el desarrollo lo-cal
de aquellas regiones afectadas negativamente por el proceso de
reindustrialización, al estimular la actividad económica y el desarro-llo
del propio territorio. Asimismo este legado material se va a cons-tituir
como parte integrante de los circuitos turístico-culturales; incluso
se defienden sus múltiples posibilidades museísticas como Museos de
la Ciencia o de la Técnica, entre otros. Finalmente y como muestra
del grado de consolidación alcanzado por la Arqueología Industrial en
los últimos tiempos citaremos la existencia del Comité Internacional
para la Conservación del Patrimonio Industrial, organismo que aglu-tina
a las asociaciones de arqueología industrial de todo el mundo.
Desde 1978, fecha de su fundación, organiza congresos periódicos que
suponen un marco de encuentro de los estudiosos en la materia, al
mismo tiempo que se dan a conocer los avances y proyectos más re-cientes
sobre la rehabilitación de los bienes industriales.
I. LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Y LA ARQUEOLOGIA
INDUSTRIAL
Por lo que a los estudios de Arqueología Industrial en Las Pul-
.-.." P-"." P---A- .--$:--O A-L.---- :-A:nn.- -,.- -1 ho-hn A- nn70
l l L U J U C U l U I L b U I L U I L U 3G I L l l G l L , UGVLIIIU3 llIUlLL11 YUL L1 IILLIIU UL YUL
en las islas no se haya producido un importante proceso industria-lizador,
en comparación con el de otras regiones españolas, así como
la escasez de estudios sobre el tema, ha llevado a la percepción ge-
Tipologías arquitectónicas de las «Industrias del Pan» ... 67
neralizada de que la industria apenas ha tenido cabida en el archipié-lago.
Afirmación hasta cierto punto discutible ya que si bien. es cier-ta
la casi inexistencia de establecimientos industriales de tipo capita-lista,
las pequeñas industrias de tipo artesanal-familiar fueron muy .
numerosas y no por ello menos importantes.
Dentro del ámbito insular las publicaciones más recientes sobre
esta materia las constituyen las monografías de Sebastián Hernández
Gutiérrez sobre las Ingenierías Históricas en San Bartolomé de Tira-jana
del año 1990 y, sobretodo, la obra de D. Juan Díaz Rodríguez
(1988) sobre Molinos de agua en Gran Canaria, realizada con un
extraordinario rigor científico, incluye un inventario detallado de los
molinos hidráulicos existentes en la isla 4. El interés por rehabilitar y
preservar los restos físicos de nuestro pasado industrial ha ido en
aumento en los últimos años. Las Autoridades locales han reconoci-do
el vahluisiórfi cíj y kiis:icod e los mu!inGs de x;ier,to que efi tiem-pos
pretéritos poblaran el paisaje isleño y, así, se han difundido di-versos
proyectos destinados a la recuperación de los restos que aún
se conservan, en especial los de Santa Brigida y La Aldea. Entre las
iniciativas más recientes sobresale la rehabilitación de la antigua Fá-brica
de Ron de San Juan en Telde, por parte del ayuntamiento de la
localidad sureña, con el fin de convertirla en Museo de la Industria.
11. LA «ARQUITECTURA DEL PAN» EN LAS PALMAS DE
GRAN CANARIA DURANTE LA RESTAURACI~N
Centrándonos en el tema propuesto para esta comunicación, y tras
esta introducción que consideramos necesaria para una mejor compren-sión
del mismo, debemos indicar que los planos que ofrecemos a lo
largo de este trabajo pertenecen a las solicitudes formuladas relativas
a «industrias del pan» custodiadas en el AHPLP en la Sección «Edi-ficios
Industriales», de donde se ha tomado la mayor parte de la in-formación
documental y gráfica para la elaboración de esta investi-gación.
Bajo el referido epígrafe de «industrias del pan» se incluyen aque-llas
manifestaciones industriales vinculadas directa o indirectamente
a la elaboración de productos harinados y panificados, es decir, pa-naderías.
molinerías, confiterías, fábricas de pastas alimenticias e in-dustrias
de preparación de harina de plátano La molturación de ce-reales
y la transformación de éstos en alimentos aptos para el consumo
humano constituyeron en el período que abordamos la principal acti-
68 Amara M. Florido Castro
vidad desarrollada en la capital grancanaria desde el punto de vista
industrial, por lo que su estudio se hacia imprescindible para un me-jor
conocimiento de la evolución económica de esta ciudad.
Las Ordenanzas de la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Las Pal-mas
del año 1888 incluían a estas instalaciones en la categoría de
«Establecimientos insalúbres, incómodos y peligrosos» debido a que,
según el artículo 362: «pueden dar lugar á emanaciones insalubres ó
incómodas, afectar á la salud, seguridad y comodidad de los habitan-tes
de la población ó perjudicar ó causar daños a la propiedad)) 6. Por
ello, la construcción y apertura de este tipo de industrias se llevaba a
cabo bajo la constante vigilancia de las autoridades competentes, las
cuales disponían del poder suficiente para proceder al cese temporal
o a la clausura definitiva de aquellas que no cumpliesen las prescrip-ciones
reglamentadas.
mL-U-2-U U 1~-u -I-c1I--a:-C--I3u- I I a u u L-U-I-I C-1I p ~ u w"b- uu3t- ; - 1 - L ---- *- 3- - - C I a u u l a C I u I I y VLíuLa uc ~ 5 -
tos artículos quedó regulado de manera específica en el capítulo 111
de las mencionadas Ordenanzas. Los fraudes tanto en la calidad como
en el peso y el precio de estos alimentos, en especial del pan y el
gofio, se convirtió en un hecho muy frecuente y, por tanto, debían
evitarse en la medida de lo posible al constituir los productos bási-cos
de ia dieta aiimenticia de ia ciase obrera. De ias denuncias de ios
consumidores respecto a las deficiencias en la calidad de los mismos
se hace eco la prensa del momento, como puede observarse en un
artículo publicado en El Tribuno en 1919 que ilustra el malestar ge-neralizado
de la población ante la inoperancia de las autoridades ca-pitalinas.
La calidad del gofio
El gofio que se está expendiendo al público, es de
pésima calidad. Ahora como en otras ocasiones -tal vez
coii íiiayur descaro- los iiluhieros dan a !os pobres üíi
gofio imposible para comer.
Son muchas las quejas que hemos oido acerca de esto.
Sobre todo en el Puerto, donde ese es el alimento obliga-do,
los abusos han llegado al grado máximo. El maiz que
se ha hecho gofio -nos aseguran muchos compradores-
«no es el mismo» que se repartió últimamente y que con-dujo
el «Carolina E. Pérez». La clase que se dá al públi-co
es de pésimo sabor, sin que las reclamaciones que el
vecindario formula sirvan de nada.
Tipologías arquitectónicas de las alndustrias del Pan» ... 69
Como vemos, estamos ante industrias de carácter peligroso -cuya
principal amenaza era el peligro de incendio así como el humo y las
trepidaciones que podía generar el equipamiento mecánico- y donde
predominaban las técnicas artesanales y la falta de mano de obra cua-lificada
lo que repercutió en el producto final elaborado.
A grandes rasgos, y si exceptuamos ejemplos puntuales, la
tipologia arquitectónica de las «industrias del pan» presentaba esca-sas
variaciones. Las instalaciones solían ser de pequeñas dimensiones
al estar integradas en unas estructuras preexistentes, cuyas caracterís-ticas
espaciales dificultaban la realización correcta de las tareas de
elaboración y venta de los alimentos. En este sentido, no podemos
establecer una tipología organizativa común para todas las industrias
ya que ésta venia determinada por las características propias del pro-ceso
de producción.
Ye este mede, !as pu~aderias se!h dispone^ de i?n2 serie de de-pendencias
anexas al horno de cocer pan, situado por lo general en
un ángulo del patio interior del inmueble y cubierto por un cobertizo
que lo resguardaba de la intemperie (Ilustr. núm. 1). Su morfología
era muy simple: estructura circular en su interior y cuadrada o
poligonal al exterior. La cubierta estaba formada por una bóveda
semiesférica o parabólica. Disponían así mismo de una chimenea de
plancha de palastro con una altura aproximada de 6 metros. El entra-mado
del horno se asentaba sobre un macizo de fábrica de mampos-tería
y relleno de arena o cualquier materia análoga en su interior.
Junto al mismo se distribuían una serie de salas o dependencias
entre las que sobresalen :
- El Taller de amasado y palas donde se llevaban a cabo las la-bores
de mezcla y amasado de los ingredientes. Este amasado podía
realizarse a mano en un recipiente de madera en forma de tronco de
pirámide invertido: la artesa. A partir, sobretodo, de la segunda déca-da
de esta centuria comenzaron a instalarse las amasadoras mecáni-cas
con lo que se mejoraba en comodidad, rapidez y limpieza. Junto
a este artiiugio se situaban ia sobadora, ia cerniciora y ia formadüia,
con una aceptación muy limitada.
- Otras dependencias características eran el Almacén o Depósito
de harina y el Depósito de Combustible. Este último bien alejado del
horno mediante un muro y separado dos metros de toda construcción.
En ocasiones el depósito se ubicaba en un departamento subterráneo,
debidamente protegido y aislado ciei resto de ia edificación.
- Finalmente, el Despacho de venta en la crugía principal, justo
a la entrada del establecimiento.
70 Amara M. Florido Castro
r -
ILUSTR. NÚM. 1.-Plano para la instalación de un horno de cocer pan en la casa de
herederos de D. Bernardo Suárez, núm. 43 de la calle de León y Castillo (1903).
El resto de las que hemos dado en denominar «. industrias del Dan»: rne!inrrius, cmfiterius, fAbricas de pastas ü!imentic.i a~e inclUs:riss de
elaboración de harina de plátano presentaban una organización inter-na
más sencilla.
Tipologías arquitectónicas de las elndustrias del Panr ...
ILUSTRN. ÚM. 2.-Plano para la instalación de un horno de confitero
en la casa núm. 7 de la calle La Pelota (1894).
Si bien existen diferencias en este aspeciv, en función de ia
tipologia arquitectónica se pueden distinguir:
1. En primer lugar, viviendas particulares de una planta, es de-
72 Amara M. Florido Castro
cir, casas terreras en las que se instalaban los utensilios mínimos ne-cesarios
para ejercer la industria.
2. En segundo término, casas de 2 ó 3 plantas cuyo piso infe-rior
estaba ocupado por una instalación fabril.
L
ILUSTR. NUM. 3.-Planta general de la instalación de un horno de cocer pan que solici-ta
Francisco Mendoza en la calle de la Vica (1895).
3. Finalmente, industrias propiamente dichas: inmuebles construi-dos
exprofeso para la elaboración y venta de estos artículos alimenti-cios.
A pesar de esta diferenciación en lo que a la estructura construc-tiva
se refiere, todas las industrias coinciden en el carácter artesanal
de la í;ro&cciSíi, &s~nadae xc~riciuaiiieniea ; COIiSüSTiO local. Un P"i-centaje
ínfimo de estas industrias disponían de sus propios sistemas
de reparto, en especial aquellas que contaban con una mayor infraes-tructura
como era el caso de las panaderías La Alemana o La Fe.
1. A finales del siglo XIX y comienzos del xx era frecuente ins-talar
en las casas particulares los aparatos y utensilios imprescindi-
Ll-- 1- -l-L--. -:L..
U I G ~p d ~ dia CldUUi lLlUI l de b s prOdücios panificados y harinados: pan,
gofio, dulces, etc. Los habitantes de estas viviendas dedicaban parte
de su tiempo al desempeño de esta actividad productiva, donde las
Tipologías arquitectónicas de las «Industrias del Pan» ... 7 3
mujeres ocupaban un lugar destacado: Belén Ordóñez y Petra Carva-jal
(Ilustr. núm. 2), por citar sólo algunas. Los dormitorios se dispo-nían
lo más alejados posible del horno y de la maquinaria para evitar
cualquier tipo de molestias como el humo y las trepidaciones. Se tra-ta
de establecimientos muy sencillos donde se habilitan una o dos
dependencias para la instalación de los utensilios mecánicos o los
depósitos de harina y combustible. Asimismo, era habitual, cuando no
se disponía de espacio suficiente, construir un pequeño anexo o co-bertizo
cubierto en el patio interior con destino a la maquinaria in-dustrial.
2. La segunda tipología arquitectónica de «industrias del pan» la
conforman aquellos inmuebles de dos o tres plantas cuyo piso infe-rior
se destina a la producción industrial. Dentro de este grupo se
encuentra la dulcería La Española en el número 32 de la antigua ca-lle
de San Francisco (hoy General Bravo, número 15) en cuya planta
baja se instaló -en 1897- un horno de confitero al fondo de la edi-ficación
'. En la calle Las Chapas, número 26, José González esta-bleció
una panadería a mediados de este siglo en la planta baja de su
casa, que estuvo en activo como tal hasta hace unos pocos años. En
1- actua!ici_aci_, prtp p i ~ gp ytá nr i inat in nnr gn ~ ! ~ ~~) m ~ r~~ i a ! .& ~ ---y--- Y--
Junto a estas edificaciones destacan otras de mayor envergadura
entre las que hemos seleccionado las panaderías de Francisco Mendoza
y la perteneciente a Rafael Juan Roca, ambas en la calle de la Vica
(actualmente calle de Domingo J. Navarro). La primera fue construi-da
a finales del siglo pasado (concretamente en 1895), en el piso bajo
de la vivienda propiedad del industrial (Ilustr. núm. 3). Esta instala-ción,
frente a las anteriores, contaba incluso con un cuarto para los
panaderos que ayudaban en las tareas de elaboración del artículo, lo
que da idea de una producción de mayor importancia. En 1899 se
decidió mejorar la industria con una máquina de vapor aplicada a un
aparato para amasar y un pequeño molino harinero con lo cual se
combinaban dos industrias: la panadera y la molinera. La fachada del
inmueble, a la que se le añade un tercer cuerpo en el año 1922, res-ponde
a las pautas clasicistas donde los arcos rebajados del piso in-ferior
dan paso al remate adintelado en la segunda y tercera planta
en las que se disponen pequeños balcones de rejería en puertas y ven-tanas.
El segundo ejemplo que ofrecemos, la panadería de Rafael Juan
Roca, a escasos metros de la anteriormente señalada, fue establecida
al año siguiente de la construcción de la casa en el año 1898. El hor-no
se dispuso en el patio interior y junto a éste el depósito de com-
Amara M. Florido Castro
2Q PANADWIA 1 7 - Uli -
"DELAIDA HERNANDEZ DENIZ 1 1 VIUDA DE J. CABRi3A LEZCANO !
- -- . - . . . . - .. . -
Eiaboraciijn tiiecánica i
6 de PAN FINO y MANTECA, H S A i V I A S i y todo lo conceriiieni-c al
ramo de Panadería. ' R E P A R T O A D O M I C I L T O ff
¿ d (GRAN CANARIA)
"T 11111111111111111111lllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllll AM ARAN"
Fábrica de Productos alimenticios
de LUIS CORREA MEDINA
G A L L E T A S S O P A S .
Esta fábrica, dotada de todos los Las ampliaciones últimamente Ile-adelantos
másmadernos ydirigida vadas a efecto en es& fábrica,
por personal competente, efectúa elevando su producción en más de
todas las operaciones mecánica- 500 por 100! demuestra bien claro
mente, Única forma de obtener un la botidad de sus productos.
producto bucno, pulcro y barato.
Fábricas: Alcaravaneras. calle IC. - Telbfoiio 11ún7: 372.
Depdsito-: Calle Mayor de Triana, núm. 42. - Telefono núm. 290.
Apartado 147. - LAS PALMAS DE GRAN CANARIA
ILUSTRN.U M. 4.-Anuncios publicitarios tomados del: Album de Canarias,
Las Palmas, Ed. Sección de Publicidad de la Revista «Información Co-mercial*,
1931 y Guía Industrial y Artística de Canarias. Santa Cruz de
Tenerife y Las Palmas, 1930.
Tipologías arquitectónicas de las c<Industrias del Pan» ... 7 5
bustible y el taller de amasado y palas. La fachada presenta unas pe-culiaridades
similares a la industria de Francisco Mendoza, aunque en
este caso predomina una mayor horizontalidad con sus siete vanos en
cada uno de los dos cuerpos en que se encuentra dicho frontis.
3. A partir de la segunda década del presente siglo presenciamos
una progresiva especialización de las industrias relacionadas con este
ramo de la alimentación. El factor que explica esta modernización lo
constituye la recuperación socio-económica que experimenta el archi-piélago
a comienzos de los años veinte. Esta etapa de desarrollo se
vió impulsada por la rápida recuperación del sector agrario, «básica-mente
de los subsectores exportadores, por el auge de la industria y
por la potenciación de las actividades comerciales y de servicios» 8.
Claro exponente del cambio de signo en la evolución económica lo
c ~ n ~ t !ai rqe?~rer ~iSnd emngráfica. La ciudad Las Palmas de Gran
Canaria experimentó uno de los incrementos más acusados de las is-las:
de 44.517 habitantes de 1900 se pasó a 62.461 en 1920, alcan-zando
casi los 80.000 diez años más tarde 9.
Pero, ¿cómo repercutió esta situación en las industrias que esta-mos
analizando? Es evidente que de un modo favorable ya que el
aurnenio pobiacionai supuso ei incremento de ia demanda de aiimen-tos
tan básicos en la dieta como el pan y el gofio. Se hizo necesario,
por lo tanto, elevar el volúmen de la producción de estos productos
para abastecer a la clase consumidora. Para ello, los industriales se
plantearon la construcción de instalaciones especljCicas que dieran ca-bida
a las nuevas y modernas tecnologías. De este modo, los méto-dos
tradicionales de producción fueron sustituidos por novedosos
mecanismos y fuentes de energia: las artesas dieron paso a las amasa-doras
mecánicas y la leña a la electricidad.
Desde el punto de vista organizativo, las solicitudes de estos últi-mos
años se caracterizaron por una mayor y mejor especialización.
Sin embargo, junto a estas renovadas instalaciones, como la panade-ría
Morales en el barrio de Las Alcaravaneras 'O equipada con los úl-timos
adelantos para la elaboración de pan y dulces, todavía persis-ten
edificaciones que responden a las características de las dos
tipologías ya definidas. Se trata de industrias de pequeñas dimensio-nes
en las cuales se llevaban a cabo las labores de panificación y
rndiendu p2r2 !2 ~htrnciSr!d e !es a r t i cd~su !irrirr?tiri~s.
Asimismo, durante este período los industriales recurrieron a di-versos
medios y sistemas publicitarios para dar a conocer los pro-ductos
que ofertaban o las características de sus establecimientos
(Ilustr. núm. 4).
76 Amara M. Florido Castro
Mención especial merece dentro de este panorama la fábrica que
promovida por la Sociedad Canaria de Molinería y Panificación, fue
levantada a comienzos de este siglo y que vino a llenar una de las
necesidades de la población capitalina ". El proyecto de los edificios
que debía albergar la fábrica fue encomendado al arquitecto Fernan-do
Navarro en el año 1900. Para la instalación de la industria la So-ciedad
Panificadora adquirió los terrenos situados en un cercado inte-rior
al norte de la Plaza de la Feria, muy próximos a la Fábrica de
Electricidad.
Estaba compuesta por un gran inmueble de planta rectangular de
tres pisos, y varios edificios más adosados o próximos a él. En el
principal se situaban las secciones de molienda del grano, amasado
del pan y almacén de salvado. Según se indica en la memoria des-criptiva,
este inmfi&!e estaba rnnstnido cl_- «m-mpsteria reforzada
con manchones al interior; los pisos estaban soportados por colum-nas
de fundición en la planta baja é intermedia y armados de vigas y
viguetas para bovedillas de ladrillo, con enjutas rellenos de carboni-lla
y pavimentos de entarimado de madera, excepto el bajo que es de
baldosín de cemento» 1 2 . En la planta baja se disponía el salón de las
iiiáqniiias ai-iiasaduras y- los nioliiios de sis~ei,ia Schweiizcr
ban en relación por medio de unos tubos especiales, con un sistema
de cedazos de telas metálicas establecidos en el último piso. La hari-na,
después de circular por los diversos tamices que separaban la sé-mola
y el salvado, quedaba en disposición de pasar mecánicamente a
las máquinas amasadoras. Esta industria, conocida por Molinos de la
Luz, estaba preparada para producir en sus comienzos una cantidad
aproximada a los 5.000 kilogramos de pan, ampliable hasta 10.000.
Los edificios secundarios albergaban la cámara de fermentación,
la bateria de cinco hornos, el depósito del material y del carbón, la
cuadra, los mecanismos para el funcionamiento de la industria y el
almacén y despacho del pan, ocupando todo ello una superficie total
de 754 metros cuadrados.
La industria que hemos descrito estuvo en plena actividad hasta
1908, aproximadamente, cuando se pusieron en venta las instalacio-nes
que serían transformadas en un gran taller de herrería del que
únicamente se conserva su chimenea.
-D-e.l -n.n.h-l.'i c"i c- ao" l n h a l 1 ~ ~c C l i f i r a r i n ni ~n ~c i ~ i ~ t r i p~ ol ~dcem ~sc on- .V-"A >-- ----&---------
cluir que la industrialización en materia de ~arquitecturao industrias
del pan», no vino acompañada de una fisonomia arquitectónica pro-pia
siendo, en la mayor parte de los casos analizados industrias inte-gradas
en edificios y viviendas ya construidos, ocupando sus plantas
Tipologías arquitectónicas de las «Industrias del Pan» ... 77
bajas. Las fachadas estaban exentas de toda decoración: pavimentos
lisos y huecos verticales de arista viva, elementos compositivos co-munes
en la vivienda urbana. En otras palabras, no encontramos una
diferenciación arquitectónica en las instalaciones fabriles respecto al
resto de las edificaciones.
Por lo que a los ejecutores de los planos se refiere, destaca la
presencia de arquitectos del prestigio de Fernando Navarro y Lau-reano
Arroyo así como Laforet, Cirilo Moreno, Francisco de la To-rre
y Rafael Massanet. Mención especial merece la participación de
ingenieros y peritos industriales como Julio Trujillo y Manuel Gon-zález,
entre otros.
Desde la óptica de la Arqueología Industrial asistimos al abando-no
generalizado de la función industrial original. La desaparición de
la actividad productiva provocada, entre otras cosas, por !a kcni-ficación
del proceso de producción, conllevó la destrucción sistemá-tica
del establecimiento como en el caso de la Dulcería La Perla en
la calle Cano, esquina a Torres construida en 1893, y ocupada en la
actualidad por <<Exclusivas Roca».
A pesar de ello, todavía conservamos (aunque de modo aislado)
,A:G,",:,,," . .
buiiicaciviiba de! periodo restaüraciuriista corno la dulceíia Lü Cspü-ñola
en la calle General Bravo, núm. 15; la panadería La Fe, en la
calle Pedro Díaz núm. 13 (muy próxima a la iglesia de Santo Domin-go,
en Vegueta); y la célebre panadería San Justo en la calle San
Nicolás núm. 19, propiedad de Manuel Torres cuya fachada se encuen-tra
en perfecto estado de conservación.
Del montante total de solicitudes analizadas, de las que sólo he-mos
mostrado las más significativas, únicamente continúan en pleno
funcionamiento cuatro panaderías:
1) La Alemana, ubicada en Ventura Ramírez, levantada en 1928
por el alemán Enrique Eggers. Desde 1952 pertenece a la familia
Borges Vega quien ha mantenido la tradición industrial hasta nues-tros
días.
2) La segunda, la panadería situada en la calle Pedro Díaz de
Santos Morales.
3) La tercera panadería es también bollería, localizándose enfren-te
del antiguo Cine Cuyás, lo que ha hecho que se la conozca con el
nombre de «Frente a! Cuy&, pertenece a Miguel G ~ t l é r ers~tz~~C I_e
todavía hoy en pié, aunque fuera de servicio, el horno de cocer pan.
4) Finalmente, citaremos la panadería Ruano en el barrio de San
Cristóbal.
Por lo que al resto de industrias se refiere, la creación en los
7 8 Amara M. Florido Castro
años 50 de la fábrica Harinera (HARICANA) supuso la desaparición
de las molinerías. Esto, unido a la falta de infraestructura adecuada y
al aumento de las importaciones, produjeron el proceso regresivo de
las mismas hasta su total desaparición. A ello hay que unir el hecho
de que los edificios industriales, al carecer de cualidades estéticas, no
hayan recibido una atención especial por parte de las autoridades,
quedando integradas en el mercado especulativo que antepone los in-tereses
materiales a los históricos.
En definitiva, esperamos con esta exposición haber podido contri-buir
a despertar la sensibilidad hacia el valor cultural e histórico de
nuestro patrimonio indutrial. Patrimonio que ilustra una parte desco-nocida
de nuestra historia reciente, y cuya destrucción supondría la
desaparición de la fuente básica de información de las actividades que
configuran la ciudad que conocemos.
Pnr e ! ! ~se n iri.por?un?rs tedas aque!!us iniciativas qüe con!!evün
la recuperación y rehabilitación de aquellos objetos y construcciones
industriales, del mismo modo que hoy se protegen los restos arqueo-lógicos
y bienes artísticos como señas de nuestra propia identidad 1 3 .
Tipologias arquitectónicas de las industrias del Pan»..
1. SANTACRSEOUL ERJ, . M.: «Una visión global de la Arqueología Industrial en
Europa. Casos concretos en regiones concretas» en Revista ABACO, Gijón, núm. 1 ,
(1992) pp. 13-27.
2. BUCHANARN., A,: The theory and practice of Industrial Archaeology, Bath
rTn;.~n-r;t.. Tha Qoth P n n f a r o n r n nn lnrl,irt&lil A r ~ h o ~ n l n n r r10 67
" L L ' V C ' U L J , ..lb Y U L . . ,,"LLLbl"llL." VI. I I . U Y 0 L I . Y . ' I I ~ I . L I " Y . " ~ , , IIU I i
3. HERNÁNDEGZU TIÉRREAZ,. S.: Ingenierias históricas en San Bartolomé de
Tirajana, Publicado por el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, 1990.
4. D i ~ zR ODR~GUEJuZa,n M.: Los Molinos de agua en Gran Canaria, Edición
de la Caja Insular de Ahorros de Canarias, Las Palmas, 1988.
5. FLORIDOCA STROA, mara: «Arqueología Industrial en Las Palmas de Gran
Canaria durante la Restauración. "La arquitectura del pann» en Vector Plus (Miscelá-nea
cientljCico cultural publicada por la Fundación Universitaria), Las Palmas de Gran
Canaria, núm. 1 (1994). pp. 43-51.
6. Ordenanzas Municipales de la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Las Palmas
de Gran Canaria, Las Palmas, Imprenta La Verdad, 1888, p.67.
7. Archivo Histórico Provincial de Las Palmas (AHPLP): Sección Ayuntamien-to,
Serie Edificios Industriales, Leg. 3, exp. 74: expediente «sobre instalación de un
horno para dulcería en el patio posterior de la casa núm. 32 de la calle de S. Fran-cisco
propia de E. Euiiiiiigo Heriera 2 3dici:üd de E. Akjaiidia Gaiciai;.
8. CABRERAAR MASL, uis G. y D ~ ADZE LA PAZ, Alvaro: «La economía contem-poránea
(11): Las dificultades de la modernización económica», en Historia de Cana-rias
9. BURRIEDLE ORUETAE,u genio: Canarias: población y agricultura en una so-ciedad
dependiente, Barcelona, Ed. Oikos-Tau, 1981, p. 134.
10. AHPLP: Secc. Ayto., Serie Copia de Planos de Industria, Leg. único, exp. 85.
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11. n n r L i r . JGCLIUII AYLU., JGIIG GUILILIUS IIIUUSLIICIICS, L C ~ . 7, CAP. 7-i. c n p -
diente «relativo a la instalación de un tren de Molinería y panadería, aplicando el
sistema Schweitzer, en el barrio de los Arenales, por la Sociedad Canaria de Molinería
y Panadería representada por D. Eusebio Navarro)).
12. Ibidem.
80 Amara M. Florido Castro
13. Para mayor información sobre el tema de esta comunicación, véase: FLORI-DO
CASTROA, mara: Arqueología Industrial en Las Palmas de Gran Canaria durante
la Restauración: la «arquitectura del pan» (1869-1931), Memoria de Licenciatura
dirigida por la Dra. M." de los Reyes Hernández Socorro y presentada en la ULPGC
en julio de 1993 (en prensa). En la actualidad prepara la tesis de doctorado bajo el
titulo Arqueologia Industrial en Las Palmas de Gran Canaria durante la Restaura-ción.